Caso Dora
Caso Dora
Caso Dora
Cuadro clínico:
Joven de 18 años cuyo análisis gira en torno a 2 sueños. Tiene los 2 padres y un hermano 1 año
y medio mayor que ella.
Dora había estado apegada tiernamente al padre desde chica, el padre era un hombre de
carácter fuerte y dominante. Este apego se acrecentó a partir de una serie de enfermedades
que el sufrió cuando ella era niña aún
La madre de Dora era una mujer poco inteligente y de escasa cultura, no comprendía mucho
de los intereses de la vida de sus hijos, se dedicó a la economía doméstica y desarrolló lo que
Freud llama “psicosis del ama de casa”, se trata de la neurosis de ordenar y limpiar de manera
excesiva todo que dificultaba su uso cotidiano.
El hermano mayor fue su modelo a seguir en sus años de juventud pero luego se distanciaron,
las disputas familiares crearon dos bandos: dora con su madre y la madre con su hermano.
A los 8 años sufría de síntomas neuróticos: disnea (ahogo permanente), que apareció por
primera vez tras una excursión por las montañas. Esto fue atribuido a un caso de fatiga
crónica, luego de 6 meses tras reposo y cuidados desapareció
A los 12 años sufría de migraña y de ataques de tos, a los 16 años las migrañas desaparecieron
pero los ataques de tos persistían.
A los 17, luego de que su tía favorita fallese sufre un cuadro febril. En el momento se creyó que
tenía que ver con una apendicitis.
A los 18 años tocía de forma característica, estos ataques duraban varias semanas e incluso
meses.
Durante los últimos años el síntoma más molesto en la primer mitad de estos ataques había
sido una afonía total, Freud sostiene que el diagnóstico es de una neurosis.
Se instalan en Viena, Dora ya era una muchacha más grande, le causaba a sus padres serios
cuidados. Los signos de la enfermedad eran ahora una desazón y una alteración en el carácter,
se peleaba mucho con sus padres y no se entendía con la madre, quien la incentivaba a las
actividades domésticas. Dora se aislaba, evitaba el trato social y cuando su cansancio y su
dispersión mental se lo permitían acudía a conferencias de dama y cultivaba estudios más
serios.
Sus padres se horrorizaron al encontrar una carta de Dora diciendo que no soportaba más
vivir, despidiéndose. La llevaron a ver a Freud.
El padre le informa a Freud que para él, la confirmación última de la enfermedad había estado
vinculada a un acontecimiento de la vida de dora. Cuando la familia de Dora estaba en “B”, un
habían entablado una amistad con un matrimonio que Freud va a llamar los “K”, la señora K
había cuidado del padre durante su enfermedad y el Sr. K se mostraba muy amable con Dora y
siempre encontraba alguna ocasión para hacerle un obsequio.
Dora cuidaba de los hijos de este matrimonio y les hacía de “madre”, de niñera.
Luego de la visita a Freud cuando Dora tenía 16 años, ella y el padre iban a ir a ver a la familia
“K”, en una casa que los K tenían junto a los lagos alpinos, Freud va a llamar a este lugar “L”. Se
iban a quedar en ese lugar, el padre de Dora se iba a ir antes y ella se iba a quedar varias
semanas ahí.
Cuando se hizo el momento en el que el padre se iría, Dora insistió para volver con el sin darle
una razón. Luego de algunos días, ya en su casa, Dora le cuenta a la madre para que informase
a su padre, la razón de por qué decidió no quedarse con la familia “K”. Le cuenta que en “L”,
durante una caminata por el lago el señor “K” había osado hacerle a Dora una propuesta
amorosa.
El padre y el tío le piden cuentas al señor “K” respecto a esto, este desmiente y niega todo
culpando a Dora. En base a lo que la señora “K” le habría contado, la acusa de solo mostrar
interés únicamente por asuntos sexuales, siempre se las ingeniaba para estar leyendo acerca
de eso. La inculpa a ella de haber imaginado la escena.
El padre de Dora le expresa a Freud estar seguro de que esta escena es la razón de la
irritabilidad de Dora y sus ideas suicidas. Está bastante seguro de que ella imaginó esas
escenas y le cuenta que tenía una relación bastante estrecha con la Sra. “K”, que la pobre es
muy desdichada con su marido y que él tampoco tiene una buena opinión del Sr. “K”.
