La Imputabilidad

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LA IMPUTABILIDAD

Comencemos por saber, ¿Qué es la imputabilidad?

La doctrina lo define de forma simple como la capacidad de entender y querer


en el derecho penal.

Ahora bien, ahondando un poco más en el tema, la imputabilidad, implica 2


aspectos bien delimitados, en relación a las condiciones mínimas para que una
persona se pueda hacer responsable en el momento de cometer una conducta
típica penal.

Éstos dos aspectos son la salud y el desarrollo mentales, mismos que se


consideran de forma más directa como la salud mental, en su extensión con
capacidad para entender el hecho realizado y la edad de la persona.

Ahora bien, al momento de desarrollar una defensa, bien vale la pena analizar
éste elemento para determinar si existe o no imputabilidad, ya que de ello
puede depender la responsabilidad penal.

Es por ésto, por ejemplo en el rubro de edad, que un menor de edad puede
llegar a ser tratado ante la ley penal de forma diversa e incluso un menor muy
joven puede llegar a ser declarado incluso inimputable y por consiguiente no
responsable de los actos penales cometidos. Lo que en su momento ha llegado
a ser motivo de críticas ya que podría o debería atenderse a las
particularidades del caso desde un muy particular punto de vista.

Por otro lado, también es importante si existía una disminución temporal en las
facultades mentales, como por ejemplo el estado de embriaguez.

Al respecto existe una tesis respecto del estado de embriaguez y su impacto a


la imputabilidad, misma que puede llegar a considerarse como un estado
mental transitorio que reduce la capacidad del agente activo del delito.

Sin embargo dicha tesis también hace la aclaración de que éste estado de


embriaguez cuando ha sido provocado de forma intencional y pre-ordenada
para delinquir no reduce ni exime responsabilidad penal alguna.

Tesis sobre embriaguez y la


imputabilidad
La intoxicación por alcohol y otras drogas es considerada como
una modalidad del trastorno mental transitorio; por tanto, para
determinar su impacto en la imputabilidad, resulta útil atender a
su intensidad y origen. Por su intensidad o grado,
la embriaguez puede ser: i) letárgica, que constituye el grado
máximo y da lugar a un estado de inconsciencia o sueño que
excluye la presencia de un comportamiento humano
involuntario; ii) plena, que produce una perturbación total de la
consciencia que excluye la imputabilidad; iii) semiplena, que
supone una perturbación parcial que disminuye la
imputabilidad; y, iv) embriaguez de simple excitación, la cual se
considera irrelevante para efectos penales. Por su origen,
la embriaguez puede ser: i) preordenada a delinquir, la que se
provoca para cometer un delito determinado, ii) voluntaria
simple, supone que sólo se ha buscado la embriaguez, iii)
culposa, la que se produce imprudentemente; y, iv) fortuita, no
es atribuible a imprudencia alguna. Las anteriores
clasificaciones conducen a estimar que el estado
de embriaguez, como estado mental transitorio, cuando es
plena, excluye la culpabilidad como elemento del delito; en
cambio, cuando es semiplena, disminuye la capacidad del
agente de comprender el carácter ilícito del hecho de
determinarse de acuerdo con esa comprensión. Lo anterior,
siempre que dicha incapacidad no haya sido provocada para
cometer el delito.
Registro digital: 2016732
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Décima Época
Materia(s): Penal
Tesis: XXVII.3o.54 P (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación.
Libro 53, Abril de 2018, Tomo III, página 2118
Tipo: Aislada

Por otra parte, el estado de trastorno mental permanente conlleva también la


inimputabilidad del agente activo, ya que implica que ésta persona puede no
llegar a comprender el hecho delictivo cometido, sin embargo esto es algo que
se debe acreditar en juicio.

Imputabilidad
(Derecho Penal) Aptitud para responder de los propios actos. Atributo
de aquellos seres humanos cuyas facultades estén íntegras y actúen
libres de toda constricción. La demencia y la constricción (C. P., art.
64) son causas de no imputabilidad.

Derecho Penal

(V. agravantes, circunstancias; atenuantes, circunstancias; edad
penal; responsabilidad criminal).

Capacidad para responder; aptitud para serle atribuida a una persona


una acción u omisión que constituye delito o falta. |
La relación de causalidad moral entre el agente y el hecho punible.

Concepto de imputabilidad
Imputar es atribuir, enlazar una causa a un efecto, y colocar a esa
causa como la responsable de las consecuencias dañinas
ocasionadas. La imputabilidad significa atribuir a alguien las
consecuencias de su obrar, para lo cual el acto debe ser realizado
con discernimiento, intención y libertad: por eso no resultan imputables
(son inimputables), los dementes los niños pequeños, las personas en
estado de ebriedad no provocada ex profeso para cometer el hecho, o
sobre quienes se haya ejercido violencia física, o que actuaren
en legítima defensa.

Quien distingue el bien del mal, debe ser pasible de comprometerse


por sus acciones, cuando éstas causan un mal a sus semejantes, y su
actuar se adecua a las conductas descritas por la ley penal para
atribuirles una condena.

En el antiguo Derecho Romano la imputabilidad penal se adquiría a la


edad de 10 años. En la actualidad varían las legislaciones con
respecto a la edad de que los menores puedan ser condenados; en
general es a partir de los 18 años según aconseja la Convención de
los Derechos del Niño. Antes de esa edad deberán ser sometidos a
procesos y garantías especiales.

En Argentina la imputabilidad penal comienza a la edad de 16 años,


en Chile a los 14 años y en Costa Rica a los 12; en Estados Unidos
varía según cada Estado entre los 14 y 17 años, y en Inglaterra entre
los 10 y los 17.
La baja de la edad de imputabilidad penal es un tema que divide no
solo a los juristas sino a la sociedad en general, ya que el índice de
menores que delinquen es considerable, y se discute si la solución
para alejarlos del delito, es o no, adjudicarles penas por sus actos
delictivos.

LA IMPUTABILIDAD BAJO LA PERSPECTIVA DEL DERECHO ROMANO


Y EL DERECHO PENAL PANAMEÑO

POR: DRA. JULIA SÁENZ

Empezaremos este documento indicando que el sistema jurídico imperante en Panamá es el


Romano–Germánico, conocido también como neorromanista, Derecho Civil o Derecho
Continental. Este sistema a su vez, tiene como parte de su estructura al Derecho Romano.
Siendo esto así, consideramos importante antes de abordar nuestro tema central, entender
algunos conceptos, entre los cuales tenemos: Derecho Romano, Derecho Penal y la Relación
existentes entre ambos.

Con respecto al Derecho Romano, existen connotados tratadistas que lo han definido en los
siguientes términos

1. Eugéne Petit (2007:17): “El Derecho Romano es el conjunto de los principios de derecho que
han regido la sociedad romana en las diversas épocas de su existencia desde su origen hasta la
muerte de Justiniano”

2. María Eva Fernández Baquero (2013:2): “Efectivamente, el Derecho Romano es aquel


ordenamiento jurídico que rigió al pueblo romano desde el siglo VIII a.c. hasta el siglo VI d.c.
(754 a.c. al 565 d.c.), siendo el Corpus Iuris Civilis (C.I.C.) el gran monumento jurídico, mandado
compilar por Justiniano, donde se recoge todo el saber jurídico y, en consecuencia, es un pilar
decisivo en la Historia jurídica mundial. Sin embargo, con Justiniano no concluyó el Derecho
Romano, ya que lo vemos surgir de manera esplendorosa nuevamente a partir del siglo XII en
lo que ha venido a llamarse el Renacimiento jurídico medieval, influyendo de manera decisiva
sobre los códigos civiles vigentes. Pues no podemos olvidar que en Europa hasta el año 1900,
con la publicación del Código Civil Alemán, el Derecho Romano fue un Derecho Positivo o
Vigente; perdiendo desde entonces ese carácter y convirtiéndose en un Derecho histórico….

3. Alfonso Flores Macedo (2004:8): “Es el conjunto de los principios que han regido a la
sociedad romana en las diversas épocas de su existencia, desde su origen hasta la muerte del
Emperador Justiniano. Este derecho rigió a Roma desde su fundación en 743 a.c., hasta el año
565 de nuestra era.”

Hemos podido advertir, a través de las definiciones presentadas anteriormente, que el


Derecho Romano representa la historia jurídica de Roma, mediante el cual podemos conocer
el origen de algunos sistemas jurídicos. Además, consiste en el compendio de leyes jurídicas,
principalmente de carácter civil, que presentaban para la sociedad romana parámetros de
conducta que permitiesen una convivencia pacífica entre sus miembros, no importando la
clase social a la cual pertenecieran.
Por otra parte, este Derecho reflejó en su momento la forma de vida jurídica de una población
y, además, se constituyó en una parte fundamental de la estructura del sistema jurídico
romano germánico, mismo que sigue en Panamá.

Podemos decir que el Derecho Romano reflejó las necesidades, forma de vida e intereses
jurídicos de la sociedad romana, ya que entre sus fuentes estaba por una parte, las
constituciones imperiales, los edictos de los magistrados, las respuestas de los prudentes, los
plebiscitos y los senadoconsultos, todo esto en cuanto al Derecho Romano escrito. En lo que se
refiere al Derecho Romano no escrito, la costumbre fue su principal fuente. Todo esto nos
presenta un Derecho Romano que no ha sido arbitrario sino más bien democrático, puesto que
había una participación ciudadana en la toma de decisiones, existía un proceso jurídico
preestablecido que indicaba a las personas la forma como ellos podían hacer resarcir los daños
sufrido por el comportamiento de terceros.

Si bien es cierto, el Derecho Romano, contenía principalmente materia de Derecho Civil, en


este contemplaban otras áreas del Derecho como lo es el Derecho Penal; por ejemplo:
detallaban las conductas delictivas, las clases de delitos, la responsabilidad penal, quiénes eran
considerados culpables de la comisión de un delito, entre otras cosas.

En cuanto a destacar en qué consiste el Derecho Penal, podemos indicar que el mismo es un
conjunto de normas jurídicas que establecen lineamientos de conducta de obligatorio
cumplimiento, a través de los cuales se definen comportamientos ilícitos que son nocivos a los
intereses o bienes jurídicos de la sociedad, por lo que de llevarse a cabo traerán una reacción
penal impuesta por los tribunales competentes a la persona que lo llevó a cabo. El Derecho
Penal representa el ius puniendi o derecho sancionador del Estado.

Por último, con respecto a la relación que el Derecho Romano tiene con el Derecho Penal
podemos indicar que el primero constituye un antecedente o aspecto histórico del segundo, ya
que encontramos que el Derecho Romano forma parte medular de la estructura del sistema
jurídico romano – germánico que rige en Panamá. Además, en el Derecho Romano
encontramos los primeros vestigios de un Derecho Penal escrito, en el cual se manifiesta el
principio de legalidad, se maneja el término de capacidad para delinquir o imputabilidad, se
define lo que es delito y se describen algunas figurad delictivas tales como: injuria, rapiña,
robo, hurto, peculado, parricidio, extorsión, estafa, entre otros.

Tomando en consideración lo expuesto anteriormente, podemos realizar el siguiente análisis


jurídico:

La imputabilidad en el Derecho Penal Panameño equivale a la capacidad de comprender la


magnitud del acto que se está llevando a cabo; es decir, que el individuo puede determinar por
sí mismo si realiza o no la conducta ilícita puesto que entiende la ilicitud de la misma, así como
también, la consecuencia jurídica que de ésta se deriva. Además, no debe existir ninguna
situación que elimine el injusto jurídico de la conducta o que disminuya la capacidad de
comprensión de lo ilícito de su actuar. Entre las situaciones que pueden influir En la
imputabilidad, se encuentran las siguientes: edad, condiciones de salud física y mental,
drogadicción o embriaguez, actio liberae in causa, entre otras.
El fundamento del concepto expuesto en el párrafo anterior lo encontramos en los siguientes
artículos del código penal panameño.

 Art. 36: “No es imputable quien, al momento de cometer el hecho punible, no tenga la
capacidad de comprender su ilicitud o, en caso de comprenderla, de autodeterminarse
de acuerdo con esa comprensión.”
 Art. 38: “Actúa con imputabilidad disminuida quien, en el momento de la acción y
omisión, no posea completa capacidad de comprender el carácter ilícito del hecho.”

En este mismo orden de ideas, la imputabilidad está considerada como uno de los
componentes de la culpabilidad, misma que se explica como el grado de reprochabilidad que
se le puede hacer a una persona por la comisión de un hecho punible. Igual como se refleja en
el artículo 35 de la misma excerta legal citada, al señalar lo siguiente:

 “Para que un procesado sea declarado culpable por un hecho previsto como punible
en la ley, es necesario que sea imputable. Se presume la imputabilidad del procesado.”

Por otra parte, la imputabilidad en el Derecho Romano es equiparada al concepto de


culpabilidad, misma que consistía en la voluntad de cometer el hecho ilícito. Es importante,
que en la antigua Roma se consideraba que el realizar la conducta con voluntad implicaba, que
ésta comprendía lo que llevaba a cabo, que era posible que lo consintiese pero, además, no
existía ninguna situación que pudiese invalidar esta condición, como por ejemplo: la edad, la
salud mental, la violencia o el error.

