Bueno Sermones Renovacion Mayo-Junio
Bueno Sermones Renovacion Mayo-Junio
Bueno Sermones Renovacion Mayo-Junio
Dirección Editorial
Pastor Eleuterio Uribe Villegas
Secretario de Educación Cristiana
Revisión de estilo
Eleuterio Uribe Villegas
Diseño de Portada
Julio César García Blanco
Publicado por
Secretaría de Educación Cristiana
Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús A. R.
Impreso en Guadalajara, Jal.
México 2019
Citas bíblicas
Salvo que se indique lo contrario, todas las citas de la Biblia
son de la Versión Reina-Valera, Revisión de 1960 (RV60).
I. QUÉ ES LA CONVERSIÓN
En el Nuevo Testamento, la conversión tiene que ver con un corazón que es purificado
por la fe (Hech. 15:9); Tiene que ver con la conducta de la persona la cual cambia con la
conversión (Mal. 3:7); Tiene que ver con la nueva vida en la cual entra el convertido por
medio del bautismo (Rom. 6:4).
La conversión del individuo es única y diferente a cualquier otra, por el simple hecho
de que toca el espíritu y el alma del ser que es único. Por eso la conversión del etíope
evangelizado por Felipe fue diferente a la de Lidia y la conversión de ella fue diferente a
la conversión del carcelero de Filipos o de los tres mil convertidos el día de pentecostés
y sin duda nuestra propia conversión ha sido diferente a todas las ya mencionadas.
Pedro es confrontado cuando Dios le dice: “Pedro Sacrifica y come”. Él responde que
nunca ha comido cosas inmundas y por la forma en que lo dice parece que solo le falta
añadir “sería como juntarme con los gentiles, que no son puros”. ¡Esos prejuicios siempre
presentes! La confrontación sigue porque según la lectura, Pedro tiene que bajar y
atender a tres hombres que lo buscan y que para su colmo son gentiles.
Esto es una grosería de Pedro hacia Cornelio y familiares ¡y en la misma casa de los
gentiles! El que tuvo la visión, el santo, el justo, el judío Pedro sigue siendo selectivo en
sus relaciones con la gente y está lleno de escrúpulos. ¡Qué raro!
Pedro era el religioso, pero Cornelio era el piadoso. ¡Otra vez el mundo al revés! El
del pueblo de Dios es el prejuiciado y el pagano es el que muestra cortesía.
El judío religioso tenía que entender que también para los gentiles hay salvación. Si
Pedro cambia su forma de pensar, cambiará su mentalidad y se acabarán los prejuicios
dejará de ser legalista y su carácter será otro. ¡Necesitaba convertirse y se convirtió. “Yo
he obedecido a Dios, por eso he venido sin vacilar, al recibir vuestra invitación” (Hch.
10:28-29).
La vida de Cornelio nos enseña a los que somos gentiles que no basta con hacer
caridad a los pobres, asistir a los servicios al templo y observar el Día del Señor. No es
solo guardar la ley judía respecto de la alimentación o ser generoso en las ofrendas. La
conversión va más allá y tiene que ver con el bautismo. Cornelio y los suyos fueron
bautizados en agua y con el Espíritu Santo.
CONCLUSIÓN.
Los prejuicios de los que llegaron primero tendrán que ser quitados para dar entrada
a la salvación a todas las naciones. Pedro tuvo que convertirse y dejar sus prejuicios
sobre santidad y aceptar a los gentiles. Cornelio tuvo que bautizarse, recibir el espíritu
santo, reconocer autoridad de Dios delegada en Pedro y soportar al legalista que ofende.
APLICACIÓN
Piensa en las manifestaciones legalistas que impiden que los pecadores se acerquen
a Cristo. Si has mostrado alguna de estas manifestaciones pide perdón a Dios y que te
quite los prejuicios para que seas útil en su obra.
PEDRO NACE A LA VISIÓN DE JESÚS
TEXTO BÍBLICO: Lc. 5:1-11.
Daniel Rojas
“Pero Jesús dijo a Simón: no temas; desde ahora serás pescador de hombres” …
dejándolo todo, le siguieron. Vr.11
INTRODUCCIÓN
Tomaremos tres eventos significativos que nos darán las pautas de comprensión al
nacimiento de la visión. Le podríamos llamar las tres pescas del Apóstol Pedro.
Observaremos el crecimiento de la visión dada por Jesús.
Jesús predica desde la barca de Simón Pedro a la gente que se agolpaba por
escuchar su mensaje después de haber trabajado toda la noche; Simón es invitado por
Jesús a ir a la parte más honda del lago. Y en obediencia y en una fe muy práctica lo
hace y al momento la red se llena de peces. Con un milagro sobrenatural que impacta a
todos los que estaban en la barca. Jesús plantó en él un desafío de pescador de peces
a pescador de hombres. Pedro nace a la visión de Jesús y su mente se transformaría
poco apoco llegando así a crecer a una mente global de no solo convertir a los judíos
sino también a todos los gentiles.
B. Creer y obedecer.
Al terminar de hablar y enseñar, Jesús dijo a Simón: “Boga mar adentro, y echa tus
redes para pescar. Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado
trabajando, y nada hemos pescado; más en tu palabra echaré la red.” Pedro al obedecer
se convierte a la idea de Jesús. Pues definitivamente impulsa a Pedro a tomar una
decisión ir otra vez al mar y volver a empezar la pesca. No era fácil creerle y obedecerle:
pues para tomar una visión se necesita creer en ella y sobre todo sujetarse a la indicación
que se le estaba dando. Sin embargo, Pedro Cree. Esto fue muy importante para crecer
en la visión. El resultado después de esto fue inmediato.
1ª. Acción. Vr. 14. Pedro explica la profecía de Joel y para qué sirve el Espíritu:
3ª acción. Finalmente, Pedro hace alusión a uno de los reyes más queridos y
recordados por ellos; el rey David, quien además murió y fue sepultado y su sepulcro está
aun con nosotros. Argumenta el escritor de los Hechos. Asegurando en el verso 31 que
de su linaje se levantaría al Cristo, para que se sentase en su trono.
Esta fue la pesca más exitosa de Pedro al predicar a los judíos. Y al lanzar por
segunda vez la misma red que Jesús le enseñó. Este mensaje hace que se conviertan
las tres mil personas en un solo día. El relato dice que se compungieron de corazón y
estaban listos para la conversión. 41 Así que, los que recibieron su palabra fueron
bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas”.
Y aunque Cornelio era generoso y muy respetado, de buen testimonio para los
mismos judíos, la misma ley lo limitaba y no podían realmente compartir su vida, su hogar
y su comida, porque era un gentil y no propiamente un convertido judío.
La misma hora en que Pedro ayunaba y oraba era la misma hora en que Cornelio
también lo hacía, es decir que Cornelio oraba de acuerdo a la costumbre de los judíos.
El lienzo y los animales para algunos comentaristas sobre el tema, simboliza el pueblo
gentil que fue limpio con la sangre de Cristo y que formaría la nueva iglesia. Algo nuevo
que Pedro no entendía.
Después de la reunión y todos los detalles que se cuentan por parte de los personajes.
Hay algo que podemos analizar finalmente
Vr. 34. 34 Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace
acepción de personas…
Cinco cosas que pedro enfatiza o través en su mensaje a todos los reunidos por
Cornelio.
Pedro por fin completa el total de la visión de15 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad
el evangelio a toda criatura de que 16 El que creyere y fuere bautizado, será salvo;
mas el que no creyere, será condenado
CONCLUSIÓN
El mundo no quedó excluido, la visión de Jesús funcionó con la actitud de Pedro. Jesús
tiene un plan para salvar a tu familia, amigos y los que te rodean. ¿Estás en ese plan?
¿Necesitarás convertirte a ese plan de Dios? ¿Podrás nacer y crecer a la visión de Jesús?
¿Podrás trasformar a alguien con tu mensaje?
LA CONVERSIÓN DEL CARÁCTER
Cristian Pulido
TEXTO BASE: “Entonces el Espíritu de Jehová vendrá sobre ti con poder,… y serás
mudado en otro hombre.” 1 Samuel 10:6
INTRODUCCIÓN
La palabra “mudado” viene de la raíz primaria “jafák” que significa “volverse hacia o
sobre”, “cambiar o convertir”.
Al parecer Saúl era un hombre de buen parecer procedente de una familia humilde y se
consideraba pequeño a sus propios ojos, sin embargo, estas cosas no garantizaban un
carácter humilde del futuro monarca. Por lo cual Dios decide convertirlo en otro hombre
a través de una serie de acontecimientos que estaban por sucederle, como había
predicho el profeta Samuel.
Es por ello que el texto clave de este sermón comienza diciendo “entonces” es decir,
cuando hayan sucedido estas cosas, el Espíritu de Dios vendría sobre Saúl y seria
transformado, convertido en otra persona refiriéndose a su carácter. Pero el Espíritu de
Dios no obraría sin que antes Saúl pasara por un proceso.
Hoy, después que te hayas apartado de mí, hallarás dos hombres junto al sepulcro de
Raquel, en el territorio de Benjamín, en Selsa, los cuales te dirán: Las asnas que habías
ido a buscar se han hallado; tu padre ha dejado ya de inquietarse por las asnas, y está
afligido por vosotros, diciendo: ¿Qué haré acerca de mi hijo? 1 Samuel 10:2
El propósito de Saúl era ayudar a su padre, sin embargo, se enfocó tanto en hallar las
asnas que se fue a otra ciudad tomando en poco la preocupación de su padre por no
hallarle. Se quedó un día más porque así se lo pidió el profeta Samuel. Tal descuido
ocasionó que su padre se preocupara en extremo pensando que a su hijo le había
ocurrido lo peor.
Es por ello, que al regresar a su casa lo primero que hace Dios es confrontarlo con su
carácter desobediente, por no realizar las cosas como se le había mandado, sino tomar
decisiones propias que implicaban la desobediencia a su padre. Le contaron aquellos
hombres que encontró en el sepulcro de Raquel que su padre estaba desesperado por
no saber nada de él y como es que por su desobediencia le causó tristeza.
Seamos obedientes a nuestros líderes, humildes para ser corregidos, pacíficos para vivir
en comunión, etc. recuperemos el carácter de oveja andando por la senda que nos ha
marcado nuestro Dios. No revelándonos a las autoridades puestas por Dios, ni mucho
menos siendo rebeldes al mandato del Señor.
También Raquel simboliza una oveja que predomina sobre un rebaño, es decir, para ser
guía de los demás tenemos que tener carácter de oveja, de lo contrario seriamos extraños
ante el rebaño y no nos escucharían. Es por ello que Cristo se hizo oveja. “Angustiado él,
y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante
de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.”(Isaías 53:7). Véase (Filipenses
2:5-11).
“Y luego que de allí sigas más adelante, y llegues a la encina de Tabor, te saldrán al
encuentro tres hombres que suben a Dios en Bet-el, llevando uno tres cabritos, otro tres
tortas de pan, y el tercero una vasija de vino; los cuales, luego que te hayan saludado,
te darán dos panes, los que tomarás de mano de ellos.” 1 Samuel 10:3-4
Una vez que se ha tomado el camino correcto de la humildad se debe buscar alimentar,
es decir, fortalecer esta actitud. Alimentándonos de la oración, la lectura bíblica y el
ayuno.
Saúl debía aprender que si quería mantenerse en el carácter de oveja debía alimentarse
del sacrificio para fortalecer sus convicciones, es decir, su nuevo carácter.
Por ejemplo cuando un cristiano batalla para orar pero se esfuerza realizando sacrificios
de oración, aunque no tenga ganas, llegará un momento en que el Espíritu Santo, lo tome
y le impulse a orar o hablar en otras lenguas, etc. el Espíritu Santo le ayudará. Así también
en cualquier área de nuestro carácter si nos esforzamos habrá un momento en que Dios
nos ayudará y habremos edificado sólidamente con sacrificio y será muy difícil caer de
ahí.
“Después de esto llegarás al collado de Dios donde está la guarnición de los filisteos; y
cuando entres allá en la ciudad encontrarás una compañía de profetas que descienden
del lugar alto, y delante de ellos salterio, pandero, flauta y arpa, y ellos profetizando.
Entonces el Espíritu de Jehová vendrá sobre ti con poder, y profetizarás con ellos, y serás
mudado en otro hombre. 1 Samuel 10:5-6”
Después que has tomado el carácter de oveja y te has alimentado del sacrificio estás
apto para presentarte en el monte de Dios y ofrecerte a ti mismo como una ofrenda de
olor fragante delante de Dios. Saúl llegó al monte de Dios con el carácter adecuado, es
decir, se presentó como una oveja, como un sacrificio vivo agradable a Dios. (Romanos
12:2)
Entonces el Espíritu de Dios vino sobre Saúl y comenzó a profetizar, es decir, a proclamar
las maravillas de Dios y fue mudado, es decir, convertido en otro hombre, su carácter fue
transformado y consolidado. Cuando nos presentamos delante de Dios con el carácter
adecuado el Espíritu de Dios viene con poder y nos ayuda, nos da fuerzas para
permanecer en ese carácter.
Todos conocemos lo que pasó después con Saúl cuando abandonó el carácter de oveja,
ofreció sacrificios de animales y no sacrificios con su carácter, abandonando la
obediencia, realizando las normas y mandamientos de Dios a su manera y no siendo la
oveja que Dios le demandó ser desde un principio (1 Samuel 15:22-23), por lo que fue
desechado. No permitas que esto pase contigo.
Que tu carácter de oveja no sea sepultado, que no muera, resucita ese carácter, ofrece
sacrificios de obediencia y aliméntate de ello para que seas del agrado del Señor y el
Espíritu de Dios venga sobre ti con poder y seas convertido en un nuevo hombre, a la
imagen y semejanza de Cristo (oveja).
HONRA A TU LÍDER.
Julio Villalba Araujo
“Si para otros no soy apóstol, para vosotros ciertamente lo soy; porque el sello de mi
apostolado sois vosotros en el Señor.”
PROPÓSITO:
A. Valorar el trabajo del liderazgo al tratarles con respeto.
INTRODUCCIÓN
La posmodernidad tiene la tendencia a romper con todo principio de autoridad. No así en
un pueblo que tiene sus bases en los principios bíblicos que honran a Dios y la autoridad
que él ha delegado. ¡Somos la luz del mundo! Mt. 5:14
Pablo escribe a los Corintios “para ustedes por lo menos (si no para otros).” Soy apóstol.
Pareciera que muy pronto se olvidaron de quien les enseñó los principios de una fe
cristiana por haber sembrado en ellos el evangelio de Jesucristo, ya que el apóstol tiene
que llamarles la atención al recordárselos.
El apóstol Pablo tenía autoridad espiritual sobre la iglesia por haber sido el fundador de
la misma. Le deben consideración y respeto. Les recuerda una gran verdad: “Yo planté,
Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios.” Corinto. 1. Co. 3:6
Esa es una recomendación de Pablo cuando escribe a los filipenses para que den honra
a una autoridad delegada como la que llevaba Epafrodito.
El consejo fue: “Recíbanlo con alegría, como se lo merece un servidor del Señor Jesús.
Muestren aprecio por quienes son como él.” (Filipenses 2:29 BLS)
Al mismo tiempo el discípulo de Cristo tiene el deber de ser leal a quien lo reviste de
autoridad. Y todos tenemos el compromiso de desarrollar lealtad como un estilo de vida
a quien ejerce mentoría pastoral oficial y/o ocasional en cualquier nivel de nuestra vida y
liderazgo.
