Taraborelli, Abogado Del Niño

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Título: El rol del abogado del niño en el proceso


Autor: Taraborrelli, José N.
Publicado en:
Cita Online: AR/DOC/3447/2020
Sumario: I. Introducción. Constitucionalización y convencionalidad de todo el derecho público y privado.— II.
La figura del abogado del niño.— III. Asistencia letrada al por nacer. El niño considerado desde la
concepción.— IV. Ley Nacional 26.061 de Protección Integral de los derechos de niños, niñas y adolescentes.—
V. Ejercicio de los derechos por la persona menor de edad en el Código Civil y Comercial.— VI. La tutela
especial del art. 109 del Cód. Civ. y Com. (Tutor ad-litem abogado).— VII. Asistencia letrada al niño en el
juicio de adopción.— VIII. Ley de la Provincia de Buenos Aires 13.298 de Promoción y Protección integral de
derechos de niños.— IX. Ley 14.528 de la Provincia de Buenos Aires de procedimiento de adopción.— X.
Creación de la figura del Abogado del Niño en el ámbito de la Provincia de Buenos Aires.— XI. Características
de la defensa técnica jurídica del abogado del niño.— XII. Personas autorizadas para solicitar la designación del
abogado del niño.— XIII. Los honorarios del abogado del niño.— XIV. Caracteres jurídicos de la figura del
abogado del niño.— XV. Bibliografía.
I. Introducción. Constitucionalización y convencionalidad de todo el derecho público y privado
Un tema que ha suscitado interés en el conocimiento teórico y empírico de todos los operadores del derecho
es la figura del abogado del niño, que ya ha sido puesta en práctica tanto en jurisdicción nacional como
provincial.
La Argentina experimenta y atraviesa todo un proceso de humanización, universalización,
constitucionalidad y convencionalidad de nuestro derecho positivo, en virtud de las obligaciones legales
asumidas en los Pactos Internacionales de Derechos Humanos suscriptos por nuestro país, con influencia directa
en todas las ramas del derecho público y privado.
El art. 75, inc. 22 de la CN, sienta como principio general, el de la "supra legalidad" de los tratados
internacionales de toda clase. Los tratados Internacionales ratificados por leyes del Congreso Nacional, con su
entrada en vigor operativamente, prevalecen sobre las leyes internas y ello en la práctica significa la obligación
de adecuar la normativa vigente en el país a los marcos constitucionales y convencionales.
El Estado Argentino al ratificar legislativamente La Convención sobre los Derechos del Niño, asume, en
virtud del derecho internacional, la obligación y el deber jurídico de aplicarla; siendo un proceso por cual
nuestro país, debe garantizar la aplicación y efectividad de todos los derechos subjetivos reconocidos en la
Convención a todos los niños, niñas y adolescentes situados dentro de su jurisdicción, debiendo —en su
consecuencia— adoptar todas las medidas administrativas, jurídicas, legislativas y de cualquier otra índole, para
dar efectividad a todos los derechos y garantías tutelados y reconocidos en dicha Convención sobre los
Derechos del Niño.
El art. 12 de la CIDN tutela el derecho del niño, niña y/o adolescente a expresar su opinión libremente en
todos los asuntos judiciales, administrativos, etc. que lo afectan, facultándolos en particular: en la oportunidad
de ser escuchado en todo procedimiento judicial o administrativo que afecte sus intereses personales, sus
derechos personalísimos, sus derechos creditorios, reales, sucesorios, comerciales, laborales y etc. En efecto, la
Observación General 12 p. 32 expresa que el derecho del niño a ser escuchado en todo procedimiento judicial o
administrativo que lo afecte resulta aplicable a todos los procedimientos sin limitaciones, incluyendo al niño en
conflicto con la ley, niños víctimas de violencia y delitos y mecanismos alternativos como la mediación y el
arbitraje.
La puesta en práctica del ejercicio del derecho del derecho del niño, niña y adolescente a ser oído, —en todo
proceso en que se encuentre afectado o vulnerado el "interés superior del niño" integra el derecho a la defensa
en juicio, como reconocimiento de la garantía del debido proceso, que expresan tanto el art. 18 de la CN como
el art. 15 de la Const. Prov. de Buenos Aires y en especial este último precepto constitucional, que asegura la
tutela continua y efectiva, el acceso irrestricto a la justicia, la gratuidad de los tramites y la asistencia letrada a
los que carezcan de recursos suficientes y la inviolabilidad de la defensa de la persona, de los derechos, de todo
procedimiento administrativo y judicial. Las causas deberán decidirse en tiempo racionable.
