El Baile Flamenco, Origen, Evolución y Actualidad

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EL BAILE FLAMENCO

ORIGEN, EVOLUCIÓN Y
ACTUALIDAD
Curso académico 2021-2022

Evolución histórica del repertorio

Coreografía e Interpretación

Baile Flamenco

Anna Villacampa Gómez


ÍNDICE

1. INTRODUCCIÓN

2. ESTADO DE LA CUESTIÓN

3. ORIGEN Y CONTEXTO HISTÓRICO

4. PRIMEROS CANTES Y BAILES

5. FANDANGO, BAILE DE INDIANOS

6. ESCUELA BOLERA, BAILE FLAMENCO

7. EL APRENDIZAJE, DE LA TRANSMISIÓN FLAMILIAR A LOS


CONSERVATORIOS

8. S. XX CREATIVIDAD

9. CONCLUSIONES

2
EL BAILE FLAMENCO
Origen, evolución y actualidad

1 INTRODUCCIÓN

El Flamenco, reconocido desde 2010 como Patrimonio Inmaterial de


la Humanidad, es uno de los cuatro pilares de la Danza Española. El
estudio de sus orígenes ha dado lugar al desarrollo de varias teorías
que confluyen en la génesis a partir de la participación, intercambio,
influencia y convivencia de diversas culturas en la Baja Andalucía y
territorios colindantes durante varios siglos.

Emprendo este estudio para comprender el complejo proceso de


evolución que ha llevado al reconocimiento internacional de esta
expresión artística en la actualidad.

Sus orígenes remotos se remontan a finales del s. XV coincidente con


la llegada y asentamiento desde la India de grupos nómadas. Es
necesario conocer el substrato musical y dancístico durante el
periodo pre-flamenco y las sucesivas aportaciones que han nutrido
esta expresión artística en diversos periodos de la historia para
comprender la actual riqueza y florecimiento.

La carencia de textos específicos durante un largo periodo


comprendido desde sus inicios hasta casi entrado el s. XIX nos obliga
a indagar en referencias aparecidas en la literatura, textos de otra
índole, pinturas y otras fuentes de información histórica. A pesar de
esta circunstancia, común otros estilos de danza, podemos inferir su
inicio en S XVI en grupos reducidos de étnia gitana, utilizado en

3
celebraciones y eventos familiares. Hasta el s. XVIII no encontramos
referencias a la exhibición pública de dicha expresión artística,
denominados” bailes gitanos”.

Sabemos también por múltiples referencias de la influencia musical


de los moriscos y judíos asentados en la península, así como de los
esclavos africanos que participaron en la conquista de América, que
llegaron a conformar un diez por ciento de la población de ciudades
importantes como Sevilla y Cádiz durante los s. XVI y SXVII. Estos
últimos tuvieron especial importancia en la evolución dancística del
momento tanto en la danza popular, como en la danza cortesana de la
época.

La aparición de las Jacarandas escandalizó por su picardía y


atrevimiento las cortes de durante los SXVI y SXVII. En este caldo de
cultivo el género y también su puesta en escena fue evolucionando
desde los bailes de Cascabel, los Bailes de Candil a los Cafés
Cantantes.

La liberación para el baile y sobre todo para la danza culta que


supuso el paso del gustos y usos del periodo Barroco al Romántico
durante la primera mitad del sXIX dio lugar a una diversificación de
estilos, Se simplificaron los vestuarios pelucas y se prescindió del uso
de máscaras habituales hasta la época., liberando el movimiento de la
pesadez e incomodidad de los vestuarios propios del barroco.

Tanto en las Danzas de Corte cómo en las danzas que habitualmente


aparecían como entremés en las obras presentadas en los Teatros,
hubo un paulatino abandono de las formas francesas e italianas que
tanta influencia tuvieron en siglos anteriores para reivindicar la
forma castiza.

Taconeos, uso de castañuelas, mayor movilidad del torso y el braceo


son unas de las características diferenciadoras de este “danzar a la
Española” que, si bien ya era popular en toda Europa, vivió un
momento de máximo florecimiento.

