Bueno Sermones Renovacion Mayo-Junio

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Sermones de Renovación Cristiana:

“La Conversión, paso indispensable para la renovación”


© Derechos Reservados IAFCJ

Dirección Editorial
Pastor Eleuterio Uribe Villegas
Secretario de Educación Cristiana

Autores del Expositor


Manuel Cabezud González
Isaías Rivera
Daniel Rojas
Julio Villalba Araujo
Samuel Ramírez Vela

Revisión de estilo
Eleuterio Uribe Villegas

Diseño de Portada
Julio César García Blanco

Publicado por
Secretaría de Educación Cristiana
Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús A. R.
Impreso en Guadalajara, Jal.
México 2019

Citas bíblicas
Salvo que se indique lo contrario, todas las citas de la Biblia
son de la Versión Reina-Valera, Revisión de 1960 (RV60).

Abreviaturas de otras citas bíblicas


LBLA La Biblia de Las Américas
NTV Nueva Traducción Viviente
NVI Nueva Versión Internacional
RV60 Reina-Valera Revisión de 1960
RVC Reina-Valera Contemporánea
PDT Palabra de Dios Para Todos
LA CONVERSIÓN
(La ley se convierte en Gracia)
(Hechos 10)

Por: Manuel Cabezud González

Propósito: Comprender que la conversión es un proceso del Espíritu Santo


en nuestras vidas y que involucra no solo el espíritu, sino también las
emociones, transformando el carácter y generando una visión integral en el
creyente.
INTRODUCCIÓN

El evento descrito en este capítulo es un parte aguas en la historia de la iglesia de


Cristo, formada en sus orígenes solo por judíos. Algunas versiones de la Biblia intitulan
este capítulo como “La conversión de Cornelio”, sin embargo podría titularse también “La
conversión de Pedro”.

Cuando Pedro va a la casa de Cornelio ya han pasado algunas cosas significativas:


El evangelio ya fue predicado en Jerusalén; los judíos han recibido el Espíritu Santo y
hablaron lenguas; los helenistas han escuchado que Jesús es el Señor; Los samaritanos
y más allá de Samaria por boca de Felipe han escuchado el evangelio; en el capítulo 9
Dios llama a Pablo y lo está preparando para que se convierta en el predicador a los
gentiles. ¡Ese es el objetivo! Pero Pedro se resiste. No quiere dar ese paso marcado por
el Espíritu Santo. ¡Necesita convertirse!

I. QUÉ ES LA CONVERSIÓN

En el Nuevo Testamento, la conversión tiene que ver con un corazón que es purificado
por la fe (Hech. 15:9); Tiene que ver con la conducta de la persona la cual cambia con la
conversión (Mal. 3:7); Tiene que ver con la nueva vida en la cual entra el convertido por
medio del bautismo (Rom. 6:4).

En esencia la conversión representa un cambio de mentalidad como se verá en esta


reflexión pues Pedro cambia su forma de pensar sobre los gentiles después de que Dios
lo confronta; Es un cambio de visión que entra en un proceso y se convierte en global
ilustrado en Pedro que pesca peces, después almas, y posteriormente adquiere una
visión global de la misión; Tiene que ver con el servicio a todos, sin prejuicios, sin
ventajas, desinteresado como se ve en la atención de los diáconos a las viudas en
Hechos 6, y Lucas 10 con la parábola del “buen Samaritano”.
La conversión también tiene que ver con respetar y honrar a las autoridades según lo
enseña Pablo cuando hace defensa de su apostolado en 1ª. Cor. 9; En suma, el
convertido tendrá un concepto adecuado de él mismo y dejará de sentirse el primero de
todos para convertirse en servidor, es decir dejar de ser Diótrefes para convertirse en un
hombre como Gayo (3ª. Juan 5-9). Pero algo sumamente importante es que la conversión
tiene que ver con moldear el carácter para que sea del agrado de Dios, como Saúl que
fue mudado en otro hombre.

La conversión del individuo es única y diferente a cualquier otra, por el simple hecho
de que toca el espíritu y el alma del ser que es único. Por eso la conversión del etíope
evangelizado por Felipe fue diferente a la de Lidia y la conversión de ella fue diferente a
la conversión del carcelero de Filipos o de los tres mil convertidos el día de pentecostés
y sin duda nuestra propia conversión ha sido diferente a todas las ya mencionadas.

II. CONVERSIÓN: LA LEY TOCADA POR LA GRACIA

Pedro es un judío celoso y tradicionalista que necesita convertirse. Su conversión se


da en forma sincronizada con la conversión de Cornelio.

A. Confrontado con sus prejuicios.

Asombrosamente, el Espíritu ha acomodado todo para que se crucen sus caminos.


Genera una visión para Cornelio y otra para Pedro. Son visiones personalizadas, de
acuerdo a lo que cada uno necesita para que se dé la inclusión de los gentiles en el
pueblo de Dios.

Pedro está en la azotea de la casa donde se hospeda. Tiene hambre y mientras se


prepara el alimento se pone a orar. Es común que cuando uno tiene hambre sueña cosas
ricas, pero Pedro comienza a ver animales inmundos para los judíos, animales que no
puede comer. De acuerdo a la descripción de animales impuros que se lee en
Deuteronomio 11 podríamos pensar que Pedro ve camellos, conejos, liebres, puercos,
águilas, un avestruz, una gaviota, una garza, murciélagos, cocodrilos.

Pedro es confrontado cuando Dios le dice: “Pedro Sacrifica y come”. Él responde que
nunca ha comido cosas inmundas y por la forma en que lo dice parece que solo le falta
añadir “sería como juntarme con los gentiles, que no son puros”. ¡Esos prejuicios siempre
presentes! La confrontación sigue porque según la lectura, Pedro tiene que bajar y
atender a tres hombres que lo buscan y que para su colmo son gentiles.

B. Cambio de mentalidad (“Ahora comprendo que Dios no hace acepción de


personas”).
Pedro presenta síntomas de que se está convirtiendo al admitir que ha entendido de
parte de Dios que la salvación también es para los gentiles. Anteriormente, Pedro lleno
de prejuicios llegó a la casa de los gentiles y se expresó con desdén: “Vosotros sabéis
que no le está permitido a un judío juntarse o entrar en casa de un extranjero”.

Esto es una grosería de Pedro hacia Cornelio y familiares ¡y en la misma casa de los
gentiles! El que tuvo la visión, el santo, el justo, el judío Pedro sigue siendo selectivo en
sus relaciones con la gente y está lleno de escrúpulos. ¡Qué raro!

De pronto encontramos personas que a simple vista son exageradamente espirituales


pero no son nada tolerantes, ni compasivos, ni discretos ni prudentes, mucho menos
amorosos con los que consideran pecadores. ¿Cuántas veces tendrá que hablar el
Espíritu Santo a sus vidas para que perdonen y se acaben los prejuicios en torno a ciertas
personas?

Pedro era el religioso, pero Cornelio era el piadoso. ¡Otra vez el mundo al revés! El
del pueblo de Dios es el prejuiciado y el pagano es el que muestra cortesía.

El judío religioso tenía que entender que también para los gentiles hay salvación. Si
Pedro cambia su forma de pensar, cambiará su mentalidad y se acabarán los prejuicios
dejará de ser legalista y su carácter será otro. ¡Necesitaba convertirse y se convirtió. “Yo
he obedecido a Dios, por eso he venido sin vacilar, al recibir vuestra invitación” (Hch.
10:28-29).

III. CONVERSIÓN: LA GRACIA AL ALCANCE DE TODOS

El medio para alcanzar a los gentiles sería Cornelio. Un centurión de la compañía


llamada la Italiana, piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas
limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre pero necesitaba la conversión.