I.1. El interés superior del niño
El principio del interés superior del niño o niña, también conocido como el interés superior del menor, es un
conjunto de acciones y procesos tendentes a garantizar un desarrollo integral y una vida digna, así como las
condiciones materiales y afectivas que permitan vivir plenamente y alcanzar el máximo de bienestar posible a
las y los menores. Se trata de una garantía de que los niños, niñas y adolescentes, tienen derecho a que, antes de

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tomar una medida respecto de ellos, se adopten aquellas que promuevan y protejan sus derechos y no las que los
conculquen. Así, se tratan de superar dos posiciones extremas: el autoritarismo o abuso del poder que ocurre
cuando se toman decisiones referidas a menores, por un lado, y el paternalismo de las autoridades, por otro. El
interés superior del niño o niña es un concepto que se desmembra triplemente: a) Es un derecho, un principio y
una norma de procedimiento. b) Se trata del derecho del niño, niña o adolescente, a que "su interés superior" sea
una consideración que prime al sopesar distintos intereses para decidir sobre una cuestión que le afecta. c) Es un
principio porque, si una disposición jurídica admite más de una interpretación, se elegirá la interpretación que
satisfaga de manera más efectiva el interés superior del niño o niña. d) Es una norma de procedimiento ya que,
siempre que se deba tomar una decisión que los afecte, el proceso deberá incluir una estimación de las posibles
repercusiones de esa decisión en las y los menores interesados. La evaluación y determinación de su interés
superior requerirá las garantías procesales. [Cita bibliográfica: Convención sobre los Derechos del Niño de
1989; ACNUR (2008). Directrices del ACNUR para la determinación del interés superior del niño. Mayo de
2008].
II. La figura del abogado del niño
La figura del Abogado del Niño se corresponde con las responsabilidades asumidas a partir de la ratificación
de la Convención Americana de Derechos Humanos, como también de la Convención de los Derechos del Niño
y en las leyes que en su consecuencia se han dictado. La Convención Americana de Derechos Humanos,
ratificada por ley 23.054 regula en su art. 8º un conjunto de garantías en el proceso, entre ellas, toda persona
tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable por un juez o tribunal
competente, independiente e imparcial (...) para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil,
laboral, fiscal o de cualquier otro carácter. Por su parte la Convención sobre de los Derechos del Niño, ratificada
por ley 23.840, dispone en su art. 3º la primacía del "interés superior del niño", mientras que el art. 12 reconoce
el derecho de expresar sus opiniones libremente, en todos los asuntos que afecten sus intereses y que ellas sean
tenidos en cuenta, por quienes deban resolver las cuestiones que directa o indirectamente los involucren. El
Comité de los Derechos del Niño, en su Observación General 12/2009 recomienda escuchar en forma directa, si
esto es posible, y si no, a través de sus representantes, entre otros, su abogado.
"En su última sesión del día 6 de julio de 2016, realizada en la sede del Colegio de Abogados de San
Nicolás, el Consejo Superior aprobó el "Reglamento Único de Funcionamiento del Registro de Abogadas y
Abogados de Niñas, Niños y Adolescentes del Colegio de Abogados de la Provincia de Buenos Aires, de
aplicación para todos los Colegios de Abogados Departamentales de la Provincia de Buenos Aires. En tal
sentido, a continuación se transcribe en forma íntegra la resolución adoptada: Número 122/2016: Tómase
conocimiento del informe brindado por el Dr. Colli en torno al proyecto del "Reglamento Único de
funcionamiento del Registro de Abogadas y Abogados de Niñas, Niños y Adolescentes del Colegio de
Abogados de la Provincia de Buenos Aires", explicando las pautas tenidas en cuenta en la elaboración del
mismo, haciendo hincapié en temas puntuales como ser la capacitación y registro, la designación, y los
honorarios. Analizado el mismo, se resuelve aprobar el Reglamento Único de aplicación para todos los Colegios
de Abogados de la provincia de Buenos Aires, cuyo texto íntegro establece: Lo dispuesto en el artículo 12 de la
Convención Sobre Derechos del Niño, la Observación General 5 (2003) del Comité de los Derechos del Niño, la
Observación General 12 (2009) del Comité de los Derechos del Niño la Observación General 14 (2013) del
Comité de los Derechos del Niño, la Ley Nacional 26.061 de Protección Integral de las Niñas, Niños y
Adolescentes, las leyes provinciales 13.268, 13.634, la leyes nacionales 26.378 y 26.657, la ley 14.528, teniendo
como norte la Ley de Abogado del Niño 14.568 y dec. 62/2015 y el Convenio celebrado entre el Ministerio de
Justicia de la Provincia de Buenos Aires y el Colegio de Abogados de la Provincia de Buenos Aires de fecha 11
de mayo de 2016" (Considerandos de la Resolución del Colegio de Abogados de la Pcia. de Bs. As. nro.