Tomemos el ejemplo de Jesús que dijo: “He venido a servir” y Pablo no hizo uso de su
derecho como apóstol a ser sostenido por la iglesia, sino que trabajó con sus manos para
no ser gravoso. El líder aparentemente se baja de su nivel atendiendo, sirviendo a los
demás, esto no lo demerita, por el contrario, está enseñando con su estilo de vida sin
exigir privilegios.
APLICACIÓN
“En aquellos días, creciendo el número de los discípulos, hubo murmuración de los
griegos contra los hebreos, de que sus viudas eran menospreciadas en el ministerio
cotidiano.” (Biblia del OSO).
INTRODUCCIÓN:
Estos conflictos generaron por lo menos separación entre los creyentes, problemas de
inconformidad, envidia y pleitos, entre otros, que pudieron frenar la misión de la iglesia.
A. Genera unidad.
Vivir y compartir la experiencia que se obtiene con la participación de todos en la labor
que se realiza, generará la unidad que les lleve a mantener ese estado de comunión entre
todos los que se involucran en esa tarea. Esto permite acrecentar la posibilidad de realizar
un ministerio no solo estable sino fructífero y sobre todo respaldado por Dios.
Vale la pena tomar en cuenta el Salmo 133:1,3 que dice: “¡Mirad cuán bueno y cuán
delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!… Porque allí envía Jehová
bendición, y vida eterna.”
B. Genera identidad.
Del latín Identitas. La Identidad es el conjunto de rasgos propios de un individuo o de una
comunidad. Estos rasgos lo caracterizan frente a los demás.
Esta identidad nos ayudará a vivir una conversión que nos permitirá identificarnos como
hijos de Dios al adoptar la identidad de Cristo. Identidad que no debemos perder porque
para eso fuimos llamados.
Tener identidad con Cristo nos ayuda a crecer como discípulos, a crecer en fe y a
permanecer en el cuerpo de Cristo. En todo ministerio exitoso, es fundamental la
identidad ya que esta nos compromete y mantiene fieles; la fidelidad y el compromiso son
evidencias del proceso de conversión que nos lleva a vivir los principios del reino.
C. Consolidar. Todo ministerio debe tener como finalidad el consolidar a través del
ejercicio del mismo, de manera que se pueda asegurar en gran medida la
integración a los ministerios de quienes vienen a Cristo, así como el interés y gusto
por perseverar y servir al pueblo de Dios.
El apóstol Pablo en la carta a los efesios hace referencia a estos tres principios que deben
cumplir los ministerios que viven una conversión genuina en el capítulo 4:11-16:
Transformar, Edificar y Consolidar.
CONCLUSIÓN
Y dado que la conversión está implícita en la renovación, cobran fuerza las palabras del
apóstol San Pablo en Romanos 12:2(BLS) “Y no vivan ya como vive todo el mundo. Al
contrario, cambien de manera de ser y de pensar. Así podrán saber qué es lo que Dios
quiere, es decir, todo lo que es bueno, agradable y perfecto”.
PROPÓSITO
Valorar la importancia de adquirir los principios bíblicos fundamentales que nos hacen
modelar una vida de crecimiento y que nos marcan las conductas que todo creyente debe
desarrollar al recibir la conversión en su vida.
INTRODUCCIÓN
¿Alguna vez has tenido que ayudar, hospedar o bendecir de alguna manera a alguien
que no conoces?
Estamos tan acostumbrados a ayudar a aquellos que tienen alguna relación con nosotros
que difícilmente ayudamos a los desconocidos, sin embargo, cuando hay una conversión
genuina comenzamos a experimentar un crecimiento espiritual en todas las áreas de
nuestra vida. Ejemplo de esto es Gayo, un cristiano fiel a quien el apóstol Juan lo
reconoce como un buen hospedador, pero no solo él sino también Pablo cuando habla
de Gayo resalta sus virtudes (Romanos 16:23).
