Caso Montesinos VS Ecuador

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE TUMBES

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA


POLÍTICA

CASO MONTESINOS MEJIA VS ECUADOR

INTEGRANTES

HEREDIA RAMIREZ ALBERT


GASTAÑADUI LAVALLLE BRISSSETT
FLORES DELGADO FREYSSI
JIMENEZ CALVI TATIANA
ROMERO MERINO JEAN CARLOS
DOCENTE

DR. AYALA RUIZ JULIO CESAR


CURSO
DERECHOS HUMANOS

TUMBES, PERU
2022
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN .......................................................................................................... 3

INTRODUCCIÓN DE LA CAUSA Y OBJETO DE LA CONTROVERSIA .......... 4

Trámite ante la Comisión. ............................................................................................. 4

PROCEDIMIENTO ANTE LA CORTE ..................................................................... 5

COMPETENCIA ............................................................................................................ 7

EXCEPCIONES PRELIMINARES ............................................................................. 7

LA PRUEBA ................................................................................................................... 7

HECHOS ......................................................................................................................... 9

DERECHO A LA LIBERTAD PERSONAL ............................................................. 13

Alegatos de las partes y la Comisión ........................................................................... 13

Detención inicial y prisión preventiva del señor Montesinos ................................... 15

Razonabilidad del plazo de la prisión preventiva ...................................................... 17

DERECHO A LA INTEGRIDAD PERSONAL Y OBLIGACION DE

INVESTIGAR DENUNCIAS DE TORTURA .......................................................... 17

PRINCIPIO DE LEGALIDAD Y RETROACTIVIDAD, PROTECCIÓN DE LA

HONRA Y LA DIGNIDAD ......................................................................................... 20

REPARACIONES ........................................................................................................ 22

1. Parte lesionada ................................................................................................... 22

Bibliografía ................................................................................................................. 25
INTRODUCCIÓN

El caso Montesino vs Ecuador es caso sometido a la Corte. El 18 de abril de 2018

la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (en adelante “la Comisión

Interamericana” o “la Comisión”) sometió a la jurisdicción de la Corte Interamericana,

de conformidad con los artículos 51 y 61 de la Convención Americana, el caso

Montesinos Mejía en contra de la República de Ecuador (en adelante “el Estado”, “el

Estado ecuatoriano” o “Ecuador”).

El presente trabajo presenta una estructura escalonada, de tal manera que la

información pueda ser presentada de forma clara y concisa. Por ello, en la segunda

estructura hablaremos de las pruebas, sucesos o acontecimientos, derechos y

vulneraciones de estos, sin más que decir el desarrollo del proceso. Asimismo vamos a

comentar los decisiones de la corte en el caso, puesto que la corte un análisis separado de

la privación de libertad sufrida por Mario Alfonso, centrándose en su primera detención

(21 de junio de 1992), el dictado de la prisión preventiva y su mantenimiento durante los

años posteriores, hasta recuperar su libertad.

El fallo Montesinos Mejía ofrece una sólida herramienta de raigambre supranacional

para que todos los Estados Parte de la Convención Americana de Derechos Humanos sean

respetuosos de las garantías judiciales a los fines de asegurar el debido proceso. Cuando

el encarcelamiento preventivo pasa de ser una excepción a constituir la regla, el fallo

Montesinos Mejía define un camino de sensatez jurídica al reconocer a la libertad

individual como uno de los pilares más sólidos en la estructura del Derecho; libertad que

no puede ser limitada ni coartada por la sola alegación de un potencial peligro.


INTRODUCCIÓN DE LA CAUSA Y OBJETO DE LA
CONTROVERSIA

La controversia versa sobre la alegada detención ilegal y arbitraria de la presunta

víctima en 1992, los actos de tortura en su contra, así como la falta de garantías judiciales

en los procesos penales que se le siguieron. La Comisión consideró que el Estado violó

los derechos a la integridad personal, libertad personal, garantías judiciales y protección

judicial en perjuicio del señor Mario Montesinos Mejía.

Trámite ante la Comisión. – El trámite del caso ante la Comisión Interamericana fue

el siguiente:

Petición. – El 30 de agosto de 1996 la Comisión Interamericana recibió una petición

presentada por Alejandro Ponce Villacís en contra de Ecuador.

Informe de Admisibilidad y Fondo. - El 10 de diciembre de 1996 el Estado presentó

sus observaciones sobre la admisibilidad de la denuncia. El 9 de febrero de 2004 la

Comisión informó a las partes que, en aplicación del artículo 37.3 de su Reglamento

entonces vigente, decidió diferir el tratamiento de admisibilidad hasta el debate y decisión

sobre el fondo. El 9 de marzo de 2004 el peticionario presentó observaciones adicionales.

El 15 de julio de 2016 el Estado presentó sus observaciones adicionales sobre la

admisibilidad y el fondo. Finalmente, el 25 de octubre de 2017 la Comisión emitió el

Informe de Admisibilidad y Fondo No. 131/17 (en adelante “Informe de Fondo”),

conforme al artículo 50 de la Convención Americana, en el cual determinó que la única

víctima era el señor Mario Montesinos Mejía, llegó a una serie de conclusiones1 y

formuló varias recomendaciones al Estado.

