Fruti 1 Unidad
Fruti 1 Unidad
Fruti 1 Unidad
FRUTICULTURA
Primera Unidad
IV. LA PROPAGACION
4.1. PROPAGACION SEXUAL
4.2. PROPAGACION VEGETATIVA
4.3. POLIEMBRIONIA
V. PLANIFICACION DE UN HUERTO
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VII. MANEJO CULTURAL
IX. LA PODA
9.1. CONCEPTO Y FUNDAMENTOS FISIOLOGICOS
9.2. TIPOS DE PODA
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XII. POST COSECHA - MANEJO DE LA FRUTA
12.1. BASES DE LA CONSERVACION
12.2. METODOS DE CONSERVACION
12.3. DECOLORACION
12.4. COMERCIALIZACION INTERNA
12.5. COMERCIO EXTERIOR
XV. BIBLIOGRAFIA
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I. ORIGEN Y DISTRIBUCION DE LOS FRUTALES
De todas maneras, las dos zonas climáticas, tropical y templada, pueden considerarse
como los dos grandes centros de origen de los frutales. Esto da lugar a una
5
clasificación de las referidas especies en dos grupos: frutales siempre verdes y
frutales caducifolios.
Conocidos también como «de hoja perenne». Son originarios de la zona tropical, cuyo
clima estimula una actividad de las plantas más o menos uniforme todo el año, sin
variaciones muy marcadas de intensidad, por lo cual siempre poseen hojas
funcionales.
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Entre las principales especies frutales que conforman este grupo se pueden
mencionar a las siguientes: cítricos en general, palto, mango, lúcumo, papayo, piña,
banano, plátano, maracuyá, granadilla, etc.
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Posteriormente ocurre amarillamiento y caída del follaje. Las yemas, al final del otoño,
han alcanzado ya, por lo general, su estado dormante.
Invierno. Bajo la influencia del frío del invierno se producen cambios celulares
metabólicos que culminan con la ruptura de la dormancia de las yemas. Desde el
punto de vista hormonal se considera que el frío induce la producción y acumulación
de promotores del brotamiento en las yemas.
Germinación. Las semillas botánicas de los caducifolios, al igual que sus yemas,
presentan el fenómeno de la dormancia y para poder germinar requieren de una
previa estratificación húmeda en frío. Además, conservan su poder germinativo por
8
tiempo relativamente largo. Las semillas de los frutales de hoja perenne pueden
germinar inmediatamente después de extraídas de los frutos; pero, por otro lado,
pierden rápidamente su poder germinativo.
Conservación de los frutos. Los frutos de los caducifolios se conservan en frío mejor
y por mayor tiempo que los frutos de los siempre verdes.
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tiempo bajo condiciones de muy poco frío. Probablemente en las condiciones
climáticas en que están creciendo, sus yemas no presenten una verdadera dormancia
o, estando esta presente, las suaves temperaturas bajas son suficientes para
superarla.
c) Uso de defoliantes
Estos productos se aplican como un medio de activar y permitir el brotamiento
uniforme y de un mayor número de yemas que por la dureza e impermeabilidad de
sus capas protectoras o por el insuficiente frío, podrían quedar sin brotar. Esta
práctica es conocida en el país como el «quemado» o «quema» de las plantas.
En la costa peruana la secuencia del ciclo anual y la aplicación de las dos últimas
prácticas anotadas es, por lo general, la siguiente:
Agoste : entre abril y agosto (por dos, tres o cuatro meses)
Poda : agosto o septiembre (antes de aplicación de defoliante)
Aplicación de defoliantes y primer riego: septiembre.
Brotamiento y floración: septiembre-octubre.
Cosecha: febrero-marzo.
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ADAPTACION DE FRUTALES TROPICALES O SIEMPREVERDES A ZONAS MENOS
CALIDAS O CON CIERTO FRIO
5. La calidad de los frutos varía. Esto es más notorio en unas especies que en
otras. Por ejemplo, las papayas, toronjas y algunos cultivares de mango, no maduran
adecuadamente en lugares fríos.
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6. Daños por heladas. El fenómeno de las heladas se presenta con frecuencia en
ciertas zonas frutícolas de importancia en el mundo, como por ejemplo en Florida
(EE.UU.), donde ocasionan daños a frutos, hojas, ramas, etc., y en oportunidades
pueden destruir toda la cosecha, llegando inclusive a matar árboles adultos. En
nuestro país, algunas heladas se presentan en ciertos lugares de la sierra.
