Cefalosporinas Dosis

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Dosis de las cefalosporinas de primera generación.

A. Oral

Los fármacos orales se utilizan para el tratamiento de las infecciones de


vías urinarias y también pueden administrarse para las infecciones
menores de piel y tejidos blandos (p. ej., celulitis, abscesos de tejidos
blandos).
Por lo general, cefalexina, cefradina y cefadroxilo se absorben bien. El
cefadroxilo, debido a su semivida más larga, puede administrarse cada
12 h en lugar de cada 6 h.
B. Intravenosa
Las cefalosporinas de administración IV, de primera generación son los
antibacterianos de elección para la profilaxis de la infección de la mayor
parte de los procedimientos quirúrgicos limpios; no obstante, las
instituciones con tasas elevadas de infección posoperatoria del sitio
quirúrgico por estafilococos resistentes a la meticilina deben considerar
la administración de fármacos alternativos, como la vancomicina.

Las cefalosporinas de segunda generación  


Oral
Sólo cefaclor, cefuroxima axetilo y cefprozilo pueden administrarse por
via oral Son menos activos que la amoxicilina contra Streptococcus
pneumoniae. La cefuroxima axetilo se desesterifica a cefuroxima
después de su absorción. Su semivida más larga permite una
dosificación de dos veces por día y la absorción aumenta cuando se la
toma con alimentos (lo que no sucede con muchos otros antibióticos
orales).

Vías intravenosa e intramuscular


Debido a diferencias en la semivida y unión a proteínas del fármaco, las
concentraciones séricas máximas alcanzadas y los intervalos de
dosificación varían mucho en este grupo. Los fármacos con semividas
más cortas (cefoxitina) requieren una dosificación más frecuente que los
de semividas más largas (p. ej., cefuroxima). Se necesita ajustar la dosis
en caso de enfermedad renal.
El cefprozilo y la cefuroxima axetilo, por su actividad contra H. influenzae
y M. catarrhalis que producen betalactamasa, se utilizan en el
tratamiento de la sinusitis y de la otitis media en pacientes que no
responden a la amoxicilina, similar al uso del amoxicilina-clavulanato.
Cefalosporinas de tercera y cuarta generación
Actividad antimicrobiana
Este grupo de fármacos, por lo general tiene actividad contra los
estafilococos, pero menos que las cefalosporinas de primera generación.
No obstante, la ceftazidima posee una notable debilidad contra S.
aureus y neumococos. Al tiempo que no tienen actividad contra los
enterococos, la mayor parte de las cefalosporinas de tercera y cuarta
generaciones inhibe a casi todos los estreptococos (la ceftazidima es
una excepción a la regla). La ceftriaxona, cefotaxima y ceftarolina
ofrecen la actividad antineumocócica más confiable.
Una ventaja mayor de las cefalosporinas de tercera, cuarta y quinta
generaciones es su amplia actividad contra microorganismos
gramnegativos. Además de los microorganismos que inhiben a otras
cefalosporinas, son más activas contra Serratia marcescens,
Providencia, Haemophilus y Neisseria, e incluso cepas productoras de
betalactamasa.

La ceftazidima es singular entre todos los fármacos de la tercera


generación porque es activa contra P. aeruginosa. Las cepas de
Pseudomonas distintas de las bacterias del género aeruginosa con
frecuencia son resistentes a las cefalosporinas de tercera generación,
mientras que Listeria muestra resistencia invariable.
La actividad contra B. fragilis es inconsistente. A diferencia de los
fármacos de tercera generación, cefepima (la única cefalosporina de
cuarta generación) es más activa contra Enterobacter y Citrobacter,
posee actividad comparable a la de la ceftazidima contra P. aeruginosa,
y tiene actividad contra los grampositivos similar a la de la
ceftriaxona.Entre las cefalosporinas, la más prescrita ha sido la cefepima
para el tratamiento de P. aeruginosa resistente a múltiples fármacos, en
particular con la administración por goteo intravenoso por periodos
prolongados.

Los fármacos de tercera y cuarta generaciones que se administran por


vía IV se distribuyen dentro del líquido extracelular y alcanzan
concentraciones en el LCR que exceden las necesarias para inhibir a los
patógenos susceptibles, sobre todo en la inflamación meníngea. Hoy en
día, se desconoce la penetración de la ceftarolina y el cefiderocol en el
LCR; aunque, hay informes del uso exitoso de ceftarolina en el
tratamiento de infecciones complicadas del sistema nervioso central por
S. aureus resistente a la meticilina, como la meningitis. El cefiderocol se
excreta sobre todo en la orina en su forma intacta y está aprobado para
el tratamiento de infecciones urinarias complicadas en dosis de 2 g cada
8 h en una infusión IV administrada por 3 h.
Las semividas de los fármacos de tercera, cuarta y quinta generaciones
son variables, lo que representa diferentes necesidades de dosificación.
La ceftriaxona posee la semivida más larga y difiere de los demás
fármacos en que se elimina en particular por excreción biliar; no es
necesario ajustar la dosis en caso de enfermedad renal.
Las cefalosporinas de administración IV de tercera generación son
efectivas en el tratamiento de la meningitis por neumococos,
meningococos, H. influenzae y bacilos entéricos gramnegativos
susceptibles, esto se debe a su penetración dentro del LCR y potente
actividad in vitro. En los pacientes mayores con meningitis, deben
combinarse las cefalosporinas de tercera generación con ampicilina o
trimetoprim-sulfametoxazol para tener actividad contra L.
monocytogenes.
La ceftazidima se ha usado para el tratamiento de meningitis por
Pseudomonas. La dosificación para la meningitis debe fijarse en los
límites superiores del espectro recomendado debido a que las de los
fármacos en el LCR son sólo 10% a 20% de las concentraciones
séricas. Con frecuencia se administran ceftazidima o cefepima empíricas
para neutropenia febril por su actividad contra Pseudomonas y la mayor
parte de las Enterobacteriaceae entéricas.
La ceftriaxona está indicada en la gonorrea, chancroide y formas más
graves de la enfermedad de Lyme; por su larga semivida y dosificación
requerida de una vez al día, es una opción adecuada para el tratamiento
parenteral del paciente externo con infecciones por microorganismos
susceptibles.
La cefepima es útil para los aislados resistentes a las cefalosporinas de
tercera generación como Enterobacter y Citrobacter. Si se considera su
espectro de actividad, incluido S. aureus resistente a la meticilina, la
ceftarolina es útil en el tratamiento de la infección de la piel y los tejidos
blandos causada por este patógeno, en particular si coinfectan
microorganismos gramnegativos.
El cefiderocol es la única cefalosporina disponible sin un inhibidor de la
betalactamasa en combinación que conserve la actividad contra
patógenos gramnegativos resistentes, como Pseudomonas,
Acinetobacter baumannii, Stenotrophomonas maltophilia y
enterobacterias resistentes a carbapenémicos (CRE, carbapenem-
resistant Enterobacteriaceae).

El cefdinir, cefditorén pivoxilo y cefpodoxima proxetilo son los fármacos


orales de tercera generación más activos contra neumococos y S.
aureus. La cefixima está disponible en una suspensión oral y en tabletas
de 400 mg. Cuando se utiliza en el tratamiento de la gonorrea (en lugar
de ceftriaxona) es necesaria una prueba de curación.
REFERENCIAS.

Acuña L, G. (2020). Cefalosporinas. ARS médica,17(3),42.


https://doi.org/10.11565/arsmed.v17i3.720.

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