Notificación al Estado. – El Informe de Fondo fue notificado al Estado mediante

comunicación de 18 de enero de 2018, en la que se le otorgó un plazo de dos meses para


informar sobre el cumplimiento de las recomendaciones. Ecuador no presentó

información sustantiva sobre avances en el cumplimiento de las recomendaciones.

Además, el Estado tampoco solicitó una prórroga conforme al Reglamento de la

Comisión para tales efectos.

Sometimiento a la Corte. - El 18 de abril de 2018 la Comisión sometió el caso a la

Corte respecto a los hechos y violaciones de derechos humanos descritos en el Informe

de Fondo.

PROCEDIMIENTO ANTE LA CORTE

Notificación al Estado y al representante. – El caso fue notificado al Estado, al

representante de la presunta víctima y a la Comisión el 9 de mayo de 2018.

Escrito de solicitudes, argumentos y pruebas. – El 29 de junio de 2018, el

representante presentó el escrito de solicitudes, argumentos y pruebas (en adelante

“escrito de solicitudes y argumentos”), en los términos de los artículos 25 y 40 del

Reglamento de la Corte2 . En dicho escrito el representante coincidió en lo general con

los argumentos de la Comisión Interamericana y añadió alegatos sobre la alegada

violación de los artículos 5.3, 7.4, 11 y 21 de la Convención Americana en perjuicio del

señor Montesinos y de su esposa.

Escrito de excepciones preliminares y contestación. – El 6 de septiembre de 2018,

el Estado presentó su escrito de excepciones preliminares y contestación al sometimiento

del caso y observaciones al escrito de solicitudes y argumentos (en adelante

“contestación” o “escrito de contestación”), en los términos del artículo 41 del

Reglamento del Tribunal. El Estado interpuso cuatro excepciones preliminares.


Observaciones a las excepciones preliminares. – Mediante escritos recibidos el 17

y 19 de octubre de 2018, los representantes y la Comisión Interamericana presentaron,

respectivamente, sus observaciones a las excepciones preliminares. El escrito de la

Comisión se consideró extemporáneo y, por lo tanto, inadmisible, en razón de que el plazo

para la presentación de sus observaciones venció el 18 de octubre de 2018.

Fondo de Asistencia Legal.– Mediante carta de la Secretaría de la Corte

Interamericana de Derechos Humanos de 31 de octubre de 2018, se declaró procedente la

solicitud interpuesta por la presunta víctima para acogerse al Fondo de Asistencia Legal

de Víctimas de la Corte.

Audiencia pública. – El 25 de junio de 2019 el presidente de la Corte dictó una

Resolución4 en la que convocó a las partes y a la Comisión a una audiencia pública sobre

excepciones preliminares y eventuales fondo, reparaciones y costas, y para escuchar los

alegatos y observaciones finales orales de las partes y de la Comisión, respectivamente.

Asimismo, ordenó la recepción en audiencia de la declaración de una testigo y un perito

propuestos por el representante y el Estado, respectivamente.

Del mismo modo, en dicha resolución se ordenó recibir las declaraciones rendidas ante

fedatario público (afidávit) de la presunta víctima, seis testigos y tres peritos, propuestos

por el representante y el Estado. La audiencia pública fue celebrada el 29 de agosto de

2019, durante el 62° Período Extraordinario de Sesiones de la Corte, llevado a cabo en la

Ciudad de Barranquilla, Colombia.

Alegatos y observaciones finales escritos. – El 27 de septiembre del 2019 la

Comisión, los representantes y el Estado presentó sus observaciones y alegatos finales

escritos, respectivamente.
Erogaciones en aplicación del Fondo de Asistencia. – El 23 de octubre de 2019 la

Secretaría, siguiendo instrucciones del presidente de la Corte, remitió información al

Estado sobre las erogaciones efectuadas en aplicación del Fondo de Asistencia Legal de

Víctimas en el presente caso y, según lo dispuesto en el artículo 5 del Reglamento de la

Corte sobre el Funcionamiento del referido Fondo, le otorgó un plazo para presentar las

observaciones que estimara pertinentes. El Estado no presentó observaciones.

Deliberación del presente caso. - La Corte inició la deliberación de la presente

Sentencia el 27 de enero de 2020.

COMPETENCIA

La Corte Interamericana es competente, en los términos del artículo 62.3 de la

Convención, para conocer el presente caso, en razón de que Ecuador es Estado Parte en

la Convención Americana desde el 28 de diciembre de 1977 y reconoció la competencia

contenciosa de la Corte el 24 de julio de 1984.

EXCEPCIONES PRELIMINARES

En su escrito de contestación, el Estado presentó cuatro excepciones preliminares

relacionadas con a) la incompetencia de la Corte en razón del tiempo, b) la falta de

agotamiento de recursos internos, c) la incompetencia de la Corte Interamericana en razón

de la materia y la utilización del Sistema Interamericano de Derechos Humanos como una

cuarta instancia en relación al proceso penal por testaferrismo, y d) el control de legalidad

de las actuaciones de la Comisión y vulneración del derecho de defensa del Estado

(artículo 48.1.b de la Convención Americana).