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II. CONCEPTOS FISIOLOGICOS
En todos los frutales, sean estos siempre verdes o caducifolios, en algunos momentos
de año y por periodos variados, las yemas de sus ramas no brotan, es decir no abren
para dar lugar a nuevos crecimientos o a floración. Se dice entonces que las yemas
están en reposo. Según las causas que lo originan, se reconocen tres tipos de reposo:
Los dos primeros son reposos bastante simples pues basta suprimir la causa que los
ocasiona para que haya una reversibilidad inmediata de la situación, con el retorno al
crecimiento.
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complejo en sus detalles determinantes íntimos. Como posibles explicaciones,
frecuentemente se hace referencia a:
1. Balances hormonales internos entre promotores e inhibidores del crecimiento.
Entre la copa, parte aérea o sistema caulinar, y la raíz o sistema radicular, que son los
elementos que constituyen la estructura de un árbol frutal, existe una mutua
dependencia.
Las ramas, hojas, frutos y demás constituyentes de la copa, necesitan de las raíces
sobre todo para abastecerse de agua y minerales presentes en el suelo, y a su vez
las raíces dependen de la copa para proveerse de los metabolitos y demás
sustancias que son elaboradas principalmente en las hojas.
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abastecimiento de agua y minerales a la copa puede verse afectado y decrecer hasta
que nuevas raíces se desarrollen y reemplacen a las eliminadas.
De igual manera, si una porción de la copa con follaje activo es podada o eliminada, el
crecimiento radicular también sufrirá un retardo hasta que nuevas ramas y hojas
ocupen el sitio y funcionen en reemplazo de las que se suprimieron.
Este concepto debe tenerse muy presente para poder evaluar parte de los efectos que
produciría en un frutal, la aplicación de labranzas intensas y continuas y de podas
severas.
Son una combinación de muchos eventos a diferentes niveles y que dan como
resultado la producción integral de un organismo. Los dos procesos se encuentran
íntimamente relacionados y su ocurrencia a menudo tiene lugar en forma paralela e
interdependiente uno del otro.
Es posible que pueda haber crecimiento sin desarrollo y desarrollo sin crecimiento,
pero a menudo los dos están combinados en un solo proceso.
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El crecimiento y desarrollo de los tallos, raíces y otros órganos o estructuras, tienen
lugar a partir de tejidos compuestos de células indiferenciadas en proceso de activa
división. Son los tejidos meristemáticos o simplemente meristemas.
Los meristemas localizados en los ápices de las raíces y tallos, responsables del
crecimiento en longitud y la formación de hojas y de yemas terminales, son los
meristemas apicales.
Igualmente, las yemas en las axilas de las hojas se forman a partir de los conocidos
como meristemas axilares
El incremento en grosor tiene lugar a partir de otro tipo de meristema conocido como
cambium, que en las dicotiledóneas se ubica entre el floema y el xilema. El grado de
actividad del cambium, que es variable a través del año, es un factor de mucha
importancia en el prendimiento de los injertos.
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El fenómeno más notable es la dominancia apical. Al iniciarse el brotamiento es la
yema apical o esta y las axilares más apicales las que acaparan el vigor de
brotamiento.
Igualmente en brotes en crecimiento, los ápices terminales y las hojas jóvenes inhiben
el desarrollo de las yemas axilares. A esto se debe el concepto ampliamente
generalizado y aceptado que los árboles frutales crecen por las puntas o ápices de
las ramas.
Se piensa que es la auxina producida por el ápice del brote la que inhibe el
crecimiento de las yemas axilares. Igualmente se cree que son otros factores
específicos o inhibidores los responsables de la inhibición correlativa de las yemas.
También se postula que entre las yemas dominantes y el brote que las contiene se
desarrollan conexiones vasculares muy eficientes. Finalmente otra hipótesis
sostiene que la dominancia apical es el resultado del transporte preferencial de
nutrientes hacia el ápice en crecimiento.
2.5. JUVENILIDAD
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Algunos otros rasgos morfológicos y fisiológicos del estado juvenil en algunos frutales,
aparte de la falta de floración, son: la ausencia de vellosidades, la forma lobulada de
sus hojas, presencia de espinas, fácil enraizamiento de sus tallos y la menor
concentración de ARN en sus tejidos.
Se considera que el frutal ha alcanzado su madurez cuando ocurre por primera vez la
diferenciación floral, aunque lógicamente la expresión más evidente de este estado
es la floración, es decir la presencia de flores sobre el árbol. A partir del momento en
que un árbol ha madurado, la diferenciación floral normalmente ocurrirá en forma
periódica en algún momento durante el ciclo anual del frutal.
La edad necesaria para que en un frutal ocurra el cambio de una condición vegetativa
a reproductiva, varía significativamente según la especie y/o el cultivar. Es decir está
bajo control genético. Sin embargo, muchos factores externos pueden influenciar
marcadamente sobre el proceso.
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Previo a este cambio morfológico ocurre un cambio fisiológico y bioquímico a nivel
meristemático conocido precisamente como «inducción del meristema» o
«evocación floral» (para diferenciarlo de la simple «inducción» que en plantas
fotoperiódicas ocurre en las hojas como respuesta al estímulo luminoso).
Los mecanismos de estos procesos son hasta ahora desconocidos. Parece sin
embargo que están relacionada con un complicado equilibrio hormonal interno en el
ámbito de la propia yema, y con una serie de efectos correlativos (o interacción
entre órganos), sobre los cuales influyen factores ambientales, nutricionales,
fisiológicos y genéticos.
En los árboles frutales, como es obvio, existe una relación cuantitativa inversa entre
las yemas florales y las vegetativas.
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Normalmente, el número de flores y finalmente de frutos de un árbol adulto será el
resultado de ajustes progresivos que la planta realizará en función de la distribución
de los recursos que posea, entre el crecimiento vegetativo y la producción.
Pero por otro lado, la producción es, en gran medida, dependiente del crecimiento por
cuanto este significa, entre otras cosas, formación de nuevos brotes y tallos y
renovación constante de hojas, con la consiguiente formación de nuevas yemas o
estructuras florales. Por ejemplo en mangos es frecuente asociar, en parte, la
alternancia en la producción con la inadecuada renovación del follaje.
Tal como se muestra en la figura 2, cada una de estas partes está conformada por
material genético diferente, por lo que muchas veces se encuentran capacitadas de
distinta manera para el cumplimiento de determinada función.
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carga genética original, (salvo eventuales mutaciones somáticas); de manera que el
fruto producido por una planta injertada tendrá las características propias de la
especie y cultivar correspondiente a la planta madre de la cual se extrajeron las
yemas, al margen del patrón sobre el cual se haya realizado la injertación.
Es decir, no existe mezcla de características de los frutos del patrón y del injerto.
Por ejemplo un limonero Sutil injertado sobre mandarina Cleopatra, Limón Rugoso o
mandarina ‘Sunki’ producirá en los tres casos frutas de limón Sutil con todas las
características generales de la planta yemera. Sin embargo, existen influencias
recíprocas entre el patrón y el injerto que pueden alterar algunos caracteres
originales de una u otra parte de la planta
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Bajo ciertas circunstancias, y por alguna razón que lo justifique se recurre a la
utilización de un injerto intermedio o «puente» entre las dos partes. En estos casos
el injerto intermedio tiene también alguna participación dentro del esquema de las
influencias recíprocas aludidas, algunas de las cuales se detallan a continuación.
Sin embargo, entre las más evidentes y fáciles de cuantificar se pueden mencionar a
las siguientes:
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En cítricos, el naranjo trifoliado, y en menor grado sus híbridos, reducen el tamaño
de copa de las especies y/o cultivares injertados sobre ellos, en comparación con los
otros portainjertos. En cuanto a los dos patrones más utilizados en nuestro medio, la
mandarina “Cleopatra” y el limón rugoso, a pesar que ambos confieren
aproximadamente el mismo vigor final, inicialmente el crecimiento de la copa es
mucho más vigoroso sobre el limón rugoso.
2. Precocidad en la fructificación.
3. Calidad de fruta.
Algunos aspectos de calidad, tanto interna como externa, pueden ser alterados por
influencia del patrón.
En el Perú existen evidencias de que el manzano silvestre confiere mejor calidad que
el membrillero a los frutos de los cultivares comerciales que se injertan sobre ellos.
23
INFLUENCIA DEL INJERTO SOBRE EL PATRON
El estudio de estas influencias es más difícil de llevar a cabo, por cuanto las
evaluaciones hay que realizarlas en el sistema radicular, lo cual supone en la mayoría
de los casos, grandes y complicadas remociones de terreno.
Por otro lado, el injerto puede influir sobre la selectividad en la absorción y transporte
de iones por parte del patrón. Así, el limón rugoso por ejemplo, absorbe mayor
cantidad de boro cuando tiene como copa a la naranja 'Valencia'.
De acuerdo a los órganos sexuales presentes, las flores de los frutales pueden ser:
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c) Pistiladas. Al contrario de las anteriores, son los pistilos los únicos órganos
sexuales que los tienen convenientemente formados. Se les conoce también como
flores femeninas.
