EspectrosdeControlparalaciudaddeQuito Ecuador
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Roberto Aguiar
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R. Aguiar
R. Aguiar
R. Aguiar
ISSN: 1134-3249
ISBN: 978-84-944244-3-4
Depósito legal: B-19105-2015
AGRADECIMIENTO
ABSTRACT
1.1 INTRODUCCIÓN 2
1.1.1 Fallas ciegas inversas 3
1.1.2 Acelerogramas y espectros sísmicos 4
1.1.3 Espectros hallados en el sismo de Christchurch de 2011 6
2.1 INTRODUCCIÓN 24
2.3 ESTRATIGRAFÍA 31
3.1 INTRODUCCIÓN 52
4.1 INTRODUCCIÓN 84
REFERENCIAS 99
RESUMEN
Una buena parte de Quito se halla sobre fallas ciegas inversas, que están activas, lo
que le convierte en una de las ciudades con mayor peligrosidad sísmica del mundo. En
1587 un sismo de magnitud 6.4 asociado a estas fallas causó gran daño en la naciente
ciudad y desde esa fecha no se han vuelto a registrar sismos con magnitud mayor a 6
por lo que se está acumulando la energía sísmica, lo que ha habido en los últimos 25
años es dos sismos de magnitud 5.3 el 10 de agosto de 1990 y de 5.1 el 12 de agosto
de 2014; con foco superficial.
En esta publicación se presenta, en primer lugar, las fallas ciegas inversas de Quito,
denominadas de sur a norte: Puengasí; Ilumbisí-La Bota (ILB); Carcelén el Inca (CI);
Bellavista Catequilla (BC) y Tangahuilla. Luego se determina para varios rangos de
magnitud, el período de recurrencia de cada segmento de falla empleando el modelo
de Gutenberg y Richter modificado y truncado desde una magnitud mínima a una
magnitud máxima.
El Distrito Metropolitano de Quito se halla dividido en cinco zonas: Sur; Centro Sur;
Centro; Centro Norte y Norte. Para cada zona se ha obtenido espectros de respuesta
elásticos para 5% de amortiguamiento, considerando el tipo de suelo, asociados a la
ocurrencia de un sismo de máxima magnitud en cada uno de los segmentos de las fallas
ciegas de Quito; empleando los siguientes modelos de movimientos fuertes indicados
en el párrafo anterior.
Resumen
Para el Sur, Centro Sur y Centro de Quito, la falla de Puengasí es la que generó el
mayor espectro con un sismo de magnitud 6.4, que es el de mayor magnitud esperada
en ese segmento de falla anotado. Para el Centro Norte y Norte de Quito, la falla de
Ilumbisí-La Bota es la que reportó los mayores espectros con un sismo de magnitud
6.2.
Se presentan espectros con los tres modelos de movimientos fuertes, para niveles de
confianza del 50% y del 84%. Se han denominado espectros de control porque es
fundamental que en las estructuras diseñadas con la Norma Ecuatoriana de la
Construcción del 2011 o 2014 se verifique su desempeño ante estos espectros. Las
estructuras diseñadas con normativas anteriores tienen más obligación de ser revisadas
su desempeño estructural con estos espectros.
ABSTRACT
A considerable part of Quito is founded over active blind reverse faults thus making it
one of the most seismically hazardous cities in the world. In 1587, a 6.4 magnitude
earthquake associated with these faults occurred, bringing great damage in the nascent
city. Since then, earthquakes with a magnitude greater than 6 have not been registered
causing seismic energy to accumulate. Over the last 25 years, there have been two
earthquakes, the first one with a magnitude of 5.3 on August 10th, 1990 and the second
one with a magnitude of 5.1 on August 12th, 2014 which had a superficial epicenter.
This publication presents, in first place, Quito's blind reverse faults described from
South to North: Puengasí; Ilumbisí-La Bota (ILB); Carcelén el Inca (CI); Bellavista
Catequilla (BC) and Tangahuilla. Then, the recurrence interval of each fault is
determined for various magnitude ranges using the Gutenberg and Richter model,
which has been modified and truncated from minimum to maximum magnitudes.
The Metropolitan District of Quito is divided into five zones: South, South Central,
Central, North and North Central. For each zone, elastic response spectra have been
obtained for 5% damping, considering the type of soil associated with the occurrence
of a maximum magnitude earthquake in each one of the segments of Quito's blind
Abstract
reverse faults, employing the models of strong ground motion described in the
preceding paragraph.
For Quito's South, South Central and Central regions, the Puengasí fault is the one that
generated the highest spectrum with a 6.4 magnitude earthquake, which constitutes the
greatest expected magnitude in this kind of fault segment ever registered. For Quito's
North Central and Central regions the Ilumbisí-La Bota fault is the one that reported
the highest spectra with a 6.2 magnitude earthquake.
Spectra are presented with the three models of strong ground motion for reliability
levels of 50% and 84%. These have been called control spectra because it is vital to
verify the performance of structures designed with the 2011 or 2014 Ecuadorian
Standards of Construction (in Spanish "Norma Ecuatoriana de la Construcción")
under these spectra. Structures that were designed using previous standards are in a
greater need to review their structural performance by this spectra.
1. FALLAS CIEGAS DE QUITO
R. Aguiar
A. Rivas
Cuando se habla de que estas fallas ciegas pueden generar sismos con magnitud mayor
a 6.0 realmente no se tiene una noción clara de las aceleraciones máximas del suelo
que se esperan en un sismo cuyo foco es superficial y de los espectros que se
generarían, es más solo los especialistas saben de esta terminología por eso se presenta
en forma sencilla que es una falla ciega, un acelerograma y un espectro sísmico. Para
alcanzar el objetivo indicado al inicio de este párrafo, se presentan los espectros
obtenidos en la ciudad de Christchuch en Nueva Zelanda cuando un sismo, asociado a
una falla ciega, de magnitud 6.2 y con una profundidad focal de 5 Km., generó
aceleraciones verticales de 2.2 veces la aceleración de la gravedad en la zona
epicentral.
Las lomas de Puengasí e Ilumbisí, son parte de las fallas ciegas inversas y en caso de
que se presente un sismo en estas fallas, la gente debe conocer que se esperan
aceleraciones verticales muy altas lo que obliga a tomar precauciones constructivas;
como es proporcionando un mayor anclaje a las cimentaciones y muros, de las
construcciones que se encuentran en las laderas de las lomas mencionadas. Las
componentes horizontales de movimiento del suelo también serán altas.
Se presenta con bastante detenimiento el marco teórico de dos modelos de cálculo del
período de recurrencia y son el modelo de Terremoto Característico y el de Gutenberg
y Richter modificado y truncado. El estudio de estas dos formas de cálculo será de
gran utilidad para todos aquellos que están trabajando en el campo de la peligrosidad
sísmica y para los Proyectistas estructurales que sabrán considerar los espectros que
se generen en estas fallas en los diseños estructurales.
2 Fallas ciegas de Quito
Buena parte de Quito se halla sobre fallas geológicas activas, esta es una realidad,
razón por la cual se debe conocer más sobre esta temática y lo principal se debe
considerar en el diseño y reforzamiento de estructuras los espectros asociados a estas
fallas, que se ha denominado Espectros de Control.
1.1 INTRODUCCIÓN
Quito es una ciudad alargada con una longitud que está alrededor de los 40 km, y un
ancho que varía entre 6 y 12 km, con una gran densidad poblacional flotante, que en
algunos casos es de 500 habitantes por hectárea en el centro norte y en otros un poco
menos pero es demasiada gente que se encuentra concentrada en grandes edificios. Es
muy difícil el crecimiento a futuro de la capital en forma longitudinal por lo que ya ha
empezado a crecer verticalmente con la construcción de grandes edificios.
Con este panorama es muy importante que se conozca que en 1587 se registró en el
norte de Quito un sismo de magnitud 6.4 (Beuval et al. 2010) asociado a uno de los
segmentos de las fallas ciegas que se presentarán más adelante. Desde esa fecha no se
han vuelto a registrar sismos con magnitud mayor a 6 en la ciudad; situación muy
preocupante ya que estas fallas están tienen una tasa de movimiento que varía entre 2
y 4 mm., al año. Este levantamiento se habría iniciado hace 0.5 Ma, Millones de años.
(Soulas et al. 1991; Villagómez, 2003). La evidencia de que están activas son los
sismos de pequeñas magnitudes que continuamente se registran con magnitudes
alrededor de 3, una buena parte de estos sismos no se los siente por el gran movimiento
de la urbe. (Aguiar et al. 2015)
A la derecha de la figura 1.1 se presenta los epicentros de los sismos registrados por el
Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional, IG-EPN y publicados por
Lamarque (2011) y analizados en tres dimensiones por Font et al. (2013). Lo
importante es destacar que desde 1994 hasta el 2009, se han registrado 1758 sismos
con magnitudes comprendidas entre 3.0 y 5.3; con una profundidad focal menor a 40
km. Alvarado et al. (2014) se destaca que la mayor parte de los sismos tiene
profundidades menores a 20 km.
En el corte AA’ de la figura 1.1 se aprecia que la mayor parte de sismos tienen una
profundidad focal que varía entre 5 y 20 km., y por otra parte que el ángulo de
buzamiento es de 55 grados. Es lógico pensar que este ángulo no es constante y que lo
mejor es considerar que está alrededor del valor indicado.
Bueno pero lo importante era notar que las fallas ciegas de Quito están activas lo que
se demuestra con la gran sismicidad registrada y que el sismo del 12 de agosto de 2014,
de magnitud 5.1 con una profundidad focal de 5 km., provocó mucha alarma en los
habitantes del norte de Quito y daño en varias viviendas cercanas al epicentro. Aguiar
et al. (2014)
Fallas ciegas de Quito 3
La alarma fue muy justificada porque se trató de un sismo muy superficial y muy cerca
al norte de la ciudad. Ahora habría que preguntarse lo que pasaría si se registra un
sismo de magnitud mayor a 6, asociado a estas fallas que están bajo buena parte de la
ciudad; para tener una idea de las aceleraciones que se esperan y de los espectros que
se hallan se debe estudia lo que ha pasado en los sismos de: Northridge-USA (1994),
Kobe-Japón (1995); Chichi-Taiwan (1999); Armenia-Colombia (1999); Duzce-
Turquía (1999) y más reciente Christchurch-Nueva Zelanda (2011). Todos estos
sismos se dieron por fallas ciegas que se encuentran bajo la misma ciudad o muy
próximas a ellas.
Pero antes de continuar con la explicación es necesario conocer que es una falla ciega
inversa y para esto a la izquierda de la figura 1.2 se presenta con una línea inclinada
en la parte inferior el plano de falla que no tiene afloramiento superficial antes de un
sismo y a la derecha se muestra un poco más ese plano de falla con el movimiento
experimentado durante el sismo. Se observa que el bloque de la izquierda del plano de
falla sube con respecto al plano de falla. El ángulo del plano de falla con respecto a la
horizontal es el ángulo de buzamiento. (Barbat et al. 1994)
4 Fallas ciegas de Quito
Las lomas que se hallan en la parte Este de la ciudad por donde atraviesa la Avenida
Oriental o la Avenida Simón Bolívar son producto de este movimiento. En un sismo
la liberación de energía se va a dar en forma brusca de tal manera que la componente
vertical va a ser muy alta y no hace falta ser un especialista para darse cuenta que las
construcciones que se hallan sobre la loma de Puengasí (en el sector del trébol) que
han tenido problemas de deslizamiento de suelo y han colocado plásticos en el piso
para detener la erosión del suelo van a ser muy afectadas con un sismo asociado al
segmento de Puengasí. No se trata de alarmar a la ciudadanía pero si a las autoridades
municipales para que reubiquen a la población que se hallan en las lomas de Puengasí
colindando con la Av. Oriental ya que tienen un talud muy pronunciado y el suelo no
es bueno desde el punto de vista ingenieril. (Aguiar, 2010, 2013)
Los acelerogramas miden la aceleración del suelo en función del tiempo; en base a
estos registros se puede simular el comportamiento en el tiempo de una estructura y
así saber el comportamiento sísmico que tendría ante un determinado sismo. En forma
general se puede decir que los acelerogramas dependen de tres factores que son: i) La
Magnitud del sismo; ii) Distancia entre el foco y el lugar en que fueron registrados; y,
iii) Del tipo del suelo en que fueron medidos. (Aguiar, 1998, 2000; Barbat y Oller,
1997).
