Tarea 3.1 Yandra
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Seccion:09
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La filosofía como saber humano, se manifiesta en el tiempo y en el espacio, que son las dos
categorías mediante las cuales el hombre abstrae la realidad. Por esta razón, un estudio
preliminar de filosofía quedaría inconcluso si no se observa, al menos de manera general, los
distintos rasgos históricos en los que el acontecer filosófico irrumpió en las distintas culturas a
partir de su aparición en la humanidad que lo vio nacer.
EDAD ANTIGUA
Del 4000 a.C. al 476 d.C. Arranca aproximadamente hacia el año 4000 antes de Jesucristo, con
la aparición o invención de la escritura, probablemente por parte de los fenicios (escritura
cuneiforme), o bien jeroglíficos y escrituras pictográficas egipcias, persas y babilónicas, y
finaliza con la caída del Imperio romano de occidente en manos de los pueblos bárbaros en el
año 476 d.C.; esto da origen a un imperio romano-bárbaro o Bizancio (imperio bizantino).
Sobresalen en esta etapa culturas como China, India, Egipto, Persia, Babilonia, Fenicia e Israel,
entre las más remotas y se produce el florecimiento culturas menos antiguas como Grecia y
Roma, influyentes civilizaciones que además fueron cimientos de la cultura occidental; al
mismo tiempo, afloraban ya, algunas de las grandes culturas prehispánicas en lo que sería
América, sin contacto aún con el mundo conocido.
EDAD MEDIA.
Del 476 d.C. al 1453 d.C. Se extiende desde la caída de Roma hasta la toma de Constantinopla
en manos de los turcos otomanos, sucumbiendo así el imperio romano de Oriente. Entre otras
características se mencionan en esta etapa la irrupción de los pueblos bárbaros, el descollante
inicio del Imperio bizantino y el surgimiento del feudalismo, institución de poder político,
económico y social que se va a extender a lo largo de todo el medioevo. Este periodo histórico
estará marcado por un teocentrismo, como nunca antes se había observado. La Iglesia
Católica, en franca alianza con el Imperio, dominarán la vida de los pueblos, sometiéndolos
algunas veces al avasallamiento y a la tortura. Pese a todo, aquella centralización divina
favorecerá instituciones como el monacato, la vida contemplativa, las órdenes mendicantes y
el nacimiento de no pocas órdenes religiosas que intentan una reforma espiritual de la
institución eclesial desde adentro; no obstante, se dan también fuertes oposiciones al poder
del papado y a la doctrina católica, tal es el caso de las herejías que van a generar incluso,
rupturas con la Sede Apostólica como la del Cisma de Oriente, que se suscitó en 1054.
EDAD MODERNA.
De 1453 hasta 1789 Se extiende desde la instauración del imperio turco-otomano, con la caída
de Constantinopla en el año 1453, hasta la Revolución Francesa en 1789. Se presenta en la
historia como la era de los grandes inventos científicos y tecnológicos; periodo de magnos
descubrimientos geográficossiendo el descubrimiento de América, por el genovés Cristóbal
Colón, en octubre de 1492, el de más relevancia. Rasgos fundamentales en esta era histórica lo
serán el Renacimiento, que ve morir el medioevo y ve nacer la modernidad. Es en esta
coyuntura que hace su aparición la Revolución Científica, una nueva concepción de ciencia,
liderada por Nicolás Copérnico (Polonia), Galileo Galilei (Italia), Johannes Kepler (Alemania), e
Isaac Newton (Inglaterra). Este fenómeno inevitablemente va a mover los cimientos de la vieja
ciencia y a partir de allí, perfilará una nueva concepción de hombre. Surgen también el
Humanismo, que intenta reivindicar al hombre después de las agitadas luchas medievales, y la
Ilustración, complejo movimiento en el que se entremezclan factores de índole político, social,
económico y desde luego de orden filosófico, y que tuvo como paladines a Voltaire, Rousseau,
Diderot, entre otros. En lo religioso, destacan la Reforma Protestante (1517), propiciada
primeramente por el monje agustino Martín Lutero en Alemania, y llevada a cabo por Zwinglio
en Suiza, lo mismo que por Calvino; el Cisma de Inglaterra (1534), fenómeno inevitable que
resultó del capricho del rey Enrique VIII; la Contrarreforma del Concilio de Trento (1545-1563),
esto último, una respuesta un tanto tardía a las demandas de los fundadores del
protestantismo, fenómeno que sellaba la división de la Iglesia. Se dan consecuentes “guerras
de religión”, las cuales prevalecerán incluso hasta el presente
