Manual de Capacitación Ana Frank
Manual de Capacitación Ana Frank
Manual de Capacitación Ana Frank
“Ana Frank, una Historia Vigente” “De la dictadura a la Democracia: la vigencia de los Derechos Humanos”- 1976-2006
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PANEL 1
LA DICTADURA MILITAR 1976-1983- VIOLACIONES MASIVAS Y
SISTEMÁTICAS A LOS DERECHOS HUMANOS
Foto No 1
El 24 de marzo de 1976 la Junta Militar presidida por Videla e integrada también por Massera y Agosti derroca al
Gobierno Constitucional, cierra el Congreso y pone al Estado en su conjunto al servicio del plan de violaciones
masivas y sistemáticas de los Derechos Humanos que ya se estaba ejecutando en el país. Se iniciaba una nueva
dictadura militar.
Foto No 2
Los objetivos del golpe de Estado perpetrado por la Junta Militar eran precisos: aniquilar toda oposición política,
desmantelar la estructura sindical, generar un clima de terror e imponer una política económica de absoluta
libertad de mercado sin regulación estatal que culminó en un proceso de concentración de capitales con
exclusión económica y social de amplias capas de población.
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Foto No 3
Los operativos en las viviendas, como acciones de intimidación y de terror, apuntaron a inmovilizar a las víctimas
en su capacidad de respuesta y a paralizar al vecindario. La requisa de viviendas, el saqueo de bienes, la
retención de familiares como rehenes, eran una práctica cotidiana.
Foto No 4
El plan criminal dividió al país en zonas, subzonas y áreas. Éste fue preparado a lo largo de 1975, recopilando
información para las detenciones ilegales y secuestros, llevados a cabo por las fuerzas armadas y de seguridad.
Las prácticas terroristas incluían la amenaza, disparos a las puertas, ventanas y muebles, hiriendo, asesinando
a los destinatarios.
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Foto No 5
En el mapa se observan los Centros Clandestinos de Detención en la Capital Federal, muchos otros se
ubicaban en distintas poblaciones y en las grandes ciudades. Allí se secuestraba, se torturaba y se
asesinaba a miles de personas. La represión ilegal y masiva sólo fue posible porque se contó con la
infraestructura de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, en cuyas unidades funcionaban la mayor
cantidad de estos centros.
Foto No 6
Croquis de La Perla; un centro emblemático de tortura y exterminio, ubicado en las afueras de la capital de la
provincia de Córdoba por el cual pasaron cerca de tres mil detenidos. Se terminó de construir en septiembre de
1975, especialmente para ese fin. Bajo las órdenes de Luciano B. Menéndez, el Tercer Cuerpo del Ejército
ejecutó una feroz represión en unos 60 centros clandestinos de detención, en el centro oeste y noroeste del país.
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TEXTO PANEL 1
Desde el golpe de Estado de 1976 el régimen militar, que se proclamó "Proceso de
Reorganización Nacional", llevó adelante una política de terror, legitimando sus acciones bajo
la denominada Doctrina de Seguridad Nacional. Se institucionaliza el terrorismo de Estado.
Como consecuencia de una estrecha alianza de los grupos de privilegio económico con el
poder militar se implantó el llamado "Plan Martínez de Hoz", orientado imponer la absoluta
libertad de mercado, que condujo a la quiebra de la economía nacional, y sus industrias, y a
entregar e hipotecar las principales riquezas a grupos de elite y a los monopolios extranjeros.
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PANEL 2
LOS ORGANISMOS DE DERECHOS HUMANOS, LA RESISTENCIA Y LA
RECUPERACIÓN DE LA DEMOCRACIA
Foto No 7
Las Madres de Plaza de Mayo, madres de desaparecidos, con el símbolo de sus pañuelos blancos, dieron a
conocer al mundo entero los crímenes de la dictadura. Desde 1977, la ronda que todos los jueves realizan
alrededor de la Pirámide de Plaza de Mayo, logró el reconocimiento internacional y se convirtió en espejo de la
conciencia y la fuerza de nuestro pueblo.
Foto No 8
Los Organismos de Derechos Humanos simbolizan la lucha del pueblo argentino contra el terrorismo de Estado.
En la foto, Hebe de Bonafini, de Madres de Plaza de Mayo y Adolfo Pérez Esquivel, del Servicio Paz y Justicia,
premio Nóbel de la Paz por su lucha contra la dictadura. Junto con la A.P.D.H. Asamblea Permanente por los
Derechos Humanos, el C.E.L.S. Centro de Estudios Legales y Sociales, Abuelas de Plaza de Mayo, Movimiento
Ecuménico por los Derechos Humanos, Familiares de Detenidos y Desaparecidos por razones políticas, Liga
Argentina por los Derechos del Hombre, Ex Detenidos Desaparecidos y otros organismos, se han constituido en
emblema de resistencia y defensa de la integridad y los derechos de las personas y los pueblos.
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Foto No 9
Estela Carlotto de Abuelas de Plaza de Mayo, junto a Gabriel Cevasco, quien fuera secuestrado a los tres meses
de edad durante la dictadura, junto a su madre María Delia Leiva, quien continúa desaparecida. Es el nieto
recuperado No 70 por Abuelas de Plaza de Mayo y la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad- CONADI.
En el 2000 confirmó su verdadera identidad. Dos años después, la Justicia lo autorizó a usar su verdadero
nombre.
Foto No 10
El 10 de diciembre de 1983, tras siete años de dictadura militar, el Dr. Raúl Alfonsín asume como presidente
constitucional de la Argentina al triunfar con el 52 % de los votos. Se inicia un nuevo período de construcción
democrática que convivirá con el período de post-dictadura. Se crea la Comisión Nacional sobre la Desaparición
de las Personas (CoNaDeP).
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Foto No 11
Los miles de desaparecidos constituyen la más aberrante consecuencia de la dictadura militar. La construcción
de la memoria y la búsqueda de verdad y la justicia son un deber de la sociedad toda.
La historia nos recuerda, de tanto en tanto, y casi siempre trágicamente, que no es tan fácil cancelar el pasado,
cuando su cancelación no proviene de haber hecho justicia.
Foto No 12
Aparición con vida y castigo a los culpables La lucha por la aparición con vida de los desaparecidos y la
demanda de justicia es, a partir del surgimiento de las Madres de Plaza de Mayo, una exigencia irrenunciable. En
tiempos en que el país estaba silenciado por el terror, ellas alzaron su voz frente al poder e iniciaron un camino
de resistencia, que se constituyó en referente ético de la sociedad argentina.
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TEXTO PANEL 2
De los 500 chicos con identidad robada, hay 82 a quienes se les ha restituido su identidad.
Desde los años previos al inicio de la dictadura y hasta nuestros días los organismos de
Derechos Humanos en todos los rincones del país sostienen la plena vigencia de los
Derechos.
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PANEL 3
LA INVESTIGACIÓN Y LOS JUICIOS A LOS CULPABLES DE LOS
CRÍMENES DEL TERRORISMO DE ESTADO
Foto No 13
Foto No 14
En 1985 se juzgó a los comandantes de las tres primeras juntas de la dictadura militar, se condenó a reclusión
perpetua a Videla y Massera y a diferentes penas de prisión a Agosti y Lambruschini. Las investigaciones de la
CoNaDeP dieron, en gran parte, las bases para la acusación a los dictadores.
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Foto No 15
El juicio a las Juntas. Es obligación del Estado investigar, juzgar y castigar a los responsables de crímenes de
lesa humanidad; revelar a las víctimas, a sus familias y a la sociedad en su conjunto, todo lo que pueda ser
confiablemente esclarecido en relación a las violaciones de los derechos humanos cometidas por el Estado
durante a dictadura.
Foto No 16
Entierros clandestinos. El Equipo Argentino de Antropología Forense trabaja desde 1984 en la investigación de
restos óseos de los desaparecidos enterrados anónimamente a fin de identificarlos y recuperar sus nombres y su
historia. Han sido reconocidas más de 250 personas desaparecidas durante la dictadura que prueban los
crímenes y la metodología utilizada por el terrorismo de Estado.
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Foto No 17
ESMA- Escuela de Mecánica de la Armada. Allí se estructuró un complejo sistema de secuestros, torturas,
asesinatos masivos de personas y robos de bienes. Allí estuvieron secuestrados cerca de 5.000 hombres y
mujeres, la mayoría de los cuales aun continúan desaparecidos. También funcionó una “maternidad clandestina”
en la que las prisioneras embarazadas daban a luz a sus hijos, que luego eran apropiados por los represores.
Foto No 18
Abuelas de Plaza de Mayo. En la foto, junto a deportistas, realizan desde julio de 2003, una intensa campaña
para identificar a los hijos de desaparecidos apropiados durante la dictadura y convocar a los jóvenes con dudas
acerca de su identidad para que se acerquen a la institución. La mayoría de los niños secuestrados, hoy
hombres y mujeres que rondan los 30 años, desconocen su verdadera identidad y siguen siendo
incansablemente buscados por sus familias de origen y por la sociedad toda.
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TEXTO PANEL 3
La Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas, CoNaDeP y luego el Juicio a las
Juntas Militares hicieron consciente la verdad sobre los horrores del pasado, en la memoria
histórica de los argentinos.
Los niños robados como "botín de guerra" fueron inscriptos como hijos propios por los
miembros de las fuerzas de represión, abandonados, vendidos o ubicados en institutos como
N.N. Los hicieron desaparecer al anular su identidad, privándolos de vivir con su legítima
familia, en pleno derecho y libertad.
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PANEL 4
REPRESORES DETENIDOS Y JUZGADOS
EL FIN DE LAS LEYES DE IMPUNIDAD
Foto No 19
El 21 de agosto de 1984 el represor Luciano B. Menéndez, comandante del Tercer Cuerpo de Ejército entre 1975
y 1979, sale de los estudios de canal 13 de televisión, luego de ser entrevistado en un programa periodístico y
empuña un cuchillo frente a manifestantes de organismos de derechos humanos que le gritan “asesino” y
reclaman “cárcel para los genocidas”.
Foto No 20
El represor Alfredo Astiz es “escrachado” durante una presentación ante la justicia por la agrupación H.I.J.O.S
(Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio), creada por los hijos de desaparecidos que
recuperaron su identidad, Dan testimonio del secuestro de niños como una de las manifestaciones más
perversas de la dictadura. H.I.J.O.S promueve la condena social a los represores y el fortalecimiento de la
memoria colectiva.
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Foto No 21
Jorge Antonio Bergés, médico de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, responsable del robo de niños y la
desaparición de enfermeras y detenidas. Las prisioneras embarazadas eran torturadas y mantenidas con vida
hasta que daban a luz, para luego ser asesinadas y sus hijos, apropiados por los represores.
Foto No 22
La iniciación de la querella por apropiación sistemática de menores en 1996 y la detención y procesamiento del
dictador Videla detenido y procesado en 1998 por el robo de niños, abrieron un camino al procesamiento de los
militares que habían sido indultados y beneficiados por las leyes de Obediencia Debida y de Punto Final. La
lucha de los organismos de Derechos Humanos fortaleció una nueva conciencia sobre la imprescriptibilidad de
los crímenes de lesa Humanidad y provocó la declaración de nulidad e inconstitucionalidad de las leyes de
impunidad que permite el juzgamiento a los responsables de dichos crímenes.
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Foto No 23
En junio de 2004, la Justicia identificó como Carlos Gallone al policía que abraza a una Madre de Plaza de Mayo
en esta histórica foto de 1983. Gallote, hoy detenido, fue jefe de “patotas” a cargo de detenciones ilegales y uno
de los responsables del asesinato de 30 detenidos-desaparecidos el 20 de agosto de 1976. Conocida como la
masacre de Fátima, los cuerpos habían sido dinamitados y tenían las manos atadas por la espalda, los ojos
vendados y heridas de bala en la cabeza.
Foto No 24
24 de marzo de 2004. El Presidente de la Nación, Nestor Kirschner, ordena al Jefe del Ejercito que descuelgue
los cuadros de los dictadores Videla y Bignone de una Galería del Colegio Militar de la Nación. “Sres. generales y
oficiales superiores: Nunca más tiene que volver a subvertirse el orden institucional en la Argentina, Las armas
nunca más deben ser direccionadas hacia el pueblo. Es el pueblo, por el voto y la decisión de él mismo, quien
decide el destino de la Argentina..” afirmo el Presidente durante el acto. Ese mismo día se dispuso la creación
del Espacio para la Memoria y la Promoción y Defensa de los DDHH en la ESMA, Escuela de Mecánica de la
Armada, que fuera centro clandestino de desaparición, tortura y exterminio.
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TEXTO PANEL 4
Entre abril y diciembre de 1985 se realizó el juicio a las Juntas donde fueron juzgados nueve
miembros de las tres primeras Juntas de la última dictadura militar, hito histórico y fundante de
nuestra democracia.
Sin embargo, al poco tiempo de dictada la histórica sentencia del 9 de diciembre de 1985, se
sancionaron las leyes de Punto Final (ley 23.492), Obediencia Debida (ley 23.521] y los
indultos presidenciales. El dictado de estas normas establecieron la impunidad.
A pesar de ello, la resistencia de las víctimas marcó un camino opuesto y lideró un
apasionante proceso de construcción de una memoria social.
Estos fallos son los más trascendentes en la consolidación del proceso de justicia que
tenazmente ha sostenido el movimiento de derechos humanos y habilitaron el camino para
que la justicia ponga fin a la impunidad en nuestro país.
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RESABIOS DE LA DICTADURA
VIOLACIONES DE DERECHOS HUMANOS AUN EN DEMOCRACIA
Foto No 25
18 de julio de 1994. La detonación de una carga explosiva contenida en una camioneta Traffic que embiste la
entrada de la AMIA (Asociación Mutual Israelita Argentina) causa la muerte de 85 personas y más de 150
heridos. Una sucesión de obstrucciones en la investigación, tanto de los responsables del exterior como de la
conexión local, con desaparición de pruebas, encubrimientos y testigos falsos, dan cuenta de que la impunidad
ha continuado en sectores de nuestro país, aún en democracia.
Foto No 26
El 25 de enero de 1997, a pocos Km. de Pinamar, fue encontrado el cuerpo calcinado del reportero gráfico José
Luis Cabezas. El secuestro, en horas de la noche, el cuerpo torturado y esposado, la muerte alevosa, el
ensañamiento, reflejan el procedimiento típico de los grupos de tareas militares. El asesinato, estuvo ligado al
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empresario Yabrán, cuya custodia estaba integrada por personal involucrado con la dictadura. La pertenencia de
algunos de los autores y encubridores a la policía bonaerense y el haber obrado en beneficio del poder,
completan el cuadro. Grandes movilizaciones, promueven el esclarecimiento de los hechos, condenas y
contribuyen a una reforma policial.
Foto No 27
El 14 de septiembre de 2002, 3 jóvenes de 14, 18 y 19 años fueron obligados por oficiales de la Policía Federal
de la Comisaría 34 de Pompeya a cruzar el Riachuelo a nado, a la semana fue encontrado el cuerpo sin vida de
Ezequiel Demonty, joven cartonero de 19 años. Otra vez el accionar perverso de policías cobraba otra vida. Tres
oficiales tuvieron condena perpetua y seis suboficiales recibieron condenas de 3 a 5 años. Esta vez la Justicia
venció a la impunidad.