Hechos 10 es un momento histórico de elevada trascendencia pues se cruzan en la


historia de la salvación los judíos y los gentiles. Es como un encuentro de La ley y La
Gracia. Cornelio, el pagano gentil se tenía que convertir para que nos llegara la salvación
a todos; pero para eso se ocupaba primero que Pedro, un judío prejuiciado se convirtiera
también. El Espíritu Santo sincroniza todo por medio de una visión a los dos y se produce
simultáneamente la conversión de ambos.

La vida de Cornelio nos enseña a los que somos gentiles que no basta con hacer
caridad a los pobres, asistir a los servicios al templo y observar el Día del Señor. No es
solo guardar la ley judía respecto de la alimentación o ser generoso en las ofrendas. La
conversión va más allá y tiene que ver con el bautismo. Cornelio y los suyos fueron
bautizados en agua y con el Espíritu Santo.

CONCLUSIÓN.
Los prejuicios de los que llegaron primero tendrán que ser quitados para dar entrada
a la salvación a todas las naciones. Pedro tuvo que convertirse y dejar sus prejuicios
sobre santidad y aceptar a los gentiles. Cornelio tuvo que bautizarse, recibir el espíritu
santo, reconocer autoridad de Dios delegada en Pedro y soportar al legalista que ofende.

Lucas nos vuelve a poner los lentes de la pentecostalidad apostólica realzando la


obra del espíritu santo en la conversión. La espiritualidad deja de ser mística para
llevarnos al compromiso con Dios y asumir los retos que el Espíritu Santo ha delineado
para la iglesia.

APLICACIÓN

Piensa en las manifestaciones legalistas que impiden que los pecadores se acerquen
a Cristo. Si has mostrado alguna de estas manifestaciones pide perdón a Dios y que te
quite los prejuicios para que seas útil en su obra.
PEDRO NACE A LA VISIÓN DE JESÚS
TEXTO BÍBLICO: Lc. 5:1-11.

Daniel Rojas

“Pero Jesús dijo a Simón: no temas; desde ahora serás pescador de hombres” …
dejándolo todo, le siguieron. Vr.11

PROPÓSITO. Llegar a comprender que la conversión a Cristo no es solo un tema de


vida eterna o del más allá, sino de trasformación constante, en el aquí y ahora del reino
de Dios y así alcanzar la visión que Jesús les dio a sus discípulos.

INTRODUCCIÓN

Tomaremos tres eventos significativos que nos darán las pautas de comprensión al
nacimiento de la visión. Le podríamos llamar las tres pescas del Apóstol Pedro.
Observaremos el crecimiento de la visión dada por Jesús.

1. La pesca milagrosa y el nacimiento de la visión


2. El pentecostés y los tres mil convertidos.
3. La conversión de Cornelio. Pedro se convierte en ganador de gentiles y no solo
de judíos.

I. LA PESCA MILAGROSA Y EL NACIMIENTO DE LA VISIÓN (Lc. 5:1-11).


La palabra “Convertir” viene del latín “Convertere” y significa “Transformar” o hacer
algo distinto a lo común. El corazón de Pedro tendría que ser transformado al corazón
de Cristo.

Jesús predica desde la barca de Simón Pedro a la gente que se agolpaba por
escuchar su mensaje después de haber trabajado toda la noche; Simón es invitado por
Jesús a ir a la parte más honda del lago. Y en obediencia y en una fe muy práctica lo
hace y al momento la red se llena de peces. Con un milagro sobrenatural que impacta a
todos los que estaban en la barca. Jesús plantó en él un desafío de pescador de peces
a pescador de hombres. Pedro nace a la visión de Jesús y su mente se transformaría
poco apoco llegando así a crecer a una mente global de no solo convertir a los judíos
sino también a todos los gentiles.

A. Ver la necesidad del mundo


“La gente se agolpaba sobre él para oír su palabra”. Esto explica la necesidad de los
que no lo conocen, y la urgencia de predicar y comunicar la buena noticia para la
conversión al reino de Dios. Una de esas dos barcas era de Simón, pues los observó que
lavaban sus redes ya que terminaba la jornada de trabajo. Jesús empezaba su misión de
predicar y todo estaba listo, las dos barcas, la gente y sus necesidades.

B. Creer y obedecer.
Al terminar de hablar y enseñar, Jesús dijo a Simón: “Boga mar adentro, y echa tus
redes para pescar. Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado
trabajando, y nada hemos pescado; más en tu palabra echaré la red.” Pedro al obedecer
se convierte a la idea de Jesús. Pues definitivamente impulsa a Pedro a tomar una
decisión ir otra vez al mar y volver a empezar la pesca. No era fácil creerle y obedecerle:
pues para tomar una visión se necesita creer en ella y sobre todo sujetarse a la indicación
que se le estaba dando. Sin embargo, Pedro Cree. Esto fue muy importante para crecer
en la visión. El resultado después de esto fue inmediato.

C. Creer en lo sobre natural nos permite crecer en la visión.


“Mas en tu palabra echare la red”. Esto nos da la autoridad, la legitimidad y seguridad
de que el dueño de la Visión es el Señor y Él nos respaldará con lo que necesitamos para
cumplir. Los recursos, milagros y oportunidades nos sorprenderán. Todo milagro o señal
que Dios responda tenemos que ir agradecerle en oración de rodillas como lo hizo Pedro,
que quedó maravillado y lleno de temor por el milagro de la pesca abundante (esto es
crecer). Cuando Dios responde no somos nosotros ni las estrategias, es Dios aprobando
la visión y ese es el momento de humillarnos. Un antes y un después. No pescaron nada
y después de tomar la visión, la pesca fue abundante.

D. Crecer en la visión convoca a unidad.


Cuando hay crecimiento y resultados nos hace falta más ayuda, la unidad será
trascendental. Solos no podemos. Sus redes se rompían; el peso y compromiso de la
visión se carga generalmente para algunos. ¿Por qué no llamas a algunos más?

E. Dejarlo todo por Él.


Pero Jesús dijo a Simón: no temas; desde ahora serás pescador de hombres”. Somos
llamados a ir a pescar hombres que están metidos en el lago del mundo, perdidos,
extraviados, condenados al dolor, la muerte y todas las corrientes que el mundo ofrece.
Jesús está buscando a los Discípulos que tiren las redes a través de los sistemas bien
tejidos de la iglesia. Para poder crecer en la visión hay que dejarlo todo, por ejemplo, lo
que nos ha distraído, lo que nos ha entretenido, lo que no nos ha salido bien pues
“¡Hemos trabajado toda la noche y no hemos pescado nada!
II. EL PENTECOSTÉS OTRA PESCA MILAGROSA (Hch. 2:14-28, 22-28, 29-41)
Jesús ya no estaba presente físicamente en la vida de los discípulos, la visión estaba
dada, Él había cumplido con su parte y ahora les daría el poder del Espíritu Santo. La
visión ahora tiene poder y Pedro impulsado por el Espíritu, predica su primer mensaje de
conversión, observe, se repite la misma escena, la gente se agolpó para saber qué estaba
sucediendo. No estaban llenos de mosto, (refiriéndose a los 120) tampoco estaban locos.
Solo esperaban una promesa que Pedro explica de manera magistral, proféticamente
desde Joel.

1ª. Acción. Vr. 14. Pedro explica la profecía de Joel y para qué sirve el Espíritu:

1. Para profetizar o predicar con poder para la conversión


2. Para soñar con la visión del corazón de Jesús de salvar al mundo
3. Para desarrollar los prodigios y señales para la visión. Las maravillas y
milagros nos convierten a Jesús.
2ª acción. Vr. 22. “El cual Dios lo levantó, suelto los dolores de la muerte”. La visión
no está fundada en un muerto sino en alguien que venció a la muerte y que está vivo para
seguir de cerca su encomienda a los que le crean.

