3retraso Mental SEM III

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TEMA: RETRASO MENTAL

Introducción al tema:
La inteligencia (p. ej., medida por el CI) podría considerarse como una
dimensión independiente y podría presentarse como merecedora de su
propio eje en el DSM-IV. Sin embargo, el diagnóstico de retraso mental
abarca más que la poca inteligencia, e incluye también el deterioro de la
conducta adaptativa.
El concepto diagnóstico del retraso mental, constituido por un bajo CI más
los déficits adaptativos, fue desarrollado, por la Asociación Americana de
Retraso Mental (1992), y adoptado como la alternativa del DSM-IV. Este
concepto enfatiza la idea de que el retraso mental no es una característica
innata de un individuo, sino el resultado variable de la interacción entre las
capacidades intelectuales de la persona y el ambiente.
Como mínimo, el 90% de los individuos con baja inteligencia están
diagnosticados a los 18 años, pero el diagnóstico de retraso mental
requiere que su inicio tenga lugar durante el período evolutivo. Aún más,
el tratamiento del retraso mental está orientado evolutivamente, aunque el
tratamiento psiquiátrico de las personas con retraso mental se lleve a
cabo por psiquiatras tanto de adultos como infantiles.
La definición del retraso mental abarca tres características:
1) inteligencia por debajo del promedio (CI 70 o inferior).
2) deterioro de la capacidad adaptativa.
3) comienzo en la infancia.

CRITERIOS DIAGNÓSTICOS PARA EL RETRASO MENTAL

A. Capacidad intelectual significativamente inferior al promedio: CI


aproximadamente de 70 o inferior en un test de CI administrado
individualmente (en el caso de niños pequeños, un juicio clínico de
capacidad intelectual significativamente inferior al promedio).
B. Déficit o alteraciones concurrentes de la actividad adaptativa actual
(esto es, la eficacia de la persona para satisfacer las exigencias
planteadas para su edad y por su grupo cultural), en por lo menos en dos
de las áreas siguientes: comunicación, cuidado personal, vida doméstica,
habilidades sociales/interpersonales, utilización de recursos comunitarios,
autocontrol, habilidades académicas funcionales, trabajo, ocio, salud y
seguridad.
C. El inicio es anterior a los 18 años.

Normalmente la inteligencia se mide con tests estandarizados, como el


Wechsler Adult Intelli -gence Scale (WAIS), el Wechsler Intelligence Scale
For Children-Revised (WISC-R) de 6 a 16 años, el Stanford-Binet IQ-
Revised de 2 a 18 años o secciones de la Bayley Scales or Mental
Development para niños de 2 meses a 2 años y medio.
El DSM-IV subclasifica la gravedad del retraso mental basándose en
puntuaciones de CI:
Retraso mental leve 317: CI entre 50-55 y aproximadamente 70
Retraso mental moderado: CI entre 35-40 y 50-55
Retraso mental grave: CI entre 20-25 y 35-40
Retraso mental profundo: CI inferior a 20-25
Retraso mental de gravedad no especificada: cuando existe clara
presunción de retraso mental, pero la inteligencia del sujeto no puede ser
evaluada mediante los test usuales.

Las capacidades adaptativas pueden ser juzgadas de diferentes maneras,


incluyendo los instrumentos estandarizados para valorar la maduración
social y las habilidades adaptativas.
Las conductas adaptativas se valoran en cinco dominios: comunicación,
habilidades de la vida cotidiana, socialización, habilidades motoras y
conductas desadaptativas. Los datos se obtienen mediante una entrevista
semiestructurada a uno de los padres o a un educador.
Las puntuaciones de la capacidad esperada se establecen, dependiendo
de la edad de las habilidades sociales para niños, desde la infancia hasta
los 18 años, con diferentes niveles de retraso mental. La capacidad
adaptativa puede estar por encima o por debajo del nivel de inteligencia
general.
Etiología