LA PRUEBA
El Tribunal admite los documentos presentados en la debida oportunidad procesal

por las partes y la Comisión (artículo 57 del Reglamento), cuya admisibilidad no fue

controvertida ni objetada, ni cuya autenticidad fue puesta en duda . Asimismo, la Corte

estima pertinente admitir las declaraciones rendidas en audiencia pública y ante fedatario

público, así como los traslados de los peritajes, en cuanto se ajusten al objeto definido por

la Resolución que ordenó recibirlos y al objeto del presente caso.

Respecto a la oportunidad procesal para la presentación de prueba documental, de

conformidad con el artículo 57.2 del Reglamento, ésta debe ser presentada, en general,

junto con los escritos de sometimiento del caso, de solicitudes y argumentos o de

contestación, según corresponda. La Corte recuerda que no es admisible la prueba

remitida fuera de las debidas oportunidades procesales, salvo en las excepciones

establecidas en el referido artículo 57.2 del Reglamento, a saber, fuerza mayor,

impedimento grave o si se tratare de un hecho ocurrido con posterioridad a los citados

momentos procesales (Chapuy, 2020) .

El representante presentó objeciones al peritaje de Leonardo Jaramillo. El Estado

presentó objeciones respecto a las declaraciones de Marcia González Rubio, Maritza

Montesinos González, María del Carmen Montesinos González, Vinicio Montesinos

González, Rafael Iván Suárez Rosero y Reinaldo Aníbal Calvache Cruz. Las referidas

objeciones no se refieren a la admisibilidad de la prueba, sino al objeto y alcance de las

declaraciones. En conclusión, la Corte estima pertinente admitir las declaraciones

rendidas en audiencia pública y ante fedatario público, en cuanto se ajusten al objeto

definido por la Resolución que ordenó recibirlos y al objeto del presente caso (Jurista,

2020). Asimismo, la Corte recibió las declaraciones rendidas ante fedatario público

(affidávit) por las señoras y señores Marcella de Fonte, propuesta por el Estado; Maritza

Montesinos González, María del Carmen Montesinos González, Vinicio Montesinos


González, Rafael Iván Suárez Rosero y Reinaldo Aníbal Calvachi Cruz, propuestos por

los representantes.

HECHOS

A. Detención del señor Montesinos en el marco del operativo policial el

“Ciclón”

Los hechos del presente caso tienen lugar en el marco de la lucha contra el

narcotráfico en Ecuador. En ese sentido, el Servicio de Inteligencia Antidrogas de la

Policía Nacional del Ecuador inició el 19 de junio de 1992 la operación “Ciclón”, con la

finalidad de desarticular una organización de narcotráfico. Dicha operación implicó la

detención de varias personas supuestamente relacionadas con esta organización y el

allanamiento de sus domicilios, producto de lo cual se decomisaron municiones, material

explosivo y armas.

E l día 21 de junio de 1992 fue detenido el señor Mario Alfonso Montesinos Mejía

por agentes policiales mientras se encontraba conduciendo en la ciudad de Quito,

Ecuador. Al momento de su detención el señor Montesinos se encontraba acompañado de

su esposa y hermana. Durante la detención los agentes policiales le habrían indicado al

señor Montesinos que contaban con orden de allanamiento para ingresar a su domicilio,

la cual, según el agente policial interviniente, habría sido emitida por el Comisario

Primero del Cantón Quito. Luego de ser detenido, los agentes policiales llevaron al señor

Montesinos a su domicilio y lo mantuvieron retenido dentro del vehículo policial por

aproximadamente dos horas25. En su domicilio se decomisaron distintos armamentos

B. Prisión Preventiva del señor Montesinos

El 25 de junio de 1992, el señor Montesinos rindió su declaración ante la Dirección

Nacional de Investigaciones sin contar con representante legal En dicha declaración


indicó que mientras trabajaba como supervisor de la hacienda “El Prado” conoció a la

señora Daira Levoyer, la cual, días previos a su detención, envió a dos personas a su

domicilio para dejar diversos armamentos en su custodia. Luego de su detención fue

llevado a una celda de aproximadamente 11 metros cuadrados custodiada por dos

guardias, donde se encontraban cerca de personas más.

El 11 de julio de 1992 se emitió una boleta constitucional de encarcelamiento en

la cual se dispuso a mantener preso al señor Montesinos, pues se encontraba procesado

por los delitos de conversión y transferencia de bienes. El 13 de agosto de 1992 se emitió

una segunda boleta de encarcelamiento, la cual dispuso que, de acuerdo con el artículo

177 del Código de Procedimiento Penal, se debía mantener al señor Montesinos en prisión

preventiva.

El 10 de septiembre de 1996 el señor Montesinos presentó una petición de hábeas

corpus ante el Alcalde del Distrito Metropolitano de Quito en la que alegó haber recibido

golpes, tratos inhumanos y degradantes y haber permanecido en prisión por 50 meses sin

sentencia . El 16 de septiembre de 1996 se declaró como improcedente el recurso de

hábeas corpus.

