Parashá 07 VaYetsé
Parashá 07 VaYetsé
Parashá 07 VaYetsé
VaYetsé
Significa “y salió”.
Yaakov sigue su camino y llega a la tierra del oriente. Allí encuentra un pozo
con tres rebaños esperando que otros rebaños vengan para poder quitar la
piedra de la boca del pozo. Yaakov pregunta por Laván y en ese momento viene
su hija Rajel con un rebaño. Entonces Yaakov quita la piedra del pozo y le da de
beber al rebaño de su tío. Luego besa a su prima y alza la voz y llora. Le cuenta
a Rajel quién es y ella corre a su padre para contárselo. Laván sale corriendo,
abraza a Yaakov y le trae a su casa. Después de un mes Laván le pide que
estipule un sueldo para su trabajo.
Tercera aliyá, 29:18 – 30:13
Yaakov pide que Laván qve le dé a su hija Rajel como esposa a cambio de siete
años de trabajo. Laván acepta y el hombre sale a cuidar los rebaños durante
siete años, que le parecen unos pocos días por el amor que tiene. Al pedirle a
Laván que le dé su mujer él organiza una fiesta con todos los hombres del
lugar. Cuando llega la noche Laván le entrega su hija mayor, Leá y él se llega a
ella. Zilpá es entregada a Leá como sierva. Por la mañana Yaakov se da cuenta
de que no es Rajel. Cuando se queja con Laván él responde que no es
costumbre entregar la menor antes que la mayor y que le va a dar la otra
también después de la semana nupcial a cambio de siete años más de trabajo.
Yaakov acepta y Rajel le es entregada como esposa. Bilháh es entregada a
Rajel por sierva. Yaakov ama más a Rajel que a Leá. Luego sirve a Laván otros
siete años.
Leá concibe hijos, pero Rajel es estéril. Los cuatro primeros hijos de Yaakov son
de Leá, Reuvén, Shimón, Leví y Yehudá. Luego ella deja de dar a luz. Rajel
tiene celos de su hermana y ruega y pide a Yaakov que le dé hijos. El se aíra
contra ella por su actitud. Entonces ella le entrega a Bilháh como concubina
para que dé a luz en su lugar. Bilháh entonces le da a luz dos hijos, Dan y
Naftalí. Cuando Leá ve que no concibe hace lo mismo con Zilpá y ella le da a luz
Gad y Asher.
Yaakov quiere salir de la casa de Laván con su familia y le pide permiso para
partir. Pero Laván le ruega que se quede con él porque se ha dado cuenta de
que el Eterno le ha bendecido por causa suya.
Laván le ofrece un salario a Yaakov para que siga trabajando. Yaakov dice que
no lo quiere sino que desea seguir trabajando y obtener su propio rebaño como
salario de los moteados, manchados y oscuros que nazcan a partir de ahora.
Laván acepta con gusto la propuesta y aparta de sus rebaños todos los que no
sean blancos y los deja al cuidado de sus hijos. Yaakov se queda con el resto.
Entonces toma varas de tres clases de árboles y les saca tiras de la corteza para
descubrir lo blanco. Luego coloca las varas delante de los rebaños donde están
apareando cuando vienen a beber. Así los rebaños tienen crías rayadas,
moteadas y manchadas. Yaakov aparta aquellos corderos y así va formando su
propio rebaño aparte. También coloca los rebaños en dirección a lo rayado y
negro del rebaño de Laván. Cuando los robustos del rebaño de Laván se
aparean, Yaakov pone las varas delante, pero cuando los débiles se aparean no
pone las varas. Así las crías fuertes llegan a ser de Yaakov y las débiles de
Laván. De esta manera el hombre va prosperando en gran manera con grandes
rebaños, siervos y siervas, camellos y asnos.
Yaakov se levanta, monta a sus hijos y a sus mujeres en los camellos y pone en
marcha a todo su ganado y todas las posesiones para ir a Yitsjak. Como Laván
está fuera Rajel roba los ídolos y todos salen sin decir nada a Laván. Cruzan el
río y siguen hacia Guilad. Al tercer día Laván recibe el informe de que Yaakov
haya huido y entonces él va saliendo detrás junto con sus familiares. Después
de siete días lo alcanzan. Pero en un sueño Dios se aparece a Laván y le
prohíbe hablar con Yaakov ni bien ni mal. Al encontrarse Laván le pregunta a
Yaakov por qué le ha robado el corazón huyendo con sus hijas sin despedirse.
Tiene poder en su mano para dañarle pero el Dios del padre de Yaakov le ha
reprendido y por eso no le puede hacer nada. También le pregunta por qué ha
robado sus dioses. Yaakov le contesta que huía porque tenía miedo de perder
su familia y que la persona que tenga los dioses de Laván morirá. A Laván se le
permite revisar todas las cosas para ver si hay algo robado. Yaakov no sabe que
Rajel ha hurtado los dioses de su padre. Laván entra en las tiendas de Rajel,
Leá y las sirvientas y otra vez en la tienda de Rajel. Rajel está sentada sobre los
dioses que ha puesto en los aparejos del camello y le pide disculpas a su padre
por no poder levantarse por su regla.