Foto No 28
26 de junio de 2002. Los militantes sociales Maximiliano Kosteki, y Darío Santillán tras ser asesinados por la
Policía de la Provincia de Buenos Aires durante la represión de una protesta piquetera en Avellaneda .
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Foto No 29
Tres años y medio después de los episodios de represión en Avellaneda y el asesinato de Kosteki y Santillán, la
Justicia condenó a prisión perpetua a los responsables el comisario Alfredo Franchiotti y el cabo Alejandro
Acosta y se consideró probado que llevaron a cabo un “plan unitario” para “dar muerte en forma indeterminada” a
los piqueteros víctimas de la masacre en la que además fueron heridas más de 40 personas. También su
superior, el Comisario Vega fue condenado por encubrimiento de los hechos.
Foto No 30
Las demandas sociales poblaron las calles en diciembre de 2001. Los cacerolazos y la expresión de la
ciudadanía en cada rincón del país, daban cuenta de un profundo y generalizado descontento. Fernando De la
Rúa, presidente de la Nación, dicta el Estado de Sitio que es seguido de una brutal represión. Están procesados
el Jefe de Policía y el Secretario de Seguridad Interior.
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Foto No 31
El 20 de diciembre de 2001, una madre con su hija busca reparo, durante los incidentes en la Plaza de Mayo. La
represión, escenas de violencia y de horror despertaron recuerdos, como conjurando imágenes de un pasado no
resuelto. Fernando De la Rúa efectiviza su renuncia. Las demandas sociales exigieron grandes transformaciones
de las instituciones y las prácticas políticas.
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TEXTO PANEL 5
Ciertas prácticas del terrorismo de Estado, han continuado durante gobiernos
constitucionales. Miembros de las Fuerzas de Seguridad han estado involucrados en hechos
aberrantes y se ha continuado entrenando a sus integrantes en las mismas metodologías.
Las fotos demuestran claramente a personas que se encuentran encapuchadas, con sus
manos esposadas por detrás de la espalda, tal como se mantenía a los prisioneros durante la
última dictadura militar. Personas eran sometidas a una práctica de tortura conocida como “el
submarino”, que implica sumergir al individuo en agua hasta ahogarlo. Por último, se aplicaba
la picana eléctrica ante un grupo de oficiales.
Los inicios de la nueva etapa democrática fueron de coexistencia entre hechos aberrantes que
daban cuenta de continuidad de algunas formas de acción de la dictadura y de acciones
propias de procesos de cambio hacia una práctica democrática con vigencia de los Derechos
Humanos, tanto en el ámbito de la justicia, como de las instituciones de seguridad.
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PANEL 6
CONSTRUYENDO UNA DEMOCRACIA CON PLENA VIGENCIA- DE TODOS
LOS DERECHOS Y LOS DERECHOS DE TODOS-
Foto No 32
Policías controlando una manifestación pacíficamente. Manifestar es un derecho de los habitantes que la policía
debe proteger. No se trata solo de controlar que no haya incidentes. Hubo una estructura policial al servicio del
terrorismo de Estado en la dictadura y miembros policiales que, aún en democracia, continuaron en la línea de la
corrupción y el uso indebido de la fuerza, coexistiendo con policías que han comprendido su rol, que dignifican su
tarea y hasta dan su vida en el verdadero cumplimiento del deber.
Foto No 33
El Ministro del Interior Aníbal Fernández entrega la bandera Nacional a Natalia Alejandra Epigares, de la Escuela
de cadetes de la Policía Federal, por primera vez en 100 años es recibida por una mujer. La formación de los
cadetes en las fuerzas de seguridad, constituyen un desafío de la democracia. Preparar a los jóvenes para una
correcta y profesional actuación policial, cumpliendo la verdadera función de la institución de seguridad; proteger
a los habitantes del país del delito y la violación de Derechos.
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Foto No 34
El horror de la dictadura nos obliga a preservar la memoria y hacerla activa en la construcción de una
democracia que mejore las condiciones de vida de cada uno de los habitantes del país. El Estado democrático,
es un Estado de pleno derecho y aspira a contar con instituciones de seguridad profesionalizadas, bien
equipadas y que actúen en la plena defensa de los Derechos Humanos, y esto incluye a los integrantes de las
instituciones de seguridad.
Fotos No 35
La capacitación y actualización profesional de los integrantes de las Fuerzas de Seguridad, son un componente
fundamental en el proceso de transformación hacia una policía cercana a la Comunidad.
Estudiar y comprender la trágica historia de la dictadura, con la ayuda de los organismos de Derechos Humanos:
conversar con familiares de víctimas de gatillo fácil, proteger a los policías que denuncien irregularidades de
otros policías, evitar que sean obligados a hacer tareas incompatibles con el rol, estimular la participación en
carreras y cursos en Universidades Públicas defendiendo a los grupos más vulnerables, contribuirá a la
formación y capacitación de una nueva Policía profesional que comprenda la tarea por los Derechos Humanos y
adscriba a su plena defensa
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TODOS LOS DERECHOS, LOS DERECHOS DE TODOS.
Los Derechos Humanos son aquellos que tienen todas las personas por su condición de tales,
sin distinción de sexo, raza, edad religión, partido político o condición social, cultural o
económica. Están en la Constitución Nacional y en distintos instrumentos internacionales
vigentes en la República Argentina.
Los defensores de los Derechos Humanos han sido quienes instalaron claramente la
diferencia entre Estado de Derecho sin impunidad y Gobierno de facto. Los derechos son
para todos, especialmente para los discriminados negativamente como los pobres y los
extranjeros. Los autores de delitos, aún de los más graves como genocidio, tortura,
desaparición forzada de personas o secuestro de bebés, aquellos que privaron a sus víctimas
de todo derecho, merecen un juicio justo y condiciones dignas de vida en la cárcel, pues los
derechos humanos son universales e indivisibles.
Todavía cantamos,
todavía pedimos,
todavía soñamos,
todavía esperamos.
Por un día distinto sin apremios ni ayunos sin temor y sin llanto y porque vuelvan
al nido nuestros seres queridos.
Víctor Heredia
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I- LECTURAS COMPLEMENTARIAS
Panel 1
El 24 de marzo de 1976 la Junta de Comandantes en Jefe usurpó el gobierno constitucional por medio
de un golpe de Estado, dictó los instrumentos "legales" del llamado Proceso de Reorganización
Nacional y designó presidente al general Jorge Videla, quien además continuó al frente del Ejército
hasta 1978.
Hubo una continuidad entre la violencia represiva de los años previos al golpe de 1976 y la que
desplegó la dictadura militar. Sin embargo, si bien la represión clandestina y paraestatal se había
desarrollado en la Argentina como una política desde mediados de la década de 1950 -siguiendo los
lineamientos de la Doctrina de Seguridad Nacional-, la dictadura militar produjo un salto en la escala
y magnitud de la represión. Las acciones de secuestro y asesinato realizadas por la Triple A y los
primeros campos clandestinos instalados en la provincia de Tucumán en el marco de la lucha contra la
guerrilla, reflejos de una metodología, dieron paso a un plan sistemático que puso los recursos del
Estado al servicio de un mecanismo represivo cuya principal característica fue la clandestinidad.
Como fue establecido en 1984 por la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas
(CONADEP), creada por el entonces presidente Raúl Alfonsín, y (en 1985) por el juicio a las Juntas
Militares, el plan de la dictadura consistió en una operación integral de represión, planeada por la
conducción de las tres armas. La planificación general y la supervisión táctica estuvo en manos de los
más altos niveles de conducción castrense. Las órdenes bajaban, por la cadena de mandos, hasta los
encargados de la ejecución, los "grupos de tareas". Se trató, en realidad, de una acción terrorista
planificada desde el Estado, consistente en el secuestro, la tortura, la desaparición y la ejecución (de
personas). El destino primero del secuestrado era la tortura, que se llevaba a cabo en alguno de los
más de trescientos sesenta y cinco centros clandestinos de detención que funcionaron en esos años. La
administración y el control de este número de centros dan idea de la complejidad de este plan y de la
cantidad de personas involucradas en su funcionamiento. Quienes sobrevivían a la tortura prolongada
y sistemática, eran en su mayoría "trasladados". El "traslado" significaba el asesinato de la persona
secuestrada y era decidido en el más alto nivel operacional.
Pese a que la Junta Militar estableció la pena de muerte, nunca la aplicó, y todas estas ejecuciones
fueron clandestinas. En la mayoría de los casos los cadáveres se ocultaban, enterrados en cementerios
como NN o quemados en fosas comunes. Incluso, muchas víctimas fueron arrojadas vivas al mar con
bloques de cemento atados a sus cuerpos, luego de ser adormecidas con una inyección. De este modo,
todas estas personas empezaron a recibir el nombre de "desaparecidos".
El origen del término "desaparecidos" lo da el represor y genocida Jorge Rafael Videla, cuando en
1978 y frente a las cámaras de televisión declara impunemente: "... No están ni vivos ni muertos,
están desaparecidos...".
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Las desapariciones fueron muchas pero el plan apuntaba a aterrorizar al conjunto de la sociedad.
Indefensa ante el Estado aterrorizador, se impuso la cultura del miedo.
"Genocidio" es un término acuñado por Raphäel Lemkin, a raíz del nazismo, y se lo describe como un
crimen contra el derecho de gentes, sea cometido en tiempos de paz o de guerra. Es el ejercicio
criminal de la soberanía estatal.
Dictadura militar
Orígenes, surgimiento, procesos que desembocaron en el golpe de 1976
La Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas, y luego el Juicio a las Juntas Militares
fueron poniendo sobre la memoria histórica de los argentinos la verdad sobre los horrores del pasado.
Un pasado que debe promover, necesariamente la reflexión de nuestro pueblo sobre la naturaleza y las
formas de la represión de la dictadura militar. Un pasado que debe ser desmenuzado no sólo para
evitar su repetición, sino también para impedir que siga gravitando negativamente sobre el presente y
comprometa asimismo el futuro.-
En 1976, en Argentina se produjo una estrecha alianza de los grupos económicamente privilegiados
con el poder militar: se implanto un plan económico conocido como el‖ "plan Martínez de Hoz" que
estuvo orientado a quebrar la economía nacional, sus industrias, a entregar e hipotecar nuestras
principales riquezas a la voracidad de los monopolios extranjeros y de los estrechos círculos de
privilegio.-
Naturalmente que la oposición a este siniestro plan, destinado a acentuar la dependencia, provocó la
resistencia de vastos sectores de la ciudad y del campo de los trabajadores, de los profesionales, de los
sectores de la cultura, etc. concientes que profundizaba la dependencia económica y política y agredía
los intereses y la voluntad de la inmensa mayoría del país.-
Esta alianza y este plan de Martínez de Hoz se legitimó ideológicamente con la Doctrina de la
Seguridad Nacional, y utilizó al terrorismo de Estado como instrumento necesario para sostener la
dictadura. La represión feroz resultante, la creación de un clima opresivo de temor e impotencia
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colectiva, fue el modo que esta alianza tuvo para transitar el rumbo hacia el cumplimiento de sus
objetivos: imponer el proyecto de un país enano, de una Nación dependiente y de un pueblo
sojuzgado y sin derechos.-
Todos los actores que sostuvieron ideológicamente al golpe de Estado estaban jugados y
comprometidos en este proyecto. Los grupos económicos de privilegio, porque necesitaban
institucionalizar el retroceso social, la concentración de riqueza y garantizar el poder para que estos
privilegios permanecieran inalterados. El poder militar, educado en combatir como ―enemigos
internos" a todos los que propusieran cambios, deseosos de construir una sociedad vertical, jerárquica,
autocrática, que respondiera a una concepción bélica del mundo, antes que a una Nación en Paz.
Intereses económicos externos, que veían así facilitada, con los naturales correlatos al autoritarismo
de la corrupción, su habitual labor de saqueo sobre nuestras riquezas naturales y el esfuerzo y el
trabajo de los argentinos.-
Para este proyecto, no bastó solamente la represión. La dictadura buscó asegurar su futuro ante las
eventualidades de un retorno, que siempre es incómodo para ellos, de la sociedad democrática basada
en voluntad popular. Para ello trató de condicionar al país, en lo económico y en lo jurídico,
preservando así posiciones que supuso le serían de gran utilidad si los cambios se producían.-
Pero también la dictadura buscó ejercer su influencia ideológica, dejar plantada su semilla en las
mentes. Usó para eso constantemente de los medios de difusión, de campañas de propaganda, de
todos los mecanismos posibles. No se piense que la dictadura fue simplemente un modo represivo, o
una forma de desgobierno. No, de ninguna manera. Fue mucho más que eso. Porque ideológicamente,
la dictadura fue la transformación de lo irracional a la categoría de norma permanente. La
legitimación de la anormalidad y la declaración de ilegítimo de lo normal. Fue el maniqueísmo de la
búsqueda del enemigo oculto, de la división del mundo en un universo de amigos y enemigos, fue la
paranoia de la persecución de un enemigo inasible. Fue la proscripción - y la defensa conceptual de
esa proscripción- del disenso y la libertad, la justificación del gobierno de minorías, de elites
habilitadas por una curiosa combinación de derecho divino y de derecho de fuerza, para gobernar
minorías que no tenían capacidad para ver el destino. La irracionalidad de la tortura y el crimen -la
persona humana, a la que se negaba la dignidad y la condición de tal, sometida al arbitrio de sus
captores- era paralela a la irracionalidad del régimen político, que negaba al pueblo su condición
humana y retrotraía al país al medioevo, un mundo de súbditos sin derechos.-
No debemos despreciar la importancia de esta influencia ideológica del pasado en cualquier actividad
y análisis que hagamos del presente. Porque condicionar a muchos mentalmente para hacer admisible
la irracionalidad y normal el horror fue una tarea necesaria para la dictadura: le aseguraba, sino la
complicidad, al menos una benévola neutralidad a la hora de la democracia o, cuando menos la
posibilidad que hubiera quienes no consideraran tan grave ese pasado.-
Rubén Bertea
Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH)
“Ana Frank, una Historia Vigente” “De la dictadura a la Democracia: la vigencia de los Derechos Humanos”- 1976-2006
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A 30 AÑOS DEL GOLPE: INFORME DEL MOVIMIENTO ECUMÉNICO POR LOS
DERECHOS HUMANOS
―Son ampliamente conocidas las críticas que recibieron quienes ocupaban los principales cargos en la
Iglesia católica en el país durante la última dictadura —salvo escasas excepciones— por no haber
denunciado con vehemencia las violaciones a los derechos humanos.
No faltaron imputaciones de complicidad, sobre todo —aunque no exclusivamente— contra
capellanes castrenses. Mucho menos conocida es la contracara de estos cuestionamientos: la cantidad
de religiosos y dirigentes laicos que pagaron con sus vidas, la cárcel o el exilio su compromiso con los
pobres y la oposición al régimen y sus "métodos" en aquellos sangrientos años.
