La Ponerologia Politica

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Table de Contenido

Nota de los traductores


Prefacio del editor
Prefacio del autor
Prefacio a la edición de Red Pill Press
Capítulo I: Introducción
Capítulo II: Algunos conceptos indispensables
Capítulo III: El ciclo histeroide
Capítulo IV: La ponerología
Capítulo V: La patocracia
Capítulo VI: Las personas normales bajo un gobierno patocrático
Capítulo VII: La psicología y la psiquiatría bajo el régimen patocrático
Capítulo VIII: Patocracia y religión
Capítulo IX: Una terapia para el mundo
Capítulo X: Una visión a futuro
Epílogo: Una advertencia por parte del editor
Problemas de la ponerología
Acerca del autor
Bibliografía
Libros recomendados
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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

La Ponerología Política

El manuscrito original de esta obra fue arrojado al fuego minutos antes de una redada
por parte de la policía secreta en la Polonia comunista. La segunda copia, escrita
nuevamente con mucho esfuerzo por científicos que trabajaron en condiciones
intolerantes de violencia y represión, fue enviada por correo al Vaticano. Nunca se
acusó recibo, y el manuscrito y todos los datos valiosos que contenía se extraviaron.

En 1984, Andrzej Łobaczewski, el último sobreviviente entre los investigadores a cargo


de este estudio, redactó la tercera y última copia con todo lo que pudo recordar.
Zbigniew Brzezinski obstaculizó su publicación.

Tras medio siglo de censura, este libro está finalmente disponible.

La ponerología política sorprende por sus sobrias descripciones clínicas sobre la


verdadera naturaleza del mal. Es emocionante en los párrafos literarios que reflejan el
inmenso sufrimiento del cual fueron víctimas los investigadores que se vieron
infectados o destruidos a causa de la enfermedad que estaban estudiando.

La ponerología política es un estudio de los instigadores y defensores de regímenes


políticos opresores. El enfoque propuesto por Łobaczewski consiste en el análisis de
los factores en común que conllevan a la propagación de la inhumanidad del Hombre
hacia el Hombre. La moralidad y el humanismo no son capaces de resistir por mucho
tiempo la depredación de este mal. Adquirir conocimiento acerca de su naturaleza y de
sus efectos nefastos tanto en los individuos como en la sociedad, es el único antídoto
existente.

Les Editions Pilule Rouge

www.pilulerouge.com

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Diseño gráfico: Barry Briggs


ISBN: 978-2-916721-50-7
Andzrej M. Łobaczewski

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

LA PONEROLOGÍA POLÍTICA

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Una ciencia de la naturaleza del mal adaptada a propósitos políticos

Traducido del inglés por el grupo de traductores del Grupo del Futuro Cuántico
(Quantum Future Group Inc.) y Gabriela Navarro.

Les Editions Pilule Rouge

Copyright © Les Editions Pilule Rouge

Primera edición Amazon Kindle, en español, 2013


Les Editions Pilule Rouge (www.pilulerouge.com)
ISBN: 978-2-916721-59-0

Impreso en Polonia, por SOWA Druk, Varsovia.

Traducción correspondiente a la tercera edición revisada en inglés, 2010. El texto


original fue escrito en polaco, en 1984, y traducido por la Dra. Alexandra Chciuk-Celt
(Universidad de Nueva York) en 1985. El autor efectuó ciertas correcciones en 1998.
La primera publicación del manuscrito, a cargo de la editorial Red Pill Press, data de
2006.

Ninguna parte de esta publicación podrá ser reproducida, guardada en sistema de


almacenaje, transmitida de manera alguna, o por ningún medio, electrónico, mecánico
u otro, excepto según lo estipulado como “uso legítimo”, sin el consentimiento escrito
del autor.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Índice de contenidos

Nota de los traductores 8

Prefacio del editor 12

Prefacio del autor 38

Prefacio a la edición de Red Pill Press 42

Capítulo I: Introducción 46

Capítulo II: Algunos conceptos indispensables 63

Capítulo III: El ciclo histeroide 114

Capítulo IV: La ponerología 129

Capítulo V: La patocracia 244

Capítulo VI: Las personas normales bajo un gobierno patocrático 307

Capítulo VII: La psicología y la psiquiatría bajo el régimen patocrático 338

Capítulo VIII: Patocracia y religión 354

Capítulo IX: Una terapia para el mundo 367

Capítulo X: Una visión a futuro 400

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Epílogo: Una advertencia por parte del editor 409

Problemas de la ponerología 418

Acerca del autor 440

Bibliografía 442

Libros recomendados 446

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

NOTA DE LOS TRADUCTORES

Andrzej M. Łobaczewski redactó el texto original en polaco, en 1984. Se trató del


tercer manuscrito, cuya historia el lector podrá leer en las páginas siguientes. Su
versión en inglés fue traducida por la Dra. Alexandra Chciuk-Celt (Universidad de
Nueva York) en 1985. Finalmente, tras años de censura, el libro fue publicado por
primera vez en 2006, por la editorial Red Pill Press. Esta traducción corresponde a la
tercera edición revisada, publicada en inglés en 2010.

La versión original fue escrita con un lenguaje técnico y rebuscado. Eso se debió al
estilo académico de A. Łobaczewski, y a su intento por desarrollar un “lenguaje
objetivo” para describir los fenómenos aquí tratados, y principalmente dedicado a los
profesionales en psicología y psicopatología. Agradecemos al lector por su
comprensión al leer algunos pasajes difíciles. Dada la precisión y la riqueza de su
contenido, traducirlos de manera más sencilla habría sido en detrimento de la intención
del autor, algo que una buena traducción no debe nunca permitirse. Hemos volcado
todos nuestros esfuerzos en ofrecer una traducción clara, y al mismo tiempo fiel al
original. Como habrá de notarse, el autor creó diversos neologismos, cuya necesidad el
lector comprenderá a medida que avance en la lectura. Dichos términos tampoco
existían previamente en la lengua española, por lo que los hemos traducido
preservando al máximo su sentido original. A lo largo del texto, hemos añadido diversas
notas al pie de página a fin de facilitar la lectura. Desde ahora en adelante, estarán
señaladas con la mención “NdT” (nota del traductor), en oposición a las “NdE” (notas
del editor). La mayor parte de las definiciones de términos ya existentes han sido
tomadas del Diccionario de la Real Academia Española, en su versión electrónica
(http://lema.rae.es/drae/).

Tenemos la esperanza de que esta traducción alcance el corazón del mundo


hispanohablante, que sufre a causa de los fenómenos patológicos descritos en este

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libro, y lo ayude a liberarse del mal que lo acecha del mismo modo que al resto del
mundo. Esperamos también que el esfuerzo gigantesco y todo el sufrimiento por el que
tuvo que pasar Andrzej M. Łobaczewski no sean en vano.

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PREFACIO DEL EDITOR

Aspira a ser como el monte Fuji, con cimientos tan amplios y sólidos que ni siquiera el
más fuerte de los terremotos pueda moverte, y tan alto que los mayores
emprendimientos de los hombres comunes parezcan insignificantes desde tu elevada
perspectiva. Con una mente tan alta como el monte Fuji, podrás verlo todo claramente.
Y podrás observar todas las fuerzas que dan forma a los acontecimientos; no sólo lo
que sucede cerca de ti.’

— MIYAMOTO MUSASHI

El libro que usted tiene en sus manos tal vez sea la obra más importante que jamás
haya leído. De hecho, estoy segura de que lo será. No importa cuál sea su nombre, su
estatus en la vida, su edad, sexo, nacionalidad u origen étnico. En algún momento de
su vida, sentirá el roce o el agarre implacable de la mano fría del Mal. A la gente buena
le suceden tragedias; ese es un hecho.

¿Qué es el mal? Históricamente, el tema del mal siempre ha sido planteado como una
cuestión teológica. Varias generaciones de teólogos apologistas han escrito bibliotecas
enteras en un intento por dejar constancia de la existencia de un Dios Bondadoso,
creador de un mundo imperfecto. San Agustín estableció una distinción entre dos
formas de maldad: la “maldad moral”, es decir, el mal que generan los seres humanos
por elección propia, a sabiendas de que están haciendo mal; y la “maldad natural”, es
decir, lo malo que simplemente ocurre (por ejemplo, tormentas, inundaciones,
erupciones volcánicas y enfermedades fatales).

Luego tenemos lo que Andrzej Łobaczewski denomina el Mal Macrosocial: una


maldad a gran escala que, desde tiempos remotos, se ha apoderado una y otra vez de
sociedades y naciones enteras. La historia de la humanidad es algo terrible cuando se
la estudia objetivamente.

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La muerte y la destrucción nos llegan a todos, ya sea que seamos ricos o pobres, libres
o esclavos, jóvenes o ancianos, buenos o malos, con una arbitrariedad y una
despreocupación tal que, cuando las contemplamos incluso momentáneamente,
pueden provocar un choque emocional tan grande que algunas personas quizás
pierdan la capacidad de desenvolverse en la vida.

Una y otra vez, el hombre ha visto sus campos y su ganado diezmados por la sequía y
la enfermedad, a sus seres amados atormentados por alguna patología o por causa de
la crueldad humana, el trabajo de toda una vida reducido a la nada en un instante como
consecuencia de acontecimientos sobre los cuales no ejerce control alguno.

El estudio de la historia a través de sus diferentes disciplinas ofrece una visión casi
insoportable de la humanidad. Los actos rapaces de tribus hambrientas que invadieron,
conquistaron y destruyeron comunidades en la oscuridad de la prehistoria; los
invasores bárbaros del mundo civilizado durante la Edad Media; los baños de sangre
de las Cruzadas de la Europa católica en contra de los infieles del Medio Oriente y
luego en contra de sus propios hermanos “infieles”: el terror meridiano del acecho de
la Inquisición, cuando los mártires aplacaban las llamas con su sangre. A eso se suma
el furioso holocausto del genocidio moderno; guerras, hambruna y pestilencia dando
zancadas a lo largo del planeta en botas de cien leguas; y nunca tan aterrorizantes
como hoy.

Sumar todas esas tragedias provoca una intolerable sensación de indefensión frente a
lo que Mircea Eliade denomina el “Terror de la Historia”.

Están quienes dirán que todo eso hoy forma parte del pasado; que la humanidad ha
entrado en una nueva fase; que la ciencia y la tecnología nos han traído a un punto en
el cual es posible poner fin a semejante sufrimiento. Mucha gente cree que el hombre
está evolucionando; que la sociedad está avanzando; y que ahora tenemos control
sobre la maldad arbitraria de nuestro entorno; o que al menos lo tendremos después de

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

que George Bush y sus Neocons hayan tenido veinticinco años para luchar la Guerra
Infinita contra el Terrorismo. Reinterpretamos o ignoramos todo aquello que no
corrobore esta idea.

La ciencia nos ha ofrecido muchos obsequios maravillosos: el programa espacial, el


láser, la televisión, la penicilina, los medicamentos sulfa y toda una serie de desarrollos
útiles que deberían volver nuestras vidas más tolerables y fructíferas. Sin embargo, es
fácil ver que ese no es el caso. Podría decirse que nunca antes el hombre ha estado
tan precariamente al borde de la destrucción total como en la actualidad.

A nivel personal, nuestras vidas se deterioran constantemente. El agua que bebemos y


el aire que respiramos están contaminados casi por encima de lo que nuestro
organismo es capaz de soportar. Los alimentos que consumimos están repletos de
substancias que contribuyen muy poco a la nutrición y que, de hecho, podrían resultar
siendo dañinas para nuestra salud. El estrés y la tensión se han convertido en parte
integrante de la vida, un hecho que aceptamos como si fuese normal, y es posible
demostrar que han provocado la muerte a más personas que los cigarrillos que algunos
aún fuman para relajarse. Consumimos píldoras de todos colores para despertar, para
dormir, para finalizar un trabajo, para calmar los nervios y para sentirnos mejor. Los
habitantes de la Tierra gastan más dinero en drogas recreacionales que en vivienda,
vestimenta, comida, educación o cualquier otro producto o servicio.

A nivel social, el odio, la envidia, la avaricia y las disputas se multiplican


exponencialmente. El crimen aumenta más rápido que la población. Combinado con
guerras, insurrecciones y purgas políticas, millones y millones de personas alrededor
del mundo se encuentran sin alimento ni refugio adecuado debido a ciertos actos
políticos.

Y además, claro, la sequía, la hambruna, las plagas y los desastres naturales siguen
cobrando su cuota anual de vidas y sufrimiento. Estos fenómenos también parecen ir
en aumento.

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Cuando uno contempla la historia tal cual es, se ve obligado a reconocer que está
siendo oprimido por una existencia que parece carecer de compasión y de
preocupación real por su sufrimiento y su dolor. Una y otra vez, las mismas tragedias
recaen sobre la humanidad millones y millones de veces a lo largo de los siglos. Visto
en su totalidad, el sufrimiento humano es espantoso. Yo podría seguir escribiendo
hasta el fin del mundo y usar océanos de tinta y bosques enteros de papel, y aun así no
lograría transmitir este Terror de manera exhaustiva. La bestia de la calamidad
arbitraria siempre ha estado entre nosotros. Pues desde que los corazones han
bombeado sangre caliente a través de los cuerpos demasiado frágiles de los seres
humanos, que se han deleitado con la dulzura indescriptible de la vida y el anhelo de
todo lo que es bueno, justo y digno de ser amado, la bestia burlona, sigilosa, babeante
y maquinadora de la maldad inconsciente se ha frotado las manos anticipando su
próximo festín de terror y sufrimiento. Este misterio acerca del estado del hombre, esta
Maldición de Caín, ha existido desde el comienzo de los tiempos. Y, desde los tiempos
más remotos, la humanidad ha lanzado un grito de desesperación: ¡Mi castigo es
mayor de lo que soy capaz de soportar!

Se dice que en la antigüedad, cuando el hombre percibía la intolerable e


incomprensible condición de su existencia, solía crear cosmogonías [1] con el fin de
justificar todas las crueldades, aberraciones y tragedias de la historia. Es verdad que,
en reglas generales, el hombre es impotente ante las catástrofes cósmicas y
geológicas. Y hace mucho tiempo que se afirma también que el hombre promedio no
está en condiciones de hacer realmente nada frente a los violentos ataques militares, la
injusticia social, las desgracias familiares y un sinfín de asaltos contra su existencia
demasiado numerosos como para listarlos de manera exhaustiva.

Todo esto está a punto de cambiar. El libro que usted sostiene en sus manos aportará
respuestas a muchas de estas preguntas acerca del Mal en nuestro mundo. Esta obra
no sólo trata acerca del mal macrosocial, sino también de la maldad cotidiana porque,
en definitiva, ambos son inseparables. La acumulación a largo plazo del mal cotidiano

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

conlleva siempre e inevitablemente a la Gran Maldad Sistémica que destruye a más


gente inocente que cualquier otro fenómeno en este planeta.
La ponerología política también constituye una guía de supervivencia. Como lo he
mencionado anteriormente, este libro será el más importante que jamás haya leído. A
menos, claro, que usted sea un psicópata.

Seguramente se esté preguntando qué tiene que ver la psicopatía con la maldad
personal o social.

Absolutamente todo. Esté usted al tanto o no de ello, cada día de su vida se ve


influenciado por los efectos de la psicopatía en nuestro mundo. Usted está a punto de
aprender que, si bien no existe mucho que podamos hacer en cuanto a las catástrofes
cosmológicas y geológicas, sí podemos ejercer bastante influencia en lo que respecta
al mal social y macrosocial, y nuestra primera tarea consiste en informarnos al
respecto. En el caso de la psicopatía y de sus efectos sobre nuestro mundo, aquello
que usted ignore definitivamente puede herirlo y, de hecho, lo hará.

Hoy en día, la palabra “psicópata” evoca por lo general imágenes de un asesino en


serie como el Dr. Hannibal Lecter, de la famosa película El silencio de los corderos [2];
ese loco de atar que apenas logra contenerse pero que, a la vez, es tan fino y cortés.
Admito que ésa solía ser la imagen que se me venía a la mente cada vez que oía esa
palabra; bueno, casi. La gran diferencia es que nunca pensé que un psicópata pudiera
ser culto o tan capaz de hacerse pasar por alguien “normal”. Pero estaba equivocada, y
más tarde aprendería esa lección de una manera bastante dolorosa mediante mi
experiencia directa. He relatado los detalles exactos en otros de mis escritos; lo
importante aquí es que esa experiencia probablemente significó uno de los episodios
más dolorosos e instructivos de mi vida, que me permitió superar un bloqueo en mi
consciencia acerca del mundo que me rodea y de aquellos que lo habitan.

A propósito de bloqueos de la consciencia, es menester dejar en claro que he pasado


treinta años estudiando psicología, historia, cultura, religión, mitos y el terreno de lo

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

comúnmente llamado “paranormal” [3]. También trabajé como hipnoterapeuta durante


muchos años, lo cual me aportó un alto grado de conocimiento práctico acerca del
funcionamiento de la mente/el cerebro del ser humano a niveles muy profundos. Aun
así, mi conducta seguía regida por ciertas creencias firmemente arraigadas en mi
mente, las cuales se hicieron añicos gracias a mi investigación sobre psicopatía. Me di
cuenta de que albergaba una serie de ideas sacrosantas ―y falsas― acerca de los
seres humanos. Incluso escribí una vez lo siguiente al respecto:

[…] mi trabajo me ha demostrado que la gran mayoría de las personas desean hacer el
bien, tener experiencias y pensamientos positivos y tomar decisiones que aporten
buenos resultados. ¡E intentan con todas sus fuerzas que así sea! Si la mayoría de las
personas desean eso, ¿por qué diablos no sucede?

Fui ingenua, lo admito. Ignoraba muchos temas que he aprendido desde que escribí
esas palabras. Pero incluso ya en aquel entonces era consciente de cómo nuestra
propia mente puede ser utilizada para engañarnos.

Ahora bien, ¿cuáles son esas creencias que me convirtieron en víctima de un


psicópata? La primera y más obvia es que yo realmente pensaba que, en el fondo, toda
la gente era básicamente “buena” y que “desea[ba] hacer el bien, tener experiencias y
pensamientos positivos y tomar decisiones que aport[asen] buenos resultados. ¡[Y que]
intenta[ban] con todas sus fuerzas que así [fuera]!”.

Pero resulta que eso no es cierto, tal y como yo ―y todos los miembros de nuestro
grupo de investigación― aprendimos a nuestro pesar, como dirían algunos. Pero lo que
aprendimos fue también muy edificante. Con el fin de comprender qué clase de seres
humanos podrían hacer lo que me hicieron a mí y a mis allegados, y qué podía
motivarlos ―e incluso impulsarlos― a comportarse de esa manera, comenzamos a
indagar en libros de psicología en busca de pistas que nos ayudaran a comprender el
tema para nuestra propia tranquilidad.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Si existe una teoría psicológica que explique el comportamiento vicioso y dañino,


poseer información al respecto es de gran utilidad para las víctimas de aquellos actos,
ya que les permitirá dejar de sentirse constantemente lastimadas o molestas. Y, desde
luego, si existe una teoría psicológica que ayude a una persona a encontrar las
palabras o acciones adecuadas para sortear el abismo entre la gente y resolver malos
entendidos, ese también es un objetivo por el que vale la pena luchar. Fue a partir de
aquella perspectiva que comenzamos nuestra ardua tarea de investigación acerca del
narcisismo, lo que luego nos condujo a estudiar la psicopatía.

De más está decir que al comienzo no contábamos con este “diagnóstico” o etiqueta
para describir lo que estábamos presenciando. Empezamos observando y buscando en
la literatura pistas, perfiles y todo aquello que pudiera ayudarnos a comprender el
mundo interior del ser humano ―en realidad, de un grupo de seres humanos― que
parecía ser completamente depravado y que no se asemejaba en nada a aquello con lo
cual nos habíamos topado antes. Descubrimos que este tipo de ser humano es más
que común, y que, de acuerdo con algunas de las investigaciones más recientes,
provoca más daño a la sociedad que cualquier otra de las así llamadas “enfermedades
mentales”. En su libro The Sociopath Next Door” (“El vecino sociópata), la psicóloga
Martha Stout, que ha trabajado extensamente con víctimas de psicópatas, escribe lo
siguiente:

Imagine ―si puede― no tener conciencia moral alguna, ningún sentimiento de culpa o
remordimiento sin importar cuáles sean sus actos, ninguna preocupación por el
bienestar de desconocidos, amigos o incluso miembros de su familia que lo limite en su
accionar. Imagine no luchar contra la vergüenza, ni siquiera una sola vez en la vida, sin
importar qué tipo de acto ególatra, perezoso, dañino o inmoral haya cometido.

Y pretenda que el concepto de responsabilidad le sea desconocido, excepto como una


carga que otros parecen aceptar sin chistar, como tontos incrédulos.

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Ahora añádale a esta extraña fantasía la habilidad de ocultarle a otras personas que su
constitución psicológica es radicalmente diferente de la de ellas. Dado que todos
simplemente asumen que la conciencia moral es un rasgo universal en los seres
humanos, ocultar el hecho de que usted carece de ésta no requiere de casi ningún
esfuerzo de su parte.

La culpa o la vergüenza no frenan ninguno de sus deseos, y nunca nadie lo enfrenta


por su sangre fría. Para los demás, el agua helada que corre por sus venas es tan
extraña, tan ajena a lo que ellos viven, que rara vez sospechan siquiera de su
condición.

En otras palabras, usted se encuentra completamente libre de trabas internas, y su


libertad desenfrenada para hacer lo que le plazca, sin punzadas de conciencia, juega
en su beneficio y permanece invisible al resto del mundo. Usted puede hacer
absolutamente todo lo que se le antoje, y aun así la extraña ventaja con que corre
sobre la mayoría de las personas, cuya conciencia moral las lleva a comportarse
debidamente, seguramente pase desapercibida
¿Cómo vivirá usted su vida?

¿Qué hará con esa ventaja tan grande y secreta, y con la correspondiente desventaja
de los demás (es decir, la conciencia moral)?

La respuesta dependerá en gran medida de cuáles sean sus deseos, porque no todas
las personas son iguales. Incluso existen diferencias entre los individuos
extremadamente inescrupulosos. Algunas personas ―con o sin conciencia moral―
prefieren la tranquilidad de la inercia, mientras que otras están llenas de ambiciones y
de sueños desenfrenados. Algunos seres humanos son brillantes y talentosos, otros
tienen un intelecto menos agudo, y la mayoría, con o sin conciencia moral, se
encuentra en algún punto intermedio. Existen individuos violentos y no violentos, o
aquellos que se ven motivados por una codicia sangrienta mientras que otros poseen
otras preferencias. […]

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Siempre y cuando nadie lo detenga por la fuerza, usted puede hacer absolutamente
todo lo que le plazca.

Si nace en el momento adecuado, con acceso a alguna fortuna familiar y con un talento
especial para suscitar el odio y el sentido de privación en los demás, puede
arreglárselas para asesinar a una gran cantidad de personas sin que éstas lo
sospechen siquiera. Si goza de la suficiente cantidad de dinero, puede lograr esto a
distancia mientras toma palco en un lugar seguro y observa con satisfacción […].

Esta idea es descabellada y atemorizante, pero real en aproximadamente el cuatro por


ciento de la población. […]

Se estima que el índice del trastorno alimenticio denominado anorexia corresponde al


3,43 por ciento, y se lo considera casi una epidemia. Sin embargo, esta cifra es
ligeramente inferior al índice de incidencia de la personalidad antisocial. Los trastornos
más serios clasificados como esquizofrenia ocurren sólo en aproximadamente el uno
por ciento [de la población] ―tan sólo un cuarto del índice de la personalidad
antisocial― y los centros destinados al control y la prevención de enfermedades
aseguran que el índice de cáncer de colon en los Estados Unidos, considerado
“alarmantemente elevado”, es de aproximadamente 40 por cada 100.000 individuos, es
decir, cien veces menor que el índice de personalidad antisocial.

La alta incidencia de sociopatía en la sociedad ejerce una gran influencia en el resto de


nosotros, que también debemos vivir en este planeta, incluso cuando no hemos sufrido
traumas clínicos. Los individuos que componen ese cuatro por ciento agotan nuestras
relaciones y cuentas bancarias, y aplacan nuestros logros, nuestra autoestima y hasta
nuestra paz en la Tierra.

Aun así, es sorprendente ver que mucha gente no está en absoluto informada acerca
de la existencia de este trastorno y que, cuando sí lo está, piensa que se trata

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

únicamente de psicópatas violentos (asesinos, asesinos seriales, asesinos de


multitudes), personas que han violado la ley en muchas oportunidades y que, de ser
atrapadas, irán a la cárcel o serán condenadas a la pena de muerte por nuestro
sistema judicial [4].

Por lo general, no somos conscientes de la gran cantidad de sociópatas no violentos


que existen entre nosotros, ni somos capaces de identificarlos. Son personas que, por
lo general, no quebrantan la ley de manera evidente, y en contra de quienes nuestro
sistema judicial formal proporciona poca protección.

La mayoría de nosotros no sería capaz de imaginar paralelo alguno entre el hecho de


concebir un genocidio étnico y el de mentirle a un jefe acerca de un compañero de
trabajo sin sentir culpa. Pero esa correspondencia psicológica no sólo existe, sino que
además es escalofriante. El vínculo simple y profundo que une estas dos mentiras es la
ausencia del mecanismo interno que nos golpea, emocionalmente hablando, cuando
realizamos una elección que consideramos inmoral, falta de ética, negligente o egoísta.

La mayoría de nosotros nos sentimos ligeramente culpables si nos comemos la última


porción de pastel que quedó en la cocina, por no mencionar lo que sentiríamos si nos
dispusiéramos a lastimar a otras personas de manera intencional y metódica.

Aquellos que carecen de conciencia moral conforman un grupo aparte, ya sea que se
trate de tiranos homicidas o de simples malhechores.

La presencia o ausencia de conciencia moral es una característica que divide


profundamente a los seres humanos, en forma quizá más significativa que el grado de
inteligencia, la raza o incluso el género.

Lo que diferencia a un sociópata que vive del trabajo de los demás de un ladrón que
roba una tienda de vez en cuando, o de un malandro aficionado de hoy en día ―o a un
matón ordinario de un asesino sociópata― no es más que el estatus social, la

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

motivación, el intelecto, las ansias de sangre, o simplemente las oportunidades que se


le presenten.

Lo que distingue a toda esta gente del resto de nosotros es un completo vacío en la
psique, allí donde deberían encontrarse las funciones humanas más evolucionadas. [5]

Al comienzo de nuestro proyecto de investigación, no contábamos con la ventaja del


libro de la doctora Stout. Sí estábamos familiarizados con las obras de Robert Hare,
Hervey Cleckley, Guggenbuhl-Craig y otros. Pero ellos sólo abordaban la posibilidad de
que existiera entre nosotros un gran número de psicópatas a quienes nunca se atrapa
con las manos en la masa, violando la ley, o que no asesinan ―y que cuando lo hacen,
logran escapar de la justicia― pero que aun así causan un daño increíble en la vida de
familiares, conocidos y extraños.

Durante mucho tiempo, la mayoría de los expertos en salud mental han trabajado
según la premisa de que los psicópatas provienen de contextos sociales
desfavorecidos y que han sufrido algún tipo de abuso durante la infancia, de manera
que es fácil distinguirlos o que, al menos, no se mueven en la sociedad excepto como
intrusos. Sin embargo, en este último tiempo esa idea parece estar siendo seriamente
cuestionada. Tal y como lo señala Łobaczewski en su libro, reina cierta confusión en
cuanto a la definición de la psicopatía, el trastorno antisocial de la personalidad y la
sociopatía. En efecto, según explica Robert Hare, muchos psicópatas también son
“antisociales”, ¡pero parece existir una cantidad mucho mayor de ellos que nunca
llegarán a ser clasificados como antisociales o sociópatas! En otras palabras, pueden
ser médicos, abogados, jueces, policías, congresistas o directores de corporaciones
que roban a los pobres para dar a los ricos, o incluso presidentes.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

En un artículo publicado recientemente, se sugiere que la psicopatía podría existir en


la sociedad con una frecuencia aún mayor de lo que nadie haya podido considerar
hasta la fecha:

La psicopatía, tal y como fue concebida originalmente por Cleckley (1941), no se


limita al hecho de estar involucrado en actividades ilícitas, sino que también abarca
características de la personalidad como la manipulación, la insinceridad, el
egocentrismo y la carencia de sentimiento de culpa, rasgos claramente presentes en
criminales, pero también en cónyuges, parientes, jefes, abogados, políticos y gerentes,
por mencionar sólo a algunos (Bursten, 1973; Stewart, 1991). Nuestro propio examen
sobre la preponderancia de la psicopatía dentro de un grupo de estudiantes
universitarios sugiere que se podría considerar psicópatas a quizá el 5% (o más) de
esta población, si bien la gran mayoría son hombres (más de uno de cada diez
hombres contra aproximadamente una en cien mujeres).

Como tal, podría decirse que la psicopatía […] consiste en una tendencia tanto hacia
la dominación como hacia la frialdad. Wiggins (1995) resume numerosos
descubrimientos previos […] e indica que tales individuos son propensos a enfadarse y
a irritarse, y que están dispuestos a explotar a otras personas. Son arrogantes,
manipuladores, cínicos, exhibicionistas, impulsivos, maquiavélicos, vengativos e
interesados. Con respecto a sus patrones de interacción social (Foa y Foa, 1974), se
adjudican amor y estatus, y se ven a sí mismos como personas considerablemente
valiosas e importantes, pero no atribuyen amor ni estatus a los demás, ya que los
perciben como seres indignos e insignificantes. Esta caracterización concuerda
claramente con la esencia de la psicopatía según suele describírsela.

En la investigación aquí presentada se intentó hallar respuestas a algunas preguntas


básicas en cuanto a las características psicológicas de la psicopatía en contextos no
forenses. […] De ese modo, hemos retomado el énfasis original de Cleckley (1941)
sobre la psicopatía como un estilo de personalidad que no sólo se encuentra entre
criminales, sino también entre individuos exitosos dentro de la comunidad.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Lo que queda claro a partir de nuestros hallazgos es que (a) las medidas de la
psicopatía han convergido en un prototipo de psicopatía compuesto por una
combinación de características interpersonales de dominación y de frialdad; (b) en
efecto, la psicopatía está presente en la comunidad y en un índice que podría ser
mayor de lo esperado; y (c) la psicopatía parece tener pocos puntos en común con los
trastornos de la personalidad, excepto con el trastorno antisocial de la personalidad.
[…]

Es evidente que aquello en lo que se necesita trabajar más extensamente es la


comprensión de los factores que diferencian al psicópata que respeta la ley (aunque
quizá no respete las reglas morales) del psicópata que la infringe; tal investigación
necesita sin ninguna duda hacer un mayor uso de casos no forenses de lo que se ha
acostumbrado en el pasado. [6]

Łobaczewski habla acerca de la existencia de diferentes tipos de psicópatas. Uno, en


particular, es el más letal de todos: el psicópata esencial [7]. El autor no nos
proporciona una “lista de características típicas” sino que más bien analiza lo que
compone el mundo interior del psicópata. Su descripción se entrelaza muy bien con
varios puntos del documento citado anteriormente.

Martha Stout también hace referencia al hecho de que los psicópatas, como cualquier
otra persona, nacen con diferentes gustos, preferencias y deseos básicos, motivo por el
cual algunos de ellos son médicos o presidentes, mientras que otros acaban siendo
ladronzuelos o violadores.

Es “agradable”, “encantador”, “inteligente”, “alerta”, “impresionante”, “inspira


confianza” y “tiene un gran éxito con las damas”: así es como Hervey Cleckley describe
a la mayoría de sus sujetos de estudio en The Mask of Sanity (“La máscara de la
cordura”). Pareciera que, a pesar de que sus acciones demuestran ser “irresponsables”
y “auto-destructivas”, los psicópatas poseen en abundancia aquellas características

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

más anheladas por la gente normal. La confianza que el psicópata se tiene a sí mismo
resulta ser casi como un imán sobrenatural para la gente normal que ha leído libros de
autoayuda o que busca apoyo psicológico para lograr relacionarse con los demás sin
conflictos internos. El psicópata, por el contrario, nunca tiene neurosis, ni duda acerca
de sí mismo. Nunca experimenta angustia y es lo que la gente “normal” ansía ser.
Además, incluso cuando no son tan atractivos físicamente, son “imanes de mujeres
bonitas”.

La hipótesis original de Cleckley es que el psicópata sufre de un déficit afectivo


profundo e incurable. Es decir que, si acaso siente algo, sólo son emociones del tipo
más superficial. Es capaz de hacer lo que le plazca, basado en cual sea el capricho
que le asalte, porque las consecuencias que llenarían al hombre normal de vergüenza,
de repugnancia hacia sí mismo y de pena, simplemente no afectan en lo más mínimo al
psicópata. Lo que para otros constituiría un horror o un desastre, para él no es más que
una inconveniencia pasajera.

Cleckley sostiene que la psicopatía es bastante común en la comunidad a gran


escala. Sus casos incluyen ejemplos de psicópatas que, por lo general, se
desenvuelven normalmente en la sociedad como hombres de negocios, médicos e
incluso psiquiatras. Hoy en día, algunos de los investigadores más astutos ven la
psicopatía criminal ―comúnmente descrita bajo el nombre de “trastorno antisocial de la
personalidad”― como el extremo de un tipo de personalidad en particular. Pienso que
es más útil caracterizar a los psicópatas criminales como “psicópatas fallidos”.

El investigador Alan Harrington llega incluso a afirmar que el psicópata es el nuevo


hombre, fruto de las presiones evolutivas de la vida moderna.

Sin lugar a dudas, siempre han existido sinvergüenzas y estafadores, pero la mayor
preocupación del pasado giraba siempre en torno a detectar a personas incompetentes
en lugar de psicópatas. Desafortunadamente, todo eso ha cambiado. Ahora debemos
temerle al estafador moderno altamente sofisticado que sí sabe lo que hace, y que lo

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

hace tan bien que nadie se da cuenta. Sí, los psicópatas aman el mundo de los
negocios.

Despreocupado por los demás, ve fríamente los miedos y deseos de los demás, y los
manipula a su gusto. Después de todo, aquel hombre podría no acabar llevando una
vida de apuros y huidas de la ley, ni terminar en prisión. En lugar de asesinar a otros,
es posible que se convierta en un invasor de corporaciones y que asesine compañías,
despidiendo a personas en lugar de matarlas, y destrozando sus funciones en lugar de
sus cuerpos.
[L]as consecuencias que sufre el ciudadano promedio a raíz de crímenes de negocios
son asombrosas. Tal y como lo afirma la criminóloga Georgette Bennett, ‘componen
casi el 30% de los casos que llenan las cortes de distrito de los Estados Unidos, más
que cualquier otra categoría de crímenes. En conjunto, el robo, el atraco y otras
pérdidas de pertenencias inducidas por los vándalos callejeros del país, suman
aproximadamente cuatro mil millones de dólares al año. Sin embargo, los ciudadanos
aparentemente íntegros del sector ejecutivo y los humildes jefes de nuestras tiendas
minoristas nos estafan entre cuarenta y doscientos mil millones de dólares anuales’.

Lo preocupante es que es tan factible que el disfraz para la nueva cordura


enmascarada de un psicópata sea un traje de tres piezas como una máscara de esquí
o un arma. Como explica Harrington, ‘también tenemos al psicópata en círculos
respetables, donde ya no es visto como un pobre diablo’. Este mismo autor cita a
William Krasner: ‘Ellos —los psicópatas y los semi-psicópatas— se desempeñan muy
bien en los trabajos de venta menos escrupulosos, porque obtienen placer en engañar
y en salirse con la suya, y sienten muy poco cargo de conciencia a la hora de defraudar
a sus clientes.’ Nuestra sociedad se está volviendo rápidamente más y más
materialista, y el éxito a cualquier precio es el credo de muchos hombres de negocios.
El típico psicópata prospera en este tipo de ambiente y se le considera un ‘héroe’ en los
negocios. [8]

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Sin embargo, el estudio de psicópatas “ambulatorios” ―lo que llamamos “el psicópata
ordinario”― apenas acaba de comenzar. Se sabe muy poco acerca de la psicopatía
que no entra dentro del estudio criminológico. Algunos investigadores han comenzado
a considerar seriamente la idea de que es importante estudiar la psicopatía no como
una categoría patológica, sino como un rasgo general de la personalidad en la
sociedad. En otras palabras, los psicópatas están siendo reconocidos más o menos
como una clase diferente de ser humano.

De hecho, Hervey Cleckley casi llega a sugerir que los psicópatas son humanos en
todo sentido, excepto en que carecen de alma. Esta falta de “cualidad de alma” los
convierte en “máquinas” muy eficientes. Son capaces de escribir obras eruditas, imitar
términos con connotación emocional, pero con el tiempo se vuelve evidente que sus
palabras no corresponden a sus actos. Son aquellas personas que pueden declarar
sentirse devastadas por la tristeza, y que más tarde asisten a una fiesta “para olvidar”.
El problema es que realmente olvidan.

Al ser máquinas muy eficientes, como una computadora, son capaces de ejecutar
rutinas muy complejas diseñadas para obtener apoyo de los demás en todo aquello
que desean. Es así que muchos psicópatas son capaces de alcanzar puestos muy
altos en la vida. Es sólo con el correr del tiempo que sus colegas toman consciencia de
que su ascenso por la escalera del éxito se basa en la violación de los derechos
ajenos. “Incluso cuando son indiferentes a los derechos de sus colegas, son capaces
de inspirar sentimientos de confianza y de fe.”

El psicópata no reconoce falla alguna en su psique, Por lo tanto, no siente ninguna


necesidad de cambiar.

Andrzej Łobaczewski apunta al problema del psicópata y de su incidencia


extremadamente importante en nuestros males macrosociales, así como la habilidad
que tiene para actuar como la eminencia gris detrás de la propia estructura de nuestra
sociedad. Es de gran importancia tener en mente que esta influencia proviene de una

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fracción relativamente pequeña de la humanidad. El aproximadamente noventa por


ciento restante de seres humanos no son psicópatas.

¡Pero ese (aproximadamente) noventa por ciento de gente normal sabe que algo
anda mal! Sólo que no pueden identificarlo con toda claridad; no logran comprenderlo;
entonces tienden a creer que están absolutamente indefensos al respecto, o que quizá
se trate simplemente de un castigo impuesto por Dios.

Lo que ocurre, en realidad, es que cuando ese noventa y tanto por ciento de seres
humanos cae en cierto estado, como Łobaczewski lo describirá en este libro, los
psicópatas, cual virulento agente patógeno en el cuerpo, atacan los puntos más
débiles, y la sociedad entera se sumerge en condiciones que inevitablemente siempre
conducen al horror y a la tragedia a gran escala.
La película Matrix produjo un efecto bastante profundo en la sociedad porque
ejemplificó esta trampa mecanicista en la que tantas personas se ven atrapadas y de la
cual son incapaces de extraerse, ya que creen que todos los seres que tienen “aspecto
humano” a su alrededor son, de hecho, iguales a ellas (emocional o espiritualmente,
etcétera).

Para dar un ejemplo de cómo los psicópatas pueden afectar directamente a toda la
sociedad, tomemos el “argumento jurídico”, según como lo explica Robert Canup en su
investigación acerca del psicópata socialmente hábil [9]. El argumento jurídico parece
estar presente en los cimientos de nuestra sociedad. Albergamos la creencia de que se
trata de un sistema avanzado de justicia. Ese es un truco muy astuto que los
psicópatas han impuesto a las personas normales con el fin de sacar alguna ventaja
sobre ellas. Reflexione al respecto por un momento: el argumento jurídico se resume a
poco más que al hecho de que se le da siempre más veracidad al más hábil en el uso
de la estructura para convencer de algo a un grupo de personas. Dado que este
sistema del “argumento jurídico” ha sido establecido poco a poco como parte de
nuestra cultura, no lo reconocemos de inmediato cuando invade nuestras vidas
personales. Pero he aquí cómo funciona:

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Los seres humanos se han acostumbrado a asumir que los otros miembros de su
especie intentan ―como mínimo― “hacer el bien”, ser “buenos”, justos y honestos. Por
ende, muy a menudo no nos tomamos el tiempo necesario para hacer uso de nuestra
diligencia a fin de determinar si una persona que ha entrado en nuestra vida es,
realmente, una “buena persona”. Y cuando surge un conflicto, caemos
automáticamente en la presunción del argumento jurídico, que consiste en decir que en
cualquier disputa, una de las partes tiene parcialmente razón de algún modo, y la otra
de algún otro, y que podemos formarnos una opinión sobre qué parte está más en lo
correcto o se equivoca más. Debido a cuánto hemos sido expuestos a las normas del
“argumento jurídico”, cuando se presenta un conflicto, automáticamente creemos que la
verdad se halla en algún punto intermedio entre esos dos extremos. En este caso,
podría ser de gran utilidad aplicar una pequeña lógica matemática al problema del
argumento legal.
Imaginemos que en una disputa, una de las partes es inocente, honesta y dice la
verdad. Es obvio que mentir no le aporta ningún beneficio a una persona inocente.
¿Qué mentira podría decir? Si es inocente, la única mentira que podría pronunciar sería
confesar falsamente: “Soy culpable.” En cambio, mentir no es más que favorable para
el mentiroso. Puede declarar: “Yo no fui”, y acusar a su oponente de haber sido el
responsable, mientras que el inocente a quien ha acusado también dice “Yo no fui”, lo
cual es verdad.

La verdad, cuando es tergiversada por los hábiles mentirosos, siempre puede hacer
quedar mal a una persona inocente, en especial si es honesta y admite sus errores.

La suposición básica de que la verdad yace entre el testimonio de las dos partes
siempre le otorga ventaja a aquél que miente y juega en contra de quien afirma la
verdad. En la mayoría de los casos, esta desigualdad, junto con el hecho de que la
verdad también será tergiversada de manera tal que perjudique a la persona inocente,
resulta en que los mentirosos ―psicópatas― siempre se llevan la ventaja. Incluso el
simple acto de dar testimonio bajo juramento es una farsa inútil. Si una persona es

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mentirosa, efectuar un juramento no significa nada para ella. Sin embargo, realizar un
juramento provoca un efecto importante en un testigo serio y sincero. Una vez más, la
ventaja yace del lado del mentiroso.

Se ha hecho notar con frecuencia que los psicópatas corren con una clara delantera
sobre los seres humanos con conciencia moral y sentimientos, ya que no poseen
ninguna de estas dos cualidades. Parece ser que la conciencia moral y los sentimientos
están relacionados con los conceptos abstractos de “futuro” y de “prójimo”. Es “espacio-
temporal”. Podemos sentir miedo, compasión, empatía, tristeza y demás porque somos
capaces de imaginar el futuro de manera abstracta, basados en nuestras propias
experiencias pasadas, o incluso sólo en “conceptos de experiencias” en variaciones
innumerables. Tenemos la capacidad de “vernos a nosotros mismos” reflejados en
esas experiencias aunque estén “allá afuera”, lo cual evoca sentimientos en nuestro
interior. No podemos realizar actos hirientes porque somos capaces de imaginar cómo
nos sentiríamos si alguien nos hiriera lo mismo a nosotros. En otras palabras, no sólo
podemos identificarnos con otros espacialmente, por así decirlo, sino también
temporalmente.

Los psicópatas no parecen gozar de esta capacidad.

Son incapaces de “imaginar”, si empleamos ese término con el fin de describir la


habilidad que posee el ser humano para acceder realmente a imágenes directas del
“ser conectándose con otro ser”, por así decirlo.

¡Ah! ¡Sí! En efecto, pueden imitar sentimientos, pero lo único que parecen sentir
verdaderamente ―lo que los impulsa y los lleva a fingir diversos dramas para causar
efecto― es una especie de “hambre predatoria” de lo que desean. Es decir, “sienten” la
necesidad/el deseo como amor, y cuando alguien no satisface sus necesidades o
exigencias, pretenden que esa persona “no los quiere”. Más aún, esta perspectiva de
“necesidad/deseo” supone que sólo el “hambre” del psicópata es válida, y cualquier
cosa, todo lo que está “allá afuera”, todo lo que es externo al psicópata, no es real

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excepto en la medida en que él lo pueda asimilar como una especie de “alimento”. La


única preocupación que parece tener el psicópata es si algo o alguien presentan el
potencial de ser utilizados o proporcionarle algo. Todo lo demás está sujeto a este
impulso.

En pocas palabras, el psicópata es un depredador. Si pensamos en las interacciones


de los predadores y sus presas en el reino animal, podemos hacernos una idea de lo
que se esconde detrás de la “máscara de la cordura” del psicópata. Del mismo modo
en que un predador animal adoptará toda clase de tácticas furtivas para acechar a su
presa, separarla del rebaño, acercársele e impedir que se resista, el psicópata
construye todo tipo de elaborados camuflajes compuestos de palabras y apariencias
―mentiras y manipulaciones― para “asimilar” a su presa.

Esto nos conduce a una pregunta importante: ¿Qué obtiene realmente el psicópata
de sus víctimas? Es fácil distinguir qué objetivo persigue cuando miente y manipula por
dinero, bienes materiales o poder. Pero en muchos casos, como en las relaciones
amorosas o en las falsas amistades, no es tan fácil ver qué busca el psicópata. Sin
desviarnos demasiado en especulaciones espirituales ―un problema al cual Cleckley
también se vio confrontado― podemos decir simplemente que el psicópata parece
gozar de hacer sufrir a los demás. De la misma forma en que los seres humanos
normales disfrutan de ver a otras personas felices, o de hacer sonreír a los demás, el
psicópata se deleita en todo lo contrario.

Cualquiera que haya observado alguna vez un gato que juega con un ratón antes de
matarlo y comérselo, probablemente se habrá explicado a sí mismo que el gato
simplemente se “entretiene” con las travesuras del ratón y que es incapaz de concebir
el terror y el dolor que sufre su presa. El gato, por lo tanto, es inocente de cualquier
intento maligno. El ratón muere, el gato se alimenta, y así es la naturaleza. Los
psicópatas, por lo general, no devoran a sus víctimas.

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En casos extremos de psicopatía, sí se lleva a cabo toda la dinámica del gato y del
ratón. El canibalismo posee una larga historia de situaciones en las que se asumía que
uno podía asimilar determinados poderes de la víctima al ingerir alguna parte de su
cuerpo en particular. Pero en la vida cotidiana, los psicópatas normalmente no llegan a
tanto, por así decirlo. Esto nos hace observar con otros ojos la dinámica entre el gato y
el ratón. Y nos preguntamos: ¿es demasiado simplista pensar que el gato inocente no
hace más que entretenerse con el ratón que corre en todas las direcciones en su
frenético afán por escapar? ¿Acaso se esconde algo más detrás de esta dinámica de lo
que notamos a simple vista? ¿Quizás el gato hace más que “entretenerse” con las
travesuras del ratón que intenta huir? Después de todo, en términos de evolución, ¿por
qué dicho comportamiento habría de ser inherente al gato? ¿Es el ratón más sabroso
debido a las sustancias químicas que inundan su cuerpecito atemorizado? ¿Acaso un
ratón estremecido por el miedo es más bien como una cena gourmet para el gato?

Esto sugiere que deberíamos cuestionar nuestras ideas acerca de los psicópatas
desde una perspectiva ligeramente diferente. Algo que sí sabemos es que mucha gente
que ha interactuado con psicópatas y narcisistas dice haberse sentido “agotada” y
confundida y, a menudo, nota con posterioridad un deterioro en su salud. ¿Significa eso
que parte de la dinámica, parte de la explicación de por qué los psicópatas buscan
“relaciones amorosas” y “amistades” que claramente carecen del potencial de
brindarles beneficio material es que, en realidad, se produce un consumo de energía?

No conocemos la respuesta a esta pregunta. Observamos, especulamos y


formulamos teorías e hipótesis. Pero en definitiva, sólo cada víctima por separado
puede determinar lo que ha perdido en la dinámica, y a menudo, es mucho más que
simples bienes materiales. En cierto sentido, pareciera que los psicópatas son
devoradores de almas, o “psicófagos”.

En los últimos años, muchos más psicólogos, psiquiatras y demás profesionales en


salud mental han comenzado a analizar estos asuntos desde nuevas perspectivas, en
respuesta a las preguntas formuladas acerca del estado del mundo y de la posibilidad

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de que exista alguna diferencia esencial entre individuos como George W. Bush o
muchos de los llamados neoconservadores, y el resto de nosotros.

El libro de la doctora Stout contiene una de las explicaciones más extensas que yo
jamás haya leído acerca de por qué ninguno de sus ejemplos se asemeja a ninguna
persona real. Y luego, en uno de los primeros capítulos, describe el caso “compuesto”
de un sujeto que pasó su infancia haciendo explotar ranas con petardos. Es bastante
sabido que George W. Bush solía hacer eso mismo de niño. También nos cuenta que
dicho sujeto se graduó en la universidad con una nota muy promedio, al igual que lo
hizo Bush en Yale, por lo que uno se pregunta si, efectivamente…

En todo caso, incluso sin contar con el trabajo de la doctora Stout mientras
estudiábamos este tema, nos dimos cuenta de que lo que estábamos aprendiendo era
de suma importancia para todos, porque a medida que recolectábamos datos, veíamos
que las pistas y los perfiles revelaban que los temas que estábamos confrontando en
ese momento eran asuntos con los que todas las personas se topaban en algún
momento de su vida, en mayor o menor grado. Además comenzamos a notar que los
perfiles que surgían también describían con bastante precisión a muchos individuos
que buscan alcanzar posiciones de poder, en particular en la política y en los negocios.
En realidad, esa idea no es tan sorprendente, pero honestamente nunca se nos había
ocurrido hasta que vimos los patrones que se repetían y los reconocimos en el
comportamiento de numerosas figuras históricas, y más recientemente, en la conducta
de George W. Bush y de algunos miembros de su gobierno.

Las estadísticas actuales nos dicen que existe una mayor cantidad de personas
psicológicamente enfermas que sanas. Si se toma una muestra de individuos en un
área determinada, se observará probablemente que un número significativo de ellos
presenta síntomas patológicos en mayor o menor grado. La política no constituye una
excepción a la regla y, por su propia naturaleza, tiende a atraer a más sujetos del “tipo
dominante” patológico que otras áreas. Eso es absolutamente lógico, y comenzamos a
darnos cuenta de que no sólo era lógico, sino también espantosamente cierto, porque

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

la patología entre las personas de poder puede provocar efectos nefastos en todas las
personas que se encuentran bajo su dominio. Fue así que decidimos escribir acerca de
este tema y publicarlo en Internet.

A medida que publicábamos el material, comenzamos a recibir cartas de nuestros


lectores en agradecimiento por haberle puesto nombre a lo que ocurría en sus vidas
personales, y por haberlos ayudado a comprender qué estaba sucediendo en un
mundo que parecía haberse vuelto completamente loco. Empezamos a creer que se
trataba de una epidemia y, en cierto sentido, estábamos en lo correcto. Si un individuo
que padece una enfermedad altamente contagiosa trabaja en contacto con el público,
su presencia da como resultado una epidemia. Del mismo modo, si un individuo en un
cargo político de poder es un psicópata, él o ella pueden generar una epidemia de
psicopatología en personas que, de por sí, no presentan características psicopáticas.
Nuestras ideas en este sentido pronto recibieron confirmación de una fuente
inesperada: Andrzej Łobaczewski, el autor del libro que usted está a punto de leer.
Recibí un correo electrónico en el que decía lo siguiente:

Estimados Señores:

Tengo en mi computadora su “Proyecto especial de investigación sobre psicopatía”.


Ustedes están realizando un trabajo sumamente importante y valioso para el futuro de
las naciones. […]

Soy un psicólogo clínico ya muy anciano. Hace cuarenta años, formé parte de una
investigación secreta sobre la verdadera naturaleza y la psicopatología del fenómeno
macrosocial llamado “comunismo”. Los demás investigadores eran científicos que
pertenecían a una generación previa a la mía, y ya han fallecido.

Estudiar en profundidad la naturaleza de la psicopatía, que desempeñó un papel


esencial e inspirador en este fenómeno psicopatológico macrosocial, y distinguirla de

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

otras anomalías mentales, resultó ser la preparación necesaria para comprender la


naturaleza completa de este fenómeno.

La mayor parte del trabajo que ustedes están realizando ahora ya fue realizado en
aquellos tiempos. […] Estoy en condiciones de proporcionarles un documento científico
de inmenso valor y de extrema utilidad para su propósito. Se trata de mi obra Political
Ponerology: A Science on the Nature of Evil Adjusted for Political Purposes (“La
ponerología política: una ciencia de la naturaleza del mal adaptada a propósitos
políticos”). También podrán encontrar una copia de este manuscrito en la biblioteca del
Congreso y en algunas universidades y bibliotecas públicas de los Estados Unidos.

Les agradecería fuesen tan amables de contactar conmigo a fin de que pueda enviarles
una copia por correo.

Los saludo atentamente,

Andrzej M. Łobaczewski

Inmediatamente le respondí diciéndole que estaba muy interesada en leer su obra.


Unas dos semanas más tarde, el manuscrito me llegó por correo.

A medida que lo leía, fui dándome cuenta de que lo que tenía en mis manos era
básicamente una crónica del descenso al infierno, la transformación y el retorno
triunfante al mundo, con el conocimiento de lo que era aquel infierno, algo que no tenía
precio para el resto de nosotros, en especial en estos tiempos en que parece evidente
que un infierno semejante está envolviendo nuestro planeta. Los riesgos que corrieron
los científicos que realizaron la investigación en que se basó este libro van más allá de
lo que la mayoría de nosotros podríamos comprender.

Muchos de ellos eran jóvenes; recién empezaban a ejercer cuando los nazis
comenzaron a marchar con sus botas militares de cien leguas por toda Europa. Esos

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

investigadores vivieron todo aquello, y cuando los nazis fueron destituidos y


reemplazados por los comunistas bajo el mando de Stalin, padecieron años de
opresión cuya semejanza con la actualidad no pueden siquiera imaginar incluso
quienes están eligiendo resistirse al Reich de Bush. Sin embargo, sobre la base del
síndrome que describe el comienzo de la enfermedad, parece que Estados Unidos, en
especial ―y quizás el mundo entero― pronto entrará en una etapa de “malos tiempos”
caracterizados por tanto horror y desesperación que el holocausto de la Segunda
Guerra Mundial parecerá haber sido sólo una prueba piloto.

Por consiguiente, dado que estuvieron allí, que lo vivieron y trajeron información para
el resto de nosotros, trazar un mapa que nos guíe en la oscuridad que nos acecha
podría muy bien llegar a salvarnos la vida.

Laura Knight-Jadczyk

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NOTES DE PIE DE PÁGINA

[1]: Relatos místicos relativos a los orígenes del mundo. – NdT

[2]: También conocida como El silencio de los inocentes en Hispanoamérica. – NdT

[3]: Nunca he recibido ningún título académico, por lo que no soy una “experta” en
estos temas.

[4]: Referencia al sistema judicial estadounidense. – NdT

[5]: Martha Stout, The Sociopath Next Door (“El vecino sociópata”), Broadway, 2005.

[6]: Salekin, Trobst, Krioukova, “Construct Validity of Psychopathy in a Community


Sample: A Nomological Net Approach” (“Validez de constructo de la psicopatía en una
muestra de la comunidad: una aproximación nomológica grupal”) en Journal of
Personality Disorders (“Periódico de los trastornos de la personalidad”), 2001, 15(5),
425-441.

[7]: Término traducido literalmente. “Esencial” en este contexto hace referencia a un


individuo que es psicópata “en su esencia” o, dicho de otro modo, que presenta “una
psicopatía innata”, como se verá seguidamente en el texto. – NdT

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

[8]: Ken Magid y Carole McKelvey, “The Psychopath’s Favourite Playground:


Business Relationships” (“El terreno favorito del psicópata: las relaciones de negocios”),
en HIGH RISK: Children Without a Conscience (“ALTO RIESGO: niños sin conciencia”),
Bantam Books, 1987.

[9]: “The Socially Adept Psychopath” [Fuente:


http://users.hal-pc.org/~rcanup/sap.html]

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PREFACIO DEL AUTOR

Presentaré a mis honorables lectores este escrito en el cual trabajé, por lo general, a
tempranas horas del día antes de salir a ganarme arduamente el pan. En primer lugar,
me gustaría disculparme por los defectos que han de encontrar en este libro, producto
de ciertas circunstancias anómalas. Admito sin reticencia que, por más tiempo que
lleve, alguien debería colmar estas lagunas, ya que la sociedad requiere con suma
urgencia conocer los hechos en los que se basa este manuscrito. Si bien no se trata de
un error del autor, estos datos han llegado demasiado tarde.

El lector merece una explicación, no sólo en lo referente al contenido, sino también a


la larga historia y las circunstancias en las cuales se logró recopilar este trabajo. De
hecho, el libro que usted posee en sus manos corresponde al tercer manuscrito que he
escrito sobre el tema. Debí arrojar el primero de ellos a una caldera de calefacción
central luego de que me advirtieran justo a tiempo sobre una inspección oficial que se
produjo minutos más tarde. Envié el segundo manuscrito a un dignatario de la Iglesia
en el Vaticano por intermedio de un turista estadounidense, y me fue absolutamente
imposible conocer el paradero del paquete una vez que lo hube dejado en sus manos.

Esta extensa historia acerca de cómo se elaboró este material hizo que me costara
aún más trabajar en la tercera versión. Varios párrafos y frases que escribí en las
versiones anteriores acechan mi mente y dificultan aún más la estructura de un plan de
contenido adecuado.

Escribí los primeros dos borradores en un lenguaje muy técnico, ya que estaba
dirigido a especialistas que contaran con la formación necesaria, principalmente en el
campo de la psicopatología. La segunda versión, que desapareció y me fue imposible
recuperar, también incluía la mayor parte de los datos estadísticos y hechos que

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

habrían sido extremadamente valiosos y determinantes para los especialistas en esta


área. También se extraviaron varios estudios de casos individuales.

La presente versión contiene únicamente aquellos datos estadísticos que me fue


posible memorizar debido a la frecuencia con la que ocurrían, o aquellos que logré
reconstruir con un grado satisfactorio de precisión. Asimismo, he añadido ciertos datos,
en especial aquellos que se encuentran más disponibles en el área de la
psicopatología, y que considero esenciales a fin de presentar este tema a lectores que
posean un buen nivel de cultura general, y en particular a representantes de las
ciencias sociales y políticas, e incluso a los propios políticos. Albergo además la
esperanza de que este trabajo llegue a manos de una mayor cantidad de personas y
que logre poner a disposición algunos datos científicos útiles que podrían servir de
base para una mejor comprensión del mundo contemporáneo y de su historia. Es
posible también que esta obra ayude a los lectores a comprenderse mejor a sí mismos,
a sus vecinos y a otras naciones del mundo.

¿Quién produjo este conocimiento y llevó a cabo el trabajo que he resumido dentro de
estas páginas? Se trató de un emprendimiento conjunto que no sólo contiene el fruto
de mis esfuerzos, sino que también representa el trabajo de muchos investigadores,
algunos de los cuales nunca llegué a conocer en persona. Dado el contexto en el cual
se llegó a construir esta obra, es prácticamente imposible separar los logros obtenidos
por cada investigador y atribuirles el reconocimiento que merecen por sus esfuerzos
individuales.

Durante muchos años, trabajé en Polonia lejos de las instituciones políticas y


culturales activas. Fue allí donde llevé a cabo una serie de pruebas detalladas y realicé
observaciones que luego combinaría dentro de las generalizaciones aportadas por
otros investigadores, con el propósito de producir una introducción global que facilitara
la comprensión del fenómeno macrosocial que nos rodea. El nombre de la persona que
se suponía debía elaborar esta síntesis era un secreto, lo cual era comprensible y
necesario si se tiene en cuenta el momento y las circunstancias en que fue realizada

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esta investigación. De tanto en tanto, llegaban a mis manos resúmenes anónimos de


resultados de exámenes que habían sido realizados en Polonia o en Hungría. Sólo
publicábamos algunos datos, ya que de esa manera evitábamos levantar sospechas
sobre el trabajo especializado que estábamos realizando, y hoy todavía podrían ser
localizados.

Nunca tuvo lugar la síntesis que esperaba de este trabajo. Todos mis contactos
dejaron de realizar contribuciones como consecuencia de la ola de represión post-
estaliniana y de las detenciones secretas de investigadores que se produjeron al
comienzo de los años sesenta. Los datos científicos que logré conservar eran
insuficientes, aunque de un valor incalculable. Me llevó muchos años de trabajo
solitario poder unir estos fragmentos de manera coherente, colmando las lagunas con
mi propia experiencia e investigación.

Llevé a cabo mi investigación sobre la psicopatía esencial y sobre su rol excepcional


dentro del fenómeno macrosocial paralelamente al trabajo realizado por otros
científicos, o poco tiempo después. Sus conclusiones me llegaron más tarde y
confirmaron las mías. El punto más característico dentro de mi trabajo es el concepto
general de una nueva disciplina científica denominada “ponerología [10]”. A lo largo del
libro, el lector hallará también algunos fragmentos de información basados en mi propia
investigación. Asimismo, he volcado todos mis esfuerzos en producir la mejor síntesis
posible de este tema.

Como autor de la obra final, aprovecho esta oportunidad para expresar mi más
profundo respeto hacia todos aquellos que iniciaron la investigación y que la
continuaron arriesgando su carrera, su salud y su propia vida. Rindo homenaje a todos
aquellos que debieron pagar con el sufrimiento o con la muerte. Dondequiera que se
hallen en este momento, espero sinceramente que este trabajo se convierta en una
recompensa por sus sacrificios. Cuando lleguen tiempos más propicios para una mejor
comprensión de este material, es posible que alguien recuerde el nombre tanto de

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

quienes no llegué a conocer en persona como de aquellos que he olvidado con el


correr de los años.

Nueva York, agosto de 1984.

NOTES DE PIE DE PÁGINA

[10]: Del griego poneros = mal. Ciencia dedicada al estudio científico del mal. – NdT

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

PREFACIO A LA EDICIÓN DE RED PILL PRESS

Ya han pasado veinte años desde que redacté este manuscrito. Hace tiempo ya que
quedaron atrás mis años de juventud. Un día, gracias a mi computadora, entré en
contacto con los científicos del Grupo del Futuro Cuántico [11], que me convencieron
de que ya era hora de que mi libro se convirtiera en una herramienta útil para el futuro
de la humanidad. Y se han tomado el trabajo de publicarlo.

Estos veinte años han estado plagados de acontecimientos políticos. Nuestro mundo
ha cambiado de manera significativa debido a las leyes naturales del fenómeno que
describo en este libro. El nivel de conocimiento ha aumentado exponencialmente
gracias a los esfuerzos realizados por personas de buena voluntad. No obstante,
nuestro planeta aún no se ha recuperado, y encontramos remanentes activos y latentes
de esta grave enfermedad que ha resurgido, esta vez relacionada con otra ideología.
Las leyes de la génesis del mal operan en millones de casos individuales y familiares.
Los fenómenos políticos que amenazan la paz mundial son confrontados mediante el
poder militar. Las incidencias de menor envergadura son condenadas o limitadas por
los dictámenes de la ciencia moral. De todo esto resulta que los esfuerzos del pasado
han sido insuficientes y peligrosos, ya que se llevaron a cabo sin el respaldo de un
conocimiento naturalista y objetivo acerca de la naturaleza propia del mal. En ninguno
de esos esfuerzos se tuvo en cuenta la máxima de la ciencia médica que utilizaremos
como lema de esta obra: Ignoti nulla curatio morbid (“No intente curar aquello que no
comprende”). El fin del dominio comunista ha sido alcanzado a un alto precio, y
aquellos países que hoy se consideran libres pronto notarán que aún continúan
pagando.

Cabe preguntarnos lo siguiente: ¿Por qué este trabajo, producido por eminencias de
la investigación y por mí mismo, justamente con ese propósito ―el de evitar que se
propague la enfermedad del mal macrosocial― no ha logrado cometer su objetivo?

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Esa es una larga historia.

Un médico “amistoso” que luego resultó ser un agente de los servicios secretos
comunistas, me reconoció como el creador de esta ciencia “peligrosa” en Austria.
Todas las redes y núcleos comunistas de Nueva York se movilizaron en conjunto para
evitar que la información contenida en este libro llegara a manos del público y estuviera
a disposición de toda persona interesada en leerlo. Fue terrible para mí enterarme de
que el sistema de censura manifiesto del cual hacía poco tiempo había logrado escapar
era tan frecuente, aunque más disimulado, en los Estados Unidos. Resultaba
desmoralizante ver la forma en que operaba el sistema de peones conscientes e
inconscientes; observar a personas que confiaban en sus “amigos” —agentes
conscientes cuya afiliación al partido comunista ignoraban— y que, con gran fervor
patriótico, promovían medidas que les habían sido insinuadas en contra de mi persona.
Como consecuencia de dichas actividades, se me denegó todo tipo de ayuda, y para
sobrevivir me vi obligado a continuar realizando arduas tareas manuales, a pesar de
que ya me hallaba en edad de jubilarme. Fue así como mi salud fue deteriorándose y
perdí dos años de trabajo.

También supe que no había sido el primer emisario en llevar a Estados Unidos un
conocimiento semejante. De hecho, era el tercero, y los dos que me precedieron
habían sido silenciados del mismo modo.

A pesar de todas esas circunstancias, continué perseverando, y finalmente escribí


este libro en 1984, tras lo cual fue cuidadosamente traducido al inglés. Aquellos que lo
leyeron en su momento estimaban que se trataba de un texto “altamente informativo”,
pero nunca lo publicaron. Para los editores especializados en psicología era
“demasiado político”; para los editores de temáticas políticas contenía demasiada
información sobre psicología y psicopatología. En algunos casos, “ya se había vencido
la fecha de sumisión de manuscritos”. Poco a poco, se fue haciendo evidente que el
libro no pasaba la prueba de la inspección “interna”.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

El mayor valor político de este libro aún sigue vigente, y su esencia científica continúa
siendo permanentemente valiosa e inspirativa. Puede llegar a ser de gran utilidad en
tiempos futuros, una vez adaptado y ampliado como es debido. Más investigaciones en
estas áreas también podrían aportar una nueva forma de comprender los problemas
que han plagado la humanidad durante siglos. La ponerología podría respaldar las
milenarias ciencias morales mediante un enfoque naturalista moderno. Por ende, esta
obra podría contribuir al progreso hacia la paz mundial.

Este es el motivo por el cual, veinte años más tarde, he vuelto a trabajar arduamente
para transcribir el amarillento y descolorido manuscrito. No he agregado cambios
significativos y lo he presentado de la misma forma en que lo hice en Nueva York hace
tantos años. Por lo tanto, permitamos que continúe siendo un documento
representativo de la tan peligrosa tarea asumida por científicos eminentes, junto
conmigo, emprendida durante épocas sombrías y trágicas en condiciones intolerables,
lo cual no le resta calidad científica.

Es mi deseo que este trabajo pase a manos de personas capaces de asumir la


responsabilidad y de continuar con la investigación teórica en ponerología,
enriqueciéndola con información detallada para reemplazar aquélla que se extravió, y
llevándola a la práctica con diversos objetivos valiosos, al servicio de individuos y de
todas las naciones.

Expreso mi agradecimiento a la señora Laura Knight-Jadczyk, al profesor Arkadiusz


Jadczyk y a sus amigos por su sincero incentivo, su comprensión y por el trabajo
realizado para que mi antigua investigación pudiera al fin ser publicada. [12]

Andrzej M. Łobaczewski.

Rzeszów – Polonia, diciembre de 2005

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

NOTES DE PIE DE PÁGINA

[11]: Quantum Future Group, Inc. – NdT

[12]: Red Pill Press, la editorial canadiense que publicó la versión en inglés de esta
obra, es la casa matriz de la editorial Pilule Rouge. Esta última se sitúa en el sur de
Francia y se consagra principalmente a la publicación de traducciones al francés, al
español y al alemán de los libros publicados por Red Pill Press. – NdT

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

CAPITULO I

INTRODUCCIÓN

Ruego al lector que, por un instante, imagine un amplio salón en un antiguo edificio
gótico de una universidad. Al comienzo de nuestros estudios, muchos de nosotros
solíamos juntarnos allí para asistir a las clases de filósofos y científicos sobresalientes.
El año anterior a nuestra graduación, fuimos acarreados allí —bajo amenaza— para
escuchar las lecciones de adoctrinamiento que acababan de ser introducidas.

Un desconocido apareció detrás del atril y nos informó que, a partir de ese momento,
sería nuestro profesor. Su discurso era fluido, pero no había nada de científico en su
manera de expresarse: no realizaba distinción alguna entre conceptos científicos y
ordinarios, y analizaba elucubraciones ilógicas como si se tratara de sabiduría
indiscutible. Cada semana, nos inundaba durante noventa minutos con presuntuosas
afirmaciones para logísticas [13] y con una visión patológica de la realidad. Nos trataba
con desprecio y con un odio que apenas lograba disimular. Dado que bromear podría
implicar terribles consecuencias, no nos quedaba otra alternativa que escuchar
atentamente y con extrema seriedad.

Los rumores no tardaron en dejar al descubierto el origen de aquella persona. Había


llegado de un suburbio de Cracovia para asistir a la escuela secundaria, pero nadie
sabía si se había graduado o no. En fin, aquella era la primera vez que cruzaba los
portales de la universidad, ¡y como profesor, ni más ni menos!-

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

“¡Así no puedes convencer a nadie!”, susurrábamos entre nosotros. “De hecho, es


propaganda dirigida en contra de ellos mismos. ”No obstante, tras semejante tortura
mental, pasó mucho tiempo hasta que alguien rompiese el silencio.

Nos estudiamos a nosotros mismos, pues sentíamos que algo extraño se había
apoderado de nuestra mente y que algo valioso se estaba perdiendo
irremediablemente. El mundo de la realidad psicológica y de los valores morales
parecía estar suspendido en una niebla escalofriante. Nuestros sentimientos humanos
y la solidaridad entre estudiantes habían perdido su significado, así como nuestro
patriotismo y los criterios establecidos otrora. Entonces, nos preguntábamos los unos a
los otros: “¿Tú sientes lo mismo?” Cada uno de nosotros, a su manera, tenía esa
inquietud acerca de su propia personalidad y del futuro. Algunos de nosotros
respondíamos a las preguntas con silencio. La magnitud de esas experiencias resultó
ser diferente para cada individuo.

Luego nos preguntamos cómo protegernos de los efectos de aquel


“adoctrinamiento”. Teresa D. hizo la primera sugerencia: “Pasemos un fin de
semana en las montañas.” Y funcionó. Una compañía agradable, algunas bromas, y
más tarde el agotamiento seguido de un sueño profundo en un refugio. Así regresaron
nuestras personalidades humanas, aunque con cierto remanente. El tiempo también
demostró generar una especie de inmunidad psicológica, si bien no con todos. Y
analizar las características psicopáticas de la personalidad del “profesor” demostró ser
otra manera excelente de proteger la propia higiene psicológica.
El lector podrá imaginar nuestra preocupación, desilusión y sorpresa cuando algunos
colegas allegados de repente comenzaron a cambiar su visión del mundo; es más, sus
patrones de pensamiento nos recordaban el parloteo del “profesor”. Su actitud, que
muy recientemente había sido amistosa, se volvió notablemente más fría, si bien no del
todo hostil. Hacían oídos sordos a los argumentos benévolos o críticos expuestos por
otros estudiantes. Daban la impresión de estar en posesión de algún conocimiento
secreto; nosotros tan sólo éramos sus antiguos colegas, quienes aún creíamos en lo
que “aquellos profesores de la vieja escuela” nos habían enseñado. Teníamos que ser

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

precavidos a la hora de conversar con ellos. Poco tiempo después, se afiliaron al


Partido [14].

¿Quiénes eran ellos, a qué grupos sociales pertenecían, qué tipo de estudiantes y de
personas eran? ¿Cómo y por qué habían cambiado tanto en menos de un año? ¿Por
qué ni la mayoría de mis compañeros estudiantes ni yo habíamos sucumbido a ese
fenómeno o a ese proceso? Muchas de aquellas preguntas rondaban por nuestra
mente en aquel entonces. Fue durante ese período, a partir de esas preguntas,
observaciones y actitudes, que nació la idea de estudiar y comprender objetivamente
aquel fenómeno, una idea cuyo mayor significado fue cristalizándose con el tiempo.

Muchos de nosotros, psicólogos recién graduados, participamos en las observaciones


y reflexiones iniciales, pero la mayoría se desmoronó al verse directamente enfrentada
con problemas académicos o materiales. Sólo quedamos unos pocos de ese grupo.
Por tanto, quizás yo sea “el último de los mohicanos”.

Fue relativamente fácil determinar en qué entorno se desenvolvían y de que


contextos provenían las personas que habían sucumbido a ese proceso, el cual más
tarde denominé “transpersonificación”. Provenían de todos los sectores sociales,
desde círculos aristocráticos hasta familias fervientemente religiosas, y causaron una
ruptura en nuestra solidaridad estudiantil del orden de aproximadamente un 6%. La
mayoría restante sufrió varios grados de desintegración de la personalidad [15], lo
cual dio lugar a nuestra búsqueda individual de los valores necesarios para volver a
encontrarnos con nosotros mismos; los resultados fueron variados y a veces creativos.

Incluso en esa época, no teníamos dudas acerca de la naturaleza patológica de aquel


proceso de “transpersonificación”, que en todos los casos ocurría en forma similar,
aunque no idéntica. También variaba la duración de los efectos de ese fenómeno.
Algunas de esas personas luego se volvieron fanáticas. Otras sacaron ventaja de las
distintas circunstancias para retirarse y restablecer sus vínculos extraviados con la

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

sociedad de gente normal. Y fueron remplazadas. El único valor constante del


nuevo sistema social era la cifra mágica del 6%.

Intentamos evaluar el nivel de inteligencia de aquellos colegas que habían sucumbido


al proceso de transformación de la personalidad, y llegamos a la conclusión de
que, en promedio, era apenas inferior a la media de la población estudiantil.
Obviamente, su menor resistencia residía en otras características biosociológicas que
eran, probablemente, cualitativamente heterogéneas.

Tomé consciencia de que tendría que estudiar temas cercanos a la psicología y a la


psicopatología para lograr responder a las preguntas que surgían tras nuestras
observaciones; la negligencia científica en esos campos de estudio resultó ser un
obstáculo difícil de vencer. Entre tanto, alguien aparentemente guiado por un
conocimiento especial había vaciado las bibliotecas de cualquier material que
pudiéramos haber encontrado sobre el tema; los libros figuraban en el catálogo de la
biblioteca, pero faltaban en los estantes.

Si analizamos ahora esas situaciones en retrospectiva, podríamos decir que, basado


en un conocimiento psicológico específico, el “profesor” estaba tendiéndonos un
anzuelo. Sabía, de antemano, que pescaría individuos receptivos, e incluso tenía idea
de cómo hacerlo, pero quedó decepcionado ante el reducido número de seguidores
que obtuvo. Por lo general, el proceso de transpersonificación se lograba sólo cuando
el substrato instintivo [16] de un individuo estaba marcado por una palidez o por
determinados déficits. También funcionaba —aunque en menor grado— en personas
que manifestaban otras deficiencias, y en quienes el estado provocado era
parcialmente temporario, ya que se trataba mayormente del resultante de una
inducción psicopatológica.

Este conocimiento acerca de la existencia de individuos susceptibles y de cómo


manipularlos nunca dejará de constituir una herramienta útil para conquistar el mundo

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

mientras siga siendo el secreto más oculto de tales “profesores”. Cuando se convierta en
una ciencia hábilmente popularizada, ayudará a las naciones a desarrollar inmunidad.
Pero en aquel entonces, todos ignorábamos esa verdad.

No obstante, debemos admitir que al demostrarnos las propiedades de ese proceso


de manera tal que nos viéramos obligados a vivir una experiencia profunda, el profesor
nos ayudó a comprender la naturaleza del fenómeno a gran escala de un modo mucho
más claro de lo que podrían haberlo hecho varios de los verdaderos investigadores
científicos que hubiesen estado menos directamente relacionados con este trabajo.

De joven, leí un libro acerca de un naturalista [17] que vagaba por las tierras
vírgenes de la cuenca amazónica. En un momento dado, un pequeño animal cayó
de un árbol y se deslizó por el cuello de su camisa y su nuca, arañándole la piel,
provocándole mucho dolor y chupándole la sangre. El biólogo se lo quitó de encima
con toda precaución —sin ira, pues el pequeño animal no podía evitar alimentarse de
esa manera si aquello era lo que dictaba su naturaleza — y procedió a estudiarlo
meticulosamente. Esa historia me volvió constantemente a la mente durante aquellos
tiempos tan difíciles en los que un vampiro se nos prendió al cuello, y succionó la sangre de
una nación desdichada.

Mantener la actitud típica de un naturalista mientras se intenta trazar la naturaleza


del fenómeno macrosocial a pesar de todas las adversidades, garantiza una cierta
distancia intelectual y una mejor higiene psicológica a la hora de enfrentar los
horrores que, de lo contrario, serían difíciles de contemplar. Dicha actitud también
aumenta ligeramente nuestra confianza y nos brinda cierto conocimiento interno acerca
del hecho de que, gracias a este método, quizás sea posible hallar una solución
creativa. Esto requiere un estricto control de los reflejos moralizantes naturales de
repulsión y otras emociones dolorosas que el fenómeno desata en cualquier persona
normal al privarla de su alegría de vivir y de su seguridad personal, condenando su propio

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

futuro y el de su nación. Es decir, durante épocas semejantes, la curiosidad científica se


convierte en un aliado fiel.

Espero que mis lectores sepan disculpar que relate aquí un recuerdo de mi
adolescencia, el cual nos introducirá directamente en el tema. Mi tío, un hombre muy
solitario, solía venir muy a menudo de visita a nuestra casa. Había sobrevivido a la gran
Revolución Soviética en los confines de Rusia, de donde había sido expulsado por la
policía zarista, tras lo cual pasó más de un año errando desde Siberia hasta Polonia.
Durante sus viajes, siempre que se encontraba con un grupo armado, trataba
rápidamente de determinar a qué ideología pertenecían sus miembros, si eran blancos o
rojos, y luego fingía hábilmente profesarla como ellos. Si su artimaña hubiera fracasado, le
habrían volado la cabeza ante la sospecha de que estuviera asociado con el enemigo.
Era más seguro llevar un arma consigo y pertenecer a una pandilla, de modo que
luchaba en favor de cualquier grupo, a menudo sólo hasta que hallaba la oportunidad
de escapar y de dirigirse hacia el oeste, camino a Polonia, su tierra natal, que acababa
de recobrar la libertad.

Cuando finalmente llegó a su amada patria, se las arregló para retomar sus estudios
de Derecho, que había abandonado por mucho tiempo, y se convirtió en una persona
decente con un cargo de responsabilidad. Sin embargo, nunca logró borrar de su
mente la pesadilla que había vivido . Las mujeres se atemorizaban ante sus
historias de aquellas épocas difíciles, y estimaban que no tendría sentido traer una
nueva vida a un futuro incierto. Por lo tanto, nunca llegó a formar una familia. Quizá
habría sido incapaz de relacionarse con sus seres queridos de una manera apropiada.

Este tío mío solía recapitular su pasado y contarnos a los niños de mi familia historias
acerca de lo que había visto y vivido, y de las situaciones en las que había participado;
nuestra imaginación infantil era incapaz de concebir algo semejante. Un terror de
pesadilla nos estremecía los huesos. Y solían ocurrírsenos preguntas como: ¿Por qué
la gente perdió toda su cualidad humana? ¿Qué les sucedió? Una especie de

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

aprensión premonitoria y sofocante se fue abriendo camino en nuestras mentes


jóvenes; desafortunadamente, se volvería realidad en el futuro.

Si se recolectaran en una biblioteca todos aquellos libros que describen las


atrocidades de las guerras, la crueldad de las revoluciones, y los actos sangrientos de los
líderes políticos y de los sistemas que promueven , muchos lectores evitarían visitarla.
Las obras antiguas estarían ubicadas junto a los libros escritos por historiadores y
periodistas contemporáneos. La evidencia documentada del exterminio alemán y de los
campos de concentración, así como del genocidio del pueblo judío, suministra datos
estadísticos aproximativos y describe la tan bien organizada “labor” cuyo objetivo
consiste en la destrucción de la vida humana . Hace uso de un lenguaje apropiadamente
moderado, lo cual nos ofrece una base concreta sobre la cual es posible reconocer la
naturaleza del mal.

La autobiografía de Rudolf Hoess, el comandante de los campos de concentración de


Oswiecim (Auschwitz) y Brzezinka (Birkenau), es un ejemplo clásico de cómo piensa y
siente un individuo psicopático inteligente que manifiesta un déficit de emociones
humanas.

Destacados en esa biblioteca encontraríamos principalmente libros escritos por


testigos de la locura criminal, como Darkness at Noon (“Oscuridad al mediodía”), de
Arthur Koestler, sobre la vida soviética de la preguerra; Smoke over Birkenau (“Humo
sobre Birkenau”), el diario íntimo de Sewerina Szmaglewska [18] sobre el campo de
concentración alemán para mujeres en Auschwitz; The Other World (“El otro mundo”),
las memorias soviéticas de Gustav Herling-Grudzinski [19]; y las obras de Solzhenitsyn,
repletas de descripciones del sufrimiento humano.

La colección incluiría estudios sobre la filosofía de la historia, los cuales analizarían


los aspectos sociales y morales de la génesis del mal, pero también harían uso de las
misteriosas leyes históricas para justificar parcialmente las soluciones sangrientas. Sin

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

embargo, un lector alerta sería capaz de detectar cierto grado de evolución en la actitud
de los autores, desde el abogamiento de la esclavitud primitiva y del asesinato de los
pueblos oprimidos hasta la condena actual de esos mismos métodos de conducta
mediante mensajes moralizantes.

Sin embargo, aquella biblioteca carecería de una sola obra que explicara de manera
concreta las causas y los procesos en los cuales se han originado tales dramas
históricos, o cómo y por qué las fragilidades humanas y la ambición se degeneran hasta
convertirse en una locura sanguinaria. Al leer el presente libro, el lector se dará cuenta de
que, hasta la actualidad, escribir una obra semejante habría sido científicamente
imposible.

Seguiríamos sin poder responder a las antiguas preguntas: ¿Qué ha permitido que
eso suceda? ¿Acaso todo el mundo lleva consigo la semilla del crimen, o sólo algunos
de nosotros? Sin importar cuán fiel y psicológicamente verdadera sea, no existe
ninguna descripción literaria de los acontecimientos, tal como las que han sido
narradas por los autores anteriormente mencionados, capaz de responder a estas
preguntas, ni de brindar una explicación completa sobre los orígenes del mal. Por tanto,
ninguna de esas obras ofrece principios lo suficientemente eficaces para contrarrestar
el mal. Ni siquiera el mejor relato literario acerca de una enfermedad permitiría
comprender su etiología esencial, por lo que tampoco nos proporcionaría las bases
teóricas necesarias para desarrollar un tratamiento. De la misma manera, aquellas
descripciones de las tragedias históricas no nos permiten elaborar medidas efectivas para
contrarrestar su génesis, su existencia o su propagación.

Al emplear el lenguaje natural [20] para circundar conceptos psicológicos, sociales y


morales que no pueden ser apropiadamente descritos con dicho lenguaje en su forma
normalmente útil, producimos una especie de aproximación sucedánea que conduce a
una inquietante sensación de impotencia. Nuestro sistema natural de conceptos e
imágenes no está equipado con el contenido factual necesario para alcanzar una
comprensión razonada de la cualidad de los factores —especialmente los psicológicos

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

— que influyen antes del nacimiento de aquellas épocas inhumanamente cruentas, y


durante éstas.

No obstante, cabe señalar que los autores de esas descripciones literarias


presintieron que su lenguaje era insuficiente y, por tanto, procuraron dar a sus palabras
una adecuada precisión, casi como si pudieran prever que alguien, en algún momento,
haría uso de sus obras para explicar lo inexplicable, incluso cuando se emplea el mejor
lenguaje literario. Si esos escritores no hubiesen utilizado un lenguaje tan preciso y
descriptivo, yo no habría podido servirme de sus obras para mis propios fines
científicos.

Generalmente, la mayoría de la gente se horroriza ante esa clase de literatura. En


especial, las sociedades hedonistas tienen tendencia a refugiarse en la ignorancia o en
doctrinas ingenuas. Incluso algunas personas sienten desprecio hacia el sufrimiento
ajeno. Por consiguiente, dichos libros pueden ejercer una influencia parcialmente
negativa; debemos contrarrestarla señalando aquello que los autores se vieron
obligados a omitir debido a que no cabía dentro de nuestro mundo ordinario de
conceptos y que nos habría resultado inimaginable.

El lector no hallará aquí descripciones horrorosas de comportamientos criminales ni


del sufrimiento humano. En calidad de autor, no me corresponde presentar una
descripción gráfica del material elaborado por gente que vio y sufrió más que yo, y
cuyos talentos literarios son mayores que los míos. Introducir descripciones de ese
estilo en esta obra sería contraproducente a mi propósito: no sólo se enfocaría en unos
pocos acontecimientos excluyendo a muchos otros, sino que además nos alejaría del
verdadero meollo del asunto, a saber, las leyes generales que rigen el origen del
mal.

Al rastrear los mecanismos del comportamiento de la génesis del mal, uno debe
mantener bajo control tanto el aborrecimiento como el miedo, someterse a la pasión por
la ciencia epistemológica y desarrollar esa postura serena necesaria en el estudio de la

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Historia de la Naturaleza. Nunca debemos perder de vista el objetivo: trazar los


procesos de la ponerogénesis [21], ver hacia dónde pueden conducirnos y qué
amenazas tal vez supongan para nosotros en el futuro.

Este libro tiene por objetivo llevar al lector de la mano hacia un mundo que va más
allá de los conceptos y de las imágenes en las que se ha basado desde la infancia para
describir su mundo de una manera muy egoísta, probablemente debido a que sus
padres, su entorno o su sociedad utilizaron conceptos similares a los que hoy le
pertenecen. Y en lo sucesivo, nos proponemos mostrarle una selección apropiada de
conceptos factuales del mundo que ha dado luz al pensamiento científico más reciente,
y que le permitirá comprender todo aquello que ha permanecido en el terreno de lo
irracional dentro de su sistema de conceptos cotidiano.

Este recorrido por otra realidad no será, empero, un experimento psicológico sobre la
mente de los lectores con el propósito exclusivo de exponer los puntos débiles y las
lagunas en la manera natural en que perciben el mundo. Se trata más bien de una
necesidad acuciante que surge de los problemas que azotan nuestro mundo
contemporáneo, ya que ignorarlos equivale a colocarnos en peligro.

Es importante tomar consciencia de que no nos es posible distinguir el camino de la


catástrofe nuclear del de la dedicación creativa a menos que demos un paso más allá
de este mundo lleno de egotismo [22] natural y de conceptos bien establecidos. Sólo
así podremos llegar a comprender que el camino ha sido trazado para nosotros por parte
de ciertas fuerzas poderosas, contra las cuales no puede competir nuestra nostalgia por
vivir basándonos en conceptos humanos agradables y ya familiares. Debemos ir más allá
de este mundo cotidiano de pensamientos ilusorios, por nuestro propio bien y el de
nuestros seres queridos.

Las ciencias sociales ya han elaborado su propio lenguaje convencional que sirve de
mediador entre el punto de vista del hombre ordinario y una visión naturalista
completamente objetiva. Dicho lenguaje es de gran utilidad para los científicos a la hora

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

de comunicarse y colaborar con la investigación, pero aún no es la clase de estructura


conceptual capaz de tomar en cuenta las premisas biológicas, psicológicas y
patológicas que constituyen el tema principal del segundo y cuarto capítulo de este
libro. En las ciencias sociales, la terminología convencional elimina las normas
críticas e ignora por completo la ética; en las ciencias políticas, conduce a subestimar
los factores que describen la esencia de aquellas situaciones políticas caracterizadas
principalmente por el mal.

En los comienzos de nuestra investigación sobre la misteriosa naturaleza de ese


fenómeno histórico inhumano que devoró nuestra nación, este lenguaje de la ciencia
social nos dejó a mí y a otros investigadores con una sensación de impotencia y de
estar científicamente varados, pero aún mantiene vivos mis intentos por lograr
comprenderla objetivamente. Finalmente, no tuve más alternativas que recurrir a la
terminología objetiva de la biología, la psicología y la psicopatología a fin de hacer
hincapié sobre la verdadera naturaleza del fenómeno, el meollo del asunto.

Tanto la naturaleza de los fenómenos que investigamos como las necesidades de los
lectores, en especial aquellos que no están familiarizados con la psicopatología, rigen
la forma en que deben introducirse, en primer lugar, los datos y los conceptos
necesarios para comprender más ampliamente las situaciones recurrentes de
naturaleza psicológica y moralmente patológicas. Por tanto, comenzaremos con
interrogantes acerca de la personalidad humana, intencionalmente formulados de
manera que coincidan en mayor medida con la experiencia de cualquier psicólogo que
se encuentre ejerciendo su profesión, pasando luego a determinadas preguntas de
psicología social. En el capítulo IV, “La ponerología”, nos familiarizaremos con la forma
en que nace el mal dentro de cada escala social , al mismo tiempo que pondremos énfasis
en el verdadero papel que desempeñan algunos fenómenos psicopatológicos en el
proceso de la ponerogénesis. Eso facilitará la transición del lenguaje natural al objetivo,
necesario para el estudio de la ciencia naturalista, psicológica y estadística en la
medida que sea necesario y suficiente. Espero que no resulte fastidioso para los
lectores que tratemos estas cuestiones en términos clínicos.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

En mi opinión, la ponerología demuestra ser una nueva rama de la ciencia que nace
de una necesidad histórica y de los logros más recientes en medicina y en psicología. A
la luz del lenguaje objetivo naturalista, estudia los componentes y los procesos causantes
de la génesis del mal, sin importar el alcance social de este último . Armados con un
conocimiento apropiado, particularmente en el área de la psicopatología, intentaremos
analizar estos procesos ponerogénicos [23] que han dado lugar a la injusticia
humana. El lector descubrirá que, una y otra vez, durante tal estudio nos toparemos
con los efectos provocados por los factores patológicos cuyos portadores son
personas que se caracterizan por sufrir trastornos o defectos psicopatológicos en

mayor o menor grado.

En efecto, el mal moral y el mal psicobiológico están interrelacionados mediante


tantos vínculos causales [24] e influencias mutuas que sólo se los puede separar por
medio de la abstracción. Sin embargo, la habilidad para distinguirlos cualitativamente
puede ayudarnos a evitar una interpretación moralizante [25] de los factores
patológicos, un error que todos somos susceptibles de cometer, y que envenena la
mente humana de manera insidiosa cada vez que entran en juego asuntos de índole
social o moral.

La ponerogénesis de los fenómenos macrosociales —la maldad a gran escala


— que constituye el principal objeto de este libro, parece estar sujeta a las mismas
leyes naturales que gobiernan las cuestiones humanas a nivel individual o de grupos
pequeños. El papel que desempeñan las personas con diversos defectos psicológicos
y anomalías de un nivel clínicamente bajo parece ser una característica perenne de
tales fenómenos. En el fenómeno macrosocial que más tarde denominaremos
“patocracia”, cierta anomalía hereditaria que hemos aislado y denominado

“psicopatía esencial” es causativa y catalíticamente [26] crucial en la

génesis y la supervivencia de la maldad social a gran escala.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

De hecho, nuestra visión natural del mundo crea una barrera a la hora de comprender
esos asuntos. Por consiguiente, si deseamos vencerla, es necesario que nos
familiaricemos con fenómenos psicopatológicos como los que abarca esta disciplina .
Ruego entonces al lector que sepa disculpar los lapsos ocasionales a lo largo de este
innovador camino y que vaya siguiéndome, familiarizándose de manera bastante
sistemática con los datos presentados en los primeros capítulos. De esta forma,
seremos capaces de aceptar la verdad acerca de la naturaleza del mal sin protestas
automáticas por parte de nuestro egotismo natural.

A aquellos especialistas que ya estén familiarizados con la psicopatología, este


camino no les resultará tan original. Sin embargo, notarán algunas diferencias en el
modo en que hemos interpretado varios fenómenos bien conocidos, en parte a causa
de las situaciones anómalas bajo las cuales se llevó a cabo la investigación, pero
principalmente debido a que nos fue necesario penetrar más profundamente en el
tema a fin de alcanzar el propósito original. Es por ese motivo que este aspecto de
nuestro trabajo contiene ciertos valores teóricos útiles para la psicopatología. Ojalá los
lectores no especialistas se fíen de mi considerable experiencia en lo que concierne a la
tarea de distinguir anomalías psicológicas individuales observadas entre la
gente y tomadas en cuenta en el proceso de la génesis del mal.

Cabe señalar que es posible obtener ventajas morales, intelectuales y prácticas


considerables cuando, gracias a la objetividad naturalista requerida, comprendemos los
procesos ponerogénicos. Por ende, no se pierden aquellas cuestiones éticas que
hemos heredado hace ya mucho tiempo; al contrario, se ven reforzadas, pues los
métodos científicos modernos confirman los valores básicos de las enseñanzas
morales. No obstante, la ponerología nos exige que efectuemos ciertas correcciones a
una gran cantidad de detalles.

Comprender la naturaleza de los fenómenos patológicos macrosociales nos

permite adoptar una actitud y una perspectiva saludable al abordarlos, lo

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

cual, a su vez, nos ayudará a erguir una protección mental contra el

envenenamiento potencial de sus contenidos enfermizos y de la influencia de

su propaganda. La incesante contra-propaganda emitida por algunos países


caracterizados por un sistema humano normal podría fácilmente ser reemplazada por
información científica directa y vulgarizada acerca del tema. El punto esencial es que
sólo podemos conquistar este enorme cáncer social contagioso si comprendemos
su esencia y sus causas etiológicas [27]. Eso eliminaría el misterio del fenómeno, el
cual constituye la principal causa de su supervivencia. ¡Ignoti nulla curatio morbi!
[28]

Comprender así los fenómenos que resalta este estudio nos conduce a la conclusión
lógica de que las medidas para sanar y reordenar el mundo deben ser
completamente diferentes de aquéllas utilizadas hasta la fecha para resolver

los conflictos internacionales. Las soluciones a dichos conflictos deben funcionar


más bien como los antibióticos modernos, o, mejor aún, como la psicoterapia
apropiadamente aplicada, en vez de optar por las armas de otros tiempos, como los
garrotes o las espadas, o incluso los tanques o los misiles nucleares. El objetivo debe
ser reparar los problemas sociales; no destruir la sociedad . Podríamos trazar
una analogía entre el método terapéutico arcaico de la sangría, en oposición a los
tratamientos modernos que fortalecen al enfermo a fin de poder efectuar la cura
correspondiente.

Con respecto a los fenómenos de naturaleza ponerogénica, el simple hecho de


poseer el conocimiento apropiado puede comenzar a sanar a cada ser humano y
ayudar a que su mente recobre el equilibrio . Hacia el final de este libro,

debatiremos acerca del uso de este conocimiento si se desea tomar las


decisiones políticas correctas y aplicarlo a una terapia mundial .

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

NOTES DE PIE DE PÁGINA

[13]: Paralogismo: argumento o razonamiento falso. Véase también nota 64, y el


capítulo IV. – NdT

[14]: Referencia al partido comunista polaco de la época. – NdT

[15]: Concepto que será explicado en detalle en el capítulo siguiente. De momento,


compréndase este término como un estado temporario, especialmente surgido a raíz
de periodos de sufrimiento o de circunstancias que difieren de nuestras experiencias
previas o de lo que antes imaginábamos posible. La desintegración nos incita a realizar
esfuerzos mentales en un intento por superar la situación y por recobrar el equilibrio. –
NdT

[16]: Este concepto será explicado en detalle en el siguiente capítulo. – NdT

[17]: Persona que profesa las ciencias naturales o tiene en ellas especiales
conocimientos. – NdT

[18]: Szmaglewska, Seweryna (1916-92), escritora. Prisionera en los campos de


concentración nazis de 1942 a 1945. Testigo en el juicio de Núremberg. Escribió Dymy
nad Birkenau (“Humo sobre Birkenau”, 1954), historias y novelas que tratan
principalmente de la guerra y la ocupación, como Zapowiada sie piekny dzien (“Parece
ser un hermoso día”, 1960) y Niewinni w Norymberdze (“Los inocentes de Núremberg”,

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

1972), novelas para jóvenes, y la antología de sus memorias de 1939 a 1945:


Wiezienna krata (“Las barras de la prisión”, 1964). – NdE

[19]: Herling-Grudzinski, Gustav. Escritor polaco, residente en Nápoles, Italia, tras la


Segunda Guerra Mundial. Se casó con la hija del famoso filósofo italiano Benedetto
Croce. Escribió A World Apart (“Un mundo aparte”), un relato del tiempo que pasó en
un gulag soviético. – NdE

[20]: Palabras de uso común y cotidiano que contienen varios significados,


generalmente benignos y que rara vez conllevan un significado científico específico. –
NdE

[21]: Proceso por el cual va generándose el mal, a nivel individual o social. – NdT

[22]: El autor describe detalladamente el concepto del egotismo en el capítulo IV.


Podría resumirse como un sentimiento exagerado de la propia personalidad. – NdE

[23]: Factores que dan origen al mal. – NdT

[24]: Que se refieren a la causa o se relacionan con ella. – NdT

[25]: Que moraliza o intenta moralizar. Este término es empleado con frecuencia en el
manuscrito cada vez que el autor desea hacer referencia a opiniones o interpretaciones
mediante las cuales uno añade un juicio moral al asunto en cuestión, en lugar de
basarse en una visión objetiva y de adoptar un enfoque científico. – NdT

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

[26]: Catálisis: Transformación química motivada por sustancias que no se alteran en


el curso de la reacción. – NdT

[27]: En medicina, estudio de las causas de las enfermedades. – NdT

[28]: “No intente curar aquello que no comprende.”

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

CAPITULO II. ALGUNOS CONCEPTOS INDESPENSABLES

Tres corrientes heterogéneas principales han coincidido para formar la civilización


europea: la filosofía griega, la civilización romana imperial y jurídica, y el cristianismo,
consolidados por el tiempo y por el esfuerzo de las generaciones sucesivas. La cultura
del patrimonio cognitivo/espiritual que nació a raíz de dichas bases era internamente
confusa en cuanto a su lenguaje conceptual, ya que este último, apegado claramente a
la materia y a la ley, resultaba ser demasiado rígido como para comprender los
aspectos de la vida psicológica y espiritual.

Eso ha repercutido negativamente en nuestra habilidad para comprender la realidad,


especialmente aquella realidad que concierne a los seres humanos y a la sociedad. Los
europeos se volvieron reacios a estudiar la realidad (subordinando el intelecto a los
hechos), y por el contrario, adoptaron la tendencia a imponer sobre la naturaleza sus
esquemas subjetivos de ideas, los cuales son extrínsecos [29] y, en cierto grado,
incoherentes. No fue sino hasta la actualidad, y gracias a los grandes avances de las
ciencias exactas (que estudian los hechos por su propia naturaleza, así como la
apercepción [30] del patrimonio filosófico de otras culturas) que logramos clarificar
nuestro mundo de conceptos y permitir su propia homogeneización.

Es sorprendente observar el alto grado de autonomía de la tribu representada por los


antiguos griegos. Incluso en aquellos tiempos, una civilización difícilmente podía
desarrollarse aisladamente, sin recibir una influencia particular de culturas más
antiguas. Sin embargo, aun basándonos en ese hecho, Grecia parece haber estado
relativamente aislada, en cuanto a lo que la cultura concierne. Probablemente se debió
tanto a la era de la decadencia, a la que los arqueólogos se refieren como “la Edad
Oscura” y que ocurrió en esas áreas mediterráneas entre 1200 y 800 A.C., como a la
beligerancia de las tribus aqueas [31].

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

La abundante imaginación mitológica entre los griegos, desarrollada en base al


contacto directo con la naturaleza y con las experiencias de la vida y de la guerra,
brindaron justamente una imagen de esta unión entre la naturaleza y el país y los
pueblos. Esas condiciones registraron el nacimiento de una tradición literaria, y más
tarde, el surgimiento de reflexiones filosóficas en busca de generalizaciones,
contenidos esenciales y parámetros de valores. El legado griego es fascinante tanto
por su riqueza como por su individualidad, pero sobre todo por su naturaleza primigenia
[32]. Nuestra civilización se habría beneficiado en mayor medida si los griegos se
hubiesen servido más de los logros realizados por otras civilizaciones.

Roma era demasiado energética y práctica como para reflexionar profundamente


sobre los pensamientos griegos de los cuales se había apropiado. En esta civilización
imperial, las necesidades burocráticas y el desarrollo en materia jurídica impusieron
prioridades prácticas. Para los romanos, el rol de la filosofía era más bien didáctico y
útil en el desarrollo del proceso de pensamiento que más tarde se utilizaría para
designar las funciones administrativas y aplicar medidas políticas. La influencia
reflexiva de los griegos atemperó las costumbres romanas, lo cual produjo un efecto
saludable en el desarrollo del imperio.