Ahora bien, ¿Que es un espectro sísmico? En forma muy sencilla se puede decir que
es un gráfico que en el eje horizontal, se tiene el período de la estructura y en el eje
vertical se puede tener: desplazamiento, velocidad o aceleración, fundamentalmente.
De los tres el que más se utiliza en América Latina es el espectro de aceleraciones,
porque se continúa haciendo un diseño sísmico basado en fuerzas; últimamente gana
adeptos día a día el espectro de desplazamientos para realizar un diseño sísmico por
desempeño. Priestley et al. (2007)
Por lo acabado de indicar se ve que es muy importante conocer los espectros para un
sitio de interés, por este motivo se exige para grandes obras como puentes, presas,
túneles, entre otras, hacer estudios de peligrosidad sísmica para hallar los espectros de
diseño sísmico. Para obras de menor importancia se puede utilizar los espectros que
están formulados en las respectivas normativas sísmicas, en el Ecuador tenemos la
Norma Ecuatoriana de la Construcción de 2014, NEC-14, pero hay capítulos que han
sido actualizados a la que se denominará NEC-14.
6 Fallas ciegas de Quito
Se había indicado que una buena parte de Quito se halla sobre fallas inversas
que no tienen afloramiento superficial y que se quería tener una idea del valor de las
aceleraciones de un sismo que tenga una magnitud mayor a 6 con foco superficial,
debido a que un sismo de estas características se espera en Quito.
A la izquierda de la figura 1.4, con una estrella se indica el lugar del epicentro,
el mismo que se encuentra a 6 km., de la ciudad; en esta gráfica se indica la aceleración
máxima horizontal en sentido E-W y la aceleración máxima vertical. La aceleración
máxima vertical en la zona epicentral fue de 2.2 𝑔 es mucho mayor que la componente
horizontal que superó el 1 𝑔. Por esto es la recomendación de que las estructuras que
se encuentran sobre las lomas de Puengasí, Ilumbisi-La Bota, Bellavista-Catequilla,
que atraviesan la ciudad de Quito de sur a norte, se encuentren bien ancladas para que
soporten la componente vertical que va a ser muy alta. Se destaca que el suelo de Quito
en la mayor parte de la ciudad es tipo D similar al suelo de Christchurch (Elwood,
2013)
Fallas ciegas de Quito 7
Se aprecia que los espectros promedios tienen ordenadas espectrales mayores a las que
se hallan con la norma sísmica NZS, para un período de retorno de 500 años y están
cubiertas bastante bien con el espectro cuyo período de retorno es 2500 años. Se
destaca que el espectro promedio tiene un nivel de confianza del 50% y como se
aprecia en las figuras 1.4, existe una gran cantidad de aceleraciones espectrales que
superan el espectro promedio y el correspondiente a un período de retorno de 2500
años.
Lo importante de haber presentado los espectros del sismo del 22 de febrero de 2011,
es ver que para valores de PGA entre 0.4 y 0.7 𝑔, las ordenadas del espectro llegan a
tener valores mayores a 1.6 𝑔. Esto a una distancia epicentral de 6 Km., es lógico
pensar que si ésta distancia disminuye las ordenadas espectrales aumentan; comentario
que se debe tener presente cuando se indiquen los espectros hallados sobre las fallas
ciegas de Quito.
Figura 1.5 Tectónica de placas y fallas ciegas de Quito. Alvarado et al. 2014.
8 Fallas ciegas de Quito
Este movimiento tectónico ha dado origen a una mega falla que inicia en el Golfo de
Guayaquil, continua por la falla de Pallatanga y más al norte por las fallas ciegas de
Quito, continúa por Colombia por la falla Romeral y finalmente llega a Venezuela en
la falla Boconó.
Se puede decir también que existen tres cuencas en la ciudad de Quito, desde el sur
con dirección al norte tenemos las cuencas del: Machangara; Batán y la de San
Antonio.
El río Machangara es clave para demostrar la existencia de las fallas ciegas Puengasí
e Ilumbisí-La Bota. Este río se inicia en el norte del volcán Atacazo, recorre el sur de
la ciudad, bordea el Panecillo y atraviesa la loma de Puengasí, en El Trébol. Pero este
segmento de falla continua hasta el Parque Itchimbia, ver figura 1.6.
Es de suponer que hace unos 100000 años, el río Machangara estaba a igual nivel de
la ciudad de Quito pero debido a la existencia de las fallas inversas se han formado
las lomas de Puengasí e Ilumbisí-La Bota. Alvarado et al. (2014).
Figura 1.7 Segmento Ilumbisí-La Bota en primer plano y más atrás el segmento
de Puengasí. (www.skyscrapercity.com) Identificación: Trujillo (2014)
En la figura 1.7 se observa que las lomas de Puengasí e Ilumbisí-La Bota no están
alineadas lo que hace suponer que a más de la falla inversa en sentido transversal a
estas montañas existe una falla transcurrente. Peñafiel (2013).
Figura 1.8 Modelos de las fallas ciegas inversas de Quito. (Rivas et al. 2014)
Las ecuaciones propuestas por Leonard (2010) para hallar la magnitud en función de
la longitud de ruptura 𝐿, con la que se encontró la magnitud (SRL) y para encontrar la
Fallas ciegas de Quito 11
magnitud en base al área de ruptura 𝐴, con la que determinó la Magnitud (RA) son las
siguientes, para el caso de falla inversa, son:
En la tabla 1.1, se indica que el período de recurrencia para un sismo de magnitud 6.3,
en el segmento de falla Bellavista Catequilla es de 183 años. Se procede a continuación
a determinar este valor, para entender mejor el modelo del Terremoto Característico.
Aguiar et al. (2014).
12 Fallas ciegas de Quito
60
40
Mo
20
0
0 50 100 150 200
Tiempo (años)
Figura 1.9 Ejemplo de la hipótesis del Modelo de Terremoto Característico.
2
𝑀𝑤 = log(𝑀0 ) − 10.7 (1.4)
3
Por otro lado, con la hipótesis conservadora de que en todo el plano de falla se está
acumulando la energía en forma uniforme, el momento total acumulado de acuerdo al
modelo de Brune (1968) es.
𝑀𝑜 = 𝜇 𝑢 𝐴 (1.5)
Fallas ciegas de Quito 13
̇ = 𝜇 𝑢̇ 𝐴
𝑀𝑜 (1.6)
El área de ruptura (Tabla 1.1) 𝐴 = 191 𝑘𝑚2 = 191 ∗ 106 𝑚2 . Al reemplazar los datos en
la ecuación (1.6) se halla.
𝑘𝑔𝑓 𝑚 𝑁 𝑚.
̇ = 3 ∗ 109 ∗ 0.003 ∗ 191 ∗ 106 = 1.719 ∗ 1015
𝑀𝑜 = 1.6846 ∗ 1016
𝑎ñ𝑜 𝑎ñ𝑜
𝑀𝑜 (1.7)
𝑇𝑟 =
̇
𝑀𝑜
3.1623 ∗ 1018 𝑁 𝑚
𝑇𝑟 = = 187.7 𝑎ñ𝑜𝑠
𝑁 𝑚.
1.6846 ∗ 1016
𝑎ñ𝑜
Valor similar al indicado en la tabla 1.1, la diferencia es por los decimales de cálculo.
Ahora bien, en el segmento Bellavista-Catequilla, se han registrado dos sismos de
magnitud 5.3, el 11 de agosto de 1990 y de magnitud 5.1, el 12 de agosto de 2014; con
lo que se ha liberado energía por lo que el período de recurrencia 𝑇𝑟 tiene que ser mayor
al encontrado. Aguiar et al. 2014.
Por otra parte, este método nos permite estimar las incertidumbres con las que se
obtienen los coeficientes 𝑎, 𝑏 (desviación estándar 𝜎𝑎 , 𝜎𝑏 y la covarianza 𝜎𝑎𝑏 ). Por medio
de la matriz de covarianza .
𝑙𝑜𝑔𝑁(𝑚1 ) 1 𝑚1
𝑙𝑜𝑔𝑁(𝑚2 ) 𝑚2 𝑎
log 𝑁(𝑚) = 𝑎 − 𝑏 𝑚 -> [ ]= [1 ⋮ ] ∙ [ ]
⋮ ⋮ −𝑏
𝑙𝑜𝑔𝑁(𝑚𝑛 ) 1 𝑚𝑛
L = A x
𝜎𝑎2 𝜎𝑎𝑏
= (𝐴𝑇 ∙ 𝐴)−1 = [ ]
𝜎𝑎𝑏 𝜎𝑏2
𝑁 = 10𝑎−𝑏𝑀
ln 𝑁 = 𝛼 − 𝛽 𝑚 (1.9)
𝛼 = 𝑎 ln 10 𝛽 = 𝑏 ln 10
𝜎𝛼 = 𝜎𝑎 ln 10 𝜎𝛽 = 𝜎𝑏 ln 10
Donde 𝑁̇ (m) representa la tasa acumulada de sismos de magnitud mayor o igual a una
magnitud dada 𝑚. Se destaca que es tasa acumulada. Al desarrollar esta ecuación, se
tiene que:
Ahora bien, la tasa simple de sismos de una cierta magnitud 𝑛̇ (𝑚) se encuentra con la
siguiente expresión.
𝑑𝑁̇(𝑚) (1.13)
𝑛̇ (𝑚) = −
𝑑𝑚
dṄ(m) 𝑑
ṅ (m) = − =− 𝑁̇ 𝑒 −𝛽(𝑚−𝑀𝑚𝑖𝑛 )
dm 𝑑𝑚 𝑀𝑚𝑖𝑛
1 dṄ(m) (1.15)
𝑓(𝑚) = − = βe−β(m−Mmin)
𝑁̇𝑀𝑚𝑖𝑛 dm
Mmax Mmax
∫ f(m) dm = ∫ βe−β(m−Mmin) 𝑑𝑚 = −(e−β(Mmax−Mmin) − e−β(Mmin−Mmin) )
Mmin Mmin
Mmax
∫Mmin f(m) dm = (1 − e−β(Mmax−Mmin) ) = C ≠ 1
(1.16)
Esto significa que f(m) no es una función de densidad de probabilidad en sí. Por este
motivo, para usar el modelo de GR como modelo de recurrencia en la caracterización
de las fuentes sísmicas, es necesario aplicar una serie de variaciones al propio modelo.
Estas variaciones puedes dar lugar al modelo de GR Truncado o al modelo de GR
Modificado.
