Romano Guardini y El Espiritu de La Litu
Romano Guardini y El Espiritu de La Litu
Romano Guardini y El Espiritu de La Litu
ALEMANIA
à VIENE DE PÁGINA 91 se han abierto paso en la vida de la Iglesia y orientado por la Iglesia, es convertirse en una
otras cosas. Si se forma así se produce una están llenas de sentido. Porque aquí también, obra viva de arte, que se realiza delante de
participación mucho más consciente y au- podríamos añadir, el sujeto no es el individuo Dios creador” (71).
téntica en el propio movimiento de la liturgia. (o el grupete) que inventa sus símbolos, sino
la Iglesia que ha encontrado los suyos. Los últimos capítulos
El “nosotros” de la liturgia “La liturgia es arte que se transforma en vi-
Desde la primera frase del capítulo segundo, La liturgia como juego da” es el comienzo del capítulo VI, donde la
La comunidad litúrgica, queda clara la idea La pregunta de partida de este capítulo V, pregunta es “¿Qué puesto, qué lugar tiene el
central: “La liturgia no parte del yo, sino del con ese título, es ¿Por qué no reducirse a lo elemento estético, la belleza, en el opus litur-
nosotros”. Pero no el “nosotros” de cualquier esencial?¿Por qué no bastan, por ejemplo, gicum?”. Lo va a solucionar al recordar que
grupete de amigos, que podría ser una des- las palabras de la consagración? ¿Para qué la belleza es splendor veritatis. Es la belleza
viación más moderna, sino de los creyentes tanta ceremonia? Y aquí Guardini se enfrenta de la verdad de Dios y del misterio salvador
“vinculados, unidos entre sí por un principio de Cristo el que tiene que reflejar la liturgia.
real de vida […]. Este principio es la realidad Lo demás más bien despista.
viviente de Jesucristo” (28). “Quien se dirige a Del capítulo último, Primacía del Logos
Dios es la unidad, la colectividad” de la Igle- sobre el Ethos, ya hemos adelantado alguna
sia. El individuo debe, por así decir, sacrificar idea. Vuelve Guardini a recordar la primacía
parte de su autonomía e independencia, por- de la lex credendi. La primacía de la adora-
que en la oración litúrgica se suma y se iden- ción, que pone su mirada en el cielo, pero que
tifica. “La perfecta comunidad en la liturgia sale de la liturgia con el deseo de “lanzarse a
consiste en la participación del mismo espí- la vida” (101), que es prolongación auténtica
ritu, de las mismas palabras y pensamientos del auténtico culto a Dios, que no acaba en la
en que los corazones y los ojos sigan la misma puerta del templo. n
trayectoria hacia el mismo fin” (34).
“El fin primordial y más
En el capítulo siguiente, profundiza en El inmediato de la liturgia no es
estilo de la liturgia, que distingue, por ejem- el culto tributado a Dios por
plo, los cantos de devoción populares de los el individuo, ni la edificación,
cantos litúrgicos. Los segundos están im- ni la formación, ni el fomento
pregnados de la seriedad del misterio reve- espiritual del mismo […]. La
lado. Tienen un lugar y un uso distinto. Tam-
bién se nos aparece de otra manera el Señor
liturgia es el culto público y
contemplado en las escenas del Evangelio y oficial de la Iglesia”.
en las prácticas populares, y el Señor en la
liturgia: “Majestuoso mediador entre Dios y
las criaturas, en el gran sacerdote eterno, en
el Maestro divino, en el gran pedagogo de la
humanidad, en el gran juez de vivos y muer- Romano Guardini
TEÓLOGO ALEMÁN
tos” (44). (1885-1968)
El simbolismo litúrgico
“En la vida de la liturgia, el creyente se encuen-
tra de pronto ante un mundo de imágenes, de
signos y de cosas” (49). Esto nos lleva “a la en- con el criterio utilitarista, que lo mismo que
traña misma del principio litúrgico” (50). Des- destruye totalmente el sentido del arte, tam-
pués de estudiar los distintos modos en que bién destruye el de la liturgia. “Para el alma
lo espiritual puede manifestarse en lo cor- todo el sentido de la liturgia está en saberse
poral, por cómo estamos hechos, añade: “El situarse ante Dios” (66) y eso no se consigue
símbolo surge cuando lo interno y espiritual de cualquier manera. También los juegos de
encuentra su expresión externa y sensible”, los niños pueden parecer inútiles, porque no
pero no de cualquier manera sino que “se persiguen fines prácticos y sin embargo tie-
verifique con carácter de necesidad esencial nen el sentido de “expansionar su vida inci-
y obedezca a una exigencia de la naturaleza” piente y traducirla en pensamientos, impulsos
(53). Eso se aplica a todo: a los gestos de arre- y movimientos” (67). “Mediante un código de
pentimiento y adoración, a los objetos (por severas leyes, ha reglamentado la liturgia un
ejemplo, los cirios, con su llama, o el incien- juego que el alma ejecuta delante de Dios. […]
so) y a las ceremonias. Son expresiones que Vivir litúrgicamente, movido por la gracia y