No obstante, en toda civilización imperial, los problemas complejos de la naturaleza


humana constituyen factores problemáticos que complican los cánones legales de los
asuntos públicos y de las funciones administrativas. Eso genera una tendencia a
desestimar dichos asuntos, y a desarrollar un concepto lo suficientemente simplificado
de la personalidad humana para servir los propósitos de la ley. Los ciudadanos
romanos podían lograr sus objetivos y desarrollar sus posturas personales únicamente
conforme al marco establecido por el destino y los principios jurídicos, que
caracterizaban la situación de un individuo en base a premisas que prácticamente nada
tenían que ver con las verdaderas propiedades psicológicas. La vida espiritual de
quienes carecían del derecho a la ciudadanía no era un tema que se prestara a
efectuar estudios más profundos. Por ende, la psicología cognitiva nunca prosperó,

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

condición que siempre produce una recesión moral tanto a nivel público como
individual.

La cristiandad mantenía fuertes lazos con las culturas antiguas del continente
asiático, incluyendo sus reflexiones filosóficas y psicológicas. Por supuesto, eso
constituyó un factor dinámico que contribuyó a darle atractivo a la religión, pero no fue
el mayor determinante. Observar y comprender las transformaciones que la fe
aparentemente causaba en la personalidad humana, dio nacimiento a una escuela
psicológica de pensamiento y arte entre los primeros creyentes. Esa nueva manera de
relacionarse con el prójimo, caracterizada por la comprensión, el perdón y el amor,
abrió la puerta a un conocimiento psicológico que, a menudo sustentado por
fenómenos carismáticos, brindó abundantes frutos durante los primeros tres siglos
después de Cristo.

Un observador de aquellos tiempos podría haber esperado que el cristianismo


ayudara a desarrollar el arte de la comprensión humana a un nivel superior del que lo
habían desarrollado las culturas y religiones precedentes, y que tal conocimiento
protegiera a las futuras generaciones de los peligros del pensamiento especulativo
desvinculado de esa realidad psicológica profunda que sólo puede comprenderse
mediante el respeto sincero hacia otro ser humano.

Sin embargo, la historia no ha satisfecho dichas expectativas. Ya en el 350 D.C.


pueden observarse los síntomas de la pérdida gradual de sensibilidad y de
comprensión psicológica, así como la tendencia romana imperialista hacia la imposición
de patrones extrínsecos sobre los seres humanos. En épocas ulteriores, la cristiandad
atravesó todas las dificultades que suelen presentarse como consecuencia de la falta
de un conocimiento psicológico sobre la realidad. Estudiar exhaustivamente cuáles
fueron las razones históricas que impidieron el desarrollo del conocimiento humano en
nuestra civilización sería un emprendimiento de gran utilidad.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

En primer lugar, el cristianismo adecuó el patrimonio griego del pensamiento y del


lenguaje filosófico a sus propósitos. Eso le permitió desarrollar su propia filosofía, pero
las características primigenias y materialistas de ese lenguaje impusieron ciertos límites
que dificultaron su comunicación con otras culturas religiosas durante muchos siglos.

Si bien el mensaje de Cristo fue difundido a lo largo de la costa y de los caminos


transitados por las líneas de transporte del imperio romano, dentro de la civilización
imperial, la Iglesia sólo lo logró a través de las persecuciones sangrientas y de los
acuerdos que finalmente firmó con el poder y la ley de Roma. Finalmente, Roma hizo
frente a la amenaza apropiándose de la cristiandad para sus propios fines y, como
consecuencia, la iglesia cristiana adoptó, a su vez, las formas romanas de
organización, y se acomodó a las instituciones sociales existentes. Como resultado de
ese proceso inevitable de adaptación, el cristianismo heredó los hábitos romanos del
pensamiento jurídico, incluyendo su indiferencia hacia la naturaleza humana y su
variedad.

Fue así como se enlazaron para siempre dos sistemas heterogéneos, a tal grado que
los siglos venideros olvidaron las enormes diferencias que habían existido entre ellos.
No obstante, el tiempo y el compromiso no eliminaron las contradicciones internas, y la
influencia romana despojó a la cristiandad de algunos de sus conocimientos
psicológicos originales más profundos. Las tribus cristianas que se desarrollaron en
diferentes condiciones culturales crearon formas tan variadas de esta religión, que
históricamente resultó imposible preservar la unidad.

Así surgió una “civilización occidental” limitada por una grave deficiencia en un área
que puede desempeñar un papel creativo (y lo hace), y que se supone protege a las
sociedades de diferentes tipos de maldad. Esta civilización elaboró formulaciones
jurídicas, tanto a nivel nacional como civil, y finalmente cánones que fueron concebidos
para seres inventados y simplificados. Esas mismas formulaciones ignoraron en
mayor medida todos los contenidos de la personalidad humana y las grandes
diferencias psicológicas entre los miembros de la especie Homo Sapiens. Durante

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

muchos siglos, se ignoró por completo toda comprensión acerca de ciertas anomalías
psicológicas presentes en algunos individuos, a pesar de que éstas provocaban
desastres en forma reiterada.

Esta civilización no era lo suficientemente resistente al mal , que nace más allá
de las áreas fácilmente accesibles de la consciencia humana y se aprovecha del
enorme abismo entre el pensamiento formal o jurídico y la realidad psicológica. En una
civilización deficiente en conocimiento psicológico, ciertos individuos hiperactivos
impulsados por dudas internas, producto de la sensación de ser “diferentes”, fácilmente
hallan eco en la consciencia poco desarrollada de otras personas. Esos individuos
sueñan con imponer su poder y sus diferentes formas de experimentar el mundo, tanto
dentro de su entorno como en el seno de la sociedad. Desafortunadamente, en una
sociedad psicológicamente ignorante, estos sueños cuentan con una gran probabilidad
de convertirse en realidad para estos individuos, y en una pesadilla para los demás.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

La psicología

En la década del 1870, ocurrió un acontecimiento tempestuoso: se inició la búsqueda


de la verdad oculta acerca de la naturaleza humana, en un movimiento seglar basado
en el progreso biológico y médico. Es decir, sus conocimientos se originaron en la
esfera material. Desde el principio, muchos investigadores soñaban que, en el futuro,
esta ciencia desempeñaría un papel importante a favor de la paz y del orden. Sin
embargo, dado que se relegó el conocimiento pasado a la esfera espiritual, todo
enfoque hacia la personalidad humana era necesariamente unilateral. Personas como
Ivan Pavlov, C. G. Jung, y otros, no demoraron en notar esta parcialidad, e intentaron
elaborar una síntesis. Sin embargo, a Pavlov no se le permitió hacer públicas sus
convicciones.

La psicología es la única disciplina científica dentro de la cual el observador y el


observado pertenecen a la misma especie, o incluso a la misma persona si se trata de
un acto de introspección. Por lo tanto, resulta fácil que el error subjetivo se deslice en el
proceso de razonamiento de una persona, en lo que respecta a sus imágenes mentales
usuales y a sus hábitos personales. El error frecuentemente se muerde la cola en un
círculo vicioso, dando lugar a problemas debido a la falta de distancia entre el
observador y el observado, una dificultad desconocida en otras disciplinas.

Algunos investigadores, como los conductistas, intentaron evitar ese error a toda
costa. En el proceso, empobrecieron el contenido cognitivo a tal punto que no quedo
prácticamente nada, si bien produjeron una disciplina de pensamiento muy rentable. A
menudo, el progreso fue marcado por personas que estaban simultáneamente
motivadas por ansiedades internas, y por la búsqueda de un método que les permitiera
ordenar su propia personalidad a través del conocimiento y del autoconocimiento.
Cuando las causas de esas ansiedades eran el producto de una crianza mediocre,
superarlas daba lugar a excelentes descubrimientos. Pero cuando la razón yacía
dentro de la naturaleza humana, resultaba en una tendencia permanente a
deformar el conocimiento acerca de los fenómenos psicológicos. Desafortunadamente,

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

en esta ciencia el progreso depende en gran parte de los valores individuales y de la


naturaleza de quienes la ejercen. También depende del clima social. Siempre que una
sociedad se somete a la esclavitud en manos de otros, o al gobierno de una clase
nativa con demasiados privilegios, la psicología es la primera disciplina en sufrir
censura e incursiones por parte de un cuerpo administrativo que comienza a pretender
que posee la última palabra en lo que a la verdad científica respecta.

No obstante, gracias al trabajo de exploradores e investigadores excepcionales, la


disciplina científica existe y continúa evolucionando a pesar de todas estas dificultades;
es de utilidad para la vida de la sociedad. Muchos investigadores suplen los vacíos de
esta ciencia con datos detallados que sirven para corregir la subjetividad y la vaguedad
de los famosos pioneros. Pero siguen persistiendo los padecimientos que sufre
cualquier disciplina en sus comienzos, como la falta general de orden y de síntesis, o la
tendencia a fraccionarse en escuelas individuales o a exponer ampliamente ciertos
logros teóricos y prácticos, aun cuando eso significa que deben limitarse a sí mismas
en otras áreas.

Al mismo tiempo, se llevan a cabo descubrimientos para el bien de las personas que
necesitan ayuda. A la hora de dar forma a una comprensión científica y a un lenguaje
de psicología contemporánea, las observaciones recopiladas directamente del trabajo
cotidiano de terapeutas en esta área son de mayor importancia que cualquier
experimento de tipo académico o deliberaciones puestas a prueba en el laboratorio.
Después de todo, la vida misma ofrece condiciones diversas, ya sean placenteras o
trágicas, que someten a cada persona a experimentos que ningún científico sería
capaz de reproducir en un laboratorio. De hecho, este libro existe gracias a estudios en
el terreno sobre la experimentación inhumana con naciones enteras.

La experiencia le enseña a la mente de un psicólogo cómo indagar en la vida de otra


persona de una manera rápida y efectiva, descubriendo las causas que han
condicionado el desarrollo de su personalidad y de su comportamiento. Podemos, por
tanto, reconstruir aquellos factores que han ejercido cierta influencia, aun si la

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

persona quizás no es consciente de ellos. Al realizar esta tarea, no solemos


utilizar la estructura natural de conceptos, o el “sentido común”, en el cual se basan
tanto la opinión pública como muchos individuos. Por el contrario, empleamos
categorías lo más objetivas posibles, dentro de nuestras capacidades. Los psicólogos
emplean el lenguaje conceptual con descripciones de fenómenos que son
independientes de cualquier imagen familiar, lo cual constituye una herramienta
indispensable para la actividad concreta. Sin embargo, en la práctica, frecuentemente
acaba convirtiéndose en una jerga clínica más que en el lenguaje técnico y distinguido
que nos correspondería adoptar. Podríamos establecer una analogía entre este
lenguaje conceptual de la psicología y los símbolos matemáticos. Muy a menudo, una
sola letra griega representa muchas páginas de operaciones matemáticas que un
matemático reconoce inmediatamente.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

El lenguaje objetivo

En las categorías de la objetividad psicológica, el conocimiento y el pensamiento


están basados en los mismos principios lógicos y metodológicos que han demostrado
ser la mejor herramienta en muchas otras áreas de estudios naturalistas. Las
excepciones a estas reglas se han vuelto una tradición para nosotros y para las
criaturas que se nos asemejan, y resultan más problemáticas que útiles. Sin embargo,
adherirnos a estos principios de manera consistente y rechazar las limitaciones
científicas adicionales, nos conduce al amplio horizonte desde el cual es posible
entrever la causalidad supernatural. Aceptar la existencia de tales fenómenos dentro de
la personalidad humana se convierte en una necesidad si deseamos que nuestro
lenguaje de conceptos psicológicos siga siendo una estructura objetiva.

Al afirmar su propia personalidad, el hombre suele reprimir del campo de su


consciencia cualquier asociación que indique un condicionamiento causativo externo de
su propia visión del mundo y de su comportamiento. Especialmente los jóvenes
prefieren creer que poseen libertad a la hora de efectuar elecciones y tomar decisiones.
Sin embargo, resulta relativamente simple para un analista experimentado hallar las
condiciones causativas de esas elecciones. Gran parte de este condicionamiento se
oculta en nuestra infancia; aunque los recuerdos puedan tal vez esfumarse, los
resultados de nuestras experiencias tempranas nos acompañan toda la vida.

Cuanto más comprendemos la causalidad de la personalidad humana, más fuerte


será la impresión de que la humanidad forma parte de la naturaleza y de la sociedad, y
está sujeta a dependencias que estaremos en mejor condiciones de entender.
Sobrellevados por la nostalgia humana, nos preguntamos si realmente no hay cabida
para un ámbito de libertad, para un Purusha [33]. Cuanto mayor progreso realizamos
en nuestro arte de entender la causalidad humana, mayor es nuestra capacidad para
liberar a las personas que confían en nosotros de los efectos tóxicos del
condicionamiento, que ha restringido innecesariamente su libertad para comprender y
tomar decisiones de manera adecuada. De esta forma, estamos en posición de hallar la

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

mejor solución a los problemas de nuestros pacientes. Si caemos en la tentación de


emplear la estructura natural de los conceptos psicológicos con este fin, el consejo que
les brindemos sonará bastante similar a las muchas aseveraciones que nunca les han
resultado totalmente productivas ni los han ayudado a liberarse de su problema.

La visión del mundo psicológica, social y moral cotidiana es producto del proceso de
desarrollo del hombre dentro de una sociedad, y se halla bajo la influencia constante de
rasgos innatos. Entre estos últimos se encuentra la base instintiva de la humanidad
filogenéticamente [34] determinada, y la educación por parte de la familia y el entorno.
Ningún individuo es capaz de desarrollarse sin la influencia de otras personas (y de sus
personalidades respectivas), o los valores que han sido inculcados por su civilización y
sus tradiciones morales y religiosas. Es por esta razón que los seres humanos nunca
poseen una visión natural del mundo lo suficientemente universal o completamente
acertada. Las diferencias entre los individuos y las naciones son producto tanto de
predisposiciones heredadas como de la ontogénesis [35] de las personalidades.

Entonces, resulta significativo que los valores principales de esta visión humana del
mundo acerca de la naturaleza presenten similitudes básicas a pesar de las grandes
divergencias en el tiempo, la raza y la civilización. Esta visión del mundo proviene
evidentemente de la naturaleza de nuestra especie y de las experiencias naturales
de las sociedades humanas que han alcanzado cierto nivel necesario de civilización.
Los refinamientos basados en valores literarios o reflexiones filosóficas y morales
reflejan diferencias, pero, en términos generales, tienden a unir los lenguajes
conceptuales naturales de varias civilizaciones y épocas. Ciertas personas con una
educación humanista podrían, por ende, tener la impresión de haber alcanzado la
sabiduría. También seguiremos respetando la sabiduría de ese “sentido común”
derivado de las experiencias y reflexiones acerca de la vida.

Sin embargo, un psicólogo concienzudo debe formularse las siguientes preguntas:


¿es posible que logremos reflejar la realidad de manera lo suficientemente fiel, aun
cuando hemos afinado nuestra visión natural del mundo? ¿O acaso tan sólo refleja la

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

percepción propia a nuestra especie ? ¿Hasta qué punto podemos depender de


ella como base para tomar decisiones en las esferas individual, social y política?

La experiencia nos enseña, ante todo, que esta visión natural del mundo alberga
tendencias permanentes y características hacia la deformación que están regidas por
nuestros rasgos instintivos y emocionales. En segundo lugar, nuestra profesión nos
expone a muchos fenómenos que el lenguaje natural no puede comprender ni explicar
por sí solo. Por lo tanto, un lenguaje científico objetivo capaz de analizar la esencia de
un fenómeno se convierte en una herramienta indispensable. De igual forma, ha
demostrado ser imprescindible para adquirir conocimiento sobre las preguntas que
formulamos en este libro.

Ahora bien, habiendo establecido las bases, intentemos componer una lista de las
tendencias más importantes que deforman la realidad, así como otras
insuficiencias de la visión natural humana del mundo.

Productos tanto de nuestro instinto como de los errores típicos de nuestra crianza,
aquellos rasgos emocionales que constituyen un componente natural de la
personalidad humana nunca resultan completamente adecuados para enfrentar la
realidad que vivimos. Es por esta razón que la mejor tradición del pensamiento
filosófico y religioso aconsejaba moderar las emociones para alcanzar así una visión
más precisa de la realidad.

La visión natural del mundo también se caracteriza por una tendencia emocional
similar que consiste en dotar nuestras opiniones de un juicio moral, a menudo tan
negativo que conduce a la indignación. Esto apela a tendencias profundamente
arraigadas en la naturaleza humana y en las costumbres sociales. Extrapolamos con
facilidad este método de comprensión a manifestaciones inapropiadas del
comportamiento humano, que son, en realidad, causadas por deficiencias psicológicas
menores. Cuando alguien se comporta de una manera que juzgamos “mala”, solemos
decidir que se trata de un acto realizado con mala intención en lugar de intentar

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

comprender las condiciones psicológicas que pudieron haberlo motivado y convencerlo


de que su comportamiento es, de hecho, muy apropiado. Así, toda interpretación
moralizante de un fenómeno psicopatológico menor es errónea y no hace más que
conducir a una serie excepcional de consecuencias desafortunadas, motivo por el cual
hemos de referirnos a ello en repetidas ocasiones a lo largo del texto.

Otro defecto de la visión natural del mundo es su falta de universalidad. En toda


sociedad, un determinado porcentaje de personas ha desarrollado una visión del
mundo bastante diferente de la que utiliza la mayoría. Las causas de esas aberraciones
no son de ninguna manera cualitativamente monolíticas [36]; las trataremos en detalle
en el cuarto capítulo.

Otra deficiencia esencial de la visión natural del mundo es su limitado alcance de


aplicabilidad. La geometría euclidiana sería suficiente para realizar una reconstrucción
técnica de nuestro mundo y para viajar a la luna y a los planetas cercanos. Sólo
necesitamos una geometría con axiomas menos naturales cuando accedemos al
interior de un átomo o al exterior de nuestro sistema solar. La persona promedio no
suele toparse con fenómenos cuya explicación requeriría más que la geometría
euclidiana. En algún momento de la vida, prácticamente todos nos enfrentamos con
problemas que debemos resolver. Dado que la visión natural del mundo no basta para
comprender los factores que verdaderamente desempeñan un papel, uno
generalmente confía en las emociones propias. Es decir, en la intuición y la búsqueda
de la felicidad. Siempre que encontramos a una persona cuya visión individual del
mundo se ha desarrollado bajo la influencia de condiciones atípicas, tendemos a emitir
un juicio moral en nombre de nuestra propia manera de concebir el mundo, que es más
convencional. En pocas palabras, cada vez que un factor psicopatológico no
identificado entra en juego, se vuelve imposible aplicar la visión natural del mundo.

Además, a menudo nos topamos con personas sensibles, dotadas de una visión del
mundo bien desarrollada con respecto a los aspectos psicológicos, sociales y morales,
que suele ser pulida por las influencias literarias, los debates religiosos y las reflexiones

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

filosóficas. Esa clase de personas poseen una marcada tendencia a sobreestimar los
valores de su propia visión del mundo, comportándose como si ésta fuese una base
objetiva para juzgar a los demás. Ignoran que dicho sistema para percibir los
problemas humanos también puede ser erróneo, pues no es lo suficientemente
objetivo. Llamemos a tal actitud “egotismo [37] de la visión natural del mundo”. Hasta el
día de hoy, este tipo de egotismo ha sido el menos pernicioso, ya que simplemente
hace que una persona valore en exceso ese método de comprensión, y crea que
contiene los valores eternos de la experiencia humana.

Sin embargo, el mundo de hoy corre peligro debido a un fenómeno que no es posible
comprender ni describir por medio de ese lenguaje natural de conceptos; este tipo de
egotismo se vuelve entonces un factor peligroso que censura la posibilidad de tomar
medidas objetivas para contrarrestar el riesgo. Por consiguiente, el desarrollo y la
popularización de una visión del mundo psicológicamente objetiva podrían expandir
significativamente el alcance de la lucha contra el mal, a través de una acción prudente
y medidas puntuales para frenarlo.

El lenguaje psicológico objetivo, basado en criterios filosóficos maduros, debe cumplir


con los requerimientos que derivan de sus fundamentos teoréticos, y satisfacer las
necesidades de una práctica individual y macrosocial. Debería ser evaluado
íntegramente según las realidades biológicas y constituir una extensión del lenguaje
conceptual análogo elaborado por las ciencias naturalistas más antiguas, en especial la
medicina. Debe poder ser aplicado a todos aquellos hechos y fenómenos que se
encuentran condicionados por los factores biológicos cognoscibles [38] para los cuales
este lenguaje natural ha probado ser inadecuado. Y dentro de ese marco, este lenguaje
debería permitir una comprensión suficiente de los contenidos y de las causas variadas
que conducen a la formación de las antes mencionadas visiones patológicas del
mundo.

Elaborar semejante lenguaje conceptual, que se encuentra lejos del alcance individual
de cualquier científico, es un emprendimiento que se lleva a cabo paso a paso. Gracias

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

a la contribución de varios investigadores, madura al punto en que podría llegar a ser


organizado bajo supervisión filosófica a la luz de los fundamentos mencionados
anteriormente. Dicha tarea facilitaría inmensamente al desarrollo de todas las ciencias
biohumanísticas y sociales al liberarlas de las limitaciones y de las tendencias erróneas
impuestas por la excesiva influencia del lenguaje natural de imaginación psicológica,
especialmente cuando ésta se combina con un egotismo excesivo.

La mayoría de los temas tratados en este libro se encuentran más allá de lo que es
posible abarcar mediante el lenguaje natural. En el quinto capítulo, hablaremos de un
fenómeno macrosocial que ha convertido a nuestro lenguaje tradicional científico en
algo completamente engañoso. Entender estos fenómenos requiere que nos
separemos constantemente de los hábitos de ese método de pensamiento natural, y
que empleemos el sistema de conceptos más objetivo posible. Para este propósito, se
vuelve necesario desarrollar los contenidos, organizarlos y familiarizar a los lectores
con ellos.

Al mismo tiempo, examinar el fenómeno cuya naturaleza obligó a hacer uso de tal
sistema será una importante contribución para el enriquecimiento y el
perfeccionamiento del sistema objetivo de conceptos.

Al estudiar estos asuntos, yo me acostumbré gradualmente a comprender la realidad


por medio de este método, una manera de pensar que resultó ser la más apropiada y la
más económica en términos de tiempo y esfuerzo, además de que protege la mente de
su propio egotismo natural y de un sentimentalismo excesivo.

En el transcurso de las investigaciones previamente mencionadas, cada investigador


atravesó su propio período de crisis y frustración al darse cuenta de que los conceptos
en los que habían confiado hasta ese momento resultaban ser inaplicables. Hipótesis
que a simple vista parecían correctas y que habían sido formuladas mediante el
lenguaje conceptual natural científicamente perfeccionado, resultaron ser
completamente infundadas en cuanto a los hechos y a los cálculos estadísticos

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

preliminares. Al mismo tiempo, se volvió extremadamente complejo elaborar conceptos


que se adecuaran mejor a la realidad investigada: al fin y al cabo, la clave de la
cuestión yace en un área científica que aún está en vías de desarrollo.

Sobrevivir a ese período requirió que cada cual aceptara y respetara cierta sensación
de nesciencia [39] realmente digna de un filósofo. Toda disciplina científica nace en un
área deshabitada de imágenes populares que debe superar y dejar atrás. Sin embargo,
en este caso, el procedimiento debió ser excepcionalmente radical; tuvimos que
embarcarnos en toda área marcada por un análisis sistemático de los hechos que
habíamos observado y experimentado desde el interior de una condición de absoluta
maldad macrosocial, y guiarnos según los requerimientos de la metodología científica.
Debimos sostener este enfoque a pesar de las dificultades impuestas por las
condiciones externas y extraordinarias de la época, además de nuestra propia
personalidad.

Muy pocos de los tantos investigadores que se iniciaron en este camino fueron
capaces de llegar hasta el final, pues se retiraron por diversas razones relacionadas
con ese período de frustración. Algunos de ellos se concentraron en una sola pregunta;
se rindieron ante una especie de fascinación en lo que respectaba a su valor científico,
y hurgaron en detalladas investigaciones. Sus logros podrían estar presentes en esta
obra, pues comprendieron el significado general de su tarea. Otros se dieron por
vencidos ante obstáculos científicos, dificultades personales o el miedo de ser
descubiertos por las autoridades, que suelen monitorear cuidadosamente el estudio de
estos temas.

Leer este libro hará que el lector se enfrente con problemas similares, si bien a una
escala mucho menor. Es posible que el texto le transmita cierta impresión de injusticia
debido a la necesidad de dejar atrás una parte significativa de sus conceptualizaciones
anteriores, la sensación de que su visión natural del mundo resulta inaplicable, y la
necesidad de prescindir de ciertos enredos emocionales. Por tanto, le ruego acepte

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

estos sentimientos inquietantes con una actitud de amor al conocimiento y a sus


valores, que bien podrían liberarnos.

La explicación previa es de crucial importancia para que los lectores comprendan con
mayor facilidad el lenguaje empleado en esta obra. He tratado de aproximarme al tema
que aquí expongo de una manera que permita evitar tanto perder contacto con el
mundo de conceptos objetivos como volverlo incomprensible para quienes que se
hallen fuera de este círculo cerrado de especialistas. Por tanto, he de pedir disculpas
por cualquier desliz a lo largo de esta cuerda floja entre los dos métodos de
pensamiento. Dicho esto, yo no sería un psicólogo experimentado si no fuera capaz de
predecir que algunos lectores rechazarán los datos científicos compartidos en este
libro, al sentir que constituyen un ataque a la sabiduría natural que han adquirido tras
las experiencias vividas.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

El individuo humano

Cuando Augusto Comte [40] intentó fundar la nueva ciencia de la sociología a


principios del siglo XIX, es decir, mucho antes de que naciera la psicología moderna, se
enfrentó inmediatamente con el problema del hombre, un misterio que no lograba
resolver. Si optaba por rechazar las excesivas simplificaciones de la iglesia católica
acerca de la naturaleza humana, no quedaba nada excepto los esquemas tradicionales
para comprender la personalidad, derivados de condiciones sociales bien conocidas.
Por tanto, debía evitar ese problema, entre otros, si deseaba crear su nueva rama
científica en aquellas condiciones.

Eso lo llevó a tomar la familia como la célula básica de la sociedad, siendo ésta
mucho más fácil de caracterizar y tratar como un modelo elemental de relaciones
sociales. Eso también pudo llevarse a cabo por medio de un lenguaje de conceptos
comprensibles, lo cual permitió evadir problemas que no se habría logrado resolver
realmente en aquella época. Poco tiempo después, J. S. Mill [41] señaló las
deficiencias resultantes del conocimiento psicológico y el rol de los individuos.

Recién ahora la sociología está lidiando exitosamente con las dificultades que
resultaron de aquella época, reforzando con dificultad las bases existentes de esta
ciencia mediante los logros de la psicología, una disciplina que, por su propia
naturaleza, trata al individuo como el principal objeto de observación . Esta
reestructuración y aceptación de un lenguaje psicológico objetivo le permitirá a la
sociología volverse con el tiempo una disciplina científica capaz de reflejar la realidad
social con suficiente objetividad y atención a los detalles, y convertirse así en una base
para elaborar medidas prácticas. A fin de cuentas, el hombre representa la unidad
básica de la sociedad, incluyendo toda la complejidad de su personalidad humana.

Para comprender el funcionamiento de un organismo, los médicos comienzan a partir


de la citología, ciencia que estudia las múltiples estructuras y funciones de las células.
Del mismo modo, si deseamos entender las leyes que rigen la vida social, debemos

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

primero comprender al ser humano como individuo, así como su naturaleza fisiológica y
psicológica, y aceptar por completo la calidad y la amplitud de las divergencias
(particularmente las psicológicas) entre las personas de ambos sexos que componen
diversas familias, asociaciones y grupos sociales, así como la compleja estructura de la
sociedad en sí.

El sistema soviético doctrinario, basado en la propaganda, presenta una contradicción


característica interna cuyas causas se volverán fáciles de comprender hacia el final de
este libro. Este sistema acepta que el ser humano desciende del animal, sin excepción,
y se apoya en eso como fundamento obvio para la visión materialista del mundo. Sin
embargo, al mismo tiempo oculta el hecho de que el hombre está dotado de un
instinto, característica que comparte con el resto del reino animal. Cuando se le
presentan cuestiones especialmente problemáticas, admite, a veces, que tal patrimonio
filogenético ha sobrevivido en el ser humano de manera insignificante. Sin embargo,
prohíbe la publicación de todo estudio acerca de este fenómeno psicológico

básico. [42]

Sin embargo, para entender a la humanidad, debemos lograr comprender


fundamentalmente su sustrato instintivo y apreciar su papel sobresaliente en la
vida de los individuos y de las sociedades. Tendemos a ignorar fácilmente dicha
función, ya que las respuestas instintivas de nuestra especie humana nos resultan tan
evidentes que no llegan a despertar un interés suficiente. No es sino hasta que
adquiere años de experiencia personal que un psicólogo, formado en la observación de
los seres humanos, deja de subestimar el rol de este eterno fenómeno de la naturaleza.

El sustrato instintivo del hombre presenta una estructura biológica ligeramente


diferente de la de los animales. En cuanto a su energía, se ha vuelto menos dinámico y
más plástico. Por lo tanto, ha dejado de ser el mayor determinante del comportamiento.
Se ha tornado más receptivo al control de la razón, sin por ello haber perdido muchos
de los abundantes contenidos específicos a la raza humana.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Es precisamente esta base filogenéticamente desarrollada para nuestra experiencia,


así como su dinamismo emocional, la que nos permite desarrollar sentimientos y
vínculos sociales, capacitándonos para intuir el estado psicológico de otras personas y
la realidad psicológica individual o social. Gracias a esto, es posible percibir y
comprender las costumbres humanas y los valores morales. Desde la infancia, este
sustrato estimula diversas actividades que apuntan hacia el desarrollo de las funciones
superiores de la mente. En otras palabras, nuestro instinto es nuestro primer
tutor, a quien llevamos dentro durante toda la vida. Por ende, una crianza adecuada
no se limita a enseñar a los niños a controlar las reacciones excesivamente violentas
del sentimentalismo instintivo típico de su edad; también se les debe enseñar a
apreciar la sabiduría de la naturaleza contenida en su capacidad instintiva, así como la
forma en que se expresa dentro de ésta.

Este sustrato contiene el equivalente de millones de años de valioso desarrollo


biopsicológico, producto de las condiciones de vida de la especie, de manera que no
es ni puede ser una creación perfecta. Nuestras ya conocidas debilidades humanas y
errores en la percepción y en la comprensión natural de la realidad, han sido
condicionadas a nivel filogenético durante milenios [43].

El sustrato que comparten todos los seres humanos ha hecho posible que, a lo largo
de los siglos y de las civilizaciones, los pueblos crearan conceptos muy similares
acerca de asuntos sociales y morales. Las variaciones en esta área, ya sea que se
trate de diferencias interraciales o surgidas en épocas distintas, son menos
asombrosas que las diferencias existentes entre las personas cuyo sustrato

instintivo humano es normal y aquellas que acarrean un defecto instintivo

biopsicológico, aunque pertenezcan a la misma raza y civilización. Retomaremos


este último tema en varias oportunidades, pues ha adquirido una importancia crucial al
tratar los problemas expuestos en este libro.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

El hombre ha vivido en comunidad desde la prehistoria, de modo que el substrato


instintivo de nuestra especie se formó dentro de ese vínculo, condicionando nuestras
emociones en lo que a la búsqueda de la existencia respecta. La necesidad de un
sentimiento de pertenencia a una comunidad, y el deseo de lograr desempeñar un
papel valioso dentro de esa estructura, se codifican a ese mismo nivel. En definitiva,
nuestro instinto por preservarnos a nosotros mismos compite con otro sentimiento: el
bien de la sociedad exige que realicemos sacrificios, incluso a veces el sacrificio
supremo. Al mismo tiempo, vale la pena señalar que si amamos a un hombre, amamos
sobre todo su instinto humano.

Nuestro afán por mantener bajo control a cualquiera que nos dañe a nosotros o a
nuestro grupo es una necesidad casi refleja tan primitiva que no deja lugar a dudas de
que también está codificada a un nivel instintivo. Sin embargo, nuestro
instinto no diferencia entre el comportamiento que se produce a causa de

una simple falla humana, y aquél que adoptan los individuos con

aberraciones patológicas. Por el contrario, instintivamente tendemos a juzgar en


forma más severa a estos últimos, escuchando la voz de la naturaleza que se esfuerza
por eliminar a los individuos con defectos biológicos o psicológicos. Nuestra tendencia
a cometer semejante error generador del mal se encuentra, por tanto, condicionada a
nivel instintivo.

Es también en este plano donde comienzan a notarse disimilitudes entre los


individuos normales, las cuales influyen en la formación de su personalidad, su visión
del mundo y su actitud. Las mayores diferencias residen en el dinamismo biopsíquico
de este sustrato; las diferencias de contenido son secundarias. En algunas personas, el
instinto esténico [44] supera la psicología; en otras, fácilmente cede el control a la
razón. También parece que algunas personas poseen un don instintivo un tanto más
rico y sutil que otras. Sin embargo, sólo un pequeño porcentaje de la población
presenta diferencias significativas en este instinto heredado, y percibimos este
fenómeno como una situación cualitativamente patológica. Deberemos prestar mayor

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

atención a tales anomalías, ya que participan en la patogénesis [45] del mal, la cual
desearíamos comprender más en su totalidad.

También se desarrolla una estructura afectiva más sutil sobre la base de nuestro
sustrato instintivo, gracias a la cooperación constante entre este último y las prácticas
familiares y sociales de la crianza. Con el tiempo, esta estructura se convierte en un
componente más visible de nuestra personalidad, dentro de la cual cumple una función
integrante. Este afecto superior nos permite conectarnos con la sociedad, motivo por el
cual su desarrollo adecuado es un deber que atañe a los pedagogos y constituye uno
de los objetivos del psicoterapeuta, en caso de que se note cierta anomalía en su
formación. Tanto pedagogos como psicoterapeutas se sienten a veces impotentes si el
proceso de formación ha sido influenciado por un sustrato instintivo defectuoso.

Gracias a la memoria, un fenómeno que la psicología describe cada vez mejor (aun si
su naturaleza continúa siendo un misterio en ciertos aspectos), el hombre almacena
experiencias vividas y el conocimiento que ha ido adquiriendo intencionalmente.
Existen numerosas variaciones individuales con respecto a esta capacidad, a su
calidad y a sus contenidos. Un joven observa el mundo de una manera diferente de
como lo hace un anciano dotado de buena memoria. La gente con buena memoria y
con un alto nivel de conocimiento tiene mayor tendencia a recurrir a los datos escritos
de la memoria colectiva para suplementar la propia.

Este material recopilado constituye la materia de estudio del segundo proceso


psicológico, denominada “asociación”. Hoy día estamos aprendiendo cada vez más
acerca de sus características, aunque aún no somos capaces de explicar de manera
suficiente qué factores la alimentan. A pesar de, o quizá gracias a los juicios de valor
emitidos tanto por psicólogos como por psicoanalistas con respecto a este tema, no
será posible formular una síntesis satisfactoria del conocimiento acerca del proceso
asociativo, a menos que decidamos cruzar humildemente las fronteras de la
comprensión puramente científica.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Nuestras facultades de razonamiento continúan desarrollándose a lo largo de toda


nuestra vida activa. Por ende, nuestras habilidades para emitir juicios precisos no
alcanzan su potencial máximo hasta que nuestro cabello comienza a encanecer y
nuestros deseos instintivos, emocionales y habituales empiezan a disminuir. Se trata
del fruto colectivo de una interacción entre el hombre y su entorno, además de varias
generaciones de creación y transmisión de conocimiento. El entorno también puede
ejercer una influencia destructiva en el desarrollo de nuestras facultades de
razonamiento. En el ambiente específico dentro del cual se desarrolla, la mente
humana se ve contaminada por el pensamiento conversivo [46], la anomalía más
común en este proceso. Es por esta razón que requiere períodos de reflexión solitaria
para poder evolucionar de manera adecuada.

El hombre también ha desarrollado una función psicológica que no está presente


entre los animales. Sólo el ser humano es capaz de aprehender una cierta cantidad de
material o imaginación abstracta dentro de su campo de atención, inspeccionándolos
internamente a fin de poder realizar eventualmente otras actividades mentales al
respecto. Esto nos permite afrontar hechos, realizar operaciones constructivas y
técnicas, y predecir resultados futuros. Si los hechos que son sometidos a la
proyección interna y a la inspección conciernen la propia personalidad del hombre, éste
lleva a cabo un acto de introspección esencial para monitorear el estado de su
personalidad y los significados de su propia conducta. Este acto de proyección interna
y de inspección complementa nuestra consciencia; es una característica única a la
especie humana. Sin embargo, existen divergencias excepcionalmente importantes
entre los individuos, en lo que atañe a la capacidad de realizar dichos actos mentales.
El grado de eficiencia de esta función cognitiva ha demostrado tener una correlación
estadística relativamente baja con respecto al nivel de inteligencia general.

Por lo tanto, si hablamos de la inteligencia general del hombre, debemos considerar


tanto su estructura interna como las diferencias individuales que ocurren a cada nivel
de la estructura. Al fin y al cabo, el sustrato de nuestra inteligencia contiene el
patrimonio instintivo natural de la sabiduría y del error, lo cual genera la inteligencia

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

básica para procesar las experiencias de vida. Superpuesta a esta estructura, y gracias
a la memoria y a la capacidad asociativa, se encuentra nuestra habilidad para efectuar
operaciones cognitivas complejas, coronadas por el acto de la proyección interna que
mejora constantemente su grado de precisión. Todos estamos dotados en diferente
grado de estas facultades, lo cual forma un mosaico de múltiples talentos individuales.

La inteligencia básica crece a partir de este sustrato instintivo que se encuentra bajo
la influencia de un entorno amistoso y un compendio accesible de experiencias
humanas; se interrelaciona con el afecto superior, lo cual nos permite comprender a
otras personas e intuir su estado psicológico por medio de cierto realismo ingenuo.
Todo eso condiciona el desarrollo del razonamiento moral.

Esta capa de nuestra inteligencia se encuentra distribuida entre toda la sociedad; la


abrumadora mayoría de la gente la posee, lo cual explica por qué, con frecuencia,
quedamos admirados ante el tacto, la intuición y la sensatez en las relaciones sociales
de quienes simplemente poseen una inteligencia promedio. También vemos a personas
con un intelecto sobresaliente que carecen de estos mismos valores naturales. Tal y
como sucede con las deficiencias en el sustrato instintivo, los déficits en esta estructura
básica de la inteligencia se expresan con frecuencia en características que percibimos
como patológicas.

La distribución de la capacidad intelectual humana dentro de las sociedades es


completamente diferente, y se extiende por todo el planeta. Las personas de talento
elevado constituyen un pequeño porcentaje de cada población, y sólo unas pocas de
cada mil habitantes presentan el mayor coeficiente intelectual. A pesar de esto, estas
últimas desempeñan un papel tan significativo en la vida de la comunidad que
cualquier sociedad que intente evitar que esa minoría cumpla con sus

tareas, se colocará en riesgo a sí misma. Al mismo tiempo, los individuos que


apenas son capaces de dominar la aritmética elemental y el arte de escribir son, en la
mayoría de los casos, personas normales cuya inteligencia básica es, a menudo,
totalmente adecuada.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Es una ley universal de la naturaleza que entre más elevada sea la organización
psicológica de una especie, mayores serán las diferencias psicológicas entre los
individuos que la compongan. El ser humano constituye la especie más organizada; por
lo tanto, estas variaciones son mayores. Las diferencias psicológicas, tanto cualitativas
como cuantitativas, ocurren en todas las estructuras de la personalidad humana que
estudiaremos aquí, si bien lo haremos en términos bastante simplificados. Las
variedades psicológicas profundas podrían dar la impresión de tratarse de una injusticia
de la naturaleza, pero esta última está en su derecho de generarlas, y tienen sentido.

Esta aparente injusticia de la naturaleza es, de hecho, un gran obsequio a la


humanidad, ya que permite a las sociedades humanas desarrollar sus complejas
estructuras y ser creativas tanto a nivel individual como colectivo. Gracias a la variedad
psicológica, el potencial creativo de cualquier sociedad es mucho más elevado de lo
que podría serlo si nuestra especie fuese psicológicamente más homogénea. Además,
estas variaciones facilitan el desarrollo de la estructura implícita en el interior de la
sociedad. El destino de las sociedades humanas depende de una adaptación adecuada
de los individuos dentro de esta estructura, y de la manera en que se da uso a los
diversos talentos.

Nuestra experiencia nos enseña que las diferencias psicológicas entre las personas
son una causa de malos entendidos y de problemas. Sólo nos es posible superar estos
conflictos si aceptamos las diferencias psicológicas como una ley de la
naturaleza y apreciamos su valor creativo . Eso además nos permitiría
comprender objetivamente al hombre y las sociedades humanas. Desafortunadamente,
también nos enseñaría que la igualdad bajo la ley de los hombres equivale a una
desigualdad bajo la ley de la naturaleza.

Si observamos nuestra personalidad humana explorando de forma consistente la


causalidad psicológica interna, y si somos capaces de explorar lo suficientemente esta
cuestión, nos aproximaremos cada vez más a los fenómenos caracterizados por un

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

bajo nivel de energía bíopsicológica, que comienzan a presentársenos con cierta


sutileza. Tras haber descubierto este fenómeno, intentamos rastrear particularmente
nuestras relaciones, debido a que hemos agotado la plataforma analítica disponible.
Finalmente, debemos admitir que en nuestro interior notamos el producto de una
causación supra-sensorial. Es posible que este camino sea el más difícil de todos,
pero nos conducirá a la mayor certeza material acerca de la existencia de aquello que
mencionan las principales religiones. Obtener una pequeña dosis de verdad mediante
este proceder nos hace adquirir respeto por las enseñanzas de los antiguos filósofos en
lo que se refiere a la existencia de algo que existe más allá del universo material.

Y si deseamos comprender la humanidad, al hombre como un todo, sin abandonar las


leyes del pensamiento que el lenguaje objetivo requiere, nos veremos finalmente
obligados a asumir esta realidad que se halla dentro de cada uno de nosotros, sea
normal o no, la hayamos aceptado porque así fuimos criados o bien por iniciativa
propia, o la hayamos rechazado por razones materialistas o científicas. A fin de
cuentas, cuando analizamos las actitudes psicológicas negativas, invariablemente
siempre discernimos una afirmación que ha sido reprimida del campo de la
consciencia. Como consecuencia de dicha represión, el constante esfuerzo
subconsciente por negar conceptos acerca de la existencia de ciertos elementos de la
realidad genera un afán por eliminarlos en otras personas.

Es por esta razón que abrir con confianza nuestra mente a fin de percibir esta
realidad es indispensable para todo aquél cuya tarea consista en comprender a otras
personas, y a su vez, es una sugerencia recomendable para todos. Gracias a esa
actitud, nuestra mente se libera de tensiones internas y de estrés, así como de la
tendencia a seleccionar y sustituir información, incluyendo aquellas áreas que son más
fácilmente accesibles a una comprensión naturalista.

La personalidad humana es inestable por naturaleza, y es normal que el proceso


evolutivo lleve toda una vida. Algunos sistemas políticos y religiosos sugieren retrasar
este proceso o lograr una excesiva estabilidad en nuestra personalidad. Sin embargo,

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

estos estados no son sanos desde el punto de vista psicológico. Si se congela la


evolución de la personalidad o la visión del mundo en una persona, en el tiempo y con
la intensidad suficiente, tal condición pasa a pertenecer al reino de la psicopatología. El
proceso de transformación de la personalidad revela su sentido gracias a su propia
naturaleza creativa, la cual se basa en la aceptación consciente de este cambio
creativo como parte del curso natural de los acontecimientos.

Nuestra personalidad también atraviesa estados destructivos temporarios como


resultado de los diferentes acontecimientos de la vida, especialmente si atravesamos
periodos de sufrimiento o si enfrentamos situaciones o circunstancias que difieren de
nuestras experiencias previas o de lo que antes imaginábamos posible. Estas etapas
de desintegración, según suele llamárselas, tienden a ser desagradables, aunque no
necesariamente. Un buen trabajo dramatúrgico, por ejemplo, nos permite experimentar
un estado de desintegración, y simultáneamente apacigua los componentes que no son
placenteros, proporcionándonos así ideas creativas para una nueva reintegración de
nuestra personalidad. Por tanto, el verdadero teatro desencadena el proceso conocido
como catarsis.

Un estado de desintegración nos incita a realizar esfuerzos mentales en un intento


por superarlo y por obtener nuevamente una homeóstasis [47] activa. En efecto,
superar dichos estados corrigiendo nuestros errores y enriqueciendo nuestra
personalidad, es un proceso adecuado y creativo de reintegración que nos conduce a
comprender y a aceptar en mayor medida las leyes de la vida, además de ayudarnos a
comprendernos mejor a nosotros mismos y a los demás, y a adquirir una mayor
sensibilidad en lo que concierne a las relaciones interpersonales. Además, nuestros
sentimientos aportan validez a los logros alcanzados mediante un estado de
reintegración: las condiciones desagradables a las que hemos sobrevivido cobran
sentido. De ese modo, la experiencia nos ayuda a estar mejor preparados para
enfrentar otra situación de desintegración en el futuro.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Sin embargo, si hemos sido incapaces de dominar los problemas que acontecieron
debido, por ejemplo, a que nuestros reflejos fueron demasiado rápidos a la hora de
reprimir de nuestra consciencia el material desagradable y de sustituirlo por otro,
nuestra personalidad atraviesa un proceso de “egotización retroactiva” [48], pero
no está libre de la sensación de fracaso. Los resultados son “involutivos”; la persona se
vuelve más difícil de tratar. Si no podemos superar aquel estado de desintegración
debido a las circunstancias que lo causaron, o a la falta de información esencial y
constructiva, nuestro organismo reacciona con una condición neurótica.

El diagrama de la personalidad humana que aquí se presenta, resumido y


simplificado por razones de necesidad, nos hace reflexionar acerca de la complejidad
de la estructura de los seres humanos, sus cambios y su vida psíquica y espiritual. Si
deseamos crear ciencias sociales cuyas descripciones de la realidad prueben ser
confiables en la práctica, debemos aceptar esta complejidad y asegurarnos de que se
la respete. Cualquier intento por sustituir este conocimiento básico sirviéndose de
esquemas excesivamente simplificados conduce a una pérdida de esa convergencia
indispensable entre nuestra razón y la realidad que observamos. Cabe resaltar
nuevamente que emplear nuestro lenguaje natural de suposiciones psicológicas con
este propósito no puede sustituir premisas objetivas.

De igual manera, es extremadamente difícil para los psicólogos creer en el valor de


cualquier ideología social basada en premisas psicológicas simplificadas o incluso
ingenuas. Esto se aplica a cualquier conjunto de ideas que intente simplificar
excesivamente la realidad psicológica, ya sea que se trate de una ideología utilizada
por un sistema totalitario o, desafortunadamente, también por la democracia. Las
personas son diferentes. Todo aquello que es cualitativamente distinto y se encuentra
en un estado de permanente evolución, no puede ser igual.

Lo afirmado anteriormente acerca de la naturaleza humana se aplica a las personas


normales, con algunas pocas excepciones. Sin embargo, cada sociedad en nuestro

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

planeta contiene un cierto porcentaje de individuos, una minoría relativamente pequeña


pero activa, que no puede ser considerada normal.

Aclaramos que aquí estamos hablando de una anormalidad cualitativa, no estadística.


Las personas con una inteligencia sobresaliente son anormales según las estadísticas,
pero pueden ser miembros bastante normales de una sociedad desde el punto de vista
cualitativo. Hemos de analizar casos de individuos cuyo número es estadísticamente
muy reducido, pero cuya diferencia cualitativa es tal que son capaces de afectar
negativamente a cientos, miles, e incluso millones de otros seres humanos.

Los individuos que buscamos examinar son personas que revelan fenómenos
mórbidos [49], y en quienes pueden observarse trastornos mentales y anomalías de
diversa cualidad e intensidad. Muchas de esas personas se ven motivadas por
ansiedades internas: buscan actuar de manera no convencional y se adecuan a la vida
con una cierta hiperactividad característica. En algunos casos, su actividad puede ser
pionera y creativa, lo que asegura que la sociedad tolere a algunos de estos individuos.
Ciertos psiquiatras, especialmente alemanes, han elogiado a este tipo de personas por
haber aportado el mayor grado de inspiración para el desarrollo de la civilización; esta
es una visión unilateral y muy dañina de la realidad. A menudo, quienes no están
familiarizados con la psicopatología tienen la impresión de que esas personas poseen
talentos extraordinarios. Esta misma ciencia luego pasa a explicar que la hiperactividad
y el sentimiento de superioridad en estos individuos son producto de su motivación por
compensar de manera exagerada cierta sensación de deficiencia. Esta actitud
aberrante culmina en el obscurecimiento de la verdad, a saber, que las personas
normales son las más ricas.

El cuarto capítulo de este libro contiene una breve descripción de algunas de estas
anomalías, así como de sus causas y su realidad biológica, las cuales han sido
seleccionadas a fin de facilitar la comprensión de este trabajo en su totalidad. Otros
datos se encuentran distribuidos en muchas otras obras especializadas que no
incluiremos aquí. Sin embargo, debemos tener en cuenta que nuestro conocimiento

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

general en esta área, tan necesario para comprender el tema y para buscar soluciones
prácticas a muchos de los problemas difíciles de la vida social, aún es insatisfactorio.
Muchos científicos tratan este campo de la ciencia como un área periférica; otros la
consideran “ingrata” porque conduce con facilidad a malos entendidos con otros
especialistas. Como consecuencia, surgen diferentes conceptos y convenciones
semánticas, y la totalidad del conocimiento en esta disciplina continúa estando
caracterizada por una naturaleza excesivamente descriptiva. Este libro, por tanto,
recopila esfuerzos realizados con el propósito de traer a la luz los aspectos
causativos de los fenómenos descriptivos ya conocidos.

Los fenómenos patológicos en cuestión, generalmente lo suficientemente sutiles


como para que sea posible ocultarlos de la opinión pública, se fusionan sin mayor
dificultad con el proceso eterno de la génesis del mal, que luego afecta a familias,
pueblos y sociedades enteras. Más adelante aprenderemos que estos factores
patológicos se convierten en componentes indispensables de aquello que, en conjunto,
acaba generando sufrimiento humano a gran escala, y que estudiar su modo de
operación a través del control científico y la consciencia social podría demostrar ser un
arma efectiva contra del mal.

Por consiguiente, este alcance de la ciencia psicopatológica representa una parte


indispensable del lenguaje objetivo que hemos descrito anteriormente. Contar con
datos biológicos y psicológicos cada vez más precisos en esta área es un requisito
básico tanto para comprender objetivamente muchos fenómenos que se vuelven
extremadamente costosos para las sociedades, como para alcanzar una solución
moderna a problemas milenarios. Biólogos, médicos y psicólogos que han estado
luchando contra estos problemas elusivos e intrincados merecen que la sociedad los
ayude y los aliente, pues en el futuro su trabajo protegerá a las personas y a las
naciones de un mal cuyas causas aún no se comprenden lo suficiente.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

La sociedad

La naturaleza ha diseñado al hombre para que sea un ente social, una


característica codificada que adquirimos desde el comienzo al nivel instintivo de
nuestra especie, como se describió anteriormente. Nuestra mente y personalidad
no tendrían ninguna oportunidad de desarrollarse sin el contacto y la

interacción con un círculo cada vez más amplio de personas . Nuestra mente
recibe contribuciones de los demás, ya sea consciente o inconscientemente, con
respecto a temas de la vida emocional y psíquica, a la tradición y al pensamiento,
cuando nos sentimos identificados con, o imitamos a alguien, o bien intercambiamos
ideas y respetamos leyes permanentes. Nuestra psique transforma el material que
obtenemos de esta forma para crear una nueva personalidad humana, la cual
describimos como “nuestra”. No obstante, nuestra existencia depende de los lazos
necesarios con quienes han vivido antes que nosotros, así como con los que
actualmente conforman nuestra sociedad, y aquellos que vendrán en el futuro. Nuestra
vida sólo cobra sentido si se la comprende como una función de los lazos sociales; el
aislamiento hedonista hace que nos perdamos a nosotros mismos.

Forma parte del destino del hombre cooperar activamente para darle forma al destino
de la sociedad mediante dos caminos principales que consisten, respectivamente, en
construir su vida individual y familiar dentro de la comunidad, y convertirse en un
miembro activo de todos los asuntos sociales. Para ello se basa en su comprensión
(con un poco de suerte, suficiente) de lo que se necesita hacer, lo que se debe hacer y
si es capaz o no de hacerlo. Esto requiere que un individuo desarrolle dos áreas de
conocimiento algo superpuestas acerca de varios temas. No sólo su vida, sino también
la de su nación y la de toda la humanidad, dependen de la calidad de este desarrollo.

Por ejemplo, si observamos una colmena con el ojo de un pintor, vemos lo que
aparenta ser una multitud de insectos unidos por la similitud de su especie. Un
apicultor, sin embargo, estudia las complicadas leyes codificadas en el instinto de cada

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

insecto, así como en el instinto colectivo de la colmena; eso le ayuda a comprender


cómo cooperar con las leyes de la naturaleza que gobiernan la sociedad apiaria. La
colmena es un organismo de orden elevado; ninguna abeja puede existir
independientemente de ésta y, por tanto, se somete a la naturaleza absoluta de sus
leyes.

Si observamos la multitud en las calles de cualquier gran metrópoli humana, veremos


individuos que parecen vivir motivados por sus negocios y problemas personales, en
busca de una ínfima porción de felicidad. Sin embargo, semejante simplificación de la
realidad hace que menospreciemos las leyes de la vida social que existían mucho
antes de la metrópoli, y que continuarán existiendo mucho después de que las grandes
ciudades se vacíen de gente y ya no tengan ningún propósito. Quienes se encierran en
sí mismos dentro de una muchedumbre, tienen dificultades a la hora de aceptar esa
realidad, que según su punto de vista, sólo existe de manera potencial y no les resulta
directamente perceptible.

En realidad, aceptar las leyes de la sociedad con toda su complejidad, incluso si nos
es difícil comprenderlas al principio, nos ayuda a la larga a adquirir cierto nivel de
comprensión mediante algo similar a la ósmosis. Gracias a este conocimiento, o incluso
cuando sólo intuimos instintivamente esas leyes, somos capaces de alcanzar nuestras
metas y de hacer madurar nuestra personalidad mediante nuestros actos. Gracias a la
suficiente intuición y comprensión de estas condiciones, una sociedad es capaz de
progresar cultural y económicamente, y de alcanzar su madurez política.

A medida que vamos aumentando nuestro nivel de comprensión, más notamos el


lado primitivo y psicológicamente ingenuo de las doctrinas sociales, especialmente
aquellas que se basan en las ideas de los pensadores de los siglos XVIII y XIX,
quienes se caracterizaban por su escasa percepción psicológica. La naturaleza
sugestiva de esas doctrinas es producto de su exagerada simplificación de la realidad,
algo que se presta y adapta fácilmente a la propaganda política. Las fallas básicas de
esas doctrinas e ideologías con respecto a la comprensión de la personalidad humana

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

y a las diferencias entre las personas, quedan bastante claras si las observamos en
base a nuestro lenguaje natural de conceptos psicológicos, y más aún, al lenguaje
objetivo.
La visión que tiene un psicólogo de la sociedad, aun si se basa únicamente en su
experiencia profesional, siempre coloca en primer plano al individuo; luego amplía la
perspectiva para incluir pequeños grupos, como familias, y finalmente las sociedades y
la humanidad como un todo. Por ende, debemos aceptar desde el principio que el
destino de un individuo depende significativamente de las circunstancias. Cuando
ampliamos nuestras observaciones, también obtenemos un cuadro específico de los
lazos causativos, y los datos estadísticos adquieren cada vez mayor estabilidad.

A fin de describir la interdependencia que existe entre el destino y la personalidad de


alguien, y el estado de desarrollo de la sociedad, debemos estudiar toda la información
que ha sido recopilada en esta área hasta la fecha, añadiendo un nuevo trabajo escrito
en un lenguaje objetivo. A continuación aduciré sólo algunos ejemplos de tal
razonamiento para abrir la puerta a temas que iré presentando en capítulos posteriores.

A lo largo de las épocas y en las diferentes culturas, los mejores pedagogos


comprendieron la importancia del alcance de los conceptos que describen los
fenómenos psicológicos, con respecto a la formación del carácter y de la cultura de una
persona. La calidad y la riqueza de los conceptos y de la terminología [50] que manejan
un individuo y una sociedad, así como el grado al que se aproximan a una visión
objetiva del mundo, condicionan el desarrollo de nuestras actitudes morales y sociales.
El nivel de exactitud con que nos comprendemos a nosotros mismos y a los demás
caracteriza los componentes que condicionan nuestras decisiones y elecciones, sean
mundanas o importantes, tanto en nuestra vida privada como en nuestra participación
social.

El nivel y la calidad de la visión psicológica del mundo de una sociedad dada también
determinan si ha de manifestarse concretamente o no la estructura socio-psicológica
potencial presente en la variedad psicológica intrínseca a nuestra especie. Es sólo

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

cuando somos capaces de comprender a una persona en relación con sus verdaderos
contenidos internos, sin sustituirlos con rótulos externos, que estamos en condiciones
de ayudarla en su camino de adaptación a la vida social, lo cual la beneficiará y
facilitará la construcción de una sociedad estable y creativa.
Respaldada por una apreciación y comprensión correctas de las cualidades
psicológicas, tal estructura impartiría un alto cargo social a individuos totalmente
normales psicológicamente, con un talento suficiente y una capacitación específica. A
su vez, la inteligencia colectiva básica de las masas los respetaría y apoyaría.

Y así, en dicha sociedad, los únicos problemas pendientes serían aquellos casos
difíciles capaces de sobrepasar los límites del lenguaje natural de conceptos, sin
importar cuán cualitativamente noble y rico sea éste.

Sin embargo, siempre han existido “pedagogos de la sociedad”, menos sobresalientes


pero más numerosos, quienes se han fascinado ante sus propias grandes ideas, en
algunos casos tal vez correctas, pero comúnmente limitadas o con el tinte de algún
proceso de pensamiento patológico y oculto. Aquellas personas siempre han buscado
imponer métodos pedagógicos que empobrezcan y deformen el desarrollo de la visión
psicológica del mundo de un individuo y de una sociedad; infligen un daño permanente
sobre las sociedades y las privan de valores universalmente útiles. Al pretender actuar
en nombre de una idea más valiosa, dichos pedagogos socavan los valores que ellos
mismos promueven y abren paso a ideologías destructivas.

Al mismo tiempo, como ya lo hemos mencionado, cada sociedad contiene una pequeña
pero activa minoría de personas con diferentes visiones distorsionadas del mundo,
especialmente en las áreas que hemos tratado, y producto de anomalías psicológicas
que discutiremos más adelante, o bien de sus efectos sobre la psique, especialmente
durante la infancia. Tales personas luego ejercen una influencia perniciosa sobre los
procesos de formación de la visión psicológica del mundo en la sociedad, ya sea
mediante una acción directa o por medio de la escritura u otras formas de transmisión
de conceptos, especialmente cuando se comprometen a defender una u otra ideología.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Muchas de las causas que escapan fácilmente a la atención de sociólogos y científicos


que estudian la política pueden explicarse en términos del desarrollo o la involución de
este factor, cuyo significado para la vida de la sociedad es tan decisivo como la calidad
de su lenguaje de conceptos psicológicos.

Supongamos que deseáramos analizar estos procesos: por empezar, construiríamos


un método de inventario lo suficientemente verosímil como para examinar los
contenidos y la exactitud de la fracción de la visión del mundo en cuestión. Tras haber
sometido a dicha evaluación a los grupos representativos apropiados, obtendríamos
indicadores de la habilidad de esa sociedad en particular para comprender los
fenómenos psicológicos y las dependencias dentro de su país y otras naciones.
Simultáneamente, eso nos proporcionaría indicios básicos sobre la capacidad de dicha
sociedad para autogobernarse y progresar, así como su habilidad para llevar a cabo
una política internacional razonable. Aquellas pruebas podrían suministrar un sistema
de alerta precoz si esas habilidades fueran a deteriorarse, en cuyo caso sería
adecuado tomar los recaudos pertinentes en el campo de la pedagogía social. En
casos extremos, podría resultar adecuado para esos países que estén evaluando el
problema, tomar medidas correctivas más directas, e incluso aislar al país en deterioro
hasta que las correcciones apropiadas estuviesen bien encaminadas.

Recurramos a otro ejemplo de naturaleza similar: el desarrollo de los dones, las


habilidades, el pensamiento realista y una visión psicológica del mundo natural de un
ser humano adulto será óptimo si el nivel y la calidad de su educación y las demandas
de su práctica profesional están relacionadas con sus dotes individuales. Lograr esa
posición le aportará ventajas personales, materiales y morales; al mismo tiempo, toda
la sociedad cosechará también los beneficios. Ese mismo individuo sentirá entonces
que la sociedad ha sido justa con él.

Al combinarse diferentes circunstancias, incluyendo la visión psicológica defectuosa del


mundo de una sociedad dada, ciertos individuos se ven forzados a ejercer funciones

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

que no les permiten hacer uso de su máximo potencial. Cuando eso sucede, la
productividad de ese individuo no es mejor y, a menudo, es incluso peor que la de un
trabajador con talentos promedio. Por ende, el individuo se siente engañado e
inundado por deberes que le impiden sentirse realizado. Sus pensamientos divagan
desde sus obligaciones hasta un mundo de fantasía, o hacia cuestiones que son de
mayor interés para él; en su mundo de sueños, es quien debería y merecería ser. Esta
persona siempre sabe si su adaptación social [51] y profesional va en descenso; al
mismo tiempo, si no logra desarrollar una facultad crítica sana en lo que concierne a las
limitaciones de sus propios talentos, sus sueños podrían “focalizarse” en la idea de un
mundo injusto donde “el poder es todo lo que se necesita”. Las ideas revolucionarias y
radicales encuentran suelo fértil entre las personas cuya adaptación social va en
descenso. A la sociedad le convendría corregir tales condiciones, no sólo para mejorar
la productividad, sino también para evitar posibles tragedias.

Por otro lado, otro tipo de individuos pueden alcanzar cargos importantes debido a que
pertenecen a grupos sociales privilegiados o a organizaciones de alto poder, si bien sus
talentos y habilidades son insuficientes a la hora de cumplir con sus obligaciones,
especialmente cuando se trata de resolver los problemas más dificultosos. Lo que
hacen entonces es evitar lidiar con los temas problemáticos, y dedicarse a asuntos
menores de una manera bastante ostentosa. Puede notarse cierto componente de
histrionismo en su conducta, y los estudios indican que su razonamiento pierde
progresivamente precisión después de tan sólo algunos años de haber desempeñado
dichas actividades. De cara a las presiones crecientes para que se desempeñen a un
nivel que para ellos es inalcanzable, y con temor a que se descubra que son
incompetentes, comienzan a atacar a cualquiera que posea mayor talento o
habilidades, removiéndolos de los puestos que les corresponden y participando
activamente en la degradación de su posición social y profesional. Esto, por supuesto,
genera un sentimiento de injusticia y puede conducir a los problemas descritos
anteriormente en alguien cuya adaptación social va en descenso. Por ende, aquellos
que gozan de una posición privilegiada en la sociedad favorecen a los gobiernos
represivos y totalitarios capaces de proteger sus cargos.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Las adaptaciones sociales en ascenso y en descenso, así como las cualitativamente


inadecuadas, resultan en el desperdicio del capital básico de cualquier sociedad, a
saber, las reservas de talento de sus miembros. Simultáneamente, esto conduce a un
mayor grado de insatisfacción y tensiones entre los individuos y grupos sociales. Por
consiguiente, debe considerarse como peligrosamente ingenuo cualquier intento por
analizar el talento humano y el problema de su productividad como cuestiones
puramente personales. El desarrollo o la involución en todas las áreas de la vida
cultural, económica y política dependerán del grado en que esta reserva de talento sea
utilizada de una manera apropiada. Con el tiempo, también determina si se
producirá una evolución o una revolución.

Técnicamente hablando, sería más sencillo construir métodos apropiados que nos
permitieran evaluar la correlación existente entre los talentos individuales y la
adaptación social en un país dado, que tener que lidiar con el problema ya descrito del
desarrollo de conceptos psicológicos. Llevar a cabo las observaciones adecuadas nos
proveería un índice muy valioso que podríamos llamar “indicador del orden social”.
Cuanto más cercana se encontrara la cifra estadística al +1.0, más probabilidades
tendría el país en cuestión de satisfacer las condiciones básicas previas al orden social,
y de tomar el curso adecuado en dirección hacia un desarrollo dinámico. Una
correlación baja sería un indicador de que se necesita llevar a cabo una reforma social.
Una correlación cercana al cero, o incluso negativa, debería ser interpretada como una
señal de alerta a una revolución inminente. La revolución en un país causa, a menudo,
múltiples problemas a otros países, razón por la cual todas las naciones tienen interés
en monitorear tales condiciones.

Los ejemplos mencionados no agotan el tema de los factores causativos que ejercen
una influencia sobre la creación de una estructura social potencialmente conforme a las
leyes de la naturaleza. El nivel instintivo de nuestra especie ya lleva codificada la
sensación de que es necesario que exista una estructura interna en la sociedad,
basada en variaciones psicológicas . Continúa desarrollándose junto con nuestra

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

inteligencia básica, inspirando a nuestro sano sentido común. Esto explica por qué la
mayoría de la población, cuyos talentos son casi promedio, suele aceptar su modesta
posición social mientras tanto ésta satisfaga los requerimientos indispensables para
una adaptación social adecuada y garantice un estilo de vida equitativo sin importar a
qué nivel de la sociedad el individuo encuentre su lugar.

Esta mayoría de inteligencia promedio acepta y respeta la función social de aquellos


cuyos talentos y educación son superiores, a condición de que ocupen los puestos
apropiados dentro de la estructura social. Esas mismas personas que componen la
mayoría, sin embargo, reaccionarán de manera crítica, irrespetuosa e incluso
despectivamente, siempre que alguna otra persona tan promedio como ellas intente
compensar sus deficiencias haciendo alarde de su puesto social de mayor jerarquía. A
menudo, los juicios emitidos por estas personas promedio pero sensibles pueden ser
muy acertados, lo cual quizás sea sorprendente (y debería serlo) si hemos de
considerar que no es posible que hayan adquirido el suficiente conocimiento acerca de
muchos de los problemas en cuestión, sean éstos científicos, técnicos o económicos
[52].

Un político experimentado rara vez supondrá que sus lectores vayan a comprender por
completo las dificultades que surjan en las áreas de la economía, de la defensa o de la
política internacional. Sin embargo, puede y debería asumir que su propia comprensión
de los asuntos humanos, y todo aquello que tenga que ver con las relaciones
interpersonales dentro de dicha estructura, encontrarán eco en esa misma mayoría de
los miembros de su sociedad. Estos hechos justifican parcialmente la idea de la
democracia, especialmente si un país en particular ha mantenido históricamente tal
tradición, si la estructura social está bien desarrollada, y si el nivel de educación es
adecuado. No obstante, no representan datos psicológicos suficientes como para
determinar que la democracia merece ser un nivel de criterio moral en la política. El
único destino posible de una democracia compuesta por individuos con un

conocimiento psicológico inadecuado es el deterioro evolutivo.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

El mismo político debería ser consciente de que la sociedad incluye a personas que ya
acarrean los resultados psicológicos de una mala adaptación social. Mientras que
algunos intentan proteger puestos para los cuales no están lo suficientemente
capacitados, otros luchan para que se les permita hacer uso de sus talentos. Gobernar
un país se vuelve cada vez más difícil cuando este tipo de batallas comienzan a
eclipsar otras necesidades importantes. Es por eso que la creación de una
estructura social justa continúa siendo un requisito primordial para el orden

social y para la liberación de valores creativos. Esto explica también por qué la
honestidad y la productividad del proceso creador de la estructura constituyen un
criterio para asegurar un buen sistema político.

Los políticos también deberían estar al tanto de que cada sociedad consta de personas
cuya inteligencia básica, visión psicológica del mundo natural, y razonamiento moral se
han desarrollado de manera inadecuada. Mientras que en algunas de estas personas
se trata del resultado de su composición interior, otras han estado sometidas a
individuos psicológicamente anormales durante su infancia. Todas ellas comprenden
las cuestiones sociales y morales de un modo diferente, tanto desde el punto de vista
natural como objetivo, y constituyen un factor destructivo para el desarrollo de los
conceptos psicológicos de la sociedad, así como la estructura social y los vínculos
internos.

Al mismo tiempo, se infiltran con facilidad en la estructura social utilizando una red
ramificada [53] de conspiraciones patológicas mutuas que poco se relacionan con los
principios de la mayor estructura social. Esta gente y sus redes participan en la génesis
de ese mal que no perdona a ninguna nación. Dicha subestructura da lugar al sueño de
obtener poder y de imponer la voluntad propia sobre la sociedad, algo que, de hecho,
suele concretizarse en varios países, y lo ha hecho también a lo largo de la historia. Es
por esta razón que dedicaremos gran parte de nuestro estudio a intentar comprender
esa antigua y peligrosa fuente de problemas.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Algunos países con una población heterogénea manifiestan otros factores que operan
de una manera destructiva sobre la formación de la estructura social y sobre el proceso
permanente del desarrollo de la visión psicológica del mundo en una sociedad. En ese
tipo de poblaciones, encontramos principalmente las mismas diferencias raciales,
étnicas y culturales que están presentes en prácticamente todas las naciones que han
sido creadas tras una conquista. El recuerdo de los sufrimientos vividos y el desprecio
hacia los vencidos continúa dividiendo a la población durante siglos. Es posible que se
superen estas dificultades si prevalecen la comprensión y la buena voluntad a lo largo
de varias generaciones.

Las diferencias en cuanto a las creencias religiosas y a sus respectivas convicciones


morales continúan ocasionando problemas, aunque de una manera menos peligrosa
que la ya mencionada, a menos que se agraven por alguna doctrina que
promueva la intolerancia o la superioridad de alguna fe sobre otras. Después de
todo, se ha demostrado que es posible crear una estructura social cuyos lazos sean
patrióticos y supra-religiosos.

Todas esas dificultades se vuelven extremadamente destructivas si, acorde con su


doctrina, un grupo social o religioso exige que a sus miembros se les asignen puestos
de mayor jerarquía de lo que sería apropiado dados sus talentos.

Una estructura social justa, formada por personas que se adaptan de manera individual
(es decir, globalmente creativas y dinámicas), sólo puede tomar forma si este proceso
se somete a sus leyes naturales en lugar de estar dominado por ciertas doctrinas
conceptuales. Toda la sociedad sale beneficiada cuando comprende estas leyes, los
intereses individuales y el bien común, y ayuda a cada individuo a encontrar su propio
camino hacia la autorrealización.

Un obstáculo en el desarrollo de la visión psicológica del mundo de una sociedad, en la


construcción de una estructura social saludable, y en la creación de instituciones
apropiadas para gobernar la nación, parecerían ser las enormes poblaciones y las

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

grandes distancias abarcadas por países de tamaño extremadamente importante. Son


precisamente estas naciones las que dan lugar a las variaciones étnicas y culturales
más importantes. En un territorio muy vasto y extenso que alberga a cientos de
millones de personas, los habitantes carecen del apoyo de una patria en la que puedan
sentirse en familia, y se ven impotentes para ejercer un efecto cualquiera en las
cuestiones políticas. La estructura de la sociedad se pierde en espacios abiertos muy
amplios. Los vínculos estrechos, generalmente familiares, son lo único que queda.

Al mismo tiempo, gobernar un país por el estilo crea sus propios problemas inevitables:
los países gigantes sufren de lo que podríamos llamar “macropatía permanente”
(gigantismo), pues las principales autoridades están muy alejadas de cualquier asunto
individual o de cada localidad. El principal síntoma es la proliferación de leyes
requeridas para poder administrar el país; podrían parecer adecuadas en la capital,
pero por lo general carecen de sentido en distritos remotos o cuando es necesario
aplicarlas a cuestiones individuales. Los funcionarios se ven forzados a acatar
ciegamente las reglas. En efecto, pierden una gran parte de su libertad a la hora de
hacer uso de su razón humana y de diferenciar situaciones reales. Dicho proceder
ejerce un impacto en la sociedad, que también comienza a pensar en legislaciones, en
lugar de reflexionar acerca de la realidad práctica y psicológica. La visión psicológica
del mundo, que constituye el factor básico en el desarrollo cultural y en las actividades
de la vida social, sufre entonces un retroceso evolutivo.

Nos corresponde preguntar: ¿Es posible que exista un buen gobierno en esos
gigantes? ¿Son capaces los grandes países de mantener una evolución social
y cultural? Parecería que los mejores candidatos para el desarrollo son más bien
aquellos países con una población de entre diez y veinte millones de habitantes, donde
los vínculos personales entre ciudadanos, y entre los ciudadanos y sus autoridades,
aún protegen la correcta diferenciación psicológica y las relaciones naturales. Los
países extremadamente grandes deberían dividirse en organismos más pequeños que
puedan gozar de una autonomía considerable, especialmente en lo que respecta a

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asuntos culturales y económicos; podrían así lograr que sus habitantes sintieran que
pertenecen a una tierra patria acogedora, y desarrollaran y maduraran su personalidad.

Si alguien me preguntara qué debe hacerse para sanar a Estados Unidos, un país que
manifiesta síntomas de macropatía, entre otras cosas, yo le recomendaría subdividir la
amplia nación en trece estados, como solía ser el caso en el pasado, excepto que más
grandes y con más límites naturales. Luego, debería otorgárseles bastante autonomía.
Eso permitiría que los ciudadanos se sintieran acogidos por su patria, aunque ésta
fuera más pequeña, y dejaría de estimular el patriotismo local y la rivalidad entre dichos
estados, lo cual, a su vez, facilitaría la solución a otros problemas de origen diferente.

La sociedad no es un organismo que subordine toda célula al bien de un todo; tampoco


es una colonia de insectos, en la cual el instinto colectivo dicta el comportamiento. Sin
embargo, también debería evitar ser un compendio de individuos egocéntricos unidos
tan solo por intereses económicos y organizaciones jurídicas y formales.

Toda sociedad es una estructura socio-psicológica formada por individuos cuya gama
de diferencias psicológicas es la más extensa y, por tanto, la más variada. El grado de
libertad individual del hombre deriva de esta realidad y subsiste en una relación
extremadamente complicada con estas dependencias psicológicas múltiples y deberes
en relación a la colectividad entera.

Aislar los intereses de un individuo como si estuvieran en guerra con los intereses
colectivos es pura especulación y simplifica demasiado las condiciones reales, en lugar
de trazar su naturaleza compleja. Lógicamente, formular preguntas basadas en dichos
esquemas, que contienen sugestiones erróneas, resulta inadecuado.

En realidad, muchos intereses contradictorios a simple vista, como el individual vs. el


colectivo, o aquellos que pertenecen a varios grupos sociales y subestructuras, podrían
reconciliarse si estuvieran guiados por una comprensión lo suficientemente penetrante
del bien del hombre y de la sociedad; y si pudiéramos superar la batalla de las

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

emociones así como algunas doctrinas más o menos primitivas. Dicha reconciliación,
sin embargo, requiere transferir los problemas sociales y humanos en cuestión a un
nivel más elevado de comprensión y aceptación de las leyes naturales de la vida. A
este nivel, incluso los problemas más difíciles resultan tener una solución, ya que
derivan invariablemente de la misma maniobra insidiosa del fenómeno psicopatológico.
Trataremos este tema hacia el final de este libro.
Sin importar cuán bien organizada socialmente se encuentre una colonia de insectos,
estará condenada a la extinción siempre que su instinto colectivo continúe operando de
acuerdo con su código psicogenético, a pesar de que el sentido biológico haya
desaparecido. Por ejemplo, si una abeja reina no efectúa su vuelo nupcial a tiempo
porque el clima ha sido desfavorable, comienza a depositar huevos infértiles, de los
que nacerán sólo zánganos. Las abejas continuarán defendiendo a su reina, ya que
sus instintos así lo requieren. Como resultado, por supuesto, una vez que las abejas
obreras hayan muerto, la colonia se extinguirá.

A esa altura, sólo una “autoridad superior”, representada por el apicultor, puede salvar
esa colmena. Deberá hallar y destruir a la reina zángano, e introducir en la colonia una
reina saludable y fértil, con algunas de sus obreras jóvenes. Durante los primeros días,
se necesitará colocar una red que defienda a esta reina y a sus protectoras de ser
aguijoneadas por las abejas leales a la reina precedente. Luego, el instinto de la
colmena aceptará a la nueva reina. El apicultor generalmente sufre algunas picaduras
de aguijones durante el proceso.

La siguiente cuestión deriva de la comparación anterior: ¿Puede la “colmena humana”


que habita nuestro planeta alcanzar un nivel de comprensión suficiente acerca del
fenómeno patológico macrosocial que es tan peligroso, aberrante y fascinante al mismo
tiempo, antes de que sea demasiado tarde? De momento, nuestros instintos
individuales y colectivos, y nuestra natural visión psicológica y moral del mundo, no
están en condiciones de proporcionarnos todas las respuestas sobre las cuales
podamos basarnos para tomar medidas efectivas capaces de contrarrestar el mal.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Aquellas personas desinteresadas que predican que la única opción que nos queda es
confiar en “El Gran Apicultor Celestial” y volver a obedecer Sus mandamientos están
vislumbrando una verdad general, pero también tienden a trivializar verdades
específicas, especialmente las naturalistas. Estas últimas constituyen la base que nos
permite comprender ciertos fenómenos y apuntarnos hacia medidas prácticas. Las
leyes de la naturaleza nos han hecho muy distintos unos de otros. Gracias a estas
características individuales, a las circunstancias excepcionales de la vida y al esfuerzo
científico, el hombre ha sido capaz de dominar en cierta medida el arte de la
comprensión objetiva de fenómenos como los que ya hemos mencionado, pero
debemos subrayar que esto sólo sucedió debido a que estaba en conformidad con las
leyes de la naturaleza.

Si las sociedades y sus sabios son capaces de aceptar adquirir una comprensión
objetiva del fenómeno social y sociopatológico, superando con ese fin el
sentimentalismo y el egotismo de la visión natural del mundo, desarrollarán estrategias
basadas en una comprensión de la esencia de los fenómenos. Y así se tornará
evidente que es posible descubrir una vacuna o un tratamiento adecuado para combatir
cada una de estas enfermedades que azotan nuestro planeta en la forma de epidemias
sociales mayores o menores.

Así como un marinero que tiene en su posesión un mapa náutico preciso disfruta de
una mayor libertad a la hora de escoger el rumbo que tomará y la manera en que
maniobrará entre las islas y las bahías, una persona dotada con una mejor
comprensión de sí misma, de los demás, y de las complejas interdependencias de la
vida social, adquiere una mayor independencia ante las diferentes circunstancias de la
vida, lo cual le permite superar situaciones difíciles de comprender. Al mismo tiempo,
dicho conocimiento profundo hace que un individuo acepte más probablemente sus
obligaciones para con la sociedad y se subordine a la disciplina que se vuelve
evidentemente necesaria. Las sociedades que están mejor informadas logran alcanzar,
a su vez, un orden y criterios internos para realizar esfuerzos colectivos. Este libro está
dedicado a reforzar este conocimiento por medio de una comprensión naturalista de los

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

fenómenos, algo que hasta el momento ha sido comprendido sólo por medio de
categorías excesivamente moralistas de la visión natural del mundo.

En una perspectiva más amplia, el aumento constante del conocimiento acerca de las
leyes que gobiernan la vida social y sus apartados recesos atípicos, debe llevarnos a
reflexionar acerca de los errores y las deficiencias de aquellas doctrinas sociales
estudiadas detalladamente hasta el día de hoy, que se basaron en una comprensión
extremadamente primitiva de estas leyes y fenómenos. No existe gran distancia entre
tales consideraciones y el conocimiento de cómo operan estas dependencias en los
sistemas sociales antiguos y actuales; lo mismo se aplica a las críticas sustanciales con
respecto a estos mismos. Basada en esta comprensión cada vez más profunda de las
leyes naturales, hoy está a punto de nacer una nueva idea, es decir, la construcción de
un nuevo sistema social para las naciones.

Dicho sistema podría ser mejor que cualquiera de los que lo ha precedido. Construirlo
es tanto posible como necesario, y no se trata simplemente de una vaga visión
futurista. Al fin y al cabo, una gran cantidad de países están siendo dominados por
condiciones que han destruido las formas estructurales diseñadas por la historia, y que
las han remplazado por sistemas sociales adversos al funcionamiento creativo. Son
sistemas que pueden sobrevivir únicamente por medio de la fuerza. Por ende, tenemos
frente a nosotros un gran proyecto de construcción que exige un emprendimiento bien
organizado y de gran envergadura. Cuanto antes pongamos en marcha esta tarea, más
tiempo tendremos para llevarla a cabo.

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NOTES DE PIE DE PÁGINA

[29]: Externos, no esenciales. – NdT

[30]: En psicología, la apercepción es una interpretación (dinámicamente) significativa


que un organismo hace de algo que percibe. Implica la influencia de recuerdos sobre la
percepción de estímulos contemporáneos. [Fuente: http://glosarios.servidor-
alicante.com/psicologia/distorsion-aperceptiva] El autor emplea este término a lo largo
del libro para hacer referencia a temas que nos es posible comprender gracias a
nuestra propia experiencia o la de los demás, o bien al legado cultural, aun cuando no
somos totalmente conscientes de que al interpretar un suceso del presente, estamos
basándonos en algo que ya nos resulta familiar a nivel subconsciente. – NdT

[31]: Pertenecientes a Acaya, región griega del norte del Peloponeso, o a la Grecia
Antigua. – NdT

[32]: Primitiva, originaria, no avanzada. – NdT

[33]: Término sánscrito, derivado de la raíz verbal pri (“llenar”, “completar”, “conferir”).
Su significado literal es “hombre”, pero en el contexto de la filosofía esotérica conserva
su acepción mística: el “Hombre Ideal”, el ser divino eterno, la realidad absoluta, la
consciencia pura. – NdE

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[34]: La filogenia es la parte de la biología que se ocupa de las relaciones de


parentesco entre los distintos grupos de seres vivos, y estudia el origen y desarrollo
evolutivo de las especies. – NdT

[35]: Historia del desarrollo de un individuo u organismo, por lo general, desde el


cigoto hasta la madurez. – NdE

[36]: Es decir, iguales en su composición y sus cualidades. – NdT

[37]: Léase el capítulo IV para más detalles acerca de este concepto, que será
mencionado a lo largo del texto. – NdT

[38]: Conocible, que se puede conocer, o es capaz de ser conocido. – NdT

[39]: Literalmente, “la falta de ciencia”. Carencia de conocimiento, ignorancia. – NdE

[40]: Augusto Comte (1798-1857) fue un pensador positivista francés que desempeñó
un papel importante en la creación de la sociología (término que el mismo acuñó para
definir esa rama de estudio). Desarrolló su sistema de positivismo en base a ciertos
estudios históricos acerca de la mente humana, lo cual lo llevó a elaborar una teoría
sobre “la ley histórica de tres fases” de las ciencias, a saber, la teológica, la metafísica
y la positiva (o científica). Comte también estableció una clasificación jerárquica y
sistemática de todas las ciencias previamente desarrolladas, distinguiéndolas como
orgánicas o inorgánicas. Consideraba que la “física social”, o sociología, era la más
importante de ellas, una disciplina científica que integraría todo el conocimiento
científico previo. [Fuente: http://en.wikipedia.org/wiki/Auguste_Comte] – NdE

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[41]: John Stuart Mill (1806-1873), filósofo y economista político inglés, fue un
pensador liberal muy influyente durante el siglo XIX y defensor del utilitarianismo,
una teoría ética que había sido propuesta por primera vez por su padrino, Jeremy
Bentham. Durante sus años como diputado, Mill abogó para aligerar las presiones
ejercidas sobre Irlanda, y se convirtió en el primer miembro parlamentario en proponer
que las mujeres adquirieran en derecho al sufragio. En sus Considerations on
Representative Government (“Consideraciones acerca del gobierno representativo”),
Mill propuso varias reformas parlamentarias y electorales, especialmente la
representación proporcional, el voto único transferible y la extensión del sufragio.
Sostenía que el único papel que debía desempeñar el gobierno era remover las
barreras (leyes), que frenaban comportamientos cuyas consecuencias no generaban
daño alguno a los demás. Creía principalmente que la ofensa verbal no constituía un
daño, y por tanto, apoyaba la casi absoluta libertad de expresión; sólo deseaba limitarla
en casos en que conducía a un daño directo. Por ejemplo, el sistema de Mill no
abogaba por enfervorizar a las masas enfurecidas para que atacasen a personas.
También afirmaba que la libre expresión era de vital importancia para asegurar el
progreso, ya que uno nunca podía estar seguro de que una opinión silenciada no
contuviera parte de la verdad. Y argumentaba en forma ingeniosa que incluso las
opiniones falsas tenían cierto valor, pues al refutar una opinión falsa, el dueño de la
verdad vería sus creencias reafirmadas. Según Mill, si uno no se hallaba obligado a
defender las creencias propias, éstas morirían y uno olvidaría por qué las había
albergado en primera instancia. – NdE

[42]: Léase “A Mess in Psychiatry” (“Un desastre en la psiquiatría”), una entrevista


con Robert Van Voren, Secretario General de la Iniciativa Genovesa en Psiquiatría,
publicada en el periódico holandés De Volkskrant el 9 de agosto de 1997, durante la
cual afirma lo siguiente: “Desde 1950, la psiquiatría soviética no sólo ha quedado
estancada, sino que ha retrocedido. No ha cambiado absolutamente nada. La mayoría

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de los psiquiatras [rusos] nunca serían capaces de obtener un empleo como psiquiatras
en el occidente. [En Rusia], se acostumbra emplear métodos de tratamiento de los que
ya nadie siquiera habla en el Oeste.” – NdE

[43]: Konrad, Lorenz: Evolution and Modification of Behaviour (“Evolución y


modificación del comportamiento”) (1965); On Agression (“Acerca de la agresión”)
(1966); Studies in Animal and Human Behaviour (“Estudios sobre el comportamiento
animal y humano”), tomo I (1970); y tomo II (1971); Behind the Mirror (“Detrás del
espejo”) (1973); The Natural Science of the Human Species: An Introduction to
Comparative Behavioral Research – The Russian Manuscript (“La ciencia natural de la
especie humana: una introducción a una investigación comparativa del comportamiento
– El manuscrito ruso”] (1944-1948 y 1995). Lorenz se unió al partido nazi en 1938 y
aceptó un puesto universitario bajo su régimen. Años más tarde, hubo quienes
alegaron que sus publicaciones de aquella época se habían visto contaminadas por sus
tendencias nazis. Al aceptar el premio Nobel, se disculpó por un artículo que había
publicado en 1940, y que incluía los puntos de vista nazis acerca de la ciencia. Explicó
que “muchos científicos decentes tenían la esperanza, como yo, de que el
nacionalsocialismo hiciera el bien, pero no nos duró demasiado, y muchos rápidamente
lo abandonaron con el mismo horror que yo”. Parece factible que las ideas de Lorenz
con respecto a una base hereditaria en los patrones del comportamiento hayan
agradado a las autoridades nazis, pero no existen pruebas para sugerir que su trabajo
experimental se haya visto inspirado o distorsionado por el nazismo. – NdE

[44]: Relativo a, o marcado por la estenia, (fuerza vital, energía orgánica); fuerte,
vigoroso o activo. – NdE

[45]: Proceso por el cual se origina una patología, o se inicia una degeneración. –
NdT

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[46]: Pensamiento conversivo: proceso por el cual se emplea ciertos términos


otorgándoles significados opuestos o tergiversados. Ejemplos: tranquilidad =
apaciguamiento; libertad = licencia; iniciativa = arbitrariedad; tradicional = retrógrado;
grupo = pandilla; eficiencia = estrechez de pensamiento. Más específicamente, las
palabras “tranquilidad” y “apaciguamiento” pueden denotar el mismo concepto: un
deseo por establecer la paz, pero poseen connotaciones completamente distintas que
señalan la actitud de un orador en su deseo por establecer la paz. – NdE

[47]: La homeostasis es el conjunto de fenómenos de autorregulación, que conducen


al mantenimiento de la constancia en la composición y las propiedades del medio
interno de un organismo. Łobaczewski se refiere entonces al proceso interno por el cual
se obtiene el equilibrio mental. – NdT

[48]: Similar al retiro narcisista. – NdE

[49]: Enfermos; que padecen, ocasionan o manifiestan cierta enfermedad o patología.


– NdE

[50]: El énfasis que pone Łobaczewski en el lenguaje es muy importante. La


semiótica es el estudio del lenguaje o de cualquier otro sistema de símbolos que
transmite un significado. Una de las principales discusiones filosóficas que ha
continuado a lo largo de los siglos trata acerca del creador del alfabeto y “denominador”
de las cosas (por ejemplo, Adán según la tradición judeocristiana). En términos del
estudio de la semiótica, la pregunta es: ¿Acaso [Adán] otorgó un nombre a cada cosa
basándose en su esencia, o simplemente creó una convención, y las nombró
arbitrariamente según su criterio? Las teorías de la semiótica proponen que existen dos
niveles, o “planos de articulación”. En cualquier idioma, como el griego, el inglés, el

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

chino y demás, existe lo que denominan el “plano expresivo”, que consiste en un léxico,
una fonología y una sintaxis, es decir, la selección de palabras que pertenecen a esa
lengua, los sonidos que componen dichos términos y la manera en que se combinan
para transmitir un sentido. El segundo nivel es el “plano conceptual”, que equivale al
conjunto de conceptos que un idioma es capaz de expresar. Algunas lenguas incluyen
términos para conceptos no expresados en otras. Y es así como el “plano conceptual”
de un idioma se vuelve crucial en lo que respecta a los conceptos que permite tratar.
Para que los sonidos del habla sean significativos, las palabras que conforman deben
tener un significado asociado con ellos. Es decir, los sonidos se relacionan con el
contenido. El continuo de contenidos representa la realidad con la cual nuestras
palabras se relacionan, según como somos capaces de concebirla. Łobaczewski
señala acertadamente que la persona normal (por no mencionar la psicología como un
todo, aunque en un grado menor) posee un vocabulario psicológico extremadamente
limitado porque el continuo de contenidos que forman parte del conocimiento ha sido
tergiversado artificialmente, censurado o reducido. – NdE

[51]: La adaptación es, en sociología y psicología, el proceso por el cual un grupo o


un individuo modifica sus patrones de comportamiento para ajustarse a las normas
imperantes en el medio social en el que se desenvuelve. Al adaptarse, un sujeto
abandona hábitos o prácticas que formaban parte de su comportamiento, pero que
están negativamente evaluadas en el ámbito al que desea integrarse, y eventualmente
adquiere otros en consonancia con las expectativas que se tienen de su nuevo rol. La
adaptación, en este sentido, es una forma de socialización secundaria, ya que opera
tomando como base las habilidades sociales con las que el sujeto ya cuenta. [Fuente:
http://www.alegsa.com.ar/Definicion/de/adaptacion_social.php] Al hablar de “adaptación
social en descenso”, Łobaczewski se refiere a personas que se ven obligadas a ocupar
puestos que no les permiten hacer uso de todo su potencial, o a adaptarse a
condiciones de vida que les resultan cada vez más injustas. Por el contrario, la
“adaptación social en ascenso” hace referencia al caso de individuos incompetentes
que ocupan puestos que no merecen realmente. – NdT

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

[52]: Muy a menudo se utilizan sondeos falsos para intentar manipular la opinión
pública acerca de sus funcionarios. Eventualmente, este método falla cuando la
incompetencia de esos mismos líderes se vuelve evidente para todos. – NdE

[53]: Que muestra una o más ramas. En las matemáticas, la ramificación es un


término geométrico empleado para describir la acción de “abrir algo en ramas”.
También se utiliza desde la perspectiva opuesta (es decir, para unir ramas). – NdE

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CAPITULO III: EL CICLO HISTEROIDE

Desde el comienzo de las sociedades y civilizaciones humanas en nuestro planeta, los


seres humanos han soñado con vivir en tiempos felices llenos de tranquilidad y de
justicia, que les permitieran arrear su ganado en paz, buscar valles fértiles, arar la
tierra, extraer tesoros o construir hogares y palacios. El hombre desea la paz mundial
para poder disfrutar de los beneficios que han atesorado las generaciones pasadas y
observar con orgullo el crecimiento de las futuras generaciones que él mismo ha
concebido. Mientras tanto, sería estupendo degustar vinos o agua miel. Le gustaría
deambular y conocer otras tierras y otros pueblos, o disfrutar el cielo estrellado del sur,
los colores de la naturaleza y los rostros y vestimentas de las mujeres. También
desearía dar rienda suelta a su imaginación e inmortalizar su nombre en obras de arte,
ya sea que estén esculpidas en mármol o que se conviertan en eternos mitos y poesía.

Desde el comienzo de la historia, el hombre ha soñado con una vida en la que los
esfuerzos medidos de la mente y el cuerpo son recompensados con un descanso bien
merecido. Le gustaría conocer las leyes de la naturaleza, a fin de poder dominarlas y
sacar provecho de lo que tienen para ofrecerle. El hombre consiguió subyugar el poder
natural de los animales con el propósito de convertir sus sueños en realidad, y cuando
eso no logró satisfacer sus necesidades, se volcó a su especie con el mismo fin,
despojando a otros seres humanos de su humanidad, simplemente porque era más
poderoso que ellos.

Por tanto, los sueños de una vida feliz y tranquila llevaron a ejercer la fuerza sobre los
demás, un poder que deprava la mente de quien domina. He aquí la razón por la cual la
tan soñada felicidad no se ha vuelto realidad en el transcurso de la historia. Esa visión
hedonística de la “felicidad” contiene las semillas de la miseria y nutre el ciclo eterno
dentro del cual los buenos tiempos dan lugar a los malos que, a su vez, causan el
sufrimiento y el esfuerzo mental que conllevan a adquirir experiencia, sentido común,

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

moderación y cierta cantidad de conocimiento psicológico, virtudes que ayudan a


reconstruir condiciones de vida más felices.

Durante los buenos tiempos, las personas pierden progresivamente de vista la


necesidad de realizar una profunda reflexión e introspección, conocer a los demás y
comprender las leyes complejas de la vida. ¿Vale realmente la pena reflexionar largo y
tendido acerca de las propiedades de la naturaleza humana y de la personalidad
imperfecta del hombre, ya sean propias o ajenas? ¿Podemos comprender el significado
creativo del sufrimiento que no hemos experimentado en carne propia, en lugar de
tomar el camino más fácil y culpar a la víctima? Cualquier esfuerzo mental adicional
parece una tarea sin sentido cuando los placeres de la vida están al alcance de
nuestras manos. Una persona inteligente, liberal y feliz es vista con beneplácito,
mientras que alguien capaz de ver a futuro y de predecir resultados nefastos se
convierte en un aguafiestas.

Durante los “buenos” tiempos, percibir la verdad acerca de nuestro entorno y, en


especial, comprender la personalidad humana y sus valores, dejan de ser una virtud;
todo aquél que se haga preguntas y plantee dudas es menospreciado y se le juzga de
ser un entrometido incapaz de dejar el bienestar tranquilo. A su vez, esa actitud
conlleva al empobrecimiento del conocimiento psicológico, así como de la capacidad
para diferenciar las propiedades de la naturaleza humana y de la personalidad, y de la
habilidad para moldear la mente de manera creativa. El culto del poder reemplaza así
aquellos valores mentales tan esenciales para mantener las leyes y el orden de manera
pacífica. Podríamos decir que el enriquecimiento de una nación con respecto a la visión
psicológica del mundo, o por el contrario, su involución, permiten predecir si su futuro
será bueno o malo.

La búsqueda de la verdad resulta problemática durante los tiempos “buenos” debido a


que revela hechos incómodos. Es preferible albergar pensamientos más sencillos y
placenteros. La eliminación inconsciente de información a simple vista innecesaria se
convierte en un hábito, y gradualmente pasa a ser una costumbre aceptada por la

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

sociedad en general. El problema es que resulta difícil sacar conclusiones correctas


mediante el uso de un proceso de pensamiento basado en información tan
parcializada, que con el tiempo reemplaza de manera inconsciente aquellas premisas
incómodas por otras más convenientes, aproximándose de ese modo a los límites de la
psicopatología.

Dichas épocas felices para un grupo (frecuentemente alcanzadas a raíz de injusticias


hacia otros pueblos o naciones) comienzan a coartar la capacidad de desarrollar una
consciencia individual y social; los factores subconscientes asumen un rol decisivo en
la vida. Una sociedad de este tipo, que ya ha sido infectada por ese estado histeroide
[54], considera que toda percepción derivada de una verdad incómoda es señal de
“mala educación”. Tomando prestada la analogía de J.G. Herder [55], el iceberg se
hunde en un mar de inconsciencia falsificada, y sólo se percibe su punta por encima de
las olas de la vida. La catástrofe se mantiene al acecho. En esos tiempos, la capacidad
para reflexionar de manera lógica y disciplinada, que nace durante las épocas difíciles,
comienza a desvanecerse. Cuando las comunidades pierden la capacidad de
desarrollar el razonamiento psicológico y la crítica moral, se intensifican los procesos
de creación del mal en todas las escalas sociales, ya sea a nivel individual o
macrosocial, hasta que todo vuelve a dar lugar a los malos tiempos.

Como ya sabemos, toda sociedad está compuesta por un determinado porcentaje de


personas con trastornos psicológicos provocados por diferentes factores hereditarios o
adquiridos que causan anomalías en la percepción, el pensamiento y el carácter.
Muchas de esas personas intentan atribuirle significado a su existencia trastornada
adoptando una vida social hiperactiva. Crean sus propios mitos e ideologías con fines
de sobrecompensación, y suelen insinuar de manera egotista que tanto sus
percepciones como sus metas e ideas anormales son superiores a las de los demás.

Cuando unas pocas generaciones que gozan de la despreocupación característica de


los “buenos tiempos” culminan con un déficit social tanto en lo que concierne a la
habilidad psicológica como a la crítica moral, se abre el camino para que conspiradores

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

patológicos, encantadores de serpientes e incluso impostores más primitivos,


comiencen a actuar y a fundirse con los procesos de origen del mal. Esas personas
constituyen factores esenciales en la concretización de este último. En el próximo
capítulo intentaré convencer al lector de que la participación de factores patológicos,
tan subestimados por las ciencias sociales, forma parte de un fenómeno muy frecuente
en los procesos que dan origen al mal.

Por lo tanto, aquellas épocas que muchas personas recuerdan más tarde como los
“viejos tiempos” de felicidad ofrecen un terreno fértil para futuras tragedias debido al
deterioro progresivo de los valores morales, intelectuales y determinantes de la
personalidad, que dan lugar a épocas como las de Rasputín.

Lo que acabo de describir es simplemente un esquema de la comprensión de la


realidad basada en sus causas, pero de ninguna manera contradice la concepción
teleológica [56] del sentido de la causalidad. Los malos tiempos no son exclusivamente
la consecuencia de la regresión hedonística hacia el pasado sino que además poseen
un propósito histórico.

El sufrimiento, el esfuerzo y la actividad mental durante las épocas de amargura


inminente nos conducen a recrear progresivamente los valores extraviados, y por lo
general incluso a mejorarlos, lo cual resulta en el progreso de la humanidad.
Desafortunadamente, aún no hemos desarrollado una comprensión filosófica capaz de
agotar el tema de la interdependencia entre la causalidad y la teleología con respecto a
estos sucesos. Al parecer, los profetas percibían más claramente las leyes de la
creación que los filósofos como E.S. Russell [57], R.B. Braithwaite [58], G. Sommerhoff
[59], y otros que reflexionaron sobre este asunto.

Cuando llegan los malos tiempos y la gente se ve abrumada por un exceso de maldad,
debe reunir toda su fuerza física y mental para luchar por sobrevivir y proteger la
racionalidad humana. La búsqueda de una forma de superar todas las dificultades y los
peligros reaviva el poder de discreción que ha sido enterrado hace mucho tiempo. Al

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

principio, quienes se lanzan en este emprendimiento suelen apoyarse en la fuerza para


contrarrestar la amenaza. Por ejemplo, pueden convertirse en hombres de “gatillo fácil”
o pasar a depender de las fuerzas armadas.

