Cómo Nos Relacionamos Con Dios
Cómo Nos Relacionamos Con Dios
Cómo Nos Relacionamos Con Dios
El sentir primordial de este concepto de “acercarse más a Dios”, es que logres formar
tu carácter como verdadero discípulo de Cristo. No importa tu edad, no importa tu
situación actual, hoy estás en el momento indicado para ser un poco más como Jesús.
MALOS HÁBITOS
Una de las tareas difíciles que tenemos como jóvenes al enfrentar el día a día, es dejar
de lado cosas que no nos sirven para adquirir nuevas habilidades que nos serán más
útiles. El desaprender lo aprendido es un tanto conflictivo, ya que por naturaleza el
hombre rechaza cualquier tipo de cambio.
Así, como hemos dicho que los hábitos nos ayudan a simplificar la vida, no significa
que no existan hábitos dañinos, como:
Mirar pornografía
Reaccionar airadamente
Mentir en forma espontánea
Tener vicios ocultos
Etc.
No entiendo lo que me pasa, pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco.
NVI Romanos 7:15
Con alguna seguridad podemos decir que tenemos reconocidas nuestras zonas
erróneas (debilidades), nuestras áreas en la vida que necesitan ser mejoradas, pero
¿eso basta para que dejemos de lado aquellas cosas que hacemos y que sabemos que
están mal? Claro que NO. Así como el libro de Santiago nos dice que la fe sin obra es
muerta, en este caso, la información sin acción es sólo distracción.
Satanás tiene sólo una cosa en mente (si es que tiene mente), destruirte y por ende,
destruir tu comunión con Dios, y los métodos que utilizará son tan antiguos como el
hilo negro, pero tan efectivos como una campaña de publicidad de la coca cola. Su
efectividad se basa en un gran factor, “la tentación reiterada”. Satanás por sí mismo no
puede hacer que peques, pero lo que sí puede hacer es tentarte tantas veces como
pueda, si caes en sus redes repetirá su fórmula hasta que te acostumbres a realizar esa
acción de manera natural… él busca crear malos hábitos en ti.
LA VERDAD DE LA TENTACIÓN
Podrías estar pensando, “Si Dios quiere mi santidad, ¿por qué no elimina las tentaciones
que están a mi alrededor?, así yo no caería en pecado”. Que fácil sería esta postura, el
asunto es que la realidad no es de esa forma. Si queremos encontrar una verdad
concreta más allá de las apreciaciones personales, debemos recurrir a la Biblia para
hallar una respuesta más certera, ella nos dice la verdadera razón de TODAS las
tentaciones. Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. No os ha sobrevenido
ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados
más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la
salida, para que podáis soportar. 1 Corintios 10:12-13
El autor Bruce Wilkinson señala importantes verdades respecto a este revelador
pasaje bíblico:
1. Las tentaciones constituyen la razón principal por las que usted desea pecar
2. Las tentaciones son particularmente peligrosas cuando usted piensa que no puede
caer en ellas
3. Las tentaciones persiguen su derrota
4. Las tentaciones que usted experimenta no son únicas, siempre son comunes
5. Las tentaciones no pueden ir más allá debido a la fidelidad de Dios
6. Las tentaciones están siempre acompañadas por la provisión de Dios para escapar
de ellas
7. La tentación no puede ir más allá de lo que usted pueda
Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. !!Ojalá fueses frío o caliente! Pero por
cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.
Apocalipsis 3:15-16
¡¡¡No te desanimes!!! Con versículos tan directos como este, pareciera que nunca
llegaremos a ser lo que Dios espera de nosotros, pero fiel es el Señor que siempre
estará ayudándote en todo. Ahora lee y estudia Romanos 5:20. Podrás comprender lo
Justo que es Dios, incluso en situaciones que Él mismo demanda.
Desafío
La tentación es una gran oportunidad para demostrar tu compromiso y fidelidad con
Dios
Como sabemos que este proceso no es fácil, permítenos una guía práctica que puede
orientarte en tu proceso de vivir hábitos que te acerquen más a Dios.
