Contrato de Fianza
Contrato de Fianza
Contrato de Fianza
CARRERA DE DERECHO
TEMA:
"CONTRATO DE FIANZA"
NOMBRES:
Bray Fricxon Buele Troya
Esteban David Gáleas Fuertes
Villarroel Moreno Amy Alexandra
Juan Diego Troya Bautista
MATERIA:
Teoría General de las Obligaciones y Contratos II
DOCENTE:
Dr. Nelson Salazar
PERÍODO:
2022 – 20223
FECHA DE ENTREGA:
07 de Diciembre del 2022
CONTENIDO
INTRODUCCIÓN .............................................................................................................. 3
1
5.3. FIANZA LEGAL Y JUDICIAL ......................................................................... 14
7. CONCLUSIONES ........................................................................................................ 17
8. RECOMENDACIONES ............................................................................................. 17
9. BIBLIOGRAFÍA .......................................................................................................... 18
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INTRODUCCIÓN
Esta investigación versara sobre los diferentes temas que comprenden este contrato de
fianza, comenzando desde sus inicios, hasta sus requisitos actuales, características y efectos
y tiene como finalidad brindar un claro y sencillo entendimiento de esta figura jurídica como
herramienta de estudio
Para lograr este objetivo, se comenzará el análisis del contrato de fianza conociendo sus
antecedentes, su naturaleza jurídica y posteriormente su concepto y luego a partir de este
tema se verán todas las características y efectos del mismo, sus modos de extinción, etc.
Cuando se habla del contrato de fianza, inmediatamente llegan a lamente las palabras
confianza, seguridad, cumplimiento, satisfacción, ya que cuando se celebra una obligación
siempre existe la posibilidad de que la misma sea incumplida y ese riesgo se puede ver
mitigado por la celebración de un contrato adicional “accesorio, lo llama la ley” que permitirá
tener mayor certeza en el cumplimiento de la obligación. A dicho contrato se le denomina
"fianza", mismo que se clasifica dentro de la familia de los contratos de garantía, que en
materia civil los podemos identificar como: de garantía personal (la fianza) y de garantía real
(la prenda y la hipoteca).
Con lo anterior consideramos que el estudio del contrato de fianza estará completo.
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1. LA FIANZA EN MATERIA CIVIL
1.1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS.
Historia de la fianza
La fianza es un contrato de garantía que nace muchos siglos antes de nuestra era en tal
virtud, se analizaran los antecedentes más remotos y trascendentales de la figura jurídica en
cuestión, los cuales sirvieron de base para su perfeccionamiento.
En Babilonia
En India
Otro antecedente de la fianza se consigna en las Leyes de Manú, expedidas en los años
del 1280 al 800 a. C., formadas por doce libros que reglamentaban tanto al derecho público
como privado. La fianza se regulaba en leyes civiles, tanto en "aspectos hereditarios (libro
IX), como en la conducta de los reyes y de la casta militar (libro VII)".
En Israel
En este país la fianza fue conocida en el año 922 a.C., prueba de ello se encuentra en una
de las parábolas del rey Salomón, que dice: "cualquiera que se convierta en fiador de un
extraño tendrá que arrepentirse" (Siniestro, 2019).
En Roma
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consideraba un contrato accesorio de garantía que requería de una obligación válida principal
para existir.
La fianza estipulatoria se definía como un contrato mediante el cual una persona (fiador)
se obliga a cumplir en el caso de que otra persona (fiado), sujeto pasivo de una obligación
garantizada por la fianza, no cumpla este concepto de fianza, era muy avanzado para esa
época, pues es muy similar al encontrado en el código civil actual.
Ahora bien, en Roma existieron tres formas de garantizar una obligación, mediante el
intercambio de una pregunta y una contestación, que eran la sponsio, la fideipromissio y la
fideiussio.
“Tanto en los tiempos remotos de Roma como hoy día, existen dos tipos de garantías:
reales y personales” (derechoes - Historia de la Fianza, s. f.). Las primeras son la prenda y
la hipoteca, derechos reales de garantía, de lo anterior se desprende que en los tiempos
clásicos de Roma eran muy usuales y más eficaces que la garantía personal, pues para la
celebración de un contrato, el deudor podía garantizar el pago de las prestaciones mediante
prenda o hipoteca y ante el incumplimiento del contrato, el acreedor se allegaba los bienes
dados en garantía, para sí o para venderlos y del producto de esa venta se cobraba la deuda.
