Cupulas y Laminas
Cupulas y Laminas
Cupulas y Laminas
Permiten cubrir grandes luces y encerrar la mayor cantidad de espacio con la mínima
superficie, por lo que resultan muy aptas para cubrir campos de deporte, piscinas, palacios de
congresos, salas de exposiciones, etc., dónde se necesita que los espacios interiores sean
diáfanos.
La mayoría de las cúpulas actuales son casi hemisféricas para evitar los empujes laterales, ya
que, cuando son más rebajadas se necesitan anillos de tracción para resistirlos.
Una cúpula esférica resiste la carga con un sistema de fuerzas internas situadas en su
superficie. Normalmente, suele haber una fuerza principal de compresión a lo largo de los
meridianos (verticalmente) y una fuerza horizontal menor, generalmente de tracción actuando
alrededor de ella (en los paralelos). Para que la teoría de la membrana pueda aplicarse
verdaderamente a la cúpula debe estar soportada uniformemente a lo largo de sus bordes. Por
otra parte, el desplazamiento de la cúpula debe ser compatible con el desplazamiento de la
estructura sustentante, hecho que no suele ocurrir en la realidad. Esta incompatibilidad
produce flexiones, aunque suelen quedar limitadas a las zonas próximas a los bordes.
El espesor habitual de las cúpulas de hormigón armado varía de 7,5 cm a 11,5 cm para luces de
30 a 60m, con un aumento de espesor de un 50 a un 75% en la periferia. Si las luces son
mayores se aumentará su espesor, se rigidizará con nervios o bien se formará una doble capa
para evitar el pandeo a compresión.
Índice
1Comportamiento estructural
2Tipos
3Historia
o 3.1Antecedentes
o 3.2Primeras estructuras laminares modernas
o 3.3Desarrollo del cálculo de las estructuras laminares
o 3.4Evolución posterior
4Véase también
5Referencias
6Bibliografía recomendada
7Enlaces externos
Comportamiento estructural[editar]
La principal diferencia entre una estructura laminar y una losa o forjado es que, sin tensión,
la estructura laminar tiene curvatura mientras que la losa es plana. La tensión en una
estructura laminar es causada principalmente por fuerzas coplanares, pero puede haber
fuerzas secundarias que resulten de deformaciones de flexión. Mientras que una losa
plana actúa de manera similar a una viga con fuerzas de flexión y tensión cortante, las
estructuras laminares son análogas a un cable, que resiste las cargas mediante esfuerzos
de tensión. No obstante, la estructura laminar ideal debe ser capaz de desarrollar tanto
tensión como compresión.7
Esencialmente, una estructura laminar se puede obtener a partir de una losa o forjado de
dos maneras: deformándola hasta transformarla en una superficie de curvatura simple o
doble, o aplicando cargas coplanares a la losa de intensidad suficiente.8
Las estructuras laminares resisten grandes cargas de compresión distribuidas
uniformemente por su superficie; sin embargo, debido a su escaso grosor, tienen poca
resistencia a la tensión y no deben recibir cargas concentradas. La distribución de cargas
en la superficie es consecuencia del peso de la estructura, el revestimiento y la fuerza del
viento.9
Su comportamiento estructural se divide en dos: la teoría de la membrana y la teoría de la
flexión. En la primera, se considera la resistencia de la membrana, lo que tiene como
consecuencia restricciones sobre las fuerzas normales y los esfuerzos cortantes. En la
segunda, se considera la flexión que resulta de la curvatura de la estructura, lo que da
lugar a restricciones sobre los momentos, esfuerzos normales y esfuerzos cortantes. En
los proyectos de estructuras laminares, se debe prestar una atención especial a los
soportes, dado que en estas zonas pueden producirse importantes exigencias de flexión.9
Tipos[editar]
Según el material, los tipos más populares de estructuras laminares son:
La cúpula geodésica de la Biosphère de Montreal, de Richard Buckminster
Fuller (1967).