Ij II (LLL: Luis Gonzalez
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Y DESARROLLO
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·972.86 Y ALAJUELA
G71-o ,
; .ANT~ .BL R....GIJ;lEN COLONIAL
..
DE LAS FGI>LACIONES DE
•
Imp. "La Trib una"
SA~ J OSE, C'OST A RICA
1 9 4 3
1
Origen y desarrollo de las poblaciones
ele Heredia, San José y Ala¡uela dura nte
el régimen colonial 1
-3
: "'
-S
t<JXPAN JON DE LOS ESPA:'lOU;;S 1!::'\1 LA :\fESETA CENTRAL,
Dur-:lnte el régimen colonial ~' a partir del siglo XVI los espa-
holes que vm1eron a Costa Rica se r-adicaron en los diferentes
valles del país dedicándose a form-ar haciendas de ganado, fincas
de labor con sus trapiches y cultivos especiales ele maiz. frijoles,
1egumbrPs, trigo, tabaco, algodón, cacao, caña de azúcar, zarzapa-
rrilla y algunas plantas medicinales, crías de gallinas y de cerdos
y de vacas y, para sus labranzas, ganado bovino, caballar y mu-
lar.
Los españoles al elegir ;;us asientos y formar sus haciendas
escogieron los parajes habitados por los indios y aquellos lugares
donde las condicione del clima y del .suelo fueran propicias a su
desarrollo.
Los primeros moradores que . e establecieron eh San -José, He
redia y . \iajuela se radicaron en las regiones que durante el perío
do colon!al se designaron con los nombres del Yalle de Aserri, v
Curridab:\t, Pacaca y Valle de Barba. •
Desde la sie¡;-ra de la Canpintera hasta el río Virilla se desa-
rrollarou núcleos ele población espai'íola en los parajes de indios de
Aserri, Curriclabat y. Pacaca. li:stas poblaciones. empezaron a for'
marse a fines del siglo xvr y ya en los últimos decenios del
siglo X -/Tl, habían adquirido alguna inlllortancia. Por este tiempo
empieL:an a fundarsE' poblaciones netamente españolas en las re-
giones d • B~scazú y Santa Ana, a la vez que toman bastante 'incre-
mento las haciendas de -ganado formadas en las ir.mediaciones de
los ríos Tiribí, Oro, .Jorco. Ocloro, Anonos, \1ar1a AguiJar, Torres,
\'irilla. Tibás v Bermudes dando ·i en a las poblaciones de San
.José v <; nto ·Domingo ele hoy. Ei:n a re wn com ren 1 a
e no ·n a a . on e e , a a n aque 1empo Va-
lle del Harba, estaban situadas Jas poblaciones indíg-enas de Bar-
ba .v Garayito f'll cuyos núcleo. ~e formamn centros de morado-
res españo les.
A pdncipios ·" a fines del siglo XVIII se desarroUamn respec-
tivamente las poblaciones de Heredia, San José y Alajuela. En las
·i nmedial'iones ele los ríos Segundo y Porrosati cerca de Barba, en
las ele lo.-' ríos Ciruelas. Segundo <regiól'l el~ Alajuelal de la La-
juela, Poás, Itiquis, se formaron haciendas de ganado y labranzas
a cuyo~ ·moradores más tarde se les ordenó congregarse para for·
mar las poblacionf's de Heredia v Alajuela. Este es el proceso
¡:re-ográfico e histórico del def"arrollo ele las poblacienes de lé\ ?~Te
seta CentraL
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Los val! e~ de Aserrí, Curridabat, Paca ca y Barba fueron des-
cubiertos y conquistados entre los at'i.os 1561 y 156i$ por Juan de
Cavallón, Juan de Estrada Rávago y Juan Vár:quez de Coronado.
En abril ele 1561, Juan de Cavatlón, después de haber e tado en
.Ni.coy.a, Chomes, Garavito y en las llanuras de Esparza, llegó a
Pacaca de alli pasó a Mata Redonda y fundó en aquellas vecinda
des en la región de lo que es hoy San José, la población de Garci
Muñoz; ,1uan de Cavallón se el La como eL prl.mer deScubridor de
las tierrr1s de lo que es hoy San José. En noviembre del año si·
guiente Juan. Vázqua.z de Coronado estuvo en las poblaciones de
indios dE' Abra, Aczarri, Pacacua, Tiribí, Purecce, es decir Aserri,
Curridabat y Pacaca de hoy. ·
Con :a visita de Cavallón, Estrada Ravagct, Vázquez de Corona
do y deinás compañeros, las tierras vírgenes de lo que es hoy San
José, !experimentan la presencia de europeos en ese Jugar.
ORGA~lZACION AGRAHIA Y DISTRIBUCION DE LAS PRIME-
RAS TIERRAS DE LOS , VALLES DE ASERRI, CURRIDABAT,
P A CACA Y BARBA
Las !eyes de Indias, prescribían que al fundarse cualquier ciu-
dad, vill:l o lugar se divida a.) en solares b.) el ejido competente
c.) el ¡en·eno de propios d.l la dehesa e.) las chacras y f.) las e,;-
tancias. Los solares constituían Ja parte urbana uel pueblo, villa
o ciudad que se tratase de fundar; el ejido era el camoo existen-
te a la salida del lugar, en el cual no se plantaba ni se labraba,
siendo común a todo el vecindario aunque momentáneamente pu-
diera servir para ciertas operaciones agrícolas las tierras de pro
pios desdnadas al arrendamiento como medios de proporcionarse
los cabildos los recursos para atender a nos gastos opúblicos, y la
dehesa parte adyacente al ejido destinada a pastos. Las chacras se
dejaban para los agricultores y las suertes lde estancia servían para
el fome:1to de la ganadería. Estaba prohibido edificar, J?lan-
tar, etc. , en el ejido so pena de multas y s in perjuicio de arrumar-
les a los que infringiesen esta disposición, los que cultivaran. edi
ficaran o compraran. Los ejidos y los tetTer.os de propios solíart
ser amoJonados y a veces zanjeados. En 1575 cuando extendió el
Rey de España el nombramiento de D. Diego de ArUeda, Gob.
de Co3ta Rica, S. M. lo autorizó oara aue reoartiera sol<~.res y tie
rras -le labor, para que nombrara oficiales de República. regido·
res y para que dividiera la provincia en Alcaldías mayores. Corrt-
guimlientos y Alcaldías menores. En el año 1675 cuando el Of.
dor Dr. don Benito Novoa Salgado dictó varias ordenanzas para la
administración de las doctrinas de los indios, señaló una leguJ
alrededor de C'ada pueblo para los ejidos.
El sistema de las encomiendas fué establecido en Costa Rica
en 1569 ror Perafán de Rivera. Esta institución proyectada por Co-
lón consistía en repartir entre los conquistadores un grupo d., in-
dios en-~omendándoles que Jo<: instruyeran. los cristianizaran y
los enseñaran a traba_iar. A Jos españoles que disponían de indioR
encomendados se les llamaba encomenderos. Había dos clases d{o'
indio!': encomendados: loo: indios convertidos que estab:J."l obliga-
8-
dos a · se ·vir durante dos meses al año a los encomenderos, median
te un salario que éstos les pa~aban y los indios no reducidos, a
los cuales capturaban sometiendolcs perpetuamente a la esclavi-
tud del trabaJo, aunque con la obligación de convertirlos al cris-
tianismo. mantenerlos, vestirlos y en fin, civilizarlos. Como se
comprende, este segundo sistema era más productivo que el prime·
ro para los españoles que tenían\ indio " a su cargo. Los muchos
trabajos que tenían los indios ele Barba, Aserrí, Curridabat, para
sus encomenderos, los indios no disponían de tiempo para asis-
tir a lo.-; oficios religiosos Jos domingos y días festivos. Esto dió
origen a :a queja que en mayo de 1600 el Presidente de la Audien
cia de Guatemala dió al Rey en rla cual exponía que- en Costa Rica
adelant:.\i)an poco las doctrinas de indios y que estos iban va ex-
tinguiér.rlose. El sistema de encomiendas fué una de las causas
de la extinción de la raza indígena. Por sus malos resultado· fué
suprimwa por T<'elipe U. Según carta dirigida al Rey por el Go-
bernado:· Artieda y Cherinos en mayo ele 1583 había en A. errí
ocho encomiendas y nueve en Garavito. En 1655 se ordenó al Go-
bernado·· de Costa Rica que no repartiera inclios fuera de las cinco
leguas uE: sus respectivos pueblos.
En los paraje · donde había indios se establecieron los corre
gimient ~>:>. La funciones de los corregidores consistían en intern~
nir com ·> jueces en los asuntos civiles y crimi"qales que ocurrie-
ran entre los indios, entre espaiioles, o entre españoles e indios.
Debían p1 ocura1· que los eS(Panoles no impidieran a los indígenas
que cnn-crvaran sus costumbres y usos mientras no estuvieran en
oposk::·,,, ('On los preceptos de la Iglesia y las pl'ácticas de la Re-
ligión el •;,Liana. Tambien estaban encargadas de enseñar a los na-
turales a labrar la tierra y otros oficios a fin de que no fueran
haraganC"; y se acostumbt·aran a ganar la vida mediante el tra-
bajo. Awnque a los corregidores les estaba prohibido aprovechar-
se del t1-.1bajo de los indios sin pagarles su precio justo ni a¡pro-
piarse d -~ lo más mínimo de su trabajo, aquellos funcionarios· in-
fl'ingían ias disposiciones españolas y cometían exacciones a los
naturale; de estos lu~ares. En 1599 el Corregidor Francisco de
Ochoa y Romar,o fue acusado ele haber maltratado y explotado
a los incios de Barba.