Con enojo Yaakov desafía a Laván pidiendo que le diga qué mal ha hecho
durante estos veinte años de trabajo y qué cosas tiene que son robadas. Laván
ha sido duro y muy exigente. Si el Dios de Avraham y el temor de Yitsjak no
hubiera estado con Yaakov, Laván le hubiera enviado con las manos vacías.
Pero él vio la aflicción de Yaakov y la labor de sus manos e hizo justicia anoche.
Laván dice que todo es suyo, las hijas, los hijos, los rebaños y todo lo que se
ve. Pero no puede hacer nada contra sus hijas y sus nietos. Le pide a Yaakov
hacer un pacto con él para que sea un testimonio. Entonces Yaakov levanta una
piedra como monumento y sus familiares recogen piedras para hacer un
montón. Después comen junto a ese montón que Laván llama Yegar-Sahadutá,
en arameo. Yaakov le da el mismo nombre pero en hebreo, “Galed”, “el montón
del juramento”. Laván dice que el montón es un testimonio entre ellos. También
lo llama Mitspá, vigilia, para que el Eterno vigile sobre los dos. Yaakov no puede
maltratar a las hijas de Laván y ninguno podrá pasar por ese montón para hacer
daño al otro. Laván dice que el Dios de Avraham y el Dios de Najor juzgará
entre ellos. Yaakov jura por el temor de su padre Yitsjak. Luego Yaakov hace un
sacrificio e invita a todos sus familiares a comer. Duermen en el monte y el día
siguiente Laván se va después de haberse despedido de sus nietos y de sus
hijas con besos y bendiciones. Yaakov sigue su camino y le salen al encuentro
ángeles de Dios. Por eso llama el lugar Majanáyim, dos campamentos.
Comentarios
28:10 “Y salió Yaakov de Beer-Sheva, y fue para Jarán.” (LBLA revisada) – Esta
salida de Yaakov representa las tres diásporas que sus hijos experimentarían en
el futuro. Una diáspora sufriría el reino del norte, la Casa de Israel y dos
diásporas sufriría el reino del sur, la Casa de Yehudá.
“Cuando se acercó, al ver la ciudad, lloró sobre ella, diciendo: ¡Si tú también
hubieras sabido en este día lo que conduce a la paz! Pero ahora está oculto a
tus ojos. Porque sobre ti vendrán días, cuando tus enemigos echarán terraplén
delante de ti, te sitiarán y te acosarán por todas partes. Y te derribarán a tierra,
y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no
conociste el tiempo de tu visitación.” (LBLA)
28:11 “Y se encontró con el lugar y pasó la noche allí, porque el sol se había
puesto; tomó una de las piedras del lugar, la puso de cabecera y se acostó en
aquel lugar.” (LBLA) – Los maestros han interpretado la palabra va-yifgá, “y se
topó” como una referencia a la oración. En el sentido simple el texto dice que
Yaakov se topó con ese lugar, pero como la palabra usada también implica
hacer contacto directo e intenso con algo se puede entender que Yaakov
también oró en ese lugar.
28:12 “Y tuvo un sueño, y he aquí, había una escalera apoyada en la tierra cuyo
extremo superior alcanzaba hasta el cielo; y he aquí, los ángeles de Dios subían
y bajaban por ella.” (LBLA) – Hay varios midrashim que hablan de este evento.
Uno[4] dice que eran los ángeles de los cuatro imperios futuros que iban
subiendo por la escalera para luego caer y así perder su poder sobre el pueblo
judío. Otro[5] dice que la escalera representaba la rampa del altar en el templo y
los ángeles eran los sacerdotes que subían y bajaban por él. El mismo Midrash
dice que la escalera era el monte Sinai donde subían y bajaban Moshé y
Aharón. Rashí dice, basado en un Midrash[6] que los ángeles que subían al cielo
eran los de la tierra de Israel que ya no podían acompañar a Yaakov en el
extranjero y por eso vinieron otros ángeles en su lugar.
Tenemos que tener en cuenta que el Midrash está basándose en una palabra o
una expresión del texto hebreo y monta una historia más o menos fantasiosa
para ilustrar esa palabra o expresión, sin que esa historia sea necesariamente
verdadera. El Midrash nos ayuda a recordar los giros irregulares y las
expresiones particulares del Texto Sagrado pero no debemos confundir la
verdad con las parábolas.
