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- RESUWKEN Y CONCLUSIONES

- MENOR 1 A

- ANEJOS

19. OBJETIVOS Y CRITERIOS FUNDAMENTALES DEL


PLAN HIDROLOGICO INSULAR.
29. INFORMACION POR SECTORES HIDROGEOLOGICOS.

39. BIBLIOGRAFIA.
RESUMEN Y CONCLUSlONES
GENERALES
RESUMEN
El trabajo realizado ha cansistido en efectuar una particidn
del sistema acuífero ~nsuiar i"zonificaci0n hidroseoibgica"; en
unidades territoriales básicas para planificar la explotncidn Y
I n gestión de las aguas subterrdneas, y en establecer un diasnbs-
tico provisional y una prosnosis sobre la evoluci6n de cada zona
anteriormente diferenciada.
Tal divisi6n se ha realizado en tres niveles: zona, subzona
y sector. En la Isla se han distinguido ocho grandes "zonas"
(Teno, Dorsal NO, Las Cañadas-Valle de Icod, Sur, Tigaiga, Valle
de La Orotava-Fasnia, Dorsal NE, Anaga) atendiendo fundamental-
mente a criterios geológicos y geohidrol6gicos. En tres de ellas
(Sur, Tigaiga Y Dorsal NE) se ha efectuado una subdivisidn en
" s u h z o n a s " , cuyos limites se orientan en dirección cumbre-mar, en
razón a patentes diferencias hidrogeolbgicas en el interior de la
misma zona. Finalmente, atendiendo de una parte a la diferente
tipologia de las obras de captación y , de otra, a la presencia de
elementos geornorfológicos de gran importancia hidrológica (ejes
estructurales) o a cambio de vertiente topogrdfica, se ha llegado
a una Oltima subdivisidn de las zonas y las subzonas en "sec-
tores". con limites sensiblemente paralelos a la costa. El resul-
tado es la diferenciación de 8 zonas, 7 subzonas Y 38 sectores
hidrogeolbgicos.
Una parte sustancial del trabajo ha consistido en la elabo-
racidn de un nuevo modelo conceptual subsuelo, revisando el
anteriormente vigente (desde el SPA-15) en que prevalecia el
ordenamiento vertical segtln unidades estratigráficas y la consi-
deracibn de un sistema acuifero simple, unitario Y hornog4neo a
gran escala. Esta reconsideración geohidrolósica de Tenerife,
resultante de la reinterpretacidn de los datos anteriores y del
andlisis de los obtenidos con nuevas observaciones, se cirnenta en
el papel relevante de un zdcalo de muy baja permeabilidad Y de
las grandes estructuras geológicas (ejes estructurales y depre-
siones gravFtacíinales! que imponen acusadas diferencias latera-
les de permeabilidad y capacidad de almacenamiento e inducen una
anisotropia que condiciona el flujo subterraneo del agua. Estas
heterogeneidad y anisotropia, que se manifiestan pues también a
gran escala, permiten explicar multitud de "anomalias" que no se
justificaban con el anterior esquema y han sido la base para 1a
zonificacidn hidrogeoldgica realizada.
El estudio de la historia las obras para captacidn de
aguas subterrdneas (galerlac, predominantemente) ha contado con
una amplisima base de datos Y ha tenido una doble prayecci6n. De
una parte, ha permitido analizar la evoluci6n & la superficie
fredticn conforme se avanzaba en la explotacidn del complejo
sistema aculfero, estabieciendo correiacluñes caüsa-efecto zx-
plicativas de dicho proceso, y ha contribuido a caracterizar a
los sectores hidrogeoldgicos. De otra parte, con dichos datos se
han obtenido las curvas de tendencia de los caudales extraidos

RES Y CON 1
por cada tipo de obra en cada sector Y, en unidn a las considera-
ciones geohidrolóqicas respectivas, se han establecido proqnosia
sobre caudales extraibles en dos horizontes temporales: 1991 y
1997.
Dada la gran inercia del sistema hidr8ulico de Tenerife,
conjugando los condicionantes del medio f5sico con los socioeco-
ndmicos afines a la actividad extractiva, si se mantiene a corto
m 1 =m- e! ritmv $3 ej9cuci4n de 10s t r ~ h a j 0 4de perforacidn cabe
esperar que en tdrminos globnles se mantengan sensiblemente (con
una suave reducción del orden del 3 - 5 por 1000 anual) los
volrlmenes aprovechadas durante casi una d d c n d a . Esta tendencia es
dispar si se diferencian los tipos de obra (disminuyen los cnuda-
les de galerias y aumentan los de pozos) y las breas territoria-
les donde se realizan las extracciones. En consecuencia se pro-
nostica una gran rigidez en la oferta global de asua subterránea,
lo que, si se mantiene el crecimiento de la demanda, inducir6 un
mayor crecimiento de los precios. Los efectos derivados de diver-
gencias según zonas pueden quedar atenuados con los transportes
precisos mediante la red de conducciones existente.
En sintesis, la zonificacibn que se propone Y ias considera-
ciones que se hacen a cada una de las circunscripciones acuiferas
resultantes, entendemos que constituyen las bases adecuadas para
la fomulaci6r1, ya superada esta etapa de Avance, .de1
"Planeamiento hidrogeoldgico insular". El medio flsico objeto de
tal planeamiento se cohsidera como un sistema complejo, multi-
acuifero, con acusadas diferencias locales, tanto a pequeña como
a gran escala, pero susceptible de andlisis y modelizacih para
simular su evoluci6n futura en funcidn de la actividad extracti-
va. Las unidades bdsicas ("sectores hidrogeológicos") de la zoni-
ficacidn configuran el dmbito deseable para la "fusidn" o "fede-
racidn" de Comunidades de asua que confluyen en la misma con sus
e~pl~taci0neEt:

Este trabajo finaliza, a modo de recomendaciones, perfilando


un plan de trabajos futuros, concernientes a: las actividades de
investigacidn a corto plazo encaminadas a suplir las carencias
mds relevantes de información, al establecimiento de programas de
seguimiento y control, a criterios para ejecucidn de nuevas obras
y a una serie de medidas de cardcter administrativo. Por último,
se insiste en que, a pesar de la fiabilidad que inspira el método
seguido, estas conclusiones deben ser contrastaaas y, en su caso,
revisadas, una vez subsanadas las carencias antedichas.

CONCLUSIONES A NIVEL. INSULAR.


Prescindiendo de algunos manantiales naturales y de algunos
acuiferos colgados explotados por galerías-naciente, que en total
extraen unos 400 l/s ( 5 , 9 % de la producción total), Tenerife se
abastece de aguas subterráneas profundas localizadas en una zona
saturada general. La extraccidn de e s t a s aguas se realiza median-

RES Y CON 2
te perforaciones horizontales (galerías) en la porcidn central
de 1 bloque insular y por perforaciones vertical es (pozos de gran
ditimetro y pozos-sondeo) en la franja litoral situada por debajo
de la cota de los 500 m ,
El numero de galerías convencionales actualmente productivas
alcanza los 350, a las que hay que sumar o t r a s 25 que avanzan en
busca de su primer agua. El número de pozos productivos es d e
unos í S 0 .

El caudal extraido mediante galerlas obtuvo su mdximo a


mediados de los 60 con unos 7000 l/s y desde entonces tiende a
mermar. Esto es debido, esencialmente, a dos causas:
1) Ya han sido drenados los subsuelos mds productivos y ahora
se avanza en terrenos rnbs compactos y dificiles de reperfú-
rar (gran profundidad de los frentes, al que hay que afiadir
gases y calor, en ocasiones)
2) Un cierto ntímero de galerlas han quedado colgadas por encima
de la zona productiva por el descenso progresivo de la .
C

E
E

La mayor parte de las extraccio- Gráfico n!2 1 m


O
E
nes realizadas por galerlas se hacen E
2
a partir de las reservas y, en EXTRACCIONES ron Tiro ne GAPTACION
consecuencia, estas se encuentran en
situación de disrninucidn progresiva.
Este decremento no afecta por igual a
todas las zonas de la Isla, por lo
que a efectos prdcticos el manejo del
sistema acuifero debe realizarse por
zonas.
Al contrario que las galerías,
el caudal drenado por los pozos de la
zona litoral no proviene de las
reservas, sino que procede de
interceptar la descarga natural hacia
el mar. E l peligro de este tipo de
captaciones procede de la sobreexplo-
LaL1dii de
L--* L- ----4F---
IUD auuALwL -8
n~a+nrfia
\rVaLwi q12V unrnplnu.
RU I nbiutri

puede derivar en intrusidn salina. 6C: 6al er ia convenci anal


Por tanto, es necesario mantener un 6P: 6alerfa-pozo
equilibrio recarga-explotación para 61: 6aferia-naciente
evitar su iñütiilzaciVn. TE: Püzo-cunvenii m:
PS: Pozo-sondeo
El número actual de galerias no H : Hanantial
se incrementard en el futuro
inmediato ya que no hay ninguna que
esté en su fase inicial de labores y, dada la profundidad a que
se encuentra la zona saturada, se requieren varios kildmetros de
perforacibn para alcanzarla, I Q que significa 8 - 10 aMas de
L C U J V I P ~ ifiteasfvas.
1 -L-----
P v ~ el c e n t r ~ r i ~ el
, n l h i r o de galerías
productivas disminuir6 paulatinamente a medida de que mds capta-

RES Y CON 3
ciones vayan quedando colgadas (secas) por encima de la zona
saturada.
A corto plazo. si se mantienen las actuales tendencias del
sistema, se prevd que el descenso global de las disponibilidades
hidricas de la Isla tenga un suave descenso cuantitativo (entre
un 3 y un 5 por 1000 anual) debido a nuevos alumbramientos por
qalerias en dreas infraexplotadas y a un incremento de las ex-
tracciones mediante p ~ z ~ sP.e r c tsmDi&n s e vaticina un progresivo
empeoramiento de la calidad de las aguas debido a que su origen
es cada vez mds prdximo a las regiones con actividad volcdnica
mds reciente.
Lo que ocurra a largo plazo estar8 determinado por multitud
de factores de diffcil prediccidn, pero es presumible que se
produzca una mais acusada disminucibn de las disponibilidades de
agua subterrdnea y, consecuentemente, un adelantamiento o inten-
sificacidn del uso de recursos alternativos, preferentemente por
desalacidn de agua de mar.
Cuadro no1 - Obras de captaci6n existentes en Tenerife.

Galerlas 1 1047 1621 5160 163


Pozos 52 1560 49

Manantiales 284 ---- 150 5

TOTAL 1768 1673 6870 217

R E 3 Y CON
CAUDALES DE EXTRACCION EN 1973, 1 9 7 9 , 1 9 8 5 , 1 9 9 1 Y IYYi (i/sj

Gráfico nQ 2

NOTACIOñi -
GC = galaria convencional PC = pozo coavenclonal
GP = galería-pozo PS = pozo-sondeo
6 N = Calarla-naciente
1 . PLAN HIDROLOGICO DE TENERIFE: ASPECTOS GENERALES .
1.1. Introduccidn ....................................... 1
1.2. El Planeamiento Hidrogeoldgico: sus bases .......... 1
1! . a PRYS-wE QBJmOz AUTORES PlEDIOS EMPLEADOS .. 4

1 1 1 . ESTUDIOS TRABAJOS HIDROGEOLOGlCOS ANTERIORES & .


111.1. Trabajos iniciales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
111.2. Proyecto Canarias SPA-15 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
111.3. Proyecto MAC-21 .................................. 6
111.4. Proyecto AGUA-2000 ............................... 7
IV . METODO SEGUIDO REDACCION DEL PRESENTE TRABAJO .
I V . 1 . Situación de partida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
IV.2. Información preexistente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
f V . 3 . Ubtencion de nuevos datos y reconuideracfón hidru-
geológica de Tenerife . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
I V . 4 , Estudio sobre la evolución de la superficie
fredtica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .10
IV.5. Instrumentación del tratamiento de los datos . . . . . . 11
IV.6. Prognosis de extracciones en un futuro inmediato . . 12
V . RESULTADOS .
V . 1 . COMPORTAMIENTO HIDROGEOLOGICO DE TENERIFE .
V.1.1. Comportamiento a pequeña escala . . . . . . . . . . . . 14
V.1.2, Comportamiento global . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
V.2. UNIDADES HIDROGEOLOGICAS DEL MODELO EN CAPAS . . . . . . . 19
V.2.1. Serie 1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
V . 2 . 2 . Serie 1 1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
V.2.3. Serie Cañadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
V.2.4. Series modernas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
V.3. FUNCIONAMIENTO HIDRODINAMICO DE LOS EJES ES-
TRUCTURALES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
V . 3 . 1 . Compartamiento en el núcieo . . . . . . . . . . . . . . . . . a&
?CI

V.3.2. Comportamiento en los mdrgenes . . . . . . . . . . . . . . 23

-m- ...- . ....


V . 4 . FUNCIONAMIENTO
~~VllALlUNAL&3
m.-
HIDRODINAMICO DE LAS DEPRESIONES
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
m-

V.5. EL S'rSTEKA HIDRAULICO INSULAR .


V.5.1. Introduccidn * . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
V.5.2. La superficie fredtica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
V.5.3. El z6calo impermeable . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
V.5.4. Zona saturada general . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
V 6 = EL APROVECU-A-MI EEJTO DE LAS AGUAS SUBTERRANEAS .
V . 6 . 1 . Las galerlas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
A) Tipos de galerlas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
B) Historia de las galerlas . . . . . . . . . . . . . . . . .
V . 6 . 2 . Los pozos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
V . 6 . 3 . Los Manantiales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38

V.7. ZONIFICACION HIDROGEOLOGICA .


V.7.1. JustificaciBn de la división realizada . . . . . . 39
V.7.2. Andlisis y conclusiones por zonas . . . . . . . . . . . 41
* ZONA' ..................................... 42
A) Rasgos generales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
B) Extracciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
* ..
ZONA 1 1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
A) Rasgos generales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
B) Situacion hidroseológica . . . . . . . . . . . . . . . . 47
C) Flujo del agua . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
D) Captaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
ZONA 1 1 1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
-- 52
A ) Rasgos geológicos e hidrogeológicos . . . . . 53
B) Configuración del aculfero y captaciones
existentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5 4
ZONA IV
- . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .'. . . . . . . * . . . . . . . . . . 58
A ) Rasgos generales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
B) Division en subzonas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
C) Captaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60
* ZONA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
A) Rasgas generales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
B) Captaciones existentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
8 ZONA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68
A ) Rasgos geológicos e hidrogeológicos . . . . . 69
B ) Captaciones existentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69

m ZONA VI1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
A ) Rasgos geológicos e hidrogeol6gicos . . . . . 74
- 7

B) Captaciones existentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74

. VI11 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . , . . . . . . . . . . . . .
ZONA . 77
A) Rasgos generales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78
B) Captaciones existentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78
VI . PROXIMAS ACTIVIDADES RELATIVAS & AGUAS SüBTE-liKAiYEAS .
VI.1. INVESTIGACION A CORTO PLAZO .
1 . Cartografla del zdcalo impermeable . . . . . . . . . . . . . . . . 80
2 . Actualizacidn progresiva de los datos hidrogeol6-
gicos de las obras de captación . . . . . . . . . . . . . . . . . . .80
3. Revisión de la hidrolosla de superficie . . . . . . . . . . . 81
A
r. .
d e simüiacibn hidrogeoi6gic0 . . . . . . . . . . . . . . .
X # - 2 - 1
muuaiu 6i
5. Estudio geohidroqimico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82
6. Estudios sobre los aculferos costeros . . . . . . . . . . . . . 82
7 . Correccidn de la salinidad de las aguas subterrd-
neas . . . . . . . ; . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82
8. Nuevo inventario general de puntos de agua . . . . . . . . 83

VI.2. SEGUIMIENTO Y CONTROL DE LA EVOLUCION DEL S I S T E M A .


1. Control piezométrico del aculfero de Las Cafíadas . . 83
2. Control piezométrico general . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84
3. Seguimiento y control hidroquímico de los acuffe-
ros costeros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84
4. Seguimiento hidroqulmico general . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8 5
5 . Seguimiento de determinadas grupos de captaciones 85 .
VI.3. FORMACION TECNICA DEL PERSONAL .
1 . Formación de nuevo personal tecnico . . . . . . . . . . . . . . . 8 5
2 . Cursos de perfeccionamiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86
3 . Centro permanente docente-investigador . . . . . . . . . . . . 8 6

VI.4. W E V A S OBRAS .
1 . c='a-$as n ~ e v u s . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86
A UU A -+A A

2. Reperforación de galerias ya existentes . . . . . . . . . . . 87


3 . Ejecución de nuevos pozos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87
4. Reacondicionamiento de pozos preexistentes . . . . . . . . 87
VI.5. DE NATURALEZA ADMINISTRATIVA .
1 . Fusión de Comunidades de agua . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 88
2 . Nueva regulación de los derechos del subsuelo . . . . . 88
3 . Contabilidad de los volúmenes extraidos . . . . . . . . . . . 88
4. Extracciones desaprovechadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89
5 . Dotación de medios para la Administracidn Hidrdu-
lica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89
MENOR 1A
1.1. INTRODUCCION.
En febrero de 1988, la Consejerla de Obras Públicas, Vivien-
da y Agua del Gobierno de Canarias y el Cabildo Insular de Tene-
rife suscribieron un Convenio para la redacción de un 43iVANCE del
PLAN HIDROLOGICO Insular (en lo sucesivo "PHI") DE TENERIFD.
Delimitado su alcance, se definieron sus objetivos generales
y los criterios fundamentales para su desarrollo (v. Anejo nQl),
se programaron las actividades necesarias y s e acometieron las
prioritarias, El grupo rnds relevante de ellas es el concerniente
a la hidrogeologia, es decir, a las aguas subterrdneas y al medio
que las contiene.

1.2. PLANEAMIENTO HIDROGEOLOGICO: SUS BASES.


LE reciente c~ncvpcichde !u plunificnci4n h i d m ! 6 g i c c 8s
compleja y dificil de asimilar; incluso su desarrollo normativo
está por completar y experimentar. Por ello, el procedimiento rnds
adecuado para acometer su realizacidn es partir de distintas
perspectivas de la misma, obtenidas desde dreas o disciplinas
variadas. Su síntesis y compatibilidad concluirán en un cuerpo
normativo único.
Acorde con lo anterior, cabe considerar, de una parte, el
medío flsico que sustenta las aguas y su ciclo natural. De otra,
el desarrollo socioeconómico insular y las correspondientes de-
mandas sectoriales. Y, entre ambas, la infraestructura que se
precisa para posibilitar su utilizacidn. Ello se esquematiza en
el "diagrama básico" que se adjunta. El área coloreada en el
mismo constituye el dominio de lo que denominamos "PLANEAMIENTO
HIDROGEOLOGICO"; es decir, el ordenamiento de las aguas subterrd-
nens, del medio fisico que las contiene Y de las acciones encami-
-*A=-
llCIUEIEI ü u ! t u r u r i 6 i , Ue su c i u ? ~nzlturn!.
a SU a ~ r ~ ~ e ~ h m l eaí iU t ?c:
Dada la situaci6n hidrdulica actual de Tenerife esta faceta es,
sin duda, la rnds trascendente del PHI.
Instrtmmento bdsico de este ordenamiento es la SONIFICACION
HIDROGEOLOGICA; es decir, diferenciar en la Isla acuiferos
zonalee o, si se prefiere, zonificar el complejo multiacuifero
general, atendiendo a: sus caracterlsticas hidrogeolbgicas, las
peculiaridades de las obras que lo explotan, sus diferencias
hidroqulrnicas, su grado de conocimiento e, incluso, razones de
gesti6n y estrategias de explotacih del mismo. Todo ello con una
base importante en la naturaleza Y estructura geoldgicas de los
terrenos.
DIAGRAMA BASlCO DE CONEXION ENTRE CONDICIONANTES FlSlCOS Y DESARROLLO

EL MEDIO
FlSiCO
Y EL CICLO
HIDROLOGlCO
SUPERFICIALES SU~TERRANEA~

lMPORTACION L RED BASCA INFRAESTRUCTURA


-r
DE AGUA DE TRANSPORTE PARA DESALACION

INFRAESTRUC-
TURA QUE
t +
INFRAESTRUCTURA
SE PRECISA INFRAESTRUCTURA
AGROHIDRAULICA
' A
INFRAESTRUCTURA
PARA
REUTILlZAClON
-
A
INFRAESTRUCTURA
DE SANEAMIENTO,
DEPüRAClON Y VERTIDO
-.
1
URBANA, TURISTICA
E lNDiJSTRlAL DE
DE DlSTRlBUClON 7

DlSTRlBUClON Y
Y ALMACENAMIENTO I ALMACENAMIENTO

DEMANDA AGRARIA 1 DEMANDA URBANA 1 1 DEMANDA TURlSTlCA 1 OTRAS DEMANDAS


m
DESARROLLO
INTEGRAL
DESARROLLO DESARROLLO DESARROLLO INNJSTRIAL
AGRARIO URBANO Y üEL SECTOR SERVICIOS
Esta &i-"fSfb" e n rtluterias
aciUacivnes seleeti.v.aa
de explotación y gestibn de aguas subterrdneas, apoyandose en
dichas circunscripciones para delimitar el dmbito de las mismas.
Razones de eficiencia econdrnica, estrategia socioecondmica, opor-
tunidad o urgencia justificaran: dictar normativa reglamentaria
de aplicación diferenciada por zonas, fijar incentivos Y progra-
mas zonales de inversibn y elegir, en cada caso, el sistema de
actuacidn en la gestión que se juzgue como más apropiado.
Implicitamente, esta particidn propiciar& la "fusidn", "fe-
deración" o simple "agrupación" de Comunidades de ngun que con-
fluyen con sus explotaciones en una misma circunscripcidn. La
economia de escala que supondrfa este paso es evidente. A su vez,
tal situación redundarla e n : una participaci6n más activa y coou-
dinada de las entidades productoras en la gestión de las aguas
subterrdneas, su intervención en la definicidn de los planes de
explotación y la asunción de su cuota de responsabilidad en la
ejecución de los mismos.
Con tal motivo se constituyó un grupo de trabajo de profe-
sionales afines a la hidrogeologla con el encargo de:
a) Estudiar la viabilidad de una zonificacidn hidrogeol6gica
de Tenerife y, en caso positivo, realizarla y describir,
analizar, caracterizar y diagnosticar cada zona delimita-
da con la misma.
b) Estudiar la evolución de los niveles fredticos en la Isla
a partir de la historia de las obras de captacidn (bdsi-
camente de las galerias) existentes.
c) Estudiar las caracteristicas fisicoquirnicas de las aguas
alumbradas, tipificando y clasificando las mismas.
d) Efectuar unas prognosis sobre los caudales esperados de
extracción por zonas.
e) Proponer un programa de trabajos futuros.
Hasta el presente se hablan generado los dos documentos que
siguen:
- asp-m~g ~ ~ n L c k t I c oES HIDROGEOLOGICOS DE LA ZONIFICACION
(Octubre 1988 - J.M.Navarro e I.Farrujia1, en su versidn
provisional, que desarrolla la actividad anteriormente
referida como a); en breve se publicara una nueva versión
completada y corregida.
- EVOLUCION DE LA SUPERFICIE FREATICA (Diciembre 1988 -
J.J.Braojos), estudio relativo a la actividad b); ha sido
difundido recientemente.
1 1 - EL PRESENTE T R A B A J O : OBJETO,
AUTORES Y M E D I O S EMPLEADOS

Este documento constituye una s í n t e s i s de las actividades


desarrolladas por el grupo de trabajo de hidrogeologia del PHI Y
la expresi6n de sus actuales concluaionee Y recomendaciones sobre
las bases cientifico-técnicas en que debe sustentarse el
planenmiento hidrogeoldgico de Tenerife, especialmente en lo
referente a la zonificacidn a adoptar,
La complejidad del sistema acuífero insular, la insuficien-
cia de algunos datos, la irregularidad de otros y la limitación
del tiempo disponible confieren a estas conclusiones el cardcter
de provisionales, Pero, su coherencia, su amplio y favorable
contraste en medios tecnicos locales y el grado de desarrollo
alcanzado. las califican de suficientes para conformar este capi-
tulo del AVANCE del Plan Hidrológico Insular de Tenerife.
Bajo la direccidn de
J o s 4 D. Ferndndez Bethencourt Ing. de Caminos
son autores de este documento:
José-Manuel Navarro Latorre Ge6 1 ogo
Juan-José Braojos Ruiz Ing.Téc.de O.P.
con la asistencia de:
Isabel Farrujia La Rosa Gedl osa
Francisco Herndndez Morales Aparejador
Pedro Delgado Me1 ián 1ng.TBc.Agricola
Javier Leiva Romero Delineante
= Ramón Padrón Armas Grabador

* Galileo Ingenieria Y Servicios, S.A. Consultor inform.


La duraci6n del trabajo ha sido de catorce mesas y se ha
desarrollado en la Oficina TBcnica del PHI, convenientemente
equipada para implantar y procesar la informacibn usada y
generada, excepto e1 tratamiento de irndgenes mediante
aplicaciones informdticas, realizado con los equipos de Galilea,
S.A.
111.1. TRABAJOS INICIALES.
En archivos oficiales (Servicio Hidrdulico, Jefatura de
Minas, Cabildo y Ayuntamientos], bibliotecas, hernerotecas Y otras
entidades (Comunidades de Agua y Oficinas TBcnicas de obras) se
dispone de una extensa e interesante documentacidn sobre la
historia del aprovechamiento de las aguas subterrdneas en Teneri-
fe. Pero, hasta dos ddcadns, los únicos trabajos que consideraban
a nivel insular tal aprovechamiento eran:
- El "Estudio & las Obras Hidrdulicas 2 las Islas Canarias"
(L. de Nieva y Simón-Benitez), editado en 1930; contiene una
primera relacidn de las galerlas existentes por esas fechas
con sus caudales respectivos.
- E l " P h n de Obras Hidrdulícas~n Isla Tenerife" (J.
Arnis6 Y J. La Roche), elaborado en 1960; incluye una rela-
ción de todas las galerias de la Isla, por terminos munici-
pales de las que se especifica su cota, su longitud, su
caudal Y su estado de explotaci61-1.
Aunque, en razón a sus objetivos, solo suponen unos primeros
inventario3 de referencia sobre las obras de captacidn entonces
existentes.

