Contaminacion Del Aire

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Cada año se bate el récord de contaminación del aire.

En el año 2019 se
alcanzaron casi 40 mil millones de toneladas de CO2 en la atmósfera,
superando el registro del año anterior. Sin medidas eficaces, los efectos de
la contaminación atmosférica serán nefastos para la vida en la Tierra.

El cambio climático seguirá avanzando a gran escala y producirá todo tipo


de fenómenos adversos, como el crecimiento del nivel del mar, el
incremento de las sequías, el aumento de la temperatura global, etc.

Conocer en qué consiste la contaminación del aire y cuáles son los


principales enemigos de nuestra atmósfera. En este artículo, arrojaremos
luz sobre qué es concretamente la contaminación del aire y cuál es la
tipología contra la que nos enfrentamos.

¿Qué es la contaminación del aire?

La contaminación atmosférica consiste en la presencia de materias o


formas de energía en el aire que pueden suponer un riesgo, daño o molestia
de diferente gravedad para los seres vivos. Entre las consecuencias
directas de la contaminación atmosférica, se podría destacar el desarrollo
de enfermedades y afecciones en los seres humanos y la biodiversidad, así
como la pérdida de visibilidad en zonas de grandes concentraciones o la
aparición de olores desagradables.

La producción, el desarrollo del transporte y el uso de  a partir de


la Revolución Industrial ha disparado los niveles de dióxido de carbono y
otros gases contaminante en la atmósfera. Esto ha provocado que la
contaminación en el aire sea ya un problema ambiental global.

El aumento de gases de efecto invernadero están acelerando el calentamiento


global del planeta.
La niebla gris que engloba las grandes ciudades es la forma más común en
la que se muestra que la contaminación del aire es un problema real siendo
ya visible ante nuestros ojos. El aumento de gases de efecto
invernadero está provocando un calentamiento generalizado de nuestro
planeta y el deterioro de la capa de ozono. Ambos efectos suponen un
peligro tanto para la salud de los seres humanos como para la vida de los
ecosistemas que ven alterado su equilibrio ecológico.

La acción humana es la principal culpable de la contaminación


atmosférica. La quema de combustibles fósiles, como el carbón o el
petróleo, es una de las principales causas de este problema ambiental que
pone en peligro no solo a nuestra naturaleza sino a nuestra propia salud.
¿Qué tipos de sustancias producen la contaminación del aire?

La contaminación atmosférica se presenta en diferentes sustancias que se


derivan fundamentalmente de cinco focos de actividades humanas: la
industria, la agricultura, los residuos, los hogares y el transporte. Una
concentración elevada de gases de efecto invernadero es altamente nocivo
para la salud del planeta y sus habitantes. Estas son los principales gases
contaminantes:

 El monóxido de carbono
 El dióxido de carbono
 El dióxido de nitrógeno
 El óxido de nitrógeno
 El ozono a nivel del suelo
 El material particulado
 El dióxido de azufre
 Los hidrocarburos
 El plomo
¿Dónde se produce la contaminación del aire?

Estas emisiones tienen cinco focos básicos producidos por el ser humano:

Industrias

En muchos países, la producción de energía es la fuente principal de


la contaminación del aire, aunque no la única. La quema de carbón por
parte de centrales eléctricas o aquellas plantas basadas en diésel, son dos
de las fuentes de emisión más frecuentes y nocivas. De la misma manera,
aunque en menor medida en comparación con las anteriores, los procesos
industriales y el uso de solventes en industrias químicas contribuyen a la
contaminación del aire y el calentamiento global.

Frente a esta problemática, se incentiva globalmente a las industrias por


medio de políticas y programas a nivel internacional  para que realicen un
uso eficiente de energía e inviertan en fuentes renovables de energía. Con
ello, se contribuye a que la actividades industriales logren una producción
de energía más limpia, una mayor eficiencia energética y una reducción de
los efectos de la contaminación atmosférica.
Transporte

Cerca de 25% de todas las emisiones de CO2 (dióxido de carbón)


relacionadas con la energía provienen del transporte. Estas emisiones
producen aproximadamente cerca de 400.000 muertes prematuras al año
por la mala calidad del aire. La mitad de ellas son consecuencia de la
emisión de diésel debido a la emisión de óxidos de nitrógeno. No cabe duda
que el transporte actual es ineficiente, caro e insostenible al no poderse
mantener al mismo ritmo sin comprometer a las generaciones futuras.

Solo en España la contaminación ha provocado la muerte de cerca de


100.000 personas en la última década.  Y es que, según datos de Naciones
Unidas, el coche causa el 13% de la contaminación del aire en los países
miembros de la Unión Europea. La soberanía del coche frente a otros
medios más sostenibles es una tarea pendiente para todos.