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1.2. NATURALEZA JURÍDICA DEL CONTRATO DE FIANZA.
Decimos que la fianza es un contrato, pero si revisamos nuestro Código civil (Ecuador
2022) en el título XXXIV “de la fianza”, en su artículo 2262 nos dice:
En este caso como en otros, el Código (Ecuador 2022) incurre en una impropiedad que
conduce a confusiones. Como bien lo dice el Código Civil en su artículo 1454:
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Otro uso común del término "fianza" en el ámbito jurídico es el de entregar una cantidad
de dinero como garantía de determinadas obligaciones. Sin embargo, a pesar del nombre, la
fianza monetaria no es tal, más bien se trata de un caso de prenda irregular, al tratarse de una
garantía real y no personal.
Los sujetos que intervienen en la constitución de la fianza son: fiador, quien garantiza el
pago de la deuda contraída por un tercero; acreedor, acepta el ofrecimiento o compromiso
que contrae el fiador; y, deudor, es ajeno al contrato.
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Puede ser parcial o total, el fiador se puede obligar a cumplir ya sea una parte de
la obligación o en su integridad, cuando el deudor principal no la cumpla.
La diferencia entre el fiador y el acreedor, se explica porque la fianza es una carga para
el primero y un beneficio para el segundo. Por ello, la ley adopta mayores precauciones
tratándose de la manifestación de voluntad del fiador, ya que como se menciona en el Código
Civil esta voluntad del fiador debe manifestarse expresamente, y debiéndose excluir toda
manifestación tacita de su voluntad, no acontece lo mismo respecto del acreedor, pues
respecto a éste, rigen las reglas generales relativas a la manifestación de voluntad,
admitiéndose una manifestación expresa o tácita.
Según el artículo 2247 del Código Civil nos manifiesta que para nada interviene la
voluntad del deudor principal, al perfeccionarse el contrato de fianza. “Se puede afianzar sin
orden y aun sin noticia y contra la voluntad del principal deudor” manifiesta expresamente.
Si el deudor principal solicitó al fiador que asumiera tal condición, hay un mandato entre
ellos.
El obligado a prestar fianza debe dar un fiador capaz de obligarse como tal, sin embargo
la ley contempla algunas excepciones como lo dice el Art. 429.- para que el pupilo pueda
obligarse como fiador, se requiere:
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Debe tener bienes más que suficientes para hacerla efectiva. (Para calificar la suficiencia
de los bienes, sólo se tomarán en cuenta los inmuebles, pero no se tomarán en cuenta los
inmuebles embargados o litigiosos, o que no existan en el territorio del Estado, o que se
hallan sujetos a hipotecas gravosas o a condiciones resolutorias.)
“Art. 2245.- El fiador no puede obligarse a más de lo que debe el deudor principal, pero
puede obligarse a menos.
Puede obligarse a pagar una suma de dinero en lugar de otra cosa de valor igual o mayor.
Afianzando un hecho ajeno se afianza sólo la indemnización en que, por su inejecución, se
resuelva el hecho.
La obligación de pagar una cosa que no sea dinero, en lugar de otra cosa o de una cantidad
de dinero, no constituye fianza.”
Cuando se afianza una obligación de dar, el fiador responderá pagando la suma de dinero
a que asciende la obligación principal, o una menor si la fianza se hubiere limitado (pero no
se obligará a una suma mayor, según se indicó). Cuando se afianzan obligaciones de hacer o
de no hacer, el fiador se obliga al pago de la indemnización de perjuicios que resulte de la
infracción de la obligación.
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3.4. CAUSA DE LA FIANZA.
La causa de la fianza no debemos buscarla en el vínculo jurídico que liga al acreedor con
el fiador, porque la obligación asumida por éste, es ante el primero abstracta o carente de
causa.
La obligación principal puede ser pura y simple o sujeta a modalidades, caso en el cual
la modalidad se comunicará a la fianza, aplicándose el principio de accesoriedad.