1. Dejando atrás los malos hábitos
2. Renovando la mente
3. Practicando hábitos espirituales
DEJANDO ATRÁS LOS MALOS HÁBITOS
Entendamos como mal hábito aquella acción que está contra los propósitos de Dios
para nuestra vida. Con esta idea podemos afirmar que aquellos hábitos estarán
conduciéndonos a pecar, es decir, son producidos por una o varias tentaciones. Aún no
nace el joven que ame a Dios y que quiera pecar deliberadamente, casi el 100% de
nuestros pecados son porque no sabemos dominar nuestras emociones y
sentimientos (dominio propio). Nos dejamos llevar por el deseo de satisfacer nuestra
carne, y más o menos ocurre la siguiente secuencia de hechos... basándonos en
Santiago 1:14-15: …sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia
es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el
pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.
¿Cuánto se demora un joven en pasar todas estas etapas? Mucho menos de lo que uno
demora en leerlas. El asunto de fondo, es que si esta secuencia se repite una y otra vez,
se estará creando un potencial hábito que provocará una mayor:
Insensibilidad al pecado
Desapego a la fidelidad con Dios
Baja autoestima
Menor grado de compromiso
Pérdida de espiritualidad
Etc.
La escritora Joyce Meyer nos muestra un caso real de lo dañino que es involucrarse
con pequeñas acciones aparentemente inofensivas, pero que a la larga destruyen la
vida: Pregunta: ¿Cómo es que caíste en las drogas?
Respuesta: Fue como caer en un hoyo. Sucedió tan rápido que ni me di cuenta que
estaba cayendo. En un minuto, estaba en una fiesta, escuchando música con unos nuevos
amigos, y al siguiente, estaba desesperado, haciendo cosas que nunca pensé que haría ni
en un millón de años, todo por tener de nuevo esa sensación que deja la droga. No había
nada horroroso que no haría. En pocas semanas odiaba las drogas. Odiaba la sensación
que las drogas me daban, pero lo tenía que hacer. Si sientes que ya no puedes con ese
hábito oculto y te sientes como la siguiente descripción que señala el conocido pastor
de Jóvenes Dante Gebel en una reunión celebrada en Sydney: Tienes un área coja que
te impide caminar. Tu vida de oración se reduce a la raquítica tarea de hilvanar dos o
tres frases sin sentido antes de quedarte dormido. Tu comunión con el Señor es nula.
Estás a la puerta, sabes todo lo que pasa dentro de la iglesia, pero también sabes todo lo
que ocurre afuera. Vives en la mitad, como un cristiano nominal. Sabes demasiado como
para considerarte un inconverso... pero no lo suficiente como para ser un santo. Vives en
santidad un poco... pero también pecas un poquito. Alabas al Señor y también maldices
otro poco. Levantas tu vista al cielo a veces, pero tus ojos son vagabundos en algunas
ocasiones. Cojo del alma. Minusválido espiritual. Lisiado ministerial. Paralítico del
corazón a causa de un estúpido hábito oculto. Y la horrible sensación de que Dios ya no
te quiere recibir. Déjame decirte que Dios está en cada lucha que llevas por dentro, Él
sabe lo que te cuesta dejar esa computadora o esa manía de hablar mal de las
personas. Él te creó y conoce cada uno de tus rincones. Él está en este mismo instante
recogiendo tus dudas mientras lees estas líneas, Dios está escuchando tu desánimo y
midiendo tu indignación contigo mismo. Podríamos seguir con el estudio, pero porque
no haces algo por ti, lee el siguiente pensamiento de Dios: He aquí que yo soy Jehová,
Dios de toda carne; ¿Habrá algo que sea difícil para mí? Jeremías 32:27
... deja por un momento este texto y ve a orar con Dios. No te diremos que tienes que
decirle, de seguro tienes mucho que confesar... TU TIEMPO DE ORACIÓN Si ya has
vuelto de tu confesión con palabras de arrepentimiento en tu boca, déjame decirte que
ya has pasado la barrera del perdón, ahora alégrate en la misericordia de Dios, ánima
tu espíritu recordando los muchos beneficios que has recibido (Salmos 103:2). Desde
ahora en adelante Dios sufrirá de una pérdida de memoria increíble, ya que no
recordará tu pasado y todas las cosas que hayas hecho, para Él ahora tú eres una
nueva criatura que tiene todo un esplendoroso futuro por delante... Dios ya te
perdonó. Seguramente te preguntarás, ¿cómo puedo permanecer apartado de las
malas acciones que me seducen? La estrategia bíblica se llama “sustitución”. Para
