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Inversiones de Renta Variable:: Fondos de Inversión

El documento trata sobre diferentes tipos de inversiones financieras como la renta variable, los fondos de inversión, productos híbridos, derivados, estructurados y cómo reducir el riesgo financiero. Explica que la renta variable depende de factores impredecibles y los fondos de inversión permiten a inversores pequeños acceder a mercados más rentables. También describe productos híbridos, derivados, estructurados y la importancia de determinar el perfil de riesgo para elegir inversiones apropiadas.

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Inversiones de Renta Variable:: Fondos de Inversión

El documento trata sobre diferentes tipos de inversiones financieras como la renta variable, los fondos de inversión, productos híbridos, derivados, estructurados y cómo reducir el riesgo financiero. Explica que la renta variable depende de factores impredecibles y los fondos de inversión permiten a inversores pequeños acceder a mercados más rentables. También describe productos híbridos, derivados, estructurados y la importancia de determinar el perfil de riesgo para elegir inversiones apropiadas.

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Inversiones de renta variable:

Su principal característica es que, en el momento de la adquisición, no se conoce su


posible rendimiento futuro. El motivo es que estas operaciones dependen de
distintos factores. Un buen ejemplo de inversión en renta variable son las acciones
de empresas, donde hay que tener en cuenta aspectos como la evolución de la
compañía o el comportamiento de los mercados, que son muy sensibles a cualquier
acontecimiento que pueda afectarles.

Cuando el inversor compra acciones, se convierte en dueño de una parte de la


empresa y automáticamente adquiere una serie de derechos. Entre ellos, la obtención
de dividendos cuando la empresa obtiene beneficios.  Las personas interesadas en
invertir en renta variable deben saber que deben hacerlo a través de
intermediarios financieros, que son los que ejecutan las órdenes de compra y
venta. Entre sus posibles riesgos, la CNMV advierte acerca de la incertidumbre
asociada a estas inversiones y recuerda que no tienen plazo de vencimiento. Es decir,
la operación finaliza cuando hay una venta de las acciones.

Fondos de inversión:
Se refiere a un instrumento de ahorro que reúne un patrimonio colectivo, formado por
las aportaciones de un número variable de inversores. Estas aportaciones se
invierten en diversos instrumentos financieros como pueden ser acciones, valores de
renta fija, derivados o una combinación de estos y su gestión se encomienda a
una sociedad gestora.

El objetivo de estos productos es mejorar la rentabilidad del ahorro. “Los


ahorradores, a partir de aportaciones relativamente modestas, con las que llega a
constituirse un patrimonio amplio, y a través de una administración profesionalizada,
pueden acceder a los mercados monetarios y de valores, más rentables que los
intermediados, aunque demasiado complejos e inciertos para el pequeño inversor”,
explica un informe del Banco de España. 

Antes de invertir en este tipo de productos hay que tener en cuenta factores como


su volatilidad (posibles oscilaciones del precio respecto a su media), su duración y
la estrategia de inversión, que ayuda a hacerse una idea del nivel de riesgo máximo y
mínimo en el que puede ocurrir.
Productos híbridos:
Tienen algunos aspectos propios de la renta fija y otros de la renta variable. Los
principales productos de este tipo son las participaciones preferentes y las
obligaciones y bonos convertibles.
BIENESTAR FINANCIERO Y ECONÓMICO

¿Qué es la libertad financiera y cómo se puede conseguir?

Alcanzar la libertad financiera es la ambiciosa meta que persigue cada vez más gente.
Consiste en tener los ingresos suficientes para cubrir todas las necesidades
económicas sin tener que trabajar. Establecer prioridades, controlar el gasto y trazar
una estrategia para generar ingresos resulta clave para conseguir este objetivo al que
aspiran muchas personas cuando piensan en su salud financiera.
En el primer caso, según explica la CNMV, se trata de un instrumento complejo, “cuyo
emisor, tratándose de una entidad de crédito, suele reservarse el derecho a amortizar
las participaciones a partir de los cinco años”. La rentabilidad de las participaciones
preferentes es fija, en un primer periodo, y variable durante el resto de vida del
producto. Sin embargo, no está garantizada, “ya que queda sujeta a la existencia de
beneficios distribuibles”, expone la CNMV.

En el caso de los bonos convertibles y/o canjeables, el titular tiene derecho a


cambiarlos por acciones de la entidad emisora. Según la CNMV, “la diferencia
entre canje y conversión estriba en que, en el primer caso, la transformación en
acciones se realiza mediante entrega de acciones viejas que forman parte de la
autocartera del emisor, mientras que, en el segundo, se entregan acciones nuevas”.

Productos derivados:
En el caso de estas inversiones, su valor depende de la evolución de los precios de
otro activo subyacente. Los derivados constituyen un contrato, según explica BBVA
Asset Management, con las siguientes características:

-        Su liquidación se realiza en una fecha posterior.

-        Se debe establecer un monto nacional objeto del contrato y las condiciones de


pago.
-        Dependiendo de si se ha celebrado en el mercado mostrador o la Bolsa de
Valores local, se puede requerir o no una inversión neta.

Entre los tipos de productos derivados se encuentran los futuros, warrants, opciones,
etc.