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4. EFECTOS DE LA FIANZA
4.1. EFECTOS GENERALES
El obligado a rendir fianza no puede sustituir la misma por prenda o hipoteca sin
consentimiento del acreedor (artículo 2240 C.C.), salvo que sea exigida por la ley o por
decisión de juez, en cuyo caso puede sustituirse con una prenda o hipoteca suficiente.
Es posible fijar una remuneración al fiador, por los servicios que presta (artículo 2244
C.C.).
El fiador no puede obligarse a más de lo que debe el deudor principal, pero puede
obligarse a menos, esta es una consecuencia lógica de su carácter accesorio.
El fiador no puede obligarse en términos más gravosos que el principal deudor, no sólo
con respecto a la cuantía sino al tiempo, al lugar, a la condición, al modo del pago o a la pena
impuesta por la inejecución del contrato a que acceda la fianza; pero puede obligarse en
términos menos gravosos (artículo 2246 C.C.).
Los derechos y obligaciones de los fiadores son transmisibles a sus herederos (artículo
2254 C.C.).
Antes que el acreedor reconvenga al fiador, éste tiene derecho a pagar la deuda. “Art.
2255.- El fiador podrá hacer el pago de la deuda, aún antes de ser reconvenido por el acreedor,
en todos los casos en que pudiera hacerlo el deudor principal.”
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4.2.1. EFECTOS ANTES DEL REQUERIMIENTO DE PAGO HECHO AL
FIADOR.
4.2.1.1. PAGO ANTICIPADO DE LA OBLIGACIÓN, POR EL FIADOR.
Estos efectos dicen relación con el pago que el fiador hace al acreedor. Como lo hemos
indicado, el fiador debe pagar en igualdad de condiciones que el deudor principal. De tal
manera, si el fiador paga la obligación principal y ésta se encontraba sujeta a un plazo, o sea
no era actualmente exigible, el fiador no puede dirigirse contra el deudor deduciendo acción
de reembolso, sino una vez que ha expirado el plazo de la obligación principal. Se justifica
lo anterior, porque la precipitación del fiador puede privar al deudor de interponer defensas
ante la acción del acreedor.
Art. 2260.- Para gozar del beneficio de excusión son necesarias las condiciones
siguientes:
5. CLASES DE FIANZA
La doctrina y la ley ha clasificado a la fianza en tres tipos: los cuales son la fianza
convencional, legal y judicial.
También los códigos civiles manifiestan que la fianza puede ser civil y mercantil.
La fianza civil es aquella que está regulada en los diferentes códigos civiles y
normalmente se otorga a título gratuito.
La fianza mercantil es aquella que otorga una Institución autorizada y se regula
por la autoridad hacendaria de manera onerosa.
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cualquiera de los fiadores. Pero la solidaridad no quita a la fianza el carácter de obligación
accesoria y no hace al fiador deudor directo de la obligación principal.
No hay entre ellas una gran diferencia de la naturaleza, sino sólo una distinta manera de
apreciar la seguridad que ofrece el fiador exigido por la ley.
Condiciones que debe llenar el fiador: si la fianza fuese legal o judicial, el fiador debe
reunir las siguientes condiciones:
En las obligaciones a plazo o trato sucesivo, el acreedor que no exigió fianza al celebrarse
el contrato podrá exigirla, si después de celebrado, el deudor se hiciera insolvente o trasladase
su domicilio a otra provincia.
La fianza comercial tiene siempre carácter solidario, de tal modo que el fiador no cuenta
con los beneficios de excusión y división.
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6. CAUSAS DE EXTINCIÓN DE LA FIANZA
Contratos. Fianza. Afianzamiento solidario de un crédito hipotecario. Relevación de
fianza por hechos culpables del acreedor en perjuicio de los derechos del fiador. Abuso de
derecho. Extinción por consolidación.
Entre las causas específicas de extinción de la obligación del fiador, distintas de las
generales del art. 1.156 CC y distintas también de las propias de la obligación
garantizada, interesa a los efectos de esta litis la prevista en el art. 1.852 CC. Dispone este
precepto que "los fiadores, aunque sean solidarios, quedan libres de su obligación siempre
que por algún hecho del acreedor no puedan quedar subrogados en los derechos, hipotecas y
privilegios del mismo".
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ajena, pero en virtud de una relación jurídica de la que forman parte también como elemento
constitutivo los derechos de reembolso y de subrogación.
