Control y Manejo de La Basura

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Control y manejo de la basura

Casi todos los hogares del mundo tienen un bote para almacenar la basura que en
ellos se produce. Imaginemos la cantidad de basura que producimos, si tomamos
en cuenta cada casa, escuela, vecindario y comunidad en el país.

El problema de la basura es un problema mundial. Implica la producción de miles


de toneladas diarias que necesariamente ocuparán un espacio físico. El dilema es
que la cantidad de basura crece y el espacio no. Una verdad evidente es que esas
crecientes cantidades de basura dañan nuestro ambiente.

El aire es afectado por los gases producidos en la descomposición de los


desechos; los suelos, por la filtración de sustancias tóxicas contenidas en la
basura; el agua, cuando las sustancias filtradas alcanzan los mantos o cuando los
desechos tóxicos son vertidos directamente en ríos y drenajes.

Clasificación de la basura Un basurero en


cada casa.
Según la procedencia u origen de la basura, ésta se puede clasificar
en orgánica einorgánica, y dentro de esta última se puede distinguir la llamada basura sanitaria,
conformada por todo el material utilizado para tratamientos médicos en el hogar, escuelas, hospitales
etcétera.

Por ejemplo: gasas, vendas, algodón, papel higiénico, toallas sanitarias, toallas de papel y dispositivos
desechables. Este tipo de desechos contiene microorganismos capaces de causar diferentes
enfermedades. Esta basura debe ser depositada en bolsas cerradas y con una leyenda que especifique
que contiene desechos sanitarios.

¿De dónde provienen las basuras?

¿Tú sabes de dónde salen las cáscaras, los restos de comidas, el estiércol, la
hojarasca y los huesos?

Toda esta basura proviene de los seres vivos, de plantas o de animales; es decir,


de los organismos. Por eso se llama basura orgánica.

¿Y de dónde salen las latas, las botellas de vidrio, la loza, los neumáticos y las
cubetas de plástico?

Esta basura proviene de cosas que fabrican los hombres. Es basura que no sale
de ningún ser vivo, de ningún organismo. Por eso se llama basura inorgánica.

¡Ah!, también el humo y los detergentes, o jabones en polvo, son basuras


inorgánicas, son basuras que no salen de ningún ser vivo.

¿A dónde crees que va a parar el humo?

Y ¿a dónde se quedará el jabón en polvo después de que se haya usado para


Estiércol de lavar?
cerdos. Los humos ensucian, contaminan el aire que todos respiramos. Y los jabones en
polvo, o detergentes, contaminan el agua que todos necesitamos.

 
 

Si no las encuentras todas, al final del texto encontrarás la solución.

¿En qué se puede aprovechar la basura orgánica?

¿No se te ocurre pensar que la basura se puede aprovechar para muchas cosas? Pero, ¿cuál de todas
las basuras puede aprovecharse? Para saberlo, realiza un experimento:

Escoge una basura que haya salido de algún ser vivo, por ejemplo, una cáscara de plátano. Y también
una basura que no provenga de ningún organismo, por ejemplo, una bolsa de plástico.

Para el
experimento:
cáscara de
plátano y una
bolsa de
plástico.
 

Después, las puedes dejar durante toda una semana en un lugar donde no se vayan a perder.
Observa lo que le sucedió a la basura orgánica, la cáscara de plátano: ¿cambió su aspecto? ¿Por qué?
¿Se pudrió?

Y también lo que le sucedió a la basura inorgánica, la bolsa de plástico: ¿cambió en algo su aspecto?
¿Por qué? ¿No se pudrió?

Como te habrás dado cuenta, la basura orgánica, como la cáscara de plátano, se pudre. Pero a la basura
inorgánica, como la bolsa de plástico, no le sucede nada, dura mucho tiempo donde se la tira.

Que ¿para qué es importante saber que algunas basuras se pudren y otras no? Bueno, para poder
aprovecharlas mejor.

Las basuras que se pudren y se deshacen se mezclan con la tierra y la alimentan, la enriquecen y la
mejoran para el cultivo.

¿Qué basuras se juntan en el lugar donde vives?

Basura de
ciudad.
 

