Drogas en Embarazo

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Tabla de Contenidos

Capítulo 1...........................................................................................................................................................3
1.1 Introducción.........................................................................................................................................................3
1.2 Justificación..........................................................................................................................................................3
1.3 Objetivos........................................................................................................................................................3
Objetivo General........................................................................................................................................... 3
Objetivos Específicos..................................................................................................................................4
Capítulo 2................................................................................................................................................................…4
2.1 Marco Teórico..............................................................................................................................................4
Capítulo 3................................................................................................................................................................…9
3.1 Marco Metodológico.......................................................................................................................................…9
3.1.1 Tipo de Investigació n.............................................................................................................…9
3.1.2 Població n.....................................................................................................................................…9
3.1.3 Cronograma de Actividades................................................................................................…9
Capítulo 4........................................................................................................................................................…11
4.1 Análisis de Resultados............................................................................................................…11
Capítulo 5........................................................................................................................................................….21
5.1 Conclusiones......................................................................................................................................….21
5.2 Recomendaciones............................................................................................................................….21

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Capítulo 1

1.1 Introducción
El consumo de drogas de todos los tipos en la sociedad costarricense no es un
problemá tica reciente, sino que tiene sus orígenes en la década de los ochenta y noventa donde
se evidencian políticas pobres de control, prevenció n y tratamiento de personas con problemas
de consumo de sustancias psicoactivas. Cabe de destacar que esta problemá tica no discrimina
sexo, clase econó mica ni edad y tiene un origen multifactorial.
El siguiente trabajo tiene como enfoque primordial la problemá tica del consumo de
sustancias psicoactivas en la població n costarricense destacando los patrones más frecuentes de
consumo en la població n, tipos de drogas más utilizadas y específicamente en la població n en
muestra de gestante con incidencia de consumo de drogas y alcohol del Hospital de Essalud
Moquegua. De igual manera se realiza una revisió n bibliográ fica para conocer todos los efectos
no deseados tanto para la madre como para su hijo de tres de los tipos de drogas má s
consumidas como lo son el alcohol, la marihuana y la cocaína.

1.2 Justificación
El consumo de sustancias psicoactivas en la sociedad costarricense se ha vuelto una
problemá tica que trasciende la esfera social y se le sale de las manos tanto a las autoridades
judiciales como de salud del país; esto generado por diversos factores dentro de los que se
destacan las de penalizació n del consumo, el aumento del narcotrá fico y una influencia directa
de los medios de comunicació n.

La realidad Peruana – Moqueguana, no dista de la realidad latinoamericana en cuanto a


patrones de consumo y violencia; carecemos de Instituciones que den soporte a las personas
con problemas de sustancias psicoactivas así como de estrategias de prevenció n efectivas.
Asociado las políticas de combate del narcotrá fico, que se han tornado sumamente violentas e
inefectivas, no se ha demostrado una disminució n del consumo, inclusive al llevado al aumento
de las muertes producto de la incursió n de grupos armados de otros países copiando un
esquema similar a países como México y Salvador evidentemente en menor proporció n;

Por todas estas razones así como por datos que manifiestan que somos parte de una
sociedad con altos índices de consumo los cuales se inician a edades sumamente tempranas
principalmente en la adolescencia hemos llevado a cabo esta investigació n en la cual queremos
investigar los principales patrones de consumo de una població n especifica como lo son las
mujeres embarazadas y destacar la influencia social y familiar que han tenido en cuanto al
consumo especifico de sustancias psicoactivas.

1.3 Objetivos
Objetivo General

Determinar la incidencia del consumo de alcohol, marihuana y cocaína en una població n


determinada de 40 mujeres en periodo embarazo de un Hospital Essalud del distrito de
Moquegua.

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Objetivos Específicos

1. Determinar los principales patrones de consumo de drogas.


2. Describir estadísticamente la cantidad de embarazos en la població n adolescente.
3. Describir los factores socioculturales que influyen en el consumo de drogas en la
població n muestra.
4. Describir los principales tipos de drogas de consumo en la població n.
5. Investigar los principales efectos del consumo de alcohol en las primeras semanas
relacionadas a la formació n embrionaria y sus efectos.
6. Describir las principales patologías congénitas relacionadas al consumo de alcohol en el
embarazo.
7. Determinar la incidencia de consumo de alcohol, cocaína y marihuana en un grupo
específico de mujeres en periodo de embarazo.
8. Determinar los principales rangos de edad de consumo de la població n en estudio.
9. Medir mediante un instrumento tipo encuesta lo patrones de consumo de drogas en la
població n estudiada.
10. Mencionar las opciones de tratamiento de las personas embarazadas con problemas de
adicció n.

Capítulo 2

2.1 Marco Teórico


ETIOLOGÍA DEL CONSUMO DE DROGAS

La literatura sobre psiquiatría adolescente habla de la necesidad bá sica que tiene el ser
humano de percibir y transformar la realidad en que vive. Pensar: “yo percibo la realidad de
esta manera y trato de transformarla” permitiría que el ser humano sienta que tiene una
visió n o una relevancia distinta de la de un animal y que puede trascender.

En el niñ o, esta necesidad de transformar la realidad se traduce en el juego, que se hace má s


interesante mientras má s imaginació n tiene. En el adolescente, la capacidad de fantasear
también es muy fuerte, aunque adquiere mayor complejidad, má s elementos intelectuales.
En el adulto, la necesidad de trascender lo cotidiano tiene que ver con el quehacer, de modo
que éste sería el gatillante del consumo de drogas en personas que no logran obtener la
impresió n de trascendencia por medio de sus realidades comunes y corrientes. Con la droga,
pueden inducir esta sensació n en forma voluntaria, en momentos conocidos y acompañ ados
por quienes deseen.

El cerebro tiene 10.000 millones de neuronas y 20 sistemas de neurotrasmisores, modula


una compleja organizació n que permite tener una conciencia propia de la realidad. Las
drogas alteran estos sistemas y producen efectos agradables para el individuo, los que
inducen la apetencia anímico-corporal y la bú squeda de facilitadores artificiales de felicidad,
es decir, de las drogas. De esta forma se llega a la adicció n. El fenó meno de la adicció n,
descrito solamente en los seres humanos, es muy amplio, ya que abarca a los afectos, el
aprendizaje, el comportamiento y la sicología. Se refiere a la bú squeda compulsiva de la
droga o de los tipos de comportamiento inducidos por ésta, y a la incapacidad de controlar
estos comportamientos, independiente de sus consecuencias perjudiciales de tipo social,
econó mico, físico o psicoló gico.