Un relevamiento del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH) —reconocido por
sus acciones interreligiosas a favor de la dignidad humana— que puede consultarse en Internet
(www.desaparecidos.org.ar/iglesia/exi.html) brinda -con nombre y apellido— precisiones elocuentes
en ese sentido. Contabiliza dos obispos —Enrique Angelelli y Carlos Ponce de León—, diez
sacerdotes, dos seminaristas y cinco dirigentes laicos asesinados; otros diez sacerdotes, cuatro
religiosos y religiosas, siete seminaristas y cuarenta y cinco dirigentes laicos desaparecidos, además
de cerca de cien detenidos, luego liberados, o que debieron exiliarse.
Entre el casi centenar de muertos y desaparecidos, se cuentan los tres sacerdotes y dos seminaristas
palotinos masacrados en la iglesia de San Patricio; las monjas francesas Alice Dumon y Léoni
Duquet, y los sacerdotes Gabriel Longeville y Carlos de Dios Murias, acribillados en La Rioja.
Los casos de Angelelli y Ponce de León cuyas muertes la Justicia en su momento no esclareció
debidamente —fueron presentadas como decesos, cuanto mucho, en confusos accidentes
automovilísticos— están volviendo a ser investigados. El primero de ellos por impulso del Gobierno
Nacional y el Episcopado y el segundo del Ejecutivo bonaerense.
El trabajo del MEDH —que contó entre sus fundadores a religiosos cristianos legendarios por su
defensa de los derechos humanos como monseñor Jorge Novak y el obispo metodista Federico
Pagura, metodista— incluye a dirigentes de otras confesiones cristianas que padecieron la represión
ilegal. Así, puede verse que la comunidad metodista fue —luego de la católica— la más afectada:
sumó 17 desaparecidos, seguida de las consideradas globalmente como iglesias evangélicas. La
Iglesia luterana, además, sufrió el asesinato de uno de sus miembros. A ellos deben sumarse los que
padecieron secuestro, prisión o exilio.
En el informe de la CONADEP se afirma que "el terrorismo de Estado persiguió con significativo
ensañamiento" a los religiosos comprometidos con los pobres y los derechos humanos. "Así fue
como sacerdotes, religiosos, religiosas, seminaristas, catequistas, etc., y miembros de otras
confesiones sufrieron el azote del secuestro, vejaciones, torturas y, en muchos casos, la muerte", dice.
Fueron muchos, además, los religiosos amenazados. Entre los más conspicuos se contaron Eduardo
Pironio y Jorge Mejía, luego cardenales, que —preventivamente— abandonaron el país y descollaron
luego en El Vaticano.
Eso sí, los represores parecían no olvidar la condición religiosa de sus víctimas. En el informe de la
CONADEP se mencionan varios testimonios de detenidos en la ESMA que consignan haber recibido
felicitaciones navideñas de sus carceleros y hasta invitaciones para ir a misa. El padre Patrick Rice,
relata que estando detenido en una comisaría de Villa Soldati le advirtieron que iba a ser entregado a
miembros de las FF.AA., lo que le permitiría comprobar que "los romanos, cuando perseguían a los
cristianos, no sabían nada en comparación con los militares argentinos".
Sergio Rubin
“Ana Frank, una Historia Vigente” “De la dictadura a la Democracia: la vigencia de los Derechos Humanos”- 1976-2006
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Diario Clarín, 20-3-2006
El 24 de marzo de 2006 se cumplieron 30 años del golpe militar que fuera el acto inaugural de la
página más terrible de la historia Argentina. A lo largo de 7 años 30.000 personas no sólo fueron
exterminadas, sino que ni siquiera pudo conocerse su destino. Es así que se recurrió a la palabra
"desaparecidos" que se fue haciendo común en el lenguaje cotidiano. Esto es así porque el Estado no
sólo se encargó de suprimir sus vidas, también evitó el reconocimiento de sus crímenes. Entendemos
que en cada grupo familiar, laboral, comunitario y/o de amigos esas víctimas deben ser recordadas por
los que tuvimos la suerte de no ser elegidos para ese destino por los usurpadores del poder, quienes no
reconocían otra autoridad que la que deriva del sometimiento y de la fuerza.
Tal como ha quedado demostrado con numerosos testimonios, a los judíos que caían en manos de los
represores se les tenía reservado un trato ― preferencial‖ dentro de la maquinaria de tortura y muerte
(...)
1. Que hubo tratamiento especialmente agravado contra los detenidos de origen judío.
2. Que el porcentaje de víctimas de origen judío -tanto detenidas, como muertas y desaparecidas-,
sobre el total de víctimas es muy superior a la relación entre la población judía y el total de la
población de Argentina durante el período de la dictadura, se estima que hubo 1.800 judíos
desaparecidos.
3. Que existen varios casos documentados en los cuales la única causa esgrimida para la detención
o el secuestro y la tortura era la condición de judío de la víctima.
4. Que constan claramente acreditadas manifestaciones de ideología nazi y antisemita entre los
represores, así como la profusa exhibición de símbolos nazis en los centros clandestinos de
detención, e inequívocos alardes y ostentaciones de admiración hacia dicha ideología por parte
de numerosos represores.
5. Que la persecución a los judíos era sistemática y respondía a una ideología antisemita,
ampliamente difundida entre las Fuerzas Armadas, desarrollada a todo lo largo y ancho del
territorio nacional argentino como una parte más del Proceso de Reorganización Nacional
puesto en marcha por las Juntas Militares (...)
Panel 2
“Ana Frank, una Historia Vigente” “De la dictadura a la Democracia: la vigencia de los Derechos Humanos”- 1976-2006
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Los organismos de Derechos Humanos, la resistencia y la recuperación de la
democracia.
En este panel se informa acerca del rol de los organismos de Derechos Humanos en la recuperación
de la democracia y la lucha contra el terrorismo de Estado. Los organismos como emblema de
resistencia y defensa de integridad y los derechos de las personas y los pueblos. El rol de la Comisión
Nacional sobre la Desaparición de las Personas (CONADEP). La construcción de la memoria y la
búsqueda de la verdad y la justicia. La documentación del accionar de la dictadura y la asistencia a
los familiares de las víctimas.
La mayor parte de los organismos de derechos humanos argentinos nacieron durante la última
dictadura militar, como órganos de denuncia a las violaciones cometidas por el gobierno, y de apoyo a
familiares y víctimas. En la resistencia al régimen fue fundamental el rol que desempeñaron los
organismos de derechos humanos .Desde junio de 1982 y durante la transición a la democracia, el
movimiento de derechos humanos se transformó en una de las cabezas visibles de la oposición
político-social a la dictadura, liderando una sucesión de marchas, protestas, presentaciones judiciales
y petitorios.
Hasta 1982 la actitud de una gran parte de la población había sido de indiferencia y confusión, aunque
hubo dos momentos donde se expresó mayor adhesión a la dictadura: el campeonato mundial de
fútbol de 1978 y la guerra de Malvinas, en 1982.
La principal característica del sistema represivo impuesto tras el golpe de Estado del 24 de marzo de
1976 fue la clandestinidad casi absoluta de los procedimientos aplicados y la creación de un clima de
miedo en el que el ocultamiento de información era acompañado por la confusión deliberada de la
opinión pública. Por otra parte, las autoridades utilizaban un tono discursivo moderado y negaban su
responsabilidad por las desapariciones de personas. A lo anterior se sumaban las dificultades que
enfrentaba la sociedad para pensar en la posibilidad de que estuviera en marcha un plan tan
sistemático y aberrante como de hecho existía.
Sin embargo, a medida que se fueron conociendo los hechos y se logró explicar los procedimientos
utilizados por la dictadura una gran parte de la opinión pública comenzó a variar, aunque la
conciencia más amplia de lo ocurrido sólo se alcanzó tras la restauración de la democracia, con la
realización del ―Juicio a las Juntas‖ y las investigaciones realizadas por la CONADEP.
El avance del movimiento de derechos humanos se vio fortalecido por acciones desde el exterior que
refluyó sobre el país, dio a conocer lo ocurrido, presionó al régimen militar a limitar la represión y
contribuyó en muchos casos a garantizar la vida de los activistas internos.
Una vez llegada la democracia, los organismos se dedicaron a luchar por la memoria, verdad y la
justicia, y algunos de ellos comenzaron también a trabajar sobre las violaciones a los derechos
humanos cometidas en democracia.
Tradicionalmente se considera que son ocho (8) los organismos de derechos humanos ―históricos‖, es
decir los que surgieron durante la dictadura, o incluso antes, y tuvieron el mayor protagonismo
durante la resistencia , la transición a la democracia y la lucha por la verdad y la justicia. Sin embargo,
surgieron posteriormente organizaciones que, como H.I.J.O.S., tienen en la actualidad un importante
rol en la búsqueda de verdad y justicia.
“Ana Frank, una Historia Vigente” “De la dictadura a la Democracia: la vigencia de los Derechos Humanos”- 1976-2006
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Constituyen un símbolo del amor filial y de la lucha contra la represión. Se diferencian del resto de las
organizaciones por haberse atrevido a salir a la calle cuando nadie lo hacía y contribuyeron más que
ninguna otra a la derrota moral de la dictadura.
A medida que más y más jóvenes argentinos eran secuestrados y "desaparecidos", sus madres
acudían a golpear todas las puertas en las que pudieran darles alguna noticia sobre su situación . En
este periplo concurrían al Ministerio del Interior, cuarteles, destacamentos de policía e iglesias, y le
escribían a los integrantes de la Junta Militar. Jamás recibieron respuesta. Las madres empezaron a
reconocerse al encontrarse reiteradamente en todos esos lugares. Una tarde de abril de 1977, mientras
esperaban que las atendiera el párroco de la iglesia Stella Maris, una de las madres allí presentes,
Azucena Villaflor de De Vicenti, le sugirió a las restantes trasladar su reclamo a la Plaza de Mayo
para que fuera visible y el general Videla se viera entonces en la obligación de recibirlas.
Las reuniones se realizaban los jueves de cada semana entre las 15:30 a 16:00 hs. por ser un
momento en el que transitaba mucha gente por la Plaza. La primera marcha se realizó el 30 de abril de
1977 y sólo participaron 14 madres. Ellas permanecían reunidas en grupo y de pie, sin caminar.
Fueron los propios policías que custodiaban la plaza quienes les indicaron que marcharan de a dos
porque, como el país se encontraba bajo Estado de Sitio, estaban prohibidos los grupos de tres o más
personas. Se manifestaban en silencio, sin cantos, gritos ni pancartas. Paulatinamente la gente que
transitaba por el lugar comenzó a acercarse a las Madres y preguntarles qué estaba pasando.
Periodistas extranjeros las fotografiaban y relataban sus historias en el exterior. Para frenarlas, el
gobierno militar cercaba la plaza y se las llevaba detenidas, de los pelos si era necesario.
Así comenzaron las marchas alrededor de la pirámide de Mayo, símbolo de la independencia ,
marchas que continúan aún hoy.
Con el objeto de reconocerse, tiempo después las Madres comenzaron a usar un pañuelo blanco en la
cabeza confeccionado, en un principio, con tela de pañales Ese pañuelo se convirtió en su símbolo.
Cuando comenzaron a reunirse eran sólo un grupo pequeño de mujeres. Sin embargo, fue creciendo
hasta ser habitualmente unas 300 o 400 las madres que se reunían los jueves en la Plaza de Mayo. Con
el tiempo fueron incorporándose los padres, hermanos, esposas, hijos, nietos de los desaparecidos y
fueron formándose grupos de Madres en el interior del país.
El 22 de agosto de 1979 se conformó ante escribano público la Asociación Madres de Plaza de
Mayo. En 1980 las Madres adquirieron una sede social, dejando atrás las reuniones en sus casas
particulares, gracias a una donación de la Asociación Holandesa de Mujeres (SAAM) que se había
constituido para ayudarlas.
Las Madres fueron la reserva moral de los argentinos durante los años de plomo de la dictadura
militar, por eso constituyeron un foco de luz y esperanza durante esos negros años.
Surgió en enero de 1986, por diferencias con la Asociación Madres de Plaza de Mayo
Las reivindicaciones de Madres de Plaza de Mayo -Línea Fundadora son:
La Asociación Civil Abuelas de Plaza de Mayo es una organización no-gubernamental que tiene
como finalidad localizar y restituir a sus legítimas familias todos los niños secuestrados desaparecidos
por la represión política, y crear las condiciones para que nunca más se repita tan terrible violación de
los derechos de los niños, exigiendo castigo a todos los responsables.
La organización constituye un desprendimiento de las Madres de Plaza de Mayo, y está integrada por
mujeres que buscaban desesperadas a sus hijos e hijas desaparecidos,
y que al ver que no les devolvían a sus nietos, o que no les entregaban a los hijos de sus hijas nacidos
en cautiverio, comenzaron a reunirse a raíz de esta problemática específica para recorrer casas cunas,
institutos de menores y orfanatos. Esto ocurrió en octubre de 1977 y comenzaron a llamarse "Abuelas
Argentinas en busca de nietitos desaparecidos".Luego, la prensa internacional comenzó a llamarlas
―Abuelas de Plaza de Mayo‖ porque, como las Madres, marchaban en la Plaza de Mayo. Las Abuelas
entonces decidieron adoptar este último nombre. Recién en 1984 las Abuelas de Plaza de Mayo
obtuvieron la personería jurídica como Asociación Civil.
Con el fin de localizar los niños desaparecidos, la organización trabaja en cuatro niveles: denuncias y
reclamos ante las autoridades gubernamentales, nacionales e internacionales, presentaciones ante la
Justicia, solicitudes de colaboración dirigida al pueblo en general y pesquisas o investigaciones
personales. En años de dramática búsqueda sin pausas lograron localizar a 84 niños desaparecidos.
A partir de 1997 las Abuelas de Plaza de Mayo comenzaron a dedicar una parte importante de su
trabajo a realizar distintas campañas de difusión para convocar a los jóvenes que tienen dudas sobre
su identidad y hacerlos partícipes de su propia búsqueda.
El 18 de diciembre de 1975 -en los prolegómenos del Estado terrorista instaurado por la dictadura
militar y en respuesta a la creciente violencia y represión ilegal- se funda esta organización que resulta
de la auto-convocatoria de personalidades provenientes de los más diversos sectores y actividades de
la vida nacional: sociales, políticos, culturales, sindicales y religiosos, quienes tomaban a la
Declaración de Derechos Humanos de las Naciones Unidas como núcleo de coincidencias mínimas.
La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos se constituyó como una asociación civil de
carácter pluralista y organización interna democrática, cuyos fines y objetivos iniciales fueron la
defensa de los derechos civiles y políticos consagrados en la Declaración Universal de los Derechos
Humanos de las Naciones Unidas, en la Constitución Nacional Argentina y en la legislación
internacionalmente reconocida.
Durante la dictadura la APDH luchó contra la práctica sistemática de desapariciones forzadas, torturas
y asesinatos de opositores y en favor de la vida, la libertad y el respeto a la dignidad de las personas.
Sus principales actividades eran la recepción de denuncias por parte de los familiares, a quienes se les
daba contención y asesoramiento, la presentación de demandas judiciales colectivas y de solicitadas
en los diarios.