Los corregidores blancos y los alcaldes indios debían repartir
todos los años a los indígenas cabezas de ganado, ropa, muebles,
semillas. animales de cría o ¡::le carga, obligándoles a pagar aquellos
objetos dentro de un plazo bastante largo con el producto de su
trabajo. A fir. de que los corregidores y los alcaldes no procedie-
ran arbitrariamente, recargando de artículos a los indios, el ~j:Obier
no español señalaba la cantidad que por concepto de rep::¡rtJmien-
to tenia que pagar cada distrito, ciudad v pueblo de indios. Hubo
sin embargo, abusos, nues aquellos funcionarios solían repartirles
los efet;t()S recare-ados- de pTecio y a veces no consultaban las ne-
cesidades de quien los recibía así, por ejemplo, entregaban ropas
al que 110 las necesitaba o ganado de cría al que consagrado a la
agricultura sólo disponía de una pequeña hacienda.
-9
En :::;Go el C,JI:.;ejo de Indio.. ; sup. :mió io::. cuatro coueg,uores
de indbs de Costa Rica.
La c-;tequización de los naturales de Aserrí, Curridabat, Pacaca,
Bat'ba, y Uaravtto como Jos ael resto oel pats, fue encomendada a
la orden ele los franciscanos. En . algunas partes de América los
saeerdot'$ pudieron haJber estado bien dotaaos pero en Costa Rica
los pre.rentos fueron pocos, pues la pobreza del país no permttia
siqlllent pagarles las aotaci@nes que las disposiciones reales habían
asignado. ·
LOS PiUi\<IEROS' :MORADORES D~ LOS VALLES DE A 'ERRT,
C:URRIDABAT Y BARBA
Poc:l a poco los pobladores fueron invadiendo la meseta cen-
tral y .,0 establecieron en esa región.
La primera mención que se 11ace de la región del Valle de
Aserrí en los protocolos de Cartago es en el poder que Luis úe
1Uvera y Magdalena Sánchez su mujer, a Pedro Herrera y
Catalina Sánchez en abril de 1607 para el cobro de unos tributos.
El sitio de Mata Redonda donde figuran los primeros morado-
res espal.loles, lo que después vino a ser San José, es de las prime-
ras reghnes que se citan en la habilitación de tierras. Mata Re-
donda l:tnp.ezó a tener importancia historica a raíz del repartimien-
to @e don Diego de Artieda. Este sitio lo recibió Pedro de las Alas
quién iormó allí un hato de ganado.
El hato de Mata Redonda fué dividido a la muerte de Don
Pedro de las Alas entre sus dos hijos el Capitán Juan de Alas a
~uién tocó la Matá Redonda y al Alferez Pedro de las Alas a
quien le correspondió, la parte del Oeste, las Pavas. El nombre
de Mata H.edonda que había empezado a mencionarse en un poder
de los moradores de am en 1607, se cita después en los protocolos
de Cartago en Oct. de 1623 con motivo de un poder q' el Cap. Juan
de las A!as, el Alférez Luis 1\Iachado, Salvaaor Torres. Francisco
de Cha-.res, Andrés Jaimes, Francisco Rodríguez de Sosa y Andrés
Murillo, en nombre de los moradores de Barba y de Mata Redonda,
otorgaro!l a Francisco Castro y .a Juan l\1artínez Ferrera, procu-
radores ue la Audiencia de Guatemala. Este documento deja ver
que ya ~'n el año citado había un número de moradores; Juan de
las Alas hipotecó una parte de Mata Redonda en 1630; tenía allí
Elos casas de horcones culbiertas de paja, doscientas rese!:' y cua-
renta caballos y yeguas mansas. Las familias españolas "an to-
mando ¡:osesión así de la meseta centraL
Salvador de Torres, encomendero, tenía también un sitio er.
Mata Re<londa según lo expresa en su testamento en 1632. Torres
'h abía casado en primeras nupcia con Inés Farfan y en segundas
con Iné.-; de Medina Cueto. Con la primera tuvo los siguientes hi-
jo : Ju·m, Alonso, Elvira, Francisco, Esteban, María, Andrés y
Antonio. Con la segunda no tuvo hijos_ Algunos de sus hijos con-
tinuaron radicándose en Mata Redonda y regiones adyacentes. El
río de Torres recibió su nombre de Margarita de Torres deseen-
10
Jlmo. Obispo de Niraragua y Costa
Rira, Presq~tero ESteban Lorenzo de
Ti'idán. benefactor y uno de los fun~
c..ldore de Alaj uela,
-11
cendiente de Salvador de Torres. El río de Torres se menciona por
primera vez en un docUJmento de 1707, en la venta de una estan-
cia de g~nado de Antonio Solano a José de Gamboa, en el paraje
de la MATA REDONDA". En ese documento dice que la estancia
QURDA .::Nl\lEDIATA AL RIO QUE LLAMAN DE TORRES.
En 1G40, en una escritura de veRta del hato de Mata Redon-
da a Alfonso de Sojo, se citan como vecinos por ur.a parte a.
Luis 1\[achaclo y por otra a María AguiJar, lo que dió el nombre
ai río denominado así :\JARIA AGUILAR. Mana AguiJar es hija
leg-ítima de Diego de Aguilar y de Catalina Palacios, y había tes-
tado en l 664. Las denominaciones de RIO TORRES y' de MARIA
AGUIL_'\R son Jos primero 11ombre geográfico ol'iginarios de
nombt'e'l espati.oles.
Pedro Alonso de Jas Alas había casado con María Guido. Esta,
una vez viuda, casó con Luis Machado. :\laría Guido como herede
ra de Pcuro de las AJas vendió su sitio en l\lATA REDONDA a
Cristóbal Durán de Chaves, casado con. Ana Pereira Cardoso. Este
matrim;)t!io, Durán de, Chaves y Pereira Cat'Cioso, figura también
entre lo~: primeros moradores de lo que es hoy San José. El apelli-
do Chave~ se extendió mucho. Los descendientes se afincaron en
varias ,·~giones. Uno de ellos, el presbítero José ele Chave::; tenía
su ca:;a no lejos del río de Torres. J~l obispo Thiel Jo cita como
uno de l•:<. fundadores de San José. ·
La población de 1o que es hoy la proYincia ele San Jo. é, co-
mienza >;U desarrollo en las cercanía,: de la,; vías fluviales. En
1650 en una venta de Juan Sánchez de Cre po está el RlO DF~ ORO
que llam.m del COBRE. l•~n una carta dote de Francisco Fallas a
favor dr· su esposa María Solano, aparece en febrero de 1684 el
nombre del RIO JORCO ele Asen·i y en lq venta ele Luis Cascante
de Ro¡a~ en marzo de 1691 se menciona el PASO DE LOS ANO
NOS.
81 r!o Virilla empieza a cita}·se en 16.J7. En un documento
en que Ignacio de AguiJar y Agustina de Ulloa venden a
Diego dr· Ocampo Figueroa, se vuelve a citar como lindero el nom-
bre J•;LVlR1LLA en 165-1 v en 1663. Posteriormente el nombre de
río Elvil11la aparece EL 'VIRlLLA y AL \' lRlLLA. En las in-
mediacivnes de este r1o tuvo una .finca r~lvira de Torres. hija de
Salvad:>r de Torres. La tradición de que el nombre ELVJRILLA
es un diminutivo de F.lvira parec·e confirmarse si se relaciona
-con el n·Jmbre ele Elvira de Torres. E::n 1661 ,;e cita el nomhre del
río TIRlbi como lindero de dos caballerías de tierra en el valle
de Aserrí. de propiedad de CI'i:tóbal de Ovieclo. El nombre de
TlRIBl viene del indio del mi~mo nombre tr.iburario del cacique
Aocerri.
Sigu'Pndo el proceso de expan ión de lo:-: colomzaclore · e. paño )
le,; de E;: te a Oeste. a fines del , i~lo X\' 11. "C forman haciendas
en la;; rrgione,. ele TiháR. intensiftcúnue>>'e Pn las márgenes del
río Viri:la y en lo que constituye hoy itt región de Santo Domin-
go
-13
,
Ya ant~rior :1 16"'-1 a!"arece un denunci~) de tiena:; hecho en:
i la junta <ie lo,;; ríes Tibás y Virilla.
El <.!Ierez Sebast1án de Zamora, casat!o primeramente con do-
.J... ña Lucía de Ocampo ~andoval y en segundas nupcias con doña Lui-
"" sa de Ql'intana. tenía unos terrenos d. la orilla del río de la BER-
;MUDA que se extendía ha ·ta el Viril!a por un lado y hasta Torres
. y Tibás por el otl'o. De aquí el nombre ue PASO DE LA QUIN-
TANA, riombre tomado del apellido de doña Luisa, por quedar
cerca d.' su residencia. Lol:i terrenos del Alferez Sebastián de Za
mora fue;·on más tarde el a ·iento de lo que es hóy Santo Domin~o.