La dependencia y el cambio de apreciació n de la realidad llegan a tal punto que la gente


pierde el control sobre el consumo. Esto tiene que ver con la capacidad que tiene la droga
para causar la adicció n. Hay quienes piensan que controlan el há bito de fumar porque
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fuman só lo 5 cigarrillos, pero se mueren por fumar después de almuerzo, por ejemplo. Otros
no logran percibir a sus amistades ni tener un nivel de conversació n o socializació n si no
está n estimulados y excitados por el alcohol. Las otras drogas, probablemente, tienen un
efecto mucho má s violento y favorecen aú n má s la adicció n.

Todas las adicciones se caracterizan por cambios físicos y psicoló gicos que afectan
transversalmente la percepció n de sí mismo y la integridad física, y dan síntomas como
taquicardia, cefalea, baja de peso, irritabilidad, labilidad emocional, etc.

Se sabe que los indios de México utilizaban la mescalina y que los machis o brujos del
pueblo permitían el consumo de drogas como el peyote, una vez al añ o, para caer en un
trance masivo y así hacer sentir a su pueblo que formaba parte de una familia. Actualmente,
se consume la droga en forma má s individual, lo que favorece la mirada introspectiva, pero
es como verse en un espejo que tergiversa permanentemente la silueta, los colores y las
formas personales. Este fenó meno aumenta la tendencia a la individualizació n, pero, en esa
bú squeda, el individuo se pierde a sí mismo.

CONSUMO DE DROGAS EN EL EMBARAZO

El uso de las drogas adictivas es un fenó meno que se remonta a los añ os 60, cuando la
generació n hippie empezó a consumirlas en forma comunitaria como una forma de
rebelarse contra una serie de comportamientos sociales de la época. Muchas mujeres se
embarazaron y tuvieron hijos que sufrieron exposició n a drogas in utero, lo que dio origen a
la descripció n de sus consecuencias en la literatura. En ese entonces se comenzó a hablar de
la acció n potencialmente terató gena de las drogas lícitas, como el tabaco y el alcohol, y de
las ilícitas; en los añ os 70 se describió algunos resultados neonatales de la adicció n al opio y
al alcohol en las embarazadas y se hizo notar que los hijos de mujeres alcohó licas o
drogadictas podían presentar síntomas de abstinencia, especialmente en el caso de la
heroína o metadona, que actualmente son menos populares. En los añ os 80, la atenció n
comenzó a focalizarse en la cocaína, a medida que ésta se hizo má s popular. Incluso se pudo
establecer un perfil psicosocial de la embarazada adicta, lo que permitía captarla mediante
una encuesta social.

Las embarazadas adictas, generalmente, son hijas de padres adictos, particularmente


alcohó licos; hay una alta proporció n de abuso sexual temprano: entre 30% y 50% de ellas
refieren el antecedente de abuso sexual, de otro tipo o abandono durante la niñ ez. Cuando
inician la actividad sexual continú an relacioná ndose con hombres adictos o alcohó licos, por
lo que a menudo son víctimas de violencia intrafamiliar y de diversos desó rdenes
psiquiá tricos. Esta forma de alteració n mental–social, en que parece que las percepciones,
los valores morales y la ética está n totalmente transformadas, sería muy difícil de revertir.

EFECTOS DE LA EXPOSICIÓN FETAL A DROGAS

El sistema nervioso central se desarrolla gracias a una compleja interacció n entre genes,
ambiente y un programa de desarrollo específico, aunque aú n no está claro cuá l es el peso
relativo de cada uno de estos factores. La programació n de la maduració n se inicia a los 28
días de gestació n. En ese momento el embrió n, que debe medir 1 cm, inicia el desarrollo del
tubo neural y comienza a inducir la maduració n del futuro sistema nervioso central.
Posteriormente, en la lactancia y la niñ ez, actú an otros estimulantes de esta maduració n,
como la crianza, los vínculos que se establecen con la familia, etc.

Por lo tanto, las noxas afectará n el desarrollo del sistema nervioso, dependiendo del tiempo
de exposició n, de la protecció n frente a ella y del momento de la gestació n o de la vida en
que se presenten.

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Una especulació n que podría tener alguna base plantea que el consumo de drogas en la
embarazada condiciona un sustrato neuroló gico que aumenta la tendencia al consumo de
drogas o a la bú squeda de las conductas relacionadas durante la vida adulta del individuo.
Esto explicaría que los adictos sean hijos de adictos o de alcohó licos y que gusten de
exponerse a situaciones vitales o deportivas arriesgadas y extremas, actitudes que
reflejarían la impronta de una alteració n precoz que se traduciría en la necesidad de una
cantidad mayor de adrenalina en sus interrelaciones neuronales.

Los desó rdenes del desarrollo del sistema nervioso central son de dos clases: los que
ocurren en la primera mitad de la gestació n, y que comprometen la citogénesis de las
neuronas y la migració n celular; y los que ocurren en la segunda mitad de la gestació n, que
afectan el crecimiento cerebral y su diferenciació n. El cerebro se desarrolla siguiendo un
orden, partiendo por la migració n de la neurona, la organizació n y la mielinizació n. La
organizació n es un proceso de conexió n o de “alambrado” del sistema nervioso central, que
comienza entre el quinto y el sexto mes de gestació n y sigue ocurriendo hasta el primer añ o
de vida. Gracias a este proceso se producen las comunicaciones de célula a célula y se
organizan e integran los sistemas.

En este momento ocurre también la apoptosis, un proceso que eventualmente puede ser
reversible y que consiste en la programació n de las células para la autodestrucció n. Cuando
actú a una noxa en ciertos sectores, la apoptosis se puede revertir para evitar la muerte de
algunas neuronas o células destinadas a morir, como una forma de compensar la muerte de
células vecinas causadas por la noxa. Esto podría afectar el funcionamiento de toda la
comunidad neuronal que está organizá ndose. También hay alteraciones que determinan
algú n grado de hipersensibilidad o bien una pobre modulació n del comportamiento, y es un
momento importante para la incorporació n de la informació n neurosensorial.