“Ana Frank, una Historia Vigente” “De la dictadura a la Democracia: la vigencia de los Derechos Humanos”- 1976-2006
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Tras la restitución del Estado de Derecho, la APDH procura consolidar y profundizar la democracia,
trabajando para asegurar la vigencia integral de los derechos humanos, a través de la defensa y
promoción de los derechos económicos, sociales y culturales. La APDH recoge, estudia y evalúa la
situación de los derechos humanos, difunde sus conclusiones y demanda a las autoridades públicas la
vigencia concreta de esos derechos. Denuncia su violación cualesquiera sean las causas y agentes que
la originen y condena a sus responsables directos e indirectos. Asesora y defiende a las víctimas y sus
familiares. Impulsa la educación y la formación de promotores en derechos humanos y proyecta la
sanción de la legislación que asegure su plena vigencia. Con el aporte de una red de delegaciones que
cubren diversas regiones del país, promueve acciones con entidades fraternas que luchan por similares
propósitos.
La APDH ha obtenido como ONG el status consultivo II ante el Consejo Económico y Social
(ECOSOC) de las Naciones Unidas.
Sitio web institucional:
www.apdh-argentina.org.ar
El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) es una organización no gubernamental que trabaja
en la promoción y protección de los derechos humanos y el fortalecimiento del sistema democrático y
el Estado de Derecho en Argentina.
La fundación del CELS en 1979, durante la dictadura militar, respondió a la necesidad de encarar
acciones rápidas y decisivas para detener las graves y sistemáticas violaciones de los derechos
humanos, documentar el terrorismo de Estado y proporcionar ayuda legal y asistencia a los familiares
de las víctimas, especialmente en el caso de detenidos-desaparecidos. Sus miembros fundadores
formaban parte de otros organismos, como APDH o las Madres de Plaza de Mayo, cuyas actividades
querían complementar. El CELS se abocó a la prestación de servicios, antes que al activismo. Se
constituyó formalmente como Asociación Civil septiembre de 1985. En la actualidad, el CELS
traduce aquella lucha histórica, en el empeño cotidiano por el fortalecimiento de las instituciones
democráticas claves para la garantía de los derechos humanos.
Con esta premisa, los objetivos institucionales están orientados a: denunciar las violaciones a los
derechos humanos; incidir en los procesos de formulación de políticas públicas basadas en el respeto
por los derechos fundamentales; impulsar reformas legales e institucionales tendientes al
mejoramiento de la calidad de las instituciones democráticas; y promover el mayor ejercicio de estos
derechos para los sectores más desprotegidos de la sociedad.
El CELS está formado por un equipo de trabajo interdisciplinario cuyas actividades prioritarias son el
litigio de causas judiciales ante instancias locales e internacionales, la investigación y la construcción
de herramientas para el control y monitoreo de la sociedad civil sobre las instituciones públicas, y la
capacitación de organizaciones sociales, operadores jurídicos, miembros de la comunidad judicial e
instituciones estatales. El CELS desarrolla algunas de estas actividades y estrategias en coordinación
con otras organizaciones nacionales y del exterior.
Sitio web institucional:
www.cels.org.ar
“Ana Frank, una Historia Vigente” “De la dictadura a la Democracia: la vigencia de los Derechos Humanos”- 1976-2006
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El Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, nació en febrero de 1976, se conforma
institucionalmente por iglesias cristianas ecuménicas, que comparten la preocupación por la vigencia
plena de los derechos y el compromiso en defensa de la dignidad humana, colaborando de este modo
en la construcción de una sociedad más fraterna, basada en la verdad, la justicia, la solidaridad la
libertad y una paz integral y auténtica. Es la única entidad de iglesias en la Argentina dedicada
expresamente a los Derechos Humanos.
Durante la dictadura el MEDH concentró su labor en la atención espiritual, jurídica y económica de
las familias de los presos y detenidos-desaparecidos. Acompañó generalmente acciones de la APDH y
otros organismos de derechos humanos.
El MEDH se propone:
promover y capacitar para la defensa de los Derechos Humanos desde una perspectiva
ecuménica, solidaria e integral. Ejercer una función crítica y profética en las iglesias y la
sociedad.
motivar y educar a las iglesias y sus miembros, a instituciones y personas de buena voluntad
para que se comprometan con la vigencia de los Derechos Humanos.
ejercer una función crítica y profética en las iglesias y la sociedad, denunciando y resistiendo
todo atropello al ser humano, especialmente frente a la exclusión económico-social actual y su
componente de corrupción, impunidad y violencia generalizadas, consecuencia del vigente
modelo de globalización neoliberal.
exigir del Estado Argentino y los organismos oficiales -nacionales e internacionales- el efectivo
cumplimiento de pactos y tratados de Derechos Humanos por ellos firmados, trabajando de
este modo en la construcción de una democracia real y no solo formal.
promover la documentación, la investigación y comunicación sobre los diversos aspectos que
incluye, presupone y exige la vigencia plena de los Derechos Humanos.
brindar atención social, jurídica y pastoral a los afectados del pasado y presente por la violación
de sus derechos.
Es una organización social de inspiración cristiano-ecuménica que tiene como finalidad promover los
valores de la Solidaridad y la No violencia e impulsar la construcción de una sociedad que se funde en
el reconocimiento pleno de los Derechos de la Persona y de los Pueblos.
El Servicio Paz y Justicia surgió a partir de los procesos de liberación latinoamericanos,
caracterizados por situaciones de injusticia y violencia institucionalizada, expresados en la miseria y
la opresión. Fue fundado en 1974, aunque sus orígenes se remontan a fines de los años ‗60. Desde su
compromiso con los pobres y oprimidos, el SERPAJ trabaja por una sociedad pluralista y
participativa que supere las dominaciones y asegure la vigencia de la justicia, la libertad, los derechos
de las personas y de los pueblos, la paz y las diversas necesidades de los hombres y mujeres que la
integran.
El SERPAJ prioriza la concientización, la organización, la articulación multisectorial y la solidaridad
para enfrentar las múltiples violencias que caracterizan nuestra sociedad. Sostiene la necesidad de
promover convergencias sociales, políticas y religiosas, en los que se mantenga la pluralidad de
identidades y se avance en el fortalecimiento de la organización popular.
“Ana Frank, una Historia Vigente” “De la dictadura a la Democracia: la vigencia de los Derechos Humanos”- 1976-2006
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El SERPAJ se estructura a través de grupos zonales y regionales y organiza su trabajo en cuatro
programas: Derechos Humanos y Construcción Democrática, Educación para la Paz y los Derechos
Humanos, Derecho al Desarrollo y Medio Ambiente y Ecumenismo. Junto a secretariados nacionales
de otros países conforma SERPAJ América Latina, que es miembro consultivo del Consejo
Económico y Social de Naciones Unidas (ECOSOC) y entidad consultiva de UNESCO.
El SERPAJ trabaja para:
• Promover estrategias alternativas frente a los mecanismos de impunidad estructural y de denegación
de los derechos, en defensa de la vida y el fortalecimiento de la participación democrática.
• Fortalecer y reconstruir los espacios públicos de la sociedad civil.
• Potencializar los contenidos de los Derechos Humanos y la No violencia activa como aporte a la
construcción de alternativas y de nuevas utopías.
Fue el primer Organismo de Derechos Humanos del continente americano. Creada en 1937 por el
Partido Comunista para la defensa de los afiliados y militantes que eran detenidos y torturados por la
Policía Federal en el marco de la intensa campaña anticomunista iniciada tras el golpe de Estado
encabezado por el general José Félix Uriburu en 1930. El itinerario de la Liga Argentina por los
Derechos del Hombre es inseparable de la vida política y social del país durante los dos últimos
tercios del siglo XX. A tal punto que, cuando en la Argentina sobrevino la dictadura más cruenta de
su historia, la Liga ya era experta en la lucha por los derechos fundamentales de los ciudadanos.
Sometida a la zigzagueante estrategia del Partido Comunista, vio disminuida su autoridad y
objetividad por negarse a reconocer las violaciones a los derechos humanos cometidas en la Unión
Soviética. A partir de 1976 la Liga prefirió mimetizarse con organizaciones con mayor pluralismo
político, social y religioso. Desde 1975 recibían a familiares de víctimas, presentaban acciones de
habeas corpus y les sugerían visitar a las autoridades. Tenía una sede propia, personal y abogados
permanentes, lo cual distinguía a la organización de las restantes en formación. La Liga facilitó sus
instalaciones durante años a los Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas (ver
más adelante).
En este sentido, además de la defensa jurídica de los miles de presos por razones políticas y
gremiales, en muchos casos torturados en la Sección Especial, la Liga afrontó los dilemas de la
Guerra Civil Española y el ascenso del nazismo. En el primero de los casos, trabajó a favor de la
República y apoyó las numerosas comisiones de ayuda y solidaridad. Por otra parte, intervino, en
1938, en las discusiones del Congreso contra el Racismo y el Antisemitismo, durante las cuales
Frondizi reafirmó sin reticencias los derechos fundamentales del hombre sin distinción de raza o
nacionalidad.
“Ana Frank, una Historia Vigente” “De la dictadura a la Democracia: la vigencia de los Derechos Humanos”- 1976-2006
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constituyó como organismo en Capital Federal. Luego se integraron familiares de desaparecidos en
Mendoza, Santiago del Estero, Tucumán, Mar del Plata, Corrientes, Chaco y Rosario.
Poseían una particular capacidad de convocatoria y organización de manifestaciones públicas de
protesta. Durante la dictadura se dedicaron fundamentalmente a la atención de presos, preocupándose
por el mejoramiento de sus condiciones de vida y su inserción social tras la liberación
Luego del retorno de la democracia la organización realizó presentaciones sectoriales (abogados,
periodistas, médicos, docentes) al Poder Ejecutivo solicitando información sobre cada uno de los
desaparecidos; se formaron tribunales éticos en los que se juzgaron a los represores y se realizaron
presentaciones judiciales ante el sistema interamericano de derechos humanos.
Es una organización que está integrada principalmente por hijos de desaparecidos, asesinados, presos
políticos y exiliados durante la dictadura militar y los años previos, que en 1994 -a partir de una serie
de homenajes realizados a los estudiantes universitarios desaparecidos- comenzaron a encontrarse y
conocerse. Ello derivó en la conformación de la agrupación en 1995. En octubre de ese año, en el
primer congreso nacional, se establecieron sus objetivos, reivindicaciones principales y formas de
funcionamiento. Como consecuencia de diferencias en el posicionamiento que pretendían tener en el
escenario político, un pequeño grupo de integrantes de H.I.J.O.S. se separó de la organización en el
año 2000 para conformar la Agrupación HIJOS.
H.I.J.O.S. se organiza en una red nacional, conformada por las sedes regionales de las distintas
provincias del país. Tiene, además, otras 16 regionales en ciudades del extranjero. La Red Nacional se
reúne y discute políticas en encuentros periódicos y congresos anuales que funcionan
horizontalmente, igual que cada regional. En muchas regionales también participan jóvenes que sin
tener ningún familiar afectado directamente por la dictadura, adhieren a los mismos ideales y la forma
de hacer política de la organización. Para concretar las decisiones que se toman en las asambleas, cada
una de las regionales se divide en comisiones de trabajo.
Entre sus principales actividades se cuentan la realización de trabajos de investigación y la
participación en querellas judiciales con miras a reconstruir la identidad individual de sus integrantes
y conseguir justicia para sus padres y sus compañeros. También la organización de actos públicos
conocidos como ―escraches‖, en los que se intenta dar a conocer la identidad de personas que
cometieron violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura militar y con ello evitar la
impunidad, cuando menos, a través de una sanción moral.
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Horizontalidad y voluntad de consenso
Esta Asociación esta formada por sobrevivientes de diferentes campos de concentración que
funcionaron en Argentina durante la última dictadura militar y por compañeros que comparten los
objetivos y colaboran con en distintas actividades. El compromiso es la búsqueda de justicia y
construir la memoria, no sólo del horror sino también de la lucha de nuestro pueblo y sus
organizaciones por construir una sociedad más justa.
Secretaría de Estado
“Ana Frank, una Historia Vigente” “De la dictadura a la Democracia: la vigencia de los Derechos Humanos”- 1976-2006
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Asimismo, ejerce la Presidencia de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad, creada por
Ley 25.457, prestándole el apoyo político, técnico y administrativo necesario para su funcionamiento.
Además del secuestro de adultos, hubo un plan sistemático de apropiación de niños. Los niños
robados o que las madres parían en los centros de detención fueron inscriptos como hijos propios por
muchos miembros de la represión, vendidos o abandonados en institutos.
Durante la dictadura, los militares consideraban que la ideología que trataban de exterminar en los
desaparecidos podía transmitirse a través del vínculo familiar. Por eso hacían desaparecer a sus hijos y
entregaban la gran mayoría a familias de militares. Anular, borrar su identidad tenía como objetivo
que no sientan ni piensen como sus padres, sino como sus enemigos.
El procedimiento de apropiación de menores se llevaba a cabo de diferentes maneras. Algunos fueron
secuestrados junto a sus padres. Otros nacieron en el cautiverio de sus madres que fueron secuestradas
embarazadas. Luego del parto los hijos eran separados de sus madres. Los niños eran entregados a
familias que estaban en listas de familias de militares en "espera" de un nacimiento en esos centros
clandestinos.
Los niños robados como "botín de guerra" fueron inscriptos como hijos propios por los miembros
de las fuerzas de represión, dejados en cualquier lugar, vendidos o abandonados en institutos como
seres sin nombre, NN, o fraguando una adopción legal, con la complicidad de jueces y funcionarios
públicos. De esa manera los hicieron desaparecer, al anular su identidad, privándolos de vivir con su
legítima familia, de todos sus derechos y de su libertad.
Son centenares los menores que fueron privados de su identidad, familia e historia personal y criados
como hijos propios por miembros de las fuerzas represivas (Marina, Ejército, Aeronáutica,
Gendarmería y parapoliciales), además de los civiles, médicos, parteras y funcionarios de la Justicia
cómplices que se los apropiaron mediante adopciones fraudulentas.
Dentro de esta coyuntura, hubo vecinos que se apropiaron de los niños impidiéndoles el conocimiento
de su historia. Estos casos (cuando el niño fue localizado por Abuelas de Plaza de Mayo) se
resolvieron por vía judicial que ordenó, tras las pruebas de histocompatibilidad sanguínea, la
restitución a la familia.
Panel 3
La investigación y los juicios a los culpables de los crímenes del terrorismo de Estado
En este panel se informa acerca del trabajo de la CoNaDeP, la vigencia del reclamo del Nunca Más
a las violaciones de derechos humanos. El juzgamiento a las tres primeras juntas de la dictadura y
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castigo a los responsables de crímenes de lesa humanidad. La Escuela de Mecánica de la Armada
como emblema del funcionamiento de secuestros torturas y asesinatos masivos, la maternidad
clandestina y la apropiación de bebes.
En 1984 la atención que concitaban los organismos de derechos humanos se trasladó a la Comisión
Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) y poco más tarde al ―Juicio a las Juntas‖. El
movimiento de derechos humanos dejó entonces de ser patrimonio exclusivo de los ocho (8)
organismos ―históricos‖ para ampliarse a vastos sectores de la sociedad. En este contexto fue que se
crearon comisiones y secretarías de derechos humanos en sindicatos, partidos políticos, instituciones
sociales, municipios y asociaciones estudiantiles.
La CONADEP se creó a través del decreto nº187, dictado por el entonces presidente Raúl R. Alfonsín
el 15 de diciembre de 1983. Estuvo integrada por un grupo calificado y plural de ciudadanos y tres (3)
representantes de la Cámara de Diputados de la Nación, bajo la presidencia del reconocido escritor
Ernesto Sábato. La Comisión, que no tenía facultades coercitivas, se instaló en el Centro Cultural San
Martín. Se organizó en cinco (5) secretarías y contó con personal calificado para realizar el trabajo de
investigación. Los resultados se volcaron en el informe Nunca Más en el que se explica en detalle la
metodología represiva empleada por los militares, se describen casos y se aportan testimonios y
documentos. Las conclusiones del informe fueron las siguientes:
―* Hasta la fecha de presentación de este informe, la CONADEP estima en 8.960 el número de
personas que continúan en situación de desaparición forzosa, sobre la base de las denuncias recibidas
por esta Comisión, compatibilizadas con nóminas elaboradas por organismos nacionales e
internacionales de Derechos Humanos.
Esta cifra no puede considerarse definitiva, toda vez que la CONADEP ha comprobado que son
muchos los casos de desapariciones que no fueron denunciados. Asimismo, no se descarta que pudiera
estar incluida en la nómina elaborada alguna persona que no comunicó oportunamente el cese de su
desaparición a los organismos pertinentes.
* La desaparición de personas como metodología represiva reconoce algunos antecedentes previos al
golpe de estado del 24 de marzo de 1976. Pero es a partir de esa fecha, en que las fuerzas que
usurparon el poder obtuvieron el control absoluto de los resortes del Estado, cuando se produce la
implantación generalizada de tal metodología.
Comenzaba por el secuestro de las víctimas, a cargo de efectivos de las fuerzas de seguridad que
ocultaban su identidad. El secuestrado era conducido a alguno de los aproximadamente 340 centros
clandestinos de detención por entonces existentes. La CONADEP, en el curso de sus investigaciones,
inspeccionó un elevado número de establecimientos que durante el último gobierno de facto
funcionaron con tales características. Estos centros clandestinos estaban dirigidos por altos oficiales
de la FF.AA. y de seguridad. Los detenidos eran alojados en condiciones infrahumanas, sometidos a
toda clase de tormentos y humillaciones. De las investigaciones realizadas hasta el momento, surge la
nómina provisoria de 1.300 personas que fueron vistas en alguno de los centros clandestinos, antes de
su definitiva desaparición.
* La comprobación de la extensión que adquirió la práctica de la tortura en tales centros y el sadismo
demostrado por sus ejecutores resultan estremecedores. De algunos de los métodos empleados no se
conocían antecedentes en otras partes del mundo. Hay varias denuncias acerca de niños y ancianos
torturados junto a un familiar, para que éste proporcionara la información requerida por sus captores.
* La CONADEP ha comprobado que en el marco de la metodología investigada fueron exterminadas
personas previamente detenidas, con ocultamiento de su identidad, habiéndose en muchos casos
destruido sus cuerpos para evitar su posterior identificación. Asimismo, se pudo establecer, respecto
“Ana Frank, una Historia Vigente” “De la dictadura a la Democracia: la vigencia de los Derechos Humanos”- 1976-2006
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de otras personas que en la versión de las fuerzas represivas habrían sido abatidas en combate, que
fueron sacadas con vida de algún centro clandestino de detención y muertas por sus captores,
simulándose enfrentamientos o intentos de fuga inexistentes.
* Entre las víctimas que aún permanecen en condición de desaparecidas, y las que fueron
posteriormente liberadas habiendo pasado por centros clandestinos de detención, se encuentran
personas de los más diversos campos de la actividad social:
obreros 30.2 %, estudiantes 21.0 %, empleados 17.9 %, profesionales 10.7 %, docentes 5.7 %,
autónomos y varios 5.0 %, amas de casa 3.8 % , conscriptos y personal subalterno de FF. de
Seguridad 2.5 %, periodistas 1.6 %, actores, artistas, etc. 1.3 %, religiosos 0.3 %.
* Es posible afirmar que -contrariamente a lo sostenido por los ejecutores de tan siniestro plan- no
solamente se persiguió a los miembros de organizaciones políticas que practicaban actos de
terrorismo. Se cuentan por millares las víctimas que jamás tuvieron vinculación alguna con tales
actividades y fueron sin embargo objeto de horrendos suplicios por su oposición a la dictadura militar,
por su participación en luchas gremiales o estudiantiles, por tratarse de reconocidos intelectuales que
cuestionaron el terrorismo de Estado o, simplemente, por ser familiares, amigos o estar incluidos en la
agenda de alguien considerado subversivo.
* Esta Comisión sostiene que no se cometieron «excesos», si se entiende por ello actos
particularmente aberrantes. Tales atrocidades fueron práctica común y extendida y eran los actos
normales y corrientes efectuados a diario por la represión.
* A pesar de afirmase en el «DOCUMENTO FINAL DE LA JUNTA MILITAR SOBRE LA
GUERRA CONTRA LA SUBVERSIÓN Y EL TERRORISMO» que la subversión reclutó
veinticinco mil efectivos de los cuales quince mil estaban «técnicamente capacitados e
ideológicamente fanatizados para matar», los Consejos de Guerra con competencia para juzgar tales
delitos sólo sostuvieron cargos que concluyeran en condenas contra aproximadamente trescientas
cincuenta personas. Ello demuestra claramente cual fue entonces la otra modalidad adoptada para
suprimir a millares de opositores, fueran o no terroristas.
* En consecuencia, carece de validez la afirmación de que la subversión y el terrorismo fueron
efectivamente vencidos. Se derrotó a algunas organizaciones terroristas, pero a cambio de implantar
un sistema de terror institucionalizado, vulnerador de los más elementales principios éticos y morales
inherentes a la persona la humana, con respaldo doctrinario en concepciones también extrañas a
nuestra identidad nacional.
* La CONADEP formó 7.380 legajos, comprensivos de denuncias de familiares de desaparecidos,
testimonios de liberados de los centros clandestinos de detención y declaraciones de miembros de las
fuerzas de seguridad que intervinieron en el accionar represivo antes descripto. Realizó inspecciones
en distintos puntos del territorio nacional; recabó información a las FF.AA. y de Seguridad y a
diversos organismos públicos y privados.
* De la investigación efectuada resultó la formulación de denuncias ante la justicia, comprensivas de
1.086 legajos que permiten tener por acreditada la existencia y funcionamiento de los principales
centros clandestinos de detención; nómina parcial de «desaparecidos» que fueron vistos con vida en
tales centros y de miembros de las FF. AA . y de Seguridad mencionados por las víctimas como
responsables de los graves hechos denunciados.
* La destrucción o remoción de la documentación que registró minuciosamente la suerte corrida por
las personas desaparecidas, dispuesta antes de la entrega del gobierno a las autoridades
constitucionales, dificultó la investigación encomendada a esta Comisión por el decreto constitutivo.
No obstante, existen fundamentos que permiten afirmar que las personas aún desaparecidas pasaron
por los centros clandestinos de detención y que la respuesta acerca de su posterior destino está
subordinada a los avances que se produzcan en la individualización de los responsables de la acción
represiva a que nos venimos refiriendo.‖
Demonios
Treinta años marcan un lapso importante de tiempo, en una historia que, si bien no cierra sus heridas,
permite comenzar a analizar algunos tópicos que resultan, a la luz de la distancia, importantes para
debatir.
Pero, a su vez, sería una deshonestidad intelectual pensar los 30 sin los 20, y sin los últimos diez.
Porque la historia es todo un devenir.
Quiero compartir algunas sensaciones subjetivas. Pocas, porque me cuesta fraccionar el tiempo y
realizar un corte tajante entre democracia y lo que no fue. Pero me ocurre que esas ―algunas
sensaciones‖ deberían con el tiempo, resultar ―líneas de trabajo‖ de nuestro presente.
Una de ellas debería estar trazada a partir del punto de partida de que no se ha dicho lo suficiente
acerca de la teoría de los dos demonios. Esta proposición someramente sostiene que existieron dos
bandos que se enfrentaron en una contienda. Lamentablemente esta teoría no ha sido suficientemente
repudiada. Y por no haberla repudiado tanto, la endemoniada teoría de los dos demonios, en
apariencia pasada de moda, dejó marcas que son absolutamente peligrosas. Y utilizo el carácter de
―absoluto‖ ya que la misma instituyó una licencia cultural que abrió las puertas a un relativismo ético.
El relativismo ético no es una postura filosófica sino un mecanismo sofista, inventado- en este caso
por alguna clase de dirigente que, si bien se resguarda en el lamento de lo acontecido culpando a
algunos, acompaña con suma elegancia la verdadera irresponsabilidad de no haber elevado la voz,
como condición necesaria y suficiente al permitir que el sistema democrático se interrumpa, que 30.00
desaparecidos rieguen con su sangre nuestra tierra, que cientos de niños- hoy ya jóvenes adultos- no
encentren su verdadera identidad y que, en definitiva haya quedado un vacío moral en todos los
órdenes del quehacer cotidiano. Mientras tanto, los duodemonistas creen quedar libres de cualquier
cargo que la historia (no la justicia de los tribunales) les pudiera llegar a atribuir.
La teoría de los dos demonios, que a mi gusto ideológicamente hace agua por todos lados, porque
atenta contra la naturaleza misma del Estado, es una mentira y no una falacia. Una falacia puede no
sostenerse por la lógica misma, pero la propuesta duodemonista es una mentira, ya que sus premisas
son un engaño.
No tiene ningún asidero fáctico, en virtud de la desproporción numérica de los ―ambos bandos‖
supuestos. Y atenta contra la función del estado, ya que desvirtúa el sentido unívoco de los derechos
humanos. Y, cuando me refiero a ese sentido unívoco, vale la pena comprender que, por definición, el
único que puede violar los derechos humanos es el Estado. Por lo tanto, ante la reaccionaria pregunta
de ¿dónde están los derechos humanos de los policías o del ejército? Se debe aclarar que la pregunta
está mal formulada, porque son la policía y el ejército los que deben resguardar los derechos
humanos.
Tengo la sensación de que el duodemonismo resultó ser el nieto del ―por algo será‖.
Y, cuidado, porque cada tanto regresa y puede llegar a unirse con alguna otra teoría y mutar y
transformarse en alguna teoría negacionista.
El duodemonismo también está íntimamente emparentado con la magnitud y las variables de los
silencios que son paralelamente tan destructivos como las acciones que pueden llevarse a cabo.
Porque es el eco del silencio el que otorga el consentimiento para que se produzcan nuevas
desapariciones.
Como ejercicio espiritual e intelectual, vale la pena releer el libro de Jacobo Timerman Preso sin
nombre y celda sin número, en el que en pocos y contundentes párrafos el renombrado periodista
“Ana Frank, una Historia Vigente” “De la dictadura a la Democracia: la vigencia de los Derechos Humanos”- 1976-2006
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medita acerca de la complicidad del silencio, permitiéndonos comprender que una sociedad siniestra
es aquella que se compone de muy buena gente que no dice nada.
Panel 4
Represores detenidos y juzgados.
El fin de las leyes de impunidad
En este panel se exhiben a algunos de los principales represores, la detención y encarcelamiento de
los mismos. Las leyes de la impunidad, Punto Final, Obediencia Debida e indultos presidenciales que
obstaculizaron el accionar de la Justicia. La tarea persistente de los Organismos de Derechos
Humanos y de los sectores democráticos de la sociedad provocó la declaraciones de nulidad e
inconstitucionalidad de las leyes abren el camino a nuevos juzgamientos
Entre abril y diciembre de 1985 se realizó el llamado ―Juicio a las Juntas‖ en el que fueron juzgados
nueve miembros de las tres primeras juntas de la última dictadura militar. Este juicio oral y público se
transformó en un hito histórico y fundante de nuestra democracia .
En su sentencia, el tribunal comprobó la existencia de un plan criminal deliberado y sistemático para
secuestrar, torturar, mantener privadas de la libertad, desaparecer y asesinar a miles de personas. Esta
constatación inobjetable basada en la confrontación de pruebas ha sido la base para poder llevar
adelante la persecución penal de los demás responsables de los crímenes. El juicio probó la existencia
de una metodología para ejecutar las graves violaciones a los derechos humanos.
Sin embargo, al poco tiempo de dictada la histórica sentencia del 9 de diciembre de 1985, se
sancionaron las leyes de Punto Final (ley 23.492)1 y Obediencia Debida (ley 23.521)2 y se decretaron
los indultos presidenciales3, los que conjuntamente establecieron la impunidad (extinción de la acción
penal y no punibilidad) de los delitos cometidos en el marco de la represión sistemática. Así se
desarrolló un lento y gradual establecimiento de limitaciones para la justicia que degradó el sentido de
la democracia.
A pesar de ello, la resistencia de las víctimas marcó un camino opuesto y lideró un apasionante
proceso de construcción de una memoria social. La denuncia internacional ante el cierre de las causas
y los indultos, los procesos judiciales iniciados por el derecho a la verdad, la embestida contra las
leyes exculpatorias, junto al andar inclaudicable en las calles y las plazas, mantuvieron el reclamo
legal inserto en la arena política y en la cultura del país.
1
La ley de Punto Final fue sancionada el 23 de diciembre de 1986 y estaba dirigida a concluir con las investigaciones por los
crímenes ocurridos durante el terrorismo de Estado y a lograr la impunidad de quienes no fueran citados judicialmente en el
plazo de 60 días. El ―punto final‖ no incluía el delito de sustracción sistemática de menores.
2
La ley de Obediencia Debida fue sancionada el 4 de junio de 1987 e impuso a los jueces que investigaban los hechos
cometidos en el marco de la represión ilegal, una realidad según la cual los imputados habían actuado bajo coerción, en virtud
de órdenes superiores de las que no tuvieron posibilidad de inspección, oposición ni resistencia en cuanto a su oportunidad ni
legitimidad. Esa realidad se estableció más allá de las pruebas producidas o las que pudieran producirse en el futuro.
3
Los primeros indultos fueron dictados el 6 de octubre de 1989 por el entonces presidente Carlos S. Menem y beneficiaron a
casi 400 personas –entre civiles y militares- procesadas. Más tarde, el 29 de diciembre de 1990, Menem dictó otra serie de
decretos en los que indultaba, entre otros, a los 7 militares que habían sido condenados en 1985 por la Cámara Nacional de
Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal de la Capital Federal.
“Ana Frank, una Historia Vigente” “De la dictadura a la Democracia: la vigencia de los Derechos Humanos”- 1976-2006
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Durante varios años los jueces de diversas instancias dictaron resoluciones de gran importancia que
permitieron el desarrollo de los juicios por los crímenes cometidos durante el Terrorismo de Estado.
