Tema 3. El Aborto
Tema 3. El Aborto
Tema 3. El Aborto
CUESTIONES POLÍTICO-CRIMINALES
DIFERENTE PROTECCIÓN PENAL DE LA VIDA DEPENDIENTE O PRENATAL
La distinción entre la vida humana dependiente o en formación y la vida humana
independiente se hace posible gracias a la evidencia de la gradualidad con la que se
presenta la vida humana, desde sus inicios (fecundación del óvulo) hasta la muerte.
La vida humana atraviesa etapas que son distintas desde un punto de vista natural y que
reciben una distinción valorativa por el Derecho Penal.
La vida humana dependiente se considera un bien jurídico protegido en virtud del art. 15 CE
(“todos tienen derecho a la vida”) que exige una protección legal efectiva que incluye, como
última garantía, la intervención jurídico-penal. Pero ésta no llega a equipararse a la vida
humana independiente.
CONFLICTO DE INTERESES
En la mayoría de los casos de protección de la vida humana dependiente coincide con los
intereses de la propia madre, por lo que tal situación de dependencia no es problemática. Sin
embargo, en ocasiones, la referida protección entra en colisión con la de ciertos intereses que
pueden llegar a alcanzar el rango de derechos fundamentales.
La vida en formación es un bien jurídico que se protege, aunque no en todo caso. Al igual que
el Derecho Penal no protege a los seres humanos en determinados casos (como en la legítima
defensa), tampoco lo hace respecto del ser en formación, en los casos en los que haya un
conflicto de intereses.
- En estos casos se requiere que el Derecho realice una valoración y prevea en qué
casos prevalecen los derechos de la mujer frente a los del nasciturus. Aquí cobra
relevancia la voluntad de la mujer gestante.
Cuestiones aclaradas:
- Sólo la persona ya nacida es titular de derechos fundamentales.
- El concebido y no nacido, nasciturus, no es titular de derechos fundamentales, pero es
un bien jurídico protegible en virtud del art. 15 CE, y se ha de determinar en qué
medida lo es así.
SISTEMAS DE REGULACIÓN
- Las posiciones extremistas que afirman la inconstitucionalidad del aborto no son
compatibles con el Derecho español ni europeo. Cabe destacar también la prueba de
la escasa eficacia de la punición total, que provoca un aumento del número de abortos
clandestinos.
2. El objeto material del delito de aborto es la acción abortiva que incide sobre el embrión o
feto vivo anidado (a partir de las 12-14 semanas) y viable intrauterinamente (es decir, que no
sería abortado espontáneamente, y en principio podría ser gestado a término, aunque no
sobreviviera después de su nacimiento). Por tanto, la eliminación de embriones absolutamente
inviables sería atípica.
TIPO OBJETIVO
Con respecto a la conducta típica, el delito de aborto no está limitado en absoluto a ninguna
forma o medio de ejecución determinados. Serán típicos, por tanto, supuestos tan diversos
como la extracción de un embrión llevada a cabo por un médico o la muerte de un feto
producida por una agresión violenta contra la gestante. El tipo objetivo:
EXIMENTES ESPECÍFICAS
Se suscita aquí la duda de si se podrían aplicar las causas de justificación genéricas del artículo
20 CP. Algunos entienden que cuando el legislador ha regulado las causas de justificación
específicas (tasando la conducta permitida y estableciendo sus límites), no se pueden alegar
causas de justificación genéricas.
Sin embargo, otros entienden que la existencia de una serie de supuestos legales específicos
que eximen de responsabilidad no excluye la posibilidad de que sean de aplicación las
exenciones de responsabilidad genéricas del Código Penal.
ELEMENTO SUBJETIVO
- Dolo. Cabe el dolo directo, de segundo grado e incluso eventual (por ejemplo, el
marido que da una paliza a su mujer embarazada, que sabe que existe la posibilidad de
que se produzca una interrupción de la gestación)
- Imprudencia. El aborto imprudente es punible sólo en los casos de imprudencia grave
y cometida por una tercera persona, que no sea la mujer gestante.
Con Consentimiento de la Mujer (No Supuestos Permitidos por la Ley) – Art. 145 CP
El aborto también puede darse con consentimiento de la mujer o causado por la propia mujer
fuera de los casos permitidos por la Ley. Se trata de una modalidad en que, de acuerdo con la
gestante, un tercero provoca el aborto. Por tanto, exige la participación de la mujer en el
hecho, si bien la intervención de ésta es objeto de un tratamiento específico en el art. 145.2
CP.
