Ave Escrituras Otras

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Ave

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Ave
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Escrituras Otras. 1era edición, 2021
Annie Vásquez Ramírez (Ave)
Fundación Cultural Bordes
C.C. El Pinar, apartamento 205. Las Acacias
San Cristóbal. Estado Táchira. Venezuela. 5007
Telfs: +58 0276 3555621 / 0414 7089905
Rif: J-31749513-6

Editor
Camilo Ernesto Mora Vizcaya

Diagramación e ilustraciones
Omau

Presentación
Camilo Ernesto Mora Vizcaya

correos electrónicos
revista@bordes.com.ve
seminario@bordes.com.ve

Sitio web
www.bordes.com.ve

Esta licencia Creative Commons permite la redistribución


comercial y no comercial de la obra, siempre y cuando se haga
sin modificaciones y en su totalidad, con crédito al creador.

Hecho el depósito de ley


Depósito legal Nº TA2021000048

ISBN: 978-980-7968-01-0
Presentación

La colección de cuadernos Bordes de papel de la


Fundación Cultural Bordes, con el auspicio de la
Universidad de Los Andes y la Fundación de Jóvenes
Artistas Urbanos, se complace en presentar el último
trabajo poético de Ave, seudónimo de la artista visual
Annie Vásquez Ramírez, intitulado Escrituras Otras.
Los amantes de la poesía venezolana estarán
muy complacidos con la lectura del poemario
Escrituras Otras, al ser esta una poética de la palabra
que ausculta el interior del ser desde un yo que inquiere
desde el otro que habita en sí mismo o el otro que
permite reconocernos.
En la poesía de Ave encontramos la búsqueda de
la intimidad y añoranza del ser ausente, una
reminiscencia romántica donde el erotismo se
convierte en urgencia para desafiar la muerte a través
de la escritura. Memoria de papel que persigue rescatar
un tiempo desgastado y lejano, frente a un presente
insípido, carente de color u opaco. Diario que se
construye de imágenes o letanías, como reclamos para
reafirmar el sí en relación con el otro, ese otro que
puede ser cualquier ser vivo que permite conocernos a
través de la ensoñación impresa en los márgenes
blancos, descubriendo su epifanía.
El dolor de una vida ajena que recurre a la
palabra para preservar una memoria convertida en
anhelo y no ser eclipsada ante el olvido al que estamos
condenados. Los poemas, escritos con una voz en
primera persona que busca ser auténtica, son una
indagación de secretos emocionales a través de
palabras que inquieren la imaginación como un espacio
para la vida.
Dentro de las constantes del poemario se
muestra el cuerpo del otro convertido en cadalso a
través de las líneas que lo nombran. Los poemas de Ave
en Escrituras Otras recorren un sentido del cuerpo
como la comarca de la angustia, la ansiedad, el delirio
por leerse en instintos del deseo y el placer:
“Intempestiva angustia de aquel día / cuando atrevida
contemplé tu piel escrita” (p. 25). Pero también, son
poemas que reclaman un reconocimiento de la voz
poética femenina: “Atosigada existo / en mi atrás / en
mi oscuridad / en mi desnudez / en mi nacimiento / en
el instante en que me nombran / en los gritos que
violentan mi ser / en mi desierto / en mi sombra / en mi
vacío / que ahora se reverencia / entre mi tiempo y el
tuyo” (p. 27).
Así, la casa como tema es la expresión de lejanía,
como espacio vital que no dice nada si no es a través de
la reescritura de palabras para nombrar y leerse. Una
poesía amorosa que se sublima por símbolos e imágenes
universales como los ojos, sol, mariposas o abrazos, por
nombrar algunos, llegando a la plenitud con una libertad
a través de la escritura y la fuga. O quizás, es a través
del nombrarse cuando realmente escapa de un mundo
que se niega a reconocerla. Pero también es una poesía
de la ausencia, del silencio de espacios en blancos y
borrones de letras.
Algunos versos bordan las palabras, como si la
búsqueda expresiva trata de construir la unidad de
sentido de emociones y conceptos, que de su yo
podrían estar denotando la fragmentación:
“vértigoventanapasilloabismo” (p.16); “Áurea huella
bienintencionada”(p.21); “[…] asomadaspalabrasotras-
palabrasrotas / secaspalabraspausadasdesmesuradas-
palabras / interrumpidaspalabrasausentes / palabras /
que dicen / que hablan de más” (p. 22); “[…]
apagadaausencia / palabraderramadavertida” (p. 24).
La disposición del poemario Escrituras Otras,
pareciera dibujar un tejido narrativo que conversa con
ese otro que se mimetiza como en una aplicación social,
que permite esconder nuestro ser o causar un
extrañamiento de lejanía en el espacio y tiempo; sin
embargo, aún queda lugar para el recoveco erótico de
las palabras: “Al pie de la letra / me separo / te tomo la
palabra / me aúno / impregnándome de ti / confluyo / me
descontextualizo / emerjo / extranjera siempre” (p. 28).
Un tempo narrativo in crescendo, que acude al vuelo
vertiginoso del poema a través de múltiples imágenes
amorosas, contentivo de una totalidad de sentido sobre
el amor, el desamor y la ausencia. Ausencia que obliga a
recrear con imágenes sensoriales al amado lejano en el
interior del sujeto poético a través de la construcción del
poema, sin el cual la muerte se nombra cuando no se
sabe del ser amado: “Que pobreza hay dentro de mí / no
hay olores lunares / lágrimas azules / ni cárcavas
honestas / es como darme el pésame en septiembre /
en vez de soplar velitas / como reconocer mi rostro
escrito en el espejo / luego de una ducha tibia” (p. 30).
La lectura que presento de Annie Vásquez
Ramírez (Ave) en Escrituras Otras, no pretende ser una
taxonomía textual, sólo es una experiencia sensitiva que
ha generado en mi retina el disfrute de su poesía,
especialmente en tiempos que no podemos perder los
sueños y esperanzas ante un mundo carente de
imaginación. Por todo esto, celebramos la publicación.

