Sag Esc. 5-8 12-14
Sag Esc. 5-8 12-14
Sag Esc. 5-8 12-14
SAG. ESCRIT.
(5+6+7+8+12+13+14)
5. INTROD. SAG. ESC.
6. PENTATEUCO
7. PROFÉTICOS
8. POÉTICOS
12. EV. SINÓPTICOS Y HHAA
13. ESCRITOS PAULINOS
14. CORPUS JOÁNICO Y CARTAS CATÓLICAS
Definición. Llamamos Sagrada Escritura a "la colección de libros que escritos bajo la
inspiración del Espíritu Santo, tienen a Dios por autor, y como tales fueron transmitidos a la
Iglesia"(CV)
Distinguir entre Revelación y Palabra de Dios. La Palabra de Dios que se proclama en la Iglesia
no es la revelación de Dios en la historia, que ya se dio, sino la Palabra que se hace presente.
Hasta finales del S. XIX no se distinguía expresamente entre Revelación y Escritura. Tras el
CVI la revelación se entendió como «locutio Dei ad homines».
El testimonio bíblico afirma que los profetas -en sentido amplio- de la antigua alianza
proclaman la palabra de Dios movidos por el Espíritu.
Autores del N.T.: son conscientes de que la comunidad apostólica ha recibido el mismo
Espíritu Santo que asistió a los profetas, que hace comprender las Escrituras a la luz de Cristo,
y que les asiste en su predicación, de modo que no predican una palabra humana sino la
palabra de Dios.
Patrística: La primera comunidad cristiana tenía algunos textos apostólicos como
«Escrituras». Motivos: La acción del Espíritu Santo en profetas y apóstoles y en sus escritos;
concepción de las escrituras como expresión de la palabra del Señor; y el testimonio de que
estas escrituras autoritativas no son únicamente las Escrituras de Israel, sino también las
escrituras apostólicas.
Dios, autor de las Escrituras: Que Dios es el autor de ambos Testamentos se remonta a los Padres del
siglo II que combatieron las herejías maniqueas (Doctrina religiosa que tuvo su origen en las ideas
de Manes (siglo III d. C.) y que se caracterizaba por creer en la existencia de dos principios
contrarios y eternos que luchan entre sí, el bien y el mal.). Aquí «autor» tiene sentido de
«responsable». Sin embargo, la imagen se ha unido, de manera no muy adecuada, con las
explicaciones de la imagen del escritor como instrumento.
El escritor/hagiógrafo, instrumento del Espíritu Santo: es la imagen más antigua para explicar la
inspiración. La noción de instrumento no es entendida como la de algo inerme. Sin embargo, junto
con la libertad y las cualidades del autor humano, no deja de subrayarse el carácter divino de la
Escritura.
La Escritura, un dictado divino: Esta imagen subraya el proceso de composición del texto y se
complementa con la de la de la Escritura como «carta» de Dios.
Una única escritura (carta) de Dios: es una expresión pastoral y no técnica. La imagen, dentro
de sus limitaciones, fija la atención en la unidad de la Biblia.
Afirmaciones más importantes del Magisterio acerca del carácter sagrado de la Biblia son:
La inspiración es lo que hace que la Sagrada Escritura sea Palabra de Dios y no mero vehículo para
transmitir la palabra de Dios, como la Tradición. La cualidad más importante de la Sagrada Escritura, y
probablemente la afirmación más audaz acerca de ella, es su característica de ser Palabra de Dios (Dei Verbum,
9).
El alcance de la inspiración de los libros sagrados es tal que se puede afirmar que Dios es Autor de
la Sagrada Escritura. Esto no supone necesariamente que la inspiración constituya a la Escritura
Palabra de Dios en el momento de su composición (Cf. Dei Verbum, n. 11).
Definición de Trento: A.T. y del N.T.: «La Iglesia los tiene por sagrados y canónicos [no porque,
habiendo sido escritos por la sola industria humana, hayan sido después aprobados por su autoridad, ni
sólo porque contengan la revelación sin error] sino porque, habiendo sido escritos por inspiración
del Espíritu Santo, tienen a Dios por autor y como tales han sido entregados a la misma
Iglesia» (DH 3006).
Esta definición tiene dos aspectos:
Aspecto negativo: La inspiración no es una aprobación subsiguiente en la Iglesia ni una acción
negativa del Espíritu (El Espíritu Santo actúa para impedirle errores).
Aspecto positivo: Hay una acción del Espíritu durante la escritura del texto de tal calibre que
permite decir que Dios es su autor.
La inspiración es una acción de Dios que incluye la acción libre de los hombres que escribieron
los libros sagrados; es más, cada hagiógrafo es verdadero autor de su obra. Compatibilidad
autoría divina y humana:
«La santa Madre Iglesia (…) tiene por santos y canónicos los libros enteros del Antiguo y del
Nuevo Testamento con todas sus partes, porque, escritos bajo la inspiración del Espíritu Santo,
tienen a Dios como autor (…). Pero en la redacción de los libros sagrados Dios eligió a
hombres, y se valió de ellos que usaban sus propias facultades y fuerzas, de forma que,
obrando El en ellos y por ellos, escribieron, como verdaderos autores, todo y sólo lo que Él
quería» (IMPORTANTE).
Entonces, ¿en qué sentido Dios es autor de toda la Escritura y autor de cada libro?
Dios es autor de toda la Escritura como autor causante.
Dios es autor de cada libro constituyendo al escritor como autor.
La teología de la inspiración.
Santo Tomás no hace una explicación teológica de la inspiración, aunque habla de ella en el
tratado de la Profecía. Los primeros esbozos de una explicación teológica están los lugares
teológicos de Melchor Cano: La Escritura se compuso «Spiritu Sancto dictante»: la actividad
divina llega hasta las cosas más insignificantes, de otro modo, la autoridad de la Biblia vacilaría.
Báñez y la teoría del dictado mecánico: Báñez es el primero en distinguir sistemáticamente entre
revelación de Dios y asistencia de la Escritura. El Espíritu Santo ponía las palabras en la
imaginación del profeta. Es decir, la inspiración llega hasta las palabras escritas. Aunque su tesis es
correcta (Dios inspira hasta las palabras), no está formulado correctamente, porque el texto no es
sólo una suma de palabras.
El presupuesto fundamentalista: parte del principio de que, siendo la Biblia Palabra de Dios
inspirada y exenta de error, debe ser leída e interpretada literalmente en todos sus detalles. Por
«interpretación literal» entiende una interpretación literalista: excluye todo esfuerzo de
comprensión de la Biblia que tenga en cuenta su crecimiento histórico y su desarrollo.
Por tanto, Dios actúa como causa primera y el hagiógrafo como instrumento del que Dios se sirve para
llevar a cabo una acción. El hagiógrafo es instrumento para escribir el libro y el libro es
instrumento para que venga la Revelación a la Iglesia.
La Escritura merece confianza porque está inspirada (2 Tm 3,14-16), porque su autor es Dios
que no puede engañarse ni engañarnos. Sin embargo, esta confianza se puede desmoronar al
ver que hay contradicciones en sus textos, en sus afirmaciones o en los postulados morales.
Hasta el medioevo se afirmaba que la veracidad era un postulado «de derecho» (derivado de
que Dios es su autor) que había que explicar «de hecho» cada vez que aparecía un conflicto.
Pero la concepción moderna comenzó a asociar la veracidad con las cosas que aparecen ante los
sentidos y que concuerdan con la descripción bíblica. Los descubrimientos científicos e
históricos (como la teoría evolucionista de Darwin) parecían contradecir lo que se describía en
la Biblia.
Reacción de la apologética católica:
- Algunos eligieron el concordismo. Por ejemplo, los seis días primeros de la creación podían
referirse a seis glaciaciones.
- En Providentissimus Deus, León XIII deja claro que la Biblia no es ni pretende ser un tratado
científico, y, además, que el autor sagrado se expresa con arreglo a la cultura y forma de
hablar de su tiempo.
- Respecto a los hechos históricos, Pío XII, en Divino Afflante Spiritu, propuso una senda
definitiva: los géneros literarios.
«Puesto que todo lo que los autores inspirados o hagiógrafos afirman debe tenerse como afirmado por
el Espíritu Santo, hay que confesar que los libros de la Escritura enseñan firmemente, con fidelidad y sin error,
la verdad que Dios quiso consignar en las sagradas letras para nuestra salvación». (Dei Verbum, 11). De
este texto hay que tener presente:
La continuidad entre este texto y las afirmaciones magisteriales precedentes.
El texto habla de «la verdad» (y no de inerrancia) consignada por Dios para nuestra salvación
(el objeto formal de los textos sagrados es la salvación de los hombres)
El sentido que Dios quiso dar a los textos sagrados no es distinto del que quisieron darle los
hagiógrafos, aunque, en el marco de la Revelación y de la Biblia en su
totalidad, el sentido de los textos normalmente supera el que quiso darle cada hagiógrafo a su
texto.
