Justo Arosemana Panama
Justo Arosemana Panama
Justo Arosemana Panama
Asignación Nº 2
Fecha de entrega
16 de octubre del 2022
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Leer los títulos 1 y 2 del documento.
La fiebre del oro no solo despertó al Istmo de Panama del letargo económico de
varias décadas, si no también lo convulsiono en sus estructuras sociales e
instituciones políticas.
La fiesbre del oro lejos de ser un auge económico para panama se convirtió en
una situación lamentable, ya que escaseo la riqueza metálica, ya que todas las
ganancias se destinaban a importaciones.
El ferrocarril era una obra productiva para los empresarios pero no traerá al
istmo esa estupenda prosperidad que se imagina (reflexión de justo arosemana)
Los hechos que se produjeron a raíz de la fiebre de oro de california, trajo como
consecuencia la construcción de una vía férrea, en ese entonces pusieron en la mira a
el Istmo por parte de los Estados Unidos, haciendo mas potable y posible la
construcción del Canal Interoceánico de Panamá que es un pilar importante en nuestro
país de manera comercial, turístico e histórico.
El presidente James Monroe, en 1823, anunció que Estados Unidos protegería a los
países sudamericanos de las amenazas de colonización por parte de países europeos:
"América para los americanos". Posteriormente, en 1904, Theodore Roosevelt amplió
esa política para defender los derechos de las empresas norteamericanas en América
Latina. Esas acciones fueron conocidas como la doctrina Monroe.
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terminaban, Prusia, Austria y Rusia formaban la Santa Alianza para defender el
monarquismo. En particular, la Santa Alianza autorizó incursiones militares para
restablecer el dominio de los Borbones sobre España, así como bajo sus colonias, que
estaban en la época estableciendo su independencia.
La doctrina del destino manifiesto (en inglés, Manifest Destiny) es una frase e idea que
expresa la creencia en que los Estados Unidos de América es una nación elegida y
destinada a expandirse desde las costas del Atlántico hasta el Pacífico; forma parte del
llamado mito de la frontera. A esta mentalidad se la conoció como el Destino
Manifiesto, actitud que llevó, por ejemplo, a una guerra contra España (1898) para
apoderarse de Puerto Rico e intervenir en Cuba. Esta idea es también usada por los
partidarios para justificar otras adquisiciones territoriales. Los partidarios de esta
ideología creen que la expansión no solo es buena, sino también obvia (manifiesta) y
certera. Esta ideología podría resumirse en la frase: «Por la Autoridad Divina o de
Dios».
El origen del concepto del "Destino Manifiesto" se podría remontar a la época en que
comenzaron a llegar los primeros colonos y granjeros desde Inglaterra y Escocia al
territorio de lo que más tarde serían los Estados Unidos. En su mayoría eran
protestantes y puritanos.
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Para remontarse al origen de los debates sobre la apropiación territorial, como las que
postula el Planisferio de Cantino, es posible extenderse a los orígenes del término
Destino manifiesto. Aparece por primera vez en el artículo «Anexión» del periodista
John L. O'Sullivan, publicado en la revista Democratic Review de Nueva York, en el
número de julio-agosto de 1845. En él se decía:
La virtud de las instituciones y los ciudadanos de EE. UU.La misión para extender estas
instituciones, rehaciendo el mundo a imagen de los EE. UU.
La descripción del presidente Abraham Lincoln de los Estados Unidos como «la última
y mejor esperanza sobre la faz de la Tierra» es una expresión muy conocida de esta
idea. Lincoln era un puritano y gran conocedor de los preceptos bíblicos, sus discursos
eran casi salmos de un carácter muy convincente para los congresistas de la naciente
república unificada.
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soberanía sobre este conjunto. Su artículo 6 confiere derechos especiales a
Washington en tiempos de guerra, que convierten virtualmente a Panamá, desde el
punto de vista militar, en un nuevo Estado de la Unión.
El Destino Manifiesto no fue una tesis abrazada por toda la sociedad estadounidense.
Las diferencias dentro del propio país acerca del objetivo y consecuencias de la política
de expansión determinaron su aceptación o resistencia.
Los estados del noreste creían mayoritariamente que Estados Unidos debía llevar su
concepto de “civilización” por todo el continente mediante la expansión territorial.
Además, para los intereses comerciales estadounidenses, la expansión ofrecía grandes
y lucrativos accesos a los mercados extranjeros y permitía así competir en mejores
condiciones con los británicos. El poseer puertos en el Pacífico facilitaría el comercio
con Asia.
Los estados del sur pretendían extender la esclavitud. Nuevos estados esclavistas
reforzarían el poder del sur en Washington y servirían también para colocar a la
creciente población de esclavos.
Otro punto de discusión fue el empleo de la fuerza. Algunos líderes políticos (cuyo
máximo exponente fue James K. Polk) no dudaban en intentar anexionarse el mayor
territorio posible aun a riesgo de desencadenar guerras (como de hecho pasó) con
otras naciones. Otros se opusieron (aunque tímidamente) al uso de la fuerza,
basándose en que los beneficios de su sistema bastarían por sí solos para que los
territorios se les unieran voluntariamente.
Se puede decir que los propios partidarios del "Destino Manifiesto" formaban un grupo
heterogéneo y con diferentes intereses.