España en Su Diversidad Regional.
España en Su Diversidad Regional.
España en Su Diversidad Regional.
Las Comunidades
Autónomas y regionales. Desequilibrios regionales. Políticas regionales y de cohesión.
Desequilibrios regionales.
A.-Desequilibrios económicos y sociales:
En España existe una distribución desigual de los recursos económicos lo que, a su vez, genera desigualdades sociales.
Da igual el indicador que utilicemos, la distribución del PIB, de la renta per cápita, la tasa de pobreza o el Índice de
Desarrollo Humano reflejan estos contrastes, entre una España más rica y otra más pobre. En el cuadrante nororiental
de la Península Ibérica y Baleares se concentran las regiones donde el PIB alcanza valores más altos. En contrapartida,
las CCAA con menos PIB per cápita coinciden con las que tienen mayor población ocupada en la agricultura. A su
vez, dentro del sector agrícola también existen notables contrastes: por un lado están las áreas de agricultura intensiva,
generalmente de regadío, donde se cultivan productos de alto valor añadido y son más rentables (Murcia, Valencia); y
por otro las de agricultura extensiva que, asociadas a los cultivos de secano y de productos forrajeros, tienen menor
rentabilidad.
Los desequilibrios territoriales se han acentuado entre las regiones que han experimentado un mayor crecimiento
económico y las que han quedado al margen de este proceso. Entre las primeras se sitúan las que concentran
actividades industriales altamente productivas con dotaciones de parques empresariales y tecnológicos, servicios
especializados, o aquellas en las que se ha desarrollado la actividad turística e inmobiliaria (zonas costeras y grandes
ciudades); entre las segundas, lo hacen aquellas cuya economía no ha sido capaz de adaptarse a los cambios recientes.
España ha recibido ayudas comunitarias, pues la mayoría de las regiones españolas se encontraban, en el momento de
la adhesión, en clara desventaja respectos a las del resto de la Unión en renta per cápita, productividad, paro,
desarrollo de los sectores agrario e industrial, equipamientos e infraestructuras. El resultado de estas ayudas fue una
disminución de los desequilibrios, favoreciendo una mayor igualación de la renta per cápita de las regiones, al
concentrar las ayudas en las más desfavorecidas.
La política regional de Estado tiene por objetivo lograr un desarrollo regional equilibrado, potenciando a las regiones
más desfavorecidas, y fomentar el potencial endógeno. La consecución de estos objetivos se apoya en diversos ejes
estratégicos:
a) La consolidación del crecimiento de las áreas más dinámicas (Madrid, valle del Ebro y eje mediterráneo norte).
b) La detención del declive de la cornisa cantábrica y la recuperación de su antiguo potencial de crecimiento.
c) El impulso al despegue del eje mediterráneo sur (Andalucía y Murcia) incorporándolo al dinamismo del eje
mediterráneo norte.
d) Un apoyo reforzado al resto de las regiones, a través de importantes inversiones en infraestructuras, diversificación
económica y desarrollo del potencial endógeno.
Para alcanzar estos objetivos el Estado debe fomentar la economía de las zonas menos favorecidas y de las que
atraviesan especiales dificultades económicas.
Los instrumentos para conseguirlo son la concesión de incentivos regionales y los Fondos de Compensación
Interterritorial.
La ley de incentivos regionales tiene como objetivos lograr la competitividad de las empresas y la solidaridad
interregional. Para ello recurre a dos instrumentos: la inversión en infraestructuras y equipamientos, y la
compensación a la inversión en las áreas desfavorecidas. Así, se define un mapa con tres tipos de áreas incentivables
con cargo a los presupuestos generales del Estado:
a) Las zonas de Promoción económica son las menos desarrolladas del país por su renta per cápita y su tasa de paro.
b) Las zonas Industrializadas en Declive son las más afectadas por la crisis industrial y combinan altas tasas de
desempleo con niveles de renta relativamente altos. El objetivo es paliar en un plazo reducido las consecuencias
negativas del ajuste industrial.
c) Las Zonas Especiales pueden ser creadas por el gobierno si median circunstancias especiales.
El Fondo de Compensación Interterritorial es un medio de combatir los desequilibrios regionales y de llevar a la
práctica el principio de solidaridad interterritorial establecido por la Constitución. Los ingresos del fondo proceden de
los presupuestos generales del Estado. Lo reciben aquellas comunidades con renta per cápita inferior a la media
nacional.
La creciente competencia entre territorios a escala mundial y nacional determina que las políticas regionales se dirijan
no tanto a favorecer a las regiones más atrasadas como a fomentar el desarrollo regional, entendido no solo como
potencia económica, sino como bienestar social y calidad medioambiental. Este enfoque implica analizar cuáles son en
cada región los factores que frenan o favorecen el desarrollo y planificar las actuaciones oportunas. Para que la
planificación resulte eficaz y no genere contradicciones, debe realizarse coordinadamente para el conjunto del
territorio.