122/2016).
Seguidamente pasaré a tratar y considerar en este ensayo, las leyes nacionales y de la provincia de Buenos
Aires, que legislan sobre el instituto o la figura del "Abogado de Niño, ajustando y adecuando el derecho
positivo interno, a las directivas emanadas de los Tratados de Derechos Humanos, incorporados en nuestra
Constitución Nacional en el art. 75 inc. 22.
III. Asistencia letrada al por nacer. El niño considerado desde la concepción
Con relación al artículo 1º de la Convención sobre los Derechos del Niño, la República Argentina declara
que el mismo debe interpretarse en el sentido que se entiende por niño todo ser humano desde el momento de su
concepción y hasta los 18 años (art. 2º). Por su parte el art. 19 del Cód. Civ. y Com. determina que la persona
humana comienza con la concepción. De este modo, se reconoce al "nasciturus" o persona por nacer (que a mi
juicio le asiste el derecho a nacer) como sujeto de derecho y, por ende, protegido por la legislación civil siendo
pasible de adquirir derechos y obligaciones, colocándose el eje en la noción de concepción.
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El derecho a la vida de la persona por nacer no solo se encuentra protegido por el art. 75 inc. 23 de la CN
—al expresar que "debe protegerse al niño desde el embarazo"— y por los Tratados Internacionales de DDHH
—al prescribir que es persona desde la concepción—, sino también por la Constitución de la Provincia de
Buenos Aires, disponiendo el art. 12° que "[t]odas las personas en la Provincia gozan , entre otros, de los
siguientes derechos: 1) a la vida, desde la concepción hasta la muerte natural". El ordenamiento, les ha
reconocido al por nacer, su condición de persona, portador de dignidad humana, garantizando su integridad y
los derechos que le son inherentes como persona.
El art. 75 inc. 23 de nuestra Carta Magna, le impone al Congreso Nacional, la obligación de legislar sobre
un régimen de seguridad social especial e integral en protección del niño, en situación de desamparo, desde el
embarazo hasta la finalización del período de enseñanza elemental y de la madre durante el embarazo y el
tiempo de lactancia. De esta manera, no hay lugar a dudas de que, para la Constitución Nacional, durante el
período del embarazo hay dos personas dignas de protección especial: "el niño por nacer" y "su madre".
La Convención sobre los Derechos del Niño, con jerarquía constitucional (art. 75 inc. 22 CN) enuncia en su
preámbulo que "el niño, por su falta de madurez física y mental, necesita protección y cuidado especiales,
incluso la debida protección legal, tanto antes como después del nacimiento. A mi juicio, ello concuerda y
sintoniza con el art. 27 inc. c de la Ley Nacional 26.061 que faculta —una vez designado el "Abogado del
niño"—, para intervenir ante supuestos de conflictos de intereses, aun cuando el niño no ha nacido.
Según la ley 13.634 texto actualizado con las modificaciones introducidas por ley 13.645, 13.772, 13.797 y
13.821, en su art. 3º prescribe: "Los niños tienen derecho a ser oídos en cualquier etapa del proceso, a
peticionar, a expresar sus opiniones y a que estas se tengan en cuenta en las decisiones que afecten o hagan a sus
derechos, considerando su desarrollo psicofísico. En el caso de los niños por nacer ejercerá este derecho la
madre. El Juez garantizará debidamente el ejercicio de este derecho. Estimo, que, por todas las razones legales
expuestas, la legislación faculta y autoriza la designación de un abogado del niño para que defienda los derechos
civiles y las garantías legales del por nacer, entre ellas, a la vida, a su dignidad, a su integridad, etc.".