Por ejemplo, si vives en una comunidad costera, junto al mar, seguramente se junta la basura que queda
de todo lo que se pesca. Esta basura sirve para hacer abono, el cual sirve a la tierra para mejorar los
cultivos. Y también esta basura es útil para hacer collares, llaveros y adornos.

Pero si vives cerca del desierto, o en la sierra, seguramente que la basura que se junta es diferente a la
basura que hay en las comunidades costeras.

¿Qué basuras encuentras en estos tiraderos?

¿Y en el lugar donde vives, qué tipo de basura hay? ¿De dónde sale toda la basura que se tira? ¿Cómo la
han aprovechado?
Reciclar vidrio
facilita la
recolección de
otros
desperdicios.
 

Con la basura orgánica, como las sobras de comida, la hojarasca de las plantas y el estiércol, se puede
hacer abono natural.

Tú sabes que la tierra necesita abonarse para que los cultivos crezcan mejor. ¿Por
qué? Bueno, porque las plantas aprovechan lo que hay en la tierra y la tierra se
cansa, se agota. Por eso es bueno cuidarla, echándole abono.

Para hacer abono natural se necesita basura orgánica, basura que sale de los
seres vivos y además, que se pudra rápidamente.

¿Qué basura orgánica que se pudra hay en tu comunidad? Investígalo. Después, si


tú quieres, puedes hacer abono natural con ella.

Los campesinos bien que saben hacer abono natural.

Seguramente te has dado cuenta de que donde hay vacas, cerdos, mulas y gallinas
hay excrementos. Los campesinos ponen en los corrales paja y excrementos. Ahí,
estas dos basuras se mezclan al pisotearlas los mismos animales. Pero los
excrementos no pueden descomponerse completamente, si les falta aire. Por eso,
habrás visto que la paja pisoteada y mezclada con el excremento o estiércol es Abono natural.
amontonada afuera del corral. Así, al orearse, se forma abono natural.

¿Cómo hacer abono natural?

¿Te gustaría hacer, con tus compañeros o familiares, abono natural para el huerto escolar o familiar?
Pero antes de comenzar será importante que protejan sus manos cuando vayan a buscar basura orgánica
para el abono. Pueden ponerse bolsas de plástico en las manos. Y después de cada vez que hayan
trabajado con la basura, procuren lavarse muy bien con agua y jabón.

Lo primero que pueden hacer será extender sobre el suelo todas las ramas, ramitas y ramotas que
encuentren. ¿Recuerdas que el aire es importante para que se forme el abono? Bueno, pues al colocar en
el suelo las ramas, a las basuras les podrá llegar aire desde abajo.
¿Y qué tanto de ramas podrán usar? Las suficientes como para cubrir un pedazo de
tierra de unos catorce pasos de largo y de unos siete pasos de ancho. Además,
deberán amontonar las ramas hasta una altura de unos treinta a cuarenta
centímetros.

Enseguida pongan basura orgánica sobre las ramas. Que ¿qué tanto? Bueno, esta
basura deberá alcanzar una altura de otros treinta centímetros.  Y encima de la
basura podrán poner excremento o estiércol, con una altura de unos diez
centímetros. El estiércol es importante también, porque ayudará a pudrir
rápidamente la basura.
Varias capas No se les olvide rociarle agua a estas capas de basura y excremento para que estén
hasta la altura siempre húmedas.
de un niño.
Y así, sigan poniendo capas de basura y de excremento hasta
que tengan la altura de un niño de diez años de edad.

Al principio habrá que mantener muy bien parados los lados del montón. Y también
tendrán que pisotearlo cada noche para dejarlo bien apretado. Y si llegan a ver que
la basura y los excrementos están secos, rocíenle agua para mantenerlos
húmedos. Tú sabes que el agua también es importante para que la basura se
pudra.

Una vez que terminen el montón, tápenlo con un costal o un poco de tierra. Que
¿por qué conviene cubrirlo? Pues, para que se caliente, ya que el calor ayuda a
que la basura se pudra.