3ª acción. Finalmente, Pedro hace alusión a uno de los reyes más queridos y
recordados por ellos; el rey David, quien además murió y fue sepultado y su sepulcro está
aun con nosotros. Argumenta el escritor de los Hechos. Asegurando en el verso 31 que
de su linaje se levantaría al Cristo, para que se sentase en su trono.

Esta fue la pesca más exitosa de Pedro al predicar a los judíos. Y al lanzar por
segunda vez la misma red que Jesús le enseñó. Este mensaje hace que se conviertan
las tres mil personas en un solo día. El relato dice que se compungieron de corazón y
estaban listos para la conversión. 41 Así que, los que recibieron su palabra fueron
bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas”.

III. CORNELIO, UN PEZ GENTIL (Hech. 10)


Como un romano típico, él había sido devoto de los dioses romanos sin embargo
parece que últimamente seguía los conceptos iluminados del judaísmo y se habían vuelto
monoteísta.

Y aunque Cornelio era generoso y muy respetado, de buen testimonio para los
mismos judíos, la misma ley lo limitaba y no podían realmente compartir su vida, su hogar
y su comida, porque era un gentil y no propiamente un convertido judío.

En el relato de Cornelio solo voy a dar lo mas sobresaliente

1. Recibió el mensaje del ángel


2. Cree al mensaje
3. Obedece al mandato y envía por Pedro
Para Pedro, no fue muy fácil entender esta otra dimensión de la visión, por sus raíces,
costumbres, la influencia religiosa. El Señor le dio una visión que lo dejaría marcado e
inquieto, sobre todo porque lo estaba renovando o convirtiendo a la ultima faceta de su
visión.

La misma hora en que Pedro ayunaba y oraba era la misma hora en que Cornelio
también lo hacía, es decir que Cornelio oraba de acuerdo a la costumbre de los judíos.

Después de once años de predicación, a Pedro y Cornelio los separan solo 48 Km


de distancia el uno del otro; el Señor Jesús los reuniría a través de una revelación. El
lienzo que bajó por tres veces con las aves, cuadrúpedos y reptiles inmundos. Puso a
pensar al apóstol. Jesús lo vuelve a incomodar y asombrar como la primera vez, en Lc.
5.
13 Yle vino una voz: Levántate, Pedro, mata y come. 14 Entonces Pedro dijo: Señor, no;
porque ninguna cosa común o inmunda he comido jamás.

El lienzo y los animales para algunos comentaristas sobre el tema, simboliza el pueblo
gentil que fue limpio con la sangre de Cristo y que formaría la nueva iglesia. Algo nuevo
que Pedro no entendía.

Después de la reunión y todos los detalles que se cuentan por parte de los personajes.
Hay algo que podemos analizar finalmente

Vr. 34. 34 Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace
acepción de personas…

Cinco cosas que pedro enfatiza o través en su mensaje a todos los reunidos por
Cornelio.

- El se agrada de toda persona de cualquier nación que le teme y hace justicia


- Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste
anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, a quien
mataron colgándole en un madero.40 A éste levantó Dios al tercer día.
- 43 De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren,

recibirán perdón de pecados por su nombre.


- 44 Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos

los que oían el discurso.


Esto sorprende a los fieles de la circuncisión y finalmente, Pedro se convence de que hay
que bautizarlos en el Nombre del Señor Jesús. ¿Puede acaso alguno impedir el agua,
para que no sean bautizados éstos que han recibido el Espíritu Santo también como
nosotros?

Pedro por fin completa el total de la visión de15 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad
el evangelio a toda criatura de que 16 El que creyere y fuere bautizado, será salvo;
mas el que no creyere, será condenado

CONCLUSIÓN

Estos tres eventos marcarían un antes y un después en la conversión de Pedro; pues se


desarrolló correctamente la visión de Jesús transformando el pensamiento judío de que
ellos son el pueblo único de Dios.

El mundo no quedó excluido, la visión de Jesús funcionó con la actitud de Pedro. Jesús
tiene un plan para salvar a tu familia, amigos y los que te rodean. ¿Estás en ese plan?
¿Necesitarás convertirte a ese plan de Dios? ¿Podrás nacer y crecer a la visión de Jesús?
¿Podrás trasformar a alguien con tu mensaje?
LA CONVERSIÓN DEL CARÁCTER
Cristian Pulido

TEXTO BASE: “Entonces el Espíritu de Jehová vendrá sobre ti con poder,… y serás
mudado en otro hombre.” 1 Samuel 10:6

PROPÓSITO: Entender que la conversión se refleja en lo interno, en el carácter del ser


humano el cual se cultiva por medio de sacrificios que son del agrado de Dios.

INTRODUCCIÓN

La palabra “mudado” viene de la raíz primaria “jafák” que significa “volverse hacia o
sobre”, “cambiar o convertir”.

En este contexto entendemos que el cambio es interior y no exterior. Por lo tanto, la


conversión predicha por Samuel se refiere a un cambio de carácter, algo interno.

Al parecer Saúl era un hombre de buen parecer procedente de una familia humilde y se
consideraba pequeño a sus propios ojos, sin embargo, estas cosas no garantizaban un
carácter humilde del futuro monarca. Por lo cual Dios decide convertirlo en otro hombre
a través de una serie de acontecimientos que estaban por sucederle, como había
predicho el profeta Samuel.

Es por ello que el texto clave de este sermón comienza diciendo “entonces” es decir,
cuando hayan sucedido estas cosas, el Espíritu de Dios vendría sobre Saúl y seria
transformado, convertido en otra persona refiriéndose a su carácter. Pero el Espíritu de
Dios no obraría sin que antes Saúl pasara por un proceso.

I. RECUPERANDO EL CARÁCTER DE OVEJA

Hoy, después que te hayas apartado de mí, hallarás dos hombres junto al sepulcro de
Raquel, en el territorio de Benjamín, en Selsa, los cuales te dirán: Las asnas que habías
ido a buscar se han hallado; tu padre ha dejado ya de inquietarse por las asnas, y está
afligido por vosotros, diciendo: ¿Qué haré acerca de mi hijo? 1 Samuel 10:2

A. La oveja obedece la voz de su señor.

El propósito de Saúl era ayudar a su padre, sin embargo, se enfocó tanto en hallar las
asnas que se fue a otra ciudad tomando en poco la preocupación de su padre por no
hallarle. Se quedó un día más porque así se lo pidió el profeta Samuel. Tal descuido
ocasionó que su padre se preocupara en extremo pensando que a su hijo le había
ocurrido lo peor.
Es por ello, que al regresar a su casa lo primero que hace Dios es confrontarlo con su
carácter desobediente, por no realizar las cosas como se le había mandado, sino tomar
decisiones propias que implicaban la desobediencia a su padre. Le contaron aquellos
hombres que encontró en el sepulcro de Raquel que su padre estaba desesperado por
no saber nada de él y como es que por su desobediencia le causó tristeza.

B. Recuperando el carácter de oveja.

El lugar donde fue el incidente de dicha plática de las asnas y la preocupación de su


padre fue en “el sepulcro de Raquel”; Raquel significa en su interpretación más aceptada
“oveja” que bíblicamente tiene que ver con el carácter y representa humildad, obediencia,
pacifico, sujeción, etc. Cuando buscamos cambiar, renovar o transformar nuestro
carácter como creyentes debemos resucitar ese carácter de oveja que se encuentra
sepultado.