PROYECTO CANARIAS
El Proyecto SPA-15 (UNESCO-MOPU), desarrollado entre 1970 Y
1975, fue el primer intento de abordar en sran escala, y con
profusih de medios humanos y materiales, un estudio cientlfico
de los recursos de agua en las Islas Canarias,
Enlo que se refiere a Tenerife, el aspecto mds positivo Y
p w d ~ r c h l edel Proyecto
h e , sin duda. la elaboracidn (1972-1974)
del inventario pozos y galerias que, en cantidad superior al
millar, captan las aguas subterráneas de la Isla. Gracias a este
inventario, llevado a cabo en condiciones diflciles, se dispuso
por vez primera de informacidn pormenorizada concerniente a todos
y cada uno de los puntos de agua: coordenadas de bocamina, topo-
grafia de la traza, circunstancias geoldgicas e hidrogeol6gicas1
caudales, andlisis químicos del agua, historia de los alumbra-
mientos, etc. Estos datas fueron vertidos en diversos mapas, de
los que hay que destacar ios topográficos a escala i:S5.690 que
inclulan la situacibn Y traza de las captaciones.
Mbs discutible e s , sin edargo, el usó hidrogeol6gico que se
hizo de la sran masa de información procedente del inventario,
que fue sometida, sobre todo, a un tratamiento estadistico
exhaustivo pero poco clarificador. Aun cuando se obtuvieron
buvncs sesu!tudcs en u v p e c t v s P U T C I U ~ Y S , 1 --~ 4 c ~ f i - l ~ s j ~ n + s
globales estuvieron presididas por la simplificación excesiva y,
sorprendentemente, no se lleg6 a formular un modelo
hidrogeológico que explicase las peculiaridades e irregularidades
de la circulacidn del agua subterránea en las diversas zonas de
la Isla, lo cual hubiera debido ser, en definitiva, el objetivo
del proyecto.
Por el contrario, y aun reconociendo gen6ricamente que, a
pequeña escala, "los acuiferos volc&nicos de Tenerife son hetero-
geneos Y anisótropos" (pag. 51 del volumen 1 1 1 1 , en las conclu-
siones finales s61o se habla de un sistema acuifero único, con la
valoraci6n de que este sistema se comporta, a gran escala, de un
modo "homogéneo, independiente de la general anisotropia del
macizo" (pdg. 34 del volumen 1). De esta f o m a quedaba eliminada
cualquier complejidad en el interior del bloque insular Y eran
englobados en la misma calificacibn subsuelos muy dispares, como,
por ejemplo, Anaga (casi impermeable) Y Las Cañadas (extremada-
mente permeable), lo que no dejd de causar estupor entre los
conocedores de las aguas subterráneas de Tenerife.
Reducido en tal modo el funcionamiento hidrodinámico de la
Isla, no es de extrañar que las recomendaciones sobre
investigaciones futuras se refiriesen, sobre todo, a mediciones
de tal zona saturada simple, y no a mejoras en el conocimiento'de
las complejidades del medio fisico que aloja el agua.

1 1 1 . 3 . PROYECTO NAC-21.

La siguiente aportaci6n fue realizada entre 1.978 y 1.981


con el Proyecto MAC-21; nombre que recibid un plan conjunto de
actuaciones de los distintos organismos de la Administracidn
relacionados con las aguas. Como estudio de base, se llevaron a
cabo los siguientes: 1) Actualizacidn del inventario de puntos de
agua, 2) Inventario de la red de conducciones, 3) Confecci6n de
un modelo digital de simulación del flujo subterrdneo Y 4)
Estudio geohidroquimico general. En realidad, y a pesar de los
t r a b a j e s m e n c l ~ f i s d o ~ , e1 p r o y e c t o 3%-AC-21 c o n c e t r ó sus esfuerzos
en el andlisis y la planificación hidroeconómicos, si bien los
resultados y predicciones no estuvieron acordes con el posterior
desarrollo de los hechos,
El nuevo inventario puntos aqua (1979) actual izd los
trazados, longitudes perforadas y caudales alumbrados de pozos y
galerias, incluyendo la prdctica totalidad de los manantiales o
nacientes naturales de la Isla, pero no apartá datos sobre las
circunstancias geológicas e hidrogeológicas en que se encontraban
las captaciones en esa fecha.
El inventario &a red conduccioneq (1980) consistid en
catalogar casi todas los canales y tuberias que transportaban o
distribufan agua y en cartografiarlos a escala 1:5.000. Este
notable trabajo (unos 4000 km de longitud total) contribuyó a
Cm,..< 1 .; t a u -^-L--:
FUJLC~I A V I tta L I Q L ~ U Q C ~ U ~ ~
~ a b ArA c a r i ~ lilfrsestruc=
p Pl aQi i i f í c a d ~ r e de
tura hidrdulica ("Plan de Balsas"]. Dentro del PHI constituye una
pieza esencial para confeccionar los balances zonales oferta-
demanda.
Con el modelo matemdtico de simulacián de flujo subterráneo
del agua (1979-1980) se pretendid obtener un instrumento de
andlisis y predicción de la evoluci6n del sistema hldrico. Aunque
no se han hecho nuevas simulaciones desde entonces Y, en
consecuencia, no se ha podido verificar el grado de bondad de las
predicciones, con el actual diseño resulta dudosa la utilidad
prdctica del modelo, ya que estd basado en una concepción
hidrogeológica demasiado simple: acuifero general homog8ne0,
carente de zdcalo impermeable y sin otra complicación que una
disminución paulatina de la permeabilidad con la profundidad, A
pesar de ello, sus resultados revelaron que la simulacidn
matemdtica es, tal vez, el único mdtodo de andlisis cuantitativo
de un sistema hidrico subterrdneo tan heterogéneo como el que
existe en Tenerife.
El estudio geohidroquimico (1981-1982) trató do "estudiar el
f l u j ~ Y e l u g u ~y d e ! hu!ance h i & - i c ~5 p a r t i r d p la cnmpnsi-idn
qufmica". Meritorio trabajo, por la sistematizacidn en el
tratamiento de los datos de andlisis de agua existentes, no
satisfizo totalmente las espectativas puestas en 81. La
interpretación de la voluminosa pero dispersa información hubiera
requerido un mayor conocimiento geohidrolbgico del sistema, pero
desafortunadamente, y al igual que en los trabajos precedentes el
modelo conceptual disponible era demasiado elemental. Las
conclusiones sobre direcciones de flujo y balance hldrico fueron
cuestionadas .
111.4. PROYECTO AGUA-2000.
Finalmente, el denominado Proyecto AGUA-2000 (1985-19871,
que debfa servir de base para la planificacidn hidrolágica
regional subsiguiente, no entrd a reconsiderar los resultados del
-A- 4 3 i n 4 - n A a ii-r.tasC<rr=,-virimam nvrarrnAant nci
uwirjuirbu UG A I I V G ~ ~ L Y U ~ I V I I + L ~ FA w u w u \ r ~ ~ r ~ - i c l ~

En materia de hidrogeologla mantuvo inmplicitamente las


conclusiones del SPA-15 y las aportaciones suplementarias del
&!A--21. Solo incluyb una nueva actualizacián (1985) del inventa-
--
rio de puntos & a m a , reducido en este caso a las longitudes de
perforacidn y los caudales alumbrados por las galerias y los
pozos, aunque las extracciones de éstos solo se dan agregadas por
municipios.
Tras la realización de otros pocos estudios sectoriales
bdsicos, se reconsideró globalmente el Proyecto. Las reflexiones
consiguientes concluyeron en la revisión de los criterios para la
formulacidn de la planificacidn hidroldgica canaria, destacando
la necesidad de comenzarla Y desarrollarla a nivel insular.
IV.l. SITUACION m PARTIDA.
Siendo el primer objetivo de este trabajo la zonificación
hidrogeológica de la Isla, de partida se ha planteado la elabora-
ci6n de un modelo del subsuelo que dé cuenta de la multiplicidad
de situaciones que, en la práctica, encuentran las numerosas
captaciones de la Isla. A l contrario que en trabajos previos, el
enfoque adoptado ha puesto al acento sobre los aspectos geológi-
cos que. controlan la acumulación y circulación del agua subterrá-
nea, pero, por apremios de tiempo, y tratdndose tan sdlo de un
avance del Plan Hidrológico, el presente intento ha sido realiza-
do sin poder contar con una investigación exhaustiva del subsue-
lo. En consecuencia, algunas conclusiones estdn basadas en la
reinterpretación de datos precedentes y deberdn ser confirmadas o
tal vez modificadas cuando se disponga de un cuadro de conoci-
mientos mds completo,

PREEX 1 S-.

Las principales fuentes de infomacidn bdsica son los


inventarlos e puntos de actua realizados en 1973, 1979 Y 1985,
pero sólo el primero de ellos, elaborado durcinte el Proyecto SPA-
15, contiene datos geoldgicos e hidrogeoldgicos. Por esta razón,
las fichas del mencionado inventario siguen siendo el principal
soporte de cualquier estudio del subsuelo; su utilización plan-
sin embargo, algunos problemas:
El inventario fue realizado hace unos 15 afios Y desde
entonces gran parte de las galerlns han avanzado mucho sus
frentes (en ocasiones hasta más de 2 km), por lo que los
alumbramientos actuales se encuentran en circustancias geo-
16gicas e hidrogeol6gicas diversas a las registradas en las
fichas.
Bastantes galerías no pudieron ser visitadas en toda su
longitud durante el inventario, a Causa, sobre todo, de la
presencia de calor y/o gases, por lo cual la informacibn
registrada en ellas e s necesariamente incompleta.

El inventario fue realizado por un variado grupo de geblo-


gas, y los datos recogidos, como todo trabajo de interpreta-
cidn, tienen un fuerte componente subjetivo, acentuado mds
todavia por las dificiles condiciones en que se reaiizan
las observaciones subterrdneas. Ello hace que la cantidad Y
calidad de las descripciones contenidas en cada ficha sean
muy variables y que su utilizacidn resulte problemdticei. en
ocasiones.
La informacibn sobre la franja coatera, bdsicamente explora-
da mediante pozos, as muy escasa y deficiente; en gran
medida p ~ r q ~ !vu m y n r i a se hen p a r f ~ r a b na n los últimos
quince años. Coincidente con el comienzo de este trabajo lo
haclnn tambien varios inventarios zonales que incluyen las
obras de captacidn que se localizan en la banda litoral; sus
datos Y resultados solo podrdn ser tenidos en cuenta en
trabajos posteriores.
Por otra parte, la informacidn hidrosulmica preexistente
casi se reduce a la recopilación hecha en 1980: unos 800
andlisis, que en su rnayorla databan del 5PA-15. Desde entonces se
han producido manifiestos cambios en las captaciones, tanto con
la aparicidn de nuevos puntos de agua como en las caracterlsticas
de los anteriormente muestreadas, Los andlisis más recientes son
heterogéneos (en los elementos determinados), dispersos (en
tiempo y espacio) y escasos, por lo que no son suficientes para
realizar una evaluación a nivel insular; s61o local o, si acaso,
zonal.

IV.3. OBTENCION DE NUEVOS DATOS RECONSIDERACION GEOWIDROLOGICA


DE TENERIFE
-
Para paliar la carencia de datos geológicos e hidro-
geológicos actuales de la parte m& central del bloque insular,
ha sido necesario efectuar la visita de unas cuarenta gnlesias
dispersas por toda la Isla, seleccionadas por su gran longitud y
por encontrarse en situaciones hidrogeológicas particularmente
interesantes. Sobre esta base, se ha podido llevar a cabo la
reinterpretación de un cierto número de las fichas del SPA-15.
La inspección directa del subsuelo ha permitido establecer
la presencia de un z6calo de permeabilidad muy baja o nula, que
limita en profundidad el flujo del agua, Y ha confirmado, al
mismo tiempo, la presencia de grandes estructuras que ordenan, a
escala insular, los elementos individuales o menores del
subsuelo. Estas estructuras (ejes estructuralee y de~resiones
gravitncionalea) imponen acusadas diferencias laterales de
permeabilidad dentro del bloque insular e inducen una anisotropia
que condiciono el flujo subterraneo del agua. Por ello, Y al
contrario que en los trabajos precedentes, que sólo consideraban
un ordenamiento vertical segon unidades estratigrtíficas, han
pasado a ser los elementos bdsicos del modelo hidrogeoldgico
conceptual, sirviendo de base para la zonificación insular.
Por otra parte, ha debido ser realizada una actualizacidn
parcial $
X
J datos caudales, pues en los tres años
transcurridos desde el Último inventario se han producido cambios
significativos en aigunas zonas. Han podicio ser revisadas u ñ a s
170 galerias productivas, que, al representar un 60% de la
extracci6n total por este medio, s e consideran aceptablemente
indicativas de la situacidn presente.
Hay que destacar que por motivos de tiempo, el presente
estudio ha sido realizado sin considerar apenas la f r a n j s
j i t ~ r ~ ;au,-~rnr-lv+~=uA un a
~ji>r;;irb;u!rlib+ite POT PCZOL: Y Y V ~ T V ? U ",UZ hey !?Xy
poca informacidn disponible, como se menciona en el apartado
IV-2. Sin embargo, y dado que el flujo subterráneo tiene como
causa bdsica el desequilibrio gravitacianal de las masas
hidricas, lo que genera un movimiento centrifugo hacia el mar,
esta laguna parece poco trascendente a la hora de analizar e
interpretar la parte central del edificio insular, que es donde
se localiza la mayor parte de las reservas.
En cuanto a la información hidroquirnica se ha optado por
sitematizar el tratamiento de los datos existentes, realizar una
corta campafía de nndlisis en las canales principales de la Isla,
muestrear las galerlas que se visitan nuevamente, desarrollar una
apl icación infomdtica para procesar dichos datos Y, en
definitiva, preparar la información para un posterior estudio mbs
detallado y que se apoye en la nueva concepción hidrogeolbgica
insular que se describe sinteticamente en el capitulo V.

IV.4. ESTUDIO SOBRE JL EVOLUCION DE SUPERFICIE FREATICq.


Los do4 Intentns anteriores (1974 y 19801 de obtener el
lugar seom6trico de los puntos de agua que soportan una presidn
igual a la atmosfGrica (concepto de "superficie fredtica") se
encontraron, ademds de las dificultades propias del trabajo
(insuficiencia de datos y complejidad del problema, consecuente
de la del medio flsico en estudio), con el escepticismo sobre el
sentido fisico de tal superficie y la dlscusibn sobre su unici-
dad, derivada de asignar dicho atributo al complejo acuifero
insular.
Las anteriores carencias de información han quedado
superadas, en gran medida, gracias a una paciente inveatigacidn
en la documentación existente en bibliotecas, hemerotecas, archi-
vos oficiales y, especialmente, por los datos aportadas por las
propias Comunidades de aguas.
La otra cuestión, el sentido flsico o real de la superficie
c svperfivies obtvnidas, m es tnn relevante, R A ~ V Q que; errbnea-
mente, se pretendan extraer precipitadas conclusiones sobre la
transrnisidn hidrodinhica de efectos en un medio claramente hete-
rogeneo y anisótropo, según se infiere del nuevo modelo cúncep-
tual.
Por ello se plante6 la deteminacidn de las superficies
fredticas en tres momentos históricos: ""original" (antes de que
se iniciase la extracción de aguas subterráneas en la Isla),
"inicial" (cuando en un determinado lugar comenzaron ias primeras
obras) y "actual" (correspondiente al Último inventario general
sistemático, en el año 1985). Adernds se han reproducido las
isopiezas correspondientes a 1.973, considerando la nueva
infomaci6n hist6rica.
Ei rn6todo seguido ha consistido e n :
a ) Dibujar sobre un plano de la Isla (a escala 1:50.000)
todas aquellas galerias que actualmente tienen su alum-
bramiento en el acuifero profundo; también aquellas
que han perdido el contacto con 61 Y, de igual modo.
las que avanzan en su busca.
b) En principio se hizo la abstracei6n de situar los
alumbramientos en las inmediaciones del frente de las
galerias, como asi sucede en general; sdlo en aquellos
puntos donde se estimaba podla existir cierta conflic-
tividad se ha buscado informacidn complementaria.
C) Localizado, sobre la traza de cada galería, el punto
donde se producla el alumbramiento se señalaba a su lado
la cota de su bocamina, incrementada en la cantidad que
supone la pendiente del 5 por mil con que habitualmente
se perfora. Si la galeria estaba seca se reflejaba en su
frente, ademds de su altitud, esa ausencia de caudal.
d i E n t r e la n ü h de p ü n t v s de agua =si &tenidos,
se Inter-
polaron las sucesivas curvas de igual cota con una se-
cuencia de 100 en 100 metros. Los puntos con caudal nulo
se utilizaron como apoyo.
e) Finalmente, los datos geohidrológicos han servido unas
veces para ayudar a definir, otras para confirmar y en
algunos para rectificar, la superficie piezom6trica
construida con los datos de partida.

IV.5. INSTRüMENTACION DEL TRATAMIENTO DE DATOS.


La magnitud y diversidad de los datos a utilizar impedian su
tratamiento por medios convencionales. Por ello, como paso pre-
vio, se organizaron sendas bases de datos, hidrogeológicos e
hidroquímicos, soportadas infomáticamente en PC's y en un micro-
orcienaaor. Tras su Impiantacidn y la m a z a n í z ~ c i ó nde ?os dates,
se desarrollaron los programas y las aplicaciones precisas para
su explotación y tratamiento.
La baso de "datos h i d r w m l 6 g l c n s " [CASB] consta de diversos
ficheros relacionales que incluyen:
a) Un catdlogo de las 1647 obras de captacidn existentes con
n su situaci6n. tipologfa Y caracterlsticas prin-
e x ~ r ~ s i 6de
cipales.
b) Las trazas de las galerias (10471, recogiendo sus poligona-
les y su altimetria, tanto de la salerfa principal como de
sus ramales (17000 registras) .
C) La historia de perforaciones y caudales alumbrados por cada
obra, tanto de las galerias (1025) como de los pozos (309) Y
manantiales (2751, referidos <?r 1973, 1979 Y 1985.
La base de "datos hidraqufrnícas" {DHQ) incluye en varios
ficheros relacionales la infomacidn de S308 análisis referentes
al origen de la muestra, los datos fisicosulmicos de campo, los
resultantes del andllsis en el laboratorio y la calificacidn
(potabilidad, aptitud para el riego de cultivos Y parbmetros
y e u h i d r ~ q ~ i m i c o s )b u r Y
A-- ----m = ;-e+-~ r e ~~u ! t ~ r~? + cde
e ~ sa t~r ~ t mU l a n t~a ~
con la aplicaci6n especlficamente desarrollada al efecto.
Pero la instrumentaci6n m 8 s potente y eficaz para este
estudio ha provenido de las aplicaciones gráficas (modelos
digitales del terreno y "cad-carn") empleadas. El proceso seguido
ha sido:
a) Disitalizacidn de: la topografia, las tres familias de iso-
lfneas (isopiezas) de nivel fredtico, una zonificaci6n hi-
drogeoldgica inicial, los limites de t 6 m i n o s municipales y
los cauces hidrogrdficos.
b) Trazado de poligonales de las galerlas y iocaiizacidn espa-
cial de los frentes y puntos de alumbramiento.
C) Salidas.gr&ficas por plotter, superponiendo la infomacidn
anterior.
d ) Generación de ficheros de datos por sectores hidrogeolbgi-
COS .
e] Obtención de diapositivas mediante "filmwritter"
Estos instrumentos han permitido un procesamiento más rdpido
r fiable de les datas y hen supuesto una ayuda lnestimable para
su interpretacidn. Pero, cuando m 8 s s e valorará su utilidad ser&
en los trabajos que sigan, tanto los de revisi6n y profundización
del presente como los relativos a explotaci6n y gestidn de aguas
subterrdneas.

IV.6. PROGNOSIS EXTRACCIONES EN UN FWTüRO INMEDIATO.


Este trabajo hubiese quedado incompleto si, a pesar dei
evidente riesgo a errar en predicciones de este tipo, no concluid
con un pronóstico de la cuantfa previsible de las extracciones en
un futuro inmediato. Por ello, aun conociendo que la magnitud de
los futuros caudales de extracción ciepender4 de i a evolücibn de
nwneros factores (expectativas del sector inversor, perforaciones
futuras reales, tendencia de ña demanda, limitaciones jurldico-
administrativas, etc . . . ) Y de la realidad en detalle del medio
hidrogeoldgico (del que sdlo ss ha conformado aqui un modelo
conceptual a escala intermedia), se ha planteado una prediccíon
cuantitativa de la m i s m en base a la tendencia observada en los
últimos quince años, a los datos locales disponibles y a los
resultados y conclusiones hidrsgeol6g1cas de este estudio.
Dado que la secuencia de inventarios generales efectuados es
de unos seis años, se realizaron prognosis a 1991 Y a 1997,
manteniendo las mismos intervalos. Esta acción se extendió
individualmente a todas las obras de captación catalogadas para
luego agregarlas por sectores hidrogeológicos, valores que tienen
un grado de fiabilidad mas aceptable. La desviacidn que resultar6
entre estas previsiones y la realidad que acaezca, esta minorada
en el caso de 1991, al haberse cantado con un amplio muestre0 de
los caudales alumbrados en 1988 (a mitad del intervalo).
E l trabajo concluye, pues, con e s t a s previsiones a corto
plazo del volumen de aguas subterrdneas que, razonablemente,
puede extraerse en cada una de los sectores (unidad bdsica de la
zonificaclón) en que se ha dividido el multiacuifero insular.
Para ilustrar el proceso en curso en los mismos Y valorar su
devenir mds prbxirno, se han realizado numerosas tabulaciones,
cuadros nwn4ricos y grdficos; en este documento se incluyen los
que se han considerado mds relevantes.
V . RESULTADOS.

COMPORTAMIENTO HIDROGEOLOG ICO TENERIFE .

Lus materia: as qüe eonf vm,un Tunerif e Ilavas, nc&!l?u!aci~nrs


de piroclastos, diques. etc.) presentan un comportamiento hidro-
seológico extremadamente variable que no s6lo depende de su
composicidn original (basaltos, traquibasaltos y fonolitas, si
simplificarnos la profusión terminológica), sino tambidn de su
edad y del grado de fracturacidn que los a f e c t a . Al respecto hay
que destacar lo siguiente:
1. Los parámetros primarios, es decir, aquellos que poseen
las rocas en el momento de su deposición o poco despuds,
tienen, ya de partida, una sran falta homoseneidad. A s í ,
algunos elementos son extraordinariamente permeables, como
las lavas basblticas y traquibasdlticas o las acumulaciones
pirocldsticas, mientras que otros, como ias iavas
fonoliticas o muchos diques, apenas son capaces de almacenar
o de dejar circular el agua. Los primeros predominan sobre
los segundos, de modo que, considerados globalrnente, los
terrenos j6venes tienden a ser muy permeables.
2. Sin embargo, y ya desde el momento de su formación, los
materiales anteriores comienzan a experimentar procesoa
secundarios que, poco a POCO , van modificando
progresivamente sus caracteristicas originales o primarias.
Estos procesos son de dos tipos:
a! Alteraci6n. si- tiende a transformar en arcillas cual-
quier roca, especialmente en sus partes mds porosas.
b) Compactacidn, que reduce el volumen de huecos como conse-
cuencia del apilamiento de nuevos materiales, los cuales
ejercen una presidn de carga creciente sobre los formados
previamente.
Con el paso del tiempo, el efecto acumulado de la alteracidn
y la compactacidn tiende a reducir la porosidad de las
rocas, y en consecuencia, su permeabilidad y su capacidad de
almacenamiento, pero ello na afecta en al mismo grado a
todos los materiales. Algunos son muy sensibles y pronto
dejan de tener nuecos interconeciados, mientras qüe olrüs,
como las lavas de tipo peihoehoe, necesitan mucho tiempo y
una elevada presión de carga para ser apelmazados. A pesar
de estos matices, puede afirmarse, cama regla general, que
los terrenos tienden a ser menos pemneables cuanto mayor es
su edad.
3. La presencia de fracturas secundnrin~, inducidas por
fendmenos volcanotectdni~os, ~ntroduce un factor de
comelicaci6n que invallda, en determinados casos, la ante-
rior regla general, La fracturación abierta, al contrario de
lo que sucede con 1s alteración Y la compactacidn, incremen-
-
ta permeabilidad y &. capacidad a
almacenamiento &
rocas, y puede afectar a todo tipo de terrenos. Los mbs
jóvenes, ya de por si muy permenbles, no modifican sensible-
mente su comportamiento al ser fracturados, pero los mbs
untisuos, ~ U Py 5 hablan s i d o transformados en subsuelos muy
compactos Y estdriles. recuperan la capacidad de almacenar y
de transmitir el agua subterrdnea.
4. La yuxtaposición e imbricacibn en el subsuelo de la gran
variedad de materiales descrita (lavas, piraclastos, diques,
etc., que conservan sus pardmetros primarios o bien han sido
transformados por alteracibn Y compactaci6n, Y que, ademds,
pueden encontrarse fracturados o no) da como yegultado que,
observado en detalle inferior 2 unos POCOS centenarsg $B
metros, el bloque insular manifiesta heteroseneidad, y
anisotropia extraordinarias, 10 cual ha sido admitido en
todas las investigaciones precedentes Y es inevitable obser-
var cuando se visita cualquier saieria.