Sin embargo, descubren lentamente y con mucho trabajo las ventajas que les brinda
realizar un esfuerzo intelectual por comprender mejor la situación psicológica en
particular, diferenciar mejor los tipos de carácter y de personalidad en los seres
humanos, y, por último, comprender a sus propios adversarios. Durante esas épocas,
las virtudes que las generaciones previas relegaron al mundo de la literatura recuperan
su verdadera sustancia útil y son reconocidas por su valor. Se respeta profundamente a
toda persona sabia capaz de dar un consejo prudente.

Podemos notar similitudes sorprendentes entre la filosofía de Sócrates y la de


Confucio, aquellos pensadores legendarios, quienes si bien eran casi contemporáneos,
residían en polos opuestos de la gran masa continental euroasiática. Ambos vivieron
durante épocas oscuras y sangrientas, y delinearon un método para conquistar el mal,
en especial en lo relacionado con la percepción de las leyes de la vida y el
conocimiento de la naturaleza humana. Se lanzaron en la búsqueda de criterios para
establecer valores morales dentro de la naturaleza humana, y consideraban como
virtudes el conocimiento y la comprensión. Ambos actuaron a pesar de haber oído la
misma Voz interior que alertaba a todos aquellos que se embarcaban en grandes
cuestionamientos morales. “No lo hagas, Sócrates.” Esa es la razón por la cual sus
esfuerzos y sacrificios son de ayuda constante en la batalla contra el mal.

Los tiempos difíciles y laboriosos dan lugar a valores que finalmente vencen el mal y
nos conducen hacia tiempos mejores. Un análisis conciso y acertado de los
fenómenos, hecho posible gracias al dominio de las emociones prescindibles y del
egotismo característico de un pueblo autocomplaciente, abre las puertas a un
comportamiento causativo, en particular en el campo de la filosofía, la psicología y la
moral. Como resultado, la balanza se inclina a favor del bien. Si estos valores pudieran
ser incorporados a la herencia cultural de la humanidad, ofrecerían protección

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

suficiente para que las naciones evitaran una nueva era de errores y distorsiones. Sin
embargo, la memoria colectiva es transitoria y particularmente propensa a quitar de
contexto tanto al filósofo como a su obra, es decir, olvidar la época y el lugar donde
vivió, y los objetivos por los que luchó.

Cada vez que una persona experimentada halla un momento de paz tras haber
realizado un esfuerzo doloroso y extenuante, su mente se encuentra despejada para
reflexionar sin sentirse más agobiada por las emociones prescindibles y las actitudes
del pasado, si bien el conocimiento extraído de esos años vividos le es de gran ayuda.
Es así como se aproxima a una comprensión objetiva de los fenómenos y a una visión
de los verdaderos lazos causativos, incluyendo aquellos que resultan incomprensibles
dentro del marco del lenguaje natural. Así, mientras medita acerca de un conjunto de
leyes generales en continua expansión, reflexiona sobre el significado de aquellas
situaciones del pasado que dividieron los períodos de la historia. Acudimos a los
antiguos preceptos porque nos resultan más comprensibles; nos facilitan el camino
para comprender el origen del mal y el significado creativo de los tiempos de infelicidad.

Durante el ciclo de los tiempos de felicidad y de paz, se empobrece la visión del mundo
y aumenta el egotismo; las sociedades pasan a someterse a una histeria progresiva,
hasta llegar a la etapa final, bien descrita por los historiadores, que conduce a las
épocas de desaliento y confusión que llevan milenios existiendo, y que vivimos incluso
hoy día. El grado de retroceso de la mente y de la personalidad, una característica de
los tiempos de aparente felicidad, varía de una nación a otra; mientras que algunos
países logran sobrevivir al resultado de aquellas crisis con daños menores, otros
pierden naciones e imperios enteros. Los factores geopolíticos también han
desempeñado un papel decisivo en esos acontecimientos.

Indudablemente, las características psicológicas de tales crisis varían según la época y


la civilización en cuestión, pero el denominador común es el incremento de la histeria
social. Este trastorno o, mejor dicho, esta deficiencia en la formación del carácter es
una enfermedad perenne en la sociedad, presente sobre todo en las elites

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

privilegiadas. La existencia de casos individuales extremos, en especial aquellos


diagnosticados con problemas clínicos, es uno de los productos del nivel de histeria
social, a menudo relacionados con algunas causas adicionales, como es el caso de
aquellos individuos que presentan lesiones menores en el tejido cerebral. Esos
individuos pueden servir, cuantitativa y cualitativamente, para revelar y evaluar esas
épocas, tal y como lo muestra el Libro de San Michele [60]. Pero si sólo nos basáramos
en la perspectiva histórica, sería más difícil examinar cómo fue disminuyendo la
capacidad de reflexión, el grado de exactitud de los pensamientos, o la intensidad del
“discurso austríaco [61]”, si bien estos factores se aproximan mejor y de una forma más
directa al meollo del asunto.

A pesar de las diferencias cualitativas arriba mencionadas, estos ciclos suelen ser de
duración similar. Si asumimos que el extremo de histeria en Europa ocurrió alrededor
del año 1900 y que retorna cada menos de dos siglos, encontraremos condiciones
similares. Esa isocronicidad [62] cíclica puede alcanzar tanto una civilización como
países vecinos, pero no llegaría a atravesar océanos ni a penetrar civilizaciones
lejanas.

Cuando se desató la Primera Guerra Mundial, los oficiales más jóvenes danzaron y
cantaron en las calles de Viena: “Krieg, Krieg, Krieg! Es wird ein schoener Krieg!” [63]
Durante mi viaje al norte de Austria en 1978, decidí visitar al sacerdote del lugar donde
me hallaba, un anciano de setenta años en aquel entonces. Cuando le relaté mi vida,
inmediatamente me di cuenta de que creía que le estaba mintiendo e inventando
historias atrayentes. Analizó psicológicamente mis declaraciones basándose en aquella
suposición irrefutable, e intentó convencerme de la nobleza de sus principios morales.
Cuando le conté lo sucedido a un amigo mío, le resultó gracioso: “Siendo psicólogo,
has sido afortunado de haber escuchado un remanente del auténtico discurso austríaco
(die oesterreichische Rede). Nosotros, los más jóvenes, habríamos sido incapaces de
demostrártelo aun si hubiésemos querido imitarlo.”

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

En las lenguas europeas, “el discurso austriaco” se ha convertido en un término


comúnmente utilizado para describir el discurso paralogístico [64]. Entre quienes
emplean este vocablo hoy en día, muchos desconocen su origen. Dentro del contexto
de la histeria más pronunciada en Europa, este término solía representar una
consecuencia típica del pensamiento conversivo [65]: la selección y la sustitución
subconsciente de datos [66], que impide llegar al meollo de un asunto. De la misma
manera, la suposición automática de que toda persona miente refleja la anti-cultura
histérica de la mendacidad, dentro de la cual decir la verdad se vuelve “inmoral”.

Aquella era de regresión histérica dio lugar a la gran guerra y a la revolución que más
tarde se extendieron al fascismo, el hitlerismo y la tragedia de la Segunda Guerra
Mundial. También produjo el fenómeno macrosocial cuyo carácter pervertido se impuso
en ese ciclo, bloqueando y destruyendo así su naturaleza. La Europa contemporánea
se encuentra camino hacia el extremo opuesto de esta curva histórica sinusoide. Por
tanto, podríamos suponer que el comienzo del próximo siglo dará nacimiento a una era
de capacidad óptima de razonamiento, con pensamientos de mayor exactitud, lo cual
nos conduciría hacia nuevos valores en todas las áreas de descubrimientos y de
creatividad humana. También es posible predecir que una comprensión psicológica
realista y el enriquecimiento espiritual se convertirán en factores característicos de esa
era.

Al mismo tiempo, América (y en especial Estados Unidos), ha llegado a su punto más


bajo por primera vez en su breve historia. Los europeos de mayor edad que hoy en día
residen en Estados Unidos, se asombran ante la similitud entre estos fenómenos y
aquellos que prevalecieron en Europa durante sus años de juventud. La sensiblería que
domina la vida individual, colectiva y política, además de la selección y la sustitución
subconsciente de datos a la hora de razonar, están empobreciendo el desarrollo de una
visión psicológica del mundo, y provocando un egotismo individual y nacional. La manía
de sentirse ofendido ante la más mínima provocación despierta respuestas cortantes
en las cuales se saca ventaja de la irritabilidad excesiva y la falta de juicio de los demás
[67]. Podríamos compararla a la costumbre europea de ir a duelo en el pasado.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Quienes por fortuna logran alcanzar un cargo más alto que los demás, tratan con
desprecio a aquellos que consideran inferiores, un hábito similar al de la Rusia zarista.
La psicología freudiana de principios del siglo pasado encuentra tierra fértil en este país
debido a la similitud en sus condiciones sociales y psicológicas.

La recesión actual en materia de psicología en Estados Unidos está deteriorando la


adaptación socio-profesional de sus ciudadanos, lo cual conduce al desperdicio del
talento humano y a la involución de la estructura social. Si nos propusiéramos calcular
el índice de correlación en la adaptación social del país, como se sugirió en el capítulo
anterior, es probable que fuera inferior al de la gran mayoría de las naciones
independientes y civilizadas de este mundo, y posiblemente incluso menor al de
algunos países que han perdido su autonomía.

Es muy difícil para un ciudadano talentoso en Estados Unidos abrirse camino hacia la
autorrealización y alcanzar un puesto social creativo. Las universidades, la política y los
negocios muestran cada vez más un frente unido de personas relativamente poco
talentosas e incompetentes. Se oye decir con frecuencia que alguien posee un nivel de
educación “demasiado elevado” para los empleos disponibles. Los individuos
“demasiado competentes” acaban escondiéndose en algún laboratorio perteneciente a
alguna fundación, donde se les permite ganar el premio Nobel a condición de que no
produzcan nada verdaderamente útil. Mientras tanto, el país entero sufre debido a que
los más talentosos no están en condiciones de desempeñar un papel verdaderamente
inspirador.

Como consecuencia, Estados Unidos está bloqueando el progreso en todas las áreas
de la vida, desde la cultura hasta la tecnología y la economía, y no debemos olvidar
tampoco la incompetencia política. Cuando esto se suma a otras deficiencias, la
incapacidad de un egotista para comprender a otros pueblos y naciones hace que los
gobiernos cometan errores y utilicen a los extranjeros como chivos expiatorios. Frenar
la evolución de las estructuras políticas y de las instituciones sociales aumenta tanto la
inercia administrativa como el descontento por parte de sus víctimas.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Debemos tomar consciencia de que las dificultades y tensiones sociales más


dramáticas ocurren al menos diez años después de las primeras señales visibles de
haber salido de una crisis psicológica. Al ser una consecuencia, constituyen además
una reacción tardía a la causa o son animadas por el mismo proceso de activación
psicológica. Por lo tanto, el período en que es posible tomar medidas eficaces para
contrarrestar el proceso es relativamente breve.

¿Acaso tiene derecho Europa a menospreciar a Estados Unidos por estar padeciendo
la misma enfermedad a la cual ella misma sucumbió muchas veces en la historia?
¿Acaso el sentimiento de superioridad de Estados Unidos con respecto a Europa
proviene de las consecuencias inhumanas y trágicas de los acontecimientos pasados?
Si así fuese, ¿acaso esta actitud no es más que un anacronismo inofensivo? Sería de
gran utilidad para Estados Unidos que los países europeos lo ayudaran de la manera
más eficaz posible, sirviéndose de su experiencia histórica y de su conocimiento
psicológico actual.

La Europa central y del este, que ahora se encuentra bajo el dominio de la Unión
Soviética, [68] forma parte del ciclo europeo, si bien con cierto retraso. Lo mismo se
aplica al imperio soviético, en especial a su porción europea. En esas regiones, sin
embargo, nos vemos limitados en la posibilidad de seguir la evolución de estos
cambios y separarlos de los fenómenos más dramáticos, aun cuando se trata
simplemente de una cuestión de metodología. No obstante, incluso allí existe un
crecimiento progresivo de movimientos de resistencia que abogan por la regeneración
del poder basado en un sentido común sano. Año tras año, el sistema dominante se
siente más débil ante esas transformaciones orgánicas. Esto se ve acompañado del
creciente conocimiento específico y práctico acerca de la realidad que impera en los
países con gobiernos similares, un fenómeno que resulta absolutamente
incomprensible en el occidente, y que más adelante trataremos en detalle. Esto facilita
el ánimo de resistencia y de reconstrucción de los lazos sociales. Eventualmente,

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

dichos procesos conducirán a un punto de inflexión, y probablemente no se trate de


una contrarrevolución sangrienta.

Naturalmente surge la siguiente pregunta: ¿Será posible algún día acabar con el eterno
ciclo que deja a las naciones en una casi total desolación? ¿Pueden acaso los países
mantener un nivel consistentemente elevado de actividades creativas y críticas?
Nuestra era abarca muchos momentos excepcionales; el caldero contemporáneo de las
brujas de Macbeth [69] no sólo contiene ingredientes venenosos, sino también
progreso y comprensión como no se ha visto en un mucho tiempo en la humanidad.

Los economistas optimistas señalan que la humanidad ha hecho de la energía eléctrica


un poderoso esclavo, y que la guerra, la conquista y el sometimiento de otros países
aportan cada vez menos beneficios lucrativos a largo plazo. Pero desafortunadamente,
como veremos más adelante, las naciones pueden verse empujadas hacia deseos y
actos económicamente irracionales cuyos motivos van mucho más allá de los intereses
económicos. Es por esa razón que superar las demás causas y fenómenos que
originan el mal resulta una tarea difícil, si bien es posible, al menos en la teoría. Sin
embargo, para poder lograr realizarla, debemos comprender primero la naturaleza y la
dinámica de dichos fenómenos. Un antiguo principio de la medicina que repetiré una y
otra vez es: Ignoti nulla curatio morbi.

Uno de los logros de la ciencia moderna que contribuye a la destrucción de estos ciclos
eternos es el desarrollo de sistemas de comunicación que han unido nuestro planeta en
un inmenso “pueblo”. Los ciclos descritos en este libro solían seguir su curso fatal de
manera prácticamente independiente en cada civilización afectada, y en ubicaciones
geográficas diferentes. Sus fases nunca estuvieron sincronizadas, y tampoco lo están
hoy en día. Podemos asumir que Estados Unidos está atravesando una fase ya vivida
en Europa hace ochenta años. Cuando el mundo se convierta en una estructura
interrelacionada desde el punto de vista de la transmisión de información y de noticias,
los diferentes contenidos sociales y opiniones generadas durante distintas fases de los
ciclos ya mencionados, vencerán todas las barreras y los sistemas de seguridad de la

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

información, entre otras cosas. Esto ha de provocar presiones capaces de modificar las
dependencias causativas aquí señaladas. Por tanto, emergerá una situación
psicológica más flexible, lo cual aumenta las posibilidades de actuar de manera precisa
basándose en la comprensión de los fenómenos.

Al mismo tiempo, a pesar de la gran cantidad de dificultades de índole científica, social


y política, observamos el desarrollo de un nuevo conjunto de factores que podrían
ayudar a liberar a la humanidad de los efectos de las causas históricas que aún no
hemos llegado a comprender. El desarrollo de la ciencia, cuya meta final consiste en
comprender mejor al ser humano y las leyes de la vida social, podría contribuir, en el
futuro, a que la opinión pública aceptara el conocimiento esencial acerca de la
naturaleza humana y del desarrollo de su personalidad. Eso permitiría, a su vez,
mantener bajo control aquellos procesos dañinos para la humanidad. A fin de lograr
este objetivo, será necesaria la cooperación y la supervisión internacional.

El desarrollo de la personalidad humana y de su capacidad para reflexionar de manera


más adecuada y llegar a comprender mejor la realidad, presupone tomar ciertos
riesgos y, a su vez, requiere que dejemos de lado la pereza y la comodidad, y que
volquemos nuestros esfuerzos en estudios científicos particulares, en condiciones
completamente diferentes de aquellas bajo las cuales hemos sido criados.

En ese contexto, una personalidad egotista, acostumbrada a un entorno cerrado y


cómodo, a un pensamiento superficial y a emociones descontroladas, experimentará
cambios muy favorables, imposibles de alcanzar de otro modo. Si la situación se ve
especialmente alterada, llevará a dicha personalidad a desintegrarse [70], abriendo así
el camino a mayores esfuerzos intelectuales y cognitivos, y a una reflexión acerca de la
moral.

Un ejemplo de este tipo de experiencia es el Cuerpo de Paz [71] estadounidense. En el


marco de sus actividades, los jóvenes viajan a muchos países subdesarrollados, donde
viven y trabajan por un tiempo, a menudo en condiciones precarias. Así aprenden a

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

comprender a otros pueblos y disminuyen su grado de egotismo. Adoptan una


perspectiva más amplia con respecto al mundo, y se vuelven más realistas. Por
consiguiente, se liberan de los defectos característicos del carácter de la sociedad
estadounidense moderna.

Cuando nos proponemos superar algo cuyo origen está envuelto en la neblina del
tiempo inmemorial, sentimos que debemos luchar contra los incesantes molinos de
viento [72] de la historia. Sin embargo, detrás de dicho esfuerzo se halla la posibilidad
de que al comprender objetivamente la naturaleza humana, así como sus eternas
debilidades y la transformación resultante de la psicología social, lleguemos a estar en
condiciones de adoptar medidas para contrarrestar o prevenir de manera eficaz la
destrucción y la tragedia en un futuro no muy lejano.

Vivimos en una época excepcional, y el sufrimiento actual da lugar a un mayor nivel de


comprensión del que podría haberse alcanzado hace varios siglos. Ese conocimiento
nos aporta una mejor visión global, ya que se basa en información objetiva. Por
consiguiente, dicha perspectiva se vuelve realista y tanto las personas como los
problemas van madurando en plena acción, lo cual no significa que vayamos a
limitarnos a observaciones teóricas, sino que podremos actuar para organizar y dar
forma a los emprendimientos.

Con el objetivo de facilitar este proceso, tomemos en cuenta los cuestionamientos que
han sido seleccionados y el primer bosquejo de esta nueva disciplina científica que
podría estudiar el mal, descubriendo los factores que lo generan, así como algunas de
sus propiedades que aún resultan difíciles de comprender, y sus puntos débiles, para
proponer luego nuevas posibilidades de contrarrestar el origen del sufrimiento humano.

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NOTES DE PIE DE PÁGINA

[54]: La histeria es un estado de la mente caracterizado por miedos incontrolables o


una excitabilidad excesiva. Aquí se emplea este término para describir “el miedo a la
verdad” o el miedo a reflexionar acerca de verdades poco placenteras a fin de no
“sacudir el barco” de la felicidad actual. – NdE

[55]: Johann Gottfried Herder (1744-1803), teólogo de profesión, ejerció bastante


influencia en la literatura alemana con su crítica literaria y su filosofía de la historia.
Junto con W. Goethe y Schiller, convirtió a Weimar en la sede del neo-humanismo
alemán. La analogía que estableció entre las culturas nacionales y los seres orgánicos
ha causado un gran impacto en la consciencia histórica contemporánea. Uno de sus
argumentos fue que las naciones no sólo atravesaban etapas de juventud, madurez y
deceso como los seres humanos, sino que además poseían un valor singular e
incomparable. Fusionó la antropología con la historia, una característica de la época. J.
G. Herder, Reflections on the Philosophy of the History of Mankind (“Reflexiones sobre
la filosofía de la historia de la humanidad”), editado por Frank E. Manuel, University of
Chicago Press, 1970. – NdE

[56]: La teleología se basa en estudiar el diseño y el propósito detrás de los


fenómenos naturales. – NdE

[57]: E.S. Russell, Form and Function: A Contribution to the History of Animal
Morphology (“Forma y función: una contribución a la historia de la morfología animal”),
Londres, Murray, 1916. – NdE

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

[58]: R.B. Braithwaite (1900-1990): Filósofo británico reconocido por sus teorías en
materia científica, moral y religiosa. Su investigación filosófica en torno a las ciencias
físicas fue de gran importancia para sus teorías acerca del razonamiento inductivo
científico y el uso de modelos teóricos, así como para las leyes de la probabilidad.
También aplicó sus conocimientos científicos a estudios filosóficos de índole moral y
religiosa, en especial al aplicarlos a la teoría del juego matemático. En su libro Theory
of Games as a Tool for the Moral Philosopher (“La teoría de los juegos como
herramienta para los filósofos que estudian la moral”) (1955), reveló las diferentes
formas en que puede utilizarse dicha teoría para realizar elecciones morales y tomar
decisiones éticas. Su obra Scientific Explanation: A Study of Theory, Probability and
Law in Science (“La explicación científica: un estudio sobre la teoría, la probabilidad y la
ley en la ciencia”) (1953) basada en la metodología de las ciencias naturales, se
convirtió en un clásico. [Fuente: Enciclopedia Británica en línea,
http://www.britannica.com/eb/article-9016188/RB-Braithwaite] – NdE

[59]: G. Sommerhoff, Analytical Biology (“Biología analítica”) (O.U.P, 1950) – NdE

[60]: Axel Munthe (1857-1949), médico, psiquiatra y escritor, nacido en Oskarshamn,


Suecia. Cursó sus estudios universitarios en Uppsala y en París, donde recibió su título
en medicina. Estudió el trabajo del neurólogo francés Jean Martin Charcot y utilizó la
hipnosis en su terapia para aliviar los síntomas físicos y psíquicos de sus pacientes.
Más tarde se convirtió en el médico de la familia real sueca. Llegó a ser conocido como
“el San Francisco de Asís moderno”, porque financió santuarios para aves. Como
escritor, Munthe relató sus propias experiencias como médico y psiquiatra. Cobró fama
gracias a su obra The Story of San Michele (“La historia de San Michele”), publicada en
1929. [Fuente: http://nmnm.essortment.com/axelmunthebiog_rzsh.htm]. – NdE

[61]: Expresión que hace referencia al discurso paralogístico, y cuyo origen será
explicado a continuación. – NdT

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

[62]: Correlación existente entre dos fenómenos simultáneos, sin que pueda valorarse
una vinculación de causa-efecto. – NdT

[63]: “¡Guerra, guerra, guerra! ¡Qué hermosa guerra!” – NdE

[64]: Paralogismo: deducción ilógica o errónea; argumento o razonamiento falso.


Paralogizar: ser ilógico; sacar conclusiones injustificadas. Otros términos derivados:
paralógico, paralogístico. – NdE

[65]: supra, nota 46.

[66]: Concepto que el autor explica en detalle en el capítulo IV. – NdT

[67]: La naturaleza litigiosa de los norteamericanos es mundialmente conocida. – NdE

[68]: Recordemos que este libro fue escrito en 1984.

[69]: Las tres brujas más famosas de la literatura universal probablemente sean las
de Macbeth y con ellas su caldero, que es a la vez espejo profético del presente,
pasado y porvenir. [Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Caldero] – NdT

[70]: supra, nota 15.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

[71]: El Peace Corps, o Cuerpo de Paz, es una agencia federal independiente de


Estados Unidos cuya función original consiste en “promover la paz y la amistad
mundial” a través del trabajo voluntario de ciudadanos estadounidenses en el
extranjero. [Fuente:
http://www.relacionesinternacionales.info/ojs/article/view/218/197.html] – NdT

[72]: Metáfora que hace referencia a Don Quijote de la Mancha, novela escrita por el
español Miguel de Cervantes Saavedra en 1605. Los molinos de viento con que lucha
Don Quijote (ya que está convencido de que se trata de gigantes), representan una
lucha irrealista, en vano. – NdT

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

CAPITULO IV: LA PONEROLOGÍA

Desde tiempos muy remotos, filósofos y pensadores religiosos defensores de varias


posturas en diferentes culturas han buscado la verdad acerca de los valores morales,
en un intento por hallar parámetros que definieran lo que es correcto y lo que atañe a
consejos sabios. Han descrito extensamente las virtudes del carácter humano y han
sugerido su obtención. Han fundado una herencia que abarca siglos de experiencia y
de reflexión. A pesar de las diferencias notorias en el contexto cultural y en la actitud de
aquellos pensadores, y de haber vivido en épocas y lugares remotos unos de otros, es
impresionante la similitud, o la naturaleza complementaria, de las conclusiones a las
cuales arribaron muchos antiguos filósofos famosos. Esto demuestra que todo aquello
que tenga valor está condicionado y es provocado por las leyes de la naturaleza a las
cuales está sujeto, y que actúan sobre la personalidad, no sólo de cada ser humano
sino también de las sociedades.

Asimismo, da que pensar lo poco que se ha dicho acerca de la otra cara de la moneda:
la naturaleza, las causas y el origen del mal. A menudo, estos temas se ocultan, con
cierta dosis de secretismo, detrás de las conclusiones generalizadas que acabo de
mencionar. Podemos adjudicar parcialmente este fenómeno a las condiciones sociales
y a las circunstancias históricas en las que trabajaron dichos pensadores; su modus
operandi pudo haberse regido, al menos en parte, por el destino de cada uno de ellos,
la herencia de sus tradiciones, o incluso a cierta mojigatería. Al fin y al cabo, la justicia
y la virtud son las caras opuestas de la violencia y la perversidad; lo mismo puede
decirse acerca de la oposición entre la veracidad y la mendacidad, del mismo modo en
que la salud se opone a la enfermedad. También es posible que sus reflexiones o
aseveraciones acerca de la verdadera naturaleza del mal hayan sido expurgadas o
encubiertas por las mismas fuerzas que habían intentado desenmascarar.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

El caso es que la génesis y el carácter del mal permanecieron ocultos en las sombras,
y este tema quedó relegado a la literatura, donde se lo trata mediante el uso de un
lenguaje de gran expresividad. Sin embargo, sin importar cuán expresivo sea ese
lenguaje, nunca ha llegado al fondo del origen de los fenómenos. Aún queda cierto
espacio cognitivo, un pantano absolutamente desconocido de preguntas morales que
se resisten tanto a ser comprendidas como a dar lugar a generalizaciones filosóficas.

Los filósofos que hoy en día desarrollan una meta-ética intentan avanzar en el análisis
del lenguaje que la expresa, tratando de eliminar poco a poco las imperfecciones y los
hábitos del lenguaje natural conceptual. Penetrar este núcleo cada vez más misterioso
constituye un factor altamente atrayente para todo científico.

Al mismo tiempo, tanto los profesionales activos en la sociedad como los individuos
normales que buscan hallar su propio camino, están considerablemente condicionados
por la confianza que sienten hacia determinadas autoridades. No existe una
comprensión racional suficiente para contrarrestar eternas tentaciones, tales como la
trivialización de aquellos valores morales que aún no han sido lo suficientemente
demostrados, o el ventajismo desleal que se aprovecha del respeto inocente que la
gente suele sentir hacia esas personas de poder.

Si los médicos se comportaran como éticos, es decir, si se negaran a estudiar y tratar


enfermedades que inspiran miedo o rechazo porque exhiben síntomas
extremadamente desagradables, y si sólo se consagraran al estudio de la buena salud
física y mental, no existiría la medicina moderna como tal. E incluso el origen de esta
ciencia en pos de la preservación de la salud podría acabar siendo relegado al olvido. A
pesar de que siempre se ha establecido un vínculo entre la teoría de la higiene y,
desde sus comienzos, la medicina, los médicos tomaron la decisión correcta al
privilegiar el estudio de la enfermedad. Pusieron en riesgo su propia salud y realizaron
sacrificios para lograr descubrir las causas y las propiedades biológicas de las
enfermedades, tratando así de comprender la dinámica de la patología en la evolución
de esas afecciones. A fin de cuentas, entender la naturaleza de una enfermedad, y el

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

curso por el que transita, permite que se elaboren los tratamientos adecuados para
sanarla.

Mientras estudiaban la capacidad de un organismo para vencer una enfermedad, los


científicos inventaron la vacuna, que le permite al ser humano volverse más resistente
a una patología sin tener que sufrirla en su manifestación completa. Gracias a este
descubrimiento, la medicina conquista y previene los fenómenos que, dentro de esta
disciplina, son considerados como un tipo de maldad.

Surge así la siguiente pregunta: ¿Acaso no podría emplearse algún modus operandi
análogo para estudiar las causas y la génesis de otras clases de mal que azotan a
individuos, familias y sociedades, aunque parezcan insultar aún más nuestros
sentimientos morales que las propias enfermedades? A medida que fui adquiriendo
experiencia, comprendí que la naturaleza del mal es similar a la de la enfermedad, si
bien posiblemente sea más compleja y capaz de eludir más fácilmente nuestra
comprensión. Su origen revela muchos factores patológicos, en especial
psicopatológicos, en la personalidad, cuya esencia ya ha sido estudiada por la
medicina y la psicología, o bien requieren que se lleven a cabo nuevas investigaciones
para poder comprenderlos.

Los problemas que comúnmente se consideran de índole moral también pueden ser
tratados en forma paralela al enfoque tradicional si nos basamos en la información que
nos brindan la biología, la medicina y la psicología, ya que factores de este tipo están
simultáneamente implícitos en toda la problemática. La experiencia nos enseña que
para comprender la esencia y el origen del mal, por lo general debe recurrirse a
información perteneciente a estas áreas. No basta con reflexionar en términos
filosóficos. El pensamiento filosófico bien pudo haber concebido todas las disciplinas
científicas, pero éstas no lograron evolucionar sino hasta que alcanzaron su
independencia, obteniendo información detallada y relacionándose con otras disciplinas
capaces de proporcionarla.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Impulsado por el descubrimiento a menudo “casual” de estos aspectos naturalistas del


mal, he imitado la metodología que se aplica a la medicina; como psicólogo clínico y al
colaborar con médicos debido a la naturaleza de mi profesión, ya tenía dicha tendencia,
de todas maneras. Al igual que los médicos cuando estudian las enfermedades, me
arriesgué a entrar en contacto directo con el mal y sufrí las consecuencias. Mi objetivo
consistió en medir las posibilidades de comprender la naturaleza del mal y sus factores
etiológicos, además de trazar su patodinámica.

El desarrollo de la biología, la medicina y la psicología abrió tantos caminos que el


comportamiento arriba mencionado no sólo pasó a ser posible, sino también
excepcionalmente fructífero. Mi experiencia personal y los métodos refinados de la
psicología clínica me permitieron sacar conclusiones mucho más precisas.

Pero nos enfrentamos con una gran dificultad: la falta de información, en especial en lo
concerniente a la ciencia de las psicopatías. Debí resolver este problema mediante mis
propias investigaciones. Esta carencia de información fue producto de la indiferencia
hacia estas áreas, de las dificultades teóricas a las cuales los investigadores se habían
enfrentado, y de lo poco que se sabía al respecto. En este trabajo de investigación en
general, y en este capítulo en particular, hago referencia a aquellas conclusiones que
extraje de mi investigación, pero que no logré publicar, ya sea porque otros me lo
impidieron, o bien porque no consideré prudente hacerlo, por razones de seguridad.
Lamentablemente, este trabajo no sólo se ha extraviado sino que además mi avanzada
edad me impide siquiera intentar recuperarlo. Albergo la esperanza de que todas las
descripciones, las observaciones y la experiencia que he podido volcar aquí de
memoria y en forma condensada, sirvan de base a nuevos esfuerzos que permitan
producir la información necesaria para comprobar nuevamente lo que ya quedó
demostrado en la época en que lo estudié.

Sin embargo, a raíz de mi propio trabajo y de los estudios de otros colegas de aquellos
trágicos tiempos, surgió una nueva disciplina que se convirtió en nuestro punto de
referencia: dos filólogos/monjes griegos la bautizaron “PONEROLOGÍA”, del griego

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

poneros =mal. El proceso de la génesis del mal se denominó asimismo


“ponerogénesis”. Espero que estos humildes comienzos sean ampliados de manera
que nos permitan sobrellevar y combatir el mal mediante una mejor comprensión de su
naturaleza, sus causas y su desarrollo.

Entre 5000 pacientes psicóticos, neuróticos y saludables, elegí una población de 384
adultos cuya conducta había herido profundamente a otros. Provenían de todos los
círculos de la sociedad polaca, pero mayormente de un inmenso centro industrial que
se caracterizaba por sus deplorables condiciones de trabajo y por una gran
contaminación del aire. Esos individuos representaban diferentes posturas morales,
sociales y políticas. Aproximadamente treinta de ellos habían sido reprendidos por la
justicia, a menudo cumpliendo penas excesivamente severas. Una vez liberados de la
cárcel o de otros castigos, intentaron reinsertarse en la vida social, lo cual los incitó a
sincerarse conmigo, su psicólogo. Otros tantos habían logrado ser absueltos; y un
tercer grupo había causado daño a sus pares sin que, por lo tanto, se les pudiera
adjudicar un delito, ya que no existían criterios jurídicos teóricos o prácticos para
hacerlo. Otros contaban con el aval del sistema político que es, de por sí, un derivado
ponerogénico. Por último, también tuve la oportunidad de hablar con pacientes cuya
neurosis había sido causada por cierto abuso padecido en el pasado.

Todos los pacientes que acabo de mencionar fueron sujetos a exámenes psicológicos y
sometidos a una anamnesis [73] detallada con el propósito de determinar sus aptitudes
mentales en general, y de excluir o detectar así posibles lesiones cerebrales, además
de evaluarlos en relación unos con otros [74]. Empleé otros métodos según las
necesidades de cada paciente, con el fin de formular un cuadro lo suficientemente
preciso acerca de la condición psicológica en que se encontraba. En la mayoría de los
casos, tuve acceso a los resultados de exámenes médicos y pruebas de laboratorio
que se habían llevado a cabo en las instalaciones médicas.

Un psicólogo puede realizar observaciones valiosas y útiles, como las que se


emplearon en este trabajo, cuando él mismo ha sido víctima de abusos, y siempre y

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

cuando su interés cognitivo supere sus reacciones emocionales humanas y naturales.


De lo contrario, deberá recurrir a sus habilidades profesionales para rescatarse a sí
mismo en primer lugar. Nunca me faltaron oportunidades para experimentar
sufrimiento, ya que mi propio país, infeliz como es, está repleto de ejemplos de
injusticias humanas a las que yo mismo me vi sometido en muchas oportunidades.

El análisis de la personalidad y del origen del comportamiento de esas personas reveló


que sólo entre el 14% y el 16% de los 384 sujetos peligrosos carecían de todo factor
psicopatológico que pudiera haber influido en su comportamiento. Con respecto a esas
estadísticas, cabe señalar que el hecho de que un psicólogo no descubra dichos
factores no implica que no existan. En la mayoría de esos casos, la falta de pruebas se
debió a las pocas posibilidades de llevar a cabo entrevistas, así como a los precarios
métodos de evaluación y a la falta de habilidad práctica por parte del examinador. Aun
así, el análisis de la realidad natural parecía en principio diferente de las actitudes
cotidianas, que consisten en interpretar el mal de manera moralizante; y de las
prácticas jurídicas que ―sólo en una minoría de casos― se basan en reducir una
condena teniendo en cuenta las características patológicas del criminal.

A menudo, solemos reflexionar según la hipótesis excluyente; es decir, ponderamos


qué sucedería si el origen de un acto malvado no presentara ningún componente
patológico. Luego llegamos generalmente a la conclusión de que en ese caso, dicho
acto no se habría producido, pues asumimos que el factor patológico habría sido el
culpable y se habría convertido en un componente indispensable del origen del delito.

La hipótesis sugiere entonces que esos factores se activan comúnmente en la génesis


del mal. La convicción de que los factores patológicos generalmente participan en los
procesos ponerogénicos cobra aún más peso si además tenemos en cuenta lo que
sostienen muchos éticos, a saber, que el mal representa una clase de red o continuo
de condicionamiento mutuo. Dentro de esta estructura entrelazada, una clase de
mal alimenta y abre las puertas a otros males, sin importar cuáles sean las
motivaciones individuales o doctrinarias. No respeta los límites de los casos

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

individuales, grupos sociales o naciones. Dado que los factores patológicos están
presentes dentro de la síntesis de muchos casos de maldad, también forman parte de
este continuo.

Más tarde se siguió analizando los datos obtenidos, pero sólo se tuvieron en cuenta
algunos de los diferentes casos ya mencionados, en especial aquellos que no
generaban duda, ya que no entraban en conflicto con las actitudes morales naturales, y
los que no presentaban dificultades prácticas (como la ausencia de un contacto
prolongado con el paciente) para llevar a cabo un análisis ulterior. El enfoque
estadístico sólo nos aportó las líneas generales, mientras que la intuición aplicada a
cada problema individual, y combinada con una síntesis similar del todo, demostró ser
el método más productivo en esta área.

Los factores patológicos en un proceso originador del mal pueden entrar en juego a
través de cualquier fenómeno patológico conocido, o aún no lo suficientemente
investigado, o bien mediante ciertos problemas patológicos que la medicina no incluye
dentro de la psicopatología. Sin embargo, su influencia en un proceso ponerogénico no
depende solamente de la obviedad o de la intensidad de la condición . Por el
contrario, la mayor actividad ponerogénica es generada por factores patológicos cuya
intensidad es posible detectar mediante métodos clínicos, pero que el entorno social
aún no considera de carácter patológico. Eso reduce tácitamente la capacidad del
portador de cierta patología para controlar su conducta, lo cual le permite ejercer un
efecto sobre los demás, traumatizando su psique, fascinándolos, provocando el
desarrollo inadecuado de su personalidad, incitándolos a albergar emociones
vengativas o generándoles ansias de castigo. Una interpretación moralista de estos
agentes y de su legado se opone a la habilidad de la humanidad para observar las
causas del mal y para combatirlas con sentido común. Esta es la razón por la cual
identificar esos factores patológicos y dejar al descubierto el modo en que actúan
puede frenar, a menudo, sus funciones ponerogénicas.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

En el proceso del origen del mal, es posible que los factores patológicos operen desde
el interior del individuo que ha cometido un acto dañino; la opinión pública y la justicia
reconocen fácilmente ese tipo de actividad. Pero no se presta demasiada atención a la
manera en que actúan las influencias exteriores que ejercen los portadores de
patologías sobre las personas y los grupos, a pesar de que desempeñan un papel
sustancial en la génesis del mal. La condición para que se active una influencia de esta
índole es que se interprete la característica patológica de manera moralista, es decir,
en oposición a lo que dicta su verdadera naturaleza. Esas actividades se manifiestan
de diversas formas. Por el momento, permítasenos indicar cuáles son las más dañinas.

En el transcurso de su vida, y, en especial, durante la niñez y la adolescencia, cada


persona asimila material psicológico de los demás a través de la resonancia mental, la
identificación, la imitación y otros tipos de comunicación, transformándolo luego para
construir su propia personalidad y su visión del mundo. Si dicho material se encuentra
contaminado por factores patológicos y por trastornos, el desarrollo de la personalidad
también será anormal. Como resultado, la persona en cuestión será incapaz de
comprenderse correctamente a sí misma y a los demás, y no entenderá
adecuadamente la moral y las relaciones humanas; se convertirá en un ser humano
que comete actos malvados, lejos de sentir que ha obrado mal. ¿Es acaso realmente
responsable de sus actos?

Las más antiguas y comunes debilidades morales, las deficiencias a nivel intelectual, el
razonamiento adecuado y el conocimiento de una persona se combinan con diferentes
factores patológicos para crear una red compleja de causa y efecto que, con
frecuencia, contiene relaciones mutuas entre las variables o estructuras causales
complejas [75]. En la práctica, a menudo la causa y el efecto se encuentran altamente
distanciados en el tiempo, lo que hace que sea más difícil distinguir su relación. Si
nuestro campo de observación es lo suficientemente amplio, pasamos a ver los
procesos ponerogénicos como las reminiscencias de una compleja síntesis química
donde la simple modificación de un solo factor altera todo el proceso. Los botánicos
conocen bien la “ley del mínimo”, que estipula que el crecimiento de una planta está

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

limitado por el recurso más escaso del suelo. De igual manera, eliminar (o por lo
menos, limitar) la actividad de algunos de los factores o deficiencias anteriormente
mencionados, debería provocar una disminución correspondiente en todo el proceso de
la génesis del mal.

Desde hace siglos, los moralistas nos han aconsejado desarrollar la ética y los valores
humanos, y han intentado hallar criterios intelectuales adecuados. A su vez, han
demostrado respeto hacia el razonamiento correcto, cuyo valor en esta área es
incuestionable. A pesar de todos sus esfuerzos, no han logrado superar las
diferentes clases de mal que acechan a la humanidad desde tiempos

inmemoriales y que actualmente están alcanzando proporciones desmesuradas.

El ponerólogo no busca de ninguna forma minimizar el papel que desempeñan los


valores morales y el conocimiento en esta área. Por el contrario, lo que desea es
respaldarlos con el conocimiento científico que hasta la fecha ha sido subestimado, a
fin de completar el cuadro y adaptarlo mejor a la realidad, actuando así de manera más
eficaz en la práctica moral, psicológica, social y política.

Por lo tanto, esta nueva disciplina se interesa principalmente en descubrir la función


que desempeñan los factores patológicos en el origen del mal, en especial debido a
que controlarlos conscientemente y monitorearlos a un nivel científico, social e
individual podría frenar o aplacarlos de manera efectiva. Gracias al progreso en el
conocimiento naturalista, hoy es posible lograr en la práctica algo que durante siglos
fue imposible. Los refinamientos metodológicos futuros dependen de otros avances en
lo que respecta a la información detallada y a la convicción de que actuar de dicha
manera es valioso

Por ejemplo, durante un tratamiento psicológico, podemos informar a un paciente que


en el origen de su personalidad y de su comportamiento se halla la influencia que
algunas personas con características psicopatológicas tuvieron sobre él.
Seguidamente, realizamos una intervención que resulta dolorosa para el paciente y, por

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

ende, exige que trabajemos con tacto y habilidad. Sin embargo, como resultado de esta
interacción, el paciente desarrolla una clase de autoanálisis que lo libera de toda
influencia que haya recibido, y que le permite tomar cierta distancia al tratar otros
factores de naturaleza similar. La recuperación dependerá de cómo evolucione su
capacidad para comprenderse a sí mismo y a los demás. Gracias a esto, será capaz de
superar sus dificultades internas e interpersonales con mayor facilidad, y de evitar
errores que puedan perjudicarlo a él o a sus seres allegados.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Factores patológicos

A continuación, intentaremos describir brevemente algunos ejemplos de los factores


patológicos que han demostrado estar más activos en los procesos ponerogénicos. A la
hora de seleccionar ejemplos, me he basado en mi experiencia personal, y no en
resultados estadísticos detallados. Por consiguiente, quizás difieran de las
evaluaciones realizadas por diferentes especialistas. Gran parte depende de cada
situación en particular. Una pequeña porción de la información estadística corresponde
a material que he tomado prestado de otros estudios, o a elaboraciones aproximativas
realizadas en condiciones desfavorables a una investigación exhaustiva. Una vez más,
ruego al lector que recuerde las circunstancias espaciotemporales en las que me vi
obligado a trabajar.

Cabe también mencionar a algunos personajes históricos cuyas características


patológicas contribuyeron al proceso de la génesis del mal en toda la sociedad, y
dejaron grabada su huella en el destino de las naciones. No es fácil diagnosticar las
anomalías psicológicas y las enfermedades de personas que ya han fallecido. Los
resultados de análisis clínicos de este tipo son fácilmente cuestionados, incluso por
personas que carecen de conocimiento o experiencia en esta materia, debido a que
este enfoque no corresponde a la idea que han adquirido a través de la literatura y la
historia. Mientras que esta última se basa en el legado del lenguaje natural y, a
menudo, moralizante, yo sólo puedo asegurarles que siempre he comparado mis
hallazgos con la información que fui adquiriendo al estudiar una gran cantidad de
pacientes con patologías similares y mediante la ayuda de métodos objetivos de la
psicología clínica contemporánea. Traté de emplear al máximo el enfoque crítico que
aquí propongo. No obstante, atribuyo gran valor a las opiniones que elaboraron de
manera similar otros especialistas.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Trastornos adquiridos

El tejido cerebral tiene una capacidad de regeneración muy limitada. Si sufre un daño
pero no parece haber efectuado un cambio demasiado importante, puede deberse a un
proceso de recuperación durante el cual los tejidos aledaños sanos pasan a cumplir la
función de la porción que está dañada. Esta sustitución nunca resulta totalmente
perfecta; por consiguiente, si se somete al paciente a estudios pertinentes, es posible
detectar algunas pérdidas en la aptitud y en los procesos psicológicos normales, aun
en los casos en que el daño es leve. Los especialistas conocen las múltiples causas de
su origen, entre las cuales se encuentran traumas e infecciones. Cabe señalar que los
resultados psicológicos de dichos cambios, observables muchos años después,
dependen más de dónde está ubicado el daño en la masa cerebral ―ya sea en la
superficie o en su interior― que de lo que lo produjo. La calidad de esas consecuencias
también depende del momento en que la persona sufrió ese daño. Con respecto a los
factores patológicos de los procesos ponerogénicos, los daños perinatales, o aquellos
producidos en la temprana infancia, producen efectos más importantes que los
ocurridos posteriormente.

En ciertas sociedades con un alto desarrollo en el área de la atención médica,


encontramos (cuando es posible realizar exámenes), que entre el 5% y el 7% de los
niños en los grados inferiores del ciclo escolar han sufrido lesiones en el tejido cerebral,
lo cual les genera ciertas dificultades académicas o problemas de conducta. El
porcentaje aumenta con la edad. La medicina moderna ha contribuido a disminuir
cuantitativamente estos fenómenos, pero en ciertos países poco civilizados, a lo largo
de la historia e incluso en nuestros días, se ha ido notando con más frecuencia la
presencia de dificultades causadas por dichas lesiones.

Los resultados más antiguos conocidos acerca de este tipo de daños cerebrales son
aquellos que se manifiestan en la epilepsia y sus diversas variantes. Podemos
observarlo en una cantidad relativamente reducida de personas que sufrieron aquel
daño. Los investigadores en estas áreas concuerdan casi unánimemente en que tanto

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Julio César como Napoleón Bonaparte sufrían de ataques de epilepsia. Probablemente


se trató de casos de epilepsia vegetativa causada por lesiones profundas en el cerebro,
cerca de los centros vegetativos. Esta variedad no da lugar a una demencia. El grado
de incidencia negativa que esos problemas ocultos tuvieron en dichos personajes y en
las decisiones que tomaron a lo largo de la historia, o incluso en el papel ponerogénico
que llegaron a desempeñar, puede ser un tema de gran interés para otro estudio y
evaluación. Sin embargo, en la mayoría de los casos, la epilepsia es un problema
evidente, lo cual limita su papel ponerogénico.

En un mayor número de personas con daños en el tejido cerebral, la deformación


negativa de la personalidad aumenta con el tiempo. Pueden observarse diferentes
imágenes cerebrales que dependen de las características y de la localización de estos
cambios, así como del momento en que se originaron y de las condiciones presentes
en la vida del individuo en cuestión, luego de que se manifestaran. Desde ahora en
adelante, denominaremos caracteropatías a este tipo de trastornos de la personalidad.
Algunas caracteropatías desempeñan una función importante como agentes
patológicos en los procesos de la génesis del mal. Por tanto, permítaseme caracterizar
las más activas.

Las caracteropatías revelan cierta cualidad similar, siempre y cuando no coexistan con
otras anomalías mentales (a menudo heredadas) que dificulten el cuadro clínico, lo cual
sucede a menudo en la práctica. El tejido cerebral sano retiene las propiedades
psicológicas inherentes a nuestra especie. Esto puede observarse claramente en las
respuestas instintivas y afectivas, que son naturales, si bien a menudo no somos
capaces de controlarlas lo suficiente. Quienes presentan las anomalías ya
mencionadas adquieren experiencias en medio del mundo normal al que pertenecen
por naturaleza. Por tanto, su manera distinta de pensar, su violencia emocional y su
egotismo penetran fácilmente en la mente de otras personas y son consideradas dentro
de las categorías del mundo cotidiano. El comportamiento de las personas con estos
trastornos de la personalidad traumatiza la mente y los sentimientos de las personas
normales, disminuyendo progresivamente su capacidad para hacer uso del sentido

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

común. A pesar de que se resisten, las víctimas de los caracterópatas se acostumbran


al modo rígido y patológico en que estos sujetos suelen reflexionar y experimentar la
realidad. Si las víctimas son jóvenes, la personalidad sufre un desarrollo anormal que
conduce a cierta malformación. Por ende, los caracterópatas y sus víctimas constituyen
factores patológicos y ponerogénicos que, a través de su actividad discreta, engendran
fácilmente nuevas fases en la eterna génesis del mal, dando lugar a la activación de
otros factores que luego pasan a ocupar el papel principal.

Un claro ejemplo de la influencia de una personalidad caracteropática en la escala


macrosocial, y bastante bien documentado en la historia, es el del emperador alemán,
Wilhelm II (Guillermo II) [76], quien sufrió un trauma cerebral al nacer. Durante y
después de su reinado, se ocultó al público su incapacidad física y psicológica.
Presentaba una discapacidad motriz en la parte superior izquierda de su cuerpo. De
niño, tenía dificultad para aprender la gramática, la geometría, y el dibujo, disciplinas
que constituyen la tríada de dificultades académicas causadas por lesiones cerebrales
leves. Desarrolló una personalidad con características infantiles y con un dominio
insuficiente de sus emociones, además de albergar pensamientos relativamente
paranoicos, lo cual le impedía concentrarse fácilmente en el núcleo de algunos temas
importantes a la hora de resolver problemas.

Las poses militares y un uniforme de general condecorado compensaban sus


sentimientos de inferioridad y ocultaban de manera eficiente sus deficiencias. Su falta
de control emocional y ciertos factores de rencor personal comenzaron a hacerse notar
en la política. Por eso fue necesario que el viejo Canciller de Hierro [77], aquel
calculador y despiadado político que había sido leal a la monarquía y que había logrado
levantar el poder prusiano, se marchase. Después de todo, sabía demasiado acerca de
los defectos del príncipe y se había opuesto a su coronación. Otros personajes
altamente críticos sufrieron un destino similar y fueron remplazados por oficiales menos
inteligentes, más sumisos y, en algunos casos, con trastornos psicológicos más
discretos. Es decir que se llevó a cabo una selección negativa.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Debido a que el común de la población tiende a identificarse con el emperador, y través


de él, con un sistema de gobierno específico, el material caracteropático que procedía
del káiser llevó a muchos alemanes a perder progresivamente el sentido común. Una
generación entera creció con trastornos psicológicos emocionales, y una falta de
comprensión acerca de realidades morales, sociales y políticas. En muchas familias
alemanas, dentro de las cuales algún miembro no era del todo psicológicamente
normal, se volvió una costumbre y una cuestión de honor ocultarlo de la opinión
pública, e incluso de amigos cercanos y familiares (al punto de hallar excusas para
explicar su comportamiento nefasto). Gran parte de la sociedad alemana absorbió
material psicopatológico, y adoptó la forma irrealista de pensamiento mediante la cual
los eslóganes se convierten en argumentos sólidos y los verdaderos datos son
sometidos a una selección subconsciente.

Esto sucedió en una época durante la cual una ola de histeria se esparcía por toda
Europa, incluyendo la tendencia a dejar que las emociones dominaran la razón, y que
el comportamiento humano presentara elementos de histrionismo. Esa condición se
extendió progresivamente a tres imperios y a otros países del continente.

¿Hasta qué punto Guillermo II y los otros dos emperadores que eran incapaces de
aceptar los hechos reales de la historia y del gobierno, contribuyeron a toda esa
situación? ¿En qué medida ellos mismos se vieron influenciados por la intensificación
de la histeria durante sus reinados? Éste podría convertirse en un tema de discusión
interesante entre historiadores y ponerólogos.

La tensión internacional fue aumentando. El archiduque Francisco Fernando de Austria


fue asesinado en Sarajevo. Desafortunadamente, ni el káiser ni ninguna otra autoridad
gubernamental en su país estaban en sus cabales. El factor dominante en los
acontecimientos que ocurrieron a continuación fue la actitud emocional de Guillermo II
y los estereotipos de pensamientos y acción heredados de la historia. Se desató la
guerra. Los planes bélicos generales que se habían preparado anteriormente y que
habían perdido relevancia dadas las nuevas condiciones, se desplegaron más bien

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

como maniobras militares. Aun aquellos historiadores que están familiarizados con la
génesis y el carácter del estado prusiano (que incluía el sometimiento ideológico de los
individuos a la autoridad del emperador y del rey, y su tradición de expansionismo
sangriento), intuyen que aquellas situaciones contenían ciertas actividades de
fatalidad incomprensible que eluden el análisis en términos de la causalidad
histórica [78].

Muchas personas que reflexionan sobre el tema siguen preguntándose con cierta
ansiedad: ¿Cómo pudo una nación como Alemania haber elegido como dictador a un
psicópata payaso que ni siquiera escondía su visión patológica de un gobierno liderado
por una raza superior? Bajo su liderazgo, Alemania luego desató una segunda guerra
criminal y políticamente absurda. Durante la segunda mitad de esta guerra, oficiales
altamente entrenados por las fuerzas armadas cumplieron honradamente órdenes
inhumanas y sin sentido desde el punto de vista militar y político, impuestas por un
hombre cuyo estado psicológico correspondía a los criterios básicos que justifican que
uno sea internado por la fuerza en un hospital psiquiátrico.

Cualquier intento por explicar todo lo acontecido durante la primera mitad de nuestro
siglo mediante el uso de las categorías generalmente aceptadas en el pensamiento
histórico, nos deja con la sensación alarmante de no haber hallado una respuesta
adecuada. Únicamente un enfoque ponerológico puede compensar esta falta de
comprensión, ya que hace justicia al papel que desempeñan los diferentes factores
patológicos durante la génesis del mal en cada nivel social.

La nación alemana, indoctrinada durante una generación entera con material


psicológico patológicamente trastornado, cayó en un estado comparable a lo que
vemos en ciertos individuos que han sido criados por personas caracteropáticas e
histéricas. Los psicólogos saben por experiencia cuán a menudo estas personas se
permiten cometer actos capaces de herir gravemente a los demás. Para lograr que
pacientes de ese tipo comprendan los problemas psicológicos con un mayor realismo
naturalista y estén en condiciones de emplear sus sanas facultades críticas para

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

analizar su propia conducta, el psicoterapeuta debe ser muy persistente en su trabajo,


y obrar con habilidad y con mucha prudencia.

Los alemanes generaron, y al mismo tiempo, sufrieron un enorme daño y dolor durante
la Primera Guerra Mundial. No sintieron realmente culpa, e incluso creyeron que se les
había tratado injustamente. Esto no es de sorprender, si se considera que se
comportaron conforme a sus costumbres, y que no eran conscientes de las causas
patológicas subyacentes. La necesidad de ocultar aquel estado patológico bajo un
atuendo heroico después de la guerra, a fin de evitar una trágica desintegración, se
convirtió en hábito. Surgieron misteriosas ansias, como si el organismo social se
hubiera vuelto adicto a alguna droga. Aquello que se anhelaba era un material
psicológico patológicamente modificado, un fenómeno conocido por los psicoterapeutas
con experiencia. Únicamente otra personalidad patológica y un sistema de gobierno
similares eran capaces de satisfacer esa hambre. Una personalidad caracteropática
abrió las puertas a un gobernante psicópata. Más tarde volveremos a reflexionar acerca
de esta secuencia de personalidades patológicas, ya que parece repetirse con cierta
regularidad en los procesos ponerogénicos.

Un enfoque ponerogénico nos ayuda a comprender a una persona que sucumbe a la


influencia de una personalidad caracteropática, y los fenómenos macrosociales que
se producen cuando esos factores entran en juego. Desafortunadamente, son
relativamente pocos los individuos que se benefician de una psicoterapia apropiada. Y
es imposible atribuir aquel comportamiento a naciones que defienden con orgullo su
estado soberano, sin generar reacciones extremas. Sin embargo, podemos imaginar
que en el futuro, la solución a dichos problemas se vuelva alcanzable gracias a un
conocimiento adecuado.

Trastornos paranoides de la personalidad : una persona con comportamiento


paranoide suele ser capaz de tener un razonamiento relativamente correcto, siempre y
cuando la conversación que mantenga con otras personas sólo refleje diferencias
menores de opinión. Esto cambia abruptamente cuando los argumentos presentados

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

por los demás comienzan a destruir las ideas que ella sobrevalua, no encajan en los
estereotipos de razonamiento que viene sosteniendo desde hace mucho tiempo, o la
obligan a aceptar una conclusión que anteriormente rechazó de manera subconsciente.
Ese estímulo desencadena un sinnúmero de frases pseudológicas, en gran parte
paramoralistas [79] y, a menudo, afirmaciones ofensivas que siempre contienen cierto
grado de sugestión.

Las frases de este estilo inspiran rechazo en las personas cultas y de razonamiento
lógico, que más tarde intentan evitar el trato con individuos paranoides. Sin embargo, el
poder de estos últimos reside en el hecho de que son capaces de esclavizar fácilmente
mentes poco críticas. Por ejemplo, a personas con otros tipos de deficiencias
psicológicas, y, en particular, un gran segmento de la juventud, que han sido víctimas
de la influencia egotista de individuos con trastornos de la personalidad.

Un proletario puede concebir este poder para esclavizar a los demás como un triunfo
sobre las clases más altas, y se unirá entonces al bando del paranoide. Sin embargo,
esta no es una reacción normal entre las personas comunes, que perciben la realidad
psicológica con la misma frecuencia que los intelectuales.

En resumen, la aceptación de un argumento paranoide es cualitativamente más


frecuente en proporción inversa al nivel de civilización de una comunidad dada, aunque
nunca llega a alcanzar la mayoría. Sin embargo, a través de la experiencia, los
individuos paranoides toman consciencia de su poder influyente para esclavizar a la
gente, e intentan sacar ventaja de esta situación de una manera patológicamente
egotista.

Hoy en día se sabe que el mecanismo psicológico que rige los fenómenos paranoides
tiene dos caras: por un lado, una de las causas es el daño al tejido cerebral; por el otro,
encontramos un problema funcional o conductual. Dentro del proceso de recuperación
mencionado anteriormente, cualquier lesión que sufra el tejido provoca una
determinada disminución en la exactitud del pensamiento y, como consecuencia, en la

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

estructura de la personalidad. Los casos más típicos son aquellos que fueron causados
por una agresión al diencéfalo [80] debido a diferentes factores patológicos, lo cual
conlleva a una disminución en la “entonación afectiva” con secuelas permanentes, así
como a una pérdida de “valores preventivos” en la corteza cerebral. En particular
durante las noches de insomnio, pensamientos disparatados dan origen a un cambio
paranoide de la visión de la realidad humana, así como a ideas que pueden ser
pacíficas e inocentes, o violentamente revolucionarias. Llamaremos a este tipo de
patología caracteropatía paranoide.

En quienes no presentan lesiones en el tejido cerebral, dichos fenómenos ocurren


con frecuencia como resultado de haber sido criados por personas con una
caracteropatía paranoide, lo cual incluye el terror psicológico que sufrieron durante la
niñez. Pasan luego a asimilar aquel material psicológico para crear estereotipos rígidos
característicos de una experiencia anormal. Esto dificulta el desarrollo normal tanto del
pensamiento como de la visión del mundo, y más tarde los contenidos relegados al
subconsciente tras el terror que sintieron, se transforman en centros permanentes,
funcionales y congestivos.

Ivan Pavlov comprendió todo tipo de estados paranoides similares a este modelo
funcional, si bien ignoraba su principal causa. Aun así, ofreció una descripción gráfica
de las personalidades paranoides y de la facilidad ya mencionada con que estos
individuos dejan súbitamente de atenerse a los hechos y a los procesos adecuados de
pensamiento. Aquellos lectores que están lo suficientemente familiarizados con las
condiciones que prevalecían en la Unión Soviética, extraen otro significado histórico de
su pequeño libro. La intención del autor parece obvia. Pavlov dedicó su trabajo (sin
afirmarlo explícitamente, por supuesto) al modelo principal de la personalidad
paranoide: el líder revolucionario Lenin, a quien conocía muy bien. Como todo buen
psicólogo, Pavlov pronosticó acertadamente que ese dictador no sería objeto de
venganza, ya que la mente paranoide impide la creación de asociaciones egocéntricas.
En efecto, Lenin falleció de muerte natural.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Sin embargo, debería ser incluido dentro de la forma principal y más característica de
la personalidad paranoide, es decir, más probablemente causada por un daño cerebral
diencefálico. Vassily Grossman [81] lo describe de la siguiente manera:

(Véase la nota [82] para una definición del término “astenia”.)

Caracteropatía frontal: Las áreas frontales de la corteza cerebral (10A y B según


la división propuesta por Brodmann) existen únicamente en el ser humano, y están
compuestas por el tejido nervioso filogenéticamente más joven. Su arquitectura celular
es similar a la de las áreas de proyección visual ubicadas en el polo opuesto del
cerebro, y mucho más antiguas. Esto sugiere cierta similitud funcional. He encontrado
un camino relativamente fácil para evaluar esta función psicológica que nos permite
traer una cierta cantidad de elementos imaginarios al campo de nuestra consciencia, y
someterlos a una contemplación interna. La capacidad con la cual se emplea este acto

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

de proyección interna varía ampliamente entre las personas y está estadísticamente


correlacionada con variaciones similares a nivel anatómico en las mismas áreas. La
correlación entre esta capacidad y el nivel general de inteligencia resulta mucho menor.
Tal y como lo describieron algunos investigadores (Luria et al.), las funciones
realizadas por estas áreas, y la aceleración y la coordinación de los procesos de
pensamiento,parecen ser el resultado de esta función básica.

El daño provocado en estas zonas solía ocurrir con frecuencia durante el nacimiento
o poco después de éste, en especial en bebés prematuros, así como en otras épocas
de la vida a raíz de diferentes causas. Gracias al avance en el cuidado médico
proporcionado a mujeres embarazadas y a bebés recién nacidos, se ha reducido de
manera significativa el número de lesiones perinatales en los tejidos cerebrales.
Podemos entonces considerar que el inmenso papel ponerogénico que deriva de los
trastornos de la personalidad causados por este daño, es más bien característico de las
generaciones pasadas y las culturas primitivas.

El daño en estas áreas de la corteza cerebral afecta de manera selectiva las


funciones ya mencionadas, pero no llega a afectar negativamente la memoria, la
capacidad asociativa, o, en particular, las sensaciones y funciones instintivas (por
ejemplo, la habilidad para intuir una situación psicológica). Por tanto, la inteligencia
general de una persona no se reduce de manera significativa. Los niños que presentan
este defecto suelen ser alumnos normales. Las dificultades surgen abruptamente
durante grados académicos superiores, cuando los programas educativos otorgan
mayor peso a dicha función.

Por lo general, el carácter patológico de esas personas posee un componente de


histeria que va desarrollándose con el correr de los años. Las funciones psicológicas
que no han sido dañadas se desarrollan excesivamente con el fin de compensar el
déficit, lo cual significa que predominan las reacciones afectivas e instintivas. Individuos
relativamente vitales se vuelven agresivos, arriesgados y crueles tanto en sus palabras
como en sus actos.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Quienes cuentan con un talento innato para intuir las situaciones psicológicas tienden
a sacar ventaja de este don de una forma egocéntrica y despiadada. En sus procesos
cognitivos, se forma un atajo que evita las funciones dañadas, y que, por ende, los lleva
a pasar directamente de asociaciones a palabras, actos y decisiones que no están
sujetas a ningún tipo de disuasión. Estos individuos interpretan su talento para intuir
situaciones y tomar decisiones simplistas en un segundo como una señal de
superioridad con respecto a las personas normales, que necesitan más tiempo para
reflexionar, que dudan de sí mismas y luchan contra motivaciones conflictivas. No es
necesario meditar de sobremanera para imaginar cuál será el destino de dichos
caracterópatas.

Estos “personajes estalinísticos” trauman y cautivan a los demás, ejerciendo una


influencia que elude fácilmente el control del sentido común. Un gran porcentaje de la
población suele atribuirles poderes especiales, y así sucumbe a sus creencias
egotistas. Si un padre manifiesta un defecto semejante, sin importar cuán pequeño sea,
todos los hijos de la misma familia presentarán anomalías en el desarrollo de la
personalidad.

Tuve la oportunidad de estudiar una generación entera de personas mayores y


educadas, pertenecientes a una misma familia dentro de la cual la hermana mayor (que
había sufrido daños perinatales en los centros frontales) ejercía este tipo de influencia.
Sus cuatro hermanos menores habían estado expuestos a su influencia desde la niñez,
y habían asimilado de manera patológica el material psicológico alterado, incluyendo
los componentes de histeria cada vez más marcados en su hermana. Hasta ya bien
entrados en los sesenta años de edad, mantuvieron una personalidad y una visión del
mundo distorsionadas, además de las características histéricas consecuentes, pero
cuya intensidad disminuía proporcionalmente a la diferencia de edad que existía entre
ellos.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

La selección subconsciente de datos no sólo impedía que esos hombres aceptasen


cualquier comentario crítico acerca del carácter de su hermana, sino que además lo
interpretaban como una ofensa grave al honor de la familia.

Los hermanos aceptaban y creían ciegamente en las ideas delirantes y las quejas
patológicas que su hermana emitía en contra de su marido (quien, en realidad, era una
persona decente) y de su hijo (en quien encontró un chivo expiatorio para vengar sus
propios fracasos). Eso los llevó a participar en un mundo de emociones vengativas, y
veían a su hermana como una persona completamente normal a quien estaban
dispuestos a defender a toda costa, aun cuando aquello requiriera utilizar los métodos
más sucios, y ante cualquier insinuación de que existiera en ella una anormalidad.
Pensaban que las mujeres normales eran insípidas e ingenuas, buenas para nada
excepto para una conquista sexual. Ninguno de los hermanos logró formar una familia
sana ni adquirir siquiera una sabiduría básica acerca de la vida.

El desarrollo de la personalidad de esos hermanos también incluyó muchos otros


factores que dependían de la época y del lugar en que se habían criado: el cambio de
siglo, un padre polaco con un alto grado de patriotismo y una madre alemana que
obedecía a las costumbres contemporáneas aceptando formalmente la nacionalidad de
su marido, pero que aún seguía defendiendo el militarismo y aceptando las costumbres
de la histeria intensificada que había atravesado Europa en esos tiempos. Aquella era
la Europa de los tres emperadores: el esplendor de tres personajes con una inteligencia
limitada, dos de los cuales revelaban características patológicas. El concepto del
“honor” santificaba todo triunfo. Fijar la mirada en alguien por un tiempo prolongado era
pretexto suficiente para que éste lo desafiara a un duelo. Por consiguiente, esos
hermanos crecieron siendo valientes duelistas y estaban cubiertos de cicatrices de
sable, si bien las heridas que ellos mismos provocaban en sus oponentes eran mucho
más frecuentes y graves.

Cuando ciertas personas con una educación humanista analizaron las personalidades
de esa familia, llegaron a la conclusión de que las causas de dichos cambios

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

seguramente residían en la época y las costumbres de aquel entonces. Sin embargo, si


la hermana no hubiese sufrido un daño en el cerebro y el factor patológico no hubiera
existido (hipótesis de exclusión), la personalidad de sus hermanos se habría
desarrollado con mayor normalidad incluso en aquellos tiempos. Se habrían vuelto más
críticos y dispuestos a aceptar los valores de un razonamiento sano y de los contenidos
humanísticos. Habrían fundado mejores familias y recibido consejos más razonables de
esposas que habrían sabido elegir mejor. Y el mal que sembraron en tanta abundancia
no habría existido en absoluto, o bien se habría visto reducido a una escala menor,
condicionado por factores patológicos más distantes.

Algunos análisis comparativos también me llevaron a la conclusión de que Iósif


Vissariónovich Dzhugashvili, más conocido como Stalin, debería ser incluido en la lista
de personas con esta caracteropatía ponerogénica específica, que en su caso se
desarrolló tras un daño perinatal en las áreas prefrontales del cerebro. Abundaron la
literatura y las noticias con respecto a su persona: era cruel, carismático, y hechizante;
tomaba decisiones irrevocables; poseía una rudeza inhumana, una capacidad de
venganza patológica dirigida en contra de cualquiera que se interpusiera en su camino
y una creencia egotista acerca de su propia genialidad, si bien era, de hecho, una
persona de inteligencia promedio. Estas características también explican su
dependencia psicológica hacia un psicópata como Beria [83]. Algunas fotografías
muestran una deformación en su frente, característica de las personas que han sufrido
un daño muy temprano en las áreas anteriormente mencionadas. Su hija describe de la
siguiente manera cómo su padre tomaba decisiones irrevocables:

En el preciso momento en que eliminaba de su corazón a alguien que había conocido


durante muchos años, y en su alma lo etiquetaba como uno de sus “enemigos”, era
imposible hablarle de aquella persona. Nadie podía revertir ese proceso, es decir, tratar
de convencerlo de que ese individuo no era su enemigo, y cualquier intento por lograr
hacerle cambiar de opinión le provocaba un ataque de furia. Tanto Redens como el tío
Pavlusha y A.S. Svanizde fueron incapaces de hacer algo al respecto; lo único que
consiguieron fue que mi padre les retirara su confianza y se desvinculara de ellos. La