Seamos obedientes a nuestros líderes, humildes para ser corregidos, pacíficos para vivir
en comunión, etc. recuperemos el carácter de oveja andando por la senda que nos ha
marcado nuestro Dios. No revelándonos a las autoridades puestas por Dios, ni mucho
menos siendo rebeldes al mandato del Señor.

También Raquel simboliza una oveja que predomina sobre un rebaño, es decir, para ser
guía de los demás tenemos que tener carácter de oveja, de lo contrario seriamos extraños
ante el rebaño y no nos escucharían. Es por ello que Cristo se hizo oveja. “Angustiado él,
y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante
de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.”(Isaías 53:7). Véase (Filipenses
2:5-11).

II. EL SACRIFICIO CONVIERTE EL CARACTER

“Y luego que de allí sigas más adelante, y llegues a la encina de Tabor, te saldrán al
encuentro tres hombres que suben a Dios en Bet-el, llevando uno tres cabritos, otro tres
tortas de pan, y el tercero una vasija de vino; los cuales, luego que te hayan saludado,
te darán dos panes, los que tomarás de mano de ellos.” 1 Samuel 10:3-4

A. El carácter se alimenta del sacrificio.

Una vez que se ha tomado el camino correcto de la humildad se debe buscar alimentar,
es decir, fortalecer esta actitud. Alimentándonos de la oración, la lectura bíblica y el
ayuno.

Después de reconocer su mala actitud hacia su padre, Saúl regresa a su casa y es


alimentado en Betel por tres hombres con los panes del sacrificio que iban a ofrecer a
Dios. Esto es algo simbólico, pues de igual manera el alma necesita alimentarse del
sacrificio, es decir, sino se cuenta con la actitud correcta para servir a Dios no podrá
ofrecerle sacrificios.
B. El carácter se construye en el sacrificio.

Saúl debía aprender que si quería mantenerse en el carácter de oveja debía alimentarse
del sacrificio para fortalecer sus convicciones, es decir, su nuevo carácter.

Existen cristianos que batallan con su carácter pero no se fortalecen en el sacrificio,


deben amar a sus enemigos, deben orar por los que los persiguen, deben bendecir a los
que los maldicen, deben esforzarse aunque no sientan el impulso del Espíritu Santo.

Por ejemplo cuando un cristiano batalla para orar pero se esfuerza realizando sacrificios
de oración, aunque no tenga ganas, llegará un momento en que el Espíritu Santo, lo tome
y le impulse a orar o hablar en otras lenguas, etc. el Espíritu Santo le ayudará. Así también
en cualquier área de nuestro carácter si nos esforzamos habrá un momento en que Dios
nos ayudará y habremos edificado sólidamente con sacrificio y será muy difícil caer de
ahí.

III. EL ESPÍRITU SANTO CULMINA LA OBRA DE CONVERSIÓN

“Después de esto llegarás al collado de Dios donde está la guarnición de los filisteos; y
cuando entres allá en la ciudad encontrarás una compañía de profetas que descienden
del lugar alto, y delante de ellos salterio, pandero, flauta y arpa, y ellos profetizando.
Entonces el Espíritu de Jehová vendrá sobre ti con poder, y profetizarás con ellos, y serás
mudado en otro hombre. 1 Samuel 10:5-6”

A. Preséntate delante de Dios con sacrificios.

Después que has tomado el carácter de oveja y te has alimentado del sacrificio estás
apto para presentarte en el monte de Dios y ofrecerte a ti mismo como una ofrenda de
olor fragante delante de Dios. Saúl llegó al monte de Dios con el carácter adecuado, es
decir, se presentó como una oveja, como un sacrificio vivo agradable a Dios. (Romanos
12:2)

B. El Espíritu Santo culmina la obra de conversión.

Entonces el Espíritu de Dios vino sobre Saúl y comenzó a profetizar, es decir, a proclamar
las maravillas de Dios y fue mudado, es decir, convertido en otro hombre, su carácter fue
transformado y consolidado. Cuando nos presentamos delante de Dios con el carácter
adecuado el Espíritu de Dios viene con poder y nos ayuda, nos da fuerzas para
permanecer en ese carácter.

C. Convierte tus emociones.

Conságrale a Dios tu carácter, tus emociones, esfuérzate a permanecer en ese estado


de oveja, si así lo haces el Espíritu Santo te ayudará y cuando llegues el domingo al culto
y te presentes a Dios con esta actitud serás agradable delante de Él. No dejes de luchar
por tener el carácter que le agrada a Dios.
CONCLUSIÓN

Todos conocemos lo que pasó después con Saúl cuando abandonó el carácter de oveja,
ofreció sacrificios de animales y no sacrificios con su carácter, abandonando la
obediencia, realizando las normas y mandamientos de Dios a su manera y no siendo la
oveja que Dios le demandó ser desde un principio (1 Samuel 15:22-23), por lo que fue
desechado. No permitas que esto pase contigo.

Que tu carácter de oveja no sea sepultado, que no muera, resucita ese carácter, ofrece
sacrificios de obediencia y aliméntate de ello para que seas del agrado del Señor y el
Espíritu de Dios venga sobre ti con poder y seas convertido en un nuevo hombre, a la
imagen y semejanza de Cristo (oveja).
HONRA A TU LÍDER.
Julio Villalba Araujo

Base bíblica. 1. Corintios 9:2

“Si para otros no soy apóstol, para vosotros ciertamente lo soy; porque el sello de mi
apostolado sois vosotros en el Señor.”

PROPÓSITO:
A. Valorar el trabajo del liderazgo al tratarles con respeto.

B. Comprender que al honrar la autoridad del liderazgo, honramos a Dios porque es él


quien la confiere.

C. Establecer el discipulado como un proceso de conversión que dura toda la vida en


el servicio a Dios.

INTRODUCCIÓN
La posmodernidad tiene la tendencia a romper con todo principio de autoridad. No así en
un pueblo que tiene sus bases en los principios bíblicos que honran a Dios y la autoridad
que él ha delegado. ¡Somos la luz del mundo! Mt. 5:14

I. RESPETO AL LÍDER POR SU OBRA REALIZADA


A. El escritor a los Tesalonicenses recomienda a la iglesia el respeto que se le debe tener
al liderazgo en razón del trabajo espiritual que ha sido realizado en ellos. “Ténganles
mucho respeto y amor debido al trabajo que ellos hacen entre ustedes. Vivan en paz unos
con otros.” 1.Tesalonicenses 5:13 (PDT)

Pablo escribe a los Corintios “para ustedes por lo menos (si no para otros).” Soy apóstol.
Pareciera que muy pronto se olvidaron de quien les enseñó los principios de una fe
cristiana por haber sembrado en ellos el evangelio de Jesucristo, ya que el apóstol tiene
que llamarles la atención al recordárselos.

El apóstol Pablo tenía autoridad espiritual sobre la iglesia por haber sido el fundador de
la misma. Le deben consideración y respeto. Les recuerda una gran verdad: “Yo planté,
Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios.” Corinto. 1. Co. 3:6

B. No es novedad que en nuestros días a un ministro o líder se le responda en forma


inadecuada y no amable, cuando de buena voluntad realiza un servicio diligente y exitoso
a favor de la iglesia. No dando con ello la honra debida a su persona y ministerio. Si el
respeto se desarrolla como una disciplina bien enfocada en la honra llevará a grandes
logros en la relación con la autoridad.

II. LEALTAD A LA AUTORIDAD DELEGADA POR DIOS


A. El respeto a una autoridad delegada por Dios, es respeto a lo establecido por
Dios.
B. La autoridad que Dios otorga a sus servidores merece lealtad,
reconocimiento y amor fraternal.

