V PT 1 Distribucion de Las Drogas

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UNIDAD V

DISTRIBUCION DE LAS DROGAS EN EL ORGANISMO.

Las Drogas en la sangre. Las drogas ya sean inyectadas directamente en la circulación o


bien absorbidas por la vía sanguínea o linfática, llegan a la sangre (plasma) desde donde
se distribuyen a los diferentes tejidos del organismo.

La concentración de la droga en el plasma adquiere una importancia capital en relación


con el efecto farmacológico, pues dicho efecto depende de que la sustancia alcance las
células que responden a la misma a una determinada concentración, la que depende a su
vez de la concentración plasmática.

Combinación con las proteínas del plasma. Se combinan en mayor o menor proporción
con las proteínas, especialmente con las albuminas (mayor superficie) y muy poco con
las globulinas; la proporción máxima de la droga combinada varía mucho, según la
naturaleza de la misma, alcanzando el 98% para el caso de la fenilbutazona (analgésico
– antiinflamatorio) 50% para la penicilina (antibiótico) y apenas vestigios para algunos
analgésicos. En general las drogas forman combinaciones reversibles con las proteínas
del plasma, y los enlaces químicos pertinentes son:

a) Enlaces iónicos o electrovalentes, que se forman entre iones de cargas opuestas


(fenilbutazona, salicilato).
b) Para las moléculas neutras no ionizadas intervienen los enlaces de hidrogeno,
dipolar y de Van der Waals, lo que ocurre especialmente con las drogas
liposolubles, como los esteroides hormonales.
c) Para los metales pesados, como el mercurio y el arsénico, la unión se realiza con los
grupos sulfhidrilos de las proteínas por enlaces covalentes, en cuyo caso tienen
carácter irreversible.

No hay correlación entre la estructura química de la droga y su capacidad de unirse


a las proteínas; pero no hay duda que toda estructura que favorece la liposolubilidad
tiende a acrecentar la capacidad de unión de las proteínas (tiopental) es más
liposoluble y se combina mucho más con la albumina plasmática que el
pentobarbital, su homologo oxigenado.

Importancia de la combinación con las proteínas. La fracción de la droga unida a las


proteínas es farmacológicamente inactiva, siendo activa solo la fracción libre;
ejemplo: sulfonamidas solo son efectivas en su porción libre, siendo el nivel eficaz
alrededor de 5mg por 100mml de plasma, mientras que la parte combinada, en
general la misma cantidad que la libre no posee actividad antibacteriana. Por lo
tanto la concentración total de una droga en el plasma puede no tener mayor
importancia. La porción combinada se excreta mal, ya que las proteínas difícilmente
atraviesan el glomérulo renal y pasa mal a los tejidos y al líquido cefalorraquídeo;
es el caso de las sulfonamidas. La combinación proteica difícilmente tiene acceso a
los lugares de metaolismo y quedan así protegidas durante un tiempo.
Si la unión de la droga con las proteínas se efectúa en una gran proporción dicha
combinación actúa como reservorio o deposito del cual el medicamento se libera
lentamente para ejercer su acción.

Puede haber competición entre distintas drogas en su unión con las proteínas; así la
administración de fenilbutazona puede desplazar a las drogas anticoagulantes
(warfarina) de su combinación proteica y aumentar su acción, hasta la producción
de peligrosas hemorragias.

Distribución de las drogas en los líquidos del organismo.


El volumen de distribución. Las drogas pasan desde la sangre al líquido intersticial
por transporte pasivo a través de los capilares por difusión y filtración, actuando
algunas en la superficie celular, mientras que otras pasan luego al líquido
intracelular.

Volumen aparente de distribución es el volumen en que ha sido diluida la droga;


para hallarlo, una vez inyectada la misma por vía intravenosa se determina la
concentración máxima alcanzada en la sangre y se divide la dosis de la droga por la
concentración.

La velocidad de distribución de las drogas es generalmente rápida; una vez llegadas


a la circulación comienzan a pasar a los tejidos a los 15 a 20 segundos y se
distribuyen en el líquido extracelular o se fijan en las células en pocos minutos.

Pasaje de las drogas a las células. Desde el líquido intersticial, las drogas pasan a las
células de los tejidos, atravesando la membrana plasmática (a menos que se fijen en
receptores de la superficie celular) este pasaje sigue las leyes generales de
transporte por las membranas en relación a su liposolubilidad.