V . 1 . 2 . COMPORTAMIENTO GLOBAL.

Si en lugar de considerar e l bloque insular n pequeña


escala, como en el apartado anterior, ampliamos el detalle de
observacion hasta abarcar el conjunto de los subsuelos de
Tenerife, encontramos que la heterogeneidad Y la anisotro~ia
persisten, aunque por otras causas. En efecto, los elementos
individuales descritos precedentemente no se encuentran
distribuidos al azar sino que están organizados según ciertas
pautas, definidas pero no simples, que reflejan las vicisitudes
del lento proceso de construcción de la Isla.
1) En primer lugar, el crecimiento del relieve se ha realizado
por acumulacidn progresiva de materíales (lavas, piroclas-
tos, etc.), pero la actividad volc8nica que los ha generado
no ha sido ni constante ni iddntica a lo largo de la histo-
ria geo16gica conocida, antes bien, ha experimentado
fluctuaciones de intensidad y cambios en la composicidn de
los productos emitidos. Todo e i i ü ha dado l ü g a r a 1s e x i s -
tencia de unidades estratiqrdfícas que difieren en composi-
ci6n, edad y grado de alteración y cornpactación, de modo que
se comportan diversamente ante el flujo del agua subterrd-
-
nea; p0-= estú, Y Q U L S Y ~ = G u i r !irn-i).ar-<finne pueden ser consi-
- - * - - S * * -e-
buurviiuw,

deradas como grandes unidades hídroseol6qicas.


La disposición de estas unidades en el interior del bloque
insular -superpuestas y suavemente inclinadas hacia el mar
en cada vertiente- permite, como primera apraximacibn, con-
cebir un modelo =
capas de permeabilidad decreciente hacia
abajo (ver Figs. 1 y 21, si bien no todas ellas son
internamente homag4neas ni tampoco se extienden a la
totalidad del dmbito de Ia Isla.
2) En segundo lugar, el ascenso y la emisión de magma se ha
verificado predominantemente a través de tres franjas que
atraviesan verticalmente el bloque insular; son conocidas
como ejes estructurales, convergen en el centro de la I s l a
con dngulos de unos 1209 y coinciden con las dorsales topo-
grdficas.
Estas franjas, de unos 4-6 km de anchura. se manifiestan en
superficie por ser zonas d e concentracidn de aparatos volcd-
nicos, mientras que en el subsuelo e s t a n conformadas por una
densa malla de diques a la que se asocia una fracturación
intensa.
La presencia de diques y fracturas modifica el comportamíen-
to hidrogeol6gico de los subsuelos, que pasa a ser no sólo
diferente sino incluso opuesto, rompiendose de ese modo la
continuidad del modelo en capas superpuestas, que sólo tiene
validez fuera de los ejes (ver Figs. 1 Y 2).
3) Finalmente, la regularidad rnorfol6gica de la superficie
insular estd truncada por tres grandes depresiones gravlta-
cionales cuyo fondo, inclinado hacia el .mar, queda limitado
por escarpadas paredes ( v a l les de La Orotava, Güimar Y Las
Cañadas-Icod). Aun cuando la formación de las depresiones no
es sincrdnica, su origen obedece a las mismas causas: gigan-
tescos deslizamientos en masa ocasionados por la inestabili-
dad de relieves que han crecido excesivamente en altura.
Aunque casi todo el material deslizado se derramó sobre el
talud submarino, una fraccidn de 61 ha quedado retenida en
el fondo de cada depresidn, constituyendo un depásito bre-
choide muy p ü t ü i i t e e i m p s r m e ~ b l e , a! qQe se denomina
mrtnl6n en la teminologia local. Sobre d l se disponen
importantes rellenos de lavas recientes de elevadisima per-
meabilidad, las cuales han sido extruidas en las fases de
i n t e n s ~w ! c d n i s r n i que, como consecuencia de la sdbita dis-
minucibn de presidn litostdtica, han sucedido a la formación
de estas cubetas.
Los deslizamientos han suprimido una porción considerable de
los subsuelos preexistentes, truncando, asl, tanto la díspo-
sición en capas superpuestas, en donde la permeabilidad
cambia gradualmente, como la peculiar configurací6n de los
ejes estructurales. Su funcionamiento hidrodindrnico se aleja
de uno y otro esquema y e s t a presidido por un fuerte cün-
traste de permeabilidad entre el relleno ldvico y c l morta-
lbn del fondo (ver F i g s . 1 Y 2 ) .
ESQUEMAS HIDRO6EOLOGICOS
IHG

Mortalón imprrmrobla
. ..........
1- S w i r modernas Srriai modrrnas (nllrno drpnribn)
1 Zona saturada Sqmrficlr Trdtlw

Pig. 1.- CONFIQURIICIOM ESIX1EdIATICA DE M S SUBSOEUñS DE TENERIFE


11 La existencia de unidadern estratisl-dficas da lugar a una rbaaía iiaaermsabfd. La penwabilidad alcanza un valor mdxima en
estructura en uaeas rumrpueataer I i G ) . La conductividad
hidrdulica tm hace progresivamente menor con la profundidad hasta
los sentido8 vertical Y longitudinal (perpmclinilar al plano de
la fimira3. Pero transvemalmente (sentido cumbree-msr) se hace
alcanzar un valor m w bajo o nulo en e1 záaalo -&le que, baja por la presencia de diques "entars". En consecuencia.
en general. coirrcide con la Serie 2 , aunque a veces incluye la euperficae fredtica adquiere un perfil escalonado.d8 pendiente
tambih loa nivelea infwiorerr de la S e f e 11. muy fuerte C2EiQ1, y el espesor de la zona saturada aumenta
La confimuacibn de la su~eriicie fredtica íiiiG) esta notablemente.
controlada por la presencia del adcalo irn~ermeable, y el repasar
de la zena saturada es mayor o menor eegtm la perneabilidad de la 31 Grandes dndiaamientoa en masa, ocasionados p o r
unidad eatratiordfioa que aloja el ama. inestabilidad sravitacional, dan lugar a la formacibn de amplias
depresiones. La actividad voladnica Mibsiguiente ha originado un
2) El modelo anterior queda interrumpido en e1 m i t o de loa potentr rellena de lavas jávenes con conductividad hidrdulica muy
e i e ~ estruaturalea (20). donde la intrusibn filoniana y una elevada Que se apoyan sobre la kecha resultante del
intenaa fracturaci6n secuhdaria han transmutads el canportamiento deslizamiento (mortal6nl. de naturaleza impermeable.
de las unidades eetratisrbficas. incluyendo la Serie 1. El dispositivo hidrdulico SS mucho Pads simple que en loa
En las franjas correspondientes a los ejes, la permeabilidad subsuelos de tipo 1 y 2, con un 'contraste muy fuerte ds
es elevada a causa de la fracturacibn abierta y desaparece e1 permrrabilidad entre el relleno ldvico y e1 fondo de la deprodbn-
Submuilos con i i t t u e t u r a i n wpao
do p o m a b i l i d o d do orosienta.

ZÓ-lo inpaneablo dlotarto

Fig.2 .- DISTRIBUCION
L A Fig. 1 .
DE LOS TIPOS DE 3UBSUELOS -TIZAM)S EN
V.2. UNIDADES HIDRWEOLWICAS MODELO a CAPAS.
Las unidades estratigrdficaa que canforman la porción
ernersida u conocida de la Isla pueden ser agrupadas en dos
grandes conjuntos, generados en otras tantas fases de actividad:
a) la Serie Bnsaltica 1, y b) las Formaciones Postmiocenas. La
emisi6n de ambos conjuntos estuvo separada en el tiempo por un
dilatado periodo de calma eruptiva, durante el cual fue
seriamente desmnnteladu e l e c i i f l c i ~ insular preexistente.
Mientras que la Serie I es relativamente homogénea, el segundo
conjunto resulta demasiado amplio y plural, y se hace necesaria
una subdivisidn en unidadas rnds restringidas: Serie Basdltica 11,
Serie Cafladas y Series Modernas,

V.2.1. SERIE 1.
Es la unidad m8s antigua. Aflora en algunos macizos muy
erosionados (Teno, Anaga, etc.), pero en el resto de la Isla
conforma un basamento profundo recubierto p a r unidades rnds
recientes. Esta constituida por innumerables coladas y horizontes
pirocldsticos, atravesados por una red de diques más o menos
verticales. Debido al largo tiempo transcurrido desde su
formación, estos materiales han sido profundamente modificados
por compactacidn y alteracibn, de modo que la serie se comporta
globalmente como un zócalo que apenas participa en la circulación
del agua subterránea, la cual queda suspendida sobre 61 en el
interior de los terrenos suprayacentes,
Este comportamiento ee sensiblemente diverso en el dmbito de
los ejes estructurales ( v e r rnds adelante), en donde la fisuración
secundaria ha incrementado en alto grado la permeabilidad y el
coeficiente de almacenamiento.

V . 2 . 2 . SERIE 11,

Es la mds extenea y potente de las Formaciones Postrniocenas,


y estd integrada por un apilamiento de lavas y piroclastos
basdlticoa de 600-800 m de espesor que, en contrasta con la Serie
1, conservan una buena parte de su porosidad primaría. Desde el
punto de vista hidrogeol6gic0, esta unidad reviste la mayor
importancia por alojar o haber alojado gran parte de las aguas
subterrdneas.
Su ~omportmientodista de ser homog6neo tanto vertical como
lateralmente, y estd controiado, entre otros, por 10s s i y ü i e ñ t e s
factores: 1) grado de intensidad con que han actuada los procesos
de alteración Y compactacibn, 21 proporcidn relativa entre los
volomenes de lavas y piroclastos, y 3) tipo de lava predominante
(aa o pahoehoe) . A todo el lo hay que sumar la fracturacibn
abierta que existe en el dominio de los ejes estructurales.
En definitiva, son tantas las circunstancias que influyen en
sus pnrtbetros hidrogeológicos que no resuita factible tipificar
un com~ortarnientoque tenga validez a escala insular y, de hecho,
es la unidad que mayores diferencias presenta de una zona a otra.
El único común denominador es la disminucibn de la conductividad
hidr6ulica con la profundidad, pero esta tendencia oscila entre
t&rninos extremos muy diversos que pueden ser esquematizados del
siguiente modo:
- En algunos sectores, la Serie 11 no esta recubierta por
formaciones posteriores (es decir, no hay montera adicional)
Y, ademds, presenta un predominio da lavas pahoehoe; como
resultado, la permeabilidad es alta en el techo de la
secuencia y moderada en los nivelea mds bajos.
- En ciertas dreas,la Serie 11 está recubierta por varios
centenares de metros de lavas mas recientes ( e s decir, gran
montera adicional) y, ademds, presenta un predominio de
lavas aa; como resultado, la permeabilidad oscila entre
valores bajos en el techo de la secuencia y nulos en los
niveles medios e inferiores, que de este modo se agregan al
zócalo impermeable de la Serie 1 .

V.2.3. SERIE CARADAS.


Estd integrada mayoritariamente por rocas fonollticas. S610
aparece en la porcidn central da la Isla, donde conforma un
casquete de hasta 1000 m de espesor. En general manifiesta una
permeabilidad global baja/muy baja que disminuye todavia mds en
la región de cumbres; esta última es el drea en que se han
concentrado las emisiones, por 1 0 que existe una densa malla de
diques y pitones muy gruesos y compactos Y, ademds, es común la
alteracián hidrotermal (tipo Azulejos).

V.2.4. SERIES MODERNAS.


Son agrupadas a q u i rocas de todas las composiciones, si bien
predominan los baSnit0~Y trasuiDasaltus. Curresrunden 6 : tlitirno
periodo de actividad y sus materiales apenas han experimentado
compactación y/o alteraci61-1,de modo que constituyen un conjunto
sumamente permeable.
En las franjas correspondientes a los ejes estructurales,
tanto la intrusidn filoniana como l a fracturaei6n secundaria han
transnutado las caracteristicas originales de la roca de caja, Y
el comportamiento hidrogeol6gico de conjunto pasa a tener una
personalidad absolutamente peculiar, sin equivalente en otro tipo
de terrenos.
De acuerdo con la intensidad de los cambios operados, es
conveniente distinguir varios dominios verticales dentro de cada
eje: 1) ndcleo Y 2) margenes; el paso de uno a otro no es un
plano bien definido sino un trdnsito gradual.

V . 3 . 1 . COMPORTAMIENTO EN EL NUCLEO.

En la franja central en que la intrusídn filoniana es


mdxima, la fracturación secundaria abierta induce una
permeabilidad fisura1 que atenúa las diferencias originales de
comportamiento entre las diversas unidades estratigrdficas. Asi
por e j e m p i ~ , Serie 1 , qüe füosa (?e? -V A<- a - n ~ = t . i-tL%
vutiur A .,l v e ~ 6 ~ 5 1 ~
impermeable, pasa a tener aqui una elevada conductividad
hidrdulica, no muy diversa de la que posee la Serie 11
suprayacente;
La mayor permeabilidad a s t a vinculada a las grandes fisuras
abiertas y a los diques fracturados, que actaan como vias de
drenaje rdpido; ambos son subverticales y de dirección mas o
menos coincidente con la general del eje. También existe una
microfracturnción senernliznda, que, aun siendo un elemento de
drenaje m$s lento que los anteriores, tiene mayor repercusión en
el aumento del coeficiente de almacenamiento. La agregación de
fisuras abiertas. diques rotos y microfracturas interrumpe los
eventuales niveles horizontales de permeabilidad baja o nula y
contribuye a establecer una intercomunicaci6n vertical en e1
dominio del núcleo.
Sin embargo, ñu todos los Uiqües hun sillo cfectsUov pvr 1s
fracturacidn secundaria. Muchos de ellos conservan un caracter
"entero" y se comportan como elementos de permeabilidad baja o
m u y baja, por lo que actUan como barreras o semibarreras que
d f f i c ~ l t ~eln flujo agua subterr&nea,

Tanto los diques como las fracturas crean un medio


anisótropo al poseer una direccionalidad preferencial (paralela a
15 directriz general del eje en que se encuentran). El flujo
longitudinal del agua subterrdnea encuentra pocos obstbculos, si
bien algunos diques enteros, orientados oblicuamente con respecto
al conjunto, juegan el papel de pantallas locales. En sentido
transversal, por el contrario, es mayor e1 número de diques
enteros que encuentra e1 flujo del agua para dirigirse desde las
cumbres hasta el mar, y la difusividnd del acuifero se reduce
considerablemente. Las consecuencias de este hecho san notables:
1) la superficie freátlea queda sobreeievada y aumenta el espesor
de la zona saturada, 2 ) el perfil transversal de aquella se hace
escalonado, con una pendiente media muy superior a la que
corresponde a la permeabilidad de la roca de caja, Y 3) a1 hacer
estimaciones globales de los parametros hidrogeológicos. se
encuentran permeabilidadss muy bajas y coeficientes de
almacenamiento altos.

V.3.2. COElIFORTAMIENTO EN LOS MRGENES.


La intrusi6n filoniana disminuye rdpidamente en densidad a
ambos lados del núcleo, y a unos pocos kildrnetros desaparece por
completo. La fracturación secundaria se hace mds esporddica, y
las diversas unidades estrat igrilficas recuperan las
caracteristicas hidrogeológicas propias.
El rasgo mds sobresaliente de estas bandas rnarginnles es que
los diques, aunque menos numerosos que en el nacleo, pueden
actuar en su mayorfa como barreras que retrasan el flujo
transversall a (cumbre-mar) del agua subterrtínea. Al igual que en el
trüperfí c i e f l-eatita adquiera U T , ~ -AL- - 1 - x ~ =
núcieo, QVWA 8wawvuCiV~
considerable y el gradienta hidráulico se hace mucho mayor que el
que corresponde a la permeabilidad intrinseca de las unidades
estratigráficas, pero, a diferencia de aquel, la difuaividad
longitudinal y vertical del aculfsro se reduce considerablemente
a causa de la menor fracturacibn secundaria.

V.4. WCIONAMIENTO HIDRODINAMICO DE DEPRESIONES GRAVITACIO-


NALES .
Los deslizamientos en masa responsables de estos amplios
valles han sustraldo una porción considerable del bloque insular,
truncando tanto la configuración previa en capas de permeabilidad
gradualmente decreciente como la modificación impuesta por los
ejes estructurales, en cuyo dmbito se sitúa siempre 1a región de
cabecera.
El resultado es un dispositivo hidrdulico mucho m&s simple,
formado por 1) un basamento impermeable (mortalbn), de superficie
s ~ n u e m a n t e inclinudu haviu S! mar a irregular en detalle, y 2) un
relleno da lavas de conductividad hidrdulicn muy elevada, en el
que se instala la zona saturada.
Prescindiendo de a l s h eventual acuffaro colgado, el agua de
infiltracidn no puede ser retenida por las lavas de relleno y
circula rdpidamenta hasta la superficie del mortalón, en donde
comienza a fluir hacia el mar adaptdndose más o menos a las
irregularidades de aquella.
Algo diversa puede ser, sin ambnrgo. la situacidn en la
región de cabecera. En efecto, la creacidn de la cubeta no

RIA 23
significa que los ejes estructuraies dejen de canalizar e l
ascenso del magma, y de hecho se producen nuevas erupciones
alimentadas por diques. La pantalla filoniana que asi se
establece ejerce un efecto de freno o de barrera sobre el flujo
cumbre-mar del agua subterrdnea, lo que se traduce en una
sobreelevaci6n de la superficie freática y, por consiguiente, en
un incremento del espesor saturado.
Hay que señalar, por Ultimo. que, al contraria que en los
valles de erosión, el fondo de las depresiones gravitacionales no
esta controlado por el nivel del mar, sino que se sit6a a mayor
profundidad; esto permite la acmulacibn de un cierto volumen de
agua en la franja litoral, como paso previo a su descarga en el
ocbano.

V.5. EE, SISTEMA HIDRAULICO INSULAR

Las aguas subterrdneas de Tenerife conforman un sistema


hiciráuiico extraordinariamente ctmplefu. PrescinUlenllo Ue algunos
aculferos colgados, que se encuentran muy cerca de la superficie
topogrdfica y deben su presencia n la mrnentdnea detención de las
aguas de infilkración sobre horizontes poco o nada pemeables, la
gran masa de las reservas hldricas se encuentra en una zona
saturada general, comprendida entre dos supeYficies irregulares:
1) La superficie f r e t í t i c a (real o virtual), que establece el
limite superior del sistema y reproduce, a grandes rasgos,
la topografia de la Isla; su altura es mdxima en el drea de
Las CaFíadas y desde ahl desciende gradualmente hasta
alcanzar la cota O en la franja litoral.
2 ) El zdcnlo impemable, que es o1 limite inferior del
sistema, por debajo del cual ya na hay reservas hldricas
significativas; al contrario que la superficie fredtica,
e s t a fuertemente controlado por la geologla.

V . 5 . 2 . LA SUPERFICIE FREATICA
T-
ha fem de ! u superficie fredtica tiende a adaptarse a la
topografía insular aunque mds suavemente que esta; en detalle,
tiene irregularidades condicionadas por la estructura geológica
del subsuelo, destacando: a ) un perfil escalonada impuesto por
?os diques, b) una pendiente media a n o m l n e n t e fuerte (10-158),
y c) un gran entrante o depreaibn en la franja correspondiente al
valle de Icod-La Guancha. La culminaci6n de tal domo hídrico estd
situada en el drea de Las Cañadas n unos 2000 m de cata, es
decir, muy próximo a la. superficie topográfica, y desde aqui
desciende paulatina, aunque irragu lamente, hasta a 1canzar e1
nivel del mar en la franja litoral.
- INICIALES
La -e-m-+-rl de !u ,-up-rfiere fr9Atice nr!
YVC14U_ Un rnom~anto
dado puede ser conocida con su n precisnón en casi toda la isla a
causa del gran rimero de captaciones que la interaectan. La
geometría que tenia en 1973 y 1985 hn podido ser reconstruida en
base a los datos de los Inventarios de tales años, Y se tiene
ademds una idea muy aproximada de la situacidn en el momento en
que comenzaron las extracciones (a finales del siglo pasado). La
trascendencia de este tipo de reconstrucciones reside en dos
aspectos:
1) Comparando la situacidn actual con las precedentes puede
establecerse el volumen de terreno drenado a lo largo del
tiempo, lo que orienta sobre la evolucidn del estado de las
reservas.
S ) Establecido el volumen de terreno drenado en el determinado
período, y conocido también el volumen de agua extraldo por
las galerias en el mismo lapso de tiempo, s e obtienen infor-
maciones esenciales sobre algunos parhetros hidrogeol6gicos
del medio físico y sobre el funcionamiento del sistema hi-
drdulico, con lo que pueden hacerse predicciones sobre zonas
en que e x i s t e un nivel de conocimiento menor.

El zócalo impermeable, sobre el que ya se ha hablado en


apartados anteriores, no esta constituido por una unidad
estratigrdfica definida, pues su presencia depende no sólo de la
naturaleza intrinseca de las rocas sino también de su estado de
alteracibn Y cornpactación. Estos factores, unidos a que en la
actualidad s61o es intersectado por un número relativamente
escaso de galerias, hacen que su definición resulte mds
problamdtica que la superficie fredtica,
- Fuera de los ejes estructurales coincide, en general, con la
Serie 1, pero a ella pueden agregarse, en ciertas zonas, los
niveles inferiores y medíos de la Serie 1 1 .
- En las depresiones gravitacionales está conformado por el
mortaldn, que, en las porciones media y baja de estas
cubetas puede tener una potencia de algunos centenares de
metros, si bien no ha sido atravesado todavia por ninguna
perforaci6n.
- En el ámbito de los s j e s estructurales no hay, aparenternen-
te, zdcalo impermeable por encima del nivel del mar, o al
menos todavia no ha sido infersectado por ninguna gaieria.
La razón de ello estriba en que la fracturnci6n abierta,
asociada a la intrusión Zíloniana, ha inducido en el subsue-
lo una permeabilidad secundaria que afecta no sdlo a los
niveles medios y altos da la secuancia estratigráfica sino
tambidn a la Serie 1.
Vna carecteristicu esenuxr! del zdcalo. utilizada con
frecuencia como elemento da diagnástiso, es la presencia de
temperaturne relativamente elsvadae. Esto es debido a que Tene-
rife, como toda drea de volcanismo activo. es sede de una anoma-
lia termica positiva, propagada desde la profundidad por con-
duccibn, En los niveles en que circulan aguas subterrdneas, Bstas
actúan de refrigerante y la ansmalia es contrarrestada en mayor o
menor medida, según la importancia del flujo. En cambio, cuando
la circulaci6n es escasa o nula, la temperatura en un punto
determinado es funcidn exclusivamente del gradiente geot4rmico
andmalo, y su magnitud depender6 de la profundidad.
La determinación precisa de la geornetria del zdcalo
impermeable es esencial para la cuantificacidn de las reservas
hfdricas y para poder determinar la vida Otil de un gran número
de galerías. La configuración utilizada en o1 presente estudio es
s61o aproximada a causa de que, exceptuando las captaciones
visitadas y un cierto número de las restantes, la informacidn
geoldgica referente a las perforaciones tiene una antigüedad de
15 años (inventario del SPA-15) y no se corresponde con la
posición actual de los frentes.

V. 5.4. ZONA SATURADA GENERAL

La zona saturada general es la que pr~porcionacasi todo el


caudal extraido por pozos y galerlas, Y aunque su conocimiento es
esencial para racionalizar la explotación, no resulta fdcil a
causa de que el medio fisico que aloja el agua es muy heterogdneo
tanto a pequefia como a gran escala, como ha sido expuesto en
apartados precedentes.
El establecimiento de la zona saturada ha sido un proceso
inseparable del crecimiento geoldgico de la Isla y, por ello,
verificado en un tiempo prdcticamente ilimitado que, gracias a
una configuraci6n del subsuelo excepcionalmente favorable (gran
nlimero de diques verticales que dificultan el flujo lateral del
agua), permitid la acumulacidn de un colosal volumen de reservas.
Antes de que comenzara la explotación del acuifero general,
todas las partes del subsuelo situadas por debajo de la
superficie fredtica Y susceptibles de acumular agua en razón de
su porosidad, estaban saturadas, con independencia del grado de
intercomunic~cidn entra las diferentes partes dei acuífsro. E l
sistema se encontraba en equilibrio dindmico, de modo que las
aguas de lluvia infiltradas venlan a sustituir tanto a los
manantiales naturales como a los derrames subterrtineos hacia el
mar en la franja castesa,
En estas condiciones, el limite superior del sistema
(superficie freática original) estaba relativamente cerca de la
superficie del terreno e incluso en algunas areas la
intersectaba, por lo que en tales puntos existlan surgancias
naturales.
Con el inicio de las extracciones se introdujo un nuevo
factor que vino a r m p e r el equnlibrlo. Las infiltraciones
dejaron de compensar las salidas, comenzaron a drenarse reservas
Y, paralelamente, la superficie freatica descendió paulatinamente
en las zonas explotadas. La primera manifestación de este
descenso fue la desaparición de aquellas surgencias que, debian
su existencia a la interseccidn de la superficie freáticn con la
superficie topogr8fica. La segunda manifestacidn fu4 obtenida por
las mismas captaciones, pues pronto se vi6 que para alumbrar agua
no bastaba con llegar a ella, corno en las galerias-naciente, sino
que ademds habla que reperforar periódicamente, so pena de ver
mermados los caudales; con contadisimas excepciones, la carrera
hacia la profundidad prosigue en la actualidad.
La explotacidn de esta zona saturada por las galerias indujo
unas transformaciones en el acuifero original, que lejos de ser
uniformes, denunciaron afecciones muy desiguales, poniendo de
manifiesto la gran heterogeneidad del subsuelo insular. Esto,
unido a notables diferencias en el grado de explotacidn ha
modificado sensiblemente el volumen original de reservas, y en la
actüaiidad pueden distinguirse tres situaciones dentro del
conjunto de la Isla:
a) Situnci6n de acusado agotamiento . En el la se encuen-
tran el macizo de Tigaiga, grandes dreas de la vertiente sur
Y, en particluar, la mayor parte de la Dorsal NE (Zona VII),
en la cual las galerías situadas a cotas altas y medias han
quedado colgadas por encima del nivel fredtico.
b) Situación de agotamiento paulatino. Este estado se corres-
ponde con la Dorsal W y parte de la NE (Zona VI), en donde
el descenso del nivel e s t a comenzando a notarse en la actua-
lidad, con la inutilización de algunas galerfas muy altas.
C ) Situncidn de equilibrio. Puede definirse a s i la región cen-
tral de la Isla (depxeaidn de Las Cañadas); la recarga
compensa aún las extracciones, por lo que la superfice
freáiica mantiene una configuración muy prdxirna a ia origi-
nal.