En las diversas especies frutales, una o más de estas tres clases de flores pueden
distribuirse, de distinta manera, dentro de una misma planta o en individuos
diferentes. Esto da lugar a que se consideren los siguientes tipos de plantas:
1. Plantas hermafroditas
Son aquellas que poseen en su totalidad flores perfectas o hermafroditas. Dentro de
este grupo se ubican frutales de gran importancia como los
cítricos en general, paltos, manzanos, perales, durazneros, tunales, etc.
2. Plantas monoicas
Cuando en una misma planta se encuentran flores estaminadas y flores pistiladas
ubicadas en diferentes lugares. Es el caso del pecano, nogal, avellano, castaño, etc.
3. Plantas dioica
Son aquellas en las que hay unas plantas que sólo tienen flores
estaminadas y otras que únicamente poseen flores pistiladas. Esto da lugar a la
existencia de las comúnmente llamadas plantas «macho» y plantas «hembra». A este
tipo pertenecen la palmera datilera, el pistacho, y el kiwi.
Además, hay algunas especies que no se ubican completamente dentro de uno u otro
de los grupos descritos, como el mango donde en una misma planta existen flores
hermafroditas y estaminadas o como el banano y plátano que presentarse los tres
tipos de flores en una sola planta. Inclusive hay especies como el papayo que son
dioicas y hermafroditas a la vez.
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1. Plantas autofértiles.
La mayoría de los cultivares autofértiles pueden además ser fertilizados por el polen
de otros cultivares de la misma especie. Incluso en algunos casos, como en los
cítricos, es posible que haya también fertilización con el polen de otras especies o
géneros.
2. Plantas autoestériles.
Por otro lado, también existen especies o cultivares autoestériles que tienen la
capacidad de desarrollar sus frutos comerciales partenocárpicamente. En este caso
ya no será necesario la instalación de plantas polinizantes.
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2.11. PARTENOCARPIA
Término que define, de manera general, a un fruto sin semilla. Existen especies
cuyos frutos comerciales son exclusivamente partenocárpicos, como la piña, el
banano y el plátano. En otros, sólo algunos de sus cultivares presentan esta
particularidad, es el caso de “Washington Navel” en naranjos, “Thompson
Sedles” en vides, “Esparta”' en paltos, etc.
También hay frutales en los cuales sus frutos comerciales normalmente poseen una o
varias semillas, pero que eventualmente son capaces de producir algunos frutos
partenocárpicos. Estos, en la mayoría de los casos son más pequeños que los
normales, por ejemplo los llamados «cuaresmeros» en mango o los «dedos» en
palto; algunos, como ciertas manzanas o peras pueden desarrollar hasta alcanzar un
tamaño prácticamente normal.
1) LOS CITRICOS
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a) Óvulos y/o polen no funcionales. Es el caso del naranjo 'Washington Navel' y la
mandarina 'Satsuma', que tienen el 100 % de su polen estéril y sólo algunos de sus
óvulos pueden ser funcionales; de la lima ácida “Tahití” o “Florida”, que por su
carácter triploide es totalmente estéril; de la toronja “Marsh” que posee el 70 a 90 %
de su polen funcional y unos pocos óvulos fértiles.
En estos casos puede ser necesario el uso de polinizantes para una adecuada
producción de frutos, aún cuando la 'Clementina' en climas suaves y sin mayores
variaciones puede llegar a rendir cosechas aceptables partenocárpicamente, sin
polinizantes.
Como cultivares recomendables a interplantar, cuando sea necesario, para los tres
casos, se tienen al tangor “Temple” y la mandarina “Dancy”.
2) EL PALTO
Las panículas pueden terminar en una yema vegetativa que dará lugar a un brote,
originando lo que se conoce como una inflorescencia indeterminada, o puede
terminar en una flor, en cuyo caso no habrá formación de brote en el ápice de la
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inflorescencia, dando lugar a una inflorescencia determinada. En todos los
cultivares de palto, las flores individuales son sexualmente perfectas. ( figura 3 ).
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Las aperturas florales ocurren en forma cíclica, de tal manera que en determinado
momento, durante el periodo de floración, todas las flores abiertas de un cultivar
estarán funcionando como femeninas (con sus pistilos receptivos), mientras que en
otro momento, todas las flores abiertas de ese mismo cultivar se encontrarán
funcionalmente como masculinas (con sus estambres emitiendo polen).
Las flores de los cultivares de la clase B abren por primera vez en la tarde, cierran en
la noche, y en la mañana del otro día abren como masculinas.
Al margen de esta posibilidad, que puede ser muy errática, para asegurar una
adecuada polinización, en plantaciones comerciales debe de considerarse como
indispensable intercalar a manera de polinizantes, cultivares que tengan
comportamientos sexuales recíprocos y que floreen en la misma época, así como la
instalación de una o dos colmena de abejas por hectárea.