Esa es una recomendación de Pablo cuando escribe a los filipenses para que den honra
a una autoridad delegada como la que llevaba Epafrodito.

El consejo fue: “Recíbanlo con alegría, como se lo merece un servidor del Señor Jesús.
Muestren aprecio por quienes son como él.” (Filipenses 2:29 BLS)

Al mismo tiempo el discípulo de Cristo tiene el deber de ser leal a quien lo reviste de
autoridad. Y todos tenemos el compromiso de desarrollar lealtad como un estilo de vida
a quien ejerce mentoría pastoral oficial y/o ocasional en cualquier nivel de nuestra vida y
liderazgo.

III. SEGUIR EL EJEMPLO COMO EVIDENCIA DE CONVERSIÓN


A. Cuando Jesús llamó a sus discípulos les dijo simplemente: “Seguidme”.Y ellos le
siguieron al instante sin cuestionar el contenido de su propuesta y llamado. Mt. 4:20
Mucho aprenderían al seguir al maestro viendo su ejemplo.

Tomemos el ejemplo de Jesús que dijo: “He venido a servir” y Pablo no hizo uso de su
derecho como apóstol a ser sostenido por la iglesia, sino que trabajó con sus manos para
no ser gravoso. El líder aparentemente se baja de su nivel atendiendo, sirviendo a los
demás, esto no lo demerita, por el contrario, está enseñando con su estilo de vida sin
exigir privilegios.

La conversión y el ejercicio de un don convertido en un ministerio activo en la iglesia, dan


fe del desarrollo de un liderazgo para que éste sea digno de imitar. Hay congruencia del
discurso con el estilo de vida.

APLICACIÓN

Las vidas transformadas en nuevas creaturas son la evidencia y respaldo que le da


validez al ministerio. 1. Co. 9:1 ¿No soy apóstol? ¿No soy libre? ¿No he visto a Jesús el
Señor nuestro? ¿No sois vosotros mi obra en el Señor?
El ejemplo del apóstol Pablo es renunciar a sus derechos para ganar a otros y que sus
vidas sean regeneradas, convertidas en nuevas creaturas para Cristo Jesús. Ésto sucede
cuando se experimenta la verdadera conversión.
RENOVADOS PARA UN MINISTERIO INCLUYENTE
Samuel Ramírez Vela

BASE BIBLICA: Hechos 6:1

“En aquellos días, creciendo el número de los discípulos, hubo murmuración de los
griegos contra los hebreos, de que sus viudas eran menospreciadas en el ministerio
cotidiano.” (Biblia del OSO).

PROPÓSITO: Entender la importancia de vivir la conversión por medio de la renovación


para desarrollar ministerios fructíferos e incluyentes.

INTRODUCCIÓN:

En la iglesia del libro de los Hechos se resaltan aspectos importantes en la manera de


desarrollar los ministerios, ya que, debido al crecimiento de la iglesia, y los intereses
particulares de sus integrantes los llevó a vivir en su desarrollo cotidiano con una marcada
diferencia entre ellos, provocando conflictos serios que pusieron en peligro el quehacer
de la iglesia.

Estos conflictos generaron por lo menos separación entre los creyentes, problemas de
inconformidad, envidia y pleitos, entre otros, que pudieron frenar la misión de la iglesia.

Tener un ministerio donde no se viva la conversión a través de la renovación como


aconteció en este relato bíblico, puede quitar el interés tanto en los miembros como en
los no convertidos.

I. QUÉ ES UN MINISTERIO INCLUYENTE


Un ministerio incluyente es aquel que vive buscando a través de la renovación, el
progreso de la conversión de quienes lo integran, para lograr un crecimiento espiritual y
personal. Un ministerio incluyente promoverá y utilizará las capacidades de cada uno de
sus integrantes hasta lograr desarrollar el potencial de todos los que participan.

Un ministerio incluyente es aquel que busca:

a) Dignificar a la persona. Cuando una persona se siente tomada en cuenta,


valorada y respetada, puede experimentar en él la dignidad necesaria que le ayude
a vivir con la autoestima que le lleve a ser feliz sirviendo.

b) Capacitar. Un ministerio incluyente no solo integra sino capacita para que se


desarrolle el potencial de quien es llamado y de esta manera hacer más eficiente
el trabajo que se realizara buscando siempre el engrandecimiento del Reino.
II. LA IMPORTANCIA DEL MINISTERIO INCLUYENTE
Desarrollar un ministerio donde se pueda conseguir la integración e inclusión de todos
los miembros, generará una atmosfera bastante favorable que ayudará en la consecución
de los objetivos de la congregación, así como fomentar el crecimiento y la consolidación
del mismo.

Tener un ministerio incluyente es importante porque:

A. Genera unidad.
Vivir y compartir la experiencia que se obtiene con la participación de todos en la labor
que se realiza, generará la unidad que les lleve a mantener ese estado de comunión entre
todos los que se involucran en esa tarea. Esto permite acrecentar la posibilidad de realizar
un ministerio no solo estable sino fructífero y sobre todo respaldado por Dios.

Vale la pena tomar en cuenta el Salmo 133:1,3 que dice: “¡Mirad cuán bueno y cuán
delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!… Porque allí envía Jehová
bendición, y vida eterna.”

B. Genera identidad.
Del latín Identitas. La Identidad es el conjunto de rasgos propios de un individuo o de una
comunidad. Estos rasgos lo caracterizan frente a los demás.

Integrar un ministerio en donde nuestra participación nos dé un sentido de pertenencia


nos ayudará a desarrollar los rasgos propios del ministerio que sirve y representa a
nuestro Dios.

Esta identidad nos ayudará a vivir una conversión que nos permitirá identificarnos como
hijos de Dios al adoptar la identidad de Cristo. Identidad que no debemos perder porque
para eso fuimos llamados.

Tener identidad con Cristo nos ayuda a crecer como discípulos, a crecer en fe y a
permanecer en el cuerpo de Cristo. En todo ministerio exitoso, es fundamental la
identidad ya que esta nos compromete y mantiene fieles; la fidelidad y el compromiso son
evidencias del proceso de conversión que nos lleva a vivir los principios del reino.

III. LA CONVERSIÓN ES VITAL PARA UN MINISTERIO


La definición de conversión es la acción y efecto de convertir o convertirse. Conversión
es hacer que una persona se transforme en algo distinto de lo que era en primer lugar,
en alguien que en cierta forma antes no era.
En el ámbito religioso la conversión consiste en que una persona adopte como propias
las creencias y los rituales de la comunidad de creyentes a la que se integra. Pero
conversión en la Biblia no es solo adoptar una manera de creer, sino el proceso por el
cual el ser humano vive o experimenta la transformación de ser solo un ser carnal, sino
también el vivir la experiencia espiritual que lo traslade a desenvolverse como integrante
del reino celestial y poder ser una nueva criatura.

Por lo tanto, para quien desarrolla un ministerio que ya no es solamente humano es de


vital importancia experimentar la conversión para que pueda vivir los principios
fundamentales del ministerio que son:

A. Transformar. Un ministerio se debe desarrollar con la expectativa de transformar


a quienes se alcanza con la realización del mismo. Ya que una de las finalidades
de todo ministerio es lograr la transformación de las personas para que conozcan
y se acerquen a Dios, dado que las personas que no han aceptado a Cristo no han
sido transformadas.

B. Edificar. El desarrollo de los dones a través de los ministerios tiene la finalidad de


edificar el reino de Dios en esta tierra, por lo tanto,uno de los propósitos de todo
ministerio es de edificar en la vida de las personas los valores y principios del reino.
San Pablo dice a los efesios que estos son para edificación del cuerpo de Cristo.