El Derecho Romano considera que el delito genera obligación civil; explicando como delito
según tratadistas romanistas tales como Luigi Aru y Riccardo Orestano (1964:204), lo siguiente:
“Como en todo acto ilícito, se exigía, para que existiese , y así, pues, obligación, la lesión de un
derecho y la voluntariedad del acto, esto es: la culpa.”

De igual manera, contamos con la opinión del jurista Pedro Bonfante (1979:528), quien al
respecto señala “Delito es todo acto ilícito que es castigado con la pena. Como en los actos
ilícitos en general, se precisan, por tanto, dos elementos en el delito: la lesión de un derecho y
la intención, o sea, la culpa.”

En ambos casos, podemos percatarnos que dentro de los elementos constitutivos del delito se
encuentra la intención, es decir, la culpa, el querer cometer el hecho y para esto la persona
requería la posibilidad de consentir que implicaba el tomar la decisión de realizar la acción. Sin
embargo, esta posibilidad de consentir implicaba que no existiese ninguna situación que lo
pudiese invalidar. Tal como lo planteó en su momento el catedrático de Derecho Romano
Pedro Bonfante (1979:100) al indicar que “Lo mismo que la voluntad en los negocios jurídicos,
así también la culpa exige capacidad de obrar. Locos, infantes e impúberes próximos a la
infancia no pueden incurrir en culpa.”

Las anteriores anotaciones se deben a que los impúberes e infantes no habían alcanzado la
madurez intelectual necesaria para decir su actuar; en cuanto a los locos siempre y cuando, el
delito no lo hayan cometido en algún momento de lucidez.
Finalizamos este breve análisis jurídico penal – romano indicando que en realidad no existe
una diferencia entre el tema de la imputabilidad en el Derecho Penal y el Derecho Romano,
puesto que aunque el segundo equipara la imputabilidad a la culpabilidad, aquella constituye
un componente fundamental de esta última según el Derecho Penal. Además, hemos podido
darnos cuentas a través de este breve recorrido que el Derecho Romano está inmerso en el
Derecho Penal Panameño puesto que aquel se constituye en fuente del sistema jurídico
romano – germánico que rige a Panamá y, por ende, es un elemento histórico de las figuras
jurídicas de nuestra legislación penal panameña.

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Presunción de imputabilidad
(Seguridad Social) Principio según el cual, en materia de accidentes
del trabajo, el accidente esiá vinculado al trabajo y la lesión se vincula
al accidente. Se trata de una presunción simple, susceptible de
la prueba contraria.

3. Imputabilidad canónica
3.1. Presunción de la imputabilidad
Con ocasión de los escándalos de abuso sexual a menores, en varias
legislaciones particulares se recalcó el §3 del canon 1321: ―posita externa
violatione, imputabilitas praesumitur, nisi aliud appareat ‖. Es por ello necesario
comprender bien, qué significa este parágrafo que de ningún modo puede ser
utilizado para tratar al presunto delincuente como si de hecho ya lo fuera. ―La
afirmación no puede ser entendida ciertamente como contraria al
principio nemo malus nisiprobetur (nadie es malo a no ser que se lo pruebe),
porque se mueve en otra dirección‖387 .
Teniendo en cuenta que la imputabilidad jurídico-penal se asienta sobre la
imputabilidad moral388 , ―hablar de imputabilidad significa
asomarse al interior del hombre: sólo ahí —en el corazón del hombre— nacen
las decisiones que, por ser libres, son auténticamente humanas. Pero éste es un
ámbito no directamente accesible para el Derecho: de ahí la necesidad de las
presunciones, que no son sino «conjeturas»389
acerca de la interioridad del hombre asentadas en indicios externos‖390 .
La presunción es así una ayuda en la tarea, nada fácil, de verificar en el caso
concreto la imputabilidad391 .
Puesto que la noción de delito contiene entre sus elementos esenciales el
subjetivo —la libertad del agente—, también aquí es necesario el juego de la
presunción: se parte de que en principio toda conducta es una conducta
humana. Y aquí es donde cobra relevancia el
387 
Madrid 1989, pág. 311.
388 Es decir una acción humana y por tanto, voluntaria, consciente y libre.  389 Cf. canon 1584: ―La presunción es una conjetura
probable sobre una

cosa incierta. Puede ser de derecho, cuando la determina la ley, o de hombre, si


proviene de un razonamiento del juez.‖
390 Cf. A.MARZOA, Comentario al canon 1321, oc, 302.
§3 del canon 1321. La imputabilidad no se puede «ver», por tanto ha de
presumirse: «cometida la infracción externa, se presume la imputabilidad». Tal
presunción se basa en el presupuesto de que el hombre es responsable de los
actos que hace porque actúa libremente.
El §3, corrigiendo la expresión del anterior canon 2200 §2 —en una línea ―más
a favor del delincuente‖392
de que ―cometida la infracción externa se presume no el dolo, sino la
imputabilidad‖393 , lo cual lleva consigo que si no ha habido dolo o
culpa no existiría dicha imputabilidad.
La presunción se interrumpe en cuanto algún elemento ponga cualquier tipo de
duda en su fundamento: «nisi aliud appareat». Es suficiente cualquier sospecha
fundada o evidencia razonable que destruya la certeza de la presunción394 , sin que
sea necesario —como

parece desprenderse del texto castellano («a no ser que conste lo contrario»)—
para que surja una certeza en sentido contrario. La interpretación de la USCCB
parecería un poco más estricta al decir: ―Es por tanto refutable, pero solamente
si hay evidencia admisible, no simplemente por negar las acusaciones contra
él‖395 . Sin embargo, el
tradicional principio Anglo-Americano: se es inocente hasta que se demuestre lo
contrario396, sería más apropiado para proteger la reputación del delincuente
exigiendo una más estricta carga de la prueba sobre la institución. La ley de la
Iglesia, entonces, debería reivindicar la libertad, la justicia y la equidad con más
fuerza que la ley
392 
Todas las personas se presumen inocentes hasta que admitan o sea
probada su culpabilidad (…) Hasta ese momento no se deberá referir
a ellos como delincuentes o tratarlos como tales‖.
civil. Por tanto el Código debería presumir la pureza de intención,
hasta que la culpabilidad contra el presunto delincuente, sea
formalmente demostrada397.

De todos modos, según se infiere del §3 del canon 1321, será el reo
quien deba demostrar al juez que el delito no le es imputable, ya sea
por enfermedad o por cualquier otro motivo398.

Así, por ejemplo, en el caso de acusación contra un clérigo de haber


abusado de un menor de dieciocho años, durante la investigación
preliminar no será responsabilidad del Ordinario demostrar que el
acusado ha actuado con imputabilidad, sólo debe demostrar que
probablemente el delito ha ocurrido399. De igual modo durante el
juicio

—según G. Ingels— quien debería enviar al acusado a someterse a


estudios psicológicos, en orden a investigar la imputabilidad, debe ser
la defensa y no el Ordinario400. Por lo tanto, algunos entienden que,

fuera de una evidencia de hecho que muestre claramente que la


imputabilidad del acusado estaba disminuida, el tribunal debe estar a
favor de la total imputabilidad401. Estas afirmaciones requieren, a

nuestro juicio, algunas aclaraciones:

a) Hay que recordar que toda intervención pública del Obispo o


Superior debe ser prudente, pues la presunción no implica que el
acusado ya sea culpable. De hecho, los indicios sobre los que se ha
basado podrían ser falsos, y cualquier intervención por parte del
Obispo o Superior podría interpretarse por la gente como que el hecho
ha ocurrido realmente, cuando aún no se sabe con certeza, y, por ello,
podría ser lesiva para la buena fama del clérigo402.

b) Creemos que, no obstante la presunción de imputabilidad, que


haría primer responsable de demostrar lo contrario al acusado, el
Ordinario también puede investigar sobre la imputabilidad con el fin de
decidir qué acciones emprender403.

c) Durante el proceso se debe buscar la verdad de lo ocurrido; por


tanto el juez o el Ordinario, aunque no puedan obligar, sí podrán
solicitar estudios psicológicos en orden a establecer la imputabilidad,
si creen que son necesarios para poder esclarecer con objetividad los
hechos. Incluso el tribunal puede admitir testimonios de expertos,
presentados por el acusado, que testifiquen sobre qué enfermedad
padece y las características de la misma; la valoración de esos
testimonios corresponderá al tribunal404.

d) Ciertamente que, si no se establecen elementos en contrario, opera


la presunción: ―cometida la infracción externa se presume la
imputabilidad‖405. Pero el tribunal debe estar a favor de la

imputabilidad siempre que sea verdad.

Es claro que en el caso del delito sexual de un clérigo con un menor


de dieciocho años se debe aplicar el canon 1321 §3, y por tanto
―cometida la infracción externa se presupone la imputabilidad‖. Sin
embargo, cualquier duda razonable («nisi aliud appareat») hará
desaparecer la presunción. No obstante, a nuestro entender, no puede
tomarse como duda razonable el hecho de que quienes cometen este
delito suelen padecer algún trastorno psicológico, sino que deberá
haber otros indicios —no necesariamente pruebas— que hagan al
menos probable el padecimiento de alguna afección que pueda influir
en la imputabilidad. Recordemos un ejemplo ya citado, pero que es
ilustrativo de cuanto decimos: una joven de diecisiete años reclama a
un sacerdote que reconozca la paternidad de su hija, consecuencia de
una relación sexual consentida. No hay en este caso elementos que
lleven a pensar que el clérigo pueda estar afectado de alguna
patología, por tanto, cometido el delito hay que suponer que le es
imputable, es decir que lo ha realizado con libertad.

Finalmente, tengamos presente que aun cuando un trastorno o


enfermedad serían suficientes para que la presunción desapareciera,
no implica esto que automáticamente se deba considerar que el
clérigo

403 Cf. canon 1717 § 1.

404 Cf. USCCB, Canonical Delicts, oc, 41. 405 Cf. canon 1321 § 3.

carece de responsabilidad personal en las violaciones externas


cometidas406.

CAUSAS DE IMPUTABILIDAD
Materia: Introducción al Derecho Penal
LAS CAUSAS DE JUSTIFICACION
En principio toda conducta típica es antijurídica, a menos que
este amparada por una causa de justificación.
Las causas de justificación pueden ser definidas como
“aquellas circunstancias que, conforme a la ley, hacen
desaparecer la antijuridicidad de un acto típico”. Son especies
de permisos para realizar un actotípico. Las únicas causas de
justificación admitidas son las taxativamente enumeradas por la
ley.
El articulo 34 del C.P. junto con las causas que excluyen la
pena, la culpabilidad y la imputabilidad, enumera las siguientes
causas de justificación:
Cumplimiento de un deber
Legitimo ejercicio de un derecho, autoridad o cargo
Estado de Necesidad
Legitima Defensa

CUMPLIMIENTO DE UNDEBER LEGAL ( Art. 34 Inc. 4º C.P.)

Si una persona realiza un acto típico, pero cumpliendo con una


obligación o un deber que le impone la ley, su conducta es
conforme a Derecho, no actúa antijurídicamente y no hay delito.
Como ejemplo de esta causal podemos dar la del Oficial de
Policía que priva de la libertad a un delincuente y no comete
delito, porque tiene la obligación de detener a losdelincuentes.

LEGITIMO EJERCICIO DE UN DERECHO ( Art. 34 Inc. 4º


C.P.)

La justificante encaja en el artículo 19 de la Constitución


Nacional, según el cual nadie “será obligado a hacer lo que no
manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe”.
Dice el art. 34 inc. 4º del C.P. “ No son punibles……el que
obrare……..en el legítimo ejercicio de un derecho…….”
Es ejemplo de legítimoejercicio de un derecho: el caso de quien
no entrega lo que se le dio en depósito, porque no se le pagan
los gastos que le ocasionó la cosa depositada. En este caso, el
depositario esta ejerciendo el derecho que le otorga el articulo
2218 del Código Civil.
Para que un hecho se pueda justificar por la causal que
estamos viendo, es necesario que se ejercite un derecho y que,
además, dichoejercicio sea “legítimo”, lo cual significa que el
ejercicio del derecho debe llevarse a cabo en la forma o por la
vía que el Derecho establece.

LEGITIMO EJERCICIO DE AUTORIDAD O CARGO ( Art. 34


Inc. 4º C.P.)

La ejecución de un acto típico, no constituye delito cuando se


realiza en ejercicio de una autoridad o de un cargo.
Cuando se habla de legitimo ejercicio de autoridad se
refieremediante esta causa de justificación al ejercicio de una
autoridad que la ley concede a los particulares como seria el
padre que en el ejercicio de la patria potestad puede corregir
actos de sus hijos privándolos de una salida y por eso no
comete una privación ilegal de la libertad o el del civil que
detiene a una persona “infraganti” delito.
Por su parte cuando se habla del legítimo ejercicio de uncargo,
se produce la misma situación respecto de un individuo que
realice un hecho típico, pero ante tal circunstancia el hecho no
constituye delito. Así podemos mencionar el caso del Oficial de
Policía que practica un registro domiciliario con orden del Juez,
no comete una violación de domicilio porque la ley autoriza al
Juez a dar la orden y al Oficial de Policía por su cargo a tener
quecumplirla.

EL ESTADO DE NECESIDAD (ART. 34 Inc. 3º C.P.)