-
LAS

V.6.1. LAS GALERIAS

Tenerife estd perforada por algo m&s de un mil lar de


galerlas horizontales que totalizan unos 1620 km de longitud,
Pertenecen a cuatro tipos b d s i c o s : galerlas-naciente, galerias
convencionales, socavones y galerias POZO.
Cuadro S.6.1 , - Tipos de gnlerias existentea en Tenearife.

a) Galarias-naciente. Son casi 340 y representan el tipo más


primitivo de captación, ya que en su mayor parte fueron
realizadas en ln segunda mitad del siglo pasado, en dreas en que
existfan nacientes naturales; su finalidad fue la de mejorar el
i-enciimiento de Astos. Lü loñgitüd de cada uña de ellas es, por lo
general, corta (entre 200 y 300 m de media) Y el caudal que
drenan es bajo, por lo que la produccidn total de 220 l/s, es
decir, poco más del 3% de la producción insular. El agua drenada
no procede de la zona saturada general sino de aculferos
colgados, situados cerca de la superficie tbpogrdfica, en donde
las aguas de infiltración son momentdneamante retenidas por la
presencia de algún horizonte impermeable. Por esta razón, y al
interceptar directamente la recarga natural, no drenan reservas,
y su caudal tiende a ser m8s o menos constante, dependiendo de
las fluctuaciones clim8ticas.
b) Galerlns convsncionales. Son perforaciones profundas que
drenan o han drenado aguas de la zona saturada general. Su
longitud es de 3 km por tdrmino medio, pero no son escasas las
que superan los 5 km. De ellas proviene la mayor parte (71%) del
agua disponible, ya que en total extraen actualmente un caudal de
unos Y9OG iis.
Su nhero es de unas 500, pero no todas son productivas. Mbs
de un centenar avanzó por terrenos ya drenados o bien extrajo (o
+
A u j
m ,,,ri.i,I
w u u u u r u ~
i n c z i r r n i f irrnt.net
A L I L I J I = ~ . I ~ I
+ g r ~ k
p ~ y
A V U I I - v u
qid=
p
z i ~ ~ ~ r
otras 50, aproximadamente, que, habiendo alumbrado buenos
caudales en su dfa, ahora han quedado secas por el paulatino
abatimiento de la superficie frehtica.
En definitiva, el número de galsríns Gtilsa es de algo mds
de 300, mds otras 25 que avanzan en busca de su primer
alumbramiento. Hay que señalar que sn el momento presente han
dejado ya de presentarse solicitudes para Ia apertura de nuevas
obras, por lo que, teniendo en cuanta el largo tiempo que
transcurre entre la iniciación de la galería y la llegada al
acuífero (8 d 10 años), en el futuro debard contarse tan s610 con
iás galeriaa que ya existan, cvn e! agravante do que muchas de
ellas irdn dejando de ser productivas a medida que progrese el
descenso de la superficie freatica.
El alumbramiento de agua en este tipo de captaciones tiene
lugar cuando el frente intersecta la superficie fredtica, 10 que
puede suceder "de capa" 0 ddetrds de un dique, y normalmente se
sigue avanzando dentro de la zona saturada hasta obtener el
caudal conveniente. Como la recarga natural del sistema e8
insuficiente para compensar las extracciones, la superficie
fredtica tiende a ir retrocediendo gradualmente, con lo que es
necesario seguir reperforando para mantener el volumen de las
extracciones. Mientras se avanza dentro de l a zona saturada, los
alumbramientos son discontinuos e irregulares e incluso pueden
ser drenadas aguas de temperatura y quimismo d i v e r s o s en puntos
muy prdximos, todo lo cual revela la heterogeneidad a pequeña
escala del subsuelo insular.
Ln producci6n obtenida por cada galeria depende, entre otros
factores, de la permeabilidad de los terrenos, y por tanta varia
mucho, pudiendo superar los 200 lis. Sin embargo, la distribución
insular Uv caudsles no e s enteramente aleatoria sino que se
observan claras afinidades por zonas o sectores, lo que demuestra
que el medio flsico que aloja el agua está organizado seg6n
ciertas pautas. El final de la vida Qtil de una galeria puede
llegar por dos causas, esencialmente:
1) Cuando la captación queda colgada par encima de la zona
saturada en razdn del descenso gradual de la superficie
fredtica, el cual estd motivado por las extracciones que
tienen lugar a cotas rnds bajas; &te es el caso de numerosas
galerias de la Dorsal NE.
2) Cuando la captncidn ha atravesado todo el espesor
saturado, alcanzando finalmente terrenos demasiado compactos
como para que puedan contener cantidades significativas de
agua (zdcalo impermeable). Aunque en este caso se sigue
alumbrando agua en la zona saturada, la llegada al 26cnlo
significu que el v ~ l l ~ r n eextraido
n no puede ser mantenido por
reperforacidn, por lo que los caudales tienden n disminuir
en forma logar5tmíca con el tiempo.
c) Socavones. Son galerlns que, aunque destinadas a captar
las aguas profundas, abandonaron las labores por causas
económicns o administrativas y nunca han llegado a alumbrar
ningún caudal. Su nhero es de unos 200, con una longitud media
de algunos centenares de metros, y no representan ninguna
utilidad actual o futura.
d) Galerias-pozo. En esta eategorla se incluyen unas pocas
galerias de algo mas de medio kildmstro da longitud que para
apravechnr sus aguas alumbradas requieren de elevncidn por
bombeo: bien porque estdn emboquilladas al pie de acantilados
(junto al mar), bien porque se perforaron con pendiente descen-
Los cuadros 5.6.1.1, 5.6.1.2 y 5.6.1.3 recogen tabulados
los datos m88 significativos según tipos de galerla en loa
últimos inventarias,

Cuadro 6 . 6 . 1 . 2 . - S i t t i r c i d a de l a 8 g a l * r i a s e x ~ s t e ( ~ f ee $n TCDCrifC en lS79 ( F u e n t e : W C - 2 1 )

CON AaUA

1
TOTAL d e DALERIAS
Galcriar - aac~ente
@al cr iea c o a v e ~ cI oaa l c i

Socavones

El HISTORIA LAS GALERIAS


La captación de aguas subterrdneas en Tenerife ha sido una
empresa exclusivamente privada y, con frecuencia, emplrica.
Pueden distinguirse cuatro etapas en el desrrollo de las obras.

Comienza la perforacidn de salerias en los puntos en que es


mds clara la evidencia de aguas subterráneas, es decir, en las
dreas en que existen manantiales naturales; de este modo se
abren ya el 90% de las galerias-naciente, muchas de las cuales
continúan alumbrando agua en la actualidad. Casi todas ellas
explotan acuiferos colgados, aunque unas pocas drenan ya la zona
saturada general en puntos en que la superficie fredtica
intersecta La superficie topogrdfica (cuenca de Aguamansa y
A-1
kr- s - m h e
u o r r a i i u w ~u v r R ~ )'
s Ek&i-j~l).

Asimismo, en la parte baja del Bco. de Godinez se comienza a


perforar algunas galerias que, al no encontrar alumbramientos
importantes cerca de la superficie, siguen avanzando hasta pro-
fundidades considerables, con un m8ximo conocido de 1500 m entre
galeria princípal y ramales (Hoya de Palo Blanca).
En esta fase inicial, zonq saturada g e n e r a k permanece
prtlcticmente intacta y la explotación se limita casi
exclusivamente al aprovechamiento de acuIferos ~olgados.

En la Doraal HE, cuya escarpada orografía es la rnds


favorable a la obtención rdpida de buenas monteras, comienzan a
perforarse muchas de las gnlerias convencionales que, mAs
adelante, alumhrardn aguas de la zona saturada general. Asimismo,
algunas de las galerias de Aguamansa y de los barrancos del Rio y
Badajoz, iniciadas en la etapa anterior, reperforan ante el
retroceso de la superficie fredtica; el 4xito ya comprobado da
estas Yltirnas captaciones hace que en sus proximidades se
emplacen nuevas obras.
En esta etapa es cuando comienzan producirse primeros
abatimientos del techo & zona saturada general, si bien
escasa magnitud con cardcter muy local. La actividad extractiva
de las galerías-naciente ha determinado la desaparici6n de gran
parte de los antiguos manantiales naturales, con lo que la Isla
pasa a depender casi exclusivamente de las diversas obras de
captaci6n.

39 ETAPA: 1930-1945

Un importante niimero de galerias convencionales iniciadas en


la etapa anterior conectan con el acuifero profundo de la Dorsal
NE en ambas vertientes, asi como en ei vaile de La Orotava; ias
longitudes perforadas hasta intersectar la zona saturada no
suelen sobrepasar los 1800 m. En el resto de la Isla las
captaciones son muy escasas (en Gula de Isora Y en Los Silos).
Ea ex~lotacidn zona saturada seneral comienza g
afectG volumen reservas, y nivel fredtico desciende en
las dreas que existe una mayor concentración de salerias. Al
final del periodo, la calda del nivel llega a sobrepasar los 100
m en algunas secciones de la Dorsal NE, aunque en el resto de la
Isla permanece inmutable a causa de la recarga natural y de la
fuerte inercia del sistema.

48 ETAPA: 1945-1965

Se generaliza en toda la Isla la explotación de aguas


subterraneas por medio de galerias, con lo que ai finai de este
periodo y a hnbian sido abiertas e1 90% de las que existen en la
actualidad. Esta intensificacldn en las labores produce un
incremento progresivo en los volthnenes extraidos, llegandose a
alcanzar ni finai del período Pus 7000 l i s do prvdüezi6n total.
Salvo en escasas dreas (Las Cafiadas, por ejemplo) la recarga
metedrica local es mucho menor que las extracciones y la
süperffcie frudticu tiende u u h t l r s e , p o r 1-53
g ~ e g~l~rias
tienen que reperforar casi constantemente para mantener la
producción. El Areea m t b afectada por abatimiento es Dorsal
NE, dondela densidad _ri? red de captaciones y la intensidad
de la explotacibn han determinado un_ fuerte caidq en lQs niveles
&J.- asun. modo las salerins altas pasan quedar
colsadaq --
sobre la zona saturada (secas).

RPA 33
SP ETAPA : 1965-ACTUALXDAD
Ea extraccsón de aguas subterrdneas por medio de galerias
alcanza el techo da su praducc~bne n el comienzo del periodo. Y a
partir de e s e momento as lnlcna el descenso, paulatino pero
ininterrumpido, de 1% produccibn total por este media, Este
descenso no es sincrónico a n toda la Isla, ni tampoco se verifica
.,"
con la misma intensidad en cada una de las zonas, dependiendo de
1 - a #ireruau rfrcunvtancias ~ U P p ~ e l e n afect&rlesr ~6cblo
impermeable, rnortalbn, abatirnnento de la zona saturada. etc..
La caida en la produccidn de I n s galeuáas hubiera sido mayor
en este periodo de no mediar la cmrcunstancla de que un número no
escaso de perforaciones m&s recientes i n t e r s e c t a r o n por p r i m e r a
vez el acuifero profundo. A pesar de ello, caudal total
extraido ha disminuido en p
& & 2000 l / s durante Iris dos últimas
decadas.

V.6.2. LOS POZOS.


La existencia de pozos para a p r o v e c h a r agua en 1a Isla U s t a
al menos del siglo XVI, pero hasta tiempos recientes, en que
se pudo contar con medios de elevación mds potentes y eficientes
(en sustitucidn de los tornos tradicionales), se limitaban a
perforaciones verticales de escasamente una decena de metros
hasta alcanzar el nivel saturado en la misma linea de costa o
bien un aculfero colgado sedimentario (Vega de La Laguna). Estas
captaciones, conocidas como pozos ordinarios, son cuantitativa-
mente irrelevantes en el a s p e c t o estrnctivo por lo que se ha
prescindido de ellos en este trabajo.
Los pozoq profundos se han desarrollado fundamentalmente en
las últimos treinta años, coincidiendo con el declive de las
galerlas y como alternativa (tienen un coste energetico del que
carecen aquellas) para paliar el descenso global de sus caudales.
Inicialmente se embosuillaron prdxirnos a l a c o s t a , pero se han
ido separando de ella para amortiguar los efectos de la intrusibn
marina o/y en raz6n a que l a s nuevas obras no afecten a las
preexistentes (distancia de 1000 m condicionada administrati-
vamente). Salvo casos aislados, actualmente los pozos tienen su
brocal n menos de 500 m de ait4tud (a partir de los 400 m de
altura de eievacibn se requieren equipos especiaiev y ~ e s ü ~ t a
demasiado caro el producto final) y explotan la franja perimetral
de la zona saturada general, inmediata a su descarga al mar y
casi al nivel da bste; en consecuencia, basicamente extraen
recursos y ñu soservas. SU d;&+lbucíón s e c g r U E i c ~nlcnnza A c n a i
todo el contorno insular; de los iniciales enclaves de los valles
se extendi6 al resto de la franja, ubic&ndose preferentemente en
barrancas Y vaguadas para economizar perforaci6n.
Los m& de 300 pozos ~rafundos existentes pueden
clasificarse en las dos categorías siguientes:
vancionales. Son c a s i 19 ; se caracterizan por su
r (unos 3 m) y por l slsterna trad~cional de
perforacián v rtieai. Su profundidad m s d ~ aes de un centenar
de metros, pero los productivos Iaiso s de 100) tienen
como promedios unos 178 m de profundidad Y unos 350.000 rn3
de volumen anual aprovschado. L amplitud de su sección
transversal permite realizar galerías horizontales de fondo
(algo más de 100 m de media en los productivos), en el
contacto con la zona saturada; el aumento de la superficie
dsenante incide en una menor depresi6n del nivel estdtico
para un mismo caudal de bombeo (equivalente a un mayor
caudal de explotacibn con la misma depresión), lo que atenh
la posible Intrusidn rnarñna (ley de Ghyben-Herzberg Y co-
rreccibn de Hubbert).

Cuadro 5.6.2. - Tipos de pozoa existentes en Tensrííe.


TIPB NQ PWF.{kni) L(l/sl EXTR.(h~/afio)
Pozos ordinarios 120 1.7 10 O
I
Pozos convencionales 286 40.5 1208 38
Pozos-sondeo 31 9.5 358 11

pozos-sondeo . Han pro1 i f erado en la 0 1t ima decada hasta


alcanzar algo más de una treintena. Consisten en sondeos de
perforacidn mecdnica Y gran didmetrs (hasta SO cm), por lo
general entubados hasta casl el fondo, en cuyo interior se
disponen la correspondiente bomba vertical sumergible y la
tuberia de impulsi6n. Por termino medio su profundidad al-
canza los 300 m y iss actualmente ~raQuctivos íüproxirnada-
mente la mitad) extraen casi 600.008 rng/af50/pozo. La rapidez
de su ejecución y su menor coste de inversidn se contrarres-
tan con la imposibilidad de realizar galerlas de fondo para
--
' ~ 2 ; j o r ü rSU rendfmientv; C s t v es !u causa de qMe CIR frt?c~er!-
cia, al coincidir puntualmente con terrenos de permeabilidad
moderada/baja, se profundicen en exceso (por debajo del
nivel del mar) para conseguir con la suficiente depresidn
del nivel egt4tico una mayor afluencia de caudal, pero de
agua salobre.
El rdgimen de bombeo de l o s pozos es muy desigual según las
zonas y las estaciones; el mismo se adecfia a las oscilaciones de
la demanda de agua ( s a s t j n el uso preferente y el r6gimen de
lluvias) y las restricciones energetico-econ6micas [discrirnina-
cidn horaria en las tarifas sI&ctricas). A s i , aunque se conozca
el caudal de b eo (el que dan las instalaciones Y los equipos
anejos), para e uar los Y Q ~ enes realmente extraidos s s preci-
sa disponer de loa partes detallados de las horas en que se ha
elevado (oscilan entre 3000 y 7000 h/año) o de contadores totnli-
zadores volum&tricos, lo que no está generalizado-En este trabajo
la evaluaci6n de extracciones se ha realizado en base a los datos
detallados suministrados por las propias Comunidades de agua,
cuya colaboracidn pfiblicamente agradecemos.
Existen algunas pocas dreas de la franja perimetral de la
Isla donde a h cabe y se deben realizar nuevos pozos para inter-
sectar el flujo que se acumula antecedisndo a su descarga al mar;
pero tambidn hay otras en que la explotaci6n es demasiado intensa
Y existen indicios de intrusi6n marina, lo que deba ser corrobo-
rado por los estudios en curso. EB prondstico global de e s t e
trabajo es que la extraccibn total por pozas se incrementar& en
la prdxima decada en unos 250-320 l/s, equivalente a un 18-22 %
del aprovechamiento actual.
m

Los cuadros 5.6.2.1, 5.6.2.2 y 5.6.2.3recogen tabulados los E


datos mds significativos según tipos de pozos profundos de los
últimos inventarias. Para comparar con los correspondientes de -
las galerias (v.pdgs, 31 y 323, el volumen extraido se expresa m
O
E
como caudal medio anual en l/s, notablemte inferior al caudal d e E
2
bombeo. E

Cuadro 5 . 6 . 2 . 1 . - S i t e a c i 6 a de l o a p o z o s t x i s l c n t e * en T F n r r t E r r m 1973 (Fuente: SPA-t%)

sin neon

Cuadro 1 , 6 . 1 . ~ . - 3 l t e r c i d n d e las p o m a c x l s l e i p t c r e n T e a t r ~ f een 1979 ( F u e n t e : HAC-28)

CON AGUA

PROFUXD. LOYG. RAH. CAUDAl

RIR 37
V . 6 . 3 LOS MANANTIALES
Antes de que se iniciasen las primeras galerias, las
surgencias naturales constituian, prdcticamente, la única fuente
de suministro de agua de la Isla. Su caudal total, a mediados del
siglo pasado, puede cifrarse en unos 700 l/s, de los que 100
nacIan en la vertiente sur y 600 en la norte, concentrdndose el
mayor volumen de agua en el valle de La Orotava (300 l / s ) .
Por su ubicaci6n y naturaleza puede establecerse tres
grupos de surgencias:
a) Manantiales altos (de medianias o de cumbres), que
provenian de acuiferos colgadas muy superficiales o bien del
contacto de la superficie fredtica del acuifero general con
la superficie del terreno en sus partes de más pronunciada
orografia (Aguamansa, Bco. del Rio y Badajoz y BCO. del
Infierno).
Muchas de las fuentes relacionadas con aculferos colgados
permanecen actualmente en las mismas condiciones de
surgencia que antaño, conservando sus primitivos caudales,
que e n un reciente inventurlv 9 e estimaran e n 15' ! / s . Otras
fueron socavados por pequeñas galerías al objeto de mejorar
su rendimiento y su caudal actual se cifra en algo m&s de
200 l/s. Finalmente, un buen número de aquellos antiguos
nacientes se localizan en los metras iniciales de muchas
galerias canvencianales y , aunque no se conoce con exactitud
su caudal, tal vez asciende a 75-100 l/s.
En definitiva, los aproximadamente 400 l/s que producian
aquellos acuiferos colgadas, hoy en dla siguen
rnanteniendose, no habiendose visto afectados, por tanto, por
la perforación de galerlas.
En cambio, los casi XSO l/s que brotaban como consecuencia
del contacto de la superficie saturada general con el
subsuela exterior de la I s l a , han desaparecido casi por
comp.leto a causa del descensa de aque 1 la despubs de que
comenzara la explotacibn del acuifero general por medio de
galerias. Tanto 10s nacientes de Asuamansa como los del Rlo
Y Baaa4oz que ios de esta s i r l a . En
cuanto a fos 3 brotaban en el Barranco
del Infierno, en Wdeje, en la actualidad se han reducido a 6
u 0 1/23.
b) Fuentes coateras. es decir aqu6llas que manaban en los
cortados escarpes de la costa septentrional. Su caudal se
cifraba en unos 150 B/s que prtlcticarnente se perdian en el
mar sin ser aprovechados. Con el comienzo del presente siglo
se emprendieron algunas obras para posibi 1 i tar su
utilizacidn con lo que hoy en dia puede que esten aprovecha-
das un 50% de las aguas que brotan por los acantilados.
e) Finalmente las f u e n t e s de baja marea o 'bueyes agua"
no eran sino afloramientos de agua dulce por debajo del
nivel del mar o en su misma superficie. Se conocia aproxima-
damente la locaiizaci6n de muchos de ellos, pero se desco-
nocia su cuantia y ni se llegaron ni se llegan a aprovechar,
dada su fdcil mezcla con el agua marina.

V.7.1. JUSTIFICACION DE LA DIVISION REALIZADA


Son tan considerables las diferencias dentro del subsuelo
insular que, tanto desde el punto de vista te6rico como desde el
prdctico, no puede ser considerado como una unidad homog4nea. Las
diferencias principales son las siguientes:
1) E1 volumen de agua que se infiltra varia mucho de unas Breas
a otras. Esto es debido no sdlu a la diversidad de la
pluviometria sino también a la facilidad o dificultad con
que el agua llega a la zona saturada.
2 ) El medio fisico que aloja el agua es extraordinariamente
heteroseneo y anisdtropo. En 6 1 existen fuertes variaciones
de los pdrarnetros hidrogeokógicos (sobre todo en cuanto a
penrreabflidad y zapaciduí? de u?mucen&viento!, y esto tiene
lugar no sdlo en la vertical sino tambien lateralmente.
3) Hay dreas en donde Pa circulación subterránea del agua estd
eondicion&da por la presencia de un z6calo impermeable,
mientras que en otras no existe por encima del nivel del
mar,
4) Despu&s de casi un sigla de explotaci6n, la zona saturada
general ha experimentado extracciones muy variables en las
diversos puntos, y e l volumen da reservas disponibles
actualmente no es el mis en todas las zonas.
Todo lo anterior hace inpreacindible que al abordar tanto el
conocimiento cama la racionalizacidn o a l tratamiento de las
aguas subterrrtneas haya que considerar l a i s l a como un mosaico de
ZONAS :

Lo primero que destaca son las peninsulae# de T m o Y Anaqgr


(Zonas 1 y VIII, respectlvarnente). Estan conformadas por
terrenos antiguos y c pactados que apenas permiten la
circulacidn subterránea del agua y que, por tanto son m8s
aptas para el aproverhnrnlento de I n s aguas superficiales.
Una zona muy b i e n indivlduaPizada Y de caracteristicas
totalmente opuestas a las anteriores es la constítuida por
la dspresi6n de Cafíadas y valle salida (Zona 111).
En este caso, la capacidad de almacenamiento del gran
espesor de materiales que rellenan la cubeta es
extraordinariamente elevada, por la que hay una fuerte
acumulaci6n de reservas, casi confinadas entre terrenos paco
o nada pemeables. El conf lnamiento parece estar
interrumpido en los ejes estructurales, por lo que puede
existir una transferencia de agua hacia las Zonas 1 1 y VI y ,
por otra parte, hay una recarga importante gracias a una
infiltración muy eficaz del agua meteórica.
El macizo Tigaiga íZona V.I... constituido pr l a v a 3'-"m"

fonoliticas de muy baja conductividad hidrdulica, resalta


como un islote entre las dos depresiones adyacentes (Icod-La
Guancha y Valle de La Orotava), que incluso se introduce
ligeramente (La Calera - Los RsaPejos) en la mds oriental.
La Zona I V formet un amplio sector & circulo en torno a Las
Cañadas por & J
. a, bien definido geoldgicamente por la
presencia de un grueso y extenso paquete de l a v a s fonoliti-
cas poco pemeables.
La dorsal topoqrdfica m, con actividad volcanica reciente,
es el eje sobre el que se asienta la Zona 11, regi6n confi-
nada entre el macizo de Teno (Zona I ) y el borde oriental
que configuran las Zonas III Y IV,
Finalmente, sobre la dorsal E, entre Las Cañadas y Annga,
se diferencian dos bandas trnnaversaies 3-3, cüya d i v f e u r f a
coincide con limites de las das depresiones gravitacionales
que comprende (borde oriental del valle de La Orotava y
pared sur del valle de Gülrnar). La regidn mas occidental
[Zona V i j se caracterízn, adeads U e -fir !a peculi~ridnddel
y--

valle de La Orotavn, por una mayor anchura del nGcleo del


eje estructural. La restante (Zona VI11 presenta como singu-
laridad adicional al valle de Güinanr la estrechez d e su
&-dita .
Dentro de cada una de las unidades territoriales anteriores,
divisidn se ha basado en criterios bdaicamente geológicos
mas patentes Y diferenciadoses), tambidn s e manifiestan
o t r n e desisuatdade~cuyos limites territoriales estan sensible-
mente claros. Dichas desigualdades pueden agruparse en dos cate-
sorfas segdn que el tipo de los caracteres diferenciadores predo-

XA 40
minantes sean, en un caso. los ge~hlctrol6cricoaY, en el otro, los
ralativos a las capitacdaneq y los hidrorlreo~ógicoep localw. La
orientación de los lirnztes correspondientes se alinea preferente-
mente en dirsccidn transversal (cunbse-mar) para al primer caso y
sensiblemente pnrateln a la costa en eB segundo. Con allo a la
división zona1 se Be superponen suceaivnmente dos subelivisiones:
la primera, genera el nibita de Bati SUBZONAS Y , la segunda, el de
los SECTORES, respectivamente a las ~ategorinsantedichas.
En la zona iV, Ba presencia del eje estructural Sur y cam-
bios en las caracteristicas geoldgicas y geohidroldgicas de los
materiales, constituyen las razones de la subdivisión en tres
subzonas. En la zona V , la existencia de un deslizamiento en masa
de una fracción NE del macizo de Tigaása sobre el valle de La
Orotehva Cposterior, de menas magnitud y sobrepuesta al general de
dicha depresidn gravitacional) es la causa de diferenciar dos
subzonas. Finalmente, en la Zona '411, la presencia del valle de
Güímar en la vertiente sur, la componente NE del buzmiento de la
doraal y diferentes g r a d ~ sde evolucidn del sistema han motivado
la distincibn de dos subzunas.
Por otro lado, la explotacidn de la franja costera, básica-
mente mediante pozos, presenta unas marcadas diferencias con la
del resto del edificio insular. Por ello, con cardcter general,
se ha adaptado la curva ds nivel topogrdfico 500 m (v. p d g . 351
para diferenciar como sectores las bandas inferiores de zonas Y
subzanas; se .exceptíta la vertiente sudoeste de Teno (Acantilado
de Los Gigantes) donde no existe dicha banda. El paso de Las
Cañadas a su valle de salida (Zona X I I ) , el núcleo (m$s elevado)
de los ejes estructurales (Zonas I I y VI), la presencia de manan-
tiales naturales en drens determinadas (Subzonas IV.2 y IV.3), la
conveniencia (por motivos estrat$gicos de abastecimiento a pobla-
ciones altas) de mantener algunas captaciones (Zonas VI y IV,
complementando las razones anteriores) o, simplemente, el cambio
de vertiente topogrdfica (Zonas V I 1 y VIII) son los criterios en
que se ha basado la subdivisián final en sectores hidrogeológi-
COS.