Las Escrituras enseñan que nuestras oraciones hacen que los ángeles de Dios
sean enviados por Él. Tenemos el ejemplo del libro de Daniel 10:12 donde está
escrito:
El Eterno escuchó la oración del profeta y envió uno de sus mensajeros para
darle la respuesta. Este ángel le dijo: “a causa de tus palabras he venido”. Esto
nos enseña que la actividad de los ángeles depende en cierta medida de las
oraciones de los hombres. El hombre es el que causa que el Eterno ponga en
actividad a estos seres maravillosos.
“Y de la mano del ángel subió ante Dios el humo del incienso con las oraciones
de los santos” (LBLA)
Este ángel estaba encargado de llevar las oraciones de los santos ante Dios.
Esto nos explica por qué el texto que nos ocupa dice que los ángeles primero
subieron desde donde estaba Yaakov y luego que bajaban. La oración de
Yaakov había activado estos ángeles desde la tierra y el Eterno le mandó la
respuesta desde el cielo.
La escalera que vio Yaakov es el Mesías como está escrito en Juan 14:6:
“Yeshúa le dice: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre
sino por mí.” (LBLA revisada)
“Porque hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los
hombres, el Mesías Yeshúa hombre” (LBLA revisada)
Esto muestra que el Mesías es la escalera que vio Yaakov. Por medio de él
tenemos acceso al Padre y por medio de él nuestras oraciones llegan al cielo,
como está escrito en Juan 16:24, 26:
“Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid y recibiréis, para que
vuestro gozo sea completo... En ese día pediréis en mi nombre, y no os digo
que yo rogaré al Padre por vosotros” (LBLA)
Y en Romanos 16:27:
“al único y sabio Dios, por medio de Yeshúa el Mesías sea la gloria para
siempre. Amén.” (LBLA revisada)
Una escalera tiene varios peldaños. Esto nos enseña que el camino entre la
tierra y el cielo tiene varios niveles. En las Escrituras podemos encontrar
muchos ejemplos de estos diferentes niveles: Isaías 62:10a dice: “Pasad, pasad
por las puertas;”; Salmo 84:7a dice: “Van de poder en poder”; Ezequiel 47:1-5
habla de cuatro niveles de profundidad en las aguas que salen del templo; Juan
1:16 dice: “gracia sobre gracia”; Romanos 1:17 dice: “por fe para fe”; 2
Corintios 3:18 dice: “de gloria en gloria” etc.
Esos tres niveles son reflejados en las manifestaciones espirituales para los que
están en el ministerio de Malki-Tsedek, por medio de la resurrección del Mesías
Yeshúa. En 1 Corintios 12-14 hay una enseñanza muy extensa sobre el tema.
Sólo voy a mencionar que, según las divisiones en el texto griego, hay tres
grupos en las nueve manifestaciones espirituales en 1 Corintios 12:8-10 según
está escrito:
“Pues a uno le es dada palabra de sabiduría por el Espíritu; a otro [7], palabra de
conocimiento según el mismo Espíritu; a otro[8], fe por el mismo Espíritu; a
otro, dones de sanidades por el único Espíritu; a otro, poderes de milagros; a
otro, profecía; a otro, discernimientos de espíritus; a otro[9], diversas clases de
lenguas, y a otro, interpretación de lenguas.” (LBLA revisada)
DIVISION
DIVISION
“Si alguno habla en lenguas, que hablen dos, o a lo más tres, y por turno, y
que uno interprete; pero si no hay intérprete, que guarde silencio en la
congregación y que hable para sí y para Dios. Y que dos o
tres profetas hablen, y los demás juzguen. Pero si a otro que está sentado le
es revelado algo, el primero calle.” (LBLA revisada)
En estos dos textos podemos encontrar las tres puertas de las tres divisiones
del templo celestial que son:
“Después de esto miré, y vi una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que
yo había oído, como de trompeta que hablaba conmigo, decía: Sube acá y te
mostraré las cosas que deben suceder después de éstas. Al instante estaba yo
en el Espíritu, y vi un trono colocado en el cielo, y a uno sentado en el
trono.” (LBLA)
“Dijo el R. Yehudá: Hay dos firmamentos, porque está dicho: He aquí, al Eterno
tu Dios pertenecen el cielo y el cielo de los cielos.[11] Resh Lakish dijo: (Hay)
siete, son estos,
[12] [13] [14] [15] [16] [17] [18]
Vilón, Rakia‟, Shejakim, Zevul, Ma'on, Makón, Aravot. Vilón
[19]
no sirve más que para entrar por la mañana y salir por la noche y renueva
todos los días de la creación, porque está dicho: Que extiende los cielos como
una cortina[20], y los despliega como una tienda para morar.[21] Rakia‟ es donde
el sol y la luna, las estrellas y las constelaciones fueron puestos, porque está
dicho: Y Dios los puso[22] en el firmamento (Rakia‟) del cielo.[23] Shejakim es
donde hay piedras de molino que muelen[24] el maná para los justos porque