Camilo Ernesto Mora Vizcaya


Me concilio
reclamándome
borrando lo escrito
con la fatalidad
que roza mis noches
inventando retornos
Me desvelo
imaginando tus manos
y las consecuencias
de tus dedos
sobre mis letras
que resguardan
caricias de otras miradas
rasgando mi piel
Duele esta vida ajena
que otros miran fríamente
solidarizándose en el fondo
con las letras capitales de mi voz
con las negritas de mis vacíos
y los entrecomillados
que me encierran
en otras manos
Duele esta vida ajena
que miente dibujándome alas
escribiendo títulos que me aplastan
con mayúscula seriedad
con subtítulos que me exponen
a la morbosidad de tener que escribir
para no enredarme
en la distancia del olvido
Enrevesada palabra
que me eclipsa en tu adentro
vertiéndome en tu misterio
cuando quiero dormir
Despabilado secreto germinal
que te busca entre letras
y te encuentra algunas noches
en mi almohada a las tres de la madrugada
pronunciando tu nombre indefenso
Vuelo simulado
desvelamiento emocional
escritura reacomodada
cataclismo
desconcierto
imaginándonos
Acontecimiento violento
sospechoso
extrañeza cruzando límites...
Tu carne excavó entre mi
sudor marcando otro destino
tu respiración exhaló cicatrices
virando
reuniéndonos
expresando nuestras muertes
en líneas
Plan de vuelo
Intuiste que debías volar
el sol difuminó recuerdos
no escuchaste los quizás
de una casa desolada
vértigoventanapasilloabismo
lejana sal
florecieron los puntos suspensivos
Me aglutino
me densifico
me emborrono
escribiéndome
Me erosionas
me volatizas
me enraízas
leyéndome
Sobre mi cabeza toda la inocencia de tu sol
frente a mi alma la lumbre de tus ojos
en abrazo y roce
versión con mejor suerte
otro viaje me libera
escribiéndome
fugándome
Encuentros en líneas
en signos
mundos feraces
sigilosas imágenes menguando…
¿será que nos podemos comunicar por guasap?
Áurea huella bienintencionada
en mi silencio y en mi voz