Como resultado final de todo ella es al mapa de E. zonas, 7


subzonas y 38 sectores recogido en el plano de zonificación que
ilustra el comienzo de este documento.

V.7.2, ANALXSIS Y CONCLUSXBMES POR ZONAS.


Seguidamente se expone una b m v ~ B S C T ~ P Cde
~ ~cada
Q zona
(rasgos g e n e n i l e s y captacionvv existentes], un gp5lisiq
situación hidrogeol6gica Y una promosie sobre g g svoluckpn Y las
extracciones esperadas en la misma (tangase en cuenta que en ef
caso de las galerias sa contabiliza su caudal por la Pocalizaci6n
de los puntos reales de al ianto Y no por la ubiencibn de
sus bocaminas) en dos horizonte@ t&mporalss (1991 y 1997). Una
infomacibn mba desagregada, por sectores hidragaolbgfcoa, se
adjunta en el Anejo n 8 2.
ZONA 1
MACIZO DE TEN0

1 OWIOISiANCIA QIRVAS DE NIVEL SbD m l r


ZONA I

RASGOS GEPJERALES

Se corresponde con la escarpada península de Teno, que estd


formada mayoritariamente por teu3aZes bnsdlticos antiguos,
e s c n s m w n t s penwables. Estos basaltos conforman un gran edificio
volcdnico singular, muy destruido p o r la erosión, al que se
asocia un sistema secundario de e j e s estructurales que todavia
conservan algunas fracturas abiertas.
En In porci6n septentr~onalexiste una plataforma costera
(Isla Baja) ganada al mar por las efusiones Idvicas de algunos
aparatos recientes (Volcdn de Taco. por ejemplo); la
permeabil idad de estos terrenos es muy elevada y ha permitido al
emplazamiento de aigunos pozos.

B) EXTRACCIONES

La región montañosa de Teno está


explotada por galerias convencio-
nales. Las que superan l o s 1500 m de
longitud son apenas una decena y han
alumbrado aguas en relaci6n con di-
ques fracturados y fisuras secunda-
rlas. El bajo rendimiento obtenido,
IR -mala calidad del liquido y las
condiciones de perforacidn difíciles
(par presencia d e gases, sobre todo),
han determinado que en ninguna de
ellas se haya registrado actividad
durante los dltimos años, pasdndose,
a s f , de un caudal total de 140 1Js e n
1973 a unos 90 l/s en 1985; esta
tendencia n una suave disminucián de
las extraccí~nasse mantendr-8 en el
futuro.
AdemÁs de las captaciones precedentes, existe un número
relativamente elevado de gaiarias-naciente que dsenan pequefios
acuíferos colgados o aguas de infiltracibn directa; el caudal
total obtenido es da unos 12 l i s , que tenderdn a mantenerse en el
futuro, aunque con las inevitables osci laciones cl imdticas
ligadas a cambios en la pluvlonietria.
Finalmente, e n la plataform costera [Isla Baja) hay algunos
POZOS que llegaron a bombear un caudal rn$ximo d e casi 70 l/s en
4 h R C I 2 - L - 1 P.-+LIW m4&1"=dfir* 3 mr\ -,*,-.ha d<af-=np<a A n l m-+*
IY/J; YJJI ouiua~
yu, CIA FQTIL.CXI . ; ~a
~ A ~ U E ~ U W U i v I I J W ~ L ~ U UA~JI.UI.YIU \ X ~ I ~~1-a

y terrenos aiuy pemeables,


en experimentaran una calda en la
calidad del agua y hubo que reducir la producción, En la
actualidad, la impasibilidad de e f e c t u a r extracciones intensivas
sin provocar intrusidn marina, as3 corno la entrada en funciones
det l a Balsa d Taco, han etermlwado una p rdida de nrnportancaa
de e s t a a captacsonas, que e n el futura se lirnltarbn a
complennsntar lna necesidades de siego de su entorno I m d d a t o .
En defanitiva, 1a peniwsuhn de Teno no es adecuada para la
explotacidn de aguas subterrdneas a causa, entre otros f a c t o r e s .
de fa escasa Permeabilidad de los t e r r e n o s . S s n embargo, y por la
misma razdn, existe la posibilidad de captar I n escorrentia
superficial mediante un s i s t a deros Y pequeñas presas.
CAUDALES DE BXTRACCXON BW 1973, 1979, 1 9 8 5 , 1 9 9 1 Y 1997 (1/8)

Cuadro 2-1
ZONA 11
DORSAL, MJ
ZONA 1 1

Se extiande entre las relleves de Tsno Y eB drea de Las


Cañadas, y est& centrada en torno a l a Dorsal N W , que es un eje
estructural con intensa actividad volcdnica reciente.
El re1 ieve tzsne formas suaves y se asemeja a un domo
achatado que carece da barrancos profundos; la continuidad
morfoldgica únicamente est ~ntesrmpidaen la vertiente norte,
donde e x i s t e un pronunciado acantilado costero. Esta topasrnffa
condiciona fuertemente la distribucidn y longitud de las
galerfas. que, por una parte, s6lo pueden ganar la montera
adecuada con perforaciones muy largas Y , por otra, tienen
dificultades para alcanzar el subsuelo de la Dorsal.
La explotacibn mediante pozos estd muy limitada en la
vertiente norte a causa de lo exaguo da la plataforma costera,
Pero en el sur encuentra excelentes condiciones por tratarse de
una superficie suavemente inclinada hacia el mar, lo que permite
emplazar las captaciones a considerable distancia de la costa,
atenuando, asi, el risssa de intrusi4n marina.

En las vertientes norte y m, la circulación y acumulacidn


del agua subtert-Anea queda restríngida en profundidad por 1n
presencia de un zdcalo impe & l e , aur~~vements inclinado hacia el
mar, del que forman parte la Serie H y las nivelas inferiores de
la 11, La zona saturada se aloja en el resto de la Serie 11, a s l
c v m eu teisonvs nd5 rucientes ~ U Yp e m e ~ h l e ~ .
En la franja central cumbres, que e s el dominio del e j e
estructural, las diferencias de comportamiento entre las diversas
unidades estratigrdflcas quedan borradas a atenuadas por la
frncturacibn sacundnria abierta. Por otra parte, algunos de los
díques actaan como barreras que retardan el flujo lateral del
agua. lo qua da lugar a una sobreelevaci6n de2 acuifero. En
conjunto, el subsuelo de la Dorsal es una franja altamente
penwnble pero n n i s b t r w n , con una difusividad elevada en sentido
longitudinal y vertical, y escasa en el transversal (cumbre-mar).

e) FLUJO DEL AGUA


En la circulaclán subterrAnea parecen interaccionar dos
sistemas superpuestos:
-
en
mdonde
sistema e ~ i d $ r a a i c ~ ,de difuisibn k-elatlvarnente:rbpida,
el agua circula por niveles altas de buena
p e m a b i l idad. El sentido de circulación divarge
Cerca del acantilado de Icod, Ba zona saturada del acuifero
se encuentra en Serie I I , sin diques que sobreeleven la
superficie frebtica. La permenbxlídad decrece con La profundidad
Y ya los frentes actuales se encuentr n en terrenos muy
compactos; l a productividad, que nunca fue alta, ahora es
Insignificante, por lo que no se ha reperforndo sn los úitirnos
afíéis.

En la parte central Y occidental


( a l rededor de El Tanque), eP TIPO DI C U ~ ~ C I O W
subsuelo tiene una estructura muy
particular, con un amplio valle
antiguo, de direccidn perpendicular
a1 acantilado, rellenado por l a v a s
recientes muy perrneables entre las es,,,
que se disponen frecuentes almagres.
La porcion inferior de los niveles de
relleno e s t a incluida en la zona
'

saturada, y las qalerias encuentran


en ella un excelante rendimiento,
con caudales individuales de hasta
LfJu l,'s, S i n erdárg", ia p r o d ü C c i t n
gl oba l comenzar8 n disminuir a
medida que los frentes de las
perforaciones vayan al~anzando e l
zdcalo impermeable; despu4s de Bsto, I n única posibilidad de
alumbrar nuevas aguas radica en alcanzar el subsuelo de la
Dorsal. Por otra parte, los mencionados almagres dan lugar a
aculferos colgados que alimentan o alimentaron a un numeroso
grupo de m ~ ~ f i f i t i ~uJbni c
~ a d ~ n en a-antil-a~; estas agila(3i
son drenadas actualmente por galerías-naciente que Propor-
c i o n a n un caudal total de unos 30 l/s.

Por último. en la exigua plataforma costera formada por


lavas recientes muy pemeables, hay algunos pozos que por su
proximidad a la costa estdn muy sxpuestss a la intrusidn marina:
su produccidn es muy limitada (unos 15 l / s ) y dificilmente
aumentar& en el futuro.

C ) Vertiente sus
Por encima de la cota 500, Y ansiosamente a lo que sucede en
la otra vertiente, las galarias encuentran una situacidn
hidrogsol.ógíce c u y o principal condicionante es la presencia de un
zdcalo impermable, inclinado hacia el m r , sobre el q u e circulan
aguas que pertenecen a Ba porcidn epiddrmica dei a ~ u i f e s o .
Las perrforacionas es mstribuidaa sn una red poco densa y
alcanzan longitudes com das entre 3 y 4 m; durante su
avance han btenldo buen rsndzmmsntos (hasta 1 O I / s ) , pese a
la caal total ausencia de diques que sabraelevan la supsrfBcie
fredtlcn. Una gran parte ha alcanzado ya terrenos aouy conx~actoa,
Y es dificil que se produzcan en ellas nuevos a l W r a m i e n t o s , a
no ser que atraviesen e31 zócalo y e n t r e n en l a f r a n j a productiva
del sector central. Ademha. el caudal extraido por buen número de
ellas se desaprovecha dada su deficiente calidad. La produccidn
total, que era de unos S00 l / s en 1985, tenderd a d í m í n u i r en el
futuro.
Finalmente, la f r a n j a litoral esti5 explotada por pozos de
excelents rendimiento, dispuestos en una linea mds o menos
paralela a la costa y distante de a l l a unos 2-3 km, lo que atenúa
los efectos de la intrusadn marina; el espaciado entre
captaciones es ya suf ieientemnta denso y no es probable q u e
a m e n t e su n h e r o en el futuro, El caudal total bermbando en 1985
(unos 17'0 l/s) puede mantenerse sin problemas, pero existe el
riesgo de que el fuerte aumento de la demanda q u e se r e g i s t r a e n
esta vertiente de la ñsln induzca n intensificar ias
extraccíonss, lo que podria repercutir en la calidad del a g u a .
CAUDALES DE GXTRACCEON E N 1974, 2 9 7 9 , 19 5, 1 9 9 1 V 1997 (l/s)

Cuadro 2-2
ZONA 111
LAS CABADAS-VALLE DE ICOD
acantuan la con

- En 81 rllattbrj , de por s l muy poroso, la


fracturacmdn no representa un aumento
sngnzficakivo d i b a d , p u e s d e p u i si e s müy
elevada. pero ltiple de los diques
enteros debe dificultar notablemente el flujo del agua entre
el anfnteatra y el valle.
- En las parede@ & 1- da,b@?t,@, por el contrario, los diques
enteros se suman al material y a previamente impermeable,
pero los diques fracturados Y las fisuras secundarias
abiertas rompen Xa estanqueidaal Y p o s i b i i ? i t a n el trasvase de
agua desde al interior del a n f i t e a t r o hacia e l subsuelo de
las Dorsales W y NE, siempre q u ~ las diferencias de
potencial hidrdulieo io p e m l t n n .

CQNFJGURACION @& ACUIFERO CAPTACIONES EXISTENTTS


La pantalla de diques de los e j e s divide la z o n a en dos
sectores de funcionamiento hidrodinárnico muy diverso: 11 el
anfiteatro, y 2 ) e 1 valle de salida en el que hay que considerar,
ademds, l a franja litoral.

Tanto los sondeos efectuadas durante el SPA-15 corno las


au e p ~ 3 e t r - n 8 8 ? a depresidn:
* ~ ~ l e i r $ aq
c u a t r o a c-.cc9 demuestran
que el techo de la zona saturada ss encuentra a poca profundidad
bajo l a superficie topogrzífica de Las Calladas; has cotas minimas
s o n de 1600 m cerca de El Porti k lo y 1800 m cerca de Boca de
Tauce. El limite inferior del nculfero coinclds con el fondo de
la cubeta, cuya geometrln se conoce de un modo aproximad^ en base
a datos de galerias.
De acuerdo con lo anter3or. el v o l n de reservas contenido
en el sector puede sstmarse en 1000-2000 hectdmetroa ctlbicos, y
es posible que esta cifra deba ser duplicada; par otra parte, la
infiltración, que es absslutamnte e f i c a z , proporclonn una
r e c a r g a anual freeursas) d e unos 50 hectdnrstros ctlXiicos.
Hasta hace tres s cuatro a 03 sdlo exlstian un p a r de
c a p t a c i o n e s drenando e s t e reservo ia, da1 que extraian agua de
capa con un caudal sostenido de unos 408 l/s y ~ i necesidad n de
reperforar. En la actualidad ya on o t r a s t r e s l a s perforaciones
que lo han intersectado avanzan o daade Ba ~ e r í % s r idel n mfi-
teatro (Zonas f V y V I ? , y e b l futura i @diato van a sumarse n
ellas otras c u a t r o o cinco 8 que progresan a buen ritmo.

RIW
gua que van zn
carcustancias
l i t l c n extrastiva de cada
Comunidad, que ebe penetrar mucho o poco
dentro de l a zon álquier caso,
es muy elevada, Y este sector se ~ e riff s Importante
del futuro, lo que hace imperativo ~anocerlomejor a f i n de
racionalizar su explotaci6n.

b) Sector del valle Qe salida


Por razones topográfáeas, es aqui snde se han concentrado
hist6rlcamente la mayor p a r t e de las perforaciones, las cuales
captan el agua que, procedente del anfiteatro, rebosa o se filtra
a tvaves de l a pa"railn f i l o n i a n a mclt.pie. E1 flujo hacia -r
se realiza sobre e l fondo impermeable d e l v a l l e de Icod-La
Guaricha, y su intercepcidn no afecta en m o d o alguno a las
reservas del sector precedente.
La f r a n j a oriental del valle
estd ocupada por una densa red de E K I R ~ ~ ~ X . W B I I ~POR
ILI T~PO DE CAP~ACWH
galerías que han competido o ,Cm#lCM3
compiten por un mismo vol
agua. Todas ellas han l l e g a
~ s a m s n t o impermezxble y no tienen
posibi l idad de incrementar sus
caudales, que en 1986 totalizaban
unos 200 l/s; por el contrario, ha
evolución observada en los filtirnas
anos muestra una tendencia
regresiva que probablernante se
acentuar& en el futuro, cuando entre
en explotaci6n intensiva el
reservorío del anfiteatro.
La franja occidental, con cuatro
captaciones que obtienen un total de 80-90 l/s, es
insuficientemente conocida y d i f á c i l de investigar por la
presencia de gases, pero probab1emnte se encuentra en
situacidn análoga a la oriental.
La franja central, que es donde el relleno del valle alcanza
mayor espesor, esta atravesada por tres galerias que, a pesar de
su gran longitud (superior, Incluso, a 5 km), no han alcanzado
todavla el acuifero; es sin duda l a f r a n j a ntas interesante, ya
que debe canalizar gran paste da las aguas circulantes.

El . fondo impcermeabls del val le e l ~ t d situado en su


terminación n una cota s e n s i b 3 e m n t e inferior a la del nivel del
mar, lo que permite la acuweillacibn de un considerable volumen ds
agua c c m paso pr lo a su d e s c a r g a s n si oc ano. La explotación
del sector se r e a l ~ z ame mante pozos, que en au ~ a y o u f a s s t d n
embaquillados de alado ceren de I n l i n e a de costa y resultan
f h c i l r n e n t e sallnl bles. $3610 dos aa encuentran a una dlstnncia
conveniente d e l mar, lo q u e ~ n g n l f m c aque asta porción del valle
estd utilizada por debajo de sus pasibilidads~.
CAUDALES DE EXTRACCION EN 1973, 1979, 1985, 1991 Y 1997 (l/s)

Gráfico 2-3

Cuadro 2-3

TIPO OBRA 1973 1979 1985

UC 461 481 734


BP o o o
QN 1 2 2
PC 9 o 11
PS O o o

NOTACION t
GG = galrrla convtncloaal PC = pozo convcncionaI
GP galerla-poza PS = POZO-londeo
G N = grlrria-naciente
ZONA IV
VgZTICE SUR

S O D m Kmr

I OPUIU~ANCUCURVAS OC NIVEL 200 m t r


La recarga procedente de aguas meteóricas parece ser @S
importante que en las subzonas contiguas y, por otra parte, cabe
la posibilidad de que exista un cierto aporte subterrdneo
procedente de Las Cañadas.

C) CAPTACIONES

La mayor parte de las galerias estdn ubicadas en el dnsulo


m, donde la presencia de barrancos encajados garantiz6 la
obtención rdpida de buenas monteras; su concentracidn es
anormalmente alta y, en consecuencia, la superficie fredtica ha
experimentado un considerable abatimiento, La mayoria de los
frentes ya se encuentra en o cerca del zdcalo impermeable, lo
que, unido a la baja recarga, impedird mantener la producci6n
aunque se reperfore. La única posibilidad de aumentar el
rendimiento radica en alcanzar el reseworio de Las Cañadas (Zona
IXI), lo que ya se ha producido en algunas captaciones; sin
embargo, no todas estdn en condiciones de lograrlo, pues Bsto
depende de la cota de emboquillamíento.
El resto de las galerias convencionales está disperso en la
frania de trdnsito subzonn 2. Atraviesan la Serie Basáltica
1 1 y han alumbrado agua en ella, pero, aun con perforaciones
profundas (entre 3000 y '4000m), los caudales obtenidos han sido
díscontinuos y muy escasos a causa de la baja permeabílídnd de
los terrenos. En todas estas captaciones hay temperaturas
elevadas y no es posible mejorar sensiblemente las extracciones
reperforando.
La franja litoral esta explotada por pozos, la mitad de los
züu!es f u e r c n excwados a n t e s de 1973 en emplazamientos demasiado
pr6ximos al mar, por lo que se salinizaron y han dejado de
bombear. La otra mitad, de construcción reciente, ha tenido en
cuenta la mala experiencia de los precedentes y está situada ya a
mayor distancia de la costa; actualmente se extraen algunas
decenas de l/s, caudal que probablemente se incrementard en el
futuro ante la fuerte demanda en el drea.

b) Subzona 2
Aunque tiene un mayor interes hidrogeológico que las
subzonas contiguas, sdlo e s t a perforada por un nWro
relativamente escaso de gaierlas que, salvo excepciunes, no
superan los 3 km de longitud.
Los alumbramientos son siempre "de capa" al no existir
diques transversales al flujo cumbre-mar, y los caudales se
mantienen con reperforaciones de pocos metros. El rendimiento de
cada captaci6n es muy variable de acuerdo con la particular
litologia que encuentra al avanzar, oscilando entre unos pocos

MENOR l A
l/s, si s61o se encuentran fonolitas, Y 70-75 l/s si lo que
predominan son basaltos y traquibasaltos. Es aventurado hacer
prondsticos de futuro sin actualizar previamente la informacíbn
o o o l b o i m e h i d r ~ q e ~ l h g i c c ,pero, ion los datos disponibles, no
parece que se vayan a producir cambios notables en el volumen de
agua drenado por este tipo de captaciones.
Ademds de los alumbramientos precedentes, que son los
efectuados en la zona saturada general, hay que destacar los
frecuentes acufferos colgados que existen en el sector de
cumbres. En unos casos son captados por galerfas-naciente y en
otros se sitúan en los primeros metros de las galerias
convencionales; el caudal total que procede de ellos fluctúa en
torno a los 9 l/s, que tenderdn a mantenerse en el futuro.
Finalmente, la amplisima plata-
forma costera, formada en su mayor EXTRACCIONES POR TIPO DI3 CAPTACION
z-rr
parte por lavas jóvenes muy fmc)

permeables, estd perforada por un


elevado número de pozos (70 aproxi-
madamente); de todos ellos, no son
mds de una docena los que extraen
agua, a causa de la mala calidad d e
esta última.. Casi todos las capta-
ciones productivas estdn situadas por
encima de la cota 200, con un aleja-
miento del mar de 3-5 km , lo que no
implica necesariamente que las aguas
alumbradas carezcan de cloruros; es
dificil explicar la presencia de
estas sales por intrusi6n marina, Y
se hace necesaria una investigaci6n
especifica del fenómeno. El gran aumento de la demanda ante
el crecimiento del turismo ha provocado una intensificacián de
las extracciones en los últimos años, dejdndose de lado los
criterios de calidad que hasta ahora imperan en otras zonas, en
?=S quv e! destino final del agua es casi exclusivamente el
riego.

C ) Subzona 3
Las gnlerlas existentes son muy escasas y dispersas, e n lo
que sin duda influye la presencia de calor y gases en elsubsuelo.
Los mayores caudales (hasta 7 5 1/s) fueron alumbrados en el
borde oriental, que es un drea de permeabilidad moderada, en
donde el acuifero estd sobreelevado por algunos diques. Los
volúmenes de agua extraidos tienden a disminuir progresivamente
hacia el W, al mismo tiempo que desaparecen los diques, y
finalmente, cerca del limite con la subzona 2, los alumbramientos
se hacen muy discontinuos y de escasa entidad (s61o algunos l/s),
lo que revela una permeabilidad mucho menor.
En la actualidad, las galerias han avanzado hasta alcanzar
el zdcnlo impermeable o sus proximidades, y ya ha sido consumida
la mayor parte de las reservas, con lo que la producción total es
baja (menos de 100 11s en 1985). El escaso rendimiento, unido a
las dificultades de perforncidn (altas temperaturas), ha
determinado que en la mayorla de las captaciones se haya dejado
de reperforar, por lo que se seguirti manteniendo la actual
tendencia a la disminución gradual de los caudales.
Al igual que en la subzona anterior, en el sector de cumbres
existen algunos acuiferos colgados que, drenados mediante
gnlerias nacientes, proporcionan un caudal medio de unos 8 l / s .
Por otra p a r t e , el s e c t o r c o s t e r o estd explotado por pozos
distribuidos en una malla relativamente poco densa. Las
captaciones productivas (media docena aproximadamente) estdn
situadas a 4-5 km del mar y bombean con un rendimiento moderado.
En el futuro, es previsible que aumenten los caudales.
CAUDALES DE EXTRACCION EN 1973, 1979, 1985, 1991 Y 1997 (l/s)
Gráfico 2-4

Cuadro 2-4

NOTACIONi 6

GC = galería c o n ~ a ~ c l o n a 1 PC = pozo coavenctonal


GP 2 galaria-pozo PS = pozo-nondeo
oN = galería-aaclanta
ZONA V
MACIZO DE TIGAlGA
Finalmente, la explotación por pozos es Insignificante a
causa de la disposición del relieve, ya que Tigaíga termina
bruscamente en el mar con un acantilado de algunos centenares de
metros de altura.