poner un buen hábito en nuestra mente, necesariamente debemos sacar el que esta
erróneo. Si intentas convivir con ambos de seguro terminarás contaminando tus
buenas intenciones con lo pecaminoso de tus hechos. En cuanto a la pasada manera de
vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y
renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios
en la justicia y santidad de la verdad. Efesios 4:22-24 Como te darás cuenta, debes
DESPOJARTE, luego RENOVARTE y finalmente VESTIRTE del nuevo hombre. Si sigues
esta guía, de seguro que comenzarás a ver cambios positivos en tus conductas. El
conocido escritor Erwin W. Lutzer, profesor del Instituto Bíblico Moody señala los
siguientes pasos de cambio al momento de enfrentar esta lucha:
1. Identifique los pensamientos que quiere reemplazar
2. Prepárese para la disciplina de la milicia espiritual
3. Prepárese a memorizar la palabra de Dios5
Estamos seguros que si sigues estos consejos podrás decir con libertad lo que declara
Romanos 8:37. Renovación de la Mente
La forma en la cual te darás cuenta que está renovando tu mente, y por ende tus
conductas, es cuando veas que estás dejando de practicar la “habitualidad” de tus
malas acciones y que en cambio las estás sustituyendo o reemplazando por otra
buenas. Un buen ejercicio sería escribirlas para llevar un registro detallado de los
cambios.
Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza,
pasiones
desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; Pero ahora
dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia,
palabras deshonestas de vuestra boca. No mintáis los unos a los otros,
habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos,
Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable
misericordia,
de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;
soportándoos unos a otros,
y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro.
De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
Colosenses 3:5,8-9, 12-13
El amor al menos tiene tres características principales que siempre se activan, pero
que trabajan en forma distinta:
Gracia
Nos da lo que No merecemos
Misericordia
No nos da lo que merecemos
Justicia
No siempre quita las consecuencias
Si logramos entender que Dios a través de su amor quiere lo mejor para nosotros, sólo
entonces comprenderemos la relevancia que tienen las habitualidades de nuestras
acciones, ya que ese Dios amoroso no sólo espera un acto de adoración domingo tras
domingo. Dios además de eso, quiere ver una vida diaria en perfecta rendición a su
voluntad (que es buena, agradable y perfecta). Una renovación real de la mente
“nunca se verá” entre cuatro paredes, para que esta renovación mental se haga visible
necesariamente debemos mostrarla en nuestros hechos.
El siguiente esquema puede ayudarte a entender mejor esta idea de la renovación.
Un claro ejemplo lo vemos en la vida de David, en uno de sus grandes errores que lo
marcaron de por vida.
Una tarde, al levantarse David de la cama, comenzó a pasearse
por la azotea del palacio, y desde allí vio a una mujer que se
estaba bañando. La mujer era sumamente hermosa, por lo que
David mandó que averiguaran quién era, y le informaron: «Se
trata de Betsabé, que es hija de Elián y esposa de Urías el hitita.»
Entonces David ordenó que la llevaran a su presencia, y cuando
Betsabé llegó,
Él se acostó con ella. …
2 Samuel 11:2-4
Este punto es relevante de señalar, ya que David “podía” tener acceso a lo que él
quisiera, después de todo era “el rey”, pero claramente había una actitud pecaminosa
en su actuar, su corazón buscó agradar más su carne que buscar la complacencia de
Dios. Está claro que David se transformó en un verdadero estratega del pecado, al
implementar diversas fórmulas para tratar de cubrir su pecado:
Lo hizo retornar a Urías su casa para que tenga relaciones sexuales con su esposa
Lo emborrachó para concretar esa relación sexual
Envió una carta con él mismo a Joab para que Urías quedara en el frente de batalla, y
por lo tanto fuera el primero en morir
Después de la dolorosa conversación que tuvo David con Natán (2 Samuel 12:1-7) que
culminó con la siguiente frase: “¡Tú eres ese hombre!”… Aquí se muestra claramente la
“renovación de la mente” que experimentó, ya que no sólo reconoció su pecado, sino
que cambio su actitud frente a ese hecho que pudo haberse transformado en algo
cotidiano.