1 (1.17)
𝑓(𝑚) = 𝑛̇ (𝑚) + 𝑘2 𝛿(𝑀 − 𝑀𝑚𝑎𝑥 )
𝑁̇𝑀𝑚𝑖𝑛
1
f(m) = 𝑁̇𝑀𝑚𝑖𝑛 ∙ βe−β(m−Mmin) + e−β(Mmax−Mmin) ∙ δ(m − Mmax)
𝑁̇𝑀𝑚𝑖𝑛
Demostración:
Fallas ciegas de Quito 17
𝐌𝐦𝐚𝐱 Mmax ̇
∫ f(m) dm = ∫ βe−β(m−Mmin) dm + e−β(Mmax−Mmin) ∙ δ(m − Mmax) dm
𝐌𝐦𝐢𝐧 Mmin
Mmax Mmax
−β(m−Mmin)
= β∫ e dm + e−β(Mmax−Mmin) ∫ δ(m − Mmax) dm
Mmin Mmin
m m
F(m) = β ∫ e−β(m−Mmin) dm + e−β(Mmax−Mmin) ∫ δ(m − Mmax) dm
Mmin Mmin
La tasa de sismos acumulada Ṅ(m), utilizando el modelo truncado se halla como sigue:
Del mismo modo, a partir de esta, se obtiene la expresión de la tasa simple ṅ (m):
1
𝑓(𝑚) = 𝑘1 𝑛̇ (𝑚)
̇
𝑁𝑀𝑚𝑖𝑛
1 1
𝑘1 = = (1.23)
𝐶 (1 − e−β(Mmax−Mmin) )
1 1
f(m) = 𝑁̇ 𝑀𝑚𝑖𝑛 ∙ βe−β(m−Mmin)
̇
𝑁𝑀 (1 − e−β(Mmax−Mmin) )
𝑚𝑖𝑛
β (1.24)
f(m) = ∙ e−β(m−Mmin)
(1 − e−β(Mmax−Mmin) )
Mmax
β β 1 −β(Mmax−Mmin)
= ∫ ∙ e−β(m−Mmin) dm = ∙ (e − 1)
(1 − e−β(Mmax−Mmin) ) Mmin (1 − e−β(Mmax−Mmin) ) −β
β (1 − e−β(Mmax−Mmin) )
∙ =𝟏
(1 − e−β(Mmax−Mmin) ) β
Por lo tanto, la función de densidad descrita en la ecuación (1.24) es legítima, con esto
se procede a calcular la función de distribución de probabilidad 𝐹(𝑚).
m
β β 1 −β(m−Mmin)
= ∫ ∙ e−β(m−Mmin) dm = ∙ (e − 1)
(1 − e−β(Mmax−Mmin) ) Mmin (1 − e−β(Mmax−Mmin) ) −β
(1−e−β(m−Mmin) )
F(m) =
(1−e−β(Mmax−Mmin) )
(1.25)
(1 − e−β(m−Mmin) )
Ṅ(m) = 𝑁̇𝑀𝑚𝑖𝑛 ∗ [1 − F(m)]Ṅ(m) = 𝑁̇𝑀𝑚𝑖𝑛 ∗ [1 − ]
(1 − e−β(Mmax−Mmin) )
e−β(m) −e−β(Mmax)
Ṅ(m) = 𝑁̇𝑀𝑚𝑖𝑛 ∗ [ ] (1.26)
(e−β(Mmin) − e−β(Mmax) )
e−β(m)
ṅ (m) = 𝑁̇𝑀𝑚𝑖𝑛 ∙ β ∙ [ ] (1.27)
(e−β(Mmin) −e−β(Mmax) )
La tasa de momento sísmico que se está acumulando en la falla 𝑀̇𝑜 , será liberada por
medio de sismos de diferente magnitud (suponiendo un modelo de recurrencia tipo
GR). Estas magnitudes variarán desde una magnitud Mmin, próxima a 0, y la magnitud
Mmax, que vendrá definida por el tamaño del plano de falla algunas de las relaciones
empíricas propuestas por Leonard, 2010, Wells and Coppersmith 1994; Stirling et al.
2002, 2008, entre otras.
20 Fallas ciegas de Quito
Para poder relacionar esta tasa de momento acumulada con la tasa de momento que se
libera (según el modelo de recurrencia), puede aplicarse la ecuación propuesta por
Anderson (1979). Donde se estable una relación directa entre dichas variables.
𝑀𝑚𝑎𝑥
Donde la tasa de momento sísmico que se está acumulando en la falla, será igual a la
tasa (simple) de sismos que se producen al año de magnitudes entre (Mmin, Mmax)
𝑛̇ (𝑚) por el momento sísmico que se libera en cada uno de esos sismos 𝑀𝑜 (𝑚).
𝑀𝑚𝑖𝑛
(e−β(Mmin) − e )
𝑁̇𝑀𝑚𝑖𝑛 𝛽
𝑀̇𝑜 = [𝑒 −𝛽 𝑀𝑚𝑎𝑥 𝑀𝑜 (𝑀𝑚𝑎𝑥 ) − 𝑒 −𝛽 𝑀𝑚𝑖𝑛 𝑀𝑜 (𝑀𝑚𝑖𝑛 )]
(𝑑̅ − 𝛽)(𝑒 −𝛽𝑀𝑚𝑖𝑛 −𝑒 𝑚𝑎𝑥 )
−𝛽𝑀
Esta última relación expresa la tasa acumulada de terremotos que ocurre en una fuente
entre las magnitudes Mmin y Mmax, de acuerdo con la tasa de momento sísmico que
se acumula en la falla, un valor de y el modelo de recurrencia GR-modificado.
Suponiendo un valor de b entre 0.8 – 1.0, una tasa de deslizamiento entre 3.0 y 4.0
mm/año (Alvarado et al 2014) y que la falla puede romper en sismos que van desde
una Mmin=4.0 (lo que implica asumir que la energía liberada en la falla por terremotos
de menor magnitud es ínfima en relación a la energía liberada por los terremotos de
magnitud 𝑚 ≥ 4.0) y una Mmax = Magnitud (RA) de la tabla 1.1. Las tasas de sismos
y los periodos de recurrencia asociadas a diferentes rangos de magnitudes quedarían
como se muestra en la tabla 1.2.
1,000
Puesgasí
ILB
CEI
0,100 BC
Tangahuilla
Ṅ(m)
0,010
0,001
4,0 4,5 5,0 5,5 6,0 6,5
Mw
Figura 1.10 Tasa acumulada de sismos para los segmentos de las fallas ciegas de
Quito (gráfica desarrollada con una b=0.9 y tasa de deslizamiento
de 3.5 mm/años)
22 Fallas ciegas de Quito
Para finalizar se debe indicar dos cosas, la primera que las normativas sísmicas
hablan de períodos de retorno, que es una definición más estadística diferente al
período de recurrencia; y la segunda que en Quito han pasado más de 400 años sin que
haya ocurrido otro sismo como el de 1587 que tuvo una magnitud de 6.4 y está
asociado a las fallas ciegas, de tal forma que el período de recurrencia que se halla con
el modelo de Gutemberg y Richter es más confiable que el modelo del Terremoto
Característico.
2. CLASIFICACIÓN DE LOS SUELOS DE QUITO
R. Aguiar
D. Quizanga
Para demostrar que no es así, se seleccionó dos suelos en los cuales existe afloramiento
rocoso, es más uno de ellos es una mina de piedra, se hicieron estudios de sísmica de
refracción en estos sitios, se obtuvo la velocidad de la onda de corte y la clasificación
correspondiente de acuerdo al NEC-14 y se encontró que son suelos tipo C. Es verdad
que las rocas encontradas en estos sitios son de origen volcánico y teóricamente tienen
poca resistencia pero no es así.
Con el propósito de tener una clasificación de los suelos de Quito de acuerdo a los
tipos de suelo que considera el NEC-14, se presentan los estudios realizados en el
2010-2011, para: el Metro de Quito; la microzonificación sísmica de Quito y para el
reforzamiento de Centros de Educación Municipales. Con toda esta información en
24 Clasificación de los suelos de Quito
2.1 INTRODUCCIÓN
Existen en Quito algunos barrios construidos sobre las fallas ciegas, uno de ellos es el
mostrado en la figura 2.1, que corresponde al sector El Trébol, donde se aprecia un
muro de hormigón anclado y a más de ello su construcción fue realizada mediante
terrazas, de esta manera se protege a las viviendas que se encuentran en la parte
superior. Este tipo de solución ingenieril va a ayudar a que las estructuras que soportan
tengan un buen comportamiento ante un sismo asociado a la falla de Puengasí, que es
donde se encuentran.
A la derecha de la fotografía se aprecia que protegieron la erosión del suelo con una
capa delgada de hormigón lanzado, esta cumple con su objetivo que es mantener a la
“cangahua” seca y en estas condiciones, este material, tiene una gran capacidad a
compresión y al corte; es preferible tomar este tipo de precauciones antes de no hacer
nada.
Con relación a la figura 2.1, se debe indicar que por ese sitio pasa la vía Oriental y
tanto para el sur como para el norte las lomas que la rodean tienen una pendiente muy
pronunciada por la existencia del río Machangara, son las lomas las que se están
elevando por la falla inversa de Puengasí y en un sismo la componente vertical será
muy alta como sucedió en Nueva Zelanda en el sismo de 2011. Por lo tanto, en este
Clasificación de los suelos de Quito 25
sector de El Trébol se deben tomar las precauciones del caso para que al menos en
caso de un sismo el suelo no se encuentre saturado con agua y pueda comportarse
mejor.
Mientras más larga es la línea sísmica se alcanzaran mayores profundidades del estrato
de suelo. A la izquierda de la figura 2.2, se observa la línea sísmica colocada en el
Centro Educativo Sucre y a la derecha se observa la perforación que se realizó (1.50
m., de profundidad) donde se colocó un taco de dinamita para generar el movimiento
del suelo y tener los sismógrafos en cada sensor.
A partir de los sismogramas se obtiene la velocidad de las ondas primarias, las que
primero llegan 𝑉𝑝 y después se determina la velocidad de la onda de corte 𝑉𝑠 utilizando
(2.1)
alguna de las relaciones que existen para el efecto. Lo mejor es que quien realiza el
ensayo de sísmica de refracción determine 𝑉𝑠 . Una relación muy utilizada para
determinar 𝑉𝑠 a partir de 𝑉𝑝 es la siguiente:
𝑉𝑝
𝑉𝑠 =
1.7
Ahora bien para que el perfil de suelo sea tipo A, la velocidad de la onda de corte tiene
que ser mayor a 1500 m/s. Para que sea tipo B el valor de 𝑉𝑠 debe estar entre 760 m/s
y 1500 m/s. En este caso se hablaría de una roca de rigidez media.
De los estudios de suelos que se han realizado en Quito, para diferentes Proyectos o
estudios de investigación se ha hallado que no existen suelos tipo A o B. La mayor
parte de suelos son tipo D y en algunos sitios existen tipo C. Con este antecedente se
seleccionaron dos sitios donde se ve un afloramiento rocoso y se procedió a encontrar
la velocidad de la onda de corte en ese sitio para ver si clasifica como suelo tipo B
porque A definitivamente no existe en Quito.
En la figura 2.3, se presenta el primer sitio de estudio que está ubicado en la Avenida
Simón Bolívar, pero forma parte del Parque Metropolitano que dicho sea de paso está
sobre la falla Ilumbisí-La Bota. Se aprecia la roca en una altura de 15 m.,
aproximadamente pero encima se tiene otro que no es rocoso.
El cálculo de 𝑉𝑠30 con la ecuación (2.2) corresponde a una media armónica ponderada.
La ponderación viene dada por la altura de los estratos de suelo.
28 Clasificación de los suelos de Quito
Figura 2.3 Afloramiento rocoso en la Av. Simón Bolívar a la altura del Parque
Metropolitano.
𝐻1 𝐻2 𝐻3 𝐻𝑇
+ + =
𝑉𝑠1 𝑉𝑠2 𝑉𝑠3 𝑉𝑠30
En este caso la roca llega prácticamente hasta la superficie. Al observar la figura 2.5
se podría haber pensado que se trata de un perfil de suelo B. Pero no, resultó ser un
perfil de suelo C.
30 Clasificación de los suelos de Quito
Figura 2.5 Sitio rocoso ubicado en la Av. Troncal Sierra, E-35 (Castillo, 2014)
Ahora se tendrá una idea bien clara de los suelos tipo C, se aprecia que no es un mal
suelo de construcción pero lo que sucede es que las rocas son de origen volcánico que
puede ser catalogada como roca blanda.
Era muy importante presentar estos dos sitios y encontrar la velocidad de la onda de
corte 𝑉𝑠30 para que el lector aprecie las características de un suelo tipo C.