está dicho: Y mandó las nubes (shejakim) arriba, y abrió las puertas del cielo; e
hizo llover sobre ellos maná para comer etc.[25] Zevul es donde están
construidos la Yerushalayim[26] (celestial), el Templo y el altar, y Mijael, el gran
Príncipe[27] está ofreciendo sacrificios sobre él, porque se ha dicho: Ciertamente
Te he edificado una morada (Zevul), un lugar donde puedas habitar para
siempre.[28] ¿Y de donde deducimos que es llamado cielo? Porque está
escrito: Mira desde el cielo, y contempla incluso desde la morada de tu santidad
y de tu gloria.[29] Ma'ón es donde hay compañías de Ángeles Ministeriales, que
pronuncian canciones (divinas) de noche, y están en silencio de día por causa
de la gloria de Israel,[30] porque se ha dicho: De día mandará HaShem su
misericordia,[31] Y de noche su canción será conmigo.[32]... ¿Y de donde
deducimos que es[33] llamado cielo? Porque está dicho: Mira desde tu morada
(Ma'ón) santa, desde el cielo.[34] Makón[35] es donde están los depósitos de la
nieve[36] y el granizo y el almacén de rocío dañino y el almacén de las gotas de
lluvia,[37] la habitación del torbellino y la tormenta,[38] y la cueva del vapor, y sus
puertas son de fuego... ¿Y de donde deducimos que es[39] llamado cielo? Porque
está escrito: escucha tú en los cielos, el lugar de tu morada (Makón)[40] „Aravot
es donde hay Derecho y Juicio y Justicia,[41] los tesoros de la vida y los tesoros
de la paz y los tesoros de la bendición, las almas[42] de los justos y los espíritus
y las almas que están por nacer, y el rocío con el cual el Santo, bendito sea,
después de esto reavivará a los muertos... Allí (también) están los Ofanim [43] y
los Serafim,[44] y los Seres Santos Vivos,[45] y los Ángeles Ministeriales,[46] y el
Trono de Dios; y el Rey, el Dios Vivo, sublime y exaltado, habita sobre ellos en
Aravot,[47] porque está dicho: Exalta al que cabalga sobre Aravot cuyo nombre
es HaShem.[48]”
“en ti” – Se refiere a los hijos físicos de Yaakov que iban a ser bendición para
todas las familias de la tierra. Esto se ha cumplido, entre otras cosas por medio
de todos los inventos y avances tecnológicos que han sido productos de los
judíos. La descendencia física de Yaakov es una bendición para todo el mundo
en estos momentos. Además ha entregado al mundo la Torá y el Mesías para la
salvación del mundo. Por eso está escrito “en tu simiente” como una referencia
al Mesías.
“bendecidas” – Aquí aparece la misma palabra que en Génesis 12:3, venivrejú,
que puede ser entendida como “y serán injertadas”.
28:18, 22a “Y se levantó Yaakov muy de mañana, y tomó la piedra que había
puesto de cabecera, la erigió por señal y derramó aceite por encima... Y esta
piedra que he puesto por señal será casa de Dios.” (LBLA) – Aquí hay una
alusión al Mesías, la piedra fundamental para la casa de Dios y el Ungido con
aceite. Mesías significa Ungido. El aceite de oliva representa el Espíritu del
Eterno. Esto concuerda con el texto de Mateo 16:15-18 donde está escrito:
“El les dice: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Shimón Pedro,
dijo: Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios viviente. Y Yeshúa, respondiendo, le
dijo: Dichoso eres, Shimón, hijo de Yoná, porque esto no te lo reveló carne ni
sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Yo también te digo que tú eres
Pedro, y sobre esta roca edificaré mi congregación; y las puertas del sheol no
prevalecerán contra ella.” (LBLA revisada)
“Y viniendo a El como a una piedra viva, desechada por los hombres, pero
escogida y preciosa delante de Dios, también vosotros, como piedras vivas, sed
edificados como casa espiritual para un sacerdocio santo, para ofrecer
sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Yeshúa el Mesías.” (LBLA
revisada)
“La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser la principal del
ángulo.” (LBLA)
Los edificadores fueron los líderes religiosos en Israel que rechazaron a Yeshúa
como el Mesías, como está escrito en Hechos 4:8b, 11:
29:6b “su hija Rajel viene con las ovejas.” (LBLA revisada) – Rajel[49] significa
oveja. En la época fue común que los hijos de dedicaban a estudiar y las hijas a
cuidar los rebaños.
29:13 “Y sucedió que cuando Laván oyó las noticias de Yaakov, hijo de su
hermana, corrió a su encuentro, lo abrazó, lo besó y lo trajo a su casa.
Entonces él contó a Laván todas estas cosas.” (LBLA revisada) – Laván tenía el
buen recuerdo de la visita de Eliezer, el siervo de Avraham, que había llegado
con diez camellos cargados de riquezas. Ahora sale corriendo para encontrar al
nieto de Avraham, pero para su sorpresa, no llevaba nada consigo.