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

última vez que los vio, los despidió como a rivales potenciales, como si se tratara de
sus “enemigos”… [84]

~~~

Sabemos lo que significaba que alguien fuese “eliminado de su corazón”, tal y como
lo registra la historia de aquellos tiempos.

Cuando observamos el alcance del mal que Stalin contribuyó a generar, siempre
debemos tener en cuenta su caracteropatía ponerogénica y atribuirle la parte de “culpa”
que le corresponde. Desafortunadamente, aún no se han realizado estudios suficientes
al respecto. Es nuestro deber considerar también muchos otros trastornos patológicos,
ya que desempeñan papeles importantes en este fenómeno macrosocial. Ignorar el
aspecto patológico de estos sucesos, y limitarnos a interpretarlos mediante
consideraciones historiográficas y morales, abre paso a la activación de otros factores
ponerogénicos. Por consiguiente, deberíamos considerar dicho razonamiento no sólo
insuficiente sino también inmoral desde el punto de vista científico.

Caracteropatías inducidas por drogas: En las últimas décadas, la medicina ha


comenzado a emplear drogas con graves efectos secundarios, que atacan el sistema
nervioso generando un daño irreparable. Estas deficiencias, generalmente discretas,
desatan un cambio en la personalidad que, a su vez, produce daños a nivel social. La
estreptomicina [85] ha demostrado ser una droga muy peligrosa. Muchos países han
restringido su uso, mientras otros la han eliminado de su lista de drogas permitidas.

Las drogas citostáticas [86] utilizadas para tratar enfermedades neoplásticas [87]
atacan, a menudo, el tejido filogenéticamente más antiguo del cerebro, que comprende
la mayor parte de nuestro sustrato instintivo y nuestras emociones básicas [88]. Los
pacientes que reciben un tratamiento con estas drogas tienden a perder
progresivamente su diversidad emocional y su capacidad para intuir situaciones
psicológicas. Conservan sus funciones intelectuales, pero se vuelven egocéntricos en

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

una constante búsqueda de halagos, y son fácilmente manipulables por aquellas


personas que saben cómo sacar ventaja de esta condición. Se vuelven indiferentes a
los sentimientos de otras personas y al daño que les provocan; responden con
venganza a cualquier crítica a su persona o a su comportamiento. Este cambio en el
carácter de una persona que hasta hace un tiempo atrás gozaba del respeto de su
comunidad y de su entorno (sentimiento que persiste en la mente humana) se convierte
en un fenómeno patológico que causa, con frecuencia, resultados trágicos.

¿Podría haber sido éste un factor en el caso del rey de Irán? Repito: diagnosticar a
individuos ya fallecidos resulta problemático, y carezco de información detallada al
respecto. Sin embargo, podría ser probable. La génesis de la tragedia actual en Irán
contiene, indudablemente, factores patológicos que desempeñan papeles
ponerológicamente activos [89].

Las toxinas [90] bacterianas, o los virus, podrían causar resultados similares a lo que
se mencionó anteriormente en materia psicológica. En determinadas oportunidades, las
paperas provocan una reacción al cerebro cuyas secuelas son una sutil palidez
emocional y una leve disminución en la eficacidad mental. Se observan fenómenos
similares tras una crisis aguda de difteria. Por último, la poliomielitis ataca el cerebro, a
menudo las células del asta anterior de la médula espinal, zona afectada durante el
curso de esta enfermedad. Quienes han padecido esta enfermedad y presentan una
paresia [91] en las piernas, rara vez manifiestan estos efectos, pero son pocos los
afortunados que tampoco desarrollan esta secuela si sufren de una paresia en el cuello
y/o en los hombros. Además de la palidez afectiva, las personas con estos síntomas
muestran una cierta ingenuidad y una incapacidad para comprender el meollo del
asunto en cualquier situación dada.

Dudo que el presidente F.D. Roosevelt manifestase algunas de estas últimas


características, ya que el ataque de polio que sufrió a los cuarenta años provocó una
paresia en sus piernas. Luego de haberse recuperado, le siguieron muchos años de
actividad creativa. No obstante, es posible que su actitud inocente hacia la política de la

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Unión Soviética durante el último período de su mandato haya tenido un componente


patológico relacionado con aquel deterioro en su salud.

Las anomalías en la personalidad que se desarrollan como resultado de un daño en


el tejido cerebral se comportan como factores ponerogénicos insidiosos. Debido a las
características arriba mencionadas, en especial la ingenuidad y la incapacidad para
comprender el meollo de un asunto, ejercen una influencia que acapara fácilmente la
mente humana, traumatizando nuestra psique, empobreciendo y deformando nuestros
pensamientos y sentimientos, limitando la capacidad de los individuos y de las
sociedades para utilizar el sentido común e interpretar correctamente una situación
psicológica o moral. Esto brinda acceso a la influencia de otros individuos patológicos
que, en la mayoría de los casos, presentan deformaciones psicológicas heredadas.
Una vez que se han introducido en la escena, relegan a los caracterópatas a las
sombras, y continúan con su tarea ponerogénica. Esta es la razón por la cual diferentes
tipos de caracteropatías participan durante los períodos iniciales de la génesis del mal,
tanto en la escala macrosocial como en la individual (en el seno de la familia).

Por consiguiente, un mejor sistema social en el futuro debería proteger a los


individuos y las sociedades, e impedir que aquellos que presentan este tipo de
trastornos o determinadas características que trataremos a continuación, desempeñen
cargos sociales en los que el destino de otras personas dependa de su
comportamiento. Por supuesto, esto se aplica en primer lugar a las puestos
gubernamentales más elevados. Estas cuestiones deberían estar en manos de una
institución apropiada constituida por personas que gocen de una buena reputación
gracias a su grado de sabiduría, y de un entrenamiento psicológico y médico.

Es más fácil detectar las características de las lesiones en el tejido cerebral y las
transformaciones resultantes en la personalidad, que determinadas anomalías
heredadas. Por tanto, resulta eficaz, y aún más sencillo en la práctica, dominar y frenar
los procesos ponerogénicos eliminando estos factores del proceso de síntesis del mal
durante las primeras fases de esta génesis.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

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Trastornos heredados

La ciencia ya protege a las sociedades de los efectos de algunas anomalías


psicológicas que acompañan ciertas debilidades psicológicas. Se conoce muy bien el
rol trágico que desempeñó la hemofilia hereditaria entre los miembros de la realeza
europea. Ciudadanos responsables de los países en los que aún sobrevive el sistema
monárquico, intentan impedir que las mujeres portadoras del gen correspondiente se
conviertan en la futura reina. Cualquier sociedad que se preocupe tanto acerca de
aquellos individuos con una insuficiencia en la coagulación de la sangre, o que
manifiestan cualquier patología grave y potencialmente mortal, se opondría
manifiestamente si un hombre con estos síntomas fuese elegido para ocupar un cargo
importante que implicase una gran responsabilidad hacia muchas otras personas. Este
modelo de comportamiento debería aplicarse a muchas otras patologías, inclusive a las
anomalías psicológicas heredadas.

Hoy en día se prohíbe a las personas daltónicas (que no pueden diferenciar el color
rojo y el verde del gris) que ejerzan profesiones en las que esta anomalía podría
provocar una tragedia. Sabemos que, a menudo, estos casos también traen aparejada
una disminución en la experiencia estética, en las emociones y en el sentimiento de
unión con quienes son capaces de percibir los colores con normalidad. Por tanto, los
psicólogos que trabajan en la industria son cautelosos a la hora de asignar a daltónicos
tareas que presupongan un sentido autónomo de responsabilidad, ya que de éste
depende la seguridad de los demás trabajadores.

Hace un tiempo atrás se descubrió que estas anomalías (la hemofilia y el daltonismo)
se heredan a través de un gen localizado en el cromosoma X, y no resulta difícil
rastrear su transmisión a través de las generaciones. Los genetistas han estudiado la
herencia de muchas otras características del organismo humano, pero no se ha
prestado demasiada atención a las anomalías que nos interesan en el presente trabajo.
Muchas características de la personalidad humana tienen una base hereditaria en los
genes ubicados en el mismo cromosoma X, si bien esto no constituye la regla. Algo

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

similar podría aplicarse a la mayoría de las anomalías psicológicas que describiremos a


continuación.

Recientemente, se ha progresado bastante en la comprensión de una serie de


anomalías cromosómicas, producto de la división defectuosa de las células
reproductoras, así como de sus síntomas psicológicos fenotípicos. [92] Esto nos
permite lanzar un estudio acerca del papel ponerogénico que desempeñan dichas
anomalías, para luego presentar conclusiones teóricas valiosas, algo que, de hecho, ya
se está llevando a cabo. Sin embargo, en la práctica la mayoría de las anomalías
cromosómicas no se transmiten a la generación siguiente. Además, los portadores de
este tipo de anomalías constituyen una pequeña porción de la población y poseen una
inteligencia global menor que la del promedio social, de manera que su rol ponerológico
es aún inferior a su distribución estadística. La mayoría de los problemas son
provocados por el cariotipo [93] XYY [94], que produce hombres altos, fuertes y
emocionalmente violentos, con una inclinación a chocarse con la ley. Estos han dado
lugar a exámenes y discusiones, pero el papel que desempeñan dentro del nivel que
aquí estudiamos es también muy pequeño.

Mucho más numerosos son aquellos trastornos psicológicos que cumplen un rol más
importante como factores patológicos en los procesos ponerogénicos, y que se
transmiten, en su mayoría, por herencia normal. Sin embargo, esta área particular de la
genética se enfrenta con una gran cantidad de dificultades relacionadas con la biología
y la psicología a la hora de reconocer estos fenómenos. Los científicos que estudian la
psicopatología de estas personas carecen de criterios biológicos de aislamiento,
mientras que los biólogos no poseen una diferenciación psicológica adecuada de
dichos fenómenos que les permita estudiar el mecanismo hereditario y algunas otras
propiedades.

Durante la segunda mitad de la década de los sesenta, época en que se realizaron la


mayoría de las observaciones en las que está basado este libro, aún no existían o no
estaban disponibles las obras de muchos de los investigadores que expusieron varios

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

de los temas que aquí tratamos. Los científicos que estudiaron los fenómenos que he
de describir a continuación intentaron vislumbrar respuestas dentro de un matorral de
síntomas, basados en estudios previos y en sus propios esfuerzos. La comprensión de
la esencia de algunas de estas anomalías hereditarias, así como de su rol
ponerogénico, demostró ser un requisito necesario para alcanzar la meta principal. Se
obtuvieron resultados que sirvieron de base a reflexiones más profundas. A fin de
proporcionar una vista amplia del tema, y dado que el modo en que se elaboró también
aporta ciertos valores teóricos, he tomado la decisión de continuar empleando la
metodología que emergió tanto de mi trabajo como del de otros científicos de aquella
época, para describir aquellas anomalías.

Numerosos científicos que trabajaron durante la era prolífera anteriormente


mencionada, y aquellos que más tarde continuaron la tarea (R. Jenkins, H. Cleckley,
S.K. Ehrlich, K.C. Gray, H.C. Hutchison, F. Kraupl Taylor y otros), ofrecieron una visión
más estereoscópica del problema. Dichos investigadores eran médicos clínicos, y
volcaron su atención en los casos más demostrativos que desempeñan un papel
menor en los procesos de la génesis del mal , de acuerdo con la regla general de
ponerología que ya he mencionado. Por lo tanto, necesitamos diferenciar estos estados
análogos pero menos intensos o con una menor deficiencia psicológica. Resultan de
igual valor para la ponerología aquellas cuestiones relacionadas con la naturaleza de
los fenómenos que aquí tratamos, lo cual nos permitirá diferenciar la esencia de los
mismos y analizar el rol que cumplen como factores patológicos en la génesis del mal.

Esquizoidía: La esquizoidía, o psicopatía esquizoide, fue distinguida por unos


de los primeros creadores de la psiquiatría moderna [95]. Desde el comienzo, se la
trató como una forma más leve del mismo tinte hereditario que causa la susceptibilidad
a la esquizofrenia. Sin embargo, no se logró negar ni confirmar esta conexión con la
ayuda de un análisis estadístico. Tampoco se encontró ningún examen biológico capaz
de resolver el dilema. Por razones prácticas, no haremos referencia a esta relación
tradicionalmente aceptada al hablar de esquizoidía.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

La literatura nos ofrece descripciones de las diversas variedades de esta anomalía,


cuya existencia puede ser atribuida ya sea a cambios en el factor genético, o a
diferencias en otras características individuales de naturaleza no patológica.
Realicemos entonces un esquema de las características más comunes de estas
subespecies:

Los portadores de esta anomalía son hipersensibles y desconfiados, mientras que al


mismo tiempo, prestan muy poca atención a los sentimientos de los demás. Tienden a
adoptar posturas extremas y están ansiosos por tomar represalias ante agravios
menores. A veces son excéntricos y de comportamiento extraño. Su escaso sentido de
la situación psicológica y de la realidad los lleva a atribuir interpretaciones erróneas y
peyorativas a las intenciones de los demás. Se involucran con facilidad en actividades
ostensiblemente morales, pero que en realidad infligen un daño sobre ellos mismos y
sobre otras personas. Su empobrecida visión psicológica del mundo los vuelve, por lo
general, pesimistas con respecto a la naturaleza humana. Con frecuencia encontramos
en sus declaraciones orales o escritas expresiones que reflejan sus actitudes
características: “La naturaleza humana es tan malvada que la única forma de preservar
el orden social es a través de una autoridad fuerte creada por personas muy
competentes, en nombre de una idea mayor.” Llamemos “declaración esquizoide” a
esta clase de expresión típica.

En efecto, la naturaleza humana tiende hacia la maldad, en especial cuando los


esquizoides amargan la vida a los demás. Sin embargo, cuando se ven envueltos en
situaciones de estrés agudo, las deficiencias que padecen hacen que se desmoronen
fácilmente. Su capacidad para reflexionar se ve característicamente frenada, y los
esquizoides caen, con frecuencia, en estados psicóticos reactivos de apariencia tan
similar a la esquizofrenia que llevan a elaborar diagnósticos equivocados.

El denominador común en las variedades de esta anomalía es una palidez emocional


y una falta de percepción de las realidades psicológicas, un factor esencial en la
inteligencia básica. Podemos atribuir dichas carencias a una calidad incompleta del

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

sustrato instintivo, que parece actuar como si hubiera sido construido sobre arenas
movedizas. El hecho de sentir poca presión emocional les permite desarrollar un
razonamiento especulativo adecuado y de gran utilidad a la hora de realizar actividades
no humanísticas. Pero debido a su alto grado de parcialidad, tienden a creer que son
intelectualmente superiores a las personas “comunes”.

La frecuencia cuantitativa de esta anomalía varía entre las razas y las naciones: es
baja entre la gente de raza negra, pero su concentración más alta se halla entre los
judíos. Las estimaciones de esta frecuencia varían desde un nivel insignificante hasta
por encima del 3%. En Polonia, se podría estimar que conforma el 0,7% de la
población. Mis observaciones sugieren que esta anomalía es autosómicamente
hereditaria [96].

Debemos evaluar la actividad ponerogénica del esquizoide según dos aspectos


diferentes: en círculos reducidos, los individuos que presentan esta anomalía causan
problemas a sus familias, se convierten fácilmente en herramientas de conspiración en
manos de personas inteligentes e inescrupulosas, y suelen criar de modo mediocre a
sus hijos. Su tendencia a percibir la realidad humana de una manera doctrinaria y
simplista (es decir, basada en un pensamiento “blanco o negro”), que ellos consideran
“adecuada”, trae malos resultados, sin bien sus intenciones suelen ser buenas. Sin
embargo, el papel ponerogénico que los esquizoides desempeñan puede tener
diversas implicancias macrosociales si la actitud que adoptan hacia la realidad humana
y su tendencia a inventar grandes doctrinas pasan a ser plasmadas en papel y
reproducidas en grandes cantidades de ejemplares.

A pesar del déficit característico de estas personas, aun cuando pronuncian


abiertamente y por escrito “declaraciones esquizoides”, los lectores no se dan cuenta
de aquello que compone el carácter de los autores. Al ignorar la verdadera condición
del emisor, dichos lectores desinformados interpretan esas obras proyectando en ellas
su propia naturaleza. La mente de las personas normales tiende a realizar una

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

interpretación correctiva al hacer uso de su propia visión psicológica del mundo, más
rica que la de los esquizoides.

Al mismo tiempo, muchos otros lectores rechazan aquellas obras de manera crítica y
con indignación moral, pero sin ser conscientes de la razón específica de este rechazo.

Un análisis del papel que cumplieron las obras de Karl Marx revela fácilmente todos
los tipos de apercepción [97] ya mencionados, así como las reacciones sociales que
causaron animosidad entre grandes grupos de personas.

Al leer cualquiera de estas obras que generan una división inquietante en la


población, debemos examinarlas cuidadosamente en busca de cualquiera de estas
deficiencias características, o incluso de una declaración esquizoide explícitamente
formulada. Ese proceso nos permitirá distanciarnos lo suficiente de los contenidos y
nos ayudará a extraer con mayor facilidad los elementos potencialmente valiosos que
se hallen dentro del material doctrinario. Si esta tarea es realizada por dos o más
personas que representan interpretaciones ampliamente divergentes, sus métodos de
percepción se acercarán, y de ese modo se disiparán las diferencias. Podría intentarse
llevar a cabo un proyecto por el estilo a modo de experimento psicológico, y con el
propósito de obtener una higiene mental adecuada.

Psicopatía esencial: [98] Dentro del marco de las suposiciones arriba


mencionadas, propongo ahora que caractericemos otra anomalía hereditaria cuyo
papel en los procesos ponerogénicos a cualquier escala social parece ser
excepcionalmente importante. Debemos también resaltar que los investigadores
interesados en la escala macrosocial de la génesis del mal y dentro de los cuales me
incluyo, sentimos una necesidad urgente y profunda de aislar este fenómeno y de
examinarlo en detalle, ya que fuimos sus testigos directos. Estoy en deuda con
Kazimierz Dabrowski [99] por haber denominado esta anomalía “psicopatía esencial”.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Biológicamente, este fenómeno es similar al daltonismo, pero ocurre con una


frecuencia diez veces menor (apenas por encima del 0,5%) [100] y, a diferencia de
éste, afecta a ambos sexos. La intensidad de su alcance también varía entre un
nivel apenas perceptible para un observador experimentado y una

deficiencia patológica evidente.

Al igual que el daltonismo, esta anomalía representa un déficit en la transformación


de un estímulo, si bien en lugar de ocurrir a nivel sensorial, sucede en el plano instintivo
[101]. Los psiquiatras de la vieja escuela solían denominar a estos individuos
“daltónicos a sentimientos humanos y valores sociales y morales”.

El cuadro psicológico muestra claras deficiencias únicamente en los hombres,


mientras que suele ser más tenue en las mujeres, como si se tratase del efecto
provocado por un segundo alelo [102] normal. Esto sugiere que la anomalía también se
hereda a través del cromosoma X, pero mediante un gen semi-dominante. Sin
embargo, no he logrado confirmar esta hipótesis al excluir la posibilidad de una
herencia de padre a hijo.

El análisis de la manera diferente en que estas personas demuestran adquirir


experiencias, nos llevó a concluir que su sustrato instintivo también es
defectuoso, ya que presenta ciertas lagunas y carece de respuestas sintónicas [103]
naturales, comunes entre los miembros de la especie Homo Sapiens [104]. El instinto
humano es nuestro primer maestro; nos acompaña en todo lugar y momento en el
transcurso de nuestra vida. Es en este sustrato instintivo defectuoso que se desarrollan
las deficiencias en las emociones superiores, y se deforman y empobrecen los
conceptos psicológicos, morales y sociales en relación con estas lagunas.

Nuestro mundo natural de conceptos —basado en los instintos específicos a nuestra


especie, como lo describí en el capítulo precedente— es percibido por los psicópatas
como una convención prácticamente incomprensible que no se justifica en absoluto

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

según su propia experiencia psicológica. Ellos creen que las costumbres y los
principios que definen un comportamiento decente son una regla ajena, creada e
impuesta por alguien externo (“probablemente sacerdotes”), y opinan que es estúpida,
costosa, y en algunos casos incluso ridícula. Sin embargo, al mismo tiempo perciben
con facilidad las deficiencias y debilidades de nuestro lenguaje natural de conceptos
psicológicos y morales, de una manera que podría hacernos recordar la actitud de un
psicólogo contemporáneo, excepto que en este caso es caricaturesco.

La inteligencia promedio de los psicópatas es menor que la de una persona normal,


en especial si se la mide a través de las pruebas comúnmente empleadas, si bien
también existen diferencias entre ellos a este nivel. Aun así, a pesar de la amplia
variedad en su grado de inteligencia y en sus intereses, este grupo no contiene
ejemplos de personas con una inteligencia superior, ni con talentos técnicos o
manuales. Por lo tanto, los miembros más dotados pueden llegar a ser exitosos en
aquellas ciencias que no requieren un punto de vista humanístico o habilidades
prácticas. (Su decencia académica es otra historia.) Cada vez que intentamos construir
pruebas especiales para medir la “sabiduría sobre la vida” o “la imaginación socio-
moral”, y aun si tomamos en cuenta las dificultades que presenta la evaluación
psicométrica, los individuos de esta clase muestran una deficiencia desproporcionada
en comparación con su coeficiente intelectual individual.

A pesar de que su conocimiento psicológico y moral presenta graves deficiencias si


se lo compara con lo que suele ser normal, desarrollan y tienen a disposición un
conocimiento propio, algo de lo que carecen las personas con una visión natural del
mundo. Desde la niñez, aprenden a reconocerse mutuamente dentro de una
multitud, y desarrollan un conocimiento acerca de la existencia de otros

individuos similares a ellos. También se vuelven conscientes de que son diferentes


de quienes los rodean. Nos observan con cierta distancia, como si fuéramos una
variedad para-específica. Las reacciones humanas naturales —que a menudo no
llaman la atención a las personas normales, ya que las consideran evidentes— son
percibidas por los psicópatas como algo extraño, interesante y hasta cómico. Por ende,

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

nos observan y sacan conclusiones, formando su propio mundo de conceptos, diferente


del nuestro. Se convierten en expertos de nuestras flaquezas, y a veces llevan a cabo
experimentos crueles. No sienten culpa por el sufrimiento y la injusticia que provocan,
ya que ven las reacciones de otras personas como el mero resultado de su diferencia
intrínseca, y estiman que éstas se aplican únicamente a “los otros”, que ellos perciben
como si se tratara de seres de una especie algo distinta. Ni una persona normal ni
nuestra visión natural del mundo pueden percibir completamente o evaluar
adecuadamente la existencia de este mundo de conceptos diferentes.

Quien investigue estos fenómenos podrá vislumbrar el conocimiento deformado en


los psicópatas a través de estudios a largo plazo sobre su personalidad, y lo utilizará
con cierta dificultad, como si se tratara de una lengua extranjera. Como veremos a
continuación, estas habilidades prácticas se difunden bastante en las naciones que
adolecen de este fenómeno patológico macrosocial, y dentro de las cuales dicha
anomalía desempeña un papel inspirador.

Una persona normal puede adquirir cierto dominio del lenguaje conceptual de los
psicópatas, pero estos últimos nunca son capaces de incorporar la visión del mundo de
una persona normal, si bien suelen pasar toda la vida intentándolo. El resultado de sus
esfuerzos es sólo una actuación y una máscara detrás de la cual ocultan su realidad
trastornada.

Otro mito que los ayuda a desempeñar un papel correspondiente es la idea de que
los psicópatas poseen una mente brillante y que son genios en materia de psicología
(lo cual contiene cierto grado de verdad, pero sólo si nos referimos al “conocimiento
psicológico especial” que el psicópata adquiere con respecto a las personas normales).
Algunos psicópatas realmente creen que ese es el caso, e intentan hacer que los
demás también se convenzan de ello.

Al hablar de la máscara de normalidad psicológica que utilizan estos individuos (y en


menor grado, otros con trastornos similares), cabe mencionar el libro The Mask of

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Sanity (“La máscara de la cordura”) escrito por Hervey Cleckley, quien basó sus
reflexiones en este fenómeno. He aquí un fragmento:

Recordemos que este comportamiento típico [del psicópata] destruye lo que parecen
ser sus propias metas. ¿No es acaso el mismo psicópata quien resulta ser el más
engañado por su supuesta normalidad? A pesar de burlarse deliberadamente de los
demás y de ser consciente de sus mentiras, parece ser incapaz de distinguir
adecuadamente entre sus propias pseudo-intenciones, sus pseudo-

remordimientos, su pseudo-amor, etcétera, y las respuestas genuinas de una


persona normal. Su monumental falta de introspección demuestra cuán poco
comprende el psicópata la naturaleza de su trastorno. Creo que, a menudo, la sorpresa
que siente cuando los demás no aceptan inmediatamente su “palabra de honor”, es
genuina. Su experiencia subjetiva se encuentra tan desprovista de emociones
profundas, que el psicópata adquiere una ignorancia invencible en cuanto a lo que la
vida significa para los demás.

Tiene un conocimiento teórico tan pobre acerca de la otra cara de la hipocresía, que
uno llega a cuestionarse si verdaderamente es apropiado afirmar que es hipócrita,
según nosotros entendemos el concepto. Dado que poco sabe medir sus actos, ¿es
correcto afirmar que es consciente de la naturaleza de su conducta, y de la calidad de
las atrocidades que inflige sobre los demás? Imaginemos a un niño que no posee
ningún recuerdo de dolor agudo que le haya causado impresión. Su madre puede
decirle que está mal cortarle la cola a un perro. Aun tras esta advertencia, el niño
puede decidir hacerlo de todas maneras. Decir que no es tan consciente de lo que hizo
como lo estaría un adulto que también realiza ese acto utilizando un cuchillo, a
sabiendas de la agonía física que eso significa, no implica necesariamente que
absolvamos al niño de su responsabilidad. ¿Puede una persona experimentar los
niveles más profundos de dolor sin conocer verdaderamente la felicidad? ¿Puede
acaso el niño concretizar una intención malvada en todo su sentido, sin tener un

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

conocimiento verdadero de lo opuesto al mal? Carezco de una respuesta definitiva a


estas preguntas. [105]

Todos los investigadores que se dedican al estudio de la psicopatía subrayan


principalmente tres cualidades con respecto a esta variedad más típica: la ausencia de
sentimiento de culpa tras haber cometido actos antisociales, la incapacidad de amar
verdaderamente, y su tendencia a la charlatanería, que les permite desviarse de la
realidad con facilidad. [106]

Un paciente neurótico es generalmente taciturno y tiene dificultades para explicar lo


que más le duele. Un psicólogo debe saber cómo superar estos obstáculos actuando
sin herir al paciente. Los neuróticos tienden a sentir una culpa excesiva por acciones
fáciles de perdonar. Esos pacientes son capaces de amar en forma honesta y
duradera, si bien les cuesta expresarlo o lograr hacer realidad sus sueños. El
comportamiento de un psicópata es diametralmente opuesto a dichos fenómenos y
dificultades.

En cuando a una primera sesión de psicoterapia con un psicópata, podemos decir


que se caracteriza por ser una conversación que fluye con la misma facilidad con la
que se evita tocar problemas verdaderamente importantes, si el terapeuta no se siente
cómodo frente a su interlocutor. El tren de pensamiento del psicópata también elude
temas abstractos sobre los sentimientos y los valores humanos, cuya representación
figura por la ausencia en su visión del mundo. A menos que, claro, esté buscando
engañar deliberadamente, en cuyo caso utilizará palabras “emotivas” en abundancia y
cuidadosamente seleccionadas, lo cual revela que no comprende dichos términos de la
misma manera que lo hace una persona normal. Entonces sentimos que estamos
tratando con una imitación de los patrones de pensamiento de personas normales,
detrás de la cual algo más es, en realidad, “normal”. Desde el punto de vista lógico, el
fluir del pensamiento es visiblemente correcto, aunque se aleje quizás de los criterios
comúnmente aceptados. Sin embargo, un análisis formal más detallado pone en
evidencia el uso de muchos paralogismos [107] sugestivos.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Los individuos que presentan psicopatías como a las que nos referimos en este libro,
prácticamente no conocen las emociones duraderas como el amor hacia otra persona,
en particular hacia su esposo o esposa; según ellos, ese sentimiento forma parte de un
cuento de hadas del “otro” mundo humano. Para el psicópata, el amor es un fenómeno
efímero cuyo único objetivo consiste en la aventura sexual. Muchos “Don Juanes”
psicópatas son capaces de desempeñar el papel de amantes lo suficientemente bien
para que sus parejas los acepten de buena fe. Luego de contraer el matrimonio, los
sentimientos que en realidad nunca existieron son remplazados por el egoísmo [108], el
egotismo [109] y el hedonismo [110]. La religión, que enseña el amor al prójimo,
también forma parte de un cuento de hadas similar que sólo sirve para los niños o para
los “otros”, diferentes a ellos.

Uno podría suponer que se sienten culpables como consecuencia de sus actos
antisociales. Sin embargo, su falta de culpa es el resultado de todas las deficiencias
que ya hemos mencionado. [111] El mundo de las personas normales a quienes dañan
les resulta incomprensible y hostil. Para el psicópata, la vida consiste en alcanzar
aquello que le atrae en el momento, situaciones de placer y sensaciones temporarias
de poder. A menudo se topan con el fracaso en su camino, así como con la fuerza y la
condena moral por parte de la sociedad de esas otras personas incomprensibles.

En su libro Psychopathy and Delinquency (“Psicopatía y delincuencia”), W. y J.


McCord afirman lo siguiente al respecto:

El psicópata siente sólo un poco de culpa, si es que acaso la siente. Puede cometer
los actos más terribles, y aun así estar libre de todo remordimiento. El psicópata tiene
una capacidad retorcida para amar. Sus relaciones amorosas, cuando existen, son
frágiles, breves, y están diseñadas para satisfacer únicamente sus propios deseos.
Estas dos características, la falta de culpa y el desamor, dejan en evidencia que el
psicópata es diferente del resto de las personas. [112]

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El problema de la responsabilidad jurídica y moral de un psicópata permanece abierto


a debate y está sujeto a diferentes soluciones (con frecuencia sumarias o teñidas por
emociones) en diferentes países y circunstancias. Sigue siendo un tema de discusión
cuya solución no parece posible dentro del marco de los principios del pensamiento
jurídico reconocidos hasta la fecha.

Otras psicopatías: Los casos de psicopatía esencial parecen ser lo suficientemente


similares entre sí como para ser clasificados como cualitativamente homogéneos. Sin
embargo, también podemos incluir dentro de las categorías psicopáticas una cantidad
bastante indeterminada de anomalías con un sustrato hereditario, cuyos síntomas se
aproximan a este fenómeno más típico.

Además nos topamos con individuos que poseen una tendencia a comportarse de
manera dañina con otras personas, pero en quienes los exámenes no indican la
presencia de ningún daño existente en el tejido cerebral y la anamnesis [113] no
muestra que hayan sufrido experiencias anormales en su niñez que puedan explicar
esta conducta. El hecho de que estos casos sean reiterativos dentro de una misma
familia podría sugerir la existencia de un sustrato hereditario, pero también debemos
tener en cuenta la posibilidad de que hayan existido factores dañinos durante el estadio
fetal. Esta es un área de la medicina y de la psicología que requiere mayores estudios,
ya que aún queda mucho más por aprender que lo que ya sabemos concretamente.

Estas personas también intentan enmascarar su mundo de experiencias diferente del


de los demás, y tratan de fingir en mayor o menor grado ser personas normales, si bien
aquí ya no se trata de la típica “máscara de Cleckley”. Algunos se distinguen
claramente por cómo demuestran su carácter extraño. Participan en la génesis del mal
de diferentes maneras, ya sea colaborando abiertamente con ésta, o en menor medida
cuando han logrado adaptarse a formas adecuadas de vida. Cuantitativamente
hablando, es posible estimar rápidamente que estos fenómenos psicopáticos y
relacionados son dos o tres veces más frecuentes que el número de casos de
psicopatía esencial, es decir, están presentes en menos del 2% de la población.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

A este tipo de personas les resulta más fácil adecuarse a la vida social. En una
minoría de casos en particular, se adaptan a las exigencias de la sociedad de las
personas normales sacando provecho del conocimiento de las artes y de otras áreas
con tradiciones similares que estas últimas poseen. Su creatividad literaria es, a
menudo, perturbadora si se la analiza desde una perspectiva ideológica. Insinúan en
sus textos que su mundo de conceptos y experiencias es obvio, si bien también
contiene deformidades características.

Entre estas patologías, la más frecuente y conocida desde hace más tiempo es
la psicopatía asténica [114] que se manifiesta en diferentes grados de

intensidad, desde lo apenas perceptible hasta una deficiencia patológica

evidente.

En estas personas, asténicas e hipersensibles, el déficit en el sentimiento moral y en


la habilidad para presentir una situación psicológica no es tan visible como en los
psicópatas esenciales. Son un tanto idealistas y tienden a sentir un remordimiento de
culpa superficial como resultado de su mal comportamiento.

En promedio, son menos inteligentes que las personas normales y su mente evita
razonar con consistencia y precisión. Su visión psicológica del mundo está claramente
distorsionada, razón por la cual no debemos nunca confiar en sus opiniones. Una
suerte de máscara oculta el mundo de sus aspiraciones personales, que no
concuerdan con lo que realmente son capaces de lograr. Se comportan de manera
civilizada, e incluso amigable, con aquellas personas normales que no notan sus
defectos; pero se muestran hostiles y agresivas desde el principio con quienes poseen
un talento para la psicología o demuestran albergar conocimiento en esa área.

El psicópata asténico siente relativamente menos impulsos sexuales. Por tanto, está
más dispuesto a aceptar el celibato. Esto explica por qué algunos monjes y sacerdotes
católicos representan casos menores de esta anomalía. Son ellos quienes bien pueden

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

haber inspirado la actitud tradicional de oponerse a la psicología en el pensamiento de


la Iglesia.

En los casos más agudos, estos psicópatas se oponen con mayor brutalidad a la
psicología, y desprecian a las personas normales. Tienden a participar activamente en
los procesos de la génesis del mal a gran escala. Sus sueños se componen de un tipo
de idealismo similar al que poseen las personas normales. Desearían reformar el
mundo a su gusto, pero son incapaces de predecir implicaciones y resultados a largo
plazo. Sus ideas trastornadas pueden influir a rebeldes inocentes o a personas que
hayan sufrido injusticias, quienes quizás perciban la iniquidad social ya existente como
una justificación para adoptar una visión radical del mundo y asimilar dichas visiones
patológicas.

El siguiente esquema es un ejemplo del patrón de pensamiento de una persona que


manifiesta un caso típico de psicopatía asténica aguda:

Esas palabras fueron escritas en la cárcel, el 15 de diciembre de 1913, por Felix


Dzerzhinsky, un descendiente de la aristocracia polaca que poco tiempo más tarde
crearía la Cherezvichayka [115] en la Unión Soviética, y se convertiría en el idealista
más fanático entre aquellos asesinos más famosos. Las psicopatías surgen en todas
las naciones. [116]

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Si algún día “las condiciones cambian” y “el mal deja de reinar”, será gracias a que el
progreso en el estudio de los fenómenos patológicos y de su papel ponerogénico habrá
permitido a las sociedades aceptar en forma serena la existencia de estos fenómenos,
y comprenderlos como categorías de la naturaleza. En ese caso, la visión de una
nueva estructura social justa podrá volverse realidad, bajo el dominio de personas
normales. Tras habernos reconciliado nosotros mismos con el hecho de que esas
personas son diferentes y poseen una capacidad limitada para adaptarse a la sociedad,
debemos crear un sistema que les ofrezca protección permanente dentro del marco de
la razón y del conocimiento adecuado; un sistema que convertirá parcialmente sus
sueños en realidad.

Para nuestros propósitos, también nos corresponde señalar personalidades con


características patológicas que fueron aisladas hace relativamente bastante tiempo por
Edward Brzezicki [117], y luego aceptadas por Ernst Kretshmer [118] como una
característica de la Europa oriental en particular. Los esquirtoides [119] son individuos
enérgicos, egoístas e insensibles a las críticas. Se convierten en buenos soldados
debido a su resistencia física y psicológica. Sin embargo, en tiempos de paz son
incapaces de comprender los problemas más sutiles de la vida, o de criar a sus hijos de
manera prudente. Son felices en situaciones primitivas; un ambiente cómodo les
provoca histeria con facilidad. Son rígidamente conservadores en todas las áreas y
apoyan gobiernos de mano dura.

Kretschmer opinaba que esta anomalía era un fenómeno biodinámico, producto de la


mezcla genética de dos grupos étnicos ampliamente diferentes, lo cual es frecuente en
aquellas áreas de Europa. Si así fuera, Estados Unidos debería estar lleno de
esquirtoides, una hipótesis que merece ser estudiada. Podemos asumir que el

esquirtoidismo se hereda normalmente, es decir, que no está relacionado con los


genes sexuales. Deberíamos tener en cuenta esta anomalía si deseamos comprender
la historia de Rusia, así como la de Polonia, en menor medida.

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También surge otra pregunta interesante: ¿qué clase de personas son los llamados
“asesinos a sueldo”, contratados por diferentes grupos, que tan rápida y fácilmente
utilizan armas como medio de lucha política? Se ofrecen como especialistas
entrenados para cumplir órdenes sin hacer preguntas; ningún sentimiento humano
interfiere con sus planes siniestros. Indudablemente no son personas normales, pero
ninguno de los trastornos ya descritos llega a describirlos perfectamente. En
reglas generales,los psicópatas esenciales son charlatanes e incapaces de realizar una
actividad tan cuidadosamente planeada.

Quizás debemos asumir que este tipo de psicopatía es el producto de una


combinación genética de rasgos tenues de diferentes trastornos. Aun si aceptamos la
probabilidad estadística de la incidencia de esos híbridos teniendo en cuenta los datos
cuantitativos, deberían representar un fenómeno extremadamente raro. Sin embargo, la
psicología de selección de una pareja sexual produce pares que bilateralmente
representan diferentes anomalías. Por tanto, los portadores de dos o hasta tres
factores menores de trastorno deberían ser más frecuentes. Podríamos imaginar
entonces que un “asesino a sueldo” es portador de rasgos esquizoides en combinación
con algunas otras psicopatías, por ejemplo la psicopatía esencial o el esquirtoidismo.
Las instancias más frecuentes de estos híbridos componen una gran parte del grupo
social que presenta factores patológicos hereditarios.

Los grupos mencionados anteriormente son ejemplos seleccionados de los factores


patológicos que participan en los procesos ponerogénicos. La literatura creciente en
esta área ofrece a los lectores interesados una mayor variedad de información y de
descripciones vivas de estos fenómenos. Sin embargo, el estado actual del
conocimiento en este campo aún no es suficiente para generar soluciones prácticas a
muchos de los problemas que enfrentan los seres humanos, en especial en el plano
individual y familiar. Para ese fin, es necesario realizar estudios sobre la naturaleza
biológica de estos fenómenos.

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Deseo advertir a aquellos lectores que carecen de conocimiento y de experiencia


propia en esta área que no se dejen sobrellevar por la impresión de que el mundo que
los rodea está dominado por individuos con trastornos patológicos (ya sea los aquí
descritos o no), porque ese no es el caso. El gráfico circular que comparto
seguidamente es una aproximación de la presencia de individuos con diferentes
anomalías psicológicas dentro de la sociedad.

He aquí una proporción aproximada de la incidencia de los fenómenos patológicos ya


descritos

Debemos subrayar que los individuos trastornados conforman una minoría, lo cual
cobra mayor relevancia en vista de las teorías que han surgido sobre el rol
excepcionalmente creativo que supuestamente desempeñan los individuos anormales,
o incluso la manera en que se ha equiparado la genialidad humana con la psicología de
la anormalidad. La unilateralidad de estas teorías parece deberse a personas que
buscaban justificar sus propias personalidades mediante dicha visión del mundo. Pero
cualitativamente, los pensadores, científicos y artistas sobresalientes también han sido
especímenes de la normalidad psicológica.

Después de todo, las personas psicológicamente normales constituyen la gran


mayoría y la base real de la vida social en cada comunidad. Según la ley natural, deben
ser ellas quienes marquen el ritmo, y la ley moral deriva de su naturaleza. El poder
debería estar en manos de personas normales. Un ponerólogo simplemente pide que
se eduque apropiadamente a esa autoridad para que comprenda a aquellas personas
“menos normales”, y que la ley se base en dicha comprensión.

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La composición cualitativa y cuantitativa de esta fracción biopsicológicamente


deficiente de la población varía indudablemente según las épocas y lugares en nuestro
planeta. Puede estar representada por un porcentaje de un solo dígito en algunas
naciones, y de dos dígitos en otras. Dicha estructura cualitativa y cuantitativa influye en
todo el clima psicológico y moral del país en cuestión, razón por la cual este problema
debería ser encarado con seriedad. No obstante, nos corresponde también hacer notar
que la evidencia sugiere que los sueños de poder, a menudo presentes en estos
círculos, no siempre se han concretizado por completo en países donde ese porcentaje
ha sido alto, ya que también fueron decisivas otras circunstancias históricas.

En cualquier sociedad de este mundo, los psicópatas y aquellos que manifiestan otros
tipos de trastornos crean una red ponerogénicamente activa de conspiraciones en
común, parcialmente aislada de la comunidad de personas normales. El papel
inspirador que desempeña la psicopatía esencial en esta red parece ser un fenómeno
muy frecuente. A medida que adquieren experiencia y que se familiarizan con las
diferentes formas de luchar por sus metas, los psicópatas son conscientes de que son
diferentes. Su mundo conceptual se divide eternamente entre “nosotros y ellos”. Es
decir, por un lado, su pequeño mundo, con sus propias leyes y costumbres, y por el
otro, aquel mundo extraño de personas normales, que según ellos está lleno de ideas y
costumbres presuntuosas en base a las cuales se les condena moralmente. Su sentido
del honor los desafía a engañar y a vilipendiar aquel otro mundo humano y sus valores
cada vez que se les presenta la oportunidad de hacerlo. Contrariamente a las
costumbres de las personas normales, ellos sienten que no respetar una promesa es
un comportamiento adecuado.

Uno de los aspectos más espeluznantes con el que deben lidiar las personas
normales es que los psicópatas aprenden desde niños cómo su personalidad puede
provocar efectos traumáticos en ellas, y cómo sacar ventaja del terror que generan
para lograr sus objetivos. Esta dicotomía entre los dos mundos es permanente y no
desaparece, aun cuando consiguen cumplir sus sueños de juventud y dominar la

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

sociedad de personas normales. Esto sugiere fuertemente que dicha separación está
biológicamente condicionada.

Los psicópatas comienzan a soñar con una especie de utopía de un mundo “feliz” y
de un sistema social que no los rechaza ni los obliga a someterse a leyes y costumbres
cuyo significado les resulta incomprensible. Sueñan con un mundo en el que su
forma simple y radical de experimentar y percibir la realidad domine la sociedad [120],
asegurándoles así, por supuesto, seguridad y prosperidad. En este sueño utópico,
imaginan que aquellos “otros”, diferentes pero a su vez más habilidosos, deben ser
obligados a trabajar para permitir que los psicópatas y otros miembros de su grupo
alcancen esa meta. “A fin de cuentas”, dicen, “nosotros crearemos un nuevo gobierno
justo” [121]. Por el bien de dicho nuevo mundo feliz, están dispuestos a luchar, a sufrir
y también, por supuesto, a infligir sufrimiento en los demás. Aquella visión justifica
asesinar a personas cuya pena no los conmueve, ya que “ellos” pertenecen a una
especie diferente. No son conscientes de que acabarán topándose con una oposición
que podría llegar a durar varias generaciones. [122]

Cuando una persona normal se subordina a individuos psicológicamente anormales,


sufre graves consecuencias en su personalidad: le genera trauma y neurosis. Por lo
general, eso se lleva a cabo de una manera que evade todo control consciente. Una
situación semejante despoja a la persona de sus derechos naturales: la práctica de su
propia higiene mental, el desarrollo de una personalidad lo suficientemente autónoma y
el uso de su sentido común. Por ende, en vista de la ley natural, constituye una suerte
de crimen (que puede ocurrir en cualquier escala social y en cualquier contexto), si bien
no figura por escrito en ningún código penal.

Ya hemos discutido la naturaleza de algunas personalidades patológicas (por


ejemplo, la caracteropatía frontal), y cómo éstas pueden trastornar la personalidad de
aquellos con quienes interactúan. En este sentido, la psicopatía esencial provoca
efectos excepcionalmente profundos. Algo misterioso roe la personalidad de una
persona que se halla a la merced de un psicópata, y que luego lucha por vencerlo con

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

uñas y dientes. Sus emociones acaban congelándose, y pierden su sentido de la


realidad psicológica. Esto conduce a la víctima a perder sus criterios de pensamiento y
a sentirse tan desamparada que manifiesta finalmente reacciones depresivas, a veces
tan severas que los psiquiatras las diagnostican erróneamente como una psicosis
maníaco-depresiva. Muchas otras personas se rebelan contra una dominación
psicopática mucho antes de que se produzca semejante crisis, y comienzan a buscar la
forma de liberarse de aquella influencia.

En muchas otras situaciones en la vida, la influencia de anomalías psicológicas sobre


las personas normales, así como el impulso inescrupuloso de sus portadores por
dominar y aprovecharse de los demás, incluyen resultados mucho menos misteriosos,
si bien siempre son destructivos y desagradables. Regidas por experiencias y
sentimientos desagradables, además del egoísmo natural, las sociedades se sienten
así justificadas para rechazar a aquellas personas y empujarlas hacia posiciones
marginales en la escalera social, incluyendo la pobreza y el delito.

Desafortunadamente, en casi todos los casos dicho comportamiento es propenso a


recibir una justificación moral basada en nuestra visión natural del mundo. La mayoría
de los miembros de la sociedad estiman tener derecho a protegerse a sí mismos y su
propiedad, y dictan leyes con ese propósito. Debido a que estas últimas se rigen por
una percepción natural de los fenómenos y por motivaciones emocionales en lugar de
la comprensión objetiva de los problemas, no funcionan para preservar el orden y la
seguridad que desearíamos; los psicópatas y otras personas que manifiestan
trastornos perciben dichas leyes como una fuerza que deben combatir.

Los individuos con diferentes trastornos psicológicos perciben la estructura social


dominada por personas normales, al igual que su mundo conceptual, como un “sistema
de fuerza y opresión”. En reglas generales, los psicópatas siempre llegan a esa
conclusión. Si, al mismo tiempo, existe una gran cantidad de iniquidad en una sociedad
determinada, los sentimientos patológicos de injusticia y las declaraciones sugestivas
emitidas por individuos con trastornos pueden resonar con aquellos que han sido

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

verdaderamente tratados injustamente. Eso llevará a que sea posible difundir


fácilmente doctrinas revolucionarias en ambos grupos, si bien cada uno tendrá razones
completamente diferentes para apoyarlas.

La presencia de una bacteria patogénica en el ambiente que nos rodea es un


fenómeno común; sin embargo, no es el único factor que determina si un individuo o
una sociedad se enfermarán o no, ya que la inmunidad artificial y la natural, así como la
asistencia médica, pueden también desempeñar un papel significativo. De igual
manera, los factores psicopatológicos no son decisivos por sí solos en cuanto a la
propagación del mal. Otros factores, como las condiciones socio-económicas y el déficit
moral e intelectual, poseen una importancia paralela.

Los individuos y las naciones capaces de tolerar la injusticia en nombre de valores


morales pueden superar más fácilmente semejantes dificultades sin recurrir a la
violencia. Una abundante tradición moral consta de la experiencia y de las reflexiones
que datan de hace siglos al respecto. Este libro describe el rol de estos factores
adicionales en la génesis del mal, que llevan centenarios sin ser comprendidos en su
totalidad; esa explicación es esencial para completar el panorama y permitir formular
medidas prácticas más efectivas.

Por consiguiente, poner énfasis en el papel que desempeñan los factores patológicos
en la génesis del mal no minimiza la responsabilidad de los errores morales en la
sociedad ni de las deficiencias intelectuales que contribuyen a la situación. Los
verdaderos déficits morales, y la visión ampliamente inadecuada de la realidad humana
y de las situaciones psicológicas y morales, suelen ser el producto de la acción previa o
contemporánea de factores patológicos.

Sin embargo, debemos reconocer la presencia biológicamente determinada y


constante de esta pequeña minoría de individuos portadores de factores patológicos
cualitativamente diversos pero ponerogénicamente activos dentro de cada sociedad
humana. Cualquier discusión acerca de lo que surgió primero durante el proceso de la

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

génesis del mal (es decir, los errores morales o bien la acción de los factores
patológicos) puede considerarse entonces una especulación académica. Por otra parte,
vale la pena releer la Biblia con ojos de ponerólogo.

Un análisis detallado de la personalidad de un individuo promedio normal casi


siempre revela condiciones y dificultades que han sido causadas por los efectos de
algún factor patológico. Por lo general, basta con emplear un sentido común saludable
para revertir dichos efectos, tanto si han ocurrido en épocas y lugares remotos, como si
el factor en cuestión es relativamente obvio. Si, por el contrario, la persona no consigue
comprender el factor patológico, tendrá dificultades para entender la causa de sus
problemas; a veces parecerá ser esclava de las ilusiones y de los patrones de conducta
que se originaron bajo la influencia de individuos patológicos. Esto es lo que ocurrió en
el caso de la familia que mencioné anteriormente, dentro de la cual la fuente de
inducción patológica era la hermana mayor, con un daño perinatal en las áreas
prefrontales de la corteza cerebral. Aun cuando era evidente que ella abusaba de su
hijo menor, sus hermanos intentaban interpretar su comportamiento de una manera
paramoralista, como un sacrificio por el bien del “honor familiar”.

Todo el mundo debería recibir educación respecto de estos temas a fin de facilitar un
monitoreo propio y auto pedagógico. Algunos psicopatólogos brillantes que se han
convencido de que es imposible desarrollar una visión funcional saludable de la
realidad humana sin tener en cuenta los hallazgos psicopatológicos, están en lo
correcto, pero es una conclusión difícil de aceptar para aquellas personas que creen
haber alcanzado una visión del mundo madura sin haber emprendido estos estudios
pesados. Los defensores egotistas más antiguos de la visión natural del mundo
cuentan con el apoyo de la tradición, las bellas artes y la filosofía. No son conscientes
de que, en la actualidad, su manera de comprender las cuestiones de la vida vuelve
aún más problemática la batalla contra el mal. Sin embargo, la generación más joven
está más familiarizada con la biología y la psicología y, por tanto, posee un mayor
potencial para comprender objetivamente el papel que desempeñan los fenómenos
patológicos en los procesos de la génesis del mal.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Con frecuencia surge una paralaje [123], a menudo incluso una brecha amplia, entre
la realidad humana y la realidad social, que es biológica por naturaleza y, en muchas
oportunidades, se ve influenciada por la negación ya mencionada a tener en cuenta los
elementos psicopatológicos, a lo cual se suman las percepciones tradicionales de la
realidad según las enseña la filosofía, la ética y el derecho secular y canónico. Esta
brecha resulta fácilmente discernible a aquellas personas cuya visión psicológica del
mundo se desarrolló de manera diferente a la de las personas normales. Muchas de
ellas, consciente e inconscientemente, sacan ventaja de esta debilidad para invadirla,
inculcando sus actividades carentes de una visión a futuro, y caracterizadas por
conceptos egoístas en defensa de sus intereses propios. Por consiguiente, se trate de
personas patológicamente indiferentes al sufrimiento de otras personas o naciones, o
bien ignorantes sobre lo que es humano y decente, hallan una vía para imponer su
forma de vida diferente a través de sociedades poco sumisas.

¿Seremos capaces algún día en un futuro indeterminado, de superar el antiguo


problema que acaece a la humanidad, con la ayuda del progreso realizado en las
ciencias biológicas y psicológicas, en el estudio de los diferentes factores patológicos
que participan en los procesos ponerogénicos? Esto dependerá del apoyo que brinden
las sociedades en cuestión. Tomar consciencia a nivel científico y social del papel que
desempeñan los factores mencionados anteriormente en la génesis del mal, ayudará a
que la opinión pública elabore una postura adecuada contra el mal, que dejará de ser
tan fascinantemente misterioso. Si se modifica la ley según una comprensión de la
naturaleza de los fenómenos, ésta permitirá tomar medidas profilácticas para combatir
el origen del mal.

Durante siglos, todas las sociedades han estado sometidas a los procesos
eugenésicos naturales que hacen que los individuos defectuosos, en quienes se
encuentran las características anteriormente mencionadas, abandonen la carrera
reproductiva o reduzcan su tasa de nacimiento. Rara vez estos procesos son vistos de
este modo, y a menudo se les protege con el mal que los acompaña u otras

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

condiciones que en apariencia los trasladan a un segundo plano. Una comprensión


consciente de estos temas sobre la base de un conocimiento adecuado y sobre
criterios morales aproximados podría permitir que estos procesos fuesen menos
tormentosos y no estuviesen tan cargados de experiencias amargas. Si el conocimiento
y la consciencia se desarrollan de manera adecuada, y si se adoptan los buenos
consejos sobre estos temas, la balanza de estos procesos podría inclinarse
fuertemente en una dirección positiva. Con el paso de varias generaciones, la carga
social que generan los factores patológicos heredados se vería reducida por debajo de
un determinado nivel crítico, y su participación en los procesos ponerogénicos se
esfumaría [124].

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Fenómenos y procesos ponerogénicos

Se requiere de una experiencia y un enfoque apropiados para efectuar un


seguimiento de la verdadera red espacio-temporal de lazos causativos cualitativamente
complejos que participan en los procesos ponerogénicos. El hecho de que los
psicólogos se familiaricen a diario con muchas maneras de tratar estos trastornos o a
sus víctimas, significa que se han ido capacitando progresivamente para comprender y
describir los componentes de la causación psicológica. Están observando reacciones
en estructuras causativas complejas. Sin embargo, este conocimiento práctico no es
suficiente en todos los casos para superar la tendencia que tenemos los seres
humanos a concentrarnos en algunos hechos e ignorar otros, lo cual provoca la
sensación desagradable de que nuestra capacidad mental no logra comprender
adecuadamente la realidad que nos rodea. Esto explica nuestra tentación a emplear la
visión natural del mundo con el fin de reducir la complejidad y sus implicaciones, un
fenómeno tan antiguo como Matusalén. Esta simplificación excesiva del cuadro
causativo del origen del mal, al punto en que, con frecuencia, se lo reduce a una causa
o un perpetrador fácilmente comprensibles, se convierte justamente en una de las
razones por las cuales se produce esta génesis.

Con el respeto que las limitaciones de nuestra razón humana se merecen, propongo
que tomemos conscientemente un camino intermedio y que hagamos uso de los
procesos de abstracción, describiendo primero algunos fenómenos seleccionados, y
luego las cadenas causativas características en que se basan los procesos
ponerogénicos. Dichos vínculos pueden conectarse posteriormente a estructuras
mucho más complejas y eficaces para comprender el cuadro completo de la verdadera
red causativa. Al principio, los huecos en la red serán tan grandes que todo un
cardumen de espadines podría atravesarla sin ser detectado, mientras que únicamente
los peces grandes quedarían atrapados. Sin embargo, el mal de este mundo
representa una especie de continuo donde los tipos menores de maldad humana se
suman para crear un mal mayor. Elaborar este tramado y hacerlo más denso con
detalles acerca de la situación resulta ser una tarea más sencilla, debido a que las

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

leyes ponerogénicas son análogas independientemente de la escala en que se


apliquen. De esa manera, nuestro sentido común comete errores menores, y en
asuntos de menor importancia.

Al intentar observar más detenidamente estos fenómenos y procesos psicológicos


que llevan a una nación o a los seres humanos a lastimar a otros, seleccionaremos
fenómenos tan característicos como nos sea posible. Observaremos que la
participación de diferentes factores patológicos en estos procesos conforma la regla;
mientras que los casos en que no se evidencian estos factores constituyen la
excepción.

En el segundo capítulo, esquematizamos el papel que desempeña el sustrato


instintivo humano durante el desarrollo de nuestra personalidad, en la formación de la
visión natural del mundo y en los lazos y estructuras sociales. También señalamos que
nuestros conceptos sociales, psicológicos y morales, así como nuestras reacciones
naturales, no son adecuados en todas las situaciones a las cuales nos enfrentamos en
la vida. Generalmente acabamos hiriendo a alguien si actuamos de acuerdo con
nuestros propios conceptos naturales y nuestros arquetipos de reacción en
circunstancias que parecen corresponder a lo que imaginamos, pero que, de hecho,
son diferentes en esencia. Generalmente, esas situaciones diferentes que dan lugar a
reacciones “para-apropiadas” ocurren debido a que algún factor patológico difícil de
comprender ha entrado en juego. Por tanto, el valor práctico de nuestra visión
natural del mundo acaba generalmente donde comienza la psicopatología .

Estar familiarizados con esta debilidad común a la naturaleza humana y con la


ingenuidad de las personas normales forma parte del conocimiento específico
que encontramos en muchos de los psicópatas y en algunos caracterópatas. Los
oradores carismáticos de las diferentes escuelas de pensamiento intentan provocar en
las personas reacciones para-apropiadas con tal de lograr sus metas específicas, o en

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

servicio de sus ideologías reinantes. Aquel factor patológico difícil de entender se


encuentra justamente dentro del paisaje interno de dichos “fascinadores”.

El egotismo: Llamamos egotismo a la actitud, generalmente condicionada en forma


subconsciente, que consiste en atribuir un valor excesivo a nuestros reflejos instintivos,
a nuestros pensamientos ilusorios y hábitos adquiridos durante la temprana edad, y a
nuestra visión individual del mundo. El egotismo obstaculiza la evolución normal de la
personalidad porque fomenta el dominio de la vida subconsciente y dificulta la
aceptación de ciertos estados desintegrativos que pueden ser de mucha utilidad para el
crecimiento y el desarrollo. A su vez, este egotismo y rechazo de la desintegración
[125] favorece el surgimiento de reacciones para apropiadas como las que
mencionamos anteriormente. Una persona egotista mide a los demás con su propia
vara, y considera que sus propios conceptos y experiencias constituyen criterios
objetivos. Desearían obligar a los demás a sentir y a reflexionar en forma muy similar.
Las naciones egotistas albergan el propósito subconsciente de enseñar e imponer sus
propias categorías de pensamiento a otras naciones, lo que las incapacita a la hora de
comprender a otras personas y naciones, o de familiarizarse con los valores culturales
que éstas han adoptado.

Por consiguiente, cuando son adecuados, tanto la crianza como el estímulo del
aprendizaje propio siempre apuntan a reducir el egotismo en los jóvenes o en los
adultos, para que la mente y la personalidad logren desarrollarse. No obstante, los
psicólogos profesionales comúnmente creen que un cierto grado de egotismo es útil
como factor estabilizador de la personalidad, que la protege de una desintegración
neurótica a la que se expone con facilidad y, por consiguiente, le permite superar las
dificultades de la vida. Existen, sin embargo, casos excepcionales de individuos cuya
personalidad se encuentra perfectamente integrada, aun cuando carecen casi por
completo de egotismo, lo cual les permite comprender muy fácilmente a los demás.

La clase de egotismo excesivo que impide el desarrollo de los valores humanos y


conduce a juicios errados y a atemorizar a otras personas, bien merece ser llamado el

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

“rey de los defectos humanos”. Cual hongos después de la lluvia, siempre brotan las
dificultades, las disputas, los problemas graves y las reacciones neuróticas en quienes
comparten el entorno con una persona egotista. Las naciones egotistas comienzan a
malgastar su dinero y energía con el fin de alcanzar metas basadas en sus
razonamientos erróneos y en reacciones excesivamente emocionales. Su incapacidad
para reconocer los valores de otras naciones y sus diferencias, producto de otras
tradiciones culturales, conduce al conflicto y a la guerra.

Podemos diferenciar entre el egotismo primario y el secundario. El primero proviene


de un proceso más natural, a saber, el egotismo natural del niño y los errores
cometidos durante su crianza que tienden a perpetuar esa tendencia infantil. El
secundario se manifiesta cuando una personalidad que ha superado su egotismo
aniñado efectúa una regresión a dicho estado si se halla bajo estrés, lo que hace que
adquiera una actitud artificial caracterizada por una mayor agresión y un perjuicio social
más importante. El egotismo excesivo es un rasgo constante de la personalidad
histérica [126], sea ésta primaria o secundaria. Por ese motivo corresponde atribuir
primero el incremento de egotismo en una nación a los ciclos de histeria anteriormente
descritos.

Si analizamos el desarrollo de personalidades excesivamente egotistas, encontramos,


a menudo, algunas causas no patológicas. Por ejemplo, cuando un niño se ha criado
en un ambiente demasiado rutinario o restringido, o en manos de personas menos
inteligentes que él. Sin embargo, la mayor causa del desarrollo de una personalidad
egotista es la contaminación por inducción psicológica, por parte de personas
excesivamente egotistas o histéricas que han desarrollado esta característica dentro de
su propia personalidad, bajo la influencia de diferentes causas patológicas. La
mayoría de los trastornos genéticos ya mencionados ocasionan el desarrollo de
personalidades patológicamente egotistas, entre otras cosas.

Muchas personas con diferentes trastornos hereditarios y defectos adquiridos


desarrollan un egotismo patológico. Imponer su modo de pensar en su entorno, en

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

grupos sociales o incluso, si es posible, en naciones enteras, se convierte en una


necesidad interna, un concepto imperante. Un juego que una persona normal no
tomaría en serio puede transformarse en una meta de por vida para estos individuos
egotistas, y constituir así el objetivo de esfuerzos, sacrificios y una estrategia
psicológica para engañar a los demás.

El egotismo patológico surge cuando una persona reprime de su consciencia


cualquier asociación objetable y crítica en lo que se refiere a su propia naturaleza o
normalidad. Ante preguntas dramáticas como “¿Quién es el anormal aquí: yo, o este
mundo que siente y piensa diferente?”, los egotistas optan por culpar al mundo. Ese
egotismo siempre está ligado a una actitud de disimulo, una “máscara de Cleckley” que
disfraza la cualidad patológica que elude la consciencia, tanto la propia como la ajena.
Podemos observar dicho egotismo en su pico de intensidad en la caracteropatía
prefrontal anteriormente descrita.

Por lo tanto, prácticamente no es necesario explicar cómo esta clase de egotismo


contribuye en gran medida a la génesis del mal. Es una influencia primariamente social
que causa egotismo o traumatiza a los demás, lo cual, a su vez, genera mayores
dificultades. El egotismo patológico es un componente constante de diversos estados
en los que alguien que aparenta ser normal (a pesar de no serlo del todo) se siente
impulsado por motivaciones o luchas en defensa de objetivos que una persona normal
considera irrealistas o poco factibles. Al reflexionar sobre las acciones del egotista, una
persona común podría preguntarse: “¿Qué pretendía obtener con todo esto?” Sin
embargo, la opinión del entorno suele interpretar situaciones semejantes mediante el
“sentido común” y, por tanto, la gente es propensa a aceptar una versión “más
probable” de la situación y de los acontecimientos. Dicha interpretación culmina, a
menudo, en una tragedia humana. Por consiguiente, debemos recordar en todo
momento que el principio de la ley cui prodest [127] se vuelve ilusorio cada vez que
algún factor patológico entra en juego.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

La interpretación moralizante:

La tendencia a impartir una interpretación moralizante a fenómenos esencialmente


patológicos es un aspecto de la naturaleza humana cuyo sustrato discernible está
codificado en nuestro instinto específico; concretamente, por lo general los seres
humanos no logran diferenciar entre el mal biológico y el mal moral. La moralización
siempre surge, aunque en diferentes grados, dentro de la visión natural psicológica y
moral del mundo, razón por la cual debemos considerar esta tendencia como un error
permanente por parte de la opinión pública. Es posible que uno pueda contenerla
gracias a un mayor conocimiento de sí, pero superarla requiere un conocimiento
específico en el área de la psicopatología. Los jóvenes y los círculos con un nivel más
bajo de educación (pero se aplica también a quienes son tradicionalmente estetas)
siempre tienden a emplear dichas interpretaciones, que se intensifican a medida que
nuestros reflejos naturales se apoderan de la razón (es decir, cuando nos hallamos en
estados histéricos), en directa proporción al grado de intensidad del egotismo.

Cada vez que imponemos una interpretación moralista a las faltas y los errores del
comportamiento humano, nos cerramos a la posibilidad de comprender las causas que
originan los fenómenos, y abrimos paso a emociones de venganza y a juicios
psicológicos erróneos. En realidad, estos errores en la conducta humana derivan en
gran medida de la influencia de los factores patológicos que, ya sea los que hemos
mencionado u otros, suelen verse confusos en las mentes que no han sido instruidas
en esta área. Por tanto, es así como permitimos que esos factores prosigan sus
actividades ponerogénicas, tanto en nuestro interior como en los demás. No existe
nada que envenene más el alma humana y nos despoje de la capacidad para
comprender la realidad en forma más objetiva, que nuestra obediencia a esa tendencia
tan común entre nosotros, a adoptar una postura moralista con respecto al
comportamiento humano.

Hablando en términos prácticos, y como mínimo, cada comportamiento que perjudica


seriamente a otra persona posee dentro de su génesis psicológica la influencia de

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

algunos factores patológicos (entre otras cosas, claro). Por consiguiente, cualquier
interpretación sobre las causas del mal que se base únicamente en las categorías
morales constituye una percepción inapropiada de la realidad. Esto puede conducirnos,
en general, a una conducta errónea que limite nuestra capacidad para contrarrestar los
factores causantes del mal y abra la puerta a ansias de venganza. Esto enciende con
frecuencia una nueva llama en los procesos ponerogénicos. Por ende, hemos de
estimar que toda interpretación unilateralmente moral acerca de los orígenes del mal es
falsa e inmoral. El proyecto de superar esta tendencia común en el ser humano, así
como sus consecuencias, puede ser considerado como un motivo moral entrelazado
con la ponerología.

Si analizamos las razones por las cuales las personas suelen abusar de semejantes
interpretaciones emocionalmente cargadas, rechazando a menudo con indignación una
interpretación más apropiada, también notaremos, por supuesto, ciertos factores
patológicos que ejercen una influencia dentro de ellas. En esos casos, esta tendencia
se intensifica cuando dichas personas reprimen del campo de la consciencia todo
concepto crítico relativo a sus propios comportamientos y a sus motivaciones internas.
Y la influencia que ejercen intensifica esta tendencia en los demás.

Los paramoralismos:

La convicción de que existen valores morales, y de que algunas acciones violan las
reglas de la moral, es un fenómeno tan común y antiguo que parece tener cierto
sustrato a nivel del legado instintivo del hombre (a pesar de no ser totalmente
adecuado para determinar la verdad moral), y no limitarse a siglos de experiencia,
cultura, religión y socialización. Por ende, toda insinuación incluida dentro de preceptos
morales es sugestiva, aun cuando el criterio “moral” utilizado constituye una invención
ad hoc. Mediante el uso de dichos paramoralismos a modo de sugestiones activas, es
posible entonces demostrar que un acto es moral o inmoral, y nunca faltan personas
cuyas mentes sucumbirán a ese tipo de razonamiento.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Cuando los éticos eruditos buscan un ejemplo de un acto malvado cuyo valor
negativo no despierte duda alguna en ninguna situación social, con frecuencia
mencionan el abuso infantil. Sin embargo, los psicólogos suelen toparse en la práctica
con afirmaciones paramorales acerca de este comportamiento, tal y como en el caso
de la familia mencionada anteriormente cuya hermana mayor había sufrido un daño en
el área prefrontal del cerebro. Sus hermanos menores insistían fuertemente en que el
trato sádico que ella aplicaba a su hijo se debía a que poseía valores morales
excepcionales, algo de lo que habían logrado convencerse a sí mismos. El
paramoralismo evade de manera bastante astuta el control de nuestro sentido común,
lo que a veces conduce a la gente a aceptar o a aprobar comportamientos que son
evidentemente patológicos [128].

Las afirmaciones y las sugerencias paramoralistas, acompañan con tanta frecuencia


diferentes tipos de mal, que parecen irremplazables. Desafortunadamente, inventar
nuevos criterios morales y convenientes se ha convertido en un fenómeno frecuente
tanto en individuos como en grupos opresores y en sistemas políticos patológicos.
Estas sugestiones suelen despojar parcialmente a las personas de su propio
razonamiento moral, y deforman el desarrollo del mismo en los jóvenes. Se han creado
fábricas paramoralistas en todo el mundo, y al ponerólogo le resulta difícil creer que
estén siendo manejadas por personas psicológicamente normales.

Las propiedades conversivas [129] presentes en el origen de los paramoralismos


parecen derivar de un rechazo principalmente subconsciente (y de la represión del
campo de la consciencia) de aquello que es completamente diferente, comúnmente
conocido como “la voz de la consciencia”.

Sin embargo, un ponerólogo puede señalar comentarios que avalan la opinión de que
los diferentes factores patológicos participan en el uso de paramoralismos. Ese fue el
caso en la familia ya mencionada. Cuando sucede lo mismo con una interpretación
moralizante, esta tendencia se ve incrementada en las personas egotistas y las
histéricas, y sus causas son similares. Como ocurre con todos los fenómenos

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

conversivos, la tendencia a emplear paramoralismos es psicológicamente contagiosa.


Esto explica por qué la observamos entre las personas que han sido criadas por
individuos en quienes dicha tendencia se desarrolló junto con factores patológicos.

Este podría ser un buen momento para postular la hipótesis de que la verdadera ley
moral nace y existe independientemente de nuestros juicios al respecto, e incluso de
nuestra habilidad para reconocerla. Y que, por tanto, para llegar a comprender esto es
necesario adoptar una postura científica, no una actitud creativa: debemos subordinar
humildemente nuestra mente a la realidad que nos concierne. Es así cómo
descubrimos la verdad acerca del hombre (tanto sus debilidades como sus valores),
que nos enseña qué constituye un comportamiento decente y adecuado hacia otros
individuos y sociedades.

El bloqueo reversivo:

Insistir de manera enfática sobre lo opuesto a la verdad bloquea la mente de una


persona normal y le impide tomar consciencia de ésta. De acuerdo con lo que dicta el
sentido común saludable, la persona emprende la búsqueda del significado dentro de la
“divina proporción” entre la verdad y su opuesto, lo cual la conduce a formular una
falsificación satisfactoria. Las personas que piensan de esta manera ignoran que éste
es precisamente el efecto que desea producir aquél que las somete a emplear ese
método. Si la falsificación de la verdad es lo opuesto a la verdad moral, representa
simultáneamente un paramoralismo extremo y contiene su peculiar contenido
sugestivo.

Las personas normales rara vez utilizan este método de bloqueo, inclusive aquellas
que han sido criadas por personas que abusaron del mismo. Usualmente las
consecuencias sólo se manifiestan en su dificultad característica a la hora de percibir la
realidad de manera apropiada. Podemos incluir el uso de este método dentro del
conocimiento psicológico especial que obtienen los psicópatas con relación a las
debilidades de la naturaleza humana y al arte de llevar a los demás a cometer errores,

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

como ya lo he mencionado. Cuando los psicópatas se hallan al mando, aplican este


método con virtuosismo, y hasta donde su poder se los permite.

La selección y la sustitución de datos:

Cabe volver a mencionar la existencia de fenómenos psicológicos bien conocidos por


los estudiantes del subconsciente de la escuela filosófica pre-freudiana. Los procesos
psicológicos inconscientes sobrepasan el razonamiento consciente, tanto en

su velocidad como en su alcance, dando lugar a muchos fenómenos

psicológicos, entre los que se incluyen los comúnmente denominados conversivos.


Por ejemplo, el caso del bloqueo subconsciente de ciertas conclusiones, la selección y
la sustitución de premisas que a primera vista parecen desagradables.

Hablamos de un bloqueo de conclusiones cuando, si bien el proceso de inferencia


teóricamente se llevó a cabo de manera adecuada, y casi dio lugar a una conclusión y
a una comprensión final durante el acto de introspección, una directiva precedente por
parte del subconsciente paraliza el proceso, ya sea porque considera dicha conclusión
inoportuna, o bien perturbadora. Eso equivale al mecanismo primitivo que sirve para
prevenir una desintegración de la personalidad, y que a simple vista, aparenta tener
ventajas. Sin embargo, anula también todas las ventajas que podrían surgir si uno
llegase a elaborar conclusiones conscientes y a reintegrarse. Por ende, una conclusión
que es rechazada permanece en nuestro subconsciente y, de una manera aún más
inconsciente, genera un nuevo bloqueo y una selección de datos. Esto puede ser
extremadamente perjudicial, ya que convierte progresivamente a una persona en
esclava de su propio subconsciente y, a menudo, va acompañado de una sensación de
tensión y amargura.

Nos referimos a una selección de premisas cada vez que la respuesta entra con
mayor profundidad dentro del razonamiento resultante; y elimina y reprime de su base
de datos justamente aquella parte de la información que dio lugar a una conclusión
incómoda, relegándola así al subconsciente. Seguidamente, nuestro subconsciente nos

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

permite efectuar un razonamiento lógico, pero el resultado será erróneo en proporción


directa a la importancia de los datos reprimidos. Una cantidad cada vez más grande de
información así reprimida se acumula en nuestra memoria subconsciente. Por último,
parecemos adoptar una costumbre dominante: tratamos de igual forma material similar,
renunciando al resultado benéfico que el razonamiento consciente nos habría permitido
alcanzar.

El proceso más complejo de este tipo es la sustitución de premisas así descartadas


por otros datos, que nos hace llegar a conclusiones más agradables en apariencia.
Nuestra capacidad de asociación elabora rápidamente un nuevo dato para reemplazar
el que ha sido sustituido, pero se trata de información que conduce a una conclusión
agradable. Esta operación demanda más tiempo, y no es muy probable que sea
exclusivamente subconsciente. Dichas sustituciones suelen llevarse a cabo de manera
colectiva, en determinados grupos de personas, mediante el uso de la comunicación
verbal. Por ende, les corresponde mejor el epíteto “hipócrita” que a cualquiera de los
demás procesos ya mencionados.

Los ejemplos de fenómenos conversivos que acabo de describir no abarcan


completamente un problema que ha sido bien ilustrado en obras psicoanalíticas.
Nuestro subconsciente puede acarrear las raíces de la genialidad humana en su
interior, pero su forma de operar no es perfecta; a veces se asemeja más a una
computadora ciega, en especial cuando permitimos que se atiborre de material
ansiosamente rechazado. Esto explica por qué llevar a cabo un monitoreo consciente,
aun cuando signifique que debamos armarnos de coraje para aceptar estados de
desintegración, es necesario para nuestra propia naturaleza, sin olvidarnos del bien
social e individual que aporta.

No existe nadie cuyo perfecto conocimiento de sí le permita eliminar todas las


tendencias hacia el pensamiento conversivo. Sin embargo, algunas personas están
relativamente más cerca de alcanzar ese estado, mientras que otras permanecen
esclavas de estos procesos. Quienes utilizan demasiado frecuentemente operaciones

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

conversivas con el propósito de llegar a conclusiones convenientes, o de construir


declaraciones paralogísticas o paramoralistas astutas, adoptan finalmente el mismo
comportamiento por razones más triviales, perdiendo así la capacidad de ejercer un
control más consciente sobre su proceso de pensamiento en general. Esto conduce
inevitablemente a errores de comportamiento, cuyo precio se ven forzados a pagar no
sólo ellos mismos, sino también otras personas.

Quienes han perdido su higiene psicológica y la capacidad para tener un patrón de


pensamiento adecuado, también quedan desprovistos de sus facultades críticas con
respecto a las declaraciones y al comportamiento de individuos cuyos procesos de
pensamiento se desarrollaron de forma anormal sobre un sustrato de anomalías
patológicas, ya sean heredadas o adquiridas. Los hipócritas dejan de diferenciar entre
los individuos normales y los patológicos, lo cual abre una “vía de infección” que facilita
el rol ponerogénico de los factores patológicos.

En general, cada comunidad se compone de personas con métodos similares de


pensamiento, que en su caso fueron desarrollándose a gran escala, con sus diferentes
trastornos como telón de fondo. Observamos esto tanto en las personalidades
caracteropáticas como en las psicopáticas. Incluso algunos han sido influenciados por
otras personas, y se han acostumbrado a ese tipo de “razonamiento”, ya que el
pensamiento conversivo es muy contagioso y puede propagarse a una sociedad
entera, especialmente durante los “tiempos felices”, cuando se intensifica y parece
acompañar una creciente histeria en dicha sociedad. Aquellos que intentan preservar el
sentido común y un razonamiento adecuado terminan siendo una minoría, y sienten
injusticia al ver que la presión que se ejerce sobre ellos desde todas partes viola su
derecho humano a mantener su propia higiene psicológica. Esa es una señal de que se
aproximan épocas de infelicidad.

Cabe hacer notar que los procesos de pensamiento erróneos aquí descritos también
suelen violar las leyes de la lógica con una traición característica. Por tanto, educar a
las personas para que desarrollen el arte del razonamiento adecuado puede ayudar a

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

contrarrestar dichas tendencias; hemos llegado a adorar la antigua tradición de esta


lógica defectuosa, que no parece haber sido lo suficientemente eficaz en los últimos
siglos. Por ejemplo, según las leyes de la lógica, una pregunta que contiene una
sugerencia errónea o no confirmada carece de respuesta. Sin embargo, emplear ese
tipo de preguntas entre personas con predilección al pensamiento conversivo se ha
vuelto una epidemia, y es una fuente de terror cuando las utilizan individuos
psicopáticos; pero también ocurre entre las personas que piensan con normalidad,
incluso en aquellas que han estudiado la lógica.

Deberíamos contrarrestar esta pérdida progresiva de la capacidad de la sociedad


para llevar a cabo un pensamiento adecuado, ya que también disminuye su inmunidad
contra los procesos ponerogénicos. Una medida eficaz consistiría en enseñar a pensar
de manera adecuada y a detectar con habilidad los errores de pensamiento. Esa
educación debería expandirse a la psicología, a la psicopatología y a la ponerología,
con el propósito de educar a las personas a que puedan detectar con facilidad
cualquier paralogismo.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Los fascinadores

A fin de comprender las vías ponerogénicas de contagio, y en especial aquellas


presentes en un contexto social más amplio, propongo observar las funciones y las
personalidades de individuos a quienes llamaremos “fascinadores”. Si bien se
encuentran en un número casi insignificante dentro de la sociedad, son
extremadamente activos en la ponerogénesis.

Por lo general, los fascinadores son portadores de diferentes factores patológicos, en


algunos casos caracteropatías, y en otros, anomalías heredadas. Ciertos individuos
con malformaciones en su personalidad desempeñan con frecuencia roles similares, si
bien su escala de influencia social es menor (la familia o el vecindario) y no excede
determinados límites de decencia.

Los fascinadores se caracterizan por su egotismo patológico. Algunas causas


internas los obligan a elegir tempranamente entre dos posibilidades: la primera es
obligar a otras personas a que piensen y vivan experiencias de una manera similar a la
de ellos; la segunda consiste en sentirse solos y superiores, inadaptados patológicos
en la sociedad. En algunos casos, la elección consiste en convertirse en “encantadores
de serpientes”, o bien en suicidarse.

Lograr reprimir de la consciencia conceptos desagradables u orientados hacia la


autocrítica, gradualmente abre paso a los fenómenos asociados con el pensamiento
conversivo, o con la paralogística, los paramoralismos y el uso de bloqueos reversivos.
Todos estos fluyen tan abundantemente de la mente y de la boca del fascinador que
inundan el intelecto de una persona común. Todo queda subordinado a la convicción
compensatoria de que son seres excepcionales, e incluso a veces con características
mesiánicas. De esta convicción surge una ideología, en parte verdadera, cuyo valor es
supuestamente superior. Sin embargo, si analizamos las funciones exactas de dicha
ideología en la personalidad del fascinador, nos damos cuenta de que se trata
simplemente de una forma de encantamiento propio, útil para relegar al subconsciente

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

aquellas asociaciones tormentosas de autocrítica. El rol instrumental que cumple la


ideología al influir a los demás, también satisface las necesidades del fascinador.

Estos hechiceros creen que siempre encontrarán seguidores devotos a su ideología,


y en la mayoría de los casos, están en lo correcto. No obstante, se sorprenden mucho
(o incluso sienten una indignación paramoral) cuando sólo logran ejercer influencia
sobre una pequeña minoría, mientras que la mayoría de las personas manifiestan
críticas, lástima y preocupación ante sus actividades. Al enfrentarse con ese problema,
los fascinadores se ven obligados a optar entre retirarse y volver a hundirse en su
propio vacío, o fortalecer su posición actuando con mayor eficacia.

El fascinador atribuye un gran valor moral a todo aquél que sucumba a su influencia y
adopte el método experimental que él impone. Cuando le es posible, colma a dichos
seguidores de atención y de obsequios. Quienes los critiquen, se enfrentan a una furia
“moral” en respuesta. Incluso pueden llegar a afirmar que la minoría más dócil es, en
realidad, la mayoría moral, ya que profesa la mejor ideología y le rinde culto a un líder
cuyas cualidades superan el promedio.

Aquella actividad se caracteriza siempre e inevitablemente por una incapacidad


para predecir las consecuencias finales, algo que resulta obvio desde el punto de
vista psicológico, ya que su sustrato contiene fenómenos patológicos, y tanto la
fascinación que provocan como el encantamiento propio les impide percibir la realidad
de manera lo suficientemente objetiva como para predecir lógicamente los resultados.
Aun así, estos fascinadores se nutren de un gran optimismo y auguran visiones de
triunfos futuros similares a las que les sirvieron para cubrir sus propias almas dañadas.
Es posible que el optimismo también sea un síntoma patológico.

En una sociedad sana, las actividades que llevan a cabo estos fascinadores se ven
rápidamente frenadas de manera eficaz con críticas. Sin embargo, en casos en que se
dieron condiciones que destruyeron el sentido común y el orden social (tales como la
injusticia social, el retroceso cultural, o un gobierno en manos de líderes con un

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

intelecto limitado y con rasgos a veces patológicos), los fascinadores condujeron


sociedades enteras hasta tragedias humanas a gran escala.

Estos fascinadores salen de caza dentro de un entorno determinado o una sociedad,


en busca de gente fácilmente influenciable, empeorando sus debilidades psicológicas
hasta que finalmente se les suman y pasan a formar una asociación ponerogénica. En
el bando opuesto, las personas que han logrado mantener sus facultades críticas
intactas, sobre la base de su propio sentido común y de sus criterios morales, intentan
contrarrestar los actos de los fascinadores, así como los resultados que generan. En
esta polarización de actitudes sociales resultante, cada bando se justifica a sí mismo
por medio de las categorías morales. Es por ello que la resistencia basada en el
sentido común siempre va acompañada de una sensación de impotencia y de una falta
de criterios.

Ser conscientes de que todo fascinador es un individuo patológico debería


resguardarnos de los resultados conocidos que surgen tras una interpretación
moralizante de los fenómenos patológicos, y proporcionarnos parámetros
objetivos para tomar medidas más eficaces. Explicar qué clase de sustrato
patológico se halla detrás de cada instancia en que se lleva a cabo un hechizo debería
permitirnos desarrollar una nueva solución que se adapte a cada una de esas
situaciones.

Es común que quienes poseen un alto coeficiente intelectual sean más inmunes a las
actividades de los fascinadores, pero sólo hasta cierto punto. Las verdaderas
diferencias de actitud frente a la influencia de aquellas acciones deben ser atribuidas a
otras propiedades de la naturaleza humana. El factor más decisivo a la hora de asumir
una actitud crítica es contar con una buena inteligencia básica, ya que ésta condiciona
la percepción de nuestra realidad psicológica. También podemos observar cómo las
actividades de un fascinador “dejan en blanca” a los individuos más susceptibles con
una frecuencia asombrosa.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Más adelante retomaremos las relaciones específicas que existen entre la


personalidad de los fascinadores, la ideología que profesan y las elecciones de quienes
sucumben a ellos con facilidad. Una aclaración más detallada requiere un estudio por
separado dentro del marco de la ponerología general, una tarea destinada a
especialistas en el tema para explicar algunos de los fenómenos interesantes que aún
no comprendemos adecuadamente.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Asociaciones ponerogénicas

Denominaremos “asociación ponerogénica” a todo grupo de personas que se


caracteriza por procesos ponerogénicos de una intensidad social por encima del
promedio, dentro del cual los portadores de diferentes factores patológicos cumplen la
función de inspiradores, fascinadores o líderes, y donde se genera una estructura
social patológica interna. Hablaremos de “grupos” o “uniones” para referirnos a
asociaciones más pequeñas y menos permanentes.

Una asociación de este tipo genera un mal que no sólo lastima a otros individuos,
sino también a sus propios miembros. La tradición lingüística atribuye diversas
apelaciones a estas organizaciones: “pandillas”, “bandas criminales”, “mafia”,
“camarillas” y “conciliábulos”, entre otros. Todos evitan astutamente cualquier roce con
la ley mientras buscan sacar ventaja. Esta clase de uniones aspiran con frecuencia al
poder político, con el fin de imponer en la sociedad su propio sistema de legislación en
nombre de una ideología adecuadamente preparada, sacando provecho de una
prosperidad desproporcionada y satisfaciendo sus ansias de poder.

Por supuesto, la ciencia se beneficiaría si se realizara una descripción y clasificación


de tales asociaciones teniendo en cuenta la cantidad de miembros que las componen,
sus metas, las ideologías que promulgan oficialmente, y su organización interna.
Semejante descripción realizada por un observador perceptivo podría ser de gran
ayuda para un ponerólogo que intentase determinar algunas de las propiedades de
aquellas uniones, las cuales no pueden ser descritas por medio del lenguaje conceptual
natural.

Sin embargo, dicho análisis no debe ocultar los fenómenos más factuales y las
dependencias psicológicas que operan dentro de esas uniones. Si se ignora esta
advertencia, esa descripción sociológica fácilmente puede quedar limitada a señalar
propiedades de menor importancia, o incluso listarlas para impresionar a quienes no
poseen conocimientos sobre el tema, encubriendo así los fenómenos reales que

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

definen la calidad, el rol y el destino de la unión. En especial si aquella descripción


consiste en una viva literatura variada, puede alimentar un conocimiento ilusorio o
sucedáneo y, por consiguiente, dificultar la tarea de percibir y comprender las causas
de estos fenómenos como lo haría un naturalista.

Un fenómeno compartido por todos los grupos y asociaciones ponerogénicos es que


sus miembros pierden (o ya han perdido) la capacidad de percibir a individuos
patológicos como tales, e interpretan su comportamiento atribuyéndoles
características fascinantes, heroicas o melodramáticas. Atribuyen como mínimo la
misma importancia a las opiniones, ideas y juicios emitidos por las personas con
diversos déficits psicológicos que a los individuos sobresalientes entre las personas
normales.

La atrofia de las facultades naturales críticas con respecto a los individuos

patológicos permite que estos últimos lleven a cabo sus actividades y, al

mismo tiempo, se convierte en un criterio para saber si la asociación en

cuestión es ponerogénica. Llamemos esta característica “el primer criterio de la


ponerogénesis”.

Otro denominador común en todas las asociaciones ponerogénicas es su

concentración estadísticamente elevada de individuos con diferentes

anomalías psicológicas. Su composición cualitativa es de vital importancia en la


formación del carácter de toda la unión, así como en sus actividades y su
desarrollo o su extinción.

Los grupos dominados por diferentes tipos de individuos caracteropáticos


desempeñan actividades relativamente primitivas, lo que suele permitir que una
sociedad de personas normales las frene con facilidad. Sin embargo, la situación es
bastante distinta cuando quienes inspiran dichas uniones son individuos psicopáticos. A
continuación, he de citar un ejemplo que ilustra los roles desempeñados por dos tipos

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

de anomalías diferentes, y que he seleccionado basándome en hechos reales que he


podido estudiar.

En pandillas de jóvenes criminales, ciertos niños (y ocasionalmente niñas) cumplen


un papel específico. Los jóvenes en cuestión son portadores de una deficiencia
característica que, en algunas oportunidades, surge a raíz de una inflamación de las
glándulas parótidas (las paperas). En algunos casos, esta enfermedad provoca
reacciones cerebrales, y deja como secuela poco visible, aunque permanente, un
empobrecimiento emocional y una leve disminución de las capacidades mentales. La
difteria puede provocar efectos similares. Como consecuencia, quienes han padecido
dichas enfermedades sucumben fácilmente a las sugestiones y manipulaciones de
individuos más inteligentes.

Cuando son atraídos hacia un grupo criminal, estos individuos débiles en su


constitución intelectual se convierten en ayudantes sumisos y ejecutan las órdenes de
sus líderes. Es decir, son herramientas en manos de líderes más engañosos que ellos,
a menudo psicópatas. Cuando la justicia los arresta, aceptan las explicaciones
insinuadas por sus líderes de que el ideal (paramoral) de su grupo exige que se
conviertan en chivos expiatorios, y que se atribuyan la mayor parte de la culpa. Durante
los juicios, los mismos líderes que iniciaron los actos delictivos culpan sin piedad a sus
colegas menos inteligentes. En algunos casos, el juez acepta dichas insinuaciones.

Los individuos anteriormente descritos, con secuelas por haber sufrido paperas o
difteria, constituyen menos del 1% del total de la población, pero su porcentaje cubre
un cuarto de los grupos delincuentes juveniles. Esto representa una insipación [130]
treinta veces mayor, por lo que no requiere más métodos de análisis estadístico.
Cuando estudiamos los contenidos de las uniones ponerogénicas con el suficiente
profesionalismo, a menudo nos encontramos con una concentración de otras
anomalías psicológicas que también hablan por sí solas.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Entre las uniones arriba mencionadas, cabe diferenciar dos tipos básicos: las
asociaciones ponerogénicas primarias y las secundarias. En la unión ponerogénica
primaria, los miembros anormales han estado activos desde el inicio, desempeñando el
papel de catalizadores de una cristalización desde el momento en que se creó el grupo.
La unión ponerogénica secundaria fue creada en nombre de alguna idea con un
significado social independiente, generalmente comprensible según las categorías de la
visión natural del mundo, pero más tarde sucumbió a cierta degeneración moral. Esto,
a su vez, ha facilitado, en primer lugar, la infección y la activación de los factores
patológicos dentro del grupo, y más tarde la ponerización del grupo entero o, a
menudo, de una de sus facciones.

Desde sus comienzos, la unión primariamente ponerogénica es un cuerpo extraño


dentro del organismo social, y su carácter entra en conflicto con los valores morales
que adopta y respeta la mayoría de la población. Sus actividades generan oposición y
aversión, y se las considera amorales. Por consiguiente, esos grupos no logran
diseminarse a gran escala ni infiltrarse en uniones numerosas; finalmente pierden la
batalla contra la sociedad.

No obstante, para que se desarrolle una gran asociación ponerogénica, basta con
que alguna agrupación humana caracterizada por tener metas sociales y políticas y una
ideología con cierto valor creativo, sea aceptada por una mayor cantidad de personas
normales antes de sucumbir a un proceso de malignidad ponerogénica. Por ende, es
posible que durante mucho tiempo, esa unión que ha caído presa del proceso de
ponerización, pase desapercibida gracias a la protección que proporcionan la tradición
y los valores ideológicos de la sociedad en cuestión, y en especial en lo que concierne
a sus miembros menos críticos. Cuando el proceso ponerogénico afecta a aquella
organización humana (que en sus orígenes surgió y actuó en nombre de metas
políticas y sociales, y cuya creación se vio sujeta a la historia y al contexto social), los
valores del grupo original han de nutrir y proteger aquella unión a pesar de haber
cedido a la degeneración característica, y debido a que conservan los mismos nombres
y símbolos que en sus comienzos. Por tanto, la función práctica del grupo se desvía

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

completamente de la intención original. Es eso lo que pone en evidencia las flaquezas


del “sentido común” individual y social [131].

Esto nos recuerda una situación bien conocida por los psicopatólogos: una persona
que solía gozar de confianza y de respeto dentro de su círculo, comienza a
comportarse con una arrogancia absurda y a lastimar a otras personas, supuestamente
en nombre de sus convicciones, que hasta ese entonces fueron aceptadas, conocidas
y consideradas decentes, pero que se han deteriorado con el paso del tiempo debido a
algún proceso psicológico que las ha vuelto primitivas aunque emocionalmente
dinámicas. Sin embargo, quienes conocen a esa persona desde hace mucho tiempo,
tal y como solía ser, no creen a aquellos que se quejan de esta nueva conducta (a
veces incluso muy disimulada), y no dudan en denigrarlos y tratarlos de mentirosos.
Por un lado, esto intensifica el agravio que reciben las víctimas y, por otro, estimula y
autoriza al individuo que padece un deterioro en su comportamiento a que siga
cometiendo otros actos dañinos. Por lo general, esta situación persiste hasta que la
locura de este individuo se vuelve evidente a ojos de todos.

Las uniones ponerogénicas primarias son de principal interés para la criminología;


nosotros nos focalizaremos en las asociaciones que sucumben a los procesos
secundarios de malignidad ponerogénica. Por empezar, propongo establecer un
esquema de algunas de sus propiedades.

Dentro de cada unión ponerogénica, se crea una estructura psicológica que


podríamos ver como una caricatura de, o lo opuesto a la estructura normal de una
sociedad o de una organización social normal. En esta última, individuos con diferentes
fortalezas y debilidades se complementan mutuamente con sus características y
talentos. Esta estructura está sujeta a una modificación diacrónica [132] con respecto a
los cambios en el carácter general de la asociación en cuestión. Lo mismo sucede en
una unión ponerogénica. Los individuos con diferentes aberraciones psicológicas
también se complementan con los talentos y características de los demás miembros.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Generalmente, la fase más temprana de la actividad de la unión ponerogénica está


dominada por individuos caracteropáticos (en particular, paranoides) que
desempeñan el papel de inspiradores o fascinadores en el proceso ponerogénico.
Recordemos que el poder de los caracterópatas paranoides radica en el hecho de que
les es fácil esclavizar mentes menos críticas, como es el caso de quienes presentan
otros tipos de deficiencias psicológicas o que han sido víctimas de individuos con
trastornos de la personalidad y, en particular, una gran parte de la juventud.

A esa altura, la unión aún presenta cierto romanticismo y no se caracteriza por un


comportamiento excesivamente cruel [133]. Pero no trascurre mucho tiempo antes de
que se obligue a los miembros más normales a desempeñar funciones marginales y se
los excluya de los secretos de la organización, lo que hace que algunos de ellos pronto
abandonen el grupo.

Los individuos con trastornos heredados se convierten progresivamente en


inspiradores, o comienzan a ocupar puestos de liderazgo. Aumenta gradualmente el rol
de los psicópatas esenciales, si bien prefieren mantenerse en la penumbra (por
ejemplo, dirigiendo grupos pequeños), marcando el paso como eminencia gris. [134] En
las uniones ponerogénicas de mayor alcance social, otro tipo de individuo (más
tolerable y representativo de la gente) suele desempeñar la función de líder. Algunos
ejemplos incluyen a dirigentes con una caracteropatía frontal, o con un complejo más
discreto de rasgos patológicos menores.

Al comienzo, un fascinador actúa como líder en un grupo ponerogénico. Pero luego


aparece otra persona con “talento de liderazgo”, un individuo más dinámico que, por lo
general, se ha incorporado más tarde a la organización, una vez que ésta hubo caído
en el proceso de ponerización. Al ser más débil, el fascinador se ve obligado a
aceptar pasar a segundo plano y a reconocer el “genio” del nuevo líder, o de lo
contrario, a aceptar la amenaza de una completa derrota. Así se dividen los roles. El
fascinador necesita el apoyo del líder burdo pero decidido quien, a su vez, depende del
fascinador para sostener la ideología de la asociación, lo cual resulta de vital

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

importancia si se desea mantener la calma entre aquellos miembros del conjunto que
revelan una tendencia a las críticas y dudas de índole moral.

Por ende, la tarea del fascinador pasa a consistir en renovar adecuadamente la


imagen de la ideología, deslizando nuevos contenidos ocultos debajo de términos
utilizados desde hace mucho tiempo, a fin de que ésta pueda seguir cumpliendo su
función propagandística en condiciones que cambian día a día. También le
corresponde mantener la imagen mística del líder tanto dentro como fuera de la
asociación. Sin embargo, no puede existir entera confianza entre los dos, ya que en el
fondo el líder desprecia al fascinador y su ideología, mientras que el fascinador detesta
al líder por ser un individuo tan burdo. Siempre es probable que surja una
confrontación, y que el más débil se convierta en el perdedor.

La estructura de esa unión sufre otras divisiones y ramificaciones. Un abismo se


forma entre los miembros más normales y los “iniciados” de la elite que, en general,
son más patológicos. Este segundo subgrupo se vuelve más y más esclavo de
individuos con factores patológicos heredados, mientras que el primero está bajo el
dominio de personas que manifiestan secuelas de diferentes enfermedades
neurológicas, con rasgos no tan típicamente psicopáticos, y con personalidades
anormales causadas por privaciones tempranas y por una crianza cruel en manos de
otros individuos patológicos. Así pronto va quedando cada vez menos espacio para las
personas normales. Los secretos e intenciones del líder permanecen ocultos al
proletariado, segmento de la unión en el cual el trabajo del fascinador debe ser
suficiente para lograr dicho objetivo.

Un observador externo que emplee una visión psicológica natural del mundo al
estudiar las actividades de una unión de este tipo, siempre sobrestimará el papel del
líder, así como su cargo supuestamente autocrático. Los fascinadores y los medios de
propaganda se movilizan para preservar esa opinión errónea. Sin embargo, el líder
depende de los intereses de la unión, en especial los de los iniciados de la elite ,
más de lo que cree. Lucha una batalla constante por mantener su función; es un actor

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

bajo las órdenes de un director. En las uniones macrosociales, este cargo suele ser
ocupado por un individuo más representativo que no carece de determinadas
facultades críticas. Podría resultar contraproducente informarle acerca de todos los
planes y cálculos criminales. Junto con una fracción de la elite, un grupo de individuos
psicopáticos ocultos detrás de escena dirigen al líder, de la misma forma en que
Bormann [135] y su círculo cerrado manejaban a Hitler. Si el líder no cumple con el
papel que le fue asignado, por lo general es consciente de que el círculo que
representa la elite de la unión está en condiciones de asesinarlo o de echarlo de su
puesto.

Acabamos de esbozar las propiedades de las uniones cuyo contenido original (y por
lo general, benévolo) ha sido transformado por el proceso ponerogénico, convirtiéndose
en su opuesto patológico, y generando cambios tanto en la estructura como en las
decisiones más recientes de dichas agrupaciones. La descripción ha sido lo
suficientemente amplia como para abarcar la mayor cantidad posible de este tipo de
fenómenos, desde la escala social más pequeña a la más grande. Las reglas generales
que rigen estos fenómenos parecen ser, como mínimo, análogas e independientes de
su alcance cuantitativo, social e histórico.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Las ideologías

Es muy común que una asociación o grupo ponerogénico posean una ideología
particular que siempre justifique sus actividades y les provea una propaganda
motivacional. Incluso las pequeñas pandillas de matones tienen su propia ideología
melodramática y un romanticismo patológico. La naturaleza humana requiere sobre
compensar los actos infames con un halo de mística que logre silenciar la propia
conciencia moral y, a su vez, eludir la detección consciente y las facultades críticas, ya
sean propias o ajenas.

Si fuera posible despojar aquellas uniones ponerogénicas de su ideología, no


quedaría nada excepto una patología psicológica y moral, desnuda y poco atractiva.
Dicho despojo provocaría, por supuesto, una “furia moral”, y no sólo entre los miembros
de la unión. La verdad es que cuando se deja al descubierto que un grupo bastante
idealizado por la sociedad no es más que una banda de criminales, incluso las
personas normales que condenan tanto ese tipo de unión como sus ideologías, se
sienten heridas y desposeídas de algún componente de su propio romanticismo, de la
manera en que perciben la realidad. Quizás también algunos de los lectores de este
libro sientan resentimiento hacia el autor por extraer del mal todos sus motivos literarios
de una forma tan poco ceremoniosa. Es por eso que la tarea de realizar este
“desnudamiento” puede revelarse aún más difícil y peligrosa que lo que uno espera.

Una unión ponerogénica primaria se forma al mismo tiempo que su ideología, o


incluso un poco antes. Una persona normal percibe la diferencia entre esa ideología y
el mundo de los conceptos humanos, y nota que es obviamente sugestiva y
primitivamente cómica hasta cierto punto.

Por el contrario, la ideología de una asociación ponerogénica secundaria se forma a


través de una adaptación gradual de la ideología original que conduce a funciones y
metas diferentes de aquellas propuestas al comienzo. Durante el proceso de
ponerización, se produce una especie de estratificación o esquizofrenia ideológica. La

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

capa externa más cercana al contenido original se utiliza con fines de propaganda
dirigida hacia el grupo, en especial en lo que concierne al mundo exterior, si bien
también puede ser utilizada en parte dentro de la unión a fin de sembrar desconfianza
hacia los miembros de rangos inferiores. La segunda capa está compuesta por la elite,
y no se caracteriza por problemas de comprensión: es más hermética y generalmente
ha sido formada mediante la inserción de contenidos diferentes en la terminología ya
existente. Dado que nombres idénticos cobran significados diferentes según la capa en
cuestión, para comprender este “discurso doble” es necesario dominar con fluidez
ambos idiomas.

Las personas promedio sucumben a las insinuaciones sugestivas del primer estrato
antes de aprender a reconocer el segundo, mucho más tarde. Cualquier persona con
trastornos psicológicos, en especial si se esconde detrás de la máscara de la cordura
que ya nos es familiar, inmediatamente percibe el segundo estrato como algo atrayente
e importante; después de todo, fue creado por sus semejantes. Por tanto, comprender
este doble discurso es una tarea fastidiosa, y provoca una resistencia psicológica
bastante comprensible. Sin embargo, esta misma dualidad lingüística es un síntoma
patognómico [136], un indicio de que la unión humana en cuestión está siendo
afectada por un grado avanzado del proceso ponerogénico.

La ideología de las uniones que sufren semejante degeneración presenta


determinados factores constantes más allá de su calidad, sus números y su alcance; a
saber, las motivaciones de un grupo que ha sido tratado injustamente, un
deseo radical de lograr justicia, y los valores superiores de quienes se han

unido a la organización. Estas motivaciones permiten que los miembros del grupo
vean sublimada su sensación de ser diferentes y víctimas de una injusticia, lo cual es
producto de la fragilidad psicológica propia y parece liberar a cada individuo de su
necesidad de atenerse a principios morales engorrosos.

En un mundo plagado de verdadera injusticia y de humillación humana, que conduce


a la formación de ideologías similares, una unión con miembros que aboguen por éstas

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

puede fácilmente sucumbir a la degradación. Cuando eso sucede, aquellas personas


con una tendencia a aceptar la mejor versión de la ideología tenderán a justificar dicha
dualidad ideológica.

La ideología del proletariado [137], cuyo objetivo consistía en una restructuración


revolucionaria del mundo, ya estaba contaminada por un déficit esquizoide en la
comprensión y en la confianza hacia la naturaleza humana; no es de sorprender,
entonces, que haya sucumbido fácilmente a un proceso de degeneración típica para
poder nutrir y disfrazar un fenómeno macrosocial cuya esencia básica es
completamente diferente [138].

Para futura referencia, recordemos que las ideologías no necesitan fascinadores. Son
estos últimos quienes necesitan ideologías a fin de someterlas a sus propios objetivos
trastornados.

Por otra parte, el hecho de que alguna ideología se haya degenerado junto con el
movimiento social que creó, y que se haya rendido más tarde a esta esquizofrenia y a
satisfacer propósitos que habrían sido aborrecidos por los creadores de la ideología, no
prueba que haya sido inútil, falsa y errónea desde el principio. Por el contrario,
pareciera que en determinadas condiciones históricas, la ideología de cualquier
movimiento social puede someterse al proceso ponerogénico, incluso si se trata de una
verdad sagrada.

Una ideología dada pudo haber contenido puntos débiles, producto de los errores del
pensamiento y de las emociones humanas, o quizás en el transcurso de su historia fue
infiltrada por material primitivo externo que pudo haber contenido factores
ponerogénicos. Dicho material destroza la homogeneidad interna de la ideología. La
fuente de tal infección puede ser el sistema imperante, con sus leyes y costumbres
basadas en una tradición más primitiva, o un sistema de gobierno imperialista. Claro
está que también puede tratarse simplemente de otro movimiento filosófico con

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

frecuencia contaminado por las excentricidades de su fundador, que atribuye la culpa a


los hechos por no encajar en su construcción dialéctica.

El imperio romano, incluyendo su sistema jurídico y su escasez de conceptos


psicológicos, contaminó de igual forma la idea homogénea original del cristianismo. La
religión se vio obligada a adaptarse para coexistir con un sistema social dentro del cual
el principio dura lex sed lex [139] determinaba el destino de una persona, en lugar de
que éste fuese fijado por la comprensión de los seres humanos. Eso luego condujo al
intento corrupto por alcanzar las metas del “Reino de Dios” mediante los métodos
imperialistas romanos.

Cuanta más importancia y verdad contenga la ideología original, más tiempo tendrá
para nutrir aquel fenómeno que es producto del proceso degenerativo específico, y
para disfrazarlo de tal modo que no reciba crítica alguna por parte de la opinión pública.
En una ideología apreciada y de gran alcance, se esconde el peligro de las mentes
inferiores, que pueden convertirse en los factores determinantes de semejante
degeneración preliminar, lo que a su vez abre paso a la invasión de agentes
patológicos.

Entonces, al tratar de comprender el proceso de ponerización secundaria y las clases


de asociaciones humanas que ceden a éste, nos corresponde separar cuidadosamente
la ideología original de su contraparte (o incluso de su caricatura), creada por el
proceso ponerogénico. Para abstraernos de cualquier ideología, debemos, por
analogía, entender la esencia del proceso en sí, con sus propias causas etiológicas
latentes en cada sociedad, además de las dinámicas patológicas de su desarrollo.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

El proceso de ponerización

Observar los procesos de ponerización de diversas uniones humanas a lo largo de la


