Estructuras de La Mente
Estructuras de La Mente
Estructuras de La Mente
INTELIGENCIAS
Libro: Gardner H, Estructuras de la mente: la teoría de las múltiples inteligencias, México, FCE,
1983.
Capítulos: 1-2-4-11
Artículo: ----------
Clases: ----------
Galton buscó estudiar las diferencias individuales, y elaboró métodos estadísticos para
clasificar a los seres humanos según sus poderes físico e intelectual, correlacionando también
estos últimos entre sí. Ello le permitió verificar una relación entre herencia y logro profesional. El
mismo autor destacó como cualidad intelectual refinada la agudeza sensorial, pero nuevos
autores destacaron que debían considerarse otras cualidades como el lenguaje y la abstracción,
como sostuvo Binet. Junto a Simon, Binet diseñó las primeras pruebas de inteligencia para
distinguir niños retardados de normales.
Surgieron luego quienes decían que el CI (cociente intelectual) se hereda, y quienes no,
así como quienes sostenían que no había una sola inteligencia sino varias capacidades
relativamente independientes, como Thurstone, que nombró 7 factores primarios.
Piaget.- Hacia 1920, trabajando con Simon, Piaget se interesó por saber cómo era la forma de
pensar de un niño cuando cometía errores en las pruebas de inteligencia, tema que no había
preocupado a los creadores de las pruebas como Binet o Simon. Estos tampoco se interesaron
por valorar la habilidad de asimilar nueva información o resolver nuevos problemas, o sea se
interesaron más por el conocimiento ‘cristalizado’ que por el ‘fluido’. Incluso alguien sin lóbulos
frontales puede tener un alto CI pero no las habilidades mencionadas. Por tanto, estas pruebas
de inteligencia no dan información sobre lo que Vygotsky llamó la zona de desarrollo potencial o
proximal.
Piaget destacó que el ser humano construye un sentido del mundo, hace hipótesis en
forma continua y produce conocimiento, desarrollando su inteligencia desde las acciones
sensomotrices e interiorizadas hasta las operaciones mentales, desplegando diversos sistemas
simbólicos y culminando en las operaciones formales.
La posición de Piaget tiene fortalezas y debilidades. Del lado positivo, destacó que las
diversas actividades intelectuales del niño dependen de ciertas estructuras mentales que van
construyéndose poco a poco. Saber no es memorizar sino construir, razonar, pensar. Del lado
negativo, Piaget hizo una teoría del desarrollo aplicable sólo a niños occidentales o a ciertas
actividades, relegando las habilidades de un artista, un abogado, un atleta o un político. Destacó
además la inteligencia verbal pero no se ocupó mayormente de lo no verbal. Propuso también
que las facultades ‘horizontales’ podían aplicarse a cualquier tipo de contenido, lo cual es
cuestionable. Gardner se refiere al concepto piagetano de ‘decalage’ que permite a la misma
operación aparecer en tiempos distintos y aplicarse a diferentes materiales.
El enfoque de los ‘sistemas simbólicos’.- Los enfoques del Ci, el piagetano y el del
procesamiento de la información se han centrado en habilidades lógicas o lingüísticas, han
ignorado la biología y el problema de la creatividad y la diversidad cultural. Gardner propone
destacar las capacidades simbólicas del ser humano en la comprensión de la inteligencia.
Por ejemplo Feldman señaló de ciertos logros, como los lógicomatemáticos, son
universales, pero otros están solo en determinadas culturas (leer puede ser algo no valorado en
ciertas culturas, por ejemplo). También están los dominios simbólicos singulares, propios de uno
o de muy pocos individuos, lo cual llevó a estudiar a Feldman al niño prodigio, donde habría una
notable coincidencia de varios factores, como una inclinación inicial, presión familiar, buena
educación, etc. Piaget no explica por ejemplo como puede alguien ser precoz en un área y en
otra no, como puede verse en los prodigios. Hay muchos sistemas simbólicos posibles, y de esta
diversidad no dan cuenta las teorías anteriores. También estas teorías han dejado de lado la
relación del intelecto con el sistema nervioso en cuento a como está organizado, como se
desarrolla y porqué falla.
Prerrequisitos de una inteligencia.- Los prerrequisitos son una manera de asegurar que una
inteligencia será útil e importante, al menos en determinados ambientes culturales. Estos
prerrequisitos son a) habilidad para solucionar problemas, y b) habilidad para encontrar o crear
nuevos problemas, necesario para adquirir nuevo conocimiento.
Criterios de una inteligencia.- Gardner presenta aquí los ocho signos de una inteligencia
candidata a ser tal.
4) Una inteligencia tiene un desarrollo ontogenético, y debe ser posible identificar niveles
desiguales en el desarrollo, desde el novicio hasta el experto, y posibilidades de
modificación y capacitación mediante la educación.