El 14 de abril de 1998 el señor Montesinos interpuso un segundo hábeas corpus

ante el Alcalde de Distrito Metropolitano de Quito pues la decisión del anterior hábeas

corpus (octubre de 1996) no había sido cumplida. El 21 de abril el Alcalde declaró

improcedente el recurso indicando que la duración de la detención era razonable y que se

debía esperar hasta la resolución definitiva de los procesos penales. Nuevamente el

representante del señor Montesinos apeló dicha decisión ante el Tribunal Constitucional.

El 13 de agosto de 1998, dicho tribunal determinó la inmediata libertad del señor

Montesinos, oficiando al Director del Centro de Rehabilitación Social de Varones de

Quito No. 1, sin perjuicio de la tramitación del juicio por testaferrismo


C. Sobre los delitos de enriquecimiento ilícito y conversión y transferencia de

bienes (artículos 76 y 77 de la Ley de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas)

C.1 Del delito de enriquecimiento ilícito

El 30 de noviembre de 1992 la Corte Superior de Quito dictó auto cabeza de

proceso en contra del señor Montesinos (y otros) por presuntamente haber actuado como

cómplice y encubridor del delito de enriquecimiento ilícito. Así, consideró que la policía

había logrado establecer el mecanismo utilizado por la organización delictiva a la que

presuntamente pertenecía el señor Montesinos, para lograr el enriquecimiento ilícito y

transferencia de dinero producto del narcotráfico.

El 7 de mayo de 1998 la Cuarta Sala de Conjueces de la Corte Superior de Justicia

de Quito tuvo conocimiento del recurso interpuesto por el señor Montesinos y dictó auto

de sobreseimiento definitivo del proceso.

C.2 Del delito de conversión y transferencia de bienes

El 30 de noviembre de 1992 la Corte Superior de Quito dictó auto cabeza de

proceso en contra del señor Montesinos, al considerar que existían graves indicios sobre

su participación como cómplice y encubridor del delito de conversión o transferencia de

bienes. En dicha resolución se ordenó, además, la prisión preventiva del señor Montesinos

y la incautación de sus bienes muebles e inmuebles.

Así, al comprobar que no existía constancia procesal que demostrara que los

acusados habían sido condenados por el delito de narcotráfico, concluyó que no se había

cumplido con este elemento fundamental para el inicio del proceso penal por el delito de

conversión y transferencia de bienes.


D. Sobre el delito de testaferrismo (artículo 78 de la Ley de Estupefacientes y

Sustancias Psicotrópicas)

El 18 de noviembre de 1992 la Presidencia de la Corte Superior de Quito dictó

auto cabeza de proceso contra el señor Montesinos y dispuso su prisión preventiva por

haber presuntamente realizado actividades de testaferrismo para una organización

criminal.

El 26 de marzo de 1996 el Tribunal de Garantías rechazó la queja por contener

indebida acumulación de acciones. El 23 de abril del mismo año el Tribunal volvió a

rechazar la queja por ya haberse pronunciado sobre la misma.

El 9 de septiembre de 2003 la Presidencia Subrogante de la Corte Superior de

Quito dictó sentencia absolutoria en primera instancia en favor de Mario Alfonso

Montesinos Mejía, contra la cual, la Procuraduría General del Estado y el Ministerio

Fiscal, presentaron recurso de apelación.

El 17 de septiembre de 2003 la Presidencia de la Corte Superior de Justicia

concedió los recursos de apelación. En razón de dicha apelación, el 8 de septiembre de

2008, la Primera Sala Especializada de lo Penal, Tránsito y Colusorio de la Corte Superior

de Justicia de Quito, condenó al señor Montesinos a 10 años de prisión y multa de seis

salarios mínimos vitales por el delito de testaferrismo.

El 29 de septiembre de 2010 el señor Montesinos presentó una acción

extraordinaria de protección en contra de la sentencia dictada el 31 de agosto de 2010. El

28 de octubre de 2010 la Primera Sala de lo Penal de la Corte Nacional de Justicia remitió

la causa a la Corte Constitucional. De la sentencia de 8 de septiembre de 2008 se

desprende que el señor Montesinos fue condenado en calidad de coautor del delito de

testaferrismo.
DERECHO A LA LIBERTAD PERSONAL

Alegatos de las partes y la Comisión

La Comisión indicó que de acuerdo a la Constitución y el Código de Procedimiento

Penal vigentes al momento de los hechos, para que la detención fuera legal a la luz de la

Convención se requería de una orden judicial, siendo la única excepción a esta regla que

la persona estuviese cometiendo un delito flagrante o existiera una grave presunción de

responsabilidad.

Mencionó que no hay constancia alguna dentro del expediente de que al momento de

la detención existiera una boleta individualizada y emitida por la autoridad competente

para la detención del señor Montesinos o, en su defecto, que hubiese sido capturado en

flagrancia. Observó que la causal de “grave presunción de responsabilidad” se encontraba

más allá de la Constitución ecuatoriana vigente y abría la puerta para que la autoridad

policial realizara restricciones a la libertad personal y que esta dependiera de la valoración

subjetiva del funcionario.