Contrariamente a lo que pregonaban algunos sectores, ello no alteró la convivencia democrática, sino
que ha reafirmado la vigencia de la ley y el Estado de derecho.
Así, el 14 de junio de 1987, la Cámara Federal de Bahía Blanca declaró la inconstitucionalidad de la
ley de obediencia debida. Del mismo modo se pronunció, en un voto disidente, el juez Gabriel B.
Chausovsky de la ciudad de Paraná el 14 de julio de 19874. En marzo de 2001, el juez Gabriel Cavallo
dictó una resolución de importancia histórica, en la que declaró la inconstitucionalidad de las leyes de
impunidad . El juez Claudio Bonadío se expidió en el mismo sentido, en la causa en que se investiga
la desaparición forzada del abogado Conrado Gómez, ocurrida el 10 de enero de 1977. Ambos
pronunciamientos fueron posteriormente confirmados por la Cámara de Apelaciones.
Los avances que se dieron en las diversas causas judiciales en la que se investiga a los responsables de
los delitos cometidos por el terrorismo de Estado, fueron acompañados por la declaración de nulidad
de las leyes de impunidad por parte del Congreso Nacional (ley 25.779).
El 12 de agosto de 2003, en una extensa sesión que duró hasta entrada la madrugada la Cámara de
Diputados aprobó el proyecto de ley que declara ―insanablemente nulas‖ las leyes de Punto Final y de
Obediencia Debida. El tratamiento en la Cámara de Diputados fue polémico y se extendió durante 8
horas. El debate central versó sobre la facultad del Congreso de dictar la nulidad de una norma. Sin
embargo, también hubo diputados que arguyeron sobre la conveniencia de reabrir o no los procesos
judiciales por estos crímenes. Entre ellos se destacó el diputado de Fuerza Republicana, Ricardo
Bussi, quién sostuvo que "Hay que terminar con estas cuestiones que no sirven para nada. Nadie
devolverá los muertos a las señoras de Carlotto o Berdina"5. El 21 de agosto por la madrugada, la
Cámara de Senadores aprobó la nulidad de las leyes de obediencia debida y punto final.
Luego de la declaración de nulidad de las leyes por parte del Congreso Nacional se profundizó el rol
del Poder Judicial y del Ministerio Público a través de nuevas resoluciones que sostienen la
inconstitucionalidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. A su vez, la sanción de la ley
25.779 provocó la decisión de la Cámara Federal de Apelaciones de la Capital Federal de reabrir las
causas nº 761 (en la que se investiga los hechos cometidos en el ámbito de la Escuela de Mecánica de
la Armada) y nº 450 (por hechos cometidos en jurisdicción del I Cuerpo de Ejército) que habían
quedado truncas luego del dictado de las leyes de impunidad.
Si bien la Corte Suprema de Justicia de la Nación fue objeto de fuertes presiones para lograr que
garantice la impunidad de los militares responsables de violaciones a los derechos humanos durante la
última dictadura, en un histórico fallo, el 14 de junio de 2005 la Corte declaró la invalidez e
inconstitucionalidad de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, habilitando definitivamente el
avance de las causas judiciales por crímenes de la dictadura. El fallo de la Corte es el hecho más
trascendente en la consolidación del proceso de justicia que tenazmente ha sostenido el movimiento
de derechos humanos.
El Alto Tribunal sostuvo que las leyes son contrarias a normas internacionales que hoy tienen
jerarquía constitucional y tuvo en cuenta los lineamientos fijados por la Corte Interamericana de
Derechos Humanos. Este fallo, sostiene que el Estado tiene la obligación de investigar y sancionar los
crímenes cometidos durante la última dictadura militar, que no son susceptibles de ser amnistiados.
Asimismo, se pronunció sobre la validez de la ley 25.779, sancionada por el Congreso de la Nación en
2003, que declara nulas aquellas otras dos leyes.
La decisión de la Corte habilitó el camino para que la justicia ponga fin a la aberrante situación de
impunidad que vive nuestro país desde hace casi 20 años. Y de esta forma lograr el juicio y castigo
para todos los responsables de los delitos cometidos en el Terrorismo de Estado.
4
Causa "Acumulación causas artículo 10 Ley 23.049 s/ Area Paraná", Cámara Federal de Paraná, 14/07/87.
5
La Ley, suplemento especial Nulidad de las leyes de punto final y obediencia debida. Debate en Diputados, agosto de 2003.
“Ana Frank, una Historia Vigente” “De la dictadura a la Democracia: la vigencia de los Derechos Humanos”- 1976-2006
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Carolina Varsky
Directora Programa Memoria y Lucha contra la Impunidad
Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS)
―...el indulto es un perdón y el perdón es para los arrepentidos. No para gente que se mostró
orgullosa de haber hecho lo que hizo. De todas maneras esto yo lo dije públicamente varias veces:
este indulto construyó una verdadera inmoralidad. Pero las consecuencias son mucho más graves.
Porque las consecuencias son la conciencia en la sociedad de que cualquier comportamiento es
impune y esto es muy grave...”
Señor Presidente:
Como miembro del Movimiento Internacional para la Unión Fraternal entre las Razas y los Pueblos y
Presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo de la República Argentina quisiera exponer la situación de
los Derechos Humanos en mi país y las desapariciones forzadas e involuntarias de personas durante la
última dictadura militar (1976-1983), entre los que se cuentan centenares de niños.
Señor Presidente, ya llevamos más de 26 años demandando, primero ante la dictadura y luego ante los
sucesivos gobiernos constitucionales, que desde hace 20 años rigen los destinos del país, saber qué
pasó con las 30.000 personas desaparecidas y los centenares de nietos robados durante ese siniestro
período. En mayo de 2003 asumió la conducción política de nuestro país un nuevo Presidente que está
demostrando voluntad para revertir la impunidad. Por acciones coherentes con ese espíritu, el 12 de
agosto del 2003 fueron anuladas por el Parlamento las leyes de Obediencia Debida y Punto Final,
llamadas del perdón. Como consecuencia se ha reactivado el accionar de la Justicia poniendo en
movimiento las llamadas ―Megacausas‖ que estaban paralizadas y se espera obtener justicia plena
para juzgar a todos los responsables del genocidio en la Argentina. Por propuesta del Presidente de la
República se elevó al Congreso de la Nación un proyecto de Ley de Reparación histórica para
indemnizar a los niños que fueron víctimas de diferentes maneras. Ha tomado estado público nacional
e internacional la decisión oficial de transformar uno de los más siniestros campos de concentración,
que funcionó en la Escuela de Mecánica de la Armada, en un lugar de memoria y recordación, en un
Museo de la Memoria. Señor Presidente esta primavera política nos alienta a pensar que será resuelto
con la Verdad y la Justicia el paradero de cada desaparecido y la restitución de sus derechos a cada
niño robado. La apertura de los archivos de las Fuerzas Armadas y de Seguridad echará luz sobre las
aberrantes acciones dictatoriales. Esta etapa de esperanza nos asegura a las Abuelas de Plaza de Mayo
poder abrazar lo antes posible a cada nieto que buscamos con amor.
Muchas gracias señor Presidente.
“Ana Frank, una Historia Vigente” “De la dictadura a la Democracia: la vigencia de los Derechos Humanos”- 1976-2006
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Se habla de la compulsividad para un análisis de sangre y no de la que se ejerció con
esos jóvenes que aún hoy están apropiados
¿Se puede obligar a un joven a hacerse un ADN aún contra su voluntad? Se preguntan algunos. La
autora reflexiona acerca de la obligatoriedad del examen y las mentiras que ocultan las resistencias al
mismo.
―Análisis de sangre compulsivo‖, cada vez que escucho esa frase se me pone la piel de gallina. Es que
a mi mente acude la imagen de un joven siendo llevado a la fuerza por dos hombres grandotes que lo
sientan a una silla, le sujetan el brazo a una goma bruscamente y le clavan una aguja mientras el joven
se mueve y grita intentando zafarse. Al alejar mi mente y pensarlo un poco en frío me doy cuenta de
que esa imagen que recreé es la que se me mezcla con la imagen de la dictadura cuando ―levantaban‖
gente de la calle. Ahí sí había fuerza bruta y seguramente gritos. Ahí se le ponía la piel de gallina a
cualquiera porque no se sabía qué iba a pasar. ―¿Por qué no lo dejan vivir en paz? Si él no quiere
saber tiene derecho ¿Por qué no lo dejan elegir?‖ El problema es justamente ese: que al joven que fue
apropiado no lo dejaron elegir ¿Cómo se puede hacer una buena elección si no se tienen todos los
datos? ¿Cómo se puede hacer una buena elección si desde que uno creció escuchó siempre mentiras,
casi en forma compulsiva, porque un engaño lleva a otro? ¿Cómo se puede hacer una buena elección
si a uno no le dieron herramientas para hacerlo? ¿En base a qué puede optar? ¿Es una decisión tan
libre?
Además, ¿se puede dejar un crimen de semejante atrocidad (y en este caso me refiero propiamente a
la ―apropiación‖ del bebé) haciendo la vista gorda porque el joven puede sufrir? ¿Alguien pensó
alguna vez en dejar libres a los asesinos que matan gente sin perder el pulso cuando se les complica
un robo? Hoy son 80 los jóvenes apropiados que recuperaron su identidad. Es un número
importantísimo porque son 80 jóvenes que dejaron de vivir en la mentira para enfrentar su vida desde
un lugar de verdad. Sin embargo, quedan más de 400 jóvenes que no saben su origen y viven en
algunos casos con apropiadores, en otros con padres adoptivos. La obligatoriedad que se pide es que
el joven se haga el análisis de sangre. A él se le informa sobre el estudio y se le explica paso a paso
cómo será todo el procedimiento. Sin sorpresas y se entera del resultado en absoluta reserva, a través
de la justicia, sin siquiera que se enteren las Abuelas de Plaza de Mayo, quienes en muchos casos
fueron las impulsoras de la iniciativa del análisis.
Después de allí, el joven tiene derecho a decidir. Puede elegir contar con la contención de las Abuelas,
quienes ya acompañaron a varios jóvenes en el camino del análisis. Puede elegir seguir en contacto
con su familia de crianza. Hay varios casos de jóvenes adoptados de buena fe que se demostró que
eran hijos de desaparecidos que siguieron en contacto con ambas familias, la de sangre y la de
crianza. Acá no se trata de ―arrancar‖ al joven de la familia con la que se creció y forzarlo a tener una
relación con su familia biológica. Se trata simplemente de que el joven crezca en un marco de verdad
para tomar decisiones desde la solidez del saber dónde está parado en la vida, para poder también
transmitir esa solidez -a sus propios hijos. En resumen, detrás de esa mentira hay un crimen y también
mucho dolor. Hay abuelas, hermanos y otros parientes que sufren. Hay abuelas que buscan a un nieto
que nunca conocieron. Es verdad que se necesita mucho coraje para que un joven que duda se haga un
ADN. Es verdad que implica que el joven se enfrente con el dolor. Pero acaso ¿se puede vivir en la
mentira?
Dafne Casoy
Extraído del Mensuario Abuelas de Plaza de Mayo Nro 42- Marzo 2005
Panel 5
“Ana Frank, una Historia Vigente” “De la dictadura a la Democracia: la vigencia de los Derechos Humanos”- 1976-2006
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Resabios de la Dictadura
Violaciones a los derechos humanos aún en democracia
En este panel se informa acerca de la continuidad de ciertas prácticas aberrantes del terrorismo de
Estado, durante los gobiernos democráticos. Se documentan hechos emblemáticos del accionar de
sectores de las fuerzas de seguridad en violación de derechos y de actores encargados de
obstaculizar la investigación de los mismos dando cuenta de la continuidad de la impunidad. El
debido proceso y juzgamiento en otros casos , permitieron identificar culpables y promover sus
condenas.
“Ana Frank, una Historia Vigente” “De la dictadura a la Democracia: la vigencia de los Derechos Humanos”- 1976-2006
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persona que trabaje en derechos humanos debería abogar, que todas las personas gocen de estos
derechos, tanto los militares genocidas como las víctimas de la represión, tanto el señor Blumberg
como los que asesinaron a su hijo. La historia demostró en reiteradas oportunidades que no existe otro
camino posible en la construcción de un mundo sin guerras ni violencia. Que todas las versiones que
anulan los derechos esenciales de las personas, desde las más virulentas a las moderadas, no tuvieron
ningún éxito en mitigar los efectos de esa violencia sino todo lo contrario. Sin embargo, quizás
enceguecidos por el miedo y la impotencia, muchos argentinos se quedaron sin leer estas señales. Por
ello, en el año en que la ONU conmemora el fin de la década para la educación de los derechos
humanos, en vez de dar por concluida esta tarea, todos debemos asumir el compromiso para seguir
educando y aprendiendo en materia de derechos humanos.
―LUEGO DE LAS ATROCIDADES COMETIDAS POR LA ÚLTIMA DICTADURA MILITAR,
LA ARGENTINA SE CONVIRTIÓ TRISTEMENTE EN SÍMBOLO DE LA LUCHA POR LA
VIGENCIA DE LOS DERECHOS HUMANOS‖.
Jimena Vallejo
Las violaciones a los derechos humanos cometidas por funcionarios policiales son, sin duda, uno de
los principales problemas que debe enfrentar la democracia argentina. Jóvenes muertos en comisarías,
personas desaparecidas después de habérselas visto por última vez al ser detenidas por agentes
policiales, terceros muertos en tiroteos innecesarios o supuestos delincuentes que ―caen abatidos‖ en
dudosos enfrentamientos; son sólo algunos ejemplos de los casos que la sociedad argentina está
acostumbrada a leer en los periódicos todos los días.
La presunta participación de agentes policiales en la ejecución del terrible atentado perpetrado contra
la Asociación de Mutuales Israelitas Argentinas (AMIA) en el centro de la ciudad de Buenos Aires, el
18 de julio de 1994, y en el brutal asesinato del periodista José Luis Cabezas, quien fuera secuestrado,
golpeado, asesinado y luego su cuerpo calcinado en un balneario de la provincia de Buenos Aires el
25 de enero de 1997, son también ejemplos elocuentes de la extensión del problema (...).
(E)l problema de la brutalidad policial no es una cuestión coyuntural ni aislada, sino que es una
práctica funcional a los sistemas policiales que se explica por deficiencias estructurales en la
organización política de estas instituciones, en la formación y en el control de sus agentes.
La compleja trama de la violencia policial en la Argentina está intrínsecamente vinculada con la
ineficacia de las agencias del orden para garantizar la seguridad. Con una formación y organización
deficiente y acostumbradas a actuar más allá de la ley, las policías no están preparadas para asegurar
los derechos humanos ni para proteger a la comunidad. El desafío (...), entonces, es el de construir una
fuerza policial profesional, eficaz, sujeta a mecanismos de control transparentes e idóneos, y
respetuosa de los derechos humanos (...).
(E)l problema de la violencia policial es el resultado de un sistema de seguridad en crisis y
fuertemente cuestionado por la opinión pública, que debe ser transformado radicalmente(...). Los
numerosos casos narrados son una muestra fehaciente de la extensión del problema de la brutalidad
policial en todo el país, históricamente ignorado por los gobiernos provinciales (...).