C. Consolidar. Todo ministerio debe tener como finalidad el consolidar a través del
ejercicio del mismo, de manera que se pueda asegurar en gran medida la
integración a los ministerios de quienes vienen a Cristo, así como el interés y gusto
por perseverar y servir al pueblo de Dios.

La consolidación se da en un ministerio que ayuda, enseña y acompaña en el proceso


de crecimiento de quien rinde su vida a Jesús.

El apóstol Pablo en la carta a los efesios hace referencia a estos tres principios que deben
cumplir los ministerios que viven una conversión genuina en el capítulo 4:11-16:
Transformar, Edificar y Consolidar.

CONCLUSIÓN

En todo ministerio que quiere experimentar el respaldo de Dios, es necesaria la


conversión que nos moldea a la imagen misma de Cristo, solo así desarrollaremos
ministerios que alcanzaran los propósitos de nuestro Señor Jesucristo.

Y dado que la conversión está implícita en la renovación, cobran fuerza las palabras del
apóstol San Pablo en Romanos 12:2(BLS) “Y no vivan ya como vive todo el mundo. Al
contrario, cambien de manera de ser y de pensar. Así podrán saber qué es lo que Dios
quiere, es decir, todo lo que es bueno, agradable y perfecto”.

En este día busquemos el seguir experimentando por medio de la renovación de nuestra


mente la conversión de nuestra vida hasta que lleguemos a la estatura del varón perfecto
y en esa condición vivir el ministerio de manera fructífera.
EL CRECIMIENTO DE LOS CONVERTIDOS

Base bíblica 3ª Juan 5-8

Isaías Rivera Salas

PROPÓSITO
Valorar la importancia de adquirir los principios bíblicos fundamentales que nos hacen
modelar una vida de crecimiento y que nos marcan las conductas que todo creyente debe
desarrollar al recibir la conversión en su vida.

INTRODUCCIÓN
¿Alguna vez has tenido que ayudar, hospedar o bendecir de alguna manera a alguien
que no conoces?

Estamos tan acostumbrados a ayudar a aquellos que tienen alguna relación con nosotros
que difícilmente ayudamos a los desconocidos, sin embargo, cuando hay una conversión
genuina comenzamos a experimentar un crecimiento espiritual en todas las áreas de
nuestra vida. Ejemplo de esto es Gayo, un cristiano fiel a quien el apóstol Juan lo
reconoce como un buen hospedador, pero no solo él sino también Pablo cuando habla
de Gayo resalta sus virtudes (Romanos 16:23).

I. LOS VERDADEROS CONVERTIDOS CRECEN CON LA


FIDELIDAD EN EL SERVICIO

“Amado, fielmente te conduces cuando prestas algún servicio a los hermanos,


especialmente a los desconocidos.” (V5).

El convertido se conduce con toda responsabilidad, con precisión, pero sobre todo con
toda obediencia. Gayo es de los cristianos que toman en cuenta la recomendación de
Pablo en 1ª. Tim. 5:8 que dice: “Pero si alguno no provee para los suyos y especialmente
para los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo” (BLA). Pero es
interesante que Gayo no discrimina, sino que sirve por igual a los de casa como a los de
fuera.
II. LOS VERDADEROS CONVERTIDOS CRECEN AL SERVIR CON
AMOR.
Un verdadero creyente adquiere conductas como consecuencia de su conversión.

Existen diversos tipos de conductas, algunas son innatas, es decir, las adquirimos al
nacer, o bien las heredamos de nuestros padres. De la misma manera cuando nos
convertimos o se nace de nuevo en el evangelio también adquiriremos nuevas conductas.
Las conductas definen quien eres.

La principal característica de un creyente renovado, se refleja a través del amor con que
acciona frente a cualquier situación porque sabe que su testimonio será importantante
para la conversión de otros. Su conducta lo define a él, pero también podría definir el
comportamiento de los que lo siguen, cristianos a quienes inspira y modela para que
puedan crecer en todas las áreas de su vida.

Lo más gratificante para un sirvo de Dios que vive una verdadera conversión es que Dios
lo sabe y los hermanos dan testimonio de su conducta. “Los cuales han dado ante la
iglesia testimonio de tu amor” (V6). Esto favorece la relación fraterna y tiende un puente
que permitirá ayudar y atender la vida y ministerio de los demás.

III. LOS VERDADEROS CONVERTIDOS CRECEN DIGNIFICANDO


EL SERVICIO QUE HACEN LOS DEMAS.
El verdadero creyente como Gayo sabe reconocer con toda humildad el trabajo que
hacen los demás dándoles el lugar que se merecen. El creyente que se ha convertido
realmente tiene la suficiente humildad para entender que otros son capaces de hacer las
cosas que él no puede hacer en la obra de Dios.

Juan le encarga a Gayo que “encamine” a los demás que realizan algún ministerio. Quizá
son desconocidos para él, pero debe dignificarlos por el servicio que realizan. Este es un
llamado al respeto, la consideración, la ética y la solidaridad que debemos mostrar antes
otros hermanos, mayormente si son predicadores de la Palabra de Dios.

CONCLUSIÓN

La recomendación bíblica es que seamos ejemplo de hospitalidad y servicio a los demás,


como evidencia de nuestra conversión verdadera. Esa es nuestra responsabilidad sobre
todo tomando en cuenta que a gente está al pendiente de nuestro testimonio. El
verdadero convertido crece sirviendo con fidelidad y amor a los demás dignificando sus
vidas y ministerios.
MINISTERIOS LIBERADOS
Por Manuel Cabezud G.

Base Bíblica: (Lucas 10:25-37)


PROPÓSITO: Entender que el proceso de conversión implica la liberación de los
ministerios, pues el deseo de Jesús es que nuestra sociedad sea transformada por medio
del servicio sin discriminación de los cristianos.

INTRODUCCIÓN.

El samaritano iba de viaje. No iba al templo de Jerusalén, ese no era su templo. En el


camino se desvió de su ruta para acercarse a un hombre tirado en el camino. Sin darse
cuenta, se acercó a Dios al aproximarse al hombre. Encontró al Dios invisible, en la
persona del extraño, del herido, de la víctima, del vulnerable. Cuando sirves a los demás,
aunque no sean “los tuyos”, cuando liberas tu ministerio das evidencias de una verdadera
conversión.

Con las teorías religiosas corremos el riesgo de ser sólo «buenos cristianos». Con la
práctica de la misericordia, tenemos la posibilidad de ser transformadores de nuestro
mundo. Solo se puede hacer misericordia con un ministerio liberado que no sea exclusivo
ni condicionado.

I. EL CONVERTIDO Y SU PRÓJIMO

A. Quién es mi prójimo

«Se levantó un doctor de la Ley y dijo, para ponerle a prueba: "Maestro, ¿qué he de hacer
para heredar la vida eterna?". Aquí empieza todo. Con alguien que se interesa en tener
la vida eterna. Jesús le dijo: "¿Qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees en ella?".
Respondió: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas
tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo". Jesús le dijo: "Has
respondido correctamente. Haz eso y vivirás".