Ten compasión de mí, oh Dios, conforme a tu gran amor;
conforme a tu inmensa bondad, borra mis transgresiones. Lávame
de toda mi maldad y límpiame de mi pecado.
Salmos 51:1-2
Hábitos Espirituales No podemos terminar este estudio sin antes señalarte pasos
prácticos que te ayuden a comenzar a formar hábitos espirituales. Como jóvenes es
100 veces más fácil que los hábitos se impregnen es nuestra vida, ya que la edad es un
factor importante a considerar cuando hablamos de incluir conductas a nuestro estilo
de vida… ¡¡¡sácale provecho a tu edad!!! El gran escritor Stephen Covey señala 8
hábitos indispensables en la vida de una persona que busca ser altamente efectiva:
1. Ser proactivo
2. Empiece con un fin en mente
3. Establezca primero lo primero
4. Pensar en ganar – ganar
5. Procure primero comprender y después ser comprendido
6. La sinergia
7. Afile la sierra
8. Encuentre su propia voz y haga que su voz inspire a otros para que encuentren la
suya.
No queremos que pienses que estas propuestas son una especie de receta mágica, son
simplemente una guía que puede orientarte en tu proceso de búsqueda de Dios. Estas
geniales ideas son un buen recurso que puedes ocupar activamente. Si lo
ejemplificamos, podríamos decir que es similar a pasarle un notebook de última
generación a un niño de básica, puede que alcance a ocupar algunas funciones pero
difícilmente podrá sacar el 100% del rendimiento. Estos hábitos en las manos de
alguien que tiene las aptitudes necesarias son un potencial increíble. Esas manos
podemos asegurar que son las tuyas. Quizás pensabas que los hábitos que los
cristianos podían tener sólo se enfocaban en tres: Orar, leer la Biblia e ir a la Iglesia.
Esta idea es buena, pero puedes hacer estos y otras cosas que buscarán el mismo fin.
Esto lo puedes encontrar en 1 Tesalonicense 5:16-22
Si quedaste con ganas de saber más, puedes leer Gálatas 5:16 y 26; 6:9.
Podríamos seguir señalándote innumerables citas, pero como te darás cuenta, es “La
Palabra completa” de Dios la que debes aplicar en tu vida. Jesús, quien es nuestro
mayor referente de santidad; Él conocía mejor que nadie el poder de los hábitos por
eso que desde su niñez los practicó en forma constante: Fue a Nazaret, donde se había
criado, y un *sábado entró en la sinagoga, como era su costumbre. Se levantó para hacer
la lectura, Lucas 4:16
Nunca, pero nunca debes olvidar que todo este proceso es de Dios. No se trata
simplemente de ser mejores personas, esto se trata de ser santos (apartados), se trata
de lograr sus propósitos en nosotros. Las acertadas palabras de Jerry Bridges7 nos
dan claras luces de este caminar: “Crecer en santidad, entonces, no es cuestión de una
disciplina personal sino de la obra de Dios. Más bien es cuestión de una disciplina de
dependencia, el reconocer que somos dependientes de Dios y de que Él nos capacita para
enfrentar las responsabilidades que nos ha encomendado. Entonces, esto es reconocer
que aún cuando hayamos cumplido con nuestros deberes,
Conclusiones Finales
Debes comprender que lograr hábitos espirituales será un proceso que durará toda la
vida. Deja que tu juventud (cualquiera sea la edad que tengas) sea un verdadero jardín
fértil, que te permita vivir el resto de tus años estando al centro de la perfecta
voluntad de Dios para ti. No permitas que tus emociones controlen futuro, no
permitas que la falta de dominio propio sepulte tus sueños.
Te animamos a que te pongas en la línea de los jóvenes que cambiarán las líneas de
esta sociedad. Si quieres ser un protagonista no puedes dejar de tomar estas palabras
para ti, si quieres ser un mero espectador, puedes memorizártelas y guardarlas al lado
de unas cuantas neuronas dormidas, pero te podemos asegurar que lo que Dios busca
es que puedas vivir la palabra y no dejarla simplemente en la teoría.