Este es un proceso má s bien de la segunda etapa del embarazo, de modo que se debe
incentivar a la madre adicta para que abandone la droga en este momento, aunque haya
sido consumidora en el primer semestre, porque en el segundo y tercer trimestres ocurren
episodios tan importantes para el feto que, de todos modos, éste se va a beneficiar y también
ella, si aprovecha este momento para tratarse y salir de su adicció n.

En el cerebro fetal que está en desarrollo, todas las drogas, como el alcohol, la nicotina, los
narcó ticos, los opioides, etc., pueden actuar como terató genos, segú n el momento de la
exposició n, y todos estos agentes pueden alterar, tanto el desarrollo del cerebro fetal como
su funció n. Ciertos modelos animales han permitido eliminar algunas variables postnatales
del ambiente físico o psicoló gico, y así se ha demostrado que estas alteraciones pueden
ocurrir independientemente del lugar donde nace, del nivel socioeconó mico y del trato que
se tenga con el animal recién nacido, o sea, que hay una impronta in ú tero que va a seguir su
evolució n.

El compromiso má s persistente es el de los sistemas de neurotransmisores que participan


en las funciones de atenció n y afecto de estos niñ os, algo bastante difícil de medir; los
trastornos de este tipo se suelen atribuir a la falta de atenció n y cuidado, o a la mala relació n
de la madre con su niñ o. También se altera la calma de la persona que está a cargo del niñ o,
porque no logra controlar el llanto de éste por los medios habituales. Son niñ os irritables,
inquietos y carentes de afecto. Esto no es fá cil de medir, pero los psicó logos pueden hacerlo.

En un estudio sobre la incidencia del consumo de una droga en los Estados Unidos, en que
se clasificó como tal los canabinoides, la heroína y la cocaína, se describió una incidencia de
8% a 12% en cualquier momento del embarazo, o sea, alrededor de 10 de cada 100 mujeres
embarazadas habían consumido drogas, conclusió n que resulta impresionante..

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Frente a esta situació n, el pediatra no só lo debe enfrentar a la madre sino que tiene que
ocuparse el niñ o; el médico, en general, debe velar por la protecció n del má s desvalido, que
es uno de los derechos del niñ o. En tal sentido, se entrega cierta autonomía a los médicos
que está n a cargo de los niñ os para que tomen la decisió n de protegerlos ante su madre, si
sospechan que ella no podrá darles el cuidado debido. Ademá s, estas madres muestran una
alta incidencia de enfermedades como la hepatitis B, suelen ser portadoras del VIH o de
otras enfermedades de transmisió n sexual, y sufren de una mayor incidencia de patologías
perinatales, es decir, la situació n pasa a ser un problema del binomio madre-hijo.

SÍNDROME ALCOHÓLICO FETAL

La incidencia universal de este síndrome es de 1/600 nacidos vivos, má s alta que la del
síndrome de Down. Es la tercera causa má s frecuente de retraso mental; los niñ os afectados
se caracterizan por tener el antecedente de retardo de crecimiento intrauterino grave,
microcefalia importante y coeficiente intelectual de alrededor de 65. Al comienzo, los niñ os
pueden sufrir un síndrome de abstinencia neonatal y presentar algunas características
dismó rficas o malformaciones congénitas esqueléticas, cardíacas, genitourinarias y labio
leporino. El fenotipo típico comprende hipertricosis, puente nasal bajo y chato, frente
aglobada y filtrum nasal má s largo de lo normal, lo que no tiene que ver con la etnia del
niñ o. Este fenotipo, en conjunto con el comportamiento del recién nacido, obliga a descartar
un síndrome alcohó lico fetal.

TABAQUISMO EN LA EMBARAZADA

El alcohol tiene un trasfondo social importante; todos le recomiendan a la embarazada que


no consuma alcohol, pero no rige lo mismo con el consumo del tabaco. La nicotina actú a
sobre la circulació n placentaria, aumenta la resistencia, favorece la isquemia cró nica y la
hipoxia fetal, y se traduce en una mayor tasa de abortos espontá neos, prematurez y muerte
perinatal, principalmente por el retardo de crecimiento intrauterino. El mayor efecto de la
nicotina consiste en la disminució n del peso final del recién nacido, en 150 a 250 g. La cifra
no parece mucho, pero es significativa. Otros efectos son aumento de los temblores, mala
respuesta auditiva y aumento del tono muscular. Ademá s, como la madre sigue fumando, la
nicotina pasa a la leche en bajas concentraciones.

CONSUMO DE MARIHUANA EN LA GESTACIÓN

El canabinoide atraviesa la placenta sin dificultad y reduce el flujo uterino; se provoca una
hipoxia fetal que es difícil de distinguir, porque la medició n actual de la oxigenació n del feto
no es eficiente; los resultados de estos fenó menos hipó xicos consisten en alteraciones
neuroló gicas de distinto grado en el RN.

La marihuana diminuye el periodo de gestació n promedio en una semana, por lo menos, se


asocia a un descenso de peso de alrededor de 150 g y explica algunas alteraciones
neuroló gicas del periodo neonatal, como los temblores y sobresaltos que no
corresponderían a los fenó menos típicos descritos en el recién nacido.

CONSUMO DE COCAÍNA EN EL EMBARAZO

La cocaína es la droga que má s se utiliza durante el embarazo, frecuentemente asociada con


el alcohol. Ejerce su acció n farmacoló gica mediante el bloqueo sistemá tico de la recaptura
presiná ptica de las catecolaminas endó genas, dopamina, epinefrina y norepinefrina. Lo
anterior se traduce en exceso de neurotrasmisores en la membrana postsiná ptica y
desorganizació n de las funciones del cerebro.
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La dopamina es el principal neurotrasmisor que actú a en las emociones, el ánimo y las
motivaciones, los que se ubican en el sistema límbico. La euforia que se atribuye a la cocaína
se debe a que, en vez de liberació n simple, recaptura y nueva liberació n, hay una
permanente estimulació n que lleva al afectado a un estado de excitació n continua.

La solubilidad lipídica de la cocaína es muy alta, por lo que atraviesa la placenta muy
rá pidamente y puede pasar la barrera hematoencefá lica fetal.