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En ese periodo el modelo de Majos Andaluces fue predominante y a
pesar de encontrar una fuerte oposición desde a finales de siglo s. XIX
y a principios del s. XX con el movimiento de la Generación del 98. Su
uso ya era tan popular que fue imparable, de las Danzas Boleras y el
Baile Flamenco surgió, con la influencia de los folklores populares de
las Regiones Españolas, el último de los cuatro géneros en cristalizar,
la denominada Danza Española o Estilizada.

Ilustración Bailes del Candil s. XVII

2 ESTADO DE LA CUESTIÓN

A la hora de abordar el estudio de la danza en el pasado, nos


encontramos siempre con la enorme dificultad de encontrar
documentación escrita, es difícil transcribir los pasos de baile aun
cuando estos cuentan con una nomenclatura específica. En el caso
que nos ocupa la dificultad es mayor ya que hasta el s. XX no
contamos con ningún tratado específico del género, siendo el primero
escrito por Vicente Escudero a mediados de siglo, incluyendo

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exclusivamente el baile de hombre. Esta característica popular junto
con la falta de interés con la que los estudios de flamencología han
tratado el baile, predominando la historia del cante y la música, hace
que apenas se conserven vestigios de lo que debieron ser los bailes
preflamencos y el baile primitivo. Esto nos obliga a indagar en
literatura, ilustraciones y grabados y textos de todo tipo donde
encontrar vestigios de ese baile flamenco primitivo. Debemos
recordar que a fecha de hoy el flamenco apenas cuenta con una
nomenclatura propia especifíca que nombre y por tanto, fije y
ordene, la infinidad de pasos, secuencias rítmicas, desplazamientos,
braceos y colocaciones que le componen. Es difícil, casi imposible,
definir un repertorio del género hasta el s. XX aunque si podemos
secuenciar el origen de los elementos que a este se han incorporado a
través de los siglos. La investigación resulta tan fascinante por lo rico
y peculiar de la historia que nos ocupa, que a pesar de las dificultades
vale la pena bucear en nuestra historia, para comprender un poco
mejor como se gestó este fenómeno de la transversalidad cultural
único en el mundo.

3 ORIGEN Y CONTEXTO HISTÓRICO

La primera referencia a la presencia de gitanos en España aparace en


salvoconductos expedidos en Zaragoza por el Rey. Alfonso V para
Tomás y Juan de Egipto Menor y sus seguidores en 1420. Estos
nombres reaparecen en el período comprendido entre 1447 y1476
entre Francia y España por lo que deducimos que actuaban cómo
importadores de población gitana. A finales de siglo y siguiendo un
movimiento represor de las conductas y hábitos del pueblo gitano
que recorre las morarquias europeas, los Reyes Católicos obligan a
establecer morada fija y ofrecer vasallaje a un señor, en un primer
intento de acabar con la forma de vida nómada y libre de este pueblo.
Es la primera represión, dado que la que legislación no conseguía
cambiar su forma de vida, fueron numerosos los intentos de control
sobre la población gitana durante los siguientes tres siglos. Llegando

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a su momento más trágico en 1749, con el decreto de Prisión General
de Gitanos emitido por el Marqués de la Ensenada.

En el mismo período se estaba gestando la expulsión definitiva de los


moriscos, realizada en 1603. El reino estaba en un proceso de gran
expansión y crecimiento desde el descubrimiento de América. La
corte y la iglesia invertían y representaciones religiosas donde
participaban bailarines y músicos gitanos. Son amplias las referencias
en la literatura y otros textos. También desarrollaban
reinterpretaciones de los cantes y danzas populares.

