Axiomas de La Fe
Axiomas de La Fe
Axiomas de La Fe
VERDAD CENTRAL
El relativismo es la filosofía preponderante en nuestro mundo posmoderno. En contraste, el
cristianismo afirma que Dios es la suprema realidad y que su Palabra es verdad absoluta. La creación
no puede decidir qué es verdadero y auténtico; solamente el Creador puede hacer eso. La verdad es
algo que decidimos creer o no, y decidir creer que lo que Dios dice es cierto es el único medio por el
cual podemos llevar una vida recta.
ESTUDIO
1. LA ESENCIA DE LA FE
Veamos la siguiente ilustración:
Una madre preguntó a su hijo pequeño qué había aprendido ese día en la Escuela Dominical.
—Mi maestra nos enseñó acerca de Moisés, a quien lo perseguían los egipcios —contestó—.
Cuando llegó a ese gran mar construyó un enorme puente y lo atravesó a toda prisa con su
gente, ¡y cuando llegaron los egipcios voló el puente y todos se ahogaron!
— ¿Es eso lo que te enseñó tu maestra? —le preguntó la madre.
—No —explicó el pequeñuelo— pero no creerías lo que ella dijo en realidad.
Si alguna vez has hecho una pregunta a un niño, no hay duda de que no te sorprende la respuesta de
este muchacho a su madre. Igual que muchas personas, el chico pensaba que fe era creer en algo que
no es verdad, o que fe es solo mera ilusión.
El objeto de fe más aceptado por la humanidad es el orden fijado del universo, principalmente el
sistema solar. Fijamos nuestros relojes, planeamos nuestros calendarios, y programamos nuestros
días creyendo que la tierra seguirá girando en su eje y dando vueltas alrededor del sol a su velocidad
actual. Si la órbita terrestre cambiara solo unos grados y el sol apareciera dos horas más tarde, todo
el mundo entraría en caos. Las leyes que gobiernan el universo físico han estado entre los objetos de
fe más confiables que tenemos.
Según los siguientes pasajes, escribe por qué Dios puede ser digno de toda nuestra confianza:
Números 23:19-20
Dios no es un simple mortal para mentir y cambiar de parecer ¿Acaso no cumple lo que promete ni
lleva a cabo lo que dice?
Isaías 40:8
La hierba se seca y la flor se marchita, pero la palabra de nuestro Dio permanece para siempre
Hebreos 13:8
Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos
Romanos 10:17
Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo
Un padre puso a su hijo sobre una mesa y lo animó a saltar a sus brazos. El muchacho vaciló
por un instante, inseguro de si su padre lo agarraría. Entonces saltó hacia la seguridad de
los brazos de su padre. El padre volvió a poner al hijo sobre la mesa y luego retrocedió más
que la última vez. El muchacho, cuya fe había crecido, confiaba en que su papá lo agarraría
y saltó. A continuación el padre [o agarró de nuevo y lo ayudó a subir a la rama de un árbol,
De nuevo el niño tuvo fe en su padre y saltó.
Mientras este muchacho sigue trepando el árbol de la vida, ¿puede algún padre humano ser el
perfecto objeto de la fe de este niño? ¡No! Finalmente su padre le fallará, no porque quiera hacerlo
sino porque es solo un ser humano. Cuando éramos niños había una época en que pensábamos que
nuestros padres podían contestar cualquier pregunta y derrotar cualquier enemigo. Cuando crecimos
nos dimos cuenta de que nuestros padres cometían errores y que no eran perfectos. Solo Dios es
absolutamente perfecto y nunca nos fallará.
Como padres tenemos la obligación de hacer más que guiar a nuestros hijos a un conocimiento
salvador de nuestro Señor Jesucristo. Debemos ayudarles a entender su identidad espiritual y su
herencia. El objeto de su fe cambia cuando se vuelven hijos de Dios. No siempre podemos estar con
nuestros hijos, pero su Padre celestial sí puede.
Santiago 2:17-24
Ahora bien, alguien podría argumentar: «Algunas personas tienen fe; otras, buenas acciones». Pero
yo les digo: «¿Cómo me mostrarás tu fe si no haces buenas acciones? Yo les mostraré mi fe con mis
buenas acciones». 19 Tú dices tener fe porque crees que hay un solo Dios. ¡Bien hecho! Aun los
demonios lo creen y tiemblan aterrorizados. 20 ¡Qué tontería! ¿Acaso no te das cuenta de que la fe
sin buenas acciones es inútil?
21 ¿No recuerdas que nuestro antepasado Abraham fue declarado justo ante Dios por sus acciones
cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? 22 ¿Ya ves? Su fe y sus acciones actuaron en conjunto:
sus acciones hicieron que su fe fuera completa. 23 Y así se cumplió lo que dicen las Escrituras:
«Abraham le creyó a Dios, y Dios lo consideró justo debido a su fe». Incluso lo llamaron «amigo de
Dios». 24 Como puedes ver, se nos declara justos a los ojos de Dios por lo que hacemos y no solo
por la fe.