Ya verás cómo ese montón se comenzará a calentar. Pero llegará un momento en


Luego tapar el
el que no se calentará más.
montón con
Cuando el montón de basura comience a enfriarse, habrá que voltearlo. Para sacos.
hacerlo tendrán que colocar la parte de arriba abajo y la de abajo arriba; y también
la de los lados hacia dentro y la parte interior hacia afuera. Todo esto lo pueden hacer partiendo el
montón en ocho pedazos grandes, utilizando algunas palas. Al hacerlo, vuelvan a humedecer el montón
de basura. El agua y el aire harán que el montón se vuelva a calentar.

¿Y si se vuelve a enfriar el montón de basura? Bueno, entonces será una señal de que el abono natural
está listo para echarlo en la tierra.

Para echarlo al huerto, mezclen el abono natural con la tierra de cultivo. Ya verán cómo las plantas
crecerán mejor.

Con el abono natural el suelo se mantiene muy sano, algo que no sucede si se usan fertilizantes, ya que
con el tiempo estos abonos artificiales llegan a contaminar la tierra.

También pueden preparar abono natural en corrales hechos con ramas o en


tambores de aceite vacíos, a los que tendrán que hacerles algunos agujeros. Lo
importante es que el montón de basura esté muy bien ventilado y humedecido para
que tenga aire y agua suficientes.

Para voltear el montón de basura y excremento podrán desarmar el corral o voltear


de cabeza el tambor y partir el montón en algunos pedazos. Como ves, con la
basura orgánica se puede hacer un buen abono natural.

¿Qué se puede hacer con la basura inorgánica?

¿Qué crees que se podrá hacer con la basura inorgánica, la basura que no proviene
de ningún organismo, de ningún ser vivo?

Cajas o Tú ya sabes que la basura inorgánica no se pudre y dura mucho tiempo donde se le
tambores para tira. Pero, ¿tú crees que esta basura no sirve para nada?
hacer abono
natural.
Con los desechos de vidrio, de lata o de loza se pueden hacer vasos, juguetes, macetas y quién sabe
cuántas cosas más.

Seguramente has visto llantas tiradas en algunos lugares de tu comunidad. ¿Te has puesto a pensar en
cuántas sandalias se podrían hacer aprovechando una llanta de camión para las suelas?

En algunos lugares, con los neumáticos viejos hacen juegos, como columpios y balancines...

Y muchos otros juegos como éstos:

 ¿Qué sucede cuando la basura no se usa para nada?

Ya viste que la basura se puede aprovechar para muchas cosas. Pero, ¿qué hacer con la basura que no
sirvió para nada? ¿Tú crees que sea suficiente con tirar por ahí la basura que se junta en las casas? ¿No
crees que lo mejor sería enterrar la basura?

¿Te has fijado qué animales e insectos viven en la basura? En tiempo de sequía, muchas moscas
sobrevuelan los basureros. Y como en estos lugares también viven microbios, que son tan pequeñitos que
no se ven a simple vista, las moscas transportan en sus patitas estos microbios. Y
al andar por todas partes, las moscas se meten en las casas y después se paran
sobre cualquier cosa, como los alimentos. Después entran los microbios en nuestro
cuerpo y nos enfermamos del estómago, de los intestinos, de muchas cosas.

Que ¿por qué habrán tantas moscas en los tiraderos? Bueno, porque toda la
basura orgánica es el alimento para estos insectos y muchos otros animales
pequeñitos que no se ven a simple vista, como los microbios.

 También es fácil ver ratas en los basureros, ya que allí encuentran su comida. Las
ratas transmiten una enfermedad llamada rabia. Por eso es importante eliminar los
lugares de la comunidad donde las ratas pueden desarrollarse. Enterrar basura,
Como ves, la basura tirada al aire libre es fuente de enfermedades. mejor que
quemarla.
¿Y cuál es la solución?

Pues... enterrar la basura.

Pero deberá tenerse cuidado de no quemar la basura, sobre todo los desechos de plástico, ya que al
hacerlo se producen humos. Tú ya sabes que los humos contaminan el aire y además, pueden
enfermarnos.  

¿Qué se hace con la basura en la ciudad?

¿Has visitado alguna vez una ciudad? ¿No? En las ciudades vive mucha gente, que produce mucha más
basura que las personas que viven en el campo. Además, las fábricas producen otras basuras como
humos, polvos y líquidos, que ensucian el aire, la tierra y el agua.