Los efectos clínicos secundarios al aumento de catecolaminas circulantes son los síntomas
de vasoconstricció n: hipertensió n materna, aumento de la contractilidad uterina, mayor
incidencia de abortos, mortinatos, partos prematuros y rupturas vasculares fetales. Ademá s,
la vasoconstricció n placentaria se asocia a una caída del flujo uterino, lo que conduce a
hipertensió n, taquicardia fetal o hipoxia fetal, asfixia intrauterina cró nica y, por ú ltimo,
retardo de crecimiento intrauterino. La resonancia nuclear magnética ha permitido detectar
estos efectos tó xicos en los infartos cerebrales fetales. El estímulo permanente, sumado a la
ruptura de los vasos del sistema nervioso central, que son muy frá giles en el recién nacido,
se traduce en zonas de infarto significativas en el cerebro.

La cocaína que ingresa al feto se concentra principalmente en el cerebro, donde alcanza


cuatro veces los niveles plasmá ticos. Tiene un efecto tó xico directo, evidenciado por
alteraciones en el electroencefalograma y en las tomografías computarizadas, y por la
mayor incidencia de anomalías congénitas, infartos y microcefalias. También puede
ocasionar otras alteraciones neuroló gicas como temblores, alteraciones del sueñ o,
hipertonía, hipotonía, irritabilidad, llanto agudo y convulsiones. Si el médico está informado,
puede pesquisar a niñ os cuya exposició n no se determinó en el prenatal. Deben llamar la
atenció n los niñ os muy irritables, con llanto muy agudo y difícil de calmar aunque la madre
los atienda. Al examen, son niñ os cuya circunferencia de crá neo es menor que lo normal, con
tendencia a la hipertonía y que, ademá s de la irritabilidad, tienen algunos temblores finos,
los que, por el retardo del crecimiento intrauterino, pueden plantear una hipoglicemia, pero
ésta se descarta. Su fenotipo no es tan grosero como el del síndrome alcohó lico fetal, pero
con algunos elementos destacables.

En el caso de un niñ o que nació , tenía la frente abombada, fontanelas má s amplias que lo
normal y puente nasal con labio como de mono. El niñ o no se consolaba fá cilmente; al
consultarle a la madre si había consumido algú n tipo de droga, contestó positivamente y
preguntó si eso tenía alguna importancia para su hijo. En ese momento hay que rescatar a
esa madre, con la ayuda de la asistente social, porque si amamanta al niñ o mientras sigue
consumiendo droga, seguirá intoxicá ndolo por medio de la leche materna.

Los efectos fetales de la cocaína son claros. La hipoxemia mantenida puede interrumpir la
organogénesis, que depende del flujo sanguíneo. Produce ruptura vascular fetal y un efecto
teratogénico que tiene que ver con el tono vascular y la perfusió nde los ó rganos, y que se
acompañ a de anomalías cardíacas e incluso infartos de miocardio. Los niñ os pueden tener
atresia intestinal, enterocolitis de inicio precoz sin causa aparente, vó mitos, deposiciones
anormalmente blandas para un recién nacido y algú n tipo de malformació n genitourinaria y
de extremidades. Un aspecto que llama la atenció n es la dismorfia facial, caracterizada por
fontanela amplia, glabela prominente que da la frente abombada, marcado edema de
pá rpados periorbital, puente nasal bajo, nariz corta y uñ as y ortejos pequeñ os, como
hipoplá sicos. Otros hallazgos pueden ser paladar o labios fisurados y artrogriposis.

Este fenotipo difiere del síndrome alcohó lico fetal en el filtrum amplio con labio superior
delgado, que confirma la existencia de la exposició n prenatal, aunque la madre
generalmente consume ambas drogas. Otro signo que se puede encontrar es la implantació n
de la oreja má s baja que lo normal.

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Manejo y seguimiento: La neurotoxicidad que produce la cocaína es distinta a la de los
opioides. La irritabilidad, el llanto agudo y la dificultad para calmar y alimentar al recién
nacido puede exigir el uso de pulsos cortos de fenobarbital durante dos a tres días, hasta
que la madre adquiera confianza. Lo má s importante es trabajar en establecer la relació n
madre-hijo, pero si el niñ o es irritable y no permite establecer el apego, es preciso romper
este círculo. Si la madre sigue siendo consumidora activa, se debe contraindicar la lactancia,
como ocurre con las madres que, ademá s de lo anterior, son VIH positivas.

El seguimiento de estos niñ os no es fá cil, por la sanció n social y la estigmatizació n que


sufren las madres, quienes, a medida que el niñ o mejora o que alguien las ayuda, van
abandonando los controles. Los escasos estudios de seguimiento a largo plazo que hay
señ alan que estos niñ os tienen un comportamiento anormal, que su patró n de sueñ o está
alterado y que presentan temblores e incapacidad para ser consolados; son muy irritables y
tienen una desorganizació n total de la respuesta social que se puede objetivar en el
electroencefalograma y en los potenciales evocados visuales. La incidencia de muerte sú bita
en estos niñ os es tres a siete veces mayor que en los hijos de madres no consumidoras;
ademá s, suelen mostrar déficit atencional y cará cter apá tico; no hay có mo motivarlos y se
van aislando progresivamente de sus pares y de los adultos, lo que explica que con
frecuencia caigan en la adicció n que sus madres les entregaron como herencia.

Capítulo 3

3.1 Marco Metodológico

3.1.1 Tipo de Investigación

El siguiente trabajo, es de tipo cuali-cuantitativo. Se pretende expresar en valores


absolutos y porcentuales el consumo de sustancias psicoactivas en mujeres embarazadas.
Ademá s, describir los efectos y posibles patologías que podrían ser consecuentes del mismo
consumo de esas sustancias psicoactivas.

3.1.2 Población

La població n estudiada es un grupo de 40 mujeres embarazadas a partir de los catorce


añ os, ingresadas en un Hospital Essalud. El instrumento de medició n, es una encuesta que
consta de diecinueve preguntas cerradas con el fin de determinar patrones de consumo de
sustancias psicoactivas.

3.1.3 Cronograma de Actividades

De acuerdo a la manera en la que se desarrolló el trabajo, el siguiente sería el


Cronograma de Actividades:

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días Actividad Realizada

1° Definir: Objetivo General, Objetivos específicos y Justificació n.