Ella le pide al padre que rompa relación con el Sr. “K” y también con la Sra. “K” quien ella
antes veneraba.
La relación que el padre tiene con la Sra. “K” es únicamente de amistad, ellos se consuelan
mutuamente ya que el tampoco encuentra esa amistosa simpatía en su propia mujer. Le pide a
Freud que ponga a Dora en su buen camino.
Freud va a decir que ve en la escena del lago el trauma psíquico, que es la condición previa del
estado patológico histérico. Como ya había una serie de síntomas antes de esa escena, debe
haber existido otro trauma en su niñez, antes del 8° año de vida, ya que por esa época
aparecieron los primeros síntomas.
Luego de superadas las primeras dificultades de la cura, Dora le cuenta a Freud una escena que
para él es más apropiada para producir el efecto de trauma: cuando ella tenía 14 años el Sr. K
la invitó a ella y a la Sra. K a su tienda ubicada frente a la plaza para ver unos festejos que se
iban a dar a la tarde en la iglesia. Cuando Dora llega el Sr. K estaba solo, había hecho que su
mujer se quede en su casa y había despachado a los empleados, cuando se hizo la hora de los
festejos le dijo a Dora que espere junto a la puerta que iba hacia el primer piso mientras el
cerraba las cortinas, y luego de cerrarlas la agarra y la estrecha contra su cuerpo y le estampa
un beso en los labios.
Freud va a decir que esta escena le debió haber causado excitación sexual a una chica virgen
de 14 años pero que a Dora le produjo asco y salió corriendo. Dora le cuenta que esta escena
no se la había contado a nadie antes.
Luego de este acontecimiento el trato con el Sr. K prosiguió, pero ella evitaba estar a solas con
él. Freud va a decir que esta escena es completamente histérica, definiendo histérica: a toda
persona, sea capaz de producir síntomas somáticos o no, en quién una ocasión de excitación
sexual provoca predominantemente displacer.
Dora sentía horror de pasar cerca de hombres cuando estaban en alguna situación
amorosa/sexual con alguna dama, por lo que lo evitaba pasar cerca de ellos.
Existen 3 síntomas que provienen de esta escena: asco, alucinación sensorial y el horror a los
hombres en tierno coloquio.
Dora no paraba de hablar del padre, no le perdonaba que siguiese tratando al señor K y sobre
todo a la Sra. K. Decía que era evidente para todos que ellos (El padre y la Sra. K) estaban
teniendo una relación amorosa.
Decía que su padre era falso y a veces se le imponía la idea de que ella había sido entregada al
Sr. K como precio por la tolerancia que el mostraba frente a las relaciones de su padre con la
señora K.
Freud va a decir que los reproches que Dora le hace al padre son autorreproches que se hace a
sí misma de idéntico contenido.
Autorreproches no hechos: el padre de Dora no quería aclararse la conducta del señor K para
no ser molestado en sus relaciones con la Sra. K, pero Dora hacía lo mismo, ella había sido
cómplice de estas relaciones. Recién desde la escena del lago se había sustraído de esta
complicidad pero todos los años anteriores había hecho lo posible para mantener las
relaciones y para encubrirlas. Les hacía de niñera para dejarlos solos.
Freud le va a decir que ella estaba enamorada del Sr. K pero que no lo admitía. Luego admite
que quizás había estado enamorada del Sr. K antes, pero que todo eso había terminado con la
escena del lago. Entonces Freud le dice que ella había acomodado las cosas para su propio
enamoramiento, lo mismo que le reprochaba al padre.
Dora observaba que la Sra. K justo se enfermaba siempre que el Sr. K volvía de viaje para
sustraerse de los deberes conyugales. Freud sospecha en eso con los ataques de tos y afonía
que Dora tenía. Le pregunta a Dora cuanto suelen durar esos ataques, a lo que ella le responde
que 3 a 6 semanas, luego le pregunta cuanto suele ausentarse el Sr. K en esos viajes y ella le
responde que lo mismo, de 3 a 6 semanas.
Para Freud esta enfermedad de Dora representaba de alguna manera el amor por el Sr. K, ella
al contrario de la Sra. K, enfermaba cuando el Sr. K no estaba. La interpretación de Freud es: “si
no puedo hablar con el Sr. K, no me interesa hablar.
Freud señala otro propósito que servía la enfermedad de Dora: alejar al padre de la Sra. K. Las
acusaciones que Dora hacía al padre se repetían monótonamente y que siempre tosía cuando
las hacía, por lo que Freud sospecha que había un vínculo de estos síntomas con el padre.