Los Midrashim[50] cuentan que Esav envió a su hijo primogénito, Elifaz, detrás
de Yaakov para matarlo, pero tuvo temor y sólo le robó todo lo que tenía. Así
cuando llegó a Laván no tenía nada consigo.
29:16 “Laván tenía dos hijas; el nombre de la mayor era Leá, y el nombre de la
menor, Rajel.” (LBLA revisada)– Leá[51] significa cansada.
29:17 “Y los ojos de Leá eran delicados, pero Rajel era de bella figura y de
hermoso parecer.” (LBLA revisada) – El Midrash[52] cuenta que Leá estaba
destinada para casarse con su primo mayor Esav y Rajel para casarse con su
primo menor Yaakov. Por esta razón Leá lloraba y oraba tanto que sus ojos
estaban siempre lagrimosas. El Eterno escuchó su oración y así fue entregada a
Yaakov.
29:25 “Cuando fue de mañana, he aquí que era Leá. Y Yaakov dijo a Laván:
¿Qué es esto que me has hecho? ¿No fue por Rajel que te serví? ¿Por qué,
pues, me has engañado?” (LBLA revisada) – Yaakov cosechó lo que había
sembrado con su padre y su hermano. Como él había dicho que era su hermano
cuando no lo era, ahora tenía que sufrir las consecuencias de la misma manera
casándose con la mayor que le fue presentada como si fuera la menor.
“No os dejéis engañar, de Dios nadie se burla; pues todo lo que el hombre
siembre, eso también segará.” (LBLA)
29:32 “Y concibió Leá y dio a luz un hijo, y le puso por nombre Reuvén, pues
dijo: Por cuanto el Eterno ha visto mi aflicción, sin duda ahora mi marido me
amará.” (LBLA revisada) – Reuvén[53] significa “mirad, un hijo”. Su nombre
también implica, según los maestros, una palabra profética que muestra la
diferencia entre este hijo y el hijo primogénito de Yitsjak. Esav vendió su
primogenitura pero este hijo no lo iba a vender a Yosef ni disputar con él, sino
intentar de sacarle del pozo.
29:33 “Concibió de nuevo y dio a luz un hijo, y dijo: Por cuanto el Eterno ha
oído que soy aborrecida, me ha dado también este hijo. Así que le puso por
nombre Shimón.” (LBLA revisada) – Shimón[54] significa “el que escucha”.
29:34 “Concibió otra vez y dio a luz un hijo, y dijo: Ahora esta vez mi marido se
apegará a mí, porque le he dado tres hijos. Así que le puso por nombre
Leví.” (LBLA revisada) – Leví[55] significa adherido.
29:35 “Concibió una vez más y dio a luz un hijo, y dijo: Esta vez alabaré al
Eterno; así que le puso por nombre Yehudá; y dejó de dar a luz.” (LBLA
revisada) – Yehudá[56] viene de la palabra yadá[57] que significa “confesar”,
“alabar”, “agradecer”. La raíz de yadá es yad [58], “mano”. Este es el cabeza de
la tribu en la cual nacería el Mesías. El Mesías es la mano del Eterno y por
medio de él se salvará el pueblo judío y la humanidad lo cual resultará en
muchas alabanzas tanto de los judíos como de todas las naciones, como está
escrito en el Salmo 35:18:
30:3 “ella dijo: Aquí está mi sierva Bilháh; llégate a ella para que dé a luz sobre
mis rodillas, para que por medio de ella yo también tenga hijos.” (LBLA
revisada) – Bilháh[59] significa “tímida”.
30:9 “Viendo Leá que había dejado de dar a luz, tomó a su sierva Zilpá y la dio
por mujer a Yaakov.” (LBLA revisada) - Zilpá[62] significa “chorrear”, “gotear”.
30:11 “Y Leá dijo: ¡Qué felicidad! Y le puso por nombre Gad.” (LBLA revisada) –
Gad[63] viene de la palabra gud[64] “amontonar (gente), “atacar”, “vencer”, y
está relacionada con gadad[65], “amontonar”, “reunir (tropas)”, “acumular”.
Rashí dice que Gad significa buena suerte y cita el Talmud y el texto en Isaías
65:11, donde está escrito:
“Pero vosotros que abandonáis a HaShem, que olvidáis mi santo monte, que
ponéis mesa para Gad (Fortuna), y que preparáis vino mezclado para Mení
(Destino)” (LBLA revisada)
Sin embargo es difícil aceptar que este nombre estuviera relacionado con un
concepto pagano como la fortuna, o la buena suerte. Ese nombre está escrito
en una de las puertas de la nueva Yerushalayim, según Revelación 21:12 donde
dice:
“Tenía un muro grande y alto con doce puertas, y en las puertas doce ángeles;
y en ellas había nombres escritos, que son los de las doce tribus de los hijos de
Israel.” (LBLA)
¿Cómo podría Gad ser el nombre de un dios pagano cuando aparece en una
puerta de la ciudad celestial? La traducción de King James Versión dice: “viene
una tropa”.