1° Crear la Encuesta

2° Desarrollo de: Marco teó rico y Marco Bibliográ fico

2° Desarrollo de: Marco Teó rico y Marco Bibliográ fico

3° Aplicació n Encuestas

3° Aplicació n Encuestas, Tabulació n de Encuestas

4° Formulació n de Grá ficos y Aná lisis de Resultados

4° Formulació n de Conclusiones e Introducció n, y adició n de Anexo

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Capítulo 4

4.1 Análisis de Resultados

Grafico 1

Rangos de Edad de la Población Encuestada

Podemos observar que los


resultados nos muestran que la mayoría
de mujeres a las que se les aplicaron las
encuestas rondan entre los 25 a 30 añ os
de edad con un 35%, así que podemos
deducir segú n los resultados de las
preguntas acerca del consumo de drogas
durante el embarazo que existe una
significativa cantidad de mujeres que aun
sabiendo que esperan un bebé siguen
consumiendo sustancias psicoactivas las
cuales causan consecuencias negativas
sobre el feto, en realidad mujeres de
todas las edades presentaron problemas con este tipo de sustancias y aunque entre algunos
rangos de edad existen diferencias en nú mero esto no implica que adolescentes que en este caso
de 14 a 18 alcanzaron un 17% en los resultados, es alarmante porque podemos ver que desde
estas edades ya se presentan este tipo de problemas.

Grafico 2
Rangos de Escolaridad de la Población Encuestada

En esta parte recolectamos datos acerca de que tanto grado académico poseen las
mujeres a las cuales se les aplicó la encuesta; primeramente podemos ver que el porcentaje má s
alto de mujeres con un 36% lo tiene secundaria completa por lo que sabemos que tienen
conocimiento acerca del tema y se supone tuvieron que haber pasado por un proceso donde se
les orientaba y guiaba en las consecuencias de las drogas y también que tienen educació n
sexual, por orden de porcentajes de mayor a menor de segundo tenemos a las mujeres que no
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terminaron secundaria con un 22%, deduciendo que la mayoría de ellas si llegaron a Colegio o
secundaria.
En el tercer lugar se muestran las mujeres que con un 14% no completaron la primaria,
que en contraste con el cuarto lugar donde se encuentran las que si la completaron con u 12%
se demuestra que también aunque no es el porcentaje má s alto es alarmante saber que
analizando los rangos de edad sabemos que hay mujeres desde los 14 añ os y que posiblemente
estas ni siquiera terminaron la primaria teniendo un nivel de educació n tanto sexual como
acerca de las drogas y sus consecuencias es mínimo si en el hogar no se les brindó
adecuadamente, ya que por lo general en los centros educativos esta informació n es dada.

Respecto a la educació n superior tenemos los porcentajes má s bajos debido a que existe un
9% de estas mujeres que completaron estudios universitarios y un 7% que no los han
completado, estos ú ltimos porcentajes muestran cifras normales en comparació n ya que la
problemá tica se da má s en edades má s bajas y para estar cursando una carrera en la
universidad se tiene que estar en los rango s un poco má s altos de edad.

Grafico 3
Porcentajes de hijos incluyendo embarazo actual de la Población Encuestada

Son interesantes los


resultados de esta variable debido a
que notamos que un 24% de las
mujeres encuestadas ya tenían otro
hijo antes del embarazo en el que se
encuentran y un 20% de las mujeres
que es menor solo por un 4% a los
resultados anteriores tienen 4 hijos o
hasta má s, implicando esto muchos
problemas que posiblemente puedan
existir como problemas
socioeconó micos debido a la gran
cantidad de hijos que tienen que mantener y desde luego la falta de importancia o el descuido
que presentan tanto estas mujeres como lo podrían presentar sus parejas al no analizar la
concepció n de un niñ o.

Vemos que un 39% de las mujeres encuestadas, el cual es el porcentaje má s alto, se


encuentran en su primer embarazo, esto nos puede llevar a pensar que una inadecuada
educació n sexual y acerca de las drogas, o puede no ser ese el problema sino conflictos en las
familias que los llevan a estos tipos de conductas sin pensar en las consecuencias, aunque
siempre puede existir la posibilidad de que al menos una de las mujeres conocía informació n
acerca del tema e igualmente tiene practicas incorrectas y se encuentra embarazada, estas
variables también se miden con otras preguntas de la encuesta las cuales también se discutirá n.

Un 17% de las mujeres encuestadas contando el embarazo en el que se encuentran


llegarían a tener 3 hijos.

Viendo todos los porcentajes es significativamente mayor la cantidad de mujeres que se


encuentran en este tipo de problemas con drogas relacionadas al embarazo por primera vez
12
denotando la falta de experiencias vividas para tener un conocimiento previo acerca del
panorama.

Grafico 4
Estado Civil en el que se encuentra la Población Encuestada

Relacionando los temas que


ya se han discutido vemos que los
resultados obedecen a la ló gica
comú n, notando que los porcentajes
más altos no son en mujeres casadas
si no en solteras y mujeres en unió n
libre, lo que es muy parecido ya que
el termino de unió n libre a veces
puede ser diferente para todos,
algunas veces comportá ndose como
un matrimonio, otras veces
dependiendo de la situació n es casi
como si fuera soltería.

La mayoría de las mujeres encuestadas se encuentran precisamente en unió n libre con


un 37% y muy cercano se encuentran las solteras con un 34%, deducimos que las mujeres al
encontrarse en una relació n que en algunas ocasiones muestra falta de seriedad puede acarrear
una problemá tica que se refleja en el consumo de drogas o desordenes de muchos tipos y en
muchas á reas que conllevan a estos problemas también.
No se puede dejar de lado el porcentaje de las mujeres casadas que fueron encuestadas
ya que es realmente alto y se compara con los resultados anteriores con un 29%, demostrando
si bien es cierto que la relació n en la que se encuentran con sus parejas es más seria y en teoría
estable, de igual manera se dan problemas entre la relació n y no por ser casada quiere decir
precisamente pero si es más frecuente, que la relació n sea mejor.

Vemos que por algunas diferencias cuantitativas no tan altas, el compromiso o relació n
de estas mujeres con sus parejas influye de manera ligera en este tema.

Grafico 5
Tipo de embarazo de la Población Encuestada

El resultado de esta
variable es curioso debido a las
mujeres con un significativo
porcentaje de 35% afirman que el
embarazo en el cual se
encuentran fue deseado y
planeado, lo interesante es que a
pesar de esto los índices que
arrojan los resultados muestran
que de igual manera una gran
cantidad durante el embarazo
13
consume alguna sustancia psicoactiva la cual conocemos que tiene consecuencias negativas
para el futuro bebé en desarrollo.