Áurea muerte que me escribe


recitándome en tu sospecha

Áurea alma que te sueña


y fragmenta conjurándote
Tiemblo cuando te leo
enmudecida retorno a ti
transpirando, sin aliento
asomadaspalabrasotraspalabrasrotas
secaspalabraspausadasdesmesuradaspalabras
interrumpidaspalabrasausentes
palabras
que dicen
que hablan de más
Precipitándome en tu recorrido
en tus espacios en blanco
en tus ausencias
diciéndome quizá
que borre mis letras
Candelabros sin velas
apagadausencia
palabraderramadavertida
entrelazándonos
en nuestra oscuridad
Intempestiva angustia de aquel día
cuando atrevida contemplé tu piel escrita…
Un vaho tuyo arrastró mi carne húmeda
hasta tu carne…
Fui osada
instintiva
un encuentro extraño nos abrazó
la piel caía a pedazos
recordándome que estaba viva
en tu juego
en mis deseos…
Hice silencio, seguí leyendo
me esmeré en morir
Un delirio ambiguo
me eximía de lo escrito
atrapándome con mi voz aislada
simulando una vida atractiva
que pregunta a ratos
por qué siente la muerte
recorrer las venas
que indiferente se metamorfosea
con un corte de uñas o de cabellos
con una sonrisa que traga lágrimas
con un guiñar de ojos ajeno
que perdona todo reproche
Atosigada existo
en mi atrás
en mi oscuridad
en mi desnudez
en mi nacimiento
en el instante en que me nombran
en los gritos que violentan mi ser
en mi desierto
en mi sombra
en mi vacío
que ahora se reverencia
entre mi tiempo y el tuyo
Al pie de la letra
me separo
te tomo la palabra
me aúno
impregnándome de ti
confluyo
me descontextualizo
emerjo
extranjera siempre
a Mayela Medina Ramírez

Vuelo rasante
día común para el arte de la guerra
pasos acelerados hacia el trópico de Capricornio
caída inminente…
no hubo tiempo de corregir el rumbo
la inmensidad en tu mirada fija debió alertarme…
lengua mordida
babas y orín
el trance orgiástico comenzaba…
despreocupada, sonriente
acariciabas ligeras mariposas
escapadas de tu vientre
asomado apenas bajo la camisa
goce de ángeles…
tus dedos en danza erótica
buscaban la abotonadura
inútil intento de contener
la vertiginosa huida
que en perpetuo dejá vu
te empujaba al mismo lugar
distancia incalculable
sonidos ininteligibles
extraviando la vida…
vencida… sin armas…
desde abajo mirábamos los carros
frenar sobre el pavimento
de una gran avenida
quizá con los ojos llorosos
la piel erizada
escribiendo otra muerte
Que pobreza hay dentro de mí
no hay olores lunares
lágrimas azules
ni cárcavas honestas
es como darme el pésame un septiembre
en vez de soplar velitas
como reconocer mi rostro escrito en el espejo
luego de una ducha tibia
Recorro la huella de tu voz en mi mente
la llevo a pasear, acariciándola, susurrándole al oído
me deslizo en su realidad
anticipando tú presente
ahora llueve
en mi interior hago tu retrato
Vuelvo por el camino más largo a casa
pausando lo hablado con punto seguido
sintiéndote diferente y familiar
nombrando la muerte cuando no se de ti
ni de tus palabras ni de tu voz
extraña manera de borrar lo pasado
Apariencias
me tachas, me borras, me difuminas,
silenciándome con los espaciados
tecleando lágrimas
Me urge pensarte
signos...
saturados pensamientos
desdoblamiento, muerte
otro destino
me excedes
te transgredo murmurando ausencia
Me abreviaste el corazón entrecomillándolo,
haciéndolo ajeno
distanciándolo de ti
sin saber nada el uno del otro
hoy escucho tu voz profunda
Hice un viaje para no entender
que se hizo todo lo humanamente posible
Hice lo que nunca me propuse hacer,
desperté a deshoras y no saqué cuentas
Hice planas como escapista de la vida real
Hice presión sobre el papel
y apareció otro dibujo
Estuve añorando desmesura
para contar lo que hice en días inciertos
Me confesé durante cuarenta años
y me distraje especulando razones
Estuve inmolándome entre lo rutinario
y me despedí sin risa
Imaginé a los otros diciendo:
ella se ha desdibujado, nunca se rehízo del todo
Me expando
me fragmento
me salgo de foco
y acontece que te busco
a través de aquel velo
transparente
vida
Hundida en palabras
a la sombra de la noche
tragándome tu luz
de día tu reproche
insípida vida
Los colores de mi niña se diluyen
mi luz mengua
antes me divertía el amor
comiendo palitos de maíz horneados
diferentes en tamaño y forma
hoy desteñidos escriben mi muerte
sin aceitunas
sin champiñones
sin almendras
ni pistachos con almendras
sin mantel
sin grama
ni nubes
sin aves en las nubes
sin mí
mi sal
mi luz
Turba retórica
a-ti-endo
teórica anatomía
sobresalta
ritual de esplendor
infecto
ciega profundidad alógica
compadéceme
desintoxicación liberadora
Domingo ca-tor-ce-tuer-ce
soledades sed soleadasol
vapor de letras
fría lámpara
sin hielo
algodón caliente
exacerbándome
ventana abierta
sin revés
no floreció mi cruz
claridad rondando
mano, lápiz,
años, piel
herrumbreciéndome
policromándome
aluzándome
Sola en el espejo
sin mi sombra
escribo distancias
atrapando memorias
cierro los ojos para sentir
instantes de eternidad
Destellos gozosos
entre sinuosas palabras
renuncio a otros ecos
murmullos ajenos
prefiero perderme
entre márgenes en blanco
historias que se esconden
mirando a una niña
sin su perro
Escribiendo
desencantos ahora
dibujando
tristeza igual
Amanezco entumecida
escribo en blanco
en las montañas deseosas
del rayo amarillo de aquellos días
cuando me inundabas
desbordando esperanzas
fluyendo hasta lo inexistente
escrito en la opacidad de hoy
que borra mis palabras
Escribo un incendio
siento sus huellas en mi piel
quemándome

