El concepto clásico de la obligación ha evolucionado a lo largo de la historia. Originalmente, la obligación se refería a la responsabilidad personal por delitos, donde el infractor quedaba "obligatus" o sometido a la víctima. Con el tiempo, el derecho pretorio modificó el sistema de obligaciones romano para proteger más a los deudores. En la época de Justiniano, el derecho sobre obligaciones se recogió en las Instituciones.
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El concepto clásico de la obligación ha evolucionado a lo largo de la historia. Originalmente, la obligación se refería a la responsabilidad personal por delitos, donde el infractor quedaba "obligatus" o sometido a la víctima. Con el tiempo, el derecho pretorio modificó el sistema de obligaciones romano para proteger más a los deudores. En la época de Justiniano, el derecho sobre obligaciones se recogió en las Instituciones.
El concepto clásico de la obligación ha evolucionado a lo largo de la historia. Originalmente, la obligación se refería a la responsabilidad personal por delitos, donde el infractor quedaba "obligatus" o sometido a la víctima. Con el tiempo, el derecho pretorio modificó el sistema de obligaciones romano para proteger más a los deudores. En la época de Justiniano, el derecho sobre obligaciones se recogió en las Instituciones.
El concepto clásico de la obligación ha evolucionado a lo largo de la historia. Originalmente, la obligación se refería a la responsabilidad personal por delitos, donde el infractor quedaba "obligatus" o sometido a la víctima. Con el tiempo, el derecho pretorio modificó el sistema de obligaciones romano para proteger más a los deudores. En la época de Justiniano, el derecho sobre obligaciones se recogió en las Instituciones.
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El concepto clásico de la obligación es producto de una larga
evolución jurídica. La raíz más primitiva de la obligación es la
responsabilidad personal creada por el hecho de que una persona se halle, para determinados fines, sometida al poder de aprehensión de otra. El fin más antiguo, al que va unido este poder de aprehensión, es la expiación que se debe por la comisión de un delito (delictum), de un acto antijurídico causado por otra persona. Los romanos distinguen en estos actos, aquellos que son causados a la comunidad: el pueblo, el Estado (crimina publica) y los causados al particular, a su familia o a sus bienes (delicta privata). Solo estos últimos pertenecen a la esfera del Derecho privado y pueden ser perseguidos por el perjudicado, mediante un proceso civil. Pero tal vez el proceso penal y público, deriva, en la mayoría de los delitos, del proceso privado. Las Instituciones de Justiniano definieron así la obligación: es un lazo jurídico, en virtud del cual estamos constreñidos a pagar conforme al derecho de nuestra ciudad. “Obligatio est iuris vinculum, quo necessitate adstringimur alicuius solvendae rei, secundum nostrae civitatis iura”. La obligación está así comparada a un lazo que une una a otra a las personas entre las cuales ha sido creada.6 También encontramos una cita de Paulo en el Digesto y que dice la esencia de la obligación no consiste en que uno haga nuestra una cosa o una servidumbre, sino en constreñir a otro para que nos dé, haga o indemnice algo. “Obligationum substancia non in eo consistit, ut aliquod corpus nostrum aut servitutem nostrat facia, sed ut alium nobis obstringat ad dandum aliquid vel faciendum vel praestandum”.7 “Ninguna institución presenta una conexión tan Intima y evidente entre el derecho y la acción como la de las obligaciones.” Al igual que otros conceptos romanos la obligación sufrió transformaciones a lo largo de su vida jurídica y por ello su evolución es posible seguirla en las distintas etapas históricas. Según el autor italiano Bonfante “el concepto de obligación debió haber aparecido en el campo de los delitos. La responsabilidad penal implicaba el sometimiento del infractor, quién quedaba obligatus (atado, sujetado) es decir sometido a la victima”.9 Así pues el ladrón como el que pedía algo prestado quedaban obligados con su propia persona y “más que tener un significado patrimonial la obligación implicaba un sometimiento personal.”10 Debemos señalar que si el sometimiento era físico ocasionaba en el caso de incumplimiento que el deudor podía perder la libertad e incluso la vida. Esta situación primitiva e injusta “fue corregida en gran parte en el año 326 A.C. por la Lex Poetelia Papiria la que mejoró la situación de los deudores insolventes, al prohibir tenerles atados si la deuda no procedía de delito, ordenando al propio tiempo, dejar en libertad a los que jurasen poder pagar. No puede precisarse si esta ley impedía el ejercicio de la manus iniectio en virtud del nexum.” El sistema romano de obligaciones fue en general formalista y rígido pero el Derecho pretorio actuó sobre él y se fue modificando cada vez mas en favor de los deudores. En tiempo de Justiniano el Derecho sobre obligaciones se encuentra en las Instituciones.12 Los cuerpos legales antiguos no intentaron la construcción de un sistema sobre obligaciones en general ni dieron por tanto el concepto genérico de estas. En tanto en Las Partidas se dice que son el “ligamento que es fecho según ley o según natura”, concepto en el que se ve algo del formulado por los romanos, si bien se distingue de él en que el Derecho romano limitaba el derecho de obligación a la ciudad en tanto que Las Partidas se inspiran en un criterio más amplio, admitiendo como verdaderas obligaciones no solo las garantizadas por la ley civil, sino también por las naturales.