Si el doctor de la ley hubiera aceptado amar a su prójimo aquí hubiera acabado la


entrevista y no existiera la parábola del buen samaritano, pero cómo se trata de justificar
el no amar al hermano, siguió la discusión. “Pero él, queriendo justificarse, dijo a Jesús:
"¿Y quién es mi prójimo?" Jesús contó entonces la parábola del buen samaritano,
obligando al final a su interlocutor a dejarse de teorías y realizar una acción práctica.
“Vete y haz tú lo mismo”. Para Jesús, el experto no es el que sabe, sino el que hace.
B. Dos categorías de cristianos

Recordemos la parábola: “Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó...”. Eran 27 km. De


terreno accidentado. Era llamado el camino de la sangre. Este camino sirvió para dividir
a los hombres en dos categorías: Los que siguen adelante sin detenerse y los que se
paran. Los que «van por su camino» y los que se ocupan de los demás. Los que dicen
“no es asunto mío” y los que se sienten responsables de todo y de todos. 27 km vigilados
por la mirada de Dios. De hecho, hay que observar esta parábola desde la misma
perspectiva que la del fariseo y el publicano (Lucas 18,9-14). Aquí, en el templo, hay dos
hombres que oran, y Dios que observa. Allí, en las curvas de aquel camino infame, hay
un hombre medio muerto, algunos individuos que se acercan, y Dios que observa y le
toma la foto a todo. Puedo engañarme pensando que paso de largo, que nadie me ve.
Puedo pensar que no hay testigos de mi indiferencia. Pero Dios me observa cuando estoy
en la iglesia. Y me observa cuando voy de camino. Dios me ve en esos 27 km. Pero
también me ve camino al templo. La parábola me dice que si pierdo tiempo puedo ganar
la eternidad. Mi salvación coincide con la salvación del otro.

II. LA CONVERSIÓN LIBERA MINISTERIOS

El intelectual que tuvo el encuentro con Cristo estaba atrapado. Había preguntado a
Jesús, tan sólo para saber. Al final se encuentra con algo que «hacer». Y, por si tiene
alguna dificultad, se le ofrece también un ejemplo, un modelo de cómo hacerlo.

A. Saber sin hacer

Pero el doctor de la ley lo que quiere es discutir. Es un intelectual arrogante y


autosuficiente, un tipo que se las sabe todas, pero no hace nada. Jesús quiere que
desaparezca el doctor de la ley y aparezca el practicante de la ley. No le interesa
someterlo a exámenes teóricos. Sabe que en ese campo el escriba se mueve como pez
en el agua. Lo que importa es hacer las cosas aunque no seas experto, de ver las
necesidades y actuar en consecuencia.

B. Hacer sin saber

El Samaritano no viajaba llevando en el bolsillo el retrato del prójimo ni el manual de las


cosas que había que hacer en caso de emergencia. Fue un imprevisto. Aquel imprevisto
era «asunto suyo». No sabía bien qué hacer pero hizo algo. Se acercó, respetó a aquel
hombre al mirarlo y luego procedió a curarlo. Cuando Jesús cuenta la historia muchos
expertos se estarían riendo por la forma en que el samaritano hizo las cosas, era una
forma torpe de actuar. “vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino...”. No se hace
así: primero se echa el vino (el vinagre), para desinfectar, y después el aceite, para aliviar
el dolor. No sabía cómo hacerlo, pero lo hizo. Eso fue más importante y representó la
vida para el herido. Qué importante que te acerques y sirvas.

C. Hacer sin discriminar

El prójimo es, más bien, aquel a quien yo hago cercano venciendo las resistencias y
derribando la barrera de los prejuicios, es alguien a quien decido servir
indiscriminadamente, cuando aparezca pues no se anuncia. Se presenta de repente. Una
curva y allí está tirado.

Ninguno de los personajes de la parábola aparece todo el tiempo. Los salteadores


aparecen al principio y después desaparecen. En un cierto momento se presentan el
sacerdote y el levita, están sólo de paso y siguen su camino. Luego aparece el
Samaritano, que se detiene, socorre al herido, lo lleva a la posada más próxima... y
desaparece.

Sólo hay un personaje que está en el escenario de principio a fin. Y es precisamente el


herido. Personaje central de Cristo. NO sabemos nada de él. Ni nombre, ni edad, ni
religión, ni ideas políticas.

¿Cómo es? ¿Joven, anciano u hombre maduro? ¿Cuál es su oficio? ¿Es una persona
honrada o deshonesta? ¿Cómo es su conducta moral? ¿Por qué se encontraba allí? ¿Es
creyente? ¿Tiene familia? ¿A qué clase social pertenece? ¿De qué color es su piel?...
Nada. Un único dato: «un hombre». Te basta con saber que es un ser humano al que te
debes acercar, e alguien que necesita que le ministres.

III. LA CONVERSIÓN NOS COMPROMETE A LIBERAR MINISTERIOS

Jesús nos presenta hoy esta parábola con personajes reales. Pues en el mundo hay
asaltantes, sacerdotes, ayudantes del sacerdote o sea los levitas, si hay gente que se
detiene como el samaritano.

A. Qué personaje soy

Actualmente todos desempeñamos un papel. Unos cometen maldades, otros cargan con
el peso de las consecuencias, otros pasan de largo y otros “pagan” por todos. Y Cristo
conoce el nombre y los apellidos de cada actor. ¿Cuál es, pues, mi papel? Mi acción está
consignada en el Evangelio, en el capítulo 10 de Lucas. ¿Seré el samaritano? Si me
detengo, si siento compasión, si no desvío la mirada, si curo las heridas del prójimo, si
llevo las cargas, si saco mi dinero y lo pongo para ayudar, entonces tal vez si lo sea. El
samaritano cuida del herido y le da continuidad al asunto. No es solo cuestión de una
emoción momentánea. Lo cuidó, se fue, lo encargó, se comprometió a darle seguimiento
al regreso.
El cristianismo es servicio. Es práctico. El contexto dice que todo empieza cuando
termina la oración. No hay duda: el sacerdote “bajaba por aquel camino”. Venía, pues, de
Jerusalén, donde casi con toda seguridad había participado en el culto del templo. Dios
sí quiere recibir todavía algo, en forma de caridad, justicia, bondad, generosidad, atención
al prójimo.

B. Libera el ministerio, no discrimines.

Piensa en esa persona lastimada, necesitada de ayuda. Está perdiendo la vida, sola.
Quién sabe cuánto tiempo ha estado caída, quebrada, herida, dolida. La única esperanza
es que pase alguien por allí y se compadezca. De repente, no sólo pasa alguien, sino que
pasa nada menos que un sacerdote. ¡Qué afortunado! Los que predican que debemos
amar. Parece que las cosas empiezan a solucionarse. Pero al sacerdote lo invade la
indiferencia. ¡Qué decepción!

Después observa que pasa un levita, de los que cantaban en el coro en Jerusalén.
“Bendito sea Dios, un levita, estoy salvado”. Y va del encanto al desencanto. El levita
también es indiferente. ¡Qué mundo es este! Los que deben hacer las cosas no las hacen.
Tienen sus ministerios atados.

Allá, en el horizonte se perfila de nuevo un tercer personaje. El herido ve que se acerca,


y cuando lo distingue bien se da cuenta que es un samaritano, lo que faltaba, un
inconverso, un incircunciso, es un enemigo. ¡Soy hombre muerto!

Cierra sus ojos, se resigna a morir y entonces sucede lo increíble. El enemigo, el


bastardo, el mestizo, de quien no era lícito esperar nada bueno, se comporta como
prójimo. De modo que la salvación llega de la parte inesperada. De alguien que ha
decidido liberar su ministerio y servir a todos por igual.

CONCLUSIÓN

Para Jesús la verdadera conversión tiene que ver con una liberación de ministerios que
produzcan una transformación social, la conversión es cristianismo práctico, vivencial. El
que conoce a Jesús no debe hacer más preguntas, debe acercarse al prójimo, mirarle,
respetarlo y ministrarlo.
LA CONVERSIÓN ES PACTO CON DIOS
(Nehemías 9:1-3)
Por Manuel Cabezud G.