historia, nos lleva a la conclusión de que el paso inicial es una distorsión moral de las
ideas del grupo. Cuando analizamos la contaminación de la ideología de un grupo
determinado observamos, en primera instancia, una infiltración de contenidos ajenos,
simplistas y doctrinarios, que la privan de todo sustento sano para comprender y confiar
en la naturaleza humana. Esto da lugar a la invasión de factores patológicos y facilita la
acción ponerogénica que desempeñan sus portadores.

El sistema judicial romano con respecto a la cristiandad, según lo mencionado en la


introducción, constituye un buen ejemplo de este fenómeno. La civilización romana,
imperial y aficionada a las leyes, no ocultaba su arraigamiento al Derecho y a la
materia, y compuso un sistema jurídico demasiado rígido como para incluir aspectos
reales de la vida psicológica y espiritual. Este elemento “terrenal” ajeno se infiltró en la
cristiandad e incitó a la iglesia católica a adoptar estrategias imperialistas a fin de
imponer violentamente su sistema de creencias.

Este hecho podría justificar la convicción que albergan ciertos moralistas, que afirman
que preservar la disciplina ética de una unión y la pureza de sus ideas ofrece
protección suficiente contra el desvío o el descenso a un mundo de errores,
insuficientemente comprendido. Pero un ponerólogo percibirá esta postura como una
simplificación exagerada y unilateral de una realidad eterna más compleja. Después de
todo, la disminución de los controles éticos e intelectuales es, a menudo, una
consecuencia de la influencia directa o indirecta de los factores omnipresentes en la
existencia de individuos trastornados dentro de cualquier grupo social, además de otras
debilidades humanas no patológicas.

En algún punto de su vida, todos los organismos humanos atraviesan períodos en los
que decae la resistencia psicológica y fisiológica, facilitando el desarrollo de una
infección bacteriológica interna. De igual manera, una asociación humana o un

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

movimiento social pasan por etapas de crisis que debilitan la cohesión de sus ideas y
de su moral. Esto puede tener lugar a raíz de cierta presión por parte de otros grupos, o
bien de una crisis espiritual general en su entorno, o del exacerbamiento de su
condición histérica. Del mismo modo en que tomar medidas sanitarias más rigurosas es
una prescripción médica obvia para ayudar a un cuerpo debilitado, desarrollar un
control consciente de la influencia de los elementos patológicos es una recomendación
ponerológica. Se trata de un factor crucial para prevenir tragedias durante los períodos
sociales de crisis moral.

Desde hace siglos, diferentes individuos patológicos se han inclinado a participar en


las actividades de las uniones humanas. Por una parte, lo que les ha facilitado la
entrada son las debilidades de dichos grupos, es decir, aquellas asociadas a la falta de
un conocimiento psicológico adecuado. Por otra parte, su intromisión exacerba los
errores morales y frena las posibilidades de utilizar un sentido común saludable y de
comprender objetivamente los problemas. A pesar de las tragedias y la infelicidad
resultantes, la humanidad ha sabido progresar, en especial en el área cognitiva. Por
tanto, los ponerólogos pueden llegar a sentir cierto optimismo al mismo tiempo que
preservan su cautela. Al fin y al cabo, al ser capaces de detectar y describir estos
aspectos de los procesos de ponerización que afectan a los grupos humanos, y que
nos resultaban incomprensibles hasta hace recientemente, seremos capaces de
adoptar medidas más tempranas y eficaces para contrarrestar esos procesos. Una vez
más, la profundidad y la amplitud del conocimiento acerca de las variedades
psicológicas humanas son fundamentales.

Todo grupo humano que haya sido afectado por los procesos aquí descritos se
caracteriza por una regresión progresiva tanto del sentido común natural como de su
habilidad para percibir la realidad psicológica. Si nos basamos en las categorías
tradicionales para describir este fenómeno, podríamos decir que se trata de un ejemplo
de cómo la gente “se vuelve imbécil”, o se va deteriorando a nivel intelectual y
moral. Sin embargo, un análisis ponerológico indica que en realidad, dado que la falta
de buen conocimiento psicológico no constituye un criterio de exclusión, lo que sucede

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

es que ciertos individuos con factores patológicos, a quienes se les ha permitido


permanecer en el grupo, están ejerciendo presión sobre la facción más normal dentro
de éste. Por ende, cada vez que observamos que una asociación trata a algún
miembro sin tomar una distancia crítica (a pesar de que éste manifiesta anomalías
psicológicas con las que ya nos hemos familiarizado aquí), y que atribuye cuanto
mínimo el mismo valor a sus opiniones que si provinieran de personas normales (si
bien están basadas en una visión diferente de los asuntos que incumben a la
humanidad), nos vemos obligados a llegar a la conclusión de que ese grupo está
siendo afectado por el proceso ponerogénico. Y de no tomar medidas, el proceso
continuará su curso lógico hasta las últimas consecuencias. Debemos tratar este tema
según el primer criterio de ponerología descrito anteriormente, el cual retiene su validez
sin importar las propiedades cualitativas y cuantitativas de aquella unión: la atrofia de
las facultades críticas con respecto a los individuos patológicos abre paso a

sus actividades y, al mismo tiempo, se convierte en un parámetro para

reconocer que la asociación en cuestión es ponerogénica.

Este contexto constituye a su vez una situación de liminalidad [140], un punto de


inflexión durante el cual se vuelve aún más fácil dañar el sentido común sano y las
facultades morales críticas de las personas. Una vez que el grupo ha ingerido una
suficiente dosis de material patológico y se convence de que esas personas no
demasiado normales son genios excepcionales, comienza a someter a los miembros
más normales a una presión caracterizada por sus elementos paramorales y
paralógicos correspondientes.

Para muchas personas, la presión ejercida por la opinión colectiva adopta las
características de un criterio moral; para otras, implica una clase de terror psicológico
mucho más difícil de soportar. Así se produce el fenómeno de selección negativa
durante esa fase de ponerización: los individuos con un sentido más normal de la
realidad psicológica deciden partir luego de haber entrado en un conflicto con el nuevo
grupo modificado; simultáneamente, aquellos que presentan diferentes anomalías
psicológicas se unen al grupo y hallan fácilmente su lugar en éste. Los miembros sanos

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

se sienten “forzados a tomar posturas contrarrevolucionarias”, mientras que los


patológicos se sienten libres de quitarse la máscara de la cordura con una frecuencia
cada vez mayor.

Por consiguiente, los miembros que han sido rechazados por una asociación
ponerogénica porque eran demasiado normales, sufren amargamente; son
incapaces de comprender lo que les sucede. Observan cómo se ha degradado su ideal,
la razón por la cual originariamente se unieron al grupo, y que le daba sentido a sus
vidas, pero no logran hallar una explicación racional para este hecho. Sienten que han
sido víctimas de una injusticia; luchan “contra demonios” que no están en condiciones
de identificar. El problema es que sus personalidades ya se han visto alteradas hasta
cierto punto, debido a la saturación del material psicológico anormal; en especial aquél
inherente a los psicópatas. En aquellos casos, caen fácilmente en extremos opuestos,
ya que sus decisiones están regidas por emociones enfermas. Lo que realmente
necesitan es una buena dosis de información psicológica que les permita encontrar el
camino de la razón y la prudencia. Un tratamiento psicoterapéutico basado en una
comprensión ponerogénica del estado en que se encuentran, podría ofrecer resultados
rápidos y positivos. Sin embargo, si la unión que han abandonado está cayendo en
manos de una ponerización profunda, los acechará una amenaza: es posible que se
conviertan en objetos de revancha por haber “traicionado” una ideología magnífica.
[141]

Este es el período tempestuoso de la ponerización de un grupo, al que le sigue una


cierta estabilización en términos de contenido, estructura y costumbres. A la hora de
seleccionar nuevos miembros, se aplican medidas rigurosas con criterios
evidentemente psicológicos. A fin de eliminar toda posibilidad de admitir a individuos
que puedan detractar al grupo, se observa y se pone a prueba a los miembros
potenciales, para luego eliminar a aquellos que demuestran tener una independencia
mental excesiva, o que son psicológicamente normales. La nueva función interna así
creada actúa a modo de “psicólogo”, y, sin duda, hace un uso provechoso del
conocimiento psicológico adquirido por los psicópatas.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Cabe hacer notar que algunas de esas medidas de exclusión llevadas a cabo por un
grupo en el proceso de ponerización, deberían haber sido aplicadas desde el
principio en contra de individuos patológicos, por el grupo ideológico

original. Criterios psicológicos tan rigurosos de selección como estos no indican


necesariamente que el grupo sea ponerogénico. Para determinarlo, debemos examinar
cuidadosamente en qué se basa la selección psicológica. Todo grupo que se proponga
evitar la ponerización tendrá interés en excluir a individuos que dependan
psicológicamente de creencias subjetivas, mitos, rituales, y drogas, y más aún a
aquellos que sean incapaces de realizar una introspección objetiva, o que rechacen el
proceso de desintegración positiva.

En un grupo que atraviesa el proceso de ponerización, los fascinadores se encargan


de proteger “la pureza ideológica”. La posición del líder es relativamente segura.
Quienquiera que manifieste dudas o críticas se ve sujeto a una condena paramoral.
Preservando su mayor dignidad externa y estilo, los líderes discuten opiniones e
intenciones que son psicológica y moralmente patológicas. Gracias a la sustitución de
premisas que operan en el proceso subconsciente correspondiente a la base de
reflejos previos condicionados, se elimina toda conexión intelectual que pueda dejar al
descubierto su carácter patológico. Es útil para un observador objetivo establecer una
analogía entre este estado y el caso de pacientes en un hospital psiquiátrico que toman
el control de la institución. La asociación como un todo pasa a colocarse la máscara de
la normalidad aparente. En el próximo capítulo, denominaremos este estado la “fase de
disimulo” con respecto a los fenómenos ponerogénicos macrosociales.

Para observar el estado que corresponde realmente al primer criterio ponerogénico —


la atrofia de las facultades críticas naturales con respecto a los individuos patológicos—
se requieren habilidades psicológicas y un conocimiento específico de los hechos. En
cambio, cualquier persona con una inteligencia promedio, así como la opinión pública
de la mayoría de las sociedades, son capaces de percibir la segunda fase, más
estable. Sin embargo, la interpretación impuesta es unilateralmente moralista o

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

sociológica, y conduce simultáneamente a la sensación de no poseer las herramientas


suficientes para comprender el fenómeno, o para adoptar medidas que contrarresten la
propagación del mal.

Empero, durante esta fase, una minoría de grupos sociales tiende a considerarse
capaz de comprender semejante asociación ponerogénica dentro de las categorías de
su propia visión del mundo, y juzga aceptable la capa superficial de la ideología que
ésta difunde. Cuanto más primitiva sea la sociedad en cuestión, y cuanto más alejada
esté del contacto directo con la unión afectada por ese estado patológico, más
numerosas podrían llegar a ser esas minorías. Es justamente en este período durante
el cual las costumbres de la unión se vuelven un poco menos extremas, y que suele
intensificarse simultáneamente su actividad expansionista.

Si bien es posible que esa etapa se extienda por mucho tiempo, no durará para
siempre. En su interior, el grupo va tornándose cada vez más patológico, hasta que al
fin muestra nuevamente su verdadera cara a medida que sus actividades se vuelven
más torpes. A esa altura, una sociedad de personas normales tiene la posibilidad de
amenazar fácilmente las asociaciones ponerogénicas, incluso a nivel macrosocial.

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Los fenómenos macrosociales

Siempre que un proceso ponerogénico abarca toda la clase dominante de una


sociedad o nación, o cuando se frena la oposición por parte de la población normal (ya
sea debido al carácter global del fenómeno, o por medio de fascinación y coacción
física, incluyendo la censura), estamos tratando con un fenómeno ponerogénico
macrosocial. Sin embargo, es en casos así que la tragedia de una sociedad, a menudo
acompañada de sufrimiento en el investigador, ofrece a este último una inmensa
cantidad de conocimiento ponerológico, del cual puede extraer las leyes que gobiernan
semejante proceso, a condición de que sea capaz de familiarizarse a tiempo con su
lenguaje naturalista y su gramática diferente.

Los estudios de la génesis del mal que se basan en observar grupos reducidos de
personas pueden aportarnos los detalles de estas leyes. Sin embargo, es de asumir
que presenten una imagen algo distorsionada que depende de las diversas condiciones
ambientales que, a su vez, están sujetas al período histórico en cuestión; este es el
trasfondo del fenómeno observado. No obstante, aquellas observaciones nos permiten
suponer que las leyes generales de la ponerogénesis puedan ser como mínimo
análogas, sin importar el tamaño o la cantidad y el alcance espacio-temporal del
fenómeno. El problema es que no nos permiten, por tanto, corroborar esa hipótesis.

Al estudiar un fenómeno macrosocial, podemos obtener datos cuantitativos y


cualitativos, índices estadísticos de correlación, y otras observaciones tan precisas
como sea posible según el estado de la ciencia, la metodología de la investigación y la
situación obviamente precaria del observador [142]. Eso nos permite, entonces,
emplear el método clásico para aventurarnos en una hipótesis y emprender una
búsqueda activa de hechos que puedan refutarla. Es así cómo la regularidad causativa
de los procesos ponerogénicos podría recibir confirmación dentro de los límites de las
posibilidades anteriormente mencionadas. Ese fue, de hecho, el emprendimiento en el
cual mis colegas y yo nos lanzamos. Es asombroso observar cómo la regularidad
causativa de los procesos ponerogénicos observados en pequeños grupos gobierna

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

este fenómeno macrosocial de manera tan nítida. Adquirir una comprensión de este
fenómeno puede, por lo tanto, servir como base para predecir su futuro desarrollo, lo
cual sólo el tiempo será capaz de comprobar. Es únicamente tras haber observado los
hechos cuidadosamente y de cerca, que a largo plazo podemos tomar consciencia de
que, en definitiva, el coloso tiene un talón de Aquiles.

Pero uno se topa con ciertos problemas obvios al estudiar los fenómenos
ponerogénicos macrosociales: la vida de la tarea científica del investigador es más
corta que la del período de gestación del fenómeno, su duración y lo que tarda en
deteriorarse. A eso se suma que se producen simultáneamente otras transformaciones
en la historia, las costumbres, la economía y la tecnología. Sin embargo, los obstáculos
que se nos presentan a la hora de abstraer los síntomas adecuados no son
necesariamente insuperables, puesto que nuestros criterios se basan en fenómenos
eternos que están sujetos a transformaciones relativamente limitadas en el tiempo.

La interpretación tradicional de estas grandes enfermedades históricas ha enseñado


a los historiadores a distinguir dos fases diferentes: la primera está caracterizada por
un período de crisis espiritual dentro de la sociedad [143], que los historiógrafos han
asociado con el agotamiento de los valores conceptuales, morales y religiosos que
hasta ese momento habían nutrido a la sociedad en cuestión. Se incrementa el
egoísmo entre los individuos y los grupos sociales, y se observa un debilitamiento en
los lazos de responsabilidad moral y social. Por consiguiente, los problemas triviales
asaltan la mente humana a tal punto que no queda espacio para reflexionar acerca de
temas de importancia pública o para sentir un compromiso con el futuro. Un criterio que
nos permite distinguir este fenómeno es el desmoronamiento de la jerarquía de valores
en la mente de los individuos o de las sociedades, algo que ha sido descrito tanto en
monografías historiográficas como en artículos de psiquiatría. Finalmente, el gobierno
del país queda paralizado, indefenso ante problemas fáciles de resolver si existiesen
circunstancias diferentes. Asociemos esas etapas de crisis al período bien conocido de
histerización social.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

La segunda fase está marcada por tragedias sangrientas, revoluciones, guerras y la


caída de imperios. Las reflexiones de los historiadores y moralistas con respecto a
estos acontecimientos siempre nos dejan con la sensación de que no alcanzan
realmente para percibir determinados factores psicológicos discernidos dentro de la
naturaleza de los fenómenos; la esencia de estos factores permanece más allá de
cómo se los experimenta científicamente.

Lo que asombra en primer lugar a un historiador que estudia esas grandes


enfermedades históricas son todas las similitudes que presentan, y olvidan
fácilmente que todas las enfermedades físicas también poseen síntomas en común, ya
que son estados de falta de salud. Un ponerólogo con un enfoque naturalista tiende a
dudar que estemos lidiando con una sola clase de enfermedad social, lo cual lo lleva a
clasificar los fenómenos según las condiciones etnológicas e históricas que los
condicionan. Resulta más apropiado diferenciar así la esencia de esos estados, que
emplear los patrones de razonamiento de las ciencias naturales con los que estamos
familiarizados. Sin embargo, las condiciones complejas de la vida social nos impiden
utilizar el método de distinción, similar al criterio etiológico en medicina: en términos
cualitativos, los fenómenos se estratifican con el tiempo, condicionándose mutuamente
y transformándose constantemente. A cambio, deberíamos servirnos de patrones
abstractos similares a los que se utilizan en el análisis de estados neuróticos en los
seres humanos.

Basándonos en este tipo de razonamiento, intentemos ahora realizar una distinción


entre dos estados patológicos de las sociedades. Su esencia y sus contenidos parecen
lo suficientemente diferentes, pero pueden operar en secuencia de manera tal que el
primero abra paso al segundo. Ya hemos descrito a grandes rasgos el primer estado en
el capítulo sobre el ciclo histeroide A continuación presentaremos un determinado
número de detalles psicológicos adicionales. El próximo capítulo estará dedicado al
segundo estado patológico, que he apodado “patocracia”.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Los estados de histerización social

Al examinar las descripciones científicas o literarias de los fenómenos histéricos tales


como aquellos que datan de la última gran ola de histeria en Europa, durante el cuarto
de siglo precedente a la primera guerra mundial, un observador inexperto podría
llevarse la impresión de que se trató de un síntoma endémico en casos individuales,
especialmente entre las mujeres. Sin embargo, la naturaleza contagiosa de los estados
de histeria ya había sido descubierta y descrita por Jean Martin Charcot [144].

Dado que es contagiosa, y que se transmite por medio de la resonancia psicológica,


la identificación y la imitación, es prácticamente imposible que la histeria se manifieste
como un simple fenómeno individual. Todo ser humano contiene diferentes grados de
predisposición a esta malformación de la personalidad, pero normalmente es posible
superarla con una buena crianza y una disciplina autoimpuesta, factores que nos
predisponen al pensamiento correcto y a la disciplina emocional.

Durante los “tiempos felices” de paz, mantenidos a expensas de la justicia social, los
niños de las clases privilegiadas aprenden a reprimir del campo de la consciencia ideas
perturbadoras que sugieren que tanto ellos como sus padres son beneficiarios de la
injusticia cometida en contra de otros. Dichos jóvenes aprenden a menospreciar y a
descalificar los valores morales e intelectuales de cualquier persona cuyo trabajo su
clase está explotando para obtener ventajas propias. De esta manera, las mentes
jóvenes adoptan hábitos de selección y sustitución subconsciente de datos, lo cual
lleva a una economía de razonamiento conversiva e histérica. Se convierten luego en
adultos más bien histéricos y, a través de los mecanismos que acabo de mencionar,
transmiten su histeria a las generaciones siguientes quienes, más tarde, desarrollan
aún más esas características. Por ende, los patrones histéricos que determinan la
experiencia y el comportamiento crecen y se difunden desde las clases privilegiadas
hacia las inferiores, hasta traspasar el límite del primer criterio ponerológico: la atrofia
de las facultades críticas naturales con respecto a los individuos

patológicos.

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Una vez que los hábitos de selección y sustitución subconsciente de datos y de


pensamientos adquieren un nivel macrosocial, la sociedad tiende a desarrollar
desprecio hacia quienquiera que realice una crítica de los hechos, y a humillar a todo
aquel que alerte a la población. También se muestra desprecio hacia otras naciones
que han mantenido patrones normales de pensamiento y se les critica por sus
opiniones. La sociedad misma impone de manera egotista un terror hacia las facultades
críticas, efecto que logra mediante el uso de procesos de pensamiento conversivo. Esto
elimina la necesidad de censurar la prensa, los teatros u otros medios de difusión, ya
que un censor patológicamente hipersensible vive dentro de los mismos
ciudadanos.

Cuando gobiernan tres tipos de “ego” (el egoísmo, el egotismo y el egocentrismo


[145]), la población deja de sentir vínculos sociales y responsabilidad hacia los demás,
y la sociedad en cuestión se divide en grupos aún más hostiles entre sí. Cuando en un
ambiente de histeria se deja de diferenciar entre las opiniones de personas con
limitaciones y no muy normales, y aquellas que son razonables y normales, se permite
la activación de factores patológicos de diversas naturalezas.

En esas condiciones, los individuos que ya hemos descrito, y que están gobernados
por una visión patológica de la realidad y por metas anormales producto de su diferente
naturaleza, obtienen la oportunidad de desarrollar sus actividades. Si una sociedad no
logra superar su estado de histeria bajo sus circunstancias etnológicas y políticas, el
resultado probable será una terrible tragedia sangrienta.

Una variante de dicha tragedia puede ser la patocracia. Por ende, ciertas
complicaciones menores referentes a errores políticos o a caídas militares pueden
resultar siendo una bendición oculta si llegan a ser comprendidas de manera adecuada
y si se les permite convertirse en un factor que ayude a regenerar los patrones de
pensamiento y las costumbres normales de una sociedad. El consejo más valioso que
puede ofrecer un ponerólogo en esas circunstancias es que una sociedad se sirva del

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

apoyo de la ciencia moderna, sacando particular provecho de los datos recopilados


tras la última gran ola de histeria en Europa.

Aquellos grupos sociales que ganan su pan de cada día con el esfuerzo diario, y
dentro de los cuales los asuntos prácticos de la vida cotidiana obligan a sus miembros
a reflexionar de manera sobria y en términos generales, se caracterizan por una mayor
resistencia al proceso de histerización. Por ejemplo, los campesinos continúan viendo
las costumbres histéricas de las clases adineradas a través de su propia percepción
práctica de la realidad psicológica, y de su sentido del humor. Las costumbres similares
de los burgueses hacen que los trabajadores se inclinen hacia una crítica severa y una
furia revolucionaria. Ya sea que se expresen en términos económicos, ideológicos o
políticos, la crítica y las demandas de esos grupos sociales siempre contienen un
componente de motivación psicológica, moral y anti-histérica. Por esta razón, es muy
apropiado tomar en cuenta dichas protestas y deliberar al respecto. De lo contrario, una
acción irreflexiva podrá conducir a resultados trágicos, ya que abrirá el camino para
que ciertos fascinadores se hagan oír.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

CAPITULO IV: La ponerología

La ponerología se sirve del progreso científico de las últimas décadas, especialmente


en el campo de la biología, la psicopatología y la psicología clínica. Aclara los lazos
causativos desconocidos y analiza los procesos de la génesis del mal sin ignorar
aquellos factores que han sido menospreciados hasta el momento. Al crear esta nueva
disciplina, también me basé en mi experiencia profesional en estas áreas y en los
resultados de mi propia investigación.

Un enfoque ponerológico facilita la comprensión de algunas de las dificultades más


dramáticas de la humanidad tanto a nivel macrosocial como individual. Esta nueva
disciplina hará posible desarrollar soluciones (teóricas en primera instancia, y prácticas
en segunda) a los problemas que hemos intentado resolver a través de medios
tradicionales ineficaces, lo cual nos ha dejado una sensación de impotencia frente a las
corrientes de la historia. Estos métodos antiguos se basan en conceptos
historiográficos y en actitudes excesivamente moralizantes, que conducen a
sobrestimar la fuerza como la mejor arma para combatir el mal. La ponerología
puede ayudarnos a reducir esa unilateralidad gracias al pensamiento moderno
naturalista, aumentando nuestra comprensión de las causas y la génesis del mal con
los hechos necesarios para establecer una base más sólida que permita inhibir de
manera práctica los procesos de creación de la ponerogénesis, y contrarrestar sus
efectos.

La actividad sinérgica de diversas medidas que apuntan hacia una misma meta
valiosa (como cuando se trata a una persona enferma), suele producir mayores efectos
que la mera suma de factores independientes. Al construir una vía alternativa para
canalizar los esfuerzos moralistas realizados hasta la fecha, la ponerología hará posible
obtener resultados incluso aún mejores que la suma de sus efectos útiles. Y al reforzar
la confianza en los valores morales que nos son familiares, permitirá responder a
muchos de los interrogantes que hasta hoy no han hallado explicación, y utilizar medios
nunca antes empleados, en especial en una mayor escala social.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Las sociedades tienen derecho a defenderse de todo mal que las acose o

las amenace. Y los gobiernos nacionales tienen el deber de emplear métodos


eficaces con este propósito, poniéndolos en práctica lo más hábilmente posible [146]. A
fin de desempeñar esta función esencial, las naciones obviamente utilizan la
información disponible en el momento y en la civilización en cuestión acerca de la
naturaleza y la génesis del mal, además de emplear todos los medios que les sea
posible reunir. A pesar de que es necesario proteger la supervivencia de la sociedad,
las situaciones de abuso de poder y las degeneraciones sádicas surgen con demasiada
facilidad.

Hoy albergamos dudas racionales y morales acerca de cómo comprendieron y


contrarrestaron el mal las generaciones previas a la nuestra. Una simple observación
de la historia lo justifica. La opinión general que va desarrollándose en las sociedades
libres exige que las medidas aplicadas para frenar el mal adquieran un lado humano y
sean limitadas a fin de evitar un posible abuso. Esto parece deberse a que los
individuos moralmente sensibles desean proteger tanto la personalidad propia como la
de sus hijos, de la influencia destructiva que les puede generar el ser conscientes de
que los castigos severos, y en especial la pena de muerte, aún se aplican en la
actualidad.

Es por esta razón que hoy se emplean métodos menos severos para contrarrestar el
mal, pero lamentablemente no se prescriben al mismo tiempo métodos eficaces para
proteger a los ciudadanos del surgimiento del mal y de la violencia. Esto crea una
brecha cada vez más amplia entre la necesidad de neutralizar el mal y los medios con
que contamos para lograrlo. Por consiguiente, pueden surgir diversas clases de maldad
en cada escala social. Dadas las circunstancias, es comprensible que algunas voces
clamen por el regreso de antiguos métodos brutales tan perjudiciales para el desarrollo
del pensamiento humano.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

La ponerología estudia la naturaleza del mal y los procesos complejos de su génesis,


abriendo así un abanico de posibilidades para contrarrestarlo. Precisa que el mal posee
ciertos puntos débiles en su estructura y origen, los cuales pueden ser explotados para
inhibir su desarrollo y eliminar fácilmente los frutos de este último. Si sometemos la
actividad ponerogénica de los factores patológicos (tanto los individuos trastornados
como los actos que realizan) a un control consciente de la naturaleza científica,
individual y social, podremos combatir el mal tan eficazmente como por medio de
llamadas persistentes al respeto de los valores morales. Por ende, el método antiguo y
éste completamente nuevo pueden combinarse para producir resultados más
favorables que la suma aritmética de los dos. La ponerología también abre
posibilidades de desarrollar un comportamiento profiláctico contra el mal individual,
social y macrosocial. Este nuevo enfoque debería permitir que las sociedades se
sientan nuevamente en seguridad, tanto a nivel interno como en lo que concierne a
posibles amenazas internacionales.

Por supuesto, aquellos métodos para contrarrestar el mal que dependan de la


causación y se apoyen en el progreso científico en aumento constante, serán mucho
más complejos, del mismo modo en que lo son la naturaleza y la génesis del mal.
Cualquier relación supuestamente justa entre el crimen cometido por una persona y el
castigo que se le ha infligido, es simplemente un pensamiento arcaico que ha
sobrevivido, una situación aún más difícil de comprender. Es por eso que la época en
que vivimos exige que sigamos desarrollando la disciplina creada en este libro y que
realicemos una investigación detallada, concentrándonos en particular en la naturaleza
de muchos factores patológicos que forman parte de la ponerogénesis. Aprender la
historia desde una perspectiva ponerológica apropiada es un requisito esencial para
comprender fenómenos macrosociales que duran mucho más que el tiempo que
dispone una sola persona para observarlos. He empleado este método para escribir el
siguiente capítulo, reconstruyendo la fase durante la cual ciertos factores
caracteropáticos dominaron el período inicial de la creación de la patocracia.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Al enseñarnos las causas y el origen del mal, la ponerología prácticamente no se


refiere a la culpa humana. Por ende, no soluciona el problema perenne de la
responsabilidad que llevamos, si bien aporta una clarificación adicional en lo que
respecta a la causación. Gracias a esta disciplina, tomamos consciencia de lo poco que
sabemos acerca del tema y de cuánto queda aún por investigar, al mismo tiempo que
intentamos mejorar nuestra comprensión acerca de las complejas causas que
determinan todos estos fenómenos, y reconocer que existe una dependencia mayor de
lo que se cree entre los individuos y el modo en que operan los factores externos.

Tenemos el derecho y la obligación de juzgar de manera crítica nuestro propio


comportamiento y el valor moral de nuestras motivaciones. Esto depende de nuestra
consciencia, un fenómeno tan ubicuo como incomprensible dentro de los límites del
pensamiento naturalista. Incluso si algún día llegamos a armarnos con todos los logros
presentes y futuros de la ponerología, ¿estaremos en condiciones de hacer abstracción
de la culpa que le pertenece a otra persona, y evaluarla en consecuencia? En la teoría,
resulta aún menos probable; en la práctica, aún más innecesario.

Cuando nos abstenemos constantemente de emitir juicios morales hacia los demás,
transferimos nuestra atención al rastreo de los procesos causativos responsables de
condicionar el comportamiento de otra persona o sociedad. Esto aumenta nuestra
posibilidad de adquirir una higiene mental adecuada y de ser capaces de percibir la
realidad psicológica. Controlarnos de este modo también nos permite evitar un error
que envenena mentes y almas de manera demasiado poderosa, a saber, el hecho de
superponer una interpretación moralizante a la actividad de factores patológicos.
Además evitamos vernos emocionalmente envueltos en la situación, y controlamos
mejor nuestro egotismo y nuestro egocentrismo, lo cual nos facilita realizar un análisis
objetivo de los fenómenos.

En caso de que algunos lectores se sientan sorprendidos ante esta actitud, y la


perciban como una indiferencia moral, debemos reiterar que el método aquí referido
con respecto al análisis del mal y de su génesis, nos permite tomar una nueva distancia

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

para evitar caer en sus tentaciones, además de aportarnos más opciones teóricas y
prácticas para contrarrestarlo. Asimismo, cabe reflexionar acerca de la convergencia
obvia y asombrosa entre las conclusiones que podemos derivar del análisis de estos
fenómenos y ciertas ideas filosóficas antiguas, bien especificadas en la Biblia cristiana:
“No juzguéis, y no seréis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis
juzgados; y con la medida con que medís, os volverán a medir.” (Mateo 7:1-2)

Esta ciencia brinda al menos una justificación parcial a estos valores, que a menudo
pasan desafortunadamente a segundo plano ante las necesidades inmediatas de un
gobierno, y ante nuestros reflejos instintivos y emocionales que nos incitan a vengarnos
y a castigar a otros. Poner en práctica un conocimiento y un comportamiento riguroso,
no hace más que confirmar estos valores de una manera más evidente y científica.

Esta nueva disciplina es aplicable a muchos aspectos de la vida. Yo me he servido de


estos logros y he evaluado su valor práctico durante el transcurso de mi carrera, en
sesiones de psicoterapia individual con mis pacientes. Como resultado, estos últimos
pudieron reorganizar tanto su personalidad como su futuro de una manera más
favorable que si me hubiera basado en los conocimientos prácticos previos de mi
profesión. Teniendo en cuenta la naturaleza excepcional de nuestros tiempos, que
requieren que movilicemos multifacéticamente los valores morales e intelectuales para
combatir el mal que está amenazando al mundo, en los siguientes capítulos propondré
que adoptemos precisamente dicha actitud, cuyo resultado final debe ser un acto de
perdón hasta ahora nunca presenciado en la historia. Aconsejo también tener presente
que comprender y perdonar no excluye el deber de mejorar las condiciones y de
adoptar medidas profilácticas.

Sin el desarrollo y la aplicación de esta disciplina, puede parecer imposible desatar el


nudo gordiano de los tiempos actuales, condicionado por el fenómeno patológico
macrosocial que amenaza nuestro futuro. Este nudo ya no puede ser cortado con una
espada. Un psicólogo ya no puede permitirse ser tan impaciente como Alejandro
Magno. Es por ello que aquí hemos descrito este nudo dentro de un contexto

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

indispensable, adaptando y seleccionando información a fin de permitir clarificar los


problemas que hemos de tratar a continuación. Quizás el futuro haga posible elaborar
una obra teórica general.

NOTES DE PIE DE PÁGINA

[73]: Historia médica: la historia de un/a paciente según él o ella la recuerdan. – NdE

[74]: Mi conjunto de exámenes básicos se asemejaba más a aquellos que se


utilizaban en Gran Bretaña que a los aplicados en Estados Unidos. Y utilicé dos
pruebas adicionales. La primera era un test británico antiguo modificado para
propósitos clínicos. La segunda fue una elaboración propia. Desafortunadamente, al
ser expulsado de Polonia, me fue imposible transmitir muchos de mis resultados a otros
psicólogos, debido a que, entre todo lo que me quitaron las autoridades, también se
hallaban mis estudios.

[75]: Por ejemplo, cuando algo vivido durante la temprana edad provoca cierta
reacción (en especial si se trata de una experiencia que podría llegar a ser traumática
de no bloquearla de la mente), a modo de mecanismo de defensa. Al repetirse aquel
tipo de estímulo en la edad adulta, reaccionamos en forma similar, una y otra vez,
automáticamente. Un ejemplo de este proceso se conoce como la disociación. Para
mayor información, léase Martha Stout, The Myth of Sanity (“El mito de la cordura”),
Penguin Books, 2002. – NdT

[76]: El nieto mayor de la reina Victoria, Wilhem (1859-1941), fue un símbolo de su


época y de la tendencia de los “nuevos ricos” del imperio alemán. El káiser sufría de un

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

defecto de nacimiento que le había dejado atrofiada la mano izquierda, privándola de


toda movilidad. Se decía que había superado esa dificultad, pero el intento por hacerlo
le dejó secuelas. A pesar de los esfuerzos de sus padres por brindarle una educación
liberal, el príncipe se empapó de misticismos religiosos, militarismo, antisemitismo y la
glorificación de la política basada en la búsqueda de poder. Se ha afirmado en ciertas
oportunidades que su carácter revelaba características típicas de un trastorno
narcisista de la personalidad. Era rimbombante, vanidoso e insensible, y estaba
convencido de poseer un derecho divino para gobernar, rasgos psicológicos paralelos a
los de la nueva Alemania: fuerte pero desequilibrada; engreída pero insegura;
inteligente pero de mente cerrada; egocéntrica pero ansiosa por ser aceptada. [Fuente:
Biographical Dictionary, http://net.lib.byu.edu/estu/wwi/bio/w/willyii.html] – NdE

[77]: Otto von Bismarck (1815-1898) fue un estadista, burócrata, militar, político y
prosista alemán, considerado el fundador del Estado alemán moderno. Durante sus
últimos años de vida, se le apodó el “Canciller de Hierro” por su mano dura en la
gestión de todo lo relacionado con su país, lo cual incluía la creación de un sistema de
alianzas internacionales que aseguraran la supremacía de Alemania, conocido como el
Reich. [Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/El_Canciller_de_Hierro] – NdT

[78]: Podemos establecer una comparación interesante con el régimen de George


Bush y los neoconservadores. Este régimen repitió casi a la letra los pasos de la
historia del káiser en Alemania. – NdE

[79]: Léase “fenómenos y procesos ponerogénicos”, en este capítulo, para una


definición completa de los paramoralismos. – NdT

[80]: La división posterior del cerebro anterior que conecta los hemisferios cerebrales
con el mesencéfalo; incluye el epitálamo, el tálamo y el hipotálamo. – NdE

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

[81]: Vassily Grossman fue un ucraniano judío nacido en 1905, y ciudadano soviético.
Partidario del comunismo, se convirtió en corresponsal de guerra y trabajó para el
periódico de las fuerzas armadas, Red Star (“Estrella roja”), un trabajo que lo llevó a las
primeras planas de Stalingrado y más tarde, de Berlín. Fue uno de los primeros en
observar los resultados de los campos de la muerte, y publicó el primer relato sobre
uno de ellos (Treblinka) que jamás haya existido en cualquier idioma. Tras el fin de la
guerra, pareció haber perdido la fe. Escribió su extensa novela Zhizn i Sudba (“Vida y
destino”) en 1950 y en 1960 —durante el famoso “deshielo de Kruschev”, en que éste
se fue distanciando del estalinismo y permitió que Alexander Solzhenitsyn publicara Un
día en la vida de Iván Denísovich— sometió a publicación su manuscrito a un periódico
literario. Pero Solzhenitsyn era muy diferente de Grossman. Las autoridades
confiscaron su manuscrito, así como el papel carbónico y las cintas de la máquina de
escribir que había utilizado para redactarlo. Se dice que Suslov, el miembro del
politburó a cargo de la ideología, aseguró que no podría ser publicado por 200 años.
Sin embargo, Vladimir Voinovich llevó esta obra de contrabando en un microfilm al
occidente, donde fue primero publicada en Francia en 1980 y, luego traducida al inglés
en 1985. ¿A qué se debió aquella prohibición de 200 años? A que “Vida y destino”
comete lo que, en el ambiente “liberal” de la época, aún era un pecado inconcebible:
arguye sobre la equivalencia moral entre el nazismo y el comunismo soviético. [Fuente:
“John Lloyd on Life and Fate” (“John Lloyd en Vida y destino”), de Vassily Grossman,
http://normblog.typepad.com/normblog/2005/07/writers_choice__2.html] – NdE

[82]: Astenia: cansancio nervioso o mental caracterizado por una gama limitada de
sensaciones y ánimos fácilmente alterables. – NdE

[83]: L.P. Beria (1899-1953), líder soviético comunista, nacido en Georgia. Adquirió
protagonismo en el Cheka (la policía secreta), en Georgia y en el Transcáucaso. Fue
secretario del partido comunista en estas áreas y, en 1938, se convirtió en jefe de la
policía secreta. Como comisario político (y luego ministro) de asuntos internacionales,

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Beria ejerció un enorme poder y fue el primero de su cargo en convertirse en miembro


del politburó, en 1946. Tras la muerte de Stalin en marzo de 1953, Beria fue nombrado
Adjunto del Primer Ministro, su aliado Malenkov. Pero dado que su alianza era frágil, en
su lucha por el poder Beria fue arrestado (en julio) por cargos de conspiración. Junto
con seis de sus supuestos cómplices conspiradores, fue juzgado en secreto y
asesinado en diciembre de 1953. [Fuente: The Columbia Encyclopedia, Sexta Edición,
Columbia University Press, 2006: encyclopedia.com] – NdE

[84]: Svetlana, Alliluieva, Twenty Letters to a Friend (“Veinte cartas a un amigo”).

[85]: Antibiótico utilizado para tratar la tuberculosis y otras infecciones bacterianas.


Actúa inhibiendo la síntesis proteica y daña la membrana celular en los
microorganismos susceptibles. Los efectos secundarios posibles incluyen deficiencias
renales y daño al sistema nervioso, lo que puede provocar mareos y sordera. – NdE

[86]: Si bien la mayoría de las drogas que se utilizan para tratar el cáncer son
citotóxicas (es decir, aniquilan las células cancerígenas, como en el caso de la
quimioterapia), otras son citostáticas, y actúan frenando la multiplicación de células
cancerígenas (por ejemplo, las terapias hormonales utilizadas para tratar el cáncer de
mama). – NdE

[87]: Crecimiento celular anormal (benigno o maligno); formación de un tumor. El


término cáncer hace referencia a una neoplasia maligna. – NdE

[88]: El término “quimio-cerebro”, o “quimioneblina”, hace referencia a uno de los


efectos secundarios a largo plazo de la quimioterapia, caracterizado por síntomas
similares a los del trastorno por déficit de atención. Se trata de una reducción de los

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

procesos mentales (por ejemplo, cierta dificultad de concentración, una incapacidad


para reflexionar claramente, y problemas de memoria). – NdE

[89]: Recordemos que este libro fue escrito en 1984.

[90]: Según la opinión médica occidental actual, las toxinas incluyen metales
pesados, pesticidas, aditivos en las comidas, químicos industriales y domésticos.
Pueden dañar el hígado y los riñones, cruzar la barrera hematoencefálica y provocar
daños neurológicos. Ciertos obreros expuestos a altos niveles de manganeso en el
aire, presentaron niveles de concentración elevada de dicho metal en los ganglios
basales, y exhibieron síntomas similares a los del mal de Parkinson. Estudios
adicionales han demostrado un aumento en el nivel de aluminio, mercurio, cobre y
hierro en el líquido cerebro-espinal (LCE) en pacientes que padecen esta misma
enfermedad. Aún no se ha determinado completamente si la presencia de esos
minerales en el cerebro conduce a implicancias clínicas. (Prof. Mitchell J. Ghen, y Dra.
Maureen Melindrez) – NdE

[91]: Parálisis leve que consiste en la debilidad de las contracciones musculares. –


NdT

[92]: Aquellos síntomas que manifiestan de manera visible el genotipo (los genes de
un individuo) en un determinado ambiente. – NdT

[93]: Juego completo de los pares de cromosomas de una célula, de forma, tamaño y
número característicos de cada especie, o composición fotográfica de estos
cromosomas, ordenados según un patrón estándar. – NdT

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

[94]: A.A. Sandberg, G.F. Koepf, T. Ishihara, T.S. Hauschka (26 de agosto de 1961)
“An XYY human male” (“Un hombre XYY”), Lancet 2, págs. 488-9.

[95]: Emil Kraepelin (1856-1926): psiquiatra alemán que intentó formular una síntesis
de los cientos de trastornos mentales, agrupando las enfermedades según una
clasificación de los patrones comunes a sus síntomas, en lugar de basarse en la simple
similitud de los síntomas más importantes, como lo habían hecho sus antecesores. De
hecho, fue precisamente al notar que los antiguos métodos eran inadecuados, que
Kraepelin desarrolló un nuevo método de diagnóstico. Kraepelin también demostró
patrones específicos en la genética de estos trastornos, así como en el desarrollo y en
los efectos de los mismos. Por lo general, es más probable que sufran de esquizofrenia
los parientes de pacientes esquizofrénicos que la población en general, del mismo
modo en que el trastorno maníaco-depresivo es más frecuente entre los familiares de
pacientes que ya lo padecen. Según afirma el eminente psicólogo H.J. Eysenck en su
Encyclopedia of Psychology (“Enciclopedia de psicología”), Kraeplin merece ser
distinguido como el fundador de la psiquiatría, la psicofarmacología y la genética
psiquiátrica modernas. Kraepelin postuló en su teoría que las enfermedades
psiquiátricas son principalmente causadas por trastornos biológicos y genéticos. Sus
ideas dominaron el campo de la psiquiatría a principios del siglo XX. Se opuso de
manera rotunda al enfoque de Freud, que consideraba y trataba los trastornos
psiquiátricos como consecuencias de factores psicológicos. [Fuente:
http://en.wikipedia.org/wiki/Kraepelin] – NdE

[96]: Referencia a los genes presentes en uno de los 22 pares de cromosomas no


sexuales (autosomas). Por tanto, tanto hombres como mujeres pueden heredar este
error. Si el error se encuentra en un cromosoma sexual, se dice que la herencia está
ligada al sexo. – NdE

[97]: supra, nota 30.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

[98]: supra, nota 7.

[99]: Kazimierz Dabrowski (1902-1980) fue un psicólogo, psiquiatra, médico, y poeta


polaco. Desarrolló una teoría sobre el desarrollo de la personalidad, y la apodó
“desintegración positiva”, haciendo referencia a un estado de tensión psicológica que
consideraba necesario para el crecimiento. – NdE

[100]: La investigación reciente de Robert Hare, seguida por la de Martha Stout y


otros, tiende a aumentar la tasa probable de incidencia en una población dada. En
“Construct Validity of Psychopathy in a Community Sample: A Nomological Net
Approach” (“Validez del constructo de psicopatía en una muestra de la comunidad: un
enfoque nomológico neto”), artículo publicado en el Journal of Personality Disorders
[Nro. 15 (5), págs. 425-441, 2001], Selekin, Trobst y Krioukoba sugieren que la
prevalencia de la psicopatía podría llegar a ser del 5% o más, con una mayoría en el
sexo masculino (más de de cada 10 hombres versus 1 de cada 100 mujeres) – NdE

[101]: La investigación actual sugiere que muchas de las características visibles en


los psicópatas están íntimamente relacionadas con una incapacidad profunda para
construir un “facsímile” empático mental y emocional de otra persona. En otras
palabras, parecen completamente incapaces de “ponerse en el lugar de los demás”,
excepto en un sentido estrictamente intelectual. – NdE

[102]: Cada uno de los genes del par que ocupa el mismo lugar en los cromosomas
homólogos. Su expresión determina el mismo carácter o rasgo de organización, como
el color de los ojos. – NdT

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

[103]: Referencia al proceso por el cual una persona coincide en pensamiento o en


sentimientos con otra, se identifica con su sufrimiento, etc. – NdT

[104]: Los psicópatas carecen de las cualidades necesarias para vivir en armonía
social. – NdE

[105]: Hervey Cleckley: The Mask of Sanity (“La máscara de la cordura”), 1976, C.V.
Mosby Co., pág. 386.

[106]: En su artículo “Construct Validity of Psychopathy in a Community Sample: A


Nomological Net Approach” (op. cit. supra nota 6), Salekin, Trobst, y Krioukova
escriben: “ La psicopatía, según fue concebida originalmente por Cleckley (1941), no se
limita al involucramiento en actos ilícitos sino que abarca rasgos de la personalidad
tales como la manipulación, la insinceridad, el egocentrismo, y la falta de culpa,
características claramente presentes en los criminales, pero también en esposos,
abogados, políticos y jefes, entre otros (Bursten, 1973; Stewart, 1991). […] Como tal,
podemos decir que la psicopatía incluye una tendencia hacia la dominación y la
frialdad. Al resumir numerosos descubrimientos previos, Wiggins (1995) […] señala que
estos individuos son propensos a enfurecerse e irritarse, y que están dispuestos a
explotar a los demás. Son arrogantes, manipuladores, cínicos, exhibicionistas, adictos
a sensaciones fuertes, maquiavélicos, vengativos e interesados. Con respecto a sus
patrones de interacción social (Foa & Foa, 1974), se atribuyen a sí mismos amor y
estatus, ya que se consideran importantes y muy valiosos, pero no conceden amor ni
estatus a los demás, ya que los estiman insignificantes e indignos. Esta caracterización
es claramente consistente con la esencia de la psicopatía según se la describe
comúnmente. […] Lo que queda claro a partir de nuestras investigaciones es que (a)
los criterios convergen en un prototipo de psicopatía que supone una combinación de
características con tendencia hacia el autoritarismo y la frialdad, (b) la psicopatía
parece tener una incidencia mayor que la previamente sospechada en la comunidad y

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

(c) aparentemente, la psicopatía se superpone poco con los demás trastornos de la


personalidad, excepto por el trastorno antisocial de la personalidad.” – NdE

[107]: Argumentos inválidos no intencionales. – NdE

[108]: Inmoderado y excesivo amor a sí mismo, que hace atender desmedidamente al


propio interés, sin cuidarse del de los demás. – NdE

[109]: El concepto del egotismo será explicado en detalle en la próxima sección de


este capítulo. – NdE

[110]: Doctrina que proclama el placer como fin supremo de la vida. – NdE

[111]: Robert Hare escribe lo siguiente: “Lo que me resultó más interesante fue que,
hasta donde llegaba mi conocimiento, descubrimos por primera vez que no se
activaban las áreas apropiadas para el surgimiento de emociones, mientras que se
producía una activación excesiva en otras zonas del cerebro, incluyendo partes que
normalmente están dedicadas al lenguaje. Dichas partes estaban activas, como si
estuvieran diciendo: “Vaya, qué interesante”. Por lo tanto, parecen estar analizando
material emocional en términos de su significado lingüístico o de su definición en un
diccionario. Existen anomalías en la forma en que los psicópatas procesan la
información. Es posible que se trate de algo aún más general que la pura información
emocional. En otro estudio con imagen por resonancia magnética funcional (IRMf),
observamos las partes del cerebro que se utilizan para procesar palabras concretas y
abstractas. Los individuos no psicopáticos demostraron una activación mayor de la
corteza temporal derecha anterior/superior. No sucedió lo mismo en el caso de los
psicópatas.” Más tarde, Hare y sus colegas llevaron a cabo un estudio con IRMf para el
cual utilizaron fotografías de escenas neutrales y de homicidios desagradables. Al

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

respecto, Hare señala: “Aquellos que han cometido ofensas pero que no son
psicópatas muestran una activación en la amígdala [frente a las escenas
desagradables], en comparación con las fotos neutrales. En los psicópatas, no se
produjo nada. Ninguna diferencia. Pero se observó una activación excesiva en las
mismas regiones del cerebro que se habían activado durante la presentación de
palabras de contenido emocional, como si estuvieran analizando el material emocional
en regiones extra límbicas.” [Fuente: Katherine Ramsland, “All About Dr. Hare – Expert
on the Psychopath” (“Todo sobre el Dr. Hare, experto en psicopatía”),
http://www.crimelibrary.com/criminal_mind/psychology/robert_hare/4.html)] – NdE

[112]: W. McCord, y J. McCord, Psychopathy and Delinquency (“Psicopatía y


delincuencia”), Nueva York, Grune & Stratton, 1956.

[113]: supra nota 73.

[114]: Término derivado de la astenia (falta o decaimiento de fuerzas caracterizado


por apatía, fatiga física o ausencia de iniciativa), con nuevas connotaciones en el caso
de la psicopatía, como puede observarse en el texto. – NdT

[115]: Más conocida como la Checa, fue la primera policía secreta establecida bajo el
gobierno bolchevique. Feliks Dzerzhinsky fue su primer comisario. – NdE

[116]: Dzerzhinsky es un caso interesante. Se dice que “su honestidad y su carácter


incorruptible, junto con una devoción total a la causa, lo hicieron meritorio de un rápido
reconocimiento y del sobrenombre ‘Felix de Hierro’.” Los habitantes de la capital polaca
odiaban el monumento que se había erguido en su honor en el centro de Varsovia, en
la Plaza Dzerzhinsky, como símbolo de la opresión soviética, y lo derribaron en 1989
apenas el Partido Obrero Unificado Polaco (POUP) comenzó a perder el poder. Pronto

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

la plaza recobró su nombre de antes de la Segunda Guerra Mundial, “Plac Bankowy”


(Plaza del Banco). Según solía decirse con humor durante el fin de la era de la
República Popular de Polonia, “Dzerzhinsky merecía un monumento por haber sido el
polaco en haber asesinado a la mayor cantidad de comunistas”.

[117]: Mi profesor de psiquiatría en la Universidad Jaguellónica de Cracovia, y un


amigo de Kretschmer.

[118]: Se recuerda a Ernst Kretschmer por la correlación que estableció entre la


constitución física y las características de la personalidad y la enfermedad mental. En
1933, renunció a la presidencia de la Sociedad Alemana de Psicoterapia en protesta
contra la toma del poder nazi. Pero, a diferencia de otros psicólogos alemanes
reconocidos, permaneció en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial. Más tarde
desarrolló nuevos métodos de psicoterapia e hipnosis, y estudió la criminalidad
compulsiva, lo que lo llevó a emitir recomendaciones en cuanto a la puesta a
disposición adecuada de tratamientos psiquiátricos para prisioneros. – NdE

[119]: De la raíz griega skirtaô: rebelarse, saltar. – NdE

[120]: Es decir, mintiendo, destrozando, usando a otras personas, etc. – NdE

[121]: Justicia únicamente para los psicópatas, e injusticia para los demás. – NdE

[122]: “Mátalos a todos, Dios reconocerá a los suyos” parece ser el método
propugnado por los psicópatas. – NdE

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

[123]: La diferencia en la apariencia o en la posición de un objeto cuando es visto


desde dos lugares diferentes. – NdE

[124]: Łobaczewski parece referirse a la guerra y a otros conflictos físicos, y sugerir


que, si las personas normales se rehusaran a involucrarse y permitieran que los
individuos patológicos pelearan entre ellos, estos últimos eventualmente acabarían
aniquilándose mutuamente. – NdE

[125]: Dabrowski desarrolló la teoría de la “desintegración positiva”, que establece


que los individuos con un fuerte potencial de desarrollo tienden a experimentar crisis
frecuentes e intensas (desintegraciones positivas) que generan oportunidades para el
desarrollo de una personalidad autónoma y auto-modelada. Dabrowski observó que las
poblaciones talentosas y creativas tendían a exhibir mayores niveles de potencial de
desarrollo, y por lo tanto, quizás estaban más predispuestas a experimentar el proceso
de la desintegración positiva. [Fuente: William Tillier, “A Brief Overview of Dabrowski’s
Theory of Positive Disintegration” (“Un breve panorama de la teoría de la
desintegración positiva de Dabrowski”)
(http://members.shaw.ca/positivedisintegration/gifted.htm)] – NdE

[126]: Trastorno de la personalidad marcado por la inmadurez, la dependencia, el


egocentrismo y la vanidad. Produce ansias de llamar la atención, ser inquieto, o buscar
actividades que produzcan excitación, además de adoptar un comportamiento
evidentemente inestable o manipulador. [Fuente: The American Heritage Stedman’s
Medical Dictionary (“Diccionario médico Stedman de legado americano”), 2da Edición
2004; Houghton Mifflin Company.] – NdE

[127]: ¿Qué o quién sale beneficiado? ¿A quién le sirve? ¿Cuál es el objetivo?

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

[128]: Muchos ejemplos recientes incluyen niños asesinados a golpes por sus padres,
“por razones religiosas”. Los padres quizás afirmen que su hijo estaba poseído por el
demonio, o que era tan maleducado que sólo los golpes podían “enderezar” su
conducta. Otro ejemplo es la circuncisión, tanto de niños como de niñas, en
determinados grupos étnicos. O la costumbre hindú del satí, según la cual la viuda
debe trepar y arder en la pira dónde se crema a su esposo. O bien, en culturas
musulmanas dentro de las cuales si una mujer es víctima de una violación, sus
familiares masculinos deben cumplir la tarea de asesinarla para limpiar la deshonra de
la familia. Todos estos son vistos como actos “morales”, pero en realidad, son
patológicos y criminales. – NdE

[129]: supra, nota 46.

[130]: Acción de espesar una sustancia mediante la evaporación o la absorción de


fluido. Concentración. – NdE

[131]: Es decir, el simple hecho de que un grupo opere o funcione bajo la bandera
ideológica del “comunismo”, el “socialismo”, la “democracia”, “el partido conservador” o
“el republicano”, no significa que, en la práctica, ejerza funciones cercanas a las de la
ideología original. – NdE

[132]: Con el correr del tiempo. El estudio de un fenómeno mediante una perspectiva
cronológica. – NdE

[133]: Un ejemplo podría ser el de un individuo paranoide que cree ser un personaje
como Robin Hood, con la “misión” de “robar a los ricos para dar a los pobres”. Eso

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

fácilmente puede transformarse en “robar a quien sea para beneficiarse a sí mismo”,


bajo el disfraz de que “la injusticia social en nuestra contra lo amerita”. – NdE

[134]: Un asesor poderoso, o ejecutivo que opera de manera secreta o extraoficial.


Originariamente, este término hacía referencia a la capa gris que vestía François
Leclerc du Tremblay, fraile capuchino y consejero de confianza del cardenal Richelieu.
– NdE

[135]: Martin Bormann (Halberstadt, Alemania, 17 de junio de 1900 - Berlín,


Alemania, 2 de mayo de 1945) fue un militar, destacado líder de la Alemania nazi, Jefe
de la Cancillería, director del NSDAP desde 1941 y secretario personal de Adolf Hitler.
Para mayor información, léase: http://es.wikipedia.org/wiki/Bormann – NdT

[136]: Las características específicas a una enfermedad. – NdE

[137]: Del Manifiesto Comunista: “Se entiende por proletariado a la clase de


trabajadores modernos que, al no poseer medios de producción propios, se ven
reducidos a vender su mano de obra para sobrevivir.” – NdE

[138]: El fascismo parece estar diametralmente opuesto al comunismo y al marxismo,


tanto en el sentido filosófico como político, y también se opuso a la economía
capitalista democrática, al socialismo y a la democracia liberal. Según esta doctrina, el
Estado se asemejaba a una entidad orgánica vista de manera positiva, más que a una
institución diseñada para proteger los derechos colectivos e individuales, o como un
ente que requería ser mantenido bajo control. El fascismo se caracteriza también por
los intentos totalitarios por imponer un control estatal sobre todos los aspectos de la
vida, es decir, en el plano político, social, cultural y económico. Eso describe
exactamente lo que se aceptó bajo el nombre del comunismo. El Estado fascista regula

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

y controla los medios de producción (en lugar de nacionalizarlos). El fascismo


considera que la nación, el Estado y la raza son superiores a los individuos, grupos o
instituciones que los componen. Además emplea una retórica populista explícita. Incita
a un heroico esfuerzo popular para rescatar la grandeza del pasado, y exige lealtad a
un único líder, al punto en que a veces se convierte en un culto a la personalidad. Una
vez más, vemos que el fascismo se hizo pasar por el comunismo. Por ende, lo que
parece haber sucedido es que los ideales originales del proletariado fueron
astutamente incorporados al corporativismo de Estado. Muchos occidentales lo
ignoran, debido a la propaganda anticomunista que han recibido. La palabra “fascista”
se ha convertido en un insulto mundial a raíz de la derrota desastrosa de los poderes
del Eje en la Segunda Guerra Mundial. En el discurso político contemporáneo, los
defensores de algunas ideologías políticas tienden a asociar el fascismo con sus
enemigos, o a definirlo como una visión opuesta a la suya. No existen partidos u
organizaciones que se autodenominen fascistas en ningún lugar del mundo. Sin
embargo, en Estados Unidos, hoy día el sistema es mucho más fascista que
democrático, lo cual probablemente explique la existencia de los años de propaganda
anticomunista. Eso podría ser indicativo de un estadio temprano de ponerización en la
democracia occidental, que casi ha completado la transformación hacia un fascismo
absoluto. – NdE

[139]: Del latín: “La ley es dura, pero es la ley.”

[140]: Durante períodos “liminales”, la jerarquía social puede verse afectada, revertida
o temporalmente destruida, cuando continuar la tradición se convierte en un proceso
inestable, y los acontecimientos futuros que antes se daban por hechos, se vuelven
dudosos. – NdT

[141]: Cabe añadir que lo mismo sucede cuando un ser patológico se ve expulsado
de un grupo de personas normales. La diferencia radica en que un grupo normal que

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

excluye a un individuo psicopático no busca revancha en este último, mientras que el


individuo patológico buscará vengarse del grupo del que ha sido expulsado. – NdE

[142]: ¡Asumiendo que uno pueda recolectar información sin morir en el intento! –
NdE

[143]: Pitirim Sorokin, Social and Cultural Dynamics, Volume Four: Basic Problems,
Principles and Methods (“La dinámica social y cultural. Tomo IV: Problemas básicos,
principios y métodos”), Nueva York, American Book Company, 1941, y Social and
Cultural Dynamics, One Volume (“Dinámica social y cultural, en un tomo”), Boston,
Porter Sargent, Simonton, 1957. Dean Keith, “Does Sorokin’s data support his theory?:
A study of generational fluctuations in philosophical beliefs.” (“¿Acaso los datos de
Sorokin apoyan su teoría?: un estudio de fluctuaciones generacionales en las creencias
filosóficas”), Journal for the Scientific Study of Religion, 1976, Nro.15, págs. 187-198.

[144]: Jean Martin Charcot (1825-1893), neurólogo francés. Su trabajo tuvo un gran
impacto en los campos en desarrollo de la neurología y la psicología. Charcot se
interesó en la enfermedad en ese entonces conocida como histeria. Parecía ser un
trastorno mental con manifestaciones físicas, de interés inmediato para un neurólogo.
Él creía que la histeria era el resultado de un sistema neurológico pobre y heredado.
Podía ser desencadenada por un suceso traumático tal como un accidente, pero luego
se volvía progresiva e irreversible. A fin de estudiar a sus pacientes histéricos, aprendió
la técnica de la hipnosis y pronto se convirtió en un maestro de esa “ciencia”
relativamente nueva. Charcot creía que un estado hipnótico era muy similar a la
histeria, de manera que hipnotizaba a sus pacientes para inducir síntomas y luego
estudiarlos. Fue enteramente gracias a él que se produjo un cambio de actitud por
parte de la comunidad médica francesa acerca de la importancia y la validez de la
hipnosis (rechazada hasta ese entonces bajo la categoría de mesmerismo). – NdT

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

[145]: Exagerada exaltación de uno mismo, y de las opiniones e intereses propios,


hasta considerarlas como el centro de todas las cosas. – NdE

[146]: A menos, claro, que el mal que amenaza y acosa a la población provenga del
propio gobierno. – NdE

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CAPITULO V: LA PATOCRACIA

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

La génesis del fenómeno

En el tercer capítulo, esbocé un ciclo temporal que describí como “histeroide” porque
puede decirse que su mayor rasgo característico es la intensificación o la disminución
de la histeria en una sociedad. Por supuesto, ésta no constituye la única cualidad que
está sujeta al cambio dentro de un determinado periodo. Este capítulo tratará el
fenómeno que puede surgir a raíz de la fase de máxima intensificación de la histeria.
Dicha secuencia no parece ser producto de ninguna de las leyes relativamente
constantes de la historia. Por el contrario, para que la razón y la estructura social se
deterioren al punto de permitir el brote espontáneo de esta enfermedad tan terrible para
la sociedad (la peor que pueda sufrir), deben entrar en juego otras circunstancias y
factores adicionales durante un periodo semejante de crisis social, espiritual y
generalizada. Denominaremos “patocracia” a este fenómeno caracterizado por dicha
enfermedad social; no es la primera vez que se desata en la historia de nuestro
planeta.

Resulta que este fenómeno, cuyas causas también parecen estar latentes en toda
sociedad, surge tras un proceso de génesis propia, el cual está sólo parcialmente
condicionado por, y oculto detrás del pico de histeria del ciclo anteriormente descrito.
Como resultado, los tiempos de infelicidad se vuelven excepcionalmente crueles y
duraderos, y sus causas son difíciles de comprender dentro de las categorías de los
conceptos humanos naturales. Propongo entonces que estudiemos el origen de este
proceso con detenimiento, separándolo metódicamente de otros fenómenos
reconocibles, ya sea porque son resultados, o bien ocurrencias paralelas a éste.

Cuando se ve asignada a un cargo importante, una persona psicológicamente normal


y muy inteligente suele dudar acerca de su capacidad para cumplir con las exigencias
impuestas, por lo que busca recibir asistencia por parte de personas cuyas opiniones
valora. Al mismo tiempo, siente nostalgia por la vida que llevaba antes, en la que
gozaba de más libertad y de menos responsabilidades, y a la cual desea retornar una
vez que haya cumplido con sus obligaciones sociales.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Toda sociedad, a lo largo y ancho del planeta, está compuesta por individuos cuyos
sueños de poder surgen a muy temprana edad, como ya lo hemos mencionado.
Generalmente, son discriminados de alguna manera por la sociedad, que hace uso de
una interpretación moralizante para juzgar sus defectos o dificultades, si bien desde el
punto de vista estrictamente moral, rara vez son culpables. Por ende, desearían
remplazar este mundo hostil por otro mejor. Sus ansias de poder también les sirven
para contrarrestar la sensación de ser humillados, el segundo ángulo en el rombo de
Adler [147]. Este grupo incluye una gran proporción activa de individuos que
manifiestan diversos tipos de trastornos con los que ya estamos familiarizados, y que
imaginan ese mundo mejor moldeado a su manera.

En el capítulo anterior, los lectores se familiarizaron con ejemplos de estos trastornos


que seleccioné de tal manera que nos permitieran introducir el tema de la
ponerogénesis de la patocracia, y a su vez presentar los factores esenciales que
componen este fenómeno histórico tan difícil de comprender, y que sin duda ha surgido
muchas veces en la historia, en diferentes países y en diferentes estratos sociales. Sin
embargo, nadie ha logrado hasta ahora identificarlo de manera objetiva, ya que ha
sabido ocultarse detrás de alguna de las ideologías características a la época y
la cultura en que tuvo lugar, desarrollándose en el seno de los diferentes movimientos
sociales. Esta gran dificultad para distinguirlo se debe a que, hasta la fecha, nunca se
desarrolló un conocimiento naturalista necesario para llevar a cabo una clasificación
adecuada de los fenómenos referentes a esta área. En consecuencia, los historiadores
y los sociólogos perciben muchas similitudes, pero carecen de criterios de
identificación, ya que estos últimos pertenecen a otra rama de la ciencia.

¿Quién desempeña el primer papel crucial en este proceso de creación de la


patocracia? ¿Los esquizoides o los caracterópatas? Pareciera que la respuesta es los
esquizoides. Por tanto, describiremos primero su participación.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Durante los tiempos estables y aparentemente felices (si bien esa estabilidad ha sido
alcanzada a costa de injusticias cometidas hacia otras personas y naciones), la gente
doctrinaria [148] cree haber encontrado una solución simple para restaurar el mundo.
Dichos períodos históricos siempre se caracterizan por una empobrecida visión
psicológica del mundo, de modo que la percepción también mediocre de los
esquizoides no resulta sorprendentemente atípica y se la acepta cual moneda de curso
legal. Estos individuos doctrinarios suelen expresar cierto desprecio por los moralistas
que predican la necesidad de redescubrir los valores humanos extraviados y de
desarrollar una visión del mundo más completa y apropiada.

Los esquizoides se proponen imponer su propio mundo conceptual a otras personas


o grupos sociales, utilizando para ello un egotismo patológico que no controlan
completamente, y una tenacidad excepcional, producto de su naturaleza persistente.
De este modo, logran finalmente dominar la personalidad de otros individuos, que
adoptan un comportamiento extremadamente ilógico. Es posible que también ejerzan
una influencia similar en los grupos a los que se han sumado. Son solitarios
psicológicos que luego comienzan a sentirse mejor dentro de algunas organizaciones
humanas, donde se convierten en fanáticos de alguna ideología, extremistas religiosos,
materialistas o partidarios fervientes de ideales con características satánicas. Si sus
actividades consisten en el contacto directo con grupos reducidos, sus compañeros
suelen simplemente considerarlos excéntricos, lo cual limita su papel ponerogénico. Sin
embargo, si logran ocultar su personalidad detrás de palabras escritas, la influencia que
ejercen puede envenenar las mentes de la sociedad a gran escala y durante un largo
período.

Es acertado pensar que Karl Marx sea el ejemplo más claro de este tipo de
individuos, ya que es la figura más conocida que presenta estas características. Frostig
[149], un psiquiatra de la vieja escuela, incluyó a Engels y a otros en una categoría que
denominó “fanáticos barbudos esquizoides”. Las famosas escrituras que se referían a
los “sabios de Sión” [150] a comienzos de siglo XX comenzaban con una declaración
típicamente esquizoide. El siglo XIX, y en especial su segunda mitad, parece haber

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

sido una época de gran actividad por parte de los esquizoides, a menudo pero no
siempre de descendencia judía. Después de todo, debemos recordar que el 97% de los
judíos no manifiesta esta anomalía, presente también entre los europeos, si bien
en una escala mucho menor. Hemos heredado de esta época imágenes del mundo,
tradiciones científicas y conceptos jurídicos con ingredientes de mala calidad basados
en el modo en que los esquizoides perciben la realidad.

Los humanistas están preparados para comprender aquella época y su legado dentro
de las categorías caracterizadas por sus propias tradiciones. Buscan causas sociales,
conceptuales y morales para explicar fenómenos conocidos. No obstante, una
explicación semejante nunca podrá constituir toda la verdad, ya que ignora los
factores biológicos que participaron en el origen de esos fenómenos. La esquizoidía
es el factor más frecuente, si bien no es el único.

A pesar de que los escritos de autores con personalidad esquizoide manifiestan esta
deficiencia (o incluso presentan abiertamente una declaración esquizoide que despierta
sospechas suficientes en los especialistas), el lector promedio no los toma como una
visión de la realidad que ha sido tergiversada debido a dicha anomalía, sino como una
idea que han de considerar seriamente basándose en sus convicciones y sus razones.
Este es el primer error que se comete.

La trama excesivamente simplificada de ideas, carente de profundidad psicológica y


basada en información fácilmente disponible, tiende a ejercer una influencia
sumamente atrayente sobre individuos que no son lo suficientemente críticos y que con
frecuencia se sienten frustrados ante su adaptación social en descenso [151], o que
han sido rechazados culturalmente, o se caracterizan por alguna deficiencia psicológica
propia. Dichos textos atraen principalmente a una sociedad histérica. Algunas personas
critican esos textos inmediatamente después de haberlos leído, y basándose en su
sano sentido común, pero también ignoran la causa esencial del error, a saber, que
proviene de una mente biológicamente trastornada.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

La interpretación que hace la sociedad de aquellos escritos y declaraciones


doctrinarias se divide en varias ramas principales, y engendra divisiones y conflictos. La
primera rama es el camino de la aversión, que se basa en rechazar los contenidos del
texto en cuestión, ya sea porque los críticos poseen motivos personales, albergan
convicciones diferentes, o sienten una repulsión moral al leerlos. Estas reacciones
contienen el componente de una interpretación moralista de fenómenos patológicos.

La segunda y la tercera rama se relacionan con dos tipos de percepciones erróneas


totalmente diferentes entre aquellas personas que aceptan los contenidos de esos
textos: por un lado, una interpretación críticamente correctiva, y por otro, una
aceptación patológica.

El enfoque “críticamente correctivo” es aquél que adoptan aquellas personas que


perciben normalmente la realidad psicológica y tienden a incorporar los elementos más
valiosos del texto. Luego trivializan los errores evidentes (producto de las típicas
deficiencias esquizoides) y suplen los elementos faltantes con su visión del mundo más
rica. Esto da lugar a una interpretación más razonable, medida y, por tanto, creativa,
aunque no puede liberarse por completo de la influencia que ejerce el error al que se
ha aludido anteriormente.

La aceptación patológica se ve manifestada en individuos que traen consigo sus


propias deficiencias. Por ejemplo, aquellos que presentan trastornos diversiformes
(heredados o adquiridos), o una malformación de la personalidad, o que han sido
damnificados por la injusticia social. Esto explica por qué el alcance es mucho mayor
que el círculo trazado por la acción directa de los factores patológicos. La aceptación
patológica de los escritos esquizoides o de declaraciones emitidas por individuos con
otros trastornos, suelen embrutecer los conceptos expresados por los autores y
promover ideas violentas y revolucionarias.

Desafortunadamente, el paso del tiempo y las duras experiencias no han evitado que
este malentendido característico, que nació de la creatividad esquizoide del siglo XIX y

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

principalmente de los escritos de Karl Marx, ejerza un efecto en la población y la


despoje de su sentido común.
Aunque más no sea para realizar el experimento psicológico ya mencionado, buscar
declaraciones con tales déficits característicos en las obras de Karl Marx resulta una
buena práctica para desarrollar conocimiento acerca de este factor patológico. Cuando
un estudio de este tipo es realizado por personas con diferentes visiones del mundo, el
experimento demuestra cómo es posible rearmar un claro panorama de la realidad y, a
su vez, permite que sea más fácil encontrar un lenguaje común, comprensible para
todos.

En resumen, la esquizoidía ha desempeñado un papel crucial en la génesis del mal


que amenaza nuestro mundo contemporáneo, siendo uno de los factores que la
componen. Por consiguiente, el tratamiento psicoterapéutico del mundo exigirá que
eliminemos de la manera más habilidosa posible las consecuencias de este mal.

Al comienzo de nuestra investigación, y si bien nos sentíamos atraídos ante la idea de


comprender este fenómeno de manera objetiva, mis colegas y yo no logramos detectar
el papel que habían desempeñado las personalidades caracteropáticas en la génesis
de la patocracia. Sin embargo, fue al intentar reconstruir la primera fase de esta
génesis que debimos reconocer que los caracterópatas habían cumplido una función
importante en este proceso.

Ya hemos aprendido en capítulos anteriores cómo los patrones de experiencias y


pensamientos defectuosos en los caracterópatas se apoderan de la mente humana y
destruyen con insidia su capacidad de razonar y su habilidad para utilizar su sentido
común sano. Este rol ha resultado ser esencial, ya que las actividades que realizan
como líderes fanáticos o fascinadores en diversas ideologías abren la puerta a
psicópatas y a la visión del mundo que estos últimos desean imponer.

En el proceso ponerogénico del fenómeno patocrático, los individuos


caracteropáticos adoptan ideologías creadas por individuos doctrinarios y, a

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

menudo, esquizoides. Luego las difunden a través de una campaña de propaganda, y


con el egotismo patológico y la intolerancia paranoica que los caracteriza hacia
cualquier filosofía que difiera de la suya. También fomentan otras transformaciones en
esta ideología para lograr crear su contrapartida patológica. Algo que solía tener un
carácter doctrinario y que sólo circulaba en grupos limitados, ahora se disemina a nivel
social debido a la habilidad de estos fascinadores.

También parece que este proceso tiende a intensificarse con el tiempo. Las personas
con propiedades caracteropáticas más leves, capaces de ocultar con facilidad sus
propias aberraciones, son quienes llevan a cabo las actividades iniciales. Luego se
incorporan los individuos paranoicos, y adoptan un rol activo. Hacia el final del proceso,
un individuo con una caracteropatía frontal y el más alto nivel de egotismo patológico
puede convertirse fácilmente en líder.

En tanto los caracterópatas desempeñen un papel dominante dentro de un


movimiento social afectado por el proceso ponerogénico, la ideología (ya sea que haya
sido doctrinaria desde el comienzo o más tarde vulgarizada y luego pervertida por estos
individuos) conserva su relación con el contenido del prototipo original. Influye
continuamente en las actividades del movimiento y aporta una motivación constante
para que muchas personas las justifiquen. Por consiguiente, una unión de este estilo no
se dedica a cometer actos criminales en masa durante esa fase. Hasta cierto punto, a
esta altura aún podemos definir a un movimiento o agrupación semejante según su
ideología original.

Pero mientras tanto, los portadores de otros factores patológicos (principalmente


hereditarios) se envuelven en este movimiento social ya enfermo, y se abocan a la
transformación final de los contenidos —tanto ideológicos como humanos— de la
agrupación, hasta convertirlos en una caricatura de su ideología original. Esto se logra
bajo la influencia cada vez más importante de personalidades psicopáticas de
diversos tipos, principalmente la psicopatía esencial, con su rol inspirador.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Esa situación genera finalmente un gran momento decisivo: los militantes de la


ideología original son hechos a un lado o expulsados. (El grupo que se encarga de esa
tarea incluye a individuos caracteropáticos, en especial en sus variedades más leves o
paranoides). Luego utilizan las motivaciones ideológicas y el doble discurso que ellos
mismos han creado para ocultar los contenidos nuevos de este fenómeno. De aquí en
adelante, continuar utilizando el nombre ideológico original del movimiento para
comprender su esencia, se convierte en la base fundamental de errores.

Los psicópatas generalmente permanecen alejados de las organizaciones sociales


que se caracterizan por la razón y la disciplina ética. Después de todo, dichas
organizaciones fueron creadas por aquel “otro” mundo de personas normales que les
resultan tan extrañas. Desprecian diversas ideologías sociales al mismo tiempo que
distinguen fácilmente todos sus fracasos. Sin embargo, logran percibir con una
sensibilidad casi infalible el comienzo del proceso de transformación ponerogénica en
alguna agrupación, y notar que ha avanzado lo suficiente (si bien su versión
caricaturesca aún esté quizás poco definida): se ha creado un círculo dentro del cual
podrán ocultar sus deficiencias y sus diferencias psicológicas, hallar su propio modus
vivendi, e incluso quizá convertir en realidad su sueño utópico juvenil de un mundo en
el cual se conviertan en los detentores del poder, y donde aquellos otros individuos (las
“personas normales”) sean forzados a la esclavitud. Luego comienzan a infiltrarse en la
multitud de dichos movimientos. Aparentar ser miembros sinceros es una tarea sencilla
para los psicópatas, debido a que actuar y esconderse detrás de la máscara de la
normalidad constituye un acto de segunda naturaleza para ellos.

El interés de los psicópatas en esos movimientos no se debe exclusivamente a su


egoísmo y a su falta de escrúpulos morales. Es un hecho que tanto la naturaleza como
la sociedad los han lastimado [152]. Una ideología que libere de la injusticia una clase
social o una nación puede, entonces, parecerles acogedora. Desafortunadamente,
también les genera falsas expectativas, haciéndoles creer que ellos también podrán ser
liberados. Las motivaciones patológicas que surgieron en una unión en el momento en
que comenzó a verse afectada por el proceso ponerogénico, les resultan familiares e

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

incluso esperanzadoras. Por ende, se acoplan a movimientos semejantes, e incitan la


revolución y la guerra contra aquel mundo que les resulta injusto y tan ajeno.

Inicialmente llevan a cabo funciones secundarias dentro de dicho movimiento, y se


limitan a ejecutar las órdenes de los líderes, en especial cada vez que se necesita
realizar tareas que inspiran rechazo en los demás [153]. Su cinismo y fanatismo
evidentes generan críticas en su contra por parte de los miembros más razonables,
pero a su vez les permiten ganar el respeto de algunos miembros revolucionarios más
extremistas. Gracias a esto último, hallan protección en aquellas personas que
participaron en el comienzo del proceso de ponerización, y les devuelven el favor con
cumplidos o facilitándoles la vida. Es así como logran trepar en la organización, sumar
influencia, y tergiversar, casi de manera involuntaria, los contenidos de todo el grupo de
acuerdo con su propia forma de experimentar la realidad y conforme sus propios
objetivos, producto de su naturaleza trastornada. A esas alturas, ya se está gestando
una enfermedad misteriosa dentro de la unión. Los partidarios de la ideología inicial se
sienten cada vez más restringidos por poderes que no comprenden; y es allí cuando
comienzan a luchar contra demonios y a cometer errores.

Si aquel movimiento triunfa a través de medios revolucionarios y en nombre de la


libertad, del bienestar de las personas y de la justicia social, el único resultado serán
otras transformaciones dentro de un sistema gubernamental que ha sido convertido de
esa manera en un fenómeno patológico macrosocial. Dentro de ese sistema, se culpa
al hombre normal por no haber nacido psicópata, y se le trata como a un inútil para
todo, excepto para el trabajo duro, o para luchar y morir defendiendo un sistema de
gobierno que no logra comprender lo suficiente ni considerar propio.

Comienza a dominar gradualmente una red cada vez más poderosa, compuesta por
individuos psicopáticos y por quienes se asocian con ellos, opacando al resto. También
se aplaca a los caracterópatas que desempeñaron un papel esencial en la ponerización
del movimiento y en los preparativos de la revolución. A eso se suma que los
seguidores de la ideología revolucionaria se ven inescrupulosamente “empujados hacia

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

una postura contrarrevolucionaria”. Ahora pasan a ser condenados por razones


“morales”, en nombre de nuevos criterios cuya esencia paramoralista no están en
condiciones de comprender. Todo esto resulta en una violenta selección negativa del
grupo original. Este es el momento en el cual se consolida el papel inspirador de la
psicopatía esencial, rasgo característico a lo largo de todo el futuro de este
fenómeno patológico macrosocial.

A pesar de estas transformaciones, la facción patológica de ese movimiento


revolucionario sigue siendo una minoría, hecho inmutable por más anuncios
propagandísticos que se emitan acerca de cómo la mayoría moral se ha incorporado a
la nueva y más gloriosa versión de la ideología. Esta mayoría rechazada y las fuerzas
que crearon inocentemente tal poder, comienzan a movilizarse contra el conjunto de
psicópatas que han adquirido el control. Para esos psicópatas, la única manera de
garantizar en el tiempo la supervivencia de la autoridad patológica, es una
confrontación despiadada. En consecuencia, debemos considerar el triunfo sangriento
de la minoría patológica sobre la mayoría del movimiento como la fase de transición
durante la cual se asientan los nuevos contenidos de este fenómeno.

Seguidamente, la vida entera de una sociedad que ha sido afectada de ese modo se
ve subordinada a criterios de pensamiento distorsionados, e invadida por el modo
específico en que los psicópatas experimentan la realidad, en especial aquél que ya
mencionamos en la sección sobre la psicopatía esencial. Llegado este punto, no tiene
sentido utilizar el nombre de la ideología original para designar este fenómeno, y
hacerlo se convierte en un error que dificulta la tarea de comprenderlo.

Adoptaré el término patocracia para designar un sistema de gobierno creado de la


manera recién descrita, dentro del cual una minoría patológica se apodera de las
riendas de una sociedad de personas normales. La razón principal por la cual he
optado por esa apelación es que subraya la cualidad básica del fenómeno
psicopatológico macrosocial, y lo diferencia de los tantos otros sistemas sociales

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

posibles dominados por la estructura, las costumbres y las leyes de las personas
normales.

Intenté atribuirle un nombre que denotara de manera aún más clara la cualidad
psicopatológica, o psicopática, de dicho gobierno, pero renuncié a mi búsqueda debido
a ciertos fenómenos (que describiré más adelante) y por una cuestión práctica (para
evitar alargar el término). “Patocracia” precisa lo suficiente la cualidad básica del
fenómeno y también enfatiza el hecho de que cualquiera que sea el velo ideológico con
el cual se disfraza (o alguna otra ideología que haya ocultado fenómenos similares en
el pasado) no constituye su esencia. Lo que acabó por decidirme a utilizar este
término fue enterarme de que un científico húngaro, a quien no conocía personalmente
ya lo había empleado. Opino que este nombre es coherente con las exigencias de la
semántica, ya que no existe otro término conciso capaz de describir precisamente un
fenómeno tan complejo. Por otro lado, desde ahora en adelante me referiré a “los
sistemas del hombre normal” al hablar de estructuras sociales dentro de las cuales
predominan de alguna manera los vínculos entre las personas normales.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Comentarios adicionales sobre los contenidos del fenómeno

No ha de ser permanente el dominio absoluto de los patócratas en el gobierno de un


país, pues los grandes sectores de la sociedad acaban rebelándose contra ese
régimen y finalmente hallan el camino propicio para derrocarlo. Esto forma parte del
ciclo histórico, fácilmente discernible cuando leemos la historia desde el punto de vista
ponerológico. El hecho de que la patocracia se halle en la cima de la organización
gubernamental no constituye un cuadro completo del “fenómeno maduro”. Un sistema
de gobierno semejante no puede hacer más que caer.

En una patocracia, todos los puestos de liderazgo (desde los más elevados hasta el
del intendente de un pueblo y los gerentes de cooperativas comunitarias, por no
mencionar a los jefes de las centrales de policía, personal policial de brigadas
especiales y activistas en el partido patocrático) deben ser ocupados por individuos con
trastornos psicológicos que, por lo general, son hereditarios. No obstante, estas
personas constituyen un porcentaje muy pequeño de la población, lo que las hace aún
más valiosas para los patócratas. Su nivel intelectual o sus aptitudes profesionales no
conforman un criterio de selección útil, ya que resulta todavía más difícil encontrar
personas con habilidades superiores dentro de esa minoría. Para cuando este sistema
lleva ya varios años gobernando, el 100% de los individuos que presentan una
psicopatía esencial están involucrados en la actividad patocrática; se les considera
los más leales, aun si algunos de ellos formaron parte del partido opuesto en el pasado.

En semejantes condiciones, ningún área de la vida social puede desarrollarse con


normalidad, ya sea la economía, la ciencia, la tecnología, la administración, u otras. La
patocracia lo paraliza todo progresivamente. Las personas normales se ven
obligadas a desarrollar un grado de paciencia superior al de cualquiera que viva en un
sistema del hombre normal, simplemente para poder explicar qué se debe hacer o
cómo hacerlo a un trastornado psicológico de obtusa mediocridad que ha sido colocado
al mando de algún proyecto que no logra comprender, y mucho menos manejar. Esta

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

clase especial de pedagogía que consiste en instruir a individuos con trastornos al


mismo tiempo que se intenta evitar su ira, demanda mucho tiempo y esfuerzo, pero de
lo contrario sería imposible mantener condiciones de vida tolerables y llevar a cabo los
logros económicos o intelectuales necesarios para la sociedad. Lamentablemente, aún
a pesar de esos esfuerzos, poco a poco la patocracia lo invade y lo debilita todo.

Aquellas personas que en su momento se sintieron atraídas por la ideología original,


comienzan a darse cuenta de que, en realidad, están lidiando con algo distinto que la
ha remplazado a pesar de que sigue llamándose del mismo modo. Estos antiguos
defensores de la ideología original sienten una desilusión extremadamente amarga. Por
ende, los intentos de la minoría patológica por retener el poder se verán amenazados
por la sociedad de personas normales, cuyas críticas se harán oír cada vez más.

Por consiguiente, a fin de atenuar la amenaza contra su poder, los patócratas


deberán emplear cualquier método que imparta terror y medidas de exterminio en
contra de aquellos individuos conocidos por sus sentimientos patrióticos y su
entrenamiento militar. También se utilizarán otras actividades específicas de
“adoctrinamiento” como aquellas que ya hemos descrito. A la hora de aplicar dichas
medidas, quienes carecen del sentimiento natural de pertenecer a la sociedad normal
se vuelven irremplazables. Nuevamente, los psicópatas esenciales ocupan el primer
plano en estas actividades, seguidos por individuos con anomalías similares y, por
último, por personas que han sido alienadas de la sociedad en cuestión como
consecuencia de diferencias raciales y nacionales.

El fenómeno de la patocracia madura durante este período: se construye un amplio


sistema de adoctrinamiento activo con una ideología adecuadamente rediseñada, que
constituye el vehículo o el caballo de Troya cuyo propósito consiste en volver
patológico el proceso de pensamiento de los individuos y de las sociedades. Nunca se
admite abiertamente el objetivo: obligar a las mentes humanas a que incorporen
maneras patológicas de experimentar la realidad, y patrones de pensamiento enfermos,
hasta que finalmente acepten aquel régimen. El egotismo patológico condiciona esta

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

meta, y los patócratas no sólo consideran la posibilidad de alcanzarla como algo


indispensable, sino además posible. Por tanto, se requiere que millones de activistas
participen en esta tarea. No obstante, el tiempo y la experiencia confirman lo que un
psicólogo podría haber pronosticado hace rato: todo ese esfuerzo produce resultados
tan insignificantes que se asemeja a una labor sisifiana [154]. Sólo resulta en una
disminución general del desarrollo intelectual y en una protesta profunda contra la
“hipocresía” que siembra conflictos. Los autores y ejecutores de este programa
son incapaces de comprender que el factor que más dificulta su tarea radica

en la naturaleza fundamental de los seres humanos (la mayoría).

Todo ese sistema basado en la violencia, el terror, el adoctrinamiento forzado o, más


precisamente, la “patologización”, acaba demostrando ser realmente imposible de
lograr, lo cual despierta gran sorpresa entre los patócratas. La realidad los obliga a
cuestionar su convicción de que aquellos métodos pueden cambiar a las personas de
manera tan fundamental que finalmente reconozcan esta clase patocrática de gobierno
como un “estado normal”.

Durante el choque emocional inicial, las personas normales pierden la sensación de


poseer vínculos sociales. Sin embargo, la gran mayoría de la gente manifiesta los
primeros fenómenos propios de inmunización psicológica. Simultáneamente, la
sociedad comienza a acumular conocimiento práctico acerca de esta nueva realidad y
de sus propiedades psicológicas.

Las personas normales aprenden lentamente a percibir los puntos débiles de este tipo
de sistema, y utilizan las posibilidades que tienen a su alcance para reacomodar sus
vidas de manera apropiada. Comienzan a aconsejarse mutuamente con respecto a
estos temas, reavivando así lentamente los vínculos sociales y la confianza recíproca.
Esto da lugar a un nuevo fenómeno: la división entre los patócratas y la sociedad
de personas normales. Esta última cuenta con ventajas en lo que concierne a su
talento, sus aptitudes profesionales y su sano sentido común. Por tanto, tiene

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

determinadas cartas a su favor. Finalmente, la patocracia toma consciencia de que le


es necesario encontrar un modus vivendi, o entablar relaciones con la mayoría de la
sociedad: “Después de todo, alguien debe trabajar para nosotros.”

Los patócratas sienten otras necesidades y presiones, especialmente externas. Les


es imprescindible hallar la manera de mantener oculta su verdadera cara patológica,
ya que si el mundo se percatara de que está bajo un gobierno patológico, la opinión
pública desataría una catástrofe para su mandato. Y en ese caso, la propaganda
ideológica por sí sola sería un disfraz inadecuado. Dado el interés principal de la nueva
elite y de sus planes expansionistas, un estado patocrático deberá mantener las
relaciones comerciales con países de individuos normales. El gobierno de la patocracia
tiene como objetivo lograr el reconocimiento internacional distinguiéndose como “una
determinada clase” de estructura política; y le aterra llegar a ser reconocido en términos
de un verdadero diagnóstico clínico.

Todo esto conduce a los patócratas a limitar sus medidas represivas (maquillando
relativamente la propaganda y los métodos de adoctrinamiento) y a conceder a la
sociedad que controlan un cierto margen de autonomía en sus actividades, en especial
con respecto a la vida cultural. Los patócratas más liberales no serían reacios a
otorgarle también un mínimo de prosperidad económica con el fin de reducir el nivel de
irritación, pero su propia corrupción y su incapacidad para administrar la economía les
impide hacerlo.

Y así, cuando la patocracia vuelca su atención mayormente en esas consideraciones,


esta gran enfermedad continúa su curso a través de una nueva fase: los métodos con
que procede se vuelven más leves, y coexiste con los países cuya estructura está
compuesta por personas normales.

Cualquier psicopatólogo que estudie este fenómeno efectuará inmediatamente el


paralelo con el estado de disimulo, o la fase durante la cual un paciente intenta actuar
de manera normal ocultando su realidad patológica, aunque siga enfermo o siendo

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

anormal. Por tanto, llamemos “fase de disimulo de la patocracia” toda situación en la


cual un sistema patocrático desempeña cada vez más habilidosamente el papel de un
sistema sociopolítico normal con instituciones doctrinarias “diferentes”.

Durante esta fase, las personas normales gobernadas por patócratas se vuelven más
tolerantes y se adaptan a la situación. Sin embargo, en lo que concierne a la política
exterior, esta etapa se caracteriza por una actividad ponerogénica excepcional. El
material patológico de este sistema puede infiltrarse con gran facilidad en otras
sociedades, en particular las más primitivas, y se facilitan todas las vías de expansión
patocrática debido a la disminución del sentido común crítico por parte de las naciones
que constituyen el territorio víctima de dicho expansionismo.

Mientras tanto, en el país patocrático, la estructura activa del gobierno permanece en


manos de patócratas, y la psicopatía esencial desempeña un papel protagónico, en
especial durante la fase de disimulo. Empero, resulta necesario impedir que aquellos
individuos con características patológicas evidentes trabajen en ciertas áreas. En otras
palabras, se les remueve de cargos políticos con exposición internacional, ya que su
personalidad podría dejar entrever los contenidos patológicos de este fenómeno.
También se limitan sus posibilidades de ejercer funciones diplomáticas o adquirir
demasiado conocimiento acerca de la situación política en los países del hombre
normal. Por ende, las personas seleccionadas para desempeñar aquellos cargos son
elegidas porque poseen procesos de pensamiento similares a los de los individuos
normales; por lo general, al mismo tiempo están lo suficientemente vinculadas con el
sistema patológico como para ofrecer lealtad como garantía. [155] No obstante, un
experto en diferentes anomalías psicológicas es capaz de percibir los trastornos
discretos sobre los cuales se basan aquellos lazos. Otro factor que debemos tener en
cuenta son las grandes ventajas personales que la patocracia ofrece a esos individuos
semi-normales. En consecuencia, no es de sorprender que dicha lealtad sea, por
momentos, engañosa. Esto se aplica en particular a los hijos de los patócratas típicos,
quienes, por supuesto, gozan de su confianza ya que desde la niñez se les ha criado
para que sean leales a su familia. Sin embargo, si por alguna coincidencia genética

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

afortunada no han heredado propiedades patológicas, su naturaleza prevalecerá sobre


su crianza.

Ciertas necesidades similares se aplican a su vez a otras áreas. Por ejemplo, suele
nombrase director de una nueva fábrica a alguien que prácticamente no se vincula con
el sistema patocrático, pero cuyas habilidades profesionales son esenciales. Una vez
que la planta es operacional, los patócratas se apoderan de la administración,
causando así su ruina técnica y financiera.

Del mismo modo, el ejército necesita a personas perspicaces y con calificaciones


esenciales para su funcionamiento, en especial en materia de artillería moderna y de
guerra. En determinados momentos cruciales, un sentido común sano puede
anteponerse a los resultados de un ejercicio militar patocrático. Cuando eso ocurre, se
obliga a muchos individuos a adaptarse y a aceptar las órdenes del sistema imperante
como el status quo, si bien también lo criticarán. Cumplen con sus obligaciones
mientras sienten dudas y cargo de conciencia, buscando siempre una mejor salida,
inquietud que comparten con sus círculos de confianza. A todos los efectos, flotan en
un limbo entre la patocracia y el mundo de las personas normales. Estas personas
poco fieles al sistema han sido y continúan siendo un factor dentro de las debilidades
internas del gobierno patocrático.

Surgen entonces las siguientes preguntas: ¿Qué sucede cuando la red de psicópatas
que se comprenden entre sí alcanza puestos de liderazgo que los expone a nivel
internacional? Esto puede ocurrir; en especial durante las últimas fases de este
fenómeno. Incitadas por su propia personalidad, dichas personas con trastornos ansían
justamente llegar al poder a nivel internacional, aunque eso acabe causando conflictos
con sus propios intereses. Terminan siendo expulsadas por individuos menos
patológicos, el ala más lógica del aparato gobernante. Los psicópatas no comprenden
que, de no ocurrir eso, podría desatarse una catástrofe. Los gérmenes ignoran que
serán incinerados vivos o enterrados junto a los cuerpos humanos a los que

ellos mismos están ocasionando la muerte.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Cuando muchos de los cargos gerenciales pasan a estar ocupados por individuos que
carecen de habilidades suficientes para sentir y comprender a la mayoría de las otras
personas y que, a su vez, manifiestan deficiencias en el área de la imaginación técnica
o en las habilidades prácticas (facultades indispensables para poder gobernar en
asuntos económicos y políticos), eso resulta en una crisis terriblemente grave en otras
áreas, tanto dentro del propio país como en las relaciones internacionales. A nivel
nacional, la situación se vuelve insoportable, incluso para aquellos ciudadanos que
fueron capaces de hacerse un lugar lo suficientemente cómodo y agradable. En el
extranjero, otras sociedades comienzan a sentir de una forma diferente la cualidad
patológica de este fenómeno. Una situación semejante no puede durar mucho tiempo.
Es ahí cuando uno debe estar preparado para cambios más rápidos y proceder con
cautela.

La patocracia es una enfermedad de grandes movimientos sociales que luego


contagia sociedades, naciones e imperios enteros. En el transcurso de la historia de la
humanidad, ha afectado movimientos sociales, políticos y religiosos, además de las
ideologías subyacentes propias a la época y las condiciones etnológicas en que
tuvieron lugar, hasta convertirlos en caricaturas de sí mismos. Esto es producto de
factores etiológicos en el fenómeno, similares a los de una enfermedad física (en este
caso la participación de agentes patológicos en un proceso patodinámico similar). Así
se explica la similitud que siempre ha existido en los rasgos esenciales entre todas las
patocracias mundiales. Las más contemporáneas encuentran fácilmente un
lenguaje común, aun cuando las ideologías que las nutren y los contenidos patológicos
que las protegen de quedar expuestas difieren ampliamente.

Identificar estos fenómenos a lo largo de la historia y calificarlos adecuadamente de


acuerdo con su verdadera naturaleza y sus contenidos (y no según la ideología en
cuestión, que ha sucumbido al proceso típico de caricaturización) es una tarea
destinada a los historiadores. No obstante, debemos comprender que la ideología
original fue indudablemente dinámica a nivel social y contenía elementos creativos, ya

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

que de lo contrario no habría sido capaz de nutrir y proteger el fenómeno patocrático


por mucho tiempo, evitando que quedase expuesto y que recibiera críticas. Asimismo,
habría sido incapaz de proveer una caricatura patológica con las herramientas
necesarias para implementar sus objetivos expansionistas en el extranjero.

Definir el momento en que un movimiento ha sido transformado en algo que


podríamos denominar patocracia, como resultado de un proceso ponerogénico, es solo
cuestión de convencionalismos. El proceso es acumulativo en el tiempo, y llegado
cierto momento, alcanza un punto en el que se vuelve irreversible. Sin embargo,
finalmente ocurre un enfrentamiento interno con los defensores de la ideología original,
lo cual conlleva a fijar el sello del carácter patocrático del fenómeno. Es evidente que el
nazismo traspasó ese punto sin retorno, si bien lo que evitó un enfrentamiento máximo
con los adherentes a la ideología original fue que el ejército de los Aliados destruyó
toda su fortaleza militar.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

La patocracia y su ideología

Cabe señalar que una ideología importante con valores cautivadores también puede
fácilmente despojar a las personas de su capacidad de control autocrítico en lo que
respecta al comportamiento. Quienes se adhieren a aquellas ideas tienden a perder de
vista el hecho de que no sólo el objetivo, sino también los medios que se utilicen para
lograrlo, serán un factor decisivo en el resultado de sus actividades. Cada vez que
tratan de implementar métodos extremadamente radicales, aún convencidos de que
están obrando a favor de sus ideales, ignoran que su propósito ya ha cambiado. El
principio “el fin justifica los medios” da cabida a una persona para quien una gran idea
es útil a su objetivo de liberarse de la desagradable presión generada por las
costumbres humanas normales. Por ende, toda ideología importante es peligrosa, en
especial para las mentes pequeñas, y cada movimiento social y su ideología
correspondiente pueden convertirse en un huésped en el que una patocracia inicia su
vida parasítica.

Es posible que la ideología en cuestión se haya caracterizado desde un principio por


criterios insuficientes para definir la verdad o la moral, o por los efectos provocados por
ciertos factores patológicos. La idea altruista original también pudo haber sucumbido a
la contaminación temprana característica de una época determinada y de las
circunstancias sociales del momento. Si tal ideología se ve infiltrada por otra con
principios extraños, perteneciente al material cultural local que, al ser heterogéneo,
destruye la estructura coherente de la idea original, su valor real podrá debilitarse tanto
que perderá parte de su atractivo para los individuos sensatos. Sin embargo, una vez
que se ha debilitado la estructura sociológica, puede sucumbir a una mayor
degeneración, incluyendo la activación de los factores patológicos hasta transformarse
en su propia caricatura; el nombre sigue siendo el mismo, pero los contenidos son
diferentes.

Diferenciar la esencia del fenómeno patológico de su huésped ideológico actual


resulta ser una tarea esencial y necesaria tanto para cumplir los propósitos teóricos

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

científicos como para hallar soluciones prácticas a los problemas derivados de la


existencia de los fenómenos macrosociales anteriormente mencionados.

Si para designar un fenómeno patológico aceptamos el nombre que nos proporciona


la ideología de un movimiento social que ha sucumbido a procesos degenerativos,
perdemos toda capacidad para comprender y evaluar dicha ideología y sus contenidos
originales, o para clasificar de manera adecuada el fenómeno en sí. Este no es un error
semántico; es la base fundamental de todos los errores de comprensión en lo que se
refiere a estos fenómenos, que nos dejan intelectualmente indefensos y nos despojan
de nuestra capacidad para actuar de manera pragmática y determinada.

Estos errores se basan en elementos propagandísticos compatibles con la realidad de


sistemas sociales incompatibles. Desafortunadamente, esta situación se ha vuelto
demasiado frecuente y nos recuerda los primeros intentos desatinados por clasificar las
enfermedades mentales de acuerdo con el conjunto de ideas delirantes que
manifestaban los pacientes. Aún hoy en día, quienes no han sido instruidos en esta
área considerarán que una persona que sufre de delirios sexuales está loca, o que
alguien con principios religiosos delirantes es un “maníaco religioso”. Yo mismo incluso
he tenido un paciente que insistía en haberse convertido en el objeto de rayos fríos y
calientes (parestesia [156]) tras un acuerdo especial entre los Estados Unidos y la
Unión Soviética.

Ya hacia fines del siglo XIX, varios famosos pioneros de la psiquiatría contemporánea
establecieron correctamente una distinción entre la enfermedad y el sistema de
delusiones [157] de un paciente. Una enfermedad contiene sus propias causas
etiológicas (ya sea que se las haya podido determinar o no), su patodinámica y su
conjunto característico de síntomas, todo lo cual permite detectar su naturaleza. Es
posible que una misma enfermedad en particular vaya acompañada de diversos
sistemas de delusiones en el paciente, o bien, que varios sistemas similares los unos
de los otros se manifiesten en el curso de enfermedades distintas. Las delusiones, que
a menudo se vuelven tan sistemáticas que dan la impresión de ser historias reales, se

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

originan en la naturaleza y en la inteligencia del paciente, y en especial en los


pensamientos ilusorios inculcados por el ambiente donde se crió. Puede tratarse de
caricaturizaciones de sus primeras convicciones políticas y sociales, formadas a raíz de
una enfermedad. Después de todo, cada enfermedad mental deforma en cierta manera
la mente humana, produciendo diferencias sutiles pero características que los
psiquiatras conocen ya desde hace algún tiempo, y que les permiten efectuar un
diagnóstico.

Una vez que el mundo de fantasías tempranas se ve deformado de esta manera,


comienza a obrar por un propósito diferente: ocultar el estado dramático de la
enfermedad tanto de la consciencia del enfermo como de la opinión pública, y por
cuanto más tiempo sea posible. Un psiquiatra experimentado no intenta destruir esas
ilusiones demasiado temprano, ya que podría generar tendencias suicidas en el
paciente. Su mayor centro de interés continúa siendo la enfermedad que está
intentando curar. Generalmente, el médico no cuenta con el tiempo suficiente para
discutir con el paciente acerca de sus delusiones, a menos que ello se vuelva
indispensable cuando la seguridad de dicho paciente o la de otras personas estén en
riesgo. No obstante, una vez que se ha curado la enfermedad, se recomienda una
asistencia psicoterapéutica adecuada para reintegrar al paciente en el mundo del
pensamiento normal.

Si llevamos a cabo un análisis lo suficientemente profundo del fenómeno de la


patocracia y de cómo se relaciona con su ideología correspondiente, notaremos una
clara analogía con la relación que acabo de describir entre los delirios de un paciente y
su enfermedad, problema con el cual todos los psiquiatras están familiarizados. Luego
aparecerán algunos detalles y datos estadísticos diferentes, que pueden ser
interpretados como la función del estilo característico en que se caricaturiza una
ideología (los efectos de la patocracia), o bien como un producto del carácter
macrosocial del fenómeno.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Al igual que la enfermedad, la patocracia tiene sus propios factores etiológicos que se
hallan potencialmente presentes en toda sociedad, sin importar cuán sana esté.
También incluye sus propios procesos patodinámicos que se diferencian según su
origen, a saber, si la patocracia en cuestión nació en aquel país en particular
(patocracia primaria), si la infección fue artificialmente provocada por otro sistema
patocrático existente, o si fue impuesta por la fuerza.

Ya hemos esbozado previamente la ponerogénesis y el curso de dicho fenómeno


macrosocial en su forma primaria, absteniéndonos intencionalmente de mencionar una
ideología en particular. En breve nos referiremos a los otros dos cursos ya
mencionados.

La ideología de la patocracia es creada a partir de la caricaturización de la ideología


original de un movimiento social en forma característica a ese fenómeno patológico en
particular. Los ya mencionados estados de histeria de las sociedades también
distorsionan las ideologías contemporáneas, utilizando un estilo característico a cada
época. Del mismo modo en que los médicos se interesan en las enfermedades, yo me
he interesado principalmente en el fenómeno patocrático y en su análisis. Asimismo, la
principal preocupación de aquellas personas que han asumido la responsabilidad del
destino de las naciones, debería consistir en curar el mundo de esta enfermedad que
hasta hoy resulta misteriosa. Ya llegará el momento adecuado para adoptar actitudes
críticas y analíticas hacia las ideologías que se han convertido en los “sistemas de
delirio” de esos fenómenos en tiempos históricos. De momento, deberíamos volcar
nuestra atención en la esencia misma de los fenómenos patológicos macrosociales.

Comprender la naturaleza de una enfermedad es un paso básico cuando se busca


desarrollar métodos adecuados de tratamiento. Lo mismo se aplica por analogía al
fenómeno patológico macrosocial, en especial porque, en lo que se refiere a este
último, la mera comprensión de la naturaleza de la enfermedad comienza a
curar las mentes y las almas humanas . A lo largo de todo el proceso, aproximar el

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

razonamiento al estilo elaborado por la medicina es el método adecuado para desatar


el nudo gordiano moderno.

La ideología de una patocracia cambia de función, tal y como ocurre con el sistema
delusorio de una persona mentalmente enferma. Deja de ser una convicción que traza
los métodos de acción y adopta otros papeles que no están explícitamente definidos.
Se convierte en una historia para disfrazar que oculta de la consciencia crítica de la
gente la nueva realidad, tanto dentro como fuera de la propia nación. La función original
—una convicción que delinea los métodos de acción— pronto se torna ineficaz por dos
razones: por un lado, la realidad expone las medidas patocráticas como poco
factibles; por el otro, las masas de los individuos normales se percatan de la actitud
despectiva de los mismos patócratas hacia la ideología que representan. Aquellas
naciones que permanecen fuera del ámbito inmediato de la patocracia son más
propensas a continuar creyendo en ideologías. Por ende, constituyen el mayor
escenario donde opera fingiendo la nueva corriente ideológica. Esta nueva ideología se
convierte así en un instrumento de acción externa a un nivel más elevado que lo que
ocurre con la relación ya mencionada entre la enfermedad y su sistema delusorio.

Los psicópatas saben que son seres diferentes de los individuos normales. Esta es la
razón por la cual el “sistema político” inspirado por su naturaleza es capaz de ocultar
este hecho. Llevan puesta una máscara personal de cordura y saben cómo crear una
máscara macrosocial de la misma naturaleza para disimular la verdad. Cuando
observamos el papel que desempeña la ideología en este fenómeno macrosocial, y si
guardamos en mente la existencia de este conocimiento específico de los psicópatas,
seremos entonces capaces de comprender por qué la ideología queda relegada al rol
de herramienta: es de gran utilidad al tratar con personas y naciones ingenuas. No
obstante, los patócratas están obligados a valorar la función de la ideología como
elemento esencial en cualquier grupo ponerogénico, y en especial en el fenómeno
macrosocial que han convertido en su “patria”. Este factor en su conocimiento
constituye simultáneamente una determinada diferencia cualitativa entre las dos
relaciones que ya hemos mencionado. Los patócratas saben que su verdadera

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

ideología es producto de su naturaleza trastornada, y tratan a la “otra” (la ideología


con la máscara de la cordura) con un desprecio que apenas ocultan. Eso hace que las
personas normales acaben percibiéndolo, como ya lo hemos hecho notar.

Por consiguiente, un sistema patocrático bien desarrollado ya no sostiene una


relación clara y directa con su ideología original, que tan solo mantiene como su
herramienta original y tradicional para la acción y el encubrimiento. Otras ideologías