IV. Ley Nacional 26.061 de Protección Integral de los derechos de niños, niñas y adolescentes
De conformidad, al art. 27 inc. c de la ley 26.061 (reglamentada por el dec. 415/2006) de Protección Integral
de Niñas, Niños y Adolescentes, establece en el marco de las "Garantías mínimas de procedimiento o garantías
en los procedimientos judiciales o administrativos", la figura del Abogado del Niño, el derecho a ser asistido por
un letrado preferentemente especializado en niñez y adolescencia desde el inicio del procedimiento judicial o
administrativo que lo incluya. Y en caso de carecer de recursos económicos el Estado dispone que se deberá
asignarle de oficio un letrado que lo patrocine". De este modo, se asegura el derecho a la asistencia letrada que
incluye el de designar un abogado que represente los intereses personarles e individuales de la niña, niño o
adolescentes, ya sea en un proceso administrativo o judicial, todo ello sin perjuicio de la representación
promiscua que ejerce el Ministerio Pupilar.
V. Ejercicio de los derechos por la persona menor de edad en el Código Civil y Comercial
Se entiende por menor de edad a la persona que no ha cumplido diez y ocho años. Además, el Código
denomina adolescente a la persona menor de edad que cumplió trece años (art. 25 del Cód. Civ. y Com.). El art.
26 del Cód. Civ. y Com. subtitulado como el: "Ejercicio de los derechos por la persona menor de edad", prevé
expresamente que la persona menor de edad ejerce sus derechos a través de sus representantes legales. No
obstante, la que cuenta con edad y grado de madurez suficiente puede ejercer por si los actos que le son
permitidos por el ordenamiento jurídico. En situaciones de conflicto de intereses con sus representantes legales,
puede intervenir con asistencia letrada. La persona menor de edad tiene derecho a ser oída en todo proceso
judicial que le concierne, así como a participar en las decisiones sobre su persona.
A propósito del conflicto de intereses de los menores con sus representantes legales, vale recordar que la
responsabilidad parental, según el nuevo Código Civil y Comercial es: "el conjunto de deberes y derechos que
corresponden a los progenitores sobre la persona y los bienes del hijo, para su protección, desarrollo y
formación integral mientras sea menor de edad y no se haya emancipado" (art. 638 del Cód. Civ. y Com.). Su
base está centrada en la protección integral de los hijos, y tiene una finalidad tuitiva cuyo fin es la protección y
la satisfacción del interés superior del niño.
El art 639 del citado Código regula el instituto de la responsabilidad parental y que se rige por los siguientes
principios:
a) el interés superior del niño;
b) la autonomía progresiva del hijo conforme a sus características psicofísicas, aptitudes y desarrollo. A
mayor autonomía, disminuye la representación de los progenitores en el ejercicio de los derechos de los hijos;

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c) el derecho del niño a ser oído y a que su opinión sea tenida en cuenta según su edad y grado de madurez.
La responsabilidad parental presenta los siguientes caracteres jurídicos, a saber: a) Es de orden público. b)
Es irrenunciable e inalienable. c) Es delegable. d) Tiene rango constitucional y convencional. e) Es temporal. f)
Está subordinada al control estatal. g) Es precaria, significando ello, que el progenitor que ejerce la
responsabilidad parental puede verse privado de la misma si en su ejercicio, o en su conducta o comportamiento
no se ajusta a los fines y a los principios que la rigen.
Además, las causales de privación de responsabilidad parental en pos del interés superior del niño, se
encuentran prescriptas en el art. 700 del Cód. Civ. y Com., y por la reforma introducida en el mismo, por la ley
27.363 que incorpora el art. 700 bis. Asimismo, se mmodifica el artículo 702 del mismo Código, previendo los
casos de suspensión del ejercicio de la responsabilidad parental.
No hay dudas, de que, en los supuestos de privación o suspensión de la responsabilidad parental, resulta
necesario designársele al niño, niña o adolescente, un abogado del niño para que lo asista legalmente y lo
patrocine todo ello, con el objeto de defender el Interés Superior del Niño.
VI. La tutela especial del art. 109 del Cód. Civ. y Com. (Tutor ad-litem abogado)
El nuevo Código Civil y Comercial regula en su art. 109, la figura del "tutor especial", que puede ser un
abogado, o como antes se lo denominaba tutor ad-litem, el cual reza pertinentemente que corresponde la
designación judicial de tutores especiales en los siguientes casos: a) "Cuando existan conflictos de intereses
entre los representantes y sus representados, si el representado es un adolescente puede actuar por si, con
asistencia letrada, en cuyo caso el juez puede decidir que no es necesaria la designación del tutor especial".
Cuando estamos en presencia de un supuesto en que el juez detecte en un caso en el cual los progenitores por
desinterés, negligencia, imprudencia, desidia, etc., no ejerzan correctamente la representación legal del menor
de edad, en un proceso en el cual ellos intervienen, corresponderá la designación de oficio de un tutor especial.
