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La Magia de La Metafora

Este documento describe la importancia y el poder de las metáforas. 1) Las metáforas expresan significados a niveles conscientes e inconscientes y pueden revelar aspectos de la personalidad. 2) En terapia, las metáforas del cliente pueden proporcionar información valiosa sobre cómo percibe su situación. 3) Explorar las metáforas del cliente de manera respetuosa puede ser útil para la terapia breve.

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La Magia de La Metafora

Este documento describe la importancia y el poder de las metáforas. 1) Las metáforas expresan significados a niveles conscientes e inconscientes y pueden revelar aspectos de la personalidad. 2) En terapia, las metáforas del cliente pueden proporcionar información valiosa sobre cómo percibe su situación. 3) Explorar las metáforas del cliente de manera respetuosa puede ser útil para la terapia breve.

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LA MAGIA DE LA METÁFORA

Reinhart Karl Meyer

Los actos fallidos del psicoanálisis, los sueños en el análisis Jungiano, la


postura, expresión y voz de una persona en un acto de terapia Gestalt, las
preferencias visual, auditiva o según lá PNL —todas son expresiones cuyas
implicaciones están fuera del control consciente. Cada una de las
conductas y partes de un ser humano se conciben como indicadores de su
realidad integral; en un holograma se ve en cada una de sus partes la
imagen total. El cuerpo humano es igualmente holístico: El médico
especialista en la orina, en el iris, en las zonas de reflejo del pie, etc., sabe
diagnosticar con base en la evidencia parcial, el estado de otros órganos del
cuerpo o de todo un sistema.

Así que el iris no puede esconder problemas de salud y los sueños


necesariamente reflejan el estado de la psiquis. Pero el lenguaje metafórico
está más cerca de la conciencia; uno se esfuerza a veces para encontrar la
metáfora que expresa mejor la esencia de una situación, lo transcendental de
un acontecimiento o la profundidad de un sentimiento. Al mismo tiempo, y más
allá de toda su modulación consciente, la metáfora también revela la
personalidad del poeta, así como la del cliente en terapia. Usar metáforas
implica echar mano de una expresión que sirve de puente entre lo consciente
e inconsciente.

Las metáforas no son un objeto plano, un simple elemento retórico para


"enamorar a la chica". En la película: "El postino", se concedió una
importancia central a las metáforas. Cuando florecen e intrigan en la mente,
entonces cambian la vida hasta del hombre más sencillo del pueblo, como
sucedió con el protagonista de aquella película. El postino se ganó el respeto
del poeta Pablo Neruda y la simpatía de los espectadores, no por su calidad
como poeta, sino al reflejarse una dimensión profunda de su personalidad.

Las Escrituras Sagradas de todo el mundo nos ofrecen metáforas centrales


de nuestra identidad: Somos "creados a la imagen y semejanza de Dios", "la
sal de la tierra", o se lee: "Con las manos del poder te hice y con los dedos
de la fuerza te formé; y dentro de ti puse la esencia de mi luz. "... Creyente o
no, cada vez que reflexionamos sobre nuestra conducta o nuestra esencia, por
lo menos de manera implícita, necesariamente nos servimos de una metáfora.
¡Seamos atentos a nuestros propias autojustificaciones para adivinar cuál
metáfora activamos inconscientemente!.

"Ya no pude aguantar más; ya era mucha la presión..." (soy un tipo de


olla exprés con una válvula de escape). "Me daba tanto coraje verlo ahí ... "
(Me reduzco a funcionar según un estímulo y respuesta, sin
autodeterminación). ¿Cuáles metáforas abren más opciones: Estas, o
imaginarse creado a la imagen y semejanza de Dios y actuar en
consecuencia?.

Las metáforas son tan antiguas como la cultura humana. Abstraer la


esencia de acontecimientos en metáforas parece ser uno de los rasgos
distintivos de nuestra especie. Apreciamos poemas, chistes y cuentos porque
nos cambian el significado, a menudo metafóricamente. Consideremos por
ejemplo los cuentos de las mil y una noches:

Se dice que un rey estaba tan aburrido que cada día se casaba con otra
doncella de su reino, sólo para distraerse con el miedo de estas infelices
mujeres que sabían bien que al amanecer siguiente iban a ser sacrificadas.
Llegaron las nupcias de aquella decidida infanta que le contó al rey en su
primera noche una historia impactante procurando dejarla a medias, para así
crear en el monarca la vital curiosidad de saber cómo iba a continuar. De
esta manera, salvó su vida de noche a noche hasta ganarse la estimación
incondicional del soberano. Entonces, ¿cree usted que tienen un tono erótico
los cuentos de las mil y una noches? Nunca sabremos si es cierto o no. Pero
así funcionan las metáforas: Como flores de loto que se mantienen en la
superficie de la laguna cuando la mayor parte de ellas está por debajo del
agua.

La filosofía empieza a entender, según Turner (1987), que las metáforas no


son un asunto que se limita a morfemas basados en imágenes, sino que
representan una modalidad de cognición fundamental. Con base en ellas
pensamos, actuamos y hablamos, sea en lenguaje poético o cotidiano. De ahí
se deriva su valor terapéutico.