pueden ser útiles para propósitos prácticos expansionistas, aun si contradicen la
original y la denuncian moralmente una y otra vez. Sin embargo, estas otras ideologías
deberán ser utilizadas con cautela, evitando reconocerlas oficialmente dentro de
entornos en los cuales puede quedar la impresión de que se ha alienado,
desacreditado y considerado inútil la ideología original.

La ideología principal sucumbe a una distorsión sintomática, conforme al estilo propio


de esta misma enfermedad y a lo que ya hemos mencionado acerca del tema. Se
mantienen los nombres y los contenidos oficiales, pero se insinúa por debajo de la
superficie otro contenido completamente diferente, dando lugar al bien conocido
fenómeno del doble discurso dentro del cual algunos nombres tienen dos significados:
uno para los iniciados, y otro para el resto de la gente. El segundo deriva de la
ideología original; el primero tiene un significado específicamente patocrático conocido
no sólo por los mismos patócratas, sino también por aquellas personas que viven
sometidas a este régimen durante un tiempo prolongado.

El doble discurso no es más que uno de los tantos síntomas. Otro es la facilidad de
crear nuevos nombres que generan efectos sugestivos y son aceptados prácticamente
sin crítica alguna, en especial por quienes se encuentran fuera del alcance inmediato
de aquel sistema de gobierno. [158] Debemos pues señalar el carácter paramoralista y
las cualidades paranoides que contienen, con frecuencia, estos nombres. La acción de
los paralogismos y paramoralismos dentro de esta ideología tergiversada es fácil de
comprender si nos basamos en la información proporcionada en el capítulo 4. Todo
aquello que amenaza el régimen patocrático se vuelve profundamente

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

“inmoral”. [159] Esto se aplica también a la idea de perdonar a los patócratas mismos;
es extremadamente peligroso y, por tanto, “inmoral”.

Tenemos entonces derecho a crear una nomenclatura adecuada que demuestre la


naturaleza de los fenómenos de la mejor manera posible, conforme al reconocimiento y
al respeto por las leyes de la metodología científica y de la semántica. Dichos términos
adecuados también servirán para proteger nuestras mentes de los efectos sugestivos
de aquellos otros nombres y paralogismos, incluyendo el material patológico que
contienen estos últimos.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

La expansión de la patocracia

La tendencia del mundo a fijar la mirada con cierta adoración hacia sus gobernantes
tiene una larga tradición que se remonta a los tiempos en que los soberanos podían
prácticamente ignorar las opiniones de sus súbditos. Sin embargo, los gobernantes
siempre han dependido de la situación social y económica de su país, incluso otrora y
en sistemas patocráticos, y diversos grupos sociales lograron influenciarlos en el trono
a través de diversos medios.

Un error que se repite con demasiada frecuencia consiste en estimar que los líderes
autocráticos de países que han sido influidos por esta patocracia poseen, en realidad,
poderes de decisión en áreas en que, de hecho, no es el caso. Millones de personas —
entre quienes se incluyen ministros y miembros del parlamento— se cuestionan sobre
el dilema de si, dadas determinadas circunstancias, un gobernante podría o no llegar a
modificar sus convicciones, renunciando a sus sueños de conquista mundial; continúan
albergando la esperanza de que algún día eso acabará sucediendo. [160] Las personas
que han vivido en carne propia dentro de un sistema similar pueden intentar
convencerlos de que sus sueños, aunque sean decentes, carecen de bases sólidas en
la realidad, pero al hacerlo sentirán que les faltan argumentos concretos propios. De
hecho, es imposible ofrecer una explicación adecuada mediante el uso del lenguaje
natural de conceptos psicológicos; únicamente una comprensión objetiva del fenómeno
histórico y de su naturaleza esencialmente trastornada permitirá esclarecer las causas
del engaño perenne de este fenómeno patológico macrosocial.

Las acciones de este fenómeno afectan a toda la sociedad, comenzando por los
líderes e infiltrándose en cada ciudad, pueblo, fábrica, negocio o granja. La estructura
social patológica se apodera poco a poco del país entero, creando una “nueva clase”
dentro de aquella nación. Este sector privilegiado de individuos trastornados comienza
a sentirse permanentemente amenazado por los “otros”, es decir, por la mayoría
compuesta por personas normales. Los patócratas son muy conscientes del

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

destino que les depara a nivel personal si el sistema del hombre normal

volviera a asumir el poder.

Una persona normal que carece de privilegios o de un puesto alto, saldrá en busca de
trabajo y realizará tareas que le permitan ganarse el pan. Por el contrario, los
patócratas nunca han tenido habilidades prácticas sólidas, y el tiempo que dura su
mandato elimina cualquier posibilidad residual de que puedan llegar a adaptarse a las
demandas del trabajo normal. Si se restablecieran las leyes del hombre normal, tanto
ellos como sus pares podrían ser sometidos a juicio, lo cual incluiría una interpretación
moralizante de sus trastornos psicológicos; se verían amenazados por la pérdida tanto
de su libertad como de su vida, y no simplemente de sus cargos y privilegios. Debido a
que son incapaces de realizar un sacrificio semejante, la supervivencia de un sistema
conveniente para ellos se convierte en un imperativo moral . Aquella amenaza
debe ser combatida por medio de cualquier truco psicológico y político, puesto en
aplicación con una falta de escrúpulos aterradora en cuanto a su nivel de depravación,
con respecto a aquellas otras personas con “cualidades inferiores”. [161]

Por lo general, esta nueva clase está en condiciones de expulsar a sus líderes si su
comportamiento llegara a colocar en peligro la existencia del sistema patocrático. Esto
podría suceder, en particular, si los líderes desearan realizar demasiados compromisos
con la sociedad de personas normales, cuyas habilidades prácticas las hace esenciales
para aumentar la producción. Esta última constituye una amenaza más directa para los
círculos más bajos de la elite patocrática que para los líderes.

La patocracia sobrevive gracias a que se siente amenazada por la sociedad

de personas normales, y por otros países donde persisten las diversas

formas del sistema del hombre normal. Por lo tanto, para los gobernantes,

permanecer en la cima constituye el clásico dilema de “ser o no ser”.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Podemos entonces formular un interrogante más prudente: ¿Puede acaso un sistema


como ese renunciar a la expansión política y territorial, y conformarse con lo que ya
posee? De ser posible, ¿qué sucedería si eso asegurara la paz interna, con el orden y
la prosperidad correspondientes dentro de la nación? La abrumadora mayoría de la
población explotaría de manera habilidosa las posibilidades que surgieran,
aprovechando sus cualidades superiores para luchar por realizar tareas de un alcance
cada vez mayor. Gracias a su índice de natalidad superior, su poder aumentaría.
Algunos hijos de la clase privilegiada que no han heredado los genes patológicos se
unirían a esa mayoría. El dominio de la patocracia se debilitaría de manera
imperceptible pero constante, y finalmente la sociedad de personas normales
alcanzaría el poder. Pensar en esta posibilidad resulta una pesadilla para los
psicópatas.

Por lo tanto, la destrucción biológica, psicológica, moral y económica de la

mayoría de las personas normales se convierte en una necesidad “biológica”

para los patócratas. Muchos medios sirven para alcanzar este cometido,
comenzando por los campos de concentración e incluyendo la guerra contra un
oponente obstinado y bien armado que devastará y debilitará el poder humano que se
le arroje encima, es decir, precisamente el poder humano que ahora pone en peligro al
régimen patocrático: los hijos de las personas normales son forzados a ir a la guerra
para luchar por una causa “noble” e ilusoria. Una vez asesinados en la guerra (lo cual
aporta seguridad a los patócratas), los soldados serán decretados héroes meritorios de
ser venerados con himnos, y resultarán muy útiles como modelo para educar a una
nueva generación leal a la patocracia y siempre dispuesta a morir defendiéndola.

Toda guerra en la que se embarca una nación patocrática tiene dos frentes, el
interno y el externo. El frente interno es más importante para los líderes y la elite
gobernante, y la amenaza interna constituye el factor determinante en lo que concierne
a la decisión de desatar la guerra. Al deliberar acerca de iniciar o no una guerra contra
el país patócrata, es imprescindible que las otras naciones consideren, en primer lugar,
el hecho de que esa lucha puede ser utilizada para exterminar a las personas normales

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

cuyo poder creciente representa un peligro incipiente para la patocracia. Después de


todo, los patócratas menosprecian la sangre y el sufrimiento de las personas a quienes
perciben como externas a su especie. Es posible que ciertos reyes hayan sufrido
debido a la muerte de sus guerreros, pero ese nunca es el caso de los patócratas, que
opinan que “aquí sobran personas”. Sin embargo, si llegara a existir o a desarrollarse la
situación propicia para una guerra en tal país, cualquiera que le ofrezca asistencia será
bendecido por éste, y todo aquel que la niegue se convertirá en un enemigo maldito.

La patocracia tiene otras razones internas para perseguir el expansionismo mediante


todos los medios posibles. Mientras exista aquel “otro” mundo regido por los sistemas
del hombre normal, inspirará en la mayoría no patológica un determinado sentido de
dirección. La mayoría no patológica de un país nunca dejará de soñar con el
restablecimiento del sistema del hombre normal, sin importar cuál sea la forma que
pueda adoptar. Esta mayoría nunca cesará de observar otros países a la espera del
momento oportuno. Por tanto, es necesario distraer su atención de semejante propósito
y desviar su poder; se debe “educar” a las masas y hacerlas canalizar sus ansias en
dirección a las luchas imperialistas. Se deberá perseguir tenazmente este objetivo de
manera que todos estén al tanto del propósito de la lucha y en nombre de qué causa
han de soportar una dura disciplina y pobreza, dificultades que, a su vez, limitarán de
manera eficaz la posibilidad de que la sociedad de personas normales lleve a cabo
acciones “subversivas”.

Por supuesto, la ideología deberá ofrecer una justificación correspondiente a ese


supuesto derecho de conquistar el mundo y, por tanto, deberá ser elaborada
adecuadamente. El expansionismo deriva de la naturaleza propia de la patocracia, no
de la ideología, pero es necesario ocultar este hecho detrás de la máscara de esta
última. [162] Cada vez que se presenció este fenómeno en la historia, el imperialismo
fue su cualidad más demostrativa.

Por otra parte, existen países regidos por gobiernos de personas normales donde la
abrumadora mayoría de la sociedad tiembla al pensar siquiera en la posibilidad de que

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

un sistema similar llegue a imponerse sobre ella. Por lo tanto, los gobiernos de aquellas
naciones hacen todo lo posible por evitar contener su expansión, dentro de lo que está
a su alcance y según su grado de comprensión del fenómeno. Los ciudadanos de
aquellos países se sentirían aliviados si alguna revuelta política lograra reemplazar ese
sistema malévolo e incomprensible por un método gubernamental más humano y más
fácil de comprender, y con el cual fuese posible coexistir pacíficamente.

Es por eso que dichos países adoptan ciertas medidas para lograr este propósito, la
cualidad de las cuales depende de la posibilidad de comprender aquella otra

realidad. Esos esfuerzos resuenan dentro del país, y el poder militar de los países del
hombre normal limita las posibilidades de que la patocracia realice maniobras armadas.
Una vez más, entonces, debilitar aquellos países que podrían llegar a oponerse a la
patocracia, aprovechando especialmente la respuesta que ésta despierta en algunos
de los ciudadanos trastornados de la nación del hombre normal, se convierte en una
cuestión de supervivencia para la patocracia.

Los factores económicos influyen de manera bastante significante en la motivación


detrás de esta tendencia expansionista. Dado que las funciones administrativas han
pasado a manos de personas con una inteligencia mediocre y con rasgos patológicos,
la patocracia se vuelve incapaz de administrar adecuadamente sus recursos, sea cual
sea el área en cuestión. La que más se vea afectada deberá ser aquella que necesite
una persona independiente que no pierda el tiempo buscando la forma adecuada de
comportarse. La agricultura depende de las condiciones cambiantes del clima y de la
aparición de enfermedades y plagas en las plantas. Por lo tanto, las cualidades
personales de los agricultores han sido un factor crucial en el éxito en esta área
durante muchos siglos. Por ende, la patocracia trae invariablemente aparejados
problemas de escasez de alimentos.

Sin embargo, muchos países regidos por un sistema del hombre normal poseen un
abastecimiento abundante de productos industriales y padecen problemas a raíz de
una producción excesiva de alimentos y de recesiones económicas temporarias, a

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

pesar de que sus ciudadanos no están sobrecargados de trabajo. El motivo imperialista


perenne ya mencionado, esa tentación de dominar un país de ese tipo junto con su
prosperidad, se vuelve aún más fuerte en la patocracia. La prosperidad que ha
conseguido la nación conquistada puede explotarse durante cierto período forzando a
los ciudadanos a trabajar más duro por una remuneración miserable. A esas alturas, no
se reflexiona acerca del hecho de que introducir un sistema patocrático dentro de aquel
país acabará causando condiciones improductivas similares; al fin y al cabo, el
trastorno psicológico presupone, por definición, una carencia de conocimiento de sí en
esta área. Desafortunadamente, la idea de conquistar países ricos también incentiva
las mentes de muchos vecinos pobres no patológicos que sufren bajo el régimen
patocrático, pero no comprenden las causas, y a quienes les gustaría utilizar esta
oportunidad para tomar algo para sí mismos y llevarse así su ración de buena comida.

Tal y como ha sido el caso durante siglos, el poder militar es, por supuesto, el
principal medio para lograr estos propósitos. Sin embargo, cada vez que la historia
registró la aparición del fenómeno de la patocracia (sin importar cuál fuese su máscara
ideológica) también se tornaron evidentes las medidas de influencia específicas: algo
así como cierta inteligencia específica, al servicio de la intriga internacional que facilitó
la conquista. Esta cualidad deriva de las características de la personalidad que ya
hemos descrito, y que inspiran el fenómeno en general; debería constituir datos para
que los historiadores identifiquen este tipo de fenómeno a lo largo de la historia.

Personas particularmente susceptibles con trastornos de la personalidad existen en


todo el mundo; incluso una patocracia remota evoca en ellas una respuesta resonante,
alimentando su sensación de que “existe un lugar para personas como nosotros allí”.
También existen en todas partes personas sin aptitudes críticas, frustradas y abusadas,
a quienes se puede llegar a través de una propaganda adecuadamente elaborada. El
futuro de una nación depende, en gran parte, de la cantidad de individuos que
contenga con esas características. Gracias al conocimiento psicológico específico que
posee y a la convicción de que las personas normales son ingenuas, una patocracia es
capaz de mejorar sus técnicas “anti-psicoterapéuticas” y, al ser tan

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

patológicamente egoísta como acostumbra, insinuar en otros países su mundo de


conceptos trastornados, haciéndolos así susceptibles a la conquista y la dominación.

Entre las técnicas utilizadas con mayor frecuencia se encuentran los métodos
paralogísticos y conversivos tales como la proyección de las cualidades e intenciones
propias sobre otras personas, grupos sociales, o naciones, la indignación paramoral y
el bloqueo reversivo. Este último es el método favorito del sistema patocrático, utilizado
a gran escala, y conduce la mente de las personas normales a una encrucijada, ya que,
como consecuencia, las hace buscar la verdad en “la divina proporción” entre la
realidad y su opuesto [163].

Cabe entonces señalar que, a pesar de que diversos estudios en el área de la


psicopatología contienen descripciones de muchos de estos métodos casi hipócritas,
aún no se cuenta con el tan necesitado resumen global que complete las lagunas que
han sido observadas. Cuán diferente sería la situación si el pueblo y el gobierno de los
países gobernados por el hombre normal pudieran sacar provecho de semejante
trabajo y se comportaran como psicólogos experimentados, teniendo en cuenta los
reproches emitidos en su contra una y otra vez en el curso de la proyección, y
desmintiendo declaraciones cuyo carácter indican la presencia de un bloqueo
reversivo. Una pequeña dosis de estética analítica producirá así una lista fácil de
redactar, compuesta por las intenciones del imperio patocrático. [164]

La ley se ha convertido en la vara con que se mide lo correcto dentro de los países de
sistemas normales. A menudo olvidamos hasta qué punto se trata de una creación
imperfecta de la mente humana, y cuánto depende de formulaciones basadas en
información que los legisladores puedan comprender. En Derecho teórico, damos por
hecha su naturaleza reguladora, y consiguientemente concordamos en que, en
determinados casos, sus actividades pueden no coincidir del todo con la realidad
humana. Comprendida de este modo, la ley no provee un apoyo suficiente para
contrarrestar un fenómeno cuyo carácter yace fuera de lo que los

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

legisladores son capaces de imaginar. Por el contrario, la patocracia sabe cómo


sacar ventaja de las debilidades de dicho modo de pensamiento jurídico.

No obstante, las acciones internas del fenómeno macrosocial y su expansión hacia el


extranjero se basan en datos psicológicos. Como tal, y sin importar cuánto sea
deformada esta información dentro de la personalidad de los patócratas, su astucia es
ampliamente superior a los sistemas jurídicos de las personas normales. Esto
convierte a la patocracia en el sistema social del futuro, aunque en forma caricaturesca.

Por tanto, el futuro del hombre normal pertenece a los sistemas sociales que se
basan en una mayor comprensión del ser humano en todas sus variaciones
psicológicas; la evolución en esta dirección puede, entre otras cosas, asegurar una
mayor resistencia a los métodos expansionistas que utiliza este fenómeno macrosocial
en su búsqueda por dominar el mundo.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

La patocracia impuesta por la fuerza

La génesis de la patocracia en cualquier país es un proceso tan largo que es difícil


determinar la fecha en que comenzó. Si consideramos aquellos ejemplos históricos que
deben ser calificados en estos términos, observaremos con frecuencia la figura de un
líder autocrático cuya mediocridad mental y personalidad infantil acabó abriendo las
puertas a la ponerogénesis del fenómeno. Dondequiera que el sentido común de una
sociedad ejerza una influencia suficiente, su instinto de autopreservación superará
bastante temprano el proceso ponerogénico. La situación es diferente cuando ya
existe un núcleo activo de esta enfermedad y es capaz de dominar mediante

la infección o la imposición de la fuerza.

Cuando una nación experimenta una “crisis del sistema” o una hiperactividad de
procesos ponerogénicos en su interior, se convierte en objeto de fácil penetración
patocrática, cuyo propósito consiste en ofrecer al país como botín . Luego
resultará fácil sacar ventaja de sus debilidades internas y de movimientos
revolucionarios sobre la base de un uso limitado de la fuerza. Condiciones tales como
una gran guerra o la debilidad temporaria de un país pueden, a veces, hacer que se
someta (contra su voluntad) a la violencia de un país patocrático vecino, cuyo sistema
antes no solía manifestar semejante enfermedad a gran escala. Tras la imposición
forzosa de dicho sistema, la patologización de la vida adopta un curso diferente; dicha
patocracia será menos estable, y su mismísima existencia dependerá del factor de la
fuerza ejercida constantemente desde el exterior.

Permítasenos ahora analizar, en primer lugar, la segunda situación. La fuerza bruta


debe dominar primeramente la resistencia de una nación exhausta; es necesario
deponer de sus cargos a las personas con aptitudes militares o de liderazgo, y silenciar
a todo aquel que apele a los valores morales y a los principios jurídicos. Las nuevas
normas nunca se enuncian de manera explícita. La gente se ve forzada a aprender las
nuevas leyes tácitas mediante una experiencia dolorosa. La influencia atrofiante de

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

este mundo trastornado de conceptos culmina la tarea, y el sentido común exige


cautela y resistencia.

A esto le sigue un estado de shock tan trágico como aterrador. Ciertas personas
dentro de cada grupo social, ya sean indigentes abusados, aristócratas, mandatarios,
literatos, estudiantes, científicos, sacerdotes, ateos, u hombres desconocidos en la
sociedad, comienzan de repente a manifestar un cambio en su personalidad y en su
visión del mundo. Tan sólo ayer eran cristianos decentes y patriotas, pero hoy se
adhieren a esta nueva ideología y tratan con desprecio a cualquiera que siga siendo
adepto a los antiguos valores. No es sino más tarde que se torna evidente que este
proceso visiblemente similar a una avalancha tiene sus propios límites naturales. Con
el paso del tiempo, la sociedad se estratifica según factores completamente diferentes
de las convicciones políticas y los vínculos sociales de otrora. Ya conocemos las
causas de este fenómeno.

A través del contacto directo con la patocracia, la sociedad simultáneamente


comienza a sentir que su verdadero contenido difiere de las ideologías promulgadas en
el pasado, cuando el país aún era independiente. Esta divergencia es un factor
traumático, porque cuestiona el valor de las convicciones que ya han sido aceptadas.
Deberán pasar muchos años hasta que la mente se adapte a los nuevos conceptos.
Cuando aquellos que lo hemos experimentado en carne propia, luego viajamos a
Europa occidental, o a Estados Unidos en particular, nos resulta ingenua la gente que
aún cree en las ideologías originales, en la máscara que nos presentó la patocracia.

La patocracia impuesta por la fuerza llega bajo su forma definitiva, o hasta podría
decirse, madura. Quienes la observaron de cerca no fueron capaces de percibir las
fases previas de su desarrollo, cuando los esquizoides y los caracterópatas se hallaban
al mando. Debí basarme en datos históricos a fin de reconstruir en este libro la
necesidad de la existencia de estas fases, y su carácter.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

En un sistema impuesto, el material psicopático ya domina; se lo percibe como algo


contrario a la naturaleza humana, prácticamente desprovisto de la máscara de la
ideología que se vuelve cada vez menos necesaria en el país conquistado, si bien, aun
así, queda disfrazado detrás de la falta de comprensión por parte de las personas que
se empeñan en continuar reflexionando en términos de las categorías de una visión
natural del mundo.

Al principio, nos dolió notar cómo el antiguo sistema de categorías resultaba


inapropiado para lograr comprender esa realidad que nos había sobrellevado. No fue
sino tras muchos años de esfuerzo que creamos las categorías objetivas esenciales
que necesitábamos para clasificar lo que estábamos observando. Los individuos con
características patológicas, diseminados por toda la sociedad, tuvieron la certeza de
que al fin les había llegado el momento de concretar sus sueños, la hora justa para
vengarse de aquellos “otros” que los habían abusado y humillado antes. Este proceso
formativo violento de la patocracia duró apenas unos ocho años, lo cual permitió que la
transformación hacia la fase de disimulo se produjera de manera igualmente rápida.

Las funciones del sistema, los mecanismos psicológicos y los misteriosos lazos
causativos dentro de un país sobre el cual se impone una estructura cuasi política, son
básicamente análogos a los del país que ha dado lugar a este fenómeno. El sistema se
expande hacia abajo hasta que cubre incluso cada pequeño poblado y a cada
individuo. En cuanto a los contenidos y las causas internas de este fenómeno, tampoco
presentan gran diferencia, ya sea que lo observemos en la capital o en alguna pequeña
ciudad en sus afueras. En el caso del ser humano, cuando el organismo entero está
enfermo es posible realizar una biopsia de un tejido cualquiera, donde sea que permita
realizar un análisis inmediato. Quienes viven en países con sistemas de personas
normales e intentan comprender este otro sistema, ya sea haciendo uso de su
imaginación o atravesando las paredes del Kremlin, donde se supone que se ocultan
las intenciones de las más altas autoridades, no se dan cuenta de que ese es un
método demasiado costoso para lograr algo que puede realizarse de manera más
eficiente. A fin de percibir la esencia del fenómeno, podemos situarnos fácilmente en un

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

pequeño poblado, donde es mucho más sencillo espiar el trasfondo y analizar la


naturaleza de dicho sistema.

Algunas de las diferencias en la naturaleza del fenómeno patocrático entre el país de


origen y aquel donde la patocracia ha sido impuesta por la fuerza resultan
permanentes. A la sociedad que ha sido conquistada, el sistema siempre le resultará
algo ajeno, asociado al otro país. La tradición histórica y la cultura de la sociedad
constituyen una conexión con los esfuerzos realizados por recuperar las estructuras del
hombre normal. Y especialmente las formaciones culturales más maduras prueban ser
las más resistentes a las actividades destructivas del sistema. La nación subyugada
encuentra apoyo e inspiración para su resistencia psicológica y moral en sus propias
tradiciones culturales, religiosas y morales. Estos valores, elaborados a lo largo de los
siglos, no pueden ser destruidos fácilmente o tergiversados por la patocracia. Muy por
el contrario, se embarcan incluso en una vida más intensa en la nueva sociedad. Estos
valores se purifican de manera progresiva dejando de lado las bufonadas patrióticas, y
sus principales contenidos se vuelven más reales en su significado eterno. Si la
situación lo exige, la cultura del país en cuestión se mantiene oculta en la privacidad de
los hogares o es difundida mediante conspiraciones, pero continúa sobreviviendo y
desarrollándose, creando valores que no podrían haber surgido durante épocas más
felices.

Como resultado, la oposición dentro de una sociedad semejante se vuelve más


resistente, y se lleva a cabo de manera más hábil. Aquellos que se creían capaces de
imponer un sistema patocrático y confiaban en que funcionaría gracias a sus
mecanismos autonómicos, fueron demasiado optimistas. La patocracia impuesta
siempre sigue siendo un sistema ajeno, a tal punto que si llegara a desmoronarse en su
país de nacimiento, no sobreviviría más que algunas semanas en la nación subyugada.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

La patocracia artificialmente infectada y el estado de guerra psicológica

Si ya existe en el mundo un núcleo de este fenómeno patológico macrosocial, que


siempre encubre su verdadera cualidad detrás de la máscara ideológica de algún
sistema político, se propagará hacia otras naciones a través de noticias codificadas
difíciles de comprender para los individuos normales, aunque los psicópatas logran
interpretarlas con facilidad. “Aquel es el lugar que nos corresponde; ahora tenemos un
nuevo hogar donde nuestro sueño de gobernar a los ‘otros’ puede volverse realidad.
Finalmente estamos en condiciones de vivir felices y en seguridad.” Cuanto más
poderoso sea este núcleo y la nación patocrática, mayor será el alcance de su canto
inductivo de sirena, y lo escucharán aquellos individuos con una naturaleza trastornada
correspondiente, cual receptores superheterodinos [165] sintonizados naturalmente con
la misma frecuencia de onda. Desafortunadamente, hoy en día se utilizan
radiotransmisores reales con cientos de kilovatios, además de agentes encubiertos
leales a la red mundial de la patocracia.

Cada vez que se “adorna” apropiadamente esta llamada de la patocracia, ya sea


directa o indirectamente (es decir, por medio de “agentes” con personalidades
patológicas), esta última alcanza un círculo significativamente más amplio de personas,
que incluye tanto a individuos con diferentes trastornos psicológicos como a aquellos
que se sienten frustrados, o que no han tenido acceso a una educación y, por ende, no
han podido hacer uso de sus talentos, o bien han sido lastimados física o moralmente,
o simplemente son primitivos. El alcance de la respuesta a este llamado puede variar
en proporción, pero nunca representará a la mayoría. No obstante, los fascinadores del
país, que van surgiendo, nunca tienen en cuenta el hecho de que son incapaces de
cautivar a la mayoría. [166]

Muchas naciones, que se resisten en diferentes grados a esta actividad, dependen de


múltiples factores como la prosperidad y su distribución equitativa, el nivel de
educación de la sociedad (en especial el que atañe a los sectores más desfavorecidos),
el porcentaje de participación de individuos primitivos o con diferentes trastornos, y la

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

fase del ciclo de histeria que se esté viviendo. Algunas naciones han desarrollado
inmunidad como resultado del contacto más directo con el fenómeno, tema que será
tratado en el siguiente capítulo.

En países que acaban de emerger de condiciones primitivas y que carecen de


experiencia política, una doctrina revolucionaria adecuadamente elaborada alcanza el
substrato autónomo de la sociedad y atrae a individuos que la consideran como la
realidad ideológica. Esto también sucede en naciones donde una clase dominante muy
egoísta defiende su posición por medio de doctrinas moralizantes ingenuas, donde la
injusticia va en aumento, o la intensificación de los niveles de histeria reprime el
funcionamiento del sentido común. Las personas ya acostumbradas a los lemas
revolucionarios no observan la situación con cuidado para asegurarse de que quien
expone una ideología por el estilo sea un partidario verdaderamente sincero, y no
simplemente un individuo que se ha colocado la máscara de la ideología para ocultar
otros motivos derivados de su personalidad trastornada.

Sumada a estos fascinadores, podemos encontrar otra clase de predicadores de


ideas revolucionarias, personas cuya posición social está básicamente vinculada al
dinero que reciben por sus actividades. Sin embargo, es improbable que su jerarquía
incluya a individuos que puedan ser indudablemente caracterizados como
psicológicamente normales según los criterios arriba mencionados. La indiferencia que
manifiestan ante el sufrimiento humano provocado por sus propias actividades es
producto de sus deficiencias a la hora de valorar los vínculos sociales, o en su
capacidad para predecir los resultados de sus actos.

En los procesos ponerogénicos, las deficiencias morales e intelectuales y

los factores patológicos se entrecruzan en una red causativa

espaciotemporal que da lugar al sufrimiento tanto individual como nacional.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Toda guerra que se pelea con armas psicológicas cuesta apenas una fracción de lo
que costaría una guerra típica, pero lleva su precio, en especial cuando se combate
simultáneamente en muchos países alrededor del mundo.

Las personas que actúan en nombre de los intereses de la patocracia pueden


desempeñar sus actividades paralelamente, bajo el lema de alguna ideología
tradicional o no, o incluso con el apoyo de otra ideología contradictoria que lucha contra
la tradicional. En este último caso, la tarea ha de ser realizada por individuos cuya
respuesta al llamado de la patocracia sea lo suficientemente vehemente como para
evitar que las actividades de autosugestión de la otra ideología que utilizan debiliten
sus lazos con sus verdaderas ansias de poder.

Cuando una sociedad padece problemas sociales serios, siempre existe un grupo
social de personas sensatas que se esfuerzan por mejorar su situación social mediante
reformas enérgicas con el fin de eliminar la causa de tensión social. Otros consideran
que su obligación consiste en rejuvenecer la sociedad. Eliminar la injusticia social y
reconstruir la civilización y los principios morales de un país podría eliminar toda
posibilidad de que la patocracia asuma el poder. Por consiguiente, dichos
reformadores y moralistas deben ser neutralizados de manera consistente

por medio de posturas liberales o conservadoras, y mediante el uso de

discursos emblemáticos y paramoralismos apropiadamente sugestivos; de

ser necesario, los mejores de ellos han de ser asesinados.

Los estrategas de la guerra psicológica deben decidir bien temprano cuál será la
ideología más eficiente en un determinado país, dado su grado de adaptabilidad a las
tradiciones de este último. Después de todo, la ideología adaptada adecuadamente
deberá cumplir la función de caballo de Troya, transportando la patocracia hasta aquel
país. Las diversas ideologías existentes gradualmente son adaptadas al plan maestro
original de los patócratas. Y por último, se cae la máscara.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

En el momento oportuno, los miembros partidarios locales se organizan y se arman,


reclutando a otros individuos provenientes de zonas insatisfechas con el sistema
actual; los puestos de liderazgo son ocupados por oficiales entrenados que están al
tanto de la idea secreta y de los planes sobre cómo operar que han sido maquinados
para propagarse dentro del país en cuestión. Se ofrece asistencia para que los grupos
de conspiradores adeptos a la ideología tramada puedan declarar un golpe de estado,
tras lo cual se instalará un gobierno opresivo. Una vez logrado todo esto, se reprimen
los actos de distracción de los partidarios (a quienes se convierte en chivos
expiatorios). Así logran las nuevas autoridades ganarse el mérito por haber restaurado
la paz en el país. Cualquier criminal contratado durante la campaña previa que ahora
no pueda o se niegue a someterse a los nuevos decretos, recibe una “cordial” invitación
para reunirse con su antiguo líder, y es asesinado de un disparo en la cabeza. Esta es
la nueva realidad.

De esta forma es cómo nace este tipo de sistema gubernamental. Ya se ha activado


una red de factores patológicos ponerogénicos, al igual que el rol inspirador de la
psicopatía esencial. Sin embargo, aquello todavía no representa el cuadro completo de
la patocracia. Muchos líderes y partidarios locales persisten en defender sus
convicciones originales que, si bien son extremistas, en su opinión pueden favorecer a
una proporción mucho mayor de personas previamente abusadas, y no sólo a un
porcentaje mínimo de patócratas y a los intereses de quienes aspiran a un imperio
mundial.

Los líderes locales siguen reflexionando en términos de una revolución social,


apelando a las metas políticas en las que verdaderamente creen. Exigen que la
“potencia amigable” les brinde no sólo la asistencia prometida, sino también una cierta
autonomía que, a su parecer, es fundamental. No están lo suficientemente
familiarizados con la misteriosa dicotomía del “nosotros y ellos”. Al mismo tiempo
reciben instrucciones y órdenes de acatar consignas emitidas por representantes con
discursos confusos, cuyo significado y propósitos son difíciles de comprender. De esta
manera crece la frustración y la duda, de naturaleza ideológica, nacionalista y práctica.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

El conflicto aumenta progresivamente, en especial cuando ciertos grandes círculos de


la sociedad comienzan a dudar si aquellas personas que supuestamente actúan en
nombre de una ideología mayor creen verdaderamente en ella. Gracias a la experiencia
y al contacto con la nación patocrática, otros círculos de similar tamaño adquieren
simultáneamente más conocimiento práctico acerca de la realidad y de los métodos de
comportamiento de ese sistema. Por tanto, en el caso de que una semi-colonia lograra
adquirir demasiada independencia o decidiera huir de la patocracia, demasiado
conocimiento al respecto podría entonces llegar a la consciencia de los países de
personas normales. Esto implicaría una grave derrota para la patocracia.

Es por eso que es necesario aumentar cada vez más el control hasta que se logre
una patocracia absoluta. Se ha de descartar a aquellos líderes a quienes las
autoridades centrales consideran importantes sólo durante la fase de transición, a
menos que manifiesten un suficiente grado se sumisión. Las condiciones geopolíticas
generalmente desempeñan un papel decisivo en esta área. Esto explica por qué es
más fácil para aquellos líderes sobrevivir en una isla marginal que en los países
limítrofes a los imperios. De lograr mantener un mayor grado de autonomía ocultando
sus dudas, existiría la posibilidad de que aprovecharan su posición geopolítica si se
dieran las condiciones apropiadas.

Durante una fase semejante de crisis de confianza, la política circunspecta de los


países de personas normales todavía tendría oportunidades de inclinar la balanza a
favor de una estructura que podría ser revolucionaria y de izquierda, pero no
patocrática. Sin embargo, esto no es lo único que se ignora; otro punto primordial es la
falta de conocimiento objetivo acerca del fenómeno, lo cual haría posible dicha política.
Los factores emocionales, junto con una interpretación moralizante de los

fenómenos patológicos, desempeñan un papel demasiado importante a la

hora de tomar decisiones políticas.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Ninguna patocracia puede desarrollarse por completo antes de que se produzca el


segundo golpe y se destituya a los líderes de la transición, que no eran lo
suficientemente fieles a la causa. Esta es la contracara de un enfrentamiento con los
verdaderos defensores de la ideología dentro de la génesis de la patocracia original
que, desde ahora en adelante, puede desarrollarse gracias a líderes que han sido
impuestos convenientemente y a la actividad de los mecanismos ponerogénicos
autónomos de este fenómeno.

Tras el período gubernamental inicial, brutal, sangriento y psicológicamente ingenuo,


dicha patocracia comienza a adoptar su forma disimulada, la cual ya hemos descrito al
tratar la génesis de este fenómeno y la patocracia impuesta por la fuerza. Durante ese
período, ni siquiera las más aptas medidas políticas externas pueden minar

la existencia de un sistema como éste . El período de debilidad aún está por llegar,
y lo hará cuando se haya formado una poderosa red social de personas normales.

La descripción lapidaria que acabo de brindar acerca de una imposición infecciosa de


la patocracia indica que este proceso ha de repetir todas las fases de la ponerogénesis
independiente, condensada en el tiempo y en su contenido. Detrás del liderazgo de
sus predecesores incompetentes, podemos percibir un período de hiperactividad por
parte de individuos esquizoides fascinados ante la visión de su propio gobierno basado
en el desprecio por la naturaleza humana, en especial si son numerosos dentro de un
país. Ignoran que la patocracia nunca concretará sus sueños; por el contrario, los
relegará a las sombras, ya que los individuos con los que nos hemos familiarizado se
convertirán en líderes.

Una patocracia generada de esta manera marcará más fuertemente al país


subyugado que en los casos en que es impuesta por la fuerza. Sin embargo, al mismo
tiempo cuenta con ciertas características de su contenido divergente que a veces se
describe como de índole “ideológica” aunque, en realidad, proviene del sustrato
etnológico diferente sobre el cual se ha injertado su retoño. Si se presentaran ciertas
condiciones tales como una cantidad importante de personas a favor de un cambio, un

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

alcance bastante amplio o una situación geográfica aislada, que permitieran


independizarse de la nación patocrática primaria, ciertos factores más moderados y la
sociedad de personas normales encontrarían así la manera de influir en el sistema
gubernamental, sacando ventaja de las oportunidades que presenta la fase de
disimulo. La presencia de condiciones favorables y de una asistencia externa
expeditiva, ayudaría a una “despatologización” progresiva del sistema.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Consideraciones generales

Sólo es posible abrir el camino para comprender los verdaderos contenidos del
fenómeno y su causalidad interna si logramos superar los reflejos y las emociones
naturales, y nuestra tendencia a realizar interpretaciones moralizantes, tras lo cual
debemos reunir datos elaborados durante el arduo trabajo clínico cotidiano y formular
subsecuentes generalizaciones teóricas bajo la forma de ponerología teórica. Esta
comprensión naturalmente incluirá, a su vez, a aquellos que crean semejante sistema
inhumano.

De esa manera, el problema de la determinación biológica del comportamiento que


manifiestan los individuos patológicos quedará esbozado en su máxima expresividad y
demostrará, principalmente, cómo la capacidad de estos últimos para emitir juicios
morales, así como su campo de selección de conductas, se encuentra reducido muy
por debajo de los niveles de las personas normales. Adoptar la actitud que nos permite
comprender incluso a nuestros propios enemigos es la tarea más difícil que nos
compete a los seres humanos. La condena moral resulta un obstáculo en el camino
que conduce a curar esta enfermedad mundial.

Uno de los resultados del carácter del fenómeno descrito en este capítulo es que
cualquier intento por comprender su naturaleza o por delinear sus vínculos causativos
internos y sus transformaciones diacrónicas sería en vano si sólo tuviéramos a nuestro
alcance el lenguaje natural de conceptos psicológicos, morales y sociales, incluso en la
forma parcialmente perfecta que utilizan las ciencias sociales. También sería imposible
predecir las fases subsiguientes en el desarrollo de este fenómeno o distinguir sus
épocas frágiles y sus puntos débiles con el propósito de contrarrestarlos.

Por ende, para nosotros se volvió esencial elaborar un lenguaje conceptual lo


suficientemente comprensivo y apropiado con ese fin; lograrlo nos llevó más tiempo y
esfuerzo que el que debimos destinar a estudiar el fenómeno en sí. Por tanto, ha sido
inevitable aburrir un poco a nuestros lectores presentándoles este lenguaje de una

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

manera parsimoniosa y adecuada, haciéndolo al mismo tiempo comprensible para


aquellos lectores que no han recibido una formación previa en esta área de la
psicopatología. Quienquiera que intente reparar un televisor, y si no desea destruir aún
más el aparato, deberá primero familiarizarse con la electrónica, un tema que también
va más allá del ámbito del lenguaje conceptual natural.

Durante el aprendizaje de este fenómeno macrosocial dentro del sistema referencial


correspondiente, un científico se quedará pasmado por un instante como si estuviera
frente a la tumba abierta de Tutankamón, antes de ser capaz de comprender las leyes
vivientes del fenómeno con mayor rapidez y habilidad, para luego complementar su
conocimiento con una cantidad importante de datos detallados.

La primera conclusión a la que llegamos, naturalmente poco después del encuentro


con el “profesor” de quien hablé al comienzo de este libro, fue que el desarrollo del
fenómeno está limitado por naturaleza en lo que respecta a la participación de
individuos susceptibles dentro de una sociedad determinada. Nuestra evaluación inicial
de aproximadamente el 6% de individuos predispuestos al adoctrinamiento resultó ser
realista; más tarde, los datos estadísticos detallados que fuimos acumulando
progresivamente no lograron refutarla. Este porcentaje varía de país en país, en el
orden de un uno por ciento por encima o por debajo de esta cifra. Cuantitativamente
hablando, los psicópatas esenciales conforman el 0,6%, es decir, alrededor de una de
cada diez personas dentro de ese 6%. Sin embargo, a pesar de existir en un número
tan reducido, esta anomalía desempeña un papel desproporcionadamente importante
al saturar el fenómeno entero con su propia calidad de pensamiento y experiencia.

Otras psicopatías, conocidas como asténicas, esquizoides, anancásticas, histéricas y


demás, desempeñan definitivamente un papel secundario si bien, en su totalidad, son
mucho más numerosas. También las acompañan los esquirtoides, individuos
relativamente primitivos, incitados por sus ansias de gozar de la vida, pero sus
actividades se ven limitadas por cómo buscan satisfacer sus propios intereses [167]. En
las naciones de origen no semita, existe un mayor número de individuos esquizoides

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

que psicópatas esenciales. Si bien participan muy activamente en las primeras fases
del origen del fenómeno, revelan una atracción hacia la patocracia al mismo tiempo que
son capaces de tomar la distancia racional característica del pensamiento eficiente. Por
tanto, les cuesta decidirse entre ese sistema y la sociedad de personas normales.

Dentro de las personas con una menor propensión a la patocracia pueden hallarse
individuos que han sido víctimas de estados causados por la acción tóxica de ciertas
sustancias como el éter, el monóxido de carbono, y posiblemente algunas endotoxinas,
siempre y cuando eso les haya sucedido durante la niñez.

Entre los individuos portadores de un daño en el tejido cerebral, sólo dos de los tipos
que ya hemos mencionado sienten cierta inclinación moderada hacia la patocracia, a
saber, aquellos que manifiestan caracteropatías frontales, y los paranoides. En el caso
de la caracteropatía frontal, se debe especialmente a que estos individuos carecen de
la facultad para reflexionar en forma autocrítica y son incapaces de salir de
encrucijadas en las que se involucran impulsivamente. Los individuos paranoides, por
su lado, pretenden recibir un apoyo libre de toda crítica dentro de ese sistema. Salvo
por estas excepciones, los portadores de diversos tipos de daños en el tejido cerebral,
por lo general, se inclinan claramente hacia la sociedad de personas normales y, a raíz
de sus problemas psicológicos, acaban sufriendo más que las personas sanas bajo un
gobierno patocrático.

También pudimos notar que los portadores de ciertas anomalías fisiológicas con
que los médicos y, en algunos casos, los psicólogos ya están familiarizados, y que
presentan principalmente una naturaleza genéticamente hereditaria, manifiestan
tendencias divididas similares a las de los esquizoides. De una manera comparable, las
personas cuya naturaleza les ha conferido desafortunadamente una vida breve y les ha
provocado una muerte prematura por cáncer, suelen manifestar una atracción
característica e irracional hacia este fenómeno. Estas últimas observaciones fueron las
que me decidieron a denominar este fenómeno como lo hice, ya que en principio no me
convencía del todo por tratarse de un término demasiado amplio semánticamente. La

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

pérdida progresiva de resistencia a los efectos de la patocracia y la atracción que


siente un individuo por este fenómeno parecen ser una respuesta holística del
organismo, en lugar de deberse únicamente a su constitución psicológica.

Aproximadamente el 6% de la población constituye la estructura activa del nuevo


régimen y, en forma peculiar, es consciente de sus propias metas. El doble de
individuos conforman el segundo grupo: aquellos que han logrado modificar su
personalidad para cumplir con las exigencias de la nueva realidad. Esto conduce a
actitudes que ya pueden interpretarse dentro de las categorías de la visión psicológica
natural del mundo. Es decir, los errores que cometamos serán mucho menores. Claro
está que es imposible establecer una frontera exacta entre estos dos grupos; la
separación que propongo aquí es principalmente de naturaleza descriptiva.

Este segundo grupo está compuesto por individuos que, en promedio, son más
débiles, de salud menos robusta y menos vitales. La frecuencia de enfermedades
mentales conocidas dentro de este grupo es dos veces mayor que el promedio
nacional. Podemos entonces asumir que la génesis de su actitud sumisa hacia el
régimen, su mayor susceptibilidad a los efectos patológicos y su oportunismo nervioso
incluyen diferentes anomalías relativamente indetectables. No sólo observamos
anomalías fisiológicas, sino también aquellas de menor intensidad que ya hemos
descrito, con excepción de la psicopatía esencial.

El grupo que equivale al 6% constituye la nueva nobleza; el grupo del 12% forma
progresivamente la nueva burguesía, cuya situación económica es la más ventajosa. Al
adaptarse a las nuevas condiciones, sin remordimientos de consciencia, los integrantes
de este segundo grupo se transforman en tramposos y, simultáneamente, en
intermediarios entre la sociedad opositora y el grupo ponerológicamente activo con
quien logran comunicarse a través de un lenguaje apropiado. Desempeñan un papel
tan importante dentro de este sistema que tanto los patócratas como el resto de la
sociedad deben tenerlos en cuenta. Dado que poseen mejores capacidades y aptitudes
técnicas que las de los miembros del grupo patocrático activo, asumen diferentes

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

puestos gerenciales. Las personas normales los consideran individuos con quienes, por
lo general, pueden tratar sin verse sometidas a la arrogancia patológica.

De modo que sólo el 18% de la población total de un país está a favor del nuevo
sistema de gobierno, aunque en lo que se refiere al estrato que hemos denominado
“burguesía”, podríamos inclusive dudar de la sinceridad de sus actitudes. Esta es la
situación que se vive en mi tierra natal. La proporción estimada puede variar en otros
países, desde el 15% en Hungría al 21% en Bulgaria, pero nunca se trata de más que
una minoría relativamente pequeña.

La gran mayoría de la población constituye la sociedad de personas normales, que


poco a poco van creando una red informal de comunicaciones. Nos corresponde
preguntarnos por qué estas personas rechazan los beneficios que brinda la
conformidad, y prefieren de manera consciente lo opuesto: la pobreza, el
hostigamiento, y la restricción de las libertades humanas. ¿Qué ideales los motivan?
¿Acaso se trata simplemente de una suerte de romanticismo que representa los lazos
con la tradición y la religión? Eso no explica por qué muchas otras personas con una
educación religiosa cambian muy rápidamente su visión del mundo y adoptan la de los
patócratas. El próximo capítulo estará dedicado a este interrogante.

De momento, nos limitaremos a decir que a una persona con un sustrato de instinto
humano normal, una buena inteligencia básica y facultades plenas para el pensamiento
crítico le resultaría muy difícil efectuar semejante compromiso; devastaría su
personalidad y engendraría en ella una neurosis. Al mismo tiempo, tal sistema la
distingue y separa de su propia clase sin importar cuántas dudas esporádicas sienta.
Ningún método de propaganda es capaz de alterar la naturaleza de este

fenómeno macrosocial ni la del ser humano normal. Siempre seguirán siendo

extraños unos a otros.

No se debe confundir la subdivisión en tres secciones que hemos trazado con la de


los miembros de diferentes partidos, que es oficialmente ideológica pero, en realidad,

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

patocrática. Dicho sistema se compone de muchas personas que se ven obligadas a


unirse a un partido debido a diferentes circunstancias, y que deben simular lo mejor
posible representar a los seguidores más sensatos del mismo. Después de recibir
instrucciones obtusamente ejecutadas durante un año o dos, comienzan a
independizarse y a restablecer sus vínculos rotos con la sociedad. Sus viejos amigos
comienzan a hacerse una idea general de su doble juego. Un gran número de adeptos
de la ideología original, que ahora está cumpliendo su rol alterado, ya han atravesado
la misma situación. También son los primeros en protestar afirmando que este sistema
no representa verdaderamente sus antiguas convicciones políticas. Y no olvidemos
tampoco que las personas que gozan de una confianza especial, y cuya lealtad
a la patocracia es predecible debido a su naturaleza psicológica y a las

funciones que desempeñan, no tienen necesidad de pertenecer al partido; se

hallan por encima de éste.

Una vez que se ha formado la típica estructura patocrática, la población queda


dividida —se polariza— según criterios completamente diferentes de los que alguien
que ha crecido fuera de los límites de este fenómeno pueda llegar a imaginar, y en
condiciones que resultan imposibles de comprender para alguien que carece de un
entrenamiento esencial especializado. Sin embargo, con el tiempo la mayoría de la
sociedad del país afectado por este fenómeno presiente intuitivamente estas causas.
Una persona que ha sido criada en un sistema del hombre normal se ha acostumbrado
desde la niñez a atribuir mayor importancia a los problemas económicos e ideológicos,
y posiblemente también a las consecuencias de la injusticia social. Dichos conceptos
han demostrado ser trágicamente ilusorios e ineficaces al estudiar la patocracia: el
fenómeno macrosocial contiene propiedades y leyes únicas que sólo pueden ser
estudiadas y comprendidas dentro de las categorías adecuadas.

Empero, al dejar atrás muestro antiguo método de comprensión y aprendizaje para


determinar la causalidad interna del fenómeno, nos maravillamos ante la exactitud
sorprendente con la que éste resulta estar sometido a sus propias leyes regulares. En
lo que respecta a cada persona por separado, siempre existe mayor cabida para cierto

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

individualismo e influencias del entorno, mientras que en los análisis estadísticos, estos
factores variables desaparecen y saltan a la superficie las características constantes
esenciales. Así vemos que el todo se encuentra claramente sujeto a la determinación
causativa. Esto explica por qué es relativamente fácil pasar de estudiar las causas a
poder predecir los cambios futuros en el fenómeno. Con el tiempo, la adecuación del
conocimiento recopilado ha quedado confirmada gracias a la exactitud de estas
predicciones.

Consideremos ahora algunos casos individuales. Por ejemplo, conocemos a dos


personas y, dado su comportamiento, sospechamos que se trata de psicópatas, si bien
sus actitudes hacia el sistema patocrático son completamente diferentes; una de ellas
lo aprueba abiertamente, y la otra lo critica severamente. Si se realizan estudios que
detecten daños en los tejidos cerebrales, quizás demuestren que esta patología está
presente en la segunda persona, pero no en la primera. En el segundo caso estaremos
tratando con un comportamiento que puede asemejarse en gran medida al de la
psicopatía, pero el sustrato es diferente.

Si un portador del gen de la psicopatía esencial fue miembro de un partido


decididamente anticomunista antes de la guerra, será tratado como un “enemigo
ideológico” durante el período de formación de la patocracia. Sin embargo, pronto
parecerá encontrar un modus vivendi con las nuevas autoridades y gozará de cierta
tolerancia. Sólo será cuestión de tiempo y de circunstancias hasta que se adhiera a
esta nueva “ideología” y vuelva a ubicarse en el partido dominante.

Si un típico patócrata fanático tiene un hijo que no hereda el gen específico, gracias a
una feliz coincidencia genética (o porque su otro progenitor era bio-psicológicamente
normal), será criado y educado en la organización juvenil correspondiente, fiel a la
ideología y al partido, a la que se unirá desde niño. Sin embargo, al madurar
comenzará a inclinarse hacia la sociedad de personas normales. Sentirá que se acerca
más y más a la oposición, a aquel mundo que piensa y siente de manera normal; allí se
hallará a sí mismo y encontrará una serie de valores desconocidos, y a la vez

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

familiares. Finalmente, se desatará un conflicto entre él y su familia, el partido y todo su


entorno, en condiciones que pueden resultar siendo más o menos dramáticas. Esto
comienza con declaraciones críticas y cartas con pedidos ingenuos en las que solicita
cambios dentro del partido, en dirección de un sentido común saludable, por supuesto.
Este tipo de persona finalmente comienza a luchar del lado de la sociedad, y debe
soportar sacrificios y sufrimientos. Otros decidirán abandonar su país de origen y
deambular por tierras extranjeras, sintiéndose en soledad entre personas que no llegan
a comprenderlos ni a ellos ni los problemas con que han crecido.

En lo que respecta al fenómeno en su totalidad, es posible predecir tanto sus


propiedades principales como sus procesos de cambio, y estimar cuándo éstos
ocurrirán. Sin importar su génesis, ninguna activación patocrática de la población del
país afectado por este fenómeno puede exceder los límites establecidos por los
factores biológicos arriba mencionados.

El fenómeno se desarrollará según los patrones que ya hemos descrito, carcomiendo


cada vez más profundamente la estructura social de un país. El único partido
patocrático resultante se bifurcará desde el principio: una de las ramas será
consistentemente patológica y será apodada “doctrinaria”, “testaruda”, “arrogante”,
etcétera. La segunda será vista como un grupo más liberal y, de hecho, es allí donde la
ideología original sobrevive por más tiempo. Dentro de sus capacidades limitadas, los
representantes de esta segunda ala intentarán hacer todo lo que esté a su alcance
para desviar esta extraña realidad en una dirección que se adapte mejor al
razonamiento humano, y no romperán totalmente el contacto con la sociedad.

La primera crisis interna de fragilidad se produce diez años después de que haya
surgido ese sistema, tras lo cual la sociedad de personas normales obtiene un poco
más de libertad. Durante este período, una habilidosa acción externa ya puede contar
con una cooperación desde el interior.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

La patocracia corroe el organismo social entero, desperdiciando sus

aptitudes y su poder.

Los efectos del ala de mayor ideología en el partido y su influencia sobre el


funcionamiento del país entero, van debilitándose gradualmente. Los patócratas típicos
asumen todos los puestos gerenciales en la estructura totalmente destruida de una
nación. Un estado semejante dura forzosamente poco tiempo, dado que ninguna
ideología puede vivificarlo. Tarde o temprano, las masas de personas normales desean
volver a vivir como seres humanos, y el sistema ya no puede seguir resistiendo. No se
producirá un gran movimiento contrarrevolucionario, sino que surgirá un proceso más o
menos tormentoso de regeneración.

La patocracia es menos un sistema socioeconómico que una estructura social o un


sistema político. Es el proceso de una enfermedad macrosocial que afecta a naciones
enteras y sigue el curso de sus propiedades patodinámicas características. El
fenómeno cambia demasiado rápido como para que nosotros seamos capaces de
comprenderlo dentro de categorías que implicarían cierta estabilidad, sin descartar que
se lleven a cabo los procesos evolutivos a los cuales todo sistema social está sujeto.
Por ende, cualquier intento por comprender el fenómeno atribuyéndole propiedades
constantes hace que perdamos rápidamente de vista sus contenidos actuales. La
dinámica de transformación en el tiempo forma parte de la naturaleza del fenómeno;
nos será imposible comprenderlo fuera de sus parámetros.

Mientras continuemos empleando métodos que hagan uso de ciertas doctrinas


políticas con contenido heterogéneo en lo que concierne a la verdadera naturaleza del
fenómeno patológico que intentamos comprender, seremos incapaces de identificar las
causas y las propiedades de la enfermedad. Una ideología bien preparada será capaz
de ocultar sus propiedades esenciales de la mente de científicos, políticos y personas
normales. En ese caso, nunca lograremos elaborar ningún método causativamente
activo que pueda frenar la auto-reproducción patológica del fenómeno o destruir sus
influencias externas expansionistas. ¡Ignoti nulla curatio morbi!

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Sin embargo, una vez que comprendemos los factores etiológicos de la enfermedad,
así como su funcionamiento y la dinámica patológica de sus cambios, descubrimos que
nos es más fácil encontrar un método de curación. Sucede algo similar con respecto al
fenómeno patológico macrosocial que hemos tratado anteriormente.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

NOTES DE PIE DE PÁGINA

[147]: Alfred Adler (1870-1937), psiquiatra austriaco que rechazó la importancia que
Sigmund Freud le atribuía a la sexualidad; su teoría, en cambio, se basaba en que el
comportamiento neurótico era una forma de intentar contrarrestar los sentimientos de
inferioridad. Sostenía que la personalidad humana podía tener una explicación
teleológica, con diferentes hilos guiados por un mismo propósito subconsciente del ser:
convertir los sentimientos de inferioridad en sentimientos de superioridad (o más bien
de completitud). Los deseos de alcanzar ese ideal eran aplastados por las exigencias
sociales y éticas. Si se ignoraban los factores de corrección del comportamiento, y el
individuo en cuestión realizaba una sobrecompensación fallida, podría surgir entonces
un complejo de inferioridad, convirtiendo al individuo en un ser egocéntrico, hambriento
de poder y agresivo, o incluso peor. Adler creía que existían cuatro tipos de
personalidad: los absorbentes, los evasivos, los dominadores y los útiles para la
sociedad. Estas personalidades eran representadas gráficamente por un rombo. – NdE

[148]: Personas tercas de opiniones arrogantes y arbitrarias que insisten en


soluciones teóricas sin tener en cuenta la practicidad y lo que resulta más apropiado;
sinónimo de dogmático. – NdE

[149]: Peter Jabob Frostig (1896-1959). Profesor en la Universidad del Rey Juan
Casimiro en Lviv (ahora en Ucrania). He utilizado su manual, titulado Psychiatria.
Durante su época, Polonia se hallaba bajo un régimen patocrático, por lo que sus obras
fueron retiradas de las bibliotecas públicas, ya que las autoridades las juzgaron
“ideológicamente inapropiadas”.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

[150]: Hoy se sabe muy bien que “Los protocolos de los sabios de Sión” fueron
falsamente atribuidos a los judíos. No obstante, los contenidos del texto no son
“mentiras”, hecho que queda comprobado cuando evaluamos en forma razonable cómo
los sucesos que han acontecido en Estados Unidos durante aproximadamente los
últimos cincuenta años demuestran ampliamente que estos “protocolos” han sido
puestos en marcha para dar lugar al gobierno neoconservador actual. Todo aquel que
desee comprender lo que sucedió en los Estados Unidos, sólo necesita leer los
protocolos y así comprenderá que un grupo de individuos trastornados se los tomó muy
en serio. El documento “Project For A New American Century” (“Proyecto para un
nuevo siglo americano”), producido por los neoconservadores, parece haber estado
inspirado en los protocolos. – NdE

[151]: supra nota 51.

[152]: Es importante mencionar aquí que esto no significa que los psicópatas hayan
recibido heridas “emocionales”, y/o que dicho “daño” haya contribuido a la naturaleza
de su ser. Por el contrario, el autor explicó lo siguiente en una de sus cartas dirigidas a
Laura Knight-Jadczyk: “Ellos la consideran a usted su peor enemigo. Los está dañando
de manera muy dolorosa. Para un psicópata, el hecho de que su verdadera condición
quede al descubierto, y que se le despoje de la máscara de Cleckley, conduce al fin de
la admiración que siente hacia sí mismo. Usted está amenazándolos con destruir su
mundo secreto, y dejar en la nada sus sueños de gobernar e introducir [un sistema
social donde puedan dominar y ser servidos a su gusto]. Cuando su verdadera
condición se da a conocer públicamente, un psicópata se siente como un animal
herido.” “En parte, tiene razón en establecer cierta comparación entre el psicópata
esencial y [los procesos de] pensamiento de un cocodrilo. Sus pensamientos son algo
mecánicos. Pero, ¿son culpables por haber heredado un gen anormal y por el hecho de
que su sustrato instintivo sea diferente del de la mayoría de la población humana? El
psicópata no es capaz de sentir como lo hace una persona normal, o de comprender a
una persona que posee un don instintivo sano. [Es importante] intentar comprender al

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

psicópata, y tenerle lástima [del mismo modo en que sentiríamos lástima por un
cocodrilo, y por su derecho a formar parte de la naturaleza]. El verdadero objetivo
consiste en limitar el papel de los psicópatas en la ponerogénesis, en particular las
tragedias que causan a las mujeres, disminuyendo así sus números.” “Tenga también
en cuenta que dentro del conjunto de factores patológicos que influyen en la
ponerogénesis, menos de la mitad corresponden a la suma de todas las clases de
psicopatías. Las otras condiciones patológicas, por lo general no heredadas, hacen
más de la mitad. Stalin no era un psicópata, sino un caso de caracteropatía frontal
debido a un daño en los centros frontales (10A y B) causado por una enfermedad que
sufrió al nacer. Esto produce personajes extremadamente peligrosos”. – NdE

[153]: Esto nos hace pensar en Karl Rove, Dick Cheney y Donald Rumsfeld,
protegidos del filósofo neoconservador Leo Strauss, que presenta características
típicas de la personalidad doctrinaria esquizoide. “Al igual que Platón, Strauss creía que
el ideal político supremo era un gobierno compuesto por sabios. Sin embargo, dicho
ideal es inalcanzable en el mundo real. Según la sabiduría convencional, Platón tomó
consciencia de ello y debió conformarse con que el gobierno fuera dictado por leyes.
Pero Strauss no aprobó por completo esta solución, y se negó a creer que hubiera sido
la solución verdadera aportada por Platón. Para ilustrar su punto, Strauss hizo
referencia al “concilio nocturno” de las leyes de Platón. “La verdadera solución de
Platón, según Strauss la interpretó, consiste en el gobierno encubierto de los sabios, el
cual se ve facilitado gracias a la estupidez abrumadora de los nobles. Cuanto más
crédulos y menos intuitivos sean éstos, más fácil les resulta a los sabios controlarlos y
manipularlos.” […] “Para Strauss, el gobierno de los sabios no se basa en valores
conservadores clásicos como el orden, la estabilidad, la justicia o el respeto hacia la
autoridad, sino que se propone convertirse en el antídoto de la modernidad. La
modernidad es la era durante la cual han triunfado las tantas personas vulgares. Es la
época en la cual éstas casi han llegado a obtener exactamente lo que anhelan: riqueza,
placer y un entretenimiento constante. Pero para lograr satisfacer sus deseos, han
actuado sin conciencia moral hasta convertirse en bestias.” ”Esta situación se ha
agravado más en los Estados Unidos que en cualquier otra parte del mundo, y el

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

alcance global de la cultura estadounidense amenaza con trivializar la vida y convertirla


en un simple entretenimiento. Esta era una visión […] aterradora […] para Strauss.” […]
“[Strauss] estaba convencido de que la economía liberal convertiría la vida en
divertimiento y destruiría la política. […] Pensaba que la humanidad del hombre
dependía de su voluntad de correr desnudo hacia una guerra y zambullirse de cabeza
en su muerte. Que sólo la eterna guerra podía invalidar el proyecto moderno que pone
énfasis en la preservación personal y en las ‘comodidades animalescas’. Así es posible
volver a politizar la vida y restaurar la humanidad del hombre.” “Esta visión aterradora
encaja perfectamente con el honor y la gloria que codician los líderes
neoconservadores. También se ajusta perfectamente a las sensibilidades religiosas de
estos caballeros. Esta mezcla de nacionalismo y religión es el elíxir que recomienda
Strauss como la receta para transformar a los hombres naturales, relajados y
hedonistas en fervientes nacionalistas que sólo desean luchar y morir por su Dios y por
su patria.” “Mientras escribía mi primer libro acerca de Strauss, nunca pensé que la
elite inescrupulosa que él mismo promueve llegara a acercarse tanto a obtener el poder
político, ni que la siniestra tiranía de los sabios pudiera llegar a estar tan cerca de
convertirse en realidad en la vida política de una gran nación como la de Estados
Unidos. Pero el miedo es el mayor aliado de la tiranía.” [Fuente: Danny Postel, “Noble
lies and perpetual war: Leo Strauss, the neo-cons, and Iraq” (“Mentiras piadosas y
guerra perpetua: Leo Strauss, los neoconservadores e Irak”), entrevista con Shadia
Drury, profesora de teoría política en la Universidad de Regina, en Saskatchewan,
Canadá. (http://www.informationclearinghouse.info/article5010.htm)] – NdE

[154]: Sísifo, dentro de la mitología griega, como Prometeo, hizo enfadar a los dioses
por su extraordinaria astucia. Como castigo, fue condenado a perder la vista y empujar
perpetuamente un peñasco gigante montaña arriba hasta la cima, sólo para que
volviese a caer rodando hasta el valle, y así indefinidamente. Por tanto, esta expresión
hace referencia a una labor inútil e incesante. – NdT

[155]: Por ejemplo, podemos pensar en Condoleezza Rice y Colin Powell. – NdE

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

[156]: Sensación o conjunto de sensaciones anormales, y especialmente hormigueo,


adormecimiento o ardor que experimentan en la piel ciertos enfermos del sistema
nervioso o circulatorio. [Fuente: Diccionario de la Real Academia Española, vigésima
segunda edición, http://rae.es/drae/] – NdT

[157]: Ilusiones; conceptos o imágenes sin fundamento en la realidad. – NdT

[158]: Inmediatamente nos viene a la mente el ejemplo de “la rendición


extraordinaria”, nomenclatura que se le otorga a la acción de transportar ilegalmente a
prisioneros a países donde se practica la tortura. – NdE

[159]: Ejemplo: “Estáis con nosotros o en contra de nosotros” (discurso famoso de


George W. Bush durante sus mandatos). Esta frase implica que quien esté “en contra
de nosotros” es un “terrorista” y, por tanto, “inmoral”. – NdE

[160]: Esto sucede particularmente hoy en día, cuando los líderes y parlamentos de
muchos otros países, insatisfechos con el gobierno de Bush y de los
neoconservadores, creen que la diplomacia o las próximas elecciones en los Estados
Unidos “permitirán solucionar los problemas”. No comprenden toda la naturaleza de la
patocracia, y que los psicópatas en las sombras del fenómeno nunca cederán el control
sin antes derramar sangre. – NdE

[161]: Quienes piensan que deshacerse de George Bush y de los neoconservadores


lo cambiaría todo, deberían tener en cuenta este punto. – NdE

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[162]: Por ejemplo, los atentados del 11 de septiembre de 2001, sin duda fueron
diseñados por la patocracia. – NdE

[163]: Ese método está siendo empleado muy eficazmente en la actualidad, bajo el
disfraz de “la guerra contra el terror”, una estrategia completamente fabricada que se
sirve de “operaciones de bandera falsa” para arrear a personas dentro de “campos de
apoyo” [apelación paramoralista para lo que equivale a centros de detención para
“inmigrantes temporarios” – NdT] con el fin de favorecer los objetivos imperialistas de
Estados Unidos. – NdE

[164]: Las fuentes de noticias alternativas por Internet ya están haciéndolo, y bastante
bien, al igual que ciertos blogueros y mucha gente “común” que puede ver fácilmente lo
que está sucediendo. Desafortunadamente, hasta la fecha ningún gobernante de
ningún país que goce del poder suficiente como para imponerse contra la patocracia
estadounidense ha logrado llegar tan lejos en su razonamiento. – NdE

[165]: Receptores en que las oscilaciones de la onda transmitida se combinan con las
de un oscilador local para obtener una oscilación de frecuencia intermedia fija, utilizada
para amplificar la señal. – NdT

[166]: Puede observarse esto en cualquier país. Hoy día, cuando Estados Unidos va
en camino de convertirse en una patocracia plena y, por ende, es la cuna de la
contaminación, los fascinadores a favor de la realidad patológica promueven la
economía y la cultura “al estilo americano”, y son incluso vistos por sus compatriotas
como “americafilos”. La mayoría de la gente no comprende que el primer paso para
volverse parte de la patocracia mundial que EE.UU. está intentando imponer, consiste
en adherirse al sistema económico tal y como lo formula su gobierno. Francia es un
ejemplo reciente de un país que se rehusó a aceptar esta maniobra y rechazó la

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constitución europea, documento que se focaliza en la transformación neoliberal de la


economía europea siguiendo los pasos del modelo estadounidense. – NdE

[167]: Véase el capítulo 4 para un repaso de la definición. – NdT

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CAPITULO VI: LAS PERSONAS NORMALES BAJO UN GOBIERNO

PATOCRÁTICO

Tal y como ya lo he mencionado, la anomalía que ha sido destacada como psicopatía


esencial sirve como fuente de inspiración para el fenómeno en su totalidad, dentro de
una patocracia bien desarrollada, y presenta analogías biológicas con el fenómeno
conocido como daltonismo, ceguera al color o casi-ceguera al rojo y al verde. A modo
de ejercicio intelectual, imaginemos que los daltónicos han logrado apoderarse de un
país y han prohibido a los ciudadanos distinguir dichos colores, eliminando así la
diferencia que existe entre los tomates verdes y los rojos (maduros). Una brigada
especial de inspectores de huertos patrulla cada zona, armada con pistolas y estacas
para asegurarse de que los ciudadanos no estén cosechando únicamente tomates
rojos, lo cual delataría que saben distinguir entre el rojo y el verde. Por supuesto,
aquellos inspectores no pueden ser completamente daltónicos, ya que de lo contrario
no serían capaces de desempeñar esta función sumamente importante. Sólo pueden
sufrir más que una leve ceguera a estos colores. Sin embargo, deben pertenecer al
grupo de personas que se ponen nerviosas ante cualquier conversación acerca de
colores.

Con semejantes autoridades a su alrededor, los ciudadanos quizás lleguen incluso a


comer tomates verdes mientras afirman de modo bastante convincente que están
maduros. Pero una vez que los inspectores se retiran y van en busca de otro huerto,
lejos del lugar, lloverán comentarios que no me parece adecuado reproducir en un libro
científico como éste. Luego los ciudadanos recogerán tomates maduros de las mejores
tomateras, prepararán una ensalada con crema y le agregarán unas gotas de ron para
darle sabor.

Permítaseme sugerir que todas las personas normales a quienes el destino ha


forzado a vivir bajo un gobierno patocrático, transforman en una costumbre simbólica la

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

preparación de una ensalada según la receta que acabo de mencionar. Cualquier


invitado que reconozca este símbolo por su color y su aroma evitará realizar
comentario alguno. Una costumbre de este tipo podría acelerar la restitución de un
sistema del hombre normal.

Las autoridades patológicas están convencidas de que una propaganda pedagógica y


doctrinaria apropiada, sumada a métodos terroristas, puede enseñarle a una persona
normal (con un sustrato instintivo normal, una gama de sentimientos, y una inteligencia
básica) a pensar y a sentir de la misma forma en que lo hacen ellas. En términos
psicológicos, esta convicción es apenas un poco más realista que la creencia de que
las personas capaces de percibir normalmente todos los colores puedan perder la
costumbre de hacerlo.

En realidad, las personas normales no pueden deshacerse de las características con


las que el pasado filogenético ha dotado a la especie Homo Sapiens. Nunca dejarán de
sentir y percibir los fenómenos psicológicos y socio-morales de la misma forma en que
lo hicieron sus antepasados durante muchas generaciones. Cualquier intento por lograr
que una sociedad subyugada al fenómeno previamente mencionado “aprenda” esta
nueva forma de experimentar la realidad, impuesta por el egotismo patológico, está
destinado al fracaso, en principio, sin importar por cuántas generaciones sobreviva ese
gobierno. No obstante, también provoca una serie de resultados psicológicos
inadecuados que pueden dar a los patócratas la sensación de que están teniendo éxito.
Aun así, eso también hace que la sociedad elabore medidas precisas y bien pensadas
para defenderse a sí misma, basándose para ello en sus esfuerzos cognitivos y
creativos.

Los líderes patocráticos creen que pueden lograr un estado en que la mente de
aquellas “otras” personas se vuelva dependiente, a través de los efectos que generan
su personalidad, los métodos pedagógicos pérfidos, los medios de desinformación
masiva y el terror psicológico; asumen que dicha creencia es algo evidente. En su
mundo conceptual, los patócratas estiman que es prácticamente un hecho que los

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

“otros” vayan a aceptar su forma obvia, realista y simple de percibir la realidad. Sin
embargo, por alguna misteriosa razón, los “otros” se las ingenian para escapar, se
escabullen y se ríen entre sí de los patócratas. Estos últimos asumen que alguien debe
ser responsable por esto: quizás sean los ancianos de antes de la revolución, o alguna
estación de radio extranjera. Se vuelve entonces necesario mejorar el método de
acción, hallar mejores “ingenieros del alma” con cierto talento literario, y aislar a la
sociedad de la literatura inapropiada y de toda influencia extranjera. El
patócrata no desea reconocer aquellas experiencias e intuiciones que susurran que se
trata de una labor sisifiana. [168]

Por ende, el conflicto es dramático para ambas partes. Las personas normales
sienten que se está insultando su humanidad, que el sistema los está volviendo
obtusos y los obliga a razonar en forma opuesta a lo que dicta el sentido común sano.
Los patócratas rechazan la premonición de que, en caso de que no logren sus
objetivos, tarde o temprano el gobierno volverá a estar en manos del hombre normal, y
los juzgará según una vengativa falta de comprensión acerca de su personalidad.
Entonces, ante la idea de que su plan no llegara a funcionar, es mejor no pensar en el
futuro, y simplemente lograr perpetuar el status quo a través de los esfuerzos ya
mencionados. Hacia el final de este libro, presentaremos las posibilidades que quizás
permitan desatar este nudo gordiano.

Sin embargo, un sistema pedagógico como éste, lleno de una “egotización” y de


limitaciones patológicas, genera graves resultados negativos, en especial en aquellas
generaciones que no están familiarizadas con otras condiciones de vida. Se empobrece
así el desarrollo de la personalidad, en especial con respecto a los valores más sutiles
y ampliamente aceptados por las sociedades. Es posible observar cómo los habitantes
adoptan una falta de respeto característico hacia su propio organismo y la voz de la
naturaleza y del instinto, lo cual va acompañado por la insensibilidad ante los
sentimientos y las costumbres, y se explica mediante la excusa de la injusticia. Nuestra
tendencia a emitir juicios morales al intentar interpretar el comportamiento de aquellos
que nos hicieron sufrir, a menudo nos conduce a una visión demonológica del mundo.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Al mismo tiempo, en estas condiciones diferentes, la adaptación y la inventiva se


vuelven el objeto de reflexión.

Una persona que, durante un largo período, ha sido víctima del comportamiento
egotista de individuos patológicos, queda saturada del material psicológico
característico, a tal punto que podemos percibir con frecuencia los tipos de anomalías
psicológicas que la han afectado. La personalidad de los primeros reclusos de los
campos de concentración estaba saturada de material psicopático que, por lo general,
había sido infligido por los comandantes y torturadores, generando un fenómeno tan
expandido en la población que posteriormente se convertiría en un motivo principal
para buscar un tratamiento psicoterapéutico. A partir del momento en que la persona
toma consciencia de esta contaminación, le resulta más fácil quitarse este peso de
encima y restablecer contacto con el mundo de las personas normales. En especial,
recibir datos estadísticos adecuados con respecto a la incidencia de la psicopatía en
una determinada población la ayuda en su búsqueda por comprender los años de
pesadilla que vivió, y le permite volver a confiar en sus prójimos .

Esta clase de psicoterapia sería sumamente útil para aquellas personas que más lo
necesitan, pero desafortunadamente ha demostrado ser demasiado riesgosa para los
psicoterapeutas. Lamentablemente, los pacientes hacen transferencias de conexión, en
muchísimos casos correctas, entre la información que han obtenido durante la terapia
(en particular en el área de la psicopatía) y la realidad que los rodea bajo el gobierno de
la así llamada “democracia popular”. Varios ex reclusos de los campos de
concentración son incapaces de permanecer callados, y eso provoca la intervención de
las autoridades políticas.

Cuando ciertos soldados norteamericanos regresaron de los campos de guerra del


norte de Vietnam, quedó demostrado que muchos de ellos habían sido sometidos al
adoctrinamiento y a otros métodos de influencia basados en material patológico.
Manifestaban cierto grado de transpersonificación. En Estados Unidos se lo denominó
“programación”, y varios psicoterapeutas sobresalientes procedieron a realizar una

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

terapia con el objetivo de desprogramarlos. Pero al parecer, recibieron oposición y


crítica con respecto a sus habilidades profesionales, entre otras cosas. Al enterarme de
esto, respiré profundo y pensé: ¡Dios mío, qué trabajo interesante podría realizar sobre
esto un psicoterapeuta que domine bien este tema!

Comprender el mundo patocrático, lleno de egotismo patológico y de terror, es tan


difícil para las personas que crecieron fuera del alcance de este fenómeno, que a
menudo revelan una inocencia infantil al respecto, aun en casos en que han estudiado
psicopatología o son psicólogos de profesión. Los datos reales figuran por su ausencia
en su práctica, en los consejos que ofrecen, en las críticas que emiten, o incluso en la
psicoterapia que realizan. Eso explica por qué sus esfuerzos aburren, hieren y, con
frecuencia, no conducen a nada. Su egotismo transforma sus buenas intenciones en
resultados negativos.

Alguien que ha experimentado en carne propia una realidad tan horrorosa, considera
simplemente impertinentes o incluso maliciosas a las personas que no han llegado a
comprender su realidad dentro del mismo marco temporal. Durante el transcurso de su
experiencia y en su contacto con el fenómeno macrosocial, este individuo ha llegado a
acumular cierto conocimiento práctico acerca del fenómeno y de su psicología, y ha
aprendido a proteger su propia personalidad. Esta experiencia, bruscamente rechazada
por “aquellas personas que no entienden nada”, se convierte en una carga psicológica
para él, y lo restringe a vivir en un círculo estrecho de personas cuyas experiencias han
sido similares. Dicho individuo preferiría ser tratado como el portador de datos
científicos valiosos; sentirse comprendido por los demás equivaldría al menos a una
psicoterapia parcial para sanar sus heridas, y abriría simultáneamente la puerta para
comprender la realidad.

Quisiera aquí recordar a los psicólogos que este tipo de experiencias y sus efectos
destructivos sobre la personalidad humana no son ajenos a la práctica y a la
experiencia científica. A menudo nos encontramos con pacientes que necesitan una
asistencia adecuada; individuos que fueron criados bajo una influencia patológica, en

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especial psicopática; personalidades que, con egotismo patológico, fueron obligadas a


aceptar un pensamiento anormal. Incluso si sólo determinamos de manera aproximada
los factores patológicos que los influenciaron, estamos mejor capacitados para
determinar qué medidas psicoterapeutas tomar. En la práctica, nos encontramos con
frecuencia con casos en los que una situación patológica semejante tuvo efecto sobre
la personalidad de un paciente a temprana edad, por lo que debemos utilizar medidas a
largo plazo y trabajar de manera cuidadosa, empleando diferentes técnicas para
ayudarlos a desarrollar su verdadera personalidad.

Los niños criados bajo un “régimen patocrático” en el seno de su familia son


“protegidos” hasta que comienzan la escuela. A partir de entonces, conocen a personas
normales y decentes que intentarán limitar al máximo sus influencias destructivas. Los
efectos más intensos se producen durante la adolescencia y los años de maduración
intelectual que le siguen, y pueden ocurrir con retroalimentación por parte de personas
decentes. Esto rescata a la sociedad de personas normales del desarrollo de
deformaciones de la personalidad aún más profundas, y de la neurosis social. Los
pacientes aún pueden recordar este período, lo cual se presta, por tanto, a cierta
introspección, reflexión y al proceso de remover ilusiones. La psicoterapia de aquellas
personas podría consistir, casi de manera exclusiva, en aplicar el conocimiento
adecuado sobre la esencia del fenómeno.

Sin importar cuál haya sido la escala social en la que cada persona fue forzada a la
educación dictada por personas patológicas, ya sea a nivel individual, grupal, social o
macrosocial, los principios de acción psicoterapéutica serán similares y deberán
basarse en datos que ya conozcamos y en la comprensión de la situación psicológica.
Un paso básico en ese tipo de terapia consiste en ayudar a que un paciente tome
consciencia de la clase de factores patológicos que lo afectaron y comprenda, al mismo
tiempo, sus consecuencias. No aplicamos este método cuando, en un caso particular,
tenemos indicios de que el paciente ha heredado este factor. Sin embargo, dichas
limitaciones no deberían ser relevantes en cuando a los fenómenos macrosociales que
han dañado el bienestar de naciones enteras.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Desde la perspectiva del tiempo

Un individuo con un sustrato instintivo normal y un nivel básico de inteligencia que ya


ha oído hablar y leído previamente acerca de un sistema de gobierno autocrático y
despiadado, “basado en una ideología fanática”, cree que ya ha formado su opinión
acerca del tema. Sin embargo, confrontarse directamente con el fenómeno
indudablemente hará que se sienta indefenso a nivel intelectual. Todo lo que haya
podido imaginar hasta ese entonces le resultará prácticamente inútil, ya que no le
aportará casi ninguna explicación. Tendrá la sensación de que tanto él como la
sociedad en la que ha crecido solían ser demasiado inocentes.

Toda persona capaz de aceptar este vacío amargo y de asumir su propia ignorancia
(lo cual sería motivo de orgullo para un filósofo) también puede encontrar un camino
que la ayude a orientarse dentro de este mundo trastornado. Por el contrario, proteger
de manera egotista su visión del mundo de la desilusión desintegradora e intentar
adaptarla a esta nueva realidad trastornada, no hará más que generarle aún más caos
mental. Esto último ha provocado en algunas personas conflictos y desilusión
innecesarios con el nuevo gobierno; otros se han subordinado a la realidad patológica.
Una de las diferencias observadas entre una persona que se resiste de manera sana y
alguien que ha padecido una transpersonificación, es que la primera es más capaz de
sobrevivir a este vacío cognitivo desintegrador, mientras que la segunda lo llena de
manera algo subconsciente con material propagandístico patológico.

Cuando la mente humana sana entra en contacto con esta nueva realidad tan
diferente de toda experiencia que pueda haber vivido si se crió en una sociedad
dominada por personas normales, se desatan síntomas característicos a los de un
choque fisio-psicológico en el cerebro humano, acompañados de una mayor inhibición
en la corteza y una represión de sentimientos que a veces rebalsan más tarde de
manera descontrolada. Como consecuencia, la mente comienza a trabajar más
lentamente y con menor entusiasmo debido a la ineficacia que han adquirido sus
mecanismos asociativos. Sobre todo cuando una persona tiene contacto directo con los

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representantes psicopáticos del nuevo gobierno, que hacen uso de su experiencia


específica para traumar con su personalidad la mente de los “otros”, su mente sucumbe
a un breve estado catatónico. Las técnicas arrogantes y humillantes, y las
paramoralizaciones brutales que utilizan los patócratas, entre otras cosas, atenúan los
procesos de pensamiento y la capacidad de autodefensa de la persona normal, y el
método de experiencias divergentes que estos líderes utilizan se ancla en la mente de
sus víctimas. Por lo tanto, cualquier evaluación moralizante que realicemos en
presencia de este tipo de fenómeno y con respecto al comportamiento de una persona
en una situación semejante resultará, en el mejor de los casos, imprecisa.

Sólo una vez que desaparecen estos estados psicológicos desagradables, gracias al
apoyo de una compañía benévola, es posible reflexionar (un proceso difícil y doloroso),
o tomar consciencia de que algo inimaginable para la mente de una persona
normal ha logrado engañar nuestra razón y nuestro sentido común.

Tanto el hombre como la sociedad se encuentran en el umbral de un largo camino de


experiencias desconocidas que, tras muchos intentos y tropiezos, finalmente conduce a
cierto conocimiento hermético acerca de las cualidades del fenómeno y a la forma más
apropiada de desarrollar una resistencia psicológica contra el mismo, en especial
durante la fase de disimulo, que nos permite adaptar nuestra vida a este mundo
diferente y así vivir en condiciones más tolerables. Seremos entonces capaces de
observar fenómenos psicológicos, adquirir conocimiento, volvernos más inmunes y
adaptarnos como nunca antes habría podido pronosticárselo, y a un punto que resulta
imposible de comprender en un mundo que permanece bajo el gobierno de sistemas
del hombre normal. Aun así, una persona normal nunca podrá adaptarse
completamente al sistema patológico; es fácil ser pesimistas acerca de los resultados
que eso acarrea.

Estas experiencias se intercambian durante discusiones nocturnas entre amigos,


creando entre la gente una suerte de conglomerado cognitivo que, al principio, es
incoherente y contiene deficiencias factuales. El uso de las categorías morales para

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

comprender este fenómeno macrosocial, y la manera en que ciertos individuos se


comportan, es proporcionalmente mucho mayor en esta nueva visión del mundo que en
la que dictaría el conocimiento científico al que hemos hecho referencia anteriormente.
La ideología difundida oficialmente por la patocracia retiene su poder (si bien es cada
vez menos sugestivo) hasta que la razón humana logra identificarla como algo
subordinado, que no describe la esencia del fenómeno.

Los valores morales y religiosos, así como el legado cultural milenario de una nación,
sirven de sostén a la mayoría de las sociedades en su largo camino hacia la búsqueda
individual y colectiva a través de la jungla de fenómenos extraños. Esta capacidad
aperceptiva [169] que poseen las personas dentro del marco de una visión natural del
mundo contiene una falla que oculta el núcleo del fenómeno durante muchos años. En
esas condiciones, tanto el instinto como el sentimiento y la inteligencia básica
desempeñan papeles instrumentales, estimulando al hombre a efectuar elecciones que
son, en gran medida, subconscientes.

Nuestro sustrato instintivo humano natural es un factor instrumental que permite


unirnos a la oposición cuando nos hallamos, en particular, bajo el contexto creado por
el gobierno patocrático impuesto, en el que las deficiencias psicológicas que acabo de
describir son decisivas a la hora de participar en las actividades de dicho sistema.

De modo similar, las motivaciones económicas, ideológicas y derivadas del entorno


que influyeron en la formación de la personalidad individual, y entre las cuales se
incluyen las posturas políticas que uno adoptó en el pasado, cumplen el rol de factores
modificadores, si bien no sobreviven tanto al paso del tiempo. A pesar de que la acción
de estos segundos factores es relativamente evidente en lo que respecta a los
individuos, desaparece dentro del enfoque estadístico y disminuye a lo largo de los
años del gobierno patocrático. Una vez más, las decisiones y las elecciones tomadas
por el bien de las personas normales en la sociedad acaban siendo el producto de los
factores heredados biológicamente, y principalmente durante los procesos
subconscientes, y no surgen a raíz de una opción personal.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

La inteligencia global del hombre, y en especial su nivel intelectual, desempeña un


papel relativamente limitado en este proceso de selección en cuanto al camino a
seguir, tal y como lo expresa su correlación estadísticamente importante aunque baja (-
0.16). Cuanto mayor es el nivel de talento general de una persona, más difícil le resulta
resignarse a esta realidad diferente y hallar dentro de ésta su modus vivendi.

Al mismo tiempo, existen personas talentosas y dotadas que se unen al sistema


patocrático, y podemos oír duras críticas y muestras de desprecio hacia la patocracia
por parte de gente simple o que no ha recibido mucha educación. Únicamente aquellas
personas con el mayor nivel de inteligencia que, como ya he dicho, no es compatible
con ningún tipo de psicopatía, son incapaces de encontrarle sentido a la vida en un
sistema semejante [170]. A veces logran sacar provecho de su mentalidad superior
para hallar formas excepcionales de ser útiles a otras personas. Desperdiciar los
mejores talentos condena a cualquier sistema social a una catástrofe.

Dado que los factores sujetos a las leyes de la genética resultan ser decisivos, la
sociedad acaba dividiéndose según criterios nunca antes conocidos, entre los
adherentes al nuevo gobierno, la nueva clase media ya mencionada, y la oposición
mayoritaria. Visto que las propiedades que causan esta nueva división aparecen en
más o menos la misma proporción dentro de cualquier grupo o nivel social en el
pasado, esta nueva división va precisamente al grano de los estratos tradicionales de la
sociedad. Si consideramos sobre el plano horizontal la primera estratificación, cuya
formación dependió del talento, deberíamos ubicar la nueva división en la vertical. En la
nueva división, el factor más importante está compuesto por quienes poseen una
buena inteligencia básica que, como es ya sabido, se distribuye ampliamente en todos
los sectores sociales.

Incluso quienes fueron víctimas de la injusticia social en el sistema previo a la


patocracia, y más tarde apoyaron al nuevo gobierno que supuestamente los protegería,
lentamente comienzan a criticarlo. Si bien fueron obligados a unirse al partido

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

patocrático, la mayoría de los comunistas de la preguerra en mi país de origen se


volvieron gradualmente críticos, utilizando un lenguaje de lo más enfático. Fueron los
primeros en negar que aquel sistema fuera comunista por naturaleza, y destacaron de
manera persuasiva las diferencias existentes entre la ideología y la realidad. A través
de misivas, intentaron enviar advertencias acerca de estas diferencias a sus
camaradas en países todavía independientes. Preocupados ante esa “traición”, dichos
camaradas transmitieron el contenido de esas cartas a su partido local en aquellos
otros países, desde donde fueron reenviadas a la policía a cargo de la seguridad del
país de origen. Aquello costó la vida o años de prisión a los autores de esa
correspondencia; fueron finalmente sometidos a una vigilancia policial más rigurosa
que la que sufrieron todos los demás grupos sociales.

Dejando de lado nuestra evaluación personal acerca de la ideología comunista o de


los partidos, creo que estamos justificados al creer que los comunistas del comienzo
eran lo suficientemente competentes como para distinguir lo que formaba o no parte de
su ideología y sus creencias. Sus declaraciones sumamente enfáticas sobre el tema,
muy populares en los antiguos círculos de comunistas polacos, son admirables e
incluso persuasivas [171]. Sin embargo, debido al lenguaje que utilizan para
expresarse, debemos tomarlas como interpretaciones demasiado moralizantes y no
compatibles con el carácter del trabajo presentado en este libro. Al mismo tiempo, cabe
admitir que la mayoría de los comunistas polacos de la preguerra no eran psicópatas.

Desde el punto de vista de la economía y de la realidad, cualquier sistema donde el


Estado es dueño de la mayoría de las propiedades y de los puestos de trabajo es, de
jure y de facto, un capitalismo de estado y no comunismo. Un sistema como tal
contiene rasgos similares a los de cualquier explotador capitalista del siglo XIX que no
comprendía lo suficientemente su rol en la sociedad, y la forma en que sus intereses
estaban ligados al bienestar de sus trabajadores. Los obreros son bastante conscientes
de estas características, en especial si han ido acumulado una determinada cantidad
de conocimiento relacionado con sus actividades políticas.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Un socialista razonable que apunta a reemplazar el capitalismo con algún sistema


afín a su idea, basado en la participación del trabajador dentro de la administración
tanto de su lugar de trabajo como de las ganancias, rechazará tal sistema y lo
considerará la “peor variedad de capitalismo”. Después de todo, concentrar el capital y
el gobierno en un mismo sitio siempre conduce a la degeneración. El capital debe ser
administrado de manera justa. Por lo tanto, eliminar una forma de degeneración
capitalista semejante debería ser una tarea prioritaria para cualquier socialista. No
obstante, efectuar este razonamiento dentro de categorías sociales y económicas
obviamente nos impide percibir el meollo del problema.

La historia nos enseña que cualquier intento por llevar a cabo la idea comunista
mediante el uso de métodos revolucionarios, ya sea de manera violenta o encubierta,
conduce a desviar este proceso en dirección hacia formas anacrónicas y patológicas de
gobierno, cuya esencia y contenido permanecen inaccesibles a las mentes que
emplean conceptos de una visión natural del mundo. La evolución construye y
transforma el sistema más rápidamente que la revolución, y sin semejantes
complicaciones trágicas.

Uno de los primeros descubrimientos de la sociedad de personas normales es el


hecho de que es superior en inteligencia y habilidad práctica en relación con los nuevos
gobernantes, sin importar cuán genios estos últimos aparenten ser. Poco a poco van
desatándose los nudos que atrofian la razón y comienza a disminuir la fascinación ante
el conocimiento secreto y el plan de acción del nuevo gobierno, ambos inexistentes,
tras lo cual la población se familiariza con la información adecuada acerca de esta
nueva realidad tergiversada.

El mundo de las personas normales es siempre superior al mundo patológico cuando


se requiere llevar a cabo una actividad constructiva, ya sea la reconstrucción de un
país devastado, el desarrollo de la tecnología, la organización de la vida económica o
los emprendimientos científicos y médicos. “Quieren construir cosas, pero no son
capaces de hacer mucho sin nosotros”, percibe la gente normal. Los expertos

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

calificados están frecuentemente en condiciones de efectuar determinadas demandas.


Desafortunadamente, y con la misma frecuencia, sólo se valoran sus aptitudes hasta
que el trabajo ha sido realizado, momento tras el cual pueden ser descartados con
facilidad. Una vez que la fábrica se ha puesto en marcha, se estima que los expertos
pueden abandonarla; alguien más se hará cargo de su funcionamiento y será incapaz
de hacerla progresar aún más. Bajo el nuevo liderazgo, se echará a perder una gran
parte de los esfuerzos realizados por los expertos.

Tal y como ya lo hemos señalado, toda anomalía psicológica es una especie de


deficiencia. Las diferentes psicopatías se basan principalmente en las deficiencias en
el sustrato instintivo. A su vez, la influencia que ejercen en el desarrollo de la mente
de los demás también conduce a deficiencias en la inteligencia general, como hemos
visto anteriormente. Empero, dicha deficiencia intelectual, inducida por la psicopatía en
una persona normal, no se ve compensada por el conocimiento psicológico especial
que observamos en algunos psicópatas, y que pierde su poder cautivador cuando las
personas normales también comienzan a tomar consciencia de estos fenómenos. Por
lo tanto, no me sorprendí cuando, en mi trabajo como psicopatólogo noté que el mundo
de las personas normales era superior en cuanto a sus habilidades y su talento. Aun
así, en la sociedad dentro de la cual vivía en ese entonces, eso representó un
descubrimiento que engendró esperanza y relajación psicológica.

Dado que nuestra inteligencia es superior a la de ellos, podemos reconocerlos y


comprender cómo piensan y actúan. Es eso lo que aprende una persona por iniciativa
propia cuando vive en un sistema semejante y se ve forzada a hacerlo por las
necesidades diarias. Lo asimila mientras trabaja en su oficina, en una escuela o en una
fábrica, cuando necesita lidiar con las autoridades, o cuando éstas lo arrestan, algo que
sólo unos pocos logran evitar. Tanto yo como tantos otros aprendimos mucho sobre la
psicología del fenómeno macrosocial durante el adoctrinamiento obligatorio en la
universidad. Seguramente, los organizadores y profesores de aquel entonces no
habían planeado aquel resultado. Es así como aumenta el conocimiento práctico
acerca de esta nueva realidad, y gracias a ello, la sociedad obtiene recursos para

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

tomar medidas que le permiten sacar cada vez mayor ventaja de los puntos débiles del
sistema gobernante. Esto permite que gradualmente se reorganicen los vínculos
sociales, lo cual más adelante aporta sus frutos.

Esta nueva ciencia es incalculablemente rica en detalles casuistas [172]; no obstante,


yo la caracterizaría como demasiado literaria. Contiene conocimiento y una descripción
del fenómeno dentro de las categorías de una visión natural del mundo, modificada de
acuerdo con la necesidad de comprender los problemas que se hallan fuera del
alcance de su aplicabilidad. Esto da también cabida a determinadas doctrinas que
ameritan un estudio por separado debido a que contienen una verdad parcial, como la
interpretación demonológica del fenómeno.

El desarrollo de la familiaridad con el fenómeno es paralelo al del lenguaje


comunicativo por medio del cual una sociedad puede permanecer informada y emitir
mensajes preventivos sobre el peligro que existe. Es decir, un tercer lenguaje surge en
paralelo con el doble discurso ideológico que ya he descrito; en parte toma prestados
términos que la ideología oficial emplea con sus acepciones modificadas. Y por otro
lado, utiliza palabras prestadas de bromas animadas que aún circulan. A pesar de su
rareza, este lenguaje se convierte en una útil herramienta de comunicación y
desempeña un papel importante en el restablecimiento de los vínculos sociales.
Además, sorprendentemente, se presta a la traducción y a la comunicación con los
residentes de otros países con sistemas gubernamentales análogos, incluso cuando “la
ideología oficial” en estos últimos es diferente. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos
realizados por literatos y periodistas, este lenguaje sólo mantiene su cualidad
comunicativa dentro del fenómeno, y se torna hermético fuera de su alcance. Quienes
carecen de una experiencia personal al respecto, no logran comprenderlo.

Vale la pena resaltar el papel específico que desempeñan determinadas personas


durante aquellos tiempos: participan en el descubrimiento de la naturaleza de esta
nueva realidad y ayudan a otros a encontrar el rumbo apropiado. Son normales por
naturaleza, pero han padecido una niñez desafortunada, y desde una edad muy

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

temprana, fueron sometidos al dominio de individuos con diversos trastornos


psicológicos, entre los que se incluyen el egotismo patológico y varios métodos para
infligir terror en los demás. Esta gente percibe el nuevo sistema de gobierno como la
multiplicación en la sociedad a gran escala de lo que ya conocen gracias a su
experiencia personal. Desde el comienzo, estos individuos conciben la realidad de una
manera más prosaica, e inmediatamente tratan la ideología teniendo en cuenta las
historias paralogistas que ya conocen bien, cuyo propósito solía consistir en ocultar la
cruda realidad de sus experiencias de la juventud. Pronto alcanzan la verdad, ya que la
génesis y la naturaleza del mal son análogas sin importar cuál sea la escala

social en que éste surja.

Las sociedades felices de otrora rara vez supieron comprender a aquellas personas,
si bien su valor fue incalculable; sus explicaciones y consejos demostraron ser atinados
y luego fueron transmitidos a otros individuos que se unieron a la red de este legado
aperceptivo. Sin embargo, padecieron el doble de sufrimiento, ya que ser conscientes
constituyó un tipo de abuso similar al que habían recibido durante la niñez, una pena
demasiado importante para soportar durante una sola vida. Eso los hizo soñar con huir
hacia la libertad que aún existía fuera de su tierra.

Finalmente, la sociedad detecta la aparición de individuos que han acumulado una


percepción intuitiva excepcional y un conocimiento práctico acerca de cómo reflexionan
los patócratas, y de cómo funciona semejante sistema de gobierno. Algunos de ellos se
perfeccionan tanto en el lenguaje patológico y en sus construcciones idiomáticas que
logran utilizarlo hábilmente, como si se tratara de una lengua extranjera que han
aprendido a dominar muy bien. Gracias a que son capaces de descifrar las intenciones
del gobierno, aconsejan a otras personas que están teniendo problemas con las
autoridades. Estos defensores de la sociedad de personas normales cumplen una
función irremplazable en la vida de la sociedad.

Por el contrario, los patócratas nunca aprenden a reflexionar según las categorías de
las personas normales. Al mismo tiempo, su incapacidad para pronosticar la reacción

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

de la gente normal con respecto a la autoridad que representan, también nos lleva a la
conclusión de que el sistema es rígidamente causativo y carece de una libertad natural
de elección.

Esta ciencia nueva, expresada en un lenguaje que deriva de una realidad


tergiversada, es ajena a las personas que desean comprender este fenómeno
macrosocial, pero que reflexionan en términos de las categorías de los países del
hombre normal. Quienes realizan intentos por comprender este lenguaje adquieren
cierta sensación de desamparo, lo cual los hace desarrollar la tendencia a crear
doctrinas propias, construidas a partir de sus conceptos del mundo y de determinado
material de propaganda patocrática que ha sido adecuadamente distorsionado. Una
doctrina de este tipo sería, por ejemplo, la propaganda estadounidense anticomunista.
Esos conceptos distorsionados y retorcidos dificultan aún más la comprensión de
aquella otra realidad. Es mi esperanza que la descripción objetiva que aquí cito les
permita salir del callejón sin salida que se ha generado a raíz de dichas doctrinas.

En los países sometidos al gobierno patocrático, este conocimiento y lenguaje, y en


especial la experiencia humana, crea una concatenación mediadora que, en principio,
permitiría a la mayoría de las personas asimilar sin mayores dificultades esta
descripción objetiva del fenómeno, con la ayuda de una apercepción activa. Sólo las
personas más ancianas y una determinada proporción de gente joven criada desde el
principio dentro del sistema tendrían dificultades para hacer lo mismo, lo cual es
comprensible desde el punto de vista psicológico.

Una vez traté a una paciente que había sido prisionera en un campo de concentración
nazi. Había logrado salir de ese infierno en condiciones excepcionalmente buenas, lo
cual le permitió casarse y tener tres hijos. Sin embargo, los métodos que empleaba
para criar a sus niños eran tan extremadamente estrictos que se asemejaban al
tratamiento que ella había padecido en el campo de concentración, y que dejó secuelas
permanentes y muy difíciles de eliminar en quienes lo vivieron. Por consiguiente, sus
hijos solían reaccionar con una protesta neurótica y agresión hacia los demás niños.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Durante la psicoterapia, la ayudé a recordar imágenes de hombres y mujeres oficiales


de la SS [173], y fui señalándole sus características psicopáticas (se trataba de
oficiales de alto rango). A fin de eliminar de su mente el material psicopático que esas
personas le habían inculcado, le proporcioné datos estadísticos aproximados acerca de
la incidencia de aquellos individuos dentro de la población. Eso la ayudó a adquirir una
visión más objetiva de aquella realidad, y a restablecer su confianza en la sociedad de
las personas normales.

En la siguiente consulta, la paciente me mostró una pequeña tarjeta en la que había


escrito los nombres de notables patócratas locales, atribuyéndole a cada uno su propio
diagnóstico (acertado en la mayoría de los casos). Entonces le hice un gesto para
indicarle que debía guardar silencio, y le recordé con énfasis que estábamos tratando
sólo los problemas que la incumbían a ella. La paciente comprendió el mensaje tácito, y
estoy seguro de que más tarde siempre tuvo la prudencia de no dar a conocer sus
reflexiones en sitios equivocados.

En paralelo al desarrollo del conocimiento práctico y de un lenguaje de comunicación


interno, toman forma otros fenómenos psicológicos verdaderamente significativos en la
transformación de la vida social bajo un gobierno patocrático; discernirlos es esencial si
uno desea comprender a individuos y naciones destinadas a vivir en aquellas
condiciones y evaluar la situación en la esfera política. Estos factores incluyen la
inmunización psicológica de la gente, y su adaptación a la vida en semejantes
condiciones patológicas.

Al principio, los métodos que imparten terror psicológico (aquel arte patocrático
específico), las técnicas de arrogancia patológica y el maltrato persistente al alma de
las personas normales provocan efectos tan traumáticos que la gente se ve despojada
de su capacidad para reaccionar decididamente; ya he mencionado los aspectos
psicofisiológicos de dichos estados. Diez o veinte años más tarde, cualquier
comportamiento análogo es considerado una bufonada, y no priva a la víctima de su

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

capacidad de razonamiento y de su resolución a reaccionar. Las respuestas que esta


última proporciona suelen ser estrategias muy bien pensadas, proyectadas desde la
posición de superioridad de la cual goza una persona normal y, a menudo, adornadas
con un tono que pone en ridículo a la patocracia. Cuando el Hombre es capaz de ver
cara a cara el sufrimiento, e incluso la muerte, con la calma necesaria, al gobernante se
le cae de las manos un arma poderosa.

Debemos comprender que este proceso de inmunización no se logra tan sólo gracias
al conocimiento práctico del fenómeno macrosocial que acabo de describir. Es el
resultado del incremento gradual de conocimiento en varios niveles, la familiarización
con el fenómeno, la creación de hábitos reactivos adecuados, y la autodisciplina,
al mismo tiempo que va afinándose la comprensión del fenómeno en su totalidad, así
como los principios morales. Luego de transcurridos algunos años, el mismo estímulo
que antes generaba una gélida impotencia espiritual o una parálisis mental, ahora
provoca el deseo de hacer gárgaras con algún aguardiente para deshacerse de toda
esta bazofia.

Hubo un tiempo en que las personas soñaban con encontrar alguna píldora que las
ayudara a soportar el trato con las autoridades o las sesiones de adoctrinamiento
presididas, por lo general, por psicópatas. Algunos antidepresivos de hecho lograron el
efecto deseado. Veinte años más tarde, esto ha sido olvidado por completo.

Cuando me arrestaron por primera vez en 1951, la violencia, la arrogancia, y los


métodos psicopáticos de confesión forzada inhibieron casi por completo mi capacidad
de autodefensa. Mi cerebro dejó de funcionar tras apenas algunos días de no haber
ingerido agua, a tal punto que me resultaba imposible recordar claramente el incidente
que había dado lugar a mi arresto repentino. Ni siquiera era consciente de que éste
había sido intencionalmente provocado y que, en realidad, las condiciones permitían
que me defendiera. Me hicieron prácticamente todo lo que quisieron.

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Cuando me arrestaron por última vez en 1968, fui interrogado por cinco agentes de
seguridad de apariencia feroz. En un momento, después de cavilar acerca de sus
reacciones predecibles, dejé que mi mirada inspeccionara con detenimiento cada uno
de los rostros, uno tras otro. El líder del grupo me preguntó: “¿En qué estás pensando,
cabrón, que nos miras de esa forma?” Le respondí sin temer las consecuencias: “Me
preguntaba por qué muchos de los caballeros que realizan el mismo trabajo que
ustedes, terminan en un hospital psiquiátrico.” Se quedaron atónicos por un instante, y
luego el mismo hombre exclamó: “¡Porque éste es un trabajo de mierda!” “Yo opino que
es todo lo contrario”, respondí tranquilamente. Luego me retornaron a mi celda.

Tres días más tarde, tuve la oportunidad de hablarle de nuevo a aquel hombre, y esta
vez se mostró mucho más respetuoso conmigo. Luego ordenó que me llevaran.
Resultó ser que había ordenado que me dejaran en libertad. Tomé el tranvía de
regreso a mi casa, y mientras atravesaba un gran parque aún seguía sin poder creerlo.
Una vez en mi cuarto, me recosté en la cama; el mundo todavía no me parecía del todo
real, pero las personas extenuadas se duermen rápidamente. Cuando desperté, grité:
“¡¿Dios mío, no se supone acaso que estás a cargo de este mundo?!”

En aquel entonces, yo no sólo sabía que más del veinte por ciento de los oficiales de
policía acababan internados en hospitales psiquiátricos, sino también que su
“enfermedad ocupacional” era la demencia congestiva, previamente observada sólo
entre las ex prostitutas. El hombre no puede violar los sentimientos humanos naturales
con impunidad, sin importar la profesión que desempeñe. Desde este punto de vista,
aquel camarada Capitán tenía parcialmente razón. Sin embargo, al mismo tiempo mis
reacciones se habían vuelto resistentes, a años luz de lo que habían sido diecisiete
años atrás.

Todas estas transformaciones de la consciencia y la inconsciencia humana culminan


en una adaptación individual y colectiva a la vida en un sistema semejante. En
condiciones alteradas, con limitaciones de tipo tanto material como moral, emerge un
núcleo con habilidades existenciales que está preparado para superar muchas

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

dificultades. También se crea una nueva red en la sociedad de personas normales,


cuyos fines son la autoayuda y la asistencia mutua.

Esta sociedad actúa en conjunto y está consciente de la verdadera situación;


comienza a desarrollar maneras de influenciar a diversas autoridades y de alcanzar
metas útiles para la sociedad. Se requiere un tiempo considerable y aptitudes
pedagógicas para lograr instruir con paciencia y convencer a los representantes
mediocres del gobierno. Por lo tanto, para este trabajo se seleccionan a las personas
con el temperamento más tranquilo, aquellas que estén lo suficientemente