Otras mujeres dicen que su embarazo fue deseado no planeado, ellas alcanzan el mayor

porcentaje con un 59%, este tipo de embarazo quiere decir que si valoraban la posibilidad de
tener un hijo pero no se lo esperaban en el momento en que se dio la concepció n, esto nos
puede llevar a pensar que por esta misma razó n no se encontraban preparadas para asumir una
responsabilidad y un cuidado tan grande como lo es un embarazo. Tan solo un 6% de estas
mujeres indicó que el embarazo en el cual se encuentran no fue ni deseado ni planeado, tiene
mucho sentido que estas mujeres estén pasando por una problemá tica muy grande debido a
esto ya que no tenían por lo menos el deseo de concebir un hijo en el momento, pero en
contraste con los resultados anteriores resulta interesante que este tipo de embarazo no
alcance los mayores nú meros y que los problemas de drogas por lo tanto en esta muestra sean
mayores en los otros tipos de embarazos ya mencionados.

Grafico 6

Estado de control prenatal de la Población Encuestada

Esta variable muestra resultados muy positivos ya que vemos que un porcentaje de
91% de las mujeres cumplieron con el control prenatal que tiene que darse para asegurarse de
que el embarazo sigue su curso de una manera ó ptima, esto opaca de gran forma a las que no
recibieron este seguimiento con apenas un 9%, el cual no debería de darse desde luego ya que
este control es de suma importancia pero se encuentra afortunadamente entre rangos bajos.

Notamos que a pesar de todo estas mujeres le dan importancia a su embarazo al menos
en este aspecto para darse cuenta si su hijo o hija esta con salud o bien saber si padece de
alguna enfermedad congénita, desnutrició n y muchos otros padecimientos que pueden existir

14
en el embarazo.

Grafico 7
Consumo de Sustancias Psicoactivas en los hogares de la Población Encuestada

Esta variable nos ayuda a poder


identificar y asociar si los problemas que las
futuras madres encuestadas presentan se
pueden relacionar a problemá ticas que
vienen desde el hogar.

Notamos que de hecho el porcentaje


má s alto con un 66% afirma que a la menos
alguna sustancia psicoactiva es consumida en
el hogar de todas las que existen como lo son
el alcohol, marihuana, cocaína.

Sabemos que la formació n y lo que vemos en nuestros hogares resulta una gran
influencia para nuestra formació n y manera de actuar, estos resultados nos confirman que estas
mujeres muestran problemas con drogas o sustancias psicoactivas debido a que lo encuentran
comú n ya que lo han visto en sus familias y piensan que es normal.

Todos estos comportamientos se reflejan desde el hogar a la conducta que estas


mujeres demuestran y el hecho es que es negativo debido a que el consumo de estas sustancias
no solo afecta el cuerpo de ellas si no de la vida que se forma en su interior pudiendo causar
consecuencias al feto como malformaciones, desarrollo empobrecido y muchas otras patologías
que se describen en el marco teó rico.

Un 34% de estas mujeres dijeron que no se consumía ningú n tipo de droga en sus
hogares por lo que esta informació n nos resulta de suma importancia para identificar que otros
factores pueden influir en estas mujeres para consumir alguna de estas sustancias psicoactivas
si es que las consumen y esto lo veremos en futuras discusiones a continuació n para entender
mejor las razones que pueden llevar a una madre a consumir este tipo de drogas durante su
embarazo sabiendo si es que lo hacen lo cual se mencionara mas adelante que este consumo es
negativo para su hijo o hija.

Tipos de drogas que se consumen en el hogar:

15
Grafico 8
Consumo de Sustancias Psicoactivas por parte de la Población Encuestada

Utilizando la encuesta como una


medida a escala de la població n a
nivel mundial se percibió que las
drogas de mayor consumo son
aquellas consideradas “drogas
legales” como lo son el alcohol y el
tabaco las cuales representan
porcentajes bastante altos de
consumo en comparació n con el
resto de sustancias psicoactivas,
representando un 48 y 19 por ciento
respectivamente dando un resultado
final del 67%, es decir, la mayor parte de la població n afirma ser consumidora de alcohol (en su
mayoría) y tabaco.

La mayor accesibilidad, comodidad en cuanto a precio, posibles patrones de consumo


hereditarios son variables que determinan el por qué la existencia de un mayor consumo o
preferencia hacia dichas drogas, por otro lado, se encuentra la porció n restante de drogas las
cuales su consumo es ilegal al menos en nuestro país, sin embargo, ocupan un importante
porcentaje del estudio. De aquellas drogas cuyo consumo es prohibido encontramos a la
marihuana como primer lugar en cuanto ingesta, la fá cil obtenció n y la idea erró nea de un cierto
sector de la població n respecto a esta droga y sus posibles funciones curativas son impulsores
para su consumo. La cocaína y el crack representan un pequeñ o porcentaje de consumo, sin
embargo, continua siendo significativo si elevamos los índices a nivel global, dichos
estupefacientes ademá s de los dañ os que producen en el ser humano como la perdida de la
sensibilidad por ejemplo, poseen un alto costo por lo que no suelen ser las drogas de mayor
preferencia por la població n. Dependiendo del índice de adicció n que existe y la necesidad por
satisfacer al cuerpo con lleva al aumento en cuanto a la cantidad y el cambio a drogas aú n má s
potentes para obtener un mayor grado de satisfacció n.

Sin embargo, no se puede dejar de lado a ese pequeñ o sector de la població n el cual admite
no consumir ningú n tipo de drogas, luego de comparar los porcentajes en cuanto al nú mero de

16
personas que admitieron consumir algú n tipo de drogas y aquellas que no acuden a su uso, se
destacó una amplia diferencia numérica, el total de personas no consumidores es de un 21% lo
cual representa alrededor de ú nicamente 1/5 parte de la població n encuestada, atribuyéndole
el otro 79% a personas consumidoras de los diferentes tipos de sustancias psicoactivas, el
nú mero es bastante alto y preocupante, se resume en el hecho de vivir en un mundo donde
má s de la mitad de la població n es consumidora de cualquier tipo de drogas con dichas
conductas se impulsa a las futuras generaciones a su consumo, la sociedad día a día brinda
mayor propaganda a dichas sustancias, por lo que prá cticamente se induce a las personas a su
consumo y venta pues genera un ingreso importante.