En el supuesto de que los representantes del menor, ya sean sus padres biológicos o tutores, ejerzan mal
dicha representación o gestión en nombre y representación legal de ellos y actuaren en consecuencia con
desidia, desinterés, negligencia, incuria (es decir con culpa) y aún en los casos de dolo, causándole al niño, niña
o adolescente graves daños y perjuicios a derechos personalísimos, a sus intereses individuales, personales,
patrimoniales y/o extrapatrimoniales, etc., y todo ello surja evidentemente —o con evidencias del juicio o
proceso—, pues el expediente habla por sí mismo, mediante resolución judicial debidamente fundada al efecto
por el Juez, que dictará en el carácter de: prima facie, quedando facultado el magistrado para designar un
abogado "tutor especial", que represente el interés del menor, sin que ello implique abrir juicio de valor sobre la
labor desarrollada por el abogado/da designado por el representante (arts. 15 Const. Pcia. de Bs. As. y 18 CN),
siendo este último desplazado del juicio.
Prima facie o en primera vista o en principio, sin prejuzgar el fondo del asunto, es una locución latina en
ablativo absoluto, que significa "A primera vista" (de otras subsiguientes que puedan ocurrir y hacer cambiar de
opinión o parecer), que se agrega en el discurso antes de una opinión o comentario para aclarar implícitamente
que no se quiere asegurar una conclusión definitiva.
Todo ello encuentra su fundamento en el deber de prevención del daño. Toda persona, tiene el deber, en
cuanto a ella dependa de: a) evitar causar un daño no justificado (alterum non laedere —"no dañar al
prójimo"— art. 19 de la CN); b) adoptar de buena fe y conforme a las circunstancias, las medidas razonables
para evitar que se produzca un daño, o disminuir su magnitud; si tales medidas evitan o disminuyen la magnitud
de un daño del cual un tercero sería responsable y, c) no agravar el daño si ya se produjo (art. 1710 del Cód.
Civ. y Com.). La resolución puede ser dictada de oficio o a pedido del Asesor de Menores o del Ministerio
Público, y debe ponderar los criterios de menor restricción y de medio más idóneo para asegurar la eficacia en la
obtención de la finalidad (art. 1713 del Cód. Civ. y Com.).
VII. Asistencia letrada al niño en el juicio de adopción
En el procedimiento que concluye con la declaración judicial de la situación de adaptabilidad se requiere la
intervención con carácter de parte, del niño, niña o adolescente, si tiene edad y grado de madurez suficientes,
quien comparece con asistencia letrada (art. 608 referido a los sujetos del procedimiento del Cód. Civ. y Com.).
A su vez, en cuanto a las reglas del procedimiento del juicio de adopción se prescribe en el art. 617 del Cód.
Civ. y Com. que son parte los pretensos adoptantes y el pretenso adoptado; si tiene edad y grado de madurez
suficiente, debe comparecer con asistencia letrada. El juez deberá oír personalmente al pretenso adoptado y
tener en cuenta su opción según su edad y grado de madurez. El pretenso adoptado mayor de diez años debe
prestar consentimiento expreso.
Resulta necesario recalcar la importancia de la participación personal del menor en los procesos judiciales

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que pueden afectar sus intereses patrimoniales y/o extrapatrimoniales, sus derechos personalísimos, etc., como
modo de preservar el interés superior del niño, niña y adolescente y como expresión de la autonomía progresiva
que se le reconoce y con asistencia letrada del abogado del niño. Dicha participación exige garantizarle al niño
el derecho a ser escuchado, teniendo debidamente en cuenta sus opiniones en función de la edad y la madurez
(art. 12 C.D.N.), lo que debería darse por cumplido con la entrevista personal mantenida en la audiencia fijada
al efecto con el niño o niña, en presencia y con la participación del Asesor de Menores y el Abogado del niño.
Opino que el derecho subjetivo a contar con la asistencia letrada de un abogado del niño fuere cual fuere la
edad del menor, es una cuestión independiente de la capacidad progresiva del menor. En tal sentido la capacidad
progresiva del sujeto (niño o niña) referida a la mayor o menor influencia de su autonomía de la voluntad, se
refiere a las cuestiones o situaciones a resolver y no al derecho a contar con asistencia letrada en el juicio, toda
vez que —según mi mirada en el tema— el art. 27 de la ley 26.061 no condiciona tal intervención a la edad del
menor, porque la designación del abogado del niño, deberá hacerse en todos los casos en que se hallen en juego
conflicto de intereses que lo afecten.
