El Modelo de Berninger y Amtmann (2003)

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 2

Julián Palazón

Murcia, España
mayo 03, 2020

EL MODELO DE BERNINGER Y AMTMANN (2003)


Y SU UTILIDAD PARA ORIENTAR LA
INTERVENCIÓN CON NIÑOS QUE MUESTRAN
DIFICULTADES EN LA ESCRITURA
En las últimas décadas, el modelo de "Visión simple de escritura"(que, pese al título, se
fue complicando) de Berninger y Amtmann (2003) ha tenido un enorme valor heurístico
y ha aportado evidencia experimental que ayuda a enfocar las intervenciones para niños
con dificultades en la escritura.

El modelo de estos
autores entiende que para que un niño pueda llegar a comunicar de forma escrita debe
disponer del suficiente desarrollo de tres componentes diferentes:

A)Transcripción: se incluye aquí la capacidad de escribir las palabras de forma


automática y fluida. Aparecen aquí las necesarias habilidades fonológicas
(conocimiento de la correspondencia entre grafemas y fornemas, conciencia fonémica),
las habilidades ortográficas (por ejemplo, la capacidad de representar mentalmente la
forma visual de la palabra) y las habilidades grafomotoras (habilidades psicomotoras
relacionadas con el correcto desarrollo de los patrones grafomotores de las letras, la
coordinación oculo-manual...). Estas habilidades están interrelaciondas: un buen
desarrollo fonológico lleva a una más rápida adquisición de las representaciones
ortográficas. Un buen desarrollo y práctica grafmotora ayuda, asimismo, al recuerdo de
la ortografía (de ahí la importancia de la escritura manual). Los niños con dificultades
en el desarrollo fonológico, como los niños con dislexia, o en el desarrollo grafomotor,
como los llamados disgráficos, serían niños con dificultades en este componente.
B) Conocimiento para la generación de textos: se incluye aquí el vocabulario, la
capacidad de generar frases de estructuras sintácticas complejas, el uso de los
conectores, los diferentes tipos de texto...Los autores incluye aquí diferentes
conocimientos del ámbito lingüístico que van desde el nivel más bajo
(palabra/vocaulario) a niveles más altos (generación de la estructura de un texto). Los
niños con déficits en el desarrollo del lenguaje o que provienen de contextos
desfavorecidos tendría, típicamente, dificultades en dicho componente.

C) Habilidades de auto-regulación: capacidad para planificarse, secuenciar una tara


compleja en pasos diversos, monitorizar la ejecución de dichos pasos, revisar las
propias producciones. Se incluiría aquí también el conocimiento metacognitivo relativo
al desarrollo de dichos procesos. Los niños con dificultades en el desarrollo de las
funciones ejecutivas (como los niños con TDAH, pero no sólo) tendrían dificultades en
dicho componente.
El desarrollo de dichos componentes se encuentra mediado, según el modelo, por el
acceso fluido a la información almacenada en la memoria a largo plazo y por la
capacidad de los niños de manipular información mentalmente mientras operan
(memoria operativa).

Principios de intervención que se derivan del modelo:

1) La automatización de los procesos de transcripción es necesaria para liberar recursos


cognitivos que se destinen a otros componentes. Los niños que tengan que derivar
excesiva atención a la conversión de fonemas en grafemas, a la ortografía o al desarrollo
de los trazos que forman las palabras no liberarán los recursos necesarios para escribir
un texto coherente y con un mensaje ordenado.

2) Las dificultades en la escritura son heterogéneas, puede haber dificultades en


cualquiera de los componentes o en varios de ellos a la vez (por ejemplo, es frecuente
que los niños con problemas fonológicos tengan, en ocasiones, otros déficits en las
funciones ejecutivas o en el desarrollo del vocabulario). La intervención deberá partir de
una evaluación rigurosa de los componentes asociados.

3) Los diferentes componentes están interrelacionados y no son compartimentos


estancos. Por ejemplo, un buen desarrollo de las funciones ejecutivas puede ser útil para
revisar y editar mis errores en la transcripción. Deben estudiarse y comprenderse dichas
relaciones para el diseño de la intervención.

En otras publicaciones veremos intervenciones con respaldo empírico para las diferentes
dificultades arriba expuestas.

Referencia: Berninger, V. W., & Amtmann, D. (2003). Preventing written expression


disabilities through early and continuing assessment and intervention for handwriting
and/or spelling problems: Research into practice. In H. L. Swanson, K. R. Harris, & S.
Graham (Eds.), Handbook of learning disabilities (p. 345–363). The Guilford Press.

También podría gustarte