Entre los principales cultivares comerciales, que se reportan como del grupo A se
tienen a los siguientes: 'Hass', 'Collinred', 'Choquette', 'Gottfried' y 'Villacampa'.
Dentro del grupo B se pueden mencionar a 'Fuerte', 'Nabal', 'Zutano', ‘Bacon’, 'La
Molina I' e 'Itzamna'.
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3) EL MANGO
Como sucede en los paltos, las flores se localizan en panículas que son ramificadas y
contienen entre 300 y 7,000 flores cada una. Las inflorescencias nacen normalmente
de las yemas terminales en brotes de un año. Cuando estas yemas son destruidas o
han producido panículas donde por alguna razón no se ha formado fruto, suelen
crecer otras panículas a partir de las yemas laterales más cercanas al ápice y
constituyen lo que se llama la «segunda floración».
Las inflorescencias del mango poseen dos tipos de flores: perfectas y estaminadas,
(ver figura 4 ). La proporción de ellas varía entre cultivares y también de un año a otro.
Como regla general las flores perfectas constituyen normalmente sólo una pequeña
parte del total.
En muchos cultivares, como el 'Haden' por ejemplo, las flores perfectas se ubican en
su mayoría en el ápice de las inflorescencias y pueden ser polinizadas por el polen de
los estambres de la misma flor o por el polen de otras flores.
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Figura 4 . Flores del mango.
4) EL OLIVO
Las flores del olivo, que se agrupan en panículas axilares o terminales y nacen sobre
ramas de un año, se considera que son hermafroditas. Sin embargo básicamente son
masculinas con distintos grados de desarrollo del pistilo, por eso algunos botánicos
clasifican esta especie como Andromonoica.
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bastante susceptibles al aborto de los ovarios cuando durante la floración se
presentan vientos secos y altas temperaturas.
5) EL PAPAYO
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Figura 5. Tres tipos típicos de flores de papayo.
A: Masculina B: Hermafrodita elongata C: Hermafrodita pentandra D: Femenina
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6) EL PECANO
Esta especie es monoica y su hábito de floración tiene gran similitud con el del nogal.
Las flores masculinas se ubican sobre inflorescencias que nacen de yemas axilares
que son yemas compuestas localizadas en ramas que crecieron la campaña anterior,
es decir de un año de edad. En cada nudo de este tallo existen normalmente más de
una de estas yemas.
Dentro de cada una de ellas hay un total de cuatro ápices florales y uno vegetativo. A
partir de cada yema o ápice floral de la yema compuesta, desarrollan tres
inflorescencias conocidas como amentos. Cada uno de los cuales se inserta en un
pequeño eje que se forma como consecuencia del crecimiento global (aunque
bastante limitado) de la yema compuesta.
Previamente, poco antes del brotamiento y sobre el meristema apical de este ápice,
tendrá lugar la diferenciación floral que culminará después, en la misma campaña, con
el crecimiento y desarrollo de las flores femeninas o pistiladas en el ápice del brote
nuevo.
Estas se agrupan generalmente en número de tres y cada una de ellas está rodeada
por un involucro (ver figura 6).
La polinización y fecundación tiene lugar por acción del viento, que puede llevar el
polen, que es producido en grandes cantidades, hasta a un kilómetro de distancia.
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Figura 6. Ubicación de las flores en el pecano.
A: Rama crecida la campaña anterior, en descanso. Antes del brotamiento.
B: El mismo brote después del crecimiento de primavera.
Los árboles de pecano presentan heterodicogamia, es decir que hay cultivares que
presentan protoandría y otros que, como los paltos, son protogíneos. Cuando un
huerto posee un buen número de árboles, aunque sea de un mismo cultivar, es
posible que exista suficiente superposición en la liberación del polen y la
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receptividad de los pistilos entre las distintas plantas, como para lograr una
fecundación y cosecha normales.
7) LA HIGUERA
Pueden así mismo formarse a partir de las yemas axilares más próximas al ápice, en
ramas del año anterior; en esta caso los frutos reciben la denominación de brevas,
son los primeros en aparecer y desarrollan al empezar la campaña, constituyendo la
llamada primera cosecha.
Los árboles de otros cultivares no desarrollan sus frutos sin previa polinización. Este
proceso es conocido como caprificación y es realizado por una pequeña avispita
llamada Blastophaga.
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Figura 7. Fructificación de la higuera.
A: Rama crecida la campaña anterior. Antes del brotamiento
B: La misma rama después del brotamiento.