En relación a la detención preventiva del señor Montesinos, la Comisión recordó que

es una medida cautelar y no punitiva y que toda decisión que limite la libertad de una

persona.

de forma preventiva debe estar motivada suficientemente. Indicó, de igual forma, que

el uso indebido de la prisión preventiva puede tener impactos en la presunción de

inocencia, lo que tiene un especial énfasis en casos en donde su aplicación se funda en la

expectativa de pena o la mera existencia de indicios contra el acusado.

En el caso concreto, la Comisión sostuvo que la normatividad vigente al momento de

los hechos permitía establecer la prisión preventiva solamente con indicios de

responsabilidad. Agregó que la detención preventiva del señor Montesinos tuvo duración
de por lo menos seis años, por lo que se extendió de manera irrazonable sin justificación

convencional alguna.

Consideraciones de la Corte

La Corte ha sostenido que el contenido esencial del artículo 7 de la Convención

Americana es la protección de la libertad del individuo contra toda interferencia arbitraria

o ilegal del Estado. Ha afirmado que este artículo tiene dos tipos de regulaciones bien

diferenciadas entre sí, una general y otra específica. La general se encuentra en el primer

numeral: “[t]oda persona tiene el derecho a la libertad y a la seguridad personales”.

Mientras que la específica está compuesta por una serie de garantías que protegen el

derecho a no ser privado de la libertad ilegalmente (artículo 7.2) o arbitrariamente

(artículo 7.3), a conocer las razones de la detención y los cargos formulados en contra del

detenido (artículo 7.4), al control judicial de la privación de la libertad y la razonabilidad

del plazo de la prisión preventiva (artículo 7.5), a impugnar la legalidad de la detención

(artículo 7.6) y a no ser detenido por deudas (artículo 7.7) 71. Cualquier violación de los

numerales 2 al 7 del artículo 7 de la Convención acarreará necesariamente la violación

del artículo 7.1 de la misma.

El artículo 7.2 de la Convención establece que “nadie puede ser privado de su libertad

física, salvo por las causas y en las condiciones fijadas de antemano por las Constituciones

Políticas de los Estados Partes o por las leyes dictadas conforme a ellas”. Este numeral

reconoce la garantía primaria del derecho a la libertad física: la reserva de ley, según la

cual, únicamente a través de una ley puede afectarse el derecho a la libertad persona.

La reserva de ley debe forzosamente ir acompañada del principio de tipicidad, que

obliga a los Estados a establecer, tan concretamente como sea posible y “de antemano”,
las “causas” y “condiciones” de la privación de la libertad física. Adicionalmente, exige

su aplicación con estricta sujeción a los procedimientos objetivamente definidos en la ley.

De ese modo, el artículo 7.2 de la Convención remite automáticamente a la normativa

interna. Cualquier requisito establecido en la ley nacional que no sea cumplido al privar

a una persona de su libertad, generará que tal privación sea ilegal y contraria a la

Convención Americana.

Respecto a la interdicción de la “arbitrariedad” en la privación de libertad, mandada

por el artículo convencional 7.3, la Corte ha establecido que nadie puede ser sometido a

detención o encarcelamiento por causas y métodos que -aun calificados de legales-

puedan reputarse como incompatibles con el respeto a los derechos fundamentales del

individuo por ser, entre otras cosas, irrazonables, imprevisibles o faltos de

proporcionalidad.

Ha considerado que se requiere que la ley interna, el procedimiento aplicable y los

principios generales expresos o tácitos correspondientes sean, en sí mismos, compatibles

con la Convención. Así, no se debe equiparar el concepto de “arbitrariedad” con el de

“contrario a ley”, sino que debe interpretarse de manera más amplia a fin de incluir

elementos de incorrección, injusticia e imprevisibilidad.

Detención inicial y prisión preventiva del señor Montesinos

El señor Montesinos fue detenido el 21 de junio de 1992 mientras manejaba en la

ciudad de Quito. Durante la intervención, los agentes policiales le habrían indicado que

contaban con orden de allanamiento para ingresar a su domicilio y posterior detención, la

cual, según el agente policial interviniente, habría sido emitida por el Comisario Primero

del Cantón Quito. La Corte da cuenta de que la información antes descrita consta en el

Parte elevado al Jefe de la Oficina de Investigación del Delito ese mismo día, pero no
existe, en el expediente del caso, una orden de detención y allanamiento expedida por una

autoridad judicial.

Revisión de la prisión preventiva

Debe examinarse ahora si la continuación o prolongación de la prisión preventiva, fue,

en el caso, adecuada.

La Corte ha determinado que son las autoridades nacionales las encargadas de valorar

la pertinencia o no, de mantener las medidas cautelares que emitan conforme a su propio

ordenamiento97. La detención preventiva debe estar sometida a revisión periódica, de tal

forma que no se prolongue cuando no subsistan las razones que motivaron su adopción98.

El juez debe valorar periódicamente si las causas, necesidad y proporcionalidad de la

medida se mantienen, y si el plazo de la detención ha sobrepasado los límites que imponen

la ley y la razón. En cualquier momento en que aparezca que la prisión preventiva no

satisface estas condiciones, deberá decretarse la libertad.