Clasificación de los suelos de Quito 31
2.3 ESTRATIGRAFÍA
Al estar Quito rodeada de volcanes, es lógico pensar que los suelos de la cuenca de la
ciudad tienen ese origen el mismo que se inició en el Pleistoceno medio (El Pleistoceno
es una época que empieza hace 2.5 Ma) y un modelo generalizado del tipo de suelo,
es el presentado en la figura 2.7 donde se distinguen dos formaciones denominadas
Fm. Machangara y Fm. Cangahua. (Villagómez, 2003; Peñafiel, 2009)
En 1992 se inició el Proyecto denominado: “Manejo del Riesgo Sísmico para Quito-
Ecuador” el mismo que concluyó en 1994. Se realizó un estudio sismológico,
geológico y de mecánica de suelos; pero a más de ello se hizo un acopio de varias tesis
de grado realizadas en la Politécnica Nacional en las que se habían estudiado los suelos
de Quito (Lecaro et al. 1987). El aspecto más relevante fue la obtención de 20 zonas
de acuerdo al tipo de suelo, las mismas que se indican en la figura 2.8. EPN (1994).
Para tener puntos de referencia se ha identificado el Panecillo; los parques: El Ejido y
la Carolina; y el antiguo aeropuerto de Quito.
99 000
95
N
q4 99 000
90
q2
f6
l5 q3 99 000
Aeropuerto 85
f5
l3n
q2s
La Carolina
99 000
f4 80
l4
l3s
f7 El Ejido
f3
99 000
Panecillo 75
f2 q1
l2 l1
99 000
f1 70
99 000
q5 65
99 000
60
En la figura 2.8 se aprecian tres depósitos de suelos y son: i) Los Flancos orientales
del Pichincha (F); depósitos lacustres en la depresión central de la ciudad (L) y ceniza
volcánica con formaciones de cangahua (Q) al lado este de Quito. Se tienen 7 zonas
de tipo F, 6 zonas de tipo L y 6 zonas de tipo Q y la zona donde se encuentra el
Panecillo que es de origen volcánico. El Ejido que se halla en la zona L3S; La Carolina
que se encuentra en las zonas L4 y L3N. El antiguo Aeropuerto de Quito que se
encuentra en la zona L3N.
99 000
95
N
q4 99 000
90
q2
f6
l5 q3 99 000
85
f5
l3n
q2s
99 000
f4 80
l4
l3s
f7
f3
99 000
75
f2 q1
l2 l1
99 000
f1 70
99 000
q5 65
99 000
60
Las zonas tipo F están formada por depósitos de cangahua, ceniza volcánica y
pueden haber depósitos aluviales en los extremos. La mayor concentración de la
población se tiene en la zona L que está cubierta por ceniza volcánica y suelos lacustres
asentados sobre depósitos de la formación Cangahua. Las zonas tipo Q están formadas
por depósitos de Cangahua y ceniza volcánica, en esta zona se hallan las lomas de
Ilumbisí, Puengasí, Guanguiltahua y San Isidro.
En la figura 2.9 se presentan las zonas de suelo con colores, de acuerdo a la similitud
de suelos que tienen. Es así como las características de suelos de las zonas: q1, q2, q3
y q5 son muy similares. En la zona q4 es una cangahua recubierta con arena volcánica
de poca resistencia. EPN (1994)
Con relación a los suelos lacustres se debe mencionar que las zonas l4, l5 presentan
características similares; la zona l4 corresponde al sector del Parque la Carolina, donde
el nivel freático es alto y los primeros estratos de suelo son de gran espesor y de poca
resistencia; algunos especialistas de suelos manifiestan que en la Carolina existía un
gran lago, otros descartan esta hipótesis en función del suelo encontrado en la zona.
Muy cerca al parque de la Carolina se encuentra el Colegio Benalcazar (que al 2015,
sigue en dicho lugar) y los resultados de los estudios de suelos que se hicieron en la
cancha de futbol demostraron que es un suelo muy resistente, como se verá más
adelante en este libro.
Se destaca que la zona l5 está cubierta por material aluvional de la zona f5.
Con respecto a los flancos del Pichincha, la EPN et al. (1994) observó que las zonas
f2, f3, presentan características similares y que las zonas f5, f6 y f7 pueden ser
compatibles. Por este motivo se han diferenciado estos dos grupos de los demás en la
figura 2.9
En base a los suelo tipo de cada una de las zonas, se encontró las funciones de
transferencia considerando como excitación sismos locales los mismos que fueron
normalizados a 0.4 g , 0.3 g , 0.2 g , 0.1 g Siendo g la aceleración de la gravedad y se
asumieron valores del módulo de corte G y factor de amortiguamiento , de acuerdo
al tipo de material.
esa zona tiene un suelo flexible, con lo que se incrementa la peligrosidad sísmica de
las estructuras situadas en la Tola Baja, Dorado, (figura 2.1)
00 000
10
00 000
05
N
00 000
00
99 000
95
99 000
90
Aeropuerto
99 000
85
La Carolina
99 000
80
El Ejido
99 000
Panecillo 75
99 000
Volcán Ilaló
70
99 000
65
99 000
60
99 000
55
La clasificación de los suelos de Quito, ser realizó de acuerdo a los perfiles de suelo
del CEC-2000 (Código Ecuatoriano de la Construcción del 2000) que estaba vigente
en la época. Para entender los resultados es necesario describir la clasificación de
suelos del CEC-2000.
Arenas densas con número de golpes del SPT: N>50 con espesores
menores a 20 m., y que se encuentren sobre roca u otro material cuyo
V s es mayor a 750 m/s.
Suelos y depósitos de origen volcánico firmemente cementados, tobas
y conglomerados con número de golpes del SPT: N>50.
Perfil de suelo S2 son suelos con características intermedias entre los suelos
S1 y S3. Estos suelos corresponden a cangahuas de poco espesor no muy
consolidados, depósitos lacustres y depósitos laharíticos sobreyacentes a
potentes estratos de toba y cangahuas.
00 000
10
00 000
05
N
00 000
00
99 000
95
99 000
90
Zona S1
Aeropuerto
99 000
85
Zona S2
La Carolina Zona S3
99 000
80
El Ejido
99 000
Panecillo 75
99 000
Volcán Ilaló
70
99 000
65
99 000
60
99 000
55
Solo existen tres perfiles de suelo: S1, S2 y S3. No aparece en la figura 2.11,
el perfil de suelo S4, esto tal vez se debe a que no consideraron la presencia de
las quebradas de Quito, que en buen número son rellenos sin ninguna técnica
de compactación. En consecuencia si existen suelo S4 que no constan en la
figura 2.11.
De acuerdo a este estudio en Quito existe una gran cantidad de suelos 𝑆1 que
equivaldría a suelos tipo B de la clasificación del NEC-11. En esto el autor de
esta monografía no está de acuerdo.
Solamente para centrar más la atención en el área de estudio considerada por la EPN
et al. (1994) se presenta en la figura 2.12 la zonificación de suelos encontrada por
Valverde et al. (2002).
99 000
95
N
99 000
90
Aeropuerto
99 000
85
La Carolina
99 000
80 Zona S1
El Ejido Zona S2
99 000
Panecillo 75
Zona S3
99 000
70
99 000
65
99 000
60
La Cangahua es una ceniza volcánica que con el paso del tiempo (miles de años) se
ha nitrificado dando lugar a una roca blanda. Es un suelo muy resistente apto para
la construcción, en verano es muy difícil excavar en este tipo de suelo, en invierno es
más fácil pero solamente donde la tierra está húmeda luego es muy duro la excavación.
Existen siete tipos de Cangahuas entre las que se destacan las tipo: toba; brecha;
superficial; flujo lajárico; arena media SM; limo de baja plasticidad LM. (Bonifaz
2002).
La Cangahua tiene una alta resistencia al corte la misma que varía entre 0.5 a 1 kg/cm2;
el ángulo de fricción se encuentra entre 300 y 350; el coeficiente de Poisson se
encuentra entre 0.3 y 0.4; el Índice de plasticidad está entre 4 y 6; la velocidad de la
onda de corte se encuentra entre 300 y 350 m/s. Dentro de las propiedades químicas
se debe manifestar que la Cangahua son volcánicas con granos de silicato. Bonifaz
(2002).
La buena resistencia al corte permite realizar taludes de hasta 800. Pero es importante
destacar que la Cangahua no son resistentes a la meteorización por agua y por viento
ya que pierde su cementación y se disgrega con facilidad, por esta razón se deben
proteger los cortes con hormigón lanzado, caso contrario se continuarán con los
deslizamientos de masas que frecuentemente afectan a quienes viven en las colinas
que rodean a Quito.
En la figura 2.13 se presenta la ruta del Metro de Quito y en ella se indican los 20
sondeos realizados; también se indican las fallas geológicas ciegas que atraviesan la
ciudad y las unidades geológicas. Ahora, en la figura 2.14 se presenta, una parte muy
mínima de los resultados de los sondeos realizados para el Metro de Quito; en la parte
superior se muestra la Velocidad de la onda de corte 𝑉𝑆 y algo muy importante es
destacar que en el Centro de Quito, en el sector de San Francisco, la roca
(𝑉𝑠 > 1000 𝑚/𝑠)) se encuentra alrededor de los 90 m., de profundidad, en este sector
los estudios de suelos se profundizaron por el diseño de la línea de Metro.
En la parte central de la figura 2.14 se indican los períodos de vibración obtenidos, los
mismos que varían desde 0.1 s., para el sector de San Francisco (suelo muy duro) hasta
0.5 s., para el sector de El Recreo. Para el Centro Norte de Quito los períodos de los
suelos son más bajos que los encontrados para el Sur, lo que demuestra que se tiene un
suelo más resistente en el Centro Norte.
Los sitios seleccionados por ERN (2010-2011) cubren toda la ciudad de Quito desde
Guamaní Alto (MSQ12) hasta Pomasqui (MSQ13) y los valles que están aledaños a la
ciudad, de esta forma se amplió en primer lugar la cobertura del estudio y se enriquece
la base de datos con puntos en los cuales no se tenía información (para profundidades
Clasificación de los suelos de Quito 43
alrededor de los 30 m.) y son muy importantes para el desarrollo de la ciudad, como
el punto (MSQ4) que se halla en el antiguo Quito Tenis; se destaca que en este sector
de la ciudad existen estudios de suelo pero en su mayor parte son superficiales, no
pasan de los 20 m. En la tabla 2.6 se describe la ubicación de los puntos de estudio
considerados por ERN.
En cada uno de estos sitios se realizó ensayos de: Penetración Estándar y Sísmica de
Refracción (Down Hole, un pozo). Con las muestras obtenidas, a más de los ensayos
rutinarios se realizaron ensayos de corte directo, triaxial cíclico y columna resonante
de esta forma se tiene importante información para determinar los factores de
amplificación dinámica de los suelos, para aportar con valores de velocidad de la onda
44 Clasificación de los suelos de Quito
de corte, períodos de vibración de los suelos, etc. Información que es muy importante
para el diseño sísmico de las estructuras.
Es importante notar que desde los 20 m., de profundidad hasta los 30 m., el número de
golpes disminuye y luego vuelve a incrementarse. Esta observación se debe tener
Clasificación de los suelos de Quito 45
presente para ver si se confirma o desvirtúa ya que estaría indicando que hay una capa
de suelo de menor resistencia entre los 20 y 30 m.
El informe de los estudios realizados por ERN fue entregado en el 2012. En este
apartado se indica el cálculo de 𝑉𝑠30 en algunos sitios de Quito.
En la tabla 2.6 se indica la ubicación del punto MSQ1, que se halla en el Condado, los
valores hallados por ERN 2012 se indican a la derecha de la figura 2.17 y en la figura
2.18 se los visualiza mejor. (Sangurima 2013). En base a esta información se obtiene
que 𝑉𝑠30 = 241.891 𝑚/𝑠
46 Clasificación de los suelos de Quito
5 5 4 6 5 5 30m
178 217 300 373 459.4 570.5 Vs 30
Vs 30 299.406 m / s
Colegio Benalcazar
El antiguo Colegio Espejo se halla ubicado en la calle Rio de Janeiro, a unos 300 m.,
del Parque de El Ejido, los resultados del estudio de sísmica de refracción se indican
en la figura 2.22. Con estos valores se halla que 𝑉𝑠 = 398.14 𝑚/𝑠. Por lo tanto se trata
de un perfil de suelo tipo C, de acuerdo al NEC-14.
