Cuando El Sacerdocio Pierde La Vision
Cuando El Sacerdocio Pierde La Vision
Cuando El Sacerdocio Pierde La Vision
En ese tiempo, Eli era el Sumo Sacerdote. Pero él estaba viejo y cansado, por lo tanto,
quienes realmente manejaban los asuntos del tabernáculo eran sus hijos. Y la Biblia
describe a los hijos con palabras muy fuertes:
(1 Samuel 2:12) Los hijos de Elí eran hombres impíos, y no tenían conocimiento de Jehová.
La descripción de “hombres impíos” suena muy suave en comparación al original; en
hebreo se les llama: Bnei Belial, que literalmente se traduce como: “Bnei”: hijos; “Belial”:
sin valor, buenos para nada, malignos, destructores.
Además de esto, la Biblia dice que los hijos de Eli “no tenían conocimiento de Jehová”.
Esto no quiere decir que no conocieran “acerca” de Dios, sino que no tenían una relación
personal con el Señor. En teoría, ellos estaban dedicados a servir a Dios, siendo sacerdotes;
pero en la práctica no les interesaba conocerle ni obedecerle. Eran hombres corruptos, y lo
único que buscaban era su propio beneficio.
A Eli le llegaban quejas del mal comportamiento de sus hijos, pero no hizo nada al respecto.
Eli en su debilidad y su permisibilidad con sus hijos no mostro un fiel compromiso con la
palabra de Dios. Si Eli no ponía límites a sus hijos ni les señalaba las consecuencias de sus
malos actos, entonces lo haría Dios mismo.
Dios sabía que los hijos de Eli nunca iban a arrepentirse, y por eso los entregó a la dureza
de sus corazones (como sucedió con el Faraón).
Cuando un liderazgo pierde la visión se compromete con todo menos con Dios y esto trae
oscuridad y perdidas a un pueblo. Eli representa ese liderazgo que prefiere perder la unción
y su integridad que decirle la verdad a la gente. Representa también a aquellos que prefieren
ministrar en un estado de desorden, de oscuridad y de frialdad que en un estado de gloria.
Buscaran a cualquier costo cuidad su posición y la salutación de la gente que guiar al
pueblo al arrepentimiento. Sus características son evidentes: celos, contienda, rencor,
perdida de la visión, espíritu religioso, maldad, amargura entre otros.
Es importante recordar que un pastor no solo es un amigo en una iglesia debe ser un guía,
un educador, un predicador, un padre de familia es sobre todo alguien que tiene en alta
estima la palabra de Dios y la obedece. Cuando un liderazgo deja de cumplir su deber por
complacer el hombre, termina desagradando a Dios