La PNL no inventó las metáforas ni descubrió su efecto. Los aportaciones


de la PNL se refieren a un nivel más elemental. Las modalidades visuales,
auditivas y kinestésicas de cómo nos representamos las cosas, como la
princesa, la bestia o cualquier otra figura, expresan en la clave individual
de cada persona la calidad emocional de los personajes, y cómo los
valoramos en relación con nosotros. ¡Es tan fácil cambiar estas
submodalidades y maravillarse frente a las diferencias resultantes en la
apreciación de la metáfora! ¡Usted no lo creerá antes de experimentarlo! Por
eso, los iniciadores de la PNL titularon dos de sus libros: "Estructura de la
Magia, (I y II)".

En la actualidad hay muchos que usan cuentos antiguos o el 'small talk'


para introducir de manera sutil nuevos recursos a la percepción del cliente:
Milton Erickson fue uno de los más brillantes. La PNL permite agregar la
sensibilidad a los sistemas representacionales y su uso sistemático para
aumentar el efecto inconsciente de una metáfora. Además un profesional que
practica la PNL a profundidad, por haber experimentado abundantemente con
la realidad virtual humana, debería disponer de una creatividad y sensibilidad
especiales para crear y explotar metáforas.
En el contexto de la Terapia Breve el presente estudio enfoca el uso de
las metáforas en las siguientes líneas:
1.- La metáfora del cliente para dar a entender su situación.
2.- La metáfora de cómo anticipa el cliente el proceso de la terapia, o cómo
describe una dificultad en el proceso terapéutico.
3.- La metáfora producida en turnos, para sesiones de pareja o de familias.

1.- La metáfora didáctica del facilitador, construcción y elementos

2.- El pensamiento metafórico como enriquecimiento yprevención.

Es bueno si compartes tu comida con alguien que tiene hambre. Es mejor


si pescas para que haya suficiente para los dos, pero nada es mejor que
enseñarle a una persona a pescar por sí misma. Cada quien encuentra la
mano que más le ayuda al final de su propio brazo.

Sabiduría China

I. LA METÁFORA DEL CLIENTE PARA EXPLICAR SU SITUACIÓN.

Primer ejemplo:

Al ser entrevistados, los clientes suelen enfatizar por lo menos partes de su


situación en forma de metáforas, por ejemplo: "Doctor, no se imagina usted
cuántas veces he tratado de decirle a mi esposo..., pero parece que está sordo;
y yo, no sé doctor, es como si me chuparan la sangre los de su familia...".

Usted, como facilitador, tiene varias opciones ante esta situación. Puede
buscar primero la información: "¿Quiénes de la familia de su esposo...? ¿En
qué sentido me está diciendo que los familiares de su esposo...?".

O usted puede concentrarse más en su cliente, dirigiendo el trabajo hacia su


autopercepción con algo como: "Así que usted se siente como que le
estuvieran chupando la sangre, está cansada, sin ganas de hacer nada; me
está diciendo que puede acabarse y ahora necesita algo..."

Si las dos opciones anteriores ya están cubiertas o no le urgen por el


momento, entonces se le ofrece a usted la aventura de explorar la situación del
cliente desde su mundo metafórico:

"Quienes chupan su sangre le buscan a usted: ¡Cuánto les gusta su


sangre!.. y luego no les importa si usted se agota. ¿Es así? ¡Ah, y su esposo!,
¿Cómo figura él en esta escena?", "¿Mi esposo, doctor? Qué le digo... en estas
situaciones no hay forma de llegar hasta él, ahí es como una tortuga, con la
cabeza y los patas metidas..."
"Y usted misma, con que los de su familia ¿le están chupando la sangre?,
¿qué papel tiene usted en esto?"
"Mire doctor, no sé, (corren lágrimas por su rostro) a veces me dejo, me
es difícil decir 'no' cuando me piden tantas cosas... parece que cuando me lo
piden me quedo inmovilizada como una niña asustada."

Las frases en negrillas configuran como metáfora una parte importante de


cómo el cliente percibe su situación; Ahora: ¿Por qué puede ser útil fijarse
en la representación metafórica?
Parece que la metáfora condensa niveles conscientes e inconscien tes de
significado para ser aprovechados en Terapia Breve. Desde luego, falta
aclarar muchas dudas en esta mínima información metafórica. Sin embargo,
ya hay toda una riqueza de datos y pistas acerca de cómo el inconsciente del
cliente codifica la situación y cómo reaccionará más sensiblemente:

1) El sistema representacional que usa el cliente (entre ver, oír y sentir) aquí
en su metáfora, es exclusivamente kinestésico. Esto es un indicador sobre
cómo procesa su mente la problemática, aquí usando exclusivamente el
sentir. Sólo entonces aceptará un cambio cuando se sienta transformada
por él en su sentir. Por la circunstancias de la metáfora, este cambio debe
incluir confianza y movimiento. Durante la terapia, seguramente se
enriquece la percepción del cliente al integrar imágenes y sonidos (con
voces o música).
2) La metáfora del cliente no sólo perpetra la problemática. En cada una de
las figuras de la metáfora también integra las opciones del cambio, igual
que sus respectivas limitaciones. Aquí el cliente, al parecer, no sólo quiso
dar a entender la lentitud de la tortuga, ya que especifica "las patas y la
cabeza metidas": Las cualidades de una tortuga ciertamente no son
rapidez o prontitud de reacción. Ésta se mueve con cuidado y llegará
segura, porque trae una buena protección. Una tortuga no saca su cabeza
cuando alguien está insistiendo en tocarle su caparazón. Sólo cuando
percibe su ambiente tranquilo, es cuando se empieza a mover. Durante la
terapia estas cualidades metafóricas de su esposo tienen fuerza de
sugestión porque se tomaron de su mismo mapa mental ofrecido por la
cliente.