MEMORI A
CAUDALES DE EXTRACCION BN 1973, 1979, 1985, 1991 Y 1997 I l / a )
Gráfico Z-5

Cuadro 2-5

YOTACIOWI .
BC = galeria convencional PC = pozo conveicioail
GP r galaria-poza ps = poza-aonaao
GN r galería-niciente
ZONA VI
VALLE DE LA OROTAVA-FASNIA
ZONA

A ) RASGOS GEOLOGICOS E HIDROGEOLOGICOS


Esta zona abarca, junto con la VII, la Dorsal NE; la
separaci6n entre ambas ha sido hecha en función de diferencias
e n e! g r ~ d n de e x p l o t ~ c i ó ny fin en base al funcionamiento
hidrodindmico.
La estructura del subsuelo difiere mucho de una vertiente a
otra, y ambas, a su vez, contrastan con la reqidn de cumbres.
Las diferencias, muy sucintamente esbozadas, son las siguientes:
- El sector cumbres pertenece al dominio del eje
estructural NE y, por tanto, corresponde a subsuelos muy
fracturados y con una densa malla de diques. Tanto los
diques como las fisuras tienden a ser paralelos al eje, y la
franja se comparta de un modo fuertemente anisótropo; de
esta forma, la permeabilidad es alta en sentido vertical Y
longitudinal (NE), pero en sentido transversal (cumbre-mar)
queda disminuida por la presencia de diques enteros que
actúan como barreras o semibarreras. Esto tiene dos
implicaciones: 19) La baja difusividad cumbre-mar inducida
por los diques enteros sobreeleva el aculferq, Y la
superficie Sfreátíca adquiere un.perfil escalonado; 2 0 ) La
mayor difusividad longitudinal permite la existencia de una
cierta interconexidn entre esta zona y las contiguas (111 Y
VII).
- La vertiente meridional ya no está afectada por la elevada
permeabilidad secundaria del sector de cumbres, pero pasee,
en cambia, una red de diques, de dirección transversai ai
flujo, que sobreelevan la zona saturada. Esta ultima,
emplazada en Serie 11, queda limitada en profundidad por un
zdcalo impermeable.
- La vertiente septentrional, que corresponde en su
totalidad al Valle de La Orotava, tiene una estructura
simple, definida por lavas jóvenes muy conductivas que se
apoyan sobre al mortaidn impermeabie. E i acuiiero no e s t Q
retenido por diques y se verifica un flujo rdpido de agua
hacia el mar sobre la superficie irregular del mortalón.

CAPTACIONES EXISTENTES
a) Sector cumbres
Es alcanzado por galerías emboquilladas en las partes altas
de las ver3ientes norte y sur. Aunque su nomero es relativamente
elevado, individualmente no han alcanzado su completo desarrollo
en profundidad, y queda üná o m ~ l i adreü m e üpenus ha C I Y Q a l c u n
zada por las perforaciones.

MEMORIA
Este sector tiene una excelente
produccidn (unos 700 l/s en 1985) y EXTRAfXIONES WR TIPO OB CZAPTACION
las galerfas que en 61 existen reper- d783 ffNL'
foran a buen ritmo, no limitadas por
1a presencia de un zócalo
impermeable. La amenaza a las u (aaw
extracciones procede, en cambio, del
progresivo descenso de la superficie
fretítica, que ya ha dejado colgadas
algunas captaciones por encima de la
zona saturada. Tal descenso ha sido
de unos 350-400 m en el limite orien-
tal, pero se atenda gradualmente en
direccidn a Las Cañadas, Y cerca de
éstas parece ser de tan sdlo algunas
decenas de metros; el techo actual
del acuifero estd comprendido entre
los 1200 m en IzaKa y los 1600 m en el limite W.
-.
E L abatimiento experimentadopor e l acüíieío no c e n s t l t ü y e
una amenaza inmediata, ya que la permeabilidad continúa en
profundidad mediante la fracturación secundaria, y la zona satura-
da seguird estando al alcance de las galerías medias de la v e r -
tiente meridional; sin embargo, en la otra vertiente (valle de La
Orotava) estd presente el mortaldn, que alcanza la cota 900-1000 y
es muy dificil de atravesar debido a sus caracteristicas rnecdnicas
y a su espesor, lo que implica que el acuífero sólo estd al
alcance de las perforaciones altas.
En referencia con este último punto, hay que resaltar que el
actual abastecimiento de agua potable para Santa Cruz-La Laguna
proceda de captaciones del valle de La Orotava situadas por
encima de la cota 1000, de modo que si la superficie fredtica
desciende por debajo de esta altura habrla que modificar
totalmente el sistema de distribución.

b) Vertiente meridional
En medianlas, la zona saturada estd limitada en profundidad
por erzdcalo impermeable, y gran parte de las galerlas ya tiene
los frentes en o cerca de él. Por consiguiente, el abatimiento de
la superficie fredtica ha sido comparativamente mucho mayor que
en el sector de cumbres, y el volumen de reservas disponibles es
s61o una fraccibn del que hubo originalmente. Ante esta sltua-
ción, el volumen total extraido tender6 a disminuir gradualmente.
Lo anterior no significa, sin embargo, que este grupo de
captaciones haya agotado su potencial, pues las perforaciones
emboquilladas a cotas medias Y bajas siempre tienen la posibili-
dad de Llegar al sector productivo central si siguen avanzando y
atraviesan el tramo seco y caliente del zdcalo,
CAUDALES DE BXTRACCION EN 1973, 1979, 1985, 1991 Y 1997 (1/8)

Gráfico 2-6

Cuadro 2-6
ZONA V I 1
DORSAL NE
ZONA V11

Esta zona tiene una estructura geol6gica Y un funcionamiento


hidrodindmico muy similar a la VI. Está centrada en torno a la
Dorsal NE, cuyo subsuelo posee los rasgos de un e j e estruc-
tural: esto condiciona tanto la geometria del acuifero como el
modo de fluir del agua subterrbnea.
La presencia al SO del valle de Güímar, el suave declive del
eje hacia el NE y el diferente grado de explotacidn de las reser-
vas entre las regiones occidental Y oriental de esta zona,
marcan la diferencia entre sus dos subzonas.
Los cuatro sectores cumbres completan una franja con
buena permeabilidad en sentido vertical Y longitudinal (NE); en
sentido cumbre-mar, sin embargo, el flujo del agua esta
obstaculizado por la presencia de diques enteros poco permeables
que, a1 igual que en la zona VI, sobreelevnn el acuífero, le dan
un perfil transversal escalonado y han permitido la acumulaci6n
de un extraordinario volumen de reservas.
En las vertientes norte y sur, la permeabilidad es
moderade/alta cerca de la superficie del terreno, pero. disminuye
con la profundidad e incluso se hace nula en la Serie 1 y en los
niveles mas bajos de la Serie 11; la presencia de este zdcalo
imperme&!e e! p r i n c i p u l c ~ n d i c i c n a n tde
~ 1- c i r i ~ ~ l a c i ' n y
captación del agua.

B) CAPTACIONES EXISTENTES
La diferencia esencial con la
Zona VI radica en el grado de explo- EXTRACCIONES POR TIPO DI! ~PTACION
t a c í d n experimentado, muy superior en ,!iz2nr
la V I 1 al tener una topografia escar-
pada, particularmente apta para la
extracción de recursos hidricos
mediante galerías, las cuales han
podido alcanzar la divisoria de aguas WW*)

incluso con menos de 3 km de longitud


de perforaci6n.
Esta situaci6n ha dado lugar a
una proliferación e x c e s i v a de capta-
ciones, que han.extraido un volumen
colosal de agua en lo que va de sig-
1 o, mermando a 1armantemente i as
reservas.
El kbatimíento de Ia superficie fredtica ya ha dejado en
seco las galerías situadas a cotas altas y medias, Y las Y n í c a s
que van a seguir siendo productivas a medio plazo son las
ernboquilladas por debajo de los 600 m, en el limite occidental, y
de los 400 m en el oriental. Obviamente, la disminución de cota
hard aumentar en forma considerable la longitud a perforar.
Una consecuencia de la presencia del zdcalo impermeable que
confina en ambos lados la franja productiva central, es que,
cuando el nivel fredtico haya descendido en esta franja por
debajo de la cota del zócalo, la alimentacidn de los aculferos
costeros quedard reducida exclusivamente a la recarga meteórica
que se produzca en las regiones de median'las.
CAUDALES DE EXTRACCION EN 1973, 1979, 1986, 1991 Y 1997 (l/s)
Gráfico 2-7

Cuadro 2-7

rIPO O B R A 1973 1979 1981 1991 1991 91->85 97->85 91->8b 97->85

NOTAUIONI
G C = gelaria convencional PC = pozo convencionai
GP = gileria-pozo PS = pozo-sondeo
G N = galeria-naclente
ZONA V111
MACIZO DE ANAGA
PORTADA DE LA ZONA VI11

MEMORI A
CAUDALES DE EXTRACCION EN 1 9 7 3 , 1 9 7 9 , 1985, 1 9 9 1 Y 1 9 9 7 ( l / s )
Gráfico 2-8

Cuadro 2-8
--

Inventar los ~ron6eticos Variac.(l/s) Variac.(%)


r
TIPO OBRA 1973 1979 1981 lQB1 1997 81->E5 97->E5 91->85 97->85

GC 33 32 20 17 18 -3 - 6 -11 -28

HP 47 22 10 8 94 -1 14 - 9 142
CiN 82 41 37 37 37 O O O O

PC 388 393 267 221 180 -42 -87 -16 -32

PS O O 28 29 29 O O O O

1 TOTAL 1 510 489 363 1 317 -78 1 -13 -22

HOTACION:
GC = galería convencional PC = pozo c o a v ~ n c l o a a l
GP = galería-pozo P S = pozo-sondeo
a~ 5 galería-naciente
%id+* I . M Z ? . C T I V I L ) A D E S RELA-
TIVAS A AGUAS SUBTERRANEAS

Los resultados y conclusiones de este trabajo llevan a


proponer la realización, ya en el desarrollo del PHI, de una
serie de actividades prolongadoras de 6sta, las cuales a conti-
nuación se describen clasificadas por su temdtica en cinco
grupos :

INVESTIGACION CORTO PLAZO.


1.- Cartosrafia zócalo impermeable
Hasta ahora se habia minimizado la presencia y la influencia
de un zócalo de permeabilidad muy baja o nula y se había
puesto un mayor énfasis en la determinación Y seguimiento de
la superficie fredtica. Las reservas hidrdulicas estdn limi-
tadas tanto por una como por otra superficie, por lo que
cualquier evaiuaci6n seria ae ias mismas requiera contar con
una definición aproximativa del zócalo como sustrato. La
información actualmente disponible en fichas geoldgicas es
escasa Y de.interpretación diversa, por lo que 'se requiere
revisarla y efectuar.un reconocimiento selectivo de aquellas
galerias (y algún pozo) que presumiblemente lo han alcanza-
do. Tal inventario debería realizarse preferiblemente por
jóvenes geólogos e hidrólogos residentes de forma continuada
en Canarias; como se indicard mds adelante, es preciso
formar nuevos técnicos especialmente en investigación bdsi-
ca.
En el sector de medianias de cada una de las tres depresio-
nes gravitacionales, se deberia realizar (desde el fondo de
alguna galeria que haya alcanzado el "mortalón") al menos un
sondeo profundo que atraviese ese sustrato impermeable, a
fin de medir su espesor y confirmar las caracterlsticas
genlógicas e hidrológicas de los materiales subyacentes.
Ello contribuiría, ademds de a mejorar el conocimiento cien-
tífico sobre la génesis de nuestra Isla, a aclarar determi-
nadas espectativas sobre reservas inexplotadas.

2.- Actualización prosresiva de los datos seohidrolósicos


---
las obras de captación.
Complementaria con la anterior debe continuarse la actuail-
zación de los datos geohidrol6gicos de las obras de capta-
ción. Una toma de datos extensiva representaría un coste
importante, especialmente en el acondicionamiento de gale-
rias paradas, que salvo en un inventario general (v. # 8 ) no
se justifica a muy corto plazo. Sin embargo, en aquellas que
sea factible deben visitarse por los mismos profesionales
indicados en la actividad anterior. Ello redundard en recu-

MENOR I A 80
Perar a corto plazo la falta de datos de los Qltimos quince
años.
En e1 dominio de los ejes estructurales (dorsales topogrdfi-
cas) debe prestarse una especial atencibn a la orientacidn y
caracieristicas de l o s diques intersectados por ias galerías
que se visiten y establecer un catdlogo de los mismos. Su
andlisis permitir6 evaluar el grado de su entrecruzamiento y
el orden de magnitud de la conductividad hidrdulica en
sentido longitudinal de los ejes.

3.- Revisión de la hidrología superficie


Ya por motivos propios del planeamiento hidrúl6gico de
superficie, es preciso actualizar Y revisar la información
meteoroldsica desde sus fundamentos (red de estaciones,
esuipamientn de las mismas, toma y transmisión de d a t o s ,
correlaciones) hasta establecer balances hidrológicos fia-
bles Y modelos de simulaci6n, pero también lo requiere desde
el planeamiento hidrogeológico para poder evaluar aceptable-
mente la infiltración. Recientes estudios para el aprovecha-
miento de aguas superficiales (tomaderos del Plan de Balsas)
han permitido constatar que los coeficientes usuales de
infiltración han sido hasta ahora minimizados; la presencia
de accidentes locales en los propios cauces inducen recargas
naturales considerables no evaluadas por metodos " i n exten-
so". A su vez, las isohietas medias obtenidas con el SPA-15
presentan divergencias notables con las precipitaciones
acaecidas en los Qltimos quince años. Dadas su magnitud y
utilidad el planteamiento y programacidn de esta actividad
debe hacerse en un contexto mds amplio, pero, en SU caso Y
en su momento, no debe omitirse su proyeccidn hacia la
hidrogeologia.

4.- Modelo & simulación hidroqeol6qico.


En un medlo tan heterogeneo como ei subsueio insuiar, un
modelo matemdtico se revela como el instrumento mds capaz,
potente Y fiable para: evaluar la magnitud de los pardmetros
hidrogeoldgicos bdsicos, determinar las direcciones e inten-
-..- ..---
1
sidades de fiujo, efectuar b a l a n c e s zoñaies, evaluar las
salidas al mar y simular la evoluci6n del sistema. El modelo
realizado con el MAC-21 es de dudosa validez actual y re-
quiere una profunda revisión, para lo cual ya existe una
base de datos suficiente, o cuasi suficiente, por lo que
deberfa abordarse de inmediato.
Su implantacidn en las oficinas técnicas de la administra-
ci6n hidrdulica insular permitird una fdcil revisi6n y ac-
L....
LUQ:
--,"<A-.
~ L SU i n t e r c m e n l ó n c ~ n
~ ~ L J V ~ I ,!vs instrument~sp a r a !u
gestión de los recursos redundard en una mayor praxis de su
USO.

MEMORIA
fundamentales de las estructuras geológicas del edificio
insular. Las sales que mayor incidencia tienen en los usos
tradicionales son el bicarbonato sódico (sodificacidn de los
suelos agrícolas y precipitacidn como carbonato cálcico en
las cafíerias) y los fluoruros (causa de la "fluorosis" en la
población abastecida). Su eliminación, o rebajar su concen-
tración hasta límites tolerables, es un claro objetivo del
PHI; pero para formular la correspondiente propuesta de
actuacidn se requierees c a n ~ e e rpreviamente; cud! e s e!
mejor procedimiento y tecnologia para realizarlo, la magni-
tud del rechazo, su eliminación o vertido sin contaminar el
medio y, fundamentalmente, los costes del proceso elegido.
Dicho estudio debe descender al detalle de contemplar los
puntos en que emergen (bocaminas) los diversos caudales Y
los pronósticos sobre evolucidn de éstos, las redes de
transporte y distribuci6n y los puntos id6neos para ubicar
los posibles centros de tratamiento,

8.- Nuevo inventario seneral puntos de agua.


Los tres Oltirnos inventarios generales de puntos de agua han
tenido una periodicidad aproximada de seis años. El coste y
el esfuerzo que suponen estos trabajos justifican tal plazo
y limitarse entremedias a estimar la evolución mediante
inventarios parciales sobre muestras estadisticas. Siguiendo
este criterio cabe plantear un inventario general para 1991,
coincidiendo con uno de los horizontes temporales de
prognosis de extracciones contemplados en el presente
trabajo. Durante los próximos años, a la vista del
desarrollo de las actividades anteriormente indicadas, debe
perfilarse su alcance (tipo de datos a obtener) y su
programación.

IV.2. SEGUIMIENTO CONTROL DE EVOLUCION DEL SISTEMA.


1.- Control piezométrico c&Q acuifero Cañadas.
La depresión de Las Cafiadas (Sector 1 1 1 . 0 . 3 ) se configura
como el reservorio de mayor cdpacidad Y COZ m e j o r e s espectu-
tivas para el aprovechamiento cuantitativo de aguas subte-
rrdneas. La previsible intensificación de las extracciones
debe controlarse cuidadosamente y evitar que se llegue a una
situación de sobreexplvtaciVn en t é r m i m s de ba!~ncv, La
deteccidn real del fenómeno se debe realizar con medida de
niveles relativamente lejana de los puntos de extracción.
Adernds de los sondeos ya existentes y que hay que recuperar,
deben realizarse otros; la gran base del edificio del Teide
no deja mucha superficie de territorio para ubicarlos, pero
existen al menos un par de puntos adecuados para el fin
perseguido y que no entrañardn ningun tipo de perjuicio para
el Parque N a c i ~ n a ! . La profundidad de los mismos no debe
a alcanzar
limitarse e l n i v l s.,nú debiera prv!ongsrse sufi-
cientemente a partir de 61 con la intención de detectar la
presencia del sustrato impermeable de la depresión.
Debe dotarse como piezómetros a todos estos sondeos e ini-
ciar inmediatamente el correspondiente programa de segui-
miento Y control.

2.- Control piezomdtrico qeneral.


En las zonas de medianias y cumbres, el seguimiento de la
evolución de la superficie fredtica debe continuarse reali-
zando, mediante la interpretacibn de los cambios en los
caudales alumbrados por las distintas galerías Y de los
datos hidrogeológicos que se vayan extrayendo de las activi-
dades contempladas en el grupo anterior. Este control permi-
tird, ademds de evaluar el ritmo de decrecimiento de las
reservas, aproximar el momento en que quedarian definitiva-
mente en seco algunas galerías y, en consecuencia, su reper-
foración sería un esfuerzo baldfo.
En cuanto a la franja costera, la evolución del sistema se
debe seguir preferentemente mediante controi hidroquímico,
aunque en las tres depresiones gravitacionales (valles de
Icod-La Guancha, La Orotava y Valle de Güimar), donde mayor
magnitud. revisten las masas hídricas retenidas por su con-
tacto con el mar, . la información piezomdtrica es un. comple-
mento interesante de la hidroquimica.

3.- Sesuimiento y control hidroquímico los acuiferos costeros.


Los trabajos especificas ya indicados de investigacidn sobre
acufferos costeros deben tener su lógica continuación con
la definición de la correspondiente red de control y de los
programas respectivos para el muestreo periódico, andlisis e
interpretación.
Aunque distintos organismos administrativos han venido
rea!izandni con diferente grado de constancia Y eficacia,
muestreos y andlisis de aguas extraídas por pozos, es
preciso reconsiderar no solo el procedimiento seguido hasta
ahora sino empezar por definir la propia red de control,
todo ello a partir de las conclusiones de los estudios de
investigación aludidos.
En cuanto a los pardmetros a controlar no solo debe
atenderse al grado de intrusión salina marina, sino a la
adición de fertilizantes de riego, contaminación de aguas
residuales urbanas y presencia de elementos tóxicos de
origen industrial. La normalización de los programas de
andlisis es fundamental para el éxito de esta empresa, pero
deben estar diversificados por zonas para conseguir una
mayor eficiencia en la misma.
Dandole continuidad al estudio geohidroquimico y como apoyo
para las medidas correctoras de la salinidad de las aguas
alumbradas, ademds de los requerimientos de control de
calidad derivados de los diferentes usos, debe definirse una
red de control general y un programa global de seguimiento
de la evolucibn hidroquimica de las aguas alumbradas,
especialmente de las que se extraen mediante galerias (los
pozos quedan suficientemente recogidos en la actividad
anterior). Este trabajo es capital para la revisi6n de los
estudios anteriores.

5.- Sesuimiento de determinados srupos de captaciones.


Algunos grupos de captaciones, como las galerias altas de La
Orotava-Los Realejos y Agache-Fasnia-Arico, tienen un inte-
res estratégico para el abastecimiento de agua a nQcleos de
poblacidn elevados. Las poblaciones de Santa Ursula a La
Laguna dependen de los caudales que puedan reunirse en
Aguamansa para discurrir a iraves de ia red Ue zundüzziones
hasta los depdsitos municipales. Por ello, ademds de las
actuaciones para el seguimiento cualitativo de los alumbra-
mientos se 'requiere mantener otras como las. aludidas que
versen $obre los cuantitativos. Sin duda, de las conclusio-
nes del grupo de trabajo de hidroeconomia surgird el interds
por hacer un seguimiento a otros grupos de captaciones
diferentes.

IV.3. FORMACION TECNICA DEL PERSONAL.


1.- Formación nuevo personal técnico.
Una de las insuficiencias capitales en Canarias en esta
mutrriu es la escasez de personal técnico cualificado en
disciplinas hidrológicas. Los contados profesionales que
desarrollan su actividad en las Administraciones Públicas
estdn inrnersos y adsorbidos por las funciones burocráticas
que tienen atribuidas. Las pocos que trabajan en el sector
privado por lo general limitan su actividad al proyecto y
dirección de las obras o, excepcionalmente, a la enseñanza.
La documentaci6n hidrológica existente puede inducir a
minusvalorar esta carencia, cuando lo cierto es que en raz6n
a la misma ha faltado continuidad, anaiisis critico &e :u
elaborado y seguimiento del sistema para contrastar las
conclusiones formuladas. Ademds, se ha confirmado la incon-
veniencia de acudir sistemdticamente a empresas consultoras
fordneas para estudios básicos, error reiterado en la ~ l t i m a
década, en lugar de limitar su participación a estudios muy
especializados o/y a técnicas muy novedosas.
Gran parte de los trabajos de base pueden realizarse mejor

MEMORI A
directamente, con i ~ ~ titulado Y una
3ViIC11 t é ~ i i recior!
----m--

dirección cercana de los técnicos expertos de la isla. La


formación mds especializada deben adquirirla : bien en los
cldsicos cursos que se imparten en centros docentes especia-
lizados o bien coincidiendo con los que se indican a conti-
nuación.

Cursos de ~erfeccionamiento.
Aunque frecuentemente se alude a la alta cualificación y
profesionalidad de los técnicos existentes en la Administra-
ción Pública canaria, las técnicas y rndtodos de investiga- .
ción, explotación y gestión en materia hidrol6gica requieren
de un reciclaje o una actualización frecuente del personal
que ha de aplicarlas. Por ello, de forma continuada deben
impartirse diversos cursos de perfeccionamiento o especiali-
zación técnica, con un enfoque práctico a la problemdtica
canaria y sus particularidades isla a isla. Por razones de
eficiencia, su drnbito debiera ser provincial.
Perpetuar la actual situación derivaria en una "endogamia"
t6cnica de perniciosaa consecuencias.

Centro peymanente docente-investisador.


En la Gltima década, desde una u otra instancia, se viene
predicando la necesidad de un centro tecnológico e
investigador sobre el agua; sin embargo, no se ha dado
ningún paso al efecto. Las propias necesidades canarias
exigen de una entidad especializada en profundizar en la
investigación hidrológica regional, lo que llevard a tener
que desarrollar aplicaciones bdsicas que bien pudieran tener
utilidad en otros lugares de caracteristicas o problemdtica
andlogas. Incluso esquemas metodol6gicos de este mismo tra-
bajo pueden tener interés y proyeccidn exterior. Complemen-
tariamente, dicho centro podria tener cardcter docente;
tanto para e1 personal tbcnico propio actual (perfecciona-
miento), como para el nuevo (formación especializada) o para
tecnicos fordneos interesados en sistemas similares a los
canarios.

VI.4. NUEVAS OBRAS.


1.- Galerias nuevas.
No es recomendable realizar galerias de nueva ejecución, La
parte central del edificio insular estd ya suficientemente
taladrado como para que exista una porción saturada del
mismo que no se alcance mejor desde alguna de las galerías
preexistentes. Ademds, una galeria que inicie ahora sus
labores requerird perforar varios kilómetros antes de alcan-

MENORI A 86
zar la zona saturada general, 10 que significa de 8 a 10
años de labores intensivas. Ei iargo tiempo de rnadürazic5n
del capital a invertir, la magnitud de éste y el riesgo de
que la evoluci6n del sistema trastoque las espectativas
iniciales, justifican que, frente a esta posibilidad, se
opte por reperforar galerías ya existentes con una menor
inversión Y un más rápido rendimiento.

Reperforación las galerías ya existentes.


La reperforación de las actuales galerias debiera replante-
arse en base a: una política de fusiones, las autorizaciones
vigentes, los resultados de este trabajo (con las correc-
ciones y revisiones que procedan) y las conclusiones y
recomendaciones que se planteen desde otros planeamientos
sectoriales del PHI. Todo ello apoyado en Planes Especiales
(relativos a una materia especifica: explotación hidrogeoló-
gica) Parciales (limitados por su dmbito territorial a un
nivel minimo de Sector Hidrogeológico).
No obstante, hasta tanto se pueda instrumentar dichos Planes
y contar con e i correspondiente soporte juidico-institucio-
nal, deben arbitrarse mecanismos que, selectivamente, permi-
tan continuar las labores, so pena de una reducción mds
acusada de los caudales alumbrados y el consiguiente proble-
ma de desabastecimiento.

Ejecución & nuevos pozos.


Aunque en general la red de pozos es bastante densa, existen
algunas dreas parciales de sectores costeros con insuficien-
te aprovechamiento de las masas hídricas que se acumulan
inmediatamente a su descarga en el mar y que deben
explotarse con pozos de nueva construcci6n. Este hecho es
patente en el valle de Icod, Los Realejos (acuífero profundo
del sector V.2.1) y El Tablero-Santa Cruz (sector VII.2.4).
Las nuevas obras debieran ser de gran didmetro para
posibilitar la ejecución de galerlas horizontales de fondo.