“hay que recordar que los gitanos habían

Entrado en España a mediados del siglo XV, y ya en los

Tiempos de la expulsión de los moriscos habrían absorbido,

Como afirmaba Turina, algunos cantes y bailes andaluces,

Amoldándolos a su manera de hacer, a su sensibilidad

Y a sus tradiciones musicales y plásticas “(1)

Cruces, C.: El flamenco y la música andalusí, Carena. Barcelona,2003

Tuvo gran influencia en la danza la influencia de los esclavos negros,


que en algunos momentos llegaron a representar el 10% de la
población de ciudades como Sevilla o Cádiz. No sólo en el folklore
popular sino llegando a las danzas de corte. Dando lugar a la
Zacaranda que escandalizaría a las cortes de buena parte de Europa.

Durante el reinado de Carlos III, la prohibición de discriminación


posibilitó la aparición pública de los cantaores gitanos. Estos

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participaron en los desfiles del Corpus Cristi surgió un cante
denominado Romance Corrido, que podríamos definir como el
primer cante flamenco, precursor de las tomas primitivas.

La segunda mitad del sXVIII es especialmente relevante dado que el


carácter especialmente cruel y trágico que tuvo La Gran Redada y su
posterior resolución con el hacinamiento en barrios de Jerez y Cádiz
de los gitanos sobrevivientes a este intento de exterminio. De ese
periodo el flamenco heredó gran parte de letras carcelarias y el
carácter trágico y de lamento. propio

Ilustración Majos y Majas s. XIX

4 PRIMEROS CANTES Y BAILES

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Sabemos que entre los oficios más relevantes de ese periodo y hasta
la revolución industrial, se encontraba el trabajo del metal, de vital
importancia tanto para la elaboración de herramientas, armas,
herradura de caballerías. Destacado fue el papel de pueblo gitano en
estos menesteres. La rítmica del martillo fue de gran influencia para
el desarrollo de los palos cómo podemos observar en la siguiente
afirmación.

“El dominio de los tiempos y de los compases está íntimamente

relacionado con el dominio rítmico de la actividad mágico-

Ritual de la herrería” (2)

(3) Herencia e Innovación en el Flamenco, El crisol de un sentimiento. Autores: Miguel Ángel Lorente, Angelo Pantaleoni,
2012

Surge la Seguiriya, probablemente espejo de las Endechas cantadas


por las plañideras en los ritos funerarios.

Posteriormente la Soleá y los Tangos como primeros cantes con baile


asociado aunque apenas conservamos información sobre las
características de estas formas de baile primitivo. Con certeza el
cante y el baile formaban parte de los rituales fundamentales del
pueblo gitano en nacimientos, bodas y funerales. Siendo estos los
momentos de reunión más importantes.

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El conocimiento del concepto del cuerpo en la cultura gitana no se
regía por la forma Europea Occidental (Derecha e Izquierda) sino
sobre el eje vertical y con una clara diferenciación entre el hombre y
la mujer. Esto tuvo gran repercusión en el desarrollo del baile.

“la cultura gitana, la subdivisión es horizontal: cintura p’abajo,


cintura

p’arriba; y con una clara diferenciación entre hombre y mujer.

La cintura p’arriba, en ambos sexos, es la parte positi-

va, hábil; en los hombres por su templanza y tronío; en las

mujeres por su sinuosidad, sensualidad y elegancia, que se

manifiestan en el braceo y el movimiento de manos de los bai-

les flamencos.

La cintura p’abajo en los hombres es la que les conec-

ta a la tierra, a la madre telúrica de los metales y, de hecho, el

zapateado es la ilustración de todos los ritmos del compás. La

cintura p’arriba en los hombres toma impulso para enlazarse

con el cielo, levantando sus brazos que, de repente, con com-

pás, bajan hasta la cintura, incrementando la intensidad del

zapateado. El bailaor es el puente entre la tierra grávida de

metales y el cielo repleto de estrellas.

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La cintura p’abajo femenina constituye la temida y atra-

yente zona del cuerpo de poderes mágicos” (3)

(3) Herencia e Innovación en el Flamenco, El crisol de un sentimiento. Autores: Miguel Ángel Lorente, Angelo Pantaleoni,
2012

Relativo a las peculiaridades del baile Flamenco, la singularidad


andalusí resulta igualmente relevante. El baile andalusí tuvo
características inéditas dentro del universo árabe. Durante el emirato
nazarí, y tras la caída de éste, la Zambra (fiesta en árabe) se bailaba
con características que heredaron después los gitanos.