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Hay otro grupo de cultivares, los del tipo San Pedro, que combina las características
de los tipos común y Esmyrna. Los frutos de la primera cosecha o brevas son
partenocárpicos, mientras que los higos de la segunda cosecha no terminan su
desarrollo y caen, a menos que hayan sido previamente polinizados y fecundados, tal
como ocurre con los del tipo Esmyrna.
8) EL CHIRIMOYO
Las yemas laterales, están totalmente cubiertas por la base del pecíolo de las hojas,
y no pueden brotar hasta que estas caigan.
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El fruto es un agregado o sincarpio, formado por la fusión de los pistilos y el
receptáculo floral.
Esta especie presenta dicogamia y protoginea. Los estigmas son receptivos más o
menos 24 horas antes que el polen se libere, y cuando esto último ocurre, los
estigmas ya no son receptivos. Como consecuencia de lo anterior, las posibilidades
de autofecundación son bastante limitadas.
9) EL MANZANO
El grado de autofertilidad es una característica de cada cultivar, pero que puede variar
considerablemente con la edad y vigor de las plantas así como con el año, la
localidad, etc.
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El manzano 'Jonathan' por ejemplo, en algunos lugares de Estados Unidos y
Australia, cuando los suelos tienen un contenido mediano de nutrientes, se comporta
como autofértil, mientras que en suelos más ricos se manifiesta como autoestéril.
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III. FACTORES MEDIO AMBIENTALES
Los factores del medio ambiente, constituidos por el clima y el suelo, conjuntamente
con las labores culturales constituyen los llamados factores externos de la
producción.
Cada especie frutal, y aún en algunos casos cada cultivar, presenta determinadas
exigencias de clima y suelo en las que puede desarrollar y producir mejor. Sin
embargo, en la práctica, no siempre se encuentran todas ellas reunidas en el lugar de
la plantación. Las posibilidades de éxito serán mayores cuanto mayor sea el número
de condiciones favorables de clima y suelo existentes. Esto determina un concepto
conocido como «factor al mínimo» según el cual, el factor limitante en la producción
es aquel que se manifiesta como menos favorable.
3.1. CLIMA
Se puede definir como la influencia media que ejerce una serie de factores como
temperatura, luz, humedad, vientos, etc., para determinar condiciones especiales en
una zona o localidad.
Las posibilidades de una modificación del clima por parte del hombre son sumamente
restringidas. Puede llegar a atenuarse algunos de los factores climáticos, pero con
grandes esfuerzos y altos costos económicos, y no siempre se obtiene el éxito
esperado.
3.1.1. TEMPERATURA
Es la medida sensible del calor y del frío. El calor es una forma de energía que se
origina al ser reflejada, en ondas largas, la energía lumínica que llega del sol en
ondas cortas.
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La temperatura juega un papel importante en todos los procesos químicos, físicos y
biológicos, puesto que su intensidad guarda relación directa con la velocidad de las
reacciones.
En una misma zona geográfica, las temperaturas pueden sufrir modificaciones por
una serie de influencias; así por ejemplo, las temperaturas medias disminuyen con el
aumento de la altitud (aproximadamente 0.6°C por cada 100 metros de elevación
sobre el nivel del mar).
Así mismo en los cítricos, las temperaturas óptimas para el crecimiento y floración
son relativamente elevadas, sin embargo para el proceso de decoloración de los
frutos, aquellas son mucho más bajas. Existen algunos otros conceptos importantes
con relación a la temperatura, entre los que pueden mencionarse los siguientes:
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1. Daños por frío
Se presentan tanto en siempre verdes como en caducifolios y están relacionados con
las temperaturas mínimas invernales y la presencia de heladas. Los daños directos
más grandes son aquellos que significan muerte de los tejidos por formación de hielo
dentro de ellos.
En los daños por congelación, el hielo tiende a formarse inicialmente en los espacios
intercelulares, luego el agua de los protoplastos puede ser congelada o absorbida por
el hielo intercelular.
En los tejidos que tienen algo de resistencia a las heladas, ocurre la segunda
posibilidad anotada y el agua congelada es pura, pues las sustancias disueltas
permanecen dentro de las células, en las que la solución se hace cada vez más
concentrada. La célula va reduciendo su tamaño y distorsionándose por la presión
externa del hielo. Esto puede no causar daño, y el tejido será capaz de recuperar
después su normalidad total.
La resistencia al frío en una característica que varía según diversos factores como
especie, cultivar, edad de las plantas, grado de actividad, órganos presentes y grado
de desarrollo de estos, estado nutricional, etc.
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En frutales siempre verdes, la presencia de heladas en cualquier momento
ocasiona daños significativos. Temperaturas inclusive por encima del punto de
congelación, pueden ser perjudiciales para muchos frutales tropicales, en los que
pueden presentarse los llamados «daños por enfriamiento».