Don Seuastián de Zamora originario de Marchena de España, fué
Alcalde Ordinario y Teniente de Gobernador de Cartago en los
años de J 679 y 16b6. Su l1ijo mayor, de su primera muJt:r, Anto-
nio Aure:io, así como algunos de los hijos ele la segunda, se afin-
caron en lo que se llamó Valle ele Barba. Don Ant<:> Aurelio, mo-
rador üel rincón de Tibás era propietario en 1710 de ciertas caba-
llerías de tierras l:>itas en las quebradas y brei'ías de la BERMU-
DA (Bermúdes de hoy) y Torres hasta el dicho rincón. Estas tie-
rras, dt:!.>pués de la muerte de .\ larca Aurelio Zamora, pasaron
unas a ·us descendientes y otras, a vecinos. Las ventas se otorga
ron en Jl23 y en ellas aparecen como colindantes RlNCON DE
TIBAS, RIO VIRILLA, el paso que llamaban .:\IQ, TANO, TO-
RRES, <te. Las tierras mencionadas, las de Sebastián de Zamora
y de Antonio Aurelio, su hijo, son donde está hoy el principal
asiento oel cantón y ciud-ad de Santo Dwningo. i\Iarco Aurelio-
Zamorrl murió en Barba en 1716; su hijo mayor Juan José contl;,
nuó afin-:ado en estos. lugares y aparece hipotecando unos terre-\
os en T1bás en 1726/ El apellido Zamora q' llevan persor.as de He-
cE edia ¡ Santo Domingo procede de los moradores antes menc.io/
ados. /
La Bermúdes, <Bermuda), de la región <le Heredia empieza
/
ya a ciotarse en 1646 en una escritura otorgada en Cartago por
.Juan de Olivas y l\faría Brenes. su mujer.
En 1650, principia a citarse el RTO SEGUNDO en los arraba
les de Barba, <;amo colindante .,de una propiedad. Así lo demues-
tra una escritura otorgada en julio de ese aii.o por José de San·
doval y Ocampo.
En rl testamento otorgado en el Valle de Barba en noviembre
de 1728 por el Capitán Francisco Alejandro Bonilla, casado con ·
una de ~as descendientes de Salvador ele Torres, está entré sus
b'J.enes una caballería de tierra, en las que se mencionan el RIO
MARIA AGUILAR, el RIO TIRIBI, el RIACHUELO OCRORO
(QCJ.OHO) el camino del ZAPO'F.E:. de ~lata Redonda.
El Pádre José de Chaves uno de JoB descendientes de Cri::;tó-
0111 Du!·án de Chaves era también v.ropietario de caballerías de
tJ.erra entre los ríos María AguiJar, finbi y en las márgenes del
Rfo Torns. .
Doña Gregaria de Hidalgo viuda de Juan :\:ligue! Cervan
~.es, recibió como herc·nc;a de su marido una caballería de ti en as.
14-
en el siUo llamado hoy el HATILLO por el año de 1737. De esta
caballeda re~aló la mitad a la Cofradía del Santísimo San José
para qu~ alll se formara un hatillo de ganado <hato pequeño) y
la otra '·nitad la vendió al presbítero Eusebio )1eléndez. El hato
cte gan'lrio pequeño o hatillo es el origen del nombre del barrio
de HAT1LLO de San José.
Al n:ismo tiempo que se formaban haciendas de ganado y de
cultivos en las regiones de San José y Santo Domingo, se forma
ron también en Barba, en las vecindades del BARREAL, LA PI·
TAHAVA. SAN JOAQUIN y SAN ANTONIO DE HOY.
En 1607 se empieza a citar Barba en los protocolos de Carta·
go y en J 629 propiedades en Barba como se verá más adelante. En
la segunda mitad del siglo XVII, en 1685, Juan de Sojo vende a
Sebastian el!_! Sancloval y Golfín un pedazo de tierra en Barba y
cita com.l lmdet•o en río PORROSATI.
El PASO Dl<; LAS l\lULAS, se cita en 1706, en una veñtaae
Ana de Hetes a l•'rancisco de 1'\oguera y .:\loncaela. En una escritu·
ra ele h·!Joteca de Juan Antonio Vasquez y su mujer, Elena de
Umañ<J, ;,e hace mención ele una casa y finca en la vega de QUE·
ERADA SECA rSan Joaquín de hoy). En mayo de 1727 Clara
de ~squ.iYel se presentó pidiendo un título de tierras baldías. El
E'XIPOOI•'ilte se tramitó y se le <lió el título de ocho caballerías,
menos nueve cuadras. De la medida resulta nue este sitio e~taha
en la región que es hoy el BARREAL y LA PITAHAYA.
COLOl\ilZACION DE LOS VA'LLES DE AS8HRI, CURRIDABAT,
PACACA, BAHBA Y GAHAVlTO.
El movimiento ele colonización de los valles ele Aserrí, Currl·
dabat y Barba, se inició con la conquista de Juan de Cavallón y
Juan dt! Estrada Rávago en 1561, continuada en 1562 por Juan
Vásquez de Coronado. Los primeros pobladores vinieron con es·
tos conqt<istadores. Don Diego de Artieda cuando se hizo cargo
de la Gvbernación de Costa Rica trajo un buen contingente de es-
pañoles oue se radicaron eli Cartago y en los valles antes mencio
nados. Las primitivas hacilmdas de ganado se formaron con los
pr-imeros ejemplares de caballos, puercos, cabras, intmducidos por
el conqt~'stador Cavallón. Los núcleos de indios en los parajes de
'Aserrí, Curridabat, Pacaca, Barba y Garavito se convirtieron des-
pués en asientos de poblarión española.
La población de AS!!;KRI fué descubierta por Cávallón en
1561. Fny ~lartin de Bonilla preclicó en este lugar en 1562. Debe
su nom':Jre al cacique .\ccerri que habitaba en esta región a la
llegad¡ dP Juan de Cavall.ón y Juan Vásquez de Coronado. Se le
denomlinba también AQUECEHRI, AQUJ<~CARRI, ADCERRI,
ACCERl'! Y ACQARRI. .
1<::1 cacique ACCERRI tenía <:u asiento en Candelaria y sus
principales tributarios eran TIRIBI, CHURRAC' A. CARICABI
CUTIUBA Y TIRIBARI. El tributario Ti'ribí dió origen al río de
ese nomhre.
-15
Según carta de Vásquez de Coronado en 1563, al Lic Juan
1\'Iartínt!z de Landecho, el cacique ACC~RRl portaba al cuello una
agulilla <!e oro de má · de veinticinco pe os de valor. El mismo
Vá"quez de Coronado calculaba en este año testuvo en Aserrí el
27 de em.ro de 1563) la población de Aserri en seis mil hombres.
El seño:· Thiel cree que Aserrí estaba má poblado al tiempo de
la conqu•.sta aunque considera exagerada la estimación que se hi- ...
zo ~ al darse las encomiendas a Baltazar de Grado y a Perafán
de Ribera. (800 y 200 reSI])ectivamente> Diego de Artieda señala
en 1583, ocho encomiendas y 250 indios en la provincia de Ase-
rrí. <incluso Curridabat). Respecto a la uoblación, el mismo señor
Thiel ofccce lo siguientes números: en 1687, 29 familias: en 1701,
13 indi,¡:;; tributarios y noventa medio tributario ; en 1709 se
registrar~>n solo 125 personas: en 1713 se encontraron 40 ca>:a:; con
. 204 haui:antes y en 1742, 51 casas.
En su relación circunstanciada en 1566, Juan Dávila compa-
ñero de Vásquez de Coronado hace mención de este pueblo !!amán
dole AZUARRI. También lo citó el Gobernador Lorenzo Antonio
de la Grvnda y Balbin en 1712, sin ofrecer datos acerca de su po-
blaciói1. 1
En cuanto a su desarrollo religioso, el eñor Obispo Thiel
en sus ·Datos Cronológico~ para la historia ecle. iástica ele Co::-+o.
RICA'' a ... egura que las doctrinas de A::-.errí fueron fundadas de
1570 a lfi75.
Ya PI. 1583, Aserrí y CurridaJbat estaban umdas bajo la rl1re~
ción espiritual de un solo doctrinero. En mayo de 1600 el Pre,.:i-
dente d·~ la Audiencia e ouPió desde GuatPmala del poro 'l.df'lanto
de las doctrinas de Aserrí, Curridabat y Barba. Esto proredfa de
los muchos trabajos que lo indios tenían que hacer para sus en-
comenderos de manera que los religiosois doctrineros a veces nó
veían los indios ni los domingos, ni los demás días de fiesta. Tan-
to los indios de Aserrí como los de Pacaca y Barba tenían que
concurrir a Cartago a la ,fiesta d€11 Corpus cuya costumbre se in-
trodujo <·n aquella época.
Según intormaciUJ: lf'\ anta <la en Tucurriqup f'n ~ ~~~íl Sl' <;;¡he
que los indios de Aserrí y Barba iban a11I a hacer intercambio
de prudnctos.
El Gobernador Gonzalo \'asquez <le Coronado hizo en HiOl
un camir,o a Chkiqu1 pasundo por el camino de A.serri. camino
que tuyo muc-ha importancia para la exportación ck mulus
l<~n 1602 era .J nez dp los naturales dP lo puch'os dC' C'urrid:'l·
bat. l::;c:nü y y Aclceni Diego de Aguilar. Despw'~ fu6 nombrado
con igual cargo Alonso Guaja1xlo Hoces. Este JuC'z !lehfa cuidar
de que los naturalec: f'<:;(ltvieJ'an conr!regados en "'''' nu,"hlo~ v rfp
que cultivaran y beneficiaran sus tierras con semillas fructfferas;
de que acudiemr. lo,; domingos ~ día<;; de fiesta reJtgiosa a fa igle-
sia. p_ara <¡ue oyeran la doctrina <..¡; i~ tiana y pre¡;enl'iaran los ofie!os
relJgJOSOi'.