La doctrina lo define como aquellas situaciones en donde un


hombre se ve en la necesidad de cometer un mal para evitar
otro mayor. Citamos como ejemplo el caso del capitán de un
barco que lleva un cargamento de terceros y ante el peligro de
que el barco se hunda y muera la tripulación, decide echar el
cargamento al mar.
En todos loscasos de estado de necesidad veremos que hay
un individuo que se ve obligado a violar un bien jurídico ajeno,
para salvar otro bien jurídico propio (o de terceros), de mayor
valor. Así el artículo 34 inc. 3º del C.P. nos dice “No son
punibles….. El que causare un mal para evitar otro mayor
inminente a que ha sido extraño…”. Hay estado de necesidad,
no solo cuando se evita un mal sobre bienes...

Causas de inimputabilidad
En derecho penal son aquellas que eliminan la capacidad de un sujeto
para se culpable. Se parte del concepto de que
la imputabilidad constituye el presupuesto previo de la culpabilidad.

Se trata de estados psíquicos que alteran profundamente la


conciencia del autor impidiéndole comprender la criminalidad de sus
actos o dirigir sus acciones.

Se consideran como causas que convierten a un sujeto en


inimputable: la insuficiencia de sus facultades mentales, las
alteraciones morbosas de las mismas, los estados de la inconsciencia
y su edad. Esta última varía según las legislaciones; por ejemplo, en
la República Argentina la inimputabilidad legal alcanza a todos los
menores de 16 años inclusive.
Código Procesal Penal

 Códigos

... de la justicia es gratuito; por tanto, la actuación procesal no causará gravamen o tasa
para quienes en ella intervienen. ARTÍCULO 28. ...3. Cuando media una causa de
justificación, inimputabilidad, inculpabilidad o ausencia de punibilidad. 4. Si la acción
penal se ...

VISTOS:

El Segundo Tribunal Superior de Justicia, mediante Auto 1ra. N°255 de 2 de noviembre de


2006, resolvió sobreseer provisionalmente a A.A.A.D. y a Y.S.B., del cargo criminal que les
fuera imputado, por la supuesta comisión de delito contra la vida y la integridad personal,
en perjuicio de V.A.M.; y en consecuencia, dejó sin efecto la medida cautelar personal de
detención preventiva, aplicada contra los sumariados.

El mencionado auto también dispuso compulsar copias para que S.B., fuese investigada por
la presunta comisión de delito contra la fe pública, tipificado en el Capítulo I, Título VIII del
Libro II del Código Penal.

Contra la resolución judicial en cita, el imputado A.A.A.D. (fs.4,759-4,782), el licenciado


R.C.R., apoderado judicial de Y.S.B. (fs.4,783-4,787), la licenciada G.M.D., abogada particular
de A.D. (fs.4,788-4,794), el licenciado B.A.M.A., representante legal de la parte querellante
(fs.4,795-4,815) y la licenciada M.C., actuando en su condición de Fiscal Tercera Superior del
Primer Distrito Judicial de Panamá (fs.4,816-4,820), formalizaron, en tiempo oportuno,
recurso de apelación.

RECURSO DE APELACIÓN PRESENTADO

POR A.A.A.D.

En su escrito de sustentación del recurso de apelación, el procesado A.D. solicita que la


medida decretada se eleve a la categoría de sobreseimiento definitivo, basado en que, "lo
que esa noche sucedió fue un suicidio de la joven V.M." (f.4,762); que "no existe un solo
testigo ocular, que diga AMAEL ACOSTA asesinó a V.M....no se ha dado NI UN SOLO
MOTIVO (móvil) por el cual AMAEL ACOSTA hubiese querido matar a V.M." (f.4,765); que la
víctima "se encontraba abrumada por una serie de problemas que iban desde
adicción...proceso penal por posesión de drogas...dificultades familiares, había sido víctima
de un ataque sexual...y la habían encontrado incluso autoagrediéndose" (f.4,777); y que "A
esta situación personal hay que sumarle que medicatura forense encontró altos grados de
cocaína y marihuana en al (sic) cuerpo de la occisa y que combinados con el alcohol
lamentablemente la llevaron tomar una decisión equivocada" (f.4,780).

RECURSO DE APELACIÓN PRESENTADO

POR EL LICENCIADO ROGELIO CRUZ RÍOS

El licenciado Cruz Ríos, actuando en su condición de apoderado judicial de Y.S.B., plantea


que "Las mismas razones expuestas en el auto recurrido para justificar el sobreseimiento
provisional son suficientes para haber expedido, en su lugar un sobreseimiento definitivo"
(f.4,784).

Según el recurrente, "No hay en el expediente elementos de juicio que confirmen que se
trata de un homicidio, salvo las supuestas 'heridas de defensa', encontradas en el cuerpo de
la occisa. Por el contrario, sobre la tesis del suicidio, hay sobrados elementos de juicio que
la confirman" y que "La conclusión del auto apelado...revela, sin lugar a dudas, la existencia
de una duda que no debe perjudicar al sindicado. Por el contrario, tal duda razonable le
beneficia, por lo que debe actuarse en consecuencia y proferir en su favor un auto de
sobreseimiento definitivo" (f.4,784).

RECURSO DE APELACIÓN PRESENTADO

POR LA LICENCIADA G.M. DONALD

La licenciada M.D., actuando en su condición de representante legal de A.D., peticiona que


el auto apelado sea reformado, en el sentido que se profiera una medida de
sobreseimiento definitivo. En ese sentido, explica que "el cúmulo de pruebas evacuadas en
el sumario conducen inequívocamente a la conducta autolítica de la joven V.M.F....misma
que no es tipificada en nuestra normas penales como delito"; que resulta descartado "todo
posible episodio de violencia por confrontación, debido a la ausencia de sangre de V.M. en
la habitación"; que "ni YANIBE SARMIENTO ni los otros testigos han afirmado que AMAEL
ACOSTA sostuvo discusiones, agredió o confrontó a la occisa" y que "no existen pruebas
que puedan responder sobre el móvil que pueda sustentar la presunta intención homicida
del señor A.A." (fs.4,789-4,791).

RECURSO DE APELACIÓN PRESENTADO

POR EL LICENCIADO B.A.M. APARICIO

El licenciado M.A., actuando en su condición de representante legal de la parte querellante,


discrepa de la medida de sobreseimiento provisional decretada por el Tribunal "A-Quo",
por considerar que existen suficientes elementos para dictar un auto de llamamiento a
juicio contra A.D. y S.B..

El recurrente afirma que "desde el inicio de la investigación ha existido una serie de


anomalías tendientes a desorientar la verdad material del hecho" (f.4,798); que "Existen una
serie de señales (heridas), en la anatomía el cual (sic) no coincide con el supuesto hecho de
precipitación" (f.4,799); y que "se cuenta con una fuerte prueba indiciaria, que vincula a los
imputados...al pretender tergiversar las investigaciones, mediante la planificación de cómo
iban a declarar cada uno (sic) de las personas que se encontraban en la fiesta...aunado a la
mala justificación al momento de rendir sus descargos" (fs.4,802-4,803).
RECURSO DE APELACIÓN PRESENTADO

POR LA LICENCIADA MARUQUEL CASTROVERDE

La licenciada C., actuando en su condición de Fiscal Tercera Superior del Primer Distrito
Judicial de Panamá, solicita la revocatoria del auto apelado, y en su lugar, se decrete
apertura de causa criminal contra A.D. y S.B.. Ello, por considerar que ambos imputados
estuvieron con la víctima "antes de su muerte, les comprometen los indicios de presencia,
oportunidad y mala justificación, que se suman a los informes de los peritos de Medicina
Legal registrando heridas de defensa en la anotomía de la infortunada...no consistentes con
lesiones de precipitación" (f.4,817); y que "Ninguno de los dos ha hablado con la verdad, su
conducta...es fría, calculadora, previendo consecuencias, manipulando evidencias,
esforzados por disfrazar el rastro del delito" (f.4,819).

La funcionaria de instrucción también solicita que se ordene la compulsa de copias para


que se investigue a E.B. y otros, por la presunta comisión del delito de encubrimiento
(f.4,820).

DECISIÓN DE LA SALA

Las iniciativas ordinarias formalizadas por los recurrentes, fueron sometidas al trámite legal
de traslado a las contrapartes, para que formularan sus objeciones. En esta fase procesal,
hicieron llegar sus escritos de oposición, la Fiscal Tercera Superior del Primer Distrito
Judicial de Panamá (fs.4,823-4,838), A.A.A.D. (fs.4,920-4,930), la licenciada G.M.D. (fs.4,931-
4,951), el licenciado R.C.R. (fs.4,952-4,954), y el licenciado B.A.M.A. (fs.4,955-4,962).

Por evacuadas las etapas de sustentación de los recursos anunciados y de presentación de


objeciones, le corresponde a la Sala Penal incursionar en el análisis jurídico para resolver
sobre la procedencia de los reparos formulados por los recurrentes, teniendo como norte la
regla legal estatuida en el artículo 2424 del Código Judicial, según la cual, "El recurso
legalmente concedido atribuirá al Tribunal de alzada el conocimiento del proceso, sólo
sobre los puntos de la resolución a que se refiera el recurrente" (Resalta la Sala).

El presente cuaderno penal investiga la muerte de V.A.M., hecho de sangre ocurrido en


horas de la madrugada del 4 de marzo de 2005, en los predios del Hotel Plaza Paitilla Inn, a
consecuencia de "trauma cráneo-encefálico masivo en el contexto de un politraumatismo
por precipitación" (f.428). En este hecho, resultaron vinculados A.A.A.D. y Y.S.B., quienes, al
ser sometidos a los rigores de la declaración indagatoria, negaron participación delictiva en
el suceso de sangre que acabó con la vida de MárquezFawcett.

La Sala advierte que las censuras formuladas por A.A.A.D., su abogada, la licenciada G.M.D.
y por el licenciado R.C.R., apoderado judicial de Y.S.B., se encuentran íntimamente
relacionadas, pues todos son contestes en señalar que la resolución judicial apelada debe
se revocada, en el sentido que el sobreseimiento decretado se eleve a la categoría de
definitivo.

La misma situación procesal ocurre con los reparos presentados por el representante legal
de la parte querellante y la funcionaria de instrucción, quienes coinciden en indicar que la
medida judicial apelada, debe ser revocada, en el sentido que se decrete apertura de causa
criminal contra los imputados A.D. y S.B., por la supuesta comisión de delito de homicidio
doloso. La representante del Ministerio Público, agrega la pretensión que se ordene la
compulsa de copias para que se investigue a E.B. y otros, por la presunta comisión del
delito de encubrimiento.
Ahora bien, los planteamientos presentados por los apelantes tienen un punto en común, y
radica en que todos se muestran disconformes con la tarea de valoración probatoria que el
Tribunal "A-Quo", le dispensó a las piezas que obran en la encuesta penal. En virtud de ello,
esta Superioridad considera prudente iniciar el examen jurídico de rigor, justipreciando el
mérito de las piezas probatorias que constan en la actuación, tarea que, en definitiva, será
la que ponga de relieve la medida que sea la correcta en derecho, y la que determine la
procedencia o no de los reclamos formulados por las partes recurrentes.

Se consulta la declaración jurada rendida por A.D., en la etapa inicial de la investigación. El


declarante señaló que "se trata de un suicidio...se lanzó por el balcón de la habitación
número 17-09" (f.38); que "a las once treinta o doce de la noche...se comienza a alterar y a
comportarse de manera extraña, hasta manifestaba que se le había metido el diablo" (f.39);
que "la joven que estaba en el sillón...sale corriendo hacia el balcón...nos levantamos...al
llegar al balcón no vimos a nadie...me puse nervioso...le dije a la muchacha que me
acompañaba que nos marcharamos (sic)" (f,40) y que "era la primera vez que la veía" (f.41).

Al ser sometido a los rigores de la declaración indagatoria, A.D. manifestó que


"VANESSA...empezó a actuar un poco extraña, inicialmente no hablaba con nadie...una hora
después...le dio un tipo de ataque en el cual sus amigas manifestaban que era una posesión
diabólica...la joven YANIBE se le sienta en las piernas y le agarra los brazos y yo me arrodillo
a un lado del sofá y le empiezo a hablar al oído diciéndole que se calme...Luego de esto las
otras dos jóvenes se van, MICHELLE y EXI...Estuvimos un rato con ella tratando de calmarla
hasta que lo conseguimos...YANIBE y yo nos fuimos a la habitación...dejándola a ella
dormida en el sillón...más adelante...YANIBE...me señala hacia el cuarto y me dice que la
joven se había levantado y que se dirigía al balcón...abro la puerta del cuarto y me dirijo
hacia el balcón...veo a la joven que se encontraba arrodillada viendo hacia el cuarto...de
espalda a la baranda...repentinamente esta (sic) se levanta, gira y en cuestiones de segundo
sólo veo cuando se lanza por el balcón" (fs.3,873-3,876).