Al evaluar la continuidad de la medida, “las autoridades internas deben ofrecer los

fundamentos suficientes que permitan conocer los motivos por los cuales se mantiene la

restricción de la libertad, la cual, para que sea compatible con el artículo 7.3 de la

Convención Americana, debe estar fundada en la necesidad de asegurar que el detenido

no impedirá el desarrollo eficiente de las investigaciones ni eludirá la acción de la

justicia”.

De igual forma, ante cada solicitud de liberación del detenido, el juez tiene que

motivar, aunque sea en forma mínima, las razones por las cuales considera que la prisión

preventiva debe mantenerse.


Razonabilidad del plazo de la prisión preventiva

Respecto a la razonabilidad temporal de la detención, la Corte ha señalado que cuando

el plazo de la prisión preventiva sobrepasa lo razonable, el Estado podrá limitar la libertad

del imputado con otras medidas menos lesivas que aseguren su comparecencia al juicio,

distintas de la privación de libertad.

De conformidad al artículo 7.5 de la Convención, la persona detenida tiene derecho “a

ser juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesta en libertad”. Por ende, si una

persona permanece privada preventivamente de su libertad y las actuaciones no

transcurren en un tiempo razonable, se vulnera dicha disposición convencional (el artículo

7.5 de la Convención).

Este Tribunal también advierte que, en el caso, la prisión preventiva duró más de seis

años, esto es, entre junio de 1992 y agosto de 1998. Este prolongado lapso de tiempo de

privación de libertad sin que se hubiera producido una sentencia condenatoria en su

contra, evidencia que la privación de la libertad fue desproporcionada y permite concluir

a la Corte que la duración de la prisión preventiva del señor Montesinos fue irrazonable.

DERECHO A LA INTEGRIDAD PERSONAL Y OBLIGACION DE

INVESTIGAR DENUNCIAS DE TORTURA

La Corte interamericana de Derechos Humanos, en adelante CIDH, desde su

creación ha integrado una gama de normas, enunciados, disposiciones, etc., en la cual el

artículo 3 de dicha norma, establece quienes son los que pueden cometer dicho Delito

refiriendo lo siguiente: “Serán responsables del delito de tortura: a. los empleados o

funcionarios públicos que actuando en ese carácter ordenen, instiguen, induzcan a su

comisión, lo cometan directamente o que, pudiendo impedirlo, no lo hagan (…); (OEA,

2022), asimismo, el presente tratado hace referencia a un cumulo de medidas en la lucha

contra la Tortura, es así, que desde el punto de vista de “Proteger la integridad Física o
Psicológica” de la persona la CIDH pretende que dichas medidas sean respetadas por

todos los países miembros.

Es por ello, según la sentencia del caso Montesinos Mejía Vs Ecuador,

montesinos refiere que fue detenido injustificablemente, siendo privado de su libertad,

amenazado golpeado por agentes estatales del País de Ecuador, quienes abusando del

poder que le son conferidos, lo incomunicaron y que no siguió ninguna investigación

contra los funcionarios públicos que realizaron dichos actos, es más refirió que dichos

agentes estatales no fueron castigados como lo determina la CIDH, es por ello, que en

base a la primera premisa, podemos identificar que efectivamente el señor Montesino

Mejía le cometieron el delito de Tortura, toda vez, que los que lo torturaron eran agente

estatales, es decir, funcionarios o servidores público de país Ecuatoriano, y según las

normas referente a la Tortura de la CIDH si configura el delito de Tortura teniendo como

sujeto activo al agente estatal Ecuatoriano.

Si bien es cierto, el estado ecuatoriano alega que ha respetado todos los pactos

internacionales y que en el caso del señor montesinos y su esposa no se ha vulnerado

ningún derecho as u integridad, toda vez que refiere que faltan pruebas que avale lo

mencionado por el señor montesino, sin embargo, ante dicha situación el señor montesino

puede asegurar que efectivamente fue torturado, es por ello, que a raíz de tal discrepancia

podemos inferir, que con la finalidad de que el estado Ecuatoriano no se haga responsable

de todas las sanciones que pudiera perjudicar o que la CIDH pudiera emitir, estarían

tratando de ocultar información a fin de que no se vean perjudicados, es por ello, que

alegan que no existe mayor información referente a la tortura.

Sin embargo aceptan que hubo violación de la propiedad en agravio de la esposa

del señor montesino, podemos indicar nosotros, que si se ha vulnerado un derecho como

es el caso de la propiedad, podemos inferir que posiblemente también se haya vulnerado


la integridad del señor montesinos, en sentido abstracto, podemos decir o dar como

ejemplo los siguiente: El ladrón que va a hurtar el inmueble de una persona, para realizar

dicho acto tiene primero que ingresar al inmueble (Derecho a la propiedad), segundo para

robar tiene que buscar objetos de valor (Derecho a la intimidad), tercero para llevarse los

objetos tiene que utilizar medios que faciliten su fuga. Analizando dicho ejemplo, si se

cometió la violación de la propiedad donde estaba el señor montesinos y su esposa,

podemos inferir que también se cometió la tortura y que las alegaciones del señor

montesinos respecto a las amenazas, golpes, entre otros, son en sentido abstracto verdad.