Escribo un canto nocturno


vuelvo a la orilla de mi memoria
derramando palabras
Desmoronándome
ilusión infinita
perdiéndome en tu luz
renuevo palabras
me distancio
eludiendo extrañezas
engendrándome
despojándome de mi nombre
Día
será que deseo tu ausencia
deseo fundirme en tus colores
cuando escribes luz
o imposibilidad
Me hurgo, aprieto, perforo,
no puedo resistir más
me rindo, desciendo,
me doy por vencida,
me desgarro, altero, moldeo,
transformando mi agonía
creo
Me sacrifico, acepto, soporto,
me confundo, bloqueo, devoro,
siento mi cuerpo
lo escribo
creo en mí
Me escribo, me canto, me pinto,
me desvisto, desangro, acepto,
me extraño, arrebato, delato,
me aguanto, cuelgo, enjaulo,
¡ay!
te parece que me he inventado alas
creo en ti
me estremezco
Tengo un suspiro atragantado
aprisionando mis palabras
tengo dentro un vaho mortal
que me ahoga arrugándome el alma
algo disonante se desliza
desde mi estómago famélico
atentando huidas
caminando a tientas, desorientado
De dos a tres de la madrugada llueve,
intento irme a dormir, mi perro llora
orina, lo acuesto, se levanta, me mira...
No recuerdo a qué hora
me acostaba aquellos días
cuando olvidé hijos, mirar atrás,
palabras, risa, noches, silencio...
cuando olvidé llorar a mi difunto pomagás
donde tuve una epifanía
cuando acabó desplomándose
entristeciéndome
Domingo 3:40 a. m. levito y oro
despidiendo tu llegada
dibujando el día cuando crispada
te traje a casa
con nueve años en los ojos
y una retahíla de olvidos por delante
con olor que pudre
y penetra la voluntad,
tierra, vísceras y mi tumba
Hoy con más de cuarenta años de olvidos
no recuerdo que olvidé las madrugadas
cuando danzando entre verde
y fucsia fui Drosophila en tu copa
fui brote y fermento, fui vigor y sombra
olvidando el temor a tu estatura
que crujía y me aplastaba
entre una dulce y jugosa soledad
a cambio fragancia por la herida seca
corteza escrita
Comunión sentenciando insomnio
vértigo en fuga escrito sin sol
y olvidé fingir la despedida
olvidé renacer
olvidé desparramar
huyendo entré al Paraíso
tengo un hacha en las manos
Ave (Annie Vásquez Ramírez)
Poeta y artista visual venezolana.
Miembro de las fundaciones JAU y Bordes.
Su poesía ha sido publicada por la
Revista Literaria Sujeto Almado (2002).
Aparece en la antología "Dragones de papel"
de Nadie nos edita Editores (2004). Ha
publicado con Ediciones FundaJAU "Cuando
quiero volar no vuelo o encerrada en mi
casa" (2005) y "Cuerpo yo, Alma tu" (2007).
Aparece en la antología "Unos tipos de
frontera" y "Pocetica de cristal" de Ediciones
FundaJAU (2012) y en el poemario "Los unos
y los otros" coedición Bordes–FundaJAU
(2016). Ha incursionado en la ciencia ficción
con la antología "El engrama" y "Umbrales
virulentos" FundaJAU (2018 y 2020
respectivamente).
Ha sido galardonada en la categoría
Cuento en el VI Concurso anual de Cuento
breve y Poesía de la Librería Mediática,
Caracas -Venezuela, Edición 2009. Mención
especial Concurso de poesía El mundo lleva
alas, Editorial Voces de Hoy, Miami - EE.UU.

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