El Colegio Fernández Madrid se halla a unos 600 m., de la Plaza de Santo Domingo,
en el Centro Histórico, los resultados encontrados en el estudio se presentan en la
figura 2.23. Con los valores de la velocidad de la onda de corte se encuentra que 𝑉𝑠30 =
437.42 𝑚/𝑠 que corresponde a un suelo tipo C de acuerdo al NEC-14.
En la tabla 2.7 se indican los valores de la velocidad de la onda de corte 𝑉𝑠30 de los
lugares indicados en la figura 2.24. En base a toda esta información se modifica la
clasificación de suelos de la Politécnica Nacional de 2002 y se clasifica los suelos de
acuerdo a la Norma Ecuatoriana de la Construcción de 2014. Esta nueva clasificación
de los suelos de Quito se presenta en la figura 2.25, donde se ha modificado
ligeramente la figura 2.24 de acuerdo a los nuevos valores de 𝑉𝑠30 indicados en la tabla
2.7.
3. MODELOS DE MOVIMIENTOS FUERTES
R. Aguiar
S. Trujillo
A la fecha son los más actualizados (calificados) y de gran aceptación a nivel mundial
por la serie de variables que consideran en la evaluación de espectros de respuesta y
leyes de atenuación de movimiento del suelo. Por este motivo es que se los utilizó en
la determinación de espectros asociados a las fallas ciegas inversas de Quito. En este
apartado solo se presenta la teoría de los tres modelos, en forma muy detenida para
que puedan ser utilizados en otros estudios de peligrosidad sísmica en forma
determinística.
3.1 INTRODUCCIÓN
de 300 sismos, de este gran total 2587 registros corresponden a sismos no registrados
en el Estado de California sino en otras partes del mundo.
ln 𝑌 = 𝑓𝑚𝑎𝑔 + 𝑓𝑑𝑖𝑠 + 𝑓𝑓𝑙𝑡 + 𝑓ℎ𝑛𝑔 + 𝑓𝑠𝑖𝑡𝑒 + 𝑓𝑠𝑒𝑑 + 𝑓ℎ𝑦𝑝 + 𝑓𝑑𝑖𝑝 + 𝑓𝑎𝑡𝑛 (3.1)
Función de magnitud
c0 + c1.M; M ≤ 4.5
0; M ≤ 4.5
1; M > 5.5
0; Rx < 0
Rx−R1 Rx−R1 2
f2(Rx) = h4 + h5.(R2−R1) + h6.(R2−R1 ) (3.9)
fhng,Rrup = 1; Rrup = 0
(3.12)
(Rrup - Rjb) / Rrup; Rrup > 0
56 Modelos de movimientos fuertes
0; M ≤ 5.5
V𝑠30 V𝑠30 n
fsite,G = c11 . ln ( ) + k2 . {ln [A1100 + c. ( ) ] – ln[A1100 + c]} ; Vs30 ≤ k1
k1 k1
(3.17)
Vs30
(c11 + k2.n). ln ( ); Vs30 > k1
k1
Vs30 200
fsite,J = (c12 + k2.n). [ ln ( ) - ln( k1 ) ]; Vs30 ≤ 200
k1
(3.18)
Vs30
(c13 + k2.n). ln ( ); demás Vs30
k1
58 Modelos de movimientos fuertes
El valor de 𝑐 = 1.88; 𝑛 = 1.18 son valores que no dependen del período y consideran
el comportamiento no lineal del suelo conjuntamente con los valores 𝑘𝑖 . Los
coeficientes 𝑐𝑖 se hallan en las tablas 3.2 y 3.3; los coeficientes 𝑘𝑖 se presentan en la
tabla 3.4. Si 𝑆𝑗 = 1, las funciones de sitio corresponden a los datos obtenidos en Japón;
para cualquier otro lugar se trabaja con 𝑆𝑗 = 0.
c16 .k3 .e−0.75 [1- exp( - 0.25.{ Z2.5 - 3} )]; Z2.5 > 3
Modelos de movimientos fuertes 59
0; Zhyp ≤ 7
c17; M ≤ 5.5
2.325 M ≥ 6.75
0 𝛿 > 40
60 Modelos de movimientos fuertes
∆𝑍 = 𝑍ℎ𝑦𝑝 − 𝑍𝑇𝑂𝑅
0; M > 5.5
0; Rrup ≤ 80
𝜎 = √ 𝜏 2 + ∅2 (3.25)
∅ = √∅ln 𝑌𝐵 2 + ∅ln 𝐴𝐹 2 + 𝛼 2 . ∅ln 𝑃𝐺𝐴𝐵 2 + 2𝛼. 𝜌𝑙𝑛𝑃𝐺𝐴,𝑙𝑛𝑌 . ∅ln 𝑌𝐵 . ∅ln 𝑃𝐺𝐴𝐵 (3.27)
Donde 𝜏𝑙𝑛 𝑌 ; ∅𝑙𝑛 𝑌 ; representan la incertidumbre que se tiene en la respuesta lineal del
suelo, se determinan con las ecuaciones (3.28) y (3.29); 𝛼 es la relación de linealidad
entre 𝑓𝑠𝑖𝑡𝑒 y ln(𝐴1100 ) se halla con la ecuación (3.30); en la desviación estándar inter-
evento se establece 𝜏ln 𝑌𝐵 = 𝜏ln 𝑌 , 𝜏ln 𝑃𝐺𝐴𝐵 = 𝜏ln 𝑃𝐺𝐴 y en la desviación estándar intra-
evento se define ∅ln 𝑌𝐵 = (∅ln Y 2 − ∅ln 𝐴𝐹 2 )0.5 y ∅ln 𝑃𝐺𝐴𝐵 = (∅ln PGA 2 − ∅ln 𝐴𝐹 2 )0.5; la
variable 𝜌𝑙𝑛𝑃𝐺𝐴,𝑙𝑛𝑌 . está en tabla 3.6
62 Modelos de movimientos fuertes
τ1; M ≤ 4.5
(3.28)
𝜏𝑙𝑛 𝑌 = τ2 + (τ1 - τ2)(5.5 - M); 4.5 < M < 5.5
τ2; M ≥ 5.5
Modelos de movimientos fuertes 63
Ф1; M ≤ 4.5
(3.29)
∅𝑙𝑛 𝑌 = Ф2 + (Ф1 - Ф2)(5.5 - M); 4.5 < M < 5.5
Ф2; M ≥ 5.5
𝜕𝑓 𝑉 𝑛 −1
𝛼 = 𝜕𝑙𝑛𝐴𝑠𝑖𝑡𝑒 = 𝑘2 . 𝐴1100 {[𝐴1100 + 𝑐 ( 𝑘𝑠30 ) ] − [𝐴1100 + 𝑐]−1 } Vs30<k1
1100 1
(3.30)
0; Vs30≥k1
La ecuación del modelo de Abrahamson et al. (2013, 2014) con la cual se halla
espectros de respuesta elástica para 5% de amortiguamiento es la siguiente.
ln Y =
f1 (M, Rrup) + FRV ∙ f7 (M) + FN ∙ f8 (M) + FAS ∙ f11(CRjb)
+ f5 (Sa1100, Vs30) + FHW ∙ f4 (Rjb, Rrup, Rx, Ry0, W, dip, ZTOR, M) + f6 (ZTOR)
(3.31)
+ f10 (Z1.0, Vs30) + Regional (Vs30, Rrup)
𝑐4 ; M>5
1; M≤4
0; M < 4.0
0; M < 4.0
Función de Réplicas
a14; CRjb ≤ 5
CRjb – 5
f11 (CRjb) = a14 [1 − ]; 5 < CRjb < 15 (3.37)
10
0; CRjb > 15
Donde 𝐶𝑅𝑗𝑏 es la distancia en km., desde el sitio hasta el centroide del plano de falla.
El coeficiente 𝑎14 se indica en la tabla 3.9.
Función de sitio
f5 (Ŝa1100, Vs30*) =
V ∗ V ∗ n
(a10) ln( Vs30 ) – b. ln(Ŝa1100 + c) + b. ln (Ŝa1100 + c ( Vs30 ) ); Vs30 < VLin
Lin Lin (3.38)
V ∗
(a10 + b. n) ln( Vs30 ); Vs30 ≥ VLin
Lin
Modelos de movimientos fuertes 67
V1; Vs30 ≥ V1
T
V1 = exp [-0.35 ln(0.5) + ln(1500)]; 0.5 seg < T < 3 seg (3.40)
800; T ≥ 3 seg
Donde 𝑉𝐿𝑖𝑛 es la velocidad de la onda de corte indicada en la tabla 3.7, en esa misma
tabla también se indica el valor del coeficiente 𝑏; los coeficientes 𝑐, 𝑛 que no dependen
del período están indicados en la tabla 3.8. 𝑆̂𝑎1100 , es la aceleración en roca, expresada
como un coeficiente de la gravedad y que se halla con la ecuación (3.25) pero con los
coeficientes de roca.
f4 (Rjb, Rrup, Rx, Ry0, dip, ZTOR, M) = a13 T1 (dip) ∙ T2(M) ∙ T3(Rx, W, dip) ∙ T4 (Ztor) ∙
T5 (Rx, Ryo)
(3.41)
T1 (dip) = (90 – dip)/45 ; dip > 30
(3.42)
60/45; dip < 30
0; M ≤ 5.5 (3.43)
Rx – R1
T3 (Rx) = 1 – (R2 – R1); R1 ≤ Rx ≤ R2 (3.44)
0; Rx > R2
ZTOR 2
T4 (ZTOR) = 1– ; ZTOR ≤ 10 km
100
(3.45)
0; ZTOR > 10 km
68 Modelos de movimientos fuertes
0; Ry0 – Ry1 ≥ 5
1; Rjb = 0
Rjb
T5 (Rjb) = 1– ; Rjb < 30 (3.48)
30
0; Rjb ≥ 30
El coeficiente 𝑎13 está indicado en la tabla 3.9 y representa la máxima amplitud del
efecto hanging wall, fue definido a partir de un sismo de magnitud 6.5, con un ángulo
de buzamiento de 45 grados y con un valor 𝑍𝑇𝑂𝑅 = 0
Función 𝒁𝑻𝑶𝑹
ZTOR
f6 (ZTOR) = a15 ( ); ZTOR < 20 km
20
(3.49)
a15; ZTOR ≥ 20 km
Donde 𝑎15 es el coeficiente indicado en la tabla 3.9 que es función del período; 𝑍𝑇𝑂𝑅
es la profundidad al borde superior del plano de ruptura.
𝑍1 +0.01
f10 (Z1, Vs30) = a44 ln(Z ); 200 < Vs30 ≤ 300
1,ref +0.01
(3.50)
𝑍1 +0.01
a45 ln(Z ); 300 < Vs30 ≤ 500
1,ref +0.01
𝑍1 +0.01
a46 ln( ); 500 < Vs30
Z1,ref +0.01
Modelos de movimientos fuertes 69
4
1 7.67 V s30 +6104
Z1,ref = exp (− ln ( 1360 4 +6104
)) Para California (3.51)
1000 4
2
1 5.23 V s30 +4122
Z1,ref = exp (− ln ( 1360 2 +4122
)) Para Japón (3.52)
1000 2
Función de regionalización
FTW (f12 (Vs30) + a25.Rrup) + FCN (a28.Rrup) + FJP (f13 (Vs30) + a29.Rrup);
𝑉 ∗
f12 (Vs30) = a31 ln ( 𝑉𝑠30 ); (3.54)
𝐿𝑖𝑛
Donde 𝐹𝑇𝑊 ; 𝐹𝐶𝑁 ; 𝐹𝐽𝑃 , son variables indicadoras para Taiwan, China y Japón. Si se
desea trabajar con los datos de Taiwan se tendrá 𝐹𝑇𝑊 = 1 y las restantes variables
indicadoras cero.