Noción de canon
Etimológicamente, la palabra «canon» es una trascripción del griego kanon que, a su vez,
parece provenir de la raíz semítica qnh que significa caña o vara de medir. En la lengua griega
del siglo I había adquirido un significado metafórico como regla, norma, modelo o punto de
referencia: se podía referir a la norma moral, gramatical, etc. Estos significados aparecen en el
N.T. y en los escritores cristianos de los primeros siglos. San Pablo habla de canon en sentido
de «norma» (Ga 4,16) y de «límite» (2Co 10,15). OJO: No significa
“norma” en el sentido de mandamiento.
IMPORTANTE: El lenguaje cristiano de los primeros siglos habla de la «regla de la fe (kanon tes
pisteos)», de la «regla de la verdad (kanon alethines)», la «regla de la tradición» y de la «regla
de la Iglesia» con las que debe vivir todo cristiano. Estas expresiones se encuentran en
escritores como San Ireneo, Clemente de Alejandría, etc. Pero no se refieren directamente a
los libros sagrados, sino al contenido de la fe que se cree, que se trasmite, normalmente de
modo oral.
Los reformadores en general expresaron sus dudas acerca de los libros deuterocanónicos del
A.T., pero sólo los rechazaron en un segundo momento: durante las polémicas con los
católicos. Lutero en 1534 los agrupaba al final del A.T. y señalaba su utilidad aunque no los
igualaba con la Sagrada Escritura. La Biblia de Zurich, traducida por Zuinglio y otros, incluía
los libros deuterocanónicos como útiles, si bien los relegaba al último volumen y no los
consideraba canónicos. La Biblia Olivetana, con prólogo de Calvino, reproducía los libros
deuterocanónicos, pero aparte de los restantes. Recientemente, en el protestantismo hay
síntomas de un retorno a la actitud más moderada de los reformadores respecto a los libros
deuterocanónicos.
En lo que se refiere al NT hay más unanimidad. La lista de San Atanasio, que aparece en la Carta
Festal 39 (367 d.C.) es la misma de Trento (27 libros) y es la lista definitiva que se mantiene entre
católicos y protestantes.
Dei Verbum, 12 es “la carta magna de la hermenéutica católica”. Se divide en tres párrafos:
Presupuestos generales de interpretación bíblica: “(…) para que el intérprete de la Sagrada Escritura
comprenda lo que Él (Dios) quiso comunicarnos, debe investigar con atención qué pretendieron
expresar realmente los hagiógrafos y Dios quiso manifestar mediante sus palabras” (DV 12a).
Para interpretar lo que Dios quiere comunicar:
Se debe averiguar lo que quiso decir el hagiógrafo (sentido literal del texto).
Se debe captar lo que Dios quiso comunicar mediante la palabra del autor.
La búsqueda de la intención del autor (DV 12b): Son las reglas de interpretación comunes para
el estudio literario, histórico y crítico de cualquier texto. Aquí hay que mencionar:
La búsqueda correcta del sentido bíblico de los textos: “(…) para sacar correctamente el sentido de los
textos sagrados hay que atender no menos diligentemente al contenido y unidad de toda la Sagrada
Escritura, teniendo en cuenta la Tradición viva de toda la Iglesia y la analogía de la fe” (DV 12c).
IMPORTANTE: Aquí aparecen los tres principios para la interpretación de la Biblia:
La unidad de toda la Escritura: Puesto que Dios es el Autor, junto con los hagiógrafos, de todos
los libros de la Biblia, hay una coherencia interna de las verdades religiosas contenidas en la
Revelación escrita. Esto supone tener en cuenta además la armonía de los dos Testamentos.
La Tradición viva de la Iglesia: Aplicar este principio requiere: observar la interpretación que
hicieron los Santos Padres; estar en armonía con el Magisterio de la Iglesia; tener en cuenta el uso
que la Sagrada Liturgia hace de la Biblia; y mirar a los santos como intérpretes de la Escritura con
su vida y sus enseñanzas.
La analogía de la fe: Las verdades de la fe tienen entre sí conexión, más o menos inmediata. Por
ello, ante un texto concreto, el intérprete debe poner en confrontación, de alguna manera, todo o
parte del discurso general de la fe.
Sentido literal: Es el sentido significado por las palabras de la Escritura y descubierto por la
exégesis que sigue las reglas de la justa interpretación.
Sentido pleno: Como Dios es el autor principal de las Sagradas Escrituras, Él puede insinuar
una verdad en un momento determinado de la Revelación, y acabar de revelarla más tarde,
aclarando así el sentido precedente. Pero este sentido no puede ser propuesto por el solo
ingenio de cualquiera, sino que tiene que constar en la Revelación.
Sentido espiritual (CEC 115-117): gracias a la unidad del designio de Dios, no sólo el texto de la
Escritura, sino tb las realidades y los acontecimientos de que habla pueden ser signos. Se
divide en:
Sentido típico o alegórico: Más allá del sentido del texto escrito, se puede percibir que las cosas,
las personas o los acontecimientos narrados, además de la significación propia, tienen una
significación figurada o “típica” (“tipo” = imagen que representa una cosa). Ejemplo: el
cordero pascual del A.T. es tipo, figura de Cristo; y Cristo es el antitipo, la realidad prefigurada
en el tipo.
Sentido moral: Los acontecimientos narrados en la Escritura pueden conducirnos a un obrar
justo. Fueron escritos "para nuestra instrucción" (1 Cor 10,11; cf. Hb 3- 4,11).
Sentido anagógico: Podemos ver realidades y acontecimientos en su significación eterna, que nos
conduce (en griego: "anagoge") hacia nuestra Patria. Así, la Iglesia en la tierra es signo de la
Jerusalén celeste (cf. Ap 21,1-22,5)” (CCE 117)
Del mar Rojo al Sinaí (Ex 19-40): pasado el mar, el pueblo experimenta las penalidades del desierto.
Quejas contra el Señor y milagros (agua, maná). Llegada al Sinaí y acontecimientos relevantes
(establecimiento de la Alianza, donación de la Ley y construcción del santuario).
Aunque quedan muchos aspectos por precisar y no hay pleno consenso en todos los puntos,
hay algunos hechos que se consideran bastante posibles en la formación del Pentateuco:
En el Pentateuco se distinguen dos estratos: uno presacerdotal (bloques temáticos sobre todo de tipo
deuteronomista) y uno sacerdotal (textos narrativos y legales), aunque se duda que estos
estratos sean documentos previos e independientes.
Entre los materiales presacerdotales hay bloques narrativos (ciclo de Jacob, relatos sobre el
éxodo, entre otros) y legislativos (Códigos de la Alianza y Deuteronómico), que es posible que
nunca hubiesen estado reunidos antes en un único documento.
Los textos sacerdotales no tuvieron una única redacción sino sucesivas capas redaccionales.
También parece que en los últimos momentos de la composición ha habido retoques post-
deuteronomistas y post-sacerdotales.
Todo apunta a que la puesta por escrito de casi todos estos textos fue en un periodo
post-exílico; y la redacción definitiva fue al final de la época persa y comienzo de la helenística.
Este proceso no afecta solo al Pentateuco sino que está relacionado con la composición de los
libros siguientes hasta 2 Reyes. De este conjunto se habrían separado los seis primeros libros
(un Hexateuco) que después se habría limitado a los cinco primeros (Pentateuco) y dejando
Josué como pórtico de la historia sobre la posesión e instalación en Canaán.
El contexto histórico de las redacciones finales fue de discernimiento y reivindicación
de la identidad de Judá en los últimos años de dominio persa y comienzos del tiempo
helenista.
Resumen: La investigación histórica actual muestra que los sucesos que vivió el pueblo de Israel
propiciaron una reflexión y llevaron a una mejor percepción de sus relaciones con Dios.
Además, quedan de manifiesto los lazos existentes entre una tradición que avanza y su
escritura. Los textos más antiguos no fueron los decisivos en la configuración de la forma
canónica, sino el entorno en que se dio la redacción final y la integración en unidades mayores
que el propio libro.
Esto último es similar a la comprensión de la Revelación: lo más antiguo no es lo más
genuino, sino al revés. Lo decisivo es lo que es posible reconocer en las tradiciones y escritos
anteriores a la luz de la plenitud posterior. Esto abre la llamada a leerlos desde la
perspectiva en que la Revelación ha alcanzado su plenitud (desde Jesucristo).
Las relecturas de los textos del Pentateuco en el N.T. muestran una innegable continuidad con el
modo en que se releían estos textos en los escritos posteriores del A.T. (Salmos, libros
Sapienciales). Aceptan su autoridad y se usan para alabar al Señor, para meditar sobre sus
obras y sobre todo, para valorar las nuevas situaciones a la luz de lo que Dios manifestó en el
pasado.