Delimitación del concepto de una inteligencia.- No debemos identificar una inteligencia con
un área sensorial (por ejemplo no hay una inteligencia auditiva), ni con ciertas cualidades
personales como sentido común o intuición. Es posible que las diversas habilidades inteligentes
medulares puedan ser reguladas desde una función superior, como el sentido del yo, la
capacidad ejecutiva o la habilidad sintetizadora, pero importa especialmente ver como se
vinculan y balancean las diversas inteligencias específicas para cumplir tareas más complejas.
Tampoco debemos evaluar la inteligencia en términos de si sirve a propósitos nobles o inicuos.
Finalmente, resultará útil pensar las inteligencias como conjuntos de saber cómo (saber hacer
algo), mas que como un saber qué (conocimiento proposicional).
Teorías relacionadas.- La idea de las inteligencias múltiples viene ya desde los griegos,
cuando hablaron de ‘ facultades’ o facetas de la mente. Luego, este enfoque quedó relegado,
por ejemplo por aquellos enfoques asociacionistas que intentaban explicar todo desde unos
principios únicos o leyes psicológicas básicas a las que se someterían todos los aspectos como la
percepción, la memoria o el aprendizaje. Este intento unificador tuvo poco éxito, aunque la
psicología cognitiva tomó algunas ideas, como cuando hablaron de habilidades generales para
resolver problemas, etc.
Por su parte Jerry Fodor, inspirado en Chomsky y otros autores, propuso su teoría de la
modularidad de la mente según la cual los procesos mentales se consideran mejor como
módulos independientes o encapsulados, cada cual funcionando según sus propias reglas.
Concretamente, rechaza módulos horizontales (percepción, memoria, etc) pero acepta los
verticales (lenguaje, procesamiento visual, musical, etc.). Sin embargo, Fodor admite la
existencia de una mente central no encapsulada que permite comparar las diversas entradas y
construir una hipótesis mejor acerca de qué es el mundo.
Gardner sostiene que es aún prematuro postular una capacidad supramodular que
ordene o combine los diferentes módulos, aunque sí puede hablarse de módulos más generales
y módulos más pequeños y circunscriptos. Que se estudien los maximódulos o los minomódulos
dependerá de cada objetivo del investigador. Estudiar módulos grandes resulta útil en
educación. En este sentido, cada módulo (cada inteligencia, cada habilidad cognoscitiva, cada
competencia intelectual, etc.) es algo que puede desarrollarse si hay suficiente estimulación para
ello.
Operaciones cognoscitivas ‘de nivel superior’.- Hay ciertas capacidades cognoscitivas que
parecen ser de nivel superior, pero que parecen inexplicables dentro de los términos de las
inteligencias individuales, por lo que requerirían ser investigadas más en detalle. Ellas son el
sentido común, la originalidad, la capacidad metafórica, la sabiduría y el sentido del yo.
Parece haber tres formas de capacidad metafórica en niños normales: capacidad para
percibir analogías sensoriales (ej: auditivo y visual); luego, en la edad preescolar, capacidad
para comparar símbolos (palabras, movimientos, etc.) y sentir placer en ello; y finalmente en la
edad escolar retoma su habilidad metafórica pero luego de un periodo donde su preocupación no
es establecer analogías sino dominar cada ámbito por separado. Todas estas formas de
metaforizar son universales y están un tanto separadas del desarrollo de inteligencias
específicas.
La sabiduría una habilidad mucho más amplia, también llamada poder sintetizador
general, es aquello que uno llega a esperar en individuos mayores que han tenido una amplia
gama de experiencias críticas en su vida más temprana y que ahora pueden aplicarlas en forma
apropiada y juiciosa, en las circunstancias apropiadas. El término se aplicaría a personas que
tienen considerable sentido común y originalidad en uno o más dominios, junto a una capacidad
madura de metaforizar.
Todas las operaciones de ‘nivel superior’ descriptas pueden explicarse algunas por un
tipo especial de inteligencia, aunque otras veces se ven mejor como una combinación de un
rasgo de personalidad y una habilidad, o también, como la sabiduría, como una amalgama de
distintas capacidades intelectuales.
En cuanto al sentido del yo, sus raíces se encuentran en la exploración por parte del
individuo de sus propios sentimientos y experiencias en los términos de planes interpretativos y
los sistemas simbólicos que provee la cultura: algunas culturas exaltan el yo y otras no tanto,
sino la atención de las necesidades de los otros.
Frente a esto, el sentido del yo puede entenderse de varias formas: como un dominio
aparte de la inteligencia, como un procesador central del que dependen otros dominios, o, como
opina Gardner, como una capacidad emergente, como una nueva inteligencia que regula la
propia existencia del sujeto.
Desconfirmación de la teoría.- La teoría de las IM podría ser rebatida si se encuentra que
alguna inteligencia no cumple con los requisitos de tal. También es posible que estudios
neuropsicológicos y transculturales obliguen a pensar que la inteligencia no es lo que propone la
teoría de las IM.