Como se vió anteriormente, la primera mención que se hace dE'
A"erri •'n los protocolos fué en abril de 1607 en ,.[ noder o or¡p-
16-
•
-17
do por Luis de Rivera y su mujer Magdalena S3.nchez. I•Jn mayo
siguiente Juan Jerónimo de Portilla \ende los tri tmtos de Caraca-
' ' y; en la provincia de Adcerrí. su encomienda. J•:n este mismo año
a¡parece Leanclro Figueroa como corregidor del 1 'artido df' Aserrí
y Pacae:1. En 1638 el Vicario de la ciudad de ~arta~o pide que
los india~:>. entre ellos lo« riP J\Sel'l'í. Paca"·' ' í'urr•rlal>~t ""''n
<>bligados a asistir a· la fiesta de Corpus Cbristi. En 1660 Ro-
drigo d·• Calderón estaba fabricando un moltr.u a tres cuartos dt•
la legua rlel pueblo de Aserrí y en 16()1 consta oue [•'ra:v Gal>ríPI
de la Tnt re era Presidente de los Conventos oc AsPrTí v Currida-
bat. En 1644 era doctrinero de los pueblos Fray Miguel Serrano;
en 1677, Fray Francisco Muraga; €n 1703 Fro..' .Juan J'aehón df'
Salas: er_ 1719. Fray Sehastián Hurtado: en 1723 FraY .lo«[. Pa-
Checo, en 1738 Fray Pablo Zavaleta; en 1744, Fray José de Sar
Antonio de Ceballos_ por muchos años. En 1625 se pagaha al doc
trinero de Aserrí :v Currídabat doce pesos anualps de sinod•l '
Cm :-idabat y Aserrí como Jos demás ¡)Uehlos de ínrlios, tP-
:ííían señalada una legua cuadrada de tetT€no para los ejidos según
<>rdenanza de Benito Novoa Salgado de 1675.
Franri co Fallas de Cactiz otorgó el 18 de febrero de 16R4,
carta ctote a favor de su esposa Mariana Solano. En eRte docu-
mento aparece el nombre del Río Jorco de Asern
Desde 1681 hasta 16fl3 había sido Gobernador de Aserrf don
1\Tiguel Gómez de Lara qnien hizo edificar ig.lesia de adoh0s Pn
San Luis de Aserrí porque la que había €fa de horcones y pajas
muy indeC€nte.
Según memorial del 27 de febrero de 1798, el Cura doctrine-
ro de Aserrí, Fray Juan Pacheco de Alas, pretendió y solicitó a
la Real Audie¡¡cia la traslación del pueblo ele Asern, a un punto
situado a media legua de él :; la excención de tributos durante el
año, soli••itud que fué negada en vista que los doctrineros que ha·
bírin est:1do en Aserrí se habían hallado bien.
De interés para estimar la situación geográfica de Aserrf fué
la remedida que se mandó a hacer ele la legua de los indígenas
de Aseaí en virtud de una queja de estos. Practicada esta mzdl-
da ,por ei Alf€rez Joseph ele l\lorales, Regidor Perpétuo de la ciu-
<iad de Cartago y Juez Comisario, para la medida de tierras, re-
sultan como linderos de e.a legua, el camino real que baja para
la sabann, RIO POAS, RIO CAÑAS y junto de ambos, RIO JOR-
CO, CEHRO Dl~ SALITRAL, CORDILLERA que viene del pie de
las ALMONADERAS QUEBRADA DE RICARDO, y junto de es-
le con Jorco.
Don Diego de Haya y Fernández eú su informe de 1719 astg-
na a Aserrí y Curridabat una población de 76 familias de natu·
raJes.
Del informe elevado por el señor Obispo Pedro More! de San
ta Cruz en Retiembre de 1752 re la ti vo a la visita episcopal a Cos-
ta Rica practicada el año anterior, aparece lo siguiente sobre A·
serri. "Pa~é al pueblo de Aserrí. distante tres leguas del antece·
-19-
;
2{)-
.butario..;, 3 ' hombres y 44 mujeres; en 1709 e apUI:taron 103 per-
sonas en 1713 había 1¿3 individuos y en 1742, 24 casas. Corregtdor
del pueblo de Curridabat fué en 1602 Alonso Gajardo de Hoces_
por nombramiento que hizo en ese año. el adelantado don Oónza-
lo Vásquez de Coronado; en 1604 fué corregidor el Capitán Fran-
cisco de Ocampo GoJfin.
El - sei'íor Obi ·po de l\T orel citado, describe Curridabat en los
siguiente:; términos. "Tiene su asiento en un llano montuoso, i-
glesia v sacristía, oficinas y claustro para el doctrinero, todo
de teja, 17 casas de paja y una de teja; cuatro calles lo forman;
un alca1Je1 nlguacil, mayor, dos . regidores y un fiscal; 36 familias,
las 34 de 1ndios y los dos de ladinos y J 48 personas_ Su patrón ti-
ti luar e:> San Antonio de Padua. La iglesia es muy estrecha, pobre
y maltratada. Nombré mayordomo que la cuidase y atendiese a su
reparo ~ .::>n las limosnas que pudiese adquirir. Dos vece. estuve
en este ;~ueblo; la una a la ida y la otra a la vuelta y en am'bos
prediqué dos sermones y confirmé 106 personas. Hice últimamen-
te una visita y todos quedaron extremadamente gu tosos con la
devoción del Santo Rosario que les anuncie. Pagan a11ualmente
S 58. y ..; medio reales de tributo". _
Los protocolos de Car;tago empiezan a mencionar Curri-
dabat en 164.0. En noviembre de este año José de Sandoval Ocam
po y su 'TIUjer Isabel de Obando, al cambiar una hipoteca a favor
del licenciado Baltazar de Grado de un hato ele ganado. cita este
hato cerca del pueblo de Curridabat llamado San Antonio.
En 1663 Cristobal Durán de Chaves, procurador, síndico de la
dudad ·l2 Cm·tago hizo la distribución de indios aquilorcs que le
tocaba a cada pueblo así: por cada diez indios correspo'n día un a-
quilón onlinario y oor cada 20 uno extraordinario conespondiente
a cada nno de los pueblos de 1\serri y Cur!'iclabat 4 aquilones or-
dinarios y 2 extraordinarios.
En 1697 había en el pueblo de Cunidahal 29 familias: en
1701 ha 11ía 4 indios tributarios, 38 hombres y cuatl'o rnujet·es: en
1709, 112 personas; en 1713 había 36 casas en 1:n habitantes; en
1737 habitantes; en 1739, 133 habitantes. En 172-l se contaban 24
casas.
El pueblo de PACACA estaba como los anteriores, ubicado en
lo.· valle<· de lo que forma hoy la provincia de San José.J Pacaca
'fué visit<•do por primera vez en 1561 poi' Juan de Cavallon y en
mayo de 1563 poi' Vázquez de Co1·onado de su regreso de la pri-
mera exnedición de 'Boruca. Pacaca era el asiento de los indios
"PACACUAS o PACACAS. Debe su nombre e. te pueblo al cacique
PACACUA.
En earta de Juan Vázquez de Coronado dirigida Pn mayo de
1563 al Lic. Martínez de Landecho ex-pone que concertó en el Abra
ne Arorprr'í <m irla R 011"""08 nf)l' haherle nP<iido ayuda los cariques
de CUREIRAVA. AQUECARRI y PACACUA. Los caciques de Pa-
.caca eran COQUIVA, CHO Y TORAPO. Según la información de
·méritos y servicios de Esteban de Mena. aparece que este con-
quistador en compañia de Juan de Gallegos y 60 hombres, salieron
-21
en tiempo de CavaBon al descubrimiento de Garci Muñoz, de donde-
partieron con 40 hombres don Ant<.> Pereyra al descubrimiento de la
Provincia de Pacaca. Allí tomaron el cacique Duarco hermano de Co
quiva. En tiempo de Vázquez de Coronado, Juan de Calderón
y Juan ,\lejía e tuvieron con 30 soldados a pacificar Jos indios de
Pacaca que se habían sublevado. Aparece de una información de
1565 que el Capitán Die~o Caro de Meza, alguacil mayor y regi-
dor de Nueva Canago fue qu1en se dirigió a Pacacá y redujo a Co-
quiva. El señor Octavio Quesada sostiene en su fglleto "Límites
del nuevo Cantón de Santa Ana" que el verdadero descubridor
de Pacac:1 y del valle central fué el Lic. Cavallón, afirmándose en
la información levantada el 27 <le marzo de 1568 ante el Gober-
nador Pe1afán de Rivera.
Los indios de Pacaéa unido· cnn los de Garavito mantuvie-
ron una :arga lucha por más de 80 años 0440 a 1520) con los in-
dios chorotegas Cmanguesl que habitaban en la costa del Pacífi-
co entr: la Punta del Herradura y el IUo de Abangares.
Refiere Vázquez ele Coronado en 1563 los güetares habían
acabandl) con 6.000 o 7.000 indios Chorotega .
Según el señor Thie l la pl"imera iglesia de Pacaca debe haber
se fundada por el año de 1575. En 1580 Fray Diego de .Timénez fi-
gura como doctrinero "cte Pacaca. La lg¡lesia fué re taurada en
1615; entte 1638 a 1640; en 1681 a 1690 y últirnamente habiéndo·
les hecho una reforma general tanto a la iglesia como el convento
en 1731. í..os indios de Paca ca concurrían a las procesione de Car
tago hasta 1630 aproximadamente, después quedaron exentos. Los
nombres de los pocos doctrineros son conocidos. El señor Thiel.
cita a I•,Jay Pedro, Arista en 1630, Fray Pablo Otárola en 1710:
Fray Grcgorio Jose .\ lorale. de 1720 a 1725. Consta que en 1639.