familiarizadas con su propia psicología y que posean un talento específico para ejercer
influencia sobre los patócratas. Es incorrecto entonces opinar que la sociedad no es
capaz de influenciar de ninguna manera al gobierno en un país patocrático. En
realidad, la sociedad cogobierna hasta cierto punto. Algunas veces lo logra, y otras no
tiene éxito en su intento por crear condiciones de vida más tolerables. Sin embargo,
esto se lleva a cabo de una manera totalmente diferente de lo que sucede en los
países democráticos.

Estos procesos cognitivos, la inmunización psicológica y la adaptación permiten que


se creen nuevos vínculos interpersonales y sociales, que operan dentro del alcance de
la gran mayoría que ya hemos denominado “sociedad del hombre normal”. Dichos
vínculos se expanden discretamente hacia la clase media, entre personas hasta cierto
punto confiables. Con el tiempo, esos vínculos sociales que se forman son
significativamente más eficaces que aquellos presentes en sociedades gobernadas por
sistemas del hombre normal. El intercambio de información, las advertencias y la
entreayuda abarcan toda la sociedad. Quienquiera que sea capaz de socorrer a alguien
que se halla en problemas, se ofrece de modo tal que la persona que es asistida
desconoce quién la ha ayudado. Si acaso la víctima en cuestión ha provocado su
propio infortunio por falta de prudencia ante las autoridades, recibe reproches pero
nunca se la priva de apoyo.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Es posible crear esos vínculos gracias a que esta nueva división de la sociedad le
atribuye poca importancia a ciertos factores tales como el nivel de inteligencia, la
educación o los estratos sociales previamente tradicionales. Tampoco rompen esos
vínculos las diferencias reducidas en términos de prosperidad económica. Esta división
incluye a personas con un alto grado de inteligencia, a simples personas comunes, a
intelectuales, especialistas, obreros de fábricas y campesinos, todos ellos unidos por
una protesta afín a favor de su naturaleza humana, contra el dominio de métodos para-
humanos experimentales y gubernamentales. Estos vínculos instauran el
entendimiento interpersonal y el sentimiento de compañerismo entre personas y grupos
sociales que originariamente habían sido separados por diferencias económicas y
tradiciones sociales. Los procesos de pensamiento que fomentan estos vínculos son
de carácter más psicológico y permiten comprender las motivaciones de los demás. Al
mismo tiempo, las personas comunes guardan respeto hacia aquellos que han recibido
una buena educación y que representan valores intelectuales. También surgen
determinados valores morales y sociales que tal vez resulten ser permanentes.

Sin embargo, sólo nos es posible comprender la génesis de esta gran solidaridad
interpersonal una vez que conocemos la naturaleza del fenómeno patológico
macrosocial que facilitó la liberación de estas actitudes, colmada del reconocimiento
tanto de la humanidad propia como de la de los demás. Esto nos hace reflexionar
también acerca de la gran diferencia que existe entre estos vínculos y la “sociedad
competitiva” de los Estados Unidos, para quien las primeras diferencias —económicas
y sociales— representan algo que sigue en vigencia, aunque supere los límites de la
imaginación.

Uno podría llegar a pensar que la vida cultural e intelectual de una nación se
degenera rápidamente cuando se ve sometida al aislamiento de su país, que ha
perdido sus lazos científicos y culturales con otras naciones, a los límites que impone la
patocracia sobre el desarrollo del propio pensamiento, a un sistema de censura, al nivel
mental de los ejecutivos y a las demás características de aquel régimen. No obstante,
la realidad no confirma estas predicciones pesimistas.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

La necesidad de realizar un constante esfuerzo mental, que es tan crucial para lograr
establecer una forma de vida tolerable, no completamente desprovista del sentido
moral dentro de esa realidad tan patológica, da lugar al desarrollo de una percepción
realista, en especial en el área de los fenómenos sociopsicológicos. Proteger nuestra
mente de los efectos de la propaganda paralogística y salvar nuestra personalidad de
la influencia de los paramoralismos y de otras técnicas que ya he descrito, agudiza los
procesos de pensamiento controlado y la capacidad para distinguir estos
fenómenos. Un entrenamiento de este calibre equivale también a una especie de
universidad del hombre común.

Durante esas épocas, la sociedad se vuelca hacia las fuentes históricas para indagar
sobre las antiguas causas de sus desgracias y hallar diversas maneras de mejorar su
destino en el futuro. Quienes están inclinados al estudio científico y sociológico repasan
minuciosamente la historia nacional en busca de aquellas interpretaciones de los
hechos que puedan llegar a ser más profundas desde el punto de vista de la psicología
y del realismo moral. Discernimos con sobriedad lo que aconteció siglos atrás, y
notamos los errores de las generaciones previas a la nuestra, así como los resultados
que trajeron la intolerancia o las decisiones tomadas con un gran peso emocional. El
repaso de las perspectivas históricas, sociales e individuales en esta búsqueda del
significado de la vida y la historia es el resultado de los tiempos de infelicidad, y nos
ayudará en el camino de regreso hacia los tiempos de felicidad.

Otro punto que debimos tener en cuenta durante nuestra investigación fueron los
dilemas morales que se aplican tanto a la vida individual como a la política y a la
historia. La mente comienza a profundizar cada vez más en esta área y a lograr una
comprensión más sutil al respecto, ya que es precisamente en este mundo donde las
simplificaciones excesivas del pasado han demostrado ser poco satisfactorias.
Comprender a otras personas, inclusive a aquellas que cometen errores y crímenes, se
presenta bajo la forma de problemas para resolver que fueron menospreciados tiempo

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

atrás. El perdón se halla simplemente a un paso más allá de la comprensión. Tal y


como escribió Madame de Stael [174]: “Tout comprendre, c’est tout pardonner.” [175]

La religión de una sociedad se ve afectada por transformaciones análogas. Si bien no


influye de manera significativa en el número de personas que conservan sus creencias
religiosas (en particular en aquellos países donde la patocracia ha sido instaurada por
la fuerza), a medida que pasa el tiempo, los contenidos y la calidad de dichas creencias
sufren una modificación que lleva a algunas personas que han sido criadas en un
ambiente laico, a sentirse atraídas hacia la religión. La antigua religión, dominada por la
tradición, el ritual y la falta de sinceridad, ahora se transforma en una fe condicionada
por estudios necesarios y por convicciones que determinan los parámetros del
comportamiento.

Quienquiera que lea el Evangelio durante aquellos tiempos encuentra algo que a
otros cristianos les resulta difícil de comprender. Tan real es la similitud entre las
relaciones sociales (en el pasado bajo el gobierno de la antigua Roma pagana, y hoy
día bajo la patocracia atea) que al lector le resulta más fácil imaginar las situaciones
que allí se describen y percibir con mayor claridad la realidad detrás de esos relatos.
Esta lectura también brinda al lector estímulo y consejos que puede aplicar a su
situación presente. En pocas palabras, durante los tiempos crueles de enfrentamiento
con el mal, las capacidades humanas para discriminar entre los fenómenos se vuelven
más sutiles, y el hombre desarrolla la apercepción y la sensibilidad moral. Las
facultades críticas se acercan, a veces, al borde del cinismo.

Una vez me subí a un autobús que bordeaba las montañas colmado de jóvenes
estudiantes de secundaria y universitarios. Durante el viaje, se escuchaba una canción
en el vehículo que resonaba en las colinas circundantes. Los jóvenes entonaban
canciones ingeniosas y frívolas de la antigua preguerra. Se trataba de los poemas de
Leśmian [176]: “Nuestro ancestro, Noé, era un hombre valiente…”, entre otros. Sin
embargo, estos jóvenes criados durante épocas difíciles habían editado el texto con

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

humor y talento literario, y eliminado todo aquello que los irritaba. ¿Acaso era aquél el
resultado que habían deseado obtener?

A raíz de todas estas transformaciones, entre las cuales se halla la dura tarea de
“des-egotizar” el pensamiento y la actitud que conlleva, la sociedad adquiere una
creatividad mental que va más allá de las condiciones normales. Este esfuerzo podría
ser útil en cualquier área cultural, técnica o económica si tan sólo las autoridades no se
opusieran y lo frenaran al sentirse amenazadas por tal actividad.

La genialidad humana no nace de una prosperidad holgazana ni entre la camaradería


burguesa, sino que se yergue en una confrontación perpetua con una realidad
recalcitrante que difiere del producto de la imaginación humana común. En tales
condiciones, los enfoques teóricos a gran escala demuestran poseer un valor
existencial práctico. El antiguo sistema de pensamientos que sigue siendo empleado en
los países libres comienza a parecer retrógrado, ingenuo y despojado del amor por los
valores.

Si las naciones que llegan a dicho estado llegaran a recobrar la libertad, muchos
logros valiosos del pensamiento humano madurarían en poco tiempo. El miedo
excesivo no entraría en la ecuación a la hora de elaborar un sistema socioeconómico
sustentable. Por el contrario, la ausencia de grupos de presión egoístas, la naturaleza
conciliatoria de una sociedad que ha acumulado años de arduas experiencias y sus
procesos cognitivos, penetrantes y moralmente profundos, permitirían hallar la salida
relativamente rápido. El peligro y las dificultades provendrían de presiones externas por
parte de las naciones que no comprenden adecuadamente las condiciones en un país
como ese. Pero desafortunadamente, ¡la patocracia no se puede dosificar como la
droga amarga!

La generación más avanzada en edad, que creció en un país de personas normales,


suele reaccionar desarrollando las aptitudes que ya hemos mencionado, es decir,
enriqueciendo su visión del mundo. Por el contrario, la generación más joven se crió

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

bajo el régimen patocrático y, por consiguiente, sucumbe a un mayor empobrecimiento


en su visión del mundo, así como al incremento de la rigidez reflejada en la
personalidad, y al dominio de las estructuras a las cuales está acostumbrada, es decir,
a los efectos típicos de la acción de las personalidades patológicas. Rechazan la
propaganda paralogística y su correspondiente adoctrinamiento de manera consciente.
Sin embargo, este proceso requiere tiempo y esfuerzo que podrían ser mejor invertidos
en una apercepción activa de los contenidos valiosos. Estos últimos se absorben
únicamente con dificultad, debido a las limitaciones y a los problemas con la
apercepción. Surge entonces una sensación de vacío que resulta difícil de colmar. A
pesar de la buena voluntad humana, determinados paralogismos, paramoralismos, y el
materialismo cognitivo, quedan arraigados en el cerebro y sobreviven con
perseverancia. La mente humana no es capaz de desmentir cada una de las
falsedades que le ha sido inculcada.

La vida emocional de quienes han crecido en una realidad psicológicamente


trastornada como la patocracia, también esta colmada de problemas. A pesar del
razonamiento crítico, es inevitable que la personalidad de un joven sufra cierta
saturación de material psicológicamente patológico, además de un determinado nivel
de “primitivización” y una rigidez de sentimientos. Los esfuerzos constantes por
controlar las emociones propias, a fin de evitar manifestar reacciones violentas que
puedan provocar represión por parte del régimen vengativo y controlador bajo el cual
viven, hace que repriman sus sentimientos y los releguen a una función bastante
problemática, algo que sería peligroso expresar de manera natural. Esas emociones
reprimidas surgen más tarde, cuando la persona está en condiciones de permitirse
expresarlas; pero constituyen reacciones desfasadas, y por tanto inadecuadas con
respecto a la situación del momento. Ciertas preocupaciones acerca del futuro reviven
el egoísmo entre las personas que han aprendido a adaptarse de esa manera a la vida
en una estructura social patológica.

La neurosis es una respuesta natural, cuando una persona normal se ve subordinada


al dominio de individuos patológicos. Lo mismo se aplica a la subordinación de una

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

sociedad y de su población a un sistema de autoridad patológico. En un estado


patocrático, toda persona de naturaleza normal presenta cierto estado neurótico
crónico, mantenido bajo control gracias a los esfuerzos de la razón. La intensidad de
estos estados varía según los individuos, y depende de las circunstancias, pero a
menudo su gravedad es proporcionalmente directa a la inteligencia personal. Sólo será
posible y eficaz efectuar un tratamiento psicoterapéutico en aquellas personas si
estamos lo suficientemente familiarizados con las causas de estos estados. Es por eso
que al tratar con esos pacientes, los psicólogos que se han formado en el occidente
manifiestan una carencia de habilidades prácticas.

Un psicólogo que trabaja en un país víctima de la patocracia debe desarrollar técnicas


prácticas particulares desconocidas hasta el momento, e incluso incomprensibles para
los especialistas que ejercen su profesión en el mundo libre. Si bien su objetivo
consiste en lograr que la voz del instinto y del sentimiento se liberen parcialmente del
control anormal y excesivo, y que sus pacientes redescubran la voz de la naturaleza
que se esconde en su interior, debe hacerlo de tal forma que no exponga a estos
últimos a los resultados desafortunados de la libertad de reacción excesiva en las
condiciones en que están forzados a vivir. Un psicoterapeuta debe obrar con
precaución y servirse de alusiones, dado que muy pocas veces estará en libertad de
revelar de manera abierta al paciente la naturaleza patológica del sistema. Sin
embargo, incluso en esas condiciones, podemos ayudar a que dicho paciente alcance
una mayor libertad en su modo de experimentar la vida, además de procesos de
pensamiento más adecuados y una mayor capacidad para tomar decisiones. Como
resultado de todo esto, luego se comportará con mayor precaución y se sentirá más
seguro.

Si las estaciones de radio occidentales, libres de los temores que acechan a los
psicólogos del oriente, abandonaran la simple propaganda de oposición a favor de una
técnica psicoterapéutica similar, contribuirían activamente al futuro de los países que
aún hoy se encuentran bajo regímenes patocráticos. Hacia el final de este libro,

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

intentaré convencer al lector de que los problemas psicológicos son tan importantes
para el futuro como la gran política o incluso las poderosas armas.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

La comprensión

Comprender a las personas normales —ya sean superdotadas o de una inteligencia


promedio— que están destinadas a vivir bajo un gobierno patocrático, y conocer su
naturaleza humana y sus respuestas a esta realidad básicamente patológica, además
de sus sueños y los métodos que emplean para comprender dicha realidad (incluyendo
todas las dificultades con que se tropiezan), y finalmente su necesidad de adaptarse y
de volverse resistentes a esta enfermedad (incluyendo los efectos colaterales que
sufren para lograrlo) es una condición si ne qua non para aprender qué tipo de
comportamiento podría asistirlas de manera eficaz en sus esfuerzos por vivir en un
sistema del hombre normal. Sería imposible para un político de un país libre incorporar
el conocimiento práctico que aquellas personas han adquirido tras muchos años de
experiencia diaria en el seno de la patocracia. Esta información no puede ser
transmitida; cualquier esfuerzo periodístico o literario en esta área será en vano. No es
ese el caso de una ciencia análoga formulada en un lenguaje naturalista objetivo, que
permite ser compartida en ambas direcciones y puede ser incluso asimilada por
quienes no han vivido específicamente en una patocracia. También puede ser
transmitida allí donde existe no sólo una gran necesidad de adquirir estos
conocimientos científicos, sino también mentes que ya están preparadas para recibirla.
Esta ciencia actuaría sobre las personalidades maltratadas del mismo modo en que lo
hacen las mejores drogas medicinales. El mero hecho de tomar consciencia de que
uno ha estado sometido a la influencia de una mente patológica constituye, de por sí,
una fase crucial del tratamiento.

Quienquiera que desee preservar la libertad de su país y del mundo que ya está
siendo amenazado por este fenómeno patológico macrosocial, o bien desee sanar
nuestro planeta enfermo, no sólo debería comprender la naturaleza de esta grave
enfermedad, sino también ser consciente de la existencia de poderes potencialmente
curativos y regeneradores.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Cada país dentro del alcance de este fenómeno macrosocial alberga una mayoría de
habitantes normales que sufren, y que nunca aceptarán la patocracia; su oposición
contra dicho sistema nace en las profundidades de su alma y de su naturaleza humana,
que está condicionada por propiedades heredadas biológicamente. No obstante, algo
que sí les es posible modificar son las formas de protesta y las ideologías mediante las
cuales les gustaría concretar sus deseos naturales.

Estas personas atribuyen un papel secundario a la ideología y la estructura social por


medio de la cual les gustaría recobrar su derecho a vivir en un sistema del hombre
normal. Indudablemente existen diferencias de opiniones en esta área, pero es
improbable que conduzcan a un conflicto violento entre personas que perciben a su
alcance una meta por la cual vale la pena realizar sacrificios.

Aquellos cuya actitud es más penetrante y equilibrada, ven la ideología original como
lo que era antes de ser caricaturizada por el proceso de ponerización, y como la base
más práctica para lograr los objetivos de la sociedad. Estiman que ciertas
modificaciones le darían una forma más madura a dicha ideología, que se adaptaría
entonces mejor a las exigencias actuales. Por consiguiente, podría servir como base
para un proceso evolutivo o, mejor dicho, una transformación hacia un sistema
socioeconómico capaz de funcionar de manera adecuada.

Mis convicciones son algo diferentes. Creo que la presión externa, cuyo objetivo
consistiría en introducir un sistema económico que ha perdido sus raíces
históricamente condicionadas en aquel país, podría desatar serias dificultades.

Para resumir, las personas que afortunadamente han logrado evitar ese destino no
logran comprender a quienes han tenido que vivir por mucho tiempo en ese mundo
extraño y divergente. Propongo entonces que evitemos imaginar a las víctimas de la
patocracia según conceptos que sólo tienen valor dentro del mundo de los gobiernos
del hombre normal. No las encasillemos en doctrinas políticas que suelen ser bastante
diferentes de la realidad que conocen. Démosles la bienvenida con un sentimiento de

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

solidaridad humana, respeto recíproco y mayor confianza en su naturaleza humana


normal y en su razón.

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NOTES DE PIE DE PÁGINA

[168]: supra, nota 154. – NdT

[169]: supra, nota 30.

[170]: Históricamente, las patocracias se enfocan en eliminar, en primera instancia, la


inteligencia. Como señala Łobaczewski, esta pérdida de las mejores mentes y talentos
conduce finalmente a una catástrofe. – NdE

[171]: Ejemplo: “Un puñado de hijos de puta que han trepado a la cima del comedero,
a expensas de la clase trabajadora.”

[172]: Referente a la búsqueda de respuestas correctas a un problema (por ejemplo,


de índole moral) en base al análisis de casos o paradigmas previos. – NdE

[173]: Organización militar, política, policial, penitenciaria y de seguridad de la


Alemania nazi. El acrónimo significa Schutzstaffel, ‘compañías (o escuadras) de
defensa’ en idioma español. [Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/SS] – NdT

[174]: Anne Louise Germaine Necker (1766 – 1817), o la Baronesa de Staël Holstein,
fue una escritora suiza, considerada francesa por su vida e influencia en la vida cultural
parisina. Escribió memorias políticas (en parte basadas en su interés en la

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personalidad de Napoleón Bonaparte), novelas, ensayos y trabajos históricos y críticos.


– [Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Madame_de_Stael] – NdT

[175]: “Comprenderlo todo es perdonarlo todo.”

[176]: Boleslaw Leśmian (1878-1937) fue un poeta y artista polaco, miembro de la


Academia de Literatura Polaca. Uno de los poetas de mayor influencia del siglo XX en
Polonia. – NdE

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

CAPITULO VII: LA PSICOLOGÍA Y LA PSIQUIATRÍA BAJO EL RÉGIMEN

PATOCRÁTICO

Si alguna vez llegara a existir un país con una estructura comunista según la concibió
Karl Marx, en el cual la ideología izquierdista de la clase obrera sentara las bases del
gobierno (que, en mi opinión, resultaría rígido, pero no estaría desprovisto de un
pensamiento humanístico saludable), se valorarían las ciencias sociales,
biohumanísticas y médicas contemporáneas, que se desarrollarían apropiadamente
por el bien de la clase trabajadora. Naturalmente, el gobierno y la sociedad entera se
esforzarían por brindar asesoramiento psicológico a la juventud y a todos aquellos que
sufrieran diversos problemas personales. Los pacientes con enfermedades graves
serían atendidos adecuadamente por profesionales competentes.

Lamentablemente, en una estructura patocrática sucede justamente lo opuesto.

Cuando llegué a Occidente, conocí a personas con ideologías de izquierda que


estaban convencidas de que los países comunistas se regían por doctrinas políticas
comunistas muy similares a aquellas expuestas en sus diferentes versiones
estadounidenses. Tenían prácticamente la certeza de que la psicología y la psiquiatría
gozaban de libertad en aquellos países denominados comunistas, y que la situación
era similar a lo que describí en el párrafo anterior. Cuando yo los contradecía, se
rehusaban a creerme e insistían en preguntarme: “¿Por qué no es así? ¿Qué tiene
que ver la política con la psiquiatría?” [177]

Al intentar explicarles el verdadero aspecto de aquella otra realidad, me topé con las
dificultades que ya conocemos, aunque algunas personas ya habían oído hablar acerca
del abuso de la psiquiatría. Sin embargo, aquellos “por qué” seguían saliendo a
colación durante varias conversaciones, y mis respuestas resultaban insuficientes.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Sólo es posible comprender la situación que atraviesan estas áreas científicas


abocadas a actividades curativas y sociales, así como a quienes ejercen en esta
profesión, una vez que se ha logrado percibir la verdadera naturaleza de la patocracia
sobre la base de un enfoque ponerológico.

Imaginemos ahora algo que únicamente es posible en la teoría: que se le permitiera


involuntariamente a un país bajo un régimen patocrático desarrollar libremente estas
ciencias, aportando un influjo de literatura científica y estableciendo contactos con
científicos de otros países. Si eso sucediera, la psicología, la psicopatología y la
psiquiatría florecerían abundantemente y producirían profesionales sobresalientes en el
área.

¿Cuál sería el resultado?

Esta acumulación de conocimiento apropiado permitiría llevar a cabo, en poco tiempo,


investigaciones cuyo significado ya comprendemos. Si faltasen datos o quedaran
preguntas por responder, se realizarían estudios detallados correspondientes a fin de
complementar y profundizar la información. Elaborar un diagnóstico de la situación
patocrática llevaría entonces aproximadamente doce años tras la formación de la
patocracia, en especial en casos en que ésta fue impuesta por la fuerza. La base del
razonamiento deductivo sería significativamente más amplia que todo lo que yo pueda
compartir en este libro, y estaría ilustrada con una cantidad abundante de material
estadístico y analítico.

Apenas ese diagnóstico fuera transmitido al mundo, la opinión pública lo aceptaría


rápidamente, y forzaría a borrar de la consciencia social las doctrinas políticas
ingenuas y la propaganda. Esto alcanzaría las naciones víctimas de las intenciones
expansionistas del imperio patocrático. Se lograría cuanto menos poner en duda la
utilidad de semejante ideología propagandística, y se la expondría como un caballo de
Troya patocrático.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

A pesar de las diferencias existentes entre ellos, otros países con sistemas del
hombre normal se unirían con una solidaridad característica para defenderse de un
peligro conocido, algo muy semejante al sentimiento solidario que une a los habitantes
normales de un régimen patocrático.

Esa toma de consciencia, que se vuelve popular en los países afectados por este
fenómeno, reforzaría a su vez la resistencia psicológica de estas sociedades normales
y les ofrecería nuevas medidas de autodefensa.

¿Puede cualquier imperio patocrático arriesgarse a permitir que esto suceda?

En épocas en que las disciplinas arriba mencionadas se desarrollan con rapidez en


muchos países, prevenir semejante amenaza psiquiátrica se convierte en una cuestión
de “ser o no ser” para la patocracia. Por tanto, es de suma importancia bloquear de
manera profiláctica y habilidosa toda posibilidad de que surja tal situación, tanto dentro
como fuera del imperio. Al mismo tiempo, esta gran patocracia es capaz de hallar
medidas preventivas eficaces gracias a que es consciente de sus diferencias y que
cuenta con el conocimiento psicológico característico a los psicópatas con el cual ya
nos hemos familiarizado, reforzado parcialmente por el conocimiento académico.

De modo que, tanto dentro como fuera de los límites de los países afectados por este
fenómeno, se pone en marcha un sistema consciente e intencional de control,
terror y distracción.

Se ordena monitorear todo trabajo de investigación científica que se publique en


aquellos países o que provenga del extranjero a fin de asegurarse de que no contenga
ningún dato potencialmente perjudicial para la patocracia. Los especialistas con un
talento superior se convierten en objeto de chantaje o de control perverso. Esto, por
supuesto, afecta de manera negativa los resultados en esas áreas científicas.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

De más está decir que esta misión debe llevarse a cabo de tal manera que evite
llamar la atención de la opinión pública en los países con estructuras humanas
normales. Los efectos de dicho “infortunio” podrían llegar demasiado lejos. Esto explica
por qué se destruye en secreto a quienes llevan a cabo trabajos de investigación en
esta área, y se aplica el exilio forzado a cualquier sospechoso, condenándolo a ser el
objeto de campañas de hostigamiento adecuadamente organizadas en el extranjero
[178].

Se libran entonces batallas en frentes secretos que nos recuerdan la Segunda Guerra
Mundial. Los soldados y líderes que luchaban en diferentes sitios ignoraban que su
destino dependía del resultado de aquella otra guerra, peleada por científicos y otros
soldados, cuyo objetivo era prevenir que los alemanes produjeran la bomba atómica.
Los Aliados ganaron esa batalla, y Estados Unidos se convirtió en el primer país en
poseer esa arma letal. Sin embargo, hoy día el Occidente pierde constantemente
batallas políticas y científicas en este nuevo frente secreto. Se considera extravagantes
a los luchadores solitarios, se les niega todo tipo de asistencia y se los obliga a trabajar
arduamente para ganarse el pan. Mientras tanto, el caballo de Troya ideológico
continúa invadiendo nuevos países.

Un examen de la metodología empleada en esas batallas, tanto a nivel nacional como


en el extranjero, apunta a aquel conocimiento patocrático específico tan difícil de
comprender mediante el lenguaje natural de conceptos. A fin de poder controlar a las
personas y aquellas áreas relativamente no conocidas de la ciencia, es necesario
saber, o ser capaz de percibir qué es lo que está sucediendo y cuáles son los
descubrimientos más peligrosos de la psicopatología. Al realizar esta tarea, el
examinador a cargo también toma consciencia de los límites y de las imperfecciones de
esta práctica de autoconocimiento, es decir, las debilidades, los errores y “las metidas
de pata” de las personas normales, lo cual tal vez le permita incluso sacar provecho de
ellas.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

En las naciones con sistemas patocráticos, se asigna la supervisión de las


organizaciones científicas y culturales a un departamento especial de oficiales de
confianza, una “Oficina Anónima” compuesta casi en su totalidad por personas
relativamente inteligentes que presentan rasgos psicopáticos característicos. Estos
empleados deben ser capaces de completar sus estudios académicos, aunque eso
requiera a veces forzar a sus examinadores a reducir el nivel de exigencia a la hora de
evaluarlos. Suelen poseer talentos menores a los de los estudiantes promedio, en
especial en lo que se refiere a la ciencia psicológica. A pesar de esto, se les premia por
sus servicios otorgándoles títulos académicos y asignándoles puestos que les permiten
representar a la comunidad científica de su país en el extranjero. Ya que gozan de una
confianza especial, están autorizados a no participar en las reuniones locales del
partido, o incluso a ni siquiera afiliarse a éste. En caso de necesidad, eso les permitirá
hacerse pasar por individuos externos al partido. Esto no impide, empero, que la
sociedad de personas normales reconozca a estos inspectores científicos y culturales,
gracias a que ha aprendido bastante rápidamente el arte de diferenciarlos. No siempre
se les distingue correctamente de los agentes de la policía política, ya que, si bien se
consideran a sí mismos superiores a esta otra clase, están obligados a cooperar con
ella.

A menudo nos topamos con personas por el estilo en el extranjero, en los países de
gente normal, donde diversas instituciones y fundaciones les otorgan becas científicas,
ya que están convencidas de la ayuda que prestarán al desarrollo de un conocimiento
adecuado en países bajo gobiernos “comunistas”. Estos benefactores ignoran que, en
realidad, están perjudicando esta ciencia y a los verdaderos científicos, al permitir que
esos inspectores alcancen una determinada autoridad casi auténtica y se familiaricen
con cualquier aspecto que más tarde puedan llegar a considerar peligroso para la
patocracia.

En definitiva, esos oficiales contarán luego con el poder necesario para autorizar que
alguien realice un doctorado, se embarque en una carrera científica, obtenga un título
académico y reciba una promoción laboral. Dado que ellos mismos son científicos muy

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

mediocres, y que están dominados por sus intereses propios y por los celos tan
característicos de los patócratas hacia las personas normales, intentan destituir a sus
colegas más talentosos. Se encargarán pues de monitorear las obras científicas para
asegurarse de que contengan la “ideología adecuada” y negarán a todo buen
especialista el acceso a la literatura científica que necesite [179].

Por razones que ahora comprendemos, los controles impuestos en el área de la


psicología en particular, son excepcionalmente perversos y traicioneros. Se compilan
listas tanto escritas como tácitas de aquellos temas que está prohibido enseñarse, y se
emiten directivas correspondientes para tergiversar apropiadamente otras materias.
Esta lista es tan amplia en lo que concierne a la psicología, que prácticamente despoja
a esta ciencia de todo contenido, excepto por un esqueleto que excluye todo aquello
que pueda ser sutil o penetrar en la consciencia.

El programa de estudio para la carrera de psiquiatría no incluye ni el mínimo


conocimiento en las áreas de la psicología general, de desarrollo y clínica, ni las
aptitudes básicas requeridas en psicoterapia. Por consiguiente, incluso el médico más
mediocre o el más privilegiado se convierten en psiquiatras luego de haber asistido a
un curso de aproximadamente dos semanas. Esto abre las puertas a individuos que,
por naturaleza, se inclinan a servir a la autoridad patocrática, y tiene repercusiones
fatídicas sobre la calidad del tratamiento. Además, facilita el posterior abuso de la
psiquiatría con propósitos para los cuales nunca debería utilizarse [180].

Debido a su falta de educación, estos psicólogos resultan ser de poca ayuda a la hora
de resolver los problemas humanos, en especial en los casos en que se requiere un
conocimiento detallado. Eso conduce a la necesidad de que nosotros mismos nos
dediquemos a adquirir este tipo de conocimiento, un desafío que no todo el mundo es
capaz de enfrentar con éxito.

Este tipo de comportamiento genera mucho daño e injusticia humana en ciertas


áreas de la vida que no guardan relación alguna con la política.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Desafortunadamente, es necesario desde el punto de vista de los patócratas


para evitar que estas ciencias pongan en peligro la existencia de un sistema

que ellos consideran el mejor de todos los mundos posibles.

Opino que los especialistas en las áreas de la psicología y de la psicopatología


hallarían de sumo interés realizar un análisis de este sistema de prohibiciones y
recomendaciones, ya que permite que tomemos consciencia de que éste es uno de los
caminos que nos conducen a la raíz del problema o a la naturaleza de este fenómeno
macrosocial. El estudio de estas prohibiciones incluye una psicología de

profundidad y el análisis del sustrato instintivo humano, además de la

interpretación onírica.

Tal y como lo señalé en el segundo capítulo, titulado “Algunos conceptos


indispensables”, comprender el instinto humano es una de las claves para entender al
ser humano. A eso se suma que el conocimiento de las anomalías existentes en dicho
instinto también representa una llave para comprender la patocracia.

Si bien cada vez se lo utiliza menos en el área de la psicología, el análisis onírico


siempre será la mejor escuela para el pensamiento psicológico, lo que lo hace
peligroso por naturaleza. Como consecuencia, la patocracia incluso frunce el ceño ante
la investigación psicológica para la selección de cónyuges, en el mejor de los casos.

Es evidente que no puede permitirse que se investigue o dilucide la esencia de la


psicopatía. A fin de enturbiar el tema, se crea intencionalmente una definición de la
psicopatía que comprende diversas clases de trastornos de la personalidad, incluyendo
aquellas que son causadas por razones bien conocidas y completamente diferentes
[181]. Todos los profesores de psicopatología, los psiquiatras y los psicólogos reciben
órdenes de memorizar esta definición, al igual que algunos funcionarios políticos que
son completamente ignorantes sobre el tema.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Cada vez que, por alguna razón, se vuelve imposible eludir el asunto, se utiliza esta
definición en todas las cátedras públicas. Y, de existir la posibilidad, se prefiere que los
profesores en estas áreas sean personas que crean aquello que les conviene en cada
situación, y cuya inteligencia no los predestine a ahondar en diferenciaciones sutiles de
naturaleza psicológica.

También cabe señalar que la principal doctrina del sistema estipula que “la existencia
define la consciencia”. Como tal, pertenece más al área de la psicología que a la
doctrina política. De hecho, esta doctrina contradice gran parte de los datos empíricos
que apuntan al papel desempeñado por los factores hereditarios en el desarrollo de la
personalidad y del destino de una persona. Algunos profesores universitarios quizás
mencionen durante sus clases la investigación con gemelos idénticos, pero sólo de
manera breve, formal y cautelosa. Aun así, es poco probable que las reflexiones acerca
de este tema se publiquen por escrito.

Retomamos una vez más la peculiar “genialidad” psicológica de este sistema y su


autoconocimiento. Es admirable cómo las definiciones de la psicopatía ya mencionadas
inhiben la habilidad para comprender los fenómenos que abarca. Podemos investigar
las relaciones entre estas prohibiciones y la esencia del fenómeno macrosocial a través
de lo que reflejan los hechos. También nos es posible observar los límites de las
aptitudes prácticas y los errores que cometen aquellos que implementan esta
estrategia. El análisis de estas dificultades puede resultar útil para aquellos
especialistas más talentosos o ancianos que ya no temen por el futuro de su carrera o
por su vida, si los aprovechan habilidosamente para transmitir clandestinamente un
conocimiento adecuado.

Resumiendo, la batalla “ideológica” se pelea en un territorio que los científicos que


viven en gobiernos con estructuras de personas normales e intentan imaginar aquella
otra realidad, ignoran por completo. Esto se aplica a todas las personas que denuncian
al “comunismo”, y a aquellos para quienes esta ideología se ha convertido en su
religión.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Poco después de llegar a Estados Unidos, un joven de raza negra me entregó un


periódico en una calle de Queen, Nueva York. Busqué mi monedero para pagarle, pero
él me hizo señas de que no era necesario; el diario era gratis.

La portada contenía una fotografía de Brezhnev [182], de cuando era joven y apuesto,
colmado de medallas que, en realidad, no recibió sino hasta mucho tiempo después.
Sin embargo, en la última página encontré un resumen muy bien redactado sobre las
investigaciones que la Universidad de Massachusetts había realizado sobre mellizos
idénticos que se habían criado en familias diferentes. Aportaba indicios empíricos sobre
la importancia del papel de la herencia genética, y la descripción contenía una
ilustración literaria de los destinos similares de aquellos mellizos. Los editores de este
periódico deben haber estado “ideológicamente muy desorientados” para publicar algo
que nunca habría sido difundido en un país sujeto a un sistema supuestamente
comunista. [183]

En aquella otra realidad, cada estudio de psicología y psiquiatría, cada hospital


psiquiátrico, cada centro de consulta sobre salud mental y la personalidad de cada
persona que trabaje en esta área, están en constante puja en el frente de batalla. Lo
que realmente sucede allí se resume a duelos ocultos de tira y afloja, un contrabando
de información y logros científicos verdaderos, y acoso.

En esas condiciones de trabajo, algunas personas pierden sus parámetros morales,


mientras que otras crean una base sólida para sus convicciones y se preparan para
asumir dificultades y riesgos, precio que están dispuestas a pagar por obtener un
conocimiento honesto y así ayudar a los enfermos y necesitados. Es decir, la
motivación inicial de este último grupo no es de carácter político, ya que surge a raíz de
su buena voluntad y de su honestidad profesional. No es sino más tarde que adquieren
conocimiento acerca de las causas políticas de las limitaciones impuestas, y del
significado político de esta batalla, junto con la experiencia y la madurez profesional

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

que van acumulando, en especial si les es necesario poner en práctica dicha


experiencia y habilidades para salvar a víctimas de la persecución.

Sin embargo, mientras tanto deben hallar el modo de obtener los datos científicos y
los documentos necesarios, teniendo en cuenta las dificultades y la ignorancia de las
personas. Los estudiantes y los especialistas en principio de carrera que aún no están
al tanto de lo que ha sido extraído del programa de estudios, intentan acceder a
aquellos datos que les han sido robados. La ciencia comienza a degradarse a un ritmo
alarmante una vez que se pierde este tipo de conocimiento.

Necesitamos comprender la naturaleza del fenómeno macrosocial, además de la


relación y la controversia que existen entre el sistema patológico y aquellas áreas de la
ciencia que describen los fenómenos psicológicos y psicopatológicos. De lo contrario,
no podremos tomar verdaderamente consciencia de las razones que rigen el
comportamiento de un gobierno, y que datan de hace ya mucho tiempo.

Muy a menudo, los individuos anormales perciben las acciones y las reacciones de
una persona normal, junto con sus ideas y criterios morales, como algo por su parte
anormal. Porque si una persona con algún trastorno psicológico se considera a sí
misma normal (lo cual, evidentemente, se ve facilitado si se halla en un puesto de
autoridad), entonces lógicamente considerará diferente, y por ende anormal, a una
persona normal, ya sea que este juicio sea correcto o producto del pensamiento
conversivo. Esto explica por qué un gobierno semejante siempre tendrá tendencia a
tratar a cualquier disidente como a alguien “mentalmente anormal”.

Las estrategias que consisten en conducir a una persona hacia un estado psicológico
enfermo y hacer uso de los hospitales psiquiátricos con este propósito, es muy
frecuente en muchos países donde existen estas instituciones. La legislación
contemporánea en los países de personas normales no se basa en una comprensión

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

adecuada de la psicología detrás de dicho comportamiento y, por consiguiente, no


constituye una medida lo suficientemente preventiva en su contra.

Hay quienes, basándose en las categorías de una visión psicológica normal del
mundo, han comprendido y descrito ampliamente las motivaciones que conducen a
alguien a llevar a otra persona a la locura. Por ejemplo, estiman que se trató de
intereses monetarios personales y familiares, o del intento por triunfar en un juicio
inmobiliario, o por desacreditar las palabras de un testigo o incluso debido a motivos
políticos. Dichas sugerencias difamatorias son utilizadas, a menudo, por individuos no
del todo normales, cuyo comportamiento condujo a otra persona a sufrir una crisis
nerviosa o a oponerse con violencia. Entre las personas histéricas, este tipo de
comportamiento tiende a producirse cuando proyectan en los demás sus propias
asociaciones de autocrítica. Pero según el psicópata, una persona normal es
ingenua y petulante, y cree en teorías apenas comprensibles. Entre eso y

llamarla “loca” no existe mucha diferencia.

Por consiguiente, cuando acumulamos una suficiente cantidad de ejemplos de esta


clase, o adquirimos bastante experiencia en esta área, queda en evidencia otro nivel de
motivación crucial para aquel comportamiento: lo que sucede por lo general es que la
idea de conducir a alguien hacia la locura se origina en la mente de individuos con
aberraciones o trastornos psicológicos. Rara vez entran en juego en la ponerogénesis
de aquel comportamiento factores patológicos externos a sus portadores. Por lo tanto,
antes de emitir un veredicto basado en una buena reflexión y en términos que no
perjudiquen a los inculpados, debería exigirse que aquellos individuos que sugieren
que una persona es psicológicamente anormal se sometan a una evaluación cuando
sus insinuaciones son demasiado insistentes o se basan en argumentos dudosos.

Y por su lado, cualquier sistema en el que, por razones supuestamente políticas, el


abuso de la psiquiatría se convierte en un fenómeno corriente, debería ser examinado
en base a criterios psicológicos similares extrapolados a la escala macrosocial.
Quienquiera que se rebele internamente contra un sistema de gobierno que siempre le

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

resultará extraño y difícil de comprender, y sea incapaz de ocultarlo lo suficientemente


bien, será fácilmente declarado “mentalmente anormal” por los representantes de dicho
gobierno, que estimarán que necesita someterse a un tratamiento psiquiátrico. Un
psiquiatra cuya moral y ética científica es patológica, se convierte en una herramienta
fácilmente utilizable para cumplir este propósito. Así nace el único método de terror y
tortura humana que ni siquiera la policía secreta del zar Alejandro II de Rusia llegó a
implementar.

El abuso de la psiquiatría con los fines que ya conocemos proviene, por lo

tanto, de la naturaleza misma de la patocracia como fenómeno macrosocial

psicopatológico. Después de todo, es justamente esa área de conocimiento y


tratamiento la que debe degradarse desde un principio si se desea evitar colocar en
peligro al sistema, en caso de que llegara a emitirse un diagnóstico dramático; para ello
es necesario utilizarla como una herramienta conveniente en manos de las autoridades.
Sin embargo, en todos los países existen personas que lo notan y se oponen
astutamente.

La patocracia se siente cada vez más amenazada por esta área cuando se realizan
progresos en la medicina y en la psicología. Al fin y al cabo, estas ciencias no sólo son
capaces de arrebatarles de las manos el arma de la conquista psicológica, sino que
además pueden herirla desde su naturaleza misma, y de hecho, desde el interior del
imperio.

Por ende, dado que la patocracia percibe específicamente este riesgo, siente la
necesidad de mantener una “alerta ideológica” en ésta área. Esto también explica por
qué es probable que todo aquel que sea demasiado entendido en el tema o que esté
demasiado lejos del alcance inmediato de las autoridades patocráticas, sea acusado
con cualquier mentira, lo cual incluye afirmar que sufre una anormalidad psicológica.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

NOTES DE PIE DE PÁGINA

[177]: En 1950, la Academia Rusa de Ciencias determinó que todos deberían adoptar
la teoría del profesor Andrei Snezhnevsky de Moscú, que sostenía que “cualquiera
podía sufrir de esquizofrenia de lento desarrollo. Todos podían padecerla sin siquiera
saberlo, pero una vez que alguien era diagnosticado por Snezhnevsky o por alguno de
sus seguidores, de inmediato se ordenaba que se lo mantuviera encerrado y dopado
con sedantes o, de lo contrario, la enfermedad ‘avanzaría’. […] La manera simple de
deshacerse de disidentes es internarlos en un hospital psiquiátrico y declararlos
enfermos.” Hasta su muerte en 1978, Snezhnevsky negó que su teoría estuviese
siendo abusada por el régimen soviético. Pero hoy sus primeros asistentes admiten
que él sabía “demasiado bien” lo que estaba sucediendo. El único problema es que
dichos asistentes aún se limitan a hablar del tema únicamente en secreto. Trabajaban
en los institutos de Moscú, donde todavía están a cargo los científicos sucesores de
Snezhnevsky. Este círculo de alrededor de treinta o cuarenta psiquiatras solía controlar
en aquella época todos los institutos importantes dedicados a la investigación científica
en Moscú y, lo sigue haciendo. El fruto amargo de las ideas de Snezhnevsky, además
del hecho de que han sido utilizadas como medios de represión, es que la
psiquiatría en la ex Unión Soviética “sufre un atraso de aproximadamente cincuenta
años”. La literatura occidental sobre psiquiatría fue prohibida en la Unión Soviética; los
psiquiatras que manifestaron su oposición al abuso político de su ciencia, acabaron
entre rejas o fueron declarados “traidores esquizofrénicos”. [Fuente: “A Mess in
Psychiatry” (“Un desastre en psiquiatría”), op. cit. supra, nota 42] – NdE

[178]: Este hecho explica también por qué a Łobaczewski le fue negado el acceso a
los datos que había recopilado durante tantos años, y que habrían respaldado la
información que presenta en este libro. – NdE

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

[179]: Si nos basamos en diversos informes de los últimos cinco años, pareciera que
Estados Unidos está bastante encaminado hacia un sistema similar. De hecho, un
análisis minucioso indica que éste último ya se ha instalado hace tiempo. – NdE

[180]: En Ucrania se utiliza la cirugía craneal en los esquizofrénicos. “Ucrania sufre a


raíz de una falta de recursos económicos, lo que significa que no alcanza el dinero para
comprar drogas. Por tanto, se han buscado métodos alternativos de tratamiento.
Existen psiquiatras en Dnepropetrovsk que piensan que al cortar una parte del cerebro,
podrán deshacerse de la esquizofrenia con poco dinero.” Van Voren imagina lo que le
pasa por la mente a esos médicos: ¡Quizás incluso hasta ganaríamos el Premio Nobel.
¡Uno nunca sabe!” “Por otra parte”, continúa, “saben que esta clase de operación no
está realmente aceptada. Entonces se inventan que estos esquizofrénicos se han
vuelto epilépticos ya que, en casos extremos de esta enfermedad, está autorizado
llevar a cabo una cirugía. Y se sirven de ese pretexto para cortar pedazos del cerebro.”
En el Instituto de Neurocirugía en Kiev, se va aún más lejos: implantan el tejido cerebral
de embriones abortados en cerebros de personas mentalmente discapacitadas.
“Afirman poder curar de esa forma a los discapacitados. Por supuesto, no solucionan
nada o incluso empeoran la condición del paciente, pero cobran miles de dólares por
esto.” “En la psiquiatría ucraniana se está utilizando la insulina como tranquilizante. Es
decir, se la administra en dosis tan altas que producen un estado de coma en el
paciente. Un remedio que cura o que mata. Se lo aplica en dosis muy elevadas,
mientras que los diabéticos se están muriendo por falta de insulina. No tiene sentido,
ningún sentido.” Luego agrega: “Los electroshocks, en gran escala.” En el Instituto
Psiquiátrico Central de Kiev se administran en series de doce impulsos eléctricos a la
vez, sin anestesia ni relajantes musculares. Una vez que se da de alta al paciente,
puede recibir otra dosis de electroshocks el día de su partida: “algo así como una
indemnización por despido. Y todo esto está sucediendo hoy”, concluye Van Voren,
“está sucediendo hoy, en este preciso momento.” “En los periódicos rusos uno puede
escribir libremente sobre el abuso político de la psiquiatría. Pero nunca se ha revocado

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

oficialmente la doctrina de Snezhnevsky. La mayoría de los psiquiatras en Moscú aún


creen en ella. Como consecuencia, no es posible efectuar un cambio estructural allí.
Incluso en la actualidad, cuando algunos empleados de esas instituciones desean
hablar en público sobre el abuso de la psiquiatría, reciben advertencias para que
cierren la boca o se busquen otro empleo. De esta manera, se mantiene la vieja
estructura de poder.” “Bajo el pretexto de la ‘esquizofrenia progresiva’ se continúa
encerrando bajo custodia a los disidentes en la ex Unión Soviética, pero mayormente
en las provincias, si bien ya no es tan fácil hacerlo”, dice Van Voren. “Las personas que
no son bienvenidas por las autoridades locales pueden acabar en un hospital
psiquiátrico, pero hoy en día, existen organismos de derechos humanos y medios de
comunicación capaces de liberarlas. En Turkmenistán, este maltrato todavía se lleva a
cabo de manera oficial. Ese país es un museo de la ex Unión Soviética estalinista,
donde se ha restaurado la vieja teoría.” [Fuente: “A Mess in Psychiatry” (“Un desastre
en psiquiatría”), op. cit. supra, nota 42] – NdE

[181]: Esto también sucede en Estados Unidos, tal y como lo ha señalado Robert
Hare en varios de sus artículos. – NdE

[182]: Leonid Ilich Brézhnev (1906-1982) fue el Secretario General del Comité Central
(CC) del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), presidiendo al país desde
1964 hasta su muerte. Su mandato de dieciocho años como Secretario General fue uno
de los más largos, sólo superado por el de Stalin. Bajo su gobierno, la influencia global
de la Unión Soviética creció considerablemente, en parte debido a la expansión militar
que tuvo el país durante este período. [Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Brezhnev] –
NdT

[183]: La libertad que Łobaczewski notó en Estados Unidos en 1980 está siendo
reemplazada rápidamente por el control patocrático. No pasará mucho tiempo hasta
que artículos semejantes sean censurados en los periódicos estadounidenses a menos

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

que, por supuesto, el estudio en cuestión haya sido “diseñado” para demostrar la
superioridad de la psicopatía. – NdE

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

CAPITULO VIII: PATOCRACIA Y RELIGIÓN

Según la vista de un pensador contemporáneo, la fe monoteísta es


fundamentalmente una inducción incompleta que deriva de un conocimiento ontológico
de las leyes que gobiernan el microcosmos y el macrocosmos, la vida orgánica y
psicológica, además de ser el resultado de determinados contactos accesibles
mediante la introspección. El resto complementa esta inducción gracias a otros
contenidos que el hombre adquiere de diferentes maneras y acepta, ya sea
individualmente o siguiendo lo que dicta su religión y su credo. Una voz silenciosa, que
no nos habla con palabras, inconscientemente despierta asociaciones en nosotros,
busca alcanzar nuestra consciencia cuando la mente ha sido acallada, y complementa
o refuta nuestro conocimiento previo; este fenómeno es tan verdadero como todo lo
que la ciencia ha podido averiguar gracias a los métodos modernos de investigación.

A medida que perfeccionamos nuestro conocimiento en el campo psicológico y


alcanzamos verdades a las que antes únicamente los místicos podían acceder,
reducimos la brecha de ignorancia que hasta hace poco separaba el reino de la
percepción espiritual de la ciencia naturalista. En un futuro no muy distante, estos dos
conocimientos se cruzarán en el camino, y algunas de sus divergencias comenzarán a
notarse. Lo mejor sería que estuviéramos preparados para ese momento.
Prácticamente desde el comienzo de mis reflexiones acerca del origen del mal, he sido
consciente de que los resultados de la investigación que presento concisamente en
este libro podrían ser utilizados para completar aquel espacio al que la mente humana
no logra ingresar con facilidad.

El enfoque ponerogénico nos hace ver desde otro ángulo los antiguos interrogantes
que, hasta la fecha, fueron regulados por los dictámenes de los sistemas morales. Eso
genera la necesidad de modificar correspondientemente los métodos de pensamiento.
Al ser cristiano, al principio yo temía que aquello causara choques peligrosos con la

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

antigua tradición. Pero estudiar el tema basándome en las sagradas escrituras hizo que
esas preocupaciones se desvanecieran poco a poco. Más aún, hoy creo que esa es la
manera de acercar nuestros procesos de pensamiento a los métodos originales y
primigenios para comprender el conocimiento moral . De hecho, leer el
Evangelio puede ofrecernos enseñanzas que convergen claramente con el método que
las investigaciones naturalistas han desarrollado para comprender el origen del mal.
Simultáneamente, debemos estar preparados a que el proceso de corregir y
reestructurar los conocimientos (lo cual probablemente nos permita evitar, a la larga, un
tumulto mayor) sea una ardua labor y requiera mucho tiempo.

La religión es un fenómeno eterno. Una imaginación a veces demasiado activa


complementa, al principio, lo que la percepción esotérica no es capaz de tolerar. Una
vez que la civilización y su correspondiente disciplina de pensamiento alcanzan un
determinado nivel de desarrollo, tiende a surgir una idea monoteísta, generalmente a
raíz de la convicción de una determinada elite intelectual. Ese desarrollo del
pensamiento religioso puede ser visto como una ley histórica más que como el
descubrimiento individual de personas como Zaratustra o Sócrates. El avance del
pensamiento religioso a lo largo de la historia constituye un factor indispensable en la
formación de la consciencia humana.

Aceptar las verdades básicas de la religión le permite al hombre ganar acceso a un


gran terreno de conocimiento a partir del cual su mente puede indagar en busca de la
verdad. Una vez alcanzado ese punto, también nos liberamos de ciertos impedimentos
psicológicos y adquirimos una determinada libertad para adquirir conocimientos en
áreas accesibles a la percepción naturalista. Redescubrir los verdaderos valores
antiguos y religiosos nos fortalece, y nos muestra el significado de la vida y de la
historia. También nos ayuda a aceptar de manera introspectiva aquellos fenómenos
internos que no pueden ser completamente explicados mediante la percepción
naturalista. A medida que vamos conociéndonos mejor a nosotros mismos, también
desarrollamos nuestra capacidad para comprender a los demás, gracias a que
aceptamos la existencia de una realidad interna análoga en nuestro prójimo.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Estos valores se vuelven esenciales cuando el hombre se ve forzado a realizar un


esfuerzo mental extremo y a reflexionar profundamente a fin de evitar tropezar con el
mal, el peligro o las dificultades extremas. En efecto, en momentos en que no nos es
posible percibir completamente la situación, pero cuando aun así nos resulta
imprescindible hallar una salida que nos libere a nosotros mismos y a nuestra familia o
nación, somos afortunados si podemos oír aquella voz silenciosa en nuestro interior
que nos dice: “No hagas esto”, o “Confía en mí, hazlo”.

Entonces, podríamos decir que este conocimiento y esta fe que respaldan


simultáneamente nuestra mente y multiplican nuestra fuerza espiritual, constituyen
nuestra única base para sobrevivir y resistirnos a aquellas situaciones en que, como
personas o naciones, nos vemos amenazados por los efectos de la ponerogénesis,
imposibles de medir según las categorías de una visión del mundo natural. Esta es la
opinión de muchas personas honradas. No podemos contradecir el valor básico de
dicha certeza, pero cuando conduce al desprecio de la ciencia objetiva en esta
área y refuerza el egotismo de la visión natural del mundo, las personas que

sostienen esta convicción ignoran que han dejado de actuar de buena fe.

Ninguna de las religiones más importantes señala la naturaleza del fenómeno


patológico macrosocial. Por ende, no podemos considerar las leyes religiosas como la
base específica para combatir esta grave enfermedad histórica. La religión no
constituye ni un suero específico ni un antibiótico etiotrópico [184] activo para tratar el
fenómeno de la patocracia. Si bien es un factor regenerador para la fortaleza espiritual
de los individuos y de las comunidades, la verdad religiosa carece del conocimiento
naturalista específico que resulta esencial para comprender la patología del fenómeno
y que, simultáneamente, puede ayudar a que la personalidad humana sane y adquiera
inmunidad. En cambio, la fe religiosa y el fenómeno de la patocracia (que pertenece
más al reino terrenal) se encuentran, de hecho, en diferentes planos de la realidad.
Eso también explica por qué no puede existir un verdadero enfrentamiento entre la
religión y el conocimiento ponerológico acerca del fenómeno patológico macrosocial.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Si sólo nos basáramos en los valores religiosos más verdaderos para defendernos
como sociedad y combatir las influencias destructivas de la patocracia, eso equivaldría
a intentar curar una enfermedad aún no comprendida del todo únicamente mediante
medidas que fortalecieran nuestro cuerpo y nuestra alma. En muchos casos, una
terapia general semejante es capaz de brindarnos resultados satisfactorios, pero
resultará insuficiente en otros. Esta enfermedad macrosocial pertenece al segundo
grupo.

Este fenómeno patocrático que hoy ha logrado el mayor alcance en la historia de la


humanidad, manifiesta hostilidad hacia cualquier religión, pero eso no significa que sea
su opuesto. Esta dependencia podría estructurarse de modo diferente en otras
condiciones contemporáneas e históricas. Si nos basamos en los datos históricos,
parece evidente que los sistemas religiosos también han sucumbido a los

procesos ponerogénicos y manifiestan los síntomas de una enfermedad

similar. [185]

Por consiguiente, la base específica para sanar nuestro mundo enfermo, que también
sirve de factor curativo para restaurar todas las facultades de razonamiento de la
personalidad humana, debe ser un tipo de ciencia que ponga en evidencia la esencia
del fenómeno y lo describa con un lenguaje lo suficientemente objetivo. Muchas veces
se utiliza una motivación religiosa para justificar la resistencia a aceptar ese
conocimiento. Dicha barrera es mayormente generada por el egotismo de la visión
natural del mundo, que tiene la costumbre de menospreciar sus valores y tener una
desintegración. Debemos superarla de manera constructiva.

El fenómeno patocrático ha surgido muchas veces a lo largo de la historia,


alimentándose cual parásito de los diversos movimientos sociales, y deformando sus
estructuras e ideologías de una forma característica. Por lo tanto, debe haberse topado
con diversos sistemas religiosos y con toda una gama de trasfondos culturales e
históricos. Podemos aducir dos posibilidades básicas en lo que respecta a la relación

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

entre este fenómeno y un sistema religioso. La primera sucede si la asociación religiosa


misma sucumbe a la infección y al proceso ponerogénico, lo cual conduce al desarrollo
de los fenómenos internos ya mencionados. La segunda se presenta cuando una
patocracia se desarrolla como un parásito sobre un movimiento social cuyo carácter es
secular y político, lo cual inevitablemente conduce a un choque con las organizaciones
religiosas.

En el primer caso, la asociación religiosa se somete a la destrucción desde su interior,


se subordina a metas completamente diferentes de la idea original y sus valores
morales y teosóficos caen presa de la deformación característica, sirviendo así de
disfraz al dominio por parte de individuos patológicos. La idea religiosa se convierte
luego en una justificación para emplear la fuerza y el sadismo en contra de

los infieles, los herejes y las brujas, y simultáneamente, en una droga para

acallar el cargo de consciencia en quienes llevan a cabo dichas

inspiraciones. [186]

Quienquiera que ose criticar lo que sucede, es juzgado con indignación paramoral,
supuestamente en nombre de la idea original y la fe en Dios, pero en realidad, debido a
que piensa y siente dentro de las categorías de las personas normales. Un sistema por
el estilo conserva la apelación de la religión original y muchos otros nombres
específicos, jurando sobre la barba del profeta mientras se sirve de él para su doble
discurso. Algo que originalmente se suponía ayudaría a comprender la verdad
de Dios, ahora azota a las naciones con el látigo del imperialismo.

Cuando estos fenómenos se extienden por mucho tiempo, aquellas personas que aún
mantienen la fe en los valores religiosos se oponen a la situación, lo cual demuestra
que se ha desviado ampliamente de la verdad. Desafortunadamente, lo harán sin
comprender la naturaleza y las causas del fenómeno patológico (es decir, se basarán
en las categorías morales), cometiendo entonces el error maléfico con que ya estamos
familiarizados. Sacarán ventaja de alguna situación geopolítica que se les permita,

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

protestando contra la situación, extrayéndose del sistema original y creando diversos


cultos y comuniones.

Este tipo de crisis puede ser vista como una consecuencia característica de los casos
en que esta enfermedad infecta cualquier movimiento, ya sea religioso o secular. El
conflicto religioso resultante asume el carácter de divisiones políticas, separándose del
sistema original y provocando la guerra entre los diversos creyentes de un mismo dios.

Como ya sabemos, tras esa situación se llega a una fase de disimulo una vez que
comienza a desaparecer el rencor humano. Sin embargo, esta forma de patocracia
durará por mucho más tiempo que aquella que se alimenta de un movimiento no
religioso. Los seres humanos no pueden comprender con facilidad el proceso completo
dentro de su marco de referencia, ya que el contexto se extiende durante muchas
generaciones. Por ende, las críticas que emitan se limitarán a los interrogantes con los
cuales están inmediatamente familiarizados. Aun así, eso da progresivamente
nacimiento a un frente de oposición entre las personas sensatas, y si bien no está aún
bien coordinado, instiga cierta evolución dentro de cualquier grupo que se haya
generado. Dicha evolución tendrá por objetivo reactivar los valores religiosos
originales o superar las deformaciones que hayan sufrido.

El éxito de este proceso dependerá de dos condiciones: si la idea original ha sido


contaminada desde el comienzo por un factor patológico, la meta se vuelve

inalcanzable. Pero en caso de que haya sido posible alcanzarla, nuestra


aproximación asintomática nos ubicará en una posición donde, a fin de eliminar
definitivamente los efectos de la enfermedad que hemos combatido, necesitaremos
alcanzar una visión objetiva de su propia esencia y de su historia . De lo
contrario, resultará imposible eliminar las deformaciones patológicas restantes,
secuelas que podrían sobrevivir y convertirse en un factor facilitador para una nueva
contaminación.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Algunos grupos religiosos pueden haber sido creados por individuos portadores de
anomalías psicológicas. En particular, debemos estar atentos a las caracteropatías
altamente paranoides y al papel que desempeñan en la instigación de nuevas fases de
la ponerogénesis, tal y como ya lo he descrito. Esas personas deforman el mundo de la
experiencia de las personas normales (incluyendo la experiencia religiosa); a esto se
suma fácilmente el hechizo de su propia personalidad y la de los demás, una conducta
fascinadora que imponen a la gente mediante el egotismo patológico. Hoy en día
podemos observar ramas marginales del cristianismo que sin duda se iniciaron de esta
manera.

Si una religión que más tarde se divide en numerosas variantes doctrinales ha


comenzado así, los procesos regenerativos que mencioné anteriormente y que se
aplican gracias a un sentido común saludable, provocarán un avance que las
autoridades de la iglesia percibirán como una amenaza a la existencia de su credo. Por
consiguiente, a fin de proteger su propia fe y su posición social, recurrirán a la
violencia en contra de cualquiera que se atreva a enunciar críticas o a

incitar a la liberalización. Así vuelve a comenzar el proceso patológico. Es probable


que eso sea lo que estamos presenciando hoy en día.

Sin embargo, el simple hecho de que una asociación religiosa haya caído en manos
del proceso de ponerización no constituye una prueba de que la gnosis o la visión
original hayan sido contaminadas desde el principio por errores que dieron lugar a la
invasión de factores patológicos, o que esta última haya sido un producto de la
influencia de dicha gnosis. Para que los factores patológicos logren infectar y
degenerar cada vez más un movimiento religioso, basta con que éste sucumba a la
contaminación un tanto más tarde en el transcurso de su historia, es decir, como
resultado de la influencia excesiva de arquetipos que en primera instancia resultaban
ajenos a la civilización secular, o de compromisos aceptados que beneficiaron los
objetivos de los gobernantes del país.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Mediante este breve resumen, estoy reiterando las causas y las leyes del proceso
ponerogénico a las que ya he hecho referencia, sólo que esta vez con respecto a los
grupos religiosos. Pero también debemos resaltar ciertas diferencias importantes.
Históricamente hablando, las agrupaciones religiosas constituyen las estructuras
sociales más persistentes y duraderas. El proceso ponerológico en esos grupos
sigue su curso dentro de un período más largo . En efecto, el hombre siente tanta
necesidad por la religión que cada uno de esos grupos, siempre y cuando sea lo
suficientemente numeroso, contará con una cantidad importante de personas normales
(generalmente la mayoría) que no se desalentarán, y constituirán un ala permanente
que inhibirá el proceso de ponerización. Entonces, el equilibrio de la fase de disimulo
es a su vez beneficioso para quienes poseen sentimientos humanos y religiosos
normales. Aun así, las generaciones aisladas pueden tener la impresión de que el
estado observado en el presente representa las características permanentes y
esenciales de dicha religión, incluyendo los errores que les resultan imperdonables.

Por consiguiente, debemos plantear la siguiente pregunta: ¿Puede acaso la acción


más constante y prudente, basada en una visión del mundo natural y en las reflexiones
teológicas y morales, eliminar por completo los efectos de un proceso ponerológico del
que ya se ha liberado hace tiempo?

Un psicoterapeuta dudaría que la respuesta a esta pregunta fuera afirmativa, si se


basa en la experiencia que ha adquirido con algunos de sus pacientes. La única forma
de eliminar las consecuencias con que nos marca la influencia de los factores
patológicos, es dándonos cuenta de que hemos sido víctimas de ellos. Podríamos
comparar este método de corrección minuciosa y detallada que se propone en la
pregunta de más arriba, a la tarea de un restaurador de arte que, en lugar de remover
todas las capas previas de pinturas que recibió la obra y dejar al desnudo el trabajo
original del autor, opta por conservar algunas de las correcciones fallidas para la
posteridad.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Aun si vencen la condición impuesta por el tiempo que lleva el proceso de curación,
esos esfuerzos por desatar paso a paso los nudos, basándose en una visión del mundo
natural, sólo conduce a una interpretación moralizante de los efectos provocados por
factores patológicos incomprendidos, lo cual puede generar pánico y la tendencia a
aislarse con la ilusión de hallarse en un sitio más seguro. Si eso sucede, el organismo
del grupo religioso conservará gérmenes patógenos latentes de la enfermedad, los
cuales se activarán cuando la situación lo permita.

Por consiguiente, deberíamos tomar consciencia de que seguir el camino de la


apercepción naturalista del proceso de la génesis del mal, atribuyendo la “culpa” a la
influencia de diversos factores patológicos, puede aliviar nuestra mente del peso que
representan los resultados perturbadores de una interpretación moralizante acerca del
papel que cumplen dichos factores durante la ponerogénesis. Esto también permite
identificar en mayor detalle y eliminar definitivamente los resultados de su acción. El
lenguaje objetivo no sólo resulta ser una herramienta más precisa y económica para
lograrlo, sino que también es más seguro emplearlo a la hora de lidiar con situaciones
difíciles y asuntos más delicados.

Hallar ese tipo de solución más precisa y consistente a los problemas heredados tras
siglos de ignorancia ponerológica es posible cuando una religión representa una
corriente de gnosis y de fe que originalmente era lo suficientemente

auténtica. Un enfoque valiente para remediar las condiciones causadas ya sea por
procesos ponéricos perceptibles en la actualidad o por una supervivencia perseverante
y crónica de una situación del pasado, requiere, entonces, que aceptemos esta nueva
ciencia y que tengamos una clara convicción acerca de la verdad original y de la
ciencia básica. De lo contrario, las dudas bloquearán cualquier intento al quedar
invadidas por un miedo algo subjetivo, por más reprimidas que hayan quedado en lo
profundo del subconsciente. Debemos estar convencidos de que la Verdad es
capaz de soportar un lavado intenso con un detergente moderno; no sólo no

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

perderá sus valores eternos, sino que, de hecho, recuperará su frescura

original y sus colores nobles.

En el segundo caso posible ya mencionado, cuando el proceso ponerogénico que


conduce a la patocracia afecta un movimiento político y secular, la situación de la
religión de ese país será completamente diferente. Es inevitable que se produzca una
polarización en las diferentes actitudes con respecto a la religión. Una facción creyente
de la sociedad no puede evitar asumir una actitud crítica, convirtiéndose así en una
fuente de apoyo para la oposición del lado de la sociedad de personas normales. Esto
desata a su vez una actitud aún más intolerante hacia la religión por parte del
movimiento que ha sido afectado por este fenómeno. Por tanto, una situación
semejante expone a la religión de una sociedad a la destrucción física.

Cuando la patocracia surge mediante un proceso autónomo, significa que

los sistemas de religión que dominan aquel país fueron incapaces de

prevenirlo a tiempo.

En reglas generales, las organizaciones religiosas de cualquier país gozan de un


poder de influencia suficiente en la sociedad como para ser capaces de oponerse al
mal emergente, si actúan con coraje y sensatez. Pero los casos en que no logran
hacerlo se deben a la fragmentación y los conflictos entre las diversas denominaciones,
o bien a la corrupción interna del sistema religioso. Como resultado, las organizaciones
religiosas llevan mucho tiempo tolerando e incluso inspirando sin sentido crítico el
desarrollo de la patocracia. Esta debilidad más tarde se convierte en la causa de las
catástrofes religiosas.

En el caso de una patocracia producto de una infección artificial, la responsabilidad


del sistema religioso puede ser menor, aunque generalmente concreta. Se justifica
que un país exonere a los sistemas religiosos si la patocracia ha sido

impuesta a la fuerza. En esta situación, surgen situaciones específicas: las

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

organizaciones religiosas gozan de una posición defensiva moralmente más fuerte, son
capaces de aceptar las pérdidas materiales, y pueden atravesar su propio proceso de
recuperación.

Los patócratas pueden llegar a utilizar medios brutales y violentos para combatir la
religión, pero les resulta muy difícil atacar la esencia de las convicciones religiosas. La
propaganda que difunden resulta demasiado primitiva y favorece los fenómenos de
inmunización o resistencia que ya conocemos entre las personas normales,
provocando finalmente una reacción moral opuesta a la que se pretendía

crear. Los patócratas sólo pueden emplear la fuerza bruta para destruir la religión
cuando perciben que es frágil. Quizás actúen en base al principio de “divide y
vencerás” si existen diversas denominaciones con una larga historia de enemistad,
pero los efectos de dichas medidas suelen ser efímeros y puede conducir a la unión de
las diferentes confesiones.

El conocimiento práctico específico que la sociedad de personas normales adquirió


bajo un régimen patocrático, sumado al fenómeno de la inmunización psicológica,
comienza a ejercer su propio efecto característico sobre la estructura de las
denominaciones religiosas. Si un sistema religioso sucumbió a la infección
ponerogénica en algún momento de su historia, los efectos secundarios y crónicos
sobreviven durante siglos. Como ya hemos hecho notar, intentar remediar esta
situación mediante reflexiones filosóficas y morales genera dificultades psicológicas
específicas. No obstante, bajo el régimen patocrático y a pesar del abuso que ha
sufrido un organismo religioso, sus anticuerpos específicos lograrán activarse y eliminar
los gérmenes patológicos que hayan sobrevivido hasta ese momento.

Un proceso específico como éste tiene por objetivo liberar la estructura religiosa de
las deformaciones que obtuvo a raíz de los factores patológicos que ya conocemos.
Dado que el surgimiento de la patocracia bajo diversos disfraces a lo largo de la historia
es el resultado de ciertos errores humanos que abrieron las puertas al fenómeno
patológico, también debemos tener en cuenta la otra cara de la moneda. Nos

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

corresponde comprenderlo según aquella ley subestimada, cuando el efecto de una


estructura causativa particular tiene su propio significado teleológico [187]. Sin
embargo, sería de gran ayuda para este proceso de recuperación si estuviese
acompañado de una mayor toma de consciencia acerca de la naturaleza de los
fenómenos, ya que ésta actúa de manera similar en cuanto al desarrollo de la
inmunidad psicológica y la sanación de la personalidad. Dicha toma de consciencia
también podría ayudarnos a elaborar planes de acción más seguros y efectivos.

Si las personas y los grupos que creen en Dios son capaces de aceptar y comprender
objetivamente los fenómenos patológicos macrosociales, en especial aquel que es más
peligroso para ellos, naturalmente se producirá un separación entre los problemas
religiosos y los ponerológicos, que ocupan cualitativamente diferentes planos de la
realidad. Eso permitirá que la Iglesia vuelva a concentrarse en los interrogantes
relacionados con la relación que existe entre el hombre y Dios, tema que forma parte
de su vocación. Por su parte, la ciencia y las instituciones políticas podrán enfocarse en
el desarrollo de la resistencia a los fenómenos ponerológicos y en cómo compartirla
con el resto del mundo, gracias a medidas basadas en una comprensión naturalista de
la esencia y el origen del mal. Dicho esto, esta repartición de tareas nunca podrá ser
del todo consistente, ya que la génesis del mal incluye la participación de los errores
morales humanos, la eliminación de los cuales ha sido siempre una de las
responsabilidades de las agrupaciones religiosas, que intentaron combatirlos mediante
premisas morales.

Algunas confesiones y cultos que están sujetos a un régimen patocrático, se ven


obligados a involucrarse demasiado en temas que comúnmente llamamos políticos, o
incluso en asuntos económicos. Esto es necesario tanto para proteger la existencia de
la propia organización religiosa como para ayudar a sus hermanos en la fe y a otros
ciudadanos que sufren los abusos del sistema. Sin embargo, es importante evitar que
eso se convierta en una situación permanente que genere costumbres y tradición, ya
que dificultaría la tarea de regresar a un gobierno del hombre normal.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

A pesar de las diferencias de convicción y tradición que existen entre los diversos
credos, el esfuerzo cooperativo por parte de las personas de buena voluntad debería
fundarse sobre las bases de la convergencia característica que notamos existe entre
las conclusiones que deducimos de los preceptos de las Escrituras Cristianas (y las de
otras religiones monoteístas) y la visión ponerológica acerca de la génesis del mal. En
realidad, los creyentes de diversas religiones y cultos creen en el mismo dios, y hoy día
están siendo amenazados por el mismo fenómeno macrosocial. Esta es información
suficiente para aspirar a la cooperación cuando se trata de realizar logros cuyo valor
resulta tan obvio.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

NOTAS DE PIE DE PÁGINA

[184]: Que ataca al agente etiológico de una enfermedad, es decir, su causa. – NdT

[185]: Sin mencionar el hecho de que el gobierno neoconservador de Bush está


utilizando la ideología del sionismo cristiano para enmascarar la patocracia. – NdE

[186]: Como actualmente sucede en Estados Unidos y en Israel. – NdE

[187]: supra nota 56. – NdT

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

CAPITULO IX: UNA TERAPIA PARA EL MUNDO

Durante siglos, se realizaron esfuerzos por tratar diversas enfermedades según


interpretaciones ingenuas y la experiencia transmitida de generación en generación.
Esta práctica no fue en vano, ya que en muchos casos produjo resultados favorables.
La sustitución de esta medicina tradicional por la ciencia moderna en Europa provocó,
al principio, el deterioro inicial de la salud de la población. Sin embargo, fue solo con la
ayuda de la ciencia moderna que se consiguió vencer muchas enfermedades que la
medicina tradicional había sido incapaz de erradicar. Esto fue posible gracias a una
comprensión naturalista de la enfermedad y de sus causas, lo cual sentó las bases
para contrarrestarlo.

Con respecto a los fenómenos analizados en este libro, nuestra situación es similar a
la crisis que acabo de mencionar con respecto a la salud de los países europeos.
Dejamos atrás la organización sociomoral tradicional, pero aún no hemos
elaborado una ciencia capaz de llenar el vacío que eso produjo. Por tanto, necesitamos
establecer nuevos criterios que se conviertan en la base de una disciplina análoga de
estructura duradera; al hacerlo, se lograría simultáneamente satisfacer una necesidad
apremiante en el mundo actual.

De acuerdo con lo que se sabe hasta la fecha, es posible hallar un tratamiento


efectivo para combatir una enfermedad una vez que se ha comprendido su esencia,
sus factores etiológicos, sus propiedades, y el ciclo patodinámico dentro de organismos
con propiedades biológicas diferentes. Se ha demostrado que una vez que se obtiene
este tipo de conocimiento, la tarea de encontrar el tratamiento adecuado resulta menos
riesgosa y difícil. Para los médicos, la enfermedad representa un fenómeno biológico
interesante, o incluso fascinante. A menudo han aceptado el riesgo del contacto con
factores patogénicos contagiosos y han sufrido pérdidas con el fin de comprender la
enfermedad, y así ser capaces de curar a las personas. Gracias a esos sacrificios,

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

lograron desarrollar tratamientos etiotrópicos, así como métodos de inmunización


artificial del cuerpo humano para prevenir enfermedades. Por consiguiente, incluso la
salud del médico está mejor protegida hoy en día, pero debe cuidarse de nunca
despreciar al paciente ni la enfermedad que éste padece.

Cuando nos enfrentamos a un fenómeno patológico macrosocial que requiere que


procedamos de una manera análoga al principio que rige la medicina moderna, y en
especial en relación con enfermedades que se propagan rápidamente dentro de la
población, la ley exige medidas necesarias y rigurosas que incluso la población sana
está obligada a respectar. Cabe también destacar que, generalmente, las personas y
las organizaciones con ideologías de izquierda suelen manifestar más
consistentemente esta actitud en situaciones por el estilo, y exigen grandes sacrificios
en nombre del bien común.

También debemos tomar consciencia de que el fenómeno que nos acecha es análogo
a aquellas enfermedades para las cuales la medicina tradicional demostró ser
inadecuada. Por tanto, a fin de superar la situación actual, debemos emplear nuevos
tratamientos basados en la comprensión de la esencia y las causas del fenómeno
patocrático, es decir, siguiendo principios análogos a los que rigen la medicina
moderna. El camino hacia la comprensión del fenómeno ha sido mucho más arduo y
peligroso que aquél que, gracias a esta base, debería llevarnos a hallar tratamientos
terapéuticos justificados desde el punto de vista naturalista y moral, y organizados
adecuadamente. Estos métodos son potencialmente viables, ya que derivan de una
comprensión del fenómeno en sí y se convierten en una extensión de éste. En esta
“enfermedad”, como en muchos casos tratados por psicoterapeutas, la mera
comprensión ya comienza a sanar la personalidad del ser humano. Yo pude
comprobarlo en la práctica con casos individuales. También veremos que muchos
resultados basados en la experiencia son aplicables de manera similar.

Luego de varias idas y vueltas, es de conocimiento general lo insuficiente que


resultan los esfuerzos basados en incluso los mejores valores morales. Por otro lado,

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

las poderosas armas militares que amenazan a toda la humanidad pueden


considerarse algo tan indispensable como una camisa de fuerza, cuyo uso disminuye
en directa proporción con las habilidades desarrolladas por quienes gobiernan la
conducta de quienes han sido puestos en manos del arte de sanar. Necesitamos
medidas que puedan alcanzar a todas las personas y naciones, y operar según las
causas reconocidas de enfermedades graves.

Estas medidas terapéuticas no pueden limitarse al fenómeno de la patocracia. La


patocracia siempre encontrará un terreno propenso a su expansión si algún país
independiente padece un estado infeccioso avanzado de histerización, o si una
pequeña casta privilegiada oprime y explota a otros ciudadanos, marginándolos y
manteniéndolos en la oscuridad; siempre se puede perseguir a quienquiera que esté
dispuesto a curar el mundo, e incluso se cuestionará su derecho moral de hacerlo. De
hecho, la maldad en el mundo constituye un continuo: una clase de mal da cabida a
otra, sin importar cuál sea su esencia cualitativa o los lemas ideológicos que la
disfrazan.

También se torna imposible hallar acciones terapéuticas efectivas si la mente de


aquellos que asumen estas tareas está afectada por una tendencia al pensamiento
conversivo (tal como la selección o la sustitución subconsciente de datos) o si una
doctrina que impide la percepción objetiva de la realidad se vuelve obligatoria. En
especial, una doctrina política para la cual un fenómeno macrosocial patológico se ha
convertido en dogma (acorde con su ideología ampliamente difundida), impide
comprender su naturaleza real al punto tal que resulta imposible adoptar medidas
apropiadas. Quienquiera que esté al mando de administrar el suministro de estas
acciones debería someterse a un examen previo o incluso a alguna clase de
psicoterapia con el fin de eliminar toda tendencia hacia el pensamiento descuidado, por
más leve que sea.

Como cualquier tratamiento administrado de forma eficiente, la terapia para el mundo


presenta dos exigencias básicas: fortalecer el potencial de defensa general de la

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

comunidad y atacar su enfermedad más peligrosa, si es posible de manera etiotrópica


[188]. Teniendo en cuenta todos los aspectos mencionados en el capítulo 4, donde
expuse la teoría detrás de la ponerología, los esfuerzos terapéuticos deberían apuntar
a que, tanto el modo de operar de los factores que componen la génesis del mal como
el funcionamiento de la ponerogénesis en sí, fueran sometidos a controles por parte de
la consciencia científica y social.

Tampoco resulta adecuado depender únicamente de la información confiable basada


en preceptos morales (sin importar cuán sinceros parezcan), del mismo modo en que
no sería suficiente actuar basándose solamente en los datos provistos en este libro,
ignorando el apoyo fundamental de los valores morales. Si bien la actitud del
ponerólogo subraya en primer lugar los aspectos naturalistas de los fenómenos, eso no
significa que los más tradicionales hayan perdido valor. Por ende, los esfuerzos
realizados con el fin de dotar a las naciones con el orden moral social necesario,
deberían conformar una segunda ala que trabaje en paralelo y se apoye en los
principios naturalistas.

Las sociedades contemporáneas fueron empujadas a un estado de decadencia moral


a finales del siglo XIX y principios del siglo XX; el mayor deber de nuestra generación
consiste en guiarlas hacia la salida, algo que siempre debería constituir una actividad
de trasfondo. La postura básica debería basarse en intentar cumplir con el
mandamiento de amar al prójimo, incluyendo a aquellos que han cometido un mal
considerable, y aun cuando este amor nos guíe a adoptar medidas profilácticas para
proteger a otros de ese mal. Sólo es posible tener éxito en un gran emprendimiento
terapéutico cuando al embarcarnos en la tarea, lo hacemos bajo el control honesto de
la conciencia moral, moderando nuestras palabras y meditando largo y tendido antes
de actuar. Cuando lo consigamos, la ponerología demostrará su utilidad práctica a la
hora de realizar esta tarea. La gente y los valores maduran mientras están en acción.
Por tanto, una síntesis de las enseñanzas morales tradicionales y de este nuevo
enfoque naturalista sólo puede lograrse mediante una conducta razonada.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

La verdad es un agente sanador

Sería difícil sintetizar aquí lo que tantos autores famosos han escrito sobre el papel
psicoterapéutico que desempeña el hecho de lograr que una persona tome consciencia
de lo que ha ocupado su subconsciente, reprimido a cuestas de un esfuerzo doloroso y
constante, ya fuese porque temía mirar de frente alguna verdad incómoda, o carecía de
datos objetivos para arribar a conclusiones correctas, o bien porque era demasiado
orgullosa como para atreverse a reconocer conscientemente que se había comportado
de manera absurda. Además de ser un proceso bien conocido por los especialistas, se
ha convertido en un tema de bastante conocimiento general.

En cualquier método o técnica de psicoterapia analítica, o “psicoterapia autónoma”


según el término acuñado por T. Tzasz [189], la mayor motivación en juego consiste en
sacar a la superficie cualquier material que haya sido reprimido de la consciencia por
medio de la selección subconsciente de datos, o abandonado debido a problemas de
índole intelectual. Esto va acompañado de cierta desilusión ante las sustituciones y
racionalizaciones construidas, por lo general, en proporción a la cantidad de material
reprimido.

En muchos casos, sucede que el material que eliminamos de la mente consciente


debido al temor, y que sustituimos con frecuencia por asociaciones mucho menos
dolorosas en apariencia, nunca habría generado efectos tan peligrosos si hubiéramos
tenido el coraje de percibirlo de manera consciente en su momento. Si ese hubiera sido
el caso, habríamos estado en condiciones de hallar un modo independiente y creativo
de salir del embrollo.

Sin embargo, en algunos casos, y en especial a la hora de tratar fenómenos difíciles


de comprender según las categorías de nuestra visión natural del mundo, a fin de
ayudar a un paciente a superar sus problemas es necesario que le proporcionemos
datos cruciales y objetivos (generalmente pertenecientes a las áreas de la biología, la
psicología, y la psicopatología), y que le señalemos las dependencias concretas que

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

antes era incapaz de comprender. Es en esa etapa del tratamiento psicoterapéutico


cuando instruir al paciente se convierte en nuestra tarea principal. Después de todo, él
o ella necesitan esta información adicional para volver a integrar su personalidad, y
desarrollar una nueva visión del mundo que se adecue más a la realidad. Sólo
entonces podremos proseguir hacia los métodos más tradicionales. Si nuestra tarea ha
de beneficiar a la gente que ha vivido bajo la influencia de un sistema patocrático,
seguir estos pasos es lo más apropiado; la información objetiva proporcionada a los
pacientes debe provenir de una comprensión de la naturaleza del fenómeno.

Tal y como lo mencioné anteriormente, durante mi trabajo con pacientes que habían
adquirido una neurosis tras la influencia de condiciones sociales patocráticas, pude
observar el funcionamiento del proceso por el cual se lleva a una persona a tomar
consciencia de la esencia y las propiedades de este fenómeno macrosocial. En países
dominados por ese tipo de gobierno, prácticamente todas las personas normales
adoptan una respuesta neurótica en mayor o menor grado. Al fin y al cabo, la neurosis
es la respuesta normal de la naturaleza humana ante el sometimiento a un

sistema patocrático.

A pesar de la ansiedad que provocan dichas intervenciones psicoterapéuticas que


requieren que tanto el profesional como el paciente se armen de coraje, mis pacientes
asimilaron rápidamente la información objetiva que les proporcioné. Además, la
complementaron con sus propias experiencias, solicitaron datos adicionales y me
pidieron que verificara si estaban aplicando correctamente lo aprendido. Poco tiempo
después, su personalidad se reintegró espontánea y creativamente, y fueron capaces
de reconstruir su visión del mundo de modo similar. En las sesiones de psicoterapia
que tuvimos a continuación, les brindé asistencia en aquel proceso cada vez más
autónomo y en la resolución de problemas individuales, es decir, empleando un
enfoque más tradicional. Estas personas dejaron atrás sus tensiones crónicas;
adoptaron una visión cada vez más realista de aquella realidad patológica, y la
decoraron con humor. Logramos consolidar mucho más de lo esperado su capacidad
para preservar la higiene psicológica, y analizarse y enseñarse a sí mismos.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Adquirieron una mayor habilidad para lidiar con los problemas de la vida práctica, y
fueron capaces de aconsejar sabiamente a otros. Desafortunadamente, en esos
tiempos era muy limitada la cantidad de personas en quienes el psicoterapeuta podría
confiar lo suficiente.

Deberíamos poder lograr un efecto similar en la escala macrosocial, algo


técnicamente viable dadas las condiciones actuales. Cuando actuemos a ese nivel,
podrá resurgir libremente la interacción espontánea entre individuos que comprendan el
tema y se multiplicarán los fenómenos terapéuticos en el seno de la sociedad. Estos
últimos despertarán una reacción social cualitativamente nueva y, probablemente,
bastante turbulenta. Deberíamos estar preparados a que eso suceda, para luego poder
restablecer la calma. Finalmente, este cambio aportará una sensación general de
relajación y el triunfo de la ciencia genuina sobre el mal. Esto no puede ser invalidado
mediante ningún método verbal, e incluso la fuerza física pierde todo sentido. Emplear
medidas tan diferentes de las conocidas hasta el momento brindará la sensación de
que “se ha acabado una era” durante la cual se permitió que emergiera y se
desarrollara este fenómeno macrosocial, pero que habrá comenzado a morir. Eso iría
acompañado de una sensación de bienestar entre las personas normales.

Dentro de esta psicoterapia global que propongo, el material adicional objetivo bajo la
forma de una comprensión naturalista del fenómeno constituye la piedra angular. Por
tanto, este libro contiene una recopilación de los datos más esenciales que he podido
obtener y que he presentado aquí con un enfoque parcialmente simplificado. No caben
dudas de que no representa la totalidad del conocimiento requerido, y será necesario
suplementarlo. Por otro lado, he dedicado menos atención a los métodos, ya que eso
equivaldría a duplicar la descripción de aquellos tipos de terapias que muchos
especialistas ya conocen y emplean en su profesión.

El propósito de esta psicoterapia es que el mundo recobre su capacidad de utilizar el


sentido común sano e incorpore visiones del mundo basadas en datos científicamente
comprobados y adecuadamente popularizados. El nivel de consciencia así generado

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

será mucho más apropiado para lidiar con la realidad que ha sido malinterpretada hasta
hace muy poco tiempo. Por consiguiente, el ser humano actuará con más racionalidad
cuando aplique estos conocimientos, será más independiente y más habilidoso a la
hora de resolver los problemas de la vida, y se sentirá más seguro. Esta tarea no es
nada nuevo; es así como el psicoterapeuta se gana el pan diario. El problema no es
teórico, sino más bien técnico. Es decir, radica en saber cómo difundir a lo largo y
ancho del planeta estas influencias que tan desesperadamente necesita la humanidad.

Todo psicoterapeuta debe estar preparado para enfrentar las dificultades causadas
por la resistencia psicológica, que se debe a actitudes y convicciones persistentes cuya
falta de fundamento queda revelada en el curso de la terapia. En particular al trabajar
con grupos numerosos, notamos que este tipo de resistencia se manifiesta de forma
más evidente. Aun así, entre los miembros de esos grupos, encontramos aliados que
nos permiten romper dichas resistencias. A fin de permitir una visualización de estos
casos, permítaseme retomar el ejemplo de la familia N, en la que alrededor de doce
personas fueron partícipes del abuso de un joven inteligente y afable, un chivo
expiatorio de trece años.

Cuando expliqué a los tíos y las tías del muchacho que habían vivido durante años
bajo la influencia de una persona psicológicamente anormal, y que habían aceptado su
mundo ilusorio como si fuese real, participando (como si fuese un honor hacerlo) en la
venganza de esa mujer hacia aquel joven que supuestamente era culpable de sus
fracasos, incluyendo los errores que ella había cometido años antes de dar a luz, el
golpe emocional que experimentaron reprimió temporalmente la indignación que
sentían al oírme emitir semejante juicio. Cuando hube terminado, no me atacaron,
probablemente porque este hecho ocurrió en una oficina del servicio de salud pública, y
porque yo llevaba puesto mi delantal blanco, uniforme que solía vestir cada vez que no
me sentía en total seguridad. Así que sólo recibí amenazas verbales. Sin embargo, una
semana más tarde, comenzaron a regresar uno tras otro, pálidos y tristes. Si bien no
les fue fácil hacerlo, me ofrecieron su cooperación para ayudar a reparar la situación
familiar y el futuro de aquel desafortunado muchacho.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Muchas personas sufren un shock inevitable y reaccionan con oposición, protestas y


la desintegración de su personalidad cuando se les informa que han estado bajo la
influencia fascinadora y traumática de un fenómeno patológico macrosocial, sin
importar si eran seguidores u oponentes de la misma. En muchas personas se
despierta una actitud ansiosa de protesta cuando restamos importancia a la ideología
que solían condenar, o bien aceptar de alguna manera, pero que en todo caso
consideraban como un factor guía.

Las protestas más vehementes provendrán de aquellas personas que se consideran


justas por haber condenado ese fenómeno macrosocial con cierto talento literario y en
voz alta, utilizando el nombre de la ideología más actual y haciendo un uso excesivo de
interpretaciones moralizantes con respecto a los fenómenos patológicos. Forzarlas
hacia una apercepción correcta de la patocracia equivaldrá a una tarea sisifiana [190],
ya que eso requeriría que tomasen consciencia de que sus esfuerzos colaboraron con
objetivos contrarios a lo que pretendían lograr. Especialmente si están comprometidos
profesionalmente en esas actividades, es más práctico evitar que liberen su agresión;
en algunos casos, podríamos incluso llegar a la conclusión de que esas personas ya
han avanzado demasiado en edad como para beneficiarse de la terapia.

Transformar la visión del mundo en quienes viven en países con sistemas del hombre
normal resulta ser una tarea aún más problemática, ya que se habrán aferrado de
manera mucho más egotista a percepciones ficticias que les fueron inculcadas desde la
infancia, lo cual dificulta aún más la tarea de reconciliarse con el hecho de que existen
cuestiones que su sistema conceptual natural no logra asimilar. A eso se suma que
carecen de la experiencia específica de quienes han vivido durante años bajo
regímenes patocráticos. Por lo tanto, debemos estar preparados a cierta resistencia y
ataque en aquellos que protegen no sólo sus profesiones y sus cargos sociales, sino
también su personalidad, ya que intentan evitar que se produzca una desintegración
dolorosa. Sin dejarnos llevar por ese distanciamiento, debemos contar con las
reacciones favorables por parte de la mayoría.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

El grado de aceptación de esta psicoterapia será diferente en países donde ya se han


creado sociedades de personas normales, que ofrecen una sólida resistencia al
régimen patocrático. Ya hace tiempo que dichos países se han convertido en tierra fértil
para sembrar las semillas de la verdad objetiva y de la comprensión naturalista, gracias
a muchos años de experiencia, sumados a una familiaridad práctica con el fenómeno y
a una inmunización psicológica. Explicarles la esencia del fenómeno macrosocial será
visto, entonces, como una psicoterapia tardía que, lamentablemente, debería haber
sido proporcionada mucho antes (y habría permitido al paciente evitar muchos errores).
No obstante, resulta útil ya que proporciona orden y relajación, y permite medidas
racionales posteriores. Estos datos, aceptados por medio de un proceso bastante
doloroso en esos países, serán asociados con la experiencia ya obtenida. No surgirán
protestas inspiradas en el egoísmo o el egotismo. La gente apreciará mucho más
rápidamente el valor de una visión objetiva, ya que asegura el fundamento de una
actividad basada en la razón. Poco después, la sensación de realismo al percibir el
mundo que los rodea, seguida por el sentido del humor, comenzaría a compensar a
estas personas por la experiencia a la que han sobrevivido. Es decir, tras la
desintegración que esta terapia provocó en su personalidad.

Esta desintegración de su anterior visión del mundo generará, por un tiempo, una
sensación incómoda de vacío. Los terapeutas conocen bien la consiguiente
responsabilidad de suplir este hueco, tan rápido como sea posible, con información
más creíble y fidedigna que los contenidos previos, ayudando de este modo a evitar
que el paciente vuelva a emplear métodos primitivos para reintegrar su personalidad.
En la práctica, es más aconsejable minimizar la ansiedad del paciente
comprometiéndose a brindarle material adecuadamente demostrado, mediante datos
verídicos. Luego el terapeuta ha de cumplir con esta promesa, anticipando
parcialmente que surjan estados desintegrativos. He podido comprobar el éxito de esta
técnica en casos individuales, y aconsejo aplicarla a gran escala, ya que es segura y
efectiva.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Para aquellos que ya han desarrollado una inmunidad psicológica natural y han
aumentado su resistencia a la influencia destructiva de la patocracia sobre su
personalidad, todo ello gracias a que tomaron consciencia de la esencia de dicho
sistema, esta terapia puede parecer menos importante, pero no por ello carece de
valor, ya que los conduce a una inmunización más fuerte y reduce la tensión nerviosa,
un peso asociado con este proceso. Por otro lado, para aquellas personas que gozan
de una buena posición social y constituyen la nueva clase media, la acción
inmunizadora provista gracias a la toma de consciencia acerca del fenómeno puede
generar un efecto sobre sus dudas ya existentes e inclinar la balanza, haciendo que
cambien de actitud en dirección hacia la decencia.

El segundo aspecto clave de dichas operaciones que debemos tener en cuenta es la


influencia que esta conducta instructiva ejerce en la personalidad de los patócratas.

En el curso de una psicoterapia individual, tendemos a evitar que los pacientes tomen
consciencia de que padecen anomalías permanentes, especialmente cuando tenemos
razones para creer que éstas se basan en factores hereditarios. Aun así, estar al tanto
de la existencia de esas condiciones sirve de guía a los psicoterapeutas al momento de
tomar decisiones. Sólo informamos al paciente de su situación cuando se comprueba
que existe una pequeña lesión en el tejido cerebral, y a fin de poder ayudarlo a tolerar
mejor sus dificultades y a eliminar temores innecesarios. Pero si trabajamos con
pacientes psicópatas, abordamos sus trastornos mediante un lenguaje alusivo y
discreto, teniendo en cuenta que poseen cierto grado de conocimiento de sí, y
procedemos con técnicas que apuntan a modificar el comportamiento a fin de corregir
su personalidad, sin olvidar tampoco los intereses de la sociedad.

En lo que respecta a las operaciones a escala macrosocial, es evidente que no será


posible aplicar las tácticas precavidas que acabo de mencionar. Será inevitable no
traumatizar a los patócratas hasta cierto punto, e incluso lo haremos de una forma
intencional y moralmente justificada a favor de la paz en la Tierra. Sin embargo, al
mismo tiempo nuestra actitud deberá basarse en la aceptación de hechos biológicos y

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

psicológicos, por lo que deberemos renunciar a toda interpretación cargada de


contenido moral o emocional al referirnos a sus trastornos psicológicos. Para llevar a
cabo esta labor, nuestra prioridad debe ser el bien de la sociedad, sin por lo tanto
abandonar nuestra actitud psicoterapéutica o castigar a aquellos cuyo grado de culpa
somos incapaces de evaluar. De olvidar este punto importante, aumentaríamos el
riesgo de generar una reacción incontrolada en estos individuos anormales, y podría
resultar en una catástrofe mundial.

Al mismo tiempo, tampoco deberíamos alimentar temores excesivos, por ejemplo, al


afirmar que estas actividades instructivas quizás provoquen demasiadas reacciones
drásticas entre los patócratas, como una ola de crueldad o de suicidio. ¡No es cierto!
Aquellos individuos descritos como psicópatas esenciales, además de otros portadores
de anomalías hereditarias relacionadas, se han sentido psicológicamente diferentes
desde que eran niños. Revelarles esta información es menos doloroso que si, por
ejemplo, debiéramos insinuar a una persona normal que presenta cierta anomalía
psicológica. La facilidad con la que reprimen de su mente consciente el material
desagradable, los protegerá de manifestar reacciones violentas.

¿Qué pueden hacer si ya ninguna ideología les sirve de máscara? Una vez que se ha
revelado científicamente la esencia del fenómeno, el resultado psicológico es que
sienten que su papel en la historia ha llegado a su fin. Su trabajo adopta luego un
significado histórico creativo, siempre y cuando el mundo de personas normales les
ofrezca una conciliación en condiciones beneficiosas sin precedentes. Esto causará
una desmovilización general de la patocracia, especialmente en países donde, desde el
punto de vista práctico, ya se ha perdido el apoyo de una ideología. Esta
desmovilización interna, a la que ellos tanto temen, constituye la segunda meta más
importante.

Un requisito crucial, y un buen complemento para la tarea terapéutica, debe ser


perdonar a los patócratas gracias a la comprensión que hemos adquirido acerca de su
naturaleza y de las señales de los tiempos. Para lograrlo, debemos modificar la

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

legislación, basándonos en una comprensión del ser humano y de los procesos de la


génesis del mal que operan dentro de cada sociedad. De ese modo lograremos
contrarrestar dichos procesos de manera causativa, y desarrollaremos leyes muy
superiores al código “penal” anterior. Al anticipar la creación de dicha legislación, no
debemos tratarla como una simple promesa psicoterapéutica, sino que hemos de
concebirla científicamente y aplicarla inmediatamente.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

El perdón

La evolución actual de los conceptos jurídicos y de la moral democrática en la


sociedad está orientada hacia el desmantelamiento de las antiguas tradiciones, que
mantenían la ley y el orden a través de la represión y el castigo. Muchos países han
renunciado a la pena de muerte, alarmados ante los abusos genocidas a los que dio
lugar durante la última guerra mundial. Del mismo modo, se han atenuado otros tipos
de castigos, así como la manera de ejecutarlos, tomado en consideración la motivación
psicológica y las circunstancias del delito. La consciencia de las naciones civilizadas se
opone al principio romano Dura lex sed lex y, al mismo tiempo, los psicólogos intuyen la
posibilidad de que muchas personas, actualmente desequilibradas, puedan recobrar
una vida social normal gracias a medidas pedagógicas apropiadas. Sin embargo, la
práctica lo confirma sólo parcialmente.

Eso se debe a que al moderar la ley, no se ha logrado un equilibrio con los métodos
adecuados correspondientes para frenar los procesos de la génesis del mal, basados
en su comprensión. Esto genera una crisis en el área social de protección contra el
delito, y permite que los grupos patocráticos utilicen más fácilmente el terrorismo con el
fin de conseguir sus objetivos expansionistas. Dadas dichas circunstancias, muchas
personas sienten que la única manera de proteger la sociedad de esa maldad excesiva
es volviendo a adoptar la tradición de las leyes severas. Otros creen que dicha tradición
nos incapacita moralmente y da lugar a abusos irrevocables. Por tanto, someten la vida
y la salud de la gente a valores humanitarios.

Para poder salir de esta crisis, debemos orientar todos nuestros esfuerzos hacia la
búsqueda de un nuevo camino que sea a la vez más humanitario y capaz de proteger
efectivamente a los individuos y las sociedades indefensas. Esta posibilidad existe y
puede implementarse si nos basamos en la comprensión del origen del mal.

Si nos remitimos a los hechos, la tradición irrealista de creer que existe una relación
entre el “delito” (que nadie está en posición de evaluar objetivamente), y su “castigo”

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

(que rara vez constituye una solución eficaz para reformar al delincuente), debería ser
relegada a la historia. La ciencia que estudia las causas del mal debería fortalecer la
disciplina moral de la sociedad y generar un efecto profiláctico. A menudo, simplemente
ayudar a que una persona tome consciencia de que ha estado bajo la influencia de un
individuo patológico, rompe el círculo destructivo. Por lo tanto, toda medida ejecutada
para contrarrestar el mal debería incluir una psicoterapia apropiada.
Desafortunadamente, si alguien nos dispara, debemos defendernos disparándole con
aún más tino. Sin embargo, deberíamos volver a adoptar la ley del perdón, aquella
norma que regía a los soberanos sabios del pasado. Después de todo, tiene
fundamentos morales y psicológicos profundos y, en algunas ocasiones, es más
efectiva que el castigo.

Los principios del código penal estipulan que si, al momento de transgredir la ley, el
autor de un delito se hallaba limitado en su habilidad para discernir el significado de su
acto o controlar su conducta debido a una enfermedad mental o a otra deficiencia
psicológica, recibirá una sentencia menor, de acuerdo con el grado de sus limitaciones.
Entonces, si consideramos la responsabilidad de los patócratas según estos criterios y
a la luz de lo que ya hemos mencionado acerca de los motivos de su comportamiento,
debemos moderar considerablemente el alcance de la justicia dentro del marco de las
leyes existentes.

Las normas jurídicas que acabo de mencionar son más modernas en Europa que en
Estados Unidos, pero resultan bastante anticuadas en todo el mundo, y no son lo
suficientemente congruentes con la realidad biopsicológica. Nacieron de un
compromiso entre el pensamiento jurídico tradicional y el humanismo médico. Además,
los legisladores del pasado no estaban en posición de percibir aquellos fenómenos
macrosociales patológicos que dominan a los individuos y limitan de manera
significativa su habilidad para discernir el significado de sus propios actos. Los
individuos susceptibles caen en la red subrepticiamente, ya que ignoran la calidad
patológica de este fenómeno. Las propiedades específicas de estos fenómenos hacen
que la actitud que uno adopta sea determinada por ciertos factores inconscientes,

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

seguidos por la presión de los gobernantes patócratas, que no son tan meticulosos a la
hora de implementar sus métodos, ni siquiera cuando conciernen a sus propios
seguidores. ¿Qué nivel de moderación legal los castigará entonces de manera justa?

Por ejemplo, si la psicopatía esencial es prácticamente 100% predecible, en lo que


respecta a su atracción por la actividad patocrática, y a su participación en ésta,
¿debería acaso el criterio para juzgarlos correctamente seguir una moderación similar
de castigo? Esto debería aplicarse en menor grado a otras clases de anomalías
hereditarias, ya que también han demostrado ser factores fundamentales en la
selección de actitudes.

No deberíamos culpar a una persona que ha heredado anomalías psicológicas de sus


padres, del mismo modo en que lo evitamos cuando se trata de individuos que
presentan anomalías físicas o fisiológicas, como el daltonismo. Tampoco deberíamos
juzgar a aquellos que han sufrido traumas o enfermedades que provocaron un daño en
su tejido cerebral, o a quienes se convierten en objeto de métodos pedagógicos
inhumanos.

Por su propio bien y el de la sociedad deberíamos emplear la fuerza con estas


personas, lo cual a veces incluiría obligarlos a someterse a un tratamiento
psicoterapéutico, o a cierta supervisión, prevención y cuidado. Pero dejarse influir por el
concepto de la culpabilidad o las recriminaciones no haría más que dificultar la tarea a
la hora de actuar de una manera no sólo más humanitaria y determinada, sino también
más efectiva.

Al lidiar con el fenómeno macrosocial, en particular aquél que existe desde antes que
el individuo en cuestión naciera, su influencia permanente obliga incluso a las personas
normales a adaptarse hasta cierto punto. ¿Acaso estamos nosotros, con nuestros
instintos e inteligencia normales, en posición de evaluar la culpabilidad de estas
personas por las acciones que han cometido dentro de la demencia colectiva
patocrática, basándonos en los criterios que rigen nuestra visión del mundo? Juzgarlos

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

según las leyes tradicionales significaría volver a imponer la fuerza del hombre normal
sobre los individuos psicópatas; es decir, retroceder a la postura que generó el
fenómeno patócrata por empezar. ¿Se justifica prolongar la duración de la patocracia
por un año o por tiempo indefinido para poder aplicar una justicia vengativa? ¿Acaso
eliminar cierta cantidad de psicópatas disminuiría significativamente la carga de estas
anomalías sobre el conjunto genético de la sociedad y contribuiría a hallar una solución
a este problema?

Desafortunadamente, ¡la respuesta es no!

En toda comunidad siempre han existido personas con diversos trastornos


psicológicos. Su modo de vida equivale a una u otra forma de depredación sobre la
creatividad económica de la sociedad, ya que sus propias capacidades creativas
suelen ser de calidad inferior. Quienquiera que se una a este sistema de parasitismo
organizado pierde gradualmente su capacidad para realizar una labor jurídica, por más
limitada que ya estuviera antes.

De hecho, este fenómeno y su brutalidad se mantienen gracias a la amenaza de


represalias legales, o aún peor, de la retribución por parte de las masas enfurecidas.
Los sueños de venganza impiden que la sociedad vuelque su atención en comprender
la esencia biopsicológica del fenómeno, y estimulan las interpretaciones moralizantes
cuyos resultados ya conocemos. Esto dificultaría aún más la tarea de hallar una
solución al peligro actual y reduciría la posibilidad de resolver el problema del peso que
ejercen las anomalías psicológicas en el conjunto genético de la sociedad, teniendo en
mente las generaciones futuras. Sin embargo, estos problemas, tanto presentes como
futuros, pueden resolverse si nos enfocamos en la comprensión de su esencia
naturalista y de la naturaleza de aquellas personas que cometen actos malvados
sustanciales.

De ignorar lo último, el castigo jurídico repetiría el error del juicio de Núremberg [191].
Si se hubiera aplicado un juicio como el que propongo a los criminales de guerra,

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

aquella podría haber sido una oportunidad única para mostrar al mundo la
psicopatología del sistema hitleriano en su totalidad, con la personalidad del “Fürer”
encabezando la lista. Eso habría conducido a una rápida liberación del engaño de la
tradición nazi en Alemania. Semejante exposición consciente del funcionamiento de los
factores patológicos en una escala macrosocial habría reforzado el proceso de la
rehabilitación psicológica tanto para los alemanes como para el resto del mundo,
mediante las categorías naturalistas aplicables a aquella situación particular. También
habría sido un precedente saludable para esclarecer el tema y frenar otras operaciones
patocráticas.

Lo que realmente sucedió fue que los psiquiatras y psicólogos que trabajaban en el
juicio cedieron muy fácilmente a las presiones de sus propias emociones y de factores
políticos, y al juzgar ignoraron en gran medida las verdaderas propiedades patológicas
tanto de la mayoría de los acusados como del nazismo en su totalidad. Varios
personajes famosos con características psicopáticas u otros trastornos fueron
ahorcados o sentenciados a prisión. Con ellos murieron o fueron condenados también
muchos hechos y datos que podrían haber contribuido a los objetivos propuestos en
este libro. No es difícil comprender entonces por qué los patócratas estaban tan
deseosos de lograr precisamente ese resultado. Nos corresponde evitar repetir esos
errores, ya que las consecuencias dificultan aún más la tarea de comprender la esencia
de los fenómenos patológicos macrosociales y, por ende, limitan las posibilidades de
frenar su causación interna.