Según las consideraciones de la CIDH, refieren que: “se encuentra probado que

el señor Montesinos, en su recurso de hábeas corpus presentando el 10 de septiembre

de 1996, denunció haber sido sometido a tortura y procedimientos inhumanos y

degradantes. Esto fue, además, referido por el Tribunal de Garantías Constitucionales

en su sentencia de apelación de fecha 30 de octubre de 1996, en la cual se limitó a

indicar que no podía pronunciarse sobre los alegados tratos inhumanos “por no

haberse presentado pruebas al respecto”, sin disponer, a pesar de haber concedido el

recurso de hábeas corpus y dado cuenta de la incomunicación de la que fue víctima el

señor Montesinos145, el inicio de alguna investigación al respecto” (SENTENCIA

MONTESINOS VS ECUADOR, 2020), es por ello que en base al Habeas corpus, el señor

montesinos si fue víctima del delito de Tortura, concluyente así la CIDH que: “Por tanto,

la Corte concluye que el Estado incumplió con sus obligaciones de respetar y garantizar

el derecho a la integridad personal, vulnerando los artículos 5.1 y 5.2, en relación con

el artículo 1.1 de la Convención, en perjuicio de Mario Montesinos Mejía.”

(SENTENCIA MONTESINOS VS ECUADOR, 2020).

La importancia de respetar las disposiciones internacionales es debido que genera

una repercusión hacia otros países, a fin de que estos no cometan cualquier vulneración
de derechos y respeten así a sus pares, es por ello que el presente caso Montesinos Vs

Ecuador, nos deja de lección que estando en cualquier país, se deberá de respetar los

derechos inherentes a la persona, por el simple hecho de tal, dicha vulneración acarrearía

un sinfín de vulneraciones que a la larga puede perjudicar al Derecho y es más

perjudicarnos a nosotros mismo.

Es así que la CIDH en el presente caso está haciendo prevalecer la función por la

cual fue creada, proteger los derechos humanos, cumpliendo un rol fundamental en la

decisión de las partes, es por ello, que en vez de ver a la CIDH como un órgano

sancionador de los estados y no un protector, mejor tratemos de seguir el sendero por el

cual se ha visto creada la comisión, respetando y tratando por igual a cada persona sin

vulnerar sus derechos.

El presente caso, nos da la oportunidad de colegir que ante la vulneración de

derechos, estaríamos faltando a la Paz de cada país, es por ello, que a pesar de estar en

estado de guerra o cualquier acto no permitido, se debe de respetar los derechos ya que

no solamente existes tratados para proteger los derechos a civiles sino también a las

fuerzas armadas y militares, lo único que nosotros deberíamos de hacer es seguir dicho

sendero y respetar la integridad del país en la cual residamos.

PRINCIPIO DE LEGALIDAD Y RETROACTIVIDAD, PROTECCIÓN DE LA

HONRA Y LA DIGNIDAD

En lo que atañe al Principio de legalidad y retroactividad, el Estado ecuatoriano

alegó que sus actuaciones se ciñeron al principio de nullum crimen y nulla pena sine lege

y, agregó que las conductas por las cuales se condenó al señor Mario Montesinos se

encontraban tipificadas en el ordenamiento jurídico interno.


(Collía, 2005) arguye que, el principio jurídico de retroactividad hace noción a la

sucesión temporal de leyes, la aplicación de la norma jurídica nueva a supuestos de hecho,

actos, o situaciones jurídicas nacidas o constituidas con anterioridad a su entrada en vigor

y que, por tanto, tuvieron su origen bajo el imperio de la norma derogada.

Consecuentemente el Estado manifestó que no existe prueba en concreto de que

el señor Montesinos haya sido expuesto a medios nacionales e internacionales como un

criminal y sostuvo que el solo hecho de que una persona se encuentre procesada

penalmente no implicaba una vulneración al artículo 11° de la Convención; el cual

establece que, “toda persona tiene derecho al respeto de su honra y al reconocimiento de

su dignidad. 2. Nadie puede ser objeto de injerencias arbitrarias o abusivas en su vida

privada, en la de su familia, en su domicilio o en su correspondencia, ni de ataques ilegales

a su honra o reputación.

En razón de ello la Corte declaró por unanimidad que, el Estado no es responsable

por la violación del derecho a no ser juzgado dos veces por los mismos hechos y del

principio de legalidad y no retroactividad, establecidos respectivamente en los artículos

8.4 y 9 de la Convención Americana, en los términos de los párrafos 206 y 213 de la

presente Sentencia.
REPARACIONES

“Las medidas de reparación ordenadas por la Corte buscan la reparación integral de las

consecuencias que la violación produjo. En primer lugar, mediante la plena restitución de los

derechos violados, que se obtiene con el restablecimiento de la situación anterior a la violación”

(CEJIL, 2004).