Productos estructurados:
Suponen la unión de dos o más instrumentos financieros en una sola estructura.
Habitualmente, se trata de un producto de renta fija con uno o más derivados. Según
su formato puede clasificarse en:

-        Depósitos estructurados: con garantía de capital a vencimiento

-        Fondos: con o sin garantía de capital a vencimiento

-        Nota o Bono estructurados: con o sin garantía de capital a vencimiento

-        Contrato Financieros: con riesgo de capital a vencimiento

Ante la gran variedad de opciones que existen, para conseguir acertar con el producto
que se elija, lograr las metas financieras que cada uno se proponga y planificar el
futuro, conviene dar estos pasos.
Informarse y planificar
Los expertos coinciden en que el panorama económico es cada vez más complejo por
lo que, antes de entrar en el mundo de las inversiones financieras, es necesario saber
bien qué es lo que se va a hacer. “El primer paso que recomendaría es recopilar
información básica de cómo funciona el sistema financiero, la inversión y su marco
legal”, explica el técnico financiero, Miguel San Martín Llamas.  “Así se podrá tener
una imagen general de cómo funciona el sistema y qué opciones pueden ser más
ventajosas, dentro de sus percepciones personales”.

Una vez que la persona se ha informado de las posibilidades a su alcance, conviene


planear cuidadosamente los siguientes pasos. “Hay que definir la cantidad
mensual disponible (comprometer un mínimo sobre la base de la confección de
un presupuesto de ingresos y egresos) y los objetivos de ahorro (estudios, auto,
vivienda, contingencias…)”, afirma Alejandro Guzmán, docente de Unegocios FEN
Universidad de Chile. “Esto es muy importante ya que indicará el plazo en el que se
usarán los ahorros y, por ende, los tipos de instrumentos a considerar”.

Determinar el perfil de riesgo


En este trabajo previo de recopilación de información, también entra el análisis de la
propia personalidad financiera. “Establecer previamente el perfil de
riesgo determinará los tipos de instrumentos más apropiados”, recomienda
Alejandro Guzmán.
RIESGOS FINANCIEROS

¿Qué es el riesgo financiero? 5 consejos para reducirlo

El riesgo financiero hace referencia a la incertidumbre producida en el rendimiento de


una inversión, debida a los cambios producidos en el sector en el que se opera, a la
imposibilidad de devolución del capital por una de las partes y a la inestabilidad de los
mercados financieros.
Los inversores se dividen, por su nivel de aversión al riesgo, en tres categorías:
conservador, medio y agresivo. Tener muy claro cuál es el perfil de cada uno es
fundamental para establecer en qué es conveniente o no invertir. “Siempre existirán,
para las personas más adversas al riesgo, inversiones bancarias en mayor o
menor medida garantizadas que, si bien no tendrán una rentabilidad alta, sí
garantizan la cobertura del capital y un rendimiento. Además, si se elevan los
tipos de interés a medio plazo, pueden empezar a ser interesantes”, declara Miguel
San Martín.

“Si las personas buscan seguridad y liquidez, los depósitos a plazo son una


alternativa adecuada”, apunta Alejandro Guzmán. “Sin embargo, normalmente las
tasas ofrecidas no superan la inflación mensual”. Una opción para perfiles menos
conservadores son los fondos de inversión o fondos mutuos, aunque, según
recomienda este docente, “es importante revisar sus condiciones: plazos de
permanencia, comisiones, etc.”.

El mejor asesoramiento
Es fácil perderse entre tanta oferta por lo que lo mejor es pedir ayuda. “Creo
conveniente acudir a distintos asesores financieros y comparar entre las opciones
que los mismos nos plantean”, aconseja San Martín. “Siempre hay que pensar en que
debemos mantener un equilibrio entre riesgo y rentabilidad”.

Acudir a una opinión especializada no solo pone a la persona sobre la pista para
empezar con buen pie. Además, le ayuda a evitar riesgos en los que es más fácil caer
si no se cuenta con ayuda. “Lo más importante es depositar los ahorros solo en
instituciones reguladas”, recomienda Guzmán. “Jamás caer en la tentación de
entregar el dinero a terceros no regulados dado el riesgo alto de caer en manos de
estafadores”.

Encontrar el producto adecuado


Una vez que se ha escogido el producto de inversión más adecuado, es bueno seguir
investigando. “Hay que revisar con detención las condiciones, restricciones y en
qué se invierten los ahorros depositados para evitar sorpresas posteriores”, explica
Alejandro Guzmán. “Asimismo, revisar el desempeño histórico de los instrumentos
seleccionados y que ello sea consistente con los objetivos de ahorro”.

No arriesgar innecesariamente y variar

Los expertos insisten en dos puntos básicos para moverse con éxito en el mundo de
las inversiones financieras: ser prudente y diversificar siempre. “Hay que invertir
únicamente la cantidad de dinero de la que se pueda prescindir para cubrir las
necesidades básicas, más un pequeño “colchón” de contingencia”, recuerda
San Martín. “Luego ir poco a poco diversificando en la medida de lo posible la
inversión (no poner todo en la misma cesta)”.

Una manera de reducir el riesgo, es aportar pequeñas cantidades mensuales, en


vez de una sola aportación al año. De esta forma, se evita el riesgo de comprar
participaciones a un solo precio, que puede ser elevado en ese momento y entrar al
precio medio de las doce aportaciones mensuales.

'Podcast': Salud financiera: claves para invertir tu dinero con


seguridad y rentabilidad

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