I.A.Z.B., depuso que "A.A., me llamó que él tenía unas amigas para ir a tener
relaciones...acepté y rente (sic) un cuarto en el hotel Plaza Paitilla Inn...todo transcurrió
normal, estabamos (sic) bebiendo, teniendo relaciones...me tetiré (sic) como a las nueve de
la noche" (f.42); que en la fiesta hubo "tragos, comida, sexo" (f.382); que visualizó "al señor
I. y al señor B." teniendo relaciones sexuales "B. con la señorita V. y el señor Iglesias con J."
(f.382); que él mantuvo relaciones "primero con V. y la segunda creo que fue M." (f.382);
que "V. se veía ebria" (f.384); y que la habitación contaba con una sola cama "de las
grandotas...fue utilizada por varias parejas a la vez" (f.388).

G.Y.M.M., camarera del hotel Plaza Paitilla Inn, declaró que "revise (sic) la habitación...no
habían dejado nada personal...había botellas de seco vacías, residuos de comidas, colillas de
seguros (sic) y varios ceniceros y preservativos tirados por todos lados...observé el televisor
en el suelo, ya que la mesita del mismo la utilizaron para poner la comida, observé que el
marco de la puerta...estaba quitado con la cadenita que lleva" (f.48).

La imputada S.B., en su primera declaración, indicó que "AMAEL me invitó...llegaron otras


muchachas...como a las once y media de la noche V. empezó a alterarse...emitía sonidos
extraños, retorcía la cara y la mirada...como a la una y cuarenta y cinco a dos de la mañana,
yo vi cuando V. salió corriendo hacia el balcón...cuando fuimos a ver...ella no estaba" (f.51).

En diligencia indagatoria, S.B. sostuvo que "Cuando AMAEL me llamó me dijo que él y
JACKIE habían hablado con el Director de la P.T.J...me dijo que fuera a declarar el
domingo...ERIC me dijo..di que solamente habían dos hombres en la reunión...AMAEL y
ERIC, me volvieron a decir no te preocupes que ya todo está hablado con el J. de la P.T.J.";
(fs.359-360), que A. "me dijo...estamos presionando al Jefe de la P.T.J., para que cierre el
caso" (f.365); que "Cuando V. se empezó a sentir mal que parecía como si tuviera (sic) un
exorcismo...empecé a tranquilizarla...AMAEL también le estaba hablando...luego ella se
tranquilizó. AMAEL y yo nos fuimos para la cama...pasó el tiempo y de repente
miro...cuando V. salió corriendo justo para el balcón...los dos nos levantamos...él abre la
cortina y yo le pregunto AMAEL que pasó y me dice la man se tiró" (fs.365-366); que
"consumimos cocaína...VANESSA...me preguntó si tenía papel para rulear marihuana"
(f.367); y que todos los presentes, hombres y mujeres, mantuvieron relaciones sexuales
(f.368).

En diligencia de ampliación de indagatoria, S.B. indicó que "de repente se me da por mirar
a V. y me doy cuenta que...estaba de pie en dirección al balcón, miro a A. y le digo con la
mano...mira a V. ve a buscarla, él se levanta va corriendo a buscarla...V. se encontraba
agachada agarrada de la baranda de hierro...camino hacia la sala...y le digo A. ¡que
pasa!...abre la cortina y me dice Y. la man se tiro (sic)" (fs.430-431); y que A. "estaba tan
aterrado que cuando abrió la puerta del cuarto la abrió con fuerza que se vino el marquito
de la puerta con el seguro" (f.431).

En diligencia de reconstrucción de los hechos, S.B. señaló que no hubo "discusión entre las
personas que estaban en la reunión" (f.4.025).

Consta la declaración jurada de M. De Los A.M.S., quien manifestó que "Llegamos al hotel a
las tres y treinta aproximadamente...estaban presentes AMAEL y YAQUI, y dos personas
más...tuvimos relaciones con estas personas, elos (sic) nos pagaron...Yo me fui del hotel a
las siete y treinta de la noche" (f.70); que "AMAEL...se reunió conmigo...me dijo que es lo
que yo tenía que declarar, al escuchar esto (sic) yo quedé con la duda, de lo que le pudo
haber pasado a mi amiga VANESSA" (f.71); que "había cocaína y marihuana" (f.72); y que "le
pregunté a VANESSA si quería irse conmigo y ellas todas se quedaron porque les iban a
pagar más...Ella estaba tranquila cuando me retiré...estaba sentada en un sofá y casi no
hablaba...estaba tomando ron con coca cola que AMAEL se los estaba preparando...V.
consumió" (f.170).

I.Y.Q.D., amiga de la occisa, señaló que la víctima la llamó en horas de la noche para decirle
"que se encontraba en un Hotel...en compañía de unos amigos, me invitó para que yo fuera
a ese lugar, le dije que no podía ir" (f.95) y que "ella me contó, que se dedicaba a la
prostitución, para ganarse la vida" (f.95).

I.M.D.G., depuso que "las cuatro VANESA, YANI, M. y yo, nos fuimos juntas para el Hotel...en
el lugar se encontraban cinco hombres...AMAEL ACOSTA...YAQUI...ERIC...Y dos hombres
más...Después subió el Gerente del Hotel...EXI...fue la última en llegar...yo veía a VANESA
como rara...se fue y se paró en el balcón...le dije a AMAEL que ya no le diera más
tragos...como a las doce...de la madrugada, empezó como la muchacha de la Película de 'El
Exorcista'. Gritaba y miraba para la pared, como si viera a alguien...hablaba como hombre
en un lenguaje que nosotros no entendíamos y los ojos se le pusieron rojos...YANI se le
sentó a VANESA en las piernas y empezó a tocarle el cabello y a decirle cosas en el oído.
AMAEL también se acercó y empezó a decirle cosas en el oído...EXI y yo nos
fuimos...después...yo llamé a AMAEL para preguntarle como estaba VANESA...me contestó
'V. está dormida, aquí ahora el demonio soy yo'...no se oía ningún ruido" (fs.175-176); que
A. "me dijo...Esta man se tiró del balcón y tu nunca me has visto, no nos conocemos, nunca
hubo fiesta, no me llames, yo no te voy a llamar, allí no pasó nada'" (f.177); que
"consumimos cocaína, V. también fumó Cocaína" (f.178); que "V. estaba combinando
Cocaína y Marihuana...combinaba eso más el licor...V. se metía bastante, que ni hablaba"
(f.506) y que "allí nadie peleó" (f.3.204).

E.G.C., indicó que "VANESA estaba fumando marihuana. Ella misma estaba preparando su
cigarrillo. De allí las cuatro...Estábamos...consumiendo droga blanca" (f.183); que "VANESA
miró para la pared...los ojos se le viraron...se quería parar de la silla pero no podía...Yo
agarré a MICHELLE por los brazos y nos fuimos...estabamos (sic) bien nerviosas por la cara
transformada que tenía la joven" (f.184); que "Cuando M. gritó la FULA dijo 'ella no tiene
nada' y se le sentó en las piernas a VANESA y AMAEL se le acercó y le tocaba la cabeza y le
dijo que lo agarra (sic) con calma y que se tranquilizara" (f.185).

Consta Informe del Departamento de Criminalística, que reveló que la occisa presenta
antecedentes en delito contra la salud pública (fs.274-275), antecedente probatorio que
guarda relación con un informe policivo, que da cuenta que la occisa se estaba dedicando a
la venta de sustancias ilícitas, hecho ocurrido el 16 de julio de 2004 (fs.701-702).

El Protocolo de Necropsia acreditó que la víctima dio positivo para el consumo de


marihuana y cocaína (f.282).

L.B., médico forense que atendió el caso, señaló que las lesiones que presentaba la occisa a
nivel del cuello eran ante mortem y superficiales, no penetrantes (f.288) y que las heridas
que presenta en los dedos de la mano izquierda son compatibles con lesiones de defensa
(fs.288-289).

J.E.R.S., declaró que prácticamente todos los que se encontraban en la habitación realizaron
actividades sexuales (f.319); que "todos los que se quedaron estaban tomando" (f.322); y
que "todo el mundo estaba normal" (f.323).

E.A.B.G., indicó que "una vez llegamos al lugar, pedimos bebidas, se pidió comida y hubo
conversación entre las personas que estaban allí...luego de un rato hubo actos
sexuales...tuve relaciones sexuales con la joven M....y luego con la joven V." (f.329); y que
"era un ambiente totalmente normal, las personas estaban en un estado de ánimo mas bien
alegre, en un ambiente de fiesta, no vi nada extraño, raro o anormal" (f.334).

H.E.I.M., depuso que "estaba A.A., I.Z., E.B., en total habían cinco (5) muchachas...Un tiempo
después también llegó J.R. y un señor de apellido S....tomamos tragos, pusieron música...La
gente entraba y salía del cuarto" (f.342) y que "había un ambiente alegre, la gente estaba
contenta" (f.346).

Se consultan sendos informes de inspección técnica ocular y diligencia de luminol, realizada


en la habitación donde se realizó la fiesta, dando resultado negativo para la presencia de
sangre (fs.349-350 y 379).

J.D.S., Gerente del Hotel Plaza Paitilla Inn y partícipe de la actividad se limitó en manifestar
que "hubo actos sexuales entre parejas" (f.417).

Consta informe del Consejo Técnico Forense, el cual reveló que la occisa presentaba tres
tipos de lesiones: "compatibles con precipitación...compatibles con agresión con objeto
contuso con bordes agudos en el cuello...en la mano izquierda que deben considerase
como posibles heridas de defensa" (Resalta la Sala) (f.427).

Se consulta copia de denuncia que formuló la occisa el 4 de enero de 2005, donde


informaba que había sido víctima de delito de violación carnal (fs.737-739).
En esa misma actuación, figura un informe de centro de atención a las víctimas de la P.T.J.,
donde se deja consignado que la occisa, en su momento, manifestó tener problemas
familiares, haber visitado a psiquiatras y recibir medicación por depresión (f.750).

Informe confeccionado por el doctor de J.V.P., médico forense del instituto de medicina
legal, indica que las lesiones que presentaba la occisa en los dedos de la mano derecho son
pequeñas, pero de defensa (f.843).

Diligencia de inspección ocular en los archivos clínicos del hospital Santo Tomás, reveló que
el 20 de noviembre de 2004 la occisa fue atendida en sala de urgencia con referencia de
haberse autoagredido con trauma facial (f.1,295).

Informe confeccionado por el doctor J.V.P., señalando que "La baranda que debe prevenir
una caída desde el balcón de esa habitación...puede ser sobrepasada con relativa facilidad
por un cuerpo humano de las características de la hoy occisa, siendo tan posible que haya
perdido el equilibrio al borde la baranda, que se haya lanzado o que haya recibido un
empujón durante un incidente violento" (Resalta la Sala) (f.4,117).

Por último, obra autopsia psicológica practicada sobre la persona de la occisa por parte de
la doctora E.B., psiquiatra forense del instituto de medicina legal, mediante la cual, se pone
en conocimiento que "Como los resultados de cocaína y marihuana son positivos, sumados
a las descripciones de los testigos de síntomas que son fuertemente indicativos de cuadro
tóxico, su estado mental estaba alterado...Hay elementos para pensar en cuadro delirante
tóxico donde las alucinaciones son de contenido terroríficas y la persona pudiera estar
huyendo de lo que pudiera estar viendo" (Resalta la Sala) (f.4,280).

La valoración conjunta de todas las piezas probatorias que vienen reseñadas, permiten
determinar que en horas de la tarde del 3 de marzo de 2005, A.A.A.D., I.A.Z.B., J.E.R.S.,
E.A.B.G., H.E.I.M., J.D.S., Y.S.B., M. De Los A.M.S., I.M.D.G., E.G.C. la ahora occisa V.A.M., se
reunieron en la habitación 17-09 del Hotel Plaza Paitilla Inn, con el propósito de participar
en una actividad caracterizada por la práctica de relaciones sexuales remuneradas, la
ingesta de bebidas alcohólicas y el consumo de sustancias ilícitas. La "fiesta" transcurría sin
mayores inconvenientes y los partícipes, paulatinamente, se retiraron del lugar. En horas de
la noche, se encontraban en la habitación: A.D., S.B., D.G., G.C. y la ahora occisa
MárquezFawcett, momento en el cual ocurre el primer incidente, cuando M.F. presenta un
cuadro de alteración emocional y física, producto de la ingesta combinada y descontrolada
de sustancias nocivas para la salud como la cocaína, marihuana y el licor; lo que motivó que
D.G. y G.C., alteradas por el trastorno padecido por la hoy occisa, se retiraran
apresuradamente del sitio. Una vez que M.F. logra tranquilizarse y permanecer dormida en
el sillón ubicado en la recámara, ya en horas de la madrugada, acontece el segundo
incidente que es el que trae el desenlace fatal. S.B., desde la cama de la habitación donde
se encontraba junto con A.D., visualiza que M.F. se levanta repentinamente del sillón y se
dirige hacia el balcón, acción que pone en conocimiento de A.D., quien ingresa al balcón y
luego de un breve momento, sale y le informa a S.B., que M.F. se había lanzado al vacío.