Pero también el N.T. muestra una notable discontinuidad con el A.T. La referencia
fundante y definitiva no la tiene el texto de la Torah sino la persona de Jesucristo: «el mismo N.T.
se declara conforme al A.T., y proclama que en el ministerio de la vida, muerte y resurrección de Cristo
las Sagradas Escrituras (…) han encontrado su perfecto cumplimiento» (Verbum Domini, n. 40).
Por una parte, la vida de Jesús se comprende a fondo cuando se valoran los detalles que estaban
señalados en unos textos previos que se consideran proféticos al constatarse que se ha cumplido
lo que anunciaban sin saberlo. Por otra parte, en Jesús se ha hecho realidad lo que para el N.T. es
uno de los anuncios clave de Moisés en la Torah: «el Señor, tu Dios, suscitará de ti un profeta como yo, a
él habéis de escuchar» (Dt 18, 15). Este es el texto del Pentateuco más citado en el Nuevo Testamento.
Pero Jesús es más que un profeta o un mediador como Moisés.
La comunidad cristiana conoce ya la Revelación divina en plenitud y al leer estos libros están
atentos sobre todo a los detalles que iluminan de ellos, y no tanto a las luces que encendieron
en el momento de su composición.
En esta lectura se hace una mirada al misterio de Dios (Uno y Trino), a la creación, a las
realidades naturales y sobrenaturales, al misterio del hombre, al pecado y la gracia, a la
misericordia y el perdón, a los designios de Dios, al Verbo hecho hombre, su nacimiento,
infancia, predicación, pasión, muerte y resurrección, a la acción del Espíritu Santo, a la vida de
la Iglesia, a la liturgia y a las realidades sacramentales, a la oración… Es decir, a todos los
contenidos de la fe.
Lectura cristiana de algunos textos relevantes:
En el Génesis Dios crea mediante su Palabra, la cual es el Verbo, la segunda persona de la
Trinidad. Por tanto, los Padres leen el relato de la creación con sentido trinitario.
El sacrificio de Abrahán prefigura y explica la muerte de Jesucristo.
Melquisedec: El hecho de que no aparezca su genealogía es leído en la carta a los hebreos
como signo de eternidad. La carta a los hebreos compara a Jesucristo con Melquisedec.
Moisés: antecedente de la figura de Cristo. Cristo no sólo iguala sino que supera a Moisés.
Serpiente de bronce: Jesús la alude como prefiguración de su “elevarse” en la cruz.
Los textos más meditados y seleccionados en la liturgia se encuadran en cuatro grandes temas:
La creación del mundo y del hombre: En la Vigilia Pascual, la creación de un mundo que sale
bueno de las manos de Dios se hace de nuevo realidad. El mundo ha sido recreado por
Jesucristo, y esa noche, la nueva creación se actualiza sacramentalmente.
La prodigiosa liberación de Israel de la esclavitud y el paso del mar Rojo hacia la tierra
prometida: es la lectura central e imprescindible de los textos del A.T. que se proclaman en la
Vigilia Pascual. En ella se hace actual la liberación del pueblo de Dios, cautivo de las fuerzas
del mal. La primera Pascua fue una primera liberación, pero la liberación nueva y definitiva se
realizó en la resurrección de Cristo, llevada a cabo en la misma noche en que se conmemora
que Dios libró a su pueblo del poder de los egipcios.
TEMA 7. LIBROS PROFÉTICOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO
El término «profeta» tiene un amplio campo de significado en la Biblia, pero todos se orientan a la
idea de «hablar en nombre de Dios». La palabra viene del griego pro-phetes: «El que habla en lugar o en
nombre de alguien», especialmente de una divinidad. El término hebreo correspondiente a pro-
phetes es nabî.
Persona ligada o enraizada la tradición pero que lee el presente a la luz de ese pasado
proyectándolo hacia el futuro. Tensión Pasado-Presente- Futuro:
Samuel: inicia el profetismo propiamente dicho. El profeta deja de ser un vidente y pasa a ser un
portavoz. Samuel es el último vidente (roeh) y el primer profeta (nabí).
Grupos de profetas: Aparte de Samuel, también hay profetas que entraban en trance extático a
través de la música, la danza y movimientos violentos (1S 10, 5-6.10-13).
Durante la monarquía, había profetas en torno a santuarios, profetas que vivían en la Corte, profetas
independientes y los Profetas carismáticos (ni templo, ni corte) en el Reino del Norte (s. IX a.C.):
Elías (el más grande los no escritores) y Eliseo.
Esta época va desde Amós (ca. 760–750 a.C.) hasta Daniel (ca. 164 a.C.), último profeta del A.T. y
primer apocalíptico.
Una última etapa sería: Jesús como profeta y la presencia profética en la primitiva Iglesia.
Semejanzas:
Contenido similar: Ambos presentan un esquema similar en tres momentos: pecado (ruptura de
la alianza); juicio y castigo por el pecado; restauración.
Similar marco temporal: Sus oráculos abarcan un periodo temporal bastante extenso: Isaías, unos
dos siglos (s. VIII -VI a.C.) y Los Doce, entre el s. VIII y el IV o incluso el III a.C.
Parecido proceso de redacción: su formación fue complicado y largo en el tiempo.
Llama la atención también que presenten casi el mismo número de capítulos: Isaías, 66; y los
Doce, 67 (aunque esto es menos relevante porque la división de los capítulos fue tardía).
Tal vez la diferencia más importante es que mientras que en los Doce se menciona el nombre
de otros autores (cada uno de los doce profetas), en Isaías los dos supuestos profetas distintos
al del s. VIII –el del destierro y el de la vuelta– permanecen anónimos.
Los profetas están en continuidad con la Torah. Variedad de temas y modos de revelación pero
mensaje común:
- Monoteísmo: Soberanía de Dios, santidad. Es el tema principal de los profetas. No se trata solo
de un monoteísmo ético o monolatría, sino la fe en Dios uno y único.
- Mesianismo: real, profético, escatológico. El mesianismo deriva de 2S 7,14 (profecía de
Natán), anuncio de la dinastía davídica. En el N.T. se reconocerá a Jesús como el verdadero
Mesías, que asume y trasciende las líneas mesiánicas que desarrollaron los profetas:
Descendiente de David, juzga y salva al mundo, Hijo del Hombre y figura del Siervo (Isaías).
- Doctrina moral y social: sobre todo los pre-exiílicos insistieron en las exigencias
sociales de la fe (no comportarse como los demás pueblos y predilección por los «pobres del
Señor») y sus exigencias morales y cultuales (interiorización de la ley, purificación del culto).
- Los profetas y la esperanza: muchos textos de los profetas (Ej.: Is 49, 15; Jr 14, 8; 30, 12-15)
muestran que, en medio de las tribulaciones, Israel sólo puede poner su esperanza en Dios, el
cual no olvida su Alianza ni a su pueblo elegido.
El N.T. refleja que la esperanza mesiánica anunciada y la salvación prevista se han cumplido en
Jesús, en su Persona, sus acciones y sus palabras: «Todo esto sucedió para que se cumplieran las
Escrituras de los Profetas» (Mt 26, 56).
Es la lectura que descubre en los textos del A.T. alusiones al misterio de Jesús (Cf. CEC 702).
Caminos por los que los textos del N.T. subrayan el cumplimiento de los oráculos proféticos:
El sentido cristiano de los oráculos: En tiempos de Jesús, se leían los sucesos a la luz de lo que
estaba sucediendo en ese momento. Ej.: Lc 4, 21; Hch 8,35.
El cumplimiento de las profecías: En el N.T. no se busca una comprobación milimétrica de lo que
anunciaron los profetas. Se entiende más bien que Jesús es la culminación de la historia salvífica y
que en Él se habían cumplido las promesas antiguas.
Relatos de la pasión: tienen muchas citas de cumplimiento. Los sufrimientos de la pasión eran
necesarios para que el Mesías fuera glorificado.
Relatos de la infancia: se justifica, entre otros, a Belén como cuna del Mesías, la huida y vuelta
de Egipto, la matanza de los inocentes, el retorno a Nazaret.
Narración de la vida pública: Se muestra que se cumple lo que decía Jesús:
«Examinad las Escrituras: ellas dan testimonio de mí» (Jn 5, 39).
La confirmación de la fe: Los primeros cristianos sentían la necesidad de apoyar su fe en Cristo
muerto y resucitado con textos bíblicos, en especial de los profetas.
Profetas hoy
San Pablo señala que la profecía, a diferencia del amor, desaparecerá al final de los tiempos (1
Co 13, 8). Pero esto no significa que el don de profecía se haya apagado en la Iglesia.
Lumen Gentium, 12: Afirma que cada bautizado participa del don profético de Cristo, y
también señala el carácter profético de la vida consagrada, la cual tiene función de signo:
manifiesta el testimonio profético de la primacía de Dios y de los valores evangélicos en la vida
cristiana.