Pacaca !lO tenía doctrineros hacía muchos años. En 1583 contó Ar-
tieda 80 indi0s tributarios; en 1659, había 200 indias; en 1697, 27
familias en 1710, 47 familias. Según el censo de 1713 había 47 ca-
sas con :;07 habitantes. En 1719, 47 familias. Según el censo de 1731
existían ] 91 indios; en 1742 había 27 casas.
En 1607 Leandro Figueroa a¡¡>m·ece como conegidor de Pacaca
y a fines de este aiio Sebastián Sánchez Olguia. :\las adelante apa·
recen t;lPlbién como corregidores, Pedro de Flores, Diego de Pe·
Jaez, Gil de Alvarado y Sebastián Pereira Cardoso.
Los indios de Pacaca junto con los de Aserri y Curridabat to
maron parte en las fiestas qUP se celebraron en Costa Rica con
motivo del ar.lvenimiento de Luis l.
En 1 629 se empieza a citar en los protocolos de Cartago las
estancias de ganado en Pacaéa. En el testamento l\lar ía de alfara
viuda de Cristob.al de Chaves se menciona una estancia de gana·
do en Pacaca la vieja. De la carta dote otorgada el 30 de noviem-
bre de 1646. por don Francisco Ramiro Corajo. consta que el re·
gidor Jerónimo de Retes, tenía un hato en Aserri en el cami-
no de Pacaca. Juan Sánchez Cresno vende el 30 de abril de 1650
a Juan de Vida Marte! un hato de ganado vacuno y caballar, si-
22-
,
---1 23
tws, ca:,as y corrales llamado "San Bartolomé" calle real del pue
blo de Pacaca. Los anteriores datos dan a comprender que el es·
tablecimiento de los primeros moradores españoles y la formación
de haciendas de ganado en Pacaca empezó a principios del siglo
XVII.
El .:>eñor Obis,po don Pedro Agustín de .More! hace la siguien·
t€ relación de Pacaca en 1751 "La Iglesia aunque pequeña y po·
bre está menos indecente que las pasadas, es solo de una nave, con
bU sacristía tres oficinas y un claustro para el doctrinero que e>
franciscano. Todas estas fábricas son de ado:bes y de teja; tiene
treinta y tres <;asas de paja que forman cuatro calles sin el orden
debido; la Asunción es su patrona titular; hay un alcalde, un al·
guacil mayor, dos regidores y un fiscal; cincuenta familias con
ciento noventa y nueve personas.
"La renta del doctrinero se reduce al servicio ordinario de cin
cuenta mil maravedis, siervos, personal de los indios, contribución
que le h::\een para mantenerse y que generalmente es conocida con
el nombre de ración; seis pesos el día de Corpus y de Concepción
y las misas de Cofradías; si bien estas quedan suspenso por cua-
t··0 años a causa de la suma miseria en que se hallan".
El r.Jmbre de SANTA A A aparece ya a mediados del siglo
XVII, formando parte de los valles citados. El 19 de diciembre de
1659 Jo·~ de Alvarado otorga una carta dote a favor de su espo
:::a doña Petronila de Retes; entre otras cosas, le da una parte del
sitio que llama "Santana". E:s la primera vez que se nombra en
l.fls documentos e:tudiados el nombre deo "Santana".
Dos ::.ños después, Francisco Ramiro y María de Retes su mu
j<:r, hipott:can, el 13 de enero de 1660, un hato que tienen en el Va
!le de A~et-ri, camino real de Pacaca, llamado Santa Ana que fu€
de And•·o'-s López de Céspedes.
En 1669, Ana de Retes, mujer del Capitán Diego de Jbarra.
fn una escritura en febrero de ese año dice "Que se halla enfer·
.ma en cama en esta hacienda de campo Cen el valle de Santa
Ana)".
En los últimos decenios del siglo XVII empieza a formarse
la población española de ESCASU. En los primeros documentos
se conoc~> con los nombres de !SCASU lSCAZU y ESCAZU. En
J717, ap:~rece como doctrinero en Escazú Fray José Suazo hasta
) 724. En un expediente eclesi<istico iniciado a principios de 1723
aparece PI padre Suazo, que era merecedario administrando a los
fieles ou.:? vivían en Escazú, en un oratorio en casa de AndréE
Salazar, (ionde decía misa, confesaba a los vecinos, y administraba
los demas sacramentos desde 1717.
Escazú y Santa Ana, dejaron de pertenecer a la panoquia de
San José en 1779.
La población de BARBA constituye una de las más
antiguas del pafs. Como núcleo indígena, se ~mota a la épo-
ca preh;::;tórica, al igual que los antecedentes. Aserri, Curridabat.
Pacaca y los demás núcleos indígenas del país. Por primera vez e:
Jiombre de: BARVA <escrita con v dental la segunda), aparece en
_ . 25
la distl'i!:lución de los indws en 1569 hecha por Peraftn de Rivera
y que se encomendaron á Juan Romo y Simón Sánchez, dándol.eF
400 y 100 indios respectivamente. El valle de Barba lo compren
día la región entre el río Virilla y el Monte de Aguacate
SegÍln el señor Thiel en cuanto a la población indígena se han
conservac.!o los datos siguientes: de 500 a 600 en 1569 incluyendo
los indios de Garavito con los TICES Y VOTOS. En 1697 se conta
ron en Barba 56 casas de indios; en 1709, 181 habitantes: en 1713,
58 casas con 205 habitantes, entre estos 58 matrimonios había 23
sin hijos, 1 con 1 hijo, 15 con 2 hijos, 15 con 3 hijos y 2 con 4 hi·
jos. En 1719 habían 108 familias y finalmente en 1742 se visitaron
53 casas. Barba admitió con mas facilidad las familias ladinas. El
señor Ooispo Morel habla en su informe de 1752 de 10 casas de la·
dinos en Barba y 2 en Curridabat, mientras que en los demás pue
blos de indios no se toleraba ninguna.
En el censo calculado por el señor Thiel, figuran en 1720.
705 hab:tantes en Barba y en 1741, 541 habitantes de los cuate~
258 erar. indios. No obstante la fundación de Cubujuqui much:o8
ladinos, según el señor 'rhiel, que vivían en la actual parroquia
de Santa Bárbara y en Las Ciruelas, preferían irse a Barba para
el cuml1l~miento de sus deberes relig10sos. Posteriormente, acen-
tuándos·~ mas el espíritu parroquial de los ladinos de Cubujuqu~
muchos dejaron de concurrir a Ba11ba cuya población en aparien
cia desaparecía. Los indios de Barba fueron objeto de malos tra
tamientos de parte de las autoridades españolas y no habiendo lo·
grado ef:cacia en sus quejas optaron por el desbande pues las re·
presalia~ ordenadas por la Audiencia de Guatemala no se cum·
plieron. En 1599 fué nombrado Francisco de Ochoa y Romano Juez
en Comisión de los pueblos de Yuruste y Barba para que se con
gregara los indios de estos ,PUeblos. Se quejan los vecinos de este
Jugar que lo primero que h1zo Ochoa al llegar allí, fué exigirles a
lo3 naturales, maíz, gallinas, pescado y otros productos alimenti·
cios, al par que los obligaba a sacar zarzaparrilla, los enviaba a
Cartago a vender productos, además de otros agravios que le~
infirió.
En 1604 no había ya corregidores en Barba, que había sido
el centr~> de Jueces Corregidores y Doctrineros. En 1613 los pue·
blos de Cot. Quircot y Tobosi fueron separados del pueblo de Bar
ba con el cual habían estado unidos hasta entonces y fueron agre
gados a Cartago, en vista de haber sido suprimidos por la Audlen
cía los JUeces congregadores de indios.
Segúr~ el señor Thiel la primera Iglesia en Barba debe haber·
se con:>tc·uído entre 1563 a 1575: fué restaurada en los mi1smo~
años qul' las demás igl~sias de los pueblos de ind~·os. Tuvo un Con
vento q~·:.- en el siglo XVIII era bastante amplio decente.
El ~Pfior Thiel dice que se ignora el nombre el primer frar.
c1scano que fundara Barba. Entre los doctrineros que funcionaron
en Barba se mencionan los siguientes: 1708 Fray Antonio de A·
güero. 1713 Fray 'Fernando de. Ort1z de Aldona; 1714 Fray Sebas-
tián de !o,; Olo:;. 1716 Fray Francisco de Gudiño: 1719 Juan d~
26-
Santiago; 1721. F ray J osé Roca, 1725 Fray F rancisco Guerrero;
1727 Fr a:• Juan de los Reyes; 1739 Fray Bartolomé Fue~tes ; 1741
F ray Barnabé de Castillo.
La primera mención que se hace de Barba en los protocolos
de Cartago, es en 1607 en que aparece Leandro de Figueroa como
Corregidor de Barba. En Oct. de 1629 en una escritura otorgada a
un indio de Curridabat en la cual e¡ste se obligaba a servir como
molinero en un molino q' AntQ Rodríguez tenia en el pueblo de
Barba. En 1608. José Villalobos en una Carta Dote, a su e~osa
María de Murillo Campos, señala entre otras cosas un sitio para
ganado como a una legua del pueblo de Barba. En 1650 José de
Moya y Mayor de Benavides, su mujer, venden a José de Sando·
val un molino de pan, moler con una parada de p iedras, en los a·
rrabales Jel pueblo de San Bartolomé .de Barba.
A partir de 1693 el pueblo de Barba fué tomando incre-
mento y por ser el mas adelantado, pagaba mayores tributos.