En la tabla 3.11 se indican los coeficientes para el cálculo de 𝑓13 (𝑉𝑠30 ), no consta el
valor de 𝑎39 que vale cero; con estos valores se considera la amplificación de sitio con
respecto al modelo base. Los coeficientes de la tabla 3.12 son para la función indicada
en la ecuación (3.53).
En la formulación del modelo Abrahamson et al. (2013, 2014) las variables utilizadas
que todavía no se han definido son: 𝑅𝑗𝑏 (𝑘𝑚) es la distancia horizontal más cercana a
la proyección del plano de ruptura en la superficie (distancia Joyner-Boore) cuando el
sitio se encuentra sobre el plano de ruptura esta variable vale cero; 𝑅𝑥 (𝑘𝑚) es la
distancia más cercana al borde superior del plano de ruptura medido
perpendicularmente desde la dirección del rumbo promedio, 𝑅𝑥 es negativo en la
dirección foot-wall (bloque deprimido) y positivo en hanging-wall (bloque levantado)
Ancheta et al. 2013
Otras variables no definidas son 𝑅𝑦0 (𝑘𝑚) es la distancia horizontal fuera del borde
del plano de ruptura medido paralelamente a la dirección del rumbo; para sitios
ubicados a lo largo de la ruptura 𝑅𝑦0 = 0; dip o 𝛿 (°) es el ángulo de buzamiento
promedio del plano de ruptura; 𝜆 (°) rake es el ángulo promedio de deslizamiento,
medido en el plano de ruptura entre la dirección del rumbo y el vector de
deslizamiento, para fallas inversas 30° < 𝜆 < 150° , para falla normales y normales
oblicuas se tiene −150° < 𝜆 < −30° .
Modelos de movimientos fuertes 71
𝑆1; M<4
𝑠2−𝑆1
∅𝐴,𝐿 (𝑀) = 𝑆1 + (𝑀 − 4); 4≤M≤6 (3.56)
2
𝑆2 ; M>6
𝑆3 ; M<5
𝑠4−𝑆3
𝑇𝐴,𝐿 (𝑀) = 𝑆3 + (𝑀 − 5); 5≤M≤7 (3.57)
2
𝑆4 ; M>7
72 Modelos de movimientos fuertes
Tabla 3.12 Coeficientes para Taiwán, China y Japón. (Abrahamson et al. 2013)
T (seg) a25 a28 a29 a31
PGA -0.0015 0.0025 -0.0034 -0.1503
PGV -0.0001 0.0005 -0.0037 -0.1462
0.01 -0.0015 0.0025 -0.0034 -0.1503
0.02 -0.0015 0.0024 -0.0033 -0.1479
0.03 -0.0016 0.0023 -0.0034 -0.1447
0.05 -0.002 0.0027 -0.0033 -0.1326
0.075 -0.0027 0.0032 -0.0029 -0.1353
0.1 -0.0033 0.0036 -0.0025 -0.1128
0.15 -0.0035 0.0033 -0.0025 0.0383
0.2 -0.0033 0.0027 -0.0031 0.0775
0.25 -0.0029 0.0024 -0.0036 0.0741
0.3 -0.0027 0.002 -0.0039 0.2548
0.4 -0.0023 0.001 -0.0048 0.2136
0.5 -0.002 0.0008 -0.005 0.1542
0.75 -0.001 0.0007 -0.0041 0.0787
1 -0.0005 0.0007 -0.0032 0.0476
1.5 -0.0004 0.0006 -0.002 -0.0163
2 -0.0002 0.0003 -0.0017 -0.1203
3 0 0 -0.002 -0.2719
4 0 0 -0.002 -0.2958
5 0 0 -0.002 -0.2718
6 0 0 -0.002 -0.2517
7.5 0 0 -0.002 -0.1337
10 0 0 -0.002 -0.0216
La desviación estándar intra-evento para Japón, es más alta que sus similares de
California y Taiwan. Se calcula con las siguientes ecuaciones.
𝑆5 ; R rup < 30
𝑠6−𝑆5
∅𝐴−𝐽𝑃 (𝑅𝑟𝑢𝑝 ) = 𝑆5 + (𝑅𝑟𝑢𝑝 − 30); 30 ≤ R rup ≤ 80 (3.58)
50
𝑆6 ; R rup > 80
Donde:
Otro aspecto relevante del modelo de Chiou y Youngs (2013, 2014) es la incorporación
de ecuaciones para calcular el valor de 𝑍𝑇𝑂𝑅 para fallas inversas y para fallas normales.
Para una falla específica existe un valor de 𝑍𝑇𝑂𝑅 observado, con este valor y con el
promedio de los valores que resultan al aplicar las ecuaciones para las fallas inversas
Modelos de movimientos fuertes 75
𝑙𝑛(𝑌𝑟𝑒𝑓𝑖𝑗 ) = 𝑐1
𝑐1𝑐
+ {𝑐1𝑎 + }𝐹
cosh(2 ∗ max(𝑀𝑖 − 4.5,0)) 𝑅𝑉𝑖
𝑐1𝑑
+ {𝑐1𝑏 + }𝐹
cosh(2 ∗ max(𝑀𝑖 − 4.5,0)) 𝑁𝑀𝑖
𝑐7𝑏
+ {𝑐7 + } ∆𝑍𝑇𝑂𝑅𝑖
cosh(2 ∗ max(𝑀𝑖 − 4.5,0))
𝑐11𝑏
+ {𝑐11 + } (cos 𝛿𝑖 )2
cosh(2 ∗ max(𝑀𝑖 − 4.5,0))
𝑐2 − 𝑐3
+𝑐2 (𝑀𝑖 − 6) + ln(1 + 𝑒 𝑐𝑛(𝑐𝑚−𝑀𝑖 ) )
𝑐𝑛
(3.64)
+𝑐4 ln(𝑅𝑅𝑈𝑃𝑖𝑗 + 𝑐5 cosh(𝑐6 ∗ max(𝑀𝑖 − 𝑐𝐻𝑀 , 0)))
2 2
+ (𝑐4𝑎 − 𝑐4 ) ln (√𝑅𝑅𝑈𝑃𝑖𝑗 + 𝐶𝑅𝐵 )
𝑐𝛾2
+ {𝑐𝛾1 + } 𝑅𝑅𝑈𝑃𝑖𝑗
cosh(max(𝑀 − 𝑐𝛾3 , 0))
+ 𝑐8 max (1
2 2
√𝑅𝐽𝐵𝑖𝑗 + 𝑍𝑇𝑂𝑅𝑖
𝑅𝑥𝑖𝑗
+ 𝑐9 𝐹𝐻𝑊𝑖𝑗 𝑐𝑜𝑠 𝛿𝑖 {𝑐9𝑎 + (1 − 𝑐9𝑎 )𝑡𝑎𝑛ℎ ( )} 1−
𝑐9𝑏 𝑅𝑅𝑈𝑃𝑖𝑗 + 1
{ }
76 Modelos de movimientos fuertes
La mayor parte de las variables han sido ya definidas para los otros modelos, sin
embargo, con el propósito de tenerlo completo se describen nuevamente: 𝑀 es el
momento; 𝐹𝑅𝑉 variable indicadora que vale 1 para falla inversas o inversas oblicuas
(300 ≤ 𝜆 ≤ 1500 ), vale 0 para otro tipo de falla. 𝐹𝑁𝑀 variable indicadora que vale 1
para fallas normales; la siguiente variable de ecuación (3.56) es ∆𝑍𝑇𝑂𝑅 que amerita
una explicación más detenida ya que es nueva.
Primero se recuerda que 𝑍𝑇𝑂𝑅 es la profundidad al borde superior del plano de ruptura.
La nueva variable ∆𝑍𝑇𝑂𝑅 se halla con la siguiente ecuación.
Donde 𝑍𝑇𝑂𝑅 es la profundidad al borde superior observado para una determinada falla;
𝐸[𝑍𝑇𝑂𝑅 ] es el valor medio que se halla con las ecuaciones (3.66) que ha sido inferida
para fallas inversas e inversas oblicuas y (3.67) para fallas normarles y transcurrentes.
