0% encontró este documento útil (0 votos)
100 vistas8 páginas

CAP 11 (Resumen)

Este documento resume la naturaleza de la cognición motora y la simulación mental. Explica que la cognición motora involucra ciclos de percepción y acción, y que procesa la información en áreas cerebrales como el área motora primaria, la premotora y la suplementaria motora. También describe cómo las representaciones compartidas nos permiten aprender mediante la observación, y cómo la simulación mental utiliza imágenes mentales para razonar sobre acciones. Finalmente, explica que la imitación es útil para el aprendizaje y

Cargado por

Sara Bernal
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
100 vistas8 páginas

CAP 11 (Resumen)

Este documento resume la naturaleza de la cognición motora y la simulación mental. Explica que la cognición motora involucra ciclos de percepción y acción, y que procesa la información en áreas cerebrales como el área motora primaria, la premotora y la suplementaria motora. También describe cómo las representaciones compartidas nos permiten aprender mediante la observación, y cómo la simulación mental utiliza imágenes mentales para razonar sobre acciones. Finalmente, explica que la imitación es útil para el aprendizaje y

Cargado por

Sara Bernal
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 8

Cap. 11.

COGNICION MOTORA Y
SIMULACION MENTAL:
Resumen grupal

Asignatura: Cognitiva II
Lic.: Veronica Serrano Bascope

Integrantes:
ALMENDRAS ROCHA EDSON MAURICIO

BERNAL MARISCAL DANITZA B.

FIESTA SEJAS SINTYA

INOSTROZA ARIAS ARACELI

TICONA MURIEL DIEGO


1. NATURALEZA DE LA COGNICIÓN MOTORA
Nuestras acciones son manifestaciones visibles de una serie de procesos mentales Una idea clave es
que estos mismos procesos mentales se pueden utilizar en la cognición, incluso cuando no resulten en
un movimiento específico.
Para ver cómo los procesos acostumbran a planificar y guiar el movimiento, se puede utilizar también
en el razonamiento y la solución de los problemas, debemos comenzar mediante la consideración de la
naturaleza del procesamiento motor
Un movimiento se considera que es un desplazamiento voluntario de una parte del cuerpo en un
espacio físico, mientras que una acción es una serie de movimientos que se deben realizar para alcanzar
un objetivo (las acciones se planifican)
1.1. Ciclos de percepción y acción
Ciclo de percepción y acción es la transformación de las pautas percibidas en modelos coordinados de
movimientos
La percepción existe parcialmente al servicio de la planificación de los movimientos; que nos permiten
percibir, lo que a su vez nos permite planificar nuestros movimientos subsiguientes
La percepción y la acción están mutuamente entrelazadas y son interdependientes, cognición motora
descansa en el corazón del cómo interaccionan las dos. Planificamos de forma que podamos alcanzar
un objetivo de acción y lo que percibimos nos permite saber si estamos más cerca de conseguir ese
objetivo o nos encontramos en el camino equivocado
Planes mentales diseñados para conseguir un objetivo mediante la acción depende de procesos neurales
que tienen los aspectos perceptivos y motores

1.2. Naturaleza del procesamiento motor en el cerebro


Las pruebas de que intervienen en el procesamiento de la información proceden en gran parte de los
efectos de lesiones experimentales en animales y de observaciones clínicas en seres humanos con daño
cerebral.
Son tres áreas: El área M1 es el área motora de «nivel más bajo»; las neuronas de esta área controlan
los movimientos motores finos y envían fibras desde el cerebro a los propios músculos. El Área
Premotora (APM) se relaciona con la puesta a punto de programas para secuencias específicas de
acciones (y envía señales aferentes a M1); el Área Motora Suplementaria (AMS) se relaciona con la
puesta a punto y ejecución de planes de acción. Así pues, suele considerarse que estas áreas forman una
jerarquía, con M1 en el nivel más bajo y el AMS en el más alto
Hay algunos datos acerca de los distintos papeles de esas tres áreas. Muchos estudios han comparado la
actividad neural de M1, APM y AMS durante la preparación de respuestas motoras para investigar la
distinción entre el procesamiento de tareas generadas externamente
La cognición motora se basa en un sistema multicomponente, con muchos procesos diferentes que
ocurren simultáneamente y estos procesos ocurren en distintas regiones cerebrales que dan soporte a
diferentes redes neurales