TEMA 8 LIBROS POÉTICOS Y SAPIENCIALES
1. La Sabiduría en Israel: Entorno sapiencial en elAntiguo Oriente Medio. 1.2. Sabiduría Tradicional.
1.3. Crisis de la Sabiduría Tradicional y Síntesis sapiencial durante el helenismo. 1.4. Novedades
doctrinales aportadas. 1.5 La Personificación de la Sabiduría.
2. Salmos y Cantar de los Cantares: Características de la poesía hebrea. 2.1.Tipos de salmos. 2.2.
Colecciones previas. 2.3. Estructura del libro. 2.4. Contenidos doctrinales. 2.5. Salmos mesiánicos.
3. Libros Sapienciales (Pr, Job, Qo, Si, Sb): Características, estructura, contenido, teología propia y puntos
de interés desde el NT.
1. La Sabiduría en Israel:
En la época de la monarquía aparecen escritos con mucho parecido con la sabiduría común al
mundo cultural del medio Oriente del III y II milenio a.C. Son máximas breves sobre la
conducta humana a la luz de la experiencia y de la observación del orden de la naturaleza.
Asientan el principio de que a quien obra bien le va bien, y proyectan el éxito y la felicidad a este
mundo. Pero al ser asimilada por Israel esta sabiduría queda integrada en la fe en Yahweh y
adquiere rasgos propios: establecer el bien y el mal pertenece a Dios, el cual es quien pone en el
trono a quien Él quiere. Por eso estas primeras expresiones de sabiduría en Israel, aunque
vinculadas al rey y a la corte, tienen al Señor y su temor como el valor fundamental.
Tras la vuelta del destierro: Esta etapa se refleja en los nueve primeros capítulos de Proverbios
y en el epílogo. Ahora la sabiduría se identifica con el temor del Señor, está dentro del hombre y se
acompaña con el cumplimiento de los mandamientos. Además la sabiduría misma es presentada
como una persona que llama a todos los hombres, asiste a los reyes y es anterior a la creación. La
sabiduría personificada se parece a la palabra de Dios anunciada por los profetas, pero no
llama directamente a la conversión sino a dejarse instruir por ella y seguir sus caminos.
Las reflexiones en este periodo surgen por la experiencia del justo que sufre y de la reflexión
sobre la vanidad de las cosas que acaban con la muerte. Se ha llamado a este momento “crisis
de la sabiduría”, pues los presupuestos de la sabiduría tradicional respecto a la retribución del
justo quedan puestos en tela de juicio en el libro de Job, y la adquisición de aquella sabiduría
por parte del hombre queda relativizada en el libro de Qohelet (Eclesiastés) al considerar que
tanto el sabio como el necio acaban en la muerte. Pero ambos autores plantean las cuestiones
desde la fe en el Señor. La crisis de la sabiduría tradicional contribuirá a una profundización
mayor en la misma sabiduría y en el tema de la retribución, aunque no se vislumbra aún una
retribución ultramundana.
Reafirmación de la sabiduría en obras cercanas al N.T. (Eclesiástico y Sabiduría). El libro del
Eclesiástico (ca 190 a.C.) presenta un compendio de la sabiduría tradicional de Israel frente a
los reclamos de la cultura y filosofía griega. Su novedad en cuanto a la presentación de la
sabiduría, está en la identificación entre la adquisición de sabiduría y el conocimiento y
cumplimiento de los preceptos de la Ley de Moisés. Para Sirácide la retribución llega a la hora de
la muerte, pero consiste en el reconocimiento, buen recuerdo y ejemplo que el hombre deja
entre sus descendientes. En diálogo con la cultura griega se escribe el libro de la Sabiduría (ca 50
a.C.), que recoge conceptos de la filosofía griega como el de la inmortalidad del alma, que le
permite abordar el problema de la retribución con el premio o castigo del hombre tras la
muerte.
En los libros sapienciales, la sabiduría aparece como una persona que edifica su casa y prepara
un banquete, que instruye y une con el Señor a los que la aman, que es digna de ser buscada a
toda costa; y además, habla en primera persona. En el penúltimo estadio de su evolución, aparece
como una criatura de Dios, pero eterna: está presente, como testigo, desde el comienzo de la
creación. Finalmente (en el libro de Sabiduría), aparece como perteneciente al ámbito
estrictamente divino, pero no como una persona. Debe entenderse entonces como un término
medio entre la pura fantasía poética y la realidad de una verdadera persona.
2. Salmos y Cantar de los Cantares:
Tal como aparecen en el libro de los Salmos las composiciones que lo integran no se agrupan
ni por género literario ni por temática, sino que siguen un orden que responde a otros criterios.
Introducción al salterio (Sal 1–2): se invita al lector a hacer motivo de meditación y de oración
todos los acontecimientos de la vida, a la luz de la Ley y en unión a su Ungido.
Libro I del Salterio (Sal 3 – 41): Salmos de David. Aparece el Rey David como modelo del
hombre que ora.
Libro II del Salterio (Sal 42 – 72): Comienza con ocho poemas atribuidos a los hijos de Coré
(Sal 42-49), en los que predomina el deseo de llegar al Templo y permanecer en él. Luego
aparece una serie de oraciones, entre la que destaca la de Salomón (Sal 72), que es como la
respuesta del orante a lo que Dios dice a su pueblo en Sal 50.
Libro III del Salterio (Sal 73 – 89): Aparece una serie de lamentaciones y súplicas por Sión, por
el Templo y por el Rey.
Libro IV del Salterio (Sal 90 – 106): En este libro se hace recuerdo de Moisés, al tiempo que se
reconoce que Yahveh reina y salva.
Libro V del Salterio (Sal 107 – 150): Contiene salmos que se usaban en la
liturgia de Pascua, los cantos de las subidas, y finalmente una alabanza al Señor.
En cuanto a la teología de los Salmos se trata de sistematizar las afirmaciones que en ellos se hacen
sobre Dios, el hombre y el mundo, desde el ámbito de la oración del hombre.
Se contempla en primer plano la absoluta soberanía de Dios sobre todo lo creado.
En el actuar de Dios con su pueblo se refleja en su poder y en su misericordia, pues es un Dios
que perdona muchas veces.
La actuación de Dios con el justo y con el impío: Dios es justo con todos, y a cada uno da su
merecido. Así muestra su justicia: salvando al pobre y al humilde y castigando al que confía en
sí mismo y al soberbio.
La condición humana: Ante todo el hombre es criatura que, desde el vientre materno hasta la
muerte, es sostenido por Dios y está bajo su mirada. Posee una dignidad superior a los demás
seres de la tierra. Pero al mismo tiempo, es un ser efímero y pecador ante Dios.
Unión con Dios: Para lograr la unión con Dios el hombre posee un medio que es al mismo
tiempo don de Dios: la Ley. Su cumplimiento acarrea el éxito y la felicidad en la vida.
Dos instituciones de Israel cobran especial relieve en los salmos: el rey como instrumento de la
salvación otorgada por Dios, y el Templo como lugar de la presencia divina. Ambas anuncian a
Cristo, aunque de forma distinta, y culminan en Él.
Los Salmos «reales», al celebrar al Ungido (Mesías) recogen la convicción de que su trono
durará para siempre. Los Salmos 2 y 89 añaden que su dominio será universal, y señalan la
adopción divina del rey. Desaparecidos los reyes, los salmos siguen recitándose y se sigue
pronunciando la palabra mâsiaj, la cual adquiere una proyección escatológica y una fuerte
carga mesiánica.
En el N.T. se interpretan estos salmos como profecía. Por eso se aplican a Jesucristo en sentido
literal, como anuncios de su venida, de su vida y de su dignidad (Sal 2 y 110). De ahí que se les
llame "mesiánicos". Esto no quiere decir que el autor humano que los compuso “vio” ya a Cristo,
sino porque en su transmisión, la letra misma de esos salmos adquirió un sentido mesiánico.
3. Libros Sapienciales (Pr, Job, Qo, Si, Sb): Características, estructura, contenido, teología propia
y puntos de interés desde el NT.
Los Evangelios, de modo especial los sinópticos, son, desde el punto de vista literario, unos
escritos singulares. A primera vista se advierte que:
Tienen una narración continuada de la actividad de Jesús pero a modo de cuadros. Excepto el relato
de la Pasión, se parecen más a una colección de diapositivas que a una película.
Cada uno de estos cuadros (perícopas), es muy rico en su significado. Son relatos densos y cortos,
en los que da la impresión de que no hay ni una palabra de más.
En los Evangelios confluyen estos factores: Jesús dio a sus acciones una dignidad
extraordinaria, que el Espíritu Santo provee a la Iglesia de lo que necesita para su
santificación, y que el Espíritu Santo se sirvió de los autores sagrados, de sus facultades y
talentos para instruir a sus fieles.