La Resolución 480/2020 dictada por la SCJBA, prescribe en su parte pertinente: "La audiencia con niños,
niñas y adolescentes prevista en los arts. 12 de la Convención sobre los Derechos del Niño; 3 inc. b) de la ley
26.061 y 4 inc. b) de la ley 13.298 y 707 del Cód. Civ. y Com. (...). En ambos casos, previo informe
técnico-profesional debidamente fundado sobre su procedencia y establecida la pertinente factibilidad
tecnológica, el órgano judicial podrá decidir llevarla a cabo a distancia por medio tecnológicos.
La participación en el proceso de los niños, niñas y adolescentes se encuentra garantizada por el art. 707 del
Cód. Civ. y Com., al disponer que tienen el derecho a ser oídos en todos los procesos que los afecten
directamente. Su opinión debe ser tenida en cuenta y valorada según su grado de discernimiento y la cuestión
debatida en el juicio.
De este modo, nos enfrentamos ante un cambio estructural de acuerdo al momento histórico que vivimos y
transitamos, influenciados por las mutaciones familiares, filosóficas, culturales, sociales, económicas, políticas,
etc., de esta nueva era de: "humanización de la civilización", y al contar con un derecho positivo público y
privado que se adecua al presente, que impacta en los procesos judiciales —humanizándolos— o mejor dicho:
"la humanización del proceso" en los cuales se hallan involucrados niños, niñas y adolescente, cobran relevancia
los operadores del derecho (llámense: jueces, tutores especiales, letrados de las partes, abogados del niño,
Asesor de menores, etc.), sin olvidarnos —todos— que serán objeto de aplicación las normas que revisten
carácter de orden público y que son derechos irrenunciables. Por ello, más allá de que cada parte defienda sus
intereses individuales y/o personales, no podemos olvidar ni omitir el interés superior del niño o el superior
interés del niño, pues como la propia denominación de este instituto o principio jurídico lo anuncia, está por
encima de los otros intereses. De allí la invitación, a que todos debemos velar por el interés superior del niño
(como un verdadero compromiso social con la justicia), pues gozan de ese privilegio legal.
VIII. Ley de la Provincia de Buenos Aires 13.298 de Promoción y Protección integral de derechos de niños
La ley 13.298 de Promoción y Protección Integral de derechos de niños, en el artículo 35 bis (incorporado
por ley 14.537) dispone en el proceso de la Medida de Abrigo, el deber de informar al niño de su derecho de
comparecer con asistencia letrada. Cuando se produce el maltrato infantil en el ámbito intrafamiliar, resulta
acertado abordar la problemática desde un aspecto integral y es notorio que se produce un conflicto de intereses
—que en estas circunstancias— perjudican al niño, niña o adolescente; de este modo corresponde que el menor
sea asistido por un abogado del niño.
IX. Ley 14.528 de la Provincia de Buenos Aires de procedimiento de adopción
La ley 14.528 —15 de julio de 2013— de procedimiento de adopción, dispone en el artículo 6 la asistencia
letrada de niños, niñas y adolescentes, por un profesional especializado en la materia, y por el art. 25 se
establece la garantía de patrocinio letrado para niños, niñas y adolescentes y que deban prestar su
consentimiento de ser adoptado a partir de los 10 años.
X. Creación de la figura del Abogado del Niño en el ámbito de la Provincia de Buenos Aires.
Con la sanción de la ley 14.568 del 27 de noviembre de 2013 se crea legislativamente la figura del abogado
del niño en la Provincia de Buenos Aires, que patrocinará al niño, niña y adolescente representando sus
intereses personales e individuales ante cualquier procedimiento judicial o administrativo que los afecte,
actuando estos en carácter de parte, sin perjuicio de la representación promiscua que ejerce el Asesor de
Menores, siendo obligatorio informar al niño, niña y adolescente de su derecho a ser legalmente representado
por un Abogado del Niño. Esta ley se complementa con la ley 13.634 del año 2007, con sus reformas, la que
constituye el sistema de responsabilidad penal juvenil, creando, la figura del Defensor Penal Juvenil y que

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tendrá las funciones atribuidas en la ley 14.442, debiendo dichos Defensores Oficiales, asesorar, representar y
defender a las personas que carezcan de recursos suficientes para hacer valer sus derechos en juicio,
garantizando el acceso a la justicia. De este modo, el Defensor Penal Juvenil interviene en los procesos penales
en los que el niño o niña o sea autor, o víctimas de delitos y que carezcan de recursos suficientes para afrontar el
asesoramiento, la representación o defensa legal.