A juicio de la Sala, las exigencias procesales que nuestro ordenamiento jurídico tiene
establecidas para la emisión de un auto de llamamiento a juicio, no aparecen cabalmente
acreditadas en la presente encuesta penal, conforme al material probatorio que se ha
examinado. La Ley exige plena prueba de la existencia del hecho punible y cualquier medio
probatorio que ofrezca serios motivos de credibilidad, según las reglas de la sana crítica, o
graves indicios contra alguno (Cfr. artículo 2219 del Código Judicial), para declarar que hay
lugar a seguimiento de causa.
En el expediente se pueden consultar algunos elementos que, prima facie y valorados
concatenadamente, podrían calificarse como indicios de responsabilidad contra los
sumariados A.D. y S.B.. Ellos son: 1. que los imputados, al inicio de la investigación,
pretendieron tergiversar la real ocurrencia de los hechos, presentando una narración que
omitía las actividades que se habían realizado en la habitación del hotel y la identificación
de todas las personas que participaron en la especial "fiesta", lo que pudiera catalogarse
como un indicio de mala justificación y 2. que la víctima presentó heridas en una de sus
manos calificadas de defensa, situación que hace presumir que previo al hecho fatídico,
pudo haber existido una agresión física en su contra.

No obstante, analizando en detalle la citada vinculación indiciaria, y al contrastarla con el


conjunto de los otros hechos que se desprenden de las pruebas de autos, se concluye que
los elementos mencionados no revisten la contundencia jurídica para sustentar le emisión
de un auto de enjuiciamiento criminal, en la medida en que no se erigen como serios
motivos de credibilidad, indicativos que la muerte de M.F. fue consecuencia de un acto
voluntario e intencional de los imputados de querer suprimir su vida (hecho delictivo que
se investiga), veamos:

En primer lugar, resulta entendible que en el inicio de la investigación, A.D. y S.B., al rendir
sus declaraciones iniciales, hayan omitido algunos datos importantes a la investigación,
considerando que las actividades desarrolladas el día en que acaeció el hecho de sangre,
pueden ser calificados de inmorales, socialmente reprochables y contra las buenas
costumbres; que la mayoría de los hombres que tomaron parte en aquella fatídica "fiesta",
tenían compromisos familiares conyugales y gozaban de respeto y de una cómoda posición
social; y que además, la imagen y renombre del Hotel quedaba empañada, ante la opinión
pública, fundamentalmente, porque quien facilitó la realización de la "fiesta", fue su
Gerente, quien además participó activamente de las actividades que allí se desarrollaron.

Como quiera que esa actitud de los imputados A.D. y S.B., de ocultar algunos datos
sensitivos a la investigación, no aparece como un hecho incontrastable o irrebatible dentro
del expediente, no resulta concluyente sostener que en su contra opera un indicio de mala
justificación.

En cuanto a la existencia de heridas de defensa en una de las manos de la víctima, esta


Superioridad advierte que tampoco se configura como un suceso definitivo que acredite
que, previo al desenlace fatal, la occisa se defendió de una ataque o agresión injusta
emprendida en su contra por los imputados. Y, es que las inspecciones realizadas a la
escena del delito, no permitieron descubrir un solo hallazgo que llevara a presumir que en
la habitación donde departían víctima y los supuestos victimarios, hubiese señales de actos
de violencia, sino más bien residuos de una "fiesta" como cigarrillos, preservativos, etc. Se
acreditó que el cuarto, a excepción de un marco de la puerta, mantenía íntegro todos sus
enseres propios del hotel y en su interior no se ubicó ningún rastro de sangre. Aunado a
ello, se debe considerar: 1. que las heridas calificadas como de "defensa" son superficiales;
2. que previo al fatídico incidente, ocurrieron actos de desenfreno en actividades sexuales y
de consumo de sustancias ilícitas, en las que M.F. participó activamente; y 3. que la occisa
presentó un cuadro delirante que ocasionó la intervención de varias personas para
sostenerla fuertemente y calmarla. Todo ello, valorado conjuntamente, hace
razonablemente inferir, que las heridas bien pudieron ser producidas en esos momentos de
exaltación y de actividad física, y no necesariamente a consecuencia de actos de defensa
por un supuesto ataque de los imputados; de manera que también existen fuertes dudas
respecto a este hecho.
A lo anterior se suma: 1. que si bien A.D. y S.B., al inicio de la instrucción sumarial, omitieron
algunos hechos, lo cierto es que en todas sus declaraciones han sido consistentes en
señalar que M.F., voluntariamente, se lanzó al vacío; 2. que el expediente no da cuenta de la
ocurrencia de ninguna situación polémica o de altercado entre M., A. y Sarmiento, previo al
desenlace fatal, que pudiera dar lugar a razonar que los imputados contaban con un móvil
para suprimir la vida de Márquez, o que actuaron animados por un estado de ira, por el
contrario, está acreditado que cuando M.F. sufrió el cuadro delirante, fue socorrida y
tranquilizada por A. y Sarmiento; 3. que M.F. mantenía antecedentes médicos de problemas
de consumo de drogas y de autoagresión, lo que permite inferir que no era ajena a este
tipo de comportamientos; 4. que la experticia médica realizada por la doctora E.B.,
mantiene vigente la posibilidad que la muerte de M.F., haya sobrevenido por accidente o
por una acción autodestructiva de la víctima, a consecuencia del cuadro delirante tóxico
que presentó el día de los hechos; y 5. que de acuerdo a la experticia médica practicada por
el doctor J.V.P., deja abierto como nexo causal del hecho de muerte, tres posibilidades:
accidente, suicidio o empujón.

El criterio de calificación jurídica debe ser autónomo, independiente de imposiciones


sociales y consecuencia de la verdad procesal, que es la que resulta de la correcta
valoración de las piezas de convicción que obran en la encuesta penal. En ese sentido, la
Sala considera que, en el presente caso, no se derivan esos "serios motivos de credibilidad"
para sostener que A.D. y S.B., con plena intención, voluntad y discernimiento, desplegaron
una conducta homicida en perjuicio de M.F.. Contrario a ello, lo que se desprende de autos,
son dudas razonables en cuanto a la participación de los imputados en la ejecución o
materialización de esa intención criminal.

En materia criminal, no se puede enjuiciar a los procesados como exige la Ley en el artículo
2219 del Código Judicial, ya que las pruebas científicas rendidas por Medicina Legal, no son
conclusivas, ni determinantes ni dan juicio de certeza sobre el hecho punible, no se probó
el nexo causal que acción dolosa, culposa o accidental provocó el resultado de la muerte.

En consecuencia, y considerando que lo que procede en derecho es darle preponderancia


al principio penal de in indubio pro reo, se concluye que no existe asidero legal para dictar
un auto de llamamiento juicio, por lo que se desestiman los reparos que al respecto
formulan el representante legal de la parte querellante y la funcionaria de instrucción.
Asimismo, se niega la pretensión de la agente del Ministerio Público, para compulsar copia
a fin que se investigue la probable comisión del delito de encubrimiento, pues para que
este hecho punible se configure, se exige que se haya cometido un delito y que, con
posterioridad a su consumación, otra persona que no ha intervenido en el mismo, colabore
o ayude a asegurar su provecho, eludir las investigaciones , sustraerse a la acción penal o al
cumplimiento de la condena; y resulta que en este caso, como viene visto, falta ese
elemento esencial en la estructuración del delito, concerniente a la comprobación de un
hecho punible previo.

El anterior reconocimiento judicial, aplicando la lógica jurídica, permite razonar que la


presente causa debe resolverse con una medida de sobreseimiento. No obstante, resta
determinar, de acuerdo a las probanzas de autos, la naturaleza jurídica del sobreseimiento a
emitir, es decir, si debe ser de carácter definitivo, como lo solicitan el imputado A.D. y los
defensores particulares, o si reviste la categoría de provisional, como lo sostuvo el Tribunal
de instancia ordinaria, en el auto objeto de censura.
Para definir este último extremo procesal, se advierte que el artículo 2207 del Código
Judicial, especifica las situaciones fácticas y jurídicas que deben concurrir para que el
sobreseimiento sea de carácter definitivo. Esta norma responde al siguiente tenor literal:

Artículo 2207. Será definitivo el sobreseimiento:

1. Cuando resulta con evidencia que el hecho motivo de la investigación no ha sido


ejecutado;

2. Cuando el hecho investigado no constituya delito;

3. Cuando aparezca el imputado exento de responsabilidad penal, sea por hallarse en uno
de los casos de inimputabilidad, o por razón de alguna causa que la extinga, o que lo
justifiquen; y

4. Cuando el hecho punible de que se trata hubiere sido ya materia de un proceso, el cual
haya concluido con decisión definitiva que afecta al mismo imputado.

La Sala considera que ninguno de los supuestos que vienen indicados, encuentra
vigencia jurídica en la presente actuación:

1. Resulta un hecho incontrastable la muerte de V.A.M.. La diligencia de reconocimiento y


levantamiento del cadáver (fs.5-6), el protocolo de necropsia (fs.277-281) y las vistas
fotográficas del cuerpo inerte de la víctima (fs.206-220), son pruebas elocuentes que
acreditan el óbito. Por ende, existe constancia que acredita la ocurrencia del hecho
motivo de la investigación.

2. Las constancias probatorias no permiten llegar a la conclusión, que el suceso objeto de


investigación en el presente caso, no constituye delito. El ejercicio probatorio
desplegado por esta Superioridad, reveló que en la encuesta penal existen dudas
razonables en cuanto a la participación de los imputados A.D. y S.B. en la ejecución o
materialización de una intención criminal para suprimir la vida de MárquezFawcett.
Ellobasado, fundamentalmente, en la ausencia de elementos concluyentes e
incontrastables que indicaran la existencia de una situación conflictiva momentánea o
de un móvil que incidiera en la consumación del delito, y de la concurrencia de
situaciones que, valoradas concatenadamente, permiten presumir, que la muerte de
MárquezFawcett pudo ser consecuencia de un accidente o de un acto voluntario de
auto agresión. Esa duda razonable que, en materia de derecho penal, beneficia la
situación procesal del imputado, no indica ni tiene la suficiencia jurídica, para acreditar
o llegar al criterio definitivo que el hecho atribuido no constituye delito.

3. En el negocio examinado, no converge ninguna causal o supuesto demostrativo que los


imputados A.D. y S.B., sean inimputables, o que en su favor operen circunstancias
extintivas o justificativas de la acción penal.

4. Por último, no existe constancia probatoria que indique que el hecho investigado
hubiese sido materia de otro proceso penal, concluido con una decisión definitiva que
afectara o beneficiara a los sumariados.

Visto lo anterior, no resulta procedente calificar la encuesta sumarial con una medida
de sobreseimiento definitivo, siendo la correcta y ajustada a la realidad procesal del
presente cuaderno, la de sobreseimiento de carácter provisional, de conformidad con lo
dispuesto en el numeral 1 del artículo 2208 del Código Judicial, considerando que, los
medios incorporados a la investigación, hasta este momento, no poseen la suficiencia
para comprobar el hecho punible. De ahí que la Sala coincida con el planteamiento
esbozado por el Tribunal "A-Quo", en el sentido que "...las probanzas evacuadas no
permiten concluir con exactitud si la precipitación que llevó a la muerte a V.M. fue
accidental, suicida o el resultado de la intervención dolosa de quienes fueron las
últimas personas en estar con ella previo a su deceso, sean los imputados AMAEL
ACOSTA y YANIBE SARMIENTO; siendo procedente emitir un sobreseimiento
provisional en la presente encuesta, en ausencia de plena prueba del hecho punible, lo
cual viabiliza la reapertura, de surgir nuevos elementos de prueba que a juicio del
tribunal, lo ameriten" (f.4,731).

Como quiera que en este caso, no han prosperado los reclamos formulados por los
recurrentes, lo que sigue en derecho es confirmar el auto venido en grado de
apelación.

Por las consideraciones que se dejan expuestas, la SALA PENAL DE LA CORTE


SUPREMA, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley,
CONFIRMA en todas sus partes el Auto 1ra. N°255 de 2 de noviembre de 2006, dictado
por el Segundo Tribunal Superior de Justicia del Primer Distrito Judicial, venido en
grado de apelación.

N. y devuélvase.

ESMERALDA AROSEMENA DE TROITIÑO

VICTOR L. BENAVIDES P. -- ANÍBAL SALAS CÉSPEDES (Con Salvamento de Voto)

MARIANO HERRERA (Secretario)

SALVAMENTO DE VOTO DEL MAGISTRADO

ANÍBAL SALAS CÉSPEDES

Con el debido respeto, manifiesto mi disconformidad con el criterio externado por el


resto de los integrantes de la Sala Segunda de la Corte Suprema al confirmar en todas
sus partes el Auto 1ra. N°255 de 2 de noviembre de 2006, proferido por el Segundo
Tribunal Superior de Justicia del Primer Distrito Judicial, por las razones que a
continuación expongo.

Es un hecho cierto que el delito es materia difícil de prueba porque es evidente que, en
la mayoría de los casos, quien comete una conducta contraria a derecho intentará
realizar las diligencias pertinentes para no ser descubierto, por una cuestión de
preservar su identidad.

En razón de la complejidad que conlleva la tarea probatoria y de las implicaciones que


acarrea, en ciertos casos, para la acreditación de los delitos es válido en algunas
ocasiones atender a pruebas indirectas, concretamente, indicios.

La figura del indicio se encuentra regulada en el Código Judicial, con lo cual se


concluye que el legislador en su momento tomó la determinación de dotarlo de
estructura y sustento normativo, lo cual da pie a considerar la importancia de la figura
en cuestión.