Por eso, en las ciudades se amontona muchísima basura. Pero antes de deshacerse de ella, los
cartoneros, que son gente que trabaja en los tiraderos, escogen los desechos de papel, de vidrio y de
metal para venderlos. Después, con eso se vuelve a hacer papel y objetos nuevos de vidrio y metal en
otras fábricas.

Aunque ya sabes que no todo lo que se tira puede aprovecharse.

El papel viejo, usado, y el cartón sirven mucho porque con ellos se puede hacer papel nuevo.

Por eso, es bueno recordar que desperdiciar papel es como desperdiciar árboles.

¿Qué otras cosas más se pueden hacer con basura?

Y a ti, ¿qué otras cosas más se te han ocurrido, y has hecho, aprovechando la basura?

Solución al juego

Las basuras domésticas: Un gran problema con


fáciles soluciones
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Mayo de 2004, por Residuos | Visitas: 31249

Cada día generamos más basura, contribuyendo así a que los residuos
se convieran en un gran problema, pero algunas soluciones están en
nuestras manos. Desde el momento de la compra hasta cuando tiramos
la basura, podemos poner en práctica sencillas medidas que reducen
notablemente tanto el volumen como la peligrosidad de nuestros
residuos.

LAS BASURAS DOMESTICAS


Un gran problema con fáciles soluciones:

REDUCIR, REUTILIZAR, RECICLAR, RECUPERAR
Las sociedades humanas siempre han producido residuos, pero es
ahora, en la sociedad de consumo, cuando el volumen de las basuras ha
crecido de forma desorbitada. Además se ha incrementado su toxicidad
hasta convertirse en un gravísimo problema. 

Al tiempo, las reservas naturales de materias primas y las fuentes


energéticas disminuyen mientras los costes de su extracción aumentan
y son motivos de graves impactos ambientales y desequilibrios sociales.
Estamos inmersos en la cultura del usar y tirar, y en la basura de cada
día están los recursos que dentro de poco echaremos en falta. 

Cada ciudadano genera por término medio 1 kg. de basura al día (365
kg. por persona y año). Estas basuras domésticas (llamadas Residuos
Sólidos Urbanos, RSU) van a parar a vertederos e incineradoras. Buena
parte de estos RSU, el 60% del volumen y 33% del peso de la bolsa de
basura, lo constituyen envases y embalajes, en su mayoría de un sólo
uso, normalmente fabricados a partir de materias primas no renovables,
o que aun siendo renovables se están explotando a un ritmo superior al
de su regeneración (p. ej., la madera para la fabricación de celulosa), y
difícilmente reciclables una vez se han utilizado. 

A lo anterior tenemos que añadir que en el hogar también se producen


residuos derivados de pinturas, disolventes, insecticidas, productos de
limpieza, etc., considerados residuos peligrosos porque suponen un
riesgo importante para la salud o el medio ambiente, pese a que sólo
representan un pequeño porcentaje de los RSU. 

Toda esta basura puede ser llevados a vertederos, pero ocupa mucho
terreno y contamina suelos y aguas. Incinerarla tampoco es la solución,
pues se emiten contaminantes atmosféricos y se producen cenizas y
escorias muy tóxicas. 

Se trata, en definitiva, de que pongamos en práctica la consigna de las


tres erres, reducir, reutilizar y reciclar, en este orden de importancia. 

Este es a grandes rasgos el panorama de los RSU, pero no hay por qué
desesperanzarse. Actualmente disponemos de mecanismos para no
generar tantos residuos y recuperar los producidos, así como para
introducir procesos industriales más limpios y ecológicos. Pero para que
las cosas cambien, las ciudadanas y los ciudadanos tenemos que
responsabilizarnos y actuar, adquiriendo nuevos hábitos de compra,
recuperando buenas costumbres, exigiendo a empresas y autoridades
medidas correctas y colaborando con ellas cuando las ponen en
práctica. 