El convertido se conduce con toda responsabilidad, con precisión, pero sobre todo con
toda obediencia. Gayo es de los cristianos que toman en cuenta la recomendación de
Pablo en 1ª. Tim. 5:8 que dice: “Pero si alguno no provee para los suyos y especialmente
para los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo” (BLA). Pero es
interesante que Gayo no discrimina, sino que sirve por igual a los de casa como a los de
fuera.
II. LOS VERDADEROS CONVERTIDOS CRECEN AL SERVIR CON
AMOR.
Un verdadero creyente adquiere conductas como consecuencia de su conversión.
Existen diversos tipos de conductas, algunas son innatas, es decir, las adquirimos al
nacer, o bien las heredamos de nuestros padres. De la misma manera cuando nos
convertimos o se nace de nuevo en el evangelio también adquiriremos nuevas conductas.
Las conductas definen quien eres.
La principal característica de un creyente renovado, se refleja a través del amor con que
acciona frente a cualquier situación porque sabe que su testimonio será importantante
para la conversión de otros. Su conducta lo define a él, pero también podría definir el
comportamiento de los que lo siguen, cristianos a quienes inspira y modela para que
puedan crecer en todas las áreas de su vida.
Lo más gratificante para un sirvo de Dios que vive una verdadera conversión es que Dios
lo sabe y los hermanos dan testimonio de su conducta. “Los cuales han dado ante la
iglesia testimonio de tu amor” (V6). Esto favorece la relación fraterna y tiende un puente
que permitirá ayudar y atender la vida y ministerio de los demás.
Juan le encarga a Gayo que “encamine” a los demás que realizan algún ministerio. Quizá
son desconocidos para él, pero debe dignificarlos por el servicio que realizan. Este es un
llamado al respeto, la consideración, la ética y la solidaridad que debemos mostrar antes
otros hermanos, mayormente si son predicadores de la Palabra de Dios.
CONCLUSIÓN
INTRODUCCIÓN.
Con las teorías religiosas corremos el riesgo de ser sólo «buenos cristianos». Con la
práctica de la misericordia, tenemos la posibilidad de ser transformadores de nuestro
mundo. Solo se puede hacer misericordia con un ministerio liberado que no sea exclusivo
ni condicionado.
I. EL CONVERTIDO Y SU PRÓJIMO
A. Quién es mi prójimo
«Se levantó un doctor de la Ley y dijo, para ponerle a prueba: "Maestro, ¿qué he de hacer
para heredar la vida eterna?". Aquí empieza todo. Con alguien que se interesa en tener
la vida eterna. Jesús le dijo: "¿Qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees en ella?".
Respondió: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas
tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo". Jesús le dijo: "Has
respondido correctamente. Haz eso y vivirás".
El intelectual que tuvo el encuentro con Cristo estaba atrapado. Había preguntado a
Jesús, tan sólo para saber. Al final se encuentra con algo que «hacer». Y, por si tiene
alguna dificultad, se le ofrece también un ejemplo, un modelo de cómo hacerlo.
El prójimo es, más bien, aquel a quien yo hago cercano venciendo las resistencias y
derribando la barrera de los prejuicios, es alguien a quien decido servir
indiscriminadamente, cuando aparezca pues no se anuncia. Se presenta de repente. Una
curva y allí está tirado.
¿Cómo es? ¿Joven, anciano u hombre maduro? ¿Cuál es su oficio? ¿Es una persona
honrada o deshonesta? ¿Cómo es su conducta moral? ¿Por qué se encontraba allí? ¿Es
creyente? ¿Tiene familia? ¿A qué clase social pertenece? ¿De qué color es su piel?...
Nada. Un único dato: «un hombre». Te basta con saber que es un ser humano al que te
debes acercar, e alguien que necesita que le ministres.
Jesús nos presenta hoy esta parábola con personajes reales. Pues en el mundo hay
asaltantes, sacerdotes, ayudantes del sacerdote o sea los levitas, si hay gente que se
detiene como el samaritano.