«Las vueltas a la sala los daban siguiendo la cadencia de la guitarra,


además de lo cual las mujeres con los hombres marcándola también
con el son del pulgar y del dedo del centro, frotando juntos, a los que
estaban atados ciertos pequeños chismes, castañetas hechas de madera
o de marfil, como conchas de San Miguel (4)

En esta descripción podemos observar el origen andalusí tanto del


toque de Palillo (Castañuelas) cómo de los Pitos (chasqueo de los
dedos cómo refuerzo rítmico) ambos usos percusivos se siguen
presentes en el baile actual.

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Ilustración Baile en Triana S XIX

5 FANDANGO, BAILE DE INDIANOS

A finales del SXVIII se popularizó el uso del Fandango en todos los


estratos sociales, nunca como en ese periodo se había cantado y
bailado tanto. Su origen popular fue conquistando la pirámide social
hasta llegar a las cortes. Esa diversidad de territorios y clases
sociales lo moldeó hacia una riqueza infinita. los fandangos
constituyen una galaxia gigante dentro del universo del flamenco,
serán gitanos y moriscos los que lo lleven a lo que conocemos hoy.
Dando lugar posteriormente a los actuales:

Cantes de Málaga: rondeña, jabera, verdiales, fandangos Locales,


malagueñas locales, malagueñas personales.

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Cantes de Levante y cantes de las minas: granaína, media Granaína,
taranto, taranta, cartageneras, mineras.

Fandangos de Huelva

Fandangos de creación persona

Las cantiñas parecen proceder de la misma raíz que los Fandangos,


su diversificación ha dado lugar a los siguientes palos actuales

- Alegrías

- Caracoles

- Mirabrás

- La Rosa

- La Romera

(4), Bartolomé, 1603, Viajes de Extranjeros por España y Portugal.

Con respecto al baile correspondiente al s. XIX, no es fácil encontrar


información fidedigna y relevante sobre los pasos y estilo de la época,
esta es una característica que se sostiene hasta finales de siglo. A
pesar de la dificultad de encontrar descripciones fidedignas sobre el
baile, en algunos textos podemos encontrar referencias sobre los
elementos que conformaron la tipología dancística, la siguiente cita
es especialmente reveladora con respecto a la coréutica del
momento.

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“eternos palmeos marcan con un instinto

maravilloso el tres por cuatro a contratiempo, mientras

Que la guitarra sigue pacíficamente su ritmo. Las mismas

Mujeres sincopan los compases de mil maneras y llegan. A golpear con


los pies un número inaudito de ritmos…»

(5) Emmanuel Chabrier, Rapsodia para violín y orquesta, España, 1882

Fue trascendental función de

fusionar el baile bolero, y principalmente el fandango, con el

compás gitano en las academias de danza de la época. Los bailes de


día,

con acompañamiento de piano, eran bailes boleros y fandangos. En


los bailes de noche, llamados de candil, cómo no estaba bien visto que
señoras y señoritas bailasen de noche en las ventas, el protagonismo
era gitano puesto que las bailaoras, acompañadas por sus hombres,
no tenían ningún problema en asistir.