3) Para la "niña asustada", de igual manera, existen cualidades ya preparadas


en la metáfora. El terapeuta puede aprovechar y entretener en su
comunicación alusiones cómo: "Sí, el primer momento es como los niños,
que por curiosidad entran a una casa en obra negra: se detienen un
instante, luego exploran la casa, hechan a correr y juegan escondidillas... o:
—"es el momento cuando te presentas frente a un público a bailar: el
momento esperando la música; porque luego tus piernas y brazos saben
qué hacer; el ritmo te lleva... o: —"las fotos de las niñas: inmóviles y tan
bellas, la inocencia, la curiosidad en sus caras; a veces uno no aprovecha
el tiempo, tan rápido ellas se hacen grandes y hacen lo que quieren..."
¡Las partes remarcadas merecen un énfasis y/o una variación de tono!.
4) Todavía falta integrar la fuerte alusión a la "sangre chupada": Co mo el
cliente dejó entrever, esto sucede en parte porque se deja. Entonces la
sangre no puede significar sólo su energía vital, sino debe tener también
un componente de intercambio social. Una opción es reencuadrarlo, esto
es: darle al proceso percibido como negativo otro contexto con un
significado útil o aceptable, para abrir el proceso de cambio. Por ejemplo:
4) "¡Ah, qué problema tienen los artistas al presentarse en la calle o en el
supermercado! Donde quiera que aparezcan, toda la gente se amontona
alrededor suyo para hablarles, obtener un autógrafo y sacarse una foto junto
con ellos; nunca están en paz para llevar su vida privada... gajes del oficio:
no sé cómo usted lo pueda hacer con los familiares de su esposo,
cuando le buscan e insisten tanto...". Este u otro reencuadre abre la
problemática para alguien muy solicitado y estimado que naturalmente
debe tener alguna dificultad para defender su privacidad. La reacción no
verbal de la cliente debe confirmar su tentación de creer que algo valioso ha
de tener ella, y que en parte por eso los familiares de su esposo no la dejan
en paz. Esto está pensado como un punto de partido para una sesión de
Terapia Breve: Es más fácil cuando el cliente empieza a valorar lo positivo
que tiene su problemática.

Segundo ejemplo:

Sucede durante la apertura de una sesión con una pareja en crisis. Él


resume: "No puedo ver claro". Mientras que ella apunta: "Me siento como
en un pozo".

1) Con respecto a la crisis de su relación, él ve, ella siente. Sus sistemas


representacionales difieren. El facilitador debe 'traducir' para ella:

2) Lo que su esposo dijo, le hace sentir como alguien que camina sin
orientación; en cualquier dirección teme perderse, caerse o toparse con
obstáculos. Mientras que para él la versión en 'su propio idioma sería algo
como:

1) "Mire, su esposa le hace ver que no puede distinguir nada en la oscuridad


del pozo; las paredes le impiden cambiar su punto de vista para mirar
afuera. ¿Esto realmente puede hacer tanta diferencia? Aunque usted no lo
haya percibido todavía: Estas "traducciones" hacen el mensaje más
comprensible al presentarlo dentro del código preferido de cada uno.

3) Como metáforas, las dos expresiones hablan mal de la relación de pareja:


Cada quien ve solamente su propia situación sin incluir en lo más mínimo
la realidad del otro; ni existe la más efímera indicación de la relación entre
ambos; ambos se perciben solos y coinciden en no saber qué hacer. Si se
aprecia este mensaje de las dos metáforas, entonces se sugiere en
Terapia Breve no perder más tiempo con los detalles de su situación.
Ahora se trata de apoyarlos en la decisión si quieren continuar como pareja
o no, desde luego, sin influir.

4) Hay técnicas de PNL que pueden apoyar el proceso de decisión de esta


pareja (Hallanzy). Metafóricamente hay que hacerle ver a él y darle libertad
de acción a ella. Hablando de metáforas: También se les puede retar a los
dos a contar en breves turnos de medio minuto c/u la historia de un rey
(él) y una reina (ella) en un reino con problemas. El terapeuta pone de lo
suyo a este cuento, para dejarles a los dos experimentar por si mismos
como prueba: ¿Quieren continuar el matrimonio? El contexto fantástico de
un cuento, libre de las trabas cotidianas, ofrece un medio de posibilidades
sin límite: ¡Vea Usted el apartado tres!

Hasta aquí los dos ejemplos de cómo suelen vestir los clientes su situación
en metáforas. Si no lo dan, Usted puede invitarlos a que lo hagan: "En pocas
palabras, se podría resumir su situación figurativamente como...?" Y sí la
respuesta le parece ser una metáfora demasiado plana o poco significativa,
usted puede mostrarle a su cliente su curiosidad insatisfecha y pedir un
ejemplo o una imagen más expresivos.

Si el cliente logra plasmar su situación mediante una metáfora y se ve que


su expresión no verbal va acorde, entonces esté seguro de que pescó un "pez
gordo". Le brinda mucha información para entender la estructura de la
problemática y pistas para guiar su lenguaje y el ofrecimiento de recursos.
Quizá se enriquece la metáfora todavía más cuando pide a su cliente que
explique, dentro de su metáfora, el porqué sus intentos anteriores no
pudieron resolver su problemática.