En la ley 14.568, se establece un Registro Provincial de Abogados del Niño, en el ámbito del Colegio de
Abogados de la Provincia de Buenos Aires, donde podrán inscribirse todos aquellos profesionales con
matrícula, para actuar en el Territorio Provincial, que demuestren acabadamente su especialización en derechos
del niño, certificada por Unidades Académicas reconocidas y debidamente acreditadas, ya sean estos
profesionales del ámbito público como privado, y/o integren distintas organizaciones de la sociedad civil que
trabajen en la problemática de la infancia y la adolescencia.
En el régimen del dec. N.º 62/2015, se aprobó como Anexo Único, la reglamentación de la ley 14.568,
designándose como Autoridad de Aplicación de dicho cuerpo legal, al Ministerio de Justicia de la Provincia de
Buenos Aires, facultándoselo para dictar las normas interpretativas, complementarias y aclaratorias que resulten
necesarias.
Según lo establecido en el art. 5º de la citada ley y de su reglamentación, corresponde al Ministerio de
Justicia de la Provincia de Buenos Aires establecer las pautas y el procedimiento pertinente, a los efectos del
pago de las acciones derivadas de las actuaciones de los abogados patrocinantes de los niños, niñas y
adolescentes. A tales fines podrá celebrar convenios con el Colegio de Abogados de la Provincia de Buenos
Aires.
Con fecha 11 de mayo de 2016 se celebró un convenio entre el Ministerio de Justicia Bonaerense y el
Colegio de Abogados de la Provincia de Buenos Aires, a los fines de coordinar las acciones tenientes a la
implementación en todo el territorio provincial, de la figura o el instituto del abogado del niño, por el cual el
Colegio de Abogados de la Provincia de Buenos Aires debe llevar adelante el Registro Provincial de Abogados
del Niño, recayendo en cada Colegio Departamental la ejecución de todas las cuestiones que resulten pertinentes
a los fines de garantizar el pleno funcionamiento del instituto.
En tal sentido el Colegio de Abogados de la Provincia de Bienes Aires, dicto la resolución nro. 122/16
denominada: "Reglamento Único de Funcionamiento del Registro de Abogadas y Abogados de Niñas, Niños y
Adolescentes del Colegio de Abogados de la Provincia de Buenos Aires, de aplicación para todos los Colegios
de Abogados Departamentales de la Provincia de Buenos Aires.
XI. Características de la defensa técnica jurídica del abogado del niño
Por el art. 5 de dicha resolución: El Abogado y la Abogada de niñas, niños y adolescentes, deberá tener en
cuenta para la defensa técnica específica, las siguientes características generales: a) Participación: Una vez que
se lo ha designado, deberá intervenir en todas las instancias del proceso judicial o administrativo del que se
trate, para dar cumplimiento a la garantía del debido proceso y todo acto que haga a la defensa en juicio. b)
Autonomía: el rol que asumirá será autónomo respecto de otros sujetos involucrados en el proceso y se
relacionará estrictamente con la niña, niño y/o adolescente a quién patrocinará. Su desempeño, no deberá
confundirse con otros funcionarios judiciales que intervienen en el proceso, como la Asesoría de Incapaces. c)
Imparcialidad: deberá viabilizar la voluntad del niño a través de su conocimiento técnico que permita llevar a
cabo, su deseo o reclamo de manera idónea y certera. d) Defensa técnica: asume en el proceso judicial o
administrativo la defensa de los intereses particulares de las niñas, niños y adolescentes en un conflicto
concreto, prestando para ello, el conocimiento técnico jurídico especializado, herramienta eficaz para exigir el
cumplimiento de los derechos humanos de niños, niñas y adolescentes.
El art. 6 establece que el patrocinio letrado de niñas, niños y adolescentes es la asistencia técnica
especializada que constituye la garantía del debido proceso y el ejercicio del derecho a ser oído de manera útil y
eficaz, cualquiera sea su edad, condición, y estado de salud, ello en cumplimiento de lo dispuesto en la
Observación General 12 y 14 CDN. Para el patrocinio de niñas, niños y adolescentes se debe atender a su
capacidad progresiva, en términos de la modalidad de ejecución de los actos procesales y las formas de
expresión que garanticen el ejercicio del derecho a ser oído, y a su consideración como parte en cualquier
proceso judicial y/ o administrativo en el que se encuentre involucrado, con todas las garantías del acceso a la
justicia y el debido proceso, como sujeto de derechos.