- El auto aborto doloso consiste en que la mujer produzca ella misma el aborto. En la
práctica ello suele conseguirse mediante el empleo de medicamentos legales
aplicables a otros fines, pero con efectos abortivos. Sin embargo, si el auto aborto se
verifica durante las catorce primeras semanas de gestación, es de aplicación la
indicación correspondiente y la conducta no es punible (art. 145 bis CP)
- En cuanto al aborto consentido por la mujer fuera de los casos permitidos por la ley,
cuando consintiere que un tercero le cause un aborto, se plantearía la cooperación
necesaria o, incluso, la coautoría de la embarazada en el hecho previsto en el art.
145.1 CP. Para evitarlo, estos casos son objeto de tratamiento atenuado en el art.
145.2 CP.
Con Consentimiento de la Mujer en Casos Permitidos por la Ley, Faltando algún otro
Requisito – Art. 145 bis CP
En el artículo 145 bis CP se regula el aborto dentro de los casos previstos por la ley, sin cumplir
otros requisitos. En todo caso, el juez o tribunal impondrá las penas previstas en este artículo
en su mitad superior si la conducta se lleva a cabo a partir de las 22 semanas, para quien lo
practica. A la mujer solo se le aplican estos casos una pena de multa porque se entiende que se
encuentra en un conflicto de intereses.
ABORTO IMPRUDENTE
Esta modalidad de aborto, introducida por el Código Penal de 1995, supuso una novedad en
nuestro ordenamiento, que hasta entonces se limitaba a regular el aborto imprudente
cometido por medios violentos.
Artículo 146 CP: “1. El que por imprudencia grave ocasionare un aborto será castigado con la
pena de prisión de tres a cinco meses o multa de seis a diez meses. 2. Cuando el aborto fuere
cometido por imprudencia profesional se impondrá asimismo la pena de inhabilitación especial
para el ejercicio de la profesión, oficio o cargo por un periodo de uno a tres años. 3. La
embarazada no será penada a tenor de este precepto.”
FORMAS DE APARICIÓN
ERROR SOBRE EXIMENTES ESPECÍFICAS
En principio, y siguiendo la doctrina mayoritaria, la cuestión debe tratarse de acuerdo con las
distintas modalidades de error sobre una causa de justificación que se presenten.
- Así, un error de diagnóstico del médico que dictamina o de cálculo del plazo
constituye un error sobre los presupuestos objetivos de la indicación (a solucionar de
acuerdo con el artículo 14.1 CP, que regula el error de tipo).
- En cambio, el error sobre la valoración jurídica del hecho (por ejemplo, interpretar
erróneamente, por exceso de laxitud, el requisito “grave riesgo para la salud”) da pie,
en su caso, a un error de prohibición (artículo 14.3 CP).
* En el caso de la mujer que acude a un centro acreditado donde se le indique que concurre un
supuesto legal normalmente se encontrará en una situación de error invencible.
Tentativa Punible
Fuera de los casos en los que está permitida o justificada la interrupción del embarazo, el
aborto sigue siendo un hecho punible y, por tanto, también es punible la tentativa de aborto.
En la tentativa de aborto es necesario que comiencen los actos ejecutivos del mismo, no
siendo suficiente con la realización de actos preparatorios (compra de algún producto
abortivo, exploración previa de la mujer, etc.)
Participación
Los problemas de participación aparecen en los casos de auto aborto (artículo 145.2 CP).
Resulta problemática la intervención de terceros cuando no son propiamente coautores del
hecho, en cuyo caso les es aplicable el art. 145.1 CP, sino simples partícipes en un aborto cuyo
único autor es la mujer. Con independencia de cuál sea el fundamento de la menos penalidad
del delito del art. 145.2 CP, el único hecho típico que se produce es un auto aborto, por lo que
el delito de referencia para castigar a los partícipes deberá ser este precepto.
Concursos
- Homicidio doloso o imprudente de la gestante y subsiguiente aborto.
- Aborto doloso o imprudente y homicidio o lesiones de la gestante a consecuencia de
las prácticas abortivas.