En las áreas urbanas con grandes concentración de población resulta


imprescindible trabajar en políticas de que contribuyan a la reducción de la
contaminación del aire mediante. Por ejemplo, mediante el uso de
combustibles más limpios o la implementación de medios de transporte
movidos por medio de energías renovables que no sean nocivas para las
personas.

Agricultura

En este sector hay dos fuentes principales que producen el 24% de todos
los gases de efecto invernadero. Por un lado, la quema de residuos
agrícolas y, por otro, el metano y amoníaco que genera la ganadería. Las
emisiones de metano son especialmente destacables, puesto que afectan al
ozono a ras de suelo. Esta contaminación del aire es causante de
enfermedades respiratorias y aumenta el asma. El metano, es además un
gas de efecto invernadero (aunque no siempre se refuerce esta idea) que
tiene un impacto mayor que el CO2 a largo plazo (por ejemplo, en períodos
de 100 años).

Para reducir esta contaminación desde el sector agrícola, las personas que
trabajan en él pueden llevar a cabo una reducción del metano optimizando
la digestibilidad de los alimentos, mejorando el pastoreo y con una gestión
más adecuada y sostenible de los pastizales. Pero el consumidor también
es parte importante para reducir estas emisiones. Por
ejemplo, disminuyendo el consumo de carne o minimizando
el desperdicio de alimentos, evitando de este modo una sobreproducción
basada en una amplia demanda de comida.

Residuos

Se calcula que el 40% de los residuos generados en el mundo y los


desechos orgánicos se queman al aire libre, lo que genera emisiones a la
atmósfera de dioxinas nocivas, furanos, metano y carbono negro. Una
problemática que afecta especialmente a aquellas regiones o zonas que
están en proceso de urbanización o a países en vías de desarrollo.

Entre las estrategias para evitar los efectos de este tipo de contaminación
atmosférica se encuentra la mejora en la recolección, separación y
eliminación de desechos sólidos. Con ello podría reducirse la cantidad de
materiales depositados en vertederos y posteriormente quemados al aire
libre.

Al igual que en el sector agrícola, un menor desperdicio de alimentos


ayudaría a reducir la cantidad de deshechos orgánicos que hay que
gestionar. Del mismo modo, una separación de estos y su conversión en
compost o bioenergía ayudaría a la mejora de la fertilidad y la calidad del
suelo, generando además una manera de crear una fuente de energía
alternativa, más limpia y sostenible para el aire.
Hogares

La contaminación del aire desde el ámbito doméstico es nociva en dos


maneras. Por un lado, porque es el aire que las personas respiran en sus
hogares de manera directa, produciendo a medio y largo plazo
enfermedades respiratorias; por otro lado, porque repercute en el aire
exterior. La fuente de esta contaminación proviene de la quema de madera
y combustibles fósiles para actividades como cocinar, calentar o iluminar los
hogares.

Aunque en términos generales, el 85% de los hogares tienen acceso a


fuentes de energía más limpias, al menos en 97 países del mundo, lo
cierto es que se estima que aproximadamente 3.000 millones de personas
continúan usando combustibles sólidos, lo cual es una cifra muy elevada
que produce una gran cantidad de emisiones contaminantes al aire.

Mantener la calidad en el aire es fundamental para la supervivencia de las


personas y las especias que viven en la Tierra. Los efectos de
la contaminación atmosférica pueden ser fatídicas para las especies,
puesto que la polución afecta de manera negativa en su salud, propiciando
el desarrollo de enfermedades y afecciones de diferentes tipos, como la
respiratoria. Como siempre, existen una serie de consejos que podemos
seguir y que pueden tener un gran impacto en la protección de la calidad del
aire que respiramos.

Consejos para frenar la contaminación atmosférica 

Revertir esta situación es una tarea de todos. Por ello, desde Fundación
Aquae queremos ofrecerte una serie de recomendaciones para que
contribuyas a ser parte de la solución y frenemos, entre todos, un problema
medioambiental:

 Sustituye el coche por el transporte público u otros medios más


sostenibles
 Reduce el consumo de plástico
 Apuesta por la regla de las 3 R’s: recicla, reutiliza y reduce.
 Vigila los productos que consumes y opta por aquellos cuyo impacto
en el medio ambiente sea mínimo.
 Opta por la eficiencia energética y minimiza el consumo de energía.
https://www.fundacionaquae.org/wiki/causas-y-tipos-de-la-contaminacion-del-aire/

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