30:17-20 “Escuchó Dios a Leá, y ella concibió, y dio a luz el quinto hijo a
Yaakov. Y Leá dijo: Dios me ha dado mi recompensa porque di mi sierva a mi
marido. Y le puso por nombre Yisajar. Concibió Leá otra vez y dio a luz el sexto
hijo a Yaakov. Y Leá dijo: Dios me ha favorecido con una buena dote; ahora mi
marido vivirá conmigo, porque le he dado seis hijos. Y le puso por nombre
Zvulún.” (LBLA revisada) – Aquí se menciona el número de los dos últimos hijos
de Leá, el quinto y el sexto. Esto nos da pie a relacionar los siete hijos de Leá
con la historia del mundo. Los dos primeros hijos corresponden a los dos
primeros milenios de la historia desde Adam hasta Avraham, Reuvén representa
la creación de los hombres, y Shimón representa la respuesta de las oraciones
que subieron al cielo durante el segundo milenio, en el diluvio y por nuestro
padre Avraham.
Los dos hijos siguientes representan los dos mil años entre Avraham y Yeshúa.
Allí se instituyó el ministerio levítico, y la casa de Yehudá, de la cual vienen los
judíos, fue la única que sobrevivió los ataques de los enemigos. Luego Leá dejó
de dar a luz y nacieron otros hijos para Yaakov, lo cual representa la entrada de
los gentiles por medio de la conversión en el Mesías Yeshúa, como está escrito
en Mateo 4:13-15:
Aquí son mencionadas las tribus Zvulún y Naftalí como tierra de los gentiles,
según la cita del profeta Isaías 9:1, lo cual habla de venida de la era mesiánica
que abre la puerta a los gentiles para entrar en Israel mediante la conversión
mesiánica.
Así que los dos últimos hijos de Leá, Yisajar y Zvulún, representan los dos mil
años de era mesiánica, entre la primera y la segunda venida de Yeshúa.
Yisajar[68] significa “el recompensará”. Esto alude al fruto de la aflicción del alma
del Mesías con la salvación del pueblo judío y los gentiles, como está escrito en
Isaías 53:11:
“Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis
sabios en vuestra propia opinión: que a Israel le ha acontecido un
endurecimiento parcial hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; y así,
todo Israel será salvo” (LBLA)
Zvulún[69] significa “morada” y durante la era mesiánica, el Espíritu del Mesías
ha hecho morada en los que reciben las palabras de Yeshúa, como está escrito
en Juan 14:16-18, 23:
“Y yo rogaré al Padre, y El os dará otro Consolador para que esté con vosotros
para siempre; es decir, el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede
recibir, porque ni le ve ni le conoce, pero vosotros sí le conocéis porque mora
con vosotros y estará en vosotros. No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros...
Si alguno me ama, guardará mi palabra; y mi Padre lo amará, y vendremos a él,
y haremos con él morada.” (LBLA)
30:21 “Después dio a luz una hija, y le puso por nombre Diná.” (LBLA
revisada) – Diná[70] es la forma femenina de din[71], que significa “juicio” y
“justicia”. Diná es el séptimo hijo de Leá, y representa el reino mesiánico. Esto
significa que antes del séptimo milenio, el reinado mesiánico, cada uno de los
justos y todas las naciones gentiles serán juzgados conforme a sus obras, como
está escrito en Daniel 7:26-27:
“Pero cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los ángeles con él,
entonces se sentará en el trono de su gloria; y serán reunidas delante de él
todas las naciones; y separará a unos de otros, como el pastor separa las
ovejas de los cabritos.” (LBLA)
“Porque todos nosotros debemos comparecer ante el tribunal del Mesías, para
que cada uno sea recompensado por sus hechos estando en el cuerpo, de
acuerdo con lo que hizo, sea bueno o sea malo.” (LBLA revisada)
Diná es también una referencia al final del reino milenario mesiánico cuando el
resto de los hombres serán juzgados, como está escrito en Revelación 20:11-
15:
Dan representa el juicio que vino al mundo por medio de Yeshúa, según está
escrito en Juan 3:19:
“Y este es el juicio: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las
tinieblas que la luz, pues sus acciones eran malas.” (LBLA)
“Y Yeshúa dijo: Yo vine a este mundo para juicio; para que los que no ven,
vean, y para que los que ven se vuelvan ciegos.” (LBLA revisada)
“Ya está aquí el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será
echado fuera.” (LBLA)
“Sé que después de mi partida, vendrán lobos feroces entre vosotros que no
perdonarán el rebaño y que de entre vosotros mismos se levantarán algunos