En el presente caso de Mejía Montesinos vs. Ecuador la Corte ha considerado la necesidad

de otorgar diversas medidas de reparación, a fin de resarcir los daños de manera integral, por lo

que además de las compensaciones pecuniarias, las medidas de restitución, rehabilitación,

satisfacción y garantías de no repetición tienen especial relevancia por los daños ocasionados

1. Parte lesionada
Se considera parte lesionada, en los términos de la CIDH, a quien ha sido declarada

víctima de la violación de algún derecho reconocido en la misma. De conformidad con reglas

generales de la Responsabilidad Internacional de los Estados, la parte lesionada es aquella cuyo

derecho individual ha sido denegado o dañado por el acto ilegal internacional o que ha sido de

otra manera particularmente afectado por dicho acto”. En el área de la protección internacional

de derechos humanos, la parte lesionada es el individuo cuyos derechos han sido violados, es

decir la parte cuyos derechos han sido conculcados generándosele un daño

Por lo tanto, esta Corte considera como “parte lesionada” al señor Mario Montesinos

Mejía, quien, en su carácter de víctima de las violaciones declaradas en Sentencia, razón por la

cual será acreedor de lo que la Corte ordene como medios de reparación.

2. Medidas de satisfacción y restitución


En lo que respecta a la sentencia condenatoria por el delito de testaferrismo, en

atención a las conclusiones a las cuales llegó la Corte, en el sentido de que, el señor

Montesinos fue objeto de tratos crueles, inhumanos y degradantes durante el período de

prisión preventiva, que no fue asesorado por un abogado durante sus primeras

declaraciones y que no se investigó la denuncia de tortura y malos tratos.


En ese sentido, la Corte considera que las declaraciones rendidas por el señor

Montesinos durante la etapa inicial del procedimiento, y que fueron usadas por el

Tribunal para condenarlo por el delito de testaferrismo, deben ser excluidas del proceso.

Asimismo, atendiendo las violaciones establecidas en el presente caso, el

Tribunal determina que el proceso penal seguido en contra del señor Montesinos no puede

producir efectos jurídicos en lo que respecta a dicha víctima.

Por ello, dispone que el Estado debe adoptar todas las medidas de compensación

económica y satisfacción necesarias para dejar sin efecto las consecuencias de cualquier

índole que se deriven del indicado proceso penal, inclusive los antecedentes judiciales o

administrativos, penales o policiales, que existan en su contra a raíz de dicho proceso.

3. Investigación de los hechos de tortura


La Corte declaró en la presente Sentencia que el Estado incumplió con el deber de

investigar las denuncias de tortura y tratos crueles, inhumanos y degradantes al señor Montesinos.

Al respecto, la Corte valora los avances normativos e institucionales implementados en

los últimos años por parte de Ecuador. Sin perjuicio de lo anterior, la Corte dispone que Ecuador

deberá, en un plazo razonable, iniciar la investigación necesaria para determinar, juzgar, y, en su

caso, sancionar a los responsables de los tratos crueles, inhumanos y degradantes establecidos en

la presente Sentencia, así como de la tortura denunciada por el señor Montesinos en el año 1996.

Bien, en ese sentido, de acuerdo con su jurisprudencia constante, la Corte estima que el

Estado debe asegurar el pleno acceso y capacidad de actuar de las víctimas o sus familiares en

todas las etapas de la investigación y el juzgamiento de los responsables.

4. Medidas de rehabilitación
La Comisión solicitó disponer las medidas de atención en salud física y mental necesarias

para la rehabilitación de Mario Montesinos Mejía, de ser su voluntad y de manera concertada.

El representante solicitó la adopción de las medidas de atención en salud física y mental,

atendiendo el actual estado del señor Montesinos.


La Corte advierte que fue probado en el presente caso que el señor Montesinos fue víctima

de tratos crueles, inhumanos y degradantes. Asimismo, de la prueba aportada y las declaraciones

de sus familiares ante la Corte, se observa que el señor Montesinos sufre de una serie de

padecimientos como consecuencia de los seis años en los cuales estuvo privado de libertad.

Aunque se toma en consideración la explicación del Estado de que el señor Montesinos puede

acceder a la atención médica proporcionada por el Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas

Armadas del Ecuador.

A este respecto, la Corte estima que el Estado debe brindar gratuitamente y de forma

inmediata, adecuada y efectiva, el tratamiento psicológico y psiquiátrico requerido por el señor

Montesinos.
Bibliografía

CEJIL. (2004). Reparations in the Inter-American System Protection of Human Rights.

Publicación del centro por la justicia y el derecho internacional. Washington DC,

EEUU: Gaceta.

Chapuy, J. C. ( 2020). DE LO IDEAL A LO REAL: SENTENCIA DE LA CIDH SOBRE

EL ENCARCELAMIENTO PREVENTIVO. 128-138.

Collía, J. M. (2005). La retroactividad, normas jurpidicas retroactivas e irretroactivas.

Madrid: Editorial Universitaria Ramón Areces.

Jurista. (25 de Febrero de 2020). Ecuador es responsable por la detención ilegal, prisión

indebida y tratos inhumanos a un ciudadano. Obtenido de

http://juristadelfuturo.org/ecuador-es-responsable-por-detencion-ilegal-prision-

indebida-y-tratos-inhumanos/

OEA. (2022). Obtenido de https://www.oas.org/es/cidh/mandato/Basicos/tortura.asp

SENTENCIA MONTESINOS VS ECUADOR (CIDH 27 de ENERO de 2020).

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