COMPOSICION DE LA BASURA
LOS PLÁSTICOS 
El 14% del peso de la bolsa de basura son plásticos, y en su mayoría
provienen de envases de un solo uso y de todo tipo de envoltorios y
embalajes (botellas de PVC o PET, bolsas de polietileno, bandejas y
cajas protectoras de corcho blanco...). 

Si se entierran en un vertedero ocupan mucho espacio, tardan desde


décadas hasta milenios en degradarse Si se opta por incinerarlos,
originarán emisiones de CO2, contribuyendo al cambio climático, y otros
contaminantes atmosféricos muy peligrosos para la salud y el medio
ambiente. 

Uno de los plásticos de uso más generalizado, el PVC, produce una


elevada contaminación en su fabricación. Si finalmente se incinera
produce unas de las sustancias más tóxicas que se conocen, las dioxinas
y los furanos. 

Hay que tener en cuenta, que todos los plásticos se fabrican a partir del
petróleo. Por ello al consumir plásticos, además de colaborar al
agotamiento de un recurso no renovable, potenciamos la enorme
contaminación que origina la obtención y transporte del petróleo y su
transformación en plástico. 

LOS "BRICS" 
Son envases, normalmente rectangulares, fabricados con finas capas de
celulosa, aluminio y plástico (polietileno). Se utilizan para el envasado
de refrescos, zumos, agua, vinos, salsas, productos lácteos y otros
líquidos, por conservar bien los alimentos y tener escaso peso y una
forma que facilita su almacenaje y transporte. Para su elaboración se
requieren materias primas no renovables de por sí muy impactantes y
consumidores de energía: el aluminio y el petróleo. A ésto tenemos que
añadir que para elaborar los brics, la pasta de celulosa viaja desde
Escandinavia y la bauxita desde Brasil. Miles y miles de kilómetros de
derroche energético y contaminación. 

Por la dificultad de separar el plástico y el aluminio no se pueden


reciclar para producir nuevos "brics". En Madrid tan sólo se recuperan el
0’28%, con los que se fabrican objetos de poco valor. 

LAS LATAS 
Los metales en su conjunto representan el 11’7% del peso de los RSU y
el 4’2% de su volumen y, en la actualidad, la mayoría son latas.
Fabricadas a partir del hierro, el zinc, la hojalata, el acero y el aluminio,
se han convertido en una auténtico problema al generalizarse su empleo
como envase de un solo uso. 

El aluminio se fabrica a partir de la bauxita, un recurso no renovable,


para cuya extracción se están destrozando miles de kilómetros
cuadrados de selva amazónica y otros espacios importantes del planeta.
La producción de aluminio es uno de los procesos industriales más
contaminantes: para obtener una sola tonelada se necesitan 15.000
kw/h, con los consiguientes impactos ambientales, se producen 5
toneladas de residuos minerales y se emiten gran cantidad de dióxido
de azufre, fluoramina y vapores de alquitrán que contaminan la
atmósfera y provocan lluvia ácida. 

Si son enterrados contaminan las aguas superficiales y residuales a


causa de los aditivos y metales pesados que se incorporan al aluminio, y
si son incinerados originan contaminación de la atmósfera.

EL VIDRIO 
Su dureza y estabilidad han favorecido que el vidrio se empleé para la
conservación de líquidos o sólidos, el menaje del hogar, el aislamiento,
etc. No necesita incorporar aditivos, por lo que no se alteran las
sustancias que envasa, es resistente a la corrosión y a la oxidación, muy
impermeable para los gases... el envase ideal para casi todo. El
problema es que se han generalizado envases de vidrio no retornables,
dando así lugar al disparate de tirar como basura envases alimentarios
que se podrían utilizar hasta 40 o 50 veces, por término medio. 

Los envases de vidrio se pueden reciclar al 100%, pero no olvidemos


que, en su reciclaje también se gasta energía y se contamina, lo que es
un derroche tratándose de algo que perfectamente podría ser
reutilizado una y otra vez, antes de reciclarlos. 

Es necesario volver a la vieja práctica de la devolución del casco


reutilizable. Para simplificarla sería conveniente que los envasadores
estandarizaran las botellas. 