hablando cosas perversas para arrastrar a los discípulos tras ellos.” (LBLA)
“Pero se levantaron falsos profetas entre el pueblo, así como habrá también
falsos maestros entre vosotros, los cuales encubiertamente introducirán herejías
destructoras, negando incluso al Señor que los compró, trayendo sobre sí una
destrucción repentina.” (LBLA)
“Simón ha relatado cómo Dios al principio tuvo a bien tomar de entre los
gentiles un pueblo para su nombre. Y con esto concuerdan las palabras de los
profetas, tal como está escrito: DESPUES DE ESTO VOLVERE, Y REEDIFICARE
EL TABERNACULO DE DAVID QUE HA CAIDO. Y REEDIFICARE SUS RUINAS, Y
LO LEVANTARE DE NUEVO, PARA QUE EL RESTO DE LOS HOMBRES BUSQUE
AL SEÑOR, Y TODOS LOS GENTILES QUE SON LLAMADOS POR MI NOMBRE,
DICE EL SEÑOR, QUE HACE SABER TODO ESTO DESDE TIEMPOS
ANTIGUOS.” (LBLA)
“los cuales expusieron su vida por mí, a quienes no sólo yo doy gracias, sino
también todas las congregaciones de los gentiles.” (LBLA revisada)
Asher representa la gran felicidad que experimentará todo Israel en los últimos
tiempos al recibir la revelación de Yeshúa como el Mesías, como está escrito en
Hechos 3:12b, 19-21:
Esto significa que el papel del Mesías implica tanto el hecho de quitar como
añadir. Por un lado habla de su muerte y resurrección y por el otro lado habla
de su misión de quitar el pecado y la muerte y luego añadir gentiles dentro del
pueblo escogido. Esto se ve también reflejado en la vida de Yosef que vino para
salvar al mundo y los hijos de Israel en Egipto y causar que dos tribus más
fueran introducidas en Israel, Efrayim y Menashé.
30:39 “Así se apareaban los rebaños junto a las varas; y los rebaños tenían
crías rayadas, moteadas y manchadas.” (LBLA) – La Torá no es un libro de
biología. Este texto no ha sido puesto para dar una clase sobre la genética. La
genética de los rebaños no cambia según este tipo de estímulos exteriores. La
Torá nos da una lección de como lo sobrenatural se introduce en lo natural
mediante la colaboración entre el hombre y el Eterno. El hombre hace un acto
natural y el Eterno responde con un acto sobrenatural. Este principio se
encuentra en todas las Escrituras. Yaakov actuó según una visión celestial que
un ángel le había dado. Para poder desatar el poder sobrenatural del Eterno
dentro de un marco legítimo hay que tener una revelación, como está escrito en
Juan 5:19:
“Por eso Yeshúa, respondiendo, les decía: En verdad, en verdad os digo que el
Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre; porque
todo lo que hace el Padre, eso también hace el Hijo de igual manera.” (LBLA
revisada)
Para hacer milagros lícitos hay que tener una íntima relación con el Padre y una
revelación de lo que Él está haciendo. El que colabora con Él tiene éxito en
todo. El que hace milagros sin tener una relación con Él será reprobado, como
está escrito en Mateo 7:22-23:
Este texto nos revela dos verdades muy importantes. Para no ser reprobado en
el día del juicio hay que practicar lo sobrenatural a base de dos cosas, una
relación íntima con el Mesías Yeshúa y obediencia a la Torá de Moshé. La
palabra griega que fue traducida como “iniquidad” es anomia[75], y significa “sin
ley” o “violación de la ley”. Por lo tanto los que profetizan y hacen milagros en
el nombre del Mesías sin tener una relación íntima con Él y sin practicar los
mandamientos de la Torá serán finalmente expulsados de su presencia.
Lamentablemente serán muchos.
31:13 “Yo soy el Dios de Betel, donde tú ungiste un pilar, donde me hiciste un
voto. Levántate ahora, sal de esta tierra, y vuelve a la tierra donde
naciste.” (LBLA) – Los votos que hacemos son tomados muy en serio en el
cielo, como está escrito en Eclesiastés 5:1-6:
“Guarda tus pasos cuando vas a la casa de Dios, y acércate a escuchar en vez
de ofrecer el sacrificio de los necios, porque éstos no saben que hacen el mal.
No te des prisa en hablar, ni se apresure tu corazón a proferir palabra delante
de Dios. Porque Dios está en el cielo y tú en la tierra; por tanto sean pocas tus
palabras. Porque los sueños vienen de la mucha tarea, y la voz del necio de las
muchas palabras. Cuando haces un voto a Dios, no tardes en cumplirlo, porque
El no se deleita en los necios. El voto que haces, cúmplelo. Es mejor que no
hagas votos, a que hagas votos y no los cumplas. No permitas que tu boca te
haga pecar, y no digas delante del mensajero de Dios que fue un error. ¿Por
qué ha de enojarse Dios a causa de tu voz y destruir la obra de tus manos?