(E)s bien sabido que la entidad de los problemas a enfrentar no permite esperar soluciones mágicas o
inmediatas (...): policías brutales o inexpertos (...) son protegidos por sus superiores, casos graves de
corrupción, investigaciones judiciales ineficaces, falta de control político, deficiente reclutamiento,
formación e instrucción de agentes, entre otras (...). Finalmente, tampoco debe soslayarse el alcance
del problema de la impunidad. El efecto de la impunidad es doblemente perverso. Por un lado, genera
la sensación, en el que la goza, de que ―lo puede todo‖, sin correr el riesgo de eventuales sanciones.
Por el otro, desalienta a los que la sufren, que sienten que ya no pueden esperar justicia de sus
instituciones. Desde este punto de partida, cualquier política para el cambio debe asegurar la
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persecución y el castigo de los crímenes pasados y la construcción de un marco de legalidad que
sancione adecuadamente a quienes cometen graves violaciones a los derechos humanos (...).
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Panel 6
JORNADAS, 872
Leo en las dos últimas publicaciones de las Abuelas sobre el reencuentro de Gustavo y Juan con su
familia y una alegría nostálgica me transporta a otros años. Años en que soñábamos
cambiar todo aquello que nos rebelaba por injusto. Algunas poesías de Neruda y Benedetti con olor a
mate calentito se inmiscuyen en los recuerdos y una sensación de sentirme acompañada se instala
progresivamente. De repente, como si estuviera en alguna reunión de las de entonces y tuviéramos
que aclararnos algo, busqué el libro de Joel Candau, Memoria e identidad1, y me puse a discutir con
los que me acompañaban. Les leo a los otros lo que encuentro en Candau sobre la memoria: ―Es la
conciencia misma en tanto que ella experimenta en el presente la dimensión de su pasado‖. Me
pregunto que pasaría si perdiéramos la memoria, y alguien que no alcanzo a visualizar, tomando el
libro, sigue leyendo. ―Sin memoria, el sujeto se hunde, vive únicamente en el instante, pierde sus
capacidades conceptuales y cognitivas. Su identidad se desvanece. No produce más que un sucedáneo
de pensamiento, un pensamiento sin duración, sin el recuerdo de su génesis, que es la condición
necesaria de su conciencia y de la conciencia de sí‖. Un murmullo se convierte en discusión. Varias
preguntas y afirmaciones a la vez no permiten seguir con la lectura, por último una interrogación
queda picando. ―¿La memoria es sólo un acto de conocimiento?‖. La discusión vuelve a comenzar, se
escucha que algunos dicen que no, puesto que los seres humanos no somos sólo conocimiento, la
memoria también son sensaciones, olores, sonidos y sentimiento, en ese momento, las palabras de
Candau penetran por ojos que leen ávidos y salen de alguna boca, una voz más alta introduce
nuevamente el silencio. ―Nos equivocaríamos, sin embargo, si redujéramos la memoria a una simple
forma de cognición, pues ella es sin duda la forma misma de cognición como propiedad emergente de
un sistema de memoria. Origen del sentimiento de continuidad temporal, condición necesaria de la
representación de la unidad del yo– es ahí que me reencuentro conmigo mismo‖. Termino de leer las
noticias sobre Juan y Gustavo en el periódico de Abuelas, y me quedo como suspendida pensando en
“Ana Frank, una Historia Vigente” “De la dictadura a la Democracia: la vigencia de los Derechos Humanos”- 1976-2006
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ellos, en los otros nietos, en nuestros hijos y también en nosotros, los de entonces y los de ahora...
Casi mecánicamente, doy vuelta el diario, la Red lanzada por las Abuelas y la Comisión Nacional por
el Derecho a la Identidad, está funcionando, muchas personas y grupos trabajan desde distintos
lugares en una misma dirección. Candau, en complicidad con Halbwachs2, me susurran al oído: ―El
trabajo de la memoria no es nunca puramente individual.
La forma del relato, que especifica el acto de rememoración, se ajusta de entrada a las condiciones
colectivas de su expresión, modificándose así el sentimiento del pasado en función de la sociedad.
Muchos de nuestros recuerdos no existen sino porque hay testigos que son su eco –marcos sociales de
la memoria. Por lo tanto es un tejido de memoria colectivo el que va a alimentar el sentimiento de
identidad. En todos los casos, ese trabajo de la memoria es colectivo desde su origen porque se
manifiesta en el tejido de las imágenes y el lenguaje que debemos a la sociedad y que hace posible la
puesta en orden del mundo‖. Un poco ansiosa me tomo un mate y ya no me acuerdo si lo dijo Candau
o es cosa mía, pero sé que produciendo ese pasado compuesto y recompuesto, el complejo trabajo de
la memoria, se tiende a construir un mundo, donde los deseos y los proyectos de vida cobran sentido.
Recuerdo que alguna vez leí que una persona sólo muere cuando nadie la recuerda..., lo repito varias
veces, de repente advierto que son las cuatro de la mañana y me voy rápido a dormir pues mañana hay
que seguir trabajando.
Antes de apagar la luz, con una alegría repentina salen de mi interior unas palabras, que escucho
primero fuerte y luego suenan algo lejanas ―¡Con mi puedo y con tu quiero, vamos juntos
compañero!‖. Compañeros... 1- Joël Candau, Memoria e identidad, Paris, Presses Universitaires de
France. 1998; traducción publicada por Ediciones del Sol. 2- Maurice Halbwachs murió en el campo
de concentración nazi de Buchenwald; sus investigaciones sobre identidad colectiva han sido de gran
valor para todos los estudios posteriores del tema.
―EL TRABAJO DE LA MEMORIA ES COLECTIVO PORQUE SE MANIFIESTA EN EL TEJIDO DE LAS
IMÁGENES Y EL LENGUAJE QUE DEBEMOS A LA SOCIEDAD Y QUE HACE POSIBLE LA PUESTA EN
ORDEN DEL MUNDO‖. ―SIN MEMORIA EL SUJETO SE HUNDE, VIVE ÚNICAMENTE EN EL INSTANTE,
PIERDE SUS CAPACIDADES CONCEPTUALES Y COGNITIVAS. SU IDENTIDAD SE DESVANECE‖.
―La Subsecretaría de Relaciones con la Comunidad (de la provincia de Mendoza) distinguió a policías
y dependencias que trabajan estrechamente con la gente.
Lo hizo en el marco del Día de la Policía, celebrado el 20 de octubre (de 2005). Tal como lo hicieron
las otras áreas del ministerio, ésta fue la encargada de poner en valor a hombres y mujeres que se
esfuerzan desde la Policía en articular acciones con los vecinos y con organizaciones de la sociedad
civil.
En ese sentido, el subsecretario de Relaciones con la Comunidad, Gabriel Conte y el director de
Participación Comunitaria, Alberto Monetti, distinguieron con el primer premio al comisario
inspector Daniel González.
Hasta el mes de marzo del corriente año, el comisario inspector Daniel González estuvo a cargo de la
ex Subjefatura Norte, lugar desde el cual ha contribuido activamente en la promoción del sistema de
participación comunitaria para la prevención del delito.
Conte dijo que "su participación y compromiso han sido de vital importancia en la creación de Foros
Vecinales y Consejos Departamentales de Seguridad de Lavalle y Las Heras, tarea que ha requerido
una constante coordinación de esfuerzos con los municipios involucrados y diferentes actores
“Ana Frank, una Historia Vigente” “De la dictadura a la Democracia: la vigencia de los Derechos Humanos”- 1976-2006
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sociales, potenciando, de esta manera, el trabajo impulsado por esta Subsecretaría de Relaciones con
la Comunidad en cuanto al desarrollo y fortalecimiento de ámbitos de participación que contribuyen a
la construcción de una sociedad pacífica".
Agregó al respecto que "su constante acercamiento a la comunidad ha facilitado la implementación
exitosa de todos los programas con que cuenta esta Subsecretaría de Relaciones con la Comunidad".
El premiado comisario inspector Daniel González cuenta en su haber con un reconocimiento especial
del Sindicato del Personal de Micros y Ómnibus (SIPEMON) y la Cámara de Empresarios del
Transporte Público de Pasajeros, por su dispuesta labor con ese sector, en cuanto a la promoción de la
seguridad en el transporte público de pasajeros.
A partir de del mes de abril del corriente el funcionario asumió como responsable operativo del Plan
Policía a Mano, policía de proximidad, plan que propone un nuevo paradigma en cuanto a las formas
de relacionarse y acercarse la policía con su comunidad (...).‖
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Yo soy Juan
León Gieco
En CD “Por favor, perdón y gracias”
Yo soy Juan, el último aparecido
Soy el hijo de la sangre
Me puse solo el alma dentro mío
Puedo ser viento que acaricia los prados
Puedo ser río del mar
Puedo ser vuelo de pájaros
Aunque un golpe fuerte una zanja me abrió
Te inundaré de risa con la risa que me quedó
Porque Dios no estuvo allí donde nací
Dios no estuvo allí donde nací.
Yo soy Juan el último aparecido
Todas las sombras ya danzaron
Alrededor y adentro mío
Nunca probé otros senos
Que los que alimentaron mi grito
Llevo tus olores adentro
Desde cuando fuiste mi abrigo
Aunque sea hijo de un castigo y del rigor
Voy a poner el pecho a un corazón que se enfermó
Porque Dios no estuvo allí donde nací
Dios no estuvo allí donde nací
Yo soy Juan el último aparecido
Mi sangre con oraciones
Reza donde no hay Cristos
Me abrazo a tus brazos y hablo con voces en secreto
Lloro tus lágrimas con mis ojos bien abierto
Y aunque salí de un pozo de sepultura y suciedad
Voy a pregonar en voz alta y la memoria remendar
Porque Dios no estuvo allí donde nací
Dios no estuvo allí donde nací
Yo soy Juan el último aparecido
Soy el hijo de la sangre que me guía en los caminos
Canto mi canción de cuna y el dolor me lo duelo yo
Llevo tu nombre adentro, me pongo y me saco sueños
Y aunque me han matado un poco nomás
Buscaré las palabras para contártelo y gritar
Dios no estuvo allí donde nací
Dios no estuvo allí donde nací
Dios no estuvo allí donde nací
Dios no estuvo allí donde nací
Dios no estuvo allí donde nací
Divorcios
Eduardo Galeano
El libro de los Abrazos
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Un sistema de desvínculos: para que los callados no se hagan preguntones, para que los opinados no
se vuelvan opinadores. Para que no se junten los solos ni junte el alma sus pedazos.
El sistema divorcia la emoción del pensamiento como divorcia el sexo y amor, la vida íntima y la vida
pública, el pasado y el presente. Si el pasado no tiene nada que decir al presente, la historia puede
quedarse dormida, sin molestar, en el ropero donde el sistema guarda sus viejos disfraces.
El sistema nos vacía la memoria, o nos llena la memoria de basura, y así nos enseña a repetir la
historia en lugar de hacerla. Las tragedias se repiten como farsas, anunciaba la celebre profecía. Pero
entre nosotros es peor: las tragedias se repiten como tragedias.
La vida profesional
Tienen el mismo nombre, el mismo apellido. Ocupan la misma casa y calzan los mismo zapatos.
Duermen en la misma almohada, junto a la misma mujer. Cada mañana, el espejo les devuelve la
misma cara.
Pero él y él no son la misma persona:
-Y yo, ¿Qué tengo que ver?- dice él hablando de él, mientras se encoge de hombros.
-Yo cumplo órdenes-dice o dice:
-Para eso me pagan.
O dice:
-Si no lo hago yo, lo hace otro
Que es como decir:
-Yo soy otro
Ante el odio de la víctima, el verdugo siente estupor, y hasta cierta sensación de injusticia: al fin y al
cabo, él es un funcionario, un simple funcionario que cumple su horario y su tarea. Terminada la
agotadora jornada de trabajo, el torturador se lava las manos.
Ahmadou Gherab, que peleó por la independencia de Argelia, me lo contó.
Ahmadou fue torturado por un oficial francés durante varios meses. Y cada día, a las seis en punto de
la tarde, el torturador se secaba el sudor de la frente, desenchufaba la picana eléctrica y guardaba los
demás instrumentos de trabajo. Entonces se sentaba junto al torturado y le hablaba de sus problemas
familiares y del ascenso que no llega y lo cara que está la vida. El torturador hablaba de su mujer
insufrible y de su hijo recién nacido, que no lo había dejado pegar un ojo en toda la noche. Hablaba
contra Orán, esta ciudad de mierda, y contra el hijo de puta del coronel que...
Ahmadou, ensangrentado, temblaba de dolor, ardiendo de fiebres, no decía nada.
La desmemoria 2
El miedo seca la boca, moja las manos, mutila. El miedo de saber nos condena a la ignorancia; el
miedo de hacer nos reduce a la impotencia. La dictadura militar, miedo de escuchar, miedo de decir,
nos convirtió en sordomudos. Ahora la democracia, que tiene miedo de recordar, nos enferma de
amnesia; pero no se necesita ser Sigmund Freud para saber que no hay alfombra que pueda ocultar la
basura de la memoria.
El desafío
No lograron convertirnos en ellos- me escribió el Cacho El Cari
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Corrían ya los últimos tiempos de las dictaduras militares en Argentina y Uruguay. Habíamos comido
miedo al desayuno, miedo al almuerzo y a la cena, miedo; pero no habían logrado convertirnos en
ellos.
Pájaros Prohibidos
Los presos de la dictadura uruguaya no pueden dibujar ni recibir dibujos de mujeres embarazadas,
parejas, mariposas, estrellas ni pájaros.
Didaskó Pérez, maestro de escuela, torturado y preso por tener ideas ideológicas, recibe un domingo
de 1976 la visita de su hija Milany, de cinco años.
La hija le trae un dibujo de pájaros. Los censores se lo rompen a la entrada de la cárcel.
Al domingo siguiente, Milany le tare un dibujo de árboles.
Los árboles no están prohibidos, y el dibujo pasa.
Didaskó le elogia la obra y le pregunta por los circulitos de colores que aparecen en las copas de los
árboles, muchos pequeños círculos entre las ramas:
Todavía cantamos
Víctor Heredia
Todavía cantamos, todavía pedimos,
todavía soñamos, todavía esperamos,
a pesar de los golpes
que asestó en nuestras vidas
el ingenio del odio
desterrando al olvido
a nuestros seres queridos.
Todavía cantamos, todavía pedimos,
todavía soñamos, todavía esperamos;
que nos digan adónde
han escondido las flores
que aromaron las calles
persiguiendo un destino
¿Dónde, dónde se han ido?
Todavía cantamos, todavía pedimos,
todavía soñamos, todavía esperamos;
que nos den la esperanza
de saber que es posible
que el jardín se ilumine
con las risas y el canto
de los que amamos tanto.
Todavía cantamos, todavía pedimos,
todavía soñamos, todavía esperamos;
por un día distinto
sin apremios ni ayuno
sin temor y sin llanto,
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porque vuelvan al nido
nuestros seres queridos.