La lesión del derecho del fiador a la subrogación provoca una alteración en las
condiciones de actuación de la obligación garantizada, a la que es ajeno el fiador y que no
puede perjudicarle sin adulterar el equilibrio prestacional propio del tipo negociar analizado
(aquellas condiciones mutadas fueron tenidas en cuenta al convenir la fianza, y el fiador debe
poder confiar en que el acreedor conservará con diligencia las garantías ofrecidas por el
deudor principal). De lo anterior se deriva la existencia de una carga que incumbe al acreedor
de preservar el derecho de subrogación del fiador con plenitud de sus efectos, es decir, con
extensión a todas las garantías y privilegios del crédito (manteniendo la relación entre débito
y responsabilidad como existía en el momento de constituir la fianza).
Como toda obligación accesoria, la fianza se extingue por vía indirecta o consecuencial;
o sea, cuando se extingue la obligación principal”. Estas dos causas de extinción de la fianza
son, “las que extinguen ésta junto con la obligación principal, y las que extinguen la fianza
dejando vigente aquella. Las primeras extinguen la fianza por vía accesoria, es decir como
consecuencia de la desaparición de la obligación que garantiza.
Las segundas extinguen la fianza por vía principal, subsistiendo la obligación principal,
porque la obligación accesoria puede desaparecer sin que implique la extinción de la
obligación que afianza
Según el artículo 2406 del Código Civil, “La fianza se extingue en todo o en parte, por
los mismos medios que las otras obligaciones, según las reglas generales, y, además:
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Tales modos de extinción serían:
El pago
La dación en pago
La novación
La transacción
La remisión
La compensación
La confusión
La pérdida de la cosa que se debe
La nulidad
La condición resolutoria
La prescripción y;
La resciliación.
7. CONCLUSIONES
La fianza es un contrato unilateral de garantía que usualmente se lo considera
como un negocio jurídico frecuente, en donde su característica esencial es el
hecho de garantizar personalmente al acreedor el cumplimiento de una obligación
ajena conocida como el conjunto de la sociedad.
La fianza es un instrumento que sirve como un aval o un respaldo en caso de que
se incumpla un contrato, en donde en caso de incumplimiento la afianzadora
sustituirá al contratante para cumplir con la obligación contraída.
El contrato de fianza es básicamente gratuito y consensual ya que se perfecciona
por la simple manifestación de la voluntad del fiador aceptada por el acreedor,
esto ya sea, aunque lo quiera y lo conozca el deudor o incluso aunque lo ignore.
La extinción de la fianza por vía directa o principal y por vía consecuencial, en
los dos casos la extinción de la fianza puede ser total o parcial.
8. RECOMENDACIONES
Toda transacción comercial debería ser garantizada por una fianza, ya que en
estos tiempos ya no basta solo en confiar en las personas o empresas, pues
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muchos factores pueden influir negativamente en el cumplimiento de las
obligaciones, por tanto, se hace imperativo que una tercera figura se haga garante
de la transacción por medio de la fianza.
Se debería analizar la ejecución de la fianza, así como sus características
esenciales sobre el patrimonio del fiador a través de los aportes doctrinales y
jurisprudenciales en el marco jurídico ecuatoriano.
9. BIBLIOGRAFÍA
Cóndor, Patricia. El recurso de casación en materia civil y la fijación de la caución.
2014. https://repositorio.uta.edu.ec/bitstream/123456789/8516/1/FJCS-DE-741.pdf (último
acceso: 7 de Diciembre de 2022).
Somarriva Undurraga, Manuel, ob. cit., N° 194, pp. 191 y 192; Vodanovic H., Antonio,
ob. cit., Nº 193, pp. 186-188.
Somarriva Undurraga, Manuel, ob. cit., N° 195, pp. 192 y 193; Vodanovic H., Antonio,
ob. cit., Nº 194, p. 188
Guzmán Brito, Alejandro, Derecho Romano Privado, tomo II, 2ª edición, Santiago de
Chile, LegalPublishing Thomson Reuters, 2013, pp. 100 y 101
18
Vodanovic H., Antonio, La Fianza, Santiago de Chile, LexisNexis, 2ª edición, 2004, pp.
11 y 12.
Meza Barros, Ramón, Manual de Derecho Civil. De las Fuentes de las Obligaciones,
tomo II, N° 92, p. 64
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