En esta época, en climas templados, los daños pueden incluir destrucción de yemas y
de tejidos conductores en las ramas jóvenes y en la unión del injerto, destrucción de
raíces, etc.
Las raíces no son tan resistentes al frío como algunas otras partes de la planta;
pero en compensación a ello, el suelo se enfría más lentamente que el aire y además
hay una cierta cantidad de calor que asciende desde el subsuelo.
Cuando los caducifolios están en actividad, los daños por heladas casi siempre son
graves.
Para la mayor parte de las especies caducas, los límites de resistencia durante el
periodo de floración se ubican, aproximadamente y en promedio, dentro de los
siguientes valores: -5°C en la fase previa a la aparición de los pétalos, -3°C en la
aparición de los pétalos, -1.5°C en plena floración.
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2. Requerimientos de frío
Hay variación en las demandas de unidades de frío entre los distintos cultivares de las
especies caducas. En este sentido, pueden considerarse las siguientes categorías:
A) Muy exigentes. Sus necesidades de horas frío se ubican entre 800 a 1,000 o más.
B) Medianamente exigentes. Requieren entre 400 y 600 unidades de frío.
C) Poco exigentes. Cuyos requerimientos son menores de 400 unidades de frío.
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3. Requerimientos de calor
1) MANZANO
a) Resistencia al frío
En los árboles en actividad, sus órganos son dañados a temperaturas mucho más
elevadas.
Las yemas o botones florales aún cerrados e iniciando el color plateado, pueden
soportar sin mayores problemas hasta -3.9°C, y las flores ya abiertas hasta -2.2°C.
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Los frutos jóvenes sólo pueden soportar hasta -1.6°C, y las raíces pueden morir, en
algunos casos, inclusive a temperaturas de -3°C.
b) Requerimientos de frío
Las yemas florales tienen un requerimiento de frío ligeramente menor que las yemas
foliares. Cuando no se completan las unidades necesarias no habrá brotamiento ni
floración, o ambos serán irregulares y reducidos.
Entre los cultivares americanos más importantes que poseen bajos requerimientos de
frío, se encuentran los siguientes: 'Winter Banana', 'Pettingil', 'Early Mc Intosh'. Como
moderadamente exigentes se clasifican a 'Golden Delicious', 'Red Delicious',
'Gravenstein', 'Yellow Newton', 'Bellflower', etc. Por último, como muy exigentes en frío
se tienen a 'Mc Intosh', 'Macoun Red', 'Red Canadá', etc.
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El proceso de fecundación del ovario de las flores es también afectado por la
temperatura.
La germinación del grano de polen y el crecimiento del tubo polínico ocurren más
rápidamente con temperaturas de 22 a 28°C. La germinación disminuye a los 30°C y
se anula por debajo de 5°C.
Hay así mismo cierta influencia de la temperatura en la forma de los frutos. Cuando
las temperaturas son frías durante las tres a cuatro semanas después de la floración,
los frutos tienden a ser más oblongos.
2) DURAZNEROS
a) Resistencia al frío
Sin embargo, después que las yemas florales han hinchado, un gran porcentaje de
ellas puede morir a -23°C si antes hubieron 5 a 7 días con temperaturas relativamente
elevadas, pero pueden sobrevivir a -29°C, o menos, si antes se registraron días fríos.
En estados iniciales del brotamiento, antes de la apertura de los pétalos, las yemas
pueden soportar hasta -5°C, y en plena floración las flores son dañadas a -3.9°C.
Los frutos en sus primeros estados de desarrollo, aproximadamente hasta que estos
alcanzan un diámetro de 1.25 cm , son más sensibles al frío que las flores abiertas.
b) Requerimientos de frío
Los requerimientos de frío de las yemas vegetativas son más elevados que los de las
yemas florales, y cuando no son debidamente satisfechos, ocurre la abscisión de
estas estructuras.
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Entre los cultivares comerciales más importantes que se reportan como muy
exigentes en frío se encuentran entre otros los siguientes: 'Elberta', 'Dixired',
'Springold' 'Redhaven', 'Ranger', 'Redglobe' y 'Garnet Beauty'.
Existen así mismo, cultivares de bajos requerimientos de frío, muchos de los cuales
tienen gran importancia en nuestro país sobre todo en la zona de la costa. Destacan
entre estos: 'Flordared', 'Flordabell', 'Sharpe', 'Amarillo La Molina' (conocido también
como 'Florida 39'), 'Reliquia' y la nectarina 'Sunred', además del 'Okinawa' que es
utilizado como portainjerto.
