Seminario I - Guión
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En primer lugar, me disculpo al no poder estar presente el día de hoy. Por motivos
personales he tenido que ausentarme, pero eso no me impide, por lo menos, dejar escrita
mi parte del trabajo.
Ahora bien, para comenzar y entrar en materia, nadie puede negar que los avances
tecnológicos han significado un importante cambio dentro de nuestra sociedad y por tanto,
en nuestra vida cotidiana. La mejora de las comunicaciones es una de las facilidades más
provechosas que ha traído consigo la tecnología y esta, ha generado un impacto tanto
positivo como negativo.
En cuanto a lo que tiene que ver con la política, la digitalización de la misma le ha permitido
sobrepasar barreras y evolucionar de modo que pueda mantenerse vigente como una
disciplina visible e interesante. Si antes se consideraba la política como un bien del que sólo
podían hacer uso unos pocos, ahora la universalización de la información da lugar a un
incremento de la concienciación y, por consecuente, a la disminución de la ignorancia, pues
tal cómo dijo alguna vez Aristóteles: “el ignorante afirma mientras que el sabio duda y
reflexiona”. Es esto exactamente lo que sucede en la actualidad. La gente es
constantemente bombardeada con información, la cual, se procesa de manera individual y,
posteriormente, se desarrolla en el ámbito social.
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Por supuesto, que esto no ocurre de la misma manera entre los distintos grupos de edad,
pero es claro que la población juvenil es la que más saca provecho del mundo digital, pues
al estar en un proceso de desarrollo de identidad personal, las redes sociales juegan un
papel fundamental y el aspecto político no es una excepción.
Para dar un ejemplo mucho más conciso, podríamos hablar sobre el proceso electoral vivido
en Estados Unidos en 2020, el cual, en medio de una pandemia que condicionó las
relaciones humanas al ámbito digital, reflejó el descontento de la población joven
estadounidense con las políticas de Donald Trump dando lugar a una mayor participación
por parte de la juventud y a la elección de Joe Biden como presidente . No lo digo yo, lo dice
la revista Time apoyándose en el CIRCLE (Center for Information and Research on Civic
Learning and Engagement at Tufts University), el cual informó que la participación de los
jóvenes rompió récord al aumentar 11 puntos porcentuales en contraste con las elecciones
de 2016, siendo la participación más alta de la historia desde que la edad mínima para votar
se redujo a 18 años.
Finalmente, sobre si la digitalización es buena o mala para la democracia, considero que se
trata de una pregunta subjetiva, pero si se me permite, desde mi punto de vista pienso que
la digitalización es en gran parte ventajosa para los sistemas democráticos al incluir a más
personas dentro del espectro político y al darles, como dije anteriormente, un espacio para
reclamar su derecho a la libre expresión. Al fin y al cabo, una de las ideas básicas de la
democracia consiste en dar voz al pueblo, y si hablamos de pueblo, hablamos de todos los
agentes que conforman la sociedad sin importar sus condiciones.
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Sin embargo, nada es perfecto, y por supuesto, hay que tener en cuenta puntos negativos
de la digitalización como las fake news. Si hablamos de la universalización de la
información, hablamos también de un flujo constante de conocimiento al que la población
está expuesta en cada momento. En sólo un segundo podemos enterarnos de
acontecimientos de gran importancia y, si nos dejamos llevar por las emociones, podemos
dar por verídica cualquier cosa que vemos en Internet.
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Finalmente, hay que hablar de la autora Nadia Viounnikoff-Benet y su obra La imagen del
candidato en la era digital, obra en la que expone la sobresaturación informativa (a la que
hemos hecho referencia) y por ende, la manera en la que un candidato debería mobilizarse
en el plano digital si quiere ganar la atención que requiere para puntear en su respectiva
carrera electoral.
Viounnikoff-Benet hace hincapié en la importancia actual del mundo de Internet para los
procesos electorales, por lo que poner empeño en mejorar la escenografía política es
esencial para ganar apoyo. Esta idea la plasma en la frase: “el mundo digital es
imprescindible para la política, en especial para sus campañas electorales”.