Pasaje de las drogas al sistema nervioso central y al líquido cefalorraquídeo.


La barrera hematoencefálica.

El pasaje de drogas desde el plasma sanguíneo al cerebro y al líquido


cefalorraquídeo se realiza a través de una membrana lipídica y sigue los principios
generales de transporte debiendo señalarse que solo pasa la porción libre de los
fármacos, no la combinada con las proteínas. Las sustancias muy ionizadas
estreptomicina son incapaces de penetrar; las drogas que en el plasma se encuentran
en forma no iónica penetran en el cerebro y en el líquido cefalorraquídeo a una
velocidad que depende del coeficiente de partición lípidos/agua; así el tiopental,
atraviesa esta barrera en forma tan veloz que en uno o dos minutos alcanza su
máxima concentración en el sistema nervioso central. Los no electrolitos penetran si
son liposolubles como los anestésicos generales. Ej: éter y halotano.

Únicamente las sustancias hidrosolubles de pequeñas moléculas pasan por difusión


simple, como la urea y el alcohol. Sustancias como la glucosa penetran por
mecanismo de difusión facilitada.

Las drogas penetran en el sistema nervioso central por dos vías: por la circulación
capilar a través del líquido intersticial y por el líquido cefalorraquídeo por difusión a
través de la membrana ependimaria de los ventrículos cerebrales.
Pasaje de las drogas por la placenta.

Las drogas atraviesan esta membrana por difusión pasiva, mientras que las
sustancias nutritivas como la glucosa requieren un proceso de difusión facilitada. Es
así que la placenta es fácilmente permeable a la fracción libre (no combinadas con
las proteínas plasmáticas) correspondiente a la porción no ionizadas de las drogas y
a las no electrólitos liposolubles, como el éter, alotano y demás anestésicos
generales volátiles, hormonas esteroides, alcohol, salicilato, sulfonamidas,
barbitúricos, antibióticos, atropina, morfina, quinina y demás alcaloides, de manera
que la concentración en la sangre fetal y materna es prácticamente la misma
pudiendo producirse acciones farmacológicas en el feto.

También los anticuerpos que son proteínas (gammaglobulinas) puedan atravesar la


placenta y conferir una inmunidad transitoria. Ej: difteria y tétanos al recién nacido;
se cree que dicho pasaje se realiza por el proceso de pinocitosis.

Almacenamiento de las drogas en el organismo.

En muchas ocasiónes las drogas no se distribuyen de modo uniforme y se acumulan


selectivamente en ciertas regiones. En estos depósitos de almacenamiento las drogas
se encuentran en equilibrio con el plasma sanguíneos y se van liberando lentamente
de aquellos a medida que se metabolizan y se excretan; en esta formas se mantienen
niveles medicamentosos efectivos en el plasma, que permiten obtener acciones
farmacológicas prolongadas hasta el agotamiento de dichos depósitos.

Las proteínas del plasma pueden constituir un depósito o reservorio, pero los
principales depósitos de las drogas se encuentran en los tejidos.
Muchas drogas se acumulan en las células a concentraciones muy superiores que en
el plasma y el líquido intersticial lo que se debe a su combinación con las proteínas
celulares. Eso ocurre con los metales pesados, que se fijan y depositan en el hígado,
riñón y bazo.

Las drogas de alta liposolubilidad se acumulan en el tejido adiposo, donde se


disuelven. El tiopental, barbitúrico inyectado vía intravenosa, produce anestesia
general en uno a dos minutos, pero después de 7 a 8 min, la droga comienza a
acumularse en el tejido adiposo donde permanece más de tres horas. Esta
acumulación produce un descenso de la concentración sanguínea del fármaco que
hace que se retire del sistema nervioso central en pocos minutos que el individuo se
despierte. Este proceso que lleva a la terminación de la acción de la droga se
denomina redistribución.

Cuando una droga es poco soluble en el líquido intestinal, se absorbe muy


lentamente, a medida que se va solubilizando en dicho medio constituyendo así un
depósito. Lo mismo sucede con las drogas insolubles inyectadas por vías
subcutáneas e intramusculares, donde forman un depósito del cual se absorben
lentamente. Ej: insulina, zinc, etc.

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