Gráfico 9

Edades en las que se inició el consumo de drogas por parte de la Población


Encuestada

La edad de inicio de
consumo de drogas es un
punto importante en la
investigació n, se logró
determinar que las edades
más frecuentes de inicio
ronda entre los 14 y 17 añ os
de edad, el dato muestra que
el comienzo del empleo de
sustancias psicoactivas en ese
periodo es de un 53% lo que
permite inferir que el mayor
inicio de consumo de drogas
se da a edades sumamente tempranas en las cuales el adolescente se encuentra muy susceptible
a caer en la adicció n, la necesidad de experimentar nuevas cosas, ademá s de otros factores
influyentes en cada adolescente como el poseer padres o algú n familiar consumidor, amigos que
influyen en la toma de decisiones y el poco empleo de informació n recomendada para evitar el
consumo convierten al adolescente má s vulnerable a caer en el consumo pudiendo ocasionar
graves problemas a largo plazo, aquí es donde se deduce que el comercio posee gran parte de la
responsabilidad, la sociedad se encuentra acostumbrados a la venta de ideas falsas sobre el
consumo de alcohol o tabaco por ejemplo en el caso de drogas de consumo má s frecuentes,
donde sus anuncios muestran a jó venes disfrutando de su ingesta cuando en realidad se le causa
un verdadero dañ o al cuerpo y muchas veces dependiendo de la reincidencia en el consumo a
las personas que se encuentran a su alrededor.

Luego se encuentran las personas entre las edades de 18 a 22 añ os entre las cuales su
consumo es bastante significativo, una edad donde el consumo de alcohol y cigarrillo es “legal”
pero sin dejar de provocar los mismos dañ os al organismo, dependiendo del ambiente que
diariamente recurran y a los há bitos que le hayan sido inculcados , muchos de estas personas
deciden no consumir droga de alguna forma se encuentran acostumbrados a un entorno un
poco más limpio respecto a drogas, sin embargo, debido a la edad existe un mayor acceso
al consumo, ya que apartir de los 18 se posee la edad suficiente para la entrada a lugares de
diversion enfocados en la venta de dichos productos. El sector de la població n que dice haber
iniciado el consumo a los 22 añ os en adelante se encuentran en menor porcentaje debido a la
gran probabilidad de que el consumo se haya realizado en edades má s tempranas, lo cual es la
probabilidad má s amplia, sin embargo no deja de ser una cantidad significativa ya que es una
població n econó micamente má s estable para solventar el gasto en sustancias psicoactivas.

17
Gráfico 10
Frecuencia de consumo de sustancias psicoactivas en la Población Encuestada

La frecuencia de
consumo es un factor vital
para determinar los
diferentes efectos que
pueden ocasionar las
drogas en cada organismo,
la encuesta realizada a
mujeres embarazada,
mostro que la mayor parte
de las mujeres que se
encuentran en periodo de
gestació n poseen la
sensibilidad de detener el consumo de sustancias psicoactivas en el momento en que conocen
de la existencia de un embarazo, por sentido comú n las personas conocen de la presencia de los
diferentes problemas si se mantiene la ingesta de dichas sustancias, problemas en el desarrollo
del niñ o los cuales pueden traer graves consecuencias en el momento del nacimiento, sin dejar
de lado, el mal ejemplo que se le estaría brindando al niñ o si sus padres quienes son pilares muy
importantes en su vida son consumidores frecuentes, a futuro se empieza a reflejar los efectos
tanto a nivel psicoló gico como problemas de conducta o aprendizaje sin dejar de lado los efectos
a nivel físico.

El porcentaje restante corresponde a un 18% de mujeres que si consumieron drogas


durante su embarazo del cual un 5% afirman consumir algú n tipo de droga de cuatro a seis
veces por semana, personas que por ignorancia no son conscientes del verdadero dañ o que le
causan a su bebe o cuyos problemas de adicció n son tan grandes que resulta casi imposible
evitar el consumo de sustancia psicoactivas, igual que aquellas personas que consumen drogas
de una a tres veces por semana refiriéndonos a un 4% de la població n estudiada lo cual
continua siendo un valor bastante alto y dañ ito para el feto. Otro porcentaje son aquellas
mujeres que mencionan haber usado drogas una vez o menos al mes las cuales representan un
9%, sin embargo aunque el consumo no sea tan frecuente no deja de ser importante y
significativo para el niñ o, principalmente en las etapas iniciales del desarrollo donde se da la
formació n de estructuras muy importantes.

Gráfico 12

Conocimiento sobre efectos nocivos de las sustancias psicoactivas en su salud de la


madre y en la del bebe por parte de la población encuestada

18
Los que respondieron que si indicaron:
Gran cantidad de la
població n dice conocer los
efectos adversos que puede
ocasionar el consumo de
sustancias psicoactivas
durante el embarazo, segú n el
estudio el 92% afirma conocer
los dañ os, este porcentaje
representa una alta cantidad
de població n que sin importar
su grado de escolaridad
concluye que si el simple uso
de drogas provoca un gran
dañ o para la persona que lo
consume de igual forma se lo
ocasionaría al feto si se
encontrara en estado de embarazo lo cual es cierto debido que la madre se convierte en la
principal fuente de nutrició n para el niñ o, y gran parte de los químicos que componen estas
drogas logran atravesar la barrera placentaria y llegar al embrió n, sin embargo existe un sector
de esas mujeres que no siguen las recomendaciones de suspensió n del uso de dichas sustancias,
por diversas razones, posiblemente muchas de ellas se encuentran entre el restante 8% que
dice desconocer los efectos adversos del consumo de sustancias psicoactivas durante el
embarazo, mujeres que no reciben control prenatal o simplemente no acatan las
recomendaciones dadas por los médicos.

Aquellas mujeres que contestaron si conocer el dañ o de las drogas principalmente para
el niñ o, un 57% contestaron que uno de los efectos son las malformaciones, lo cual es afirmativo
debido que al consumo de alcohol u otras drogas como la cocaína si se consumen
principalmente en el primer trimestre de embarazo en el cual se está dando la formació n
ó rganos vitales lo que aumenta en gran cantidad la posibilidad de que el niñ o nazca con alguna
malformació n física. Los niñ os pueden nacer con espina bífida, atresia de esó fago, ausencia de
ano, rotura de la pared abdominal o alguna malformació n renal y cardiovascular, ademá s de
deficiencias físicas y motoras. El consumo de sustancias psicoactivas también afecta el á rea
metal provocando problemas de conducta y aprendizaje al cual 17% de las mujeres
mencionaron que era uno de los principales efectos del consumo de drogas durante la
gestació n. Un 13% afirman que el consumo de sustancias en esta etapa, específicamente alcohol
provoca en el feto el síndrome del Alcohó lico fetal, el cual es responsable de cambios en el
fenotipo normal de los niñ os como ojos pequeñ os y rasgados, labio superior liso y cabeza
pequeñ a, ademá s graves problemas en la coordinació n motora, pensamiento y lenguaje.
19
Sin embargo las personas más acertadas son aquellas que eligieron la respuesta que
abarcaba las tres opciones anteriores, lo cual represento al 13% de la població n, probablemente
personas que poseen un poco más de conocimiento en el tema. Lo realmente importante fue
percibir que gran parte de la població n tiene conocimiento acerca de la existencia de
verdaderos efectos si no se realizan este tipo de cuidados durante el embarazo. Se deduce que
la mayoría de las personas posee la mínima cantidad de informació n acerca del efecto de las
sustancias psicoactivas necesaria para el cuido de su persona e hijos.

