Fals Borda, O. - La Superación Del Eurocentrismo (2004)
Fals Borda, O. - La Superación Del Eurocentrismo (2004)
Fals Borda, O. - La Superación Del Eurocentrismo (2004)
nuestro medio; por el contrario, suelen generar situaciones caticas y oscurecen la urgencia de promover el conocimiento cientfico bsico, o aplicado y tecnolgico, para captar nuestras realidades y enriquecer nuestros recursos naturales con el valor agregado del conocimiento cientfico o tecnolgico. Desde luego, se requiere tambin que nuestros cientficos extiendan su accin, en el sentido de contribuir a llenar los vacos de conocimientos para que nuestras comunidades puedan aprovechar en forma sustentable esos recursos. Esto ltimo implica que nuestros cientficos difundan ampliamente los conocimientos que con tal fin obtengan y los pongan al alcance de las comunidades rurales y urbanas, quienes apoyadas en tales conocimientos, de suyo contextualizados con las realidades locales y regionales, puedan resolver las dificultades que en un momento dado las agobien. Cabe, sin embargo, sealar que la utilizacin de conocimientos cientficos modernos tanto bsicos como aplicados, transferidos desde los pases europeos a otros pases del hemisferio norte, a raz de acontecimientos relacionados con el poder poltico-militar, econmico y tecnolgico, obtuvieron xito, merced al impacto benfico por ellos producido, a favor de las sociedades de los pases nrdicos beneficiados. Con el transcurso del tiempo, tales procesos de transferencia generaron un patrn mundial para la comparacin de un nivel de desarrollo alcanzado por un determinado pas, con respecto al pas europeo de donde procediera el conocimiento utilizado para solucionar problemas inherentes al desarrollo econmico. El patrn se expresa en una escala, de tal modo que el sitio que ocupe un determinado pas en tal escala, seale la magnitud de la brecha que lo aleja de los pases del hemisferio norte de donde proceden los conocimientos y las tecnologas utilizadas, y que de hecho se califican como desarrollados; en contraste con los llamados pases subdesarrollados, receptores del conocimiento y de las tecnologas, como los pases tropicales, o del hemisferio sur. La linealidad implcita de este modelo, desconoce la complejidad y elevada fragilidad del medio tropical, en donde la intervencin humana sobre el medio, tal que se ajuste a la condicin de sustentabilidad, requiere del conocimiento contextualizado que tenga en cuenta la interrelacin sistmica de las mencionadas caractersticas, as como las igualmente complejas interrelaciones de las comunidades multitnicas y multiculturales de la sociedad. Sobre todo, si no slo se trata de alcanzar un lugar ms alto en la mencionada escala lineal, sino el desarrollo sostenible que asegure la persistencia de la vida en nuestro medio y la disponibilidad de los recursos naturales, indispensables tanto para las presentes como para las futuras generaciones que nos sucedern. Pero tambin la biodiversidad, en particular, en nuestro pas poseedor de una de las ms elevadas del planeta. De lo contrario, en un mundo econmicamente globalizado, cada da se tornar, en sociedades como la nuestra, ms y ms imperceptible el papel decisivo que corresponde al conocimiento sobre nuestras realidades para el logro de los objetivos expuestos. La ignorancia sobre nosotros mismos, sobre nuestro origen, nuestro devenir histrico, nuestra geografa, nuestros recursos naturales, entre otros; ms pronto que tarde, nos llevar a convertirnos en el gran mercado de productos y tecnologas de los pases poderosos y, sin que nos lo propongamos, en promotores de la economa de consumo. La misma, que nos conducir hacia el endeudamiento, cada vez mayor y la sobreexplotacin de nuestros recursos.
Nivelacin de paradigmas
Sin embargo, con base en las hiptesis del contexto que acabamos de sealar, estos no prueban que los paradigmas dominantes tales como el positivismo cartesiano, el mecanicismo newtoniano y el funcionalismo parsoniano sean superiores, mejores o ms eficaces para fines especficos, que aquellos otros paradigmas que puedan construirse o generarse en otras latitudes que conduzcan al fortalecimiento de nuestro mundo. De donde resulta que todos esos conocimientos devienen en constructor. Por esta razn es comprensible que s un marco cientfico de referencia no se arraiga en el medio donde se quiere aplicar, aparezcan rezagos y desfases tericos-prcticos, con implicaciones disfuncionales para los sistemas culturales, sociales, polticos y econmicos. Tal ha sido de nuestro pas y de sus ambientes, de nuestras culturas y de nuestros grupos humanos. La situacin empeora cuando los marcos de referencia que se emplean aqu resultan copias textuales o limitaciones impuestas de paradigmas desarraigados del contexto propio.
Estas imitaciones o copias, que resultan inviables, son fuente de desorganizacin y anomia que llevan a tensiones expresadas en violencias, desordenes y abusos del medio ambiente. Necesitamos, pues, construir paradigmas endgenos enraizados en nuestras propias circunstancias que reflejen la compleja realidad que tenemos y vivimos.