La limitación administrativa de distancia entre obras (1000


m) y los derechos de subsuelo han retraldo la ejecuci6n de
galerlas a e fondo, przferentvmenFe paralelas a la costa, que
se requeririan para interceptar mejor el flujo regional. Una
politica de fusiones y los Planes Especiales Parciales de
los sectores hidrogeol6gicos costeros deben contemplar la
ejecución de tales galerías y, en algunos casos, corregir
algunas obras locales inadecuadas (sondeos o cotas profun-
das) .para conseguir una mejor eficiencia del sistema con la
calidad debida. En otros casos, una medida recomendable es
la reducción selectiva del caudal de bombeo.
VI.5. DE NATURALEZA ADMINISTRATIVA.
1. Fusión Comunidades de agua.
Para racionalizar la explotación del multiacuifero insular Y
mejorar la eficiencia del sistema, como se ha expuesto
reiteradamente a lo largo de este trabajo, se precisa la
comunión de intereses por circunscripciones territoriales
afines. El proceso de "fusidn", "federación" o simple
"asociación" de Comunidades de agua no es nuevo en Tenerife,
pero hasta ahora su desarrollo no ha sido lo suficientemente
rdpidú y general como la situacidn requiere. La
Administraci6n debe propiciar su mdxima extensión,
comenzando por definir el marco recomendable Y el
procedimiento mds adecuado, acompañandolos de medidas
incentivadoras y de arbitraje. El d ~ h i t o territorial
deseable desde el punto de vista hidrogeológico es el de
Sector (v. zonificación), aunque con la terminologia de
"pollgono" debiera admitirse una división de menor dmbito
coincidente con las dreas de explotacidn que puedan
diferenciarse en cada caso.

2.- Nueva requlación de los derechos del subsuelo.


Desde numerosas instancias se viene insistiendo en la
necesidad de modificar la actual regulación de los derechos
de! suhsue!a. Desde perspectivas técnicas cabe sumarse a tal
petición en razón a los efectos que ha inducido la norma
actual. En numerosas ocasiones las trazas de las galerlas
presentan acusadas desvi.aciones de su desarrollo lbgico en
razón a que los titulares de las parcelas del suelo
(coincidente en la vertical a centenares de metros)
no autorizaron el recorrido por su subsuelo. Además del
dispendio económico en la longitud perforada, esta
circunstancia entraña un empeoramiento en la ventilaci6n
desde bocamina y, consecuentemente, en las condiciones de
seguridad e higiene del personal que trabaja o visita la
obra. Aunque tarde, las obras que se prolonguen debieran
regirse ya por un nuevo marco juridico que evite tales
hechos.

3.- Contabílidad los volúmenes extraidos.


Para poder evaluar los cambios del sistema hidrdulico, tanto
a nivel insular como por zonas, Y estimar con fundamentos
más sólidos las prognosis oferta-demanda que se precisan en
toda planificaci6n es conveniente mejorar e: procedimiect~
de obtención de datos sobre v o l ~ e n e sextraidos por cada
obra de captación. En el caso de las galerias, con suaves
declives de caudal a partir de cada nuevo alumbramiento, el
sistema de aforo peritdíco puede seauir viendv rnfi~iente~
aunque mejorable. Pero en los pozos, mientras el caudal de
bombeo que dan los equipos e instalaciones de elevación es
prácticamente constante, hay notables divergencias en el
tiempo en que funcionan. En definitiva, que lo que se preci-
sa conocer además del caudal de bombeo es el volúmen reai-
mente aprovechado por cada pozo.
Las Comunidades de agua han colaborado generosamente en
facilitar sus datos para este trabajo, pero, tanto por su
propio interés como por lo aqui indicado, todos los Pozos e n
explotaci6n deberlan tener instalados contadores volum4tri-
cos (totalizadores). La Administración debe promover su
colocación y programar su lectura periódica.

4.- Extracciones desaprovechadas.


Aunque con meñor cuantia qüe hace ünos ciñes, e x i s t e n alguna^
galerias que extraen aguas de mala calidad que, en razón a
ello, no se utilizan y se dejan fluir superficialmente por
los barrancos. Este hecho es perjudicial para el sistema
Pues, a pesar de que (localmente y con un horizonte temporal
muy limitado) pueda parecer lógico (la salinidad del agua no
disminuird dejdndola en el subsuelo) e irrelevante, el hecho
es que tales extracciones generan desequilibrios en la zona
mds próxima y que en el futuro presumiblemente ser$ rentable
tratar esas aguas.. En estos casos deberfan arbitrarse las
medidas tendentes a mantener o infiltrar esos voli%nenes en
su medio natural.

5.- Dotación & medios para la Administraci6n Hidrdulica.


Los Servicios Hidráulicos provinciales estdn insuficiente-
mente dotados de medios para las funciones que tienen asig-
nadas. Esta carencia se acentuará en las Administraciones
Hidrdulicas Insulares, cuando se concrete el cambio jurídi-
co-institucional en curso, si no se dimensionan adecuadamen-
te los medios a las necesidades, se reelabora la estructura
administrativa para mejorar su eficiencia Y disminuir su
vicio burocratizante, Y se cuenta con un sistema de finan-
ciación eficaz. Los resultados obtenidos dependen en gran
medida de los medios aplicados.
1. OBJETIVOS.
Los objetivos considerados se.agrupan en tres niveles segQn
su grado de concreci6n.
El primer nível comprende los tres OBJETIVOS GENERALES si-
guientes:
- Mejorar Y garantizar el bienestar colectivo, especialmen-
te: la salud, la seguridad, el uso y disfrute de los
servicios pdblicos, el ocio y el recreo.
- Contribuir al desarrollo insular, incrementando el poten-
cial productivo, la renta insular y el empleo, procurando
mejorar su distríbucibn y la calidad de los servicios.
- Mejorar y garantizar la calidad medioambiental por medio
de
. ;,
..-..A--
,,,v .-
la gestión, la conservación, la restauración y la
la calluaa del agua e, indirectamente, dei
- - 1 - - . - - 7

suelo, la vegetacidn, la fauna y el paisaje asociados.

Un segundo escaldn incluye como OBJETIVOS INTERMEDIOS,


resultantes . d e l desarrollo y entrecruzamiento de los anteriores,
los que siguen:
- Consolidar las disponibi 1 idades hidrául icas para e 1 abas-
tecimiento general de los ndcleos urbanos de Tenerife,
perfeccionando y flexibilizando su sistema de suministro,
mejorando sus instalaciones Y reglando su explotación.
- Garantizar la cantidad Y la calidad de las aguas que se
destinen a uso urbano, minimizando el riesgo de restric-
ciones y de contaminación de sus fuentes de suministro,
corrigiendo aquellas que no cumplan con los limites sani-
tarios establecidos y disponiendo la reglamentación preci-
sa.
- Prevenir y minimizar el riesgo de daños debidos a
inundaciones, avenidas y otros fenbmenos hidráulicos.
- Prevenir, reducir, corregir y controlar la contaminaci6n
de acuiferos subterrdneos, el litoral y los parajes natu-
rales por utilización y vertidos inadecuados.
- Procurar que las disponibilidades se asignen a los distin-
tos usos con la mayor racionalidad y eficiencia, de con-
formidad con los criterios Y normas que resulten de la
planificación econdmica general.
- Proponer las actuaciones que proceda incluir en otras
politicas y planes sectoriales para inducir a la consecu-
ci6n de estos objetivos,
- Definir las normas de protección de los recursos, los
equipamientos e infraestructuras bdsicas de cardcter hi-
dráulico e interés supramunicipal para su inclusibn como
tales en el Plan Insular de Ordenacibn Y Promover la
correspondiente acomodación del planeamiento urbanistico
municipal.
- Colaborar con los Ayuntamientos en las obras de reposi-
ción, mejora y ampliación de las redes de distribución Y
alcantarillado de sus núcleos, procurando igualar los
niveles de servicio en toda la Isla.
- Coordinar y dirigir la gesti6n de la explotaci6n, la
producci6n, el transporte, los distintos usos y otras
manifestaciones del agua, mediante los servicios de la
Administracidn Hidrdulica Insular, tras la reorganización
Y el cambio normativo que procedan.

- Desarrollar un sistema de financiacidn del sector hidrdu-


líco que permita hacer frente a las necesidades de amorti-
zación, mantenimiento y explotación de las instalaciones
para conseguir un adecuado funcionamiento de los servi-
cios.
Finalmente, un tercer nivel contendrd aquellos que se vayan
concretando, a partir de los anteriores, - e n relación con los
problemas ESPECIFICOS que resulten de los diagnósticos que se
estdn efectuando por areas de trabajo, aplicando los criterios
que se exponen a continuación.

2. CRITERIOS FUNDAMENTALES.
En este AVANCE se han establecido como "criterios fundamen-
tales" para la redacci6n del PHI:
- El "campo de la planificación hidrolbgica" debe centrarse
bdsicamente en la "producci6n", la "asignacidn" y el "uso" del
agua, estudiando la "conexión entre el sector hidrdulico y otros
sectores econ6micos", pero rehuyendo caer en recientes intentos
errados -de planificacibn hidrdulica omnicomprensiva (aberración
metodolbgica y prdctica que propugna una planificación económica
general atendiendo a un solo recurso).
- El "planeamiento hidrogeológico", es decir: el concernien-
te al sistema acuifero insular y las aguas subterrdneas en 6 1
albergadas, debe realizarse por etapas, pero no debe quedar en el
establecimiento de normas generales y globales, sino que debe
descender a un alto nivel de detalle.
- Por principio "toda generación de infraestructura hidráu-
lica" debe estar sometida a las directrices de la planificacibn.
Este hecho debe ser mds acusado en lo tocante a la infraestructu-
ANEJO N"

IN FORMACION POR SECTORES


HIDROGEOLOGICOS
INDICE

ZONA 1 - MACIZO DE TEN0 . . . . . . . . . . . . :......,.............. 1

SECTOR 1 0 1
SECTOR 1 0 2

ZONA 11- DORSAL NW . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4


SECTOR 201
SECTOR 202
SECTOR 2 0 3
SECTOR 204
SECTOR 205

ZONA 111 - LAS CAÑADAS-VALLE DE ICOD . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11


SECTOR 301
SECTOR 302
SECTOR 303

ZONA I V - VERTICE SUR

SECTOR 411
SECTOR 412
SUBZONA 42 - REGION CENTRAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
SECTOR 421
SECTOR 4 - 2
SECTOR 423
SUBZONA 43 - REGION ORIENTAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
SECTOR 431
SECTOR 432
SECTOR 433

ZONA V - MACIZO DE TIGAIGA


SUBZONA
- --- 51 - REGION ORIENTAL ............................ 31

SECTOR 511
SECTOR 512
SUBZONA 52 - REGION OCCIDENTAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . d . . a . 35
SECTOR 521
SECTOR 522

SECTOR 601
SECTOR 602
SECTOR 603
SECTOR 604
SECTOR 605

ZONA VI1 - DORSAL NE


SUBZONA 71 - REGION OCCIDENTAL .......................... 46

SECTOR 7 11
SECTOR 712
SECTOR 713
SECTOR 714

SECTOR 712
SECTOR 722
SECTOR 723
SECTOR 724

ZONA VI11 - MACIZO DE ANAGA ............,..............,... 59


SECTOR 801
SECTOR 802
SECTOR 883
ZONA 1 - MACIZO DE TEN0

i n.1
SECTOR IUJ.: FRANJA COEiTERA DE LÁ VERTfENTE NORTE
(T.i!, de: Buenavista, Los Silos, El Tanque y Garachico),

Aparte de algunas galerias-naciente que proporcionan un


caudal mds o menos constante de unos 6 l/s, la producción
principal es suministrada por pozos. El volumen mdximo que se
lleg6 a extraer de estos últimos fue de 6 8 l/s en 1973, pero, por
estar situados en la proximidad del mar Y en terrenos muy
permeables, pronto decayó la calidad del agua y el bombeo tuvo
que ser reducido. Ya en el 79 sdlo se extralan 22 l/s, que
pasaron a 12 en el 85.
La imposibilidad de efectuar extracciones intensivas sin
deteriorar la calidad del agua y la operatividad actual de la
Balsa de Taco, determinan una pérdida de importancia de estas
captaciones; en el futuro difícilmente extraerdn más de 10-15
l/s, que serdn utilizados para el riego de su entorno ínmediato.

BECTOR 10 2 : AREAde:DEBuenavista,
.íT.H,
MEDI ANI A8 Y CüMERE
Los Silos, El Tanque y Santiago del. Teidel,

Las unicas explotaciones existentes son gaierias de t i p o


convencional o bien galerlas-naciente. Se trata de captaciones
que como mdximo alcanzan los 2600 m de longitud y que no han sido
reperforadas en e.1 Oltimo lustro; ello es debido a su rendimiento
bajo, a la mala calídad del agua y a las condiciones de
perforaci6n dificiles (por presencia de gases, sobre todo). Todos
estos factores hacen previsible que la situaci6n general no
experimente cambios en el futuro, por lo que el caudal total
obtenido irá decreciendo gradüdimente.
Gráfico 101

Cuadro 101

**:*** *:****

NOTACIONi
QC = galería convencional PC 2 p o a o convcacional
ap = galería-pozo PS = POZO-80ndbO
GN = galería-naciente
CAUDALES DE EXTRACCION EN 1973, 1979, 1985, 1991 Y 1 9 9 7 (l/si

Gráfico 102

Cuadro 102

T I P O OBRA 1973 1979 1985 1991 1997

Po = Doao convencional
PS = pozo-sondea
ZONA 11 - DORSAL NO

SECTOR 2 01I FRANJA COBTERA DE LA VERTIENTE NORTE


IT.W. de: El Tanque, Sarachico e Icod).

La mayor parte del caudal que se extrae actualmente (unos 30


)s',1 procede de galerias-naciente que drenan acuiferos colgados
en el acantilado Garachico-Icod; este caudal tenderá a
mantenerse, aunque con oscilaciones debidas a las fluctuaciones
de la pluviometria.
Hay algunos pozos emplazados en la plataforma costera, pero
son poco numerosos a causa de las exiguas dimensiones de esta
Última; la proximidad al mar, unida a la elevada permeabilidad de
los terrenos, determinan una fácil contaminacibn marina, por lo
que las extracciones son limitadas (14 l/s entre todas) Y
dificilmente aumentardn en el futuro.

SECTOR 2 0 2 : AREA DE MED 1ANI A S DE LA


(T.#. de: El Tanque, 6arachico e Icodi.
VERTI ENTE NORTE
n

=
m
O

E
2
E

El caudal total extraldo (unos 200 l/s en 1905) procede casi .


exclusivamente de galerias convencionales. A lo largo de los años -
ha experimentado notables fluctuaciones, ya que entre 1973 Y 1979 m
0

disminuyd al 50 %, pero en el periodo siguiente volvi6 a aumentar E


O
e incluso super6 ligeramente la cifra del 73, Ello fue debido al
rdpido avance de una de las perforaciones (Buen Viaje), que no n

sólo alurnbrd agua por primera vez sino que ademds penetró mucho E
a

en la zona saturada; esta galeria extrae actualmente el 50 % del


volumen producido en el sector. n

Hay que señalar que un buen número de las perforaciones ya


tienen sus frentes en el z6calo impermeable o cerca de 81, de
forma que un el futuro próximo se registrar& una tendencia hacia
la reducción gradual de los caudales drenados, tendencia que
seria mds acusada si no se contase con la aportaci6n de Buen
Viaje. Más adelante, y a medida que esta Última vaya encontrando
terrenos - menos permeables, se h a r d mds manifiesta la evolución
general hacia una reduccidn progresiva del caudal total.

SECTOR 2 0 3; AREA DE C W R E B
17.1. de: Los Silos, El Tanque, Sarachico, Icod, Santiago del Teide).

Las captaciones son exclusivamente galerias convencionales


que en su mayor parte estdn embosuilladas en los sectores
contiguos (101, 202 Y 2 0 4 ) . Algunas de ellas tienen longitudes
superiores a 4 km, y son frecuentes los caudales individuales de
varias decenas de .
s
'
,
1
La situación hidrogeológica es favorable al corresponder
este sector al dominio de un eje estructural, es decir. a una
ampiia franja veriicai con buena condüctividad kiAudqt nc IIAUL U ,

limitada en profundidades accesibles


, por un basamento
impermeable. El volumen total extraido podría seguir
manteniendose (e incluso incrementarse) mediante reperforaciones.
Sin embargo, como las profundidades alcanzadas por las galerlas
son ya considerables, el avance se realiza con dificultad.
Hay que señalar, que aunque la productividad del sector es
buena, las aguas contienen una cantidad excesiva de bicarbonatos,
lo que disminuye su capacidad de utilizacidn.

BECTOR S 04 1 AREA DE WED I ANI AB DE LA VERTIENTE BUR


( T , k de: Santiago del Teide y 6uia de Isora).

Las captaciones son sólo galerlas convencionales


relativamente profundas (unos 3 km como media), distribuidas en
una malla poco densa si se compara con la que existe en otros
sectores. Gran parte de ellas ha cruzado los terrenos productivos
Y .ha entrado ya en el z6calo impermeable, por 10 que su
rendim'iento v a descendiendo gradualmente.
Hasta mediados de los 80, la produccidn total sufri6
oscilaciones debidas a galerias mds recientes que alcanzaban la
zona saturada por primera vez, pero en la actualidad puede
considerarse que todo el conjunto se encuentra en una fase de
explotación madura y que el volumen total de agua extraido
tender4 a la disminución.

Esta franja litoral estd explotada exclusivamente por pozos,


los cuales forman una línea más o menos paralela a la costa y
distante de ella 2-3 km, lo que significa que están en buenas
condiciones para conservar la calidad. El espaciado de las obras
dentro de e s t a lfnea es ya suficientemente denso como para per-
mitir el emplazamiento de otras nuevas, por 10 que difícilmente
aumentard el número de captaciones.
Y! czudal total bombeado en 1985 (unos 170 l/s) puede
mantenerse sin problemas, aunque es posible que, dado el fuerte
aumento de la demanda en esta porción de la Isla, se registre una
tendencia a la intensificación de las extracciones, lo que podria
repercutir sobre la calidad del agua,
CAUDALES DE EXTRACCION EN 1973, 1979, 1 9 8 5 , 1991 Y 1997 ( l / s J
Gráfico 202

Cuadro 202

NOTAOIOWI . PC = p n z n C~!?%'l!!cieno!
GC gaiaria convsncionai
GP = talaría-pozo PS = pozo-aondao
G N S galería-naciente
CAUDALES DE EXTRACCION EN 1973, 1979, 1985, 1991 Y 1997 (l/s)
Gráfico 203

Cuadro 203

NOTACION 1 . PC = p o z o convenciorhal
GC = g a l e r i a convencional
GP = g a l e r í a - p o z o PS = pozo-sondeo
aN = g a l e r í a - n a c i e n t e
CAUDALES DE EXTRACCION EN 1973, 1979, 1985, 1991 Y 1997 ( l / a )
Gráfico 204

Cuadro 204

TIPO OBRA 1973 1979 1985 1991 1997 91->@E 97->05

QC 231 214 212 170 146 -4 2 -6a


OP o o o D o O O
aN o o 0 o O o o
PC O O O o o o O

PS o o O O o O o
- - - - - ' 1

NOTACXONi . PC = pozo convencional


GC = galería convescional
GP = galerlr-pozo PS = poza-sondeo
au = g a l e r l a - n a c i e n t e
CAUDALES DE EXTRACCION EN 1973, 1979, 1985, 1991 Y 1997 (l/s)
Gráfico 205

Inventarlos Prondsticoe Variac,(l/s) Variac.(%)

-,'..A a......
iiru v r n n l as?: 1910 1985 19B1 1997 , 91->E5 97->ES 91->81 97->8á

NOTACIONI
GC = galería c o n v e n c i o n a l
GP = galería-pozo
G N = galerla-aaciente
ZONA II 1
LAS CA-ADAS-VALLE DE L C O D

sECToR 30 1 : FRANJA COSTERA DEL VALLE DE ICOD-LA QUANCHA


íT,M, de: Garachico, Icod y La Suancha).

Las captaciones son s61o pozos convencionales, distribuidos


en una red de densidad relativamente baja. Los rnds antiguos
f u e r o n hechos cerca de la linea de costa Y estdn fuertemente
afectados por la intrusión marina, de modo que bombean un caudal
muy escaso destinado al riego de las fincas d e sus alrededores.
Los mds recientes, en cambio, ya estdn situados en mejores
condiciones, es decir, a mayor distancia del mar.
Este sector reune unas excelentes condiciones Y admite más
captaciones de las que hay ahora.

8ECTOR 30 2 : VALLE DE 1COD-LA QUANCHA


( T e n , de: Icod, La Guancha, San Juan de La Raabla y La Orotava).

Corresponde al valle de salida de Las Cafiadas y es el sector


en donde histdricamente se ha concentrado la explotaci6n de la
zona. Está drenado por galerías convencionales cuyos frentes se
acumulan preferentemente en la franja oriental del valle, con una
densidad evidente excesiva; otra pequeña concentración se sitha
en la franja occidental.
El volumen total extraído aumentó hasta mediados de los 80 a
causa de nuevas galerias que iban llegando al acuífero, pero ya
en la actualidad la práctica totalidad de ellas han alcanzado el
basamento impermeable (mortalón) Y han llegado al techo de sus
posibilidades extractivas. Por ello, la tendencia general en el
futuro será hacia una gradual disminución de ios caudaies.

9 r rrr mmfirmra
BECTOR 3UJr ANFITC~KL'W
----m ----A
Vrj L A D bANAJJnP
(T,#, de: Eiarachico, Icod, La Guancha, San Juan de Raabla, Los Realejos, La Orotava
y Santiago del Teidel.

El sector de Las Cañadas es el de mayor volumen de reservas


y recursos de la Isla, pero hasta el 85 estaba explotado por s610
dos galerías, que extraian rnds de 350 l/s. En la actualidad ya
estdn penetrando en 61 otras perforaciones (casi una decena) que
proceden de zonas contiguas [IV Y VI) Y que avanzan a buen ritmo;
a medida que vayan intersectando el reservorio aumentará
notablemente el volumen total extraido.
Los frentes de labor se concentran sobre todo en dos dreas
(La Fortaleza y Chasogo-Boca Tauce) y es posible que surjan
interferencias entre las captaciones de cada una de ellas, de
modo que la explotación de este gran reservorio puede ser menos
eficaz de lo que el nQmero de galerias deja presumir.
CAUDALES DE EXTRACCION EN 1973, 1979, 1985, 1991 Y 1997 ( l / ~ )
Gráfico 301

roo J

Mw
0 Tot. -t GC A GN X PC V PS

Cuadro 301

Invsntarioa Pron6sticoS Variac.(l/s) Variac.I%)

~ r p ooem 1973 1979 ~ Q B S 1@91 1997 91->SS 97->85 91->S1 97->81

aa 3 2 2 2 2 O O o O

GP O o O o o O o t**X*X *****m
RR 1 2 t 2 2 O o O O
PC B o 11 11 11 O o o o
PS O O O 20 20 2O 20 *S***$ **lXXt

TOTAL 5 14 34 34 2O 20 142 142

NOTACIONI S

G C = galeria convencional P C = p o z o convencional


G P = dalerla-poao PS = pozo-sondeo
G N = galería-naciente
CAUDALES DE EXTRACCION EN 1973, 1979, 1986, 1991 Y 1997 (l/s)
Gráfico 302

IWG I seá ISS~

NOTACIONt . PC = p o z o convencional
BC = galerla ooavenciona1
GP = galerla-POZO PS = pozo-sondeo
G N = galería-naciente
CAUDALES DE EXTRACCION EN 1973, 1979, 1985, 1 9 9 1 Y 1997 (l/s)
Gráfico 303

1S ~ S 1 S96

A4al
u Tot. f GC

PS

TOTAL

NOTACIONI
QC r galerla convencional PC = pozo convencional
GP = galería-pozo PS = pozo-sondeo
G N = galería-naciente
ZONA I V - VERTICE SUR
SUBZONA 4 - 1 - REGION OCCIDENTAL

(1.M. de: Guia de Icora y bdejel,

Está explotado por galerlas convencionales que en su mayoría


se agrupan en un drea restringida de barrancos encajados, lo que
permitió la obtencidn rdpida de buenas monteras. Todas ellas
tienen longitudes considerables (>3000m) Y en su mayor parte
han alcanzado ya terrenos muy compactos, por 10 que el sector se
encuentra en una fase madura de explotacibn.
Las perspectivas de aumentar las extracciones mediante
r e p e r f ~ r a c i d n sGn mQy ~ s ~ a s a s ,de m ~ qd ~ ~e , al loual que ha
sucedido en 1973 y 1985, el volumen total extraído seguir&
descendiendo. Sin embargo, una parte de estas captaciones estd en
excelente situación para intersectar el reservorio de Las Cañadas
(Zona I I I ) , lo que ya ha sucedido en un par de casos; el dxito o
fracaso de cada galerla dependerá, esencialmente, de la cota de
emboquíllamiento.

BECTOR 4 12 : FRANJA COBTERA


íT,H. de: Guía de Isora y Adeje).