. El arte visual y la música tendrán progresos destacados; ejemplos en ambos casos son Rafael,
Miguel Ángel y Leonardo Da Vinci, destacados arquitectos, pintores, escultores e inventores;
en el segundo caso, Giovanni Da Palestrina, George F. Haendel, Antonio Vivaldi, Johann
Sebastián Bach y Wolfgam Amadeus Mozart, compositores con los que surge la ópera, género
músico dramático que intenta revivir la antigua tragedia griega, el oratorio, género vocal con
motivo sacro y la música de cámara, que antecede la asombrosa música sinfónica. En el ámbito
socio político, sobresalen el Absolutismo Real y la Revolución Francesa, acontecimiento que
traerá consigo cambios verdaderamente asombrosos lo mismo que vertiginosos para la
humanidad, un ejemplo de ello será quizás, el hecho de que las colonias americanas que están
bajo el debilitado imperio español, empiezan a respirar los primeros aires de libertad,
alentados además por la independencia de los Estados Unidos, acaecida el 4 julio de 1776,
acontecimiento de gran impacto en el resto del mundo, pues, a partir de ese momento, la gran
nación del norte empezaría a cobrar protagonismo en el escenario político y económico, rasgo
que se mantiene hasta hoy, pese a sus múltiples dificultades. Tal y como se observa, el periodo
de la Edad Moderna es en realidad breve, sobre todo si se le compara con la antigüedad y el
lapso medieval; no obstante, es durante ese tiempo, en que se suscitaron hechos en verdad
relevantes y determinantes para la historia universal. La Edad Moderna, así, no podría pasar
nunca desapercibida.
EDAD CONTEMPORÁNEA.
De 1789 hasta nuestros días Esta edad, que también suele llamarse periodo actual, se inicia en
el año 1789 con la Revolución Francesa y se prolonga desde entonces hasta los albores del
siglo XXI, el tiempo presente, el tiempo contemporáneo (cum-tempore, compartir el tiempo).
Hace su aparición la revolución industrial y los movimientos nacionalistas. Se suscitan guerras
de independencia en toda América que desencadenan los anhelos de libertad en las colonias
del Nuevo Mundo, finales del siglo XVIII y primeros años del XIX; irónicamente, se agudiza el
sometimiento del África “negra”, por parte del imperio inglés, que termina sometiendo incluso
a naciones asiáticas. Irrumpen en Europa las distintas ideologías sociopolíticas y económicas
como el Marxismo y Socialismo, secundados por fenómenos como el Comunismo, el
Capitalismo, Nazismo y Fascismo; todas estas corrientes tendrán un impacto directo en la
orientación política de América y Asia, especialmente. Se producen dos guerras mundiales, la
primera, de 1914 a 1918 y, la segunda, de 1939 a 1945; ambos enfrentamientos mundiales
dejarán en ruina las fuertes economías de Europa y Asia, estanca el incipiente crecimiento y
subdesarrollo de las frágiles economías de América Latina, pero consolida, inevitablemente, el
poder bélico, político y económico de Estados Unidos, pese a los efectos negativos generados
por la crisis económica mundial suscitada entre 1929 y 1930. Se presentan también en esta era
contemporánea, la carrera armamentista y la conquista del Espacio, que tuvo como mayores
logros la puesta en órbita de satélites de comunicación; se llevó al primer hombre al espacio
en 1961, el cosmonauta ruso Yuri Gagarin (1934-1968), la llegada del hombre a la Luna en julio
de 1969, y además el programa del Trasbordador Espacial -a pesar de trágicos vuelos- que ha
puesto a soñar a pequeños y grandes, pues, el paso a seguir será un viaje a Marte, programado
para el año 2020, proyecto en el que un destacado científico costarricense, Franklin Chang,
trabaja arduamente. Los tiempos de la posguerra (después de la Segunda Guerra Mundial, y
las guerras de Corea y de Vietnam), traen consigo un nuevo fenómeno entre las grandes
superpotencias: la Guerra Fría, que concluye al final de la década de 1980 y al iniciar la década
siguiente, merced al derrumbamiento del bloque comunista en la Europa del este, la caída del
Muro de Berlín y la desintegración definitiva de la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas), esto último, gracias a la visión de Mijail Gorvachov y su Perestroika (apertura).
Muchos son los líderes políticos y hasta religiosos que protagonizaron luchas contra el
comunismo, abogando al mismo tiempo por hacer prevalecer la democracia y la paz social de
los pueblos. Este fenómeno trajo consigo no pocas contradicciones.