Ejercicios para Mi Autoestima
Ejercicios para Mi Autoestima
Ejercicios para Mi Autoestima
¡Hola! Hoy vamos a hablar de un tema que me gusta especialmente: la autoestima y la relación
con nosotros mismos. Os voy a proponer también algunos ejercicios.Pero antes os cuento un
poco..
Es verdad que las experiencias tempranas pueden condicionar esa manera de vernos a nosotros
mismos. Las opiniones y valoraciones que recibimos a edad temprana van creando nuestra
autoimagen, poniendo “etiquetas” que más adelante pueden afectar la forma en la que nos
percibimos a nosotros mismos. (Te recomiendo leer: Este artículo.)
Cuando pasamos por experiencias como un abandono, críticas negativas destructivas, falta de
afecto o reconocimiento, rechazos, o alguna experiencia de abuso emocional o físico, nuestra
autoestima se ve afectada.
La relación con nosotros mismos se asemeja a la relación con los demás: hay muchos factores a
tener en cuenta, aunque queramos a alguien a veces podemos enfadarnos con él.
Por ejemplo: puede haber parejas que se “quieran mucho” y aún así tener una “relación tóxica”,
poco saludable, y hacerse sufrir… porque no se trata de quererse “mucho”, sino de quererse bien.
De tener una relación saludable.
En una relación saludable hay conflictos. Se trata de tener habilidades para saber resolverlos y
enfrentarnos a ellos.
Nuestras emociones van variando según nuestras vivencias, aunque el sentimiento general
respecto a algo que nos importa se mantenga.
Por ejemplo: puedo amar profundamente a mi hijo, pero a veces enfadarme con él o que me
saque de quicio 😉
Ejercicios autoestima
Es importante que revisemos cada tanto la visión que tenemos de nosotros mismos y demos un
repaso a todos estos “autos”.
Suele suceder que en nuestro día a día damos más importancia a los mensajes negativos, a la
crítica, a la frustración que a lo positivo. Es un sesgo muy normal.
Los elogios, la motivación de superación, y los mensajes de autoconfianza quedan eclipsados ante
las frustraciones o la autocrítica destructiva.. es como si “lo malo” pesara más en nuestra balanza
interna. (Efectivamente así es, “lo malo” pesa más cognitivamente y es más fácil de recordar que
lo bueno)
También puede suceder que malas experiencias del pasado nos hayan afectado, por ejemplo si
hemos vivido algún tipo de abuso o trauma, una frustración, podemos acabar por interiorizar
“etiquetas” o valoraciones negativas sobre nosotros mismos y las acabamos arrastrando: analiza
tus “etiquetas” y pregúntate de dónde vienen.
¿De donde vienen las creencias o valoraciones negativas que tengo de mí mismo?
Os recomiendo realizar cada ejercicio durante un par de semanas al menos, tomándoos vuestro
tiempo para cada uno. Os recomiendo trabajar por escrito e incluso anotar impresiones o vuestro
“diálogo interno”
Busca una libreta para trabajar (física o virtual 😉 y realiza tres listas:
En una recopila los elogios que recuerdes que te hayan dicho otras personas a lo largo de tu vida
En un tercer listado enumera cosas que te hagan sentirte orgulloso de ti mismo (logros, actitudes
ante alguna situación, etc.)
Elogios Recibidos:
..etc
Mis Fortalezas:
Soy paciente.
Soy generoso
..etc
etc
Puede que en un principio te cueste recordar situaciones, elogios, etc. Tómate tu tiempo.
Sería recomendable que dedicaras varios días a ésta tarea: te aconsejo ir rellenándolo poco a poco
durante al menos una semana.
¿Cuánto te crees cada elogio? (enumera del 1 al 10: 1 no me lo creo y 10 creerlo completamente)
Si no has puntuado todos los elogios recibidos con un 10 piensa:
¿Qué pasaría si los creyeras todos 100%? ¿Qué cambiaría en tu actitud o en tu concepto de ti
mismo?
¿Hay otras fortalezas, habilidades, o valores que te gustaría fomentar? ¿Qué podrías hacer para
ello?
¿Qué dicen de ti mismo? ¿Qué valores y qué habilidades hay detrás de cada una?
Haz un resumen de tus habilidades, recursos y valores y ponlo en algún lugar en el que puedas
verlo asiduamente.
2. El sorteo de autoregalos:
Para ello comenzaremos haciendo un listado de pequeñas cosas agradables que podemos hacer
por nosotros mismos en el día a día.
Se trataría de cosas que impliquen “mimarte”, cuidarte y fomentar actividades agradables o que te
causen bienestar.
Dedícale tiempo e intenta hacer la lista lo más larga que puedas. No se trata de poner grandes
cosas sino temas cotidianos, si es posible que impliquen acciones o experiencias (no regalos
materiales) por ejemplo: escuchar un disco que te gusta, ir al gimnasio (o algo que tenga que ver
con cuidar tu salud), probar un nuevo peinado, pasear un rato por un parque, llamar a algún amigo
para charlar, preparar un plato que te gusta, leer un rato.. ¿qué se te ocurre?.
Intenta que la lista sea bastante larga. Dedícale un día o dos sólo a elaborarla.
Cuando tengas tu listado de “premios” crearemos el método para el sorteo: has de poner cada una
de éstas actividades en un papelito que doblarás y pondrás en una cajita o frasco que te guste.
Intenta dedicarle tiempo y hacerlo bonito y creativo (papelitos de colores, una cajita
personalizada..etc)
Cuando lo tengas listo “empieza el sorteo”: Cada día por la mañana debes sacar un papelito de la
caja y darte el “premio” que te haya tocado.. así dia a día hasta acabar todos los papelitos. Pero
¡No los tires! porque luego puedes volver a empezar el “sorteo de premios diarios” y añadir otras
cosas que se te ocurran 😉
Otra variante (idea de una consultante) es hacer una lista numerada de “autorregalos” e ir tirando
dados.
Se trataría de pensar en qué mensaje te transmitiría un amigo que te quiere y se preocupa por tí
en relación a la situación que te esté haciendo sufrir.
Puedes escribirte una carta a tí mismo desde tu “yo” amable y compasivo. Imagina un “yo futuro”
que te habla desde el cariño: ¿Qué consejos te daría?¿Qué mensaje cariñoso o de consuelo?
No se trata de mentirte o darte mensajes irreales, nada de “Todo va a salir estupendo” o “eres la
mejor persona del mundo” .. se trata de conectar contigo, validar tus emociones, darte un consejo
sincero , y hablarte con tono cariñoso.
Si piensas en un yo futuro que tiene una buena relación consigo mismo, con autoconfianza,
relajado.. ¿Cómo llegó hasta ahí? ¿qué hizo?, ¿qué haría él si estuviera en tu situación?
Trabajar tu aceptación y comunicación interna es el primer paso para una buena relación contigo
mismo 😉
Recomendación extra:
Tal como comentamos, cuando nuestra autoestima se encuentra “baja” tendemos a hablarnos
peor a nosotros mismos, nuestras críticas puede que sean más destructivas que constructivas por
ejemplo: así que fíjate en tu lenguaje interno y en cómo te hablas
Procura hablarte de manera asertiva ( te recomiendo éste artículo sobre la asertividad y éste sobre
la autoexigencia.)
También es útil que imagines qué cosas serían diferentes si tuvieras un poco más de autoestima: