AMPARO de Garantias

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ACCIÓN DE AMPARO DE GARANTÍAS

CONSTITUCIONALES interpuesto por


Diodelba Calderón Flores, contra el
Decreto de Personal No. 508 de 28 de
diciembre de 2020 y su acto confirmatorio
contenido en la Resolución No. 111 de 4
de junio de 2020, proferidos por el
Ministerio de Obras Públicas

HONORABLE MAGISTRADA PRESIDENTA DE LA CORTE SUPREMA DE


JUSTICIA.
Quien suscribe, Licenciado Olivio Rodríguez castro, varón panameño, mayor de
edad, con cédula de identidad personal No. 9-723-92, abogado en ejercicio, con
oficinas profesionales ubicadas en la ciudad de Santiago, calle 2da, frente al
minisúper Dalia, edificio s/n, local 2, con teléfonos 939-0100, 846-4350 y correo
electrónico hyaabogados@outlook.com, lugar donde recibo notificaciones
personales y judiciales, comparezco a su despacho en mi condición de apoderado
legal de la señora DIODELBA CALDERÓN FLORES, mujer panameña, mayor de
edad, portadora de la cédula de identidad personal número No. 2-108-241, con
domicilio en calle San Juan de Dios detrás de la agencia de la Caja de Seguro
Social, casa No. 45, frente al edificio Don Arcelio, distrito de Natá, provincia de
Coclé, a fin de presentar ACCIÓN DE AMPARO DE GARANTÍAS
CONSTITUCIONALES contra contra el Decreto de Personal No. 508 de 28 de
diciembre de 2020 y su acto confirmatorio contenido en la Resolución No. 111 de
4 de junio de 2021, ambos proferidos por el Ministerio de Obras Públicas,
mediante los cuales se destituye del cargo a mi representada, previo conocimiento
que la misma padece una enfermedad degenerativa y discapacidad.

JUSTIFICACIÓN DE ESTA ACCIÓN DE AMPARO

1. Recurrimos a esta acción extraordinaria de Amparo de Garantías


Constitucionales, debido a que hemos agotado todos los recursos a favor de mi
representada Diodelba Calderón Flores, quien fue destituida mediante el Decreto
de Personal No. 508 de 28 de diciembre de 2020 y confirmada mediante
Resolución No. 111 de 4 de junio 2021, lo cual actúa en contra de mi representada
violando su derecho a la salud y al debido proceso consagrados en los artículos
109 y 32 de nuestra constitución respectivamente, y es que contra esta se
ejercieron todos los recursos administrativos necesarios lo que trae como efecto
que no se pueda ejercer ningún recurso o medio ante la autoridad demandada que
no sea la acción extraordinaria de Amparo de Garantías Constitucionales ante
este Tribunal Supremo.

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2. La orden impugnada ha dejado fuera del sistema de seguridad social a mi
representada lo cual pone en riesgo su salud y su vida ya que la misma ha sido
diagnosticada con Trombosis venosa profunda en ambos miembros
inferiores, condición médica contemplada en la Ley 25 de 19 de abril de 2018 que
modifica la Ley 59 de 2005, sobre protección laboral para personas con
enfermedades crónicas, involutivas y/o degenerativas, específicamente en el
numeral 3 del parágrafo que contiene el artículo 2, lo cual ha sido conocido por
el Ministerio de Obras Públicas dadas las constancias médicas aportadas y
que reposan en el expediente de la funcionaria como dan cuenta los
ultrasonidos realizados por el Doctor Gregorio de Los Ríos de Frías, cirujano
cardiovascular de la Clínica Integral Especializada de Venas y Arterias, Corazón
y Pulmones (CIEVAC) ubicada en la ciudad de Chitré, trayendo como
consecuencia que gracias a la acción denunciada no pueda costear ni seguir sus
tratamientos, así como tampoco obtener sus medicamentos, comprometiendo su
salud y poniendo en riesgo su vida, lo cual constituye una franca violación a sus
garantías fundamentales de rango constitucional.

3. La acción de amparo es viable contra toda clase de acto que vulnere o lesione
derechos y garantías que la Constitución consagra a favor de los particulares y en
este caso, mi representada, persona particular que ha sido afectada o lesionada
en sus derechos de índole constitucional desde el momento en que el funcionario
demandado le ha negado el derecho a la salud, so pretexto de que no gozaba de
la protección laboral que establece la Ley 59 de 2005 y de que el cargo que
ostentaba en el Ministerio de Obras Públicas era de libre nombramiento y
remoción, por tanto el acto que atacamos, genera daños graves e inminentes que
inciden en la salud y calidad de vida de mi representada, pues al no permitir que
permanezca en su puesto de trabajo, se desconoce el mandato consignado en el
artículo 109 de la Constitución Nacional, que consagra la garantía constitucional
del derecho a la salud, lo cual desde luego afecta verdaderos derechos subjetivos
que deben ser amparados a través de esta acción extraordinaria.

4. El amparo de derechos constitucionales se promueve oportunamente con la


mayor inmediatez, y si bien no se encuentra dentro del término ordinario de tres
(3) meses que el Pleno de la Corte Suprema de Justicia ha fijado para la
presentación de las demandas de Amparo, si se ajusta a aquellos presupuestos
excepcionales o extraordinarios que jurisprudencialmente han permitido extender
el plazo para la admisión de la acción dándole viabilidad al estudio de la Acción
Constitucional luego de transcurridos tres meses como a continuación citamos.

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“Y es que puede extenderse este plazo, cuando al resolverse sobre la admisibilidad de un
Amparo de Derechos Fundamentales pueda observarse a prima facie una posible violación
de garantías constitucionales.
Sobre este tema, consideramos pertinente señalar lo citado en Fallo de 25 de marzo de
2014, en el cual se expuso lo siguiente:
"La Corte ha establecido que la urgencia en la protección del derecho constitucional que se
estima conculcado es un elemento fundamental del Amparo, es de tres meses contados a
partir de la fecha de notificación del acto desde la fecha en que el amparista tuvo
conocimiento del mismo. Sin embargo, es importante dejar sentado que ese término no es
absoluto, ya que este Pleno ha admitido Amparos de Derechos Fundamentales en casos
donde han transcurrido más de tres meses, contados a partir de la fecha de notificación o
desde que el afectado tuvo conocimiento del acto impugnando, cuando:

1. La inacción obedece a motivos que seriamente pueda determinarse que son ajenos al
control del recurrente, y

2. Se demuestre que persiste la afectación, lesión, alteración, amenaza o restricción de


algún derecho fundamental. (Acción de Amparo de Garantías Constitucionales promovido
por el Licenciado Edwin del Cid, en nombre y representación de Ricardo Montenegro contra
la Orden de Hacer Contenida en el Auto Civil de 15 de julio de 2013 del Tribunal Superior del
Tercer Distrito Judicial. Magistrado Luis Mario Carrasco. Panamá, veinticinco (25) de marzo
de 2014) "

En este apartado conviene manifestar que la inacción por parte de la señora


DIODELBA CALDERÓN FLORES deviene de los motivos siguientes: La
amparista fue notificada del Decreto de Personal No. 508 de 28 de diciembre de
2020 el día 3 de febrero de 2021, y pese a interponer oportunamente Recurso de
Reconsideración la institución desatendió el efecto suspensivo que por ministerio
de la ley el recurso concedía, manteniéndola separada del cargo mientras se
resolvía su recurso y sin percibir ingresos desde aquella fecha. Al poco tiempo de
quedar sin trabajo, al panorama de la amparista se sumó una nueva desgracia ya
que el padre de su hija fallece el día 1 de abril de 2021, obligándola ya sin contar
con ingresos económicos a sumir la carga entera de las necesidades de su hija, lo
que la llevó a priorizar sus restringidos ingresos en favor de la educación de su
hija, la culminación de su año lectivo y velar por su propia salud.

Este panorama hace que la amparista le de primacía a la educación de hija, lo que


la sumerge en situaciones desesperantes para costear los servicios que dan
acceso a las clases virtuales y cumplir con los trabajos y asignaciones, todo sin
dejar de lado los gastos de alimento y movilización típicos de un hogar.

El día 14 de junio de 2021 el Ministerio de Obras Públicas la notifica de la


Resolución No. 111 de 4 de junio de 2021 que resuelve su recurso de
reconsideración, manteniendo en todas sus partes su destitución del cargo, y

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quedando a partir de entonces oportunidad para que compareciera a hacer
efectivos los recursos que estimara pertinentes ante los tribunales, sin embargo la
condición de salud diagnosticada a mi mandante (trombosis venosa profunda) le
hace imperativo mantenerse asistiendo periódicamente a sus citas médicas lo que
representa un gasto apremiante que merma aún más su capacidad económica. La
amparista debe asistir mensualmente al especialista cardiovascular, el cual no hay
en la provincia de Coclé sino en clínica privada, para lo cual se debe desplazar
hasta la provincia de Herrera (limitándose a su vez la obtención del diagnostico de
su condición por parte de dos médicos). Estos controles a los coágulos producto
de su condición, le significa exámenes periódicos, y medicamentos onerosos
como Indapamida y Daflon, todo lo cual mengua su capacidad de asumir y costear
oportunamente los honorarios de un proceso legal.

La pérdida de su única fuente de ingreso producto de su destitución hace que mi


mandante se replantee sus prioridades y las de su hogar, sobre todo cuando
paralelamente también pierde el apoyo económico que debía brindarle el padre de
su hija, lo cual sumado al seguimiento constante a su condición de salud y la
evolución de ésta, hacen que priorice sus compromisos ya que su hogar, la
educación de su hija y su salud son a todas luces prioridades que gozan de
preferencia, mientras que los gastos legales y las necesidades recursivas pasan a
segundo plano en un escenario como el que nos ocupa, motivo por el cual
respetuosamente solicitamos al Tribunal Constitucional pondere que en la
presente acción de amparo se configuran los presupuestos que la jurisprudencia
erige para una admisión tardía, habida cuenta que es hasta ahora que tiene la
oportunidad de comparecer ante el tribunal a demandar el respeto y cumplimiento
de sus garantías fundamentales, las cuales han sido lesionadas, y tal lesión
persiste.

LA ORDEN IMPUGNADA
La orden de destitución que impugnamos está contenida en el Decreto de
Personal No. 508 de 28 de diciembre de 2020 y su acto confirmatorio contenido en
la Resolución No. 111 de 4 de junio de 2020, proferidos por el Ministerio de Obras
Públicas, en las cuales se destituye y ratifica la destitución del cargo a mi
representada DIODELBA CALDERÓN FLORES en el Ministerio de Obras
Públicas.
En efecto, la resolución impugnada contiene, en su parte resolutiva, la
siguiente orden:
“PRIMERO: DEJAR SIN EFECTO EL NOMBRAMIENTO DEL SERVIDOR PÚBLICO DIODELBA
CALDERÓN FLORES.

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FUNCIONARIO O ENTIDAD QUE IMPARTIÓ LA ORDEN

La orden impugnada en este caso fue proferida mediante decreto expedido por el
Ministerio de Obras Públicas.
HECHOS DE LA DEMANDA

PRIMERO: Pese a tener conocimiento de la situación de salud de mi representada


Diodelba Calderón Flores desde el año 2020, fecha en que mi representada
presentó diagnostico médico del Cirujano Cardiovascular Gregorio de Los Ríos de
Frías, el Ministerio de Obras Públicas, ordena su destitución del cargo como
servidora pública del Ministerio de Obras Públicas en la Sede Regional de Coclé a
través del Decreto de Personal No. 508 de 28 de diciembre de 2020, decisión
confirmada mediante Resolución No. 111 de 4 de junio de 2021, sin que al
respecto mediara orden de autoridad judicial alguna o causa justificada tal y como
lo establece la Ley 59 de diciembre de 2005 que protege a las personas con
enfermedades crónicas, degenerativas e involutivas, y la Ley 42 de 1999 que
establece equiparación de oportunidades para personas con discapacidad, ya que
a su vez al presentar la señora Diodelba Calderón Flores el recurso de
reconsideración reiteró que padecía una condición de salud degenerativa en los
términos que dispone la legislación, lo cual no fue considerado por el Ministerio de
Obras Públicas, impidiéndole permanecer en su puesto de trabajo tal como lo
indican por ley los artículos 170 y 173 de la Ley 38 de 2000, violentando de esta
manera el debido proceso administrativo referente al efecto suspensivo que se
debió aplicar sobre estas decisiones hasta tanto mi representada ejerciera todos
los recursos a nivel administrativo que le permitieran agotar la vía administrativa.

SEGUNDO: El día 8 de febrero de 2021 mi representada presentó recurso de


reconsideración frente a esa decisión que vulnera su derecho a la salud y lo
establecido en ley 59 de 2005 y 42 de 1999, y advertía nuevamente su
padecimiento médico, con el fin de que la autoridad demanda revocara la orden de
destitución, sin embargo, esta hizo caso omiso a esa advertencia y ratificó lo
actuado, no sin antes incurrir en un yerro jurídico, ya que ante la condición médica
que presenta la amparista utilizó parcialmente el contenido normativo para tal
presupuesto al resolver su recurso, limitándose a citar en la parte motiva de la
Resolución No. 111, el tenor literal incompleto de la norma en mención, el cual
desde el 25 de mayo de 2018 fue modificado disponiendo por mandato legal que
sobre el trabajador aquejado por una condición de salud: La persona mantendrá
su puesto de trabajo hasta que dicha comisión dictamine su condición, lo cual se
hace eco del principio pro hommine que ya han reconocido y elevado a su
respectivo sitial nuestros tribunales.

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CUARTO: El funcionario demandado con esas decisiones, no sólo ha aplicado un
trámite distinto al señalado en la Ley contra mi representada, sino que vulneró su
derecho a la salud y al debido proceso consignado en los artículos 109 y 32 de
nuestra Constitución Política.

QUINTO: El funcionario demandado al emitir la orden impugnada está impidiendo


que la señora Diodelba Calderón haga uso del sistema de salud publico
entiéndase éste como Caja de Seguro Social, poniendo en riesgo la vida de la
demandante debido a la condición médica que padece y repercutiendo en toda
otra serie de derechos fundamentales tanto de ella como de su hija y familia.

Sobre el contenido de dicha disposición se ha pronunciado el pleno de la Corte


Suprema de Justicia en fallo de 3 de junio de 2020, indicando.
En este mismo sentido, tenemos que la autoridad demanda no podía dejar sin efecto
el nombramiento de CRISTÓBAL ALBERTO CAÑIZALEZ MONTOTO, aludiendo que
se trata de una posición de libre nombramiento y remoción, puesto que, en su caso y
dado que la institución previamente había recibido la certificación de la Directora del
Centro de Salud de Nuevo Chorrillo, Panamá Oeste, debía corroborar su condición
física con fundamento en la Ley 59 de 28 de diciembre de 2005, modificada por la Ley
No. 25 de 19 de abril de 2018. Corroborado el diagnostico la autoridad demanda solo
podía separa de su cargo a CRISTÓBAL ALBERTO CAÑIZALEZ MONTOTO,
siguiendo los procedimientos que contempla el reglamento interno de la Autoridad de
los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP) establecido mediante Resolución No. 01
de 13 de enero de 2009 y otras normas pertinentes que permitan su despido de
manera justificada. (Sentencia del Pleno de la Corte Suprema de Justicia fallo 3 de

junio de 2020. Ponente Maribel Cornejo Batista).

Sobre el contenido de dicha disposición, se ha pronunciado la Sala Tercera de


esta Corporación de Justicia en fallo de 10 de junio de 2005, indicando.
“A juicio de la Sala, esta disposición legal debe ser interpretada como un régimen
especial de estabilidad para el trabajador discapacitado, de forma tal que proteja no
sólo al funcionario que ingresa al cargo con algún grado de discapacidad, sino
también a aquel que sufre por enfermedad o accidente, algún menoscabo de sus
facultades que lo coloca en situación de discapacidad. En ambos casos, y como en
cualquier otro régimen de estabilidad establecido por Ley, el trabajador así protegido
sólo puede ser despedido mediante la comprobación de una causa legal que amerite
su remoción”.(Sentencia de la Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia de 10 de
junio de 2005. Ponente: Mgdo. Winston Spadafora).

Sobre el principio pro hommine se ha pronunciado el pleno de la Corte


Suprema de Justicia en fallo de 23 de marzo de 2021, indicando.
Por su parte, la República de Panamá mediante la Ley 13 de 1976 aprueba el Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, que protege el derecho
a la salud, señala en el artículo 12 lo siguiente:

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"Artículo 12:

1. Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona al


disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental."

De allí que, la Tutela Judicial Efectiva la encontramos en el reconocimiento de los


derechos fundamentales establecidos en la Constitución Política, en los tratados y
convenciones internacionales sobre los Derechos Humanos ratificados por Panamá,
los cuales deben ser considerados como "mínimos" y no como un límite, a la luz de lo
establecido en el segundo párrafo del artículo 17 de la Constitución Política que es
del tenor siguiente:

"Artículo 17. ...

Los derechos y garantías que consagra esta Constitución, deben considerarse como
mínimos y no excluyentes de otros que incidan sobre los derechos fundamentales y la
dignidad de la persona."

Vale destacar que, a través de una reforma constitucional efectuada en el año 2004,
se adicionó el segundo párrafo de dicha norma.

La interpretación de la norma precitada consiste en que, en materia de garantías


fundamentales y derechos humanos, la interpretación debe ser amplia, siempre en
favor del principio “pro homine".

Se trata de una norma que permite ajustar cualquier ley o disposición panameña en el
mayor beneficio posible para el ser humano. Por tanto, el presente contexto cuya
decisión debemos tomar, debe ser en consideración a lo antes expuesto.

Es decir, lo que pretende la legislación especial de protección laboral para personas


con enfermedades crónicas, involutivas y/o degenerativas no es proteger el empleo
"per se"; lo que se busca es el resguardo de la salud de las personas, que requieren
de un ingreso para poder hacerle frente dignamente a su enfermedad. Conservar el
empleo es un colateral a la necesidad de protección de la salud de todo aquel que la
tenga afectada. (Corte Suprema de Justicia, Acción de Amparo de Garantías
Constitucionales, Mag. Ponente: Olmedo Arrocha Osorio, 23 de marzo de 2021).

GARANTÍAS CONSTITUCIONALES QUE SE ESTIMAN INFRINGIDAS Y EL


CONCEPTO EN QUE LO HAN SIDO

1. El Ministerio de Obras Públicas, ha violado el Artículo 109 de la


Constitución Nacional, el cual consagra el derecho a la salud.
En efecto, el acto impugnado ha infringido de manera directa y deliberada la
garantía fundamental del derecho a la salud contemplada en el artículo 109 de la
Constitución Política, que a la letra dispone:

“Artículo 109. Es función esencial del Estado velar por la salud de la


población de la República. El individuo, como parte de la comunidad, tiene
derecho a la promoción, protección, conservación, restitución y rehabilita-

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ción de la salud y la obligación de conservarla, entendida ésta como el com-
pleto bienestar físico, mental y social”

Concepto de la violación del artículo 109.


En este caso es evidente, que la orden impartida viola de manera directa por
comisión esta fundamental garantía constitucional desde el momento en que
desconoció y aplicó un trámite distinto al señalado en la Ley (59 de 28 de
diciembre de 2005 y 42 de 1999), desatendiendo el eco Constitucional que estas
disposiciones replican cuando se instituyen para garantizarle el indispensable
derecho a la salud a un sector especifico de panameños.

Está claro que la garantía constitucional del derecho a la salud no solamente


salvaguarda una serie de principios fundamentales en esta materia como el
bienestar físico, mental y social, sino que protege a la población, asegurándoles el
cumplimiento de este derecho de suerte que cualquier persona que se crea
afectada con una decisión emitida por una autoridad que ponga en riesgo su salud
física mental y social, tenga derecho de acudir en plano igualitario y sin
discriminación, ante la máxima corporación de justicia como instancia superior que
salvaguarda derechos fundamentales consagrados en nuestra constitución
política, para que ésta pueda ponderar los motivos de agravio que le genere esa
decisión.

2. El Ministerio de Obras Públicas, ha violado el Artículo 32 de la


Constitución Nacional, el cual consagra el derecho al debido proceso.

En efecto, el acto impugnado asimismo ha infringido de manera directa la


garantía fundamental del derecho al Debido Proceso contemplado en el artículo 32
de la Constitución Política y que a la letra dispone.

“Artículo 32. Nadie será juzgado sino por autoridad competente y


conforme a los trámites legales, y no más de una vez por la misma causa
penal, administrativa, policiva o disciplinaria”

Concepto de la Violación del artículo 32


Nuevamente el funcionario demandado al momento de emitir la resolución que
contiene la orden que impugnamos, incurrió en claras violaciones al trámite
diseñado y previamente establecido para la destitución de una persona con
enfermedad crónica, degenerativa e involutiva así como con discapacidad laboral.

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En definitiva, el funcionario demandado no atendió a la orientación que establece
el principio del debido proceso legal administrativo, puesto que en lugar de aplicar
lo establecido en la Ley 59 de 28 de diciembre de 2005 modificada por la Ley 25
de 19 de abril de 2018 que protege a las personas con enfermedades crónicas y
degenerativas concediéndoles el derecho a permanecer en su puesto de trabajo,
Ley 42 de 1999 que establece la equiparación de oportunidades para las
personas con discapacidad, y Ley 38 de 2000 que estauye el efecto suspensivo
para el recurso de reconsideración, en lugar de revocar lo actuado para
enmendarlo, se desvió en el trámite establecido por la Ley y confirmó lo actuado,
que para todos los efectos legales era improcedente, ya que viola normas
fundamentales como lo es el artículo 109 de nuestra Constitución.

Es decir, que el Ministerio de Obras Públicas como director del proceso debió
procurar que los trámites señalados en la Ley se surtieran con estricto apego a la
legalidad; pero no sólo eso, sino que además, tiene el deber de garantizar el
debido proceso administrativo y los demás presupuestos consignados en la
legislación vigente concerniente al caso que nos atañe; sin embargo este hizo
caso omiso a las advertencias en referencia al estado de salud de mi representada
como hemos dicho y reiteramos, violando de manera directa por omisión el debido
proceso al desaplicarlo, resultando en una lesión al derecho fundamental a la
salud de la señora Diodelba Calderón, lo que se ratificó desde el momento en que
confirmó lo actuado e irrespetó los efectos legales que concede la interposición de
un recurso como el que oportunamente presento la amparista.
SOLICITUD
Honorables Magistrados, es con fundamento en los motivos y razones de hecho y
de derecho que se dejan expuestos, que les solicito concedan el amparo de
garantías constitucionales a favor de DIODELBA CALDERÓN FLORES y en
consecuencia, REVOQUEN el Decreto de Personal No. 508 de 28 de diciembre de
2020 confirmado mediante la Resolución No. 111 de 4 de junio de 2021,
proveniente del Ministerio de Obras Públicas, mediante el cual se destituye a la
señora Diodelba Calderón Flores, como servidora pública del Ministerio de Obras
Públicas en la Sede Regional de Coclé, y una vez concedido el amparo, solicito
que comuniquen al funcionario demandado que reintegre a mi representada a su
puesto de trabajo y cancele los salarios dejados de percibir debido al despido
injustificado de que ha sido víctima según de estipulado en la Ley 151 de 24 de
abril de 2020.
PRUEBAS
1. Copia autenticada del expediente de la señora DIODELBA CALDERÓN
FLORES en el Ministerio de Obras Públicas, el cual contiene en su

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interior en la documentación médica aportada a la institución en atención
a su padecimiento de Trombosis Venosa Profunda.
2. Copia autenticada del Decreto de Personal No. 508 de 28 de diciembre
de 2020 expedido por el Ministerio de Obras Públicas.
3. Copia autenticada de la Resolución No. 111 de 4 de junio de 2021
expedida por el Ministerio de Obras Públicas.
4. Copia autenticada del Recurso de Reconsideración presentado contra el
Decreto de Personal No. 508 de 28 de diciembre de 2020.
5. Certificación de Nacimiento de Joselin Milagros Cedeño Calderón hija de
la amparista.
6. Certificado de defunción de José Luis Cedeño Coba padre la menor
Joselin Milagros Cedeño Calderón, hija de la amparista.

FUNDAMENTO DE DERECHO: Artículos 109, 32 y 54 de la Constitución Política,


Ley 59 de 2005 que protege a las personas con enfermedades crónicas,
degenerativas e involutivas, Ley 42 de 1999 sobre equiparación de oportunidades
a las personas con discapacidad y Ley 151 de 24 de abril de 2020.

Panamá, a la fecha de presentación.


De los honorables magistrados,

Licdo. Olivio Rodríguez


Abogado

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