Sea cual fuere su intervención con el cliente al terminar la sesión, la


metáfora inicial ofrece un control sobre si hubo cambio o no. El cliente
retoma su metáfora inicial: si ahora nota cambios, aun mínimos, por
ejemplo, visuales, de brillo, color, contraste, movimiento, etc., o auditivos,
como tono, ritmo, volumen etc. o nota cambios kinestésicos, entonces puede
usted tomarlo como evidencia de que algo en el mapa mental del cliente se
modificó en cuanto a su queja.

Caso real de como anticipó una cliente su proceso:

"Estoy parada en este nuevo planeta y no veo a nadie con quien yo pueda
platicar... Estoy sentada sobre una piedra, a mi alrededor ¡hay plantas de muy
diversos tipos... enfrente de mí hay una cascada preciosa, el agua y el ruido
al caer sobre este inmenso río me provocan una paz y una felicidad interior
indescriptible... El cielo azul oscuro, no hay mucha luz, así que el ambiente
es sumamente agradable, no tengo frío ni calor. ¿Y sí me viniera a vivir a
este lugar?.. viviría sola? No, supongo que no, escogería a una persona muy
especial para que me acompañara, con una sola persona sería más que
suficiente. Me encanta imaginarlo aunque sepa que no va a pasar".
Se trata de una cliente con esclerosis múltiple, que mantuvo su grado de
salud y movilidad durante el período de atención psicológica. Curiosamente,
los análisis médicos eran negativos en ese lapso de tiempo. Dejó de asistir
a consulta y huyó en una relación simbiótica con un estudiante sin futuro. Sus
análisis se volvieron positivos y sus síntomas de inmovilidad aumentaron.

II. LA. METÁFORA DE CÓMO ANTICIPA EL CLIENTE SU PROCESO


DE TERAPIA

¿Que el cliente mismo dé en terapia una metáfora sobre su esperada


remisión o integración? ¡Qué cosa más paradójica! Si el cliente supiera cómo
resolver su situación entonces no necesitaría acudir a una consulta; y si no
puede hacerlo y prefiere pagar una consulta: ¿para qué pedirle detallar lo
que no sabe?

De acuerdo, ciertamente es algo fuera de lo común, y por eso tiene su


atractivo. Es una de las preguntas que menos espera el cliente, y ciertamente
nos responderá probablemente algo muy vago. Depende de nuestro genuino
interés positivo, si logramos a motivarlo a que él especifique en una metáfora
cómo anticipa su propia mejora durante la terapia.

Nuestro cliente ya ha pasado por un proceso en el que consideró si acude


o no a solicitar ayuda profesional. En el camino a la terapia ensayó cómo
poner su situación al descubierto, a nuestra percepción. Viene preparado con
cierta disposición a colaborar: el hecho de que paga por el proceso lo
comprueba. Sin embargo, los mismos mecanismos que le impidieron resolver
su situación quedan vigentes y tienden inconscientemente a omitirse en su
exposición. De igual manera, habrá inconsistencias en su metáfora, brincos, o
falta de detalles. Lo que realmente se espera de su metáfora es una
información inconsciente sobre el contexto, el ritmo y con qué tipo de recursos
el cliente puede trabajar mejor en terapia, no la solución en sí.

El cliente poco sabe, de manera consciente, si le resulta mejor ser retado a


una confrontación rápida o si requiere un trabajo paulatino conectándose con
su propia sabiduría orgánica u otras opciones. Y resulta que la metáfora
sobre cómo anticipa su proceso terapéutico da pistas para la decisión del
facilitador.

Todos estamos orientados por nuestro contexto cultural más bien hacia
evitar errores y problemas más que a lograr virtudes y vivir alcanzando metas
cualitativas. Nuestras soluciones toman más y más la forma de "píldoras" para
evitar nuestros síntomas. No así nuestros recursos inconscientes. La metáfora
sobre el proceso esperado de terapia suele dar condiciones, recursos y límites,
los cuales al traducirse en procesos prácticos, pueden ser muy útiles para el
cambio a la medida.

En caso de que usted quiera hacer la prueba, prepare a algo como esto:
"Así que usted encontró mi dirección fácilmente? Usted es... trabaja en...
tiene experiencia con... " (técnicas verbales y no verbales para lograr el
rapport) Cuando se observa el logro de rapport: "¿Cuál es su motivo para
acudir a una consulta conmigo?" "Mire doctor, me he sentido últimamente
muy... eh... como sin propósito; el tiempo pasa, no hago nada. Sí atiendo
mis tres hijos, pero conforme crecen me siento cada vez más vacía. Creo que
los niños se dan cuenta, cuando me deprimo y se ponen super latosos;
hacen destrozo y medio. Y con eso me queda todavía menos tiempo para
mí... es como un círculo: no salgo de allí... antes, doctor, yo tenía mis
actividades," etc.

En lo siguiente se aplica el metamodelo para tratar de lograr un objetivo


bien formulado, por ejemplo: "Quiero negociar este fin de semana, con mis tres
niños, mi intención de pintar durante dos horas cada tarde sin interrupción.
Sé que lo habré logrado cuando vea en las caras de mis tres pequeños la
confianza de que soy su madre aun cuando no los atenderé por un tiempo y
que se pueden autoadministrar por ese lapso de tiempo."

Es entonces cuando el terapeuta informa al cliente de qué formas le pueden


apoyar a lograr esta meta y cuánto tiempo aproximadamente durará el
proceso. Luego viene la pregunta central: determinar si el cliente está de
acuerdo y se observa con toda la agudeza sensorial si lo afirma de forma
congruente. Si hay vibraciones raras en la voz, movimientos involuntarios,
etc., entonces hay que volver a negociar el objetivo y/o los medios de lograrlo.