Actualmente todos desempeñamos un papel. Unos cometen maldades, otros cargan con
el peso de las consecuencias, otros pasan de largo y otros “pagan” por todos. Y Cristo
conoce el nombre y los apellidos de cada actor. ¿Cuál es, pues, mi papel? Mi acción está
consignada en el Evangelio, en el capítulo 10 de Lucas. ¿Seré el samaritano? Si me
detengo, si siento compasión, si no desvío la mirada, si curo las heridas del prójimo, si
llevo las cargas, si saco mi dinero y lo pongo para ayudar, entonces tal vez si lo sea. El
samaritano cuida del herido y le da continuidad al asunto. No es solo cuestión de una
emoción momentánea. Lo cuidó, se fue, lo encargó, se comprometió a darle seguimiento
al regreso.
El cristianismo es servicio. Es práctico. El contexto dice que todo empieza cuando
termina la oración. No hay duda: el sacerdote “bajaba por aquel camino”. Venía, pues, de
Jerusalén, donde casi con toda seguridad había participado en el culto del templo. Dios
sí quiere recibir todavía algo, en forma de caridad, justicia, bondad, generosidad, atención
al prójimo.
Piensa en esa persona lastimada, necesitada de ayuda. Está perdiendo la vida, sola.
Quién sabe cuánto tiempo ha estado caída, quebrada, herida, dolida. La única esperanza
es que pase alguien por allí y se compadezca. De repente, no sólo pasa alguien, sino que
pasa nada menos que un sacerdote. ¡Qué afortunado! Los que predican que debemos
amar. Parece que las cosas empiezan a solucionarse. Pero al sacerdote lo invade la
indiferencia. ¡Qué decepción!
Después observa que pasa un levita, de los que cantaban en el coro en Jerusalén.
“Bendito sea Dios, un levita, estoy salvado”. Y va del encanto al desencanto. El levita
también es indiferente. ¡Qué mundo es este! Los que deben hacer las cosas no las hacen.
Tienen sus ministerios atados.
CONCLUSIÓN
Para Jesús la verdadera conversión tiene que ver con una liberación de ministerios que
produzcan una transformación social, la conversión es cristianismo práctico, vivencial. El
que conoce a Jesús no debe hacer más preguntas, debe acercarse al prójimo, mirarle,
respetarlo y ministrarlo.
LA CONVERSIÓN ES PACTO CON DIOS
(Nehemías 9:1-3)
Por Manuel Cabezud G.
INTRODUCCIÓN
La conversión entonces tiene que ir del saber al sentir y aterrizar en el hacer. Es decir
que el cristiano será un verdadero convertido cuando vaya del conocimiento a los
sentimientos y de los sentimientos a las acciones. Las acciones bendecirán no solo a la
iglesia local sino a la comunidad. Nehemías capítulos 8-10 Nos da la pauta para hacer
este ejercicio espiritual.
A. La Palabra leída
El capítulo 8 es una reunión única la que tiene el pueblo de Dios. Están todos reunidos
como un solo hombre en la puerta de las aguas. Así van a estar todo el día, desde la
mañana hasta el atardecer. Ellos estarán como un solo hombre escuchando la lectura de
la ley de Dios. ¡Hace tanto tiempo que no la tenían en su vida! Se les había extraviado.
Cuando la ley de Dios les fue leída, ellos comenzaron a entender que habían estado
haciendo mal las cosas. Recordaron todo lo que Dios había hecho por ellos y
reconocieron que no habían sido fieles a él.