Todavía cantamos, todavía pedimos,
Todavía soñamos, todavía esperamos...
―Miedo corporizado que late y se sumerge en la piel. Horror, nausea. Olor a muerte brotando de
paredes húmedas. Asfixia brutal. Desgarro descarnado transitando la perplejidad, impensada e
impensable. Hilos perversos quitando la piel, invadiendo el alma, arrancando identidades, despojando
intimidades e integridades. Tortura infinita alojada en cada rincón y destello de vida. No hay
perdón!!!!!‖ Claudia Igaz
―Nadie sabía donde estabas, eras un desaparecido, un código, eras nada, eras nadie. Además no podías
mirar, si uno se levantaba la venda, ellos venían despacio, levantaban la mirilla que había en la puerta.
Si te ponían a alguien en la celda, por un lado no sabías quien era, por otra parte, estaba prohibido
hablar, no podías llorar, no podías reírte, no podías hacer absolutamente nada. No podías elegir sobre
tu vida o sobre tu muerte.‖
―Cuando supe que el embarazo continuaba, sentí que era un triunfo, que había triunfado sobre la
tortura, la muerte, el hambre, la desnutrición, sobre todo eso con la vida que llevaba en la panza.‖
Ana María Careaga
―El plan que idearon era para destruir personas y sin embargo detrás de esas personas había familias,
que también hicieron pelota.‖
―Si me mataban, para mí era una liberación y si me liberaban también. Era una liberación no estar
bajo ellos y no escuchar más los gritos y no escuchar más las presiones.‖
Mónica Córdoba
―Lo que se sabía era que no había que caer presos, porque todos los presos eran clandestinos, que los
tenías un tiempo hasta que los exprimían, les sacaban cosas. En mayo de 1977, eso ya se sabía.‖
Julio Lareau
―Yo, cuando entre ahí pensé que no salía con vida y dentro de todo era un alivio, mas allá de que
ahora parezca una locura.‖ Gabriela Funes
―Tenía la cabeza partida en dos escenarios totalmente distintos, es decir, la vida y la muerte, presentes
constantemente en la cabeza.‖
―Tenía noción del tiempo porque escuchaba la radio a lo lejos. A veces cuando me quedaba dormido,
lo que perdía era la noción de si era de noche o si estábamos ya en el otro día. Pero no perdía la
noción del tiempo, siempre había algo que te volvía a ubicar.‖ Miguel D´Agostino
―Yo sabía si era de día o de noche cuando iba al baño, donde había un ventiluz que daba a un patio
interior, único lugar donde se filtraba la luz del sol.‖ Mario Villani
―La memoria no es simplemente algo teórico, la memoria también se confirma con estas cosas.‖
Ricardo Peidro
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―Siempre digo que el campo no logró quebrarme, no me quedé callada, no he cumplido el mandato de
los represores pero sí se quedó con parte de mi vida.‖ Delia Barrera
IV- GLOSARIO
AAA o Triple A: Alianza Anticomunista Argentina. La Triple A fue uno de los primeros escuadrones
de la muerte que se formó en la Argentina, en los años 70. Fue una organización paraestatal de
ultraderecha, fundada y liderada por José López Rega (el ―Brujo‖), ministro de Bienestar Social
durante el tercer gobierno peronista. (...).
Centros Clandestinos de Detención (CCD): también llamados campos de concentración, los Centros
Clandestinos de Detención –más de 340 distribuidos por todo el país– fueron la otra cara necesaria de
la "desaparición". Para que la persona pudiera "desaparecer" se necesitaron lugares ocultos, ilegales,
donde alojarlas. Allí, los ciudadanos que secuestrados eran torturados para obtener información que
permitiera realizar nuevos secuestros, y permanecían privados ilegítimamente de su libertad hasta que,
en la mayoría de los casos, se los asesinaba. Sus cuerpos eran sepultados como NN en tumbas
clandestinas, o arrojados desde aviones al mar y al Río de la Plata.
Crimen de lesa humanidad: El concepto de «crímenes de lesa humanidad» data de mediados del
siglo XIX. Aunque la primera lista de tales crímenes se elaboró al final de la Primera Guerra Mundial,
no quedaron recogidos en un instrumento internacional hasta que se redactó la Carta del Tribunal de
Nüremberg en 1945. Los crímenes de lesa humanidad determinados en esta Carta fueron reconocidos
al año siguiente como parte del derecho internacional por la Asamblea General de las Naciones
Unidas. Se definieron por primera vez en un tratado internacional al aprobarse el Estatuto de Roma de
la Corte Penal Internacional, el 17 de julio de 1998.
En el Estatuto de Roma se considera que pueden constituir crímenes de lesa humanidad los siguiente
once (11) tipos de actos: a) asesinato; b) exterminio, entendido como el homicidio intencionado y en
gran escala de miembros de un grupo, incluida la privación de alimentos o medicinas con intención de
provocar la destrucción de parte de la población; c) esclavitud; d) deportación o traslado forzoso de
población; e) encarcelamiento u otra privación grave de la libertad física en violación de normas
fundamentales de derecho internacional; f) tortura; g) violación, esclavitud sexual, prostitución
forzada, embarazo forzado, esterilización forzada u otros abusos sexuales de gravedad comparable; h)
persecución de un grupo o colectividad con identidad propia por motivos políticos, raciales,
nacionales, étnicos, culturales, religiosos o de género; i) desaparición forzada de personas; j) el
crimen de apartheid, que comprende actos inhumanos cometidos en el contexto de un régimen
institucionalizado de opresión y dominación sistemáticas de un grupo racial por otro con la intención
de mantener ese régimen; k) otros actos inhumanos de carácter similar que causen
intencionadamente grandes sufrimientos o atenten contra la integridad física o la salud mental o física.
Lo que distingue a los delitos ordinarios de los crímenes de lesa humanidad es lo siguiente:
1- Los actos que constituyan crímenes de lesa humanidad, como el asesinato, tienen que
haber sido cometidos «como parte de un ataque generalizado o sistemático». No
obstante, el término «ataque» no denota una agresión militar, sino que se puede aplicar a
leyes y medidas administrativas como deportación o traslado forzoso de población.
2- Tienen que ir dirigidos «contra una población civil». Los actos aislados o cometidos de
manera dispersa o al azar que no llegan a ser crímenes de lesa humanidad no pueden ser
“Ana Frank, una Historia Vigente” “De la dictadura a la Democracia: la vigencia de los Derechos Humanos”- 1976-2006
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objeto de enjuiciamiento como tales. La presencia de soldados entre la población civil
no basta para privar a ésta de su carácter civil.
3- Tienen que haberse cometido de conformidad con «la política de un Estado o de una
organización». Por consiguiente, pueden cometerlos agentes del Estado o personas que
actúen a instigación suya o con su consentimiento o aquiescencia, como los
«escuadrones de la muerte». Asimismo, pueden ser cometidos de conformidad con la
política de organizaciones sin relación con el gobierno, como los grupos rebeldes.
Extraído de
Corte Penal Internacional - Folleto 4: Enjuiciamientos por crímenes de lesa humanidad
Amnistía Internacional http://web.amnesty.org
Derechos humanos: son el conjunto de características y atributos propios del ser humano derivado de
su dignidad, por lo que no pueden ser afectados o vulnerados. Sin ellos las personas no pueden existir
ni llevar una vida propiamente humana, por tanto, es imprescindible que los Estados y sus leyes los
reconozcan, los difundan, protejan y garanticen. Los derechos humanos son hoy mucho más que un
mero ideal de la humanidad. Son un amplio cuerpo de leyes que obligan a los Estados. Su fuente más
importante es, sin lugar a dudas. la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, la cual
sin embargo no tiene fuerza obligatoria, tratándose de una Declaración y no de un Tratado. El espíritu
de la Declaración Universal se ha transmitido, de otro lado, a una serie de convenios y pactos de la
comunidad de los Estados participantes de la ONU, tal como el Pacto Internacional sobre Derechos
Civiles y Políticos de 1966, la Convención contra la Tortura de 1984 y muchos más, que sí son
tratados internacionales que obligan a los Estados ratificadores a cumplir con ellos. A nivel nacional,
la mayoría de las constituciones contiene un catálogo de los derechos fundamentales e inalienables de
los ciudadanos y las ciudadanas. Los derechos penal y administrativo, normalmente traducen estos
principios de las constituciones en normas concretas para garantizar a los ciudadanos el goce de sus
derechos fundamentales y para definir sus límites de manera transparente e inequívoca.
El derecho constitucional norma el funcionamiento del Estado a nivel nacional. Fija las relaciones
entre ciudadanos y Estado. El núcleo de cada Constitución democrática es, en consecuencia, un
catálogo de los derechos civiles y políticos de los ciudadanos. El Estado no sólo tiene el deber de
reconocerlos, sino también de respetarlos y defenderlos; concretar su actuación a los límites señalados
por la ley, la cual le impone en determinados casos la obligación de no hacer o actuar con el fin de
garantizar a los individuos la vigencia de sus libertades y derechos consagrados en la Constitución.
Los DD.HH. son esencialmente una normación de los derechos de las personas frente a los Estados y
son estos los responsables exclusivos de cumplir con ellos y vigilar su respeto. En este sentido existe
una relación de derechos y obligaciones "unidireccional" entre el Estado y los ciudadanos. Visto el
Estado como único legítimo representante del bien común, es él el único garante de los derechos de
sus ciudadanos, y por lo tanto el único que puede ser requerido en caso de violación de estos
derechos. Desde esta perspectiva, el término "violación de derechos humanos" no se aplica a una
determinada clase de actos atroces, tal como la tortura, la desaparición forzada o el asesinato, sino,
con todo rigor, a la comisión de estos actos por el Estado o sus agentes.
Principales características de los derechos humanos:
Son inherentes o innatos al ser humano, todos los seres los poseen pues se generan a partir de la
misma naturaleza humana.
Son universales, se extienden a todo el género humano, cualquiera sea su condición histórica,
geográfica, etnia, sexo, edad o situación en la sociedad.
Son inalienables, no se pueden quitar ni enajenar pues son parte consustancial de la propia
naturaleza humana.
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Son inviolables, no se pueden o no se deben transgredir o quebrantar y en caso de ser así , el
ciudadano víctima puede exigir una reparación o compensación por el daño causado a través
de los tribunales de Justicia.
Son imprescriptibles, es decir, no caducan ni se pierden por el transcurso del tiempo.
Desaparecido: el origen del término ―desaparecidos‖ está en las palabras del represor y genocida
Jorge Rafael Videla, cuando en 1978 y frente a las cámaras de televisión declaró impunemente: "...no
están ni vivos ni muertos, están desaparecidos‖.
Dictadura: la dictadura es una forma de gobierno autoritario que se hace del poder, no por el voto del
pueblo, sino por el uso de la fuerza, que impone su mandato al margen de las leyes constitutivas y por
encima de la voluntad popular, argumentando el interés o necesidad nacional. Concentra el poder
absoluto, y controla los tres poderes del Estado: el legislativo, el ejecutivo y el judicial. Aunque
muchos dictadores han detentado el título de presidente, con el propósito de aparentar una legitimidad
que no poseían, han gobernado con poderes extraordinarios y no constitucionales –o de facto–
degenerando con facilidad en regímenes despóticos y tiránicos a menudo violentos.
Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA): Fue el más emblemático de los 651 centros
clandestinos de detención que funcionaron en el país durante la última dictadura militar. Allí, unas
5.000 personas fueron torturadas, asesinadas o desaparecidas durante la última dictadura, a manos del
temible Grupo de Tareas 3.3.2. o de represores como Emilio Massera y Alfredo Astiz. El predio,
ubicado en la avenida del Libertador, fue cedido por el Concejo Deliberante de la Municipalidad de
Buenos Aires al Ministerio de Marina, por un decreto de 1924, para ser utilizado como centro de
instrucción militar. Durante la dictadura militar, el Casino de Oficiales era el edificio destinado al
Grupo de Tareas 3.3.2. Tenía tres pisos, un sótano y un gran altillo. En estos dos últimos y en el tercer
piso estaban alojados los detenidos. El sótano era el lugar adonde eran llevados los detenidos recién
ingresados. Allí se daba el primer paso en la obtención de datos, ya que al fondo estaban las piezas
para torturas.
Estado de sitio: es uno de los regímenes de excepción que puede dictar el gobierno de un país en
situaciones excepcionales. Se dicta generalmente en casos de invasión, guerra exterior, guerra civil o
peligro inminente de que se produzcan. Durante este régimen de excepción el gobierno puede
restringir o suspender el ejercicio de algunos derechos, y las fuerzas armadas de un país pueden
asumir el control del orden interno. En la Argentina la declaración del Estado de Sitio es una de las
atribución del presidente de la Nación. Puede declararse en uno o varios puntos de la Nación.
Genocidio: el término fue acuñado en 1944 por Raphäel Lemkin a raíz del nazismo, y se lo describe
como un crimen contra el derecho de gentes, sea cometido en tiempos de paz o de guerra. Es el
ejercicio criminal de la soberanía estatal. Es cualquiera de una serie de actos cuya comisión tiene por
objeto la destrucción total o parcial de ciertos grupos de personas. Es esta intención lo que distingue el
genocidio de otros crímenes de lesa humanidad. Si se cometen con intención de destruir total o
parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, pueden constituir genocidio los cinco
actos prohibidos siguientes:
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Matanza de miembros del grupo.
Lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo.
Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su
destrucción física, total o parcial.
Medidas destinadas a impedir nacimientos en el seno del grupo.
Traslado por la fuerza de niños del grupo a otro grupo.
Extraído de
Corte Penal Internacional - Folleto 3: Enjuiciamientos por el crimen de genocidio
Amnistía Internacional http://web.amnesty.org
Impunidad: "la impunidad es, en lo inmediato, la renuncia a la sanción penal a los violadores de los
derechos humanos, y sus consecuencias afectan a la sociedad en su conjunto (...) Es la
institucionalización de la injusticia por quienes están llamados a hacer justicia". Otra posible
definición de impunidad es: "la inexistencia, de hecho o de derecho, de responsabilidad penal por
parte de los autores de violaciones de los derechos humanos, así como de responsabilidad civil,
administrativa o disciplinaria, porque escapan a toda investigación con miras a su inculpación,
detención, procesamiento y, en caso de ser reconocidos culpables, condena a penas apropiadas".
Indulto: es la facultad presidencial que consiste en perdonar y conmutar penas. El indulto no incluye
el ―perdón‖ a procesados sin sentencia. En 1989 y 1990 el presidente Carlos Menem firmó dos
decretos que indultaban a los detenidos y procesados por violaciones a los derechos humanos durante
la dictadura militar iniciada en 1976, a los participantes de los levantamientos ―carapintada‖ de 1987
y 1988 y a militantes de las organizaciones guerrilleras cuyo procesamiento había sido ordenado por
el decreto 157 firmado por Raúl Alfonsín en 1983.
NN: del latín non nomen, ―sin nombre‖. Se refiere a restos humanos cuya identidad se desconoce.
Durante la última dictadura militar se enterraban en fosas comunes los cuerpos de personas
asesinadas, sin ninguna identificación.
Procesamiento didáctico
Silvina Chemen
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