1.3. Papel de las representaciones compartidas


Representaciones motoras compartidas se refiere a nuestra habilidad mental para representarnos
acciones realizadas por otras personas. Mediante la observación, podemos adquirir representaciones
que nos permiten pensar más tarde sobre dichas acciones.
Representaciones compartidas son críticas en la cognición motora dado que nos permiten aprender
mediante la observación de las experiencias ajenas del mismo modo en el que las representaciones
lingüísticas compartidas posibilitan una conversación, las representaciones motoras compartidas hacen
posible que interpretemos el significado de las acciones de otros y respondamos de forma apropiada
logrando una integración motora y social.
2. SIMULACION MENTAL Y SISTEMA MOTOR.
Es uno de los modos en los que razonamos mediante la formación y transformación de imágenes
mentales de posibles acciones y mediante la observación de las consecuencias de dichas acciones, esto
tiene sentido debido a que las imágenes y la percepción comparten la mayoría de los mismos
mecanismos neurales.
No solo pueden las imágenes mentales guiar nuestra cognición motora, si no que la cognición motora
puede a su vez afectar a nuestras imágenes mentales.
2.1 Priming Motor y Representación Mental.
Priming es la facilitación de procesamiento que resulta de realizar procesos previos en la investigación
de la cognición motora.
El priming motor es el efecto por el que el observar es un movimiento o una acción facilita realizar uno
mismo una respuesta motora similar y proporciona la evidencia para representaciones compartidas
cuando observamos un movimiento o una acción y cuando producimos el mismo movimiento o acción
por nosotros mismos.
2.2 Programas Motores.
Los programas motores subyacen a la cognición motora se puede poner en marcha no solo para
producir un movimiento sino también para razonar sobre las consecuencias de moverse de un modo
determinado.
Una forma de estudiar la naturaleza de los programas motores es observar que ocurre inmediatamente
después de que una persona deba realizar una acción.
Los procesos mentales sirven para iniciar los programas motores.
La cognición motora se puede utilizar para algo más que razonar sobre nuestras acciones y las
representaciones que subyacen a nuestros propios programas motores también se utilizan para anticipar
las acciones de los demás.

3 IMITACIÓN
De hecho, nuestro sistema cognitivo está hecho a la medida para permitirnos adquirir conocimiento de
las consecuencias de las acciones mediante la observación de otras personas. Específicamente, nos
beneficiamos de observar a otros y de imitarlos. Al contrario que en el mimetismo, que es la tendencia
a adoptar las conductas o posturas de otros de forma no intencionada o inconsciente, la imitación es la
capacidad de entender la intención de una acción observada y después reproducirla. El mimetismo está
muy presente en la naturaleza; la imitación prácticamente se limita a los seres humanos. Incluso se
reconoce que este atributo es inmensamente útil en el aprendizaje cultural

3.1 Desarrollo de la imitación


La capacidad para imitar ha sido de interés para los psicólogos evolutivos durante muchas décadas.
Inicialmente, los investigadores pensaron que la imitación era una Cognición motora y simulación
mental capacidad sofisticada y que se desarrolla tardíamente. El famoso psicólogo evolutivo Jean
Piaget (1953) afirmaba que la capacidad de los niños para la imitación no se manifiesta hasta
aproximadamente los ocho o 12 meses de edad. Se pensaba que los niños más pequeños carecían de la
habilidad para hacer coincidir los movimientos observados con sus propios movimientos generados
internamente.
Por otra parte, los niños imitan lo que entienden. Por ejemplo, los niños de 15 meses son felices al
imitar a un adulto que acuesta a un pájaro en la cama, pero les gusta menos imitar a un adulto que
acuesta a un coche en la cama. No sólo representan acciones como dirigidas a objetivos, sino que
también parecen ser capaces de tener ideas sobre lo que constituyen objetivos posibles

