Las Virtudes Teologales Archivo 2
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Fe, esperanza y caridad. Fueron infundidas por Dios en nuestra alma el día del bautismo.
Las virtudes no son una cosa que uno se pone, ni un título de estudios. Ni siquiera la virtud
es un don natural con el que nacemos, porque si así fuera no sería virtud. Sin embargo,
hay que aclarar que en la naturaleza humana existe una disposición y la capacidad para la
virtud que facilita la adquisición de las mismas cuando se ponen los medios adecuados
para ello.
Virtud es una disposición habitual del hombre, adquirida por el ejercicio repetido de
actuar consciente y libremente en orden a la perfección o al bien. La virtud para que sea
virtud tiene que ser habitual, y no un acto esporádico, aislado. Es como una segunda
naturaleza a la hora de actuar, pensar, reaccionar, sentir.
VIRTUDES TEOLOGALES
Son tres: fe, esperanza y caridad. Fueron infundidas por Dios en nuestra alma el día de
nuestro bautismo, pero como semilla, que había que hacer crecer con nuestro esfuerzo,
oración, sacrificio.
Dios nos dio estas virtudes para que seamos capaces de actuar a lo divino, es decir, como
hijos de Dios, y así contrarrestar los impulsos naturales inclinados al egoísmo, comodidad,
placer.
LA VIRTUD TEOLOGAL DE LA FE
Es un don, una luz divina por la cual somos capaces de reconocer a Dios, ver su mano en
cuanto nos sucede y ver las cosas como Él las ve. Por tanto, la fe no es un conocimiento
teórico, abstracto, de doctrinas que debo aprender. La fe es la luz para poder entender las
cosas de Dios
Características:
c) La fe es vital, es decir, debe cambiar mi vida, demostrarse en mi vida. Por eso, hay que
vivir de fe.
e) La fe es objetiva, es decir, no se queda a nivel subjetivo, intimista, sino que creemos en
un Dios que se ha revelado a través de la Palabra que hemos recibido de la Iglesia; Palabra
que es preciso conocer, aprender y hacerla vida. Los dogmas de la Iglesia son luces en el
camino de nuestra fe; lo iluminan y lo hacen seguro.
1. Definición
Es la virtud teologal por la cual deseamos a Dios como Bien Supremo y confiamos
firmemente alcanzar la felicidad eterna y los medios para ello.
Fundamento
Vivo confiado en esta esperanza porque creo en Cristo que es Dios omnipotente y
bondadoso y no puede fallar a sus promesas. Así dice el Eclesiástico: “Sabed que nadie
esperó en el Señor que fuera confundido. ¿Quién que permaneciera fiel a sus
mandamientos, habrá sido abandonado por Él, o quién, que le hubiere invocado, habrá
sido por Él despreciado? Porque el Señor tiene piedad y misericordia” (2, 11-12).
Efectos
d) Nos proyecta al apostolado, pues queremos que sean muchos los que lleguen a la
posesión de Dios.
Obstáculos
a) Presunción: esperar de Dios el cielo y las gracias necesarias para llegar a él, sin poner
por nuestra parte los medios necesarios.
Definición
Es la virtud por la que podemos amar a Dios y a nuestros hermanos por Dios. Por la
caridad y en la caridad, Dios nos hace partícipes de su propio ser que es Amor.
La experiencia del amor de Dios la han vivido muchos hombres. San Pablo dice: “Me amó y
se entregó por mí”. Y quienes han experimentado este amor han quedado satisfechos y
han dejado todas las seguridades de la vida para corresponder a este amor de Dios.