El concepto de indicio es explicado de forma clara por el distinguido procesalista patrio


J.F. quien expone en torno a la citada figura lo siguiente:

"1.El indicio es un hecho que señala la existencia de otro. El indicio viene a ser así la
huella, vestigio, señal, traza, o circunstancia que pueda conducir o coadyuvar al
conocimiento de determinado hecho. En el derecho angloamericano se le conoce como
"prueba circunstancial" (circunstancial evidente). El humo es un indicio de combustión."
(F.P., J., Medios de Prueba, Tomo II, Editorial Plaza & Janes, Colombia, página 649).

En ocasiones, debido a la naturaleza del hecho investigado, verbigracia cuando ocurre


en la clandestinidad, el indicio cobra especial consideración y por ende debe ser
atendido por el juzgador.

Desde que se elaboró el Protocolo de Necropsia se estableció que la hoy occisa


presentaba una serie de excoriaciones. Luego, el informe preparado por facultativos el
Instituto de Medicina Legal determinó que el cadáver de la joven MÁRQUEZ presentaba
lesiones compatibles con defensa e incluso en el cuello, heridas causadas por uña.

Se ha manifestado que las lesiones de marras no tienen una explicación clara. Esto es
así porque ninguno de los presentes en la reunión, ni los imputados se adjudican la
autoría de las lesiones. Lo cierto es que las heridas mencionadas fueron causadas antes
del óbito y por causas diferentes a la precipitación, que fue el hecho que precedió el
deceso.

Dentro de otro contexto, la doctora E.B., psiquiatra del Instituto de Medicina Legal,
quien participó en la Diligencia de Inspección Ocular y Reconstrucción de los Hechos y
estudió el caso de la hoy occisa, rindió informe en cual concluyó lo siguiente:
En la historia de la hoy occisa no hay elementos que indican diagnóstico de Trastorno
Depresivo Típico asociado a riesgo inminente de suicidio.

No hay relato de intentos previos de suicidio, o quien hubiera compartido con alguien dicho
deseo. En sus citas con psiquiatría no está consignado este diagnóstico. También no se
encontró acciones como dejar claro como deseara que se determinara con sus pertenencias,
quien se haría cargo de su hijo, cartas; notas, o alguna referencia que pudiera indicar algún
pensamiento o acción en este sentido.

Más adelante la facultativa agregó:

"La depresión típica con riesgo de suicidio de importancia es prácticamente imposible


de disimularla. Las mismas personas que estuvieron en la fiesta se darían cuenta de lo
"mal" que ella estaría; pero lo más probables es que ella no tendría "fuerzas" siquiera
para acudir a fiestas, ni sostener relaciones sexuales." (v.f.4280)

Como viene expuesto, la tesis del suicidio según la experta se aparta de la historia que
reflejaba la joven MÁRQUEZ. Si bien es cierto en el informe se consigna que la hoy
occisa por su estado de intoxicación, (el resultado de Toxicología Forense determinó
evidencias de Marihuana y Cocaína en el organismo de la hoy occisa-v.f.282), podría
tener alucinaciones y que la mencionada intentara huir, no es posible soslayar que el
documento también refiere que por el grado de intoxicación VANESSA MÁRQUEZ no
podría tomar ninguna acción por su libre determinación, lo cual descarta la idea del
suicidio.

En el cuaderno consta, de forma clara, que la joven MÁRQUEZ falleció debido a una
precipitación que le causó lesiones que acabaron con su vida, luego no hay duda en
torno a su deceso.

La muerte de la joven MÁRQUEZ, el hallazgo de las lesiones potenciales de defensa, así


como agresión en el cuello y el descarte de la tesis del suicidio permiten inferir que el
delito se encuentra acreditado.

Acreditado el delito, resta demostrar la vinculación de los encartados. En ese sentido


tenemos que ambos justiciables se encontraban a solas con la hoy occisa cuando
ocurrió el hecho, lo cual es un indicio en su contra máxime por las evidencias de
lesiones en la anatomía de la encartada.

El hecho probado que ambos imputados estaban solos con la hoy occisa antes de su
muerte, permite deducir mediante un proceso de enfoque mental que los dos tuvieron
relación con los últimos instantes de vida de la joven MÁRQUEZ. Además, la hoy occisa
tenía evidencias de lesiones en su anatomía que aún no han sido clarificadas y que
requieren de un debate más amplio.

Si ambos indicios, (el de presencia en la escena y oportunidad; y el de las lesiones) se


analizan en conjunto podemos concluir nos encontramos frente a más de un indicio y a
la vez graves porque configuran una relación estrecha entre la muerte y los hechos que
ocurrieron antes del deceso.

No puede soslayarse que existen varias contradicciones en los relatos de los


encartados, quienes en no pocas oportunidades han incurrido en divergencias de
modo, tiempo y lugar. No es preciso que las deposiciones sean exactamente iguales,
empero las notables diferencias dan lugar a que contra los sindicados surjan otro
indicio: el de mala justificación.

El indicio mencionado tiene lugar cada vez que la persona investigada en un proceso
suministra una versión que luego no puede ser corroborada, tal como acontece en el
caso en cuestión, dado que las divergencias en las deposiciones de los sindicados se
tropiezan entre sí y no permiten que su versión se acredite.

Por otro lado, desde el inicio del proceso según versiones de M.M. y de YANIBE
SARMIENTO, entre otras, el señor AMAEL ACOSTA intentó dirigir el rumbo que debían
seguir las declaraciones. Además, consta que el hoy justiciable junto con otro de los
presentes en la actividad que tenía lugar en el hotel donde se encontraba la hoy occisa
antes de morir, sostuvieron reuniones con un alto funcionario de la Policía Técnica
Judicial, lo cual constituye un hecho que no ocurre con frecuencia, según lo dictan las
reglas de la experiencia.

Así las cosas, considero que contra los imputados existen elementos para considerarlos
vinculados a la investigación que nos ocupa, los cuales van más allá de su presencia en
el lugar de los hechos y que se relacionan con las lesiones ante-mortem en la anatomía
de la afectada, el descarte del suicidio, las contradicciones de los imputados y la
clandestinidad en que ocurrió el hecho.

Al cuaderno se incorporaron varios peritajes elaborados por parte de profesionales de


la física. Ninguno de ellos ha podido ser cuestionado en torno a las conclusiones a las
que llegaron, ni a los métodos elegidos para elaborar sus apreciaciones.

Estimo que la confrontación podría dar más luces en torno al hecho, máxime si se toma
en cuenta que en el plenario se potencian principios como la contradicción, la
bilateralidad, la inmediación, entre otros.

En atención a los argumentos expuestos, soy del criterio que el delito se encuentra
acreditado y que contra los imputados existen piezas que los vinculan al hecho, por
ende, es dable acoger los reparos del Ministerio Público y del apoderado de la parte
querellante, por ende, proceder a la apertura de causa criminal contra AMAEL ACOSTA
y YANIBE SARMIENTO y, tomando en consideración que la pena para el delito en
cuestión supera los dos años de prisión, que el delito es grave y está acreditado que
contra los imputados pesan elementos comprometedores, decretar la detención
preventiva de ambos encartados; sin embargo, toda vez que este criterio no es
compartido por la mayoría, respetuosamente, SALVO EL VOTO.

Fecha ut supra.

ANIBAL SALAS CÉSPEDES

MARIANO E. HERRERA E. (Secretario)

https://vlex.com.pa/vid/apelacion-auto-interlocutor-segunda-39181123

Causas de Inimputabilidad
1.
 
Concepto y Definiciones.
 El Dr. Julio Andrés Sampedro Arrubia dice "La inimputabilidad es la
incapacidad del sujeto paraser culpable siendo determinante la falta
deconocimientode la ilicitud y/o la alteración de lavoluntad, siempre y
cuando ocurran en el sujeto al momento de ejecutar el hecho
legalmentedescrito".Son varias las definiciones encontradas entornoa
las causas de inimputabilidad. Acontinuación veremos algunas de
ellas que hemos podido encontrar:

 
Ellibrode Hernando Grisanti Aveledo nos dice: "La causas de
inimputabilidad", son losmotivos que impiden que se atribuyan a una
persona, el acto típicamente antijurídico quehaya realizado.

 
Para elprofesorJiménez de Asúa, son motivos de inimputabilidad la
faltadedesarrolloysaludde la persona en su mente; así como los
trastornos pasajeros de lasfacultades mentales que privan o perturban
en el sujeto la facultad de conocer el deber.

 
Monografía.com: Las causas de inimputabilidad son aquellas que si
bien el hecho esintrínsecamente malo, antijurídico, no se encuentra
sujeto a delito, por no concurrir en élel desarrollo y la salud mental,
laconcienciao la espontaneidad.Las causas de la inimputabilidad serán
pues todas aquellas capaces de anular o neutralizar, yasea en el
desarrollo o salud de la mente, en cuyo caso el sujeto carece de la
aptitud psicológicapara la delictuosidad.1.
 
Sistemas adoptados por las legislaciones actuales por la forma
de inimputabilidad.
 Cuando decimos que inimputabilidad es incapacidad de comprender
y/o determinarse,aludimos a los efectos producidos por determinados
casos también susceptibles deenunciación tales como estados
biológicos, la edad (niñez ovejez), o perturbaciones
mentalesoproblemasde tipo cultural. Al formular la inimputabilidad,
pues, los Códigos enuncian: o sólola causa del fenómeno, o sólo los
efectos del mismo, o tanto la causa como el efecto. Y segúnque ello
acontezca, tenemos los diferentessistemas,a saber, elsistemabiológico
opsiquiátrico, el sistema psicológico y el sistema mixto.

 
Sistema biológico o psiquiátrico:
En este sistema simplemente se alude a la causa por lacual el sujeto
es inimputable, sin que se entre a decir por qué razón esa causa o
fenómenoenunciado constituye inimputabilidad. Se pone como
ejemplo de esteelCódigoPenalespañolde 1932, cuando en su artículo
8° num. 1° dice: "Están exentosderesponsabilidadcriminal: El
enajenado y el que se halla en situación de trastornomental transitorio
a no ser que éste haya sido buscado de propósito para delinquir".Se
alude a la demencia oenajenacióno al trastorno mental transitorio
como fenómenos queconstituyen inimputabilidad, pero no se dice por
qué esa demencia o enajenación o trastornomental transitorio hace al
sujeto inimputable.
https://es.scribd.com/document/95229099/CAUSAS-DE-
INIMPUTABILIDAD

21.2. Causas de inimputabilidad


2.1. Fórmulas reguladoras de la
inimputabilidad
Para la regulación de las causas de inimputabilidad y, en especial, de las que
se basan en una anomalía, enfermedad o trastorno, se pueden utilizar varias
clases de fórmulas, que podemos reunir en tres grupos:

1. Fórmulas biológicas o psiquiátricas:


o se refiere únicamente a la enfermedad, sin exigir nada más.
o se les critica que no basta con padecer un trastorno mental para
ser inimputable, sino que dicho trastorno debe guardar relación
con el delito y, además, impedir una resolución de voluntad
conforme al ordenamiento jurídico.
2. Fórmulas psicológicas:
o se refiere únicamente a la privación de la capacidad de
comprensión o de actuación del sujeto, sin exigir ningún tipo de
causa determinada.
o se les critica la inseguridad jurídica que crearía la mera alusión de
pérdida de capacidad de comprender o actuar.
3. Fórmulas psiquiátrico-psicológicas, biopsicológicas o mixtas:
o se refiere a anomalías que deben producir efectos en la
capacidad de comprensión o actuación del sujeto.
o Requieren tanto determinadas causas como determinados
efectos.
o dan mayor seguridad jurídica, siendo al mismo tiempo
respetuosas con el principio de culpabilidad. Son las más
frecuentes en Derecho comparado.

2.2. La regulación de la inimputabilidad en los


CP españoles
Solo el Código Penal de 1928 y el actual, de 1995, optarían por una fórmula
mixta o psiquiátrico-psicológica.
La doctrina se muestra conforme con la utilización de una fórmula mixta en la
regulación de la inimputabilidad, pese a que determinados aspectos de la
regulación podrían mejorarse.
2.3. Anomalía o alteración psíquica
El art. 20 CP al regular la eximente basada en una anomalía o alteración
psíquica, elimina la diferencia entre la enajenación y el trastorno transitorio que
señalaba el Código Penal anterior -el de 1932-. Esto es un acierto por dos
razones:

1. resulta difícil deslindar trastornos duraderos y transitorios cuando hay un


fondo patológico.
2. No hay diferencia de cara a la aplicación de medidas de seguridad.

Sin embargo, la diferencia sigue existiendo a efectos de la regulación de las


acciones libre en la causa -actiones liberae in causa- pues el propio art. 20.1
CP señala:
"El trastorno mental transitorio no eximirá de pena cuando hubiese sido
provocado por el sujeto con el propósito de cometer el delito o hubiera previsto
o debido prever su comisión".

A) Presupuesto psiquiátrico: anomalía o alteración


psíquica
Comprende todas las enfermedades y trastornos que incluye la Organización
Mundial de la Salud (CIE 10) o de la Asociación Psiquiátrica Americana (DSM
IV TR).