En el art. 7 se regula la evaluación del interés superior de la niña, niño y/o adolescente y debe abarcar el
respeto del derecho a expresar libremente su opinión y a que esta se tenga debidamente en cuenta en todos los
asuntos que afectan su vida. Son funciones complementarias, hacer realidad el interés superior del niño y
establecer una metodología para escuchar las opiniones de la niña, niño y/o adolescente y su inclusión en todos
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los asuntos que les afectan, incluida la evaluación de su interés superior. Cuando estén en juego el interés
superior del niño y su derecho a ser escuchado debe tenerse en cuenta la evolución de sus facultades. Por ello es
relevante propiciar la participación de la niña, niño y/o adolescente.
La niña, niño y/o adolescente será considerado parte, desde el punto de vista procesal, en cualquier proceso
civil, familiar y/ o administrativo, en que se encuentre, presentando peticiones, aportando pruebas, controlando
la prueba de las partes, y en su caso recurrir toda decisión contraria a sus intereses (art. 8º de la cita da
resolución).
XII. Personas autorizadas para solicitar la designación del abogado del niño
La intervención de cualquier abogado del registro deberá ser ordenada por autoridad judicial o
administrativa competente, a solicitud de los niños, niñas y/o adolescentes involucrados, sus progenitores, otro
adulto a cargo de ellos o cualquier otro funcionario judicial o administrativo. Estimo que puede solicitar su
designación el juez que intervenga en la causa o en jurisdicción administrativa por el Servicio Local, el Asesor
de Menores, etc.
XIII. Los honorarios del abogado del niño
Determina el art. 16: que de conformidad con lo previsto en el artículo 8 del Convenio celebrado entre el
Ministerio de Justicia de la Provincia de Buenos Aires y el Colegio de Abogados de la Provincia de Buenos
Aires de fecha 11 de mayo de 2016, los honorarios del Abogado del Niño designado de conformidad con lo
previsto en este reglamento se determinarán de acuerdo a las pautas del dec.-ley 8904/1977 y/o la norma que en
el futuro lo sustituya. Los mismos serán a cargo del Estado provincial en todos aquellos casos que se acredite el
beneficio de pobreza de acuerdo a lo establecido en el inciso c) del artículo 27 de la ley 26.061. En caso de no
acreditarse tal beneficio, el Ministerio de Justicia de la Provincia de Buenos Aires tendrá a su cargo el pago del
50% de los mismos, conforme a lo estipulado en el artículo 5º de la ley 14.568 y el artículo 5º de la
reglamentación aprobada por el dec. 62/2015. En cuanto al 50% restante, se aplicarán los principios generales
del art. 68 del Cód. Proc. Civ. y Com. vigente
XIV. Caracteres jurídicos de la figura del abogado del niño
Los caracteres jurídicos del instituto o de la figura del abogado del niño, creada por el legislador, son las
siguientes: a) Es un profesional del derecho que ejerce una profesión liberal, de creación legislativa y designado
por una institución paraestatal (Colegio de Abogados), que lleva un registro de abogados que cuentan con
especialización en Derecho de Familia y de Menores. b) Es una profesión "sui generis", que significa de su
propio género o especie, muy singular y excepcional, es decir que se trata de algo único en su tipo. c) Es un
verdadero ministerio, y apostolado, al que se le encomienda la prestación de un servicio social y que, dentro de
sus incumbencias, defiende el Interés Superior del Niño. d) No es un funcionario público. e) Tiene y posee su
propio Bufete o Estudio Jurídico. f) Es un auxiliar de la justicia.
XV. Bibliografía
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BADALASSI, Elías N., "Análisis jurisprudencial del derecho a la vida de la persona por nacer", 23/10/2018,
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BADENI, Gregorio, "Nuevos derechos y garantías constitucionales", Ed. Ad-Hoc, 1995.
BIANCHI, Silvia N., "El aborto frente al derecho a nacer", Ensayo Científico jurídico, premiado por la
Asociación de Jubilados y Pensionados de la Caja de Previsión Social para Abogados de la Provincia de B. As.,
en el Concurso Permanente, literario científico jurídico, año 1997, pub. en el mes de septiembre de 1997, ps.
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GONZÁLEZ GIRODO, Matías, "Apuntes desde una asesoría de incapaces, el abogado del niño y la asesoría
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