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Baile en una Venta, Benjamín Benjumea

6 ESCUELA BOLERA, BAILE FLAMENCO

El intercambio entre los dos géneros en su forma primitiva era


inevitable, ya que a pesar de su origen tan diverso siendo la Escuela
Bolera heredera de las Danzas de Corte y el Baile Flamenco de origen
popular. Su convivencia llevó al intercambio de mudanzas o pasos,
musicalidades, colocación de tronco y brazos. En este periodo de
génesis de la Escuela Bolera primitiva y los Bailes a lo Gitano que un
siglo más tarde dará lugar al género flamenco, ambos compartían
intérpretes. Al mismo tiempo en los Salones de Baile los maestros de
la época montaban nuevas coreografías que en muchas ocasiones se
inspiraban en los bailes populares. Fueron tan renombrados en las
cortes europeas “los bailes a lo español” que propiciaron las primeras
giras de las bailarinas de Escuela Bolera por los países vecinos. Este

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gusto por nuestra danza dio lugar a principios del s. XIX a un turismo
incipiente que llegaba a tierras andaluzas para experimentar una
experiencia pura. Se celebraban bailes en las casas de vecinos, en los
Cafés Cantantes de Sevilla y Madrid, en las cuevas del Sacromonte de
Granada entre otros lugares. En ellas se cobraba una entrada, el
escenario era de pequeñas dimensiones dando lugar a las
características propias del género flamenco, baile individual, con
poco traslado por el escenario, pero gran fuerza dramática y
expresiva. En este periodo también se desarrollaron los bailes
festeros, más alegres y de gran aceptación popular. A continuación,
transcribo tres coplas de Seguidillas de ese periodo que dejan claro
esa comunión inicial entre ambos géneros.

“Me acuerdo que un día

Me desafiaron

Dos o tres gitanas

A reñir bailando”

“Le di la guitarra

a mi resalao,

La tocó con aire

Y yo con gran garbo

Baile estas seguidillas

A lo gitano”

“Las seguidillitas

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Que se bailarán

Que son gitanitas

todos a escuchar”

“Corrida de Toros en un Pueblo” Eugenio Lucas Velázquez, 1817

7. LA TAUROMAQUIA Y SU INFLUENCIA EN EL BAILE

Al mismo tiempo que proliferan los cafés cantantes que empiezan a


proliferar a

finales del primer tercio del XIX en Sevilla, Jerez, Cádiz,

Madrid, posteriormente en Barcelona, Bilbao y prácticamente en

todas las capitales de provincia españolas, la gestualidad y la


temática taurina se incorporan a los bailes flamencos. Asimilando la
gestualidad contenida, elegante drama y belleza, asimismo en el
vestuario y la temática de las representaciones
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Esta simbiosis empieza con una bailaora malagueña del siglo XIX: «La
Cuenca», con precedentes en los bailes boleros. Francisco Javier «El
Jerezano», Posteriormente, el jerezano “Ochele” bailaría toda una
corrida, cómo haría el bailaor Antonio Caneles dos siglos más tarde
en su obra más internacional, llamado Torero (1998), también «El
Estampío» creó una coreografía titulada El baile del picaor. El famoso
bailaor Vicente

Escudero escribió un tratado donde definía el baile jondo con una


faena, también creó el baile por seguiriyas, la faena de volapié de
muerte. Otro espectáculo inspirado en la tauromaquia procedente del
periodo actual sería Arena de Israel Galván (2004),

Podemos pues deducir que el baile flamenco es integración del


compás y la gestualidad gitana, la coréutica influenciada por los
bailes boleros populares y los ademanes del toreo.

«Silenciosamente se combinan con el zapateado unos movimientos de


pies suaves, ligeros, con desplazamientos y floreos habilidosos, es el
punteado, paso que tuvo su preponderancia en el baile de mujer de la
edad de Oro y aún se prolongó aproximadamente hasta los años 50,
cuando la febril actividad de zapateados, protagonizada por Carmen
Amaya (vestida de hombre), desbancó al baile tranquilo de mujer.
Quedaban ya muy lejos las bailaoras punteras que tanto se elogiaban
antiguamente. Por último, a estas formas se le añade otra muy simple,
el golpe fuerte de pie contra el suelo de forma insistente, sin ningún
refinamiento ni matiz, eso que se denomina pateo, y cuya función es
únicamente la descarga temperamental (6)

(6) Diccionario Enciclopédico Ilustrado del Flamenco, Teresa Martínez de la Peña.