Supongamos que la respuesta fue congruente. Entonces puede usted


sorprender a su cliente con la pregunta: "Ahora que usted sabe que
realmente vamos a empezar con la terapia, ¿cómo se imagina que le puede ir
en este trabajo? Sin embargo, sin saberlo realmente, uno suele tener un
presentimiento, una corazonada. Si me quiere dar un ejemplo, o una
imagen...".

Analice las tres respuestas dadas aquí en cuanto a su diferente intensidad y


la rapidez del trabajo, su grado de confrontación y participación activa al
esperar, así como posibles recursos metafóricos a explotar:

1) "Mire, doctor, no sé qué decirle; nunca he asistido a una... con sulta;


pero lo más importante para mí es saber lo que hago... ¿Cómo le
digo?... Prefiero primero ver que pasa: si necesito, por ejemplo ir...
digamos, río abajo, necesitaría una lancha para llegar; hay que prever
los obstáculos y peligros... yo prefiero navegar en el centro del río!"

2) "¡Qué pregunta me hace, doctor! Usted sí sabe. Yo por mi parte... Quiero


estar segura... ¿En un ejemplo metafórico?.. Es como en un trabajo
nuevo: primero hay que saber de qué se trata. Puede parecer fácil, pero
hay muchos detalles... si me explica bien, le entro..." .
3) "¿Cómo me va ir? Creo que me voy a sentir acompañada; así como
me llena la música mientras que pinto; la música vibra en el aire; me animo
a cantar. Otra música me tranquiliza y me da la sensibilidad para juzgar mi
obra. Luego necesito hacer una pausa y relajarme; así siento la confianza
que lo lograré" .

Cómo expresa el cliente metafóricamente una dificultad con la forma de


terapia.

En una fase lenta o poco fructífera de su terapia, probablemente le interesa


a usted obtener de su cliente una retroalimentación sobre el proceso con el fin
de ajustar la forma de trabajar antes que el cliente deje de asistir. Usted hará
bien en asentar claramente qué posibles dificultades en el proceso de
terapia son necesarios para un rompimiento fructífero y un desenlace rápido
después. Ahora:

"Dígame cómo percibe su proceso en terapia, déme un ejemplo o una


imagen, figurativamente hablando: ¿qué le pasa?"

1) "Estoy consciente de que estoy avanzando, sí... pero piso un suelo suave,
tan suave que cada paso me cuesta mucho..." (¿está el cliente tan
grave que sólo puede avanzar lentamente y Usted no se lo dejó saber?
¿Quizá usted no le dijo con detalle cómo se nota su progreso, cuáles son
sus fortalezas y sus dificultades en el proceso? O usted puede investigar
metafóricamente: "Si en cada dinámica le digo exactamente a qué vamos,
¿entonces se sentirá sobre tierra firme?")

2) "Mire doctor, es como vengo a tocar una puerta y cada vez me contesta otra
persona; realmente no me doy a conocer..." (¡Ojo! ¿Usted varia y/o enfatiza
mucho sus métodos y el cliente no siente una relación personal segura?
¿Usted quizás cita otros autoridades y no le dio la confianza en su
compromiso personal de parte de Usted para con su cliente? ¿Usted
evade un aspecto importante del interés de su cliente?)

1) "No se desespere doctor; hay que asegurarse de que el caballo aguanta


antes de arriesgarse a realizar un largo viaje." (El cliente parece seguro de
sí mismo o esconde su inseguridad y le está retando: ¿le ha mostrado
usted suficiente autoridad? Se sugiere que le invierta la metáfora diciendo
que algunos caballos saben llegar con o sin jinete y que mejor esperan
hasta que un jinete se decida bien para llevarlo cargando por un tramo...).

III. LA METÁFORA. PRODUCIDA EN TURNOS PARA SESIONES DE PAREJA


O DE FAMILIAS.

Retomamos el ejemplo de la pareja mencionada en el apartado uno con sus


dos respectivas metáforas acerca de cómo percibieron ambos su situación: Él
no veía nada claro y ella se sintió metida en un pozo. Diagnosis: Gris oscuro.
Si los dos realmente quieren seguir como pareja, no está nada claro.
Probablemente para ellos tampoco: Antes que nada deben estar seguros si
continúan o se separan. Entre otras opciones se les puede invitar al cuento
mágico, en el cual ambos tienen iguales turnos de medio minuto, ella como
reina y el como rey de un reino en problemas. El terapeuta acuerda con los dos
que puede intervenir en cualquier momento con cambios de situación o la
introducción de nuevas figuras o eventos. Desde luego, respetará toda la
conducta y las palabras de las dos figuras centrales.

Como calentamiento se deja un poquito de tiempo a los dos para que


fijen los nombres de las figuras centrales y decidan si prefieren una cierta
época para el cuento o no. En el momento que el terapeuta observa la primera
interacción significativa entre los dos, en cuanto a su papel en la metáfora,
marca el inicio del cuento. Prepara el reloj para medir los turnos
respectivos y explica que si uno no llena su medio minuto, habrá un silencio,
y si alguien se pasa del tiempo, el terapeuta lo interrumpirá. En este cuento el
tiempo representa la ley de la vida con todas sus oportunidades y
consecuencias.

