P.C.L. Cultivo de Arvejas S.04
P.C.L. Cultivo de Arvejas S.04
P.C.L. Cultivo de Arvejas S.04
1. ORIGEN.
El cultivo del arveja o guisante es conocido por el hombre desde muy antiguo, habiéndose
encontrado restos carbonizados de semillas en asentamientos neolíticos (7000 a.C).
Su uso es reciente en Europa, habiendo sido introducido probablemente desde Palestina o
Egipto en las zonas orientales europeas del mediterráneo, área que es considerada como su
principal centro de diversificación. Hasta el siglo XVI el guisante se utilizó como grano seco
y como forraje, y a partir de entonces comenzó a usarse el grano fresco.
El guisante es una especie anual, que ocupa un área de cultivo de gran extensión, pues se
extiende por casi todo el mundo.
Este cultivo ha ido adquiriendo una mayor importancia en la industria, tanto conservera
como de congelación.
3. TAXONOMÍA Y MORFOLOGÍA.
Los tallos son trepadores y angulosos; respecto al desarrollo vegetativo existen unas
variedades de crecimiento determinado y otras de crecimiento indeterminado, dando lugar
a tres tipos de variedades: enanas, de medio enrame y de enrame.
INSTITUTO DE EDUCACIÓN SUPERIOR TECNOLÓGICO PÚBLICO “ABANCAY”
CREACIÓN R. M. Nº 452-86-ED del 23-07-86 – REVALIDACIÓN R. M. Nº 0648-2006-ED del 22-08-06
El sistema radicular es poco desarrollado en conjunto, aunque posee una raíz pivotante que
puede llegar a ser bastante profunda.
Las hojas tienen pares de foliolos y terminan en zarcillos, que tienen la propiedad de asirse
a los tutores que encuentran en su crecimiento.
La inflorescencia es racimosa, con brácteas foliáceas, que se inserta por medio de un largo
pedúnculo en la axila de las hojas.
Cada racimo lleva generalmente 1 ó 2 flores, pero también hay casos de tres, e incluso 4 y
5, aunque estos últimos son raros.
Las flores son de morfología típicamente papilionácea, y poseen simetría zigomorfa, es
decir, con un solo plano de simetría. Consta de 5 sépalos, siendo los dos superiores
variables, tanto en forma como en dimensiones, lo cual se utiliza como carácter varietal.
Las semillas de guisante tienen una ligera latencia; el peso medio es de 0,20 gramos por
unidad; el poder germinativo es de 3 años como máximo, siendo aconsejable emplear para
la siembra semillas que tengan menos de 2 años desde su recolección; en las variedades
de grano arrugado la facultad germinativa es aún menor.
4. VARIEDADES.
En las variedades del guisante hay que tener en cuenta las siguientes características:
Para la industria conservera se prefiere el grano redondo, liso, pequeño y también de color
verde.
Las variedades más comunes son: Bayard, Capuchino, Lincoln, Negret, Teléfono,
Televisión, Tirabeque, Vertirroy, Silam, Voluntario.
Es un cultivo de clima templado y algo húmedo. La planta se hiela con temperaturas por
debajo de -3 ó -4ºC. Detiene su crecimiento cuando las temperaturas empiezan a ser
menores de 5 ó 7ºC. El desarrollo vegetativo tiene su óptimo de crecimiento con temperaturas
comprendidas entre 16 y 20ºC, estando el mínimo entre 6 y 10ºC y el máximo en más de
35ºC. Si la temperatura es muy elevada la planta vegeta bastante mal. Necesita ventilación
y luminosidad para que vejete bien.
El guisante va bien en los suelos que son idóneos para la judía; es decir, en los ligeros de
textura silíceo-limosa. En los suelos calizos puede presentar síntomas de clorosis y las
semillas suelen ser duras.Prospera mal en los suelos demasiado húmedos y en los
excesivamente arcillosos; agradece la humedad del suelo, pero no en exceso, en los que es
frecuente la pudrición de la semilla, originándose nascencias largas, sobre todo si se trata de
variedades de grano rugoso.
El p H que mejor le va está comprendido entre 6 y 6.5. Respecto a la salinidad, el guisante
es una planta considerada como intermedia en lo que a resistencia a la misma se refiere.
El guisante no requiere labores demasiado profundas, pero sí que la tierra quede suelta, bien
aireada y mullida. Para ello se llevan a cabo 1 ó 2 labores de vertedera según las necesidades
que presente el terreno; posteriormente un pase de grada de discos con el que se enterrarán
los abonos minerales, otro de cultivador y para finalizar un pase de tabla, que dejará la capa
superficial del suelo formada por pequeños agregados.
6.2. Siembra.
Dado que es una especie que tolera bien las bajas temperaturas invernales, incluyendo las
heladas, puede adaptarse el ciclo de cultivo a los requerimientos de cada zona.
Antes de efectuar la siembra se recomienda recubrir las semillas con una mezcla de
insecticida y fungicida, como Piretroides, Diazinon, entre los primeros, y Captan y TMTD
entre los segundos.
Desde que nacen las plantas hasta que se inicia la floración, cuando las temperaturas son
óptimas, suelen transcurrir entre 90 y 140 días, según variedades.
El cultivo puede disponerse en surcos o en cuadros, este último sistema es más efectivo en
las variedades de enrame, generalmente tirabeques, ya que facilita la labor de entutorado
de las parcelas.
6.3. Riego.
Este cultivo en óptimas condiciones de humedad del suelo necesita pocos riegos. No
necesita mucha humedad y los riegos han de ser moderados.
Cuando se riega por gravedad, antes de la siembra, es necesario dar un riego para que el
suelo tenga humedad suficiente cuando reciba la semilla. Después, si el cultivo es de
otoño-invierno, con un par de riegos es probable que sea suficiente, si es de invierno-
primavera necesitará 3 ó 4 riegos.
En riego por gravedad, después de cada riego pueden aplicarse unos dos gramos por
metro cuadrado de nitrógeno, no rebasando en total los 10 gramos de N.
6.4. Abonado.
6.5. Recolección.
Las épocas de recolección están ligadas a las fechas de siembra, a las características
climáticas de la zona y a la precocidad de la variedad. El momento de la recolección será
cuando las vainas estén llenas pero no dejando que los granos se endurezcan; como
síntomas se utilizan el que los tegumentos se desprendan fácilmente al presionar los
granos y que tanto éstos como las vainas mantengan exteriormente su color verde
característico.