Dei Verbum, 19 enseña cómo entiende la Iglesia los Evangelios, y cómo han de entenderse cuando se
leen. Al hablar de su historicidad señala que «narran fielmente lo que Jesús (…) hizo y enseñó
realmente para la eterna salvación (…), los Apóstoles comunicaron a los oyentes esos dichos y hechos con
la mayor comprensión que les daba la resurrección gloriosa de Cristo y la enseñanza del Espíritu de
verdad. Los autores sagrados compusieron los cuatro Evangelios escogiendo datos de la tradición oral o
escrita (…)». Etapas en la formación de los Evangelios
Los Evangelios, «narran fielmente lo que Jesús, el Hijo de Dios, viviendo entre los hombres, hizo
y enseñó realmente para la eterna salvación de los mismos hasta el día de la ascensión». Al
leer el Evangelio se pueden entender las acciones de Jesús en las condiciones en las que se
desarrolló su vida en la tierra (años 1-30 d. C y en Palestina, por tanto, en un ámbito judío).
Tras la Ascensión, «los Apóstoles comunicaron a los oyentes esos dichos y hechos con la mayor
comprensión que les daba la resurrección gloriosa de Cristo y la enseñanza del Espíritu». Si la vida
terrena de Jesús se suele situar entre 1-30 d.C., esta etapa puede situarse entre 30-60 d.C.
Diferencias entre este momento y el primero: (1) a nivel conceptual: los Apóstoles tienen mayor
comprensión de los hechos, por gracia del Espíritu Santo y porque aprenden el significado que
la resurrección de Jesús otorga a los hechos anteriores. (2) El contexto en el que se realiza la
actividad de los Apóstoles ya no será Palestina sino todo el Imperio.
La controversia con los judíos
Es claro que los judíos cristianos tuvieron controversias con judíos que no se hicieron
cristianos. Muchas veces, las controversias de la vida de Jesús recogidas en el Evangelio,
tienen presente esta situación de los primeros cristianos. Ejemplo: al relatar la resurrección de
Jesús, Mateo (Mt 28,11-15) recuerda que la calumnia del robo del cuerpo muerto de Cristo
pervive hasta hoy.
Los autores sagrados compusieron los cuatro Evangelios escogiendo datos de la tradición oral
o escrita, reduciéndolos a síntesis, adaptándolos a la situación de las diversas Iglesias,
conservando el estilo de la proclamación: así nos transmitieron siempre datos auténticos y
genuinos acerca de Jesús. Sacándolo de su memoria o del testimonio de los "que asistieron
desde el principio y fueron ministros de la palabra. Elementos importantes en esta etapa:
El tiempo: Los evangelios fueron compuestos de manera genérica en los años 60-90 d.C. Los
Padres y los escritores eclesiásticos dejan claro que los Evangelios nacen de los Apóstoles -o
de sus discípulos inmediatos-, y que se escribieron en los años en que éstos iban
desapareciendo.
Lugar: La primera etapa había sucedido en Palestina y la segunda en el Impero Romano. Para
el tercer momento, hay que pensar en personas concretas (Teófilo, para Lucas) o en
comunidades (cristianos procedentes del judaísmo con gentiles para Mateo, cristianos
procedentes de la gentilidad para Marcos y cristianos de Asia Menor para Juan). Sin embargo:
Los Evangelios se dirigen a cristianos: El Evangelio no es tanto una enseñanza nueva como
una verificación o una justificación de la enseñanza ya recibida.
Están concebidos para ser entendidos por todo el mundo (universalidad del Evangelio).
Fuentes: Cosas sacadas de la memoria y el testimonio de los que asistieron desde el principio y
fueron ministros de la palabra. La fuente última de los evangelios es la predicación apostólica.
3. La cuestión sinóptica.
A Mateo, Marcos y Lucas se les llama sinópticos porque, puestos uno junto al otro, en un
golpe de vista (syn-opsis), se observan diferencias y semejanzas. A veces relatan cosas
distintas; a veces lo mismo, pero de modo distinto. ¿Qué fuentes han usado?; ¿hay una única
fuente?
Estas preguntas fueron planteadas y respondidas por autores como Orígenes o San Agustín. La
crítica de las fuentes recogió estos planteamientos, pero sin tener presente la tradición recibida.
La crítica de las fuentes busca investigar las tradiciones escritas presentes en la prehistoria de
estos textos. Concretamente, postula que el A.T. hace referencia a una serie de tradiciones y a los
ambientes en las que aparecieron y desarrollaron. Respecto al N.T. los estudios son más
abundantes respecto a las fuentes de los sinópticos, dando lugar a la «cuestión sinóptica».
Respecto a los Evangelios sinópticos, desde la crítica de las fuentes se hablan de la existencia
de:
Un material común a los tres, llamado de triple tradición. Ejemplo: los relatos de la Pasión o el
milagro de la tempestad calmada. En general, incluye casi todo el Evangelio de Marcos.
Un material común a Mateo y Lucas, ausente de Marcos, llamado de doble tradición, que se suele
denominar «Fuente Q» (de Quelle, «fuente»). Ejemplo: el discurso de la montaña.
Un material propio de cada evangelista: el que más tiene es Lucas (unas 50 perícopas,
como las parábolas del buen samaritano y del hijo pródigo); luego Mateo (unas 30, como la
adoración de los magos); y por último Marcos (muy pocas, como la curación del sordomudo).
Además hay diferencias en la sucesión, el orden del material y en la formulación. Hoy los
seguidores de esta teoría tienen como presupuesto base la existencia originaria de una fuente Q
y de Marcos. Pero no se deben confundir explicaciones con pruebas.
Usa expresiones de cuño palestinense que sólo usa este Evangelio: «reino de los cielos»,
«Padre celestial», «ciudad santa», «casa de Israel», «la carne y la sangre», etc.
Alude a costumbres judías: la ofrenda sobre el altar, el uso de las filacterias, etc.
Tiene citas explícitas del A.T. y se sirve de modos de interpretar la Sagrada Escritura propios
de los escribas de Israel: la gematría, la pasiva divina, etc.
Recoge las palabras del Señor que explican las relaciones de la Antigua con la Nueva Ley. «No penséis
que he venido a abolir la Ley o los Profetas…».
Rasgo más significativo de Mateo: carácter catequético: es como un catecismo. Destaca la presencia de
grandes discursos y al modo de narrar los milagros.
Frente a la viveza de Marcos, la narración de San Mateo es más estilizada, solemne.
Las características de la majestad de Jesús se expresan con los títulos que se aplican a Jesús.
San Mateo afirma e insiste en que Jesús es el Hijo de Dios.
Jesús no es Hijo de Dios porque de Él se prediquen las alusiones del A.T., sino que, como
Hijo de Dios realiza las promesas de Dios encomendadas a sus elegidos.
A San Mateo se le llama el Evangelio «eclesiástico» por varias razones: el nombre de Iglesia
aparece tres veces. Además, la Iglesia siempre aparece en el trasfondo de la narración.
5. Características literarias y teológicas del evangelio según Marcos.
Explica costumbres judías: se dirige a personas que desconocen costumbres del judaísmo.
Parece que los destinatarios no conocen la lengua y las costumbres palestinas, pero sí conocen
modos romanos: presencia de muchos latinismos, y de giros que se entienden mejor si sus
destinatarios son romanos.
Sintaxis sencilla: predomina la simple coordinación de las frases (parataxis) unidas por la
conjunción «y», la preposición «pues», o el adverbio «enseguida».
Aun así, su escritura tiene una gran vivacidad. Usa constantemente el presente histórico, y
la descripción pormenorizada de detalles que Mateo y Lucas narran más sobriamente.
Faltan largos discursos. San Marcos dice más que los otros que Jesús «enseñaba».
Lo más significativo del Evangelio de San Marcos es que narra las cosas desde el punto de vista de los
discípulos.
Jesucristo se describe en su condición divina y humana. Que Jesús es el Hijo de lo afirma la voz
del Padre (Mc 1,11; 9,7), pero también lo afirma Jesús ante Caifás. Es también el Mesías, pero
un Mesías que manifiesta su condición a través de su misión de Siervo del Señor.
Pero es más característico de San Marcos señalar la verdadera humanidad de Jesús:
muestra que el Señor es verdadero hombre.
Los escritos paulinos son un conjunto de 14 textos atribuidos a san Pablo, y que desde muy
pronto se transmitieron como colección. En la Biblia suelen agruparse los textos en tres
bloques: primero, las cartas dirigidas a iglesias; después, las dirigidas a personas
individuales; por último, está la Carta a los Hebreos. Está actualmente afianzada la división en:
cartas dirigidas a los tesalonicenses (1Ts, 2Ts), grandes cartas (1Co, 2Co, Ga, Rm), cartas de la
cautividad (Flp, Flm, Col, Ef), cartas pastorales (1Tm, 2Tm, Tt), y Carta a los Hebreos (Hb). Esta
división responde a criterios de similitud en el contenido o en alguna de sus características
literarias centrales.