Esdras llevó la ley ante la asamblea, que estaba compuesta de hombres y mujeres y de
todos los que podían comprender la lectura, 3 y la leyó en presencia de ellos desde el
alba hasta el mediodía en la plaza que está frente a la puerta del Agua. Todo el pueblo
estaba muy atento a la lectura del libro de la ley.(Neh. 8:2-3)
B. La Palabra explicada
Los levitas leían con claridad el libro de la ley de Dios y lo interpretaban de modo que se
comprendiera su lectura. No había excusa de no entenderla. Ellos estaban atentos. La
poca exposición de la palabra los había llevado al destierro, a la perdición, a la vergüenza,
a una vida espiritual mediocre. Porque la palabra de Dios te aleja del pecado así como el
pecado te aleja de la palabra. Ellos estaban lejos de Dios. La Palabra leída y explicada
toca el corazón de las personas y produce tal entendimiento de las cosas que te hace
llorar a veces de dolor a veces de alegría, pero produce ese llanto liberador en ti. “Al oír
las palabras de la ley, la gente comenzó a llorar.” Nehemías 8:9
Si necesitamos razones para que nuestro corazón se convierta basta leer el capítulo 9
de Nehemías. El pueblo pasa del conocer al sentir. Porque es imposible que no sientas
nada al saber las razones que Dios te señala por las que debes quebrantar tu corazón
en su presencia.
Las razones presentadas en este capítulo son bastantes: Dios es creador, nos libra de
los enemigos y los sepulta en las aguas para que no nos molesten más, nos guía en el
camino de día o de noche, nos habla en su palabra, nos da leyes y mandamientos para
que vivamos justa y piadosamente, nos da el pan de cada día. Aunque hemos sido necios
no nos abandona y nos da su amor cada día y muchas razones más. Le pertenecemos y
Dios quiere que volvamos a Él para ser bendecidos.
El conocer la Palabra debe llevarnos a sentir que hemos fallado a Dios y hacer algo. La
conversión no es solo aceptar que estamos mal, es decir, tener conocimiento de que
hemos estado en contra de la voluntad de Dios. Tenemos que ir más allá para que se
genere una auténtica conversión.
El pueblo de Dios confesó sus pecados, sus faltas, sus desvaríos. Nehemías 9:1-4 Se
vistieron de luto y se echaron ceniza sobre la cabeza. 2 Habiéndose separado de los
extranjeros, confesaron públicamente sus propios pecados y la maldad de sus
antepasados, 3 y asumieron así su responsabilidad. Durante tres horas leyeron el libro de
la ley del SEÑOR su Dios, y en las tres horas siguientes[a] le confesaron sus pecados y lo
adoraron. Qué interesante es leer que el pueblo de Dios no solo leyó la Ley de Dios, sino
que confesó sus propios pecados, pero además asumieron su responsabilidad.
30 Además, todos nos comprometimos a no casar a nuestras hijas con los habitantes del
país ni aceptar a sus hijas como esposas para nuestros hijos.
31 También prometimos que, si la gente del país venía en sábado, o en cualquier otro
día de fiesta, a vender sus mercancías o alguna otra clase de víveres, nosotros no les
compraríamos nada.
32 Además, nos impusimos la obligación de contribuir cada año con cuatro gramos de
plata[a] para los gastos del templo de nuestro Dios:
34 En cuanto a la ofrenda de la leña, echamos suertes entre nosotros los sacerdotes, los
levitas y el pueblo en general, según nuestras familias, para determinar a quiénes les
tocaría llevar, en los tiempos fijados cada año, la leña para el templo del Señor nuestro
Dios, para que ardiera en su altar, como está escrito en la ley.
35 Además nos comprometimos a llevar cada año al templo del Señor las primicias del
campo y de todo árbol frutal, 36 como también a presentar nuestros primogénitos y las
primeras crías de nuestro ganado, tanto vacuno como ovino, ante los sacerdotes que
sirven en el templo de nuestro Dios, como está escrito en la ley.
37 Convinimos también en dar la décima parte de nuestras cosechas a los levitas, pues
son ellos quienes recolectan todo esto en los pueblos donde trabajamos. 38 Un sacerdote
de la familia de Aarón acompañará a los levitas cuando estos vayan a recolectar los
diezmos. Los levitas, por su parte, depositarán el diezmo de los diezmos en la tesorería
del templo de nuestro Dios.
CONCLUSIÓN
Ningún compromiso que hagamos surtirá efecto, mientras no nos humillemos, mientras
no entreguemos nuestra voluntad, mientras no reconozcamos nuestras maldades delante
de Dios.