Origen Vih

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Origen y evolución

El VIH-1 está relacionado con el Virus de inmunodeficiencia en simios (SIVcpz) que ataca a los chimpancés.

Como otros agentes causantes de enfermedades infecciosas emergentes, el VIH pasó a los seres
humanos por zoonosis, es decir por transmisión desde otras especies. La emergencia del sida y la
identificación del VIH estimularon investigaciones que han permitido determinar que las variantes
del VIH forman parte de un amplio grupo de lentivirus. El VIH es sumamente parecido a un virus
que ataca a otros primates. Se trata del Virus de inmunodeficiencia en simios, (SIV), del que se
conocen diversas cepas que se transmiten por vía sexual. 42 A diferencia del VIH, el virus de los
primates no causa inmunodeficiencia en los organismos que lo hospedan, salvo en el caso del salto
de una especie a otra.
El VIH-1, responsable de la actual pandemia, ha resultado estar estrechamente relacionado con el
SIVcpz, que infecta a poblaciones de la subespecie centroafricana del chimpancé común (Pan
troglodytes troglodytes). El SIVcpz, a su vez, parece derivar por recombinación (un fenómeno que
se produce fácilmente cuando infectan al mismo individuo dos cepas víricas diferentes) del SIVrcm,
propio del mangabey de collar (Cercocebus torquatus), y del SIVgsn, propio del avoem
(Cercopithecus nictitans)43 Esta hipótesis es sostenida por el hecho de que tanto el VIH como las
diversas cepas del SIV poseen el gen vpu, además de que se han reportado transmisiones por SIV
entre humanos en África ecuatorial.44 Las distribuciones actuales de las especies implicadas se
solapan, y de los chimpancés se sabe que cazan monos pequeños para comerlos, lo que habría
facilitado la coinfección por cepas diversas de SIV. La subespecie oriental del chimpancé, Pan
troglodytes schweinfurthi, presenta también infección con una cepa propia del SIVcpz, pero
genéticamente alejada del clado formado por el VIH-1 y las cepas de P.t.troglodytes. No se ha
encontrado presencia del SIVcpz en la subespecie occidental, P. t. verus, aunque se observó la
infección en cautividad de un individuo de esta subespecie.
El salto de la barrera de especie desde P. t. troglodytes a Homo sapiens sapiens se ha producido al
menos tres veces, con variantes del VIH-1 que demuestran parentesco con distintas cepas,
geográficamente más o menos localizadas, del SIVcpz. Así pues, el VIH-1 es un virus polifilético. El
grupo M del VIH-1, responsable de la pandemia actual, debió pasar a los seres humanos en la
primera mitad del siglo XX. Los grupos O y N del VIH-1 están restringidos a África Occidental
ecuatorial, con el grupo N presente solo en Camerún. Con los datos actuales, parece claro que Pan
troglodytes troglodytes es el reservorio desde el que se han producido repetidamente las
infecciones humanas por los virus de cuya evolución procede el VIH-1. 42
A su vez el VIH-2, extendido en África Occidental, procede del SIVsm, propio del mangabeye
fuliginoso (Cercocebus atys atys), que habita las selvas costeras desde Senegal hasta Costa de
Marfil. El análisis filogenético muestra que el paso a los seres humanos ha ocurrido también varias
veces.45
Los SIV identificados hasta ahora se encuentran, de forma específica y es en África donde parece
tener su origen evolutivo este grupo monofilético de virus, genéticamente bien delimitado del resto
de los lentivirus. La prevalencia (frecuencia de la infección) es variable entre especies y
poblaciones, aunque no superior al 30 %, en las poblaciones afectadas de chimpancés, pero puede
pasar del 50 % en poblaciones de otros primates, como Cercocebus atys.
En todos los casos conocidos el virus parece encontrarse cerca del equilibrio con su huésped
natural, como resultado probable de una más o menos larga coevolución, observándose
generalmente solo versiones muy atenuadas del síndrome de inmunodeficiencia, como una
reducción limitada de linfocitos T CD4+, reducción que no compromete en general la vida del
individuo, aunque en un ejemplar de Cercocebus atys se produjo un sida típico después de 18 años
de incubación. Este dato hace pensar que, al menos en parte, es la baja longevidad, unida a una
larga incubación, lo que hace que la inmunodeficiencia sobrevenida sea un resultado excepcional
de la infección en monos.46

Descubrimiento

De izquierda a derecha en la foto, Montagnier, Barré-Sinoussi y zur Hausen tras recibir el Premio Nobel de


Medicina en 2008. Los dos primeros fueron reconocidos por el descubrimiento del VIH.

Desde 1981 se detectaron casos sorprendentes de infección por Pneumocystis carinii (hoy