Gráfico 13
Consideraciones sobre los efectos nocivos que puede tener el consumo de alcohol en
salud del recién nacido a corto, mediano y largo plazo por parte de la Población
Encuestada

El 100% de la població n respondió


que sí y que los efectos de este
en los recién nacidos son:

Gráfico 14
Apoyo de familiares o parejas con los que cuenta la Población Encuestada

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Gráfico 15
Porcentajes sobre el conocimiento de instituciones para tratar problemas de adicción
por parte de la Población Encuestada

Gráfico 16
Porcentaje que acudiría a centro de rehabilitación de la Población Encuestada

En este caso, la mayoría de


mujeres estarían de acuerdo con
acudir a algú n centro para solicitar
ayuda y só lo el 8% se niega a hacerlo.
Esto es de suma importancia porque
para una persona con alta
dependencia de alguna sustancia es
muy difícil pasar por todo el proceso
de rehabilitació n por sí solo. Es decir,
aunque haya determinació n por parte de la persona siempre habrá n índices de que vuelva a
consumir alguna sustancia psicoactiva sin haber terminado el proceso.

Por lo general, los adictos a sustancias psicoactivas se vuelven tan dependientes a ellas
que se torna más complicado que acepten asistir a un centro de rehabilitació n. Sin embargo,
las mujeres embarazadas predominantemente estuvieron de acuerdo en recibir la
colaboració n y esto puede ser dado a que en su mayoría tienen cierto conocimiento sobre el
efecto dañ ino que le podría ocasionar al futuro bebé el efecto de esas sustancias.

21
Capítulo 5

5.1 Conclusiones
Segú n esta investigació n podemos dar con muchos puntos importantes entre los cuales
destacan, que segú n los resultados y de acuerdo a la muestra vemos que es má s frecuente el
consumir sustancias psicoactivas como la cocaína, la marihuana y el alcohol, siendo el alcohol la
sustancia más consumida de estas tres de acuerdo a los resultados desde tempranas edades y se
da más en adolescentes y la segunda sería la marihuana que también siendo una droga ilícita es
bastante consumida por los adolescentes de nuevo, aproximadamente desde los 13 y 14 añ os de
edad las mujeres empiezan con este tipo de conductas.

Podemos observar que la mayoría de la mujeres embarazadas tomadas de una base de datos
con incidencia de consumo de estas sustancias, al menos llegaron a la secundaria y la mayor
parte de ellas no planeaban tener un hijo en el momento de la concepció n pero sin embargo no
descartaban la posibilidad de tener un hijo algú n día y que la mayoría de ellas tiene al menos
má s de un hijo.

Vemos que los há bitos en el hogar acerca del consumo de drogas tiene mucha influencia en las
conductas que las mujeres embarazadas que consumen drogas presentan debido a que en los
hogares donde se suele realizar este tipo de actividades notamos que estas mujeres lo hacen
también.

Notamos que las mujeres tienden a detener el uso de drogas durante el periodo de embarazo
debido a que conocen de las consecuencias que esto implica para el feto y un porcentaje muy
bajo si consume durante el embarazo pero de igual manera saben sobre los efectos negativos
que estas sustancias podrían causar.

Comprendemos que las primeras semanas de desarrollo del embrió n son fundamentales para
que durante el resto del desarrollo el feto tenga una adecuada formació n y que estas sustancias
psicoactivas como lo son marihuana, cocaína y alcohol definitivamente influyen e interrumpen
este proceso provocando una muy grande lista de padecimientos, patologías y problemas que
el futuro bebé puede presentar.

Denotamos que segú n los resultados todos o al menos la mayoría de costarricenses por supuesto
y má s importante incluyendo madres tienen al menos la noció n de que las drogas son
perjudiciales para su salud y la del bebé. Concluimos que una de las consecuencias má s
frecuentes de acuerdo a la informació n obtenida son malformaciones en el feto debido a la
alteració n del desarrollo embrionario.

Reconocemos que el proceso en el cual una persona deja una droga es complicado y que el
cuerpo sufre un síndrome de abstinencia el cual el individuo debe superar con la ayuda de
profesionales en el á rea y que existen muchas opciones de tratamiento e instituciones en
nuestro país que ayudan a estas personas.

5.2 Recomendaciones

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Una de las recomendaciones má s importantes que se pueden dar en estos casos es evitar
totalmente el consumo de sustancias psicoactivas durante el embarazo y de esta manera se
previenen todas las patologías congénitas que el feto puede desarrollar debido a esto.

Hacer campañ as de informació n acerca de los efectos que cada droga causa en el feto durante el
embarazo y hacer a las personas tener conciencia de la gravedad del consumo de estas
sustancias y de igual manera sin estar en estado de embarazo para ellas y la població n.

Darle suma importancia a la població n de mujeres adolescentes y tratar de que tengan una
buena educació n sexual y contra las drogas, tratar de que esta educació n empiece en el hogar
donde los há bitos y el ejemplo que se da sean correcto para evitar futuros problemas con drogas
y embarazos en las mujeres.

Mantener un control de embarazos para darle seguimiento a las mujeres que muestran
consumo de alguna droga, educarla y detenerla para bien del futuro bebé, dá ndole detecció n
temprana a estas mujeres con exá menes de orina para detectar cualquier sustancia perjudicial
que puedan estar consumiendo.

Analizar la situació n socioeconó mica de mujeres embarazadas que presenten problemá tica con
drogas y tratar de brindarles ayuda en este aspecto para que la situació n y el ambiente en el
que viven mejor.

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