Acuerdos: La reina se llama 'Isabel' el rey es 'Arturo'; el cuento es libre


en cuanto a su época y puede tener elementos modernos. En estas líneas el
terapeuta adapta su introducción:

"El rey Arturo regresa de pescar, sobre su motocicleta, al palacio,


acompañado por tres guardias de seguridad. En el camino nota con
aprehensión que algunas gentes del pueblo le gritan, le tiran huevos y piedras.
A duras penas los hombres logran evitar una confrontación directa y llegan a la
puerta del palacio. En un estado bastante alterado, sin cambiar su ropa sucia y
sangrando de una mano se encuentra el rey Arturo con la reina Isabel." (El
terapeuta le pasa la palabra a ella y ve su reloj).

Ella: "La reina... la reina Isabel se siente agobiada... por su larga espera en
el palacio oscuro: no hay luz... Dos empleadas habían renunciado a su
servicio real por falta de pago; así la reina había quedado sola, sentada con
su bata en el vestuario. Sola toma uno y otro vestido y se los prueba frente
al espejo; eventos de antaño... su cabello desarreglado... queda llorando
desesperada...". (Tiempo. El terapeuta nota la falta de recursos en Arturo
cuando le pasa la palabra)

Él: "El rey..."

Interviene el terapeuta: "Mientras que el rey, por encima de su preocupación


personal, observa la desolación de su compañera real, le tiemblan los pies;
luego se da cuenta que también el piso se mueve, que el techo cruje: ¡un
sismo real! Nuevas fuerzas se despiertan en Arturo: Toma la reina en sus
brazos y la lleva consigo." El terapeuta nota un cambio favorable en su
fisonomía, ve de nuevo el reloj y le pasa la palabra:

Él: "... la lleva con sigo... ella le sigue... a su coche (Se observa un
cambio en ella), para alejarse del palacio en coche... luego paran antes del
puente. Los dos tratan de protegerse contra los movimientos bruscos del
temblor...".

(Prueba del terapeuta:) "Después de golpearse sus cabezas los dos se


abrazan, tanto para protegerse el uno contra el otro como para unir fuerzas de
resistencia...". (Señal para Arturo de que sigue su turno).

Él: (continúa): "El temblor cesa. El polvo que había levantado el sismo
impide la visibilidad... la reina—" (¡Tiempo! El terapeuta cambia el turno.)

Ella: "... la reina... quita el freno de mano. Lentamente empieza a rodar el


coche hacia el puente. Él inmediatamente frena con el pedal. 'Déjalo rodar,'
grita ella, ' ¡cualquier lugar es mejor que estar inmovilizados aquí!' Él se
resiste, sin un gesto y sin palabras. Entonces ella abre la puerta y sale. '¡Tú
quédate: Yo voy por mis hijas!" (Transcurren unos segundos en silencio.
Isabel observa al rey. Finalmente es su turno de continuar.)

Él: "Arturo escuchó cómo Isabel llamaba a sus hijas... Se oyó cada vez
más lejos. Al parecer se habla perdido... Arturo activó su teléfono celular de
seguridad y se comunicó con el mayordomo. Confirmó que no había
mayores daños en el palacio... Cuando el polvo se había asentado un
poquito, manejó el coche de regreso al palacio." (silencio; otro intento del
facilitador:

Ter.: "Al salir del coche se encuentra con sus dos hijas a la entrada. Se le
cuelgan del cuello abrazándolo. Habían tenido mucho miedo solas..." (Pasa el
turno a Isabel).

Ella: "Isabel encuentra su camino y llega también. Se acerca a sus hijas y


les dice: ' ¡Vengan conmigo! Con este rey no llegamos a ningún lado'. Pero el
rey no las quiso soltar..." (Interrumpe el facilitador:)

Ter.: "Una de las hijas se suelta y busca la mano de su madre real, la otra
todavía sujeta la mano de su papá. Ambas hijas están agarradas mano en
mano entre sí y en medio de sus papás, y los buscan a ambos con miradas
ansiosas..."

Ella (continúa): "Isabel: (su voz tiembla) ' ¡llamaré a mis padres para que
nos saquen de aquí!" El terapeuta concluye la metáfora:

Ter.: "El pueblo lee en los periódicos, que la pareja real está decidida
a divorciarse. Sólo un cambio inesperado los puede disuadir. No queda claro
quién entonces iba a gobernar al pueblo; por esta falta de autoridad se dan
violaciones, robos y asesinatos. Dura un tiempo hasta que se establece otra
vez la paz en el pueblo... "

Luego el terapeuta sugiere a la pareja pensar todo lo necesario para un


divorcio por acuerdo mutuo: El cuidado de las hijas, la separación de sus
bienes; tienen que informarse sobre los trámites y consecuencias legales.

Termina la sesión de pareja agradeciendo a ambos su disposición. Pide al


marido que se quede para continuar en sesión individual, ya que en la
metáfora él apareció como alguien sin recursos. (Existe la posibilidad de que,
por su falta de fuerza y determinación, ella se desanime). El terapeuta
avisa a los dos que la próxima cita en conjunto se dará cuando las sesiones
individuales con el esposo hayan concluido; les aclara a ambos que ahora
su primera tarea como pareja es llegar a una decisión congruente entre
ambos de si quieren seguir juntos o no; y que para la próxima sesión deben
llegar preparados para decidir.

I V . L A M E T Á F O R A D I D Á C T I C A DEL FACILITADOR,
CONSTRUCCIÓN Y ELEMENTOS.