En lo religioso, Barba quedó separada de Heredia con el es
tablecim1ento de la ayuda de Parroquia en -1720 y con la creación
<!el Curato de Heredia en 1734.
El Gobernado:· de Costa Rica Lorenzo Antonio de la Granda
en su informe a su Majestad en 1712, menciona el Valle de Barba
en el eual dice q' hay muchas haciendas, y es de clima templado. •
Mas explicito en su informe rem>ecto a Barba es el Gobernador
Diego d ~ Haya y Fernández que en 1719 afirma al referirse a es€
pueblo ' "A diez leguas de la ciudad de Cartago está la villa de Bar·
ba <CubujuquD compuesta. d e una iglesia y 8 casas pajizas; a una
legua de ella se encuentra el pueblo de San Bartolomé de Barba
que tier. ~ 58 ramillas naturales todo lo cual se halla en un va1l€
bien pródigo, sembrado de ¡pnado vacuno y de infinitas casas, con
familias españolas que hab1tan en dicho campo en la misma mi.
seria qt.: e los antecedentes" . Otro informe rendido a Fernando VIl
e l 8 de setiembre de 1752 por el padre Pedro Agustín de Morel di
ce en lo que toca a Barba "E l pueblo de Barba dista de Cubuju-
qui <Hen"dia) un cuarto de legua hacia el mismo rumbo; San Bar
t olomé es su patrón. El terreno en que ~e halla es montuoso, tie·
ne igles:a mu y capaz con su coro, sacristía, distintas piezas, ofi·
-cinas y claustro cercado de tapias de modo de GQnventos y todas
las fáb r icas son de adobes y teja. El doctrinero es un franciscano;
hay 40 casas de naturales, y 10 de ladinos; unas y otras de paja,
cuatro cJ;les mal formadas d e oriente a poniente y las mismas de
nor te a :;ur. Hay un alcalde, alguacil mayor. dos· registradores y
fiscale s, Sargento Mayor,. una compañía de a pie con 19 soldados
y sus oficiales, 55 famifias 186 p ersonas'".
· Ent r ·~ los benefactores de la iglesia y dei convento de Barba,
es tán el Gobernador Miguel Gómez de Lara (1681 a 1693) que hi-
zo edificar la iglesia de adobes en Barba; la viuda del capitán Juan
Rodrígu :?:; dispuso que . de sus bienes se diera una caballería de
tierra a ~ues tra Senar a de la Asunción de Barba. Este es el on·
gen de :a p osesión de Barba en las Ciruelas (1716) Antonio Aure-
- 27
lio de Zamora lallecido en J716, dió su casa a favúr dtl eonvento
<le San Bartolomé de Barba.
28-
' "
-29
• 1
-31
ciudad \f'artago> está la \ illa de BARBA compuesta de una igle-
sia y ocho casas pajizas y a una legua de' ella, se encuentra con
el pueblo de San Banolomé que. tiene 58 familia de naturales,
todo lo cual se halla en un valle bien pródigo, :;embrado de gana-
do vacuno y de infinitas casas coH familias españolas que habi-
tan en dJchos campos cen la miseria que los antecedentes. Se ve
que la VILLA DE BARBA, compuesta de UNA IGLESIA Y DE
OCHO C \.SAS PAJIZAS, es la nueva población de Cubujuqui.
La primera partida de bautizo efectuada en la lgle'sia cons-
truirla pur el Padre de 1\loya e la siguiente:
EN VEINTE y OCHO DE JULIO DE :\lfL SETECIENTOS
VEIN'm a. s. HICE 'LOS EXSORCISMOS PUSE OLEO Y CHRIS
ma A PETRONILA CHABIENDOLA BAPTIZADO EL LIZDO
DOJ'\ FE.wiX ESTEVAN DE OSES>.,~,. HlJA LEXMA. DE FELIX
DE LO~i SALAS Y DE JOSEPHA vE ALVAREZ. FUE SU PA-
DRINO \NTONilO DE OCAMPO; TESTIGOS FRANCO SECURA
Y :\fATHEO (f) DO JUAN A JTONIO DE MOYA.
:\1ARGICI':. ''PETRO~ILA ESPA~9LA''
-33
zón, pan cuya construcción contribuyeron los padres Pomar de
Burgos, Juan Bautista Peres de Cote y los señores Ventura Sáenz
de Bonilla, Alonso de Porras, Manuel Zamora, Isidro González y
otros pocos.
La importancia q' iba tomando la poblacióÓ. hizo interesar a los
vecinos desde el ano de 1755 en la erección en villa. Es de Hotar
que desde muy antes, desde que Cubujuqüi levantó su templo y
de ser ¡Jarroquia independiente, era llamada villa por los vect-
nos y mttoridades. Hubo muchas gestiones, y para conseguir el
titulo ele villa,· dos comisionados de los vecinos, el Ca,pitáu don
FranciscJ Sánchez de Castañeda y don Francisco Pérez de Cote,
fueron a Guatemala a solicitar a la Audiencia la referida erección
en villa. Vino Ja oposición de los vecinos de Barba a aquel inten-
to; se hizo el envw de una segunda comisión compuesta de don
Gregario Huescas y don Fermin ·Sánchez de Castañeda a principios
de 1763 para continuar aquellas gestiones ante la referida Audien
cía. r .or 1m, después de ocho años de trabajo, de escritos, informa-
ciones y atestados, dos viajes a Guatemala, gastos de dinero,
construccióp de casas, levantamiento de padrón pudo lograrse
la erección en villa el 19 de junio de 1763, con el nombre de Vi-
LLA DE LA INMACULADA CONCEPCION DE CUBUJUQU 1 DE
HmREDIA, en honor del Presidente de la Audiencia de Guatema
la don Alonso Fernánde.z de Heredia, que concedió el título.
LA BOCA DEL ::.\101\'TE, ASIENTO DE SAN JOSE
Se dió el nombre de LA BOCA DEL MONTE al lugar que
queda al Oriente de la Quebrada de Lantisco, en contraposición
al de la MATA REDO~DA que los españoles dieron, siguiendo la
fraseología corriente en ciertas regiones de la península, a la ex-
tensa sa11ana o pradera natural que se hallaba al oeste de dicha
quebrada. El nombre de la Boca del Monte lo encontramos citado
por ,primera vez en los 'p rotocolos. en 1708, en una escritura del
Capitán José de Sa]!orfo y doña Juana Josepha de Ballesteros su
mujer, en la que venden al Sargento Juan Manuel y Francisco de
Palma una caballería de tierra en el valle de Curridabat, lindante
<
p or una parte con el río Torres y por la otra con la BOCA DIO::L
MONTE. Ya se ha visto que a fines del siglo XVI se radicaron
-españoleo; en los lugares que forman hoy el asiento de la ciudad
de San José cerca de la Sabana, río Torres, María Aguilar. Los r.ú
cleos de noblación aUí fundados fueron tomando importancia y una
vez hecha la erección de la Ayuda de ¡J?arroquia de la Inmaculada
Concepción de Cubuiuqui, en parroqma independiente de C'arla-
go, el Cabildo de LPi\r; ctió or<lPn en 1736 df> erlific-ar nn, il!b,:i~
~n ,el valhe de Aserrí. El sitio que se escogió fué la BOCA DEL
MONTlC.
El Cura de Cartago José Díaz de Herrera recibió orden del Ca
bildo de· trasladarse al valle de Aserri y activar ~a construcción
de la iglesia, com al efecto lo hizo en compañía del ,p adre Fran-
cisco de Moya. El Cura apurado 11or sus superiores para activar
34-
1
Escudo de la.
Ciudad de San José.
-35
1a construccwn no la terminó al fm y apena,.; vería el princtpw,
de los trúbajos cuando m uno, en 17a7. ~n 17:>8 se <:OHl'luyó la i-
glesia que se dedicó al patriarca San José: como el Cura José
Díaz de Herrera habfa muerto, el oresbítero \lanuel C'asasola re·
cibió del ?IL l. señor don José de Vidaurre el J)ermiso de bende-
cir el n'..levo templo. El Presbítero don José lctermenegildo Alva·
rado fué nombrado coadjutor desde el 21 de mayo de 1737 de LA
AYUDA D'E PARROQUiA DB.; SAN JOS!!} DE LA BOCA Df}L
::\10NTE EN EL VALLE DE ASERRI.
La ermita estuvo colocada entre las avenidas Fernández Güell
y Prime~a ele hoy en el lugar donde está actualmente la Oficina
de la Pan América Airways, la Galería de los Casimires y Sea·
glietti y obrinos;. (1)
Segün el sei1or Thiel al princil)io había dos o tres casas aire
declor d~ la iglesi;J <.le San José. E:n 1751 había once casas de teja
y quinc~ de paja "sin formar plaza ni calles" , según elatos del obis
po Pedro Agustín de :-rore!.
El ;;~i'lor Gonzalez \'íquez rrfirién<lose ,a San Jo::;é dice que la
·'villita" ~ra eutonces un iusignificante número de casas y ranchos
disperso.; y de mal ver, con una ermita a su serviciO, yerta y aban-
donada ,m can~po raso. Eso era según teStigo irrecusable y bien ca
lificado a mediados del siglo XVI ll <.le nuestra era, Jo que andan-
.do el ti L· t•lPO había de trasformarse en ciudad ca,pital'·.
Los vecinos del valle de Aserrí se mostraron reacios para edi
ficar ce"(' a de la Iglesia sus casas ele habitación, en parte porque
no qued:-m a bandonar sns quebradas y trastos y en pe~ne no ha-
l>la com•Jutclad ele agua cerca ele la nu0va Iglesia.