LAS PILAS 
Presentan un elevado potencial contaminante, especialmente debido al
mercurio y otros metales pesados que contienen, muy especialmente la
mayoría de las pilas-botón. Una sola de estas pilas puede llegar a
contaminar hasta 600.000 litros de agua. Las pilas corrientes, si bien no
son tan dañinas, tampoco son buenas para el medio ambiente. 

EL PAPEL Y CARTÓN 
Son innumerables los objetos de consumo que se empaquetan con papel
o cartón, de forma que estos materiales representan el 20% del peso y
un tercio del volumen de la bolsa de basura. Además, los
sobreempaquetados dan lugar a gran cantidad de envoltorios superfluos
elaborados con estos y otros materiales. 

Aunque son de fácil reciclaje, y de hecho se reciclan en buena parte, la


demanda creciente de papel y cartón obliga a fabricar más y más pasta
de celulosa, lo que provoca la tala de millones de árboles, las
plantaciones de especies de crecimiento rápido como el eucalipto o el
pino, en detrimento de los bosques autóctonos, y la elevada
contaminación asociada a la industria papelera. 

Además, no todo el papel puede ser reciclado, los plastificados, los


adhesivos, los encerados, los de fax o los autocopiativos no son aptos
para su posterior reciclaje. 

RESIDUOS PELIGROSOS 
Aunque significan poco en peso y volumen dentro de los RSU, la elevada
toxicidad de muchos productos de limpieza y aseo, de bricolage,
medicamentos, pilas e insecticidas y fitosanitarios obliga a
considerarlos al margen. 

Buena parte de los desinfectantes, limpiahornos, lejía, detergentes,


desengrasantes, blanqueadores, desatascadores, y demás productos de
limpieza que se consumen en el hogar terminan en el desagüe,
contaminando gravemente las aguas residuales y dificultando su
tratamiento en las depuradoras. Además, siempre queda un resto en el
envase que normalmente termina en la basura. 

Otro tanto ocurre con los los productos de bricolage (disolventes,


decapantes, barnices, colas y pegamentos, productos anticarcoma, etc.)
que a su elevada toxicidad unen el hecho de ser inflamables y contener
en algunos casos metales pesados como el mercurio, el plomo o el
cadmio, muy contaminantes. 

Más peligrosos todavía son los insecticidas y herbicidas que empleamos


en nuestras casas y jardines, pues se trata de venenos, como los
organoclorados y los organofosforados, sustancias tóxicas que pueden
afectar gravemente a la salud humana (alergias crónicas, cáncer,
anorexia, debilitamiento muscular, etc.). Pueden permanecer durante
años en el agua y los suelos. Al ser bioacumulativos, los seres vivos en
contacto prolongado con esas sustancias corren una alto riesgo de sufrir
intoxicaciones a largo plazo. Además, pueden pasar fácilmente de un
organismo a otro a través de la cadena alimentaria. 

Los aerosoles, que corrientemente se emplean como difusores de todo


tipo de productos comportan dos impactos dañinos: el riesgo de
explosión por presión, perforación o calor; y la destrucción de la capa de
ozono a causa de los gases propulsores. Es verdad que los CFCs que
habitualmente contenían estos aerosoles se están sustituyendo por
otros gases, pero estos sustitutos o bien son más inflamables y
explosivos, como el butano o el propano, o bien también dañan, aunque
en menor medida la capa de Ozono, como el HCFC. 

Muchos medicamentos, al desecharse por estar caducados o haber


terminado el tratamiento constituyen una importante fuente de
contaminación, por lo que deberían ser objetivo de una recogida
específica. 

A la peligrosidad y nocividad de cada uno de estos residuos especiales


hay que sumar que su tratamiento en tanto que residuo es muy
complejo. Hay que tener en cuenta que cada uno de estos productos
necesitaría un tratamiento específico, lo que es totalmente imposible en
vertederos o incineradoras. Por el contrario, lo que allí va a ocurrir es
que se mezclan unos con otros, pudiendo dar lugar a reacciones
imprevisibles e incontroladas, que dan lugar a contaminantes aún más
nocivos, además de provocar explosiones e incendios. Si se incineran,
se emiten gases muy tóxicos, como las dioxinas o los furanos. Por todo
esto se impone la necesidad de sustituir y reducir esos productos.

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