(3.66)
𝑍𝑇𝑂𝑅 = max[2.704 − 1.226 max(𝑀 − 5.849, 0), 0]2
c2 c4 c4a c8 c8a
cRB
0.02 ‐1.4798 0.1650 ‐0.2550 ‐0.1650 0.2550 15.7118 4.9993 1.9636 6.4551 3.0963 0.4892
0.03 ‐1.2972 0.1650 ‐0.2550 ‐0.1650 0.2550 15.8819 4.9993 1.9636 6.4551 3.0974 0.4890
0.04 ‐1.1007 0.1650 ‐0.2550 ‐0.1650 0.2550 16.4556 4.9993 1.9636 6.4551 3.0988 0.4888
0.05 ‐0.9292 0.1650 ‐0.2550 ‐0.1650 0.2550 17.6453 4.9993 1.9636 6.4551 3.1011 0.4884
0.075 ‐0.6580 0.1650 ‐0.2540 ‐0.1650 0.2540 20.1772 5.0031 1.9636 6.4551 3.1094 0.4872
Modelos de movimientos fuertes 77
0.1 ‐0.5613 0.1650 ‐0.2530 ‐0.1650 0.2530 19.9992 5.0172 1.9636 6.8305 3.2381 0.4854
0.12 ‐0.5342 0.1650 ‐0.2520 ‐0.1650 0.2520 18.7106 5.0315 1.9795 7.1333 3.3407 0.4837
0.15 ‐0.5462 0.1650 ‐0.2500 ‐0.1650 0.2500 16.6246 5.0547 2.0362 7.3621 3.4300 0.4808
0.17 ‐0.5858 0.1650 ‐0.2480 ‐0.1650 0.2480 15.3709 5.0704 2.0823 7.4365 3.4688 0.4787
0.2 ‐0.6798 0.1650 ‐0.2449 ‐0.1650 0.2449 13.7012 5.0939 2.1521 7.4972 3.5146 0.4755
0.25 ‐0.8663 0.1650 ‐0.2382 ‐0.1650 0.2382 11.2667 5.1315 2.2574 7.5416 3.5746 0.4706
0.3 ‐1.0514 0.1650 ‐0.2313 ‐0.1650 0.2313 9.1908 5.1670 2.3440 7.5600 3.6232 0.4665
0.4 ‐1.3794 0.1650 ‐0.2146 ‐0.1650 0.2146 6.5459 5.2317 2.4709 7.5735 3.6945 0.4607
0.5 ‐1.6508 0.1650 ‐0.1972 ‐0.1650 0.1972 5.2305 5.2893 2.5567 7.5778 3.7401 0.4571
0.75 ‐2.1511 0.1650 ‐0.1620 ‐0.1650 0.1620 3.7896 5.4109 2.6812 7.5808 3.7941 0.4531
1 ‐2.5365 0.1650 ‐0.1400 ‐0.1650 0.1400 3.3024 5.5106 2.7474 7.5814 3.8144 0.4517
1.5 ‐3.0686 0.1650 ‐0.1184 ‐0.1650 0.1184 2.8498 5.6705 2.8161 7.5817 3.8284 0.4507
2 ‐3.4148 0.1645 ‐0.1100 ‐0.1645 0.1100 2.5417 5.7981 2.8514 7.5818 3.8330 0.4504
3 ‐3.9013 0.1168 ‐0.1040 ‐0.1168 0.1040 2.1488 5.9983 2.8875 7.5818 3.8361 0.4501
4 ‐4.2466 0.0732 ‐0.1020 ‐0.0732 0.1020 1.8957 6.1552 2.9058 7.5818 3.8369 0.4501
5 ‐4.5143 0.0484 ‐0.1010 ‐0.0484 0.1010 1.7228 6.2856 2.9169 7.5818 3.8376 0.4500
7.5 ‐5.0009 0.0220 ‐0.1010 ‐0.0220 0.1010 1.5737 6.5428 2.9320 7.5818 3.8380 0.4500
10 ‐5.3461 0.0124 ‐0.1000 ‐0.0124 0.1000 1.5265 6.7415 2.9396 7.5818 3.8380 0.4500
0.02 0.0352 0.0472 1.2144 0.9296 0.1217 6.8697 0.0 ‐0.4536 ‐0.007226 ‐0.006929 4.2386
78 Modelos de movimientos fuertes
0.03 0.0352 0.0533 1.6421 0.9396 0.1194 6.9113 0.0 ‐0.4536 ‐0.007520 ‐0.007160 4.2519
0.04 0.0352 0.0596 1.9456 0.9661 0.1166 7.0271 0.0 ‐0.4536 ‐0.007881 ‐0.007477 4.2960
0.05 0.0352 0.0639 2.1810 0.9794 0.1176 7.0959 0.0 ‐0.4536 ‐0.008295 ‐0.007460 4.3578
0.075 0.0352 0.0630 2.6087 1.0260 0.1171 7.3298 0.0 ‐0.4536 ‐0.009266 ‐0.006565 4.5455
0.1 0.0352 0.0532 2.9122 1.0177 0.1146 7.2588 0.0 ‐0.4536 ‐0.009710 ‐0.005490 4.7603
0.12 0.0352 0.0452 3.1045 1.0008 0.1128 7.2372 0.0 ‐0.4536 ‐0.009806 ‐0.004840 4.8963
0.15 0.0352 0.0345 3.3399 0.9801 0.1106 7.2109 0.0 ‐0.4536 ‐0.009805 ‐0.003897 5.0644
0.17 0.0352 0.0283 3.4719 0.9652 0.1150 7.2491 0.0 ‐0.4536 ‐0.009733 ‐0.003334 5.1371
0.2 0.0352 0.0202 3.6434 0.9459 0.1208 7.2988 0.0 ‐0.4440 ‐0.009505 ‐0.002690 5.1880
0.25 0.0352 0.0090 3.8787 0.9196 0.1208 7.3691 0.0 ‐0.3539 ‐0.008918 ‐0.002127 5.2164
0.3 0.0352 ‐0.0004 4.0711 0.8829 0.1175 6.8789 0.0 ‐0.2688 ‐0.008251 ‐0.001812 5.1954
0.4 0.0352 ‐0.0155 4.3745 0.8302 0.1060 6.5334 0.0 ‐0.1793 ‐0.007267 ‐0.001274 5.0899
0.5 0.0352 ‐0.0278 4.6099 0.7884 0.1061 6.5260 0.0 ‐0.1428 ‐0.006492 ‐0.001074 4.7854
0.75 0.0352 ‐0.0477 5.0376 0.6754 0.1000 6.5000 0.0 ‐0.1138 ‐0.005147 ‐0.001115 4.3304
1 0.0352 ‐0.0559 5.3411 0.6196 0.1000 6.5000 0.0 ‐0.1062 ‐0.004277 ‐0.001197 4.1667
1.5 0.0352 ‐0.0630 5.7688 0.5101 0.1000 6.5000 0.0 ‐0.1020 ‐0.002979 ‐0.001671 4.0029
2 0.0352 ‐0.0665 6.0723 0.3917 0.1000 6.5000 0.0 ‐0.1009 ‐0.002301 ‐0.002237 3.8949
3 0.0160 ‐0.0516 6.5000 0.1244 0.1000 6.5000 0.0 ‐0.1003 ‐0.001344 ‐0.003108 3.7928
4 0.0062 ‐0.0448 6.8035 0.0086 0.1000 6.5000 0.0 ‐0.1001 ‐0.001084 ‐0.003670 3.7443
5 0.0029 ‐0.0424 7.0389 0.0000 0.1000 6.5000 0.0 ‐0.1001 ‐0.000994 ‐0.003767 3.7090
7.5 0.0007 ‐0.0348 7.4666 0.0000 0.1000 6.5000 0.0 ‐0.1000 ‐0.000964 ‐0.003784 3.6632
10 0.0003 ‐0.0253 7.7700 0.0000 0.1000 6.5000 0.0 ‐0.1000 ‐0.000950 ‐0.003747 3.6230
𝑓𝐷 = 𝑓𝑅 𝑓𝑀 (𝑎 + 𝑏 ∗ 𝐼𝐷𝑃) (3.68)
𝑐8 max (1
La función 𝑓𝑅 se calcula con la misma función del modelo de Spudich y Chiou (2008)
que es la siguiente.
Finalmente, se tiene la función de Hanging Wall, 𝐹𝐻𝑊 que vale 1 para 𝑅𝑥 ≥ 0 y vale
0 para 𝑅𝑥 < 0. En la contribución de 𝐹𝐻𝑊 al cálculo de la aceleración espectral
intervienen los factores 𝑐9 , 𝑐9𝑎 , 𝑐9𝑏 , que están indicados en la tabla 3.16 y las variables
𝑅𝑥 , 𝑅𝐽𝐵 , 𝑅𝑅𝑈𝑃 , 𝑍𝑇𝑂𝑅 , que también se utilizan en los otros modelos, cuyo significado ha
sido ya presentado, sin embargo para visualizar estas variables en la figura 3.1, se
presentan algunos casos que pueden presentarse sobre el punto de interés y la
definición de las variables ya indicadas; destacando que son aplicables a los tres
modelos de movimientos fuertes presentados.
80 Modelos de movimientos fuertes
Sea 𝑌𝑖𝑗 la aceleración espectral considerando el efecto de sitio, la misma que se obtiene
con la siguiente ecuación para el modelo de Chiou y Youngs (2013, 2014)
𝑉𝑠30𝑗
ln(𝑌𝑖𝑗 ) = ln(𝑌𝑟𝑒𝑓𝑖𝑗 ) + ∅1 ∗ min (ln ( ) , 0)
1130
𝑌𝑟𝑒𝑓𝑖𝑗 + ∅4 (3.71)
+ ∅2 (𝑒 ∅3(min(𝑉𝑠30 ,1130)−360) − 𝑒 ∅3 (1130−360) ) ln ( )
∅4
+ ∅5 (1 − 𝑒 −∆𝑍1.0𝑗/∅6 ) + 𝜂𝑖 + 𝜀𝑖𝑗
Modelos de movimientos fuertes 81
4 (3.72)
−7.15 𝑉𝑠30 + 5714
ln(𝑍1.0 ) = ln ( )
4 13604 + 5714
2
−5.23 𝑉𝑠30 + 4122 (3.73)
ln(𝑍1.0 ) = ln ( )
2 13602 + 4122
Los coeficientes 𝜙1 a 𝜙5 están indicados en la tabla 3.17; 𝜂𝑖 , 𝜀𝑖𝑗 son factores que toman
en cuenta la variabilidad de los factores d amplificación por efecto del tipo de suelo
(Chiou y Youngs, 2008) Finalmente la desviación estándar total del modelo viene
definido por la siguiente ecuación.
𝜎𝑇2 = (1 + 𝑁𝐿0 )2 𝜏 2 + 𝜎𝑁𝐿2
0
𝜏2 − 𝜏1
𝜏 = 𝜏1 + (min(𝑚𝑎𝑥(𝑀, 5), 7.25) − 5)
2.25
𝜎2 − 𝜎1
𝜎𝑁𝐿0 = (𝜎1 + (min(𝑚𝑎𝑥(𝑀, 5), 7.25) − 5) )
2.25
∗ √𝜎3 𝐹inf 𝑒𝑟𝑟𝑒𝑑 + 0.7 𝐹𝑀𝑒𝑎𝑠𝑢𝑟𝑒𝑑 + (1 + 𝑁𝐿0 )2
𝑌𝑟𝑒𝑓
𝑁𝐿0 = ∅2 (𝑒 ∅3 (min(𝑉𝑠30 ,1130)−360) − 𝑒 ∅3 (1130−360) ) ( )
𝑌𝑟𝑒𝑓 + ∅4
Donde 𝐹inf 𝑒𝑟𝑟𝑒𝑑 es igual a 1, si el valor de 𝑉𝑠30 se deduce a partir de la geología, caso
contrario vale cero. 𝐹𝑀𝑒𝑎𝑠𝑢𝑟𝑒𝑑 es igual a 1, si 𝑉𝑠30 fue medido en el sitio, caso contrario
vale cero. Los coeficientes 𝜏1 , 𝜏2 , 𝜎1 , 𝜎2 , 𝜎3 , están indicados en la tabla 3.18
El alcance del modelo de Chiou y Youngs (2013) está limitado por las siguientes
condiciones:
R. Aguiar
A. Rivas
D. Quizanga
El Distrito Metropolitano de Quito, está dividido en cinco zonas: sur, centro sur,
centro, centro norte y norte. Se encuentra sobre o muy próxima a los segmentos de las
fallas ciegas inversas: Puengasí, Ilumbisí-La Bota, Carcelén el Inca, Bellavista-
Catequlla y Tangahuilla. Para cada uno de las zonas de Quito se presentan espectros
de respuesta elástica hallados mediante algunos de los nuevos modelos de movimiento
fuerte de la iniciativa NGA west 2014, y son los desarrollados por: Abrahamson et al.
(2014), Campbell y Borzognia (2014), y Chiou y Youngs (2014); considerando la
magnitud máxima que podría generarse por la rotura de cada uno de los segmentos de
falla y teniendo en cuenta el tipo de suelo que existe en cada zona de acuerdo a la
clasificación de los suelos de Quito que se presentó en el apartado 2.
4.1 INTRODUCCIÓN
Ahora bien lo que interesa es saber la forma de los espectros que se obtendrían en caso
de registrarse un sismo de magnitud máxima en cada segmento; en la tabla 4.1 se indica
el segmento de falla; el área de ruptura; la longitud de ruptura y la magnitud máxima
esperada para la cual se hallan los espectros utilizando los modelos de: Abrahamson
et al. (2014); Campbell y Borzognia (2014); y el modelo de Chiou y Youngs (2014).
Los espectros se hallan para cinco zonas de Quito denominadas: Sur, Centro Sur,
Centro, Centro Norte y Norte; que se indican con detalle en el apartado 4.2. Es evidente
pensar que para el sur, centro sur y centro de Quito la falla que va a reportar las
mayores ordenadas espectrales es la de Puengasí por su cercanía y por la magnitud;
para las otras zonas: centro norte y norte de la ciudad, con la falla de Ilumbisi La Bota
(ILB) se obtienen las mayores aceleraciones espectrales.
Figura 4.1 Planos de las fallas ciegas de Quito. Rivas et al. (2014)
86 Espectros de control para Quito
Tabla 4.1 Magnitud máxima esperada en cada uno de los segmentos de falla.
Segmento Área de ruptura Longitud de la Magnitud
(km)2 Superficie de
ruptura
(km)
Puengasí 259 22 6.4
ILB 176 15 6.2
CEI 82 7 5.9
BC 191 17.5 6.3
Tangahuilla 108 12 6.0
En la figura 4.2 se presenta las cinco zonas del Distrito Metropolitano de Quito y la
clasificación de suelos hallada para Quito, que fue presentada en el apartado 2. Se
destaca que en Quito la mayor parte de los suelos son tipo C, D y E.
Para el cálculo, se obtuvo una grilla de puntos, cada uno de ellos espaciados 500 m.,
separados de acuerdo a la zona y de acuerdo al tipo de suelos. Se tienen 5 zonas y tres
tipos de suelo en cada una de ellas; por lo tanto, se trabajó con 15 grillas, en cada una
de ellas se halló los espectros de respuesta elástica con los tres modelos de
movimientos fuertes ya indicados suponiendo la ocurrencia de un sismo en cada
segmento de falla de Quito.