Conjugando los datos del epistolario y de Hechos, se puede establecer esta cronología:
Tesalonicenses: Aborda la escatología para alimentar la esperanza de los neófitos ante las
tribulaciones. Trata el tema de la esperanza dentro del contexto de la ira de Dios y el mundo
venidero. Usa el lenguaje apocalíptico para narrar la segunda venida del Señor.
(Tesalonicenses: En esta carta señala que la parusía no es inminente. Para expresar esta idea se usa un
lenguaje apocalíptico. Cuando se manifieste el Señor, tendrá lugar el «justo juicio de Dios». El que no
obedecen el Evangelio será castigado, y el que permanece fiel)
Tras la Parusía se producirá la resurrección de los muertos (resucitaremos con Él).
Pablo no concreta el tiempo de la Parusía. Se limita a exhortarles a permanecer vigilantes.
Expresiones como «los que quedemos» no suponen que Pablo creía en la inminencia del final
de los tiempos, sino que apuntaba que el Reino de Dios va a venir, y que desde la perspectiva de
la eternidad es una venida inminente.
será «digno». Mientras tanto los creyentes deben implicarse en el presente, en el desarrollo de la
historia.
Cristo no solo nos ha redimido y nos ha justificado, sino que nos ha liberado de la maldición de
la Ley. Valor y papel de la Ley mosaica: nos lleva a Cristo, el que sí da la vida.
La fe en Cristo: es la adhesión y la entrega a Cristo, y la participación en su muerte.
Justificación:
Todos son pecadores, judíos y no judíos: Todos los hombres han podido conocer a Dios, pero
ninguno ha seguido los dictados de la ley natural ni de la ley mosaica.
Papel y valor de la Ley antes y después de Jesucristo: La Ley es justa y santa. Pero no puede
condenar el pecado porque impone cosas que no se pueden cumplir sin ayuda de la gracia.
La adhesión al Evangelio por la fe en Jesucristo: los efectos de la obra de Cristo deben ser acogidos
por el hombre mediante la fe, la cual consiste en abrirse a Dios, confiar en Él.
La justificación provoca una transformación en el creyente, y el Espíritu Santo es su artífice.
La vida en el Espíritu parte de considerar el amor de Dios que está en el origen de la obra de
salvación. La respuesta debe ser radical: amor sincero, apertura, disponibilidad, acogida.
1 Corintios:
Iglesia:
Se insiste en el misterio de la Iglesia, en su carácter sobrenatural, con distintas expresiones: plantación,
cultivo de Dios. Mensaje: Dios es el principio de unidad de la Iglesia.
En tanto que es cuerpo de Cristo, todo lo que un miembro hace afecta a todo el cuerpo. Además, la
Iglesia es, por tanto, un cuerpo que se edifica, que madura en el tiempo.
Por otra parte, la Iglesia es un cuerpo pero cada miembro es diferente. La diversidad pertenece a
la esencia de la naturaleza de la Iglesia.
Carismas: En su tratamiento del hombre espiritual comienza hablando de los carismas (cap.
12) para luego tratar el carisma más elevado (la caridad).
2 Corintios:
Ministerio de la reconciliación: El ministro está al servicio del plan de Dios. Y la iniciativa del plan
salvador es divina. Por eso es Dios quien elige y capacita a los ministros para realizar su labor.
Este ministerio ofrece la reconciliación conseguida por la muerte de Cristo por todos.
Aquí aparece uno de los términos frecuentes en las cartas paulinas: la idea de reconciliación.
La salvación se expresa en términos de reconciliación: El plan divino (la Iglesia) es una
comunidad reconciliada. Cuando todo el mundo esté reconciliado (unido) con Dios, se habrá
cumplido el plan divino. Por tanto, es un camino que se viene realizando. El ministro es
heraldo de la reconciliación.
San Pablo insiste en las condiciones necesarias de un ministro:
Sinceridad de vida: La carta de presentación de un ministro es la entrega por los demás.
Sinceridad de palabra: el mensaje predicado no es propio. Por eso no se puede adulterar.
El ministerio consiste en la predicación del Evangelio de Cristo. El contenido de la
predicación es la verdad, la cual permanece velada para los incrédulos.
Carta a Filemón:
Cristología: Cristo es el «colorante» de la vida cristiana. Junto al Padre, dispensa la gracia y la paz,
está en el origen de la vocación, es el objeto de la fe, la causa del buen obrar, el origen de la
autoridad, la base de los lazos de fraternidad.
Carta a Tito: Muestra algunos rasgos de la Iglesia: es depositaria del plan de salvación, sus
ministros deben predicar la palabra de Dios.
Se expone ante todo la Redención universal obrada por Jesucristo, mediante el sacrificio de la a
cruz y el derramamiento de su sangre. Para ello se concentra la atención en el Sacerdocio del
Señor: El sacerdocio de Cristo es superior al de Aarón. El sacerdocio de Cristo es a la manera de
Melquisedec, no determinado por descendencia sino por la filiación divina.
Cristo es el verdadero santuario, su ofrecimiento sí ha propiciado el perdón de los pecados, su
alianza es perfecta y válida para siempre. Además, el sacerdocio de Cristo abre las puestas a
nuestra santificación real. A diferencia del culto de la antigua Alianza, el sacrificio de Cristo es
irrepetible y ha producido sus efectos salvadores de una vez para siempre. Eficacia infinita.
Jesucristo manifiesta su ser y su obra sacerdotal tanto en el abajamiento como en la exaltación.
Ambos momentos fueron necesarios para que se realizara la tarea sacerdotal y redentora.
TEMA 14 Corpus Joánico y Cartas Católicas
El autor del corpus es normalmente asociado con Juan, el hermano de Zebedeo (cfr.
Canon de Muratori y Eusebio de Cesarea) o Según la tradición este discípulo vivió en Éfeso
hasta los tiempos de Trajano - Sin embargo, los libros atribuidos a Juan no tienen los
mismos rasgos formales:
O Géneros literários distintos (narrativo, epistolar, profético) o Cada uno se redactó en un
tiempo y circunstancia concretos
- El mundo cultural al que remiten deja en evidencia algunos referentes espaciales y
conceptuales: Palestina del siglo I/ el mundo judío y cristiano del Mediterráneo oriental
de finales del siglo I:
O Marco palestinense – trasfondo del Evangelio/ es el trasfondo conceptual del AT,
donde se destacan los elementos judíos
o Conflictos con el judaísmo – ruptura de los cristianos con la sinagoga (finales del siglo
I) ;/ Yamnia y las “maldiciones” a los nazarenos (tras años 70) -> esa tensión se refleja en
el 4º evangelio/ carga teológica de la expresión “los judíos” (entre sus sentidos, se
atribuye a las autoridades en contra de Jesús y de los discípulos)
o Religiosidad gnostizante – riesgo de eclectismo religioso con religiones orientales y
apocalíptica judía/ los escritos de san Juan tienen en cuenta esa tendencia y trata de
confirmar la fe de los cristianos que se veían tentados a ver a Cristo según los gnósticos
(en especial el docetismo1)
o Un posible conflicto antibaptista – algunos autores suponen que el Evangelio fue
escrito en polémica contra quienes sobrevaloraban la misión de Juan el
Bautista o Ambiente hostil – contexto también de peligros externos, como la superstición
y la obligación de dar culto al emperador y a otros dioses/ en Apocalipsis ya se nota el
peligro del sincretismo y la hostilidad del Imperio hacia los cristianos
Comunidad Joánica
31
O Apocalipsis y Evangelio comparten cierto carácter litúrgico
O Hay posibilidad que tales textos provengan de una comunidad particular que tenía su
propia identidad y su origen en torno a la figura del Apóstol Juan, el hijo de Zebedeo; eso
se sintetiza en 3 puntos comunes que parecen plausibles:
- Criterio para ser de testimonio apostólico: testimonio sobre la vida y obras de Jesús/
mostrar que Jesús es el Mesías/ testimonio directo de la vida de Jesús.
- Además, se identifica al autor del Evangelio con el “discípulo amado”, pero hay
elementos que dificultan la identificación de ese discípulo con S. Juan – pero no hay una
solución definitiva clara y el silencio sobre los hijos de Zebedeo (que no son nombrados
en el 4º Evangelio) sigue siendo el mejor argumento a favor de la identidad del discípulo
amado.
Lugar de composición: En Éfeso (donde se establece Juan)
Fecha de composición: finales del siglo I (1er papiro [P52] es de mitad del siglo II)
- El texto se transmitió con fidelidad; el mejor atestiguado desde punto de vista textual
- Prueba de su autoridad es que ha sido aceptado desde muy pronto como libro normativo
– Padres del siglo II ya lo tienen como inspirado.
