Carta Puebla de La Iglesuela Del Cid
Carta Puebla de La Iglesuela Del Cid
Carta Puebla de La Iglesuela Del Cid
COMENTARIO
-Los preceptores de la Orden del Temple eran los que gobernaban una encomienda o
convento.
En esta Carta Puebla era preceptor de Cantavieja Guillén d’Ager y Rostán de
Villarluengo.
-En aquel momento vivían en la población 60 pobladores a los que conceden las
posesiones y derechos sobre aguas, montes, dehesas (se supone que serían masías),
pastos, carrascales, excepto de los que eran posesión de la Orden.
-Entre las obligaciones de los vecinos se estipulaba asistir a las cabalgadas una vez al
año si estaban dirigidas por el Maestre de la Orden y dos veces si se ponía al frente el
propio comendador. ( Las cabalgadas eran incursiones militares que se realizaban a
tierra de moros, en este caso al Reino de Valencia)
-En cuanto a los límites del término del pueblo ni el regato de Nogueruelas ni el cabezo
de las Casiellas ni el cerro Aínso ni la senda de Bellosielles ni la cueva de los Staques ni
la calzada Vieja se han conservado dichos topónimos.
En cambio sí se han conservado los del río de las Truitelles( Truchas en valenciano) y la
del río de las Albaredas.
-Los Templarios excluyen de la donación a los vecinos las iglesias, lo que quiere decir
que para 60 vecinos había más de una, con todos sus diezmos y primicias. (Es posible
que se refiera a las iglesias que se pudieran fundar con posterioridad)
-También retienen para ellos, los templarios, los hornos y molinos. (Los que hubieran o
se pudieran crear)
las leznas:
justicias:
multas:
huestes:
cabalgadas:
-Los que tenían potros o asnos debían de dar a los Templarios el diezmo
correspondiente, es decir, uno de cada diez.
Si han ganado tanto que puedan pagar una fanega de trigo de diezmo o una saumada de
uva o dos corderos, se le perdonarán los 4 sueldos.
-Los ballesteros, los cazadores de entonces, que no tenían propiedades en el pueblo, por
San Miguel o antes habían de pagar la cuarta parte de un ciervo con la piel.
(Nuestras tierras estaban pobladas de ciervos que han desaparecido) (No respetaban la
época de reproducción de los animales, pues los mataban antes del 29 de septiembre,
fiesta de San Miguel, cuando las crías aún dependen de sus madres.)
-A los excomulgados se les arrebataba la quinta parte de sus bienes que pasaban en
poder de los Templarios.
-Era Iglesuela zona de frontera, y capturar un moro o una mora tenía su recompensa
pero debía comunicarlo al preceptor de la Iglesuela.
-Si un vecino introducía en el pueblo cien cabezas de ganado menor, debía pagar al
preceptor 10 sueldos.
-Por cada animal cargado o sin carga que entraba o salía del pueblo debía pagar 14
denarios.
-Si alguien llevaba a tierra de moros un animal ensillado debía pagar una mazmotina, y
si era buey, vaca o asno debía pagar 7 denarios. (Fíjense el alto precio en que se
valoraba el asno, equiparándolo al buey o la vaca)
-Cuando alguien quería vender una heredad debía anunciarlo 3 domingos seguidos. No
la podían comprar ni soldados ni clérigos ni religiosos. (Para no enriquecer a la
competencia)
-Cuando una causa judicial no la resolvían los jurados del lugar se regían por el fuero de
Zaragoza. (En su momento hablaremos de este fuero y las diferencias con otros como el
de Jaca.)
-Al no ser tierra de realengo ( del rey) los habitantes no estaban obligados a pagar otras
pechas ( impuestos al rey)
-El consejo con el que se trató estaba formado por 8 personas entre los que había
individuos de lugares tan lejanos como Monterde ( Teruel), Calatayud (Zaragoza),
Camarillas, Campos y Ababuj (Teruel)
-Firman y signan los frailes templarios que se nombran al principio reinando Jaime I El
Conquistador en el año 1241 y en el mes de enero.