Qué Es El Reciclaje
Qué Es El Reciclaje
¿Te has preguntado alguna vez cómo son los diferentes tipos de reciclaje de acuerdo a los
materiales que existen? Cada material pasa por un proceso de reciclaje diferente y en este artículo
hablaremos brevemente sobre el tipo de reciclaje al que se somete cada material.
Reciclaje de plástico
El plástico es un material no biodegradable, que tarda más de 200 años en degradarse cuando se
libera en la naturaleza. El proceso de reciclaje del plástico consiste en recolectarlo, hacer una
selección y clasificarlo. Posteriormente se limpia y se trocea para finalmente proceder a fundirlo.
Éste luego se utilizará como materia prima en la fabricación de nuevos objetos de plástico
Reciclaje de papel
El papel sí es un material biodegradable, pero como es uno de los materiales más utilizados en
todo el mundo, es muy conveniente reciclarlo en lugar de obtenerlo de su fuente natural, la madera
de los árboles. En el proceso de reciclaje del papel, éste se tritura y se somete a tratamientos para
disgregar las fibras de celulosa que lo forman y convertirlo en pasta de papel, que se utiliza como
materia prima en el proceso de fabricación del papel.
Reciclaje de vidrio
El vidrio es probablemente el material que mejor se adapta al reciclado ya que puede ser
reutilizado y procesado una cantidad infinita de veces. Cuando el vidrio es sometido al proceso de
reciclaje se ahorra hasta un 30% de la energía necesaria para la producción de vidrio nuevo.
El reciclaje de baterías y pilas resulta muy importante para el cuidado del medio ambiente, ya que
generalmente éstas son fabricadas con materiales contaminantes como metales pesados y otros
compuestos tóxicos que son muy nocivos si se liberan en la naturaleza. Al reciclarlos se evita el
peligro de que lleguen al medio ambiente y se ahorra en los procesos de fabricación.
Reciclaje de aluminio
Permite ahorrar energía de forma significativa. Es menos costoso reciclar un material que fabricarlo
desde cero, como ocurre por ejemplo con el vidrio.
Reciclar ayuda a evitar la explotación de los recursos naturales. El reciclaje hace posible que los
materiales originales puedan ser aprovechados con un nuevo uso, sin que sea necesario volver a
usar recursos naturales para fabricarlos.
Se evitan los métodos de extracción de recursos naturales, que son invasivos y contaminantes. El
reciclaje permite no sustraer nueva materia prima para fabricación y se puede simplemente reciclar
la materia existente.
Se conserva el medio ambiente ya que permite reducir la cantidad de desechos sólidos que llegan
a los vertederos. Esto hace posible que los vertederos ocupen menos espacio e incluso puedan
llegar a cerrarse, evitando el impacto negativo que causan sobre el medio ambiente.
Permite alargar la vida útil de los vertederos, ya que se llenan a un menor ritmo evitando que se
abran más vertederos.
Si depositamos los desechos que generamos en el contenedor correspondiente para que sean
reciclados se reducen los costes de recolección y clasificación de los residuos, ya que son las
personas las que ayudan a realizar dicha labor.
En algunos centros de reciclaje ofrecen una compensación económica por llevar material
reciclable, como latas y botellas de plástico, por lo que puedes obtener un pequeño ingreso extra
reciclando.
Y en esa reflexión entran en juego las famosos 5R -reducir, reparar, reusar, recuperar y reciclar-
para intentar dar la batalla por el planeta.
Reducir
Evitar la compra compulsiva, por ocio o aburrimiento. Antes de pasar por caja con la prenda, es
importante pensar si de verdad se necesita y si finalmente es una compra necesaria apostar por
prendas hechas con materiales ecológicos o fabricadas con reciclados, que garanticen el comercio
justo.
Reparar
Seguro que ese zapato, cinturón o bolso no está lo suficientemente roto o viejo como para que no
se pueda reparar. Muchas prendas vuelven a la vida útil, tienen solución con un pequeño arreglo y
pueden alargar su servicio.
Estos gestos que contribuyen a reducir las emisiones de CO2 o las microfibras de plásticos que se
vierten a los océanos, además de dar auge y protagonismo al sector de la reparación.
Recuperar
Reusar
Como antiguamente, el hermano pequeño hereda la ropa del mayor. Prendas y calzado que se
queda pequeño se puede donar entre hermanos, intercambiar o vender o bien donarlos a
organizaciones solidarias que puedan distribuirlos allá donde se necesite. Todo puede tener una
segunda, tercera o cuarta vida antes de que acabe en un vertedero.
Reciclar
El ciclo de consumo compulsivo en el que se encuentra la sociedad conduce a jubilar las prendas
antes de tiempo sin apenas ruborizarnos, lo que se traduce en tirar dinero y generar toneladas de
basura, que casi nunca van al contenedor de reciclaje.
La salud de la Tierra no puede esperar. Todos nosotros, con independencia del campo en el que
nos desenvolvamos o de las labores que realicemos a diario, debemos involucrarnos de manera
activa para frenar los problemas que amenazan el medioambiente.
Reciclar es una de las acciones que podemos poner en práctica para ello. Sin embargo, debemos
empezar por echar por tierra algunas excusas como la falta de espacio en casa o la gestión de
varios cubos a la vez. ¿Cuáles son las consecuencias de no reciclar? Veamos algunas de las más
notorias:
1) Falta de espacio para el tratamiento de residuos
3) Aumento de la polución
Los desechos o materiales que no se reciclan deben ser incinerados en el menor tiempo posible.
Esto genera cenizas y gases tóxicos que aumentarían los niveles de contaminación en el aire,
generando a su vez problemas respiratorios para los habitantes de ciudades o regiones enteras.
Pero no es solo eso; también habría un aumento de los gases de efecto invernadero, que elevaría
la temperatura media de la Tierra e incidiría directamente en el calentamiento global.
Para conseguir los recursos naturales que satisfagan la demanda de productos, que sin el reciclaje
sería cada vez mayor, las empresas tendrían que irrumpir en los ecosistemas que hasta el
momento se han mantenido vírgenes. Es decir, aumentaría la deforestación de bosques y reservas
naturales, el uso de productos químicos y conservantes y, por tanto, la desaparición de especies
animales y vegetales que tienen como hábitats estos espacios.
El reciclaje es un gesto muy simple y útil con el que contribuimos a la mejora del medio ambiente.
La cantidad de nuevas materias primas para la fabricación de nuevos productos, así como todo el
proceso de extracción, transporte, elaboración y gasto energético disminuye al reutilizar los
residuos que generamos. Asimismo se evita que estos residuos acaben en los vertederos, que
además de estar cada vez más saturados, tienen un enorme impacto ambiental. Por tanto, el
reciclado también contribuye a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, beneficiando
así al medio ambiental al reducir el consumo de materias primas.