Porque en los muchos sueños y en las muchas palabras hay vanidades; tú, sin
embargo, teme a Dios.” (LBLA)
31:16b “ahora pues, todo lo que Dios te ha dicho, hazlo.” (LBLA) – Las esposas
de Yaakov no habían recibido una palabra del Eterno para salir de la casa de
Laván. Aunque la dirección de la familia recaiga principalmente sobre el esposo
la esposa tiene un papel vital a la hora de tomar decisiones.
Yaakov era muy sabio al plantear la situación con sus esposas y compartir la
revelación del Eterno y pidiendo su opinión antes de tomar una decisión
importante para la familia. A pesar de que tenía un mandato del Eterno pidió la
opinión de ellas para que la decisión no fuera tomada por él sólo.
Yaakov tuvo una comunicación abierta con sus esposas, lo cual es una de las
cosas más difíciles para el varón. Muchos problemas matrimoniales son
causados por la falta de comunicación entre los esposos.
El esposo no vive para satisfacer sus propios deseos en el matrimonio, sino para
cumplir el propósito del Eterno con su familia.
Las esposas hacen bien en orar mucho por sus esposos para que sean sensibles
a la voz del Espíritu del Eterno y obedientes a su dirección. En este caso vemos
un buen ejemplo de sumisión de las esposas de Yaakov al liderazgo puesto por
el Eterno.
Una antigua ley, llamada Nuzu, revela que un yerno que tenía los ídolos
domésticos en su posesión, podía exigir la herencia familiar en un
juzgado.[77] ¿Será que ese era el motivo de Rajel a la hora de hurtar los ídolos
de su padre? ¿Quién sabe?
Sea como sea, lo cierto es que la Torá dice que Rajel hurtó, y el hurto trae
maldición si no hay arrepentimiento con restitución de lo hurtado. Tres
maldiciones alcanzaron a Rajel, la maldición causada del hurto mismo, la
maldición que pronunció Yaakov sobre la persona que tenía los ídolos, cf. 31:32,
y la maldición causada por haber mentido ante su padre, cf. 31:35. Estas
maldiciones causaron su muerte prematura, en el momento del nacimiento de
su segundo hijo, Binyamín.
Querido lector, ¡sé fiel al que confía en ti! Si has hurtado el corazón de alguien,
arrepiéntete y ve a la víctima y humíllate ante ella y pide perdón y haz todo lo
que está a tu alcance para restituir el daño.
No es lo mismo la confianza que el perdón. Si una persona ha robado el corazón
de otra pierde su confianza. Aunque luego se arrepienta y pida perdón no habrá
recuperado la confianza de la otra persona hasta pasar mucho tiempo, en el
caso de que sea posible recuperarla. Porque la otra persona piensa: “Si lo hizo
una vez, lo podrá hacer otra vez”. Así que ten paciencia si no logras obtener la
misma confianza del que hurtaste el corazón. No le culpes por eso. Debes
entender que tu comportamiento ha causado un daño muy grave en su corazón
y no se puede sanar sólo con el perdón. La confianza es un resultado de la
fidelidad en las relaciones y una confianza dañada necesita tiempo para ser
restaurada.
31:31 “Entonces Yaakov respondió, y dijo a Laván: Porque tuve miedo, pues
dije: "No sea que me quites a tus hijas a la fuerza."” (LBLA revisada) – El miedo
es lo contrario de fe. Yaakov había tenido una palabra del Eterno y esa palabra
era suficientemente poderosa para producir confianza en su corazón. Pero su
temor de Laván fue superior y tomó una decisión por temor. Las decisiones
tomadas por miedo no son buenas. Traen consecuencias negativas. Laván podía
haber hecho daño a Yaakov. Pero el Eterno tuvo misericordia de él e intervino
en el asunto. A pesar de nuestros temores y nuestra falta de confianza, Él es
bueno con nosotros y nos ayuda. ¡Bendito sea Su Nombre!
“Honrad a todos, amad a los hermanos, temed a Dios, honrad al rey.” (LBLA)
“La conclusión, cuando todo se ha oído, es ésta: teme a Dios y guarda sus
mandamientos, porque esto es todo para el hombre.” (LBLA)
Si tenemos más temor de los hombres que del Eterno no podremos ser siervos
del Mesías, como está escrito en Gálatas 1:10:
31:50 “Si maltratas a mis hijas, o si tomas otras mujeres además de mis
hijas, aunque nadie lo sepa, mira, Dios es testigo entre tú y yo.” (LBLA) – La
expresión “mis hijas” son mencionadas dos veces. Esto implica, según Rashí,
que las siervas de Leá y Rajel eran hijas de las concubinas de Laván.
Este texto nos muestra que con el regreso de los hijos de Israel de las tres
diásporas habrán muchas actividades sobrenaturales.
También habla de que a pesar de ser parte del mismo pueblo de Dios en el
mismo pueblo existen tanto judíos como no-judíos que viven juntos en armonía.