En general los síntomas, suelen tener una sobredeterminación, es decir más de un sentido y
que por lo menos uno de esos significados es una figuración de una fantasía sexual.
Fantasía sexual que figuraba en el síntoma: Dora se quejaba de que la Sra. K quería al padre,
por ser este un hombre de recursos. Freud señala que detrás de esto se escondía su contrario,
que el padre era un hombre sin recursos, impotente. Dora era conciente de que el padre era
impotente, entonces Freud le pregunta a Dora ¿cómo tenían relaciones con la Sra. K si el padre
era impotente? Ella dice “hay otras formas”, haciendo referencias a la zona erógena de la
boca. Para Freud este síntoma referido a lo bocal en cuanto a la afonía y a lo bocal hacía
referencia a la figuración de la fantasía sexual del sexo oral en las relaciones del padre con la
Sra. K.
Para Freud la interpretación del síntoma de la garganta tenía una sobredeterminación: por un
lado figuraba la fantasía sexual del sexo oral en las relaciones entre las Sra. K y el padre, y por
otro lado hacía referencia a las ausencias del Sr. K expresando su amor por él.
Otro de los síntomas que tenía Dora era el pensamiento hiperintenso, unas ideas que se le
imponían y que no podía dejar de pensar. Estos pensamientos circulaban alrededor del padre y
la Sra. K.
Como se trabaja contra un pensamiento hiperintenso: el poder que tiene este proviene de su
refuerzo inconciente, el pensamiento hiperintenso se establece como lo opuesto a lo
reprimido. Hay algo reprimido y este pensamiento sirve para mantener eso reprimido a raya,
se establece como lo opuesto de eso que esta reprimido. La forma de trabajar sobre él es
hacer conciente esto que está reprimido para que así el pensamiento hiperintenso pierda su
refuerzo inconciente y deje de ser hiperintenso.
En cuanto a los pensamientos hiperintensos de Dora, Freud va a decir que por un lado va a
haber un esfuerzo directo (los celos hacia la Sra. K en cuanto a la relación con el padre) que
tiene que ver con la posición de Dora como una mujer celosa, identificándose con la madre y
con la Sra. K, con las mujeres elegidas por el padre porque ella amaba al padre.
Por otro lado hay un refuerzo reactivo, inconciente que se va a relacionar, por un lado con el
amor inconciente que ella siente por el Sr. K, se va a defender de este amor inconciente
reforzando un amor infantil, el amor hacia el padre. Va a tener celos excesivos del padre
porque ese amor por el padre está reforzado defendiéndose del amor hacia el Sr. K. Por otro
lado, otro refuerzo reactivo inconciente, que tiene que ver con el interés homosexual que
tenía dora por la Sra. K, cuando Dora se quedaba en la casa de los K compartía muchos
momentos de intimidad con ella, incluso dormía con ella, compartía charlas, era su confidente,
hablaban de sexualidad, etc. Dora alababa su cuerpo blanco, Freud va a decir que parte de ese
refuerzo inconciente de los celos que ella sentía por la Sra. K en cuanto a su relación con el
padre, también tenían que ver con los celos que ella sentía inconcientemente del padre por
estar con la Sra. K.
DORA – 1901.
Pregunta el relación a la histeria: “Que es ser mujer?”. Intento dora de responder,
ubicar señora k como la que sabe lo que es la sexualidad. La ubica en ese lugar de que
puede dar la respuesta de A qué es ser mujer. Para la mujer el primer objeto no pasa,
queda INC.
Ubica a la señora k en el lugar de ella es LA MUJER. En mayúscula. Puede responder a
esa pregunta.
Señor k: “mi mujer ya no es nada para mí”, la castra por completo. Por eso se angustia
le pega y sale corriendo. Objeto es señora k, no señor k. la enfrenta a dora a la
castración. La señora k aparece como fálica, como completa, como quien sabe de
sexualidad. Cuando el señor k la castra hace que dora se encuentre con su propia falta,
por eso se angustia. LO ESENCIAL DEL CASO ES ESTA ESCENA DEL LAGO.
UBICA EN EL LUGAR DE LA MUJER A LA SEÑORA K, DE QUIEN PUEDE RESPONDER LA
PREGUNTA.
No tiene que ver con la homosexualidad, como objeto de deseo homosexual.