- Aborto y lesiones al feto.
Existen supuestos en los que la práctica de un aborto queda exenta de pena. Regulaciones de
este tipo existen en casi todos los países de Europa y, simplificadamente, puesto que en
muchos países se combinan ambos sistemas, pueden agruparse en dos modelos o técnicas
diferentes:
SISTEMA DE INDICACIONES
La vida humana intrauterina se considera el interés preeminente en todo embarazo.
Ahora bien, se prevén situaciones específicas en las que el conflicto es más intenso y
los intereses de la mujer prevalecen, admitiéndose que se resuelva poniendo término
a la gestación. Esta constatación de situación excepcional queda en manos de terceros.
En la práctica este sistema es muy restrictivo en ciertos países (por ejemplo, Polonia o Irlanda)
mientras que en otros la situación es casi equiparable al sistema de plazos (así, en Gran
Bretaña, Italia o Finlandia)
La regulación del aborto vigente en nuestro país entre 1995 y 2010 respondía a este modelo.
Se admitían tres tipos de indicaciones:
SISTEMA DE PLAZOS
Durante un tiempo, los intereses de la mujer que pueden verse afectados por un
embarazo (salud, libre desarrollo de la personalidad, etc.) se consideran prevalentes
por regla general frente a la vida prenatal, de manera que el aborto puede practicarse
sin restricciones durante ese periodo. Aumenta el ámbito de autonomía de la mujer.
Destacan la STEDH 20-3-07 y la Resolución del Consejo de Europa 1067/2008. Con distintos
matices, este sistema está aceptado en distintos países como Canadá, Estados Unidos, Francia,
Holanda y la mayoría de los países escandinavos y de Europa del Este.
La regulación introducida por la LO 2/2010 prevé la posibilidad de que la mujer pueda poner
fin al embarazo durante las catorce primeras semanas de gestación (aumenta el ámbito de
autonomía de la mujer), siempre que, tras haber sido informada de los derechos, prestaciones
y ayudas públicas de apoyo a la maternidad, la intervención no se efectúe hasta que haya
transcurrido un plazo de tres días (art. 14 LO 2/2010)
El sistema se complementa con el aborto por causas médicas, que comprende dos
indicaciones, la terapéutica y la embriopática, que pueden aplicarse a estadios más avanzados
del embarazo; después del plazo de catorce semanas solo podrá interrumpirse el embarazo si
concurre alguna de esas indicaciones. Así, se restringen los supuestos de indicaciones respecto
del sistema previo (se elimina la indicación ética o criminológica)
Requisitos Comunes
- Requisito de información previa sobre derechos, prestaciones y ayudas de apoyo a la
maternidad y transcurso de al menos 3 días desde información hasta la intervención
(art. 14 LO 2/2010)
Minoría de Edad
- Menores de entre 16 y 18 años . Hasta la reforma del 2015 podían decidir por sí
mismas, pero tenían el deber de informar a un representante legal, salvo que la menor
alegue fundadamente que el hecho de informar le puede provocar un conflicto grave
(peligro cierto de violencia intrafamiliar, amenazas, coacciones, malos tratos o
situación de desarraigo o desamparo). Sin embargo, ahora es obligatorio el
consentimiento de progenitor/tutor.
SUPUESTOS PERMITIDOS
Interrupción del Embarazo por Causas Médicas Excepcionales (Fuera de las Catorce
Semanas)
1. Indicación terapéutica: Grave riesgo para vida o salud embarazada. La gravedad del peligro
debe responder a un baremo configurado entre la magnitud del posible daño y la probabilidad
de su producción. Cuanto menos grave sea la afectación, mayor grado de probabilidad debe
exigirse.
Según el artículo 15.a) LO 2/2010, durante las veintidós primeras semanas de gestación no será
punible el aborto realizado para evitar un grave peligro para la vida o salud de la embarazada.
En caso de conflicto prevalece el derecho a la vida o salud de la gestante. La afectación debe
ser distinta a las alteraciones propias de un embarazo y parto normal y no es necesario que el
embarazo sea el causante de la enfermedad o afección. Sino que basta con que la gestación
suponga un factor de riesgo adicional.
Se plantea la cuestión de si cabe acogerse a las eximentes genéricas, fuera de los supuestos
recogidos en las eximentes específicas de la LO 2010.