La etiología depende en parte del nivel de retraso mental. El retraso


mental leve es generalmente idiopático o familiar, pero los retrasos graves
y profundos son normalmente genéticos o relacionados con una lesión
cerebral. La forma más frecuente es el retraso mental idiopático asociado
a dificultades socioculturales o psicosociales y a menudo se observa en la
descendencia de los padres retrasados.
Generalmente el grado de retraso mental es leve (o moderado). Se
supone que los déficits intelectuales y adaptativos están determinados por
un mecanismo poligenético, aunque se subraya la intervención de
factores sociales. Estos individuos viven en condiciones socioeconómicas
precarias, y su funcionamiento se ve influido por la pobreza, la
enfermedad, las deficiencias en el cuidado de la salud, y el deterioro en la
búsqueda de ayuda. El tamaño de la familia puede exceder las
capacidades de atención de los padres y la estimulación positiva de los
niños. Las desventajas sociales contribuyen notablemente a la etiología
de algunas formas leves de retraso mental (Tabla 23-20). Sin embargo, la
sobrerepresentación de varias anormalidades genéticas, físicas y
neurológicas en las personas con retraso mental leve, recuerda que las
fuerzas sociales pueden no ser el factor etiológico dominante.

Descripción clínica
En el retraso mental puede aparecer un enlentecimiento del desarrollo, en
todas las áreas de funcionamiento, pero, principalmente se pone de
manifiesto en el funcionamiento intelectual y cognitivo.
En el retraso mental, determinadas características clínicas dependen del
grado de funcionamiento intelectual (Tabla 1). Normalmente están
afectados el desarrollo neurobiológico, motor, sensorial, integrativo, el
vínculo padres-niño, la diferenciación de sí mismo y del otro, y el
desarrollo emocional subsiguiente. También pueden deteriorarse de forma
secundaria otros aspectos del desarrollo psicológico, pero puede existir un
grado marcado de la preservación del crecimiento psicológico. Puede
haber una dispersión amplia entre los diferentes subtests del
funcionamiento intelectual y adaptativo, que reflejan puntos
significativamente fuertes en áreas específicas.
Tabla 1 Características clínicas del Retraso mental

Aproximadamente la mitad, o incluso más, de los adultos y niños con retraso


mental tienen un diagnóstico psiquiátrico adicional Entre las características
emocionales se pueden incluir la dificultad para expresar sentimientos y
percibir afectos tanto en sí mismo como en los otros.

Curso y pronóstico

Aunque los factores biológicos de cada síndrome de retraso mental pueden


determinar ciertos aspectos del desarrollo, el curso y el resultado del retraso
mental dependen de circunstancias sociales, económicas, de salud/médicas,
educativas y evolutivas.
Ya sea una forma familiar leve o un grave error metabólico innato, el curso
del retraso mental está influido por las interacciones con las oportunidades y
las barreras ambientales. Es posible que las características de los padres
supongan ventajas que puedan resultar compensatorias, o desventajas que
generen complicaciones. Las características del microambiente pueden
operar como factores operantes, y pueden tener una influencia más intensa
en el resultado adulto que los factores causantes, excepto en los casos
extremos. El curso y el pronóstico del retraso mental son mucho menos
predecibles de lo que originariamente se creía.

Tratamiento

Para el tratamiento de los múltiples handicaps y complicaciones asociados


con el retraso mental, resulta característico el tratamiento multimodal con una
orientación. Los programas de rehabilitación a largo plazo suponen la
intervención de un gran número de especialistas y organismos trabajando en
colaboración a lo largo del tiempo.
El componente psiquiátrico incluye específicamente la coordinación de la
evaluación diagnóstica principal de los estados médico y psiquiátrico, la guía
de los padres (manejo conductual, planificación educacional y ambiental,
control a largo plazo y apoyo), así como diversas terapias psiquiátricas
corrientes cuando se diagnostican trastornos psiquiátricos concomitantes.

BIBLIOGRAFÍA
1. American Psychiatric Association: Diagnostic and Statistical Manual of
Mental Disorders, 4th Edition. Washington, DC, American Psychiatric
Association, 1994
2. American Psychiatric Association: Diagnostic and Statistical Manual of
Mental Disorders DSM-5, 5th Edition. Washington, DC, American
Psychiatric Association, 2014
3. American Association on Mental Retardation: Mental Retardation:
Definition, Classification, and Systems of Supports, 12th Edition.
Washington, DC, American As sociation on Mental Retardation, 2012
4. Hales, RE; Stuart, SC y Talbott, JA. Tratado de Psiquiatria. 2da ed. Ed:
The american Psychiatric Pres, 2012
5. Kernberg PF, Chazen SE: Children With Conduct Disorders: A
Psychotherapy Manual. New York, Basic Books, 1991
6. Washington, DC, American Psychiatric Press, 1987

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