Después del trabajo de Milton Erickson es difícil agregar algo al uso


didáctico de metáforas en terapia: Con mucha maña y sutileza sabía
comprometer al inconsciente de sus clientes, tanto dentro y fuera de trance.
Así que la primera opción es leer sus libros y ver sus grabaciones. Sin
embargo, existe una referencia de él a los fundadores de la PNL.

M. Erickson escribió como prólogo a la obra "Trance-Formations' (1981):


"Este libro de Richard Bandler y John Grinder [...] es una mejor explicación
acerca de como trabajo, mucho mejor de la que yo mismo puedo dar. Yo sé lo
que hago, pero explicar cómo lo logro es demasiado difícil para mí."

En este sentido es útil empezar con algunas estructuras sencillas para


experimentar y aprender la finesa sobre la marcha.

La mente inconsciente de su cliente siempre tiene información para la


situación a resolver. Como punto de partida de su metáfora didáctica usted
hará bien tomar en cuenta las expresiones metafóricas de su cliente según los
tres apartados anteriores. En su defecto o para complementar sus pistas haga
lo siguiente:

1) Pida a su cliente que contacte interiormente la situación a resolver. Esto es:


Que fije y describa sensorialmente la imagen o el sonido o el impacto que le
produce internamente, con lujo de detalle. Luego permita a su cliente
descansar y relajarse, manteniendo vigente la representación virtual de la
situación no resuelta. Ahora induzca a su cliente que pida a la instancia
inconsciente responsable una pista de significado para su inquietud. Con
esto en mente, deje que su cliente camine en el consultorio y afuera para
ver dónde cae su vista involuntariamente. En este momento debe
pararse, seguir viendo este objeto, aunque le parezca banal, y esperar
una intuición sobre su significado. ¡Funciona!.
2) Las asociaciones resultantes suelen ser raras o atrevidas; no importa.
¡Tómelas en cuenta! Aquí se da un ejemplo construido con base en
experiencias reales con el método: Suponga que es una cliente con
contracción vaginal a la hora de la intimidad con su pareja. El hombre se
quejó; en consecuencia ella buscó una consulta con usted.

3) Primero busque un buen rapport con la chica, lo cual en este caso es más
fácil para una terapeuta mujer. Si usted es hombre, entonces resulta más
significativo para la cliente: Usted enfatiza qué rico es un paréntesis en la
vida cuando nadie espera absolutamente nada de uno; y uno puede
platicar de la forma más relajada sobre todo.

3) Obviamente usted necesita saber más datos: Si ocurre el síntoma en


presencia de varios hombres, o sólo cuando le exigen algo, desde
cuando lo notó, es sólo en la intimidad y/o sólo con este hombre: ¿conocía
otras relaciones? ¿Es una relación seria con miras a casarse con él?, etc.
Igualmente obvio parece que un buen relajamiento corporal le ayudará.
Entonces es el momento para el método descrito.

4) La chica regresa, se ríe un poco cohibida y reporta: "Es raro: Cuando


salí de aquí me llevé una sensación relajada, sí en todas partes... y estaba
muy curiosa de qué iba a encontrar. Salí inclusive del departamento y
fuera, junto al elevador, vi el señalamiento de por donde salir del edificio
en caso de una urgencia, o sea: vi a un hombre bajando una escalera. Me
iba voltear, pero me acordé que usted me dijo que me debía quedar con
la primera cosa que veía. Así pues... lo estaba mirando. Primero me
chocó: como que mi pareja me iba a dejar sola;" (interpretación del
consciente: demasiado plana. No es la pista que uno busca.) "luego me
tranquilicé. Me maravillé de qué tan suelta me sentía; y... ", se ríe más,
"cuando vi a aquel hombre en la escalera, de repente entendí que tenía que
hacerse más chico conforme iba a descender en la escalera..., usted
entiende...".

3) Si Usted tiene facilidad para un trabajo en trance puede reforzar el


relajamiento de la chica y procurar un buen contacto con sus señales no
verbales para checar el efecto del cuento, dado en voz pausada subiendo y
bajando con la respiración de la chica. Si prefiere trabajar con su cliente en
vigilia igual se fija en sus respuestas involuntarias durante la metáfora
didáctica:

4) "Realmente ustedes, mujeres, tienen la ventaja sobre los hombres. Si me


permite decir que: una prostituta, por ejemplo, puede tener en una misma
noche varias relaciones con diferentes hombres. A cada uno puede
estimular rápido a su clímax y sabe bien que luego luego se le baja. Pero
cuando una prostituta de clase —usted sabe: una prostituta que se respeta
a sí misma y a su cuerpo más, una que sus pretendientes están
obligados a invitarla primero a cenar yllevarla abailar— bueno, cuando
una prostituta fina quiere tener ella su noche placentera, escoge bien el
momento y a su pareja. Como ella realmente sabe y está muy segura de sí
misma, totalmente relajada prepara a su galán; lo estimula suavemente
pero lo deja esperar; él está nervioso pero ella sabe que se le va a bajar.
Ella lo tranquiliza y le pregunta sobre lo que más le gusta a él; pero no se
lo cumple hasta que él la trata a ella con la misma curiosidad y disposición.
Y en el momento que él le cumple, ella le destapa un secreto, se abre a un
verdadero deseo y da lugar a un sueño de amor; y lo demás, claro, es puro
trabajo para ganarse los centavos." (Lo último dicho en voz normal para
guiar la mente consciente a otros temas, permitiendo así al inconsciente
apoderarse del recurso sin interferencia).