Las captaciones son exclusivamente pozos, la mitad de los


cuales fueron construidos antes de 1973 con emplazamientos
demasiado prdximos al mar, de modo que se salinizaron y han
dejado de bombear.
Una nueva generación de perforaciones, ejecutadas en años
recientes, estd ya situada a mayor distancia de la costa y extrae
algunas decenas de iis, que probabiemente se incremeñtürd en el
futuro,
CAUDALES DE EXTRACCION EN 1 9 7 3 , 1 9 7 9 , 1 9 8 5 , 1 9 9 1 Y 1 9 9 7 (11s)
Gráfico 411

Inventarlos Pronbat i c o s

~XPO
OBRA 1973 iB78 :S81 lgg? 1997

NOTACION:
ac = galería convencional PC = pozo convencional
GP = galería-poso PS = pozo-eondeo
G N = galería-naciente
CAUDALES DE EXTRACCION EN 1973, 1979, 1985, 1991 Y 1997 ( l / a )
Gráfico 421

NOTACION:
GC = e a leria convencional PC = pozo convencional

QP = ga l er i a-pozo PS = pozo-sondeo
G N = g a Ieria-naciente
CAUDALES DE EXTRACCEON EN 1973, 1979, 1986, 1991 Y 1997 (l/s)

Gráfico 422

Cuaaro 422

NOTACIONt
GC = galeria convencional P C = p o z o convencional
a p = galeris-pozo PS = poza-sondeo
GN = galeria-naciente
CAUDALES DE EXTRACCION EN 1973, 1979, 1985, 1991 Y 1997 ( l / a )

Gráfico 423

MaP
O Tot. X PC v PS

NOTACIOWi
GC = galerla convencional PC = p o z o convencional
G P = galería-POZO P S = pozo-sondeo
G N = galerla-naciente
CAUDALES DE EXTRACCION EN 1 9 7 3 , 1979, 1985, 1 9 9 1 Y 1 9 9 7 (l/s)

Gráfico S42

Cuadro S42

**ti** **a * a *

NOTACIONt
Gc = galcria convencional PC = DOZO c o n v e n c i o n a l
QP = galeria-pozo PS = pozo-sondeo
G N = galeria-naciente
ZONA - VERTICE
I V SUR
SUBZONA 4.3 - REGION ORIENTAL

8ECTOR 431 : AREA DE C W R E S


(T.#, de: La Oratava, Granadilla y Oricú).

Este sector es una continuaci6n del 421, por lo que, análo-


gamente, hay un buen nilunero de galerias-naciente, si bien el
caudal total drenado par ellas es sensiblemente menor que en
aquel.
Adernds , hay alrededor de una quincena de gal erias
convencionales, inactivas en su casi totalidad a causa de las
malas condiciones ambientales que encuentran las labores de
perforación (sobre todo calor). Por ello, los caudales, que al
comienzo de la intersección de la zona saturada fueron
relativamente altos, en la actualidad han descendido mucho y
seguirdn mermando gradualmente.

SECTOR 43 2 i AREA DE MEDIANIAB


(T./, de: Granadilla y Arico).

Esta explotado predominantemente por galerias convencionales


que se encuentran en una situacidn muy similar a las del sector
431, es decir, en subsuelos con alta temperatura (hasta 420) que
dificulta la reperforación; a pesar de ello, hay alguna captación
que sigue avanzando.
El rendimiento actual es bajo (50 l/s en 1985 repartidos en
una quincena de galerias), y los caudales tienden a disminuir
gradualmente.

- (T.!!, de: Granadilla y Arica),

E s t e sector costero está explotado por pozos convencionales


y pozos-sondeo, distribuidos en una malla relativamente poco
densa. Las captaciones productivas (media docena aproximadamente)
estdn situadas a 4-5 km del mar Y bombean con un rendimiento
moderadn. En el futura, es previsible que los caudales aumenten.
CAUDALES DE EXTRACCION EN 1 9 7 3 , 1 9 7 9 , 1 9 8 5 , 1 9 9 1 Y 1 9 9 7 ( l / s )
Gráfico 431

TIPO OBRA

TOTAL

NOTACIONI .
GC w galerla coavencional PC = pozo convencion8i
GP = g a i e r i a - ~ o z o Ps = p o z o - s o n d e o
G N = galería-naciente
CAUDALES DE EXTRACCION EN 1973, 1 9 7 9 , 1985, 1991 Y 1997 (l/s)
Gráfico S43

Inventrrioe Pron6et l coa Variac. ( 1 / a ) variac.(%)

1991 lOO? Ol->!35 9?->e!3 Q1->BE 81->SS

78 71 -8 -1s - 9 -1 8
o O O o $*S%** *#*S**
m
" I e 9 O o
26 26 13 13 95 95
4o 4o 12 12 43 43

TOTAL 152 146 17 10 12 7

NOTAíiIONI .
GC = galerie convencional PC = pozo convenclonal
GP = galeria-pozo ?S = pozo-sondeo
G N = galería-naciente
ZONA V - MACIZO DE T I G A I G A
SUBZONA 5 - 1 - REGIQN OCCIDENTAL

BECTOR 5 1 1: FRANJA COSTERA


íT,M, de: La Guancha, San Juan de La Rambla y Los R e a l e j o d .

Media docena de galerias-naciente y un par de pozos, son


todas las captaciones que existen en el sector, cuyas
circustancias geológicas y morfoldgicas son inadecuadas para la
extracción de recursos hidricos. El caudal total extraldo no
supera los 3 l/s.

SECTOR 5 12 1 AREA DE CUMBRE8 Y MEDI ANI A 8


(T.H. de: La Guancha, San Juan de La Rambla y Lo5 Realejos).

Es sorprendente la gran densidad de galerias convencionales


que existen en este macizo (unas 25), a pesar de que nunca se
produjeron alumbramientos importantes. La mayoría de ellas .ya
habia alcanzado en 1973 el z6calo impermeable.(mortalbn), lo que
puso fin . a la posibil.idad de obtener nuevos alumbramientos.
Desde entonces el caudal total viene experimentando una
disminucidn gradual que persistir& en el futuro.
También hay en e s t e s e c t o r un número i m p o r t a n t e de galerías-
naciente que drenan un caudal insignificante (unos 3 S el
cual tiende, no obstante, a mantenerse estabilizado.
CAUDALES DE EXTRACCION EN 1973, 1979, 1985, 1991 Y 1997 (l/s)
Gráfico 511

Cuadro 511

**ti** ****.a
%%S*** *S***$

L****X ******

HOTACIONf
QC = galería convencional PC = p o z o convenoiooal
GP = galcria-pozo PS = pozo-eondeo
Q N = ialerii-naclente
CAUDALES DE EXTRACCION EN 1973, 1979, 1985, 1991 Y 1997 (l/s)
Gráfico 512

Cuadro 512

TIPO O B R A 1973 1979 1986 1881 1997 81->BB 97->O5 91->8B 97->85

OC 87 57 52 48 44 -4 - 8 -9 - 16
QP o O O o O o O ***a** t*x**r .
ON 1 O 2 2 2 O O O o
PC o O o O o o O ***S** *****S
P8 O O O O O O O $XI**X **m**

1 TOTAL 1 98 57 - 5 1
NOTACION?
ec d.
L
. ."
.m l * . l : m ,
.
*
m.
,
* . . , . l f i ""-u.
rrurr..r.
ml

GP = galeria-pozo
ON = galería-naciente
CAUDALES DE EXTRACCION EN 1973, 1979, 1985, 1 9 9 1 Y 1997 (l/s)
Gráfico S51

Cuadro S51
Inventarias Pronóa t i c o s Variac.(l/s) Variac.(%)

TOTAL 1 101 69 50 1 -4 -8 -R -14

NOTACION:
QC = galería convencional PC = p o z o c o n v t n c i o n a l
GP = galería-pozo PS = p o z o - s o n d e o
GN = daleria-naciente
ZONA V - WACIZO DE T I G A I G A
SUBZONA 5.2 - REGION ORIENTAL

SECTOR 5 2 1: FRANJA COSTERA


1T.N. de: Los Realejos).

La prdctica totalidad de las captaciones son pequKas


galerias que fueron perforadas a principio de siglo o incluso
antes, Todas ellas drenan aguas de circulación rdpida,
suspendidas sobre un nivel de mortal611 impermeable que aflora en
la casta de Los Realejos.
El caudal total extraído era de unos 250 l/s en 1973, pero
ha ido disminuyendo, y en el 85 fue de 15U iis. Es probabie q u e ,
aunque a ritmo mds lento, siga descendiendo.

BECTOR 522 i AREA DE CUMBRES Y MEDIANI AS


IT.1. de: Los Realejasl.

Las captaciones son en su mayoría galerías-naciente (unas


2 5 ) , pero también hay media docena de galerías convencionales, de
longitud en torno a los 1000 m, que drenan un volumen de agua
13- al nkCam;An n ~ l a s
w nrimarncz
4 u u J. VUb,57LL.l.U<V Y"A A ClG2 &-A .LI.*Y* UU i

El caudal total obtenido (unos 23 l/s en 1985) no parece que


vaya a experimentar una disminución significativa en el futuro,
ya que estd fuertemente influenciado por la recarga metedrica.
CAUDALES DE EXTRACCION EN 1973, 1979, 1985, 1991 Y 1997 ( l / a )

Cuadro 521

**S*** ******

***a** XXXfX*

NOTAaION:
GC = g e ! e r ! n cnnv@nc!ona! PC = p o z a convencional
QP = galerla-pozo PS = pozo-sondeo
GN = galerii-naciente
CAUDALES DE EXTRACCION EN 1973, 1979, 1985, 1991 Y 1997 (l/s)

Gráfico 522

eoo -
* .

100 -
-
W
I
P
.
Y
m.
I
-
n
W

Cuadro 522

NOTACIONt
QC = galería convencional PC = p o z o convencional
GP = galerla-pozo PS = pozo-sondeo
G N = galerfa-naciente
CAUDALES DE EXTRACCION EN 1 9 7 3 , 1979, 1 9 8 5 , 1 9 9 1 Y 1997 (l/s)
Gráfico S52

eúú -
-
c.

Cuadro S52

NOTAGIONl .
oU = g s i a r í o conienc;onr;

GP = galería-pozo
QN = galeria-naciente
ZONA V I
VALLE DE L A OROTAVA-FASNIA

SECTOR 601 i FRANJA COBTERA DE LA VERTIENTE NORTE


(T.N. de: Los Realejos, El Pto. de La Cruz y La Orotava).

La practica totalidad de las captaciones son pozos conven-


cionales. Estos establecen una malla bastante densa que
dificilmente podrá ser incrementada. El caudal total obtenido
lleg6 a ser de unos 350 1/s en 1979, pero las extracciones dismi-
nuyeron algo en 1985; es de suponer que en e1 futuro, Y ante la
fuerte tendencia a la baja de las galerias situadas en el sector
602 y parte del 603, vuelvan a incrementarse los volumenes drena-
dos.

BECTOR 602 i AREA DE MEDIAN 1AS DE LA VERTI ENTE NORTE


IT,M. de: Los Realejas y La Orotaval

Estd explotado esencialmente por galerlas convencionales de


considerable longitud (alrededor de 3000 m) que ya en el 73
alcanzaron el basamento impermeable (mortalbn), lo que puso fin a
la posibilidad de incrementar los caudales. El volumen total
exti-aido, q.de era d e , ' 1 7 ~ ;!/u,
d,,Mmfim UVA 3 395 en el 7'9 y a 267 en
el 85. Esta tendencia a la reducción se mantendrá en el futuro.

BECTOR 603 1 AREA DE CUMBRES


(T.% de: Los Realejos, La Orotava, Arico, Fasnia y GUiaar).

Es el sector m& productivo de la Zona. Estd explotado por


numerosas galerias convencionales que proceden de ambas vertien-
tes (Valle de La Orotava y altos de Fasnia-El Ecobonal).
La longitud de las perforaciones es muy considerable, ya que
todas superan los 3000 m Y en una docena de casos han pasado los
4000; por otra parte, se reperfora a buen ritmo. Al contrario que
en las galerias del sector 602, estas no tienen un basamento
impermeable que limite su avance, ya que se encuentran en la
franja fracturada correspondiente al eje estructural. La amenaza
a las extracciones procede, en cambio, del progresivo descenso de
la superficie fredtica, que ya ha dejado algunas captaciones por
encima de la zona saturada Y que va ejerciendo menor carga
hidráulica sobre las que todavia tienen agua.
Como consecunecia de lo anterior, los caudales totales
extraídos se encuentran en franco deciive ( d e unos 2160 iis en ei
73 a 7 0 0 e n el 85), y aunque hay algunas galerias que han entrado
recientemente en el sector procedentes de los contiguos, la
tendencia a la baja proseguir&.

SECTOR 6 04: AREA DE MED I ANI AS DE LA VERTIENTE ~ U R


íT.8, de: Arico, Fasnia y Güinar),

Estd explotado por galerias convencionales que, en general,


superan los 3000 m de longitud ( Y en a l s u n caso los 4 0 0 0 ) ,
distribuidas en una red bastante densa.
Los caudales totales obtenidos experimentaron un fuerte
aumento a finales de la decada de los 70 a causa del importante
n6mero de galerias que alumbraron agua por primera v e z . A partir
de ese momento han comenzado a descender. aunque atenuados por el
efecto de otras nuevas captaciones.
En la actualidad el sector se halla en un momento maduro de
la explotación, puesto que la prdctica totalidad d e las perfora-
ciones han llegado ya a la zona saturada y alumbran por reperfo-
raci6n.
En el futuro se manifestara una disminución gradual de los
caudales, rnoti-vada por la proximidad de los frentes a . terrenos
mds compactos.

BECTOR 6 05 1 FRANJA COBTERA


(T.M. de: Arico, Fasnia y Giiinar).

Está perforado por pozos convencionales (mds un pozo sondeo)


realizados en la dltima decada y que apenas han comenzado la
explotaci6n, ya que tan s61o dos bombeaban en el 85.
La red establecida es poco densa, por 10 que es posible que
en el futuro se instalen mds captaciones. Las extracciones, ahora
incipientes, se incrementardn, previsiblemente, para abastecer el
crecimieñto de la demanda en el Sur y para compensar el d e s c e n s o
de caudales de las galerias.
CAUDALES DE EXTRACCION EN 1973, 1979, 1986, 1991 Y 1997 (l/s)
Gráfico 601

Cuadro 601

PC = p o z o c o n v e n c i o n a l
PS = Pozo-aondeo
CAUDALES DE EXTRACCION EN 1973, 1979, 1985, 1991 Y 1997 (l/s)
Gráfico 602

600

400

3QO

aoo

Cuadro 602

invsntarlor Pronáat i c o e Variac.Il/e) Var i s c . (%)


-
TIPO OBRA 1873 1979 lOBd l9Pl 1897

TOTAL 1 378 299 271 1 242 213 ( -29 -68 1 -11 -22

NOTACIONl +

QC = galería convencional Po = P o z o convencional


aP = galería-pozo ps = Pozo-sondeo
QN = galcria-naclente
CAUDALES DE EXTRACCION EN 1973, 1979, 1985, 1991 Y 1997 (l/s)

Gráfico 604

Cuadro 604

NOTAOIONl .
YC &*m-.-'-
O-.='

GP = galeria-pozo
.' cn.."~nci,nli
.,VU.F"".Y"'. PC
PS
- reze cinvcnc!one!
= pozo-sondeo
ClN = galería-naciente
CAUDALES DE EXTRACCION EN 1 9 7 3 , 1 9 7 9 , 1 9 8 6 , 1991 Y 1997 ( 1 J s )

Gráfico 605

A4bwl
o Tot. x PC v PS

Cuadro 605

NOTACIONi ,
GC = gelcria convenclonal PC = POZO convencional
GP = galeria-pozo PS 1 pozo-sondeo
GN = galeria-naciente
ZONA V I 1 - DORSAL NE
SUBZONA 7 - 1 - REGION OCCIDENTAL

SECTOR 7 11 1 FRANJA COSTERA


(T.! de: La Orotava, Sta, Ursula, La Victoria y La Hatanza)

Prescindiendo de algunas galerias-naciente de caudal


insignificante, las captaciones son todas pozos tradicionales
que han sido perforados en la Última década.
Aunque casi todos ellos t e n i a n ya agua en el 85, no se
realizaban extracciones por falta de demanda. En la actualidad, Y
ante el descenso de producción de las galerias, ha comenzado
incipientemente e l Uoinbeo, que ir& c r o c l r n d u con e ! paoc Ve1
tiempo.

BECTOR 7 12 : AREA DE MEDI AN 1 AS Y CüMBREB DE LA VERTIENTE NORTE


(T.H. de: La Orotava, Sta. Ursula, La Victoria, L a flatanza y ilrafo),

Es uno de los sectores donde hay mayor densidad de


perforaciones y con mayor antigüedad operativa. Las galerías de
cota superior a 600 m aproximadamente han quedado ya colgadas p o r
encima de I a zona saturada. y las restantes caminan hacia una
situación de agotamiento similar. La disminucidn de los caudales
totales obtenidos son un fiel reflejo de esta situación.

flECTOR 7 13 i AREA DE MED 1MiI AB Y CüMBREB DE LA VERTI ENTE BUR


(T,H, de: La Orotava, La Victoria, Güinar, Arafo y Candelaria).

Los comentarios del sector 712 son perfectamente aplicables


a e s t e , y en realidad se trata de la misma drea de explotacibn.

BECTOR 7141 FRANJA COSTERA DE LA VERTIENTE


(T.#, de: Güimar, Arafo y Candelaria),
BUR

Las captaciones son casi exclusivamente pozos tradicionales.


Al contrario que en el sector homdlogo de la vertiente norte
(3ííj, son c a p t a c f ü i i e s con u o ~ i a sdecenas de u ñ ~ sde oxplctacl6n
y cuyo potencial productivo no fue empleado a fondo por
imperativos de la baja demanda. Es de suponer que en el futuro, Y
ante la bajada de las galerias, crecer& la demanda, por lo Y que
103 pozos se a d a p t a r á n a ella a u r r . e n t a n d ~ lar extracciones,
CAUDALES DE EXTRACCION EN 1973, 1979, 1985, 1991 Y 1997 ( l / a )
Gráfico 711

Cuadro 711

S***** **x**r
XXXXX* X*X*fX

NOTACIONI
GC = galeria ~onvenciona1 PC = pozo convencional
GP = galería-pozo PS = pozo-sondeo
G N = galería-naciente
CAUDALES DE EXTRACCION EN 1973, 1979, 1985, 1991 Y 1 9 9 7 ( l / s )

Gráfico 712 ,

e00

700

600

600

470

500

eoo

roo -,

o + *
r
A
4

Cuadro 712

-1 1
TIPOaCOBRA N;3 :l;9

NOTACIONi
ac = &$a!crie convencional PC = p o z o c o n v e n c i o n a l
GP = balería-pozo PS = p o z o - s o n d e o
G N = galeria-naciente
CAUDALES DE EXTRACCION EN 1973, 1979, 1985, 1991 Y 1997 ( l / s )

Gráfico 713

Cuadro 713

- - - .- - - - -.. -
.UnTACTnY!
G C = galería convencional PC = P o z o convencionsl
GP = galería-pozo PS = pozo-sondeo
Q N = galería-naciente
CAUDALES DE EXTRACCION EN 1973, 1979, 1985, 1 9 9 1 Y 1 9 9 7 (l/s)

Gráfico 714 ,

Cuadro 714

--

NOTACION! S

GC = galeria convencional PC = pozo convencional


G P = galería-pozo PS = POZO-tiondea
GN = galeria-aaciente
CAUDALES DE EXTRACCION EN 1973, 1979, 1986, 1991 Y 1 9 9 7 (l/s)

Gráfico S71

1.100

Cuadro 371
~r on6a t i coe

u.-hm.n.nu.
"".,.VI"". .
G C = g a l e r í a convencional PC = pozo c o n v e n c i o n a l
GP = galería-pozo PS = p o z o - e o n d e o
G N = galería-naciente
ZONA V I 1 - DORSAL NE
SUBZONA 7.2 - REGION ORIENTAL

SECTOR 72 1 4 FRANJA COSTERA DE LA VERTIENTE NORTE


(T.H. de: La Hatanza, E l Sauzal, Tacoronte y La Laguna).

Hay tres galerlas-pozo cuyo caudal total parece haberse


estabilizado en torno a los 13 1,'s.
Ademds de Bstas, hay tres pozas convencionales que aunque en
el 85 apenas bombeaban por la importante oferta del sector 722,
en el futuro aumentardn las extracciones, tendiendo a equilibrar
el presumible descenso de las galerias.

722
m
0"
$ECTOR i AREA DE MEDI ANI AS Y CüMBRES DE LA VERTIENTE NORTE!
(T.H. de: La Victoria, La Matanza, E l Sauzal, Tacoronte, l a Laguna, Teguste y E

E l Rosario). n
-
m
O
-

E
* . E
2
El grueso del caudal es extraido por galerlas E
convencionales. Entre el 73 Y el 85 hubo una fuerte subida de la
producción debido a los nuevos alumbramientos de galerías 3

perforadas a cotas relativamente bajas ((450 m); previamente n -


O
m
esto, las captaciones altas ya habian quedado colgadas por encima E
de la zona saturada, O

6
n

Considerando que este grupo de galerias bajas productivas ha E


a
llegado al límite de sus posibilidades, es de esperar que en los
pr6ximos años tendrá lugar un descenso paulatino de los caudales. n
n
Este descenso tender6 a ser compensado, al menos en parte, por
las extracciones de los pozos ubicados tanto en este sector como O
3

en el 721.

BEeTQR 7- 2 3 i AREA DE MEDI ANI AB Y CUMBRES DE LA VERTI ENTE BUR


!T,?l, de: L i Victcriaj La b t a n z a , E l Sauzal, E l Rosario, La Laquna, Sta, Cruz
y Candelaria)

Y! d e s c v n s ~paulatino que venia operandose en este sector


explotado fundamentalmente por galerías se ha visto compensado
por la obtención de nuevos alumbramientos. Estos se localizan en
galerias que, dada su baja cota de ernboquillamiento, pueden
seguir reperforando; pero es dudoso que a mds largo plazo puedan
continuar manteniendo el actual nivel de extracciones.
Los dos pozos actuales, mds algdn otro que pueda ser
perforado en el futuro, dada la baja densidad de la red, tenderan
a compensar la merma de las galerias.

FRANJA CO8TERA DE LA VERTIENTESUR


{T.H, de: Candelaria, El Rosario, Sta. Cruz y La Laguna].

Ya en el año 85 se observó un incremento q u e , sin embargo,


no refleja el potencial del sector, que admite una red de pozos
notablemente mds densa que la actual. En consecuencia, parece
probable que en el futuro aumente el caudal total extraldo,
CAUDALES DE EXTRACCION EN 1973, 1979, 1 9 8 5 , 1991 Y 1997 (l/s)

Gráfico 721

Cuadro

Inventar los

TIPO OBRA

OP
aN
PC

TOTAL

unwantnu~
,."."w*-,*.
.
G C = galería convencionsl P C = p o z o convencional
GP = galería-pozo PS = P o z o - ~ o n d t o
G N = galerla-naciente
CAUDALES DE EXTRACCION EN 1 9 7 3 , 1 9 7 9 , 1 9 8 5 , 1 9 9 1 Y 1 9 9 7 ( l / e )
Grhfico 722

aoo -
, .

100 -
O

Cuadro 722

I
TIPO OBRA
-
t

1079 1979 lB85 1901 1097 DI->85 97->85

QC 219 S14 413 343 289 -70 -144


QP O o o O O o O
QN S 3 3 3 3 - 1 - 1
PC O o o O O O O
PS O O 42 80 80 38 38
t.
II

WOTACIONt
GC = galeria convencional PC 2 p o z o convencional
GP = galería-pozo PS = POSO-aondeo
GN = galerln-naciente
CAUDALES DE EXTRACCION EN 1 9 7 3 , 1979, 1985, 1991 Y 1 9 9 7 ( l / e )

Gráfico 723

Cuadro 723
1 inventarlos Pron68 t i c o a Variac,(l/~) Variac.(%)
-
TIPO OBRA 1973 1978 1985

GC 208 162 128


QP O O O
aN 1 1 1
PC o o o
PS o o O

TOTAL a09 163 130

NOTACIONI .
oC = galería convencional PC a p o z o convenclonal
GP galería-pozo PS + po2o-~o11de0
QN = faleria-naciente
CAUDALES DE EXTRACCION EN 1973, 1979, 1985, 1991 Y 1997 ( l / s )

Gráfico 724

aao

Cuadro 724

****S* ****a*
*S***¶ ******

NOTACION r
.GC = galería convencional PO = pozo convencional
G P = dalería-pozo PS = pozo-sondeo
oN = &alorla-naciente
ZONA V I 1 1 - MACIZO DE ANAGA

FRANJA COSTERA DE LA VERTIENTE NORTE


[T.!. d:: ?s Laguna, Tegu~;ts y Cta. Ciü:l.

Los caudales extraidos proceden en su mayor parte de pozos


convencionales emplazados en la plataforma litoral comprendida
entre Valle Guerra y Punta del Hidalgo, así como en el valle de
Tegueste .
La densidad de la malla de pozos es elevada Y no cabe pensar
en nuevas captaciones. Las extracciones, que tuvieron su apogeo
en 1979, vienen experimentando un cierto descenso que
probablemente proseguirá en el futuro, sobre todo si la balsa de
Valle Molina llega a s e r totalmente operativa.

IT.H, de: La Laguna, Tegueste y Sta. Cruz).

E s t d explotado por galeráac convencionales y sobre todo por


galerias-naciente, Las circunstancias geoldsicas del sector son
adversas para la captacidn de aguas subterraneas, ya que la
Penlnsula de Anaga estd constituida por terrenos antiguos muy
compactos que apenas pueden almacenar reservas. El redimientu de
las galerias es, pues, ínfimo (29 l/s en mas de medio centenar de
galerias) e incluso puede seguir disminuyendo en el futuro.

(T,K de: La Laguna y Cta. Cruz).

Las extracciones proceden de pozos emplazados en los cauces


de los barrancos de la vertiente sur de Anaga. Estas captaciones
estdn controladas en su mayoria por ENMASA (Empresa Municipal de
A b a s t o &e santa C r U z j , purA
? a qUe e! cauUal tctu! ~ U t e ~ i d que
.-...
~,
ha llegado a ser de casi 200 l/s, depende de las necesidades de
la mencionada Empresa, que a su v e z son funci6n de las
variaciones de las restantes fuentes de suministro.
CAUDALES DE EXTRACCION EN 1973, 1979, 1985, 1991 Y 1997 (l/s)

Gráfico 801

Cuadro 801

NOTACIOnr .
QC 5 galería ccnvenclonal PC = p o z o convencional
aP = galería-pozo PS = POZO-~ondeo
G N = galeria-naciente
PIELIUGRfiFlA

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