Necesidad de la endognesis
As, la endognesis explicativa y reproductiva es necesaria entre nosotros porque las condiciones locales que impone el contexto andino y tropical son infinitas. Ello no est anticipado adecuadamente por los paradigmas eurocntricos. Debemos ser conscientes de las marcadas diferencias del trpico en cuanto al clima, el suelo y el grado de complejidad y fragilidad de nuestros ecosistemas en comparacin con los de las otras zonas. Ello condiciona la conducta humana y enriqueces el acervo cultural. La reconstruccin de la armona entre el hombre y la naturaleza en nuestro pas obviamente implica empezar por conocer las peculiaridades del medio en el cual nos corresponde vivir. Esto lleva a investigaciones cientficas independientes dirigidas a conocer la intrincada realidad natural y nuestro
desenvolvimiento social y cultural. Ello puede hacerse dentro del marco de una concepcin holstica y sistmica que advierta sobre la inconveniencia d generalizarlos conocimientos de un fragmento de la realidad a toda ella. Recordemos que el clima tropical se caracteriza por la estacionalidad trmica circadiana: verano en el da, invierno en la noche, condicin que se acenta a medida que aumenta la altura en las montaas. El clima tropical se caracteriza tambin por la ocurrencia de oscilaciones intermitentes de la radiacin, de la humedad relativa y de la temperatura durante el perodo de luz del ciclo diario, no obstante la estabilidad de los promedios mensuales de parmetros climticos. Adems, en los trpicos, en reas relativamente reducidas, existen centenares de especies de rboles y de otros organismos, pero de cada una se encuentran pocos individuos en el mismo sitio. Las abundancias suelen ser bajas, especialmente de la megafauna. La estructura del hbitat, a manera de una malla fina de nichos especficos, es la forma como se concreta la gran complejidad y biodiversidad de los ecosistemas tropicales. Estas son caractersticas propias de nuestro medio, que han condicionado a la vez formas de pensar, sentir y actuar en nuestros grupos culturales y tnicos, cada cual en su lugar y en su regin. De este flujo dinmico pueden obtenerse soluciones efectivas para problemas dados, por ser relevantes al medio contextual. Estas soluciones no pueden entenderse ni aplicarse copiando o citando esquemas de otros contextos como autoridad suficiente, sino liberndonos de stos con el fin de ejercer la plena autodisciplina investigativa de la observacin y la inferencia.
meta principal de las polticas cientficas y culturales de nuestro pas. Como hemos dicho, la simple repeticin o copia de paradigmas eurocntricos debes detenerse si entendemos por cultura la interaccin de la sociedad con el medio social y natural que la sustenta. Tenemos que potenciar tal interaccin con el conocimiento de nuestra historia, nuestras realidades geogrficas, de nuestros recursos de tal modo que resulten valores compartidos, generadores de solidaridad y robustecedores de nuestra identidad cultural. Para evitar tal insuceso, entre otros, nuestros centros educativos, acadmicos y cientficos deben asumir el compromiso de superar la tendencia a considerar a la enseanza que se imparte en cualquiera de los niveles educativos como simple transmisin de la informacin que luego los alumnos deben repetir de memoria cuando enfrentan las pruebas de evaluacin. Se debe tambin superar aquella confusin de equiparar el significado del vocablo conocimiento con el del vocablo informacin. Por el primero se debera entender el enunciado de interpretaciones abstractas explicativas de los factores o causas implicadas en la ocurrencia de un determinado fenmeno, natural o social. Interpretaciones a la vez interrrelacionables y confortantes de un cuerpo de explicaciones total, dotado de la capacidad de generar predicciones, sometibles a la prueba de la observacin o experimentacin. En sntesis, se tratara de obtener que el conocimiento resulte de la confrontacin dialctica de tales cuerpos de explicaciones o saberes, conformadores de las lneas de pensamiento con la realidad local, regional o universal. Los conocimientos as obtenidos, pueden formularse en forma de teoras, modelos o enunciados. Por otra parte, la informacin se refiere a hechos, acontecimientos cualitativos y cuantitativos en referencia a fenmenos de las realidades sociales o naturales del mbito local o regional o universal. Sin embargo, la informacin puede contribuir a originar conocimiento, si de la interrelacin de sus contenidos surgen interpretaciones explicativas, sometibles a prueba. Estas diferenciaciones debern tenerse particularmente en cuenta en el establecimiento de criterios para la evaluacin del rendimiento y nivel de calidad acadmica, cientfica o tecnolgica en nuestras instituciones educativas, en sustitucin de aquellos criterios que apuntan a medir la simple capacidad de retener, en la memoria, as sea pasajeramente, la informacin sobre los temas o asuntos expuestos en las ctedras o en los textos de estudio y consulta. Sobra destacar la importancia que esto tendra en la formacin en nuestros pases, de nuevas promociones de cientficos, as como en los procesos de creacin de los conocimientos indispensables para sealar el camino apropiado que conduzca a nuestra sociedad hacia el desarrollo sustentable endgeno.
