Las pruebas de la vida son oportunidades para desarrollar la gracia de Dios y fortalecernos en la fe. Aunque las pruebas parecen maldiciones, Dios las permite como las mayores bendiciones para nuestro bienestar. Debemos confiar en que Dios nos cuida y guía a través de cada prueba, así como lo hizo con figuras bíblicas como Moisés y José. Cuando ponemos nuestra vida en manos de Dios a través de la fe, podemos encontrar paz incluso en medio de las pruebas.
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Las pruebas de la vida son oportunidades para desarrollar la gracia de Dios y fortalecernos en la fe. Aunque las pruebas parecen maldiciones, Dios las permite como las mayores bendiciones para nuestro bienestar. Debemos confiar en que Dios nos cuida y guía a través de cada prueba, así como lo hizo con figuras bíblicas como Moisés y José. Cuando ponemos nuestra vida en manos de Dios a través de la fe, podemos encontrar paz incluso en medio de las pruebas.
Las pruebas de la vida son oportunidades para desarrollar la gracia de Dios y fortalecernos en la fe. Aunque las pruebas parecen maldiciones, Dios las permite como las mayores bendiciones para nuestro bienestar. Debemos confiar en que Dios nos cuida y guía a través de cada prueba, así como lo hizo con figuras bíblicas como Moisés y José. Cuando ponemos nuestra vida en manos de Dios a través de la fe, podemos encontrar paz incluso en medio de las pruebas.
Las pruebas de la vida son oportunidades para desarrollar la gracia de Dios y fortalecernos en la fe. Aunque las pruebas parecen maldiciones, Dios las permite como las mayores bendiciones para nuestro bienestar. Debemos confiar en que Dios nos cuida y guía a través de cada prueba, así como lo hizo con figuras bíblicas como Moisés y José. Cuando ponemos nuestra vida en manos de Dios a través de la fe, podemos encontrar paz incluso en medio de las pruebas.
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LA ORACIÓN Y LAS PRUEBAS
JOYA BÍBLICA “Mas él conoce mi camino; Me probará, y saldré como oro”
(Job 23:10). PREGUNTA ¿Cómo podemos enfrentar las pruebas diarias de la vida y las incertidumbres del futuro? RESPUESTA Deuteronomio: 33: 25 “Y como tus días serán tus fuerzas”: “Hemos de seguir a Cristo día tras día. A fin de que no se confundan, él no da a sus hijos todas las indicaciones para el viaje de su vida de una vez. Les explica tan sólo lo que pueden recordar y cumplir. El deseado de todas las gentes pag. 280. Fuerza y sabiduría que imparte Dios para la emergencia actual. Consuelo divino: “Por encima de las confusiones de la tierra Dios está en su trono; con esa divina mirada ordena lo que su providencia considera mejor. Es el Cuidado que Dios tiene de la creación y sus criaturas, nos cuida nos guarda. Salmos 91: 11: Pues sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. El dará órdenes a sus ángeles acerca de ti, para que te guarden en todos tus caminos. “Mide cada aflicción”: “En su gran amor, Dios procura desarrollar en nosotros la gracia preciosa de su Espíritu. El discurso maestro de Jesucristo, p. 99. Permite que hallemos obstáculos, persecución y opresiones, pero no como una maldición, sino como la bendición más grande de nuestra vida. Lo vemos en el transcurso de la historia ejemplo de estas personas como Moisés que recibió críticas, chismes al conducir al pueblo de Israel a la tierra prometida, a José fue llamado a una experiencia de traición y cárcel. En cada caso Dios permitió las situaciones no como maldición sino como bendición más grande de nuestra vida. Mide cada aflicción, vigila el fuego del horno que debe probar a cada alma. Como probó a Moisés cuando Dios ofreció destruir al pueblo de Israel y salvar a Moisés y hacer de él una gran nación, Dios quería que Moisés demostrara la compasión que sentía por el pueblo terriblemente desobediente. Al igual que Jesús suplicó misericordia por los pecadores. Allí vemos la gracia de Dios que ofrece por medio de su misericordia y de su amor “Todas las cosas les ayudan: La presencia del Padre rodeaba a Cristo, y nada le sucedía que Dios en su infinito amor no permitiera para bendición del mundo. En la tentación en el desierto 40 días (Lucas: 4: 1-2) no se desesperó cuando le sobrevino la tentación se mantuvo firme esperaba la orden divina. Ni debemos de hacerlo nosotros. El que está lleno del espíritu de Cristo vive en Cristo. Lo que nos suceda viene del Salvador, que nos rodea con su presencia. Dios no nos abandona ni se olvida de nosotros porque Jesús es quien carga con nuestros pecados. El pasó por un crisol peor que el de cualquiera de nosotros. Gálatas 2:20: Que decía Pablo: Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. Ministerio de pena: En plena luz del día el pájaro enjaulado oye la música de otras voces entonces no cantará lo que su amo procure enseñarle porque Aprende un poquito de esto, un trino de aquello, pero nunca una melodía entera y definida. Entonces el amo cubre la jaula, y la pone donde el pájaro no oiga más que el canto que ha de aprender En la obscuridad lo ensaya y vuelve a ensayar hasta que lo sabe, y prorrumpe en perfecta melodía. Después el pájaro es sacado de la obscuridad, y en lo sucesivo cantará aquel mismo canto en plena luz. Así trata Dios a sus hijos. Tiene un canto que enseñarnos, y cuando lo hayamos aprendido entre las sombras de la aflicción, podremos cantarlo perpetuamente. Cuando dios nos somete a una prueba tiene un propósito para lograr nuestro bien
Descansad en el amor de Cristo: “Puede suceder a menudo que vuestro
espíritu se anuble de dolor. No nos preocupemos sabemos que Jesús nos ama. Y descansar sencillamente en sus brazos. Descansad en el amor de Cristo y bajo su cuidado protector. Cuando ponemos nuestras manos y nuestros corazones en la mano de Dios creyendo y confiando plenamente en él, podemos tener paz y confianza aun mientras las circunstancias de la vida nos ponen a prueba. Cuando somos refinados como el oro en el fuego, entonces estamos listos para ser usados en el servicio de valor y nos volvemos una herramienta útil en la mano de Dios para llevar alegría, consuelo y gozo a los corazones de muchos que son tentados y probados por las circunstancias de la vida.
ORACIÓN: Querido Señor, por favor, ayúdanos a confiar en ti con todo
nuestro corazón, no importa lo que nos pase y enséñanos a aferrarnos a tus preciosas promesas