"1!:1 teniente clé Gobernador y el coadjutor se emp0ftaron en·
tre lí40 d. 1750 para remediar la necesidad del agua. Se hicieron
,·a1·ia::; t c:- ttativas con e;:;e objeto. En un expediente creado en lí47
<:onsta •t·:e el Capitán Manuel de Castro. morador en el valle de
Santa A Pa se compronwtió a sacar el agua y conducirla a la po-
blación ) que el Cap it {m fsidro de Castro , teniente .Juez de los
Carn.pos, fue facultado pnra Je,·antar entre los vecinos una suscri-
ción en víveres que as1 se empleó y lo:; vecinos manifestaro11 es·
tar lir:::to:; ;; dar gana<.lo, ~al, dulce, aguardiente, cacao y maíz. la co,;a
empero !10 se formalizó y el intento tué como en otras veces an-
tenores y posteriores. entusiasmos de un momento .
":\o tup sino hasta lí'í l, dicE' el señor González Vfquez, cuan·
do se co.1siguió dotar a San .Jos(> dP tan inclispen . ahle elenwnto dt•
vida. F'ué el padre don .Juan ele Pomar y Burgos: médico apmba-
clo de P li1élmú .'- de ~léxit'n , homhre rle cienda y <le PxperiPncia
quien logró en poeo tiempo. eon I'U ejemplo. con sus ex al Laciones
y con su dirección personalmC'nte, lo que no SC' había conseguí·
do en ta;1 tos años".
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El ¡>adre Pomar no solo trajo el agua. sino que según uecla·
ra el mismo más tarde, hizo capilla mayor y agrandó el cuerpo
de la Iglesia. La,; once casas de teja y las quince de paja citadas
por el úbispo ~lorel se hallaban caídas y deshabitadas en 1755;
pero ufanába:-;e ya la VILLIT A d~ la posesión de una plaz?- y
de una ..:;die formal, que hoy lleva el nombre de segunda avemda.
Don Tomá López del Corral, Alcalde primero de Cartago con
plena jw Jsclicción en la VILLITA se constituyó en los primeros
días ele <"lero de 1755 e hizo saber a todos los moradores del valle,
constru l'tran su casa en el centro de esta, bajo la campana de la
Avuda ·li<' Parroquia, con penas severas ·para los que no cumplir·
ran la orJen. Esto fue notificado en persona a los vecin0s mas
distinguidos tales co1110 el Sargento Mayor José de Chaves, el it41:'m
don ~ligliel Jiménez, los capitanes don Felipe F'ernández, don .Jo·
:-;é Angel Porras, don Camilo ele :\'Tora, don Isidro Castro y mu-
chas ma,., que componíaa. lo mas apreciado del vecindario disp<T-
so. ComrJ no obedeciesen los vecinos requeridos, rea,pareció el <JI·
calde P ae Cartago en la Villita el 28 de febrero y concedió ue
gracia el improrrogable término de quince días para el cumplimien
to de lo Jrdenado; esta vez bajo la pena de destierro de la Provin-
cia y confiscación de loienes.
·Tal fué €1 apremio terrible del Alcalde López del Corral y
prouto pacto gloriarse la futura capital de Costa Rica de moradas
cómodas y espaciosas.
Ya en 1759 empiezan las escrituras de Jos t1rotocolos a ha'Jlar
de casas c!e la nueva población de la BOCA DBL MONTE. D~ Jose-
fa de Torres en febrero de ese año, en la venta de terrelílo cita como
lmdero 'a CAl:lEC.8HA DI~ C.:S'l'A PüBLAClON y en la misma es·
crit.ura dice también el PRINCIPIO DE LA PUEBLA QU8 SE
HA HE:CBO AHOHA. En 1761 se cita la PLAZA Dl<~ LA POBLA·'
CION DE SAN JOSE, en una venta de :\lartín Jiménez al capitán
l\Iiguel .íimérrez. En Junio de ese año, Juan de :\Jora en su
'estamen:o hace mención del CABILDO, a propó,;ito de un pago
de teja;; nue debía para esa construcción'. En 1765 en la venta de
una casa perteneciente a :\lanuel Antopio ele Vidaune. se nombra
el POBLADO DE SAN JOSE. .
Doih Josefa de Torres vendió en 1767 una caballería de tie
rra entre el río Torres y el camino real a Cartago y e11 la escritu
ra sei1ala como límite occidental. U.N ALTO QUE ES HASTA
DONDE: LLEGA LA PQBLACIO.N DEL SEÑOR SAN JOSE.
Poc;.) a poco fueron poblándose los alrededores del primer a
siento el'iesiástico de San .José. 10:1 primer Cabildo estaba situado
frente a :a esquina noroeste ele la plaza del Palacio Nacional cono·
cida con Pl uombre cl..e Plaza de la Artillería, es decir donde está
:~oy el n~mco .Nacional de Costa Rica. La casa del Cura ¡padre Po·
mar ~ nurgos estaba también situada frente a la plaza lindante
con el Cabildo, esquina ;;ureste del Edificio de Correos y Telé-
grafo ..
En 1í63, lJl'incipian Jos proto~olos al habllJJ.' ya de la CUESTA
38-
DE LAS MORAS. <~Ioras con :'vi mayúscula) en una escritura d
obligación de José J\1iguel de los Reyes y su mujer doña. María dE:
Aguilar a favor de los hijos menores de Rita Montero. La cantidad
debida e hallaba cargada en la CHACARA AL PIE DE LA CUES
TAQUE LLAMAN DE LAS MORAS. EL PASO DE LA VACA se
cita por primera vez en los protocolos de San José, en la escritu·
ra dé rat•ficación de venta de doña Josefa de Torres, al capitán Jo
sé de Acosta Arévalo, de un pedazo de tierra q' hizo el Capitán D.
Francis<.:0 de Bonilla, marido de Ja otorgante. La escritura se ha-
ce a los herederos y estos la trans.pasaron a F1rancisco Arce. Lo
vendido está JUNTO AL PASO DE LA VACA CERCA NO A ES·
T A POBLACION: Y LINDA POR E~L ORIENTE Y POR EL NOR-
TE CO~ EL RIO TORRES: POR EL SUR CON ESTA POBLA-
CION; POR EL OESTE CON illL CAMINO ANTIGUO QUE V A
DE ESTA POBLACION PARA EL PASO DE LA VACA . Eran
•.res cuanos de caballería y fueron vendidos en $ 78 moneda de
cacao.
El aumento de la ¡población de San José por U'na parte, y las ma
las condlc:iones de la iglesia construida por el año de 1737 que se·
gún el señor Obispo Morel de Santa Cruz que la vis itó en 1751
ES LA :\lAS ESTRECHA, HUMILDE E INDECENTE DE CUAN
TAS VIO EN AQUELLA PROVINCIA, determinaron a los veci-
nos de San José a construir una nueva Iglesia que estuvo en el
Jugar d•mde está hoy la Catedral. En la época de la construcción
de esta Iglesia, la población de San José se distinguía con el nom-
bre de V~lla Nueva, la que en días anteriores se había llamado
Vil:lita. DE: la población en el nuevo asiento eélesiástico, se habla
rá más adelante, para tratar ahora del nacimiento de una nueva
población LA LAJUELA, O VILLAHERl\WSA y que después llevó
definitivamente el nombre de ALAJUELA.
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Los vecinos de los cinco barrios <.le Targuás, La Lajuela, Las
Ctruela~. Poás y Río Granue, representados por Agustín Pérez,
Tomás ~olera, Juan _\.ntonio ~ímez y 1:\afael 2.\luril~J, el lS de
octubre J.el ano citado se comprometieron en escritura publica a
pagar dPscientos pesos mensuales I>ara ei sostenimiento de
cura y compra de hostias, vinos, cera En este tiempo en los cin-
co barrios juntos había doscientas sesenta y ocho casas.
El Obispo Tristán no desistió de su idea de que los morado
res de l<• Alajuela tuvieran su ayuda de Parroquia y dos años
después, En setiembre de 1784 recomendó al Presidente de la A u·
díencia de Guatemala a fin de que otorgara la licencia_para la eree
ción de 1.1 iglesia ayuda de parroquia ae la Lajuela. Esta recc¡men
dación la resolvió la Audiencia en el sentido' de que se mantuvie
ra el oratorio de la Lajuela y se diera cuenta al Rey en vista de
que era facultad de éste conceder permiso para la erección de nue
vas iglesia¡.. En marzo de 1785 fué nombrado cura de la parro·
quia ele La Lajuela a don Juan i\ lanuel López del Corral, quien
se interesó personalmente en la construccion, ayudando a sacar
las maderas para el nuevo templo.
Por .fin, el 14 de julio de 1790 el Obi~o de Nicaragua y f'os·
ta Rica :·acultó a don Juan Félix de Villanueva para que el Cura
beneficiado de la Parroquia de Villa Vieja, pudiera bendeeir la l·
glesia, ayuda de parroquia, reedificada en la población de La La·
JUela, para establecer pila bautismal en ella y formar un cemente
rio en la parte norte de la población. El 12 de octubre del mis·
mo a-ño ~e verificó la bendición.
En ;ulio dé 1798, empiezan los protocolos de Alajuela a ha·
blar de l'asas en la nueva población . El 11 de ese mes, en una
escl'itura se cita una casa que fué del presbítero don Loren:.~e
de Quesada, y posteriormente del padre don José Manuel del Co·
rral, EN LA ESQUINA DE LA PLAZA. A fines del mismo año,
el padre del/Corral hipoteca la 1·eferida casa y OTRA .JU!'JTO A
LA IGLESIA. A partir del siglo diez y nueve, la población de A-
lajuela flté tomando cada vez Inayor incremento.