1) CITRICOS
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1. Limonero sutil
2. Toronja
3. Naranjo dulce
4. Mandarina
5. Kumquat
2) PALTO
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Raza guatemalteca. Los árboles mueren aproximadamente a -6°C y son fuertemente
dañados a -3°C.
3) MANGO
c) El periodo F-M, al igual que lo anotado para cítricos y paltos, se acorta con
temperaturas promedio elevadas.
4) PAPAYO
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b) Su cultivo en zonas no tropicales trae como consecuencia un desarrollo más lento y
una reducción en la producción total de frutos.
c) En lugares con temperaturas algo frías, los frutos son pequeños y de pobre
calidad interna, que se manifiesta por un sabor insípido, debido a la falta de una
adecuada translocación de los azúcares. Igualmente, en estas condiciones, las
plantas hermafroditas tienden a tener polen estéril y se producen, además,
malformaciones en las flores y en los frutos.
5) PIÑA
3.1.2. LUZ
Para el caso de los árboles frutales, de los procesos fisiológicos influenciados por la
luz, tiene una mayor importancia relativa el relacionado con la fotosíntesis. Los
compuestos de Carbono que derivan del azúcar sintetizada en los cloroplastos de las
hojas, constituyen más del 90 % del peso seco de los árboles.
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La glucosa y la fructosa aparentemente son los primeros azúcares en ser sintetizados
durante la fotosíntesis, y luego se transforman rápidamente en sacarosa y almidón.
Este último compuesto es importante porque es la principal forma en que los hidratos
de carbono que no son empleados en el crecimiento y la respiración, se acumulan en
los leucoplastos.
3. Raleo de frutos. Se realiza para regular el número de frutos a fin de lograr, entre
otras cosas, una mejor utilización de la capacidad fotosintética de la planta.
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tanto la poda de formación, que da lugar a la estructura arquitectónica de la planta,
como las podas de limpieza y cultural.
3.1.3. LLUVIA
a) Riego supeditado en forma total al uso del agua de los ríos, lagunas, pozos,
etc.
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b) Riegos supeditados exclusivamente al agua de las lluvias.
Las plantaciones sujetas a este sistema están localizadas en las regiones donde
existen precipitaciones pluviales más o menos bien distribuidas todo el año. En el
Perú, es el caso de la selva baja que corresponde al trópico húmedo. También se
presenta en muchos huertos ubicados en la selva alta (trópico seco), a pesar que las
estaciones de lluvia son seguidas de estaciones secas, en forma alternada y sucesiva.
Es un sistema mixto, es decir utiliza las lluvias durante unos meses del año y luego,
durante la estación seca, se recurre a la irrigación. Este sistema es propio de zonas
con lluvias insuficientes o con estaciones pluviales cortas. En nuestro país es lo que
ocurre en la zona de la sierra, y sería también lo más recomendable para la selva alta
donde, normalmente, de mayo a agosto no hay lluvias.
1. Decrecen o son nulas las necesidades de irrigación. Esto baja los costos en agua,
infraestructura de riego y mano de obra.
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4. Se agravan los problemas de erosión, sobre todo en terrenos desnudos y con
pendiente pronunciada.
5. Impide la acción de insectos polinizadores.
6. Arrastra el polen y diluye las secreciones estigmáticas.
7. Cuando es insuficiente, pueden haber pérdidas de la producción, las cuales se
acentúan a medida que más se dependa de la lluvia como fuente de agua.
3.1.4. VIENTOS
Un método para atenuar los efectos de los vientos es el empleo de las barreras
rompevientos que de preferencia deben ser instaladas antes de realizar la
plantación.
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Las plantas usadas como barrera rompevientos deben de estar ubicadas más o
menos a diez metros de la plantación, y se establecerá una barrera cada 200
metros, aproximadamente.
3.2. SUELO
Dentro de las múltiples características de este componente del medio ambiente, que
pueden estudiarse en relación con los frutales, merecen especial atención las
siguientes:
Sin embargo, otras características del suelo deben de ser analizadas en función de
las exigencias o tolerancias de cada especie o aún de cada cultivar. Así, en lo que
respecta a la salinidad hay una gran variación en el grado de tolerancia que
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presentan las diversas especies frutales. Entre las más resistentes a condiciones
salinas podemos mencionar a la datilera, el olivo y la higuera, y en el otro extremo,
como una de las más susceptibles, se ubica el palto.
Si la reacción del suelo tiende a ser demasiado alta, se puede lograr cierta mejora
empleando fertilizantes ácidos en lugar de los de naturaleza alcalina. Si no es
suficiente puede recurrirse a una sal ácida como sulfato de fierro por ejemplo.
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