7° Clase 1
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Estudiante:
EL FUNERAL DE LA ZORRA
Una de las gallinas encontró a la zorra en medio del sendero. Tenía los ojos cerrados y la cola
no se movía.
-Está muerta, está muerta – gritaron las gallinas-. Hagamos un funeral.
En efecto, sonaron las campanas a muerto, se vistieron de negro y el gallo fue a cavar la fosa al
fondo del prado.
Fue un magnífico funeral. Los polluelos llevaban flores. Cuando llegaron cerca del hoyo, la
zorra saltó fuera de la caja y se comió a todas las gallinas.
La noticia voló de gallinero en gallinero. La dieron hasta por la radio, pero la zorra no se
preocupó de ello. Dejó pasar un tiempo, cambió de zona, se estiró en medio del sendero y cerró
los ojos.
Llegaron las gallinas de aquella zona y pronto gritaron también ellas:
-¡Está muerta, está muerta! Hagamos su funeral.
Sonaron las campanas, se vistieron de negro y el gallo fue a cavar la fosa en medio del maizal.
La ceremonia fúnebre fue magnifica. Los polluelos cantaban tanto que se oían en Venezuela,
Ecuador y Panamá.
Cuando estuvieron cerca del hoyo, la zorra saltó fuera de la caja y se comió a todo el cortejo.
La noticia voló de gallinero en gallinero e hizo derramar muchas lágrimas. También se habló
del hecho por televisión, pero la zorra no se dejó amedrentar por nada. Sabía que las lágrimas
tienen poca memoria y vivió toda su vida haciéndose la muerta.
Y quien haga como las gallinas quiere decir que no ha comprendido la historia.