B) Presupuesto psicológico
Para la apreciación de la eximente completa debe darse una privación de la
capacidad de comprender lo ilícito del comportamiento o de la capacidad de
actuar conforme a dicha comprensión. Se exige, en definitiva, una anulación -o
afecte gravemente- de las facultades del sujeto para comprender lo ilícito o
actuar conforme a dicha comprensión.
La privación de la capacidad debe de darse en el momento del hecho, salvo
en los supuestos de las accione libres en la causa.

C) Consecuencias de su apreciación: la posibilidad de


aplicar medidas de seguridad
La consecuencia más importante de la apreciación de la eximente completa
de anomalía o alteración psíquica es la posibilidad de aplicar al sujeto medidas
de seguridad.

2.4. Estados de intoxicación plena


Según el art. 20.2 CP, estos estados producen la exención de la
responsabilidad criminal si impiden al sujeto comprender lo ilícito o actuar
conforme a dicha comprensión.
En este artículo se aprecia el carácter mixto de la fórmula, pues se refiere a
determinadas causas que producen determinados efectos.

A) Presupuesto psiquiátrico
El precepto hace referencia a un estado de intoxicación plena, derivado del
consumo de determinadas sustancias. Son tres, por tanto, las cuestiones que
debemos estudiar:

a. Concepto de intoxicación
o es el estado consecutivo a la administración de una sustancia
psicoactiva que altera la consciencia y la percepción.
b. Concepto de plenitud
o concepto jurídico que se refiere a lo que médicamente se
denomina intoxicación aguda por consumo puntual de una
sustancia.
c. Sustancias
o el precepto se refiere a cualquier sustancia -legal o ilegal- que
pueda producir los efectos que alega. Resulta irrelevante el
carácter voluntario o involuntario, pero esto puede repercutir a
través de la actio libera in causa.

B) Presupuesto psicológico
La intoxicación debe privar al sujeto de su capacidad para comprender lo
ilícito o actuar conforme a dicha comprensión.
Se refiere a una absoluta anulación de las facultades intelectuales y volitivas,
lo cual puede resultar problemático.
La eximente no podrá aplicarse si el estado de intoxicación hubiese sido
buscado por el sujeto con el propósito de cometer el delito o hubiese debido
prever la comisión de la infracción. Nuevamente nos encontramos con las
acciones libres en la causa.

C) Intoxicación plena y anomalías o alteraciones


psíquicas
En la concurrencia de intoxicación plena y alteración psíquica se optará,
normalmente, por la alteración psíquica, que, además, permitiría adoptar, en su
caso (art. 101), medidas más adecuadas.

D) Consecuencias de su apreciación: la posibilidad de


aplicar medidas de seguridad
La consecuencia más importante de la apreciación de la eximente completa
por intoxicación es la posibilidad de aplicar al sujeto medidas de seguridad. Se
estudia en el Capítulo 34.
2.5. Síndrome de abstinencia
De nuevo se aprecia en el precepto (art. 20.2 CP) la fórmula mixta: se
requiere un síndrome de abstinencia por dependencia que impida comprender
lo ilícito o actuar conforme a dicha comprensión.

A) Presupuesto psiquiátrico: el síndrome de


abstinencia
Síndrome de abstinencia: síntomas que produce la falta de una sustancia
psicoactiva tras un consumo persistente.
Sustancias: alcohol, drogas tóxicas, estupefacientes, psicotrópicos, y otras
que produzcan efectos análogos.

B) Presupuesto psicológico
En este caso, se ve afectada la capacidad de actuar conforme a la
comprensión de lo ilícito, dado que el sujeto puede ser consciente de lo ilícito
de su comportamiento.

C) Posibilidades de su apreciación
Se considera difícil la aplicación de la eximente completa, por lo que su
función es la de posibilitar la eximente incompleta.

D) Consecuencias de su apreciación: la posibilidad de


aplicar medidas de seguridad
La consecuencia más importante es la posibilidad de aplicar medidas de
seguridad. Se estudia en el Capítulo 34.

2.6. Alteraciones en la percepción


El art. 20.3 CP es también una fórmula mixta: "esta exento ... el que, por sufrir
alteraciones en la percepción desde el nacimiento o desde la infancia, tenga
alterada gravemente la conciencia de la realidad".

A) Presupuesto biológico
Es necesario que el sujeto sufra alteraciones en la percepción desde el
nacimiento o desde la infancia, de forma que prácticamente desde siempre su
representación de la realidad ha sido diferente. No hay limitaciones sobre la
naturaleza de las alteraciones que en cualquier caso incluyen la sordomudez y
la ceguera.

B) Presupuesto psicológico
El sujeto debe sufrir una alteración de la conciencia de la realidad que elimine
la capacidad de comprender lo ilícito o de actuar conforme a dicha
comprensión.

C) Aplicación
Esta eximente se considera superflua y apenas se ha aplicado en los
tribunales.

D) Consecuencias de su apreciación: la posibilidad de


aplicar medidas de seguridad
La consecuencia más importante es la posibilidad de aplicar medidas de
seguridad. Se estudia en el capítulo 34.

2.7. Menor de edad y minoría de 14 años


Los menores de 18 años no son responsables conforme al CP sino conforme
a la LO 5/2000 del Menor.
Art. 19 CP: "Los menores de 18 años no serán responsables criminalmente
con arreglo a este Código. Cuando un menor cometa un delito podrá ser
responsable conforme a la Ley que regule la responsabilidad del menor".
Los artículos 1 y 3 de la Ley del Menor disponen que dicha ley se aplica a los
mayores de 14 años, de modo que ésta es la edad que marca la posible
imputabilidad en nuestro ordenamiento jurídico. El menor de 14 se considera
inimputable.
Si un menor de 14 comete un delito deben aplicarse las normas sobre
protección de menores del Código Civil.

2.8. La actio libera in causa (acción libre en la


causa)
Art. 20.1 CP: "...no eximirá...cuando hubiese sido provocado por el sujeto con
el propósito de cometer el delito...."
Art. 20.2 CP: "...siempre que no haya sido buscado con propósito de
cometerla....."
El sujeto es inimputable en el momento del delito pero cuando era imputable
previó que realizaría la acción.
Esto supone una excepción al principio de coincidencia o simultaneidad pues
los elementos del delito deben darse en el mismo momento temporal, lo que
significa que deben coincidir en el mismo momento antijuridicidad y culpabilidad
-esta explicación se denomina "modelo de la excepción"-.
La acción libre en la causa -sea dolosa o imprudente- supone que no puede
aplicarse la eximente, ni completa ni incompleta.
Por supuesto, el delito que el sujeto tenía el propósito cometer o cuya
comisión había previsto o podido prever es el delito concretamente realizado
por el sujeto, no cualquier delito, de forma que, en cuanto no fuese el
perseguido o previsto o que podía prever, sí sería aplicable la eximente.

las Alteraciones o Perturbaciones Psíquicas como Causas de Inimputabilidad: Especial


Problemática de la Psicopatía

Planteamiento del tema Como es sabido, las alteraciones o perturbaciones psíquicas


constituyen las causas de inimputabilidad por excelencia, ya que pese a que históricamente las
legislaciones hacían responder penalmente al enfermo mental; con posterioridad se estableció
un sistema en el que éstos sólo podían ser sujetos de medidas especiales, como por ejemplo,
el internamiento asegurativo. Hoy en día, la ciencia jurídico penal admite con unanimidad que
las personas que delinquen bajo los efectos de una enfermedad mental carecen de capacidad
de motivación, esto es, no poseen la capacidad de determinarse conforme a las normas
penales, razón por la cual no pueden responder con una pena –principal consecuencia jurídica
del delito-, aunque sí con una medida de seguridad. Las principales alteraciones mentales que
se han planteado en el Derecho Penal como supuestos de inimputabilidad son: las psicosis,
oligofrenias, psicopatías y neurosis; no obstante, existe una discusión con relación a las
mismas, ya que por un lado, se considera que tanto la psicosis –en sus distintas
manifestaciones- como las oligofrenias severas son causas de inimputabilidad que excluyen la
responsabilidad y; por otro, se establece que las psicopatías no deben apreciarse como
supuestos de inculpabilidad, sino por el contrario, merecen un tratamiento penal ordinario,
admitiendo en algunos casos una pequeña atenuación de la pena1.

b) Supuestos de inimputabilidad por alteraciones psíquicas En este trabajo, nos enmarcaremos


en el ámbito de las eximentes derivadas de enfermedades mentales o anomalías psíquicas
permanentes y, seguidamente, realizaré un análisis de dicha eximente, tomando en cuenta los
principales conceptos psiquiátricos para efectuar –en cada caso- una valoración a cerca de la
concurrencia o no de eximentes completas, incompletas o simples atenuantes.

b.1) La anomalía o alteración mental no transitoria

b.1.1) Fórmulas biológicas, psicológicas y mixtas Con relación a las anomalías psiquiátricas se
plantean diversas fórmulas que suelen emplearse en los códigos penales para regular la
exclusión de responsabilidad, estas son: las fórmulas biológicas, fórmulas psicológicas y
fórmulas mixtas (biológico-psicológicas). Las primeras se limitan a requerir una enfermedad o
anomalía mental del sujeto; las fórmulas psicológicas se refieren al efecto de inimputabilidad
en el momento preciso del hecho, pero no exigen una anomalía psíquica del sujeto; mientras
que la última requiere de ambas: por un lado, una alteración o anomalía psíquica, y por otro, el
efecto de inimputabilidad al momento del hecho.

En este sentido, podemos afirmar que las fórmulas biológicas señalan el carácter patológico
del trastorno que excluye la responsabilidad, pero no hace referencia a los efectos del mismo.
Debido a esta exigencia de base patológica, CONDE PUMPIDO- FERREIRO afirma que es
realmente difícil incluir un completo catálogo de enfermedades mentales, por lo que será la
jurisprudencia y los peritos (psiquiatras) quienes deben determinar qué alteraciones o
anomalías mentales causan la inimputabilidad del sujeto.

Por su parte, las fórmulas psicológicas no hacen referencia a las causas que propician dichas
alteraciones, sino que se limita a la exigencia de un efecto de inimputabilidad al momento del
hecho, traducido en la perturbación de la capacidad de comprender lo ilícito del hecho o de
actuar conforme a dicha comprensión. Cabe señalar, que la intensidad de la perturbación es
sumamente importante, ya que la plenitud de la misma excluye la responsabilidad penal, no
así la perturbación parcial que conlleva a una eximente incompleta cuyo efecto es la
atenuación considerable de la pena9

La fórmula mixta –adoptada modernamente- hace referencia a las causas y los efectos de la
perturbación10. Siendo así, la determinación de las causas patológicas corresponde al perito
legista y el efecto psicológico se reserva al juez, quien realizará el juicio de inimputabilidad
tomando como base el dictamen médico.

b.1.2) Análisis de la eximente Actualmente, se ha desechado el término “enajenado” para


referirse a los trastornos psíquicos, ya que dicha expresión es muy restringida porque hace
alusión únicamente a las enfermedades mentales propiamente dichas y no a otra clase de
anomalías, como por ejemplo las oligofrenias. Sin ánimo de realizar un profundo análisis de
todos los conceptos psiquiátricos, realizaremos un breve estudio de las principales
manifestaciones patológicas que debemos tener en cuenta por su importancia en el ámbito de
la inimputabilidad. Así, podemos distinguir: las psicosis, las oligofrenias, las psicopatías y las
neurosis.

b.1.2.a) Las psicosis Son las propias “enfermedades mentales”, que suponen una “condición
mental grave”, caracterizada por la pérdida de contacto con la realidad (delirio, alucinaciones,
manifestación anormal de emociones, autismo, miedo o sospechas infundadas, depresión,
etc). En definitiva, las psicosis constituyen una perturbación cualitativa de la normalidad
psíquica que se reputa de base somática.

Este tipo de patología mental puede ser ocasionada por: el consumo de bebidas alcohólicas y
drogas, tumores cerebrales, depresión psicótica, demencia. La falta de tratamiento adecuado
puede traer complicaciones, tales como: la incapacidad para cuidar de sí mismo, posibilidad de
lesionarse a sí mismo o a terceros, delirios agudos, ceguera, entre otras. Se habla de psicosis
(en plural) porque puede incluirse un abanico de padecimientos (esquizofrenia, paranoia,
melancolía, delirios, etc). Entre las principales manifestaciones de psicosis -debidas a causas
endógenaspodemos citar:

La esquizofrenia: es concebida como un trastorno mental serio, que provoca dificultades para
que la persona pueda diferenciar entre situaciones reales e irreales, produce graves trastornos
de la asociación de pensamiento, impide tener reacciones normales ante determinadas
circunstancias sociales, causa hiperactividad que no corresponde con el estímulo. Es
considerada una enfermedad compleja y enigmática, cuyas causas aún no están claramente
definidas13.
• La paranoia: se caracteriza principalmente por un delirio sistemático y crónico, de evolución
lenta que causa preocupación por una o más ideas delirantes o alucinaciones auditivas
frecuentes. Puede manifestarse en forma de delirios de grandeza, de celos, de erotismo y de
interpretación14.

• La psicosis maníaco- depresiva: es una enfermedad mental que afecta el estado de ánimo del
sujeto, pero no su capacidad intelectual. Se manifiesta por intervalos de profunda tristeza o
depresión, generalmente sin motivo externo alguno; sin embargo, pueden presentarse
períodos de mucha exaltación y euforia, que sugieren una aparente normalidad.