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El baile se dio simultáneamente, en la baja Andalucía, el Sacromonte
de Granada. En las denominadas Zambras y Triana (Sevilla) estos
últimos de vital importancia dado quelel gran número de visitas a
ambas ciudades posibilitó el cobro por ver los Bailes Gitanos. Los
cafés cantantes de Sevilla, a partir de la época de Silverio, serán el
lugar de consagración para cualquier bailaor y bailaora que después
pasarán a los cafés cantantes de Madrid. Durante el periodo
Romántico se difundió por toda Europa el baile gitano andaluz, del
mismo modo la Ilustración hizo lo propio con el Baile bolero.

Dos gitanas de Jerez llevarán a finales del siglo XIX el Baile flamenco a
su plena madurez, Juana Vargas, «La Macarrona» y La Malena.

Juana Vargas, Juana la Macarrona (Jerez de la Frontera (Cádiz), 1870/ Sevilla, 1947

Entrando ya en el s, XX los cafés Cantantes y el baile Jondo entran en


un periodo de decadencia. El interés por el Ballet da lugar a la
teatralización y estilización del Baile

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Surgen las primeras giras internacionales con figuras como Antonia
Mercé, la Argentina. Es el periodo de las vanguardias en el arte.
Vicente Escudero, otra gran figura del baile escribe su tratado sobre
el baile masculino, podríamos decir que realiza la primera
“Performace Flamenca” en 1933 zapateando entre dos dinamos en un
teatro parisino. Todos estos cambios de paradigma artístico impulsan
una de las mayores transformaciones experimentadas por el género.
Pasamos de baile individual a coreografías grupales, también a la
orquestación de la música. La improvisación y espontaneidad
anterior da paso a coreografías grupales. Con Antonio Ruiz Soler
regresamos al baile solista con puesta en escena teatral,

Carmen Amaya, Mario Maya, Pilar López, Antonio Gases son algunas
de las figuras más representativas de este fenómeno de
transformación a mediado de Siglo.

Se representan obras literarias como Meses, Carmen, bodas de


Sangre. Y a partir de los años 70, coincidiendo con el final de la
dictadura franquista, encontramos guiones con fuerte temática
contestataria y reivindicativa.

Mario Maya Fajardo (Córdoba, 23 de octubre de 1937-Sevilla, 27 de Septiembre de 2008


Comentado [avg1]:

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7 El APRENDIZAJE. DE LA TRANSMISIÓN FAMILIAR A LOS
CONSERVATORIOS.

Hemos visto el origen pluricultural del baile flamenco, nutrido por


todas las culturas que han confluido en los diferentes periodos
históricos. Los motivos que han llevado a su tardía inclusión en las
enseñanzas académicas han derivado en una carencia de
nomenclatura propia por lo que la transmisión de Coreografías
históricas fidedignas es casi inexistente, pero si renovación y
reinvención constante.

“El baile flamenco es una criatura que tiene brazos de andaluza, pies
de gitana y caderas de negra. Porque de Andalucía aprendió a mover
los brazos y a hacer filigranas con las manos. Y a tocar los palillos. De
los calés a zapatear en un palmo de tierra. Y de los negros el zarandeo
y la voluptuosidad” (6)

(6) Navarro y Pablo, 2005.

Podemos definir tres formas de aprendizaje en cualquier ámbito


educativo, formal, no-formal e informal. En el caso que nos ocupa
hasta el s, XVIII con la aparición de los salones de baile el aprendizaje
era informal, en el ámbito familiar o entorno directo. El hecho de no
contar con aprendizaje formal hasta bien entrado el s. XX con la
incursión del Flamenco como asignatura en los Conservatorios de
Danza a dado lugar a una diversificación de estilos dentro del propio
baile. En el periodo del s. XIX y la irrupción de La Opera Flamenca

21
propició la estilización del género, la incorporación de elementos
teatrales, así como la evolución técnica de los pasos primitivos.
Durante la segunda mitad del S. XX los bailaores incorporan nuevos
cantes a sus bailes enriqueciendo el abanico del baile flamenco. La
falta de nomenclatura académica que posibilite un registro de pasos
propios ha ocasionado la falta de repertorio y coréutica histórica en
este género hasta las grabaciones en video, a su vez a propiciado una
riqueza inabarcable, dado que los condicionantes académicos han
sido mínimos.

8. S. XX CREATIVIDAD

Así, Regla Ortega bailó los tientos y del Caribe nos llegó la rumba.
Vicente Escudero se inventó la seguiriya y la bailó en muchísimas
ciudades. Años después, Carmen Amaya creó el taranto cuando
andaba por tierras americanas. Antonio Ruiz bailó por primera vez
el martinete. Merche Esmeralda y Eva ‘la Hierbabuena’, cada una
por su lado, le pusieron baile a la granadina.

Durante este periodo se incorporaron nuevos pasos provenientes del


Tapdance, de la danza contemporánea, también piruetas de origen en
los musicales y otros bailes de raíz.

La continua fusión de la música flamenca ha dado lugar a un concepto


nuevo de bailaor/Bailaora con gran función de músico percusionista.
Incorporando cada vez más técnica y sonidos a la percusión bien sea
en el zapateo o en la percusión corporal, ha propiciado la búsqueda
de nuevos sonidos y nuevos tiempos dentro del compás. Ha sido el
siglo de los grandes Ballets flamencos, El género ha conquistado los
principales Teatros del mundo. Podemos decir que ahora mismo se
están gestando nuevas formas que merecerán formar pate de los
22
libros de historia de la danza en unos años. Y como la vida sigue,
estamos en continuo cambio y evolución, dispuestos a recibir
cuantiosos regalos de este arte, la danza flamenca, el baile flamenco,
el flamenco.

9 CONCLUSIONES

Al iniciar la tarea de búsqueda de información encontramos una gran


variedad de estudios de la evolución musical flamenca, la historia
contada desde el cante. En cambio, hay un vacío académico con
respecto al baile. Este hecho es destacable ya que es a este último al
que le debe su internacionalización y fama mundial. Gracias a las
referencias en coplas y sainetes, a las descripciones en la literatura y
textos no específicos podemos aproximarnos a los antecedentes
dancísticos que desembocaron en el género que ahora conocemos.

Es una certeza que el crisol de culturas que convivieron en la baja


Andalucía junto con la influencia de los esclavos negros, recogidas y
reinterpretadas por los gitanos que tras sobrevivir a la Gran Redada
del 1749 fueron hacinados en barrios de las principales ciudades de
la zona, dio lugar a un substrato dancístico y musical único, de origen
pluricultural y popular. Éste no ha contado que apoyo académico
hasta bien entrado el s. XX, hecho dificulta el estudio histórico, pero
favorece la libertad creadora. Siendo el flamenco un género vivo que
sigue evolucionando y reinventándose, incorporando nuevos
elementos que le enriquecen. Podemos afirmar que está más vivo que
nunca, desde las academias, conservatorios, tablaos, celebraciones
populares a los grandes escenarios del mundo. Su idiosincrasia es
reconocida a nivel mundial y tiene la grandeza de ser permeable a
cuantos géneros quieran fusionarle, sin perder un ápice de la
personalidad propia que le hace ser un fenómeno único, nos
alegramos de comprobar que goza de una gran salud en el s. XXI

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BIBLIOGRAFÍA

Encuentro Internacional Escuela Bolera, Madrid 1992, Roger Salas

Herencia e Innovación en el Flamenco,El Crisol de un Sentimiento,


Miguel Ángel Llorente y Angelo Pantaleoni

Cruces, C.: El flamenco y la música andalusí, Carena.


Barcelona,2003

Diccionario Flamenco Flamenco Léxico del Cante, el toque y el baile


andaluces

Nuevas propuestas para la historia del Baile Flamenco, Miguel


Angel Berlanga

La Prisión General de los Gitanos y los orígenes del Flamenco,


Antonio Zoido (2000)

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