Es decir, si creemos de veras, esto afectará nuestro caminar y nuestra manera de hablar: viviremos
de acuerdo a lo que creemos, no a lo que profesamos creer.
En cristo tenemos grandes y magníficas promesas a las que podemos acceder únicamente por la fe
1 Pedro 1:3-7
Que toda la alabanza sea para Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo. Es por su gran
misericordia que hemos nacido de nuevo, porque Dios levantó a Jesucristo de los muertos. Ahora
vivimos con gran expectación 4 y tenemos una herencia que no tiene precio, una herencia que está
reservada en el cielo para ustedes, pura y sin mancha, que no puede cambiar ni deteriorarse. 5 Por
la fe que tienen, Dios los protege con su poder hasta que reciban esta salvación, la cual está lista
para ser revelada en el día final, a fin de que todos la vean.
6 Así que alégrense de verdad. Les espera una alegría inmensa, aunque tienen que soportar
muchas pruebas por un tiempo breve. 7 Estas pruebas demostrarán que su fe es auténtica. Está
siendo probada de la misma manera que el fuego prueba y purifica el oro, aunque la fe de ustedes
es mucho más preciosa que el mismo oro. Entonces su fe, al permanecer firme en tantas pruebas,
les traerá mucha alabanza, gloria y honra en el día que Jesucristo sea revelado a todo el mundo.
1. ¿Por qué decir que no puedo cuando la Biblia dice que todo lo puedo en Cristo que me
fortalece? (ver Filipenses 4:13).
2. ¿Por qué preocuparme por mis necesidades cuando sé que Dios suplirá todas mis necesidades
según sus riquezas en gloria en Cristo Jesús? (ver Filipenses 4:19).
3. ¿Por qué temer cuando la Biblia dice que Dios no me ha dado espíritu de temor, sino de poder,
amor y de dominio propio? (ver 2 Timoteo 1:7).
4. ¿Por qué me ha de faltar fe si la Biblia dice que el Señor me ha dado una medida de fe?
(ver Romanos 12:3).
5. ¿Por qué ser débil cuando la Biblia dice que el Señor es la fortaleza de mi vida, y que yo
mostraré fortaleza y actuaré porque conozco a Dios? (ver Salmos 27:1; Daniel 11:32).
6. ¿Por qué dejar que Satanás controle mi vida cuando el que está en mí es mayor que el que está
en el mundo? (ver 1 Juan 4:4).
7. ¿Por qué aceptar la derrota cuando la Biblia dice que Dios siempre me lleva en victoria?
(2 Corintios 2:14).
8. ¿Por qué me ha de faltar sabiduría si sé que Cristo se hizo sabiduría de Dios para mí, y que el
Señor me da sabiduría abundantemente cuando se la pido? (1 Corintios 1:30; Santiago 1:5).
9. ¿Por qué deprimirme cuando puedo recordar la ternura, la compasión, y la fidelidad de un Dios
amoroso, y puedo tener esperanza? (ver Lamentaciones 3:21-23).
10. ¿Por qué preocuparme y sentirme trastornado cuando puedo echar todas mis ansiedades en
Cristo que cuida de mí? (ver 1 Pedro 5:7).
11. ¿Por qué estar alguna vez en esclavitud si sé que hay libertad donde está el Espíritu del Señor?
(ver 2 Corintios 3:17; Gálatas 5:1).
12. ¿Por qué sentirme condenado cuando la Biblia dice que no hay condenación para quienes
están en Cristo Jesús? (ver Romanos 8:1).
13. ¿Por qué sentirme solo cuando Jesús dijo que él siempre está conmigo y que nunca me dejará
ni me desamparará? (ver Mateo 28:20; Hebreos 13:5).
14. ¿Por qué sentirme con maldición o mala suerte cuando la Biblia dice que Cristo me rescató de
la maldición de la ley para que yo pueda recibir su Espíritu por fe? (ver Gálatas 3:13-14).
15. ¿Por qué estar infeliz cuando, al igual que Pablo, puedo aprender a estar contento en cualquier
circunstancia? (ver Filipenses 4:11).
16. ¿Por qué sentirme indigno cuando Cristo se volvió pecado por mí para que yo fuese hecho
justicia de Dios en Él? (ver 2 Corintios 5:2 1).
17. ¿Por qué sentirme indefenso en la presencia de otros cuando sé que si Dios está por mí, quién
puede estar en contra de mí? (ver Romanos 8:3 1).
18. ¿Por qué estar confundido cuando Dios es el autor de la paz, y Él me da sabiduría por medio de
su Espíritu que mora en mí? (ver 1 Corintios 2:12; 14:33).
19. ¿Por qué sentirme fracasado cuando soy más que vencedor en Cristo que me amó?
(ver Romanos 8:37).
20. ¿Por qué dejar que las presiones de la vida me molesten, cuando puedo tener valor sabiendo
que Jesús ha vencido al mundo y sus problemas? (ver Juan 16:33).