Espectros de control para Quito 87
En la figura 4.3 se presentan las tres mallas, en forma macro, con las que se trabajó,
las dos superiores corresponden a los suelos tipo C y D, y la inferior a suelo tipo E.
Como se indicó en el párrafo anterior cada malla está dividida en las 5 zonas del
Distrito Metropolitano de Quito.
GRILLA DE PUNTOS USADOS PARA SUELOS CON GRILLA DE PUNTOS USADOS PARA SUELOS CON
Vs30 460 m/s COMPARADO vs SUELO TIPO C Vs30 300 m/s COMPARADO vs SUELO TIPO D
10000000 10000000
NEC11 SUELO C 760 m/s >Vs ≥ 360 m/s NEC11 SUELO C: 360m/s>Vs>180 m/s
Vs30 usado 460m/s Vs30 usado 300 m/s
9995000 9995000
9990000 9990000
9985000 9985000
9980000 9980000
9975000 9975000
9970000 9970000
9965000 9965000
9960000 9960000
760000 765000 770000 775000 780000 785000 790000 760000 765000 770000 775000 780000 785000 790000
9990000
9985000
9980000
9975000
9970000
9965000
9960000
9955000
760000 765000 770000 775000 780000 785000
Figura 4.3 Malla de puntos en los que se obtuvieron espectros de acuerdo al tipo
de suelo.
C; 300 m/s, para los suelos tipo D y para los suelos tipo E se consideró 200 m/s., debido
a que el modelo de Abrahamson et al. (2014) no reporta formas espectrales parecidas
a las que se hallan con los otros modelos, con valores menores a esta cantidad, a pesar
de que teóricamente con este modelo se puede hallar espectros para valores de 𝑉𝑠30
comprendidos entre 180 m/s., y 1500 m/s.
Para cada zona y para cada tipo de suelo, se obtuvo espectros con los tres modelos de
movimientos fuertes en cada punto de la malla; provenientes de los cinco segmentos
de fallas de Quito; luego se hizo un promedio de los valores obtenidos con cada los
valores hallados en cada uno de los puntos de la grilla.
Para ilustrar el trabajo realizado, en la figura 4.4, se presentan los espectros que se
hallan para la zona Sur de Quito, en perfil de suelo tipo C, que tiene una velocidad de
la onda de corte de 760 m/s, para ese sector de la ciudad se obtuvo espectros
suponiendo que se registra un sismo en el falla de Puengasí de magnitud 6.4, los
espectros se presentan en la parte superior izquierda; en la falla de Ilumbisí-La Bota
de magnitud 6.2, como esta falla se encuentra a mayor distancia y la magnitud es menor
las ordenadas espectrales son menores a las anteriores, como se observa en la parte
superior derecha.
En la parte central de la figura 4.4, se presentan los espectros para el sector Sur de
Quito en suelo tipo C, con 𝑉𝑠 = 760 𝑚/𝑠, para sismos asociados a las fallas de
Carcelén-El Inca de magnitud 5.9 y en la falla Bellavista-Catequilla de magnitud 6.3.
Finalmente en la parte inferior de 4.4, se indican los espectros que se tendrían en suelo
tipo C, con igual velocidad de la onda de corte ubicado en el Sur de la ciudad si se da
un sismo de magnitud 6.0, en la falla de Tangahuilla.
Los espectros presentados en la figura 4.4, con cada uno de los modelos de
movimientos fuertes, son para niveles de confianza del 50% (sin considerar la
desviación estándar) y para un nivel de confianza del 84% considerando una vez la
desviación estándar. Para estos niveles de confianza se indica en la figura 4.5 los
valores medios que se hallan con los tres modelos de movimientos fuertes con los que
se está trabajando, pero solo se ha presentado los espectros para la zona Sur de Quito
en suelo C von 𝑉𝑠30 = 760 𝑚/𝑠, considerando que la fuente sísmica son las fallas de
Puengasí (gráfico de la izquierda) e Ilumbisí-La Bota (gráfico de la derecha).
En la figura 4.5 se aprecia que para el Sur de Quito, los espectros esperados en suelo
tipo C, con una velocidad de la onda de corte de 760 m/s., tienen aceleraciones
máximas que son prácticamente el doble cuando el sismo proviene del segmento de
falla de Puengasí en relación al sismo proveniente de la falla de Ilumbisí-La Bota.
Con el propósito de ver si el mayor espectro que se genera en la grilla de la zona sur
de Quito, en suelo tipo C con 𝑉𝑠 = 760 𝑚/𝑠, es cubierto por el espectro que tiene una
confiabilidad del 84% (media más la desviación estándar) en la figura 4.6 se presentan
los espectros que se hallan con los tres modelos utilizados para el caso de que el sismo
se genere en la falla de Puengasí. El espectro mayor se indica con línea continua y se
aprecia que tiene ordenadas espectrales bastante distantes del espectro que tiene un
84% de confiabilidad. Es más el espectro máximo es ligeramente superior al espectro
medio (confiabilidad del 50%).
90 Espectros de control para Quito
Figura 4.5 Valores medios encontrados con los tres modelos para niveles de
confianza del 50% y 84%. Espectros para la Zona Sur en suelo tipo C con Vs
igual a 760 m/s. En el gráfico de la izquierda la falla considerada es Puengasí y
en el gráfico de la derecha Ilumbisí-La Bota.
Figura 4.6 Mayor espectro hallado en el Sur de Quito en suelo tipo C con Vs
igual a 760 m/s (línea continua) y espectros con una confiabilidad del 84% con
los tres modelos de movimientos fuertes. Espectros asociados a la falla de
Puengasí.
Para las zonas: sur, centro sur y centro de Quito; los mayares ordenadas espectrales se
hallaron ante un sismo de magnitud 6.4 registrado en el centro del plano de falla del
segmento de Puengasí. Para las zonas: centro norte y norte de Quito; los espectros más
altos se hallaron ante un sismo de magnitud 6.2, en la falla de Ilumbisí La Bota.
Espectros de control para Quito 91
En las figuras 4.7 a 4.11, se presentan los espectros de control encontrados para las
cinco zonas de Quito: sur, centro sur, centro, centro norte y norte; y para cada uno de
los suelos tipo C, D y E. Los espectros han sido obtenidos considerando el valor más
representativo de la velocidad de la onda de corte y son para el perfil tipo C, de 460
m/s; para el suelo tipo C, de 300 m/s y para el E de 200 m/s.
Figura 4.7 Espectros de control para el Sur de Quito. Hallados para suelo
Tipo C (Vs 460 m/s), D (Vs 300 m/s); E (Vs 200 m/s). Debido a un sismo en
falla de Puengasí de magnitud 6.4
Con línea continua se presentan los espectros para 50% de nivel de confiabilidad y con
línea discontinua para 84% de confiabilidad. Para el primer nivel de confianza los
espectros que se hallan con los tres modelos de movimientos fuertes son muy similares
para los suelos tipo C y D. Para el suelo tipo E el modelo de Abrahamson et al. (2014)
reporta resultados muy bajos, da la impresión de que está mal formulado el modelo
para valores de la onda de corte bajos.
92 Espectros de control para Quito
Los espectros que se hallan para el 84% de nivel de confianza difieren para los tres
modelos; los mayores valores se hallan con los modelos de Campbell y Borzognia
(2014) y Abrahamson et al. (2014), para los suelos tipo C y D.
Figura 4.8 Espectros para el Centro Sur de Quito. Hallados para suelo Tipo
C con (Vs 460 m/s), D con (Vs 300 m/s); E con (Vs 200 m/s). Debidos a sismo
en falla de Puengasí de magnitud 6.4
Figura 4.9 Espectros para el Centro de Quito. Hallados para suelo tipo C
con (Vs 460 m/s), suelo tipo D con (Vs 300 m/s); E con (Vs 200 m/s). Debido
a un sismo en falla de Puengasí de magnitud 6.4
Únicamente para tener una idea de estas gráficas con respecto al espectro del NEC-14
se ha dibujado también este espectro en las figuras 4.7 a 4.11. No se pueden comparar
porque los espectros hallados con las ecuaciones de movimientos fuertes, responden a
un modelo determinístico y el espectro de la norma sísmica fue hallado con un modelo
probabilístico. Por esto se habla de período de recurrencia en el primer caso y período
de retorno en el segundo caso; son dos definiciones diferentes.
Figura 4.10 Espectros para el Centro Norte de Quito. Hallados en suelo tipo
C con (Vs 460 m/s), D con (Vs 300 m/s); E con (Vs 200 m/s). Debidos a un
sismo en falla de Ilumbisí-La Bota de magnitud 6.2
Es preocupante, por decirlo de alguna manera, que los espectros de control encontrados
para un 84% de confiabilidad (media más desviación estándar) superan a las ordenadas
espectrales máximas (plataforma de aceleración constante) del NEC-14, prácticamente
en el doble.
Se destaca que el último sismo fuerte de magnitud mayor a 6, en las fallas ciegas de
Quito se dio en 1587, desde esa fecha han pasado más de cuatro siglos y de acuerdo a
los períodos de recurrencia indicados en el apartado 2, se puede tener un sismo, no de
magnitud máxima pero si de magnitud que se encuentre alrededor de 6 que pueden van
a tener ordenadas espectrales muy altas.
Figura 4.11 Espectros para el Norte de Quito. Hallados en suelo tipo C, con
(Vs 460 m/s), en suelo tipo D con (Vs 300 m/s); en suelo tipo E con (Vs 200
m/s). Debido a un sismo en falla de Ilumbisí-La Bota de magnitud 6.2
En este apartado se presentan los espectros promedios, hallados con los tres modelos
de movimientos fuertes para 50% y 84% de confiabilidad; para los valores inferior y
superior de la velocidad de la onda de corte, de cada tipo de suelo del NEC-14. Para
los perfiles de suelo tipo C y D, se puede hallar estos espectros pero para el suelo tipo
E, únicamente se indican los espectros para el valor superior de 180 m/s; no es factible
hallar los espectros para valores inferiores al anotado por el alcance de los modelos y
sobre todo porque el NEC-14 no indica un valor inferior límite para un suelo tipo E.
En las figuras 4.12 a 4.16 se presentan estos espectros para las cinco zonas de Quito.
Con línea continua se indican los espectros promedios para nivel de confiabilidad del
50% y con líneas entrecortadas para un nivel de confianza del 84%. Se presenta además
el espectro del NEC-14.
96 Espectros de control para Quito
Figura 4.12 Espectros medios para la zona Sur de Quito. Para niveles de
confianza del 50 y 84%. Velocidades de la onda de corte mínima y máxima
de cada tipo de suelo del NEC-14.
Figura 4.13 Espectros medios para la zona Centro Sur de Quito. Para
niveles de confianza del 50 y 84%. Velocidades de la onda de corte mínima y
máxima de cada tipo de suelo del NEC-14.
Espectros de control para Quito 97
Figura 4.14 Espectros medios para la zona Centro de Quito. Para niveles de
confianza del 50 y 84%. Velocidades de la onda de corte mínima y máxima
de cada tipo de suelo del NEC-14.
Figura 4.15 Espectros medios para la zona Centro Norte de Quito. Para
niveles de confianza del 50 y 84%; Velocidades de la onda de corte mínima
y máxima de cada tipo de suelo del NEC-14.
98 Espectros de control para Quito
Figura 4.16 Espectros medios para la zona Norte de Quito. Para niveles de
confianza del 50 y 84%. Velocidades de la onda de corte mínima y máxima
de cada tipo de suelo del NEC-14.
Para un nivel de confianza del 50% los espectros de control, medios encontrados, están
cubiertos por el espectro del NEC-14. Esto da cierta tranquilidad a las estructuras
diseñadas con el espectro del NEC-14 o del NEC-11 (los dos espectros son bastante
similares) ya que fueron diseñadas para un espectro con ordenadas espectrales
mayores. Pero para los espectros que tienen un nivel de confianza del 84%, la situación
es preocupante.
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