32
el gran problema gira en torno a la cristología (más desarrollada que en los Sinópticos) o
eso además se une a la tendencia de exaltar el valor teológico del 4º Evangelio y negar su
valor histórico pero eso no es verdadero, pues hay relaciones entre los sinópticos y Juan -
Semejanzas con los Sinópticos:
Pero a la vez son notables las diferencias entre Juan y los Sinópticos:
· Fuera de la pasión, hay en Juan solo 5 relatos comunes a los Sinópticos: 1- expulsión de
los mercaderes del templo/2- multiplicación de los panes/3 - Jesús caminando
sobre las aguas/ 4 - unción de Betania/ 5 - entrada triunfal en Jerusalén
· En San Juan, no narra directamente el Bautismo de Jesús/ la transfiguración/
institución de la Eucaristía
· Hay episodios propios en Juan: encuentro con Nicodemo/ Mujer samaritana
· En Juan hay solo 2 milagros comunes a los Sinópticos (multiplicación de los panes y
Jesús caminando sobre las aguas) – y, en cambio, posee 5 milagros propios: Curación del
hijo del funcionario real/ curación del paralítico/ curación del ciego de nacimiento
· Los relatos de la pasión coinciden, pero en Juan se narra desde perspectiva propia: lo ve
como la glorificación de Cristo (en Sinópticos se fija en la conveniencia de que el Hijo del
hombre padezca)
En relación a la enseñanza
· En S. Juan la enseñanza se foca en temas como vida, verdad, luz y gloria/ en los
Sinópticos los temas predominantes son el Reino, cuestiones de moral práctica y
polémicas con el legalismo farisaico
· En la forma de enseñar de Jesús – Sinópticos: uso de imágenes y parábolas/ Juan:
discursos-diálogos; uso de la expresión “yo soy”, fuertes antítesis
33
de Dios desde el principio
- La postura dominante sobre el tema es la que considera que no hay dependencia literaria
directa entre Juan y los sinópticos, aunque no se rechaza que el Evangelista conociera la
tradición sinóptica escrita
- Carácter selectivo de Juan: de entre el vasto material disponible sobre Jesús, al
evangelista le interesaba:
- Poner de manifiesto que Jesús es Luz
· Desarrollar la doctrina eucaristía en el discurso del pan de vida, pero sin narrar última
cena.
Contenido y estructura.
· Una propuesta de estructura relevante es la de Dodd: Evangelio con 3 grandes partes:
Proemio, libro de los signos, libro de la gloria
· I. Proemio (1, 1-51) o Prólogo (1, 1-18): síntesis de todo el Evangelio o Introducción (1,
19-51):
Desde discurso con Natanael se despliegan las 2 ideas que guían el Evangelio: Cosas mayores
verás (v.50 – signos) y veréis el cielo abierto (v. 51-gloria)
· II. Libro de los signos (2, 1 – 12, 50): Cosas mayores verás o algunos: Bodas de caná –
nueva alianza entre Dios y hombres/ curación del hijo del funcionario -Jesús es palabra
que da vida/ multiplicación de los panes – Jesús es pan de vida/Curación del ciego - Jesús
es luz del mundo/resurrección de Lázaro – Jesús es la resurrección y la vida.
· III. Libro de la Gloria (13, 1 – 21, 25): veréis los cielos abiertos o Muestra el carácter
eterno y universal de esa vida eterna en Cristo o Estructura: Entrega de la vida por
amor/ Palabras de despedida/ Oración sacerdotal/ Proceso de Jesús/ Muerte de
Jesús/ Resurrección de Jesús
34
· En S. Juan los signos se dividen en:
1. Signos de un nuevo orden: Jesús con ellos muestra que instaura un nuevo orden de
gracia y salvación
· Bodas de Caná (2, 1-11): de la religión judía (agua) a la religión del Evangelio (vino)
· Purificación en el Templo (2, 13-22): destrucción y edificación del Templo alude a la
muerte y resurrección de Cristo.
3. Signo del Pan de vida: trasfondo eucarístico: Jesús es pan de vida como palabra y
como Eucaristía
· Multiplicación de los panes y peces (6, 1-13)
· Tras caminar sobre las aguas, discurso Sinagoga de Cafarnaúm: explica que Dios da la
vida eterna a través de Jesús, no de Moisés.
4. Signo de la luz
· Curación del ciego de nacimiento (9, 1-41): Jesús se revela al mundo como luz/ el
ciego, al lavarse, indica que el bautismo es iluminación/los verdaderos ciegos son las
autoridades judías
35
· Los discursos a menudo se alternan con signos u otros episodios y en ocasiones toman
la forma de diálogo
Modo de hablar:
- Dios en el A.T. por medio de los profetas.
- Sabiduría divina en libros sapienciales. Corresponde al modo de hablar del
revelador divino.
- La glorificación de Jesús
- Relato de la pasión:
· Se destaca por ser más “emocionante” y “solemne” que los Sinópticos Se fija en el
carácter de Jesús como víctima, pero destacando su majestuosidad
· Apariciones del Resucitado o El crucificado y el resucitado es la misma persona o
Frutos de la exaltación de Cristo: paz y alegría o Soplo: “pentecostés joánico”; nueva
creación; nacimiento de la Iglesia o Aparición a Tomás: de la incredulidad a la confesión
de fe o En el mar de Tiberíades: los peces son los frutos de la misión apostólica
- Cuestiones teológicas
36
1. Jesucristo y el Padre
· Corazón de la teología joánica es la Cristología; humanidad (se ha hecho carne) y
divinidad (Logos Eterno del Padre) de Jesús en equilibrio (cfr. Prólogo)
· Características de Jesús: el Revelador (del Padre, de la verdad)/ el enviado del Padre/
el Hijo(que mejor define identidad de Jesús, pues sale de Dios y tiene unidad con Él
en ser y voluntad)/
preexistente (el Logos)/ Yo soy (Jesús es igual a Dios)/ Hijo del hombre (bar enash –
condición humana de Jesús)
2. El Espíritu Santo
· Revelación progresiva del Espíritu: del bautismo de Juan a la resurrección
· En sus discursos de despedida, Jesús habla extensamente sobre el Espíritu Santo sobre
todo a su función en la Iglesia: será enviado por el Padre (a pedido de Cristo)/ es, junto
con Cristo, la verdad/ recibe de Hijo lo que ha de anunciar
· Es el Paráclito (llamar junto a, abogado, portavoz)
· Su función: guiar a la verdad/ continuar misión de Jesús en la Iglesia/ ser testimonio
de Jesús ante los hombres/juzgar al mundo
· Por el Espíritu se da el vínculo entre Jesús y la vida de la Iglesia
3. Escatología
· Todas las esperanzas de salvación se hallan en Cristo: la resurrección y la vida
· No subraya tanto la 2ª venida, pero no la excluye
5. Mundo
· Se aplica en sentido dualista, en oposición a Dios
· Son las personas que rechazan a Cristo y tienen como príncipe al diablo. Iglesia y los
sacramentos
· Iglesia: No habla con vocabulario explícito sobre la Iglesia, pero la presupone: habla
del seguimiento como un “venir” con Jesús/ habla de la misión de los discípulos/
habla de la alianza que fundamenta el nuevo pueblo/se puede ver el primado de Pedro
37
Las cartas de Juan
· Según la tradición San Juan escribió sus tres cartas en Éfeso a la vuelta del destierro de
Patmos hacia los años 95-96 Primera epístola.
Su autenticidad está documentada desde muy antiguo.
·Las semejanzas de estilo, estructura de las frases y vocabulario confirman que su autor
es el mismo que el del IV evangelio; tiene giros típicamente arameos (ser de Dios,
permanecer en la verdad, caminar en la luz, luz, tinieblas, verdad-mentira…)
· No tiene encabezamiento ni nombre del autor ni destinatarios ni saludos de despedida.
Parece ser la última de las tres; o No se puede asegurar que el autor sea el mismo que el
del 4º Evangelio, pero se nota que ambos reflejan tradición común.
· El motivo de la misma es denunciar las desviaciones de falsos doctores que habían
surgido en el seno de las jóvenes iglesias y fortalecer en la fe a los creyentes. Los
principales errores que refuta son de tipo gnóstico.
· El pensamiento no se desarrolla de modo lineal; el autor vuelve sobre las mismas ideas
desde ángulos diversos, pero podemos resumir su doctrina en cuatro puntos:
1. Comunión Padre-Hijo o Ante los problemas suscitados por los cismáticos el autor
afirma que es necesario estar en comunión con Dios, que es comunión con el Padre y con
el Hijo.
- Segunda epístola
· Las recomendaciones que hace el autor coinciden con los temas tratados ampliamente
en la primera epístola: amor fraterno, observancia de los mandamientos, el cuidado frente
a los seductores, etc.
- Tercera epístola
38
se difundieron como escritas por el Apóstol Juan, así lo atestiguan San Policarpo y San
Ireneo, entre otros.
- Se les denomina "menores" por su brevedad.
EL APOCALIPSIS
· Autor: se llama a sí mismo “Juan”; pero no es fácil definir si es el mismo autor de los
evangelios, porque hay semejanzas (mensaje de fondo, vocaburario, semejanzas
lexicales) y diferencias (en el estilo, en el vocabulario, en el pensamiento) significativas
entre ambos.