designado como Pneumocystis jiroveci'), un hongo emparentado con las formas originales de
los Ascomycetes, conocido por infectar a pacientes severamente inmunodeprimidos. Inicialmente se
observó un grupo de casos semejantes en los que estaban implicados varones homosexuales y
donde aparecían a la vez infección por citomegalovirus y candidiasis. Se pensó primero que la
causa debía estar ligada a prácticas comunes entre la población homosexual masculina.
Pronto empezaron a aparecer casos que afectaban a varones o mujeres heterosexuales usuarios
de drogas intravenosas, así como a sus hijos; también entre pacientes no homosexuales ni
bisexuales y con hábitos saludables que habían recibido transfusiones de sangre entera o de
productos sanguíneos por su condición de hemofílicos. Luego se pensó, por criterios básicamente
epidemiológicos, que la causa debía ser un agente infeccioso que se transmitía de forma semejante
a como lo hace el virus de la hepatitis B.
Distintos equipos empezaron a buscar un virus asociado a los casos conocidos de
inmunodeficiencia adquirida, tal vez un retrovirus como el que se sabía producía la
inmunodeficiencia del gato o como el HTLV, productor de un tipo de leucemia. En 1983, en el
Instituto Pasteur de París, un equipo dedicado a la investigación de la relación entre retrovirus y
cáncer dirigido por J.C. Chermann, F. Barré-Sinoussi y L. Montagnier, encontró un candidato al que
denominó lymphadenopathy-associated virus (virus asociado a la linfoadenopatía, LAV).
En 1984 el equipo de R. Gallo, descubridor del HTLV, único retrovirus humano conocido entonces,
confirmó el descubrimiento, pero llamando al virus human T lymphotropic virus type III (virus
linfotrópico T humano tipo III, con las siglas HTLV-III). Se produjo una subsecuente disputa sobre la
prioridad en la que quedó claro que Gallo había descrito el virus solo después de haber recibido
muestras de los franceses. Como parte de la resolución del conflicto, el virus adquirió su
denominación definitiva, human immunodeficiency virus (HIV) que en castellano se expresa
como virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
En el mismo año, 1983, en que se identificó el virus, diversos equipos empezaron a trabajar en la
secuencia de su genoma, publicada a principios de 1985, y comenzó también la caracterización de
sus proteínas.
En 1985 se desarrolló técnica ELISA que permite conocer el alcance del virus y se descubrió un
nuevo retrovirus en dos pacientes con sida, procedentes de Guinea-Bisáu y las Islas de Cabo
Verde, diferente al VIH. Fue entonces cuando campo de estudio se traslada a África Occidental a
investigar donde se llevó a cabo estudios en mujeres prostituidas senegalesas con lo que se logró
identificar un virus diferente al VIH inicial, pero similar al descubierto en los dos pacientes de
Guinea-Bisáu y las Islas de Cabo Verde, el VIH-2.
En 1987 se secuenció el genoma del VIH-2 y se confirmó que el VIH-2 era una zoonosis originario
del VIS que diverge del VIH-1 en un 50 % de su genoma y que en vez de tener el gen vpu (VIH-1),
tenía el gen vpx (VIH-2).

Epidemiología

Prevalencia del VIH en el mundo (1982-1996). Clave:      Sin datos      Menos de 0.1%      0.1-0.5 %     0.5-1 %     1-
5 %     5-15 %     15-50 %

Artículo principal: Pandemia de VIH/sida

El VIH se ha convertido en una epidemia de dimensiones mundiales. El Programa Conjunto de


Naciones Unidas sobre el VIH/sida (Onusida) coordina esfuerzos internacionales de científicos,
gobiernos, iniciativa privada y organizaciones civiles dirigidos a actuar sobre la epidemia del VIH y
sus efectos.47 Onusida observa el desarrollo epidemiológico de la infección por VIH en todo el
mundo y emite un reporte sobre la situación de la epidemia cada dos años. Los informes de
Onusida recopilan los datos provenientes de todos los países y dan una visión general de la
evolución de la pandemia, sus efectos sociales, las estrategias adoptadas para controlarla.
Mundialmente, el modo más común de propagación del VIH sigue siendo la transmisión
heterosexual.48Entre 1981 y 2007, el sida había causado la muerte de aproximadamente 25 millones
de personas alrededor de todo el mundo.49 En ese mismo año, 33 millones [30-36 millones] de
personas estaban infectadas con VIH. La epidemia se ha estabilizado en cuanto que no ha
aumentado la proporción de personas infectadas respecto a la población total. Además se ha
observado una reducción del total mundial de nuevos casos de infección por VIH, de 3 millones
[2,6-3,5 millones] en 2002 a 2,7 millones [2,2-3,2 millones] en 2007. 50
La región más afectada por la pandemia es África subsahariana, donde radican 21,5 millones [20,5-
23,6 millones] de seropositivos. Esta cifra representa casi tres cuartos del total de casos calculados
para todo el mundo. Esta región del mundo también presenta los índices más altos de mortalidad
por sida y concentra el mayor número de nuevas infecciones. 51

VIH en adultos mayores


Históricamente se ha considerado al VIH como una enfermedad de adultos jóvenes; ahora se
estima que aproximadamente el 25 % de los pacientes infectados con VIH en los Estados Unidos
tienen 50 años de edad o más. Al principio de la epidemia del VIH, una proporción pequeña, pero
significativa de los adultos mayores fueron infectadas con el VIH a través de la transfusión
sanguínea. Después esta tendencia cambió, los hombres mayores eran infectados a través de
relaciones heterosexuales y en menor grado homosexuales o a través del uso de drogas
intravenosas. 52
Estudios de investigación con pacientes VIH-positivos, en mayores de (50 años) frente a jóvenes de
menos de (50 años) muestran que mientras más edad, los pacientes tienen más probabilidades de
adquirir complicaciones médicas y más limitaciones en el funcionamiento físico. 53
La salud mental es también un factor importante que afecta a los pacientes. Tanto los hombres
como las mujeres VIH-positivas han demostrado malestar psicológico asociado con las pruebas de
infección por VIH, y la mayoría de los estudios han demostrado que las mujeres generalmente
reportan síntomas psicopatológicos o complicaciones psicológicas mayores que en los hombres. 53
Uno de los problemas médicos para detectar el VIH y sus asociaciones en los adultos mayores son
las respuestas poco fiables de esta población, que conducen a falsas suposiciones acerca del
comportamiento de riesgo.53

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