PROPÓSITO. Comprender que la conversión se origina en La Palabra de Dios, entra en


un proceso de reconocimiento de pecados y culmina con un pacto de ser diferente ante
Dios.

INTRODUCCIÓN

La conversión es un cambio interno, un cambio de mentalidad que nos llevará a hacer


algo para honrar a Dios. La única forma de conocer su voluntad para hacerla es a través
de la lectura de la ley de Dios. Aquí comienza todo.

La conversión entonces tiene que ir del saber al sentir y aterrizar en el hacer. Es decir
que el cristiano será un verdadero convertido cuando vaya del conocimiento a los
sentimientos y de los sentimientos a las acciones. Las acciones bendecirán no solo a la
iglesia local sino a la comunidad. Nehemías capítulos 8-10 Nos da la pauta para hacer
este ejercicio espiritual.

I. LA CONVERSIÓN COMIENZA CON LA LECTURA DE LA PALABRA DE


DIOS. (Conocimiento)

A. La Palabra leída

El capítulo 8 es una reunión única la que tiene el pueblo de Dios. Están todos reunidos
como un solo hombre en la puerta de las aguas. Así van a estar todo el día, desde la
mañana hasta el atardecer. Ellos estarán como un solo hombre escuchando la lectura de
la ley de Dios. ¡Hace tanto tiempo que no la tenían en su vida! Se les había extraviado.
Cuando la ley de Dios les fue leída, ellos comenzaron a entender que habían estado
haciendo mal las cosas. Recordaron todo lo que Dios había hecho por ellos y
reconocieron que no habían sido fieles a él.

Esdras llevó la ley ante la asamblea, que estaba compuesta de hombres y mujeres y de
todos los que podían comprender la lectura, 3 y la leyó en presencia de ellos desde el
alba hasta el mediodía en la plaza que está frente a la puerta del Agua. Todo el pueblo
estaba muy atento a la lectura del libro de la ley.(Neh. 8:2-3)

B. La Palabra explicada

Los levitas leían con claridad el libro de la ley de Dios y lo interpretaban de modo que se
comprendiera su lectura. No había excusa de no entenderla. Ellos estaban atentos. La
poca exposición de la palabra los había llevado al destierro, a la perdición, a la vergüenza,
a una vida espiritual mediocre. Porque la palabra de Dios te aleja del pecado así como el
pecado te aleja de la palabra. Ellos estaban lejos de Dios. La Palabra leída y explicada
toca el corazón de las personas y produce tal entendimiento de las cosas que te hace
llorar a veces de dolor a veces de alegría, pero produce ese llanto liberador en ti. “Al oír
las palabras de la ley, la gente comenzó a llorar.” Nehemías 8:9

II. LA CONVERSIÓN SE PIENSA Y SE SIENTE (Razones para convertirse)

A. Razones para convertirnos

Si necesitamos razones para que nuestro corazón se convierta basta leer el capítulo 9
de Nehemías. El pueblo pasa del conocer al sentir. Porque es imposible que no sientas
nada al saber las razones que Dios te señala por las que debes quebrantar tu corazón
en su presencia.

Las razones presentadas en este capítulo son bastantes: Dios es creador, nos libra de
los enemigos y los sepulta en las aguas para que no nos molesten más, nos guía en el
camino de día o de noche, nos habla en su palabra, nos da leyes y mandamientos para
que vivamos justa y piadosamente, nos da el pan de cada día. Aunque hemos sido necios
no nos abandona y nos da su amor cada día y muchas razones más. Le pertenecemos y
Dios quiere que volvamos a Él para ser bendecidos.

B. La conversión implica confesión de pecados

El conocer la Palabra debe llevarnos a sentir que hemos fallado a Dios y hacer algo. La
conversión no es solo aceptar que estamos mal, es decir, tener conocimiento de que
hemos estado en contra de la voluntad de Dios. Tenemos que ir más allá para que se
genere una auténtica conversión.

El pueblo de Dios confesó sus pecados, sus faltas, sus desvaríos. Nehemías 9:1-4 Se
vistieron de luto y se echaron ceniza sobre la cabeza. 2 Habiéndose separado de los
extranjeros, confesaron públicamente sus propios pecados y la maldad de sus
antepasados, 3 y asumieron así su responsabilidad. Durante tres horas leyeron el libro de
la ley del SEÑOR su Dios, y en las tres horas siguientes[a] le confesaron sus pecados y lo
adoraron. Qué interesante es leer que el pueblo de Dios no solo leyó la Ley de Dios, sino
que confesó sus propios pecados, pero además asumieron su responsabilidad.

III. LA CONVERSIÓN SE PACTA

Este pueblo se quebrantó, confesó y se arrepintió. Pero hicieron compromisos para


someterse a la ley de Dios. La conversión llegó cuando firmaron un pacto prometiendo
no descuidar la casa de Dios.
1. La necesitan todos los que entienden.
28 “Todos los demás —sacerdotes, levitas, porteros, cantores, servidores del
templo…más sus mujeres, hijos e hijas, y todos los que tenían uso de razón”

2. Implica obedecer los acuerdos establecidos.

29 “Se unieron a sus parientes que ocupaban cargos importantes y se comprometieron,


bajo juramento, a vivir de acuerdo con la ley que Dios les había dado…mandamientos,
normas y estatutos de nuestro Señor.

3. Acaba con los yugos desiguales.

30 Además, todos nos comprometimos a no casar a nuestras hijas con los habitantes del
país ni aceptar a sus hijas como esposas para nuestros hijos.

4. Respeta El día del Señor

31 También prometimos que, si la gente del país venía en sábado, o en cualquier otro
día de fiesta, a vender sus mercancías o alguna otra clase de víveres, nosotros no les
compraríamos nada.

5. Se demuestra contribuyendo para los gastos del templo.

32 Además, nos impusimos la obligación de contribuir cada año con cuatro gramos de
plata[a] para los gastos del templo de nuestro Dios:

6. Se demuestra cuando te interesas es que no falte fuego en el altar de Dios.

34 En cuanto a la ofrenda de la leña, echamos suertes entre nosotros los sacerdotes, los
levitas y el pueblo en general, según nuestras familias, para determinar a quiénes les
tocaría llevar, en los tiempos fijados cada año, la leña para el templo del Señor nuestro
Dios, para que ardiera en su altar, como está escrito en la ley.

7. Se demuestra trayendo las primicias.

35 Además nos comprometimos a llevar cada año al templo del Señor las primicias del
campo y de todo árbol frutal, 36 como también a presentar nuestros primogénitos y las
primeras crías de nuestro ganado, tanto vacuno como ovino, ante los sacerdotes que
sirven en el templo de nuestro Dios, como está escrito en la ley.

8. Se demuestra entregando los diezmos.

37 Convinimos también en dar la décima parte de nuestras cosechas a los levitas, pues
son ellos quienes recolectan todo esto en los pueblos donde trabajamos. 38 Un sacerdote
de la familia de Aarón acompañará a los levitas cuando estos vayan a recolectar los
diezmos. Los levitas, por su parte, depositarán el diezmo de los diezmos en la tesorería
del templo de nuestro Dios.

CONCLUSIÓN

Ningún compromiso que hagamos surtirá efecto, mientras no nos humillemos, mientras
no entreguemos nuestra voluntad, mientras no reconozcamos nuestras maldades delante
de Dios.

Ocúpate de leer la palabra de Dios, encuentra razones para entregarle tu corazón


Reconoce tu pecado, pero el tuyo y haz un pacto con Dios. Que tus actos sean
comprometidos y no descuides la casa de Dios.

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