Cap IV
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Cap IV
USO Y CONSERVACIÓN
Nicolás Pelegrín
La población humana crece a tasas muy altas. Entre los años 1950 y 2000 la población
mundial aumentó aproximadamente en un 130% y, en la actualidad, alrededor de siete mil
millones de personas habitan el planeta (Fig. 1). A la par de este aumento poblacional se
estimó recientemente que la tasa de extinción de especies de plantas y animales, a nivel
mundial, era la más alta de los últimos 65 millones de años. Este dato alertó a los
científicos acerca del conflicto existente entre la expansión de las actividades productivas
humanas, el uso de la naturaleza y la conservación de la biodiversidad (Primack y Ros
2002).
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Las acciones para lograr los objetivos de preservación y uso sustentable de los
bienes naturales, presentan la dificultad de requerir una importante inversión de tiempo,
dinero y recursos humanos capacitados. En la mayoría de los casos, los biólogos de la
conservación se enfrentan a la escasez de estos recursos, por lo que se han elaborado
distintas estrategias para maximizar el número de especies a proteger y los hábitats a
conservar y minimizar los costos necesarios para realizarlo. De esta forma, podemos
establecer estrategias de conservación dirigidas a: 1) especies (especies en peligro, especies
endémicas, especies clave, especies emblemáticas, etc.); 2) comunidades y ecosistemas; 3)
centros de diversidad ó 4) las áreas silvestres.
Cuando los esfuerzos de conservación están dirigidos a especies, muchas veces la
identificación y selección de especies emblemáticas (especies “bandera” y especies
“paraguas”) resulta de gran importancia. Las especies "bandera" son aquellas carismáticas,
las que permiten atraer la atención sobre un objetivo de conservación. Sirven de base para
generar campañas de concientización y movilizar el apoyo de la comunidad. Un ejemplo
claro es el cóndor andino (Vultur griphus) que tiene una población bien desarrollada sobre
las Sierras Grandes. Conscientes de su atractivo, las autoridades denominaron Parque
Nacional Quebrada del Condorito al único parque nacional de nuestra provincia ya que
alberga esta especie. Sin embargo la región protegida también posee gran valor escénico,
cultural, biológico y como cuenca de captación de aguas por su ubicación sobre las Sierras
Grandes. Obviamente, el cóndor, aunque importante, no es el único bien a proteger (Fig.
2).
Las especies “paraguas” son también seleccionadas para tomar decisiones relacionadas con
la conservación porque protegiendo estas especies, se protegen de forma indirecta muchas
otras que componen la comunidad, dada la gran extensión del hábitat que ocupan. Un
ejemplo claro es el yaguareté (Panthera onca), que habitó los bosques chaqueños de la
provincia hasta mediados del Siglo XIX y que desapareció cuando comenzó la explotación
de los mismos con la llegada del ferrocarril a la provincia. En la actualidad esta especie se
encuentra relegada con pequeñas poblaciones en los bosques tropicales del norte del país
poniendo en evidencia la rápida degradación de su hábitat aún en áreas protegidas. Por ello
existen Organizaciones no Gubernamentales que luchan por su conservación, conscientes
de que al mimo tiempo están luchando por la conservación de valiosos ambientes naturales
ricos en biodiversidad (Fig. 3).
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Fig. 3: Yaguareté (Panthera onca)
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Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Universidad Nacional de Córdoba) forma
profesionales capacitados para el asesoramiento y la toma de decisiones en todos los
aspectos relacionados a la administración de la vida silvestre.
Los egresados de esta Maestría han trabajado en diversos aspectos relacionados con
la problemática ambiental de la provincia, del país e incluso de países limítrofes. Estos van
desde la evaluación del estado y la estructura de las áreas naturales, hasta la determinación
y estudio de los impactos de disturbios antrópicos y la degradación ambiental sobre
especies y sus poblaciones en la provincia.
Estrategias de Conservación
Una de las principales causas de la pérdida y degradación del hábitat es el cambio en el uso
de la tierra. En nuestra provincia, en solo 30 años (desde 1969 a 1999) se perdió más del
80% del área boscosa original, producto del avance de la frontera agropecuaria (Zak et al.
2004) (Fig. 4). Para evitar estos problemas, es necesario realizar una planificación que
contemple tanto los beneficios de la explotación de los recursos como sus desventajas. Así,
el ordenamiento territorial involucra la toma de decisiones concertadas de los actores
sociales, económicos, políticos y técnicos, para la ocupación ordenada y uso sustentable
del territorio. Por ello, la Ley de Bosques de Córdoba debería contemplar la conservación
de las masas boscosas mejor conservadas residuales y la restauración de aquéllas
significativas para la conservación de la fauna y de los servicios ecosistémicos.
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Ia – Reserva natural estricta: Un área de tierra o mar que posee un ecosistema
excepcional o representativo, características geológicas o fisiológicas o especies de interés
primario, que están disponibles principalmente para su estudio científico o seguimiento
ambiental.
Ib – Área de vida salvaje: Grandes espacios de tierra o mar sin modificaciones o
con pequeñas modificaciones, que mantienen su carácter natural e influencia, sin presencia
o con poca presencia humana, que son protegidos y gestionados de manera de preservar su
condición natural.
III – Monumento natural: Un área que contiene uno o más sitios específicos de
valor e importancia natural o cultural excepcional debido a su rareza, cualidades estéticas
inherentes o significado cultural.
Parques Nacionales
1. Parque Nacional Quebrada del Condorito.
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2. Refugio de Vida Silvestre Monte de las Barrancas.
3. Reserva de Uso Múltiple, Bañados del Río Dulce y Laguna Mar
Chiquita.
4. Reserva Hídrica Natural La Quebrada.
5. Reserva Salinas Grandes.
6. Parque Natural y Reserva Natural Forestal Chancaní, Reserva
Hídrica.
7. Reserva Hídrica Provincial Sierras y Pampa de Achala.
8. Corredor biogeográfico del Chaco Árido.
9. Corredor Biogeográfico del Caldén.
10. Reserva Natural de Fauna La Felipa.
Reservas Municipales:
1- Reserva Urbana Parque San Martín (Ciudad de Córdoba)
2- Reserva los Manantiales (Río Ceballos)
BIBLIOGRAFÍA
Bonino, E.E., Araujo, P. 2005. Structural differences between a primary and a secondary
forest in the Argentine Dry Chaco and management implications. Forest Ecology
and Management 206: 407-412.
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Primack, R.B., Ros, J. 2002. Introducción a la Biología de la Conservación. Editorial Ariel
S.A. España.
IUCN. 2008. World Heritage and Protected Areas. World Heritage Convention, N° 3.
Zak, M.R., Cabido, M., Hodgson, J.G. 2004. Do subtropical forests in the Gran Chaco,
Argentina, have a future? Biological Conservation 120: 589-598.