Los elementos de una metáfora didáctica:

1) Se basa en las metáforas y en el objetivo concreto del cliente (En la PNL


se opera con las preguntas del metamodelo para asistir al cliente a producir
un objetivo 'bien formado', como ya se comentó en el capítulo anterior).
Esta exigencia debe interactuar con los rasgos de personalidad del
cliente al nivel intuitivo del terapeuta para que conecte sus destrezas
especiales. Algunos, como Milton Erickson prefieren las metáforas
superficiales y remarcan con un énfasis especial los submensajes. Otros
prefieren la metáfora profunda cuyas imágenes o símbolos llevan al
inconsciente del cliente el recurso necesitado. Igual se puede operar
con anécdotas personales donde la secuencia, las relaciones
causales etc. contribuyen al enriquecimiento.

El lenguaje de la metáfora: En la parte que se dirige al subcons ciente


se usa a propósito lo inespecífico, que el laboratorio inconsciente
está dispuesto a llenar: Nominalizaciones como 'aprendizajes de gran
importancia', 'significado', 'curiosidad', etc. Expresiones sin autor: es
importante, se dice que, muchos prefieren, es deseable etc. Verbos
inespecíficos, como: "Recuerda un éxito pasado y experiméntalo",
encontrar, combinar, saber, maravillar, entender, etc. Sugestiones indirectas
como: "no sé qué tiempo es cómodo para ti entrar en un relajamiento" o
"no sé cuales cambios paulatinos notas mientras que te abres a un trance
creativo..." Conectores causales, secuenciales o temporales:
"Conforme respiras más profundo puedes relajar tu mente", "Escuchas mi
voz y estás curiosa por saber cómo te podrás enriquecer", "Mientras
estás percibiendo tu pulso, puedes recordar..." Expresiones mal
seleccionadas apropósito: "La casa triste", "el gato chiflado", etc.

3) La interacción viva entre el facilitador y el cliente durante el desarrollo de la


metáfora. Debe operar en un buen rapport. Conforme observa en el cliente,
en estado de trance, con ojos cerrados. Sus signos relajamiento descanso y
energía con movimientos involuntarios, en estado de vigilia con los ojos
abiertos. Su expresión y modulación facial, gestos y congruencia, el
facilitador debe adaptar ritmo, intensidad y contenido de la metáfora a los
cambios observados. El éxito no está en la metáfora en sí, sino en su
efecto sobre el cliente.

V. EL PENSAMIENTO METAFÓRICO COMO ENRIQUECIMIENTO Y


PREVENCIÓN.

Las presiones de la vida para una pareja o familia reducen las


oportunidades de percibirse como unidos en sus aspiraciones esenciales.
Fuera de la rutina del trabajo profesional y doméstico, fuera de las
obligaciones de la escuela y no contando los ratos pasivos frente al televisor
queda poco tiempo para que todos interactúen. Y cuando se da la
oportunidad a veces faltan ideas.

Aquí se ofrecen alternativas que sensibilizan inmediatamente los temas o


factores que necesitan atención: no una atención psicológica sino una de
pareja o de los papás o de toda la familia. Se demuestra la riqueza de la vida
común y se abren más alternativas.

Es importante resaltar experiencias especiales en la vida de la familia


o la pareja: Organizar una fiesta o distinguir de otra manera ciertos
momentos en la semana como extras, una cena o tomar algo en un lugar y
con un propósito especial, bailar toda la familia juntos en la sala; que todos
preparen sorpresas tanto cariñosas como también de entretenimiento; o un día
de campo con tareas y juegos especiales.

Hay una variedad de alternativas bien conocidos como 'el amigo


secreto' etc. En lo que se presenta a continuación, se incluyen tres
variantes de convivencia y entretenimiento familiar en los cuales trasluce
nuevamente lo metafórico.

Para una pareja, o para una familia, se ofrece la siguiente


experiencia muy especial: El ponerse de acuerdo un domingo a pintar un
cuadro, todos juntos, sin tema preestablecido y SIN HABLAR durante la
obra. Quizá prefieren hacerlo con música. Luego de terminar todos, cada
quien reporta como le fue. Sólo los dos cónyuges se comunican posibles
interpretaciones. En lo demás es más sano no interpretar, sino simplemente
colgar la obra en la pared. Viéndola diariamente a nivel intuitivo, se aprende
mucho acerca de la convivencia.

Otra opción es aprovechar la libertad de 'sólo representar un papel de


teatro'. Se puede tomar un tema un poco conflictivo en la familia o de pareja y
jugarlo con papeles intercambiados. En la pareja él es ella y viceversa, en la
familia los papás son los niños; etc. Favor de no esperar soluciones y no
interpretar, ¡sobre todo cuando hay un psicólogo en la familia! El propósito
es divertirse con ganas: Los papás pueden aprovechar para presentar en
el papel de sus niños todo sus trucos para evadir responsabilidades: Haber
como sus hijos en el papel de papás lo resuelven. Confíen que sus mentes
inconscientes capten los mensajes y se enriquezcan con otras opciones.
Producir en turnos un fantasioso cuento de hadas dentro de la pareja o
de la familia. Esta vez la armonía es la ley suprema. Hay que respetar lo dicho
y continuar cada quien según como le toque en su momento. Cada quien
ocupa el tiempo que quiere dentro de los límites de la moderación. Si bajo
estas condiciones se logró desarrollar la historia con la colaboración
gustosa de todos, entonces no se preocupen del efecto: ¡el aprendizaje es
seguro!

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