Enseñanza:
Dios Padre, Jesucristo e Iglesia o Padre: es el Señor de la historia, es el Todopoderoso,
que siempre actúa para salvar, es el Padre de Jesucristo, es juez universal
Iglesia: figurada en la “mujer” del cap. 12/ es el pueblo de Dios comprado con la sangre
del cordero/ está en la tierra (con sufrimientos y persecuciones), pero también
en el cielo (triunfante y victoriosa)
39
- Últimos tempos y la lucha contra el mal o “lo que va a suceder pronto”
– no concretas fechas, exhortando a la vigilancia
-. Carácter joánico del libro o Similitudes con el 4º evangelio: tienen mismo comienzo
(eternidad del Logos)/ tema común (tinieblas vs Luz)/ mismo tema de fondo (que solo se
llega a la gloria pasando antes por la cruz)/ Cristo trae la verdadera vida (vida eterna,
resurrección, nueva creación)
Las diferencias solo son por las circunstancias diversas de los destinatarios
Carta de Santiago
- Canonicidad: es deuterocanónica, porque se tardó a ser admitida por todas las Iglesias/
Lutero la descarta del Canon por pensar que habla en contra de la doctrina paulina de la
justificación/ pero Trento la declara canónica e inspirada
- Estilo: oral, con uso de diatriba estoica y género profético/ se parece a un estilo
exhortativo, catequético
- Destinatarios: 12 tribus de la diáspora (judíos convertidos al cristianismo que están
fuera de Palestina)
- Motivo: exhortara a algunas desviaciones de comunidades cristianas, que estaban
aflojando por una serie de defectos morales: murmuraciones, discusiones entre pobres y
ricos…
- Autor: Santiago, servo de Dios y del Señor Jesucristo o Hombre de prestigio en la
comunidad cristiana
40
oSi el autor es Santiago, se puede ubicar o bien antes o bien después de la redacción de
Romanos y Gálatas, por tratar del tema fe-obras
· Primera sección (1,2-2,13): necesidad de que no haya rupturas entre lo que se recibe
de Dios y lo que se refleja en la vida práctica.
Valor del sufrimiento/ origen de las tentaciones/ la Palabra oída se ha de reflejar en
las acciones/ es incoherente hacer acepción de personas.
# Para Santiago, las “obras” son el comportamiento moral, que es reflejo del asentimiento
a las verdades reveladas (la fe para Santiago)
# Por otro lado, en San Pablo, lo que se entiende por “obras” son las “obras de la
Ley”(que de por sí no pueden salvar); pero San Pablo afirma que la fe se manifiesta en
obras de Caridad – de modo que las 2 cartas no se contradicen
41
Sacramento de la Unción de los enfermos
· St 5, 14s promulga ese sacramento (cfr. Trento)
· Los “presbíteros” aquí se refieren a los sacerdotes y obispos
· Santiago describe algo que Jesús ya había ordenado que hicieran los discípulos (ungir
con aceite – Mc 6, 13)
· Efecto de la unción es el perdón de los pecados
- Lengua y estilo: Buen griego, rico y refinado – mezclado con paralelismos y ritmos de
carácter semita / 61 hapax legomena (palabras q aparecen solo 1x en toda Biblia)
- Género literario: tiene elementos de una carta (dedicatoria, saludos finales y despedida),
pero se ha planteado si sería un sermón o parte una liturgia bautismal/ es exhortación de
carácter catequético transmitida en forma epistolar, en la que se combinan tradiciones
litúrgicas y parenéticas.
- Autor: Se identifica como “Pedro”, apóstol y testigo de los sufrimientos de Cristo o Pero
hay dificultades para atribuir a Pedro como autor de la carta por: griego refinado/
presencia de terminologías paulinas/ se denomina “Pedro” y no “Simón”(subrayar
más la autoridad)/ ausencia de detalles sobre Jesús/ circunstancias que sugieren
época posterior.
- Todos esos argumentos pueden ser rebatidos, salvo el último, pues el hecho de llamar a
Roma como “Babilonia” indica época post destrucción del Templo
- Por ello no se descarta del todo que pueda haber sido un discípulo de Pedro que puso
por escrito su doctrina a finales del siglo I - Destinatarios y circunstancias:
42
- Enseñanzas principales:
#Sentido del sufrimiento: a imitación de Cristo, el sufrimiento puede traer muchos bienes,
incluso la fe a los perseguidores/ el cristiano, al incorporarse a Cristo, participa
también de su misterio pascual/ soportar con gozo a los sufrimientos/ El
sufrimiento es una bendición: es evidencia del favor divino y signo de la solidaridad
cristiana
# Iglesia, pueblo sacerdotal (2, 4-10): la Iglesia es el nuevo pueblo de Israel/ por el
bautismo el cristiano es constituido sacerdote de un nuevo culto espiritual (sacerdocio
común de los fieles)
- Género Literario: aparenta ser de género epistolar (por el saludo inicial); pero al final
faltan saludos personales y despedidas y concluye con doxología breve y pobre /tiene
paralelismos con la Carta de Judas -parece que es la versión “ordenada” de aquella/ se
discute si es un discurso de despedida o un testamento espiritual
- Autor: se presenta como Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo y aparenta tratarse
del mismo San Pedro (Dice q escribe por 2ª vez (3, 1)/ Se dice testigo de la
transfiguración (1, 16-18)/ Sabe que recibirá pronto la muerte (1, 14)/ Llama a Pablo
“nuestro querido hermano” (3, 15)) o Sin embargo, se ve notables diferencias con 1
Pedro: No tiene citas del AT/ Uso de algunos términos no es el mismo/ Las relaciones
con Cristo no son tanto de experiencia viva sino más bien intelectual/ La relación con los
lectores no es tan “paternal” como en 1Pedro, sino más distante y didáctico/
El único motivo común con 1 Pd es Noé, pero usado de otra manera o Esos hechos nos
llevan a pensar que se trata de una Seudonímia de uno que, legítimamente, hace uso del
nombre y de la autoridad del Apóstol.
- Fecha: ca. Del año 100, pues Habla como si ya hubiese pasado la 1ª generación
cristiana/ fue escrita después de 1 Pd y después que se había compuesto la colección de
las cartas paulinas y fueron consideradas ya “escrituras” / pues es posterior a Judas
43
- Circunstancias y destinatarios: público más genérico/ cristianos de 2º generación
que se hallan asechados por doctrinas falsas, que dudaban de la venida de Cristo.
- Los cristianos ante los falsos maestros: esos maestros son codiciosos e inducen a la
perdición/ exhorta los cristianos a ser fieles a la doctrina recibida y perseverar en la
virtud/hay que ser fieles a Dios porque Él nos ha hecho partícipes de su naturaleza
divina
- Partícipes en la naturaleza divina (1, 9): fruto de la filiación divina dada en el bautismo/
es el fundamento de la doctrina de la gracia
- Interpretación de las Escrituras: no se las interpreta de modo privado (1, 20), sino a la
luz de la Tradición/ incluye el Corpus Paulino (3, 15) entre las Escrituras Sagradas
- Catolicidad de la carta: Es una carta muy católica pues busca la unidad entre Santiago,
S. Pablo y S. Judas, que las corrientes judeocristianas y gnósticas buscaban separar.
Carta de Judas.
- lengua y estilo: Griego bueno, pero popular, con semitismos u un cierto estilo “barroco”
por su construcción clásica.
- Género literario: Se presenta como una carta, con un saludo inicial y doxología al final;
algunos la han considerado una “hoja volante antiherética”
- Autor: Judas, siervo de Jesucristo, hermano de Santiago o Ese Santiago debe referirse al
hermano del Señor, por ser personaje conocido y apreciado por los lectores
44
Tadeo o Lucas llama en el evangelio a Judas de Santiago para distinguirlo de Judas
Iscariotes, el traidor; pero ese “de” se puede entender como hijo o como hermano de
Santiago. Pero es consenso hoy en identificar al autor con Judas, uno de los hermanos de
Jesús, aunque muchos ven en ello un caso también de seudonimia por el griego refinado,
la distancia temporal d los apóstoles y el uso d algunos apócrifos
- Destinatarios: genérico (“a todos que han recibido la llamada divina”); cristianos de
origen judío y pagano
- echa: por las influencias de la apocalíptica judía y por citar a Henoc como Escritura, se
ubica antes de los años 70 (antes de la destrucción del Templo y antes de Yamnia) y tras
la muerte de Santiago (~62)
- Circunstancias: noticia de que hombres impíos se han introducido entre los cristianos,
llevándolos a errores morales
- Estructura y contenido: por su gran brevedad (consta de 25 versículos), los temas son
tratados sucintamente:
# Enseñanzas principales
- La confesión trinitaria, por otra parte, fundamenta el empeño en la virtud q deben vivir
los cristianos (jd 20- 21): acusación a los falsos maestros es invitación a conservar la fe.
45