En el contexto mundial de hoy en día, existe solamente una solución justificada tanto
científica como moralmente, la cual podría remediar la situación apremiante de las
naciones y facilitar un buen primer paso para resolver el problema de la carga genética
de las sociedades, con vistas al futuro. Me refiero a una legislación apropiada, basada
en la mejor comprensión de los fenómenos patológicos macrosociales y sus causas,
que limite la responsabilidad de los patócratas a sólo aquellos casos (generalmente de
naturaleza criminal sádica) en los cuales es difícil aceptar que el criminal no haya sido
consciente del significado sus actos. No existe otro método que permita a las

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

sociedades de personas normales asumir el control y liberar los talentos internos que
podrían asegurar el regreso a la vida normal de una nación.

De hecho, este acto de perdón está justificado por la naturaleza, ya que proviene del
reconocimiento (tanto dentro del alcance de nuestra cognición, como fuera del área que
hemos sido capaces de entender) de la causalidad psicológica que domina a una
persona en el momento de cometer actos malvados. Esta esfera de conocimiento
accesible a los científicos aumenta a medida que progresa el conocimiento general. Por
el contrario, en una patocracia la imagen del fenómeno está tan dominada por la
causalidad que casi no queda espacio para la libre elección.

En efecto, nunca estaremos en condiciones de evaluar el alcance del libre albedrío


con el cual cada individuo ha sido dotado. Pero al perdonar, sometemos nuestra mente
a las leyes naturales. Cuando nos negamos a juzgar lo que aún ignoramos,
sometemos nuestra mente a la disciplina de abstenernos a entrar en una

esfera que le resulta casi inaccesible.

De esta manera, el perdón conduce nuestro intelecto a un estado de disciplina mental


y de orden, permitiéndonos discernir de manera más clara los hechos de la vida y sus
vínculos causativos. Este hecho nos ayuda a controlar nuestros reflejos instintivos de
venganza y a protegernos mentalmente de la tendencia a imponer interpretaciones
moralizantes sobre los fenómenos psicopatológicos. Por supuesto, esto es beneficioso
tanto para los individuos como para las sociedades.

Simultáneamente, y de acuerdo con los preceptos de las grandes religiones, el


perdón nos ayuda a disfrutar de un orden sobrenatural y, de ese modo, ganar el
derecho de perdonarnos a nosotros mismos. Nos permite percibir con mayor claridad
esa voz interior que dice: “Hazlo” o “no lo hagas”. Eso mejora nuestra capacidad para
tomar decisiones apropiadas en situaciones difíciles cuando carecemos de toda la
información necesaria. En esta batalla extremadamente ardua, no podemos permitirnos

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

rechazar semejante ayuda y privilegio, ya que podrían ser decisivos a la hora de


inclinar la balanza hacia la victoria.

Las naciones que han soportado regímenes patocráticos por mucho tiempo hoy están
cerca de aceptar tal propuesta, gracias al conocimiento práctico que han adquirido
sobre esa otra realidad y a la evolución característica de su visión del mundo. Sus
motivaciones están dominadas por datos prácticos que también derivan del modo en
que han debido adaptarse a la vida en aquella realidad divergente. A eso se suma el
surgimiento de motivaciones religiosas, ya que en estas condiciones específicas, se
adquiere una mayor comprensión y se afianza el sentimiento religioso. El proceso
cognitivo y la ética social de estas poblaciones también adquieren cierta habilidad para
hallar un significado teleológico a los fenómenos, en el sentido de un punto de inflexión
histórico.

El naturalismo ofrece una gran justificación para este acto de renuncia a la venganza
judicial y emocional en contra de aquellas personas cuya conducta se vio condicionada
por causas psicológicas, y especialmente ciertos factores hereditarios específicos. Por
lo tanto, estos principios naturalistas y racionales deberían ayudar a que vayan
madurando las decisiones definitivas. El esfuerzo intelectual que implica comprender la
naturaleza de los problemas del mal y confrontar ese conocimiento a los preceptos
morales, brindará sus frutos en diversos aspectos del pensamiento humano.

A quienes hayan perdido la habilidad para conseguir un empleo razonable, se les


deberá garantizar condiciones de vida aceptables y asistencia en sus esfuerzos por
readaptarse a la sociedad. Los costos que la sociedad deba asumir para lograrlo serán,
probablemente, menores que aquellos necesarios para implementar cualquier otro tipo
de soluciones. Todo esto requerirá esfuerzos por organizarse de manera apropiada,
basados en esta clase de comprensión acerca de dichos asuntos, y muy diferentes de
la práctica jurídica tradicional. Se debería hacer ciertas promesas a los patócratas y
luego cumplirlas con la honestidad digna de una sociedad de personas normales. Por

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

lo tanto, es necesario preparar por adelantado esas promesas, así como su


cumplimiento, y desde el punto de vista moral, jurídico y organizativo.

La idea expuesta en esta obra, que suscita un vivo interés en quienes ya conocen el
fenómeno macrosocial aquí descrito, tras haberlo experimentado en carne propia,
también insulta los sentimientos de venganza de muchos refugiados políticos que
prefieren los métodos antiguos para la resolución de problemas sociales y morales. Por
ende, ha de esperarse una mayor oposición en ese círculo, justificado por la
indignación moral. Eso requiere que volquemos nuestros esfuerzos en persuadirlos.

También sería beneficioso si pudiésemos elaborar la solución a este problema con la


ayuda del patrimonio contemporáneo de las ciencias biohumanísticas, un legado
orientado hacia un desarrollo similar en sus leyes, si bien sigue ocultándose en el
mundo académico, demasiado inmaduro para que se lo lleve a la práctica. Por lo
general, las sociedades conservadoras no valoran debidamente los estudios científicos
en esta área. Esta labor puede verse facilitada si empleamos esta información con
vistas a la necesidad de una preparación rápida o una actualización de la ley.

En sus orígenes, nuestra legislación se basó en la tradición de la ley romana, y luego


en las libertades de los soberanos que gobernaban gracias al “derecho divino”, un
sistema que, como es de predecir, defendía su posición. Y si bien exigían respetar la
ley de la gracia, demostraron ser casi completamente desalmados y vengativos según
percibimos las normas codificadas en la actualidad. Tal situación, en lugar de prevenir
la emergencia de sistemas patológicos violentos, los inspiró.

Esto explica por qué hoy tenemos una verdadera necesidad de avanzar a pasos
agigantados y de formular principios nuevos a partir de la comprensión acerca
del hombre, incluyendo a los enemigos y a los malhechores.

Al surgir a raíz de un gran sufrimiento y de una comprensión de sus causas, esta


legislación será más moderna y humanitaria, y más eficaz a la hora de proteger a las

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

sociedades de los efectos de la ponerogénesis. Asimismo, la gran decisión de perdonar


tiene su origen en los preceptos más confiables de las enseñanzas morales de todos
los tiempos, lo cual también es conforme a una evolución contemporánea del
pensamiento de la sociedad. Refleja preocupaciones prácticas además de una
comprensión naturalista de la génesis del mal. Sólo semejante acto de misericordia, sin
precedentes en la historia, es capaz de romper la antigua cadena de ciclos
ponerogénicos, y de abrir la puerta tanto a nuevas soluciones para los problemas
perennes como a nuevos métodos legislativos basados en la comprensión de las
causas del mal.

Por último, estas soluciones difíciles parecen basarse en las señales de los tiempos.
Opino que es precisamente este avance en la metodología del pensamiento y de la
acción, lo que está dentro del Plan Divino para esta generación.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Ideologías

Así como un psiquiatra se interesa principalmente en la enfermedad, y presta menor


atención al sistema ilusorio que esté deformando la realidad individual de un paciente,
el objetivo de la terapia global debería focalizarse en las enfermedades del mundo. Los
sistemas ideológicos tergiversados que se desarrollaron a partir de ciertas condiciones
históricas, y los puntos débiles de una civilización dada, deberían entenderse como un
disfraz, un instrumento operacional o un caballo de Troya que favoreció la infección
patocrática.

La consciencia de la sociedad debería primero separar estas dos capas heterogéneas


del fenómeno mediante su análisis y su evaluación científica. Seguidamente, ese
conocimiento tan correcto y selectivo debería convertirse en parte esencial de la toma
de consciencia de todas las naciones, para lo cual debería poder ser transmitido en
términos adecuadamente sencillos. A su vez, eso reforzaría en todos los países la
capacidad de discriminar entre estos fenómenos según la naturaleza de la compleja
realidad que nos rodea hoy en día, proporcionándoles así una brújula para que sepan
orientarse de modo independiente dentro de ella. Además, esto permitirá corregir
actitudes basadas en la moral y en la visión del mundo. Si concentramos nuestros
esfuerzos en el fenómeno patológico, obtendremos un nivel de comprensión adecuado,
y resultados lo suficientemente completos.

La ausencia de esta discriminación básica entre las operaciones políticas es un error


que lleva a que nuestros esfuerzos sean en vano. Podemos no estar de acuerdo con
las ideologías, ya que, aún en su forma original (por no mencionar sus versiones
patológicamente tergiversadas), todos los idearios políticos del siglo XIX simplificaron
excesivamente la realidad social al punto de debilitarla seriamente. Pero aun así,
identificar el papel que desempeñaron en el fenómeno macrosocial debería ubicarse en
el primer plano; el análisis, la crítica, e incluso nuestra lucha contra ellas, pueden ser de
prioridad secundaria. Es posible deliberar simultáneamente acerca de los pasos
necesarios para cambiar las estructuras sociales, siempre y cuando se tome en cuenta

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

esta separación básica entre los fenómenos. Una vez corregida de este modo, la
consciencia social estará en condiciones de solucionar estos problemas con mayor
facilidad, y aquellos grupos sociales que hoy son intransigentes, estarán mejor
predispuestos a realizar un compromiso.

A menudo, una vez que ha logrado curar a una persona que solía sufrir de alguna
enfermedad mental, el psicoterapeuta intenta que ésta regrese a su mundo de
convicciones más reales. Luego trata de identificar el mundo ilusorio y caricaturizado en
búsqueda de contenidos originales y más racionales en la mente de su paciente, y así
construye un puente por encima del período de locura hasta la realidad sana actual.
Por supuesto, esta tarea requiere que el profesional posea el entrenamiento necesario
en el campo de la psicopatología, ya que cada enfermedad deforma de manera propia
el mundo original de experiencias y convicciones en quien la padece. El sistema de
ideas tergiversadas que crea la patocracia debería estar sujeto a un análisis análogo.
Deberíamos indagar en sus profundidades en busca de los valores primigenios y, sin
duda, más sensatos. Este proceso requiere que conozcamos el estilo específico con el
cual un régimen patocrático caricaturiza la ideología de un movimiento del que se
alimenta en forma parasitaria.

Esta gran enfermedad de la patocracia incluye diversas ideologías sociales a sus


propias características y a las intenciones de los patócratas, privándolas así de
cualquier posibilidad de desarrollarse naturalmente y de madurar en medio del sentido
común sano o de la reflexión científica. Este proceso también transforma a esas
ideologías en factores destructivos, impidiéndoles participar en la evolución
constructiva de las estructuras sociales y condenando a sus seguidores a la frustración.
A raíz de este crecimiento anormal, dichas ideologías son rechazadas por todos los
grupos sociales que se rigen de un sentido común sano. Por lo tanto, sus actividades
inspiran las naciones a apegarse a los tradicionales métodos contrastados en lo que se
refiere a las formas estructurales, proveyendo las mejores armas posibles a los
conservadores más radicales. Esto no sólo produce el estancamiento de los procesos
evolutivos, lo cual se opone a las leyes generales de la vida social, sino que además

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

polariza las actitudes entre diversos grupos sociales, provocando así un clima
revolucionario. Por consiguiente, las acciones de la ideología patológicamente alterada
facilitan la penetración y la expansión de la patocracia.

Sólo podremos descubrir los valores creativos originales y erguir puentes que
trasciendan el marco temporal de los fenómenos mórbidos si logramos someter la
ideología a un análisis psicológico en retrospectiva, es decir, volviendo al momento
previo a la infección ponerogénica, y teniendo en cuenta la calidad patológica y las
causas de su deformación.

Este habilidoso proceso de desentrañamiento de la ideología original, incluyendo


aquellos elementos que emergieron luego de haberse desatado la infección
ponerogénica, puede enriquecerse con valores elaborados simultáneamente, y
volverse capaz de evolucionar de manera creativa. De este modo, estaremos en
condiciones de poner en marcha transformaciones de acuerdo con la naturaleza
evolutiva de las estructuras sociales, lo cual, en el momento adecuado, reforzará la
resistencia de estas sociedades a la penetración de influencias patocráticas.

Este análisis presenta problemas que debemos de superar hábilmente, a saber, el


desafío de encontrar apelativos semánticamente adecuados. Debido a su creatividad
característica en esta área, la patocracia genera una gran cantidad de palabras
sugestivas cuyo objetivo consiste en desviar la atención de las cualidades esenciales
del fenómeno. Quienquiera que haya quedado prisionero de esta trampa semántica,
aunque más no sea en una sola oportunidad, pierde no sólo su capacidad para analizar
de manera objetiva este tipo de fenómeno, sino también, en parte, su habilidad para
hacer uso del sentido común. Producir dichos efectos en la mente humana es
justamente el propósito específico de esta pato-semántica; uno ha de protegerse
primero a sí mismo para luego proteger la consciencia social.

Los únicos apelativos que podemos aceptar son aquellos con una tradición histórica,
que datan de una época anterior al comienzo de la infección, y que al mismo tiempo

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

resultan contemporáneos a los hechos que nos conciernen. Por ejemplo, si


denominamos al socialismo pre-marxista “socialismo utópico”, nos será difícil
comprender que éste era mucho más realista y socialmente más creativo que los
movimientos que surgieron más tarde, ya infectados con material patológico.

Sin embargo, no basta con tomar esa precaución cuando nos enfrentamos a
fenómenos que no pueden ser medidos dentro de la estructura natural de conceptos,
ya que son el producto de un proceso macrosocial patológico. Cabe entonces subrayar
una vez más que el sentido común natural y sano no es suficiente para llevar a cabo
este refinamiento retrospectivo de los valores ideológicos que más tarde fueron
tergiversados por este proceso. La objetividad psicológica, el conocimiento adecuado
en el área de la psicopatología y los datos ofrecidos en los capítulos anteriores son
indispensables para concretar este objetivo.

Al estar equipados de esa manera, también adquirimos la habilidad de crear


neologismos indispensables que diluciden las verdaderas propiedades de los
fenómenos, siempre y cuando prestemos la atención suficiente a los preceptos
semánticos con toda su honradez y economía, tal y como lo exigiría Guillermo de
Ockham [192]. Después de todo, estos apelativos serán difundidos por todo el planeta
y ayudarán a muchas personas a corregir su visión del mundo y su actitud social. Si
bien es cierto que esto presupone utilizar una jerga jurídica, tiene por objetivo destruir
el monopolio del que gozan los círculos patocráticos en cuanto al control de esos
términos; sus protestas no harán más que demostrar que estamos en el camino
correcto.

La ideología así regenerada recobra su vida natural y la capacidad evolutiva que el


proceso patocrático había frenado. Al mismo tiempo deja de poder cumplir con sus
funciones impuestas, tales como la de nutrir la patocracia y protegerla tanto de las
críticas basadas en el sentido común sano como de algo aún más peligroso, a saber, la
aptitud para reconocer la realidad psicológica y sus aspectos humorísticos.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Condenar a una ideología por sus errores, ya sea aquellos que cometió desde el
principio o los que absorbió más tarde, nunca la despojará de la función que le fue
asignada, y mucho menos en la mente de quienes no lograron condenarla por razones
similares. Si seguimos adelante en nuestro intento por analizar esa ideología, nunca
lograremos conseguir el efecto que posee una influencia curativa sobre la personalidad
humana; simplemente pasaremos por alto los factores verdaderamente importantes y
seremos incapaces de suplir las lagunas con contenidos. Nuestros pensamientos
estarán obligados a eludir todo aquello que bloquee su libertad, y cometeremos errores
a pesar de las verdades que se hallan frente a nuestras narices. Una vez que algo
sucumbe a factores psicopatológicos, no es posible comprenderlo a menos que se
utilicen las categorías apropiadas.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

La inmunización

Muchas enfermedades infecciosas le brindan inmunidad natural al organismo durante


pocos o muchos años tras haberlas padecido. La medicina imita este mecanismo
biológico al introducir vacunas que le otorgan al cuerpo la capacidad de inmunizarse sin
necesidad de atravesar la enfermedad. Los psicoterapeutas intentan con una
frecuencia cada vez mayor inmunizar la psique del paciente de diversos factores
traumáticos que son muy difíciles de borrar de su vida. En la práctica, empleamos
principalmente esta técnica con víctimas de la influencia destructiva de individuos
caracteropáticos. Inmunizar a una persona de los efectos destructivos de la
personalidad de un psicópata resulta algo más complicado, pero representa una
analogía muy cercana a la labor que debería llevarse a cabo en lo que respecta a las
naciones que sucumben a la influencia del desvío psicológico provocado por la
patocracia.

Las sociedades que han sido gobernadas por un sistema patocrático durante mucho
tiempo desarrollan la inmunización natural que acabo de describir, junto con la típica
toma de distancia con respecto al fenómeno y con un humor sarcástico. Además del
aumento del conocimiento práctico, deberíamos tener esto en cuenta cada vez que nos
propongamos evaluar la situación política de un país determinado. También cabe
resaltar que al hablar de inmunidad, nos referimos al fenómeno patológico en sí, y no a
su ideología, lo cual explica por qué es tan efectiva contra cualquier fenómeno
patocrático, sin importar la máscara ideológica que esté utilizando. La experiencia
psicológica adquirida permite reconocer el mismo fenómeno de acuerdo con sus
verdaderas propiedades, y tratar la ideología según su función real.

Cuando un individuo que ha sucumbido a la influencia destructiva de las condiciones


de vida bajo el régimen patocrático se beneficia de un tratamiento psicoterapéutico
adecuado, siempre logra una mejora significativa en su inmunización psicológica. Al
hacer que un paciente tome consciencia de las cualidades patológicas de estas
influencias, lo ayudamos a tomar una distancia crítica y a sentir cierta calma espiritual,

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

dos logros para los cuales la inmunización natural no habría sido suficiente. Es decir,
no nos contentamos con simplemente imitar la naturaleza, sino que en realidad
logramos una calidad de inmunidad aún mejor que la innata, la cual es más efectiva
para proteger al paciente de tensiones neuróticas y para reforzar sus habilidades a la
hora de lidiar con la vida práctica. El conocimiento de la esencia biológica del fenómeno
le permite colocarse un paso adelante tanto del fenómeno como de aquellas personas
que aún ignoran el asunto.

También se ha demostrado que esta clase de inmunización psicológica es más


duradera. Mientras que la inmunidad natural perdura a lo largo de la vida de una
generación dentro de la cual se ha gestado, la inmunización científicamente
fundamentada puede ser transmitida por más tiempo. De modo similar, puede ser muy
difícil transmitir esta combinación de defensas naturales y conocimiento práctico a
naciones que no han vivido en una patocracia; pero el tipo de inmunidad que se basa
en datos científicos puede ser transmitida a otras naciones sin la necesidad de realizar
esfuerzos sobrehumanos.

Nos enfrentamos con dos metas relacionadas entre sí: en los países afectados por el
fenómeno patocrático, deberíamos intentar transformar la inmunidad natural ya
existente en esa otra inmunidad de mejor calidad que acabo de describir. Eso los
ayudaría a actuar con mayor facilidad y, a la vez, reduciría las tensiones psicológicas. Y
cuando se trate de individuos y sociedades que presentan una inmunodeficiencia obvia
y están amenazados por la expansión patocrática, deberíamos facilitar el desarrollo de
la inmunidad artificial.

Esta inmunidad superior se alcanza fundamentalmente de manera

espontánea, a raíz de la comprensión de los contenidos reales del fenómeno

macrosocial.

Dicha toma de consciencia produce un período de turbulencia, y no faltarán las


protestas, pero, afortunadamente, ese proceso de enfermedad sucedánea resulta

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

pasajero. Rescatar la realidad naturalista que hasta ese momento quedó ocultada
detrás de una máscara ideológica, es una ayuda efectiva y necesaria para los
individuos y las sociedades. Poco tiempo más tarde, comenzará a protegerlos de la
acción ponerogénica de los factores patológicos que se movilizan dentro del frente
monolítico de la patocracia. Prescribir correctamente los métodos prácticos que pueden
emplearse para proteger la propia higiene mental, facilitará y acelerará la creación de
esta inmunidad psicológica tan importante, con resultados similares a los que
obtenemos cuando aplicamos una vacuna.

Semejante inmunidad psicológica individual y colectiva, basada en una comprensión


naturalistamente alcanzada de esta otra realidad, va acompañada de la sensación de
poseer el conocimiento adecuado, lo cual da nacimiento a una nueva red de trabajo
entre los seres humanos. Por tanto, alcanzar ese nivel de protección inmunológica
parece ser un requisito importante para obtener éxito en nuestros esfuerzos y acciones
de naturaleza política con el fin de regresar a un gobierno en manos de personas
normales. Sin esa toma de consciencia e inmunización, siempre será difícil lograr que
los países libres y las naciones que se hallan bajo el régimen patocrático cooperen
entre sí. Ninguna doctrina política basada en la imaginación natural de las personas y
carente tanto de la experiencia práctica como de una comprensión naturalista del
fenómeno, puede garantizar que se formule un lenguaje común que facilite la
comunicación.

En la actualidad, incluso las armas más modernas y costosas que amenazan a la


humanidad con una catástrofe global se vuelven obsoletas apenas son fabricadas.

¿Por qué?

Porque son armas para una guerra que nunca debe concretarse, y las naciones del
mundo ruegan que jamás suceda.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

La historia de la humanidad ha sido una historia bélica, lo cual la despoja de sentido a


nuestra vista. Otra guerra de gran magnitud representaría el triunfo de la locura por
sobre el deseo de vivir de las naciones.

Por consiguiente, es necesario que hagamos prevalecer la razón en la escala


internacional, y la reafirmemos con los valores morales y la ciencia naturalista
recientemente descubiertos en lo que concierne a las causas y la génesis del mal.

Esta “nueva arma” que aquí sugerimos no asesina a nadie, pero es capaz de detener
el proceso de la génesis del mal dentro de una persona, y de activar su propio poder
curativo. Si se brinda a las naciones conocimiento sobre la naturaleza patológica del
mal, serán capaces de llevar a cabo acciones coordinadas basadas en criterios
morales y naturalistas.

Este método nuevo de resolver problemas eternos será el arma más humanitaria que
jamás se haya utilizado en la historia mundial, además de ser la única cuyo empleo es
seguro y efectivo. También cabe la esperanza de que su uso ayude a detener siglos de
guerras entre las naciones.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

NOTES DE PIE DE PÁGINA

[188]: supra nota 184.

[189]: Thomas Szasz, fue un controversial psiquiatra estadounidense que, desde los
años cincuenta, defendió la teoría de que el tratamiento psiquiátrico obligatorio es
incompatible con una sociedad libre. – NdE

[190]: supra, nota 154.

[191]: Los Juicios de Núremberg fueron un conjunto de procesos jurisdiccionales


emprendidos por iniciativa de las naciones aliadas vencedoras al final de la Segunda
Guerra Mundial, en los que se determinaron y sancionaron las responsabilidades de
dirigentes, funcionarios y colaboradores del régimen nacionalsocialista de Adolf Hitler
en los diferentes crímenes y abusos contra la Humanidad cometidos en nombre del III
Reich alemán a partir del 1 de septiembre de 1939 hasta la caída del régimen alemán
en mayo de 1945. Desarrollados en la ciudad alemana de Núremberg entre 1945 y
1946, el proceso que obtuvo mayor repercusión en la opinión pública mundial fue el
conocido como Juicio principal de Núremberg o Juicio de Núremberg, dirigido a partir
del 20 de noviembre de 1945 por el Tribunal Militar Internacional (TMI), en contra de 24
de los principales dirigentes capturados y sobrevivientes del gobierno nazi, y de varias
de sus principales organizaciones. La tipificación de los crímenes y abusos realizada
por los tribunales y los fundamentos de su constitución condujeron al desarrollo de una
jurisprudencia específica internacional en materia de “guerra de agresión”, “crímenes
de guerra” y “crímenes en contra de la humanidad. [Fuente:
http://es.wikipedia.org/wiki/Juicios_de_N%C3%BAremberg] – NdT

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

[192]: Léase Ignacio Miralbell, La revolución semántica de Ockham, 1988.


[http://dspace.unav.es/dspace/handle/10171/2300] – NdT

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

CAPITULO X: UNA VISIÓN A FUTURO

Si hemos de cosechar frutos maduros, toda actividad humana deberá echar raíces en
el suelo de dos épocas: el pasado y el futuro. El pasado nos brinda el conocimiento y la
experiencia que nos enseñan a resolver problemas y nos advierte cuando estamos a
punto de cometer errores similares a los de ayer. Por tanto, una apercepción realista
del pasado y una comprensión en ocasiones dolorosa de los errores y males
cometidos, se convierten en requisitos para construir un futuro más feliz.

Una visión igualmente realista del futuro, acompañada de información detallada


(producto de hondas reflexiones), guía nuestras actividades contemporáneas en una
determinada dirección y ayuda a que nuestros objetivos se vuelvan más concretos. El
esfuerzo mental dirigido a desarrollar dicha visión nos capacita para superar las
barreras psicológicas construidas por el egotismo y los hábitos de supervivencia del
pasado, que suelen impedir que razonemos libremente y con imaginación. Quienes se
aferran al pasado pierden gradualmente el contacto con el presente y, por ende, se
vuelven incapaces de aportar algo positivo al futuro. Propongo entonces que dirijamos
nuestra mente hacia el mañana, y que saltemos así los obstáculos insuperables del
presente.

Existen muchas ventajas cuando planeamos nuestro futuro de manera constructiva,


tomando en cuenta una gran escala de tiempo, si nos volvemos capaces de predecir la
forma que cobrarán los hechos y facilitamos el desarrollo de soluciones precisas. Esto
exige que analicemos la realidad adecuadamente y que llevemos a cabo predicciones
correctas, es decir con una disciplina de pensamiento que nos permita excluir toda
manipulación subconsciente de datos y cualquier influencia excesiva por parte de
nuestras emociones y preferencias. Elaborar una visión original de ese tipo que
constituya un proyecto concreto para alcanzar una nueva realidad, será la mejor forma

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

de educar la mente humana a fin de prepararla para otras tareas igualmente difíciles en
el futuro que se avecina.

A su vez, eso permitiría eliminar a tiempo las diferencias de opiniones que más
adelante podrían conducir a conflictos violentos. En algunos casos, estos últimos son
producto de una apercepción insuficientemente realista de la situación actual, sumada
a actitudes que nacen de sueños dorados, o a actividades propagandísticas. Siempre y
cuando esta visión constructiva se desarrolle de manera lógica y evite todo
enfrentamiento con una adecuada comprensión objetiva de los fenómenos que ya
hemos discutido parcialmente, podrá convertirse en la realidad del futuro.

Semejante planificación deberá ser similar a un proyecto técnico bien organizado,


para el cual los diseñadores examinan primero las condiciones y las posibilidades
existentes. Planear esta tarea también requiere prever fechas límite de ejecución,
teniendo en cuenta una información técnica apropiada y el factor de la seguridad
humana. Sabemos por experiencia propia que ampliar el alcance y la precisión del
diseño del proyecto aumenta la rentabilidad tanto de su ejecución como de su utilidad.
Asimismo, las construcciones más modernas y originales suelen ser más efectivas que
aquellas que están condicionadas por la tradición.

El diseño y la creación de un nuevo sistema social también deberían basarse en las


distinciones adecuadas acerca de la realidad y ser elaborados con los suficientes
detalles para que resulten efectivos a la hora de ejecutarlos y ponerlos en marcha. Esto
exigirá que abandonemos algunas costumbres políticas que han permitido que las
emociones y el egoísmo humano desempeñen un papel demasiado importante. El
razonamiento creativo se ha convertido en la única solución necesaria, ya que
determina cuál es la información real y encuentra salidas novedosas sin perder su
habilidad para desenvolverse dentro de las condiciones impuestas de la vida real.

La ausencia de ese esfuerzo constructivo previo podría conducirnos hacia lagunas de


conocimiento sobre la realidad en que vivimos, y a una escasez de individuos que

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

gocen de una preparación crucial para crear nuevos sistemas. Si eso llegara a suceder,
y en especial si se tratase de una nación que está siendo afectada por la patocracia, la
sociedad se vería obligada a improvisar a la hora de intentar recobrar el derecho a
determinar su propio destino, y eso puede presentar un coste muy elevado y un gran
peligro. Incluso podría desatarse una guerra civil tras altercados violentos entre los
partidarios de diversos conceptos estructurales que seguramente sean irreales,
inmaduros y retrógrados, ya que habrán perdido su significado histórico.

En cada nación donde la intrusión del capitalismo de estado o el advenimiento de la


patocracia destruyeron casi por completo los antiguos sistemas sociales que habían
sido creados por los procesos históricos, el resultado fue la eliminación de su estructura
psicológica y social. Lo que suele remplazarla es una estructura patológica que invade
hasta en los rincones más remotos del país, degenerando y dejando improductivas
todas las áreas de la vida. En semejantes condiciones, resulta imposible reconstruir un
sistema social basándose en tradiciones que ya han perdido su vigencia y en
expectativas irreales de que existe una estructura como esa. Lo que se necesita
entonces es un plan de acción que conlleve a la reconstrucción más rápida posible de
esta estructura socio-psicológica básica. Más tarde, se deberá permitirle participar en el
proceso por el cual la vida social irá obteniendo mayor autonomía.

El pasado no nos ha proporcionado prácticamente ningún modelo para esta actividad


indispensable, lo cual significa que deberemos basarnos únicamente en los datos más
generales descritos al comienzo de este libro. Por consiguiente, se nos presenta
inmediatamente la necesidad de apoyarnos en la ciencia moderna. Se ha perdido como
mínimo el tiempo de una generación valiosa, y con ello se frenó la evolución que habría
transformado de manera creativa las antiguas formas estructurales. Por tanto, no nos
queda otra alternativa que guiarnos por nuestra imaginación acerca de lo que debería
haber sucedido si una sociedad dada hubiera tenido el derecho de desarrollarse
libremente durante esa época, en lugar de seguir basándonos en datos del pasado, hoy
ya obsoletos a pesar de que constituyen verdaderos hechos históricos.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Mientras tanto, han echado raíces muchas formas divergentes de pensamiento en


aquellos países. El mundo del capitalismo privado en las instituciones sociales se ha
vuelto distante y difícil de comprender. Ya no queda nadie que no sea capitalista o
pueda actuar de manera independiente en aquel sistema. La democracia se ha
convertido en un eslogan poco comprendido para comunicarse dentro de la sociedad
de personas normales. A los trabajadores les cuesta imaginar la reprivatización de las
grandes plantas industriales, y se oponen a cualquier esfuerzo que se dirija en esa
dirección. Creen que independizar su país les garantizaría una participación tanto en la
administración como en las ganancias. Esas sociedades han aceptado algunas
instituciones sociales, como el servicio de salud pública y la educación gratuita desde la
escuela primaria hasta la universidad. Desean realizar una reforma en el modo de
operar de dichas instituciones, subordinándolas al sentido común saludable y a criterios
científicos apropiados, sumados a ciertos elementos de tradiciones válidas que han
demostrado ser eficaces. Lo que deberá restaurarse son las leyes generales de la
naturaleza que regirán las sociedades; deberían reconstruirse las formas estructurales
de un modo más moderno, lo cual permitiría que fuesen aceptadas.

Algunas transformaciones ya efectuadas son históricamente irreversibles. Por ende,


recobrar nuestro derecho a darle forma a nuestro destino daría lugar a cierto “vacío en
el sistema”, que sería peligroso e incluso trágico. El mero hecho de imaginar tal
situación crítica preocupa a los pueblos de aquellos países, y reprime su voluntad para
actuar. Deberíamos prevenir de inmediato esa situación. La única forma de lograrlo es
mediante un esfuerzo bien organizado de pensamiento analítico y constructivo, dirigido
hacia un sistema social con bases económicas y políticas muy modernas.

Las naciones que sufren bajo regímenes patocráticos también participarían en aquel
esfuerzo constructivo, lo cual representaría una excelente contribución a la tarea
general de curar nuestro mundo enfermo. Con la firme esperanza de que pronto llegue
el momento en que aquellas naciones puedan regresar a un gobierno del hombre
normal, deberíamos construir un sistema social con vistas a lo que sucederá tras el fin
de la patocracia.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Este sistema será diferente y mejor que cualquier otro que haya existido antes.
Conservar una visión realista de un futuro mejor y participar en su creación sanará las
almas abatidas y traerá orden a los procesos cognitivos. Esta labor constructiva
capacita a las personas para que puedan ser soberanas de sí mismas en diferentes
condiciones, y logren arrebatar las armas a todos aquellos que obren por el mal,
haciendo que estos últimos se sientan cada vez más frustrados y tomen consciencia de
que su tarea patológica está por llegar a su fin.

Una lectura cuidadosa de este libro podría ayudarnos a comprender de manera


esquemática la visión creativa de ese sistema social futuro que tanto necesitan las
naciones que actualmente sufren en manos de gobiernos patocráticos. Si así fuese,
significaría para mí la mejor recompensa por mis esfuerzos, en lugar de tratarse de una
simple coincidencia. Esa fue precisamente la visión que me acompañó a lo largo del
periodo en que redacté este manuscrito (aunque aquí no le haya atribuido un nombre
específico o aportado detalles más precisos en lo que la concierne). Me brindó
asistencia y un gran apoyo para el futuro. De alguna manera, está presente tácitamente
en cada página de esta obra.

Ese futuro sistema social debería garantizar a sus ciudadanos un amplio margen de
libertad personal y permitirles hacer uso de su potencial creativo tanto en sus esfuerzos
individuales como colectivos. Eso no implica que abogue por las bien conocidas
flaquezas que manifiesta la democracia en sus medidas políticas a nivel nacional y
hacia el extranjero. No basta con hallar el equilibrio adecuado entre el interés personal
y el sentido común. También es necesario incluirlos en el panorama general de la vida
social a un nivel tal que la comprensión de sus leyes haga desaparecer cualquier
diferencia entre las personas. La opinión de la gran mayoría de la población, que se
deja dictar por la inteligencia básica y que depende de una visión natural del mundo,
debería complementarse por medio de las habilidades prácticas de quienes aplican un
conocimiento objetivo de la realidad y poseen una capacitación apropiada en esas

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

áreas. Con ese fin, deben adoptarse remedios adecuados, producto de una larga
reflexión.

Las bases para elaborar soluciones prácticas dentro de un sistema así mejorado
contarían con criterios tales como la creación de condiciones adecuadas para un
desarrollo enriquecedor de la personalidad humana, incluyendo su visión psicológica
del mundo, cuyo rol social ya hemos descrito. Se debería facilitar al máximo la
adaptación socioprofesional de cada individuo, la creación de una red de trabajo
interpersonal y una sana estructura sociopsicológica activa.

En cuanto a las soluciones estructurales, jurídicas y económicas, deben ser


consideradas de manera tal que cumplir con sus criterios permita que cada individuo se
sienta realizado dentro de la vida social, lo cual a su vez beneficiaría a la comunidad
como un todo. Otros parámetros tradicionales como la dinámica del desarrollo
económico resultan de menor importancia en comparación con estos valores más
generales. Gracias a todo eso, la nación se desarrollaría económicamente, adquiriría
mayores habilidades políticas y adoptaría una función creativa en la esfera
internacional.

Las prioridades en lo que respecta a los criterios de valores modificarían su rumbo de


manera consistente con los datos sociales, morales y psicológicos. Esto está en
armonía con el espíritu de nuestra época, pero pasar a la acción y lograr los fines
prácticos ya mencionados, requerirá un esfuerzo imaginativo y un pensamiento
constructivo. En definitiva, todo comienza y termina en la psique del ser humano.

Tal sistema debería ser evolucionario por naturaleza, ya que se fundaría en la


aceptación de la evolución como ley natural. Los factores evolutivos naturales
desempeñarían un papel importante en éste. Por ejemplo, el grado de conocimiento
aumentaría continuamente, desde la información más primitiva y fácilmente accesible a
los temas más actuales, intrínsecos y sutiles. El principio de la evolución debería

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

quedar impreso lo suficientemente firme sobre los cimientos filosóficos básicos de


dicho sistema, a fin de protegerlo de una revolución futura.

Semejante sistema social gozaría de una mayor resistencia natural al peligro de que
se desarrollaran fenómenos patológicos macrosociales en su interior. Sus
características básicas serían un desarrollo más avanzado de la visión psicológica del
mundo y de la estructura de los vínculos sociales, además de un alto grado de
consciencia científica y social acerca de la esencia de estos fenómenos. Eso debería
sentar las bases para que fuera posible desarrollar métodos educativos más maduros.
Por último, dicho sistema debería incluir en su diseño instituciones permanentes que
hasta el momento no existían, y cuya tarea consistiría en prevenir el desarrollo de
procesos ponerogénicos dentro de la sociedad, en particular entre las autoridades del
gobierno.

Se constituiría luego un “Consejo de Sabios”, institución compuesta por varias


personas con cualificaciones generales importantes en medicina y en psicología, que
tendría derecho a examinar la salud psicológica y física de los candidatos antes de que
fuesen elegidos para ocupar los puestos gubernamentales más altos. Sería difícil
desafiar un juicio negativo por parte de este consejo. Ese mismo grupo brindaría
asesoramiento al líder de la nación y a las autoridades legislativas y ejecutivas sobre
asuntos científicos sobre los cuales poseería conocimientos. También se dirigiría al
público acerca de temas importantes de la vida biológica y psicológica, prescribiendo el
respecto de los aspectos morales más importantes. A su vez, el consejo tendría la
responsabilidad de mantener contacto y debatir con las autoridades religiosas sobre
todas estas cuestiones.

El sistema de seguridad dedicado a las personas con diversos trastornos psicológicos


tendría como responsabilidad simplificarles la vida y, al mismo tiempo, limitar
hábilmente su participación en los procesos de la génesis del mal. Después de todo,
estas personas no son inmunes a la persuasión, siempre y cuando ésta se base en el
conocimiento apropiado sobre el tema. Un enfoque como ese también ayudaría a

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

disminuir progresivamente la carga genética de aberraciones heredadas en la


sociedad. El Consejo de Sabios supervisaría de manera científica dichas tareas.

El sistema jurídico sería transformado prácticamente en todas las áreas, adoptando


una paleta de medidas que progresarían desde fórmulas basadas en la visión natural
del mundo de aquella sociedad y su antigua tradición, hasta llegar a soluciones legales
basadas en una apercepción objetiva de la realidad, en particular en el terreno
psicológico. Como consecuencia, la carrera de Derecho debería ser sometida a una
verdadera modernización, ya que la ley se convertiría en una disciplina científica, con
los mismos principios epistemológicos que todas las demás ciencias.

Se podría reemplazar lo que hoy denominamos “derecho penal” por otro tipo de ley
con fundamentos completamente modernizados, y basada en la comprensión de la
génesis del mal y de la personalidad de aquellos que lo provocan. Dichas leyes serían
más humanitarias y, a su vez, protegerían mejor a los individuos y a las sociedades de
abusos inmerecidos. Por supuesto, su aplicación práctica sería mucho más compleja y
dependería de una mejor comprensión causativa, en mayor grado que lo que podría
esperarse de un sistema judicial punitivo. La tendencia a transformarse en esta
dirección es evidente en la legislación de las naciones civilizadas. Para lograrlo, el
sistema social aquí propuesto debería desvincularse más eficazmente de las
tradiciones.

Ningún gobierno con un sistema basado en la comprensión de las leyes de la


naturaleza, ya sea en cuanto a los fenómenos físicos y biológicos o a la naturaleza del
hombre, puede reclamar “soberanía” según el significado que ha heredado este término
desde el siglo XIX y de los posteriores sistemas nacionalistas o totalitarios.
Compartimos el mismo aire y la misma agua en el planeta. Los valores culturales
comunes y los criterios morales básicos están esparciéndose por toda la humanidad. El
mundo se encuentra intercomunicado gracias a los medios de transporte y de
comunicación, y el comercio se ha convertido en “nuestro planeta” (sin exclusión de
ningún país). En estas condiciones, la interdependencia y la cooperación con otras

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

naciones e instituciones supranacionales, así como la responsabilidad moral de


preservar el destino de toda la humanidad, se han convertido en una ley de la
naturaleza. Cada nación se vuelve autónoma pero no independiente. Esto deberá ser
regulado mediante tratados internacionales apropiados, e incorporados a cada
constitución nacional.

Un sistema como el que estamos visualizando aquí sería superior a todos los
anteriores, ya que se basaría en la comprensión de las leyes de la naturaleza que
operan dentro de los individuos y de las sociedades, y contendría un conocimiento
objetivo que remplazaría progresivamente las opiniones basadas en las respuestas
naturales a estos fenómenos. Deberíamos llamarlo “LOGOCRACIA”.

Gracias a sus propiedades y su conformidad a las leyes de la naturaleza y de la


evolución, los sistemas logocráticos podrían garantizar a largo plazo el orden social e
internacional. Acordes con su naturaleza, se transformarían en sistemas cada vez más
perfectos, si bien hoy es sólo una visión lejana y vaga que nos atrae.

Yo he sobrevivido a diversos peligros y me he sentido desilusionado con muchas


personas e instituciones. No obstante, la providencia de Dios nunca me decepcionó, ni
siquiera en las circunstancias más difíciles. Esto me basta para asegurar que será
posible elaborar un bosquejo detallado de ese sistema mejor y tan necesario.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

EPÍLOGO: UNA ADVERTENCIA POR PARTE DEL EDITOR

Cuando publicamos la primera edición de esta obra en abril de 2006, sabíamos que
quizás desencadenaría una reacción violenta. La descripción proporcionada en el texto
sobre cómo los personajes patológicos toman el control de las estructuras sociales y
las socavan contenía demasiados datos precisos y clínicos como para que las “partes
interesadas”, que suelen estar “alertas ideológicamente” a estos temas, la ignoraran.

Tras haber sido arrestado y exiliado de su tierra patria, Polonia, el autor viajó a
Estados Unidos en los años ochenta, y descubrió a su pesar que las autoridades
estadounidenses se resistían del mismo modo a la tesis presentada en su libro.

Ahora que el libro La ponerología política finalmente ha sido publicado y distribuido


ampliamente, no es de sorprender que varios grupos estén realizando intentos sutiles
por desacreditar esta obra que cuenta entre las más importantes. Dicho fin suele estar
disfrazado con argumentos plausibles a simple vista:

El primer tipo de respuesta que hemos recibido ha sido que, al dividir la población
entre “la gente normal” y “los trastornados patológicos”, La ponerología política propone
una división que podría ser utilizada para justificar “pogromos [193]”, y que, por lo tanto,
promueve justamente las ideas que Łobaczewski condena. Este argumento presupone
que no deberíamos tratar estos temas, aunque sean ciertos, ya que pueden dar lugar al
mismo tipo de genocidios que aquellos que se cometieron a lo largo de la historia de la
humanidad.

La segunda clase de ataque se caracteriza por cómo ciertos individuos sin conciencia
moral, es decir, justamente aquellos analizados en La ponerología política, adoptaron y
alabaron las ideas contenidas en el texto, en un intento obvio por tachar el trabajo
mediante su asociación con éste.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Si la diferencia fundamental entre los seres patológicos descritos en esta obra y la


gente normal se resume a una cuestión de conciencia moral, siendo los psicópatas
seres Sin conciencia [194], tal y como lo hizo notar Robert Hare en el título de su
estudio sobre psicopatía, las reacciones que ha despertado la obra de Łobaczewski
pueden ayudarnos a subrayar aún más esta división dentro de la humanidad.

Analizaremos cada pregunta por separado.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Nosotros y ellos

En el transcurso de la historia, el enemigo invisible entre nosotros se ha servido de


toda clase de diferencias físicas y materiales para dividirnos y mantenernos en conflicto
unos con otros. El color de piel, el lenguaje, la nacionalidad, las riquezas, la posición
social, la religión; nada es demasiado pequeño, grande o supuestamente sacrosanto
como para que no pueda ser utilizado con el fin de fomentar el odio en el corazón
humano, y hacer que éste se oponga a su prójimo. ¿Cuántos millones de personas han
sido brutalmente asesinadas, y cuántas otras han visto sus vidas destrozadas en
nombre de esas diferencias?

Por lo tanto, es evidente que ciertas diferencias pueden ser explotadas en detrimento
de la humanidad normal.

Sin embargo, ¿significa eso que debemos rechazar la noción de diferencia en sí?
¿Acaso no es posible establecer una distinción entre tipos de diferencias, o ‘la
diferencia que hace a la diferencia’, como lo expresó Gregory Bateson [195]?

Las diferencias mencionadas hace un instante son de índole material, fácilmente


identificables, y sólo hacen referencia a divergencias superficiales. Conllevan a
generalizaciones “de arriba hacia abajo” que ignoran las diferencias intrínsecas a
ciertos individuos miembros de un grupo determinado. Por ejemplo, si bien se sabe
que, por lo general, los cristianos fundamentalistas albergan una visión algo extremista
de la religión, no es razonable afirmar que, por ende, todos los cristianos
fundamentalistas son personas malvadas.

Otro problema es que generalizaciones y “etiquetas” por el estilo siempre van


envueltas en términos morales: “nuestro” grupo es mejor que “su” grupo, y se
proporciona una lista de razones para justificarlo. Esas listas suelen estar basadas
exclusivamente en el odio y el prejuicio, amplificados y difundidos repetidamente por
los medios de comunicación.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Lo que propone Andrzej Łobaczewski es fundamentalmente distinto. En lugar de ese


enfoque jerárquico, él aborda el tema “de abajo hacia arriba”, lo cual vuelve necesario
identificar y comprender a cada individuo patológico como un caso aparte.

La característica principal de la distinción que efectúa Łobaczewski es que no es


inmediatamente visible o aparente. No es posible atrapar a grupos enteros con una
gran red. Se trata de una diferencia basada en el comportamiento, en la concordancia
(o la falta de la misma) entre las palabras y las acciones de un individuo. Es una
diferencia que nos exige estudiar de cerca a una persona y notar, en el tiempo, si lo
que afirma corresponde a sus actos o no, además de prestar atención a los efectos que
sus acciones y palabras ejercen sobre aquellos con quienes interactúa. No es algo que
se vuelva aparente rápidamente o que sea fácil de discernir. No se presta a etiquetas
rápidas y sencillas.

Aunque los patócratas ocupen los principales puestos de poder, tampoco podríamos
atraparlos con la misma red, ya que cada uno de ellos debe ser diagnosticado con
patologías diferentes.

El segundo aspecto que separa esta división de aquellas utilizadas hasta la


actualidad es que, dado que estamos tratando con una distinción basada en la
conciencia moral, cualquier método propuesto para identificar a los individuos
patológicos debe estar regido por esta conciencia misma. Si quienes proponen
identificar a los psicópatas y otros tipos de esquizoides acuden a métodos crueles e
inhumanos, eso se convierte en una señal de que ellos mismos quizás sufran de los
dichos trastornos o de su influencia ponerizadora. Vilipendiar a quienes poseen un
trastorno psicológico en lugar de proporcionarles un cuidado médico y psicológico, y
comprender sus patologías, equivale a que un esclavo tome el látigo y azote a su
antiguo dominador. El resultado sería que un grupo de patócratas acabaría siendo
sustituido por otro, algo que no debemos dejar suceder.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Cuando comprendemos que las patologías de estos individuos constituyen un tipo de


enfermedad, podemos tratarlas, en lugar de someterlos a la venganza o la retribución.
En aquellos casos que resultan incurables, es posible hallar el modo de implementar
métodos humanos de cuarentena a fin de evitar que alcancen funciones en la vida
pública, donde puedan imponer su visión patológica de la realidad sobre las personas
normales. Ellos tienen derecho a existir; lo que no tienen es el derecho de imponer una
visión del mundo minoritaria, o su conjunto de normas, a la mayoría. El seis por ciento
de cualquier población no tiene derecho a dictar sobre el noventa y cuatro por ciento
restante.

Más aún, si se mejora la educación referente a la existencia y a los peligros de estas


patologías, además de difundir ampliamente conocimientos acerca de la naturaleza del
sistema patocrático y de cómo funciona, entrenando a la población a distinguir y a
responder a las manipulaciones que éste emplea, los miembros de la sociedad podrán
inmunizarse contra esta enfermedad.

Nuestra mayor debilidad es la ignorancia. Hoy en día, no sólo estamos indefensos


frente a sus manipulaciones, sino que además ignoramos su existencia como una clase
por separado de gente que habita dentro del mismo planeta que nosotros, y lo domina.

Łobaczewski describe extensamente los peligros que implica adoptar una postura
moralista. Al desplazar el terreno de la comprensión al diagnóstico y a la sanación,
podemos eliminar el impulso moralizante, y remplazarlo por un diagnóstico efectuado
por personas con conciencia moral.

Permítasenos realizar un último comentario sobre la noción de “nosotros y ellos”:

Es imprescindible comprender que el proceso que conduce a adquirir conocimiento


sobre los patócratas y su patocracia como una plataforma desde la cual la sociedad de
personas normales puede volver a ejercer autoridad sobre sus propias vidas, no implica
luchar contra algo. Hablar en estos términos equivale, una vez más, a caer en la

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

trampa de un comportamiento moralizante. No estamos luchando una batalla, sino


protegiéndonos, defendiendo la conciencia. Debido a este factor, la tarea de exponer a
los patócratas sólo puede ser emprendida por aquellos que se pronuncian en nombre
de la conciencia moral, y cuyos actos están guiados por ésta. No se trata de pelear una
guerra en la cual “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”. La unidad debe lograrse en
torno a la conciencia.

No podemos aliarnos con personas cuyas acciones demuestran que, en el mejor de


los casos, han sido ponerizadas, y en el peor, son parte íntegra del problema, lo cual
nos trae al punto que trataremos a continuación.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Marginalizar “La ponerología política”

Existen diversas maneras de evitar que circulen y se distribuyan ciertas ideas que los
poderes ocultos consideran peligrosas. La primera consiste en impedir que sean
publicadas. Łobaczewski describe cómo Zbigniew Bzrezinski [196], mientras lo
halagaba por su manuscrito y afirmaba que lo haría publicar, hizo todo lo que estuvo en
su poder para asegurarse de que no llegase a las imprentas, y lo logró.

Veinte años más tarde, después de que la editorial Red Pill Press hubo recibido el
manuscrito y decidido publicar estos descubrimientos, fue necesario emplear una
nueva estrategia para desacreditar el libro y la investigación que en él se comparte.
Para lograr ese fin, las ideas de Łobaczewski fueron tomadas por grupos e individuos
con posturas claramente extremas, incluyendo a neonazis y supremacistas blancos.
Cabe resaltar que existe una discrepancia peligrosa cuando personas que invierten una
cantidad considerable de energía en blanquear la reputación de algunos de los
psicópatas más obvios y sanguinarios del siglo pasado utilizan las ideas de
Łobaczewski. Es posible que ellos mismos sean patológicos, o que no hayan
comprendido nada acerca de los efectos que pueden sufrir las personas normales a
causa del conocimiento psicológico que los psicópatas poseen acerca de sus presas.

Cuando vemos que ciertos individuos contemporáneos con secretas tendencias


extremistas subrayan el supuesto nivel de “cultura” o el “lenguaje culto” de un líder de
la historia que era obviamente un patócrata, o su “cariño hacia los niños y los
animales”, en un esfuerzo por argüir que la historia los ha “malinterpretado” o “tratado
injustamente”, es bastante evidente que el uso de paramoralismos y de un
razonamiento paralógico, tal y como lo describió minuciosamente Łobaczewski, no se
acabó con la caída de los estados soviéticos.

La historia de la humanidad equivale a una novela sobre poderes y regímenes que


alcanzan la cima del poder y luego se derrumban. Detrás de muchos de éstos se hallan

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

individuos cuyas descripciones corresponden a las que fueron compartidas en esta


obra sobre los diferentes seres patológicos.

Si bien, tal vez por primera vez en la historia documentada, Łobaczewski nos ofrece
la clave para comprender tanto este proceso como la verdadera naturaleza del mal en
nuestro mundo, es evidente que sólo llevará a un mayor terror y sufrimiento si
permanece en manos de los individuos patológicos descritos en las páginas de este
libro. Nuestra única oportunidad de romper el ciclo es si logramos que la gente normal,
los miles de millones de personas normales con conciencia moral en este planeta,
adquieran conocimiento acerca de la verdadera amenaza que nos acecha, y aprendan
a inmunizarse.

NOTES DE PIE DE PÁGINA

[193]: Un pogromo (del ruso погром, pogrom: «devastación») consiste en el


linchamiento multitudinario, espontáneo o premeditado, de un grupo particular, étnico,
religioso u otro, acompañado de la destrucción o el expolio de sus bienes (casas,
tiendas, centros religiosos, etcétera). El término ha sido empleado para denotar actos
de violencia sobre todo contra los judíos, aunque también se ha aplicado para otros
grupos. Para consultar ejemplos concretos en la Historia, léase una breve descripción
en http://es.wikipedia.org/wiki/Pogromo. – NdT

[194]: Traducido al español: Robert Hare, Sin conciencia: El inquietante mundo de los
psicópatas que nos rodean, Ediciones Paidós, 2007

[195]: Gregory Bateson (1904-1980), antropólogo, científico social, lingüista y


cibernético cuyo trabajo interseca con muchos otros campos intelectuales. Mayormente
conocido por su teoría de la comunicación y su trabajo en el área de la psicolingüística
y la cibernética. Según Bateson, la comunicación está determinada por el contexto en

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

el que se produce. Toda comunicación, viene a decir, exige un contexto, porque sin
contexto no existe el significado, no hay valor diferencial que genere información (“la
información es una diferencia que hace la diferencia”). [Fuente:
http://www.evolucionsistemica.com/wp/?p=143] – NdT

[196]: Zbigniew Brzezinski (Varsovia, 1928), politólogo estadounidense nacido en


Polonia. Considerado uno de los más prestigiosos analistas en política exterior
americana del mundo. Fue Consejero de Seguridad Nacional del Presidente Jimmy
Carter (1977-1981). Entre varios de sus actos patocráticos bajo el disfraz de desear
una relación pacífica entre Estados Unidos y los países no soviéticos de Europa del
Este, se halla su apoyo a la campaña presidencial de Lyndon B. Johnson, en 1964, su
papel de gran defensor de la Guerra de Vietnam, y sus múltiples actividades
propagandísticas a favor del imperialismo estadounidense. [Fuente:
http://es.wikipedia.org/wiki/Zbigniew_Brzezinski] – NdT

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

UN EPÍLOGO, DE ANDRZEJ ŁOBACZEWSKI: PROBLEMAS DE LA PONEROLOGÍA

Desde los comienzos de la psiquiatría moderna a finales del siglo XIX, comenzaron a
estudiarse los trastornos patológicos en Europa. En los primeros treinta años del siglo
XX, varios eminentes psiquiatras europeos se convirtieron en pioneros de estos temas.
A eso le siguió un período de persecución, no sólo de la ciencia sino también de los
científicos, y según la impresión que obtenemos al repasar lo que hoy se sabe en el
occidente, gran parte de su trabajo se extravió para siempre.

Por ejemplo, cuando yo aún era estudiante, cierto rumor llegó a Polonia, y se decía
que un distinguido profesor alemán que había escrito un análisis de la personalidad
psicopática de Hitler había sufrido graves consecuencias. Aparentemente, había
intentado advertir a los alemanes que el Fürer conduciría a Alemania a una terrible
calamidad. Fue llevado a un campo de concentración, donde murió a fuerza de golpes.
Se decía que sus últimas palabras antes de fallecer habían sido “Ich habe das deutlich
benachwiesen!” (¡Evidentemente, lo que dije ha quedado demostrado!). Me fue
imposible conocer su nombre, por lo que debemos tomarlo con pinzas, pero aun así es
interesante ya que no fue la única historia por el estilo que circulaba entre la comunidad
académica de la época.

Pareciera que, durante la misma época, los soviéticos descubrieron los peligros de la
ciencia. No sólo frenaron todo estudio genético [197], sino que además intentaron
bloquear metódicamente la investigación independiente en psicología y apoderarse del
control político de la ciencia, para favorecer sus propios fines nefastos. Pocos años
después de que hubo acabado la Segunda Guerra Mundial, se realizaron allanamientos
en todas las bibliotecas públicas de Polonia, y se quitaron y destruyeron los libros
“peligrosos”. Los profesores fueron informados acerca de los temas que les estaba
permitido tratar en sus cátedras, y cómo enseñarlos. Las “autoridades” estaban en
mejor posición de saber aquello que un psiquiatra o psicólogo clínico debía estar

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

autorizado a comprender. Fue así como se ahogó y prácticamente se olvidó gran parte
de la valiosa investigación que había sido entamada en esos días.

Más tarde, en Estados Unidos, Hervey Cleckley y otros científicos se abocaron a la


tarea de redescubrir aquello que ya se había investigado desde el interior mismo del
problema que deseaban comprender, a saber, las anomalías psicológicas peligrosas
para la sociedad. Pero carecían de acceso a los resultados científicos previos de
Europa. Nadie en el occidente consiguió obtenerlos, ya que habían sido eliminados
meticulosamente de la vista del público.

En mi caso y el de otros investigadores de la génesis del mal y la naturaleza de los


fenómenos patológicos sociales que habían asfixiado a nuestros países, aún podíamos
recordar aquella antigua ciencia europea, que nos había sido enseñada durante
cátedras previas a la opresión política. Eso nos permitió fundar las bases de nuestra
comprensión. Estimo que volver a obtener los datos científicos de aquellos
investigadores y psiquiatras de la era, que fueron borrados por el fascismo y el
comunismo, es un requisito fundamental para el progreso en el estudio del mal
macrosocial. Cabe resaltar que en aquella época, la terminología que se estaba
desarrollando en Europa para analizar estos temas era de mejor elaboración y unívoca.
Pareciera que en la actualidad, la confusión terminológica reina en el occidente.

Tal y como lo aprendí en el artículo escrito por Salekin, Trobst y Krioukova, [198] en
Estados Unidos hoy se utiliza un inventario personal bien desarrollado como método
principal para descubrir y estimar la presencia de psicopatías. Gracias a ello, podrían
llegar a alcanzarse diagnósticos con un alto grado de probabilidad, pero no nos dará la
certeza suficiente, ya que existen diversas variantes en la patología. Necesitamos
medidas prácticas y un mayor progreso científico. A veces ocurre que el conocimiento
elaborado y censurado en el mundo científico europeo nos aporta la certeza necesaria
en cuanto al diagnóstico efectuado.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Basándome en mi experiencia como psicólogo clínico e investigador de la naturaleza


del mal en el terreno de la psicopatología, estimo que casi la mitad de los factores
patológicos que influyen en el proceso del origen del mal —lo cual denomino
ponerogénesis— son el resultado de diversos tipos de lesiones en el tejido cerebral.
Las psicopatías conforman la minoría. A eso se suman otros factores, como lo que
comúnmente se conoce como “personalidades múltiples”. Focalizarnos únicamente en
la psicopatía sólo puede conducirnos a una comprensión unilateral del problema en
general, y a errores en la práctica, en especial durante la psicoterapia. La situación en
lo que respecta a los casos de psicopatía es mucho más confusa. Empero, tengo la
esperanza de que un conocimiento exhaustivo acerca de la naturaleza biológica y las
propiedades genéticas de cada tipo de psicopatía en particular permita abrirnos el
camino hacia la comprensión. Es por esta razón que me permito hacer notar estos
puntos, basándome en mi entrenamiento y mi experiencia en el crisol de este tipo de
eventos que esperamos —o mejor dicho, debemos— comprender.

Nuestro objetivo debería consistir en reducir la participación de la patología en la


génesis del mal dentro de la sociedad, así como sus trágicos resultados a todo nivel,
desde los casos individuales (ej. mujeres que caen presas de psicópatas) hasta los
familiares, o los grupos y movimientos sociales, y los sucesos políticos de mayor
escala. A fin de lograr dicho objetivo, necesitamos una base firme de conocimiento
profundo y detallado acerca de la naturaleza de todas las anomalías. Debemos tomar
en cuenta los resultados de los psiquiatras del pasado y los logros contemporáneos, y
utilizarlos para una mayor exploración. El estado del conocimiento actual quizás nos
alcance para comprender el fenómeno macrosocial, pero aún no es adecuado para
tomar verdaderamente consciencia del deber que nos espera, incluso en casos
individuales.

Creo que la principal tarea debería consistir en distinguir entre aquellas anomalías
que son provocadas por un daño en el tejido cerebral, y las que son producto de la
herencia. Esto también constituye el pan diario del psicólogo. Estimar la ubicación y la
clase de daño no es realmente difícil si empleamos el análisis y la tecnología estándar.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Podemos observar que aquellos cuyas patologías resultan de trastornos mecánicos


son más frecuentemente los instigadores de los procesos macrosociales que conducen
al sufrimiento humano a gran escala. Abren las puertas a una mayor influencia por
parte de los factores patológicos heredados genéticamente. Con la ayuda de la
psicoterapia, estas condiciones parecen ser más fáciles de mantener bajo control.
Dado que las lesiones cerebrales no son hereditarias, el terapeuta no se halla bajo la
obligación de informar al paciente y sus familiares que existe cierto peligro de un
problema hereditario. Por ende, el tratamiento será diferente de un caso en que la
herencia desempeña algún papel.

Los casos más activos en términos de la acción ponerológica (y aquí no me refiero


necesariamente a conductas evidentemente criminales, si bien también pueden influir
disimuladamente) resultaron ser aquellos que se trataban de una caracteropatía frontal.
(Creo que en el occidente, a menudo se describe las caracteropatías como “trastornos
de la personalidad”)

El daño provocado a los centros cerebrales 10 A y B ocurre principalmente en los


recién nacidos, como resultado de una hipoxia [199] neonatal, o de varias
enfermedades comunes a esa edad tan vulnerable. Las características patológicas no
son visibles en niños en edad preescolar. Pero los problemas aumentan a lo largo de
su vida hasta que, por lo general alrededor de los cincuenta años, se forma una
personalidad altamente ponerogénica. Stalin es un buen ejemplo típico. Deberían
incluirse análisis comparativos dentro de su caracteropatía ponerogénica en particular,
que se desarrolló tras un daño perinatal en las zonas prefrontales de su cerebro. La
literatura y los artículos de noticias acerca de este personaje abundan en
descripciones: despiadado, carismático, encantador y falso; decisiones irrevocables,
una crueldad inhumana, venganza patológica dirigida hacia todo aquél que se
interpusiera en su camino, y la creencia egotista de que era un genio cuando, en
realidad, sólo poseía una inteligencia promedio. Esto también explica su dependencia
psicológica hacia un psicópata como Beria [200]. En algunas fotografías podemos

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

observar la deformación típica de su frente, frecuente en quienes sufren un daño muy


temprano en las áreas ya mencionadas.

Los métodos modernos en el cuidado obstétrico y neonatal han reducido ampliamente


la incidencia de este tipo de caracteropatías, pero aún se requieren mayores esfuerzos.
Hoy en día nos topamos con casos menores. Por lo tanto, deberían incluirse también
mejores servicios médicos —en particular para mujeres y niños— dentro de cualquier
plan cuyo propósito sea tratar el mal en la escala macrosocial. Esperemos que nunca
exista otro Stalin.

Permítaseme volver a describir brevemente las categorías principales, con algunos


detalles adicionales que no incluí en el manuscrito.

Los trastornos paranoides de la personalidad son otro tipo de caracteropatía que


contribuye en la génesis del mal. Hoy sabemos que el mecanismo psicológico detrás
de los fenómenos paranoides se componen de dos caras: en algunos casos se debe a
un daño en el tejido cerebral, y en otros es una patología funcional y del
comportamiento. Algunas lesiones cerebrales provocan cierta disminución en la
capacidad de razonar correctamente y, por consiguiente, una pérdida de control sobre
la estructura de la personalidad. Los casos más típicos son provocados por una
agresión recibida en el diencéfalo [201] por parte de diversos factores patológicos, lo
cual resulta en una reducción emocional permanente, así como la pérdida del tono de
inhibición en la corteza cerebral. Sobre todo durante noches de insomnio,
pensamientos descabellados generan una visión paranoide de la realidad humana, e
ideas que pueden ser ingenuas pero bien intencionadas, o bien violentamente
revolucionarias.

En quienes no han sufrido lesiones cerebrales, estos fenómenos ocurren con mayor
frecuencia como resultado de una crianza en manos de caracterópatas paranoides, con
el terror psicológico que eso conlleva durante la infancia. Más tarde, asimilan el
material psicológico formando estereotipos rígidos de experiencias anormales. Eso

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

dificulta el desarrollo normal del pensamiento y de la visión del mundo, y los contenidos
reprimidos ante el terror se transforman en centros congestivos funcionales
permanentes.

Una característica del comportamiento en individuos paranoicos es que son capaces


de razonar y argumentar de manera relativamente correcta, siempre y cuando la
conversación incluya diferencias menores de opinión. Eso se acaba rotundamente
cuando el argumento de sus interlocutores comienza a derrumbar las ideas que ellos
sobrestiman, aplasta sus antiguos estereotipos de pensamiento, o los obliga a aceptar
una conclusión que previamente habían descartado subconscientemente. Dicho
estímulo los lleva a volcar en su interlocutor un torrente de abuso pseudológico,
paramoralista y sugestivo.

Este accionar por lo general repele a la gente instruida y lógica, que tiende luego a
evitar el contacto con los paranoides. Sin embargo, el poder de estos últimos reside en
el hecho de que son capaces de esclavizar fácilmente las mentes menos críticas, como
es el caso de quienes padecen otras deficiencias psicológicas, o han sido víctimas de
individuos con trastornos de la personalidad. Una gran parte de la juventud es
particularmente vulnerable.

Un miembro de la clase laboral quizás perciba esta facultad para esclavizar como una
suerte de victoria sobre las personas que han recibido cierta educación, y se unirá
entonces al bando de la persona paranoide. No obstante, esa no es la reacción natural
entre las personas normales, en quienes la inteligencia y la percepción de la realidad
psicológica es tan común como en los intelectuales.

En resumen, la aceptación de un argumento paranoide es cualitativamente más


frecuente en proporción inversa al nivel de civilización de una comunidad. Aun así, los
individuos paranoides toman consciencia de su influencia esclavizadora e intentan
aprovecharla de manera patológicamente egotista.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Las psicopatías son anomalías transmitidas genéticamente, en particular en lo que


concierne al sustrato instintivo. Equivalen a deficiencias en el legado filogenético
natural, pero su naturaleza varía. Conocemos diversos tipos de estas anomalías que
difieren tanto en su composición interna como en el modo en que se transmiten. Por lo
tanto, debemos comprender desde el principio que se trata de entidades
biológicamente diferentes.

La más activa en términos de ponerogénesis es lo que aquellos científicos


censurados en el pasado solían llamar “psicopatía esencial”. Hoy en día, muchos
científicos también la describen, si bien emplean diversas nomenclaturas.

Se conoce principalmente esta anomalía debido al papel dramático que desempeña


en la vida de muchas mujeres. Colin Wilson habla del “Hombre que está siempre en lo
correcto”, que también vemos apodado en la literatura “el Hombre Dominador”, u
“Hombre Alfa”, si bien aquí se trata de comportamientos extremos, y no de las
características comúnmente dominantes en los líderes. Esa descripción, si bien emplea
una terminología diversa, nos proporciona una imagen clara del psicópata esencial.
Muy frecuentemente, el psicópata esencial puede ser un tirano dentro de las paredes
de su hogar, y aterroriza a su familia, pero podemos hallarlos en todas las áreas.
Vemos cómo matonean o torturan a criaturas indefensas desde la infancia.

El análisis de Wilson se basa en la obra de A.E. Van Vogt, autor de diversos estudios
psicológicos. El concepto de Van Vogt sobre el “Hombre que está siempre en lo
correcto”, o el “hombre violento” es de gran importancia para nosotros debido a cómo
describe claramente la patología en cuestión, y no necesariamente al modo en que él la
interpreta. Wilson escribe lo siguiente:

En 1954, Van Vogt comenzó a trabajar en una novela bélica titulada El hombre
violento, cuyo relato transcurría en un campo de concentración en China. El
comandante a cargo del recinto era una de esas figuras salvajemente autoritarias que,
en tan sólo un instante y sin dudarlo, ordenan la ejecución de quienquiera que se

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

atreva a desafiar su autoridad. Los personajes de Van Vogt se basaban en la


observación de hombres como Hitler y Stalin. Y mientras reflexionaba acerca de la
conducta asesina del comandante, se preguntaba a sí mismo: ‘¿Qué podría motivar a
un hombre así?’ ‘¿Por qué sucede que algunos hombres estiman que cualquiera que
los contradiga es deshonesto o directamente malvado?’ ‘¿Acaso sienten en lo profundo
de su corazón que son dioses infalibles?’ ‘Si ese es el caso, ¿están locos, en cierto
sentido, como quien cree ser la reencarnación de Julio Cesar?

Al buscar ejemplos, Van Vogt se sorprendió cuando notó que aquel comportamiento
autoritario en los hombres era demasiado común como para que se considerara un
caso de locura. […] [Por ejemplo,] el matrimonio parece despertar la personalidad
‘autoritaria’ en muchos hombres, según las observaciones de Van Vogt. […]

El ‘hombre violento’ o ‘que siempre está en lo correcto’ […] es un sujeto dominado por
una necesidad maníaca de autoestima. Desea sentir que no es un ‘don nadie’. Está
obsesionado con la idea de ‘no perder prestigio’, lo cual le impide admitir que puede
llegar a estar equivocado, sea cual sea la circunstancia. […]

Igualmente interesantes son sus celos descontrolados y salvajes. La mayoría de


nosotros somos vulnerables a los celos, ya que la noción de que alguien por quien
sentimos afecto prefiera a otra persona representa un asalto a nuestro amor propio.
Pero el ‘hombre que siempre está en lo correcto’, y cuya autoestima se asemeja a una
llaga constantemente supurante, sufre una crisis de histeria al tan sólo pensarlo, y se
convierte incluso en alguien capaz de cometer un homicidio. […]

Se siente justificado a manifestar una reacción explosiva, como si fuese un dios


enfadado. Estima que está infligiendo un castigo justo. […]

En todos los casos del ‘hombre violento’, es evidente que sus ataques no son
completamente inevitables; algunas de sus fechorías han sido cuidadosamente
planeadas y calculadas, y llevadas a cabo con determinación. El ‘hombre que siempre

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

está en lo correcto’ comete esos actos porque cree que lo ayudarán en lo único que le
interesa: salirse con la suya.

A su vez, eso pone en evidencia que el problema del ‘hombre que siempre está en lo
correcto’ es un problema común a las personas de carácter altamente dominador. La
dominación es un tema de enorme interés para los biólogos y los zoólogos, ya que el
porcentaje de animales (o seres humanos) dominadores parece ser sorprendentemente
constante. Diversos estudios en biología han confirmado que, por alguna extraña
razón, precisamente el cinco por ciento (uno de cada veinte) de todo grupo animal está
compuesto por miembros dominadores con aptitudes de líderes. […]

El miembro ‘promedio’ dentro de ese cinco por ciento dominante no concibe por qué
él no podría llegar a ser rico y famoso también. Siente rabia y frustración ante su falta
de ‘supremacía’, y está dispuesto a considerar métodos no ortodoxos para abrirse
camino hasta la cima. Esto claramente explica en gran parte el aumento del crimen y la
violencia en nuestra sociedad. […]

También podemos notar cómo muchos de estos individuos dominadores se


convierten en ‘hombres que siempre están en lo correcto’. En cada escuela de
quinientos alumnos, aproximadamente veinticinco de ellos son dominadores y luchan
por sobresalir. Algunos cuentan con ventajas naturales: poseen aptitudes para el
atletismo, los estudios académicos o el debate. (Y, por supuesto, también existen
muchos alumnos de personalidad no dominadora con el talento suficiente para llevarse
algunos de los premios.) Inevitablemente, algunos de los alumnos dominadores
carecen de talentos o dones particulares; varios de ellos son directamente estúpidos.
¿Cómo harán entonces para satisfacer sus ansias de dominio? No les quedará otra
alternativa que optar por expresarlas según modos que estén a su alcance. [202]

Ahora bien, lo que ocurre es que el análisis de Van Vogt y de Wilson ignora el núcleo
del problema —la psicopatía esencial— si bien describieron este tipo de patología

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

según su manifestación externa, e insinuaron que podría tratarse de una cuestión


genética.

Durante mis propias investigaciones, la necesidad de indagar profundamente la


psicopatía esencial se volvió aparente en los casos en que parecía haber
desempeñado un papel inspirador crucial en la patología macrosocial que aún
llamamos “comunismo”. La frecuencia con que recurre varía de país en país. Estimo
que en Polonia, mi tierra, existen aproximadamente seis psicópatas esenciales por
cada mil habitantes.

El sustrato instintivo de esos individuos carece de respuestas sintónicas naturales. Es


como si existieran huecos en su legado natural, o si le faltase ‘cuerdas’ al instrumento.
Por consiguiente, son incapaces de comprender las emociones humanas sutiles, e
incluso aquello que podríamos considerar como sentido común moral. Son egoístas
además de ser egotistas patológicos, e intentan forzar a la gente a que sienta y piense
como ellos lo exigen.

Tras la extensa experiencia que adquirí en la observación de este fenómeno y en la


búsqueda de su origen, concuerdo con otros expertos en que esta anomalía es
heredada por medio del cromosoma X [203] y que no es transmisible de padre a hijo. Si
ambos cromosomas en la madre son normales, su hijo será genotípicamente libre. En
algunos casos, esto constituye una información esencial para que los castigos por ‘los
pecados de los padres’ no sean volcados a sus hijos. Las hijas de hombres psicópatas
son portadoras y a veces —muy seguido, pero no siempre— manifiestan
características psicopáticas. La pregunta acerca de por qué no todas ellas exhiben la
patología requiere ser investigada [204].

La psicopatía esquizoide ocurre en ambos sexos por igual, con características y una
frecuencia similar. Esto sugiere que la anomalía se transmite autosómicamente [205].
En promedio, su tasa de incidencia es algo mayor a la de la psicopatía esencial, pero
varía considerablemente según los grupos étnicos o raciales. Dado que es más

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

frecuente entre los judíos, y debido a la tenacidad excepcional y la naturaleza


persistente que caracteriza esta patología, condiciona su civilización entera, su visión
del mundo y sus acciones.

El sustrato instintivo del psicópata esquizoide opera en general como si se hallara en


arenas movedizas. Estos psicópatas son incapaces de percibir naturalmente las
realidades psicológicas. Poseen un intelecto altamente eficiente, pero que cuelga de
emociones muy pálidas de naturaleza humana. Sin embargo, su intelecto lucha
persistentemente y se aboca a la creación de grandes doctrinas y estrategias morales
desarrolladas con astucia a fin de seducir a individuos ingenuos cuyas capacidades
intelectuales no están tan desarrolladas. Los esquizoides y sus doctrinas han
desempeñado un papel importante en la creación de las mayores tragedias
macrosociales de nuestros tiempos.

En sus relaciones familiares, el psicópata esquizoide engendra estados de


abatimiento y depresión en sus parejas. Los menos dotados intelectualmente parecen
ser herramientas fáciles para estos intrigantes más astutos. Cuando sus errores de
juicio o asociación resultan en graves problemas, caen fácilmente en un estado reactivo
que se asemeja a la esquizofrenia.

Podemos describir la psicopatía asténica como la clasificación de mayor incidencia.


Aún quedan dudas acerca de si todos los casos sintomáticamente similares son lo
suficientemente análogos, nomológicamente [206] hablando. Pareciera que algunos
psicópatas asténicos han participado en la génesis del mal, mientras que otros se
adaptan con mayor facilidad a las exigencias de la vida social normal.

La esquirtoidía también surge con una frecuencia similar en ambos sexos. Estos
psicópatas son emocionalmente dinámicos y toscos, e ignoran las cuestiones sutiles de
moralidad. Los hombres esquirtoides pueden convertirse en buenos soldados, pero
cuando no canalizan su energía de esa u otra forma similar, se vuelven versiones
extremadamente egotistas y menos marcadas del “hombre que siempre está en lo

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

correcto”. Abusan a sus esposas y a sus hijos, pero dado su interés por protegerse a sí
mismos, evitan cruzar la raya de la ley.

Los psiquiatras de la vieja escuela de Europa del Este también incluyeron en su


taxonomía términos como el “debilismo”, o “débiles de salón” [207]. Se dice que
ésta es una anomalía cualitativa hereditaria y algo similar a la esquizoidía. Los
individuos estudiados solían ser decentes, pero se caracterizaban por un habla llana y
persuasiva, y por su incapacidad para comprender asuntos de gran seriedad.

Acabo de efectuar un listado de las psicopatías más frecuentemente descritas, y con


las cuales estoy familiarizado. Pero el conjunto total de estas deformaciones que
acechan dentro de las sociedades se compone también de diversos híbridos de dichas
anomalías, y otras más raras, conocidas o por conocer, o insuficientemente descritas.
Ese conjunto existe en todos los países del mundo (pero su composición varía), y
abarca entre el 4% y el 9% de la población total.

Obtener un conocimiento detallado acerca de la naturaleza de estas anomalías y, en


particular, sus propiedades biológicas, es un paso primordial para que podamos
desarrollar medidas prácticas en todas las áreas donde podría ayudar a proteger la
humanidad de los actos de esos patógenos sociales. En mi caso personal, las
posibilidades se vieron bastante reducidas, ya que trabajé solo y en condiciones
incómodas y extremadamente difíciles. Por eso es que hoy incito a otros investigadores
a que promuevan el trabajo en esta área importante de estudio, por el bien de la
supervivencia de la humanidad.

Para encontrar medidas efectivas, primero debemos comprender el tipo de anomalías


mentales que desempeñan una función activa en la ponerogénesis, además de
descubrir el modo en que participan. Por ejemplo, estos conocimientos son esenciales
a la hora de efectuar un tratamiento psicológico en cualquier individuo cuya visión del
mundo ha sufrido una malformación debido a las influencias de una personalidad
patológica, y aumentarán entonces la tasa de éxito al trabajar con pacientes.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

Más precisamente, intentar persuadir a alguien (generalmente mujeres, pero no


siempre) de que se encuentra bajo el encanto de un psicópata, suele ser en vano. Sin
embargo, cuando le preguntamos por qué no notó inmediatamente el modo anómalo en
que un psicópata “siente” y piensa, muy seguido descubrimos que dentro de la víctima
existen circuitos de pensamiento y comportamiento que fueron generados por la
influencia anterior de alguna otra personalidad anormal, por lo general caracterizada
por trastornos mentales, y causada por un daño cerebral. He notado esto mismo con
tanta frecuencia que creo merece ser verdaderamente resaltado y tomado en cuenta.
Lo importante es que una vez que lo exponemos, creamos la posibilidad de lograr una
psicoterapia efectiva.

Luego, el psicoterapeuta seguramente ayude al paciente a tomar consciencia de esa


influencia nociva, así como de la manera de superar y eliminar estas tendencias de su
personalidad. Como resultado, el paciente estará en condiciones de volver a aprender
métodos correctos para sentir y comprenderse mejor no sólo a sí mismo, sino también
a los demás.

Y así es que, cuando el paciente presenta ciertos problemas para los cuales no
parece existir una causa evidente, y el psicoterapeuta descubre la influencia
fascinadora de un psicópata en su vida, es más fácil realizar un tratamiento terapéutico
exitoso abordando el problema de ese modo. Se resolverá también el trauma oculto —
la influencia del psicópata—, ya que el paciente aprenderá a notar la anormalidad en el
proceso de identificarla dentro de sí mismo.

Es necesario que los terapeutas se vuelvan algo ingeniosos. En realidad, la


psicoterapia es la primera área donde la ponerología tiene una aplicación inmediata.
Basándome en mi experiencia, puedo decir que comprender los elementos
macrosociales y compararlos con los grupales o familiares, nos conduce a identificar e
implementar medidas correctivas más concisas y efectivas. Este tipo de análisis podrá
luego proporcionar una reorganización más duradera de la personalidad del paciente, y

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

ayudarlo a enriquecer su mente con la capacidad eterna de ser dueño de su vida. Esto
presenta algunas dificultades con pacientes de menor inteligencia. Pero mi propio
trabajo me ha convencido de que el estudio de la ponerología en todas las escalas
debería ser incorporado a la carrera de psicología y formar parte de la tarea de los
psicoterapeutas.

Diversas anomalías mentales constituyen los procesos de la ponerogénesis en todos


los rincones de la sociedad, ya sea que se trate de fenómenos a nivel individual o
macrosocial. Están activas dentro de ciertas personas, limitando su capacidad para
ejercer control sobre sí mismas, o bien actúan como influencias traumáticas o
fascinadoras en los demás, en especial en los jóvenes, distorsionando su personalidad
y su visión del mundo. Corresponde a la tarea y al terreno de nuestra ciencia salir en
busca de estos procesos ponerogénicos e indagar en su interior. La ciencia de la
ponerología cumple con los requisitos del principio de la medicina: Ignoti nulla curatio
morbid, o “uno no ha de intentar curar lo que no comprende”.

Generalmente hablando, los resultados de la ciencia ponerológica suelen corroborar


algunas convicciones de los antiguos filósofos de la moral, reforzándolas desde el lado
del razonamiento naturalista. Dado que se sirve de datos que hasta hoy no habían sido
tenidos en cuenta, o que sólo fueron descubiertos en las últimas décadas, la
ponerología nos permite comprender y resolver muchos problemas misteriosos y
enigmáticos acerca de la vida, incluyendo aquellos que plagan a los individuos, las
familias, las comunidades y las naciones. En un futuro cercano, esta ciencia bien
podría llegar a prevenir otra tragedia como las ocurridas en la historia del siglo pasado.

El método que emplea la ponerología para abordar la psicología y la psicoterapia


también tiene el potencial de aportar correcciones detalladas a las ciencias de la ética.
Al reconocer la causalidad y los procesos malinterpretados de la ponerogénesis, la
ponerología introduce un mecanismo para clasificar las facetas psicológicas y
psicopatológicas de los problemas macrosociales. Debemos tenerlo permanentemente
en cuenta. De esa manera, podremos dejar atrás las interpretaciones tradicionales del

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

mal, en términos morales únicamente, y considerarlas reliquias arcaicas y pasadas de


moda, pertenecientes a un pasado no científico. Existe una buena razón para preferir
este enfoque: las interpretaciones moralizantes no facilitan el desarrollo de medidas
suficientes para contrarrestar y neutralizar el mal que surge con disfraces diferentes
según las circunstancias. Además, podría decirse que el razonamiento puramente
ético, sin la contribución de la ponerología, ha sido igualmente inmoral. Pero eso ha
venido sucediendo durante siglos. A fin de ir más allá de esta larga tradición, hemos de
hacer frente a la resistencia que sintieron los filósofos; pero ese es nuestro deber.

El enfoque ponerológico parece ser muy prometedor para muchas áreas de la ciencia
y la práctica. Su interpretación de los sucesos dramáticos de la historia, tanto en el
pasado como en las épocas más recientes, puede remplazar las narraciones
desapasionadas de los historiógrafos con una imagen vívida de las verdaderas
dinámicas, enseñándonos así las verdaderas causas de lo que ocurrió, y ofreciéndonos
nuevas posibilidades para prevenir la génesis del mal, o al menos lidiar mejor con sus
resultados. La historia de la humanidad debería ser escrita nuevamente y relatada por
historiadores que hayan estudiado la ciencia de la ponerología.

La ponerología nació en el mismo momento en que se realizaron intentos por


comprender de manera científica un fenómeno social de lo que sólo podemos describir
como maldad extrema y excesiva: el fascismo y el comunismo soviético. Tras un
período de adversidad intelectual, durante el cual el lenguaje corriente de las ciencias
sociales demostró ser inadecuado para describir lo que se estaba viviendo, resultó
evidente que primero sería necesario crear una nueva rama científica y un lenguaje que
permitiera designar categorías y una nomenclatura apropiadas para lidiar con un
fenómeno de semejante magnitud. Dicha elaboración finalmente nos permitió hallar
respuestas adecuadas y formular descripciones científicas correctas sobre la verdadera
naturaleza del fenómeno. Aquel sistema macrosocial manifestaba las mismas
características que las de un individuo patológico, sólo que a gran escala, tal y como lo
he descrito en mi libro. Yo ya sabía que fenómenos similares habían ocurrido en la
historia de la humanidad una y otra vez, de alcance diferente, y en diversos contextos

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

históricos, siempre llevados a la sociedad como un caballo de Troya, envueltos en la


ideología perteneciente a algún movimiento social idealista y heterogéneo. Esto aún se
aplica hoy día.

En muchos países, el Gobierno de la Ley ha ayudado a la sociedad a lidiar con esas


patologías, hasta cierto punto y en diversas escalas. Pero sin premisas objetivas, y
fines basados en los principios que revela la ciencia de la ponerología, la Ley sólo
funciona con suerte; y con muchos tanteos. Nada cambiará hasta que sea respaldada
por la ciencia ponerológica. ¡Pero ese cambio no será fácil! La aplicación de esta
ciencia y de aquello que revela desatará un terremoto en la mente de los juristas que
prefieren la tradición. Mejorar la ley requerirá mucho trabajo y una determinada
cantidad de tiempo. Más que simples planes de castigo, lo que necesitamos son
nuevos modos y métodos para combatir el mal en la sociedad.

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

¿Hacia dónde nos dirigimos a partir de aquí?

Lo primero que debemos hacer es reconstruir en su totalidad la ciencia de la


psicología, promoviendo y subvencionando la investigación en todos los campos en los
que se aplica, lo cual equivale, por lo general, a todas las áreas de la vida en la
sociedad. Luego deberemos promover este estudio científico, y resaltar su utilidad en
toda la sociedad. Debería formar parte de los programas educativos de la escuela
secundaria, incluyendo todos los datos necesarios referentes a las patologías, además
de un resumen general de sus implicaciones a nivel macrosocial. La popularización de
la verdadera psicología mejoraría entonces la capacidad de la gente y de las
comunidades para tomar mejores decisiones en lo que concierne a su vida y a sus
planes. Un conocimiento básico de la verdadera naturaleza del mal —con el potencial
de ser elaborado aún más científicamente— generaría en la gente cierto nivel de
circunspección a la hora de comprometerse con otros individuos y con la vida en
general.

Es necesario familiarizar a la gente con ese contexto, a fin de que sea posible
desarrollar la ciencia y sus diversas aplicaciones en la sociedad. Aquellas comunidades
que comprendan los valores e ideas de esta disciplina científica apoyarán la
implementación de los cambios necesarios para lidiar con la patología social. Además
se favorecerá el desarrollo de lo que podríamos denominar “moralidad eugenésica
[208]”, que inspiraría esfuerzos revolucionarios, en pos de la reducción de la carga que
implican, generación tras generación, las anomalías psicopatológicamente transmitidas.
La ingenuidad de las mujeres, debido a la seria falta de conocimiento preciso sobre
psicología, constituye una de las razones principales por las cuales aumenta el número
de psicópatas genéticos que nacen hoy en día, y lo han hecho en los últimos cincuenta
años.

Es de crucial importancia comprender profundamente el valor de la ciencia


ponerológica, y vislumbrar cuántas aplicaciones podría llegar a tener a fin de garantizar
un futuro de paz y una humanidad humana. Esta ciencia permite que la mente

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Dr. Sócrates Abdul Florián Medina.
Ponerologia Política – La ciencia del mal.

comprenda algo que, durante siglos, le resultó inteligible: la génesis del mal. Este
conocimiento bien podría desencadenar un punto de inflexión en la historia de la
civilización. Cabe añadir que hoy estamos al borde de la destrucción.

Por lo tanto, desearía rogar lo siguiente a mis lectores: ¡No se dejen frenar por la
magnitud de la tarea! Tómenla como una obra que debe realizarse paso a paso, y
conserven la esperanza de que muchos otros acudan a su ayuda, lo cual garantizará el
progreso.

Según el orden natural de los sucesos, parecería que aquellas personas que hayan
sufrido más en manos de psicópatas o de portadores de otras anomalías mentales,
serán nombradas para llevar a cabo esta tarea y asumir la carga. Señoras y señores, si
aceptan el desafío, les ruego acepten también su destino con sinceridad y humildad, y
que nunca pierdan el sentido del humor. Valoren la asistencia de la Mente Universal, y
sepan que los Grandes Valores tienden a crecer a raíz del Gran Sufrimiento.

Rzeszów, Polonia, 24 de agosto de 2006

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

NOTES DE PIE DE PÁGINA

[197]: En In the Blood (“En la sangre”) (Harper Collins, 1995), J. Steven Jones escribe
lo siguiente: “En ningún otro rincón del mundo ha existido una disputa tan seria acerca
del problema de ‘si se nace o se hace’ como en la Unión Soviética. La ideología hizo
que se frenase por completo el estudio de la genética durante veinticinco años. A los
marxistas les resultaba imposible aceptar que ciertas cualidades estuvieran grabadas
en el código genético, y por ende, se encontraran más allá del alcance de toda
intervención humana. […] Marx había insistido en que el hombre podía ser
transformado mediante un cambio en la sociedad, y que una vez que hubiera triunfado
la revolución, emergería una mejor humanidad nueva. Eso, de por sí, era una teoría a
favor de la herencia. El proceso que incluía dar nacimiento a un nuevo hombre fue
mucho más lejos en la Unión Soviética que en el resto del mundo. Las masas acataron
en cuatro años un plan cuya duración prevista había sido de cinco. En el proceso,
destruyeron a millones de kuláks e intelectuales (etiquetándolos de disidentes y
saboteadores) […] La ideología —y sus experimentos falsos— trajeron consecuencias
desastrosas. En 1942, Lysenko afirmó que si se sembraba trigo hibernal (que suele
cultivarse en zonas de clima lo suficientemente templado como para soportarlo) en
Siberia, mezclado con el trigo de primavera (que crece a lo largo del verano), sería
capaz de sobrevivir aún el invierno más rudo. Esta “vernalización del trigo” (que
simplemente no funcionó) fue impuesta a los agricultores y condujo a la hambruna. En
1948, se interrumpió todo estudio genético en la Unión Soviética. […] La herencia de
personalidades adquiridas se convirtió en la ley. […] Mucho más adelante, Kruschev
dijo a Lysenko: “Tú y tus experimentos podrán alcanzar la Luna” y, hacia los años
setenta, la genética en la Unión Soviética volvió a incorporarse al mundo de la ciencia.
Lysenko reflejaba la visión que se había fomentado en Alemania y el resto del mundo
durante la década de los treinta, a saber, que la genética lo era todo. Se sabe que el
mismo Hitler leyó un libro sobre la genética humana y que muchos expertos en la

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

“higiene racial” (según el término acuñado en ese entonces) estuvieron involucrados en


el movimiento de exterminio. Estimaban que preservar ávidamente a aquellos que
poseían los mejores genes y erradicar a quienes tenían los peores, era la única manera
de mejorar la sociedad. Esa idea tampoco logró soportar la prueba del tiempo.” – NdE

[198]: Salekin, Trobst y Krioukova, op. cit supra, nota 6.

[199]: Estado en el cual el cuerpo completo (hipoxia generalizada), o una región del
cuerpo (hipoxia de tejido), se ve privado del suministro adecuado de oxígeno. – NdT

[200]: supra, nota 83.

[201]: supra, nota 80.

[202]: Colin Wilson, A Criminal History of Mankind (“Una historia criminal de la


humanidad”), 1984.

[203]: Los genes en el cromosoma X no sólo influyen en el nivel de inteligencia


general, sino que también ejercen efectos específicos en la capacidad para
comprender la sociedad y para regular las emociones propias. Se estima que la
influencia de los genes del cromosoma X está directamente vinculada a las diferencias
que existen entre las habilidades cognitivas y sociales entre los sexos. David H. Skuse.
“X-linked genes and mental functioning” (‘Genes vinculados con el cromosoma X y la
función mental’) Human Molecular Genetics, 14:1 (2005). – NdE

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

[204]: El cromosoma X contiene miles de genes, pero sólo unos pocos, si acaso
alguno de ellos, están directamente relacionados con la determinación del sexo. Al
comienzo del desarrollo embrionario en las mujeres, uno de los dos cromosomas X se
desactiva permanentemente al azar en casi todas las células somáticas (células
diferentes al ovario y los espermatozoides). Este fenómeno se denomina “activación X”,
y garantiza que las mujeres, al igual que los hombres, tengan una copia funcional del
cromosoma X en cada célula de su cuerpo. [Fuente:
http://en.wikipedia.org/wiki/X_chromosome] En el pasado solía asumirse que las
personas sólo utilizaban activamente esa única copia. Pero la investigación más
reciente ha demostrado que la activación X no siempre es completa, y que al menos el
25% de los genes del cromosoma X que no fue activado actúan de manera parcial o
completa, un porcentaje que varía de una mujer a la otra. . L. Carrel & H. Willard, “X-
inactivation profile reveals extensive variability in X-linked gene expression in females”
(“El perfil de la inactivación X revela una gran variabilidad en la expresión genética
relacionada con el cromosoma X en las mujeres”), Nature, 434 (2005) ,400−404.
Quizás esto explique por qué varía también el modo en que se expresa la patología. –
NdE

[205]: supra, nota 96.

[206]: Según las leyes de la naturaleza. Una explicación nomológica por deducción es
un método formal para ofrecer explicaciones basadas en pruebas sobre hipótesis
derivadas de leyes generales. – NdE

[207]: del francés, débil, que significa aproximadamente “persona loca” o “idiota de
pueblo”. – NdE

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[208]: Que aplica las leyes biológicas de la herencia al perfeccionamiento de la


especie humana. – NdT

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ACERCA DEL AUTOR

Dr. Andrzej M. Łobaczewski

Andrzej M. Łobaczewski nació en 1921 y creció en una zona rural de la hermosa


región del piedemonte polaco. Durante la ocupación nazi, trabajó en su granja y como
apicultor, y más tarde fue soldado en el “Ejército del País”, un movimiento oculto de
resistencia. Tras la invasión soviética de Polonia, las autoridades confiscaron su
propiedad y desalojaron a su familia.

Mientras trabajaba para ganarse el pan, estudió psicología en la Universidad


Jaguellónica de Cracovia. Las condiciones bajo el régimen “comunista” hicieron que
volcase su atención en la psicopatología, y en especial en el papel desempeñado por
personas psicopáticas dentro de un gobierno de ese tipo. No fue el primer investigador
en abocarse a ese tema; la tarea había sido iniciada por un círculo secreto de
científicos de la generación previa, que fue desmantelado poco después por las

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

autoridades de seguridad del bando rojo. Łobaczewski se convirtió más tarde en el


único capaz de culminar y transcribir el estudio.

Durante su empleo en hospitales e institutos psiquiátricos, y dentro del servicio de


salud mental abierto al público, el autor pudo mejorar su capacitación en el diagnóstico
clínico y la psicoterapia. Finalmente, en 1977, cuando las autoridades políticas
comenzaron a sospechar que estaba demasiado informado acerca de la naturaleza
patológica del sistema, lo obligaron a emigrar. En Estados Unidos se vio prisionero de
las grandes garras de la ligas de propaganda comunista. En 1984, escribió este libro en
Nueva York. Todos sus intentos por publicarlo en esa época fracasaron.

En 1990 regresó a Polonia con su salud deteriorada, y se sometió al cuidado de


varios médicos amigos de su juventud. Poco a poco mejoró, y fue capaz de trabajar y
de publicar otro de sus estudios sobre psicoterapia y psicología social. Andrzej M.
Łobaczewski falleció a fines de noviembre de 2007.

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Ponerologia Política – La ciencia del mal.

También disponible en la editorial Pilule Rouge

La Historia secreta del mundo, y cómo salir de él con vida

Laura Knight-Jadczyk

Si oyera la Verdad, ¿la creería? Civilizaciones antiguas, realidades híper


dimensionales, cambios en el ADN, conspiraciones bíblicas. ¿Qué son estas
realidades? ¿Cuánta desinformación hay? La Historia secreta del mundo y cómo salir
de él con vida es el libro definitivo de las verdaderas respuestas, en el que la Verdad es
aún más fantástica que la ficción. Laura Knight-Jadczyk, esposa del físico teórico
internacionalmente conocido Arkadiusz Jadczyk, un experto en física hiperdimensional,
recurre a la ciencia y al misticismo para rasgar el velo de la realidad. Debido a las
numerosas amenazas en contra de su vida por parte de agentes y agencias conocidas
y desconocidas, Laura dejó los Estados Unidos para vivir en Francia, donde trabaja con
Patrick Rivière, estudiante de Eugene Canseliet, el único discípulo del legendario
alquimista Fulcanelli.

Con humor chispeante y sabiduría, comparte más de treinta años de investigación


para revelar, por primera vez, La Gran Obra y la antigua ciencia esotérica en términos
accesibles tanto al erudito como al lego.

Las conspiraciones han existido desde los tiempos de Caín y Abel. Los hechos de la
Historia han sido alterados para sustentar la ilusión. Actualmente, la cuestión es si hay
un número suficiente de personas como para ver a través de los engaños, para crear
de este modo una fuerza-contraria hacia un cambio positivo —el oro de la humanidad—
durante los próximos tiempos del Cambio Macro-Cósmico. Laura sostiene de manera

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convincente, basándose en las revelaciones de los secretos esotéricos más profundos,


que el presente es un período de transición potencial, una oportunidad excepcional de
renovación individual y colectiva: un cambio cuántico macro-cósmico de consciencia y
percepción que podría llegar a ver el nacimiento de una verdadera creatividad en los
campos de la ciencia, el arte y la espiritualidad. La Historia secreta del mundo y cómo
salir de él con vida nos permite redefinir nuestra interpretación del universo, la Historia
y la cultura para poder de ese modo navegar a través de toda esta oscuridad. De este
modo, Laura Knight-Jadczyk nos muestra cómo podemos incrementar las posibilidades
para todos nuestros futuros en términos literales.

La Historia secreta del mundo y cómo salir de él con vida está obteniendo un
reconocimiento general a nivel clásico con profundas implicaciones para el destino de
la raza humana. Con hechos y cálculos investigados meticulosamente la autora vuelca
ideas convencionales sobre la religión, la filosofía, las leyendas del Grial, la ciencia y la
alquimia, conocidas desde hace ya mucho tiempo, presentando una narración
coherente que señala la existencia de una antigua Edad de Oro de tecno-espiritualidad,
la cual incluye el dominio del espacio y del tiempo: El Santo Grial, la Piedra Filosofal, el
Verdadero Proceso de Ascensión. Laura proporciona la prueba de la existencia de un
nivel científico avanzado y de sabiduría metafísica que poseyeron otrora las más
grandes civilizaciones antiguas ya perdidas y revela un Mensaje en una Botella
reservado a la especie humana, incluyendo Cosmología y Misticismo de la humanidad
de Antes de la Caída, cuando, según nos dicen textos antiguos, el hombre caminaba y
hablaba con los dioses. Laura nos muestra que este próximo cambio es aquel punto en
el vasto ciclo cosmológico en el que la humanidad —o al menos parte de ella— tiene la
oportunidad de recuperar su prestigio del Hijo del Rey en la Edad de Oro.

Si alguna vez ha existido un libro capaz de responder a las preguntas de quienes


buscan la Verdad en medio del desierto espiritual de este mundo, entonces sin duda La
Historia secreta del mundo y cómo salir de él con vida lo es.

ISBN: 978-2-916721-07-1

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El 11-S: la verdad definitiva

Laura Knight-Jadczyk y Joe Quinn

¡De los creadores del video El Ataque al Pentágono, visto por más de 500 millones
de personas en el mundo!

Laura Knight-Jadczyk y Joe Quinn desvelan la verdadera naturaleza de la élite que


gobierna en nuestro planeta y presentan nuevos y profundos conocimientos obtenidos
en el terreno que explican cómo se llevaron a cabo los ataques del 11-S. Todo ello
gracias a una perspectiva extendida a lo largo de los milenios. El 11-S: la verdad
definitiva hace hincapié en la idea de que el 11 de Septiembre de 2001 marcó el
momento en que nuestro planeta se adentró en la fase final de un plan diabólico que se
viene implementando desde hace muchos, muchos años. Es un plan desarrollado y
alimentado por generaciones de individuos despiadados que explotan sin cesar los
aspectos negativos de la naturaleza humana, con el fin de atrapar a toda la humanidad
en un sinfín de guerras y sufrimiento. Esto, con el objetivo de hacer que
permanezcamos confundidos y distraídos acerca de la realidad del hombre que se
esconde detrás del telón.

Basándose en fuentes históricas y genealógicas, Laura Knight-Jadczyk y Joe Quinn


conectan en forma elocuente los acontecimientos del 11-S con el conflicto palestino-
israelí actual. También aportan pruebas claras de que nuestro planeta está sujeto a
cataclismos naturales que ocurren cíclicamente y que muy probablemente han
conducido a la humanidad al borde de la destrucción en el mundo actual. Dado su
estilo directo para llegar al meollo del asunto, y debido a su gran audacia para evitar
ser desviados o distraídos por la masa de desinformación que el Poder Reinante ha
estado empleando sin cesar para tapar las huellas, se puede afirmar con justa razón

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que El 11-S: la verdad definitiva es EL libro sobre el 11-S y las implicaciones que este
día tuvo en el futuro de la humanidad.

ISBN 978-2-916721-09-5

La Onda, tomo I, Montando la Onda

Laura Knight-Jadczyk

¿Qué es la Onda? Mediante una combinación íntima y sabia de ciencia y misticismo,


Laura Knight-Jadczyk comienza el relato de su búsqueda de respuestas. El primer
tomo de La Onda introduce el trabajo de Laura Knight-Jadczyk como hipnoterapeuta, el
cual dio como resultado el Experimento Casiopeo, un ejercicio de canalización crítica.
En el libro se explora cuáles fueron los catalizadores de la búsqueda de la autora para
comprender los ovnis, la abducción ‘extraterrestre’, los cambios planetarios, la
conspiración y la transformación personal, así como el modo en que se relacionan con
la Onda.

En La Onda se tratan interrogantes relacionados con los niveles más profundos de la


realidad: la gravedad, las realidades hiperdimensionales y la posibilidad de que
estemos viviendo rodeados de seres que no somos capaces de percibir.

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El concepto de la Onda es vital para todo aquél que desee comprender la realidad y
el significado profundo de la experiencia humana, y lo que puede depararnos nuestro
futuro más cercano. La Onda le brindará el conocimiento necesario para sortear el
temporal que se avecina.

ISBN 978-2-916721-10-1

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La Onda, tomo II, Los hackers del alma

Laura Knight-Jadczyk

Las manos ocultas detrás del movimiento de la Nueva Era ¿Por qué estamos aquí?
¿Por qué sufrimos? Si nos hallamos en una escuela de lecciones infinitas, ¿qué se
supone que debemos aprender? ¿Y por qué resulta que nuestros esfuerzos por
“solucionar” nuestras vidas suelen traer el resultado opuesto? He aquí lo que escribe la
escritora y mística Laura Knight-Jadczyk en este tomo de su extensa serie de La Onda:
“Cuando realizamos una pregunta –siempre y cuando ésta sea una pregunta
apremiante– nuestra vida se convierte en la respuesta. Todas nuestras experiencias,
relaciones y demás toman forma alrededor del meollo de la respuesta que buscamos
desde lo profundo del alma. En [mi] caso, la pregunta era: ‘¿Cómo ser Uno con Dios?’
Y la respuesta fue: ‘El Amor es la respuesta, pero debes poseer conocimiento para
saber distinguir qué es realmente el Amor.’

Los hackers del alma es un relato personal y profundo acerca de este mismo proceso,
compuesto por preguntas apremiantes y respuestas capaces de transformar una vida.
Mediante la historia de su propia lucha dentro de las religiones oficiales y las
alternativas, así como las soluciones que pretenden aportar, Laura Knight-Jadczyk
expone los problemas inherentes al movimiento de la Nueva Era como un todo, desde
el Reiki, la Wicca y el fenómeno de la canalización hasta el verdadero problema de los

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espíritus parasitarios, el control mental y los depredadores que se hacen pasar por
seres benévolos a lo largo y ancho del planeta. Laura pregunta qué significa realmente
“crear nuestra propia realidad”. ¿Se trata de una simple auto-hipnosis, o existe algo
más detrás del tema de la Nueva Era?

ISBN: 978-2-916721-11-8

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Éiriú Eolas - “Expansión del conocimiento”

Programa para controlar el estrés, sanar y rejuvenecer ¿Se encuentra usted


estresado? ¿Sufre de fatiga crónica, o de alguna condición que su médico no logra
diagnosticar? ¿O le dicen que “todo está en su cabeza”? ¿Siente dolores físicos
durante la mayor parte del tiempo? ¿Está su cuerpo intoxicado por el entorno
contaminado al que nos expone nuestro modo de vida? ¿Desea afrontar los retos de la
vida con una gran calma y paz mental? ¿Le gustaría realmente sentirse saludable, feliz
y sin dolor todos los días?

Presentamos Éiriú Eolas (que se pronuncia “EIR-u O-las” ), cuyos beneficios están
científicamente comprobados. Un programa increíble que le permitirá controlar el
estrés, curarse, desintoxicarse y rejuvenecer. Es LA CLAVE que le ayudará a cambiar
REALMENTE su vida de un modo inmediatamente perceptible:

Los beneficios comprobados del programa Éiriú Eolas incluyen:

 control instantáneo del estrés en situaciones que requieren un alto consumo


de energía

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 desintoxicación del cuerpo, lo cual lleva a aliviar el dolor


 relajación y un trabajo suave con traumas psicológicos y el pasado
emocional
 regeneración y rejuvenecimiento del cuerpo y la mente

Éiriú Eolas le permitirá acceder y liberar de un modo rápido y suave capas de


toxicidad mental, emocional y física que se interponen entre usted y un cuerpo
saludable, lo que le permitirá sentirse y verse cada vez más joven.

La técnica Éiriú Eolas surgió de una investigación llevada a cabo por el Quantum
Future Group bajo la dirección de Laura Knight-Jadczyk y Gabriela Segura, M.D. La
práctica ha sido investigada a fondo y miles de personas que ya se están beneficiando
de este programa revolucionario son testigos de lo que uno puede lograr con él. ¡Los
efectos son acumulativos, y los resultados y beneficios visibles en poco tiempo,
algunas veces inmediatamente después de la primera sesión!

Para más detalles acerca del programa y del contenido de cada disco, visite:

http://es.eiriu-eolas.org/

ISBN 978-2-916721-22-4

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Pruebas de falsificación

El asesinato de Estados Unidos

Evidence of Revision (“Pruebas de falsificación”) es un documental que consta de


seis partes y contiene material periodístico original que revela cómo los mayores
acontecimientos en la Historia estadounidense (y mundial) han sido profunda e
intencionalmente distorsionados para mentir al público. Una serie de videos y
entrevistas inéditas nos ofrecen una exploración profunda de los sucesos, incluyendo el
asesinato de John F. Kennedy, su hermano, Robert Kennedy y Martin Luther King, así
como descripciones de lo que realmente ocurrió en la masacre de Jonestown, en la
Guayana Británica, y todas las mentiras promovidas entre cada uno de esos eventos.

Las pruebas expuestas en estos archivos dejan al descubierto la manera en que se


diseñó y coordinó clandestinamente el proyecto de los Estados Unidos en su estado
actual. Pruebas de falsificación deja demostrado en forma definitiva que la Historia fue
falsificada, ¡incluso mientras se la escribía! Y las consecuencias de estas mentiras son
infinitas, en todo el mundo.

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Primera parte: El asesinato de John F. Kennedy, y Oswald. Segunda parte: El


porqué de la Guerra de Vietnám, y L.B. Johnson Tercera Parte: Hoover y otros: lo que
pocos saben aún hoy. Cuarta parte: El asesinato de Robert F. Kennedy como nunca
antes se lo vio. Quinta parte: El asesinato de Robert F. Kennedy, el Proyecto
MKULTRA y la masacre de Jonestown Sexta parte: El asesinato de Martin Luther King
Set de 3 DVDs, dos partes por disco.

Formato multi-regional: usted puede visionarlo en cualquier lector de DVD o


computadora, en todo el mundo.

Idioma original: inglés. Subtítulos: inglés, español, francés y polaco.

Duración: 10 horas y 25 minutos

ISBN 978-2-916721-48-4

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B.P. 90121

82100 Castelsarrasin

Francia

Tel: (+33)5 63 04 54 30

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