• La epilepsia: se caracteriza por la producción de ataques convulsivos con pérdida del


conocimiento, o ataques en menor escala, lapsus mentales en los que el sujeto puede realizar
actos inconscientemente, sin que luego pueda recordar nada.

Como ya hemos apuntado, las psicosis producidas por causas exógenas se deben a factores
externos que afectan al cerebro, ya sea por la ingestión de bebidas alcohólicas o drogas
(psicosis tóxicas); o por enfermedades infecciosas como la sífilis (psicosis infecciosas), tumores
cerebrales (psicosis orgánicas), lesiones craneales por accidentes (psicosis traumáticas) o por
una progresiva involución debida a la edad (psicosis y demencias seniles).

b.1.2.b) Las oligofrenias

Las oligofrenias constituyen una insuficiencia cuantitativa del grado de inteligencia, es decir,
suponen la existencia de un déficit intelectual inferior a lo normal. Según, MIR PUIG esta
característica las diferencia de las psicosis que se deben a una alteración cualitativa de la vida
psíquica17.

Así, pues, se ha establecido que las oligofrenias suelen ser causadas por razones congénitas,
lesiones durante la gestación e inmediatamente después del nacimiento o a temprana edad.

Según el grado o intensidad del atraso intelectual, las oligofrenias se clasifican


tradicionalmente en: debilidad mental, imbecilidad e idiocia. Si tomamos en cuenta que el
índice de lo normal se ubica entre 90 y 110, siendo 100 la cifra media ideal, la debilidad mental
comprende los casos de coeficiente intelectual comprendidos entre 50 a 80, la imbecilidad los
que se hallan entre 25 y 50, y la idiocia los inferiores a 2518.

Se ha llegado a sostener, que el débil mental sufre un atraso de dos o tres años, el imbécil no
llega a comunicarse activa ni pasivamente por escrito y el idiota no es siquiera capaz de hablar
o comprender el lenguaje hablado19. Con base a estas características, se dice que en términos
de edad mental, el débil mental tendría 11 años, el imbécil 7 y el idiota 3 años de edad.

La relevancia jurídico penal de las oligofrenias, está condicionada por el efecto excluyente de la
posibilidad de comprender lo injusto del hecho y de dirigirse en virtud de dicha comprensión.
Es por ello, que el juzgador ha de realizar el correspondiente juicio de inimputabilidad cuando
esté frente a un caso específico de oligofrenia, pues una anomalía de esta naturaleza requiere
una valoración específica según su intensidad.
Finalmente, debemos precisar que las oligofrenias no constituyen verdaderas alteraciones
psíquicas, pero sí tiene un carácter de “anomalía psíquica”

b.1.2.c) Las psicopatías

No hay un criterio unánime para definir las psicopatías, pero sí existe consenso en que éstas
son anormalidades que inciden en la personalidad del sujeto, de forma tal que son personas
que sufren y hacen sufrir a la sociedad21.

La anormalidad de la psicopatía, se caracteriza por un desequilibrio cuantitativo de los


distintos componentes de la personalidad (instintos, sentimientos, voluntad, etc). Así, el
psicópata es aquél que sufre un trastorno de la personalidad, cuyas características generales
son:

• Presentan una personalidad claramente antisocial, • Delinquen con mucha normalidad para
satisfacer su déficit de estimulación, • Manifiestan un profundo egocentrismo y conductas
egoístas, • Se comportan de forma agresiva, • Son grandes manipuladores, • Presentan un
sentido de auto evaluación, que les hace pensar que son superiores a los demás, • No sienten
remordimientos por los hechos que realizan, ya que carecen de sentimientos afectivos, • El
psicópata realiza sus actos de forma consciente, • Presentan un coeficiente intelectual
superior a lo normal (casos de los llamados “asesinos en serie organizados”), • Gozan de un
afán de protagonismo y, • Manifiestan excesiva frialdad afectiva.

Es necesario destacar que entre las distintas psicopatías los llamados “psicópatas desalmados”
constituyen uno de los casos de mayor peligrosidad, ya que pueden ser capaces de realizar los
crímenes más atroces, sin que por ello experimenten remordimientos.

La psicopatía no necesariamente implica la comisión de hechos delictivos de forma


automática, pero sí indican un alto grado de peligrosidad criminal. Como hemos mencionado,
la psiquiatría moderna concibe que las psicopatías constituyen verdaderos “trastornos de la
personalidad”, razón por la cual se niega el carácter de enfermedad mental que suelen
atribuirle22.

Siguiendo la línea anterior, al admitirse que las psicopatías no son enfermedades mentales,
sino trastornos de la personalidad, carece de sentido todo tratamiento curativo; además, hay
que recordar que éstas no afectan la inteligencia ni la voluntad, sino sólo la afectividad, por lo
que es comprensible que las psicopatías representen un problema jurídico penal de mucha
complejidad.

Esta dificultad de las psicopatías, se incrementa en la medida en que no es fácil resocializar a


un psicópata, ya que la ciencia aún no ha encontrado un mecanismo o tratamiento efectivo,
pues la experiencia demuestra que cuando el sujeto asiste a las distintas actividades manifiesta
pocos avances respecto de los demás. En definitiva, las medidas alternativas (trabajos
comunitarios, libertad vigilada, terapias, etc) carecen de eficacia.

b.1.2.d) Las neurosis


Las neurosis constituyen reacciones psíquicas anómalas ante determinadas situaciones, que se
manifiestan principalmente en forma de angustia, depresión o mecanismos de defensa contra
ambos, pero que pueden llegar a generar impulsos irresistibles23.

Tradicionalmente, se ha entendido que estas reacciones no tiene una base somática, es decir,
que tales manifestaciones anormales no tienen fundamentalmente carácter orgánico sino
funcional.

Así, las reacciones neuróticas aparecen desencadenadas por influjo de ciertas situaciones de la
vida del sujeto.

b.1.3) Efecto de inimputabilidad

Como hemos apuntado, las “anomalías o alteraciones psíquicas” deben provocar un efecto
psicológico de inimputabilidad para que pueda apreciarse la eximente, esto es, que al
momento de cometer el delito –dichas alteracionesimpidan al sujeto comprender la ilicitud del
hecho o actuar conforme a dicha comprensión.

- Con relación a las psicosis, el efecto de inimputabilidad se produce cuando éstas son plenas,
máxime si se trata de casos de esquizofrenia o paranoia grave; sin embargo, se aplica una
eximente incompleta cuando las distintas alteraciones no perturban plenamente las facultades
mentales del sujeto.

file:///C:/Users/usuario/Downloads/Dialnet-
LasAlteracionesOPerturbacionesPsiquicasComoCausasD-5973476.pdf

LA REPERCUSIÓN DEL
TRASTORNO MENTAL
TRANSITORIO EN EL DERECHO
PENAL
Índice

 ¿Qué es un trastorno mental transitorio?

 ¿Cuál es la pena por trastorno mental transitorio?

 ¿Cuándo no se exime el trastorno mental transitorio?

 ¿Cuándo se considera eximente al trastorno mental transitorio?

El código penal desde su primera redacción admite la posibilidad de


eximir a las personas que padezcan algún trastorno mental. Este es el
caso del trastorno mental transitorio (TMT) donde se exime de pena,
sólo si el sujeto no lo ocasiona con intención.
La ley considera que quedan eximidas de responsabilidad criminal las
perturbaciones de las facultades psíquicas. Estas pueden ser de
cierta permanencia, de carácter intenso y pleno, que imposibiliten a
la persona de comprender la ilegalidad del hecho.

¿Qué es un trastorno mental transitorio?

Es una perturbación de gran intensidad pero de carácter


pasajero, que en muchos casos puede no dejar ningún
tipo de consecuencias. Las causas por las que se
originan pueden ser muy variadas y dependen del
individuo y de las situaciones que rodean los hechos.

El trastorno mental transitorio (TMT) puede


presentarse de dos formas: 

Con base patológica 

El trastorno es con base patología cuando la enfermedad


se fundamenta en características que dificultan el
funcionamiento mental de la persona.

Sin base patológica 

El padecimiento ocurre cuando no existen alteraciones


significativas en la persona y son causadas por algunos
agentes circunstanciales. Estos pueden ser el consumo
de opiáceos, el consumo de alcohol, síndrome de
abstinencia y embriaguez patológica. Este trastorno
también puede ser causado debido a una intoxicación
aguda debido al abuso de sustancias.

El trastorno es provocado cuando la persona origina la


situación de incapacidad para cometer un delito. Esto lo
hace de manera consciente y es considerado como dolo
directo de primer grado o dolo directo de segundo grado.
También le resultará de interés

 Aplicación de la Ley Penal del Menor a Jóvenes


Adultos
 Especialistas en Robos
 El Delito Del Aborto Imprudente
 Abogados Especialistas en Tráfico de Medicamentos
y…
 Abogado Especialista Defensa Penal Menores
 Delito Contrabando Tabaco
La regulación del trastorno mental transitorio se
encuentra establecida en el Código Penal, artículo 20.1.
Lo considera como eximente pudiendo ser incompleto o
completo, cuando es incompleto el juez puede establecer
una medida o pena. Cuando es considerado eximente
completo no tiene ninguna responsabilidad penal.

El Tribunal Supremo por su parte establece


los requisitos para que se determine la existencia del
trastorno mental transitorio:

La aparición del trastorno debe ser de forma repentina.

Una incursión en la mente de la persona causando la


pérdida de las facultades intelectuales o de la voluntad,
pueden darse los dos casos a la vez. 

El trastorno debe ser de poca duración. 

La curación debe darse sin consecuencias. 

El trastorno no puede ser autoprovocado por la persona


que lo padece

¿Cuál es la pena por trastorno mental


transitorio?
La persona que cometa un delito o infracción penal, como
consecuencia de cualquier alteración o anomalía
psíquica. Que le impida comprender la ilegalidad del
hecho quedará libre de responsabilidad penal.

Cuando la persona comete una infracción o delito como


consecuencia de cualquier alteración psíquica provocada
por el mismo. Pueden imputársele sanciones
penales porque se cree que cometió el delito con
intención.

La persona que padezca este tipo de trastorno estará


libre de responsabilidad penal en los siguientes casos:

Que al momento de cometer la infracción o el delito


penal, debido a cualquier alteración o anomalía psíquica,
no entienda la ilegalidad de su actuar o del hecho.

Cuando se comete el delito o infracción penal bajo los


efectos de intoxicación por las siguientes causas: el
consumo de estupefacientes, bebidas alcohólicas,
sustancias psicotrópicas, drogas tóxicas o cualquier otra
que ocasione efectos similares.

Pero siempre que no se encuentre en este estado porque


tenía el propósito de cometerla o lo hubiese previsto. 

Se exime también de responsabilidad penal cuando la


infracción o delito se comete bajo la influencia de un
síndrome de abstinencia. Pero cuando es ocasionado por
su dependencia a las sustancias toxica, que no permiten
que comprenda la ilegalidad de su actuar o del hecho.

La persona que sufre de alteraciones en el discernimiento


desde que nació o desde la infancia y esto le ocasiona
una alteración grave de la conciencia de la realidad.
El individuo que actué por impulso causado por un miedo
que es difícil de superar.

¿Cuándo no se exime el trastorno mental


transitorio?

Este tipo de trastorno no se eximirá de pena cuando la


persona lo provoca con la intención de cometer el delito.

El juez para dictar sentencia, en estos casos debe


estudiar la personalidad y el comportamiento de la
persona. También debe analizar como se desarrollaron
los hechos y cuáles son las alteraciones patológicas que
tiene la persona.

Esto le permitirá determinar qué es lo que lo ha llevado a


cometer la infracción o el delito penal.

¿Cuándo se considera eximente al


trastorno mental transitorio?

El trastorno puede ser eximente incompleto o


completo. Es considerado eximente incompleto cuando
se puede demostrar algún tipo de alteración grave de la
conciencia o una enajenación mental.

Para el eximente incompleto puede existir una


responsabilidad penal, pero con atenuantes. Por lo que el
juez puede eliminar o reducir la condena luego de que la
persona sea sometida a un tratamiento. 

El trastorno mental es considerado eximente completo


cuando se libra de responsabilidad penal a la persona. Se
considera eximente al trastorno mental transitorio cuando
ocurre en una persona que no sufre un trastorno mental.
Pero que en cualquier momento y de manera transitoria
actúa de acuerdo con lo que entiende o no sabe lo que
está haciendo. 

Esta situación se presenta como una reacción a una


determinada situación a la que se enfrenta el individuo.

El trastorno mental transitorio es considerado también


eximente cuando la persona padece de un trastorno
crónico de poca intensidad. Donde no se excluye una
posible imputabilidad. Pero en cualquier momento y de
manera transitoria aparece el trastorno que sufre
afectando sus facultades.
https://www.rinberabogados.com/la-repercusion-del-trastorno-mental-
transitorio-en-el-derecho-penal/#:~:text=La%20ley%20considera
%20que%20quedan%20eximidas%20de%20responsabilidad,del
%20trastorno%20mental%20transitorio%20en%20el%20derecho
%20penal

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