10 MLDP Liderazgo-Resonante
10 MLDP Liderazgo-Resonante
10 MLDP Liderazgo-Resonante
La resonancia de un líder es
un factor imprescindible para
el éxito.
• Autogestión
Piensan
Actúan
Comunican
Nuestro Propósito
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https://www.ted.com/talks/simon_sinek_how_great_leaders_inspire_action?language=es
¿Cómo lo hacemos
para potenciar el
impacto de este
estilo?
70 - 20 - 10
Preguntas Potentes.
Nosotros
Tú Yo
¿Cómo lo hacemos
para potenciar el
impacto de este
estilo?
Establecer relaciones.
Líderes que tengan una relación extraordinaria
con los demás, que sean cercanos y exista una
familiaridad importante con su equipo.
¿Cómo lo hacemos
para potenciar el
impacto de este
estilo?
¿Cómo lo hacemos
para potenciar el
impacto de este
estilo?
¿Cómo lo hacemos
para potenciar el
impacto de este
estilo?
¿Cómo lo hacemos
para potenciar el
impacto de este
estilo?
Se puede
aprender,
contra todo lo
que se creía,
durante toda la
vida de una
persona.
El alcohol, el
tabaco, dormir
mal y una dieta
desequilibrada
las destruye
directamente.
Neuronas espejo
Observar a los otros para interactuar
Entenderlos
Aprender
Aprendizaje
Memorización
Practicamos
Neuroplasticidad
Cerebral
Se dirigió un día al que se consideraba el mejor maestro arquero de su país, y le expresó su deseo:
-Maestro, quisiera ser el mejor arquero del mundo, ¿qué podría hacer? -preguntó el joven-.
-Si quieres ser el mejor arquero del mundo, debes alcanzar con una de tus flechas a la Luna. Hasta
ahora nadie lo ha conseguido. Tú serías el primero si lo lograras, y al hacerlo, nadie cuestionaría que
eres el mejor -respondió el maestro-.
De este modo, el muchacho decidió seguir el consejo que le había sido dado. Preparó su arco y sus
flechas, y cada noche disparaba a la Luna que salía tras el horizonte del mar. Cada noche,
perseverante, sin faltar ninguna vez a su cita, fuera la Luna llena, menguante, creciente, incluso
cuando era nueva y apenas se adivinaba su leve luz.
Los vecinos y amigos se burlaban de él. “El loco de la Luna”, le llamaban. Pero él, ignorando los
insultos, provocaciones y ofensas, seguía cada noche en su empeño.
El caso es que nadie sabe si en alguna ocasión alcanzó la Luna, pero su empeño y los millones de
disparos de flechas que realizó en su intento por alcanzarla tuvieron un premio secundario: se
convirtió, sin duda, en el mejor arquero del mundo. Era imbatible, de noche, y por supuesto, a plena luz
del día.