3.2 Componentes cognitivos de la imitación


Si la imitación fuera simplemente una respuesta automática como el mimetismo, no sería de mucha
utilidad. Después de todo, los seres humanos no somos loros. Nuestras necesidades son mucho más
diversas y la imitación compleja no se puede reducir a la mera percepción o a una conexión directa
entre la percepción y la acción. En vez de eso, la imitación incluye el tener un plan de observar y
después reproducir los movimientos observados, logrando el objetivo de la acción y reproduciendo los
medios por los cuales se consigue el objetivo
Los estudios con sujetos normales demuestran que también éstos son mejores imitando acciones
significativas que acciones sin significado: fueron capaces de mantener en la memoria operativa más
acciones con significado que acciones sin él, Asimismo, en los sujetos normales se activaban diferentes
regiones del cerebro al imitar los dos tipos de acción. De hecho, diferentes regiones cerebrales se
activaban cuando los sujetos sólo observaban los dos tipos de acciones. Por ejemplo, un estudio con
TEP de sujetos que observaban acciones con significado mostró una mayor activación en las regiones
frontal y temporal del hemisferio izquierdo, mientras que observar acciones sin significado activó
principalmente la vía occipito-parietal derecha Estos resultados apoyan el punto de vista de que las
acciones con significado y las acciones sin significado se procesan por vías diferentes
3.3 Teorías de simulación de la comprensión de la acción
A principios del siglo XX, los sociólogos teóricos Charles Horton Cooley y George Herbert Mead
compartían la noción de que nuestro conocimiento de otras personas se basa en analogías con el yo.
Esta idea ha sido adoptada por filósofos de la mente y por psicólogos en la forma de la teoría de la
simulación, la cual postula que obtenemos conocimiento de los planes, creencias y deseos que motivan
las acciones ajenas mediante la simulación encubierta de esas mismas acciones por nosotros mismos,
sin llegar a realizarlas en la Es interesante que este punto de vista coincida con la teoría de la
simulación en el campo de la Psicología, según la desarrolló Hesslow (2002), el cual se basa en tres
supuestos sobre la función cerebral:
1 la conducta se puede simular mediante activación de estructuras motoras, como sucede durante una
acción manifiesta, pero suprimiendo la ejecución de dicha acción;
2 la percepción se puede simular mediante activación interna de la corteza sensitiva, sin que haya
estímulos externos;
3 tanto las acciones manifiestas como las encubiertas pueden producir la simulación perceptiva de sus
consecuencias normales