DESARHOLLO Y PROGRESO DE HEREDIA <VHla Vieja)
Entre los años de 1757 a 1760, aumentó el interés en Cubuju·
qui de poblar la presunta villa y se avivó la construcción de casa,
en el pueblo; así fué que el vecindario del valle de Barba que se
hallaba esparcido en los campos, viviendo e~1 ·us haciemlas y la
bares, se redujo a regular com;petente y formal población en el
sitio nombrado Cubujuqui, donde tenían los habitantes sus casas
de teja, con la correspondiente decencia, y donde hicieron tapias
para el mejor orden y het'mosura de la~ calles y lugares, procu
rando la exaltación y mayor ornato del culto divino, acudiendo con
sus perscmas y bienes a los reparos y ¡progresos de la iglesia pa·
rroquial, todo io cual consta de documentos de entonces. En 176(;1,
la .población de Cubujuquí contaba con 110 familias, la mayor par·-
te de origen noble.
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De ar uerdo con la disposición de don Alonso Fernández <le He·
redia p<il;,. la erección de Ja villa, <en cuyo documento es la p¡·ime-
ra vez ll re aparece el nombre de Heredia, como homenaje al Ca·
pitán Ge"era& don Alonso J<,ernández de Heredia), los vecinos sEo>
obligaron por escrituras del 6 y 7 de setiembre de 1763 a consti·
tuir un fondo de $ 1500 para propios de la Villa y a pagar media
annata que exigiese el Rey por la merced y a construir las casas
del Cab1ldo y Cárceles. Hipotecaron sus casas en garantía los Ye·
cinos ac,lmodados de Cubujuqui.
1..-:n 176~ se remataron lo~ puestos de Cabildo en moneda de
cacao. Los vecinos no pudieron hacer las oblacioHes consiguien·
tes para io oficios del cabildo y sacar sus títulos para formarlo.
En vista de ello, e les privó en febrero de 1780 de los pretToga-
tivas de tal título. A los Cubujuqueños no les importó mucho la
orden c..ttegórica de la Audiencia, siguieron dando a Heredia el t1
tulo de \'illa; su mayor interés era el derecho de tener Cabildo.
8n vista ele haber desaparecido ya la. personas que iban a ser Ca-
bildante:. y habían ofrecido el valor para adquinr esos oficios, ,;e
conformaron con la situación ambigua de seguir dependiendo de
Cartago y de su Gobernador "San José imitó lo de llamarse Vil & a,
sin der(!Cho por supuesto pero sin tomarse molestias y sin com-
prometerse a ningún ga to y como el nombre que tomaron fué el
de VILLA UEVA los de Heredia tuvieron que cargar con el
de VIL.i..A VIEJA rque todavía se usaba hace poco en la Provin
cía y ent.:-e las gentes de los pueblos ·a fines del siglo antepasado);
los de Alajuela, no queriendo ser menos que Jos de Heredia y San
José también se proclamaron Villa y no como quiera sino VILLA
HEH.:\fO~A", según comentarios que al respecto hace el Lic. don
Cleto G, "Zález Víquez.
El vecindario de Villa Vieja, que en 1775 tenia una pobla-
ción ele Gb72 h a IJ i t a n t e s continuó el desarrollo de su agri-
cultura, cultivando los granos, hortalizas para la alimentación y
algunos artículos de e:lGportación a Nicaragua y Panamá como el
tabaco. ~e dedicaban además los vecinos a la cria de mulas que
ex,porta'J:>n a Panamá. Según un censo de 1797 había cuatro grar.-
des haciendas de ganado con 2.100 rese .. En 1777 las milicias·
de Heredia contaba con 1022 plazas. ·
A fines del siglo XVIII se interesaron los "villaviejas" en
construi :· su Cabildo y edificar un nuevo templo ya que el que ha
bía no tenía la capacidad suficiente. El Cabildo se construyó en
1792. El 'emplo se empezó a -construir en 1797 al cual prestó gran
interé. pa.ra su edificación el Presbítero don Félix de Alvarado,
entonces Cura de la Parroquia. En ese mismo año se empedraron
las primeras cien varas de caiJe al noreste de la iglesia.
En los últimos años del siglo antepasado. ya Villa Nueva -y
Villa Hermosa quedaron independientes de Villa. Vieja en lo polí-
tico ,Y en lo religioso. El 2 de .iulio de 1798. el Gobernador don
Tomás rlP Acosta , eñaló el río ViJ'illa como límite en tre Villa Vie
.ia y Villa Nueva, y el río Segundo, el límite de Villa Vieja con Vi-
lla Hermosa.
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bre de CJsa de Enseñanza de Santo Tomás. 'con suscncw n de los-
vecinos :::e hizo venir un ¡profesor de Nicaragua, p agar los maestros-
Y construir un edificio para su alojamiento. Este edificio amplio y
resistente estuvo ya terminado en febrero de 1818.
En el mismo año de abierta la Casa de Enseñanza ue Santo
Tomás, el Ayuntamiento de .San José, promu eve la fundación de
una Junta de Sanidad compu esta del Alcalde primero don Grega-
rio Ulloa, el cura párroco don Juan María· Esquive!, ue los regido
re::. don Miguel Carranza y don Juan Esquive! y de los v ecmos
don Jos~ de Rafael de Gallegos, don Camilo ~1ora y don José An·
tonio García, este ú ltimo con siderado en aquello¡; tiempos "dn tco
práctico en medicina".
¡>Jo satisfechos los vecinos de Villa Nueva en tener su Iglesia
Parroquial en la cual habían invertido tanto dinero, dispusieron
la construcción de dos oratorios, el de Nuestra Señora de la Mer·
ced en 1816, en la antigua plaza al oeste del hoy Palacio Nacional
y ~l de Nuestra .Señora del Carmen, edificado poco antes de lit
Independencia, en la esquina este del Colegio Seminario.
La p-:>blación de Alajuela que tuvo también su desarrollo pro-
digioso, contaba a principios del siglo XIX con 3022 habitantes_
Era coadjutor de la Iglesia el presbítero José Joaquín Isidro Li·
zano qu:! mas tarde obtuvo el título de Cura propio y gobernó la
Parroquia hasta 1819. l<~n los años 1806, 1807 y 1808, era coadjutor
el célebr':! preSbítero Florencia del Castillo.
El Gobernador don Juan de Dio!' Ayala al referirse a la po·
blación de Alajuela en 1813 dice que había aumentado tanto que
ya no s¿ conocía, que tenía muchas casas nuevas, veinticinco ca·
Jles bien delineadas y anchas, y que en vista de que en la Igle·
sia no cabía la gente se estaba ampliando en ese tiempo. El mismo
Gobernauor contribuyó a hermo¡;;ear la población, mandando a cor
tar las cercas de piñuelas y a construir en su lugar paredes de
adobes tar. grandes como los de Cartago. Igualmente hizo colocar
nombres a las calles e n tarjetas de madera.
En 1801, el l<'iscal de la Audiencia hizo ver que tanto Vi-
lla Vieja, como Villa Nueva y Villa Hermosa, no tenían el título
por per:-niso de concesión. Entonces el Gobernador Acosta decidió
que se omitiera titular villas .a aq uellas poblaciones. Puestos en
ese apül'O los vecindarios acordaron cam'l>iarse de nombre así:
San José sería HERMOSA POBLACION DE SAN JOSE, Heredia a
su vez IN:\IACULADA CONCEPCION DE HEREDIA y Alajue·
la SAN JUAN NEPONUCENO DE ALAJUELA, pasando su her-
mosura a la antigua Villita de la Boca del Monte.
Tal s ituación no duró sino hasta 1813, cuando las Cortes de
Cadiz a solicitud del presbítero don Florencia del Castillo. conce-
dieron ser_ trabas ni condiciones a San José el título de Ciudad y
a Heredia y Alajuela el título de Villas. Sin embargo, antes de re
cibir e3:)'> títulos, las poblaciones referidas, de acuerdo con una
Ley del 2.') de rnavo de 1812, tuvieron ya su Cabildo a principios
de 1813. Estos Cabildos fueron las primeras instituciones de ori-
gen democrático que hubo en esas villas, tuvieron mucha impor-
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tancia C!l el tle.;arrollo uel progr·eso de esas localidades y en la or
ganizac .on política del país en los días postreros a la Independen·
da.
Seg(w un Censo de 1815, al finalizar ya la Colonia la pobla-
ción de Villa Vieja tenía 8927 habitantes: San José 11857 y Alajue
la 5409.
Las tres poblaciones. origen de 2ste estudio, tenían gran actl·
vidad y celo del bien público e ideas política·· económicas según
lo ex;oresc.ba e! Fiscal de ia Audiencia de Guatemala. Los vecinos
de las ce:'eridas poblacione.,; - San José, Heredia y Alajuela - no
obstante las grandes dificultades para el desarrollo de su vida eco
nómica. adquirieron s:n embargo muy buenos hábitos de trabajo
que emplearon· en su;; cultivos, construcción de habitaciones y
edificios públicos. Con sus propias fuerzas tuvieron.. que suplir la
falta de utensilios para la labor de! campo y de herramientas pa·
ra la edificación.
Fueron educado. aquellos vecinos por los españoles en un
profundo 1·espeto a la Ley, en la morigeración en las costum-
bres y en un culto extremado a las prácticas religiosas y al autor
del Univ~rso; en esas condiciones encontro la aurora de la Inde·
pendencia a los moradores ele aquellas Villas en la mañana del
15 fle ~e:iembre de 1821".
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