Universidad participativa
Nuestros centros educativos, acadmicos y cientficos deben establecer criterios, de acuerdo con las metas ya enunciadas, para la evaluacin de las tareas e informes tcnicos. Tales criterios deben ser prioritariamente de inspiracin legal y no transferidos desde las regiones del mundo hoy dominantes. Los productos de nuestros trabajos deben ser juzgados principalmente por su originalidad, pertenencia y utilidad para nuestra propia sociedad. No pueden valer ms por el slo hecho de comunicarse en ingls, francs o alemn, entre otras lenguas europeas, o por publicarse en revistas de pases avanzados. Tampoco debe perderse el vnculo vital con lo propio y regional en las comisiones educativas que se realicen en el exterior, ni tampoco querer repetir aqu versiones de lo asimilado e inspirado en contextos forneos. Controlar la explotacin inequitativa del conocimiento que producimos cuando los interesados de otras latitudes desconocen los aportes y derechos de los creadores raizales e indgenas, debe ser motivo de permanente preocupacin. No estamos proponiendo el retorno a formas coloniales de explotacin y exportacin de productos tropicales, sino atender a un desarrollo integral de stos, que comprenda su valor agregado y las tcnicas de su transformacin. Para estos fines conviene anticipar un uso sustentable y autonmico de nuestros recursos de tierra, agua, viento y sol y otras fuentes de energa, as como las formas productivas y reconstructivas de la ocupacin humana del territorio, para lo cual es indispensable disponer de conocimientos cientficos contextualizados como viene dicho. Nuestras crisis se agudizan, entre otras razones, por la carencia de una conciencia activa sobre el papel
que ha tenido y tendr el conocimiento cientfico en el desarrollo de la humanidad, sea que provenga de las Ciencias Naturales o de las Ciencias Sociales. Tampoco existe clara conciencia sobre el papel cumplido por el pensamiento racional causal en el desarrollo de la ciencia post-renacentista. Menos an sobre el que corresponder al pensamiento sistmico complejo en el desarrollo y unificacin de las ciencias en las cuales podemos sustentar la interdisciplina. Para apoyar estos procesos, necesitamos universidades democrticas y altruistas que estimulen la participacin creativa de los estudiantes en la bsqueda de nuevos conocimientos, y en tal medida consideren la investigacin como herramienta pedaggica del mayor valor, sustentadora de la autonoma acadmica. Que tengan por tarea prioritaria la consolidacin de un ambiente cultural que propicie la creatividad a lo largo de todas las etapas de formacin que contribuyan al proceso de reconstruccin social y al bienestar de las mayoras desprotegidas de la poblacin. Se requieren universidades participativas, comprometidas con el bien comn, en especial con las urgencias de las comunidades de base, que mediante tcnicas de educacin, investigacin y accin combinadas tomen en cuenta la formacin de ciudadanos capaces de emitir juicios fundamentados en el conocimiento de las realidades sociales y naturales. Las universidades participativas deben ser crisoles centrales de los mecanismos de creacin, acumulacin, enseanza y difusin del conocimiento. Esto contribuir a sustituir las definiciones discriminatorias entre lo acadmico y lo popular y entre lo cientfico y lo poltico, sobre todo en la medida en que se haga nfasis en las relaciones complementarias. As tambin mereceremos vivir y progresar de manera satisfactoria y digna de autoestima, empleando nuestros grandes y valiosos recursos.
Bibliografa
Amin, S. (1985), Eurocentrism: Critique of an ideology. Monthly Review Press. New York. Berger, P., & Luckmann, T (1966), The social construction of reality. Doubleday. New York. Fals-Borda, O. (1996), A north-south convergence on the quest for meaning. Collaborative Inquiry, 2(1), 76-87 Fals-Borda, O., & Mora-Osejo, L. E. (2003), Manifesto. Globalisation, Education and Society, 1(1). Mannheim, K. (1936), Ideology and utopia. Routledge and Kegan Paul. London. Mayr, E. (1988). Towards a new philosophy of biology. Harvard University Press. Cambridge, MA. Ogburn, William F. (1957), On culture and social change. University of Chicago Press. Chicago, IL. Thomas, W. I and Znaniecki, F. (1958), The Polish Peasant in Europe and America (1918-1920) Vol 1. Dover. New York.
Notas
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Orlando Fals Borda, socilogo y Doctor Honoris Causa de la Universidad Central de Venezuela, PH.D. de la Universidad de Florida.
Luis Eduardo Mora-Osejo, bilogo, Doctor en Ciencias de la Universidad Johannes Gutenberg de Mainz.Premio Nacional de Ciencias.
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