3.4 Neuronas especulares y cartografía del yo y del otro


La prueba de que existen neuronas especulares en los seres humanos procede de varios estudios que
utilizan diferentes técnicas. La primera de ellas, dirigida por Fadiga y sus colaboradores (1995),
demostró mediante estimulación magnética transcraneal (EMT) que existe un aumento de la
excitabilidad del sistema motor durante la percepción de acciones realizadas por otra persona. Este
incremento es selectivo: se reflejó por actividad sólo en los músculos que los sujetos hubieran utilizado
para producir la acción observada. Se informó de evidencias convergentes en un estudio que utilizó
EEG mientras los sujetos observaban películas de objetos en movimiento, de animales en acción y
movimientos gimnásticos realizados por personas, al tiempo que fotografías estáticas de esos mismos
acontecimientos. Los resultados sugirieron la participación específica de la corteza sensitivomotora
durante la observación del movimiento humano. Ciertos registros magnetoencefalográficos también
han encontrado activación de la corteza motora (área M1) mientras se observa la acción Estos hallazgos
proporcionan pruebas de que las acciones propias y ajenas se codifican de forma similar en el cerebro.
Como tales, forman los cimientos de un sistema en el cual no sólo podemos entender las acciones
ajenas basándonos en la realización de nuestras propias acciones, sino que también podemos utilizar las
acciones ajenas como base de nuestras futuras acciones.
4 MOVIMIENTO BIOLÓGICO
Todos los animales, humanos y no humanos, producen pautas únicas de movimiento. Estas pautas, sin
importar cuán distintas sean unas de otras, son todas diferentes del movimiento de los objetos
inanimados y por lo tanto, se las llama colectivamente movimiento biológico.
El movimiento biológico a partir de mínimas señales visuales puede significar la diferencia entre la
vida y la muerte, los seres humanos somos muy buenos en eso.
Los seres humanos somos sensibles al movimiento biológico, que podemos distinguir inmediatamente
entre varios tipos de movimiento que son aparentemente muy similares y que de forma crucial nuestros
mecanismos de cognición motora se activan cuando el movimiento percibido es uno que también puede
ser realizado.
4.1. Percepción del movimiento biológico
La percepción del movimiento de los otros, en particular, juega un papel adaptativo crucial, importante
para nuestros ancestros a distinguir entre presa y depredador, amigo y enemigo.
Evidencias conductuales demuestran que el sistema visual humano está ajustado en definitiva para la
percepción de movimientos biológicos. Kozlowski y Cutting (1977) mostraron que los observadores
pueden hacer discriminaciones muy precisas cuando observan los puntos de luz.
Dittrich (1993) mostró a los sujetos acciones locomotoras (andar, subir escaleras) acciones
instrumentales (martillear, agitar) y acciones sociales (felicitar, boxear).
Los sujetos reconocieron las acciones locomotoras más rápidamente y de forma más exacta que las
acciones sociales o las instrumentales.
La interpretación de Bertenthal es que a los cinco meses los niños responden a la familiaridad percibida
en la exhibición; esto es, como un resultado de la experiencia y del conocimiento acumulado reconocen
la exhibición boca arriba como a un caminante humano, mientras que perciben la figura invertida y la
pauta aleatoria como equivalentes debido a que ambas son extrañas para su experiencia.
4.2. Procesamiento del movimiento biológico
Los investigadores han informado de unos cuantos casos de pacientes con daño cerebral que no podían
detectar el movimiento biológico pero que no tenían otro déficit importante, si es que tenían alguno
(Schenk y Zhil, 1997)
Pavlova y sus colaboradores (2003) han examinado la sensibilidad visual al movimiento biológico en
adolescentes nacidos prematuramente que tenían leucoma lacia peri ventricular (LPV)Los
investigadores encontraron en este grupo que cuanto mayor era la extensión de las lesiones de LPV en
la región parietal occipital, se era menos sensible al movimiento biológico.
4.3. Cognición motora en la percepción motora
En un estudio de niños de edades comprendidas entre 29 y 94 meses, los investigadores demostraron
que diferentes áreas corticales participan en la percepción de movimientos humanos, animales y seres
humanos virtuales (Martineau y Cochin, 2003).
Los movimientos humanos son los únicos que producimos al igual que los percibimos. Nuestra
anatomía nos impone limitaciones en las acciones que realizamos, las que a su vez restringen el modo
en el que podemos imaginar y percibir la acción.
La hipótesis de que nuestra percepción del movimiento humano en otros está mediatizado por el
conocimiento tácito de cómo trabaja nuestro cuerpo; dicho conocimiento es realmente inconsciente por
lo general ni siquiera sabemos que lo tenemos.
Las investigaciones con neuroimagen confirman que las diferencias entre la percepción del movimiento
de los objetos y el movimiento humano se deben al hecho de que hay una implicación directa de las
áreas motoras en el movimiento humano, pero no en el movimiento de los objetos.
Las regiones motoras en el cerebro se activan no solo durante la realización real, si no también durante
su imaginación, pero de manera menos fuerte que durante la realización real.
La simulación mental emplea el mismo procesamiento neural que La experiencia real, como se refleja a
nivel de funciones autónomas como la frecuencia cardiaca y la respiración.
No todas las simulaciones mentales se basan en la cognición motor

También podría gustarte